Re: "Un Simple... Te Amo (Nick Jonas y Tú)"

por **Belencita** Dom 25 Mar 2012, 4:53 pm

Mr President usted es .... o se hace...??

pobre rayis Nick la dejo m{as confundida... osea no lo entiendo alguien me explica que onda con el??

xoxoooooooooooooooooooooooooooo

por **Rocio_Jonas** Dom 25 Mar 2012, 4:58 pm

Belencita escribió:Mr President usted es .... o se hace...??

pobre rayis Nick la dejo m{as confundida... osea no lo entiendo alguien me explica que onda con el??

xoxoooooooooooooooooooooooooooo

u.u perdón por dejarte tan confundida :(
:scratch: igual creo que en el maratón él explicara un poquito lo sucedido, aunque la explicación en sí esta después de varios caps. aaaaaah no puedo decir más, pues sino se me acaba la magia xD
Espero que mañana pueda tener el maratón n.n deseanme suerte y mucha inspiración, la verdad que la necesito :P
Besos :hug:
Las amo a todas :(L):

por **Belencita** Dom 25 Mar 2012, 5:12 pm

taescaab escribió:nick nos besa jajaja BELENCITA y sus frases jaja (lo digo porque siempre me topo con sus comentarios en otras noves) ay roci ojala orne se ponga al dia con tu nove asi como en la mia y ame ese beso que me robo y yo deje que me robara
SIII me beso ahhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh (maripositas) capitulos de 3 paginas es buena idea aunque si sta nove acaba se que sera un Increible final y la que venga despues ayayayai
PD: YA TE COMENTE VES JAJJAJA TE AMOO AMIGA VIRTUAL

yo y mis frases hahaha

me alegro que a alguien le gusten mis comentarios!!!

xoxo

por **Taescaab** Dom 25 Mar 2012, 5:14 pm

oh ese beso. malo pero bueno
nick los besos no se tiran se dan (jajaja ultimamente comento retando a los personajes)asi que ven aca y besame
¿como cocinara nick?
aqui delta es buena gente ¿creo? no se en fin fue maravilloso
MI MARAVILLOSA CHICA
casi me olvido de escribir SIGUELA pero no necesito escribirlo ya que es obvio

por **Belencita** Dom 25 Mar 2012, 5:36 pm

Rocio_Jonas escribió:
Belencita escribió:Mr President usted es .... o se hace...??

pobre rayis Nick la dejo m{as confundida... osea no lo entiendo alguien me explica que onda con el??

xoxoooooooooooooooooooooooooooo

u.u perdón por dejarte tan confundida :(
:scratch: igual creo que en el maratón él explicara un poquito lo sucedido, aunque la explicación en sí esta después de varios caps. aaaaaah no puedo decir más, pues sino se me acaba la magia xD
Espero que mañana pueda tener el maratón n.n deseanme suerte y mucha inspiración, la verdad que la necesito :P
Besos
Las amo a todas

WTF!! HABRA QUE TENER PACIENCIA NO MAS ENTONCES

MAS CAPITULO SUFRIENDO PERO TODO TIENE SU FIN NO?? SIN MAGIA ES FOME ASI QUE AGUANTAR NO MAS JAJAJ

XOXO

por **Mire** Lun 26 Mar 2012, 3:05 pm

Me encantaron los capis!
pero hay no entiendo a Nick!
osea sigue queriendo o no a la rayis?!
que intriga!
quiero el maraton! please sube pronto!

por **Rocio_Jonas** Mar 27 Mar 2012, 12:41 pm

Mis lectoras lindas y hermosas, sé que ayer debí terminar el maratón pero no pude u.u tuve algunos anti bajos y me bloquee, tenía todas las ideas... pero no podía plasmarlas en las hojas del word, miles de disculpas por defraudarlas u.u
pero ahora estoy de buen humos :D así que intentare llegar como para terminar o si no llego, mañana los termino si o si ;) espero que sepan disculparmes y no teman, no las dejare así como así... Las amooooooooooo! y amo sus comentarios ellos me dan ganas de seguir escribiendo, las quiero y recen para así termino pronto el maratón ;)

por **Orne Jonas.** Miér 28 Mar 2012, 11:32 am

A este nick le gusta confundir un poquito no? jajajaa, viste me estoy poniendo al día.
Me encantaaaaaaaaaaaaaaaaaa.. Besooooo roci linda, me voy a subir capi :)) love u

por **Taescaab** Miér 28 Mar 2012, 5:59 pm

ay roci a esperar no mas te mando mi hada de la inspiracion con sus polvos inspiricos, la verdad es que se las ofresco a todas las escritoras pero tu eres especial asi que ademas te mando un abrazo a la distancia mi REINA DEL DRAMA

por **Rocio_Jonas** Jue 29 Mar 2012, 3:53 pm

ANTERIORMENTE

- Ya es hora de dormir -. Dijo detrás de mí y asentí, la verdad que había sido un agotado día que estaba dispuesta a dormir toda la noche. Y ante ese pensamiento, comencé a sonreír al recordar que – ante la llamada de Delta – no quería saber nada de dormir en el departamento de Nick, y que incluso no pegaría ni un ojo al saber que él estaba en el mismo espacio y lugar en donde yo estaba -. ¡Que locura! -. Dije en voz alta y vi como él arqueo uno de sus ceños -. Creerás que estoy loca… y la verdad que yo lo estoy creyendo -. Reí y él negó sin entender, pero dejo mostrar sus hermosos dientes en una esplendida sonrisa.
- Sí no duermes, ahí si lo creeré -. Respondió tomando mi mano y encaminándome con él hasta su cama -. Tú dormirás en la cama…
- ¿Y tú? -. Me anticipe a preguntar y él señalo un sillón de tres cuerpos, el cual no se veía incomodo como para dormir pero me daba pena que él tuviera que dormir ahí solo por querer que durmiera cómoda en su cama -. No, Nick…
- No, nada -. Replico y sin poder negarme acepte sentándome en la cama, mientras él sacaba una almohada y unas sabanas de la cama -. Buenas noches, linda -. Dijo besando mi frente, mientras que sus palabras hicieron que sintiera como mi corazón se expandía, sintiendo esa sensación de sorpresa y de necesidad de querer volver a oírlo decir: “Linda”. Me sentí tan especial que sonreí.
- Buenas noches, MR. President -. Dije y él sonrió yéndose hasta donde estaba el sillón, en donde se acostó. Antes de cerrar sus ojos, me miro y beso su mano para después soplar en ella, haciendo que su beso se dirigía volando hacia mí. Hice que lo atrape en el aire, y riendo comencé a sentir que mis ojos se cerraban con pesadez. Antes de dormirme por completo, escuche en mi mente las palabras de Nick, que fueron como a melodía de cuna para caer en las redes de Morfeo.

Maratón de cuatro capítulos seguidos

Capitulo nueve: Intentar amarte

“Te quiero no por quien eres sino por quien soy cuando estoy contigo...”
- Gabriel García Márquez -

