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Skin hecho por Hardrock de Captain Knows Best. Personalización del skin por Insxne.
Gráficos por y codes hechos por Kaffei e Insxne.
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Delirium.
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Re: Delirium.
no no, puede ser en tercera, creo que mejor si todas narramos en tercera, solo que yo empecé narrando en primera y ya no podía cambiar todo el capítulo Pero en tercera está bien, aunque en presente no sé, si te es más cómodo, magda narró en pasado pero como quieras Ems jajajaja
bless.
Re: Delirium.
Oh ya entiendo xd es que me confundi. Bueno, entonces tercera del pasado, gracias
hange.
Re: Delirium.
- Debbsss:
- Ayyyy tu cap mujer—¡Nicole!
Abrí los ojos y observé la habitación de punta a punta, para asegurarme de que fuera real. Traté de regularizar mi respiración sin que ella se diera cuenta.
—¿Estás bien, Thomas? —Preguntó monótonamente y con una pizca de fastidio en su voz. Maldición, qué diablos me pasa. ¿Un sueño? ¿Una pesadilla? No se supone que pueda soñar.
El principio fue re cool y re misterioso sabes, porque pensé que era todo real y que estaban escapando de las personas con sus problemas psicópatas de que el amor es como el cáncer y Y luego Thomas se despertó y fue como: "él es simpatizante pERO NO LO SABE! Y yo no sabía ese detalle, que al principio ellos no lo sabrían y sería como demasiado terrorifico porque ya piensa que está "curado" y omg eso me dio muchas ideas sabes Y eso de que no se supone que deban soñar, ¿qué clase de persona cree que estar "curado" es no soñar? los sueños son vida *aunque yo nunca entienda los míos*Nicole tomaba su café matutino, en la mesa del comedor. Leía un libro, algo llamado “Peligro y Consecuencia”. Recuerdo haberlo leído hace un tiempo. Testimoniaba el caso de una pareja de simpatizantes, cuyo final pudo haber sido trágico, hasta que él murió y ella recibió una segunda intervención. La escritora del libro pudo salir adelante y compartir con el mundo su historia de cómo la cura salvó su vida.
Me deprime leer estas narraciones sabes porque ellos no tienen nada de sentimientos y vivir así es tan....feo no sé como lo hacen, como lo soportan pero para ellos, bueno, es estar curados y libres de todo mal. Dios los reprenda Y entonces están casados pERO NO LO PARECE, PARECEN DOS ROBOTS QUE HABLAN. ES MÁS, NI ROBOTS, PORQUE EVA Y WALL-E TENÍAN MÁS SENTIMIENTOS QUE ESOS DOS me frustro, lo siento, pero T.TUna vez en el camino y en el silencio del vehículo, recordé cómo una vez estuve tan cerca de infectarme. Pero cumplí los dieciocho, el tiempo me salvó de caer. ¿Y ella? Posiblemente al igual que yo, no me recuerda, ni tampoco al pasado. Algo nos fue quitado y en su lugar, solo tendremos tranquilidad eterna y quizás de vez en cuando aquella pregunta “¿Cómo diablos pude…?”
¿TAMPOCO RECUERDAN NADA?????
¿¡QUÉ CLASE DE CRUELDAD ES ESTA DEBYYY??!!! ¡EXPLICAME!!
Pero, haciendo un paréntesis, hay una pequeña parte de mí que me dice que su chica por la que casi se "infecta" es con la que está casado ahora“Sé una voz, no un eco” exclamaba sobre un muchacho y una muchacha, agarrados de las manos.
Siempre creí que ese temor era inseguridad, y que la inseguridad que yo tenía se debía a un posible síntoma de la enfermedad, y eso me estaba volviendo loca. Yo no estaba enferma. Podía contar con los dedos de mi mano la cantidad de veces que mantuve conversación con un hombre que no fuera mi padre. Mi madre siempre me aseguraba que no había de qué preocuparse, de que a mi edad era común estar asustada. Sin embargo yo no pensaba lo mismo. No era miedo. Era intranquilidad, la misma que me perseguía desde hacía noches, la que no me dejaba conciliar el sueño.
