"Un fin de semana inolvidable" (Nick y tu)

awwwww que mal que ya se termineeeeeeeeee

pero tines que subir esos capiii rapido eh?????????

no es justo q se acabe
pero me encanto y estoy segura q el final sera mas q hermoso :D
con cariño deisy :P

Assssh odio llegar al final!!!!pero no ha sido mi culpa son las notificaciones :caliente: me ha encantado la nove
Espero los caps

siguela nueva lectora!

TIFFANY DE MI HEART!!!

QUIERO LOS CAPS!!! O SI NO TE KEDAS SIN NICK!!

Omj, mira y aprecia la foto de la firma de Faby!!!

SIGUELAAAAAAAAAAAAAAAAAA!!!

o pones los caps o saco la foto!!!
no en serio esa foto me pervierte

ya vi la foto y
no me quites a nick, ya voy a subir cap

El reloj del salpicadero del coche de _____ marcaba las ocho y diez. Probablemente serían las ocho y media cuando llegaran al aparcamiento de Jonas Homes, como casi todos los empleados de la empresa. _____ se arrepintió de no haber salido antes.
Estaban en medio del pesado tráfico del lunes y caía una ligera lluvia, cosa que siempre empeoraba la circulación. _____ suspiró cuando tuvo que detener el coche por enésima vez.
—Has estado callada toda la mañana —dijo Nick bruscamente—. ¿Sucede algo malo?—Estoy un poco cansada —contestó ella, cosa que era cierta, aunque ése no fuera el único motivo de su silencio. —La culpa es sólo tuya —dijo Nick. —Supongo que tienes razón —la decisión de ______ de no sentirse culpable por desear a Nick pareció darle una inagotable energía la noche pasada, así como el deseo de buscar otras formas de hacer el amor, de acrecentar el placer. Había disfrutado tomándose su tiempo, y haciendo que Nick se tomara el suyo, descubriendo las dulzuras de una rendición mucho más lenta a la pasión que despertaban el uno en el otro. Ya eran más de las dos de la madrugada cuando finalmente se quedaron dormidos.
_____ supuso que no era extraño que se sintiera un poco baja de energía esa mañana. Cinco horas de sueño no eran suficientes. Pero no era el cansancio físico lo que la mantenía en silencio. Era el cambio de sentimientos respecto a lo que estaba haciendo. Tal vez fuera la fría luz de la mañana, o la lluvia, o el hecho de que pronto estarían en el trabajo, bajo la atenta mirada de sus colegas.
No estaba segura de cómo manejaría la situación si la gente de Jonas Homes llegaba a deducir que el jefe y su secretaria eran amantes. Nick ya estaba mostrando cierta actitud posesiva hacia ella, y cualquiera con ojos en la cara podría percibirlo. Eso, unido al hecho de que Nick había roto su compromiso con Lucie, haría que los cotilleos se pusieran rápidamente en marcha. Era casi imposible mantener aquel tipo de cosas en secreto.
Recordaba lo que pasó cuando el último jefe de ventas de Jonas Homes, un hombre casado, empezó una aventura con su secretaria. Sorprendentemente, aquello pareció darle cierto prestigio a ojos de algunas personas. Por algún motivo, los hombres capaces de conquistar mujeres tenían cierto prestigio en algunos medios. ¡Dios sabía por qué! Sin embargo, la chica, que sólo tenía diecinueve años y era una ingenua, fue rápidamente calificada de boba y frescachona. _____ supuso que ella recibiría calificativos semejantes si su aventura con Nick llegara a ser del dominio público, con varios añadidos debido a su edad y a su condición de divorciada. Sólo pensar en ello le hacía sentirse enferma.
—Nick…
—¿Qué?
—Yo… er… no quiero que la gente de la oficina se entere. Ya sabes… sobre nosotros. Acababan de girar en la calle en la que estaban las oficinas de Jonas Homes, un edificio de dos plantas que se veía sobre una colina a cierta distancia. Nick la miró con rabia contenida. —Supongo que puedo comprender que quieras mantener nuestra relación en secreto, _____. ¡Pero no me gusta cómo me hace sentir que sea así, maldita sea! Nunca he tenido una mujer que se avergonzara de ser mi amante. Tengo que concederle a Lucie que ella sabía hacer que me sintiera bien todo el rato. Puede que tenga alguna ventaja lo de verse mezclado con ese tipo de caza fortunas. Al menos siempre te dicen lo que quieres oír. Sigue atenta a la carretera —espetó al ver que _____ lo miraba con gesto de asombro—. Sí, no hace falta que digas nada. He recuperado la memoria. Toda.
_____ apretó el volante con fuerza. —¿Cuando? —preguntó, odiando lo mucho que le estaba afectando aquella noticia. Sabía en el fondo de su corazón que Nick no volvería nunca con esa mujer, pero detestaba ser comparada con ella en cualquier aspecto.
—Cuando he despertado esta mañana todo estaba tan claro como el agua en mi cabeza —contestó Nick, en un tono que implicaba que no lo estaba diciendo todo. —¿Y? —Y para aquí —ordenó él—. Iré andando el resto del camino. Así nadie nos verá juntos. No quiero avergonzarte. Y no te preocupes; cuando entre no te abrazaré. No haré nada que pueda hacer sospechar a alguien que la secretaria del jefe esta dándole más servicios de los habituales. Incluso esperaré a que todos se hayan ido a casa para dar rienda suelta a mi lujuria.
______ se ruborizó intensamente mientras acercaba el coche a la acera. No fue capaz de decir nada mientras Nick salía del coche y cerraba de un portazo, poniéndose a caminar por la acera a grandes y furiosas zancadas. No volvió la cabeza al pasar junto a él. No le dirigió la palabra cuando pasó por su despacho para entrar en el suyo. Estaba demasiado ocupada odiándolo con todo su corazón.
Cuando Nick salió de su despacho diez minutos y le dijo de malas maneras que no volvería en todo el día, _____ no pudo evitar romper a llorar. Sobre las diez empezó a notar un intenso dolor de cabeza tras las cejas. Hacia las once, la garganta empezó a picarle como si se la hubieran lijado. Al mediodía notó que tenía fiebre. Se hubiera ido a casa si se hubiera sentido con energías para hacerlo. Era la gripe, sin duda. Casi todos los empleados de la oficina la habían pasado en un momento u otro durante aquel invierno. Al parecer, le había llegado el turno.
Tomó una aspirina y permaneció en su escritorio, limitándose a responder al teléfono y anotar los mensajes. Como era habitual los lunes, sus hijos llamaron, y _____ tuvo que hacer un auténtico esfuerzo para mostrarse animada. Sin embargo, se sintió aliviada al saber que no habían tenido noticias de su padre, ni el día anterior, ni ese mismo día.
