Viviendo el Sueño (Nick Jonas) 2da Temporada [TERMINANADA]

Cap. 22

POV Nick

La luz de sol se infiltraba atreves de las ventanas iluminando tenuemente la habitación. El resplandor golpeaba contra mi rostro, fastidiándome. Realmente quería conciliar el sueño, estaba hecho polvo, me dolían partes del cuerpo que ni siquiera sabía que existían. Intente dormir de mil maneras diferentes, pero al final me resigne y abrí lentamente los ojos. Sentí una suave aliento golpeando en mi pecho, mire a mi derecha y vi a mi pequeña abrazada a mí, con una sonrisa pintada en el rostro, su respiración era acompasada, su cuerpo desnudo contra el mío y su larga cabellera negra que se extendía a lo ancho y largo de las sabanas. Y era totalmente suya, no pude evitar sonreír en respuesta. La amaba y podía afirmar que ahora conocía lo que era la verdadera felicidad.

Había sido la mejor noche de mi vida, la tuve entre mis brazos y le hice el amor durante toda la madrugada… hasta que nuestros cuerpos no dieron para más… en consecuencia el cuerpo me pasaba factura por la noche anterior…. Me levante pesadamente de la cama y escuche como mi esposa soltaba una protesta silenciosa antes de tomar mi almohada y acurrucarse contra ella, solté una pequeña risa, ella era única y especial. La tape con la sabanas antes de salir de la cama y dirigirme al baño donde me duche con paciencia. El agua caliente relajo todos mis músculos resentidos por el excesivo ‘’ejercicio’’.

Me pase la mañana acomodando un poco el departamento, también Salí al supermercado a hacer algunas compras y pase por la pastelería a comprar dulces para Hanna. Al medio día comencé a preparar un poco de pasta para la comida, cuando estuvo lista, la serví en dos platos y los deje sobre la mesa de la cocina. Me fui hasta el cuarto donde Hanna seguía durmiendo aun, abrazada a mi almohada como si la vida se le fuera en ello. Me recosté a su lado y la envolví en mis brazos, aspire el aroma de su cabello y bese su frente. Tan pronto me sintió cerca, soltó la almohada y se amoldo contra mi cuerpo.

- ya es hora de despertar dormilona – susurre contra su oreja.

- umm – murmuro ella mientras se acomodaba en mi cuello – estoy cansada – susurro aun con los ojos cerrados.

- lo sé, pero necesitas reponer fuerzas, hice pasta y compre dulces para ti – dije tratando de convencerla, la vi abrir los ojos y mirarme con indecisión, debatiéndose entre quedarse y dormir un poco más o salir y comer. La conocía demasiado bien – vamos la comida está en la cocina – dije animándola y besando su mejilla, la escuche suspirar al sentir el contacto de mis labios contra su piel.

- está bien –dijo resignada mientras me besaba en los labios – te quiero – susurro de repente haciendo sonreír.

- gracias por hacerme el hombre más feliz del mundo – le respondí mirándola a los ojos y transmitiéndole todos mis sentimientos en una sola mirada, ella me brindo una hermosa sonrisa y me beso la nariz – Hani… te hice daño anoche? – le pregunte preocupado, ella me miro incrédula y sin entenderme, tome un poco de la sabana que la cubría y le mostré la pequeña mancha roja que había en ella, sabía que tenía que dolerle pero me asuste un poco al ver la sangre en el edredón.

- umm esto es vergonzoso – dijo ligeramente sonrojada, negué divertido ante su expresión – bueno… al principio si me dolió un poco… pero después umm… hiciste que me olvidara de todo – susurro ella apenada, roce mis labios con los de ella - gracias por cuidarme Nick – murmuro contra mi oído.

- siempre cuidare de ti – dije en respuesta – la última pregunta – exprese divertido.

- más preguntas… - dijo mirándome con una sonrisa burlona – bueno… dale – contesto antes de rodar los ojos.

- que te duele? – le pregunte juguetón… hacer las compras en el supermercado fue todo un reto para mí, me sentía como si hubiera corrido sin descanso durante horas… o mejor dicho como si un enorme camión me hubiese atropellado. Aunque claro esta era capaz de soportar 1000 dolores como este y repetir lo de anoche.

