|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
Gráficos por y codes hechos por Kaffei e Insxne.
Zombieland (Novela Colectiva) PARTE UNO
O W N :: Archivos :: Novelas Terminadas
Página 1 de 67. • 1, 2, 3 ... 34 ... 67
Zombieland (Novela Colectiva) PARTE UNO
Autor: Novela colectiva
Adaptación: No es una adaptación en sí.
Género: Terror, Suspenso, Drama, Romance y algo de Comedia.
Advertencias: Ninguna.
Otras páginas: Solo aqui.
REGLAS DE LA NOVELA:
-Seriedad al escribir.
-Escriban adecuadamente, con todas las letras. Nada de: oOlaAä KöOmo sThäAzH o algo parecido.
-Por favor chicas, recomiendo escribir con guiones. Ejemplo:
- ¡Hola! ¿Cómo haz estado? –Preguntó Laura-
Por el hecho de que es más ordenado.
-Solo habrá un plazo de 2 días para entregar un cap, si te justificas podrás tener otro día o si crees que no lo tendrás en ese otro día que se te da, puedes ceder tu turno. En caso de que dicha escritora no se reporte, la que le sigue debe subir. A la tercera vez que no suba, dicha escritora quedara fuera de la novela, a no ser que tenga una justificación.
-Se puede nombrar e interactuar con los demás personajes pero ojo, cuidado con no cambiar su historia.
-Respeto ante todo. Antes de escribir su propio cap, me gustaría que por favor lean el de las demás. Así evitamos problemas, y todo el mundo feliz y contento. Lo mismo con las relaciones pre-establecidas en cada ficha de ustedes.
-Poner el nombre de quien escribe el cap al principio y el nombre de la escritora que sigue al final.
-Compromiso, por favor chicas, si nos comprometimos a esto seamos cumplidas, no dejemos las cosas a la mitad.
-Y sobre todo, ¡diviértanse! (;
TURNOS
¿Matar ó morir?;
REGLAS DE SUPERVIVENCIA
REGLA Nº 1:
No dispares a menos que sea realmente necesario.
REGLA Nº 2:
No te confíes de nadie.
REGLA Nº 3:
Los Zombies jamás se cansarán de perseguirte, por lo tanto, si son pocos enfréntalos, si son demasiados corre, escóndete y ruega por que no te encuentren.
REGLA Nº 4:
Un tiro acertado en la cabeza basta, de otro modo con un golpe realmente fuerte acabará con él.
REGLA Nº 5:
Si no estas completamente seguro de que un zombie quedo totalmente muerto... Remátalo.
REGLA Nº 6:
No te involucres sentimentalmente con los sobrevivientes que te topes, es mejor estár solo, puedes andar con libertad sin preocuparte que un zombie muerda a alguno de tus compañeros.
REGLA Nº 7:
Trata de ir lo más ligero posible, muchas cosas entorpecen tus movimientos.
REGLA Nº 8:
Disfruta de las pequeñas cosas.
REGLA Nº 9:
A los no-muertos les encanta el olor a sangre fresca, así que cuidado con los cortes.
REGLA Nº 10:
Revisa el lugar en el que te encuentres, nunca sabes si puede llegar un no-muerto, tomarte durmiendo y devorarte.
Las demás reglas, las invento conforme a la situación…
Última edición por Coraline Jones el Dom 02 Dic 2012, 10:18 pm, editado 3 veces
Re: Zombieland (Novela Colectiva) PARTE UNO
- !Cause you're hot then you're cold, You're yes then you're no, You're in and you're out, You're up and you're down! –cantaba el coro de Hot&Cold mientras manejaba la camioneta en zig-zag-
FLASHBACK
Martes en la mañana, a las 7am, para ser más precisa, me preparaba para ir a mi primera clase, Fisiología, no llevaba ni tres meses en la universidad cuando ya me exigían demasiado y bueno, es lógico. Me vestí con mi uniforme blanco, así es, desde que entre me pidieron uniforme blanco y realmente lo odiaba ya que se ensuciaba rápido…
- ¿Y esto? –preguntó Jenn a Dalia sosteniendo un bate de beisbol-
- Es de Adam –contestó acercándose-
- ¿Adam? ¿Tu nuevo novio? –dijo la morocha levantando una ceja y sonriendo-
- Así es –contestó con una sonrisa aun mas grande-
- ¿Y lo tienes aquí como para? –preguntó-
- Por si entra un violador y trata de abusar de mi amiga –contestó haciendo soltar a Jenn una carcajada-
- Genial, entonces lo pondré en medio de las camas por si tu estas perdida en tus sueños con “Adam” –dijo haciendo las comillas en el aire mientras su amiga reía- anda mujer, se hace tarde.-apresuró a su amiga-
Una vez que salieron del dormitorio caminaron hacia sus clases, mientras Jenn iba a su clase de Fisiología, Dalia se dirigía a Ciencias Morfológicas. Todo pasaba con tranquilidad, la primera clase, la segunda, hasta el receso. Una vez que entró a su ultima clase del día, uno de sus compañeros, Jake, no se veía nada bien, tenía temperatura, hace dos días lo había mordido un perro que se encontró fuera de la universidad, tal vez había adquirido rabia, hace aproximadamente dos semanas todos los noticieros habían anunciado una epidemia de rabia, más los síntomas de Jake estaban manifestándose de una manera rápida, un día anterior decía que le dolía la cabeza, incluso su hermano Thomas quien también estudia medicina dijo que había tenido episodios de demencia y agresividad tan elevados que lo desconocía e incluso llego a morderlo, cosa que era raro porque esos síntomas se presentaban hasta el cuarto o quinto día después de haber sido infectado, el profesor había comenzado la clase sin importarle el estado de uno de sus alumnos, hasta que se escucho un azoton, todos voltearon de inmediato y Jake estaba en el suelo convulsionando, el profesor se acercó rápidamente e introdujo como pudo un cuaderno a la boca del chico para que no se fuese a morder la lengua y lo coloco de lado para que no fuera a ahogarse, una vez que las convulsiones pasaron, el chico fue llevado hacia la enfermería y el profesor ordeno a Jenn y a otros dos compañeros quedarse con el.
- Pobre Jake –dijo Tonny, su amigo mientras se acercaba a Jenn y a Chace, quienes estaban en silencio.-
- ¿No les parece raro? –dijo Chace rompiendo el silencio, los otros dos lo miraron- sé que estoy empezando pero no creo que lo que tenga Jake sea rabia –dijo acercándose a su amigo-
- ¿Por qué no se atendió cuando aquel perro lo mordió? –preguntó la chica acercando se hacia la mesa que se encontraba a un lado de la camilla, tomó un trapo, lo mojó y lo exprimió, acto seguido lo colocó en la frente de Jake-
- No lo se –respondió Chace acercándose a su amigo, su expresión cambio a confusión al ver la manga de su amigo manchada con sangre coagulada, se acercó y subió la manga de la camisa de Jake dejando ver una herida putrefacta de la cual desprendía un olor fétido, al instante todos taparon su nariz- esto no esta bien –dijo ahora preocupado-
- ¡Dios! –exclamó la chica cubriéndose la nariz- iré por la enfermera, después me iré a mi dormitorio, tengo examen.