¿Ves? Me deprime. ¿Cómo pueden hacerle esto a la gente? ME DECLARO REBELDE EN ESTE MOMENTO, YA DIJE
Y quiero ser carroñera únicamente para acabar con los de la idea más estúpida del universo
Y el acosador de Grace tampoco estaba curado pero revisé tus personajes y no sé, el otro chico es un inválido y ¿qué hace un inválido en esos territorios? lo pueden acribillar Pero es tan lindo, fue a devolverle su botella de agua Y Grace toda paranoica porque la evaluación y todo esoInmediatamente bajé la vista para evitar el contacto visual, según lo que había aprendido, algo muy riesgoso que en ocasiones provocaba la infección.
No sé por qué pero esto me dio mucha risa sabes "En ocasiones provocaba la infección" aka Amor a primera vista ay dios, por otro lado me causa ternura que le tengan tanto miedo a algo asíCreer fielmente en que yo, Grace Rowling, era una más del montón de aspirantes que esperaba el día de su salvación, de una cura que le enseñaría a vivir.
Te han lavado el cerebro, mija, te lo han lavado
Deby esta nc me causa muchos conflictos internos sabes no es posible—¿Qué hay de malo conmigo…? —Murmuré, preguntándole a la nada, a la vida, a Dios… Cómo iba a permitirme cometer una de las locuras más grandes. Bea sollozó en silencio. Rápidamente limpio sus lágrimas con la manga de su blusa y me miró directo a los ojos, derrumbando cualquier barrera que yo haya podido construir en aquellos minutos en su compañía. Aparté la mirada e intenté recordar. Recordar aquello que había aprendido en mis diecinueve años de vida. De las advertencias, las normas, los riesgos… Sus labios, el beso. Era todo lo que podía recordar, y sabía que muy difícilmente iba a poder olvidarme de aquello.
—Me iré. —Dijo firmemente, y fue cuando lo dijo que me animé a mirarla de nuevo. Decidida, como si hace mucho, mucho tiempo hubiera pensado en decir aquellas palabras. La ira desapareció sin rastro cuando hicimos contacto visual, no porque quisiera convencerla de lo contrario, sino porque si ella lo decía, aquella era posiblemente la última vez que iba a verla. —Conocerte fue…—Su voz se quebró, quitándole el sentido y la severidad a su mirada fría. —lo mejor que me pudo haber pasado, Scott. —Su voz firme había pasado rápidamente a ser un hilo desesperado por un poco de aire. Quería que se detuviera. Quería que pensara en lo peligroso que aquello era para mí. En mi mente le advertía, a gritos, que si no se detenía yo podía mandar todo al diablo, amarla y morir aquella misma noche. Pero no hizo falta decir nada de eso, porque antes de que respondiera, antes de que pudiera hacerle saber que más allá del lío en el que me había metido, una parte de mi agradecía al cielo por la existencia de Bea Sellers, ella había dado la media vuelta y se había alejado de mí.
DEBY LO HUBIERA CITADO TODOOO SABES, PERO LUEGO SE ME IBA EL COMENTARIO EN ESO Y NO SE PUEDE. PERO ESA PARTE ME MATO. ME. MATÓ. Y MÁS PORQUE SCOTT ES DYLAN Y MI BEBÉ ESTANA SUFRIENDO Y BEA OMG NO PUEDE SER DEBY, ES EL PRIMER CAPÍTULO Y YA LOS SHIPPEO SABES, NO PUEDES HACERME ESTO
okey me calmo *suspira* pero en serio esa parte me mató, no sabes lo mucho que la amé Porque Scott todo sentimental y confundido que no entiende nada porque se supone que está curado pero está sINTIENDO COSITAS y Bea my love que es de la resistencia y se enamoro de ÉL PERO NOOOOOOOOOOOOOOOOO Y SE FUE no tenías que hacer eso, no tenías
exijo que se reencuentren
Y yo no quiero que el se case con la pelirroja que sonríe falsamente y que lo pone nervioso Bea tenía que llevárselo a la rsistencia no sée, ellos pertenecen juntos, ya soy shipper oficial de Bscott?? Sb...suenan horrible pero tu me entiendesTendría que aprender a vivir como un simpatizante, oprimiendo cada sentimiento y cada pensamiento, silenciando las ganas de gritar ¡Estoy infectado, y me han roto el corazón!