Aunque ______ no creía que Dwight fuera a contarles a sus hijos que su madre había pasado un fin de semana con su jefe. Los chicos no se sintieron demasiado impresionados cuando supieron que su padre tenía otra novia, pero ______ sospechaba que no les haría ninguna gracia enterarse de que su madre estaba haciendo lo mismo, aunque estuviera divorciada. Al parecer, el sexo sólo era para otras personas. Para gente joven, no para los padres. ¡Y, desde luego, no para las madres!
A pesar de todo, por si Dwight se sentía tentado a decirles algo, lo llamó a su oficina y le pidió que no contara nada a los chicos sobre su relación con Nick, insistiendo en que sólo era una aventura pasajera y no tenía intención de casarse con él. Pero Dwight se rió al oír aquello.
—¿Sólo una aventura? —se burló—. ¿Tú, _____? No seas ridícula. Te has enamorado de ese hombre. Cualquiera con un mínimo de cerebro podría darse cuenta de ello. ¡Por lo que me contó Lucie, hace tiempo que estás enamorada de él!
______ protestó y finalmente colgó, pero la verdad acabó por imponerse en su febril cerebro. Amaba a Nick. Simplemente no había reconocido el sentimiento como amor, pues había sido el de una mujer madura por un hombre, no el encapricha— miento adolescente que sintió una vez por Dwight y confundió con el amor. Estaba firmemente basado en todas esas emociones que ya había reconocido: el respeto, la atracción y la gratitud. Nick siempre había sido bueno con ella, y amable, y decente.
El hecho de que Nick hubiera hecho aflorar la adormecida sexualidad de _____ la había confundido, eso era todo. Había confundido su obsesivo deseo por él con algo más superficial que una extensión natural de un sentimiento más profundo, llamándolo lujuria, y no amor.
Sin embargo era amor. Verdadero amor. Después de colgar, _____ permaneció largo rato sentada, meditando sobre su asombroso descubrimiento. Pero el asombro fue dando paso poco a poco a la confusión. ¿Qué debía hacer ahora? ¿Decirle a Nick que había cambiado de opinión respecto a casarse con él? ¿Decirle que lo amaba? ¿O no decirle nada?
_____ creía firmemente que el amor debía ser mutuo para que una pareja funcionara. Pero, dada la situación en que se hallaba, prefería casarse con NIck que seguir siendo su amante secreta. El respeto era importante para ella, y lo que estaba haciendo acabaría por erosionar el respeto que Nick sentía hacia ella y el que ella sentía por sí misma. Por otro lado, Nick había cambiado de opinión respecto al matrimonio el día anterior. Y esa mañana no parecía haber estado especialmente contento con ella. Tal vez ya era demasiado tarde.
Pero no podía pensar bien con la cabeza doliéndole de aquella manera. Era imposible. La hora de cierre de la oficina, las cuatro y media, llegó lentamente. No era raro que _____ se quedara a trabajar hasta más tarde, de manera que a nadie le extrañó que no se fuera.
Lo que no sabía el resto de la plantilla era que a esas alturas _____ se sentía demasiado enferma como para conducir hasta su casa. Estaba tumbada en el sofá del despacho de Nick, pensando en pedir un taxi por teléfono, cuando él entró en la oficina. Su rostro adquirió una sarcástica expresión al verla.
—Si tu postura es alguna clase de invitación —gruñó—, lo siento, pero no puedo aceptar. ¡Estoy demasiado cansado y no me interesa! ¡Además, no hay nada que me estimule menos que una mujer que se avergüenza de ser vista conmigo!
______ cerró los ojos unos segundos, sintiéndose intensamente dolida por las palabras de Nick. Sin embargo, no se sentía con fuerzas para reaccionar adecuadamente. No se sentía con fuerzas para nada.
Suspirando débilmente, bajó los pies del sofá y se irguió, pero debió hacerlo demasiado deprisa, pues la cabeza empezó a darle vueltas de inmediato y sintió que las rodillas se le volvían de gelatina. Tambaleándose, alargó una mano hacia un brazo del sofá para tratar de mantener el equilibrio.
No llegó a caerse, pero estuvo a punto de hacerlo. Nick lo impidió sujetándola rápidamente por la cintura y volviendo a tumbarla en el sofá. —¿Por qué no me has dicho que estabas enferma? —gruñó, apartando con gran ternura un mechón de pelo de su frente—. ¿Qué es? ¿La gripe? Estás ardiendo.
—Eso creo. Me he sentido fatal todo el día.
Nick volvió a gruñir.
—Deberías habérmelo dicho. No me habría portado tan mal contigo si lo hubiera sabido. _____ se limitó a mirarlo un momento y enseguida volvió el rostro, a la vez que unas lágrimas se deslizaban por sus mejillas. —Por favor, _____, no hagas que me sienta más canalla de lo que ya me siento. Vamos, deja que te lleve arriba. Esta noche te quedas aquí —Nick se inclinó y la tomó en brazos como si fuera una pluma—. Y no te molestes en discutir conmigo —dijo, al sentir que ______ se ponía rígida y abría la boca para decir algo—. No estás en condiciones de conducir. Voy a dejarte en la cama y luego llamaré al médico. Éste no es momento para andar sacando a relucir el orgullo. Necesitas que te cuiden y yo voy a hacerlo.
—Yo… no quiero causarte problemas —dijo ____ débilmente—. Cuidar de un enfermo es muy cansado. Puede que tarde unos días en recuperarme, y sé que estás muy ocupado con la obra que tienes entre manos.
—Si algo he aprendido este fin de semana es que mi negocio no se desmoronará porque me tome algo de tiempo libre. Tengo gente muy buena trabajando para mí, ______. Jonas Homes seguirá aquí la semana que viene.
_____ no tenía energía para oponerse a nada, de manera que dejó que Nick subiera las escaleras con ella sin decir nada más. Cuando entraron en el dormitorio, Nick la tumbó en la cama y empezó a desvestirla, pero lo hizo de una forma totalmente asexual, simplemente con delicadeza y gesto de preocupación.
—¿Sabes que estás ardiendo? —dijo, una vez que _____ se quedó tan solo con su ropa interior de seda negra—. Creo que te vendría bien una ducha fría. ¿Te sientes con fuerzas? Bien. Voy a buscarte una camiseta para que te la pongas después. Mientras, voy a llamar a un médico amigo mío para que venga a verte. No creo que sea nada peor que la gripe, pero no quiero correr riesgos.
______ siguió las sugerencias de Nick sin protestar, aunque sugirió débilmente que tal vez sería mejor que se acostara en la habitación de invitados. Pero Nick no aceptó, alegando que su cama era muy grande y que quería estar cerca de ella por la noche por si lo necesitaba.

