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Good Girls.
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Re: Good Girls.
capítulo 002.
ada rossini ; kurt becher ; connor loughty. | knee socks.
En ese auto hace frío. No era que yo todavía no me hubiera acostumbrado a la temperatura del auto de Liam; pero hace frío. Y yo había hecho pucheros, actos de histeria, escenas y escenas de disconformidad, pero su termostato no sube de dieciocho grados. Así que hace unos meses, cada vez que me pasa a buscar para llevarme a la Universidad, además de llevar una manta polar, abrazo el frío. Me cala hasta los intestinos, pero es mi principio de adaptación. Siempre me acomodo, siempre estoy bien.
No hay muchas maneras de empezar un año de estudios; y básicamente se resumen en dos: bien, o mal. Y yo soy una persona ordenada, cumplida, responsable, tranquila. Yo me amoldo a la situación; yo no empienzo mal las clases. Nunca. Y puesto que mi primer año de criminología me había tratado bastante bien, planeo seguir con esa racha.
Liam me abre la puerta del auto y me da un rápido beso en la mejilla. Le sonrío, cómplice, y me despido de él, dirigiéndome a la entrada de la Universidad. Suficiente contacto hacia la especie femenina para mi novio. Llevamos un año y dos meses fingiendo que salimos, y yo vuelvo a estar segura de que las opiniones populares se dividen en dos: o nos vamos a casar, o es todo actuación. Siempre separando las cosas en dos, sí.
Alentando el orden, y creyendo servir de ejemplo para cualquiera aparte de esa escoba que quisiera mirarme; me acerco a la oficina principal. Todos los años ponen a las clases en sitios distintos, y yo necesito llenar mi formulario y recibir mi horario de los próximos nueve meses. Seguro hay algún consejero de turno, que se encargue de esos asuntos.
—Hola, ¿puedo ayudarte en algo?
Sí, hay un consejero de turno. Tiene unos ojos marrones tan apacibles que me transmiten paz instantáneamente. Es media cabeza más alto que yo, tiene cabello castaño oscuro y una tez bronceada, pero inmaculada. Está usando una camisa blanca y un pantalón negro. Seguramente estudia Derecho, sólo ellos se visten de esa forma.
—Eh, sí, soy Ada... Rossini, hola. Quería buscar mi horario y, y eso.
—Claro. Yo soy Connor. Un gusto, Ada—me da la sonrisa más grande que he visto en mi vida, demasiado grande para su cara y para la de cualquiera. Con un gesto, se sienta en un escritorio de madera oscura y comienza a buscar unos papeles que encuentra diecisiete segundos después. Me tiende una hoja impresa que reza “Formulario de Inscripción”. Nombre, edad, dirección, número de teléfono, año cursante, carrera, taller opcional e idioma. Seguramente soy la única idiota en toda la Universidad que lo hace, pero a mí me gusta porque me hace sentir que es real. —Criminología, ¿no? Debe ser fuerte.
Ya le había entregado el formulario, y él lo lee con curiosidad. ¿Me siento incómoda? Estoy hace seis minutos en la oficina de Connor y no, me siento bien. Hacer amigos accidentalmente podría ser mi nuevo sexto sentido. Pero no tres minutos antes de comenzar las clases. Me acomodo el cabello un poco.
—Es más fácil de lo que parece—no, no lo es—. ¿Tú estudias Leyes, no es así?
—¿Cómo lo sabes?—se muestra impresionado. Señalo su atuendo y ríe entre dientes—. Oh, ahora hay un estereotipo sobre la vestimenta de los abogados. ¿Hay que ir a Derecho para vestirse bien?
—En esta Universidad, lo más fiable son los estereotipos—apunto, con una sonrisa.
—¿Y tú, detective? ¿Dónde perdiste la lupa?—me sonríe de vuelta, haciéndome rodar los ojos. Yo no soy una chica de clichés, en verdad. O eso me parece a mí. Pero le doy un golpe a mi bolso, haciendo que mi lupa suene, y le guiño un ojo.
—Pero deberíamos dejar ésto ahora, que ya son las ocho en punto y...—el timbre que marca el inicio de las clases me interrumpe.
Para reforzar mi punto, señalo con mi cabeza hacia el pasillo central; que yo esperaba que se encontrara indudablemente abarrotado de alumnos corriendo hacia las clases. Já. Están todos dispersos en el pasillo y en la entranda, conversando sobre lo mucho que bebieron en el verano. Connor me mira con diversión, y con seguridad iba a hacer un comentario sobre la urgencia de ir volando a las aulas, pero un ruido estridente lo detiene, ahora a él.
En la entrada de la institución estaciona la moto más grande que había visto en mi vida. Me parece excesiva, ostentosa, de mal gusto. Las motos en general me dan malas vibras. De todos modos, lo peor son las personas sobre ella. El chico que maneja tiene tatuajes en vez de piel. Fibroso, pálido, tiene un jean oscuro y una campera de cuero. Y nada más. No usa remera. Se la abotona con aires de grandeza mientras la chica que iba atrás deja de sujetarse a él; con las manos quizás demasiado abajo. Ella tiene el pelo suelto, tez bronceada, y un pequeño short negro. Está usando otra campera de cuero bastante suelta para ella; probablemente del chico.
Bajan de la moto únicamente para que él se apoye en esa gigante bicicleta, y ella se acerque a besarlo. Cinco minutos después, cuando vuelvo a verlos, siguen ahí. Supongo que así marcan territorio los felinos.
—Kurt y Alaia, la pareja más peligrosa de la Universidad—suspira Connor, sarcástico—. Es su rutina. A veces pienso que vienen solamente para eso, sabes. Pero bueno, no es nuestro asunto. Aquí está tu horario, Ada, cuando tengas una duda siéntete libre de mandarme un mensaje—me entrega un papelito doblado a la mitad. Adentro está el horario, y un número de teléfono—. Te... te dejé mi número, por eso—se rasca la nuca, sonriendo y mirando el suelo.
Asiento, hinchada de felicidad, y prometiéndole que lo haría, me marcho a mi primera clase. Biología. Es lo único que no me gusta de todo el programa; pero entiendo que la anatomía humana es necesaria en una carrera como la mía.
Estaba intentando pensar en lo fácil que había resultado hablar con Connor, pero me hace ruido, todavía, la imagen de Kurt y... ¿Alada? ¿Alaya? Alaia. Creo conocer al tipo de persona que son ellos dos; en la secundaria había muchos idiotas así. Yo, precisamente, no me llevaba bien con ellos. Era la única gente a la que en verdad no intentaba caerle bien. Y evitando todavía más que me concentre en la clase con mayor dificultad para mí, algo parecido a una estampida corroe los pasillos. Risas, aullidos, sonidos parecidos a besos, una pequeña fiesta móvil. Idiotas. Reconozco a lo lejos la voz de Alexander Doyle, y me baja la presión al darme cuenta de que si está él, posiblemente esté...
—Alaia, nena, ¿no es ésta tu clase?
Maldición. La pandilla de neuronas alcohólicas se detiene en la puerta de nuestra aula, y todos los que estamos en ella paramos nuestras cosas para mirar qué sucede. Yo, por mi parte, intento no hacerlo. Pero.
Alaia asiente, resignada, y busca los labios de Kurt para despedirse de su novio, pero él está muy ocupado mirando y examinando el lugar. Me encuentro intimidada, enojada, con un nudo en el estómago y mucha curiosidad. No había que caer en la trampa de las películas e irse a esconder cuando pasan chicos así; pero algo de lógica había en voltear la cabeza e ignorar todo. Yo me doy cuenta tarde. La mirada cazadora de Kurt se clava en mí, del mismo modo en el que lo hubiera hecho una navaja. Le pasa instintivamente un brazo por los hombros a su novia, sin dejar de mirarme. Yo tomo apuntes.
—Chicos, me parece que ésta es mi clase también—él, tan tranquilo, se despide de sus amigos, y junto con Alaia, que está encantada de que su novio se quede con ella, ingresan al aula. Kurt le guiña un ojo a la profesora, que parece a punto de desmayarse, y ocupan asiento en los únicos lugares disponibles: al fondo del salón, al lado mío.
—Creía que los ratoncitos se sentaban en primera fila—comenta Alaia, con veneno gratuito, dejando que Kurt se siente al lado mío, y ella a su lado, entrelazando sus dedos con los de él.
Supongo que es extraño sentirme más tranquila con ésta ubicación. Pero en el mundo moderno, y pensando en las lecciones éticas y morales que nos enseñaron; es más probable que me lastime una mujer de ese tipo, que un hombre de ese tipo. Pero ya era hora de salir del modo nena-de-cinco-años-asustada en el que me había situado desde que llegaron. Yo si iba a ser conocida por algo en la Universidad, sería por no dejarme intimidar por los leones. Debería fundar una organización llamada Ovejas Valientes. Ya no tengo quince años.
—Ya ves que no—comento, sin mirarla. Y ahí se termina el contacto.
Los ojos pálidos de Kurt me insistían desde hace cinco minutos, y yo no pensaba hacerle caso. Asumo que no estaba acostumbrado a que su grandeza y ego fueran ignorados. Me pasa una mano por la pierna, poniéndome la piel de gallina, y recordándome que seguía encontrándome bastante incómoda. Me aparto al momento, quizás demasiado bruscamente, y mi rodilla choca contra el metal del banco. Él se ríe. Yo lo odio.
—¿Por qué no me explicas de qué se trata la clase, muñeca?
—No me llamo muñeca. Y no creo que te interese.
—Quizás tú podrías hacer que me interese.
