Good Girls.

basta  me alegra mucho que les haya gustado, me hacen feliz <3
Esta idea, me emociona tanto como a ustedes, así que intentaré estar con el primer capítulo tan pronto como pueda... Ahora, se me hace un poco fácil, porque empiezo con deberes pequeños, pero... Bueno, ustedes me entienden.
Me encanta que les hayan gustado las frases y demás xd, se que no es tan relevante, pero tenía que mencionarlo... Entonces... Nos estamos leyendo  

capítulo 001.

liam behrk ; scott terrence. | brick.

Ella está frente a mí. Sus ojos se llenan de lágrimas, mientras sostiene mi mano; la siento temblar y mi corazón se rompe en mil pedazos.
 
— Camille… – susurro cerca de ella, besando sus rubios cabellos. —, no llores, por favor. Te lo supli…
 
— Basta, Liam. – suelta un débil suspiro, intentando sonreír, mientras una densa lágrima rodea su mejilla. Me encargo de limpiarla de sus sonrosadas mejillas que antes eran pálidas. Ella me dedica una sonrisa. — Definitivamente habrá alguien mejor, pero no mejor que tú.
 
— Cam… – niega con su cabeza, colocando uno de sus finos, pálidos y delgados dedos en mis labios, impidiéndome hablar más.
 
— Te amo, Liam. – de pronto, está tan cerca de mí, que alejarme me da pánico. No quiero herirle; es una niña y una de mis mejores amigas.
 
— Lo siento, Camille; yo no. – sella nuestros labios en un beso. Intento no moverme para no corresponderle, poniéndome a pensar que, éste sería nuestro último encuentro.
 
   Ella sabía que me gustaban las mujeres parecidas a mí, pero que también tenía atracción por los hombres. Sabía que, ella y yo no encajábamos en nada. Sabía que yo, sólo le quería como a una pequeña hermana.
 
   Abro grande mis ojos, sentándome con pesadez en el sofá y soltando un fuerte suspiro, más parecido a un gruñido.
 
— Hey, tranquilo, tigre. – habla Nebraska, una de mis mejores amigas, recostándose en mi pecho cuando hago peso justo a su lado en el acolchonado sillón frente al televisor, donde próximamente, veríamos un par de películas deprimentes que decía que necesitaba ver, pues su más reciente novio, (ahora ex-novio) le había botado hace no más de cinco minutos. Por mensaje.
 
— Cierra el pico. – tiendo un cartón de un litro de nieve hacia ella y me sonríe ampliamente, comenzando a comer con una cuchara grande y soltando lágrimas de a poco. Sé que no quiere llorar, quiere hacerse la fuerte; pero no lo logra cuando la abrazo por los hombros hacia mí.
 
— Liam, basta… – gruñe, escondiendo su cara entre mi hombro y cuello.
 
— Neeb, me duele que llores, nena y lo sabes. Por gente como él, no se vale tirar lágrima alguna. – hago que me mire. Sus lindos ojos verdosos se achican, al igual que mi corazón al verla así. — ¿Dejarías llorar por mí? – le pregunto secando sus lágrimas y besando su frente. Asiente lentamente, frunciendo los labios y apretándolos un poco.
 
— ¿Por qué no eres mi novio? – río por su repentino cambio de humor.
 
   Tomo el control del DVD, finjo pensar una respuesta y cuando la miro, me mira como si fuese el ser más inútil del planeta.
 
— Porque sería raro, porque mamá piensa que Ada es mi novia, porque papá quiere que Ada sea mi novia… ¿Quieres más razones? ¡Ah, sí! Tú y yo no somos más compatibles que como amigos. – se burla de mí, besando mi mejilla un tanto barbuda y por sí misma, le da play al reproductor de discos de video.
 
— Ya lo sabía, lo he repetido todo en mi mente… – alza su cara con aire triunfante, mientras prepara una cajilla de kleenex, para cuando comience a llorar sin consolación a culpa de Querido John.
 