Falta un cap y si que es largo
fabi tu foto me esta poniendo mal xd
mas tarde lo pongo

tiffany2811 escribió:Falta un cap y si que es largo
fabi tu foto me esta poniendo mal xd
mas tarde lo pongo

nooo yo lo quiero ahoraaaaa!!!!
es verdad esa foto me tiene trastornada

porq yo iba a querer estar lejos de nick
NUNCA
yo lo amo y no como
una (mamá osa)
lo AMO lo AMO lo AMO
Y no quiero estar lejos de el nunca :twisted:
att deisy 8)

Faby Jonas escribió:o pones los caps o saco la foto!!!
no en serio esa foto me pervierte

No me hagas reir... :risa: :risa: Mas de lo que ya lo eres?? :risa: :risa: :risa:

ViicKy* escribió:

Faby Jonas escribió:o pones los caps o saco la foto!!!
no en serio esa foto me pervierte

No me hagas reir... :risa: :risa: Mas de lo que ya lo eres?? :risa: :risa: :risa:

para q veas!!

Faby Jonas escribió:

ViicKy* escribió:

Faby Jonas escribió:o pones los caps o saco la foto!!!
no en serio esa foto me pervierte

No me hagas reir... :risa: :risa: Mas de lo que ya lo eres?? :risa: :risa: :risa:

para q veas!!

Uff, Tiff creo k habla en serio, ella nunca juega con una foto de Nick... :| :silent: :lol:




:risa: :risa: :risa: :risa: no... :risa: :risa: :risa:

