JUZGADA. (Harry Styles-Camille Shepard)

:meh:

Forgiveness



~Camille Shepard~
Sabía que había actuado exactamente, como mis padres me pidieron que no fuera. Pero también había actuado como ellos lo habrían hecho conmigo.
Amo a Robbie, en serio. Pero he llegado a la conclusión que me estoy restringiendo cosas en mi vida por él, y que no estoy actuando como una hermana mayor, estoy actuando como una… madre. Mi intención no es reemplazar a mamá, es más, quiero que él sepa quien fue.
Aunque… pensándolo científicamente, no tiene la capacidad para tener sentimientos hacia otro ser humano. Dudo que en un futuro siquiera le importe el nombre de nuestra madre.
Y eso me rompe el alma.
-Rubia.- fue la forma  de Zayn de hacer notable su presencia. -¿Estás bien?-
Me senté en el césped del jardín, mientras mi mirada se guiaba hacia las estrellas. Tan distantes, silenciosas, muriendo poco a poco…Era como verse en un espejo. 
Me derrumbé.
-¿Cuándo fue que mi vida se destruyo tanto que no mi di cuenta? Es decir, sé que mi vida no es la mejor. Es más, probablemente se encuentre dentro de las peores… pero… es como arena en mis manos, Zayn. Se desvanece. Y no hay nada que pueda hacer para detenerlo.- a pesar de que mis ojos no habían perdido su punto, sentí el calor que despedía el cuerpo de mi amigo, en el momento exacto en que se sentó a mi lado.
-Puedes colocar un vaso debajo de tus manos, así conservas la arena.- susurró tímido.
-No hace falta que sigas mis metáforas.- medio sonreí.
Su hombro chocó suavemente con el mío. –Hey, sabes que tu vida no es la peor, ¿cierto?- suspiré.
-No es mi vida la que estoy viviendo.- me miró confundido. –Mi vida sería, emborracharme todos los fines de semana, tener estudios, salir a pasear con mis amigos, saludar a mi hermano solamente en las noches, tener un novio en el que piense cada minuto, usar vestidos bonitos… ese tipo de cosas.- le expliqué. –Esto que estoy viviendo, es la vida de mis padres. Y estoy harta Zayn. Harta.- el peso de su brazo a mi alrededor, en cierta forma me reconfortó.- No me malinterpretes, amo a Robbie, amo cuidar de él, pero… ¿Viste hasta qué extremo estoy dispuesta a llegar?- sollocé. –Ese no es el trabajo de una hermana mayor.-
-Él solo te tiene a ti. Y te necesita. Y si, puede ser que estés cumpliendo más de un rol en su vida, pero no estás sola. Y lo sabes.- me sacudió, tratando de llamar mi atención. –Estamos todos para ustedes. Y sé que tus padres fallecieron, y apesta. Pero para salir adelante, tenés que dejar de pensar en eso todo el tiempo.- no había ni un rastro de duda en su mirada.
-No lloré por ellos. ¿Sabías?- su ceño se frunció. –Todavía ni siquiera fui a visitarlos. No he tenido el tiempo.- una lágrima se deslizó por mi mejilla derecha.- Y eso…- señale la gota de agua salada.- Es por el hecho de que me siento inútil, y que les falle, no por su muerte. Simplemente, no puedo.-
Me abrazo. Me estrecho en sus brazos como pocas veces solía hacerlo. Y se sintió bien.
Colocó una mano acunando mi rostro, para sonreírme. La felicidad no llegó a sus ojos.
-Vamos, Harry dijo que sus amigos están por llegar para que vayan a bailar.-
-¡¿Qué?!- este chico era extraño. Si yo fuera él, no me dirigiría la palabra nunca más en mi vida. Casi ahorco a su madre por Dios Santo.