- ¿De que? –preguntó Tonny-
- Fisio –respondió haciendo un gesto por el olor- me voy, será mejor que habrán la ventana –dijo y después salió-
Una vez localizada la enfermera le comentó lo de la herida de Jake, esta se fue corriendo hacia la enfermería dejándola hablando. Caminó hasta su dormitorio y entró.
- Hola –saludó la pelirroja-
- Hola Dalia –respondió sin ganas la morocha mientras dejaba la mochila a un lado de su cama y se tiraba sobre esta-
- ¿Mal día? –preguntó-
- Horrible –respondió- mañana tengo examen
- Que mal Jwow
- ¿Jwow? –preguntó con curiosidad-
- Si por tus –señalo su pecho-
- Entiendo –soltó una carcajada- ahora a estudiar –dijo mientras se sentaba-
- Genial yo dormiré
- Te odio –dijo entornando los ojos-
- Solo bromeo, iré al comedor y te traeré algo para que comas, ya estas muy delgada y no quiero que desaparezcas
- Eres una dramática –contestó con una sonrisa-
- Lo digo enserio, tan solo estamos empezando y tu ya pareces un palo –decía exageradamente-
- Eso hirió mi corazón –contestó la morocha fingiendo que lloraba-
- Solo bromeo tonta, estas buena, ya vengo –dijo y después salió de la habitación dejando a su amiga carcajeando por sus palabras, Dalia era una tonta pero aun así la adoraba-
Se sentó en su cama y comenzó a estudiar, dos horas después aproximadamente llegó Dalia con un sándwich, una botella de agua, una lata de refresco, un yogurt, galletas, chocolates y cualquier otra chuchería comestible, aunque era perfecto para la ocasión, refresco más chocolate era igual a una noche sin dormir, la chica seguía estudiando una vez que Dalia dormía, quería tener las mejores calificaciones, repasaba y repasaba su libro y apuntes tanto como podía, dio la vuelta a la hoja de su cuaderno y miró su reloj que estaba en la mesita de noche, no sin antes observar el bate de beisbol en medio de las camas, eran las 5:15am, si acaso tendría una hora para dormir, pero si se acostaba a dormir ya no despertaría, por lo que mejor decidió seguir estudiando, miró hacia su cama y el chocolate se había agotado, tomó la lata de refresco y al igual que la barra de chocolate esta se había terminado, así que se levantó, tomó unos cuantos dólares de su bolso y salió de su habitación, caminó por el pasillo hacia la maquina de golosinas que se encontraba cerca de la salida, se colocó frente a esta e introdujo un dólar, presiono tres botones y espero a que cayera una gran barra de chocolate, se inclinó para tomar la golosina, se levantó e introdujo otro dólar, presionó los botones y cayó una lata de refresco pero antes de inclinarse a tomarla detrás de ella se escucho un ruido el cual la hizo sobresaltar, giró sobre sus talones y observó lentamente el exterior, no había nadie simplemente hacia algo de aire, tragó saliva y después tomó la lata de refresco y se dirigió a granes zancadas hacia su dormitorio, entró y puso el cerrojo a la puerta, se sentó sobre la cama, abrió la lata de refresco y la barra de chocolate y comenzó a estudiar un rato más. Una vez que dieron las 6:00am se dirigió hacia el cuarto de baño y se duchó durante un buen rato, hasta que todo rastro de cansancio desapareció de ella, una vez que salió Dalia ya se encontraba despierta, y recogía la basura de la cama de la morocha.
- Déjalo así, yo lo hare cuando terminen las clases –dijo-
- No, esta bien, tu me ayudaste cuando tuve mi examen, ahora es mi turno –contestó la pelirroja- ¿Dormiste algo? –preguntó-
- No –contestó- estudie toda la noche
- Wow, te exiges demasiado cariño –dijo haciendo una mueca-
- Quiero ser una buena doctora –sonrió-
- Lo serás, ahora termina de arreglarte, entrare a la ducha –dijo-
- Esta bien –contestó-
Comenzó a vestirse y alistarse para su primera clase, Fisiología de nuevo, caminó por la extensa habitación hacia el closet que se encontraba del lado de su cama, claro que había otro para Dalia, lo abrió y sacó su tenis, no le permitían llevarlos pero los Vans totalmente blancos pasaban por zapatos. Dalia salió del baño ya vestida con una toalla enredada en la cabeza.
- Me voy –dijo la chica apresurada- no quiero llegar tarde y reprobar por impuntual
- Esta bien Jenn, éxito en tu examen –dijo sonriéndole- y por favor come algo ¿de acuerdo?
- Gracias y si, comeré –respondió apresurada para después salir por la puerta-
Una vez dentro del salón espero a que el profesor llegará, llegaron unos cuantos alumnos y media hora después el profesor, no se veía bien, se le podía notar cansado y unas cuantas gotas de sudor se acumulaban en su frente, más eso no le impidió ir a torturar a sus alumnos, les entrego a cada uno de los que asistieron el examen, Jenn comenzó a contestarlo, pensando bien en las respuestas, al final de todo fue la primera en entregarlo, una vez terminado el profesor la dejo retirarse, se dirigió hacia el comedor tal y como le había dicho a su amiga que haría. Se sentó y comenzó a desayunar, una vez que termino se dirigió hacia la siguiente clase y espero por una hora a que su profesora de Ciencias Morfológicas apareciera pero esta no dio señal de que llegaría, a regañadientes salió del salón, odiaba que los profesores no avisaran que faltarían, estaba tan cansada que estaba decidida a no entrar a las siguientes clases pero al final de todo terminó sentada en la primer butaca esperando a que los profesores se dignaran a aparecer, cosa que no paso, por lo que decidió ir a dormir. Una vez en la habitación se vistió con jeans y una playera de manga larga, se recostó sobre su cama y no supo más de ella.
La chica dormía como si estuviera en estado de coma, entre sueños escuchaba gente gritando, le era imposible abrir los ojos, pero los gritos se hacían cada vez más fuertes por lo que se dio cuenta de que no estaba soñando, se sentó en la cama, y guardo silencio tratando de averiguar si los gritos no eran un producto de su imaginación, no lo era, se levantó y se colocó unos tenis Nike, caminó hacia la ventana y observó a algunas personas corriendo descontroladamente, ¿Qué rayos sucedía?, se giró al escuchar un portazo, ahí se encontraba Dalia.
- ¿Qué pasa? –preguntó confundida, al ver que su amiga lloraba descontroladamente-
- ¡No lo se!, yo me encontraba en el comedor cuando entraron unos locos –decía desesperadamente- comenzaron a seguir a la gente, uno llego hasta a mi y me mordió –su desesperación había aumentado al igual que el correr de sus lagrimas-
- ¿Qué? –dije con mas confusión-
- ¡Todo esto es tan raro Jenn!. ¿Qué rayos esta pasando? –al decir se escucho un golpe proveniente de la puerta- ¡ciérrala! –gritó desesperadamente y la chica corrió hacia esta y puso el cerrojo, su corazón comenzó a acelerarse-
- ¿Pero como fue todo? ¿Qué paso?