ULTIMO CAPITULO

Para entonces, _____ había empezado a moquear y a sentir un intenso dolor en los senos de la nariz. No se sentía mucho mejor cuando el amigo médico de Nick entró en la habitación una hora después, disculpándose por no haber podido acudir antes. —¿Qué tiene? —preguntó Nick ansiosamente una vez que el médico la hubo examinado—. Es sólo gripe, ¿no? —Un caso especialmente fuerte, pero sí, creo que sólo es gripe. —No quiero que lo creas —dijo Nick secamente—. Quiero que estés seguro. A mi madre le diagnosticaron una gripe y murió dos noches después de meningitis. —______ no tiene meningitis, Nick. En algunos casos, los síntomas que presenta pueden ser un caso fuerte de fiebre del heno, combinado con un simple catarro. ¿Has pasado el fin de semana fuera, ____?
—Er… hemos estado en las Blue Mountains —contestó ella débilmente—. Pero nunca he tenido fiebre del heno.
—Siempre hay una primera vez. ¿Fumas?
—No, ya no fuma —murmuró Nick.
—Hace muy poco que lo he dejado —admitió _____
—Pues no vuelvas a fumar si puedes evitarlo. Desde luego, no se te ocurra hacerlo mientras tienes este virus. Te voy a mandar unos antibióticos y unas cápsulas que combinan un analgésico con antihistamínicos. Eso es todo lo que puede hacerse por ahora. Sigue en la cama al menos dos días —continuó el médico, mientras escribía una receta—, y bebe todo lo que puedas. Calculo que para el fin de semana habrá pasado lo peor, y para el lunes ya estarás bien.
—Si no es así —dijo Nick en tono oscuramente amenazador—, sé dónde vives.
El médico rió nerviosamente mientras le entregaba las recetas.
—Muy gracioso, Nick. Tú cuida bien a la enferma y no habrá ningún problema.
Nick acompañó al doctor a la salida y volvió enseguida a la habitación.
—Cuanto antes empieces a tomar las medicinas, mejor. Voy a salir a por ellas — dijo, tomando su chaqueta. No estuvo mucho tiempo fuera, pero para cuando volvió, ______ estaba al borde de un ataque de pánico. Su cabeza la estaba matando. Esperaba no tener nada más serio que la gripe.
Nick frunció el ceño al mirarla. —Tienes un aspecto terrible. Tómate esto —colocó tres cápsulas en la palma de la mano de ____ y luego tomó un vaso de agua que había dejado en la mesilla, llevándolo delicadamente hasta sus labios para que tragara cada pastilla—. Voy a poner un poco de hielo en un paño para refrescarte el rostro.
A ______ no le gustó que se fuera y mantuvo la mirada fija en la puerta hasta que reapareció. Lo siguió con la vista mientras cruzaba la habitación hacia ella. Cuando Nick se sentó en la cama y colocó la improvisada bolsa de hielo sobre su frente, suspiró satisfecha y cerró los ojos.
—Es maravilloso —murmuró. —No hables —dijo Nick, deslizando el frío trapo por su frente con suavidad—. Descansa y trata de dormir. —Mmm. _____ hizo lo que le decía, pero aunque empezó a sentirse gradualmente mejor, el sueño la eludió. Finalmente abrió los ojos y miró a Nick al rostro. Saber que lo amaba hacia que le pareciera aún más atractivo.
—Debes estar cansado de hacer eso.
—En absoluto.
—Es muy agradable. Me siento mucho mejor. Gracias.
—Es un placer —dijo Nick, y sonrió.
El corazón de ______ dio un vuelco ante aquella dulce y encantadora sonrisa. Recordaba la impaciencia que solía mostrar Dwight con ella cada vez que se ponía mala. Nunca se quedaba en casa para cuidarla. Nunca le mostraba aquella clase de atenciones y cariño.
Pero Dwight no la amaba… —¡Oh! —_____ dio un gritito ahogado ante las implicaciones de lo que acababa de pensar. Nick apartó de inmediato el paño de su frente y la miró con ansiedad. —¿Qué sucede? —preguntó—. ¿Te encuentras mal, cariño? ¿Qué sucede, ______?
—Tú… tú me quieres —contestó ella en un susurro—. Me quieres de verdad.
Nick la miró con gran ternura.
—¿Acabas de darte cuenta? ¿Por qué crees que te pedí que te casaras conmigo? Oh, sí, ya sé lo que vas a decir. Hace una semana le pedí a Lucie que se casara conmigo y, desde luego, no la amaba —dejó el trapo en la mesilla y acarició amorosamente el rostro de _____—. Creo que me he estado enamorando de ti desde el primer día que te entrevisté, ______, sólo que no me di cuenta. O tal vez sí —corrigió—. Subconscientemente. Pero pensé que no tenía ninguna oportunidad contigo. Supongo que mi personal instinto de supervivencia frenó mis deseos en lo referente a ti para no hacer el ridículo. Sin embargo, hice bastante el ridículo dejando que Lucie me camelara con sus halagos y mentiras. Perder la memoria como lo hice fue lo mejor que me podía haber pasado. Con esa mentirosa manipuladora fuera de mi cabeza, y tú mostrándote repentinamente receptiva a mis impulsos sexuales, mis verdaderos sentimientos por ti afloraron repentinamente. Nunca he deseado a una mujer como te he deseado a ti este fin de semana, créeme. Pero era más que sexo, _____. Era algo compulsivo, una obsesiva necesidad de dejar mi marca en ti para que quedara claro que eras mía. Y lo conseguí en parte, ¿no? Sé que no me quieres de la misma forma que yo a ti, pero creo…