ven mijito que yo te lo pego de nuevoSabía que no iba a ser fácil, había intentado de todas las formas evitar que ese día llegara para la chica que se encaminaba a la sala de operaciones, pero nada había sido suficiente para librarla de su destino fatal. Para mí, que estaba completamente en contra de lo que hacían allí adentro, era una tortura saber que la razón por la que e había infiltrado a trabajar en los laboratorios era completamente inútil si no lograba salvar a alguien de la cura y de una vida sin amor. Fue mucho más difícil, cuando Jessica, la chica que iba a ser curada, comenzó a sollozar a pasos de entrar en la sala.
Al principio me confundí porque pensé que era Sarah pero la llamaron Lauren???? pero después recordé que los miembros de la Resistencias adoptan identidades falsas y fue como wOW ES REBELDE Y TRABAJA EN LOS CENTROS DE CIRUGÍAS, QUÉ COJONES TIENES MUJER No sé como ella puede, la verdad. Yo estaría más paranoica que los aspirantes cuando creen que están delirando y muy muy muy nerviosa, no sé, a cada rato pensando "me van a descubrir y moriré joven sin haber logrado nada por mi causa" y
Pero cómo ella iba a posponía las cirugías, Dios, eso es muy valiente sabes ¿sabes la consecuencias que eso puede traer? Y el Dr. Tyler, todo intimidante y brusco, pendejo y jESSICA, POBRE JESSICA LOCO, ESTABA LLORANDO Y TODO Y SU MAMA DE BITCH INSENSIBLE INHUMANA te digo que tendré problemas con las personas curadas de esta nc, y con todos lo que apoyan la causa que no hayan sido lavados del cerebro como mis bbys aspirantes
Amé tu cap loco Lamento haber tardado para comentar, pero no tenía laptop y bueh e.e
- magdaaa:
- Magdaaaaaa seré sincera, cuando vi que subiste fue como: " :pajasoge: :pajasoge: " porque luego iba yo pero lo améUn pequeño rayo de sol se introducía de vez en cuando a través de su ventana, chocando contra su rostro. Pronto tendría que levantarse y vivir la asquerosa rutina que ya estaba cansada de presenciar. Tratando de que las lágrimas se fueran de sus ojos, suspiró levemente mientras apretaba sus puños y se daba la vuelta, quedando frente a frente con el que era su esposo. Más que su esposo, era su primer y único amor. Chad era el ser humano que había inundado su ser con sentimientos que jamás pensó que tendría, pero que, finalmente, los tuvo. Estar con él era complicado, pero era una bonita forma de pasar los días. Después de todo, él era la única persona que lograba iluminar sus días, a pesar de que no sintiera ni una pizca de amor por ella.
No sé si te lo he dicho antes pero aMO COMO ESCRIBES MUJER, LO HACES MUY BIEN SABES, Y AME TODO ESTO. El principio me movió mi dulce corazón de melón, con la historia de Charlie y Chad es que ella lo quiere y él es un curado y es tan difícil, peor porque siempre lo ha amado y CHAD SOLO ESTÁ....SIN SENTIMIENTOS. NO ES JUSTO Y ME FRUSTRA, ESTA NC ME FRUSTRA
Pero bueno, me enternecí demasiado cuando Charlotte se quedaba mirándolo así toda y luego se hacía la dormida cuando él despertaba sería demasiado difícil y doloroso tener que convivir con alguien de esa manera, no sé como ella lo soporta, la verdadPor aquella razón, estaba segura de que Chad conocía los sentimientos de ella hacia él. Chad sabía que su esposa era una simpatizante.