A esta altura del partido, me encuentro sofocada y con muchas ganas de haberme sentado en la primera fila. Porque, oh Dios, es lindo. Muy lindo. Pero todo lo que tiene de imbécil aplaca cualquier atracción que puedo llegar a sentir por él. Además, la expresión de Alaia cambia de tengo-todo-bajo-control a por-qué-mi-novio-te-dice-esas-cosas. La máscara de chica tranquila y confiada que usa cuando está con Kurt se le cae unos centímetros. Prefiero desviar mis ojos hacia ella, evitando al idiota a toda costa. Ella también se ríe nerviosamente de lo que quiso catalogar como un chiste de Kurt y le pasa un brazo por la cintura, intentando llamar su atención. Él suspira inaudible e invisiblemente para Alaia, me guiña el ojo (que empezaré a considerar como su sello personal) y se voltea en dirección a ella. Los brazos en el cuello, risitas, y comienzan a besarse.
Me siento intranquila al contemplarlos. Quiero irme, quiero irme, quiero irme quiero irme quiero irme ya. Mi celular vibra, sobresaltándome. Es de un número desconocido, que durante tres segundos me da escalofríos hasta que veo que coincide con el número escrito en mi horario. Connor.
• ¿Disfrutando Biología?
Hasta ahora sólo puedo pensar en mis ganas de salir corriendo, y en lo mal que me caen los dos estúpidos pandilleros sentados al lado mío. Y puede sonar excesivamente melodramático y entiendo si ponen los ojos en blanco al leerme, pero vamos. Si hay algo que me saca la paz interior es que alguien crea estar por encima de las reglas. Yo vivo a base de reglas y orden. Y ellos, sobretodo Kurt, se sienten dioses, lo puedo ver.
Yo siempre había estado súper dispuesta a bajar de las nubes a patadas a la gente. No me molestaba y normalmente me traía problemas; pero, ¿no era un acto de honor, valentía y defensa propia? Bueno, ahora no puedo. No puedo y me frustra. No puedo porque sería empezar mal el año; porque sería dar tres enormes pasos atrás; porque no quería que la violencia me definiera.
• Más que nunca. ¿Dónde estás?
• Historia. Podría ser peor. ¿Quieres hacer algo esta noche?
Me hace bien hablar con Connor, antes y sobretodo ahora, ya que había descartado el sistema respiratorio para distraerme del momento más incómodo que pasé en mucho tiempo. Es evidente que mi sociable sexto sentido no se aplica con todas las personas.
—¿Liam sabe que hablas con desconocidos?—lo dice en un tono tan sárcastico, tan bien manejado que si yo fuera estúpida me plantearía si lo dijo en serio o no. Él seguro es del grupo de los que cree (sabe) que es todo actuación.
—¿Por qué no vuelves a babear a Alaia y me dejas en paz?
—¿Por qué? ¿Te gusta?
Y así transcurren los veinte minutos más insoportables que se puedan imaginar. En el medio de ellos, le intento contestar el mensaje a Connor, varias veces, en las que Kurt me interrumpe. Me quita el celular, mueve mi mano cuando escribo, bastantes cosas de descerebrado inmaduro. Hasta que mis nervios estallan, guardo mi celular; y una vez más, me salva la campana antes de tener un accidente cerebrovascular.
Tiro mis cosas en mi bolso y antes de salir volando, una mano que empiezo a odiar me detiente. Basta. No te soporto.
—¿Qué quieres?—chillo, presa de la histeria. Kurt alza sus dos brazos y me enseña las palmas de sus manos. "Yo no hice nada".
—Va a haber una fiesta esta noche. Deberías venir. Si quieres me das tu número y...
Estoy estupefacta. No sé si se le olvida, no le importa, o algo, pero está su novia sentada en el banco de atrás, escuchando. Mi lástima por ella aumenta a medida que mi simpatía por él resbala precipitadamente.
—Probablemente tu interpretación del cliché de chico malo de los libros y películas haya funcionado con todas las chicas con las que lo hayas intentado. Conmigo no va a pasar, porque no me gustan esos libros, ni esas películas, ni nada relacionado a nosotras cayendo a la trampa de ustedes. No quiero verte, no quiero escucharte y si fuera posible que te retiraras de la Universidad, también me gustaría. Así que no, no quiero ir a ninguna fiesta en la que estés cerca. Ya tengo planes.
Me doy cuenta de que me sobrepasé justo luego de haber terminado de decir todo. Kurt me escucha, con una sonrisa incluso más engreída que antes. Se pasa la lengua por los labios, mientras espero a que responda. Y ahí está el error. Debería haberme ido antes. Pero mi parlamento parecía tan bueno, redundante, efectivo...
—Estás actuando como la chica de los libros.
Si escucharon una explosión, fue mi paciencia.
••
Mi mamá intentó arreglarme para la ocasión. Solamente accedo a ponerme el vestido que me recomendó, pero me encuentro totalmente determinada a no maquillarme más de lo usual. Connor no me parece de esa clase de chicos, pero algunos suelen creer que toda esa producción va para ellos. Bueno, aunque tuvieran razón, no me gusta dejar que piensen eso.
—Además, má, tengo a Liam.
—¿Hasta cuándo vas a seguir con eso?—suspira, cansada. Le había comentado sobre todo, pero ella no estaba de acuerdo en que eso me impidiera seguir saliendo con chicos.
—No es mi culpa; y planeo esperar a que él esté listo. Connor es un chico con el que vamos a ser amigos. ¿Sí?
Y esa es mi idea. La verdad es que ayudar a Liam me ayuda a mí a poder no estar con chicos. No, yo no soy otra homosexual encubierta; pero no estoy en el grupo de gente que tiene una pareja en la Universidad. Poniendo prioridades críticas: título, trabajo, casa, novio. Pero al ver lo lindo que estaba Connor parado en la puerta de mi casa, quise rearmar la lista. Por dos segundos. Luego desaparece la adolescente histérica que tanto me gusta controlar.
Mi mamá saluda frenéticamente a Connor, que parece encantado, y le ofrece pasar a tomar algo. No, gracias, vamos con el tiempo justo. Sí, má, te voy a mandar mensajes. De acuerdo, cuídense. ¿Les tomo una foto? Adiós, mamá.
—Agh, lo siento. Verme interactuando con seres humanos la sobresalta—río un poco, una vez dentro de su auto. Me ve refregarme los brazos y apaga el aire acondicionado. Wow.
—No te preocupes, me pareció lindo.
—Solamente a ti. ¿A dónde vamos?—estiro mi cuello para ver el camino.
—Hay una fiesta...
—¡No!
—¿Eh?
—Digo que... no me siento con ánimo de fiestas, sabes. ¿Una película?
Y vimos una película. Elegimos la que peor sonaba. "El tractorista insolado" resulta ser la peor película que vi en mi vida. Fuimos los únicos en toda la sala, así que reímos, lloramos de la risa, reímos y seguimos llorando. En el medio de la película, le conté dramáticamente lo que me había pasado en Biología. Me aconsejó no involucrarme y conseguir autocontrol.
Me deja en mi casa cuatro horas después. Me bajo, asegurándole que no la había pasado tan bien en mucho tiempo y que era bueno haber encontrado un amigo como él.
Soy Ada Conclusiones Apresuradas, por segunda vez en el día.
No hay muchas maneras de empezar un año de estudios; y básicamente se resumen en dos: bien, o mal. Y yo soy una persona ordenada, cumplida, responsable, tranquila. Yo me amoldo a la situación; yo no empienzo mal las clases. Nunca. Y puesto que mi primer año de criminología me había tratado bastante bien, planeo seguir con esa racha.
Liam me abre la puerta del auto y me da un rápido beso en la mejilla. Le sonrío, cómplice, y me despido de él, dirigiéndome a la entrada de la Universidad. Suficiente contacto hacia la especie femenina para mi novio. Llevamos un año y dos meses fingiendo que salimos, y yo vuelvo a estar segura de que las opiniones populares se dividen en dos: o nos vamos a casar, o es todo actuación. Siempre separando las cosas en dos, sí.
Alentando el orden, y creyendo servir de ejemplo para cualquiera aparte de esa escoba que quisiera mirarme; me acerco a la oficina principal. Todos los años ponen a las clases en sitios distintos, y yo necesito llenar mi formulario y recibir mi horario de los próximos nueve meses. Seguro hay algún consejero de turno, que se encargue de esos asuntos.
—Hola, ¿puedo ayudarte en algo?
Sí, hay un consejero de turno. Tiene unos ojos marrones tan apacibles que me transmiten paz instantáneamente. Es media cabeza más alto que yo, tiene cabello castaño oscuro y una tez bronceada, pero inmaculada. Está usando una camisa blanca y un pantalón negro. Seguramente estudia Derecho, sólo ellos se visten de esa forma.
—Eh, sí, soy Ada... Rossini, hola. Quería buscar mi horario y, y eso.
—Claro. Yo soy Connor. Un gusto, Ada—me da la sonrisa más grande que he visto en mi vida, demasiado grande para su cara y para la de cualquiera. Con un gesto, se sienta en un escritorio de madera oscura y comienza a buscar unos papeles que encuentra diecisiete segundos después. Me tiende una hoja impresa que reza “Formulario de Inscripción”. Nombre, edad, dirección, número de teléfono, año cursante, carrera, taller opcional e idioma. Seguramente soy la única idiota en toda la Universidad que lo hace, pero a mí me gusta porque me hace sentir que es real. —Criminología, ¿no? Debe ser fuerte.
Ya le había entregado el formulario, y él lo lee con curiosidad. ¿Me siento incómoda? Estoy hace seis minutos en la oficina de Connor y no, me siento bien. Hacer amigos accidentalmente podría ser mi nuevo sexto sentido. Pero no tres minutos antes de comenzar las clases. Me acomodo el cabello un poco.