- ¡No lo se! –dijo y estallo en llanto- ¡Dios! ¿Qué les pasa? Se los estaban comiendo
- ¿Qué? ¿Quién estaba comiendo?
- ¡Los locos mordían a la gente y sin más se los comían! -¿Qué rayos estaba diciendo? Lo que Dalia decía era imposible de creer- no me siento nada bien –dijo llevándose una mano temblorosa a la cabeza- Tengo fiebre –cerró los ojos y se sentó a los pies de la cama- esto no esta bien, nada bien –decía mientras negaba con la cabeza, al instante se escucho otro golpe en la puerta- ¡No los dejes entrar! –gritó una vez mas recorriéndose de los pies de la cama hasta la cabecera la morocha se recargó en la puerta como si tratara de que no se abriera. Se quedó en esa posición como por 10 minutos hasta que no hubo mas ruidos cerca.
- Tu brazo sangra mucho –dijo para romper el silencio, Dalia la miro con los ojos hinchados de tanto llorar, Jenn caminó por el extenso cuarto hacia el cuarto de baño por el botiquín de primeros auxilios.
Buscó vendas, alcohol, agua oxigenada y algunos antibióticos, los tomó y salió… pero al llegar hacia donde hace un momento se encontraba Dalia esta ya no estaba, frunció el entrecejo y buscó a su amiga con la mirada.
- ¿Dalia? –preguntó asustada, no recibió respuesta de la pelirroja-
Se acercó hacia su cama y dejo lo que había sacado del botiquín, buscó a su amiga una vez más y esta salió de repente de la pequeña sala que se encontraba en un pequeño espacio a un lado de la habitación, su mirada estaba perdida y sus ojos ya no eran azules, sino de un tono blanco grisáceo.
- ¿Dalia? –preguntó una vez más- ¿Te encuentras bien? –preguntó acercándose con cautela-
Dalia la observo y comenzó a acercarse con pasos torpes hacia la morocha, ella solo paró y la miraba con gran confusión, dijo una vez más el nombre de su amiga y esta solo levanto las manos en dirección a ella y mientras gruñía y se acercaba, Jenn retrocedía a la vez que Dalia caminaba hacia ella.
- ¿Qué haces Dalia? –preguntó asustada, su corazón aceleradamente- ¿Dalia? –no obtuvo otra respuesta que no fueran gruñidos- aléjate Dalia –le ordeno más esta no obedecía, seguía acercando hacia la chica quien se vio reducida de espacio por lo que se subió a la cama y se bajó del otro lado- ¿Qué estas haciendo? –preguntó una vez más con la voz temblorosa mientras observaba que su amiga trataba de alcanzarla desde el otro lado de la cama, solo lanzaba los brazos hacia ella más al parecer no era tan inteligente como rodearla y subirse a esta y llegar a ella.
La chica la miraba con terror, esa ya no era su amiga, sin poder evitarlo las lagrimas comenzaron a caer por sus mejillas, estaba distraída, por lo que no se dio cuenta de que Dalia ya había rodeado la cama hasta llegar a ella, cuando se dio cuenta la pelirroja ya se había lanzado hacia ella tirándola sobre la cama y tratando de morderla mientras la chica hacia de todo por quitársela de encima, mas el cuero de la pelirroja era demasiado pesado, en un rápido movimiento la empujo y le lio una fuerte patada haciéndola caer, ella se levantó de la cama colocándose del otro lado, la pelirroja se levantó como si nada y comenzó a caminar hacia la chica.
- ¡Aléjate de mi Dalia! –buscó con la mirada algo con que defenderse y justo en medio de la cama, recargado en la mesita de noche se encontraba el bate de beisbol de Adam, lo tomó- ¡Te lo advierto! Si te acercas más te golpeare –dijo con las manos temblorosas pero la pelirroja no paraba, se acercaba cada vez más-
La chica aun esperaba que su amiga reaccionara más esta seguía avanzando hacia ella, de un momento a otro la pelirroja se lanzó hacia ella y esta la golpeo con al bate haciéndola volar sobre la cama hasta caer al suelo, le dio un golpe tan fuerte que creía que eso la dejaría desmayada, pero una vez más se levantó del suelo y comenzó a avanzar hacia ella, la chica negaba con la cabeza, definitivamente esa cosa ya no era Dalia, ya no era su amiga, gruñía mientras se acercaba, recordó lo que Dalia había dicho cuando entró a la habitación “¡Los locos mordían a la gente y sin más se los comían!”, y precisamente eso quería hacer esa cosa con ella. Una vez que la pelirroja estaba cerca, la chica empuño el bate de beisbol, y con fuerza la golpeo en la cabeza, Dalia cayó al suelo una vez más pero esta vez ya no se levantó, Jenn rompió en llanto y hasta ese momento volvió a escuchar los gritos de las personas que se encontraban afuera, tapo su boca mientras lloraba observando a la pelirroja tendida en el suelo de la habitación, no lo pensó dos veces, se levantó, tomó una mochila y guardo ropa y tenis, de la mesa de noche tomó las llaves del auto de Dalia y antes de salir de la habitación miró el bate de beisbol y lo tomó, salió del dormitorio y con cautela comenzó a salir en busca del auto de la que era su amiga, todo era un caos total, gente corría mientras otras cosas andaban detrás de ellos con pasos torpes mientras gruñían, caminó a grandes zancadas sosteniendo el bate en alto por si alguna de esas cosas se le acercaba, una vez que localizó el auto de Dalia corrió hacia este ya que dos de esas criaturas la perseguían, una vez que llegó al auto con desesperación introdujo la llave en la puerta y la abrió y entró justo a tiempo, ya que de haberse tardado un minuto más hubiera sido presa fácil, puso el seguro de todas las puertas, introdujo la llave en el contacto y lo giró encendiendo el motor del auto y atrayendo la atención de muchas de esas criaturas, quienes comenzaron a avanzar hacia ella, la verdad es que no sabia manejar, pero había visto muchas veces a su padre y a su madre hacerlo, con su pie presiono el acelerador y el auto arrancó llevándose unas cuantas criaturas que trataban de llegar hasta la chica, giraba el volante de izquierda a derecha y el carro avanzaba en zig-zag, hasta que pudo ir derecho, una vez que perdió de vista a esas criaturas, paró y se coloco el cinturón de seguridad porque ni siquiera eso había hecho. Condujo aproximadamente hora y media siguiendo el camino por el cual su padre iba a llevarla a regañadientes a la universidad cada mes, todo estaba totalmente desierto a excepción de alguna que otra criatura comiendo carne humana, giró sobre una esquina y avanzó por la calle hasta llegar a la gran casa de color beige, se aseguro que ninguna de esas cosas estuviera rondando por ahí, tomó su mochila y el bate y salió del auto, corrió hacia la entrada, la puerta estaba abierta, entró con la respiración agitada y cerró la puerta, todo estaba desordenado y habían manchas de sangre en el piso, las lagrimas volvieron a salir de sus ojos rodando por sus mejillas. Caminó silenciosamente y con el bate en alto esperando lo