- te gusta abochornarme verdad? – pregunto ella con fastidio mientras yo asentía en respuesta, ella profirió un resoplido en señal de frustración. Despeje un poco las sabanas y Coloque una de mis manos sobre su muslo muy cerca de su entre pierna la escuche soltar un gemido lastimero, justo donde pensé que le dolía – si sabes, porque preguntas – dijo reprochándome y haciendo pucheros. Me acerque a ella ignorando sus bufidos.

- te amo – le respondí antes de atrapar su labio inferior entre mis dientes. Nuestros labios se amoldaron a la perfección en un beso.

- umm siempre me distraes… no es justo – expreso quejándose – Voy a ducharme, de lo contrario aquí no pasara nada bueno – me aviso acariciando mi mejilla, salió de la cama tal cual Dios la trajo al mundo… tentándome y haciéndome desearla con intensidad… lo había hecho a propósito, ella sabía que la observaba… bueno más bien me la comía con la mirada, pero era imposible no recorrer esas preciosas curvas. Recogió algunas prendas del closet y se metió al lavado. Será mejor que salga de aquí antes de cometer una locura… Nick enfócate… debes dejar que Hanna coma algo… después podre atarla de la cama si quiero… ahí Jonas que cosas piensas me reproche yo antes de cerrar la puerta tras de mí.


Me cepille los dientes y me di una larga ducha. Ahí ese Nicholas no tenía remedio! Al salir me encontré el cuarto completamente vacío. Al parecer el Jonas había ido a la cocina. Me cambie con tranquilidad y me coloque unas bragas, pantalones cortos de jean y una camisilla negra sin mangas. Salí en dirección a la sala. La verdad era que tenía mucha hambre. Queme demasiadas calorías anoche… y que les digo… me dolían mucho las piernas, ese Jonas era… intenso… si esa podría ser la palabra.

- tardaste mucho – pronuncio el tan pronto me vio traspasar la puerta, yo solo rodé los ojos y me senté en el comedor, delate de mi había un apetitoso plato de espaguetis con rodajas de pan y un enorme vaso lleno de coca cola… amaba la comida italiana.

- siéntate y come Nick – le respondí yo antes de meter el tenedor a mi boca. Nicholas negó divertido antes de obedecerme y ponerse a comer también. Comimos en silencio aunque nos mandábamos miradas cómplices entre bocado y bocado.

- sí que tenias hambre – afirmo sorprendido mientras observaba mi plato vacio.

- es tu culpa – respondí juguetona.

- umm eso creo – dijo mirándome con coquetería. Me acerque a él y me senté a horcajadas sobre sus piernas. Me aproxime hasta su cuello y deje un reguero de besos en la superficie, algunos eran suaves otros más urgentes… hasta llegar a hacerle un pequeño chupón. El suspiraba ante cada contacto y notaba como cierta parte de su anatomía comenzaba a despertar. Capture el lóbulo de su oreja entre mis dientes y lo sorbí con fuerza antes de rozarlo con la punta de mi lengua. Bese suavemente sus labios y me pare de sus muslos para recoger los platos sucios – Hani no pensaras dejarme ‘’así’’… eso sería muy cruel – dijo Nick dolido mientras me miraba botar las sobras en el zafacón y empezar a fregar los trastes sucios.

- ve a la sala y relájate un poquito Jonas, iré cuando termine – le respondí yo riéndome.

- es imposible relajarse con ‘’esto’’ entre las piernas y contigo ‘’así’’ – dijo pasando la mirada de su abultado pantalón a mi figura.

- Nick si quieres premio mejor hazme caso, tengo que limpiar primero y después iré a atender a mi esposo, feliz? – dije mientras continuaba con mi tarea.

- umm no en realidad, pero contigo nunca gano, así que mejor me rindo – susurro resignado mientras salía a la sala. Limpie la cocina rápidamente, acomode los utensilios y los platos en los gabinetes correspondientes y seque mis manos con una toalla. Sujete mi cabello en una coleta alta y Salí de la cocina. Me lo encontré tirado en el sillón mirando el techo como si fuera la cosa más interesante del planeta tierra – se que estas ahí, túmbate con migo – me pidió el extendiendo una mano en mi dirección. Le di la mía y me jalo sobre él. Nuestras miradas se encontraron y nos vimos con infinito amor. Umm sus pequeños ojos marrones me encantaban y me hacían ver las estrellas – eres tan bonita – susurro acariciando mis pómulos, sus labios se acercaron a mi lentamente mientras nuestros ojos se cerraban.