—Es más fácil de lo que parece—no, no lo es—. ¿Tú estudias Leyes, no es así?
—¿Cómo lo sabes?—se muestra impresionado. Señalo su atuendo y ríe entre dientes—. Oh, ahora hay un estereotipo sobre la vestimenta de los abogados. ¿Hay que ir a Derecho para vestirse bien?
—En esta Universidad, lo más fiable son los estereotipos—apunto, con una sonrisa.
—¿Y tú, detective? ¿Dónde perdiste la lupa?—me sonríe de vuelta, haciéndome rodar los ojos. Yo no soy una chica de clichés, en verdad. O eso me parece a mí. Pero le doy un golpe a mi bolso, haciendo que mi lupa suene, y le guiño un ojo.
—Pero deberíamos dejar ésto ahora, que ya son las ocho en punto y...—el timbre que marca el inicio de las clases me interrumpe.
Para reforzar mi punto, señalo con mi cabeza hacia el pasillo central; que yo esperaba que se encontrara indudablemente abarrotado de alumnos corriendo hacia las clases. Já. Están todos dispersos en el pasillo y en la entranda, conversando sobre lo mucho que bebieron en el verano. Connor me mira con diversión, y con seguridad iba a hacer un comentario sobre la urgencia de ir volando a las aulas, pero un ruido estridente lo detiene, ahora a él.
En la entrada de la institución estaciona la moto más grande que había visto en mi vida. Me parece excesiva, ostentosa, de mal gusto. Las motos en general me dan malas vibras. De todos modos, lo peor son las personas sobre ella. El chico que maneja tiene tatuajes en vez de piel. Fibroso, pálido, tiene un jean oscuro y una campera de cuero. Y nada más. No usa remera. Se la abotona con aires de grandeza mientras la chica que iba atrás deja de sujetarse a él; con las manos quizás demasiado abajo. Ella tiene el pelo suelto, tez bronceada, y un pequeño short negro. Está usando otra campera de cuero bastante suelta para ella; probablemente del chico.
Bajan de la moto únicamente para que él se apoye en esa gigante bicicleta, y ella se acerque a besarlo. Cinco minutos después, cuando vuelvo a verlos, siguen ahí. Supongo que así marcan territorio los felinos.
—Kurt y Alaia, la pareja más peligrosa de la Universidad—suspira Connor, sarcástico—. Es su rutina. A veces pienso que vienen solamente para eso, sabes. Pero bueno, no es nuestro asunto. Aquí está tu horario, Ada, cuando tengas una duda siéntete libre de mandarme un mensaje—me entrega un papelito doblado a la mitad. Adentro está el horario, y un número de teléfono—. Te... te dejé mi número, por eso—se rasca la nuca, sonriendo y mirando el suelo.
Asiento, hinchada de felicidad, y prometiéndole que lo haría, me marcho a mi primera clase. Biología. Es lo único que no me gusta de todo el programa; pero entiendo que la anatomía humana es necesaria en una carrera como la mía.
Estaba intentando pensar en lo fácil que había resultado hablar con Connor, pero me hace ruido, todavía, la imagen de Kurt y... ¿Alada? ¿Alaya? Alaia. Creo conocer al tipo de persona que son ellos dos; en la secundaria había muchos idiotas así. Yo, precisamente, no me llevaba bien con ellos. Era la única gente a la que en verdad no intentaba caerle bien. Y evitando todavía más que me concentre en la clase con mayor dificultad para mí, algo parecido a una estampida corroe los pasillos. Risas, aullidos, sonidos parecidos a besos, una pequeña fiesta móvil. Idiotas. Reconozco a lo lejos la voz de Alexander Doyle, y me baja la presión al darme cuenta de que si está él, posiblemente esté...
—Alaia, nena, ¿no es ésta tu clase?
Maldición. La pandilla de neuronas alcohólicas se detiene en la puerta de nuestra aula, y todos los que estamos en ella paramos nuestras cosas para mirar qué sucede. Yo, por mi parte, intento no hacerlo. Pero.
Alaia asiente, resignada, y busca los labios de Kurt para despedirse de su novio, pero él está muy ocupado mirando y examinando el lugar. Me encuentro intimidada, enojada, con un nudo en el estómago y mucha curiosidad. No había que caer en la trampa de las películas e irse a esconder cuando pasan chicos así; pero algo de lógica había en voltear la cabeza e ignorar todo. Yo me doy cuenta tarde. La mirada cazadora de Kurt se clava en mí, del mismo modo en el que lo hubiera hecho una navaja. Le pasa instintivamente un brazo por los hombros a su novia, sin dejar de mirarme. Yo tomo apuntes.
—Chicos, me parece que ésta es mi clase también—él, tan tranquilo, se despide de sus amigos, y junto con Alaia, que está encantada de que su novio se quede con ella, ingresan al aula. Kurt le guiña un ojo a la profesora, que parece a punto de desmayarse, y ocupan asiento en los únicos lugares disponibles: al fondo del salón, al lado mío.
—Creía que los ratoncitos se sentaban en primera fila—comenta Alaia, con veneno gratuito, dejando que Kurt se siente al lado mío, y ella a su lado, entrelazando sus dedos con los de él.
Supongo que es extraño sentirme más tranquila con ésta ubicación. Pero en el mundo moderno, y pensando en las lecciones éticas y morales que nos enseñaron; es más probable que me lastime una mujer de ese tipo, que un hombre de ese tipo. Pero ya era hora de salir del modo nena-de-cinco-años-asustada en el que me había situado desde que llegaron. Yo si iba a ser conocida por algo en la Universidad, sería por no dejarme intimidar por los leones. Debería fundar una organización llamada Ovejas Valientes. Ya no tengo quince años.
—Ya ves que no—comento, sin mirarla. Y ahí se termina el contacto.
Los ojos pálidos de Kurt me insistían desde hace cinco minutos, y yo no pensaba hacerle caso. Asumo que no estaba acostumbrado a que su grandeza y ego fueran ignorados. Me pasa una mano por la pierna, poniéndome la piel de gallina, y recordándome que seguía encontrándome bastante incómoda. Me aparto al momento, quizás demasiado bruscamente, y mi rodilla choca contra el metal del banco. Él se ríe. Yo lo odio.
—¿Por qué no me explicas de qué se trata la clase, muñeca?
—No me llamo muñeca. Y no creo que te interese.
—Quizás tú podrías hacer que me interese.
A esta altura del partido, me encuentro sofocada y con muchas ganas de haberme sentado en la primera fila. Porque, oh Dios, es lindo. Muy lindo. Pero todo lo que tiene de imbécil aplaca cualquier atracción que puedo llegar a sentir por él. Además, la expresión de Alaia cambia de tengo-todo-bajo-control a por-qué-mi-novio-te-dice-esas-cosas. La máscara de chica tranquila y confiada que usa cuando está con Kurt se le cae unos centímetros. Prefiero desviar mis ojos hacia ella, evitando al idiota a toda costa. Ella también se ríe nerviosamente de lo que quiso catalogar como un chiste de Kurt y le pasa un brazo por la cintura, intentando llamar su atención. Él suspira inaudible e invisiblemente para Alaia, me guiña el ojo (que empezaré a considerar como su sello personal) y se voltea en dirección a ella. Los brazos en el cuello, risitas, y comienzan a besarse.
Me siento intranquila al contemplarlos. Quiero irme, quiero irme, quiero irme quiero irme quiero irme ya. Mi celular vibra, sobresaltándome. Es de un número desconocido, que durante tres segundos me da escalofríos hasta que veo que coincide con el número escrito en mi horario. Connor.
• ¿Disfrutando Biología?
Hasta ahora sólo puedo pensar en mis ganas de salir corriendo, y en lo mal que me caen los dos estúpidos pandilleros sentados al lado mío. Y puede sonar excesivamente melodramático y entiendo si ponen los ojos en blanco al leerme, pero vamos. Si hay algo que me saca la paz interior es que alguien crea estar por encima de las reglas. Yo vivo a base de reglas y orden. Y ellos, sobretodo Kurt, se sienten dioses, lo puedo ver.
Yo siempre había estado súper dispuesta a bajar de las nubes a patadas a la gente. No me molestaba y normalmente me traía problemas; pero, ¿no era un acto de honor, valentía y defensa propia? Bueno, ahora no puedo. No puedo y me frustra. No puedo porque sería empezar mal el año; porque sería dar tres enormes pasos atrás; porque no quería que la violencia me definiera.
• Más que nunca. ¿Dónde estás?
• Historia. Podría ser peor. ¿Quieres hacer algo esta noche?
Me hace bien hablar con Connor, antes y sobretodo ahora, ya que había descartado el sistema respiratorio para distraerme del momento más incómodo que pasé en mucho tiempo. Es evidente que mi sociable sexto sentido no se aplica con todas las personas.
—¿Liam sabe que hablas con desconocidos?—lo dice en un tono tan sárcastico, tan bien manejado que si yo fuera estúpida me plantearía si lo dijo en serio o no. Él seguro es del grupo de los que cree (sabe) que es todo actuación.
—¿Por qué no vuelves a babear a Alaia y me dejas en paz?
—¿Por qué? ¿Te gusta?
Y así transcurren los veinte minutos más insoportables que se puedan imaginar. En el medio de ellos, le intento contestar el mensaje a Connor, varias veces, en las que Kurt me interrumpe. Me quita el celular, mueve mi mano cuando escribo, bastantes cosas de descerebrado inmaduro. Hasta que mis nervios estallan, guardo mi celular; y una vez más, me salva la campana antes de tener un accidente cerebrovascular.
Tiro mis cosas en mi bolso y antes de salir volando, una mano que empiezo a odiar me detiente. Basta. No te soporto.