peor, asomó la cabeza por la cocina, no había nadie, se adentró y observando cuidadosamente, bajó el bate una vez que inspecciono el lugar, salió de la cocina y quedó paralizada, se encontraba un hombre, con la mirada perdida hasta que se percató de su presencia puro observar sus ojos, al igual que los de Dalia eran de un color blanco grisáceo, su ropa estaba rasgada y unos cuantos pedazos de carne rasgada le colgaba, el corazón de la chica comenzó a latir sin control mientras comenzaba a hiperventilar, sus lagrimas caían sin control, el hombre que se encontraba frente a ella era su padre. Él comenzó a acercarse mientras gruñía, Jenn no podía moverse, no paraba de llorar y el hombre no paraba de avanzar, cuando ya se encontraba cerca de ella reaccionó, era matar ó morir, y prefería la primera, levantó el bate y con fuerza golpeo al hombre que cayó al suelo, pero antes de que pudiera levantarse la chica se acercó y con los ojos cerrados comenzó a darle fuertes golpes en la cabeza hasta que ya no se movió mas, con fuertes sollozos cayó al suelo, cubrió su boca para no hacer demasiado ruido, había asesinado a su propio padre, pero estaba en un error, esa cosa ya no era su padre. Se levantó del suelo y aun llorando tomó el bate cubierto de sangre, comenzó a caminar y a inspeccionar el lugar, en la planta baja no había nadie, caminó hacia la puerta principal y puso el cerrojo a la puerta para que ninguna de esas cosas pudiera entrar, se encaminó hacia las escaleras y empezó a subir escalón por escalón hasta llegar al ultimo, caminó por el pasillo e inspecciono cada cuarto, hasta llegar al que meses atrás era suyo, lo observó, todo estaba como lo había dejado, salió de este cerrando la puerta y al final del pasillo pudo distinguir una silueta, cerro sus ojos con fuerza y los abrió derramando aun más lagrimas, su madre se encontraba al final del pasillo mirándola, comenzó a avanzar al igual que la chica, levantó el bate y al igual que al hombre con un fuerte golpe la hizo caer al suelo, más con el primer golpe dejo de moverse, se acercó hacia la mujer quien de un momento a otro abrió sus ojos y con rapidez la tomo de la pierna, la chica tomó el bate y con fuerza golpeo la cabeza de la mujer hasta que dejo de moverse por completo, Recordatorio: Remata. Después de haber llorado en el suelo aproximadamente media hora se levantó e inspecciono el resto de la casa, estaba vacía, al parecer solo se encontraban su madre y su padre. Una vez que aseguró la puerta principal, subió a su habitación no sin antes echar un vistazo a los cuerpos que yacían inmóviles en el piso, entró a su habitación y aseguro la puerta.
FIN DEL FLASHBACK
- We used to be, just like twins so in sync, the same energy, now's a dead battery, used to laugh bout nothing, now your plain boring –seguia cantando la cancion mientras manejaba con movimientos más derechos sobre la carretera- Eres una maldita Katy, apuesto a que eres un maldito zombie –decia cantando-
Paró la marcha de la camioneta y observó con cautela el lugar desde adentro, no había rastro de zombies, quito la llave del contacto y salio con ballesta en mano y una pistola en su bolsillo, observó con detenimiento el lugar.
- ¿Dónde demonios esta el maldito albergue? –susurró y dio unos cuantos pasos sosteniendo la ballesta con las manos lista para disparar.
Caminó unos cuantos pasos más mientras no dejaba de observar el lugar, lo único que había era destrucción, autos abandonados, unos cuantos tanques militares y cuerpos sobre el piso. Seguía caminando buscando el dicho albergue que se decía en la radio días atrás cuando aun transmitían, más no había rastro de este, a lo lejos observó un zombie que caminaba con pasos torpes y lentos a su dirección, no la había notado de otro modo hubiera comenzado a correr hacia ella, giró sobre su talones y comenzó a caminar hacia su vehículo, un ruido la hizo girar empuñando la ballesta lista para disparar, frente a ella se encontró con dos chicos, no parecían zombies.
- ¡no me mates! –dijo uno de ellos levantando las manos, bien no era un zombie. Los observó a ambos- te lo ruego –dijo el chico al ver que ella no cambiaba de posición. Dicho esta bajó su arma, más no se descuido del todo-
- Te vimos llegar hace un momento y pensamos que tal vez buscabas el albergue que anunciaban hace días por la radio -¿Acaso eran a divinos estos chicos?- todo era una mentira.
- Lo acabo de notar –respondió ella y acto seguido hecho un vistazo para asegurarse de que no viniera un zombie putrefacto-- Si quieres podemos acompañarte –dijo el chico de rulos, acercándose a ella y sonriendo-
- No necesito compañía –contestó cortante-
- Pero nosotros si –respondió el otro, ella entorno los ojos-
- ¿Cuál es tu nombre? –preguntó-
- Zayn –dijo tranquilamente y la chica le dio un zape- ¡Auch! –dijo llevándose la mano a la cabeza-
- Regla numero 2, no confíes en nadie, por lo tanto jamás reveles tu nombre –contestó la chica con dureza y observando el lugar una vez más, era peligroso ponerse a platicar en medio de un lugar repleto de zombies- ¿Cómo te llamas tu? –preguntó al chico de rulos, quien estaba distraído-
- Harry –respondió y al igual que su amigo recibió un porrazo en la cabeza- ¡Oye! –dijo sobándose justo como el otro lo hizo-
- ¿Estas sordo? Acabo de decir que no confíes en nadie –dijo Jenn frunciendo el entrecejo-
- Confio en ti –dijo sonriendo y ella rodó los ojos- esperen, este es mio –levantó una pistola apuntando hacia un zombie que se dirigía hacia ellos-
- ¡No! –dijo la chica deteniéndolo- regla numero uno, no dispares a menos que sea realmente necesario –dijo mientras lo miraba fijamente él solo la miró con confusión- si disparas ya no será un zombie sino cientos –explicó y el chico bajó el arma, en cambio la morocha apunto con la ballesta al zombie que ya estaba cerca y disparo dando en la cabeza, los chicos se miraron-
- ¿Podemos ir contigo? –preguntó el moreno-
- No –contestó- ahora desaparezcan de mi vista –dijo y comenzó a caminar en dirección al zombie que yacía en el suelo, los chicos la siguieron con la mirada y acto seguido se miraron entre si-
Una vez cerca del zombie sacó la flecha de la cabeza de este y se giró sobre sus talones, los chicos ya no estaban, sonrió de lado y caminó de regreso a su vehículo, al llegar abrió la puerta, ¡Demonios! –pensó- no había puesto el seguro, abrió la puerta por completo, no había presencia de algún zombie asi que entró, introdujo la llave al contacto y encendió el motor, piso el acelerador y se dio la vuelta para regresar por donde había llegado, avanzó unos cuantos kilómetros cuanto paro de golpe, y se giró en el asiento con pistola en mano.