No sé qué es peor, que él lo sepa o que no lo sepano estés asustada por la intervención o de mí, que cuando seas mi esposa, siempre te protegeré.
Qué clase de curado habla así dime por favor estás buscando que me enamore de Chad o que segura de que no es simpatizante? me estás matandoSupo que estaba delirando cuando observó a la muchacha. No le costó nada más que una mirada para darse cuenta de que estaba enfermándose. Pero en un principio, no le importó. Si así se sentía una enfermedad, estaba dispuesto a vivir con ella.
Primero que nada, Matt es una de las mejores cosas que han pasado en esta vida sabes
Ahora, eso de ahi me mató es que fue tan DKAHDKAHDKAJDD G "ESTABA DISPUESTO A VIVIR CON ELLA" CALEB MI AMOR Ay Dios, me imagino todo lo lindo que vivieron ellos dos, viéndose en escondido y disfrutando del amor, no muriendo como quieren hacerles creer los hijos de beep de esta nc pERO LUEGO TENÍA QUE VENIR ABI A CAGARLA quiero una explicación lógica, racional, justificable de por qué ella desapareció y por qué no le pudo dejar una mísera carta la quiero ahora porque el pobre Caleb se quedó con el corazón roto y sin ganas de hacer más nada que llorar o que ya le pongan la cura para dejar de "sentir"....y no sé cuál de las dos es peor—¡No! —exclamó, en un susurro—. No... yo, yo sólo quiero hablar. ¿Por favor? No te quitaré mucho tiempo.
El muchacho quería decirle que se fuera al infierno, pero lo que salió de sus labios fue todo lo contrario.
—¿Dónde?
MAGDA QUÉ TRATAS DE HACER CONMIGO Y CON MIS FEELS EH, DIME QUÉ TRATAS DE HACERNunca se imaginó que los padres de la joven hablaran si quiera de él. Cuando se refería a trabajar con ellos, no estaba hablando de hacer planos y demás, se refería a... bueno, ser parte de la resistencia. Pero, por su mirada, supo que ellos no le habían mencionado nada de la resistencia. Seguramente su madre había insistido en que le dieran la cura a sus hijos si es que ellos la querían, y su marido, algo desesperado por los requisitos, había accedido porque ya no le quedaban razones para decir que no.
QUÉ ES ESTOO?????!!!!!¡¡¡?????
nO ENTIENDO. ¿Los padres de ALyssa y Caleb son parte de la RESISTENCIA???? ¡Y ENTONCES POR QUÉ NO LES DICEN NADA??? ¿NO LES DICEN QUE PUEDEN SER LIBRES Y PERSONAS Y ALGO MÁS QUE SIMPLEMENTE EXISTIR????? MAGDA DIOS YA VEO QUE AQUÍ HABRÁ MUCHO DRAMA POR QUÉ HACES ESA CLASE DE COSAS—Sería un placer acompañar a su familia y así, hablar de negocios.
¿dónde quedó el bash coqueto?Aimeé giró por última vez, entrecerrando sus ojos para tener una visión más clara del ambiente. Al ver que no había rastro de que alguien se encontrara en los alrededores, suspiró y se recostó en el pasto, que aunque estaba un poco húmedo, era imposible de no disfrutarlo. Miró el cielo estrellado, y allí se quedó por unos minutos, admirando el brillo de las estrellas y sintiendo la brisa en sus desnudos brazos. Se estremeció al pensar en la intervención que le esperaba. Faltaban un par de meses para su cumpleaños, y ella estaba tratando de que el tiempo durara más, de que los días pasaran más lentos.