En la mañana sentí como una leve luz golpeaba contra mi rostro, el cual causo que despertara a medida que mis ojos se abrían. Me sentía tan bien, que pensé que aun estaba soñando; solo cuando sentí una mano sobre mi mejilla recapacite y supe que era la realidad y no un simple sueño.
- Buenos días, linda -. Me saludo Nick, quien estaba sentado a mi costado y al verlo dejo de acariciar mi mejilla. Con mis manos refregué mis ojos mientras bostezaba a causa de mi pesadez al despertar. Sin poder evitarlo, me estire y por ultimo lo volví a ver sonriendo.
- Buenos días -. Respondí y él se incorporo yendo hasta la cocina, en donde preparo nuestros desayunos. Cuando me senté al lado de la cama y me destape, olí el perfume de Nick. No pude evitar cerrar mis ojos e inhalar su perfume, era tan rico que no pude no sentirme bien, aun así recordaba a la perfección nuestra situación.
- Ven, ya están los desayunos -. Inquirió y descalza me dirigí hasta donde estaba él. Me senté en el banquilla y vi mi desayuno, el cual se veía rico -. Buen apetit -. Dijo y reí mientras comenzaba a desayunar a medida que lo veía y sonreía; era inevitable, me sentía muy bien al despertar con él sonriendo y saber que… de una manera era feliz. Quizás en lo muy profundo de mí no podía ser feliz a pleno, pero con solo tenerlo a mi lado y saber que él me quería – no como para decir que me amaba – pero un querer que acaparaba todo lo que yo quería, como tenerlo y sentir un cariño – leve – pero saber que aun él podía quererme -. Hoy tienes que ir a buscar el resultado del examen, ¿Verdad? -. Pregunto y asentí con una sonrisa mientras que estaba ansiosa por saber si había aprobado mi examen, el cual – según me auto aprobación – decía que había aprobado. Pero con el Sr. William, era imposible pensar en positivo.
- Sí, al terminar de desayunar iré a mi departamento y una vez lista, retomare el rumbo hasta la Universidad -. Respondí mirando mi desayuno a medida que recordaba que Sebas era de ir hasta mi departamento cada mañana para alcanzarme a la Universidad. La idea de tener que verlo, aterraba; no me gustaba mentirle y tampoco tener la cara como para dar todo por alto, como si nada hubiera pasado.
- Te veo preocupada, ¿Qué sucede? -. Pregunto Nick e hizo que dejara de estar en mis pensamientos para mirar a los ojos.
- De seguro veré a Sebas al llegar al departamento -. Susurre sin poder pensar como haría para no mentirle y decirle todo lo que había pasado. No podía mentir como lo había hecho Nick con Delta; yo no era así, siempre intente ir con la verdad y no podía ser la excepción esa vez -. Y no se como hare para… decirle la verdad -. Inquirí y lo mire a los ojos, aquellos que me suplicaban que no dijera nada porque él también tenía miedo de que Delta pudiera saberlo -. Te prometo que Delta no lo sabrá… pero Sebas merece que sea sincera. Siempre lo fui con él, y esta vez no será la excepción -. Respondí dejando mi desayuno para dirigirme al baño, en donde entre cerrando la puerta con llaves. Necesitaba estar sola y pensar en fresco toda la situación.
Mientras remojaba mi rostro con agua y secaba la misma con una toalla blanca, pensaba que la mejor decisión era ser sincera con Sebas. Era lo menos que podía hacer para poder sentir que merecía intentar con él encontrar la felicidad.
Cuando salí del baño descalza aun, lo vi apoyado sobre el marco de la cama esperando a que saliera. Al verlo ahí, evadí su mirada dirigiéndome hasta donde se encontraba mis zapatillas. Cuando las tome estaban secas, por lo que me las puse; mientras me incorporaba para buscar mi bolso, Nick se interpuso en mi camino mientras posaba su dedo índice sobre mi mentón para hacer que lo viera a los ojos.
- Confió en que no le dirás a Delta lo de ayer… pero las paredes oyen, ______ -. Dijo muy seguro, y era verdad lo que decía; pero aun así, no podía ocultarle a Sebas mi verdad. Los hechos siempre tienen una consecuencia, y eso todos los sabemos; pero no hay peor cosa, que negar esos hechos que realmente tuvieron una causa positiva, como el hecho de que él guardaba un pedazo de ese amor que sintió por mí. Sí, yo no quería crear falsas esperanzas; pero sabía que él – aunque lo negara o no fuera consciente de eso – seguía sintiendo un poco de amor por mí. Podía que fuera muy pequeño ese sentimiento que con el tiempo se apagaría o cambiara de lugar, para corresponderle a Delta; y aunque fuera una doloroso admitirlo, esa era la realidad que me acechaba día a día.
- Lo sé… pero no te preocupes, sé como hare para que no lo sepa. Te lo prometo, Nick -. Respondí sonriendo y él asintió para abrazarme con esa calidez que solo él poseía. Titubee en corresponderle, pero al fin sentí sus brazos abrazándome; era tan agradable sentirlo así, que apaciguaba la necesidad de besarlo -. Te quiero -. Le susurre al oído y él asintió abrazándome más fuerte. Cuando nos separamos, nos vimos a los ojos y antes de que él respondiera, sonó el timbre de su departamento.
- Espérame -. Dijo y asentí mientras lo veía que se acercaba al donde se encontraba un teléfono, el cual contesto y al reconocer la voz de la persona que estaba en la puerta de la recepción del hotel presiono un botón -. Es Delta, esta subiendo -. Explico mientras se dirigía hasta el ventanal preocupado y nervioso, ya que al recargarse en la pared – cerca del ventanal – movía su corto pelo, como cuando estaba nervioso. Como añoraba ver sus rulos cuando ese mismo movimiento los hacia mover, y la verdad que añoraba a ese Nick de la adolescencia por el hecho de que en esos momentos compartíamos el mismo sentimiento. Con pasos lentos, me acerque a él y cuando estuve a medio paso de estar a su lado, pose mi mano derecha sobre su hombro izquierdo -. Me siento mal al mentirle, _____ -. Respondió posando su mano sobre la mía, la cual estaba sobre su hombro.
- Te entiendo, Nick. Pero también entiendo que nuestras situaciones son muy distintas -. Respondí y él se dio vuelta para quedar cara a cara -. Yo me siento mal… porque realmente le estoy engañando a Sebas. Él me ama, Nick… mientras yo… -. Me mantuve un momento en silencio -. Yo aun no puedo dejar de sentir amor por ti… -. Sincere girándome para dirigirme hasta la mesada, en donde estaba mi bolso. Él me siguió y antes de que pudiera decir algo, Delta golpeo la puerta.
- Lo siento -. Dijo y se dirigió hasta la puerta, en donde – al abrirla – fue recibido por Delta con un rodeo de sus brazos en su cuello y un beso, el cual no quise ver; por lo que dirigí mi mirada a mi bolso, en donde estaba mi celular sin batería.
- Hola, _____ -. Me saludo con una sonrisa mientras me abrazaba. Sentía un cariño de ella hacia a mí, y realmente me sentí peor que antes. Estaba igual que Nick, aunque mis pensamientos y sentimientos de culpabilidad le doblaban el hecho de sentirme una mentirosa, como si realmente estuviera en mí la decisión de mentirle a Delta de todo lo que Nick le oculto -. Veo que Nick te presto mi ropa -. Dijo sin dejar de sonreír, y la verdad que el hecho de recordar que estaba usando su ropa sin haber sido estrenada por ella, me apenaba.