- Juro que disparare –dijo mientras sostenía la pistola en la frente del moreno- ¿Qué maldita parte de “No necesito compañía” no entendieron?-
-¡Harry dijo! –fue lo único que salió de sus labios mientras temblaba y la miraba con temor-
- ¡Hey! Yo no dije, tu dijiste –se excusó el chico de rulos, la chica suspiro mientras miraba a los ojos al moreno, sus ojos expresaban terror, tragó saliva y alejo el arma de la frente del chico-
- ¡Vamos! No tienes por qué enojarte y querer asesinarme, solo te estamos acompañando
- Perfectamente les dije que no quería su compañía –dijo frunciendo el entrecejo-
- Te prometemos que en la próxima cuidad te dejaremos tranquila, ¿cierto? –preguntó a su amigo quien asintió apresuradamente y la miró, ella resopló resignada, no era tan mala como para dejar a dos chicos solos, le gustaba estar sola pero eso solo la volvía más desquiciada, se dio cuenta en el momento en que apuntó el arma entre los ojos del chico. Miró hacia el moreno-
- ¿Cómo te llamas? –preguntó una vez más esperando que el chico recordara lo que ella le había dicho momentos atrás-
- Zayn –respondió una vez más tranquilamente y recibió otro porrazo en la cabeza- ¡AUCH! –gritó y una vez más dirigió su mano hacia su cabeza, su amigo de rulos soltó una carcajada y el moreno lo fulminó con la mirada-
- ¿Y tú? –preguntó viendo al cabeza de brócoli quien seguía riendo-
- Ha… zza –contestó a punto de decir su nombre- Hazza
- Aprendiste la lección –dijo la chica levantando la ceja-
- ¿Cómo te llamas tu? –Preguntó el moreno-
- Jwow –dijo observando al moreno quien seguía sobándose mientras la observaba, de pronto su mirada cambió hacia el parabrisas y abrió los ojos como platos, la chica volteo rápido-
- Son… -gritó Hazza pero antes de que terminara Jenn cubrió su boca con la mano-
- Silencio, ellos no nos verán, los vidrios están polarizados y no son tan inteligentes como para pegarse al vidrio y tratar de ver algo –dijo soltando al chico quien se quedó callado- pongan el seguro a la puerta –susurró-
Última edición por Jwow1D#Crew el Lun 21 Mayo 2012, 8:46 pm, editado 1 vez
Re: Zombieland (Novela Colectiva) PARTE UNO
Si al fin!!! \0/ espero y les guste mi cap u.u...
Me voy D: mi lap ya no tiene carga, al rato me conecto...
Genial Aly!!! ashkashkashkashksahksa
si gustas puedes subirlo, solo asegurate que mi historia no tenga que modificar la tuya, ;).
Al rato me conecto!
a mi bebe se le termino la carga D:
Espero y te guste el cap :)
Re: Zombieland (Novela Colectiva) PARTE UNO
Mi querer más. Es broma que tú inventaste la trama ._.
¡Juro que moriría de envidia {sana}! dskjad. Oknot :B
La otra parte, la otra parte! e.e
Re: Zombieland (Novela Colectiva) PARTE UNO
Recien he terminado de leermelo!!! Es Dioso, fantastico!
Me ha encantado!!!!
Re: Zombieland (Novela Colectiva) PARTE UNO
Srita Aly. escribió:AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHH!!!!!!!!!!!!!!!!!!!
Recien he terminado de leermelo!!! Es Dioso, fantastico!
Me ha encantado!!!!
JAJAÁ! Te gané, yo lo leí primero, lerolero kadhbsdkasd. Oknot :B Si ya tienes tu capítulo listo...
¡Subelo Aly, por favor!
Re: Zombieland (Novela Colectiva) PARTE UNO
Quedo Genial! ya quiero leer la parte de las otras chicaaaaas
(se dan cuenta que amo comentar xdd')
Bombón Waas here
Re: Zombieland (Novela Colectiva) PARTE UNO
Palas siempre hacen el mejor sonido cuando las golpeas contra un cráneo.
No, en serio. Cuando realmente me ponía en ello, el sonido de los anillos agrietados en la cabeza de un zombi suena como el repiqueteo de las campanas de una iglesia. O como las campanas de una iglesia solían sonar. Ahora que todos los feligreses son no-muertos no ha habido ninguna razón para escuchar ese sonido. Ver al Reverendo Osgood perseguir a la anciana Srta. Walker en la calle para roer su antiguo brazo era suficiente para hacerme feliz de que nunca había tenido la desgracia de haber asistido a sus servicios. Ahora que no hay servicios en las iglesias nunca más no tengo que sentirme mal por dormirme los domingos.
Supongo que tendremos que hacer nuestra propia religión a medida que avancemos.
Mi familia y yo estábamos encerrados dentro de nuestra pequeña casa en Texas cuando la "contaminación" empezó el mes pasado. Al comienzo, se creía que era una epidemia masiva de gripe, pero rápidamente se convirtió en algo mucho más siniestro. La gente comenzó a atacarse violentamente entre sí. Los hospitales se cerraron. Podías intentar llamar al 911, pero todas las líneas estaban ocupadas. Hasta que finalmente las líneas telefónicas dejaron de funcionar completamente. Había partes corporales tiradas en las calles como si una bomba hubiera estallado o algo por el estilo. Era como un festival de sangre.
Mi padre era el jefe de policías y un aficionado a las municiones, él tenía su propia tarjeta de ANR y todo (n/t. Asociación Nacional del Rifle, es una organización americana para defender el derecho de poseer armas), por lo que hacía un buen trabajo de guardia con los "hijos no-muertos de puta" que trataban de romper en nuestra casa a través de las ventanas o la puerta. Al comienzo había tratado de mantenerse al margen y patrullar las calles, pero se había convertido rápidamente en una causa perdida. Había demasiados de ellos para que uno actuara por sí solo. Después de que la disparo a una señora del consejo de padres y profesores, se dio por vencido y nos encerramos en nuestra casa.
Mi mamá era lo que yo llamaría una hippie de los años sesenta en retroceso. Antes de que la epidemia comenzara, ella era una ávida artista y jardinera. Ella solía vender sus frutas orgánicas y vegetales en el mercado semanal de Texas y trato de correr la voz sobre sus hierbas medicinales. Después de que gente comenzara a matarse, ella solo se encerraba en su cuarto escuchando The Beattles y solo bajaba para usar el baño. Entonces ella corría escaleras arribas, cubriéndose los oídos para no tener que escuchar los gritos y gemidos de afuera. Creo que los zombis le daban más asco a ella que a los demás en la casa porque ella era vegetariana. El canibalismo era demasiado para ella.
Mi hermano pequeño Urit y yo solo mirábamos, observábamos todo desde la seguridad de la ventana del ático. Gente corría en las calles como si el mundo estuviera completamente fuera de límites. Mi hermano tenía nueve, en un principio él creía que los zombis eran geniales porque no tenía que asistir a la escuela. A cierto punto yo estaba de acuerdo con él. Al menos ya no tendría que trabajar en un restaurante de nuevo. Ese lugar apesta.