—¿Qué quieres?—chillo, presa de la histeria. Kurt alza sus dos brazos y me enseña las palmas de sus manos. "Yo no hice nada".
—Va a haber una fiesta esta noche. Deberías venir. Si quieres me das tu número y...
Estoy estupefacta. No sé si se le olvida, no le importa, o algo, pero está su novia sentada en el banco de atrás, escuchando. Mi lástima por ella aumenta a medida que mi simpatía por él resbala precipitadamente.
—Probablemente tu interpretación del cliché de chico malo de los libros y películas haya funcionado con todas las chicas con las que lo hayas intentado. Conmigo no va a pasar, porque no me gustan esos libros, ni esas películas, ni nada relacionado a nosotras cayendo a la trampa de ustedes. No quiero verte, no quiero escucharte y si fuera posible que te retiraras de la Universidad, también me gustaría. Así que no, no quiero ir a ninguna fiesta en la que estés cerca. Ya tengo planes.
Me doy cuenta de que me sobrepasé justo luego de haber terminado de decir todo. Kurt me escucha, con una sonrisa incluso más engreída que antes. Se pasa la lengua por los labios, mientras espero a que responda. Y ahí está el error. Debería haberme ido antes. Pero mi parlamento parecía tan bueno, redundante, efectivo...
—Estás actuando como la chica de los libros.
Si escucharon una explosión, fue mi paciencia.
••
Mi mamá intentó arreglarme para la ocasión. Solamente accedo a ponerme el vestido que me recomendó, pero me encuentro totalmente determinada a no maquillarme más de lo usual. Connor no me parece de esa clase de chicos, pero algunos suelen creer que toda esa producción va para ellos. Bueno, aunque tuvieran razón, no me gusta dejar que piensen eso.
—Además, má, tengo a Liam.
—¿Hasta cuándo vas a seguir con eso?—suspira, cansada. Le había comentado sobre todo, pero ella no estaba de acuerdo en que eso me impidiera seguir saliendo con chicos.
—No es mi culpa; y planeo esperar a que él esté listo. Connor es un chico con el que vamos a ser amigos. ¿Sí?
Y esa es mi idea. La verdad es que ayudar a Liam me ayuda a mí a poder no estar con chicos. No, yo no soy otra homosexual encubierta; pero no estoy en el grupo de gente que tiene una pareja en la Universidad. Poniendo prioridades críticas: título, trabajo, casa, novio. Pero al ver lo lindo que estaba Connor parado en la puerta de mi casa, quise rearmar la lista. Por dos segundos. Luego desaparece la adolescente histérica que tanto me gusta controlar.
Mi mamá saluda frenéticamente a Connor, que parece encantado, y le ofrece pasar a tomar algo. No, gracias, vamos con el tiempo justo. Sí, má, te voy a mandar mensajes. De acuerdo, cuídense. ¿Les tomo una foto? Adiós, mamá.
—Agh, lo siento. Verme interactuando con seres humanos la sobresalta—río un poco, una vez dentro de su auto. Me ve refregarme los brazos y apaga el aire acondicionado. Wow.
—No te preocupes, me pareció lindo.
—Solamente a ti. ¿A dónde vamos?—estiro mi cuello para ver el camino.
—Hay una fiesta...
—¡No!
—¿Eh?
—Digo que... no me siento con ánimo de fiestas, sabes. ¿Una película?
Y vimos una película. Elegimos la que peor sonaba. "El tractorista insolado" resulta ser la peor película que vi en mi vida. Fuimos los únicos en toda la sala, así que reímos, lloramos de la risa, reímos y seguimos llorando. En el medio de la película, le conté dramáticamente lo que me había pasado en Biología. Me aconsejó no involucrarme y conseguir autocontrol.
Me deja en mi casa cuatro horas después. Me bajo, asegurándole que no la había pasado tan bien en mucho tiempo y que era bueno haber encontrado un amigo como él.
Soy Ada Conclusiones Apresuradas, por segunda vez en el día.
- do not open:
- BUENO, CHICAS, EL CAPÍTULO.
me voy de viaje en menos de una semana, así que me apuré escribiendo. lógicamente, no es tan largo ni tan bueno como el de Fer, pero intenté, saben.
tuve varias complicaciones porque iba la mitad del capítulo escribiendo en pasado cuando me di cuenta de que había que hacerlo en presente. y como a mí me cuesta, escribía dos párrafos y corregía los tiempos(?) así que perdón si se me mezclaron o algo, traté de que no:(
Meteora
Re: Good Girls.
¡Dios santo, May! ¿Como te atreves a decir que no es bueno? Ya me enamoré de Connor, pero Kurt... ¡OH DIOS MIO! ¿Como osa de ser así de sexy y hermoso y perfecto? Dios... ¡Le guiña el ojo a la maestra! Maldito Es tan beio
Lo imaginé todo porque es tan bello y perfecto que duele, ahre...
Ada es mi amor, desde hoy Liam la va a proteger demasiado ¡No! Ya la ama bc es su gues jrend jorever. Mai gá. me muero.
Connor es un amor, ¿ya lo dije? Connor bebé chiquito Y la mamá de Ada Señora, basta, déjela ser.
Me cayó mal la Alaia o guateber. ¡a la hoguera! ahre
Me gustó mucho el cap, May. Mucha suerte en tus vacaciones y te esperamos a que leas los capítulos siguientes.
Besos
Lo imaginé todo porque es tan bello y perfecto que duele, ahre...
Ada es mi amor, desde hoy Liam la va a proteger demasiado ¡No! Ya la ama bc es su gues jrend jorever. Mai gá. me muero.
Connor es un amor, ¿ya lo dije? Connor bebé chiquito Y la mamá de Ada Señora, basta, déjela ser.
Me cayó mal la Alaia o guateber. ¡a la hoguera! ahre
Me gustó mucho el cap, May. Mucha suerte en tus vacaciones y te esperamos a que leas los capítulos siguientes.
Besos
chenyeol.
Re: Good Girls.
HASTA LOS INTESTINOS no pude no representarme con ella en ese momento. El auto de mi papá siempre está frío y siento que estoy en el polo norte. Con el primer párrafo ya Ada me tenía comprada. alksjhdf rimó(? es un alma de Dios, además ¡EL CLUB DE LAS OVEJAS VALIENTES! no puedo, te lo juro que me partí de la risa en ese momento JAJAJAJAJA.además de llevar una manta polar, abrazo el frío. Me cala hasta los intestinos,
—¿Por qué no me explicas de qué se trata la clase, muñeca?
—No me llamo muñeca. Y no creo que te interese.
—Quizás tú podrías hacer que me interese.
lsakjhflaksjhfslkajhflkasjdhflksajdhfklasncjunclisunrluifhbsakljfgheisfhsajunleucbslcbsufbcalsuifhashviausdhf (yo descripción gráfica en ese momento) NO PUEDO CON KURT, AH. ES DEMASIADO BEIO Y HASTA TIENE EL NOMBRE DE BELLO KURT COBAIN... LO AMO. Ahr. estoy mal, lo siento, mi fangirl interna ha salido a la luz en los últimos días y esto demasiado para ella.
—Probablemente tu interpretación del cliché de chico malo de los libros y películas haya funcionado con todas las chicas con las que lo hayas intentado. Conmigo no va a pasar, porque no me gustan esos libros, ni esas películas, ni nada relacionado a nosotras cayendo a la trampa de ustedes. No quiero verte, no quiero escucharte y si fuera posible que te retiraras de la Universidad, también me gustaría. Así que no, no quiero ir a ninguna fiesta en la que estés cerca. Ya tengo planes.
—Estás actuando como la chica de los libros.
SI POR MI FUERA CITO TODO EL JODIDO CAPÍTULO. AH. ni siquiera sé por qué grito, oh sí, ESTO ES DEMASIADO PARA MÍ. Ya, me calmo, no sé si quedó claro anteriormente(? pero, amé el capítulo, estuvo hermoso, chillo, canto, bailo y todo al mismo tiempo.
Es mi turno, ahsldkfj
baekhyun.
Re: Good Girls.
maaaaaay no digas que no es "tan" bueno o largo porque así tal cual me gustó a mi. Te quedé perfecto de hecho, así y a la carrera y todo
Bueno, ¿qué decirte?, Ada me parece un personaje de lo más enigmático y sin duda alguna esta chica logró ganarse mi total afecto y simpatía -al igual que preferencia- de tus pj's y me atrevo a decir que será uno de mis favs en la nc. bc si, en serio la amé tratando de no ser tan cliché pero lográndolo hacer después de todo hahaha xd
Además.... ese Kurt es todo un sol, no importa el hecho de que el morro sea un cabeza dura que le joderá la vida a la bella Ada el we quiere algo más, y no me engaña, bue, hahaha es simplemente adorable a su manera de chico malo. Y no importa que tenga novia el we este bc ahí dejó bien claro que ya le echó el ojo a la ojiazul baia baia
ten un bonito viaje, diviértete, May ñ.ñ
espero el próximo cap pronto bc estoy más que emocionada yo
Bueno, ¿qué decirte?, Ada me parece un personaje de lo más enigmático y sin duda alguna esta chica logró ganarse mi total afecto y simpatía -al igual que preferencia- de tus pj's y me atrevo a decir que será uno de mis favs en la nc. bc si, en serio la amé tratando de no ser tan cliché pero lográndolo hacer después de todo hahaha xd
Además.... ese Kurt es todo un sol, no importa el hecho de que el morro sea un cabeza dura que le joderá la vida a la bella Ada el we quiere algo más, y no me engaña, bue, hahaha es simplemente adorable a su manera de chico malo. Y no importa que tenga novia el we este bc ahí dejó bien claro que ya le echó el ojo a la ojiazul baia baia
ten un bonito viaje, diviértete, May ñ.ñ
espero el próximo cap pronto bc estoy más que emocionada yo
trunks
Re: Good Girls.
