"Friends, Lovers Or Nothing" (Zayn Malik) TERMINADA

-Esto no fue una buena idea.- Dije apartándome bruscamente de su delicado rostro– No debí haber aceptado venir.- Me puse de pie.
-Perdoname, me deje llevar.- Me tomó la mano.
-Me voy Liam.-
-Por favor, no… Fue un impulso, no va a volver a pasar.- Su dulce vos hizo que se me erizara cada centímetro de mi espalda. Como flash, vino a mi mente el momento en el que me había sido infiel. Aún recordaba sus labios contra los de ella, como si no importara nada, cómo si yo no importara. Yo no era esa clase de persona. Sabía lo que se sentía, y no quería destruir una relación de largos meses con un impulso caprichoso.
-No soy cómo vos.- Dije pensando en voz alta. Él pareció no entender, pero no tenía nada que explicarle. -Adiós Liam.- Y sin decir otra palabra, tomé mis cosas y me dirigí a paso decidido a casa. Algo avergonzada por mis actitudes infantiles, decidí ir directamente a lo de Zayn. Habíamos quedado en merendar a las 5. Recién eran las 4, pero me había preocupado al no recibir llamada alguna de él. Toqué timbre, y de manera impaciente, esperé. Ninguna señal. Volví a tocar. Un serio Zayn apareció del otro lado de la puerta.
-Qué querés?- Preguntó.
-Qué humor es ese?.- no entendía en lo más mínimo qué le pasaba. Por qué me trataba así?
-Oh, a ver. No sé cuál es mi humor. Porqué no le preguntas a Liam cuál es mi humor?.- Enojo, palabra perfecta para definir su tono de voz. Ahí fue cuando me cerró cada pequeña pieza del rompecabezas.
-No es lo que vos pensas.- Aclaré. –No entendía química, y yo…-
-Le pediste ayuda a la persona menos indicada.- Miró el suelo.- Yo no sé qué pensar.-
-No pasó nada, enserio.- Casi rogaba que me creyera.
-Eso no es lo que parece, lo ves a escondidas… estás feliz ahora? Eso querías? Usarme para volver con Liam?.- No creía que esas palabras estén saliendo de su boca.
-Es una broma, no es así?.- pregunté ya elevando un poco más mi tono de voz.- Si eso es lo que vos pensas, la verdad que en estos tres meses de novios no lograste conocerme nada. Cómo pensas que yo sería capaz de hacer algo así?.- Estaba furiosa, a punto de explotar y decirle cantidad de barbaridades en la cara, pero algo dentro mío lo impedía. Mis ojos se humedecieron rápidamente, y él lo notó. Bajé la mirada al suelo, y me calmé un poco. –No quería que te enojaras, esa fue la simple razón por la que no te dije nada.- Las lágrimas ya caían lentamente, una a una sobre mis mejillas. Zayn pareció aflojarse un poco.
-No sabía, yo, pensé…-
-La confianza es lo más importante en una relación.- Suspiré. – Si no confias en mí, nada se puede hacer.- agregué.
-Sí confío en vos mi amor, pero cómo querés que reaccione si me entero que mi novia se fue a estudiar con su ex?
-No sabía qué hacer! Te ibas a enojar! Sé lo mucho que odias a Liam, y lo mucho que te molesta que hable con él.-
-Sí, era obvio que me iba a enojar, pero no tanto como me lo ocultaste.- Tomo entre sus manos mi humedecida cara. -prométeme que ya no me vas a ocultar nada.- Asentí.
-Te lo prometo.- Sus ojos penetraron los míos. Pude notar que había preocupación en ellos. Me besó suavemente en los labios, y me abrazó. Aún entre sus brazos, hablé. –Y cómo sabías que me fui a estudiar con Liam?.- pregunté. Nadie de mi familia sabía a dónde me dirigía luego de la escuela.
-Fui a buscarte a la escuela para ir a comer algo, y al no encontrarte, recurrí a la explicación de Barbi, que esperaba el autobús en la esquina.- Explicó. Suspiré.
-Barbi no sabe guardar nada al parecer.- No era su culpa, se debe haber sentido bajo presión, eso era seguro.
-Te quiero muchísimo, no me gusta hacerte pasar malos momentos. Perdón.- Me besó delicadamente la mejilla.
-Ni a mí. Yo también te quiero.- Sonreí tras enjuagar mis ya secas lágrimas.
-No tengo muchas ganas de ir a merendar… Querés que veamos una película?- Asentí feliz, y empujada lentamente por sus manos enrolladas en mi cintura, nos dirigimos a la sala. Así continuó la tarde entera: yo entre sus brazos, hablando de la vida, mirando películas, riéndonos. Sin lugar a dudas, él me hacía bien.