- Sí… pero ahora me voy para mi departamento, me cambio y cuando la haya lavado te la de vuelvo… -. Dije algo apenada y ella negó.
- No es necesario -. Replico mirándome a los ojos, y la verdad que ella era muy sincera y se veía que le caía bien; y esto lo empeoraba aun más mi remordimiento por lo que había hecho y por ser cómplice a la mentira de Nick -. Sí quieres te la regalo, porque te queda hermoso -. Inquirió sin dejar de lado su sonrisa que me contagiaba. No era mala, y eso me hacia sentir un poco mejor, ya que no tendría que pasar un mal momento cada vez que compartíamos un tiempo en la que estaban todos los demás.
- Gracias… -. Respondí aceptando lo que me había propuesto. No podía negar que era una hermosa ropa, y tampoco hubiese podido negado por el hecho de que se veía que Delta no aceptaba un “no” como respuesta -. Ya tengo que irme. Adiós a los dos -. Inquirí despidiéndome con un beso en la mejilla de ambos, quienes estaban abrazados.
- Sí quieres… te acompaño hasta tu departamento -. Me propuso Nick, y aunque deseaba aceptar, sabía que lo correcto era irme sola hasta mi departamento y dejarlos solos. Mi papel era de ser amiga, y por tanto respetar los momentos de una pareja.
- No, quédate con Delta que estuvo separada de ti todo el día. Además, mi departamento queda a dos cuadras, Nick -. Respondí besando nuevamente su mejilla, y mientras me dirigía hasta el ascensor me despedí con un movimiento con mi mano.
Una vez en el ascensor, di un prolongado suspiro mientras cerraba mis ojos. No creía que estar unos minutos ahí, presenciando las escenas románticas de ambos, fuera tan estresante para mí. Sentía mi cuerpo tenso y dolorido, parecía que – inconscientemente – mi cuerpo estaba tenso a causa de sentirme acorralada por ese momento, que ponían en juego mis verdaderos sentimientos.
Cuando estuve fuera del hotel, me refugie en mi abrigo y levante la mirada, mirando específicamente en donde se encontraba el ventanal del departamento de Nick. Decidida con seguir con mi plan de “solos amigos”, me encamine con pasos lentos hasta mi departamento.
El viento era fresco, pero el día estaba hermoso. Por primera vez – en toda la semana – el sol se hacia presente en la ciudad de Londres. Sentir que los rayos del sol disminuía el frío que causaba el constante viento, me hacia sentir mejor porque estaba tranquila y en paz. De esa manera, me encamine hasta mi departamento; cuando llegue a la puerta de mi edificio, vi por el vidrio que estaba Sebastián esperando en la recepción. En ese momento, toda la tranquilidad y paz se me esfumo por completo. Antes de entrar, me pare a un lado del edificio mientras respiraba con profundidad esperando que la valentía se hiciera presente en mí. Cuando estaba segura de estar lista para lo que debía decir, empuje la puerta hacia adentro y él se giro sonriéndome.
- Hola, mi amor -. Me dijo abrazándome para después besar mis labios. No sabía que me estaba sucediendo, pero estaba correspondiendo su beso como nunca lo había hecho durante nuestros rencuentros; por lo que supuse que – el hecho de decidir querer a Nick como cuando estaba en duda de amarlo o no – estaba dando fruto -. ¿Cómo estuviste durante la temporaria instalación en el departamento de Nick? -. Pregunto sin rodeos y me sorprendió el hecho de que él supiera que estuve en el departamento de Nick. Al ver mi sorpresa, contesto: -. Cuando llame a Clarise para saber sobre ti, ella me dijo que estabas en el departamento de Nick a causa de la tormenta -. Vi como su rostro destallaba de preocupación, y por eso lo volví a besar.
- Bien… aunque tengo que decirte algo -. Respondí separando mis labios los de él, mientras acariciaba su mejilla con cariño -. Pero antes, quisiera prepararme para ir a la Universidad -. Repuse y él asintió; vi su preocupación por lo que había mencionado anteriormente, pero al subir por el ascensor lo tome de la mano, causando que me sonriera como solo él sabía hacerlo.
Cuando estuve lista para irnos a la universidad, ambos salimos del edificio y en su auto nos dirigimos hasta la universidad. Como no tenía clase en ese día, solo me mantuve un rato para ver el resultado de mi examen en un lista que estaba pegada en el sector de la secretaria. Cuando busque mi apellido, recorrí el papel con mi dedo hasta llegar a ver el resultado, el cual indicaba que mi examen estuvo excelente.
- ¡Aprobé! -. Grite corriendo hasta donde se encontraba Sebas, quien estaba esperándome fuera de su auto. Al verme corriendo hasta él y escuchar mi grito, él me recibió con sus brazos abiertos para después abrazarme mientras giraba con él, riendo los dos de felicidad.
- Sabía que ese era el resultado -. Me dijo parando de girar y retenerme en lo alto, para después besarme con sus suaves besos que me hacían sentir unas sensaciones extrañas en mi estomago, casi como cuando Nick me había besado. Estaba creyendo que mi amor cambio de lugar, porque creía sentir estar encaminada para intentar a amar a Sebas.
- Sí, yo también presentía eso -. Inquirí y me volvió a besar, deseando nunca más separarme de él.
- Que te parece si para festejar este momento, vamos a almorzar -. Propuso y asentí. Cuando estaba por abrir la puerta del auto para que entrara, sostuve su brazo y se volvió a girar, mirándome a los ojos -. ¿Qué sucede?
- Ayer… bese a Nick -. Dije sintiendo mis ojos húmedos y a punto de llorar, aunque él me abrazo con fuerzas. Me quede paralizada cuando sentí su abrazo, podía comprender que me dijera cosas feas o que me dejara sola ahí, pero no podía comprender su reacción de abrazarme.
- Sabía que esto podía suceder… -. Susurro cerca de mi oído, escuchando que su voz se quebraba; pero él era diferente a mí, él insistía y no se dejaba vencer por nada… ni siquiera por la realidad que os acechaba -. Pero recuerda que yo decidí ser tu novio sabiendo que aun amabas a Nick… y no me detuve cuando él llego a cruzarse en tu vida. Yo te amo, y no sé si puedas llegar a amarme… pero estoy dispuesto a arriesgarme por ti y porque puedas amarme…
Antes de que prosiguiera, lo volví a besar. Sus palabras siempre me daban las esperanzas de llegar a amarlo, y más que nunca estaba segura de estar en pie con la decisión de intentar tener una amistad con Nick. Quería ser feliz, y pensaba que con Sebas lo podía lograr.
Cuando me separe, él seco mis ojos húmedos y me bes la nariz. Esto siempre me hacia reír, porque era raro que me besara la nariz, y aun así me encantaba. Sonriendo ambos nos recargamos en el auto, para dirigirnos a un restaurante en donde almorzamos festejando que había aprobado uno de mis exámenes parciales, lo cual indicaba que en unos meses tendría el examen final, el cual indicaría si pasaba a tercer año de Arquitectura.