¡PERO QUE BELLO TE QUEDÓ EL CAPÍTULO MAY!
Lo ame como no tienes una idea, no soy buena haciendo comentarios así que, solo digo que mientras ustedes se enamoran del kurt mi corazón se lo ganó el bello de connor
Y bueno que ahora Ada se tiene que cuidar de kurt porque las va a tener duras con él.
Que tengas un buen viaje y te diviertas mucho
Lo ame como no tienes una idea, no soy buena haciendo comentarios así que, solo digo que mientras ustedes se enamoran del kurt mi corazón se lo ganó el bello de connor
Y bueno que ahora Ada se tiene que cuidar de kurt porque las va a tener duras con él.
Que tengas un buen viaje y te diviertas mucho
emanon.
Re: Good Girls.
AY CHICAS MUCHAS GRACIAS<3
me alegro que les haya gustado; sus comentarios me hicieron muy bien.
y gracias por desearme suerte en el viaje; espero volver bronceada.
me alegro que les haya gustado; sus comentarios me hicieron muy bien.
y gracias por desearme suerte en el viaje; espero volver bronceada.
Meteora
Re: Good Girls.
- :lizzena: :
Capítulo 001; Fer.
Que lo llevaría a su cama Esa clase de cosas no se dice en voz alta, Liam, ktpza? (?)brick. escribió:— Espera, Behrk… ¿Qué no ese es el chico de tu clase de Humanidades? Ya sabes, el chico buenísimo de ella. – entrecierro mis ojos cuando ella muerde su labio, imaginándose, probablemente, al moreno antes mencionado.
— Es bastante atractivo, pero eso no significa que vaya a caerme bien o a decir que lo llevaría a mi cama. – suelto de pronto.
ESOS AMIGOS QUE LE TIRAN EL MUERTO AL OTRObrick. escribió:— ¿No significó nada, Terrence? ¿En serio? – la veo sacar su celular de su bolsillo, desbloqueándolo después y mostrándome una conversación mía, con ella. — Voy a creerme que esta conversación sucedió cuando estabas sobrio. – saco mi celular del bolsillo y un mensaje llega de repente.
Alex: Si te encuentras con Anabelle… Lo siento, hermano xD
Frunzo el ceño, cerrando mis ojos después, pensando en alguna manera en la que pudiese asesinar a Alexander Doyle de la manera más sutil posible.
Osea, noooo, Alex, ¿qué clase de amigo sos? Pero, bueh, la culpa la tiene la resbalosa (?)
JA JA JA JA JAbrick. escribió:— Tiene piernas increíbles, pero ¿a que no se le ve un torso buenísimo a Liam? – sacudo la cabeza en afirmación sin darme cuenta, para después de hacerlo, tirarme sobre Kevin Allen, golpeándolo, planeando alguna otra manera de asesinarlo junto con Alexander.
DEFINITIVAMENTE, SCOTT TIENE INTENCIONES HOMICIDAS
Y es que todo, al parecer, se soluciona matando al que te molesta. ASÍ DE SIMPLE, SEÑORES (???) okno
Le dijo que seguía siendo adorablebrick. escribió:— Bueno, no es tu problema si quiero beberlo “de jalón” – hago comillas con mis dedos, volteando mi silla frente a él, mirando su perfil. Hago la mueca más seria que puedo, tratando de intimidarlo con la mirada, pero solo ríe.
— Sigues siendo adorable, gordito.
Y le dijo gordito LE DIJO GORDITOOOOO, AAAAH
YA ESTÁ EL SCOTT LOS DESCUBRIÓ Y LE GUIÑÓ UN OJO AL LIAM Y LE DIJO QUE ESTABA VIGILÁNDOLO Y YO COMO: OH MAI GAH (?)brick. escribió:— Vine… acompañado de un amigo. Mi novia no pudo y… – soy interrumpido por su fuerte carcajada. — ¿Qué te pasa?
— No es tu novia y yo lo sé, Liam. – guiña un ojo a mi dirección, levantándose de su asiento. — Cuidado con lo que haces… Estoy vigilándote. – deja un billete en la mesa, señalando al joven barman de ahí, yéndose.
Capítulo 002; May.
Ay, Connor :papada: El jueguito de los estereotipos :papada: JE JE JE JEASDFGSDJSAHS :papada:knee socks. escribió:—Es más fácil de lo que parece—no, no lo es—. ¿Tú estudias Leyes, no es así?
—¿Cómo lo sabes?—se muestra impresionado. Señalo su atuendo y ríe entre dientes—. Oh, ahora hay un estereotipo sobre la vestimenta de los abogados. ¿Hay que ir a Derecho para vestirse bien?
—En esta Universidad, lo más fiable son los estereotipos—apunto, con una sonrisa.
—¿Y tú, detective? ¿Dónde perdiste la lupa?—me sonríe de vuelta, haciéndome rodar los ojos. Yo no soy una chica de clichés, en verdad. O eso me parece a mí. Pero le doy un golpe a mi bolso, haciendo que mi lupa suene, y le guiño un ojo.
¡¿ASÍ O MÁS OBVIO, ADA?! El chico se te tiró, Ada, SE TE TIRÓ Te pasó el número por si tenés dudas, Ada... pero, Connor, A MÍ NO ME ENGAÑAS, je je je :papada: (?)knee socks. escribió:—Kurt y Alaia, la pareja más peligrosa de la Universidad—suspira Connor, sarcástico—. Es su rutina. A veces pienso que vienen solamente para eso, sabes. Pero bueno, no es nuestro asunto. Aquí está tu horario, Ada, cuando tengas una duda siéntete libre de mandarme un mensaje—me entrega un papelito doblado a la mitad. Adentro está el horario, y un número de teléfono—. Te... te dejé mi número, por eso—se rasca la nuca, sonriendo y mirando el suelo.
A T R E V I D O A N D Á T E V O L Á (???)knee socks. escribió:—¿Por qué no me explicas de qué se trata la clase, muñeca?
—No me llamo muñeca. Y no creo que te interese.
—Quizás tú podrías hacer que me interese.
Aguante, Ada, no te mostrés débil ante el papucho de Kurt (?) ok no
AY NO, JA JA JA JA JAknee socks. escribió:Mi mamá saluda frenéticamente a Connor, que parece encantado, y le ofrece pasar a tomar algo. No, gracias, vamos con el tiempo justo. Sí, má, te voy a mandar mensajes. De acuerdo, cuídense. ¿Les tomo una foto? Adiós, mamá.
La mamá está más desesperada que Ada
Connorknee socks. escribió:Me ve refregarme los brazos y apaga el aire acondicionado. Wow.
Apagó el aire por vos, Ada, casáte con él y ya (???)
Bueno, ahí mi comentario sobre sus capítulos, Fer y May Me emocioné Espero el tuyo, Dani Saludos a todas
Última edición por omega. el Vie 12 Feb 2016, 8:01 pm, editado 1 vez
Invitado
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Re: Good Girls.
Capítulo 003.
Amelie Stark ; Jonathan Lightwood | baekhyun.
Fijo mi mirada en la página de Word en la que escribía hace un momento, entrecierro los ojos y vuelvo a leer lo que escribí. No me convence para nada, siento que es muy cliché y odio las cosas cliché. Suspiro y tomo un sorbo de la taza de café casi vacía que se encuentra al lado del computador y vuelvo a leer para poder reescribir el capítulo.
Lo sé, sé que todos se preguntan ¿Qué hace una chica universitaria de 19 años escribiendo una fanfic en wattpad? Sencillo. Amo escribir, amo las fanfics y nunca se es demasiado grande para escribirlas. Además, estudio literatura así que es punto extra para cuando tengo que hacer escritos. Solo edito los nombres y ya está.
Pongo toda mi concentración en la edición del capítulo, si hay algo que me identifica es la perfección, me encanta que las cosas queden lo más cercano a la perfección posible, si no, no encuentro sentido en hacerlas.
—¿Algunas vez dejarás de escribir eso? — Pregunta Will al tiempo que se lanza sobre mi cama.
—¿Alguna vez tocarás antes de entrar? — Contraataco. Una risa sale de sus labios y niega levemente. Le guiño un ojo y continúo con mi escritura. Will, se queda quieto observándome, me muerdo el labio y, de un momento a otro tomo el cojín de mi silla y se lo lanzo justo a la cara. —Sé que soy bella pero ya deja de mirarme, que me gasto—.
—Bájale al ego, solo me preguntaba cómo le haces para escribir tanto y tan rápido. Creí que los escritores duraban mucho escribiendo.
—Los escritores duran mucho por las ediciones, las editoriales y todas esas cosas. Esto es un fanfic que se publica en wattpad, eso es todo.
—¡Amelie y William! ¿Pueden moverse? ¡Llegaremos tarde!— Grita Chanel desde abajo. Hago una mueca causando una risa en Will y, luego de tomar mis cosas, ambos bajamos.
—Ya mamá, estamos aquí— dice Will, provocando una cara de disgusto en su hermana. Río, Chanel odia que se burlen de ella, a veces siento que tiene ganas de tomar un palo y correr detrás de él hasta que logre aniquilarlo.
Ambos chicos entraron a mi vida por casualidad y se quedaron en ella. Luego de unos años de la muerte de mi madre mi padre conoció a una mujer elegante y educada, llena carisma y amor que terminó convirtiéndose en mi madrastra, la madre de Will y Chanel. La vida me quitó a mi mamá, sin embargo, terminó regalándome una madrastra que siempre está ahí para mí y dos chicos que terminaron convirtiéndose en más que solo hermanastros.