-Ni se te ocurra!.- Celeste ya se había acercado a la cocina, y estaba a punto de poner los dedos en el gran bowl con crema de cholocate. –Alejate de ahí, no te quiero ver cerca.-
-Mamá me dijo que te ayude.- La fulmine con la mirada.
-Primero, comiéndote las sobras de los cupcakes no ayudas en nada, y segundo, mamá no está, cómo es posible que te haya dicho eso?.- Celeste bajo la mirada, cosa que me dio un poco de pena. –Esta bien. Al momento de decorarlos, te llamo y me ayudas. Pero NO, repito: NO toques la crema.- Sonrió feliz y se fue satisfecha.
La idea de los cupcakes había surgido cuando Zayn había confesado que nunca había probado uno, y ahí estaba yo, lista para que eso cambiara. Abrí la puerta del horno, y los saqué. Veintitrés deliciosas tortitas de vainilla estaban perfectamente cocidas. Dejé que se enfriaran unos minutos, y llamé a Celeste. Tomé la crema, la coloqué en una manga, y en forma de espiral, fui haciendo copos sobre los cupcakes.
-Ya los puedo decorar?.- Preguntaba Celeste cada dos minutos. Tomó la bolsa con las estrellitas de colores, y comenzó a esparcirlas por la superficie de las tortitas.
Las coloqué en una bandeja, y me dirigí a su casa. Una gran sorpresa lo esperaba. La puerta estaba entre abierta, asique decidí pasar. La cocina estaba vacía.
-Hola?.- Pero nadie contestó. Dejé la sorpresa sobre la mesa de la cocina, y me dirigí al living. Nada. Era imposible. La puerta estaba abierta, alguien debía estar. Fue ahí cuando escuché una pequeña risa desde su habitación. Me asome por la puerta entreabierta, y vi a Zayn con su álbum de fotos de pequeño en las manos. Una voz, que definitivamente no era la de él, me hizo estremecer. Justo a su lado, estaba sentada una morocha. No cualquier morocha. Era Clara. El silencio inundó la sala, y vi cómo ella se acercaba suavemente a él. Pero a él no parecía importarle, ya que ni se apartó. Fue entonces cuando mis nervios me jugaron en contra. Mi celular se había caído, haciendo un fuerte ruido. Ambos se sobresaltaron, y abrieron la puerta. Ahí estaba yo. Con la cara empapada en lágrimas, sin poder creer lo que había pasado ante mis ojos.
-Aldi, que estas haciendo acá?- Pregunto Zayn con los ojos abiertos de par en par.
- Vine a traerte unas cosas, pero veo que están demasiado ocupados.- Sin pensarlo dos veces, corrí escaleras abajo, y frené justo delante la puerta. La abrí, pero algo me impidió salir. Zayn me tenía tomada del brazo.
-No seas infantil, hablemos.-
-Infantil? Es una broma? No hay nada que hablar, ya vi todo lo que tenía que ver.- Y apartándome de él, lentamente, con al furia en el pecho, mil cosas que gritarle que quedaron guardadas, y conteniendo más lagrimas, desaparecí de ahí.

-Aldi, no te pongas paranoica, seguro viste cualquier cosa.- Mari me calmaba a través del teléfono.
-No me digas si ponerme paranoica o no, yo sé lo que vi.-
-Calmate, repasemos los hechos: Entraste y los viste riendo. Clara se le acercó. Y él la besó?.-
Pensé unos minutos, y me sequé las lágrimas.- No, no la besó.-
-Y entonces? Me podes explicar porque tanto lío?.- Mari no entendía, y yo nos sabía cómo explicarle.
-no sé, Mari. No sé. Si yo no hubiese hecho tanto ruido, por ahí las cosas pasaban.-
-Aldi, escuchame bien lo que te voy a decir: Zayn es una de las mejores personas que conozco. Para mí, nunca te hubiese hecho daño. Además, uno no puede nunca hacer suposiciones de cosas que podrían haber pasado. Tranquilizate. Voy a hablar con Harry para que hable con él.-
-Mari, no digas nada, por favor. Este tema lo vamos a arreglar nosotros.-