-Sí. Dijo que aun no te entendía por completo, que estaba algo ¿desorientado?, sí, creo que esa fue la palabra que usó, pero que sabía que su madre lo había hecho apropósito.-
-¿A-aprop-posito?- tartamudee en mi estado de shock, de lo que acababa de escuchar.
-Sí, dice que ella sabía de la enfermedad de Rob, y que solo buscaba una excusa para darle a un tal abogaducho, así no te daban la plata, o algo por el estilo.-
Esa maldita perra.
~~
 
Todos se encontraban en la sala de estar, a excepción de Anne. Lo cual era entendible debo admitir. En cuanto los ojos de Liam se encontraron con los míos, suspiró de alivio. Supongo que siempre tiene esa actitud sobreprotectora para conmigo. Mi nombre se escapó de sus labios, logrando que  mi hermanito notara mi presencia, y corriera a mis brazos… Bueno, no literalmente.
Caminó hasta mi encuentro, y luego se sentó frente a mi, golpeando el suelo con su mano. Me acerqué y con cuidado deposité un beso en su pequeña y suave mejilla. Sonrió, mirando hacia el techo. Con su manito acaricio bruscamente mi rostro… para mí era como el roce de una pluma.
-Hola mi bombón.- le dije con una voz extraña que siempre lo hacía reír. Aunque al parecer no solo a él. Las risas de los hermanos Styles llegaron a mí. 
Tomé al pequeño en mis brazos, y camine hacia los demás.
-Harry…- me miró intrigado.- ¿Podemos hablar?-
En cuanto su cabeza hizo el primer asentimiento, baje a Robbie, y caminé hacia la cocina, donde sabía que nadie nos oiría.
-¿Qué pasa?- preguntó como si nada. Como si no acabara de querer estrangular a su madre. Como si no acabara de hacer que lágrimas cayeran de sus ojos por la fuerza que apliqué. Como si no acabara de arruinar la noche, y por ende, nuestra relación… cualquiera fuera la que tuviéramos.
-Acabo de…-sacudí mis ideas- Acabo de lastimar a tu mamá… te ves muy tranquilo.-
-Cam…- ambos nos encontrábamos apoyando un lado de nuestras cinturas contra la mesada, así que vi claramente el segundo en que la duda cruzó sus ojos cuando su dedo índice acarició el mío. –Yo sé que Anne lo hizo apropósito. La escuché hablar por teléfono diciendo que iba a destruirte. Y no, no estoy de acuerdo con la forma en que la atacaste- otra diminuta caricia –pero… te entiendo.-
La honestidad en su mirada, el cariño que desprendía con cada palabra, cada contacto. ¿Qué es lo que Harry Edward Styles me está haciendo sentir?
-Ay Harry.- sollocé, para luego saltar en sus brazos. No sé a quién tomo más por sorpresa mi acción, pero en el momento en que lo oí  suspirar, lo abracé por la nuca, y acaricié los pequeños rulos de su bajo cuello. Sus grandes manos se enrollaron alrededor de mi cintura, tirando de mí más cerca de él. La punta de su nariz rozó el camino de mi cuello, dejando un camino de aire caliente y ocasionando que mis ojos se cerraran por inercia. Cuando sus labios hicieron un breve, pero suave contacto con en el costado de mi mandíbula, mis piernas flaquearon y mis labios se abrieron en el hueco de su nuca, haciendo que su agarre a mi alrededor fuera aun más fuerte. Mi corazón latiendo a mil por hora, casi lo podía sentir queriendo escapar de mi pecho, sentía que ninguna cantidad de oxigeno que recibiera sería suficiente. Y por alguna extraña razón… creía que no era la única a la que su cuerpo le estaba fallando. El calor de su respiración se sentía cada vez más fuerte…
-Haz…- un grito ahogado, y nos separamos de inmediato. –Asco- dijo para que luego escucháramos los pequeños piecitos de Gemma caminar fuera de la habitación, como pisadas de elefante.