Maggie llega corriendo luego de un par de minutos en los que solo me la paso gritando su nombre. Su rostro me llena de vida, una gran sonrisa se muestra en él, la misma sonrisa que tenía mi madre; Maggie es su viva imagen.
Cuando ya todos estamos en el auto, Will enciende y nos hacemos camino hacia el instituto. Enciendo el radio y conecto mi teléfono para poner algo de música, sin embargo, soy detenida por mi hermanastro.
—No me vengas a poner a los chinos esos— dice, lo miro con el ceño fruncido y mi brazo viaja de manera automática hacia el suyo. Si había algo que Will disfrutaba, era el molestarme. —Oye, harás que tengamos un accidente automovilístico— Ruedo los ojos y pongo Love me de The 1975. La melodía inunda el auto y, como siempre, a mí me dan ganas de bailar; así que, como solo se vive una sola vez, comienzo a moverme al ritmo de la música, mejor dicho a un ritmo muy exagerado.
—Amy, pareces como si te estuviesen haciendo un exorcismo ¿Quieres parar?— Todos reímos ante el comentario de Maggie. Niego con la cabeza y continúo con mi baile improvisado en el asiento delantero de un auto.
xxx
¿Alguna vez en la vida he dicho lo mucho que odio los primeros días? Si no lo he dicho pues ahora lo digo: Odio los primeros días. No hay nada interesante que ver, solo lo mismo de siempre; los chicos que se creen malotes y sus novias compartiendo su ADN frente a todos como era el caso de Kurt y Alaia, otros chicos malotes fumando en una esquina solos porque se creen muy geniales y no pueden tener amigos, como era el caso de Jonathan Lightwood.
A ese chico nunca en mi vida lo he visto con más que un par de personas a su alrededor, entre ellos su supuesta banda que nunca he escuchado, ni nadie cercano a mí tampoco. Supongo que su banda, que solo tiene chicos problema en ella, es solo conocida por los mismos.
Aparto mi vista del rubio de ojos azulados y camino hacia el aula de historia. Historia en sí me gusta, saber lo que pasó, hace cuanto pasó y el por qué son cosas que me encantan, sin embargo, el profesor es de estas personas que te hacen llegar a Plutón del sueño tan grande que te dan.
Tomo uno de los asientos del medio. Odio centarme atrás y mucho más adelante, siento que toda la presión se dirige a los pocos que toman la primera fila. Además, allí es donde se sientan los que mantienen sus notas gracias a adulaciones.
—Sabes que odio cuando haces eso con el lapicero— dice alguien sacándome de mis pensamientos. Subo la mirada y me encuentro a mi castaña preferida. Le doy una gran sonrisa y luego me lanzo sobre ella para darle un fuerte abrazo —Oye, ya. Te extrañé este verano ¿A dónde fuiste?
—Kitty quería ir a Disneyland. Ya puedes imaginarte todo el berrinche que hizo así que papá la tuvo que llevar— Río, recordando la huelga de hambre que hizo durante todo un día. Se encerró en su habitación y no bajó hasta que las chicas y yo subimos a decirle que papá nos llevaría a Disneyland.
—Ya me puedo imaginar a esa pequeña haciendo berrinches— dice Olivia, sentándose en el asiento de al lado. Olivia ha sido mi mejor amiga desde que tengo uso de razón, es como si fuese mi hermana, incluso, la muerte de mi madre le dolió tanto como a mí. Nos criamos prácticamente juntas.
—Y también te la puedes imaginar en Disneyland, tenía miedo de que fuese por ahí y golpeara a los villanos de las películas. Ya sabes cómo es— Olivia ríe y asiente. Conoce perfectamente el temperamento de mi hermana menor.
—¿Saben? A nadie le importa sus historias de como viajan por el mundo. ¿Quieren cerrar la boca?— dice alguien detrás de mí. Enarco una ceja y observo a la persona que habló. ¿Cuándo Jonathan había llegado?
—¿Sabes? Deberías dejar de meterte en cosas que no son asunto tuyo— contraataco. Olivia se muerde el labio.
—Pues deberías de hablar más bajo o mejor, no hablar. Tu voz chillona molesta a todo el mundo.
—¿Disculpa? ¿Y tú quién te crees? Tengo derecho a hablar tan alto como desee, si no quieres escucharme, existe algo llamado audífonos, música y ponerla a todo volumen.
—En realidad no tienes derecho. Si a las personas a tu alrededor les molesta pueden llegar a demandarte, cariño.
—Número uno, no me llames cariño a menos que te quieras quedar sin una decencia para tu fortuna y, número dos…— justo en ese momento llega el profesor a clases. Me muerdo el labio inferior con enojo y le dirijo una última mirada al idiota.
Respiro varias veces intentando calmarme y le doy una mirada a Olivia, una sonrisa baila en sus labios. Supongo que está contenta de que ya no me quede callada cuando alguien intenta molestarme. Ya no soy una carga para ninguna de mis amigas, o eso quiero creer. Cuando pequeña, siempre era la víctima de las burlas a causa de mi tamaño y actitud, por eso, las chicas siempre tenían que salir en mi auxilio; creo que el saber que ellas podían dar cualquier cosa por mí me hizo cambiar un poco, no podía dejar que ellas siempre me protegieran, yo también las quería proteger.
xxx
Es un imbécil. Eso es lo que es. Todavía no puedo creer que se haya atrevido a hablarme así, mucho más de demanda, cuando sabe muy bien que mi padre es el dueño de una de las oficinas de abogados más importantes del país, siendo él uno de los mejores. No quiero sonar como niña mimada, es solo, que hay veces en las que me pregunto qué tienen los hombres en la cabeza, y mucho más los riquitos esos que creen que por tener dinero pueden hacer los que se les dé la gana.
Existen reglas, leyes y normas que rigen la sociedad que debemos seguir sin importar la clase social a la que pertenecemos. Eso es lo que mi padre me ha enseñado toda la vida y el que alguien quiera pasar por encima de ellas me estresa como no saben qué. Doy otro sorbo al smoothie de fresa y doy un par de mordidas al sorbete. Ugh, lo odio.
—¿Qué dices, Amy?— preguntan, levanto la vista. Isaac se encuentra frente a mí, esperando una respuesta.
—Este…
—¿Si quiera escuchaste? — Bajo la mirada, disculpándome —¿En qué pensabas?
—En nada— respondo, Isaac me da una mirada de “Sí como no”. Lo odio, lo odio con todo mi corazón, es el idiota más grande del mundo. Bueno no, ese puesto lo ocupa otra persona. Ni siquiera sé por qué le doy tanta importancia, es solo otra persona más que quiere dársela de importante y andar por la vida haciendo el mal —Amelie, te quedaste pensando otra vez.
—¡Lo siento!— chillo. Isaac ríe ante mi reacción, sabe que no me gusta dejar a las personas hablando solas. Suspiro y dejo caer mi cabeza sobre mi copia de Del amor y otros demonios.
—Cuando quieras hablar sabes que puedes llamarme. Ahora, debo ir a clases— Levanto la cabeza para recibir el beso en la mejilla que siempre me da para despedirse y la vuelvo a bajar. Hago un ademán con la mano indicándole que se vaya tranquilo. ¿Recuerdan que dije que lo odiaba? En verdad no, amo a ese chico. Se preocupa tanto por mí que me dan ganas de casarme con él. Luego recuerdo que es como un hermano y que le gusta otra chica.
Sí, a mi Isaac le gusta otra chica. Que rápido crecen los chicos hoy en día. Sonrío ante ese pensamiento, es cierto, crecimos demasiado rápido. Ayer todos estábamos jugando a las escondidas en el patio de mi casa y ya hoy estamos en la universidad.
—Pareces loca con esa sonrisa— ruedo los ojos y miro a mi prima. Ella ríe y me abraza. —¿Cómo está mi pequeña?
—Bien, tengo hambre, pero estoy bien.
—Tienes un smoothie casi vacío ¿Y sigues teniendo hambre? — Río y asiento. Ally, por su parte, rueda los ojos y me da una mirada de reproche —¿Qué voy a hacer contigo?
—¿Comprarme una dotación de un año de pizza y coca cola? — Pregunto provocando una carcajada en la castaña. Carcajada que termina justo cuando Olivia aparece en su campo de vista.
—Chiquita, nos vemos luego— dice, asiento y recibo un beso en la mejilla. Le susurró un “Esta tarde voy para tu casa” y luego, ella se va.
Olivia toma asiento en la silla frente a mí, justo donde se encontraba Isaac hace unos minutos. Le doy una mirada de “¿Algún día sabré lo que pasa entre ustedes?” Ella niega y comienza a hablar sobre algo que pasó entre ella y otro chico. No menciona nombre, sin embargo, se nota que está realmente cabreada.
Me dispongo a escucharla, mientras más me cuenta más siento que odio al chico. Nadie hace enojar así a una de mis bebés.
—Creo que es hora de armar una bomba— digo, lo más seria posible. Olivia lanza una carcajada.
—Tranquila, creo que es de familia— Frunzo el ceño. —Se trata de Carter, el primo Jon— Abro los ojos como platos. Carter y Jon son, sin duda, una explosión de maldad. Esos chicos se creen el centro del universo y que nadie puede contra ellos, claro, agregando a sus amiguitos, Scott y Alexander, quienes no se quedan atrás en su nivel de imbécildad. Sí, esa palabra existe.
Esos cuatro son como los cuatro elementos, cuando los juntas y dices las palabras correctas puedes convocar al mismísimo demonio.