 
   Mi corazón da un vuelco cuando veo a Camille caminando por los pasillos de la Universidad. Ella no debería estar aquí; fue a vivir a Londres hace más de seis años y se suponía que no volvería, pues su padre había conseguido un empleo buenísimo allá. No debería estar aquí.
 
— Liam, ¿te sientes bien? – Neeb toma mi brazo, apretujándolo un poco, mientras hace que voltee a mirar sus ojos.
 
— Sí, solo… Dame un minuto, tengo que saludar a alguien. – dirijo mi caminar hacia la linda castaña que una vez formó parte de mi vida.
 
   Su cabello era más corto ahora, al igual que más blanco. Su piel, seguía igual de pálida y un lindo color rosa, hacía que sus labios brillasen naturalmente. Sus ojos celestes, seguían teniendo la misma intensidad de siempre y sentí, como la culpa me comía por dentro. Yo había visto cómo sus ojos se apagaban cada vez más y sus mejillas se sonrosaban del dolor que estaba pasando aquél día de adolescencia, en el que rechacé su amor por mí. La quería, sí, pero simplemente, no estábamos hechos el uno para el otro.
 
— ¿Camille? – toco su hombro, haciendo que voltease a verme con sorpresa.
Sus ojos se abren grandes. No esperaba verme ahí, era más que obvio, pues no habíamos tenido contacto desde… Aquella vez.
 
— Liam. – dice simplemente, tragando saliva con dificultad. — ¿Qué tal? – sonrío con timidez. No era una persona tímida, pero Camille siempre había sacado esa parte de mí.
 
   Ella era una persona genial y yo a su lado, era débil y frágil. Ella, no me hacía para nada bien.
 
— Yo… ¿Qué tal tú, qué haces aquí? – muestra su papelería y una pequeña mochila que llevaba en su hombro.
 
— Comienzo mis estudios en ésta Universidad; fue de las mejores que vi en el folleto del Bachiller y… Heme aquí. – habla con nerviosismo.
 
   Está bastante intimidada por mi pronta mirada seria y bastante normal en los últimos años.
 
   Me volví serio, frío y distante. Ella no lo sabía, no tenía la culpa de nada de ello y yo… Yo había cambiado a causa de un problema de nuestro pasado.
 
— Me alegra que hayas decidido el Politécnico. – carraspeo  un poco, acomodando mi camiseta a cuadros, abotonando bien del cuello, rascando mi barba de tres días en mis mejillas.
 
   Traga saliva una vez más, mostrándome lo tímida que se volvió. Decido dedicarle una sonrisa amigable, provocando una mirada suave de su parte; reconociendo al Liam que ella había dejado. Al Berhk tímido y para nada independiente en su vida anterior.
 
— Sí. Mi primo me ha convencido.
 
— ¿Tú primo? Pensé que tu padre no tenía hermanos, ni nada. – carraspea incómoda, rascando su nuca.
 
— Mi madre los tiene. – frunzo el ceño. El padre de Camille, estuvo separado de su esposa desde siempre y ella jamás se trató con su madre… Ahora, ¿lo había hecho? — Papá volvió a contactarla y… Vivimos juntos. 
 
   Tengo hermanos menores. – explica sonriendo forzadamente, al ver un gran signo de interrogación en mi rostro.
 
— ¿Primo?
 
— Sí. Scott Terrence, es su nombre.
 
Oh, no.
 
 
— ¿Scott Terrence es su primo? – asiento un tanto frustrado a la idea.
 
   Un gancho de odio se forma en la boca de mi estómago cuando su nombre sale de los labios de Nebraska. Ella ríe a carcajadas al ver mi rostro, provocando que me ablande a causa de sus tiernas muecas.
 
— Cierra la boca…
 
— Espera, Behrk… ¿Qué no ese es el chico de tu clase de Humanidades? Ya sabes, el chico buenísimo de ella. – entrecierro mis ojos cuando ella muerde su labio, imaginándose, probablemente, al moreno antes mencionado.
 
— Es bastante atractivo, pero eso no significa que vaya a caerme bien o a decir que lo llevaría a mi cama. – suelto de pronto.
 