En cuanto a mí, yo estaba en casa por las vacaciones universitarias cuando todo esto empezó. Mi preocupación más grande en todo el verano era si debería darle libertades a Mike Newton en el asiento trasero de su abollado Toyota Corolla. Y de la nada, gente comenzó a morir y reanimarse milagrosamente; persiguiéndose unos a otros y luego comiéndose los cuerpos aun contorsionados en la mitad de nuestro vecindario suburbano. Me sentía como si estuviera en una película de terror. Era como si todas esas veces que me había quedado viendo películas de Romero en internet hubiera causado un daño permanente en mi cerebro. Quiero decir, habíamos estado sentados en la mesa durante la cena cuando mi papá nos informo seriamente que Estados Unidos estaba bajo el ataque de una horda de zombis y que probablemente todos moriríamos. Entonces él le pidió a mi mamá la fuente con puré de papas, fue surrealista.
Luego, lo inevitable ocurrió finalmente, uno de los muertos vivientes se las había ingeniado para abrir la puerta trasera. Todo había sucedido tan rápido. Mi padre nos haba empujado a mi hermano y a mí al sótano, nos grito que cerráramos la puerta con pestillo y que no dejáramos entrar a nadie. A tientas en la oscuridad, encontré el interruptor y prendí la luz. La bombilla era tenue, dándole un aspecto escalofriante a la habitación. Entonces escuche lo que podía ser descrito como el fin de mi juventud.
Escuche a mi padre gritando por mamá, y el eco de los disparos de la escopeta en nuestra sala de estar. Escuche el sonido de la suela de los zapatos de mamá mientras ella bajaba las escaleras corriendo, y después ella grito de dolor. Hubieron sonido de forcejeo y después un silencio terrible. Volví mi cabeza hacia la puerta cuando escuche a mi padre tocar. Él me dijo que mi madre y él estaban infectados y que él se la llevaría al segundo piso para "poner final a las cosas". Había lágrimas en su voz cuando me dijo que cuidara de Urit. El hecho de que mi padre estuviera llorando, algo que nunca había visto en mi vida, fue lo que realmente me asusto. Unos minutos más tarde, hoy dos disparos de su escopeta, señalando el final de sus vidas.
Mi hermano estaba acurrucado en el suelo junto a mí, llorando y preguntando por mamá. Yo solo me senté ahí, aturdida ante la realidad de los hechos. No había parecido tan real hasta que mis padres pasaron a mejor vida. Hasta ese punto, era fácil para mí pretender que todo era una ilusión. Yo no podía hacer esto, mi vida no era una película de terror. Mi padre realmente había matado a mi madre y luego a sí mismo. Lo único que sabía es que estaba sola en el sótano y con la responsabilidad de cuidar de un niño de nueve años de edad. Yo no era lo suficientemente madura como para recordar cepillarme el pelo todos los días, y ahora tendría que actuar de madre. Solo tenía dieciocho años. No estaba preparada para un barco lleno de responsabilidad.
Fue entonces cuando la vi.
Ella estaba apoyada contra la pared del sótano, alineada perfectamente con las otras herramientas de jardinería de mamá. Mi pala. Mi salvadora. Su mango era largo y delgado, su cabeza brillaba suavemente con la luz de la bombilla. Me puse de pie tambaleándome y me acerque a ella, mi temblorosa mano extendida. Cuando la toque, todos mis miedos se disolvieron en un enojo determinado. Yo era Ash de Posesión Infernal. Yo era Jim de 28 Días Después. Diablos, yo era Francine de El Amanecer de los Muertos, sin la parte del embarazo que sinceramente arruino la película. Si cualquier zombi tenía el valor para cruzarse en mi camino, conocerían un mundo de dolor.
La llame Rosalie. Ella sería nuestra protección y mi talismán contra las fuerzas oscuras que se congregaban en la ciudad de Forks, Washington. Además, yo tenía idea como usar una pistola. Mi padre me había dicho que no eran para "niñas buenas", y yo no era exactamente de ese tipo. Ahora parecía como si estuviera lista para un combate cuerpo a cuerpo. Estupendo.
Puse a mi hermano de pie y limpie las lágrimas de su rostro. –Vamos,- le dije, sopesando Rosalie en mi hombro. –Vamos a conseguir algo de comida.-
Decidí que nos esconderíamos en la casa de los Stanley, nuestros vecinos. Me negaba totalmente a quedarme en nuestra casa. No podía ir al segundo piso y mirar la carnicería que debería ser la pieza de mis padres, y dudaba ser capaz de dormir o concentrarme, sabiendo que sus cuerpos estaban allí pudriéndose. Otro mórbido hecho, no tomaría mucho tiempo para que la casa comenzara a oler mal. Me negaba a recordar a mis padres de esa manera. Teníamos que irnos.
Tuve que sacar a Urit del sótano a la fuerza. Él estaba completamente asustado y seguía llorando por la muerte de nuestros padres. Inmediatamente pensé en lo único que haría que se callara, papas fritas. Sabía que nuestros vecinos tenían un suministro de papas congeladas. Era lo único que su chismosa hija obesa, Jessica, comía. Nosotras fuimos al instituto juntas, pero nunca nos llevamos bien. Por lo que recordaba, ella era una chismosa enorme, desagradable y que siempre usaba ropa abultada. La había visto en el pueblo unas pocas veces durante las vacaciones, sobre todo cuando venia al restaurante donde trabajaba a comer cantidades increíble de comida, pero ella siempre actuaba como si no me conociera. No había nada peor que ser rechazado por tu obesa vecina para hacerte sentir inferior.
No tenía idea si Jessica o sus padres seguían en sus casas, tal vez escaparon, o sus cuerpos están pudriéndose en su casa, o quizás se habían convertido en no-muertos; pero creo que al menos debemos tratar de encontrar otros sobrevivientes. Urit y yo empacamos nuestras mochilas llenas de provisiones y ropa limpia, luego nos arrastramos como ninjas hasta la puerta de nuestra casa. Esta era la casa donde había vivido mi infancia y sabia que no volvería a ver el lugar de nuevo, pero extrañamente no sentí añoranza. Era como si mi cerebro solo pudiera concentrarse en una sola cosa a la vez. Nostalgia no era lo suficientemente importante en este momento.
Mantuve Rosalie a mano. Aún no la había usado con un zombi real, pero había práctico con las calabazas de sobra de mi madre, ella había planeado un festín vegetariano de que nos habíamos estado quejando. Deduje que si iba a matar algo, tendría que golpearlo en la cabeza. Al menos, eso era lo que siempre hacían en las películas.
Urit seguía presionado fuertemente a mi lado mientras navegábamos por el patio. Todavía estaba claro afuero, solo un poco. El crepúsculo se cernía sobre el horizonte, dándole al paisaje a nuestro alrededor una extraña e inquietante sensación. Nuestras sombras oscuras se arrastraban por la pared junto a nosotros, haciéndome saltar y golpear mi pala contra el aire continuamente. Podía oír los gritos y gemido a la distancia, pero nuestra calle parecía extrañamente silenciosa. Trate de convencerme de que esto era bueno. Mi instinto me decía otra cosa, pero seguí caminando de todas maneras. Necesitaba que Urit estuviera en un lugar seguro.