Lo sé, sé que todos se preguntan ¿Qué hace una chica universitaria de 19 años escribiendo una fanfic en wattpad? Sencillo. Amo escribir, amo las fanfics y nunca se es demasiado grande para escribirlas. Además, estudio literatura así que es punto extra para cuando tengo que hacer escritos. Solo edito los nombres y ya está.
Pongo toda mi concentración en la edición del capítulo, si hay algo que me identifica es la perfección, me encanta que las cosas queden lo más cercano a la perfección posible, si no, no encuentro sentido en hacerlas.
—¿Algunas vez dejarás de escribir eso? — Pregunta Will al tiempo que se lanza sobre mi cama.
—¿Alguna vez tocarás antes de entrar? — Contraataco. Una risa sale de sus labios y niega levemente. Le guiño un ojo y continúo con mi escritura. Will, se queda quieto observándome, me muerdo el labio y, de un momento a otro tomo el cojín de mi silla y se lo lanzo justo a la cara. —Sé que soy bella pero ya deja de mirarme, que me gasto—.
—Bájale al ego, solo me preguntaba cómo le haces para escribir tanto y tan rápido. Creí que los escritores duraban mucho escribiendo.
—Los escritores duran mucho por las ediciones, las editoriales y todas esas cosas. Esto es un fanfic que se publica en wattpad, eso es todo.
—¡Amelie y William! ¿Pueden moverse? ¡Llegaremos tarde!— Grita Chanel desde abajo. Hago una mueca causando una risa en Will y, luego de tomar mis cosas, ambos bajamos.
—Ya mamá, estamos aquí— dice Will, provocando una cara de disgusto en su hermana. Río, Chanel odia que se burlen de ella, a veces siento que tiene ganas de tomar un palo y correr detrás de él hasta que logre aniquilarlo.
Ambos chicos entraron a mi vida por casualidad y se quedaron en ella. Luego de unos años de la muerte de mi madre mi padre conoció a una mujer elegante y educada, llena carisma y amor que terminó convirtiéndose en mi madrastra, la madre de Will y Chanel. La vida me quitó a mi mamá, sin embargo, terminó regalándome una madrastra que siempre está ahí para mí y dos chicos que terminaron convirtiéndose en más que solo hermanastros.
Maggie llega corriendo luego de un par de minutos en los que solo me la paso gritando su nombre. Su rostro me llena de vida, una gran sonrisa se muestra en él, la misma sonrisa que tenía mi madre; Maggie es su viva imagen.
Cuando ya todos estamos en el auto, Will enciende y nos hacemos camino hacia el instituto. Enciendo el radio y conecto mi teléfono para poner algo de música, sin embargo, soy detenida por mi hermanastro.
—No me vengas a poner a los chinos esos— dice, lo miro con el ceño fruncido y mi brazo viaja de manera automática hacia el suyo. Si había algo que Will disfrutaba, era el molestarme. —Oye, harás que tengamos un accidente automovilístico— Ruedo los ojos y pongo Love me de The 1975. La melodía inunda el auto y, como siempre, a mí me dan ganas de bailar; así que, como solo se vive una sola vez, comienzo a moverme al ritmo de la música, mejor dicho a un ritmo muy exagerado.
—Amy, pareces como si te estuviesen haciendo un exorcismo ¿Quieres parar?— Todos reímos ante el comentario de Maggie. Niego con la cabeza y continúo con mi baile improvisado en el asiento delantero de un auto.
xxx
¿Alguna vez en la vida he dicho lo mucho que odio los primeros días? Si no lo he dicho pues ahora lo digo: Odio los primeros días. No hay nada interesante que ver, solo lo mismo de siempre; los chicos que se creen malotes y sus novias compartiendo su ADN frente a todos como era el caso de Kurt y Alaia, otros chicos malotes fumando en una esquina solos porque se creen muy geniales y no pueden tener amigos, como era el caso de Jonathan Lightwood.
A ese chico nunca en mi vida lo he visto con más que un par de personas a su alrededor, entre ellos su supuesta banda que nunca he escuchado, ni nadie cercano a mí tampoco. Supongo que su banda, que solo tiene chicos problema en ella, es solo conocida por los mismos.
Aparto mi vista del rubio de ojos azulados y camino hacia el aula de historia. Historia en sí me gusta, saber lo que pasó, hace cuanto pasó y el por qué son cosas que me encantan, sin embargo, el profesor es de estas personas que te hacen llegar a Plutón del sueño tan grande que te dan.
Tomo uno de los asientos del medio. Odio centarme atrás y mucho más adelante, siento que toda la presión se dirige a los pocos que toman la primera fila. Además, allí es donde se sientan los que mantienen sus notas gracias a adulaciones.
—Sabes que odio cuando haces eso con el lapicero— dice alguien sacándome de mis pensamientos. Subo la mirada y me encuentro a mi castaña preferida. Le doy una gran sonrisa y luego me lanzo sobre ella para darle un fuerte abrazo —Oye, ya. Te extrañé este verano ¿A dónde fuiste?
—Kitty quería ir a Disneyland. Ya puedes imaginarte todo el berrinche que hizo así que papá la tuvo que llevar— Río, recordando la huelga de hambre que hizo durante todo un día. Se encerró en su habitación y no bajó hasta que las chicas y yo subimos a decirle que papá nos llevaría a Disneyland.
—Ya me puedo imaginar a esa pequeña haciendo berrinches— dice Olivia, sentándose en el asiento de al lado. Olivia ha sido mi mejor amiga desde que tengo uso de razón, es como si fuese mi hermana, incluso, la muerte de mi madre le dolió tanto como a mí. Nos criamos prácticamente juntas.
—Y también te la puedes imaginar en Disneyland, tenía miedo de que fuese por ahí y golpeara a los villanos de las películas. Ya sabes cómo es— Olivia ríe y asiente. Conoce perfectamente el temperamento de mi hermana menor.
—¿Saben? A nadie le importa sus historias de como viajan por el mundo. ¿Quieren cerrar la boca?— dice alguien detrás de mí. Enarco una ceja y observo a la persona que habló. ¿Cuándo Jonathan había llegado?
—¿Sabes? Deberías dejar de meterte en cosas que no son asunto tuyo— contraataco. Olivia se muerde el labio.
—Pues deberías de hablar más bajo o mejor, no hablar. Tu voz chillona molesta a todo el mundo.
—¿Disculpa? ¿Y tú quién te crees? Tengo derecho a hablar tan alto como desee, si no quieres escucharme, existe algo llamado audífonos, música y ponerla a todo volumen.
—En realidad no tienes derecho. Si a las personas a tu alrededor les molesta pueden llegar a demandarte, cariño.
—Número uno, no me llames cariño a menos que te quieras quedar sin una decencia para tu fortuna y, número dos…— justo en ese momento llega el profesor a clases. Me muerdo el labio inferior con enojo y le dirijo una última mirada al idiota.
Respiro varias veces intentando calmarme y le doy una mirada a Olivia, una sonrisa baila en sus labios. Supongo que está contenta de que ya no me quede callada cuando alguien intenta molestarme. Ya no soy una carga para ninguna de mis amigas, o eso quiero creer. Cuando pequeña, siempre era la víctima de las burlas a causa de mi tamaño y actitud, por eso, las chicas siempre tenían que salir en mi auxilio; creo que el saber que ellas podían dar cualquier cosa por mí me hizo cambiar un poco, no podía dejar que ellas siempre me protegieran, yo también las quería proteger.
xxx
Es un imbécil. Eso es lo que es. Todavía no puedo creer que se haya atrevido a hablarme así, mucho más de demanda, cuando sabe muy bien que mi padre es el dueño de una de las oficinas de abogados más importantes del país, siendo él uno de los mejores. No quiero sonar como niña mimada, es solo, que hay veces en las que me pregunto qué tienen los hombres en la cabeza, y mucho más los riquitos esos que creen que por tener dinero pueden hacer los que se les dé la gana.
Existen reglas, leyes y normas que rigen la sociedad que debemos seguir sin importar la clase social a la que pertenecemos. Eso es lo que mi padre me ha enseñado toda la vida y el que alguien quiera pasar por encima de ellas me estresa como no saben qué. Doy otro sorbo al smoothie de fresa y doy un par de mordidas al sorbete. Ugh, lo odio.
—¿Qué dices, Amy?— preguntan, levanto la vista. Isaac se encuentra frente a mí, esperando una respuesta.
—Este…
—¿Si quiera escuchaste? — Bajo la mirada, disculpándome —¿En qué pensabas?
—En nada— respondo, Isaac me da una mirada de “Sí como no”. Lo odio, lo odio con todo mi corazón, es el idiota más grande del mundo. Bueno no, ese puesto lo ocupa otra persona. Ni siquiera sé por qué le doy tanta importancia, es solo otra persona más que quiere dársela de importante y andar por la vida haciendo el mal —Amelie, te quedaste pensando otra vez.
—¡Lo siento!— chillo. Isaac ríe ante mi reacción, sabe que no me gusta dejar a las personas hablando solas. Suspiro y dejo caer mi cabeza sobre mi copia de Del amor y otros demonios.
—Cuando quieras hablar sabes que puedes llamarme. Ahora, debo ir a clases— Levanto la cabeza para recibir el beso en la mejilla que siempre me da para despedirse y la vuelvo a bajar. Hago un ademán con la mano indicándole que se vaya tranquilo. ¿Recuerdan que dije que lo odiaba? En verdad no, amo a ese chico. Se preocupa tanto por mí que me dan ganas de casarme con él. Luego recuerdo que es como un hermano y que le gusta otra chica.
Sí, a mi Isaac le gusta otra chica. Que rápido crecen los chicos hoy en día. Sonrío ante ese pensamiento, es cierto, crecimos demasiado rápido. Ayer todos estábamos jugando a las escondidas en el patio de mi casa y ya hoy estamos en la universidad.
