"Friends, Lovers Or Nothing" (Zayn Malik) TERMINADA

Lo miraba esperando respuesta, pero decidió callar. El silencio inundó completamente la habitación.
-No pensas hablar?- pregunte. Revolió los ojos y con un movimiento rápido, que casi ni pude notar, quito el sobre de mis manos. Quede atónita.
-Ya te lo iba a comentar, pero no me diste tiempo.- dijo a la defensiva. Mis ojos no se quitaban del sobre. Relacione inmediatamente lo que me había comentado Mari esa misma tarde sobre Harry y la beca que había rechazado por ella.Lo miré a los ojos.
-Decime por lo que más quieras que eso no es un pase a otro continente.- mis ojos se iban humedeciendo mas y mas a medida que los segundos pasaban. El silencio reinaba en el cuarto, hasta que decidió romper con él.
-Todavía no he tomado una decisión.- agrego firme. Su rostro no mostraba expresión alguna. Retrocedí lentamente hasta chocarme con su cama, y me deje caer lentamente sobre esta. Tenia un nudo en la garganta, me costaba respirar, y mis mejillas estaban inundadas de lágrimas. Al ver mi estado, el rostro de Zayn se ablando, y se agacho justo a mi lado, hasta quedar frente a frente. Con su pulgar seco las caudalosas cataratas que aun caian sin parar de mis irritados ojos.
-No llores bebe, todavia no es seguro.- agregó. Estaba haciendo lo posible para calmarme, pero todo intento era en vano.
-Lo hablaste con tus padres?.- Asintió.
-Ellos creen que es lo mejor para mí...- Y era lógico. Que padre no quiere que su hijo estudie en una de las universidades extranjeras más prestigiosas de todos los tiempos? La angustia se apoderó de mi pecho. Las palabras casi no me salían, y las lágrimas caían sin control sobre mi húmedo rostro.
-vos no sabes lo que me va a causar si te vas. No puedo vivir sin vos, entendes eso?.- Casi no tenía voz para hablar. Las palabras me salían ahogadas de tanto llanto. Me miro con ojos llenos de tristeza.
-yo tampoco puedo vivir sin vos... Pero esta oportunidad es unica en la vida.- agregó. Bastaron un par de segundos para que mi cerebro analizara todo casi por arte de magia. Esta era su puerta a miles de posibles carreras, su paso al futuro. Tomé aire, y me enjuague las lagrimas que aun caian descontroladamente, peor que las cataratas del Niagara. No paraba de mirarlo, y tampoco estaba muy segura qué pensar al respecto. Había dos posibilidades, y cualquiera de los dos nos perjudicaría a uno o al otro. No quedaba otra escapatoria.
-Sea cual sea tu decisión, sabes que tenes mi apoyo.- por más que el corazón me lo negara, dejé salir una pequeña sonrisa solo para convencer a Zayn, y pareció funcionar. Su cara se ilumino al escuchar esas palabras salir de mi boca.
-Me alegra que me entiendas.- Beso mi mejilla, lo cual extrañamente me tranquilizó. Me acosté sobre su cama, y él lo hizo a mi lado.
-Si yo viajara... vendrías conmigo?.- me preguntó.
-No sé, Zayn...- No estaba en condiciones de pensar en nada.
-Pero te gustaría?.- Seguía insistiendo. Londres era una de las ciudades que siemre había soñado con conocer, pero esto ya era demasiado. A mis padres no les gustaría la idea en lo más mínimo. Me miró, suplicando una respuesta.
-Me encantaría Zayn, pero no puedo. Tengo toda mi familia acá... no podría abandonarla así como así. Lo siento.- Podía sentir como miles de lágrimas más estaban listas para salir, asique me despedí de él, y casi a zancadas, me dirigí a casa.