Ese corto acto, hizo que bajara de la nube en la que me encontraba. ¿Qué estaba por hacer? ¿Iba a besar a Harry? No, es imposible. No lo conozco. Es imposible. I-M-P-O-S-I-B-L-E… Eso. Exacto.
 ¿O no?
-Mejor voy a ver si ya llega Louis.- pasé a su lado, con la esperanza de llegar a la sala de estar, sin desmayarme por la escena anterior, cuando Harry tomó mi mano.
-Camille…- susurró, y pasó por mis oídos como brisa entre ramas.
-Harry…- por primera vez, en mucho tiempo, ninguna palabra del diccionario venía a mi mente.-Yo… - ring.-…Timbre.-
Me solté de su agarre y prácticamente corrí a la puerta principal, dejando ver a unos muy bien vestidos amigos de Harry seguidos por… tres chicas. Tres chicas que puedo asegurar que su dicho es ‘’menos es más’’. Aunque por lo que veo, debe significar ‘’menos ropa es mostrar más piel. ’’
-Mi hermosa Camille.- canturreó Louis, regalándome un abrazo.
-Es Johnny, ya te dije.- le sonreí.- Hola Niall.- lo saludé con una sonrisa aún más grande, la cual el devolvió con gusto.
-De acuerdo, de acuerdo. Johnny, estas son Trisha –señalo a la chica del cabello rubio, igual que el mío solo que muchos centímetros más largos, con una pollera (si a eso se le podía llamar pollera) de color fucsia y una blusa que obviamente le pertenecía a una nena de cinco años, nadie sería capaz de comprarse algo tan ajustado, sino, ¿Cómo respira?
-Hola.- la forma en que lo dijo, no sonaba casual ni por casualidad. Sonaba como si hubiera pasado todo el viaje hasta acá practicando su saludo. Y era muy agudo para mis pobres tímpanos. La saludé con un movimiento de cabeza, dejando que su mano y su falsa sonrisa cayeran.
-Ella es Cindy- ¿en serio? ¿Estas chicas no podían tener nombres más típicos de alguien egocéntrico? La dueña de ese nombre tan horroroso era una chica de un cuerpo espectacular, debo admitirlo, y de cabello oscuro como la noche. Sus ‘’ojos’’ celestes, contrastaban con los negros que poseía originalmente.  Un vestido celeste brillante se ajustaba en sus caderas… como en el resto de su cuerpo. Estiro su mano en forma de saludo. Repetí mi acción anterior. Rodó sus ojos a mi acción.  –Y ella es Candy.- debo agradecer que no estaba bebiendo de un vaso de agua o algo similar, porque de ser así, me hubiera atragantado con la risa que ahogue. Esos no eran los verdaderos nombres de estas chicas. Eso sería muy patético.
-Lo siento.- le dije cuando la tal Candy me fulminó con la mirada por mi reacción. –Es solo que… -por favor una buena excusa. –Tu nombre me recordó a mi prima, y siempre pasamos los mejores momentos juntas.- sonrió, en cierta forma orgullosa de que me ‘’recordara a mi prima’’. Ingenua. Esta chica, vestía un pantalón amarillo y una blusa que estoy un noventa y nueve por ciento segura que lo compro en el mismo local que Trisha.
-Bueno…- dijo Niall interrumpiendo mientras colocaba su brazo en mi espalda, ¿Por qué no vamos yendo?- preguntó tanteando la atmosfera. La tensión entre nosotras cuatro, se podía cortar con tijera.
-Rubia.- la firme voz de Liam opacó la del irlandés.
-¿Si?- preguntó Miss extensiones, alias Trisha.
-No te conozco, ¿Por qué iba a hablarte?- sonreí ante la seguridad de mi mejor amigo, y fui a su lado.
-¿Qué pasa?-
-Voy con vos.-
-Si, los invitamos. A vos y a Zayn.- respondí confundida.