por **Rocio_Jonas** Jue 29 Mar 2012, 3:54 pm

Capitulo diez: Mi dolor.

“El dolor es el alimento esencial del amor; cualquier amor que no se haya nutrido de un poco de dolor puro, muere.”
- Maurice Maeterlinck -

Después dos semanas desde que _____ había aprobado su examen y de que estábamos en plan de ser “solo amigos”, todo iba mejor de lo que pensaba. Jamás hubiese creído que _____ aceptara a Delta como una de sus amigas, como lo era Clarise y Danielle; y la verdad que verlas cada día hablando y conversando sobre algunos temas que tenían en común, como el hecho de que a _____ le encantaba Arizona y entonces Delta le platicaba de su ciudad y país. _______ siempre la escuchaba atenta, a menudo se perdía, y no podía evitar observar como su imaginación la llevaba a otro lugar sin necesidad de viajar en un avión.
Cada vez que ellas se encontraban, conversaban en base a como le había ido a ____ en la universidad. A Delta parecía querer mucho a _____, y esto también tenía su lado negativo; ya que ______ era consciente del cariño que Delta le tenía, y por esto la veía triste, y sabía que se trataba del hecho de ser cómplice de mi mentira. Esto lo empeoraba, cuando Delta comentaba o hablaba de nuestra amistad, la cual ella siempre creyó que ese sentimiento nunca se transformo más que un simple querer.
Y esto hacia que volviera a cuando le había dicho a ______ que no la amaba más. Durante los tres años en que no estuvimos juntos, no hubo momento en que no llorara por mi estupidez. Yo no sentía eso que le había dicho, pero una situación fue todo. Fue lo que hiciera que terminara con ella, mintiendo por todos lados que no la amaba. Esta mentira me acorralaba siempre, y más cuando no podía concordar con mi meta de amar a Delta; desde que la había conocido intente amarla, pero esto parecía imposible porque no podía olvidar el amor que sentía únicamente por _____. Yo la amaba como nunca, pero siempre mis decisiones terminaban lastimándonos en mientras de evitar esto mismo.
Pero aun así, después de dos años de noviazgo con Delta – cuya relación hice pública – creí que pude amarla, aunque a menudo recordaba a _____ y esto causaba que la extrañara; porque cada tanto recordaba el amor que sentía por ____, el cual seguía vivo en mi corazón como si nunca hubiera muerto. Y esto me mataba cada vez que lo recordaba, y más daño me causo cuando – al llegar a Londres – no pude evitar sentir el impulso de buscarla.
Recuerdo que al llegar a mi departamento, en donde me hospedaba durante la residencia en Londres, encontré un papel que era para Joe sobre la mesada de la cocina, y sabiendo que era en donde se encontraba viviendo Clarise con ______, no pude evitar anotarlo en mi agenda. En ese mismo día, decidí ir a ver tal dirección por lo que – al llegar – la vi saliendo con Sebastián; y estaba hermosa, había cambiado bastante después de tres años desde que no nos veíamos, pero eso no había cambiado en su belleza. Sin poder evitarlo, los seguí a pesar de que Sebastián la llevaba en auto.
Estuve pendiente de ella, escondiéndome detrás de uno de los arboles, viendo como Sebastián obtenía de sus labios un beso y como sus brazos sentían la calidez del cuerpo de ella. No pude verlos por mucho tiempo, verlos me mataba por dentro hasta el punto de que deseaba desaparecer o volver el tiempo atrás, para evitar decirle que no la amaba.
Cuando vi que el auto de Sebastián doblaba por la esquina, me acerque un poco más hasta otro árbol, en donde me quede esperando hasta la hora de salida de _____. Recuerdo que me quede pensando; recordaba que tenía a Delta, pero mi corazón llamaba a _____ y no deseaba el amor de Delta. Aun así yo lo desear con el alma seguir mi vida y amar a Delta, no podías porque mi corazón quería el corazón de ______.
Antes de que anochezca, escuche el timbre que advertía que era la hora de salida de ______, y antes de que decidiera asomar mi cara por el borde del árbol, la vi agrupada entre todos sus compañeros mientras chequeaba su celular. Después de unos segundos, se despidió de sus amigos y comenzó a dirigirse a su departamento.
Deseaba con el alma llegar hasta caminar a su par y decirle que estaba en Londres, que la había buscado y que deseaba que volviera conmigo. Mientras seguía sus pasos desde los lejos, pensé en fresco sabiendo que eso no podía hacer; había tomado una decisión, la cual fue mentir con respecto a mis verdaderos sentimientos para alejarla de mí.
Mientras pensaba y la seguía, en un momento sentí que ella se dio vuelta causando que mi reacción fuera esconderme entre los edificios y así ella no podía verme. Vi en sus ojos un miedo, y entonces comprendí que estaba haciendo mal en seguirla; pero no podía evitarlo, quería estar con ella como fuera… pero saber que llegaría a obtenerla cerca a mí.
Así también sucedió cuando, al terminar el musical e irme con Delta hasta donde supuse que estarían mi familia esperándome, y encontré con la figura de una mujer. Aunque escuchaba y respondía a Delta, no podía dejar de ilusionarme pensando que era _____. Deseaba con el alma que así fuera, que no en un momento creí en los deseos cumplidos, ya que al acercarme y estar a su lado vi su rostro. Las palabras no salían, y por un momento creí que me perdería en el abismo por tan solo querer llegar a ella, olvidándome que se encontraba Delta a mi lado y que – a causa de mi repentino error – ella descubriría toda la verdad que le había ocultado desde que nos pusimos de novios.
No recuerdo como lo hice, pero retuve las ganas de ir con ella y besarla, intentando tener una conversación serena en donde retuve todas mis verdades rompiéndose en cada instante dentro de mi boca, decepcionando a mi corazón a causa de creerle a mi razón y hacerle caso a ella también.
Y aunque intente hablar a solas con ella, escuche sus verdades que me lastimaban más de lo que creía cuando deseaba tan solo escuchar su voz sin importar que sus palabras me dolieran; y dolían porque eran ciertas, no había ni una mentira en ella… y esto me hacia ver que yo quería ser como ella, porque los dos siempre fuimos uno. Y eso no lo entendí hasta que vi que la perdí, aunque cuando la bese en mi departamento y ella me correspondió… supe que no la había perdido. Sentí en mí la felicidad que nunca reinaba en mi cuerpo, ni aun así Delta me besara todos los días.
Diferenciaba a la perfección sus besos de los de ______, los de ella eran únicos y dulces; sin decir lo que ellos causaban en mí, y en todo mi cuerpo. Sentía que el alma se escaba en cada movimiento que daba en aquellos besos, y que volvía a su lugar cuando respiraba su mismo aire mezclado con su dulce aroma de mujer. No podía negarlo, era la mujer de mi vida… y como ella no la encontraría en ningún lado ni en toda mi vida. Sabía que los milagros no tocan la puerta dos veces, pero también escuchaba la razón por la que había tomado la decisión de alejarla de mí. Fue en ese momento en que decidí volver a abrir mi boca y decir que no era lo correcto, aunque mi corazón deseaba decir que era mentira y que deseaba morir en sus besos por asfixia, pero nunca separar mis labios los de ella.
Moría de celos cada vez que la veía en los brazos de Sebastián y cada vez que era testigo del intento que hacia ella por amarlo como a mí. Moría en mi propio veneno cada vez que sentía que podía ser él cuando la sujetara antes de que se cayera a causa de una mala pisada, o cuando obtenía sus miradas o sus labios cubriendo los de él. Deseaba tanto cerrar los ojos y no ver nada, pero ese era mi castigo por haber negado el amor que sentía por ______ y negado nuestro noviazgo a Delta.
Tan empecinado estaba de querer olvidar todo lo que se tratara de lo que paso entre ______ y yo, que no me había atrevido a decirle a Delta que ella no era mi amiga, sino que fue mi novia y mi único amor; pero si se lo decía, eso implicaba explicar del por qué termine con ella si era el amor de mi vida, y por no querer arriesgarme tome el camino mas fácil, como es: la mentira.
- ¡Chicos! -. Grito Frankie entrando como loco a la cafetería en donde nos encontrábamos todos, inclusive _____ y Sebastián, quienes – como siempre – estaban juntos y abrazados, mientras que yo estaba igual con Delta. Estaba con unos deseos de no verlos así, que me olvida de que ella también estaría como yo al verme con Delta. Nunca pude ponerme en su lugar, y solo ahora – al recordar cada momento – me doy cuenta del dolor que sentía ella por mí.
- ¿Qué sucede, frankie? -. Pregunto ______, abrazando a mi hermano menor por el hombro, quien la miro sonriendo – y como todos, menos yo – le robaban una excelente sonrisa.
- Tengo algo que proponerles -. Dijo mirándonos a todos, terminando por mirar a _____ que le seguía sonriendo con una sonrisa tan sincera, que apostaba todo por intentar provocarle una idéntica.
- Ya, di Frankie -. Insistió Joe, quien estaba abrazado a Clarise que le pegaba en el pecho a causa de su impaciencia.
- Esta bien, que les parece si vamos al parque de diversiones -. Pregunto aumentando su sonrisa, la cua fue acompañada con la de ______. Siempre supe que a ella le encantaba los parques de diversiones, pero nunca pude llevarla a causa de mi falta de tiempo; ya que, cuando estuvimos con nuestro noviazgo, parecía que mi trabajo – que era lo que más me encantaba hacer – impedían que pasara tiempo con ella, como para ir a cenar o llevarlas a un parque de diversiones.
- A mi me parece genial -. Exclamo con sinceridad, mientras chocaba su mejilla con la de Frankie y ambos sonreían como dos niños de ocho años.
- Por mí no hay problema -. Dijo Sebastián cuando ______ se acercó a él, suplicando haciendo “pucheros” con sus labios y cerrando continuamente sus ojos, haciendo “ojitos” como solía decir ella. Cuando hizo eso, causo que riera y ella me observo, regalándome una hermosa sonrisa.
- Gracias -. Murmuro ella, volviendo a ver a Sebas y besando sus labios mientras su mano acariciaba la mejilla de él. En ese momento aparte la mirada y vi a Delta, quien me sonrió.
- ¿Vamos, Nick? -. Pregunto Delta y asentí disimulando una sonrisa. Ese momento supe que estaba perdiendo a ____, que ella estaba logrando cambiar su amor de lugar por Sebas. Y aunque me doliera, era por mi culpa.
- ¡Sí, vamos todos! -. Gritaron Frankie y ______ a dúo, mientras que todos comenzaron a reírse.
Sin pensarlo, todos nos fuimos hasta el parque de diversiones en donde pensamos pasar todo un día allí. Ver a ______ y a Frankie, era como ver dos niños en su mundo. Ambos querían ir a los mismos juegos, arrastrando a todos con ellos. Ese día jamás creí reír tanto con ellos; me sentía aliviado en ese momento, porque – a causa de los juegos – _____ no estaba casi nunca aferrada a los brazos de Sebas ni tampoco besándolo, por lo que eso no me hacia pasar por un mal día.

por **Rocio_Jonas** Jue 29 Mar 2012, 3:54 pm

Capitulo once: Un día en un parque de diversiones.