   Nebraska sigue riendo descontroladamente, cubriendo su rostro.
 
— ¿¡Lo llevarías a tu cama!? – grita. Abro grande mis ojos, callándola con un gruñido. — ¡Vamos, Liam! Llevas bastante tiempo sin salir con nadie.
 
— Estoy saliendo con Ada, Neb. – me mira incrédulamente, enarcando una de sus cejas, desafiándome.
 
— Ella no es tu novia… Que quieras cubrir tu gusto por los hombres con tus padres, no significa que Ada realmente sea tu novia.
 
— Podría pasar, ¿tú qué sabes? – ella niega con su cabeza, sonriéndole a su mejor amigo.
 
— No pasaría y tú mismo lo sabes… – se acerca a besar su mejilla, despidiéndose de él. — Tengo clase en doce minutos… – mira el reloj de su muñeca, mirando el rostro de su amigo, después. —, hablaremos más tarde. – sale del campus de la Universidad, dirigiéndose a sus clases.
 
   Bueno, en algo tenía razón. Yo quería a Ada Rossini como mi mejor amiga y no como una novia… Y sí, quizá piense que Scott Terrence es bastante atractivo, pero somos dos clases sociales bastante diferentes; él y yo no encajamos.
 
 
   Tiro el cigarrillo casi terminado al suelo, pisándolo con la suela de una de mis botas tipo militar, para después subir a mi motocicleta, esperando a que Azahelle saliera de casa, para ir juntos al instituto.
No solíamos llegar tarde al lugar y cuando lo hacíamos, era por situaciones realmente importantes, como que mi hermana intentaba encender la estufa para cocinar y terminó quemando ollas, la tostadora y haciendo que los bomberos llegaran a casa, por la alarma de humo.
 
— Vaya hermana que tienes. – ríe antes de subir tras de mí en mí Davidson, abrazando mi torso.
 
— Cierra la boca. Tu madre no la ha enseñado a cocinar. – arranco el motor, en dirección al Instituto. Ella vuelve a soltar una carcajada, aferrándose a mí cuando giro en una de las calles que da directo al estacionamiento del lugar, bajando ambos y entrando al campus de la Universidad.
 
   El lugar está lleno de nuevos ingresados, así como de chicos de intercambio y muchos de los años anteriores. 
Este era mi último año estudiando aquí. No había entrado al programa de intercambio, pero me había enterado que algunos de los chicos y chicas con los que comparto materias y demás, lo habían hecho. Por ejemplo, Kevin Allen e Isaac Williams.
 
— Seguro acuerdo con Jon a salir más tarde, así que... Quizá no vaya contigo de vuelta a casa. – me dice mi prima, enganchando su brazo en el mío, mencionando a su novio y mi mejor amigo en la vida.
 
   Asiento con mi cabeza de manera feliz, haciendo que se separase de mí inmediatamente, al sentir que comenzaba a asfixiarme con su cercanía.
 
— Me sofocas, Elle. – explico, besando su frente y comenzando a alejarme de ella. — Iré a buscar a Kevin, nos vemos más tarde. – le grito, agitando mi mano en forma de despedida e iniciando la búsqueda de uno de mis viejos amigos.
 
   Kevin conseguiría un trabajo para mí, para que pudiese ayudar a la madre de Azahelle a pagar los estudios de mis tres hermanos y las terapias de recuperación de Skylar; mi hermana.
Al nacer, fue diagnosticada con el llamado Síndrome de Asperger; una enfermedad parecida al Autismo, pero de menor grado y más fácil recuperación para quienes padezcan de éste. Skylar es un ángel y simplemente iluminó mi vida al nacer, pues ella, era mi motivación a estudiar, sacar buenas notas y mejorar. Sietes y nueves me ayudarían, ¿no es así?
 