-Hay algo en lo que no pensaste… Robbie.- abrí mis ojos por la sorpresa. ¿Cómo pude ser tan descuidada? –Está bien, pasamos por un montón de cosas hoy. Zayn se va a quedar con él, y no quiere que protestes. Lo estuvimos discutiendo hace unos segundos.- asentí. Me merecía una noche con amigos. A pesar de que en el fondo, me sentía culpable.
-De acuerdo.- continué con el vertical movimiento de cabeza, convenciéndome a mí misma.
-¡Hora de la fiesta! ¡¿Vamos o no?!- la voz de Louis era inconfundible.
-¿Seguro?- cuestionó Cindy, mirando de arriba abajo mi vestuario. Un jean holgado con una musculosa básica negra.
-Esperen un minuto, que todavía no me puse mi ropa.- le sonreí a Cindy.
-¿Ah no?- susurró Liam a mi lado. Fue ahí cuando mi codo conoció su abdomen.
Desviando mi mirada de la chica del vestido color agua, noté que Harry aun seguía en la cocina, en el mismo lugar donde lo dejé, con el brazo estirado, y la mirada en el suelo.
Un profundo hueco se formo en mi interior.
~~
Me vi por última vez en el espejo. Nuevamente me repetía que el labial rojo y las pestañas rizadas de negro era demasiado, pero la parte malvada de mi cerebro decía que era un contraste notable al maquillaje rosa bebé de las tres chicas que esperaban.  Nunca fui de usar remeras algo ajustadas, y cortas, pero siempre hay una primera vez. En el fondo del armario había escondido una blusa que le pertenecía a mi madre, se ajustaba algo en el abdomen, era un poco holgada en la parte superior, y permitía que se viera dos centímetros de mi abdomen. Dentro de los tres pares de pantalones que tengo se encuentran mis jeans holgados, un pantalón gris de chándal, y un pantalón negro de ajuste normal, que era el que usaba la mujer en el espejo. Nada de otro mundo. Pero si diferente en mi apariencia. Agité mi corto cabello una última vez, y me agaché a atar los cordones de mis zapatillas (tenía que continuar siendo yo misma de alguna forma, ¿cierto?)
Al salir, noté que las voces de los invitados retumbaban en toda la mansión. Dirigí mi mirada a mi izquierda, a la puerta de Anne, y tuve la necesidad de disculparme… cuando un grito proveniente de Niall me llamo desde abajo.
Bajé las escaleras con naturalidad, es decir de dos en dos. Cuando pegué un saltito para llegar finalmente al suelo, todas las miradas se encontraban en mí. No eran miradas fáciles de descifrar.
-¿Qué?- el enojo corriendo por mis venas.
Liam se acercó a mi lado, y con cuidado colocó su mano alrededor de mi delgado brazo, tirando lejos de los demás involucrados.
-¿Qué estás usando?- sus ojos abiertos de tal forma que era capaz cada una de sus pestañas.
-Ropa. La gente lo usa normalmente para salir a la calle.- respondí sarcásticamente.
-No soy idiota, Rubia.- me sonrió –Esa ropa y el maquillaje te queda bien de todas formas. Estás linda.- correspondí su sonrisa, pero estaba completamente segura que no llegó a mis ojos. Quizá no fue lo que dijo, sino cómo lo dijo… haciendo parecer que no soy linda el resto de los días. No que me crea linda, pero su comentario me descolocó. Y no en el buen sentido.
-Gracias.- coloqué mis largos dedos en los bolsillos delanteros de mi pantalón, mirando  mí alrededor. Cada uno de los adolescentes se encontraba en una conversación muy entretenida. Alguno más que otros… como Harry.
Me hirvió la sangre en el segundo en que vi, a Trisha recorrer con su dedo índice, el tonificado cuerpo de Styles. Estaba hirviendo.