—Pareces loca con esa sonrisa— ruedo los ojos y miro a mi prima. Ella ríe y me abraza. —¿Cómo está mi pequeña?
—Bien, tengo hambre, pero estoy bien.
—Tienes un smoothie casi vacío ¿Y sigues teniendo hambre? — Río y asiento. Ally, por su parte, rueda los ojos y me da una mirada de reproche —¿Qué voy a hacer contigo?
—¿Comprarme una dotación de un año de pizza y coca cola? — Pregunto provocando una carcajada en la castaña. Carcajada que termina justo cuando Olivia aparece en su campo de vista.
—Chiquita, nos vemos luego— dice, asiento y recibo un beso en la mejilla. Le susurró un “Esta tarde voy para tu casa” y luego, ella se va.
Olivia toma asiento en la silla frente a mí, justo donde se encontraba Isaac hace unos minutos. Le doy una mirada de “¿Algún día sabré lo que pasa entre ustedes?” Ella niega y comienza a hablar sobre algo que pasó entre ella y otro chico. No menciona nombre, sin embargo, se nota que está realmente cabreada.
Me dispongo a escucharla, mientras más me cuenta más siento que odio al chico. Nadie hace enojar así a una de mis bebés.
—Creo que es hora de armar una bomba— digo, lo más seria posible. Olivia lanza una carcajada.
—Tranquila, creo que es de familia— Frunzo el ceño. —Se trata de Carter, el primo Jon— Abro los ojos como platos. Carter y Jon son, sin duda, una explosión de maldad. Esos chicos se creen el centro del universo y que nadie puede contra ellos, claro, agregando a sus amiguitos, Scott y Alexander, quienes no se quedan atrás en su nivel de imbécildad. Sí, esa palabra existe.
Esos cuatro son como los cuatro elementos, cuando los juntas y dices las palabras correctas puedes convocar al mismísimo demonio.
- :
- Bien, hola, ejem. Sé que no es tan beio y hermoso como el de May y Mi Pan, pero, les juro que me esforcé :c quería que quedara más bonito e interesante pero, no soy buena con los primeros capítulos y y la mayoría de ustedes lo sabe ahr. Espero de verdad que les haya gustado aunque sea un poquito :c
baekhyun.
Re: Good Girls.
¡Daniela! Dios a mí me gustó mucho ese capítulo, Dios... es que fue tan perfecto:
Yo la entiendo perfectamente Chanel es Diosa y Will no sé, ya me cayó bien xd.
Chanel odia que se burlen de ella, a veces siento que tiene ganas de tomar un palo y correr detrás de él hasta que logre aniquilarlo.
Historia en sí me gusta, saber lo que pasó, hace cuanto pasó y el por qué son cosas que me encantan, sin embargo, el profesor es de estas personas que te hacen llegar a Plutón del sueño tan grande que te dan.
ME PASA! Estoy identificada con Amelie... Shale. Y es que sí, los putos maestros así, te duermen en clase. lel. Pobre Am. Yo la comprendo, estoy conectada con ella
¡TODOS LOS PUTOS MALOS, TRATANDO DE LIGARSE A SUS AMORES! XD. I can't. Pinche Jon, es todo un... maldito... Estoy molesta con él. No se que hacer con mi vida Y es que me lo imaginé ahí, tan lindo y perfecto, diciéndole "cariño" a Amelie... Shoro. Y a ella tan cabreada, que se pone roja hasta morir—En realidad no tienes derecho. Si a las personas a tu alrededor les molesta pueden llegar a demandarte, cariño.
—Número uno, no me llames cariño a menos que te quieras quedar sin una decencia para tu fortuna y, número dos…— justo en ese momento llega el profesor a clases. Me muerdo el labio inferior con enojo y le dirijo una última mirada al idiota.
Lo odio, lo odio con todo mi corazón, es el idiota más grande del mundo. Bueno no, ese puesto lo ocupa otra persona.***¿Recuerdan que dije que lo odiaba? En verdad no, amo a ese chico. Se preocupa tanto por mí que me dan ganas de casarme con él. Luego recuerdo que es como un hermano y que le gusta otra chica.
Sí, a mi Isaac le gusta otra chica. Que rápido crecen los chicos hoy en día. Sonrío ante ese pensamiento, es cierto, crecimos demasiado rápido. Ayer todos estábamos jugando a las escondidas en el patio de mi casa y ya hoy estamos en la universidad.
Ay yo no pude con ésto... Primero, no odia a Isaac, yo lo se y después, lo ama y quiere casarse con él. Okay. Lo acepto.
Me gustó demasiado y quiero citar más cosas, pero idk... terminaría citando el cap entero...
Me fascinó, Dani... no digas esas cosas
Espero a la siguiente :)
Me gustó demasiado y quiero citar más cosas, pero idk... terminaría citando el cap entero...
Me fascinó, Dani... no digas esas cosas
Espero a la siguiente :)
chenyeol.
Re: Good Girls.
Porque cuando el internet se pone gay, se pone gay y diva. Bien aquí lo que debía
- May:
- Me esmeré tanto en este comentario que cuando me cortaro la luz quería clavarme un cuchillo en el ojo
Aquí vamos, de nuevo (?) MOA PUTAMENTE A KURT. Aunque el no usar una remera bajo el cuero de la chaqueta me parece asqueroso y anti-higiénico (¿) no puedo no quererlo. El tipo se gana hasta a la profesora, osea, Alaia, seguro se la cepilla cuando se va. La tía me da lástima osea, ah,
PE LO TU DA. Así. Ada ya te quitó el macho y ella lo rechazó con su clichésidadPorque, oh Dios, es lindo. Muy lindo. Pero todo lo que tiene de imbécil aplaca cualquier atracción que puedo llegar a sentir por él. Además, la expresión de Alaia cambia de tengo-todo-bajo-control a por-qué-mi-novio-te-dice-esas-cosas. La máscara de chica tranquila y confiada que usa cuando está con Kurt se le cae unos centímetros.Connor no me parece de esa clase de chicos, pero algunos suelen creer que toda esa producción va para ellos. Bueno, aunque tuvieran razón, no me gusta dejar que piensen eso.
Plssssssssssssssssssssss, admite que le das macizo contra el piso al tipo yo lo haría. TUS PERSONAJES SON MUY PERFECTOS. Este triángulo amoroso me sacará canas verdes y feels a más no poder
Me encató, May,
- Lukey:
- Enciendo el radio y conecto mi teléfono para poner algo de música, sin embargo, soy detenida por mi hermanastro.
—No me vengas a poner a los chinos esos
no pude con eso, me carcajee a más no poder, ¡LARGA VIDA AL REY WILLIAM!
Después la bandita de chicos malos causando terror en el primer día de todos los alumnos o, Jon, ¿hablar de leyes por ese estupidez? Me agrada tanto como un grano en la punta de mi nariz Esos serán una pareja explosiva, que reventarán a la mínima peleaOlivia toma asiento en la silla frente a mí, justo donde se encontraba Isaac hace unos minutos. Le doy una mirada de “¿Algún día sabré lo que pasa entre ustedes?” Ella niega y comienza a hablar sobre algo que pasó entre ella y otro chico. No menciona nombre, sin embargo, se nota que está realmente cabreada.
Me dispongo a escucharla, mientras más me cuenta más siento que odio al chico. Nadie hace enojar así a una de mis bebés.
Bueno bueno, cito todo el cap pero, SEÑOR. Amé esa parte, Olivia apareció y le dijo bebé y la apoya y malditos rubios que las hacen enojar pero son tan sensuales Ally vs. Olivia... Uh, tensión ahí.
Fue bello, mi cielo, PERFECTO. No digas tonterías, ya extrañaba leerte
Espero a la siguiente
byers.
Re: Good Girls.
dany hermosa de mi vida, sabes que te amo con todo mi cora y que adoro la forma en la que escribes, o sea, es tan asjasjasj :roll:
jamás me cansaré de tu ship, chrissy y luke son vida, we, tal vez sea por eso mismo que cada que leo tus caps siento que de cierta forma ya conozco a tus pj's y los amo a la primera, así de fácil xd
venga, adoré por completo esa relación de hermanitos amorosos entre amelie y los vagos de chanel y william, awww, ¡simplemente adoro nuestras tramas! ay
el jonathan es todo un dilema, baia baia, pero era de esperarse que el we tiene el nombre del jace, bue, entendible, xd, hahaha
amé tu capítulo de principio a fin, yep, y no puedo esperar hasta la próxima ronda bc estoy tan emocionada con esto y tus personajes son vida y... ¡quería más después de terminar tu cap! ;-;
jamás me cansaré de tu ship, chrissy y luke son vida, we, tal vez sea por eso mismo que cada que leo tus caps siento que de cierta forma ya conozco a tus pj's y los amo a la primera, así de fácil xd
venga, adoré por completo esa relación de hermanitos amorosos entre amelie y los vagos de chanel y william, awww, ¡simplemente adoro nuestras tramas! ay
el jonathan es todo un dilema, baia baia, pero era de esperarse que el we tiene el nombre del jace, bue, entendible, xd, hahaha
amé tu capítulo de principio a fin, yep, y no puedo esperar hasta la próxima ronda bc estoy tan emocionada con esto y tus personajes son vida y... ¡quería más después de terminar tu cap! ;-;
Última edición por jean luc. el Vie 05 Feb 2016, 11:00 am, editado 1 vez
trunks
Re: Good Girls.
Dios, ¿porque nunca comento los caps? Ya habia leido el de May pero olvide comentar, so... cuando termine de leer el de Dany comentó bien chulo
jackson.
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