Aimeé es una buena chica, Aimeé no quiere ser curada, Aimeé no quiere dejar de sentir, sé como Aimeé
En serio, sean como ella Se llevaría super bien con Georgia sabes
En fin, entiendo perfectamente el punto de vista de ella. Creo que estaría igual que ella de estar en ese situación (Dios reprenda todo eso pls ), no me gudtaría dejar de sentir, dejar de ser una persona solo por el miedo al amor, nonononononono, para nada. Pero es difícil encontrar el valor para mandar todo el diablo y escapar solo, ¿sabes?
Y CUANDO VIO AL CHICO (o sea Isaac) CUANDO LO VIO OMGGGGGG, NO PUEDE SER QUE LA HAYAS DEJADO AHI MAGDA, POR QUEEEEEEE
cuando bajó del árbol como todo un sayayin y miró a Aimeé directo a los ojos y ella toda "wut you doin lookin at me like dat dude" y omg, no, me dejaste muy intrigada sabes. Y amé muchísimo tu cap mujer
hange.
Re: Delirium.
Chicas no podré subir a tiempo, lo siento. Es que tengo muchas cosas por hacer y repartiendo el tiempo, tendría el cap listo para miércoles o jueves y mi turno acaba el martes. Así que pasaré mi turno esta vez
PD: Leo quería hacer nuestras tramas pero te lo dejo a ti(?
PD: Leo quería hacer nuestras tramas pero te lo dejo a ti(?
hange.
Re: Delirium.
(?). Justo estaba escribiendo un poco, ya tengo unas partes terminadas así que no tengo problema. Seguramente mañana suba, o tal vez hoy, depende de cuánto decida estudiar esta niña vaga, ahr.
dépayser
Re: Delirium.
No importa Ems gracias por avisaaar, esperamos el cap de Lea
@dragón. @cassiopeiae. @Kida where are ü now that i need ya'
@dragón. @cassiopeiae. @Kida where are ü now that i need ya'
bless.
Re: Delirium.
ikhôr
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Capítulo 03.
Minerva Kiev, Sydney Fernsby, Louise Barraud, Philipp Rousseau, Clea McQuoid, Jack von Trier.
Sólo se escuchaban los zapatos golpeando el suelo con frialdad, mientras que la dueña de ellos escuchaba mil cosas. Parecía que no observaba nada, pero observaba todo, hasta el más escondido recuerdo. Se preguntaba cómo las personas podían no amar: no amar el aroma a vainilla, no amar a sus hermanos, no amar la música, no amar su trabajo, y lo más importante: no amarse a sí mismos. Le parecía anti-humano, tal vez anti-todo. No sentía que era suficiente ser parte de la Resistencia, ella quería hacer más, ella quería amar a todo el mundo, y lo intentaba. Podía llegar a empapar ese amor con lástima, lo sabía, pero de todas formas amaba mucho. Por suerte, se sentía excelente por ello.
Entró al consultorio general del hospital para atender al siguiente paciente. Cuando no tenía algún caso neurológico grave o interesante, decidía atender resfríos y anginas innecesarias. Le aburría increíblemente recetar medicamentos, a veces dudaba si era médica o sólo iba al trabajo para mejorar su caligrafía.
— ¿Qué tal…, Leighton McCurry? —apenas hizo una curva en sus labios, dirigiéndole la mirada a la recién nombrada luego de leer su nombre en el historial médico.
— Sí, la misma —dijo levemente nerviosa, mirándose los dedos.
— Soy la doctora Kiev —sacó la mano derecha de su bolsillo y se la estrechó a la paciente, quien la aceptó.
— Un gusto, doctora.
— Puedes llamarme Minerva. ¿Qué tienes, Leighton? —intrigó.
— Mareos constantes, muchos mareos.
— ¿Viste a otros doctores?
— Sí, creyeron que era labert… larb…
— ¿Laberintitis? —Minerva tuvo que contener la risa inocente que quería soltar.