La puerta principal de la casa Stanley estaba cerrada sin llave. No estaba segura de que hacer con respecto a eso. Introduje a Urit al umbral, y lentamente nos adentramos al corazón de la casa. Hemos estado aquí para cenas informales. El lugar estaba lleno de baratijas antiguas del viejo oeste. La Señora Stanley tenía un extraño gusto por vaqueros que me daba asco. La casa estaba en silencio, a excepción de un extraño sonido que parecía venir de la cocina. Alcé una mano para advertirle a Urit que no se moviera y se quedara callado. Él asintió con la cabeza, gracias a Dios que me hizo caso por primera vez en su vida. Desde que me había visto golpear las calabazas a pedazos, él había desarrollado una nueva apreciación de mi autoridad. Era agradable.
Me quite la mochila y la puse suavemente en el suelo antes de tomar a Rosalie con ambas manos. Me acerque de puntitas a la puerta giratoria delante de mí, preparada para lo que estuviera a punto de descubrir. Sinceramente, esperaba que fuera el perro de los Stanley, Sparky. Héroes siempre se las arreglaban para encontrar perros en películas. Me acordé de Kojak siendo extremadamente frio en La Danza de la Muerte. Sabía que estaba tratando de pensar en cualquier cosa en vez de lo que estaba haciendo ese sonido al otro lado de la puerta, pero no podía detenerme. Mis manos estaban sudando y mi agarre en mi pala se hizo más firme. Necesitaba concentrarme.
Alcé una mano temblorosa y empuje la puerta. La puerta se abrió, revelando una cocina impecablemente limpia. Una impresión roja poco brillante de un gallo decoraba el pape mural y había un delantal colgado en que gancho de la estufa que decía "Besa el Cocinero" en letras amarillas alegres. El sonido venia del otro lado de la isla de granito en el centro de la cocina. Podía ver un par de mocasines color café en los pies de alguien por detrás del mostrador. Las piernas caían hacia delante y hacia atrás provocando el sonido que había escuchado. Me aclare la garganta, no muy entusiasmada con lo que estaba a punto de descubrir.
La encuesta dice: Probablemente un zombi.
-¿Sra. Stanley?- Llamé, mi voz se sentía muy fuerte y alta para el reducido espacio. Mis palabras hicieron eco en las brillantes baldosas. –Soy Devorah O'Kane, su vecina. Urit y yo estamos solo y tenemos hambre, nos preguntábamos si tenía algo que pudiéramos comer.-
La gigante descomunal que se levanto detrás de la isla de la cocina no era la Señora Stanley. Era Jessica, y parecía como si se hubiera engullido más de una persona. Sorpresa, sorpresa. Resulta que le gusta comer como borracha aún después de estar muerta. Había sangre en todo su rostro regordete, su pelo, y su escasa ropa. Sus labios se alzaban en una sonrisa espantosa. Trozos de carne colgaba en su mandíbula relajada. Un gruñido resonó en su pecho y su camiseta estaba fuera de lugar, mostrando su pecho descomunal.
—Eso es jodidamente asqueroso.— dije bajo mi aliento. Ella camino tranquilamente alrededor de la encimera en mi dirección. Estuvo a punto de tropezar con los pies de quien creí era su padre, y alargando sus crispadas y sucias manos hacia mí. —¿No crees que ya has comido lo suficiente?—Negué con la cabeza mientras se acercaba, —Dios, eres una cerda.
Mientras Jessica se paraba de pie a unos metros de mi, empuje Rosalie hacia atrás y luego se disparo hacia delante. Fue totalmente sin esfuerzo, en serio. Igual que golpear una pelota de béisbol o una piñata. El sonido de aporreo era como música para mis oídos. Se cayó al suelo en un fuerte golpe con las piernas abiertas. Podía decir que estaba tratando de pararse pero mi golpe la había dejado realmente desorientada. La golpeé rápidamente, directamente en su rostro y ella dejo de moverse.
-¿Dev?- Escuché a Urit llamar desde el otro lado de la puerta. -¿Qué sucede? ¿Encontraste comida?-
Puse mi bota sobre la corpulenta cintura de Jessica y libere a Rosalie con un fuerte tirón. El sonido hubiera hecho a la vieja Devorah vomitar sobre el suelo de la cocina, pero me alegre al darme cuenta de que yo ya estaba más allá de un ataque de histeria femenina. Mi estomago debe ser de hierro, porque me sorprendí al descubrir que estaba hambrienta. Matar zombis es una especia de entrenamiento y yo no había comido nada decente en todo el día. Caminando alrededor del mesón, me deshice rápidamente del Sr. Stanley, quien estaba comenzando a ponerse de pie.
-Sí, enano,- grité de vuelta, limpiando mi pala con el paño de cocina rojo y blanco que colgaba del mango de la nevera. Abrí el refrigerador y me asomé. –¡Oh, tienen pudin! ¿Quieres de vainilla o chocolate?-
Nos escondimos en la casa de los Stanley por unos días, después de que arrastre los cuerpos de Jessica y su padre al patio trasero, pero nos quedamos sin comida rápidamente. Me sorprendió que la energía siguiera funcionando. Había una limitada actividad zombie en el vecindario. De hecho, ninguno de los no-muertos que había espiado por la ventana había tratado de entrar a la casa ni nada por el estilo, y yo estaba en guardia constantemente. Mis pensamientos era que se quedaron sin sangre fresca o se habían trasladado a otra zona más poblada.
Estaba sobreviviendo con unas cuantas horas de sueño, estaba bien por el momento pero sabía que necesitábamos encontrar otras personas. Había escuhado en la radio algo de que habían instalado albegues para supervivientes por todo el país. Debía encontrarlos. Además, quería tomar una ducha en un futuro cercano. Había encontrado el cuerpo descompuesto de la Señora Stanley en el baño. Se había cortado las muñecas en la bañera. Estaba amargada por el hecho de que había decidido poner final a su vida en el único baño de la casa. Me lave lo mejor que pude en el fregadero de la cocina, pero sirvió de poco. Estaba comenzando a oler realmente fuerte, incluso Urit no podía sentarse cerca de mí, y él se había convertido en un accesorio permanente de mi cuerpo desde la muerte de nuestros padres.
Revise el garaje y encontré un bicicleta tándem (n/t. bicicleta para dos personas) que había visto mejores días. Era lo mejor que íbamos a encontrar porque el auto de los Stanley estaba tan muerto como la familia que había vivido anteriormente en la propiedad. Encontré una lata de aceite y engrase las cadenas de la bicicleta, sonriendo cuando me di cuenta de que era realmente útil. La traje a la casa y le rogué a Urit que tomara un viaje de prueba conmigo en el salón. Empujamos el mobiliario y creamos una pista de obstáculos. Andábamos bastante bien. Papá le había estado enseñando a Urit durante el verano antes de que todo esto comenzara, y parecía como si las lecciones hubiera valido la pena. Decidí que era que nos vayamos.
Juntamos nuestras cosas y empujamos la bicicleta hasta la puerta principal. Había encontrado una cuerda larga y amarré Rosalie a mi espalda. Habían pocos lugares en los que pensé podríamos encontrar sobrevivientes. El número uno en mi lista era el supermercado. Era enorme, estaba lleno de comida y estaba cerca. De todos modos, no perdemos nada con intentarlo.