Kiss me like you wanna be loved 


~Harry Styles~
 
No había quitado mi mirada del suelo desde que habíamos tenido ese pequeño acercamiento con Camille. No porque no pudiera creer que me dejara hablando solo, ella tendía a hacer eso, sino porque… no podía moverme. Literalmente.
Ni siquiera la había besado y me sentía… feliz. En todos los aspectos.
No fue hasta que escuché pisadas en la escalera, que moví mi mirada, creyendo que era Cam, o alguien había entrado a robarnos. Caminé por el pasillo de mi hogar, y noté a todos mis amigos en el hall. Ni siquiera había escuchado su entrada.
-¡Hey, Harry!- me saludó Niall con un fuerte abrazo. Con mi mirada dirigiéndose a todos los lados posibles en busca de Cam, acercó a mi amigo a mi lado para hablarle en el oído.
-¿La viste a Camille?-
-No te veas tan asustado, Styles.- se burló de mí.- Solo fue a preparase, así ya nos vamos al club.-
-¿A prepararse?- ¿De qué? Si se veía hermosa.
-Sip.- me respondió antes de irse pegando saltos al lado de Louis.
No quité mis ojos de la escalera. Se sentía igual que cuando se quiere que el tiempo pase rápido, y en el reloj los segundos se hacen mágicamente más duraderos.
-Harry.- esa voz sureña que no puedo quitar de mis oídos. Era tan agotadora.
-Trisha.- le dije con una sonrisa, mientras daba la vuelta para verla a los ojos. –Tanto tiempo.-
-Y henos aquí. Juntos otra vez.- Lamentablemente. Pensé para mis adentros.
-Si…- miré a Louis con la esperanza de que me respondiera en que parte de su cabeza estaba bien que Trisha entrara en mi casa. –Así que… ¿Todo bien?- rompiendo el hielo sutilmente.
-Sí. Pero te extrañe demasiado.- mordió su labio inferior, mientras comenzó a recorrer con su dedo mi torso. Lentamente. Y cada centímetro que bajaba, sentía mi cena volver en mi garganta. Cuando llegó a la parte de mi cadera, tomó entre sus dedos la costura de mi pantalón. Con enojo quité su descarada mano, a lo que ella me frunció el ceño.
No lo podía creer. Esa chica era el diablo con peluca. Me había enamorado, si se lo podía llamar así, solamente para que su nombre fuera más reconocido en la escuela. Luego me engaño, con prácticamente la mitad de mis compañeros de curso.
Sacudí mi cabeza, decidido a ignorarla el resto de la noche cuando una maravilla se presentó frente a mis ojos. Camille. Se veía aun más hermosa. Su ropa se ajustaba justo en los lugares necesarios, y me volvía loco.  El rojo de sus labios… Dios, no iba a sobrevivir esta noche.
Era como si todo a su alrededor se había vuelto nubloso y ella destacaba con su majestuosidad. Sentí las esquinas de mis labios extenderse, hasta tal punto que mi hoyuelo se profundizó. En cierta forma me sentía feliz por ella, orgulloso.
-¡Estamos todos listos! ¡Vamos!- gritó Louis (como siempre) haciendo un gesto de que lo siguiéramos a la salida.
Las chicas de mi escuela salieron primero, pero obviamente, antes de salir, Trisha me miró para saber si estaba mirando su trasero o no. La decepcioné, y levanté mi ceja izquierda, cuestionando porque se había detenido. Refunfuñó y nos dejo a todos los chicos y a Cam solos.
Mis amigos hablaron con Liam unos segundos, para luego caminar hacia el frío de la noche.