Ambos suspiramos de expectación al sentir el primer roce entre nuestros labios. Justo como esa primera vez que nos besamos. Sentía claramente el cosquilleo en mi estomago, como pequeñas mariposas revoloteando en mi interior y las agradables corrientes eléctricas ante cada contacto de nuestras pieles. Me sentía como una niña viviendo la experiencia de su primer beso.

- te quiero – murmuro el contra mis labios.

- yo también te quiero – dije al abrir los ojos, Nick acomodo un mechón de cabello tras mi oreja antes de besarme nuevamente. Sus labios se sentían suaves y con un delicioso sabor a menta. Sus manos se sujetaron en torno a mi cintura al tiempo que sus labios se movían con habilidad sobré los míos, rozándose repetidas veces. Aprecié como una de sus manos se introducía tras mi camiseta y acariciaba con delicadeza mi espalda. Suspire en respuesta al contacto. Su lengua delineo mi labio inferior pidiendo permiso para entrar en mi boca, yo la abrí gustosa para él. La sentí pasearse por cada rincón de mi cavidad mientras hacía magia con cada unión de nuestras lenguas que danzaban al unisonó el un apasionado juego que parecía no tener fin. Capture su labio superior entre mis dientes y lo sorbí con fuerza ganándome un gruñido de parte de Nick y un agradable apretón en el trasero.

Ambos gemimos al sentir el acercamiento entre nuestras intimidades. Sus ojos destellaban fuego, justo igual que anoche, el me deseaba. Nicholas acababa con todo mi raciocinio, quien rayos podía pensar estando sobre un chico como él. Gimoteé su nombre deseosa de que me tocara… Dios… quería hacer el amor con el otra vez… se me rompería un hueso… digo, es acaso posible tener relaciones tantas veces seguidas en menos de 24 horas??

- me encanta cuando suspiras como una gatita que quiere que la acaricien – dijo el mordiendo provocativamente mi oreja – a partir de ahora serás mi gatita – murmuro el antes de chupar mi clavícula.

- si me dices así delante de alguien prometo encontrarte un sobrenombre mucho peor – dije excitada al sentir sus manos en mi pecho… quería que sonara como una amenaza, pero las circunstancias no lo permitían.

- jajaj eso tengo que oírlo – murmuro con la voz ronca. Sus dedos se movían con maestría sobre mis pezones, que estaban erectos y adoloridos… umm quería sentir su lengua justo ahí… si hubiese tenido pensamientos como esos hace unas cuantas semanas atrás, quizás me haya asustado… pero ahora… después de lo de hace unas horas, me daba lo mismo.

- umm que te parece… Hércules – solté de repente cuando me quito la camiseta y sus ojos se parearon de mis senos a mi sonrisa traviesa… no sé cómo rayos se me ocurrió, pero pensándolo bien le sentaba perfecto… umm el Dios Hércules, fuerza sobre humana y 0 cansancio… definitivamente SI.

- en serio? Umm no preguntare el por qué… tu sonrisa me dice que no es nada bueno – dijo Nick observándome con sospecha y picardía. Como amaba a este hombre!! Mi esposo se coloco sobre mí y me mando la mirada más perversa y sexi sobre toda la faz de la tierra. Se quito el Jersey con rapidez dejándome admirar sus musculosos brazos y ese perfecto abdomen… sentía como mi respiración se volvía mas entrecortada a cada segundo, el era hermoso y me derretía con tan solo verlo – que quieres que haga contigo gatita – pronuncio con picardía antes de recostar su rostro contra mi pecho.

- Nick sabes lo que quiero… - dije frustrada al introducir mis dedos entre su rizada cabellera, el negó divertido y comenzó a soplar sobre una de mis aureolas – estas siendo inhumano sabias? – y el continuaba mirándome con esa sonrisa – no lo harás hasta que te lo diga – a lo que el asintió en respuestas – quiero… quiero que me beses ahí – le dije señalando mis senos. El fue tan cruel que dejo un pequeño besito en mi pezón, yo lo mire frustrada…

- puedes hacerlo mejor cariño – dijo rozando mis muslos con sus dedos. Lo mire con enojo, después de mucho pensarlo, suspire antes de pronunciar esas palabras.