La pantalla de mi celular marcaba el nombre de Zayn. Lo dejé sonar. Sonó de nuevo, y otra vez más. Cansada, lo puse en silencio. Pero no podía apartar la mirada de mi celular. Cada dos minutos, se prendía y la pantalla me mostraba su nombre. Resignada, atendí.
-Qué queres?.- Pregunté de mala gana.
-Podemos hablar?.- Preguntó Zayn. Sonaba muy preocupado.
-Mira: si hablamos ahora, va a ser para peor. Hablamos en otro momento.-
-Aldi, yo..- Pero no terminó de decir la oración. No aguante más y corté el teléfono. Las lágrimas comenzaron a caer de manera inevitable, y ahogada en mis penas, me tiré sobre la cama, a llorar sola en silencio.
Un fuerte golpe en la puerta me despertó. Miré mi reloj. Las 4 de la tarde.
-Aldi puedo pasar?.- La voz de mi madre era la que aparecía del otro lado de la puerta.
-Sí.- Me senté en la cama, y heché rápidamente un vistazo al espejo que tenía a mi lado. Los ojos los tenía algo hinchados, pero no había rastros de lágrimas.
-Tenes todo listo?.- preguntó mi mamá.
-Listo? Para qué?.-
-no te acordas? Tu padre tiene reunión esta noche en Buenos Aires, íbamos a ir todos juntos.-
-Ah, si. El viaje… Má, no me siento muy bien. Prefiero quedarme en casa.-
-Estás segura?.- Asentí con la cabeza. –Bueno, nosotros ya nos vamos. Hay una pizza en la heladera. Cuidate, sí? Cualquier cosa llamame.-
-Si má, no te preocupes.- Me besó en la frente, y se fue. Ahora quedábamos solas mi angustia y yo.

Ahora fue el timbre el que me despertó. Sin muchas ganas, me dirigí a la ventana. Un impaciente Zayn esperaba fuera. Cerré la cortina y me volví a acostar. El timbre volvió a sonar, y a su vez s eme prendía la pantalla del celular. Lo agarré y lo apagué. Pero el molesto sonido del timbre continuaba, y no daba muestras de querer parar. Rendida, Me puse de pie, y bajé a abrirle la puerta.
-Podemos hablar ahora?.- preguntó. Su cara de perrito mojado me puso la piel de gallina. No dije ni una palabra, pero abrí la puerta indicándole que pasara. Cerré la puerta, y ambos nos sentamos en el living. El silencio se apoderó de nosotros.
-No vas a hablar?.- Pregunté.
-No sé, qué querés que te diga?
-Podrías empezar explicándome qué pasó temprano esta tarde.- Una lagrima corrió por mi mejilla. Zayn se acercó a limpiarla, pero me aparté.
-Mi mamá le había comprado a la de Clara una planta de interiores, y ella la trajo a casa..-
-Claro, y terminaron en tu habitación, riendo, y casi a los besos por arte de magia, no?.-
-Aldi, dejame explicarte. Me contó que estaba haciendo un trabajo practico para la escuela en el cual debía armar un línea histórica de su vida, y que había estado buscando fotos de ella de chiquita, y nos pusimos a hablar de la infancia, y pidió ver las mías…-
-Nunca, desde que te conozco, nunca me dejaste ver tus fotos de chiquitito, supuestamente porque son vergonzosas.-
-Y lo son! Pero me rogó tanto…-
-Pero yo soy tu novia, y ella no.- La furia se iba intensificando.
-Puedo seguir?.- Tomé aire y asentí. – Perfecto. Ella se fue acercando a mí, pero yo ya le había dejado claro que no quería nada mas con ella, no sé si te acordas.-
-Sí, me acuerdo perfectamente, pero esa chica no entiende! Y vos tampoco te alejaste!.- Zayn me miró incrédulo ante mis palabras.
-No tuve tiempo! Además, no paso nada.- Dudé unos segundos.
-De no haber estado yo ahí, quizás las cosas hubiesen sido distintas…- Lo miré a los ojos, y algo triste, se enderezó.
-Dejame que te cuente una historia…-