“La felicidad total del hombre consiste en disfrutar de la estimación de los demás.”
- Blaise Pascal -

Cuando Frankie fue a la cafetería con la proposición de ir todo el día al parque de diversiones, sentí que la niña de mí saltaba de alegría. La verdad que siempre me gustaron los parques de diversiones, y recuerdo que una sola vez fui y era cuando tuve seis años con mis padres. Ese día fue el mejor de todos, ya que mi papá me llevaba cargada sobre sus hombros mientras yo llevaba en una mano algodón de azúcar riendo a medida que apuntaba con mi dedo a cada juego que quería jugar.
Cuando llegamos a la puerta del parque de diversiones, no pude evitar agarrar de la mano a Frankie y ambos entrar corriendo mientras señalábamos todos los juegos en que queríamos ir a subir primero. Realmente me sentía como una niña con Frankie a mi lado, hacia mucho tiempo que no pisaba un parque de diversiones. Recuerdo que a Nick siempre le pedía ir – ni quesea – un rato, pero por la responsabilidad que tenía con su trabajo – vocación, era difícil. Yo siempre lo comprendí y me encantaba escucharlo tocar y verlo pensativo cada vez que componía, realmente me volvía loca cuando lo veía tan atento a su trabajo y notaba que le encantaba, por lo que siempre intentaba no molestarlo con cosas como de ir a salir; siempre era él, quien tomaba mi mano y decía de ir a caminar o de ir a tomar algo. Cuando lo oía decir eso, me ponía contenta e intentaba disfrutar lo más que podía cada segundo, minuto y hora que estaba a su lado.
- Sebas… -. Lo llame cuando estábamos por subir a la montaña rusa, ya que con Frankie habíamos decidido subir primero a ese juego.
- ¿Qué sucede, amor? -. Me pregunto y le sonreí señalando con mi cabeza hacia la montaña rusa -. No, ______... sabes que los juegos de los parques de diversiones no son mis favoritos…
- Anda, yo estoy contigo… pero no me dejes sola -. Dije haciéndole “pucheros” y sin poderse negar, resignado, acepto pero antes me beso dulcemente -. Gracias -. Le dije acariciando su mentón, el cual era suave cada vez que pasaba mis yemas de los dedos.
- Todo por ti… -. Respondió mientras tomaba asiento y yo me sentaba a su lado. Cuando estuvimos listos, el juego comenzó. No voy a negar que sentí toda la adrenalina recorrer mi cuerpo y que grite como loca, mientras levantaba mi mano para sentir mejor la emoción, aunque con mi mano derecha sostenía la de Sebas, estando ambas manos sostenidas en el aire. Aunque todos gritaron, el grito que más se oía era el de Joe y eso que él estaba tres asientos atrás de nosotros -. Pobre de Clarise -. Grito Sebas, ya que aun estábamos aun en el juego. Su comentario causo que gritara y a su vez riera. Era verdad, en ese momento no deseaba ser Clarise.
Cuando el juego termino, todos nos incorporamos y Joe dio un ultimo grito como un loco por toda la emoción experimentada, mientras todos reíamos viendo como Clarise se abrazaba a él.
- Otra, otra, otra… -. Dijo cantando Joe mientras se dirigía para volver a subirse al juego. Todos volvimos a reír, porque en la manera en que lo canto nos hizo a recordar a la película de Shrek, la primera, en donde burro cantaba lo mismo que Joe cuando estaban en el palacio de Dulloc. Recordarlo aun me causa reír, eso no lo puedo evitar. Joe siempre supo como hacerme reír, y no había nada que lo impidiera.
- Joe, amor… tenemos otros juegos por ir -. Le dijo Clarise como si fuera un niño, y esto hizo que riera por lo bajo. La verdad que a Joe se lo debía tratar como un niño, aunque en ocasiones era muy serio en ciertos momentos como para consolar o aportar un consejo, los cueles siempre me ayudaron.
- Sí prometen, que antes de irnos, volvemos -. Inquirió y todos asentimos, aunque más Frankie y yo; ya que éramos los más entusiasmados además de Joe, Claro.
Durante varias horas nos mantuvimos recorriendo cada lugar del parque de diversiones, en donde nos subimos a varios juegos. Pero a eso del mediodía, todos coincidimos en reunirnos en un mini restaurante que había dentro del parque y ahí almorzamos a medida que Joe daba uno de sus comentarios sobre el lugar, contando algunas anécdotas o chistes, como solo él podía contarlas.
- ¿De verdad que Nick te disfrazaste de príncipe para un acto de jardín? -. Pregunto Delta cuando Joe se le había escapado esa vez en que él y Kevin también tuvieron que disfrazarse para que Nick aceptara actuar conmigo.
- Sí, gracias Joe -. Dijo sarcástico mientras yo me reía recordando aquel agradable momento -. ______ también actuó en esa obra conmigo -. Inquirió y le dirigí una mirada de poco amigos.
- Te pregunto sí actuaste… no quienes actuaron -. Acote señalándolo con mi dedo, mientras lo miraba con mis ojos entrecerrados -. Pero sí, ambos actuamos -. Inquirí riendo como siempre, aun más cuando él me checo la lengua y yo hice lo mismo.
- Son peores que de niños -. Comento Kevin entre risas, mientras Danielle posaba su cabeza sobre su hombro. Ambos se veían tan bien como Clarise y Joe, parecía que ningún mal aquejaba a su hermosa relación y eso me ponía feliz. Pero aun así, ellos tenían sus problemas… con la diferencia de que ellos sabían como solucionarlas como Nick y yo nunca supimos como hacerlo. Aun éramos adolescentes, y al parecer no teníamos la capacidades que los demás tenían como para tener soluciones de ante mano para cada problema que se nos presentaba en nuestra relación.
- Puede ser… -. Reí por mi propio comentario mientras Frankie volvía a incorporarse y me jalaba para que hiciera lo mismo e ir a subirnos a otros juegos.
- Vamos ______, vi otro juego que esta excelente -. Explico mientras me incorporaba y dejaba lo poco que quedaba de mi almuerzo. Mientras me incorporaba sentí la mano de Sebas sobre mi antebrazo y lo mire.