   Una mano, hace que pare de pronto. Abro grade mis ojos, viendo la clara mirada de Anabelle Hook, quien se abalanza sobre mí, besando mis labios repentinamente, con euforia y emoción.
Tengo aún los ojos abiertos y pensamientos desagradables acerca de su pegajoso brillo de labios, que seguro embarraría por todo mi rostro; efectivamente, segundos antes de quedarme sin aire, comienza a manchar mi pequeña barba de una semana, con su tinta rosada. Mis manos se posan en su cintura, alejándola de mí.
 
— ¿Qué pasa contigo, Anabelle? – respondo un tanto enojado, entrecerrando mis ojos y limpiando mi rostro con mi camiseta negra. Agradecí internamente, no decidirme por mi blanca favorita.
 
— Extrañé inmensamente a mi chico. – frunzo el entrecejo, retirando mis manos de su cintura, antes de que posicionara sus manos sobre las mías.
 
— ¿Tú chico? No, Anabelle... Sólo... Estuvimos juntos en aquella fiesta. Eso no significó nada. – explico. Ella se cruza de brazos frente a mí. Está molesta, puedo verlo en sus ojos celestes, llenándose de furia. 
 
— ¿No significó nada, Terrence? ¿En serio? – la veo sacar su celular de su bolsillo, desbloqueándolo después y mostrándome una conversación mía, con ella. — Voy a creerme que esta conversación sucedió cuando estabas sobrio. – saco mi celular del bolsillo y un mensaje llega de repente.
 
Alex: Si te encuentras con Anabelle… Lo siento, hermano xD
 
Frunzo el ceño, cerrando mis ojos después, pensando en alguna manera en la que pudiese asesinar a Alexander Doyle de la manera más sutil posible.
 
 
Una vez llegué con Kevin, lo primer que hizo, fue ofrecerme un cigarrillo, pues según él, parecía que había llegado de una masacre y, ¿cómo no?, si una chica loca y obsesionada con mi rostro, había llegado besándome y atacando mis labios y rostro.
 
—    Anabelle es bastante intensa… Salí con ella un rato… – le doy una pequeña calada al cigarrillo que me había ofrecido, mirándolo de mala gana.
—    Basta, no estoy saliendo con ella, Allen. – golpeo su brazo, calando desesperadamente cada vez más y abriendo grande mis ojos ante la imagen que pasaba frente a mis ojos.
—    Se te van los ojos, Terrence. – dice el moreno, golpeando mi nuca. — Espero que hayas estado viendo a mi Nebraska y no al chico. – le miro incrédulo, un tanto asqueado, devolviéndole el golpe y duplicándolo.
—    No miraba a Behrk, ¿qué está mal contigo?
—    Dije que esperaba que estuvieras viendo a Nebraska. – aclara él, arqueando sus cejas con diversión.
—    Tampoco la miraba a ella, es sólo que… Bueno, mira sus piernas. – señalo lo primero más llamativo de Nebraska McAdams, mirando después la nueva imagen de Liam Behrk.
 
Una barba reciente que le iba bastante bien, camisas entalladas de marca, que hacían que su espalda se ensanchara y un par de jeans ajustados que hacían que se viera… Dios, sí estaba viéndolo a él.
 
—    Tiene piernas increíbles, pero ¿a que no se le ve un torso buenísimo a Liam? – sacudo la cabeza en afirmación sin darme cuenta, para después de hacerlo, tirarme sobre Kevin Allen, golpeándolo, planeando alguna otra manera de asesinarlo junto con Alexander.
 
 
 
— Deja de mensajearte tanto con quien estés haciéndolo. – pido a Ada, quien iba del lado de copiloto en mi auto.

   Sus pómulos pálidos se sonrosan y entonces, suelta el móvil, poniéndolo sobre su regazo.
 
— Gracias. – río bajito, mirándola cuando detengo el auto en una señal de Alto. — Si no quieres seguir con lo de mis padres… – alza su mano, pidiendo que me detenga.
 
Arranco el auto una vez más, llegando a casa finalmente.
 
— Eres mi mejor amigo, seguiré hasta que estés listo. – me sonríe sincera, haciendo que sus celestes ojos brillen intensamente.


— Gracias. – me acerco a besar su mejilla, saliendo del auto después y corriendo a abrir su puerta para que ambos salgamos.
 