—¡Pero claro que te quiero! —interrumpió _____, tomándole la mano y tirando para sentarse en la cama—. ¡Te amo tanto que me he sentido desesperada todo el día!
Nick parecía aún más asombrado que cuando le dijo el viernes que era su prometida. —Me… me negué a casarme contigo porque pensaba que en realidad no me querías —explicó ______ precipitadamente, sin querer decirle que en realidad no había reconocido sus sentimientos hasta ese mismo día, o que había sido Dwight quien finalmente le había hecho ver la verdad. Nick merecía algo más que eso—. Oh, querido —dijo, tomando el rostro de Nick entre sus manos y mirándolo con adoración—. Te besaría si no temiera transmitirte los gérmenes.
—Dios, ______. No sabes lo feliz que acabas de hacerme —Nick la abrazó con tal fuerza que casi la dejó sin respiración—. Nunca voy a dejarte ir, corazón. Nunca. —Si no lo haces —susurró ______ débilmente—, puede que muera asfixiada. Nick la soltó, volviendo a apoyarla sobre las almohadas y excusándose profusamente. Por su parte, _____ dejó de preocuparse totalmente por la gripe, o lo que fuera. La felicidad que sentía parecía haber sido una cura maravillosa y casi instantánea. ¿O era el amor? El amor podía curar cualquier cosa, sobre todo las heridas del pasado.
—Vamos a ser tan felices juntos… —dijo Nick apasionadamente—. Voy a construir una casa fantástica en la que vivir, y otra en las montañas con un gran jardín en el que puedan jugar nuestros hijos.
______ se irguió de repente.
—¡Pero creía que no querías tener hijos!
—¿De dónde has sacado esa estúpida idea?
—¡De ti!
—Sí, bueno… pero estaba equivocado, ¿no? Me di cuenta en el momento en que sostuve entre mis brazos al pequeño Possie. Supongo que, en el fondo, puedo llegar a ser un buen padre.
Los ojos de ______ se humedecieron aún más de lo que ya estaban. —Serás un gran padre, Nick —dijo con sinceridad. Sus hijos congeniaron con él de inmediato cuando lo conocieron, y estaba convencida de que les gustaría tenerlo de padrastro.
—Supongo que el hecho de que mi padre abandonara a mi madre cuando supo que estaba embarazada hizo que yo desarrollara muchos prejuicios respecto a la idea de la paternidad —explicó Nick—. Eso, combinado con todos los años que pasé en los orfanatos tras la muerte de mi madre, me convirtió en una especie de solitario. Me endurecí para no necesitar a nadie. Supongo que eso se convirtió en un hábito hasta que contraté a cierta secretaria y ésta empezó a mostrarme lo que podía significar el amor de una mujer. Eso hizo que me pusiera a buscar el amor equivocado durante una temporada, pero ella me hizo volver al buen camino.
—Me produce escalofríos pensar lo que habría pasado si no te hubiera caído esa teja encima —dijo _____, moviendo la cabeza—. Tal vez no habríamos llegado a saber nunca cuánto nos amamos.
—Oh, sí —dijo Nick con firmeza—. No sólo cancelé mi compromiso con Lucie porque sospechara de su relación con Justin Bieber. No me gustó la forma en que te trató el día de la fiesta. No creas que no me di cuenta. No pude evitar compararos y saber instintivamente a cuál prefería. Ya había decidido empezar a plantearme el tema seriamente para cuando la noche acabó. Iba a empezar despacio, pues sabía que tu matrimonio anterior no había sido especialmente feliz, pero entonces me cayó esa teja en la cabeza y las cosas se precipitaron.
—Tal vez demasiado —murmuró _____. —No. A nuestra edad, cuanto antes mejor. ¡Si alguna vez encuentro esa teja la pondré en un marco! Ahora debes tratar de dormir un poco, cariño —dijo Nick—. Quiero que te cures lo antes posible.
—Si voy a quedarme aquí, tendrás que ir a mi casa por la mañana para traerme algunas cosas. Sobre todo la pastilla.
—¿Por qué no dejas de tomarla? —sugirió Nick con suavidad.
—¿Lo dices en serio?
—No nos estamos haciendo más jóvenes.
—Es cierto.