La chica de mis sueños estaba por seguirlos, cuando coloqué mi mano en su baja espalda, la sentí temblar ante mi toque. Giró su rostro tan solo unas pulgadas, sin mirarme aun.  Acerqué mis labios a su oreja, sintiendo como su cabello olía a moras, y muy seriamente le susurré  “Cam… Te ves preciosa.”. Me moví tan solo unos centímetros para ver su expresión. El calor inundó sus mejillas notablemente, una diminuta sonrisa se extendió en su rostro, haciendo que su labio inferior se agrandara. No fue hasta que sus ojos estuvieron sobre los míos, mirando mi alma como siempre lo hace, que noté que estaban demasiado brillantes. Pestañeó, bajando su mirada. Los segundos volvieron a hacerse eternos en nuestro silencio, cuando nuevamente nos encontramos y sus perfectos labios, que tanto deseo besar, modularon “Gracias.”. Y así como nada, se fue de mi lado.
~~
El club se encontraba en plena oscuridad, y para ser honesto, tenía miedo de que suelo estuvieran pisando mis zapatos de cuero. La mayoría de la gente aquí, se vestía con lo que parecía ropa dos tallas más chicas de la que deberían usar. Mis amigos entraron, corriendo, abrazados y cantando a la par de una canción, que era desconocida a mis oídos, pero al parecer no a los de Camille, quien bailaba con Liam.
De acuerdo, si. Lo acepto. Son amigos desde hace años. No tiene nada de malo que bailen juntos en un boliche. Ni siquiera cuando su mano encontró la diminuta cintura de ella. No. Todo está bien.
-Harry, amor. ¿Queres una cerveza?- me preguntó mi ex. No había notado que habíamos llegado a la barra. Pero… Cam esta como a unos veinte pasos de mi. Tengo que volver.
-¿De aquí?- cuestioné.
-Ay, ¿Qué le pasó al viejo Harry que tomaba cualquier cosa?- dijo reluciendo sus dientes operados.
-Ese Harry nunca existió. Siempre tomé buena bebida. Eras vos la que tomaba cualquier cosa.-
-Prácticamente cuando nos besábamos tomábamos lo mismo, ¿no?- La m*erda que está diciendo no tiene sentido.
-Mhm.- tan solo quería que me dejara solo.
-¿Tequila? ¿Vodka? ¿Mojito?- creo que la mirada que le di, fue suficiente para que se quedara callada. Gracias a Dios.
Nuevamente me encontraba mirando a mi hermosa Camille. Liam la hacía girar sobre su eje, mientras él la sostenía con un brazo. Luego volvían a unir sus manos. Entrelazadas.
¿Habían dicho que había tequila?
Liam la atrajo hacia él, y colocó su mano en su baja espalda, como yo lo había hecho hace unos minutos, solo que su agarre parecía más fuerte, y se dirigía más al sur. Bastardo. 
Ella solamente reía, tirando su cabeza hacia atrás, haciendo que él le susurrara cosas en el oído, provocando nuevas carcajadas. Era como una cadena. Susurros… Risas. Las grandes manos masculinas de Liam acunaron el rostro, de la hermosa rubia, no, no lo acunaron, lo tomaron con fiereza. Y su rostro bajo hacia el de ella, haciendo contacto con sus labios.
-¡Tequila!- le demandé al barman.
~~
Las sonoras risas escapaban de mi garganta. No me pregunten a que se debían, porque no sabría responderlo. Mi mano se encontraba entrelazada con la de Cam.
-Sh. Harry…- me silenció riendo.- Vas a despertar a Gemma.- reí nuevamente.
-Gemma. ¡Qué nombre más raro! ¿En qué m*erda pensaba mi madre?- ambos reímos, mi voz retumbando en mis tímpanos, pero nada me importaba.
-Ya llegamos.- susurró ella, mientras tomaba las llaves de mi bolsillo trasero y las colocaba en la cerradura. Antes de que entráramos, acomodó mi brazo sobre sus hombros, tirando de mí mano hacia adelante, casi tocando su pecho, así yo no caería al suelo. –Tenés que hacer silencio Harry.-
-Si…- dije alargando la vocal.