- necesito sentir tus labios y tu lengua contra mi piel… - susurre mirándolo con valentía. Y en menos de 2 segundos tuve su rosada lengua sobre ese pequeño botón. Rozándolo, chupándolo y besándolo. Yo me retorcía entre sus brazos ante el cumulo de sensaciones. Roce su miembro contra mi rodilla, haciéndolo gruñir deliciosamente contra la piel de mi pecho y ocasionando que se frotara con ímpetu contra mi extremidad. Nick volvió a besarme, siempre que nuestras bocas se saboreaban surgía reacciones que eran difíciles de explicar…. Solo sabía que era algo sumamente mágico. En medio de aquel apasionado beso, rose su espalda con la punta de mis dedos, deleitándome con la textura de su piel y pellizque sus perfectas nalgas haciéndole soltar un resoplido sorprendido.

- tus manos son traviesas – murmuro juguetón contra mi oreja.

- aun no sabes nada Hércules – le respondí yo en el mismo tono. Me quite el short como pude y lo lance a algún rincón de la sala. Mi esposo en cambio se quito todo lo que le quedaba encima… quedando totalmente al desnudo… todo en el era perfecto y grande… muy grande en realidad. Aun no sabía cómo eso cupo dentro de mí… Hércules le quedaba como anillo al dedo. Solté una risita ante mi comentario.

- con que Hércules ehh pequeña mal pensada – exclamo divertido como sabiendo lo que pasaba por mi mente, no lo dudaba.

- te sigo gustando igual - le respondí al enrollar mis brazos en su cuello. Su cuerpo se amoldo perfectamente contra el mío y podía sentir cada milímetro de su piel. Encajábamos como dos piezas de un rompecabezas.

- muy cierto – balbuceo contra mis labios – me molesta que aun no andes desnuda – respondió con fastidio mientras metía las manos bajo mis bragas. Susurre un pequeño ‘’quítalas’’ porque andaba muy entretenida besando su pecho… Nick simplemente las rompió… lo mire estupefacta por algunos segundos – que? No podía quitarlas… prometo comprarte otras – respondió quitándole hierro al asunto y volviendo a los suyo. Su lengua me devoraba como si no hubiera mañana. Una de sus traviesas mano se metió entre nuestros cuerpo, hasta entrar en contacto con mi intimidad. Sus dedos comenzaron a frotar mi clítoris con destreza. Amaba sentir sus manos sobre mi cuerpo. Sus manos se movían al mismo compas de su lengua en mi boca, proporcionándome un inmenso placer. El aprendía rápido…

RINGGGGGGGGGG

RINGGGGGGGGGG

RINGGGGGGGGGG

No podía ser en serio!! Quien estaba llamando justo ahora!!!


Mi princesa y yo nos quedamos congelados mirándonos con estupefacción. Nosotros sobre el sillón en pleno acto y a alguien le dan las maravillosas ganas de llamar al departamento. Quitaría ese bendito teléfono que siempre parecía arruinar sus momentos felices. Hanna se las ingenio para salir de debajo de mi cuerpo y tomar el teléfono.

- diga… - saludo ella con voz ronca. Sus mejillas estaban sonrojadas y sudadas. Y esos apetecibles labios brillaban con un exquisito color rojo revistiéndolos. No me pude contener ante tal imagen. Me senté tras ella y la abrace contra mi cuerpo, su espalda contra mi pecho y sus nalgas cubrían mi erección. La sentí estremecerse y soltar un suspiro.

- Hola mami… - dijo ella nerviosa mirándome de reojo. Mi gatita mordía su labio inferior en señal de nervios. Toque uno de sus senos y lo apreté un poco. Mi esposa se limito a morder sus labios con mas fuerzas tratando de reprimir el gemido.

