"Friends, Lovers Or Nothing" (Zayn Malik) TERMINADA

Ahh, entiendo. Vas a salir con tu novio.- dijo. Sonreía, pero hubiese jurado que detrás de esa sonrisa, había decepción. –No importa, será el sábado.- dijo sonriéndome. Me miró a los ojos esperando una respuesta.
-Entonces el sábado.- Dije sonriendo. Todo con tal de que él estuviera feliz. – Espera, describiste a Liam como mi novio?.- pregunte riendo.- Liam? Mi novio? No me hagas reír! Es totalmente ilógico!- No paraba de reírme. La verdad no sé por qué. No era algo gracioso. Desde la salida al cine, Liam ocupaba mayor tiempo en mi mente. Cosas buenas, por supuesto. Sus ojos café, su mirada de niño bueno, su cabello despeinado. Y ultimo pero no menos importante, su sonrisa. Su blanca y grande sonrisa que me volvía loca. Qué me pasaba? Ahora me gustaba Liam? No lo sabía, pero fuese lo que fuese, Zayn no lo tenía que saber.
-Pero te gusta, no es así?- Era increíble. Parecía que me leía la mente. Su cara no mostraba ningún signo de alegría.
-Sí, no. Quiero decir…- Perfecto. Lo que me faltaba. Además de tener que responder una muy cómoda pregunta, me ponía nerviosa y no sabía que decir.- Liam es un muy buen chico. Nos conocemos hace tiempo, y es muy lindo, pero no, no me gusta.- Dije sonriendo. Zayn también sonrío. En realidad, si me gustaba, o al menos eso pensaba. Pero no tenía suficiente confianza con él para contárselo. Si tan solo estuviesen mis amigas acá, ahí si me podría descargar, contándoles todo lo que pensaba, y sentía.
-Bueno, entonces no tendría por qué enojarse si te invito a bailar el sábado.- Su sonrisa indicaba picardía. Era tan lindo cuando sonreía.
-No, no tendría por qué.- Sonreí. No podía evitarlo! Su mirada me hacia sonreír. Era contagiosa, no sé! Pero tenía algo que me atraía.
Terminamos los cafés, compró un kilo de facturas y fuimos camino a casa.
-1 kilo de facturas?!.- dije riendo al verlo con la bolsita de la panadería.- y yo que pensé que era la única con una adicción fuerte a esas cosas.- dije. Lo hice reír. Su risa era rara, pero a la vez tierna.
-Me encantan! Me declaro el fan #1 de las facturas de esta panadería! El otro día mi papá compró, y me comí la mayoría yo!- Ambos estallamos en risas. –Tengo un gran estómago.- No paraba de reírme! La pasaba tan bien con él. Lamentablemente, llegamos a la puerta de mi casa.
-Bueno, adiós Zayn, nos vemos.- sonreí. Me acerqué y le di un beso en la mejilla. Fue muy tierno ver como tomo color.
-Chau Aldi.- dijo sonriendo. Me di media vuelta y entre a mi casa.
Al día siguiente, desperté con una sonrisa. Esa noche iría a la fiesta con el chico que me había tenido loca los últimos días, que emocionante! Me cambié, y bajé por un yogurt. Volví a subir a los minutos, y empecé a revolver mi ropero. Qué me pondría esa noche? Y buscaba y buscaba… nada me gustaba. Tomé mi billetera. Tenía ahorros que me habían sobrado de mi cumpleaños, así que decidí ir esa tarde de compras. Cerca de las 5, salí a la calle. Tendría que ir caminando hacia el centro de la ciudad a ver tiendas, y no tenía ganas de ir sola. “Zayn” pensé. Quizás no estaba ocupado, y tendría ganas de acompañarme. No lo pensé dos veces, y toque el timbre. El morocho abrió la puerta. Su cara de sorpresa me hizo sonreír.
-Aldi!- dijo. Asentí
-Hola Zayn. Esás ocupado? Te gustaría acompañarme a hacer unas compras?- Él me miro. Sonrío.
-Sí, por supuesto.- Fue y le avisó a su mamá. Claro, tenía 18 años, pero aun seguía viviendo bajo su mismo techo, por lo que los tenía que mantener informados de todo lo que le sucedía. Al cabo de unos minutos volvió y nos encaminamos para el centro. Entramos a una de mis tiendas preferidas de ropa, donde la empleada ya me conocía de tantas veces que había ido.
-En que puedo ayudarte?.- preguntó.
-Bueno, tengo una fiesta esta noche, que me recomendás?- pregunté mientras miraba a mi alrededor. Toda la ropa acomodada por colores y bien ordenadas. Tenía ganas de empezar desesperadamente a ver lo que había, como un niño suelto dentro de una juguetería.
-Bueno, tenés desde remeras y polleras, hasta vestidos…- dijo señalándome para que vaya a mirar. Zayn miraba a su alrededor. Por su cara, pude notar que estaba incómodo.
-Zayn, no me vas a ayudar?- Pregunté divertida. Sus ojos se posaron en los míos.
-Si es lo que querés, te ayudo. Aunque no creo que resulte de muy buena ayuda.- Dijo, y se puso justo alado mío, y miraba la ropa. Me mostró un par de remeras que él había visto, y me las dio para que me las probara. Tenía que aceptar, que no tenía mal gusto para nada. Al salir del probador con una pollera negra al cuerpo, y una remera de encaje blanco con un hombro caído, pedí opinión. Zayn, que aun seguía mirando ropa, se giró para verme. Era chistoso, sus ojos no se despegaban de mí.
-Te queda muy lindo.- me dijo mientras se me acercaba. No pude evitar sonrojarme.
-Gracias.- le dije. Se encogió de hombros y sonrío, solo como él lo hacía. – me llevo las dos prendas.- dije mientras me metía dentro del probador de nuevo para cambiarme y ponerme mi ropa. Al salir, le pagué a la chica, y salimos de la tienda.
-Te invito un helado.- Dijo Zayn.
-Me encantaría, en serio. Pero tengo que regresar a casa. Liam pasara por mí a las 9, y yo no me prepare aun. Perdón.- dije. No tenía palabras para disculparme. Un lindo chico me había invitado un helado, y tuve que rechazarlo.
-No importa.- dijo con una sonrisa notablemente fingida. –Volvemos?.- asentí con la cabeza.
Al cabo de unos minutos, Llegamos a la puertas de nuestras casas. Zayn giró hacia mí.
-Mucha suerte esta noche.- dijo.- Adiós.