- Te amo -. Susurro y le sonreí, mientras acercaba mis labios a los de él. No dude ni un segundo en besarlo, mis labios por si solo llamaban los suyos. No sabía que era lo que sucedía, pero parecía que mi corazón estaba tan convencido de que Nick ya no me amaba, que deseaba cambiar de lugar su amor.
- Te amo, también -. Murmure rozando a penas nuestros labios, y él sonrió como siempre que se lo decía. Parecía que esos “te amos” salían tan sinceros que hasta a mi me convencía. Ya parecía haber terminado mi duelo por el muerto amor de Nick, y eso me agradaba porque sentía que podía corresponderle a Sebas, y de esta manera llegar a la meta de ser amiga de Nick por fin, y que él amara a Delta sin miedo o sin preocuparse de mi sufrimiento.
Después de unos segundos mirándolo a los ojos, volví a atender a Frankie y los dos fuimos a donde él quería ir. Durante todo el día, nos dedicamos a subir a todos los juegos mientras cada tanto comprábamos algunos recuerdos, ya que ese día debía ser retratado o recordado como el día en que todos reímos sin una pisca de mentira o disimulación.
El día estaba radiante, el sol predominaba en lo más alto del cielo celeste sin ni una minuciosa nube que dijera que estaba por llover. Por lo que durante nos encontrábamos en uno de los juegos, todos pudimos admirar el hermoso atardecer en lo alto de uno de los juegos.
No podía creer lo maravilloso que era observar el atardecer, viendo como toda la ciudad se encontraba iluminada por una porción del sol, que de apoco iba apagándose dejando que apareciera la primera estrella antes de anochecer.
- Mira, la primera estrella -. Dijo Sebas señalándomela con su dedo mientras la veía destellar con poca fuerza -. Es tan hermosa como tu… -. Dijo y lo mire para después besarlo con todo mi ser. Me encantaba escuchar sus palabras y su manera de amarme, haciendo que me enredara en sus labios y en sus brazos mientras mi corazón de a poco latía por él.
- Te amo -. Dije y él me abrazó mientras bajábamos del juego y nos encaminábamos hasta donde estaban los demás, al parecer ya querían irse porque estaban esperándonos en las puertas del parque de diversiones.
- ¿Ya nos vamos? -. Pregunto Frankie desanimados, y yo me solté de Sebas para abrazarlo -. No quiero irme, todavía faltan los fuegos artificiales…
- ¡¿Qué?! -. Exclame viéndolo y la verdad que ahí estaba igual que él, no quería irme porque lo que más me encantaba de los parques de diversiones era el show de fuegos artificiales -. Claro que no nos vamos…
- ¿De verdad? -. Pregunto sonriendo Frankie y asentí, y ambos miramos a los demás que asintieron riendo.
- ¡Sí! -. Gritamos los dos entusiasmados, por lo que todos volvimos a entrar y permanecimos cerca de la entrada ya que era en el único lado del enorme lugar en donde se podía observar con admiración cada fuego artificial que explotaban en la noche estrellada.
- ¿Te gusta? -. Susurro Sebas cerca de mi oído, y dejando de observar los fuegos artificiales, lo mire a los ojos… aquellos hermosos ojos negros que me enloquecía cuando los veía, aun más cuando estos se iluminaban de los colores de los fuegos artificiales, cuyas luces se proyectaban sobre él y sobre mí.
- Sí, más estando contigo… -. Respondí besando nuevamente sus labios, para después apoyar mi cabeza sobre su pecho mientras él acariciaba mi espalda. Era tan mágico el momento, que deseaba que no terminara nunca más. Estuvimos observando todos el show de fuegos artificiales hasta que termino, solo en ese momento todos nos fuimos del lugar para dirigirnos a nuestros respectivos departamentos.
Cuando Sebas y los demás nos dejaron a Clarise y a mí en nuestro edificio, en ese momento sonó mi celular el cual atendí al ver que mis padres eran los que me estaban llamando.
- Hola, papá -. Respondí al escucharlo a él y detrás de él a mamá, quien le dictaba todo lo que me debía decir.
- Hola mi niña, ¿Cómo estas? -. Pregunto riendo ya que mi mamá lo regañaba porque quería que me dijera lo más importante.
- Bien papá, ¿Qué tienes que decirme? -. Pregunte sin rodeos ya que sentía a mi madre muy ansiosa por qué supiera la noticia.
- Es que en un mes iremos para Londres, antes de tu cumpleaños -. Dijo y me quede paralizada, ya que la noticia me hacia más feliz que miles de besos de parte de Sebastián -. ______ ¿Estas ahí, hija?
- Sí… sí, estoy acá -. Murmure sonriendo y mirando a Clarise que estaba tana ansiosa como todos por que cortara y contara lo que mis padres me estaban diciendo -. Eso me pone muy feliz… pero ¿eso quiere decir que no estarán para mi cumpleaños? -. Pregunte angustiándome por anticipado.
- No, nos quedaremos hasta entonces -. Respondió mi mamá sacándole el teléfono de las manos a mi papá -. Te amo mi niña, y te extraño demasiado…
- Yo también, mamá… los estaré esperando en un mes.
- Sí, así será. Adiós mi niña hermosa.
- Adiós mamá y papá… -. Corte mientras me abrace con fuerzas a Sebas riendo cerca de su oído -. ¡Amor, estoy feliz! -. Grite mientras él me hacia girar como cuando sonreía a causa de una buena noticia.
- ¡Ya, cuenta princesa! -. Grito Clarise mientras reía dejando de abrazar a Sebas.
- Mis padres vendrán en un mes, y se quedaran hasta mi cumpleaños -. Respondí sonriendo mientras todos me abrazaban; no había nada que me gustara más que cuando estaba feliz, recibir un abrazo de todos. Cuando recibí el ultimo abrazo, que fue de Nick, sentí una carga de felicidad que triplicaba la felicidad que me invadía por completo.
- Te quiero -. Lo escuche decir y asentí abrazándolo con más fuerzas, sin poder evitar besar su mejilla y verlo a los ojos de manera dulce, como siempre solía hacerlo con él.
- Te quiero -. Respondí y lo deje de abrazar, para después todos despedirnos, ya que era demasiado tarde y Clarise como todos debían madrugar para el día siguiente. Clarise y yo subimos por el ascensor, y cuando entramos a nuestro departamento no pudimos evitar caer en nuestras camas y dormir de cansadas que estábamos hasta la mañana siguiente.