—¿Crees que a Marión y a Edward les gustaría ser padrinos de nuestro primer bebé?—Se quedarían extasiados si se lo propusiéramos. —Serían unos canguros excelentes cuando los necesitáramos, ¿verdad? —Más que excelentes.—Podremos dejar a nuestros niños con ellos y hacer una escapada de vez en cuando. —Mmm… Eso suena bien. —¿Estás segura de que me contagiarás si te beso? —preguntó Nick con voz ronca.
—Sí.
—¿Y si no te beso en la boca? ¿Y si me concentro en otras partes de tu cuerpo?
—Eres incorregible.
Nick suspiró.
—Creo que me limitaré a seguir acariciándote la frente. Sé que si empiezo con otra cosa no podré parar.
—Siempre nos queda mañana, Nick.
—Supongo.
—Y todos los demás días de nuestra vida.
El rostro de Nick se animó de inmediato.
—Qué pensamiento tan agradable.
—¿Verdad?
—Aún no puedo creer que me ames, ______. No te merezco.
—Te mereces lo mejor, cariño.
—Tengo lo mejor —dijo Nick, besándola en la frente.
—Oh, Nick… —susurró _____, mirándolo con ojos llorosos.
—Al diablo con los gérmenes —gruñó él, y su boca comenzó a descender.

FIN