Estaba nublado cuando salimos por la desierta calle, las nubes oscuras amenazaban con lluvia. Pedaleamos lentamente al principio, tratando de agarrar un ritmo. Yo no quería que la bicicleta se desgastara. Urit era demasiado pequeño y yo no era precisamente atlética. El barrio estaba silencioso. No había pájaros, ni insectos, o sonidos de tráfico. Estaba totalmente alerta a medida que maniobrábamos alrededor de autos y cuerpos. Después de los 15 minutos en los que no nos habíamos encontrado con nadie me deje seducir por una falsa sensación de seguridad. Empecé a cree que tal vez todos los zombis se habían trasladado a un sitio lejano y que seriamos capaces de recorrer todo el camino al supermercado sin incidentes.
Estaba totalmente equivocada.
Cuando doblamos en la esquina de Lexington fue cuando los vi. Un ejército de muertos vivientes que parecía estar dando vueltas sin rumbo frente a la tienda de conveniencia local. Mis ojos casi saltaron de mi rostro cuando me percate de la enorme cantidad de cuerpos. Tenían que haber más de cien zombis gruñendo y vagando por delante de la estación de gas. Era como si un mar de vagabundos sucios acabaran de hacerse cargo del el mini centro comercial del pueblo.
De pronto, vi un viejo amigo de mi padre, Billy Black. Él solía darme un chocolate cada vez que nos visitaba. Antes tenía la sonrisa más dulce que jamás había visto. Ahora le faltaba un brazo y su camisa estaba cubierta de una suciedad oscura irreconocible. Vi a mi maestra de preescolar, la Sra. Cope. No llevaba casi nada de ropa y su pelo estaba enmarañado y sucio. Tantas personas que conocía, gente con la que había crecido. Estaba tan abrumada que mis pies dejaron de pedalear y comenzamos a avanzar en un ritmo lento, casi deteniéndonos. Sentí a Urit darme un tirón a mi camiseta.
-Dev, por favor, no te detengas,- susurró con un tono aterrorizado. Finalmente logre despertar de mi estupor. El grupo de zombis ya se dirigía en nuestra dirección con la boca abierta, y nosotros estábamos en una vieja bicicleta. No había manera de que fuera capaz de enfrentar esa multitud de zombis por mí misma. Tendríamos que correr más rápido que ellos.
-Urit, pedalea tan rápido como puedas, ¿vale?- Me obligue a mantener la calma. Lo último que necesitaba era que él se asustara y ellos nos alcanzaran. Nunca lograríamos salirnos de ese lio.
Los dos comenzamos a pedalear el doble de rápido, la bicicleta protestaba ruidosamente. No estaba acostumbrada a una velocidad tan vertiginosa. Los engranajes estaban a punto de ahogarse bajo los gruñidos y gemidos procedentes de nuestro perseguidores. De alguna manera nos mantuvimos derechos pero la bicicleta se encasquilló y Urit falló.
O fue todo demasiado rápido o mi subconscinte borró esas imágenes para siempre, la cuestión es que desde ese momento perdí la pista de mi hermano.
El paisaje pasaba a un ritmo alarmante, y podía oír mi respiración entrecortada y mi corazón destrozado. En ese momento me odié a mi misma por poner demasiada carga a un niño tan pequeño, pero no tuve mucho tiempo de pensar la pérdida puesto que los zombies me pisaban los talones.
Podía ver el albergue por delante mía en el horizonte, pero los no-muertos me estaban ganando terreno. Podía oír el sonido de sus pies golpeando el pavimento con un ritmo desigual detrás de nosotros. El sudor resbalaba por mi cara y en mis ojos, dejándome casi ciega. Seguí pedaleando y murmurandome palabras de aliento a mí misma. La última solicitud de mi padre había sido cuidar de mi hermano. Diablos, dejé que él fuera destrozado en la mitad de la calle, todo esto porque yo no pude pensar un mejor plan que recorrer un ciudad zombie en un bicicleta tándem hacia el maldito albergue.
—Oh Dios, oh mierda, oh Dios,—grité mientras entraba al estacionamiento del albergue. No había manera de que lo lograra. La bicicleta estaba a punto de romperse a pedazos, podía sentirla temblando debajo mía, lista para entregar su alma en cualquier momento. Iba a morir horrible y dolorosamente igual que Urit... Deberíamos habernos quedado en la casa de los Stanley. Morirse de hambre era mejor que esto. Cualquier cosa era mejor que lo que estaba sintiendo y viviendo en ese momento.
Justo cuando estaba a punto de dar toda esperanza por nuestra sobrevivencia, una voz humana grito por encima de todo el estruendo. Levante la vista y vi que la puerta del albegue estaba ligeramente abierta y alguien me estaba haciendo señas. Con la pocas fuerza que me quedaba, enderece la bicicleta y pedaleé con mi vida. Volé a través de la puerta abierta como si estuviera en fuego, estrellándome contra un montón de cajas con la fuerza suficiente como para salir volando. Caí de espaldas con un gruñido ante el impacto. Me quede allí, retorciéndome, esperando que el aire volviera a mis pulmones. Golpes provenían de la puerta cerrada pero parecía que los zombis no entrarían. No lo podía creer. Estába a salvo. Lo hice.
Última edición por Srita Aly. el Lun 21 Mayo 2012, 7:34 pm, editado 1 vez
Re: Zombieland (Novela Colectiva) PARTE UNO
¡Pobre Urit! Rosalie e.e esa es una buena amiga.
Re: Zombieland (Novela Colectiva) PARTE UNO
~Madness. escribió:O.O ¡Lo logró, lo hizo! e.e Estuvo genial... Ahora me da cosita escribir el mío porque ustedes escriben chorricientrasmil veces mejor que yo :c dvhasjad. Okya :B
¡Pobre Urit! Rosalie e.e esa es una buena amiga.
Ya tienes cap, bueno si lo tienes aiinss subelo xD
ya pobre, me dio pena escribir que se moria, pero era asi :(
me encanto escribir lo de la gorda obesa fea de jessica :D
Re: Zombieland (Novela Colectiva) PARTE UNO
Re: Zombieland (Novela Colectiva) PARTE UNO
Página 1 de 67. • 1, 2, 3 ... 34 ... 67
» Dangerous Girls {Novela colectiva} 2da Parte
» Anything Can Happen [Novela Colectiva]|Primera Parte|
» Dangerous Girls {Novela colectiva} 1er Parte TERMIANADA
» Internado Drums - Novela Colectiva - Inscripciones cerradas, novela comenzada.
O W N :: Archivos :: Novelas Terminadas
Miér 20 Nov 2024, 12:51 am por SweetLove22
» My dearest
Lun 11 Nov 2024, 7:37 pm por lovesick
» Sayonara, friday night
Lun 11 Nov 2024, 12:38 am por lovesick
» in the heart of the circle
Dom 10 Nov 2024, 7:56 pm por hange.
» air nation
Miér 06 Nov 2024, 10:08 am por hange.
» life is a box of chocolates
Mar 05 Nov 2024, 2:54 pm por 14th moon
» —Hot clown shit
Lun 04 Nov 2024, 9:10 pm por Jigsaw
» outoflove.
Lun 04 Nov 2024, 11:42 am por indigo.
» witches of own
Dom 03 Nov 2024, 9:16 pm por hange.