por **Rocio_Jonas** Jue 29 Mar 2012, 3:55 pm

Capitulo doce: Aunque intente… no puedo lograr olvidarte.

“Al fin he comprendido que solo basta un beso para ver, que tan grande es el cielo, que tan pequeñas son las estrellas y que tan hermoso es el amor...”
- Víctor Sierra -

Después de tres días de haber ido con los demás al parque de diversiones, todos nos mantuvimos ocupados en nuestros respectivos deberes. Clarise y yo, estábamos hasta las manos con el tema de los trabajos prácticos y los exámenes finales de la universidad, ya que faltaba poco para terminar mi segundo año de arquitectura y Clarise, iba por su cuarto año de abogacía.
A lo que sabía de los demás era muy poco, apenas estaba al tanto del proyecto que tenía Joe con respecto a lanzar un disco solista; de que Nick aun seguía dando funciones del musical “Les Miserables”; de que Frankie estaba de vacaciones y que la pasaba la mayoría del tiempo con los Sres. Jonas o con uno de sus hermanos; y por ultimo, sabía que Kevin y Danielle estaban pensando el tema de comprometerse. Todavía no era muy seguro el tema, por lo que solo era un rumor que había entre ellos cuando Danielle nos dijo a Clarise, Delta y a mí en uno de las salidas que había tenido con ellas.
Desde que había ido al parque de diversiones, no volví a ver a Kevin, Danielle, Frankie, Nick ni mucho menos a Delta. Al único que vi fue a Joe, ya que él siempre iba a buscar a Clarise para llevarla a la universidad o a dejarla en el departamento, por lo que siempre nos chocábamos. No se quedaba mucho tiempo, excepto si Clarise lo invitaba a quedarse a cenar con nosotras, pero sino él se despedía y se volvía a su departamento.
Realmente extrañaba ver a los demás, pero a causa de la universidad no tenía tiempo, apenas tenía tiempo suficiente como para alimentarme, pero después debía de dedicarle todo el día a mis estudios. En las últimas semanas – en la universidad –, siempre daban trabajos prácticos como para obtener un porcentaje más alto como para que – los resultados de los exámenes finales – no afectaran tanto a la nota final, la cual indicaba sí se pasaba de año o no. Por esto mismo, estaba a mil con los estudios sin poder pasar un rato con Kevin, Danielle, Frankie, Joe, Denise, Paul, Nick o con Delta. A penas, sí podía estar un rato con Clarise cuando cenábamos o almorzábamos; mientras que con Sebas, ni podía dedicarle unos minutos llamándolo o mandándole mensajes, ya que esto causaba que me distrajera y perdiera el tiempo suficiente como para terminar los trabajos prácticos; gracias a Dios, Sebas comprendía ya que él también estaba en sus estudios como trabajando con su padre en la empresa.
- Esta noche voy a cenar con Joe y, con Denise y Paul -. Me decía Clarise desde su habitación, mientras yo la escuchaba a medida que le daba una mirada a todos los libros que estaban sobre la mesa de la entrada y marcaba algunas partes, la cuales las transcribía en el Word, en donde estaba haciendo el ultimo trabajo práctico que faltaba para ese mes, para después comenzar a estudiar para el examen final -. ¿Cómo me veo? -. Me pregunto y con un lápiz entre mis dedos la observe. Estaba muy hermosa con un vestido violeta que le quedaba a la perfección con su piel blanquecina y su pelo negro, el cual dejaba que resaltaran sus ojos azules. Su pelo negro estaba recogido delicadamente, mientras que dos mechas largas se encontraban a los lados de su rostro, llevando unos hermosos aretes y un hermoso colgante, mientras sus labios se encontraban pintados de un rojo pasión y el resto del maquillaje a penas si se notaba. Estaba hermosa a causa de su sencillez, y se lo hice entender con un guiño.
- Te vez perfecta -. Dije sonriendo y ella se me acerco con sus zapatos de taco alto, para después sentarse a mi lado, viéndome como si deseara que dejara esos libros y fuera con ella.
- Gracias a Dios, es tu último trabajo práctico -. Comento tomando uno de los libros para después volver a dejarlo en su lugar -. Espero que cuando llegue, estés dormida y todo -. Inquirió dirigiéndome una de sus miradas que eran aterradoras, pero que mucho efecto no causaba en mí.
- Eso espero -. Murmure cerrando mis ojos, esperando que pasara un milagro para terminar de inmediato ese trabajo práctico y poder descansar como no lo hacia durante tres día seguido.
- Realmente, esto te esta matando…
- Tampoco es para tanto, Clarise -. La interrumpí riendo, ya que era demasiado decir que el trabajo de investigación me estaba matando. Era cierto que durante tres días estuve encerrada en el departamento leyendo sin parar cada libro de arquitectura, pero solo fueron tres días y no estaba agonizando. Pero aun así, me sentía fatalmente destruida; necesitaba con urgencia descansar mis ojos y mi mente, pero todavía me faltaba la conclusión final sobre lo investigado. Mi cabeza no podía más, pero debía terminarlo para el día siguiente.
- Sí tú lo dices… -. Inquirió incorporándose mientras se dirigía nuevamente a u habitación, en donde agarro su bolso y su abrigo -. Bueno, sabes que te dejo en el refrigerador algo para que cenes -. Me indico tomando sus llaves del departamento -. Y recuerda que tienes que descansar, ¿Sí? -. Dijo besando mi frente mientras asentía -. Adiós, de seguro llegue muy tarde… así que no me esperes…
- No lo are -. La interrumpí mientras ella sonreía a medida que se dirigía a la puerta -. Suerte, y saluda a Joe, Denise y a Paul de mi parte -. Inquirí y ella asintió con su actual sonrisa.
- Así lo are, besos princesa -. Se despidió cerrando la puerta detrás de ella. Aunque estaba dentro del departamento, podía llegar oír las taconeadas que causaba ella al caminar.
Dejando un segundo el trabajo práctico y los libros, me estire a medida que apoyaba mi espalda contra el respaldo de la silla. Di un profundo suspiro mientras descansaba mis ojos por unos segundos, ya que la necesidad de acabar cuanto antes el trabajo de investigación era tan necesario hasta tal punto que me empecine a terminarlo en media hora.
Con mi mente sumida en el trabajo práctico, comencé por escribir la conclusión final del trabajo final, cuyo punto era muy importante para que el trabajo de investigación fuera considerado excelente. Cuando releí la conclusión, estaba satisfecha como estaba por lo que guarde el trabajo y lo comencé a imprimir. Una vez terminado, guarde los libros y la notebook, dejando la mesa de entrada vacía.
Todo estaba en pleno silencio y solitario, causando que sintiera una soledad que me hacia sentir triste. No quería estar sola, pero ya era medianoche como para conseguir una compañía. Sin poder consolidar el sueño, me levante de mi cama y envolviendo mi cuerpo en mi bata blanca, me dirigí hasta la cocina en donde empecé a preparar un café mientras prendía el reproductor de música y escuchaba mis canciones favoritas.
Cuando empezó a reproducirse la música, escuche que comenzaba a llover. Sin estar segura de ello, salí de la cocina entrando a mi habitación en donde – por la ventana de esta – vi que estaba lloviendo con todo. Sin dudarlo pensé que Clarise no iría al departamento y que se quedaría en el departamento de Joe, ya que la tormenta estaba azotando nuevamente a la ciudad de Londres.
Mientras veía la lluvia caer y chocar contra los edificios de Londres, recordé sin evitar cuando me había quedado en el departamento de Nick. Con una mano sobre mi pecho, me senté al borde de mi cama mientras en mi mente recordaba cada segundo que pase en ese lugar. Sentí como mi cuerpo volvía experimentar cuando Nick me había besado. Era inevitable, aunque lo deseara con el alma no podía olvidarlo. Él era mi felicidad, y como tal no podía echarlo de mi corazón. Era un amor que se convirtió en parte de mi corazón, siendo imposible que lo olvidara.
Varias veces intente olvidarlo creyendo que estaba comenzando a amar a Sebas, pero no era así; en esa vez me di cuenta de que solo quería creer en eso, pero no podía. Cada célula de mi cuerpo decía que amaba con la vida a Nick, y que él también lo sentía así. Nada me daba una explicación del por qué él me había besado o del por qué él me había dicho que no era capaz de controlar el impulso de besarnos, si según él no me amaba más. Nada de lo que él me había dicho encajaba con ese último suceso, y esto me confundía más de lo que podía creer.
Comenzando por llorar, sentí el sabor salado de estas que se colaba en mis labios. Deseaba no volver a llorar, pero no podía. Todo lo de mí quería tenerlo a mi lado, y así no sentir esa intensa soledad que me destruía día a día; ni estando con Sebas podía quitarme esa soledad, y era porque mi corazón no quería esa compañía.
Mi corazón estaba volviendo a regenerarse y con esto, volvía a creer que Nick me amaba. Una vez más estaba luchando contra mi corazón, pero este tenía más pruebas que yo como para confirmar que Nick seguía amándome; y yo podía aceptarlo, pero no entendía como pudo estar por tres años sin mí. No cabía en mi cabeza, pero de todos modos mi corazón no buscaba una explicación de los hechos de Nick, tan solo le importaba lo que Nick sentía por mí.