   Sabemos que mamá está viéndonos desde la ventana de su habitación, así que tomo su mano y entrelazo nuestros dedos, sonriéndole de lado mientras entramos a casa.
 
— Debes quedarte a cenar. – digo de pronto, mirando a mamá, quien supuestamente lee revistas junto a la ventana. — Oh, hola mamá, no pensaba que estuvieras aquí. – suelto la mano de mi “novia” y la posiciono en su cintura, acercándola a mí.

   Gente como mi hermana, pensaban realmente que estábamos saliendo. Al igual que mi padre y madre.
 
— Hola, chicos. – suelta la revista y se acerca a saludarnos, besando nuestras mejillas y abrazando a Ada. — Uy, linda, que adorable te ves hoy. – le dice, tomándola de los hombros y alejándose después de ella, mientras aliña su traje empresarial. — Tu padre ha pedido comida china, oí que se quedará a cenar. – me dice señalando a la pelinegra a mi lado, sonriéndonos ampliamente.


— Gracias, Aden. – mamá le permitió hablarle por su nombre, lo cual había sido solo común con Camille. — Quizá me quede un rato.

   He tenido un montón de amigos y novias, así como “casi novias” que mamá ha rechazado… Como Carter Hudson, quien había sido mi mejor amigo la mayor parte de mi adolescencia.

   Ada y yo permanecemos hablando con mamá un rato hasta la cena. Papá llega y mi hermana junto con él, para que así, cenemos los cinco juntos.

   Cuando se enteraran que Ada es solo mi mejor amiga y no compartimos nada más que una bonita amistad… Seguro llegan a desheredarme.
 
 
 
Dejo un beso en la frente de Skylar, caminando después, fuera de su habitación y cerrando la puerta de la habitación de los gemelos. Bajo las escaleras, saludando a Alexander y dirigiéndonos a la salida de mi casa.
 
— ¿Habrá música buena? Si no la hay, voy a golpearte hasta que… – detengo su oración, golpeando su brazo.


— El que debería golpearte, soy yo, Doyle… Así que, no te quejes. – subo a mi moto, colocando mi casco sobre mi cabeza, mirando que él me imitase. — A parte, Jon y su banda estarán ahí. – le digo finalmente y cuando está a punto de hablar, hago que el motor suene, para después, arrancar la motocicleta en dirección al pub en el que mi prima me dijo que estarían tocando.

   Una vez, llegamos y nos aseguramos de que las motos estén seguras, caminamos directo al lugar, que comenzaba a oler a alcohol y cigarrillos desde fuera; como a mitad del camino.
 
— ¡Hey! Pero si son Alexander Doyle y Scott Terrence… – llega mi rubia prima, llamando la atención de varios de los presentes, quienes sueltan un grito adulador. Río torpemente abrazando a la chica frente a mí, quien saluda a ambos.


— ¿Subirán ya? – pregunto mirando a Jonathan a lo lejos, alzando mi mano para saludarlo.
Azahelle asiente con su cabeza y deposita un beso en mi mejilla.


— Solo estaba esperando a que llegaras. – finaliza y comienza a correr en dirección a su novio.

   La veo hacer una mueca desesperada, agitar sus brazos y caminar al baño de chicas, furiosa.
 
— ¿Qué le sucede? – parece que Alex había estado viendo lo mismo que yo, pues comienza a reír.


— Ni idea.
 
 
Llegué finalmente al pub donde Isaac había acordado que nos viéramos. Al parecer, una de sus amigas estaría ahí.


   Camino a la barra, cuando no veo por ningún lado a mi amigo, pido una bebida ligera y comienzo a beberla.
 
— Vaya cambio, Behrk. – cierro los ojos con fuerza.
 
Hubiera deseado que Azahelle Lee me dirigiese la palabra, pero a su vez, él está sentándose junto a mí, pidiendo lo mismo que yo estaba tomando.


Intento sonreír ampliamente, fallando, pues a cambio, solo hago una extraña mueca de odio.
 