Sequé las lágrimas tras cerrar con un portazo la puerta de mi habitación. En tan solo unos minutos todo había cambiado. Que debía decir, pensar, e incluso sentir? Zayn se iba a ir… y me tendría esperando acá por lo menos tres años. Era imposible. No podría vivir sin él más de 24 horas, y el decidía irse por 36 meses. El corazón lo tenía fruncido, disecado. No sabía qué hacer. Decidí apartar todo este tipo de pensamientos de mi cabeza, y pensar en lo positivo: Aprendería cosas nuevas allá, y eso le abriría muchísimas puertas a futuro. Era algo egoísta pedirle que se quedara conmigo.
La puerta de mi habitación se abrió lentamente, y Zayn entró despacio.
-Si te conoceré lo suficiente… sabía que estarías así.- Se sentó a mi lado en la cama. Secó nuevamente mis lagrimas, y acaricio mi cabello.
-Estoy bien.- dije sentándome contra la cabecera de la cama. Zayn me miró, y pude notar que en ojos también había una pizca de tristeza. Tomé sus manos.
-Qué vas a hacer?.- pregunté. Sentí cómo mis ojos se volvían a inundar de lágrimas. Dirigió su mirada al piso.
-No lo sé... pero si tanto te afecta, puedo hablar y quedarme. No soportaría verte sufriendo.- Se me escapó una pequeña sonrisa entre tanta tristeza.
-No pienses en mi, pensá en vos! Esto es un gran paso para tu vida, no soportaría que te quedaras acá por mi culpa... me sentiría demasiado culpable.-
-No es tu culpa, yo...- Su celular comenzó a vibrar. Me miró triste.
-Debo atender.- Se puso de pie, y caminó hacia la puerta. Desde cuando atendía una llamada y se apartaba para que yo no escuchara? Cada vez me sentía peor.
Al cabo de unos minutos, volvió a entrar en la habitación.
-Era mi papá.- dijo sin casi mirarme a los ojos. - Debo irme. Más tarde hablamos sobre esto. Okey?.- Se acercó y besó mi frente. Giró sobre sus talones, y casi en un abrir y cerrar de ojos, desapareció. No bastó ni un minuto para romper en llanto de nuevo, y quedarme profundamente dormida.

Al día siguiente desperté al sentir el molesto sonido de mi celular. Aún entre dormida, lo tomé y atendí.
-Hola?.- pregunté.
-Amor, tenemos que hablar.-
-Ahora? son las nueve de la mañana.- dije luego de mirar el reloj despertador en forma de corazón que yacía sobre mi mesita de luz.
-Es urgente. Ahí me cruso a tu casa. Baja a abrirme.- y sin más, me colgó el teléfono. No sabía como reaccionar. Seguramente traía malas noticias, y agudos dolores en mi pecho comenzaban a florecer de nuevo. Su partida a Londres iba a ser lo mejor para él.
El sonar del timbre me hizo sobresaltar. Aún en pijamas, baje apresurada, y abrí la puerta. Zayn estaba esperando ansioso ante mi. Sus ojos irradiaban luz. Apenas me vio, se abalanzó sobre mi y me estrujó entre sus brazos.
-Traigo noticias.- Me dijo cuando me soltaba lentamente.
-Te escucho.- agregué.
Acá en la puerta no... hablemos en el living.- dijo entrando a casa. A paso rápido, se dirigió hasta el sillón de cuero blanco más cercano, y me miró sonriente.
-Y entonces?.- pregunté muy intrigada. La ansiedad me carcomía las entrañas, ya no aguantaba más. Necesitaba saber su respuesta.
-El vuelo sale mañana de Buenos Aires a las 6 p.m..- Dijo sin despegar su mirada de mis ojos. Me quedé sin aire unos segundos.
-Osea que te vas?.- Mis ojos se humedecían rápidamente. Él sonrió y negó con la cabeza. Para ser franca, no entendía en lo mas mínimo su razón de felicidad. Me tomó las manos y por fin habló.
-El vuelo sale mañana a Londres... y se va sin mí. Me quedo.-