— Sí, eso.
— De acuerdo, recuéstate.
La paciente obedeció y se recostó en la camilla. Minerva tomó su mandíbula con suavidad y la giró con lentitud hacia la derecha, la dejó así por unos segundos, e hizo lo mismo pero del lado izquierdo. Dejó a Leighton sentarse, lo hizo lenta e inseguramente, como si no le tuviese confianza a la doctora. Cuando ya se encontraba en posición, apretó sus dientes y cerró los ojos con fuerza, pero de repente se relajó y volvió a abrir los ojos.
— ¿Mejor?
— ¡Estupendo! ¿Qué hizo?
— Depósito de calcio en tu oído interno, lo moví.
— Pues, muchas gracias.
Aunque no haya sido un caso de ataxia de Friedreich, Minerva siempre disfrutaba su trabajo cuando podía hacer algo por la gente. Le gusta recordar por qué se hizo médica y cómo le ha fascinado esa rama científica desde que tenía una década de vida, asombrada por todo lo que podía ser patológico y lo que el humano podía cargar en su cuerpo. Tal vez lo que más le gustaba era ver cómo semejante conjunto de tejidos y órganos perfectamente vinculados de una manera que no podría ser diferente porque, en ese caso, no podría ser, eran afectadas por el medio ambiente o por su propio cuerpo. Incluso lo veía como un método de conocer a las personas asustadas, sin excepción, por sí mismos, como si toda experiencia desagradable consigo mismos se alterara y quisieran vivir a pesar de todo, porque sí, eso pasa a no ser que seas un paciente que intentó suicidarse.
Cuando terminó su jornada, Minerva decidió ir hasta su casa, la cual estaba vacía, extrañamente. Se quitó la bata blanca, los tacones y estrelló su espalda contra el sillón, soltando un suspiro y a la vez soplando algunos de los cabellos que estaban en su rostro. Se cambió poniéndose un pantalón holgado gris y un sweater viejo de color azul pálido y se hizo un café. Tres cucharadas de azúcar para una taza grande.
Querida Minerva:
Ama, ama todo lo que ames amar. Que ni se te ocurra no volar por amor. Tal vez corras riesgo por ello, pero es el mejor motivo para morir. Con inteligencia y sabiduría, sinónimos de tu nombre, quiero que cuides de ti misma, cuides a tu hermano tanto como él te cuida y también cuida del mundo. Enséñales a todos el poder de tu mirada, porque sé que es lo que debes hacer.
La carta de su padre antes de morir había sido leído tantas veces que eran finitas porque Minerva no ha vivido tanto para ser infinita, pero se podían ver las lágrimas de una niña de 8 como una de 16 y una de 22. También manchas de tazas de café y té, arrugas de ira y de resistencia.
Optó por dejar de ser masoquista y puso un disco de vinilo en su tocadiscos para divertirse un poco. Los discos fueron uno de los legados materiales que su padre le dejó. Generalmente escuchaba música melancólica, que le haga recordar los momentos más tristes de su vida. Pero prefirió, extrañamente, recordar algo más divertido. El Rey le traía recuerdos, al menos las únicas canciones que estaban permitidas. Comenzó a bailar sola con los ojos cerrados, reviviendo el momento.
Una mano de dedos largos, pálidos y delgados acarició la suya con delicadeza para tomarla y entrelazar sus dedos. Ambos reían, e hicieron el mismo movimiento con las manos restantes. Él se lamía los labios entre carcajadas y la miraba con felicidad sincera. Al paso de la canción daban unos pasos de baile, intentando imitar a Elvis. Ella dio una vuelta, ayudada por el chico de tez pálida, y se libró de él para bailar con independencia. Se acercaba el atardecer y ellos sólo bailaban en medio de una estación de servicio vacía y música saliendo de una radio vieja, con sonido áspero, hacía ver todo como una escena de película donde el mundo recién acababa y sólo estaban ellos bailando una canción de rock. Tal vez no lo amaba a él todavía, pero que amaba el momento, sí. También amaba juguetear con su cabello y la música antigua.