Cerrando con fuerzas mis ojos, intente relajarme y parar de llorar. Cuando ya no escuchaba mis sollozos, volví a abrir mis ojos y en ese mismo instante, escuche que alguien tocaba la puerta del departamento.
Secando las huellas de mis lágrimas, me incorpore y me dirigí hasta la puerta del departamento. Con la perilla entre mi mano, abrí la puerta mientras mis ojos miraban el suelo. Viendo las zapatillas negras comencé a levantar la mirada, observando que los jeans de la persona que estaba enfrente de mí estaban empapados y así la campera deportiva que estaba abierta, viendo que la remera blanca también estaba empapada y en ese momento observe su collar que lo identificaba como diabético. Viendo directamente a sus ojos, sentí como mi corazón latía a mil por hora. No podía creer que mi gran deseo de que él estuviera a mi lado, se hiciera realidad. Estaba todo mojado y parecía algo agitado. Mis ojos se inundaron de lágrimas y sin pensarlo dos veces lo abracé con fuerzas; no me importo mojarme, solo quería sentir que lo que veían mis ojos eran cierto. Ya no podía más, no podía seguir fingiendo de que lo estaba olvidando. No era así, jamás podría olvidarlo y amar a otra persona que no fuera él; y aunque esto me mataba por dentro, era la verdad. Yo lo amaba más que nada en el mundo.
- _______... -. Murmuro y me separe de él para verlo a los ojos, los cuales estaban mojados y húmedos, aunque no estaba segura de sí eran por sus lágrimas o por las gotas que caían de su pelo corto -. Tengo frío…
- Entiendo… -. Susurre con mi voz que se quebraba a medida que intentaba decir algo. Sin poder articular ni una palabra, me hice a un lado y él entro. Mientras él estaba cerca del aire acondicionador el cual calentaba todo el ambiente, yo entre al baño en donde saque una toalla para después dársela e irme nuevamente a la cocina, en donde saque dos tazas y serví el café. Sabía que a él no le gustaba el café, pero lo único que tenía en el departamento.
- Toma, esto te calentara -. Susurre entregándole la taza de café mientras él se apoyaba en el marco de la puerta de la cocina. Sintiéndome como una tonta, tome mi taza de café y me senté dándole la espalda. No podía mirarlo a los ojos, no después de saber que él no estaba ahí por mí… sino porque necesitaba refugiarse; aunque, sinceramente, no entendía que hacia él caminando a esas horas bajo la lluvia sin un paraguas.
- Gracias, _____ -. Dijo dejando la taza de café vació enfrente de mí, mientras que mi mirada recorría su brazo hasta sus ojos -. Lamento estar aquí a estas horas…
- No te preocupes, no tenía sueño… -. Lo interrumpí volviendo a ver mi café, el cual estaba intacto. Cerrando con fuerzas mis ojos le di un sorbo al café, mientras sentía que Nick se paro a mi lado. Cuando su mano comenzó a acariciar mi mejilla volví a abrir mis ojos y él, con su dedo índice hizo que girara mi rostro para verlo a los ojos.
- Yo tampoco tenía sueño… -. Murmuro acercando su rostro hacia el mío. No podía creerlo, él estaba haciendo lo mismo que la otra vez. Esta vez no podía caer en esa trampa, en ese momento no iba a soportar escuchar un: “esto no es correcto”; por lo que me incorpore y me dirigí hasta el comedor, en donde la luz no estaba prendida haciendo que apenas se iluminara por las luces de la cocina y de mi habitación. Él me siguió y me tomo de la muñeca, haciendo que girara y estuviera frente a él.
- No quiero que suceda lo mismo que hace semanas, Nick -. Inquirí pero antes de que prosiguiera, él poso su dedo índice sobre mis labios y poco a poco comenzó a acercarse a mi boca. Tragando saliva, intentaba no aceptar sus labios dando pasos torpes hacia atrás, aunque él me guiaba hasta acorralarme en la pared. ¡Rayo!, estaba acorralada y no había manera de no aceptarlo, ya que había vuelto a perder la movilidad de mi cuerpo. Nada podía ser peor, aunque realmente me equivoque.
- Aunque intente… no puedo lograr olvidarte, _____ -. Murmuro rozando mis labios, mientras su mirada de sus ojos cafés me miraba sin pestañear a los ojos y después descendían hasta mis labios. Ya no podía decir ni alejarlo de mí, mis labios llamaban a gritos los suyos. Parecía que él sabía de mis deseos, ya que sonrió levemente.
Odiaba que él supiera de mi debilidad por sus besos; siempre – desde que él me había dejado – me había repetido miles de veces que no sería débil ante él cuando lo estuviera enfrente de mí; pero que rayos, ni siquiera podía cumplir mis propias promesas. Estaba ahí, enfrente de él y rendida a sus pies, sin poder gritarle o reprocharle que él me había dejado y que no podía perdonarlo, pero algo no dejaba que dijera tales cosas. Yo sabía que había una razón del por qué me dejo, y por esto mismo no podía decirle nada.
Sus labios comenzaron a besarme, sintiendo nuevamente esa agradable sensación de sobredosis de felicidad. Nada podía interrumpir aquel beso, el cual era tan desesperado que ninguno de los dos le importo que nos faltara el aire, o el hecho de que ese simple beso lastimaría a dos grandes personas. Nuestros sentimientos eran más fuertes que todo lo que nos rodeaba. En nuestras mente solo estaba la necesidad de seguir aquel beso, el cual parecía eterno y tan hermoso, que sentía esas cosquillas en mi estomago mientras estos se expandían por todo mi cuerpo. No podía creer lo que sus besos causaban en mí, jamás hubiese besado de esa manera a Sebastián, y era porque mis labios solamente querían los labios de Nick.
- ______...
- No lo digas… no sí dirás que esto es un error -. Lo interrumpí y entre la oscuridad vi sus lágrimas, las cuales rodeaban de a poco sus suaves mejillas.
- No… solo quiero decir que… te necesito más que nada -. Solo bastaba escuchar eso como para ser yo la que lo besaba. Él no hizo nada más que dejar de posar sus manos sobre la pared como para rodear mi cintura y yo su cuello, aumentando ese beso que parecía nunca acabar. Sentía que nuestros rostros estaban empapados de lágrimas, pero no me importo porque sabía que ambos estábamos derramando ese dolor que habíamos sentido por estar tres años separados.
Nuestros ojos permanecieron cerrados mientras nuestros labios se fundían en aquel beso que no tenía fin, aunque eso no significa que no nos separamos. Sí lo hicimos, pero porque alguien más lo hizo por nosotros.
Estábamos realmente ciegos, y jamás hubiese creído que lastimaría a la persona que solamente quiso de todas las maneras, curar mis heridas.
- ______... -. Escuche su voz detrás de mi espalda, dejando de besar a Nick cuando simplemente sentí su presencia y su mirada clavada en nosotros. En ese momento me sentí la peor porquería en el mundo; había lastimado a la persona que menos necesitaba ser lastimada por mí. No tuve valor para verlo a los ojos ni para hablarle. Él tampoco dijo más, tan solo corrió su rostro y se fue cerrando la puerta en un portazo.
- ¿Qué hice? -. Me pregunte mientras me separaba de Nick y me sentaba en la silla de la mesada de la entrada, mientras resguardaba mi rostro en mis manos, sintiendo como mis lágrimas comenzaban a derramarse de rabia y dolor, porque sabía que Sebastián no tenía del por qué ver tal cosa. Bastaba con decirle que yo no podía amarlo y que lo nuestro acababa en ese momento; pero las vueltas de mi vida, estaban empecinadas en que fuera responsable del dolor de Sebastián.
- Perdóname…
- Esta es mi culpa, Nick -. Dije viéndolo a los ojos -. Solo mía, porque hubiera evitado esto… sí hubiera sido sincera conmigo misma -. Dije estando en lo cierto; si hubiera dicho en un primer momento que amaba a Nick y que nunca llegaría a olvidarlo, jamás hubiera aceptado a Sebastián y así ese momento no lo hubiera afectado de tal manera.
Durante el resto de la noche, Nick se quedo a mi lado pero sin decir ni hacer nada más que acariciar mi espalda como consuelo. Solo recuerdo que me dormí en su hombro con un dolor de cabeza, que hasta en los sueños lo sentía así de intenso.

por **Rocio_Jonas** Jue 29 Mar 2012, 4:00 pm

Se que les prometí un maratón de cinco capítulos seguidos, pero no pude terminar el quinto capitulo, el cual esta en proceso u.u por lo que decidí darles cuatro caps seguidos ya que fueron muchos días que no subo u.u y eso me dolía mucgo, espero que no se molesten n.n y que disfruten los cuatros caps, ahora intentare terminar el siguiente :)
LAS AMO!!!!!! Orne, ves que me llegaron tus mensajes?! son hermosos n.n gracias por ser una de mis lectoras, te quiero mucho al igual que todas ustedes.
Deseanme suerte para terminar el siguiente y todos los otro :D
falta poco :$ como para que llegue el momento uy! se me escapa algunas cosas por lo que las dejo antes de contarles el final xD
Las amo mucho!! son las mejores n.n
:hug:

por **Belencita** Jue 29 Mar 2012, 5:43 pm

Lindos y extraños capitulos ...

el ultimo me dejo para dentro hahaha momento especial de declaraciones transformado en un mal momento va a quedar la ......

xoxo

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