Caminamos por todo el hall hasta llegar a la cocina, donde apoyó mi cintura contra el mostrador, mientras ella iba en busca de una botella de agua en la heladera. Quise bajar la mirada para apreciar mejor el ajuste de ese pantalón, cuando me caí al suelo. Me lo merecía. En cuanto mi risa resonó nuevamente, sus delicadas manos se encontraban sobre mi boca.
-¿Qué te dije acerca de mantener silencio?- me reto. Asintiendo coloqué mi índice sobre mi boca, representando el gesto del silencio.
Soltó una ahogada risa, y tomó asiento a mi lado. Recostando su cabeza contra el mueble de la cocina.
-No te das una idea hace cuanto que no salía Harry. Hace cuanto que no bailaba.-
-El día que veíamos ‘’La Cenicienta’’, dijiste que no sabías bailar.- le recriminé, tratando de olvidar las escenas del club.
-Lentos. No sé bailar lentos. Tan solo se moverme al ritmo, nada más. – susurró, girando su cabeza así nuestras miradas crearan ese lazo tan profundo.
-¿Por qué lo besaste?- bien hecho Harry. Sos el maestro de la sutileza.
-Porque el chico que quería que me besara estaba ocupando sus labios contra una botella de Tequila.-
De repente toda mi borrachera se esfumó en el aire. Y abrí mis ojos como platos ante sus palabras. ¿Quería que la besara? Definitivamente no iba a discutir contra eso. Este era el momento que tanto había ansiado, deseado, soñado. Me sentía como una nena, pero no me importaba. Camille correspondía a mis sentimientos. Dirigí mi mirada de, esos profundos ojos color miel que tanto amaba, lentamente, hacia sus labios. Estos, se entreabrieron ligeramente, como aceptando mi propuesta.
No me importaba si otro chico la había besado esa noche. Este era mi momento, y sabía que esos labios me iban a pertenecer desde el momento en que haga contacto con ellos.
Colocó su dedo bajo mi barbilla, alentándome. Apoyé mi mano sobre su suave mejilla, acariciándola con mi pulgar. Con cuidado, a paso de bebé, me acerqué a su rostro, y rocé mis labios con los de ellas. Sentía su caliente aliento contra mi rostro, y me olvidaba de mi principal objetivo.
-Harry…- fue lo último que fue escuchado, ya que sus labios se estamparon con los míos.
Se sentían tan suaves, tan perfectos. Nos besamos lentos y  tierno, era como si nos estábamos conociendo. Y fue la mejor primera impresión que tuvieron nuestras bocas.
Dulcemente mordí su labio inferior, logrando que colocara su mano sobre la mía, y las entrelazara.

Por primera vez estaba besando con amor.



Ok, se que talvez no me sigan leyendo, y es entendible. Pero tengo que pedir PERDON terriblemente. Pero, entiendanme, este año me estoy por ir de viaje con mis amigos porque terminamos el colegio, y estoy muy enfocada en hacer nada todo el tiempo, y tenía falta de inspiración :S Plis no me odien. Es mi ultimo año, y tengo millones de cosas en la cabeza. Tengo seis capitulos mas, que los voy a subir mañana, junto con las respuestas a los que publicaron, porque ya me tengo que ir a acostar o me van a sacar la computadora :( Se que no tengo derecho a que confien a que mañana suba seis capitulos, pero es verdad, planeaba subir los ocho todo juntos peroooo como dije me tengo que ir. Tienen todo su derecho a no comentar, a expresar su odio, o no leerme más. Lo entiendo, aunque me duela, lo voy a entender. Sepan perdonar, y estoy de vuelta. Las quiero. 
Besosss.

TE AMOOO :enamorado:  gracias por aparecer de nuevo :jajajaj:  pense que ya nos habías abandonado :lloro:  amo esta novela   gracias de nuevo por subir los capítulos :ilusion:  y espero ansiosa a que subas mas mañana :omg: 
Ana Masem :bye:

siguela!!!