- Nick… el… está conmigo… umm está bien… muy BIEN – se limito a decir al sentir mi mano invadir su intimidad nuevamente. Me gustaba este juego, la ponía a temblar de los nervios y de la excitación. Pero le gustaba tanto que no me decía que parara. Amaba tener el control – que, qué hace?? Umm esta… tocando la guitara – dijo de manera rápida al sentir como acariciaba su punto de placer. Sus ojos estaban cerrados mientras se recargaba contra mi pecho y disfrutaba de mis caricias.

- yo… umm estoy excelente – pronuncio como pudo, sus piernas se abrieron mas para mí. Sonreí en respuesta. Bombardeaba su clítoris con varios dedos a la vez haciéndola Gemir – no, estoy bien Ma’… solo es umm un poco de gripe – dijo justificando los sonidos nada santos que profería mi esposa – la verdad es que si ando algo ocupada – dijo entrecortadamente, ella estaba a punto de llegar a la cumbre – podrías llamar después mamá??... ehh si claro….. ummm adiós – susurro ella cerrando el teléfono y lanzándolo al suelo antes de sacudirse entre mis brazos. Sus paredes se dilataron mojando mis dedos de su esenia.

- umm y en que nos quedamos – pregunte con travesura mientras la sentaba a horcajadas en mis muslos. Sus labios me besaron con dulzura mientras su brazo rodeaba mi cuello.

- En esto – respondió ella contra mis labios antes de tomar mi erección entre sus pequeñas manos y lo bombeaba con una lentitud enloquecedora, desde el glande hasta la empuñadura – te gusta? – pregunto mientras me besaba. Uno de sus dedos acariciaba la punta formando círculos alrededor de el.

- me encanta – solté en un suspiro, mi esposa paro de repente y se movió sobre mi masculinidad colocándolo en la entrada de su intimidad. Sus piernas me rodearon, entrando hasta el fondo, ambos gemimos al unisonó – umm sujétate de mis hombros – le susurre al oído, Hanna me sostuvo rápidamente – te sostendré por la cintura y te ayudare a moverte sobre mí, date impuso con las piernas – Hanna gimió en respuesta sabiendo lo que significaba. La dejaría que me montara, ella tendría el control. Se sujeto con fuerza de mis hombros y se impulso hasta arriba y callo de repente. Penetre en su interior profundamente, una oleada de placer nos recorrió – eres buena en esto – le dije antes de besar su cuello y sonreír un poco. La escuche reír antes de repetir el procedimiento una y otra vez. Las penetraciones eran más profundas e intensas en esta posición. El vaivén de sus caderas era adictivo, el sudor bañando nuestros cuerpos, el olor de su piel junto al mío. Ella embestía con ímpetu sobre mi miembro haciendo que altos gemidos llenaran la habitación. En cada empuje sus paredes se achicaban en torno a mí hinchada erección, yo la sujetaba con fuerza y le susurraba palabras de amor. Amaba pasar cada segundo de mi tiempo con ella.

- ya no puedo más!! Estoy cansada – me dijo recostando su cabeza en mi hombro – necesito ayuda – pidió besando mis labios con suavidad. Me afirme sobre el sillón y la cogí con fuerza, impulsándola y dejándola caer varias veces, solo podía escuchar el sonido de sus suspiros placentero ambos llegamos juntos al orgasmo. Hanna se desplomo sobre mí con una sonrisa cansada – me gusto mucho – susurro ella con los ojos cerrados.

- a mi también – suspire abrazándola a mi cuerpo – Hani – dije llamando su atención ella solo tomo mi mano en señal de estar escuchando – creo que no usamos protección… - dije dándole cabida a ese pequeño inconveniente, en realidad anoche tampoco usamos… no es como si me molestara ser padre a mi edad. Más bien me preocupaba por mi esposa, ella aun no termia su carrera… definitivamente un bebe complicaría toda la situación con nuestros padres y la boda…

- eres un despistado! – Dijo con una pequeña sonrisa – me encargue de eso antes de que tu llegaras – me dijo con serenidad – inyecciones anticonceptivas cada trimestre – me respondió leyendo mi mente.

- ósea que no tenemos que preocuparnos por eso – afirme feliz. Ella solo asintió llena de cansancio. El resto de la tarde paso así. Ambos desnudos sobre el sofá charlando acerca de nosotros, nuestros sueños, nuestra familia, nuestros planes y el futuro.

No nos dábamos cuenta de que las cosas iban a cambiar…