— Terrence. – digo fríamente, terminando la pequeña copita que habían servido, para pedir una más.


— El vodka se disfruta, Liam, no se toma de a jalón. – da un pequeño trago y lame sus labios después. Con lentitud. Una lentitud que me mata.


— Bueno, no es tu problema si quiero beberlo “de jalón” – hago comillas con mis dedos, volteando mi silla frente a él, mirando su perfil. Hago la mueca más seria que puedo, tratando de intimidarlo con la mirada, pero solo ríe.


— Sigues siendo adorable, gordito. – dice cerca de mí, haciendo que su aliento recientemente alcoholizado, entre por mis fosas nasales. — En fin… ¿Qué es lo que haces aquí? Chicos como tú, no suelen pasarse seguido en lugares como este. – señala el lugar, terminando su vodka y mirándome una vez más.


— Vine… acompañado de un amigo. Mi novia no pudo y… – soy interrumpido por su fuerte carcajada. — ¿Qué te pasa?


— No es tu novia y yo lo sé, Liam. – guiña un ojo a mi dirección, levantándose de su asiento. — Cuidado con lo que haces… Estoy vigilándote. – deja un billete en la mesa, señalando al joven barman de ahí, yéndose.

   Lo pierdo de vista entre la gente y entonces, suelto un gruñido de odio; como cada vez que lo veo.
   
   Todo sería más fácil, si hubiese seguido las instrucciones y citas que Carter hacía para mí; entonces, no estaría tan molesto con Scott Terrence, ni conmigo mismo.

hi:

POR DIOS, MUJER TU NOS QUIERES MATAR ¿VERDAD?
Me encantó el capítulo y, como dijo karly, valió la pena tener que esperar tanto, nuestra recompensa fue esté bello y hermoso capítulo
Yo también confieso que me enamoré de cada uno de los personajes, y del gordito de liam más bueno ya, bASTA. Me enamoré todo y punto.
Ahora a esperar el capítulo de may

Karly: Awwwn, muchas gracias Karl bella  yo nomás se que ustedes van a matarme con sus escritos a futuro... Ya puedo verlo xd. NECESITAMOS TRAMAS, KARLA  


May: Tu comentario es enorme!  me encantó... Shoro. 
¡No! Pensé que me habrías entendido con la explicación de la trama que te dí xd, pero sí, va a ser bastante interesante por todo eso xd. Me encanta esta trama de nosotras, es beia y sí, tienes razón; los personajes homosexuales casi no son muy usados, o al menos como protagonistas, pero donde lo son, resultan hermosos y los amo  debemos hablar tú y yo, mujer... Seriamente  ahre. nocierto, pero si debemos hablar xd. Ojalá las macumbas te funcionen.


Mar: No! Las quiero vivitas, si se puede, pls... Me alegra mucho que te haya gustado el cap y de mi bebito gordito  
Necesitamos hablar xd. Nah, I need tramas de lo mas que se pueda con todas  


Danny: Scott es un negro irresistible  Lo amo ya, desde hoy. ayer. antier. muchos dias antes de su creación xd  
Pls, para Scott, Liam era el gordito, ahora ya no. Bc está bien bueno y se lo quiere co... mer.  Y solo voy empezando, así que si en otro capítulo mueres, no será mi culpa... o quizá sí. Ahre.

baia baia, ya no es nada raro que tus personajes terminen enamorándome, fer, ya no  :roll:
O sea, Liam, pls, el gordis siempre tan bello y hermoso como diario, y luego esta Scott, el negro obvio, hahaha, bue, que aunque es acá un chico malote y así no se le quita para nada lo bello, hermoso y precioso que es     we, sabes lo hermosos que es ziam para mi y vas a terminar así el capítulo, no, además de plantear tramas que tiene a ambos como muy alejados y... asjasjasj ya ni sé qué, me hice bolas sola bc estoy emocionada pues, xd terminarás conmigo a este paso muy pronto ;-;
El punto es que adoré tu cap, así tal cual, todo esto es tan cool y como primer cap estuvo hermoso