El teléfono la interrumpió. Era extraño, no solían llamar. Algunos pacientes llamaban, pero era siempre a su oficina. Se dirigió a atender algo atontada por la música, las memorias y el tono sonando a la vez, pero antes paró el disco porque la estaba volviendo algo loca. Atendió el teléfono y sonó una voz que solía ser dulce pero ahora sonaba asustada y casi lloriqueante.
— Tenemos que hablar.
Buenos días. El almuerzo está listo. ¿Cómo estuvo el trabajo? La cena está lista. Buenas noches.
Louise se encontraba practicando su rutina de todos los días para que suene más convincente con el pasar del tiempo. Le gustaba que su esposo la vea fría. Lo conocía desde que eran pequeños, su familia siempre quiso que estén juntos y así fue. Pero lo principal, ella quería que estén juntos. Aunque no así. Claro que lo que más le llamaba la atención a Louise no eran sus propios sentimientos, sino los de su esposo. Siempre fue, desde los 10 años al menos, un hombre frío, escéptico y manipulador, se le notaba en la mirada; llamaba la atención que seguía igual que siempre. Ser aspirante o curado, era lo mismo para Philipp, no había cambiado nada. De esta forma, Louise nunca supo si su esposo jamás amó, o amó siempre y lo sigue haciendo hasta el momento. Le parecía más improbable la segunda opción, pero nada se puede predecir en esos ojos venenosos. Le provocaba muchas ganas de fumar un cigarrillo.
— Buenos días —musitó al sentir a su esposo moverse en la cama. Le salió más frío de lo que planeaba y, dándole la espalda a su esposo sentada en el pie de la cama, sonrió victoriosa.
— Buenos días —confundido y adormecido, repitió. Por algún motivo, ella siempre despertaba antes que él y la encontraba en la misma posición: mirando la nada algo encorvada, sentada en los pies de la cama y con los huesos de su columna vertebral y lunares a flor de piel.
Louise no era ni fría, ni manipuladora. Era alegre y simpática. Pero Philipp le doblaba la cara.
Él se levantó sin siquiera mirar a su esposa, se lavó los dientes y se dio una ducha de agua fría que le penetró hasta los huesos. El frío hacía que sus venas se ensancharan y se notaran mucho más de lo normal, por lo que si veías su cuello era casi seguro que notarías una línea azulada en el costado derecho, y en sus manos y brazos ni hablar. Llegaba a preocupar. Pero conocía su cuerpo. Salió del baño con una toalla en su cintura mientras sacudía su cabello, revoleando gotas como si nada. Se vistió: una camisa blanca, zapatos negros, pantalón negro, camisa blanca, corbata y saco negros. Arregló su cabello dejándolo prolijamente despeinado.
Louise le había preparado la taza de café amargo que tomaba todas las mañanas antes de dirigirse al trabajo, al cual debía llegar en una hora. Luego de dos tragos, el café había desaparecido. Tomó su maletín negro, en el cual tenía todos los archivos y denuncias del trabajo, y comenzó a leer para ponerse al día.
Mientras tanto, la rubia lo miraba con superioridad apoyada en una de las mesadas de la cocina tomando un té, seguramente dulce. Una de sus cejas formaba un ángulo de cincuenta grados bastante soberbio, como si esperara que aquel hombre dijera algo. Pero no dijo nada. Entonces se marchó sin siquiera mirarla, murmurando un “volveré pronto” como todos los días. Louise tampoco respondió, sólo lo miró recriminándolo con esa mirada penetrante y fulminante que tenía. Tal vez no la quiso observar por el hecho de que seguía en ropa interior, a excepción de un pantalón holgado. Algo que le encantaba era parecer indiferente frente a él, cuando era todo lo contrario.
Philipp se dirigió en auto hasta su estudio, a veinte calles de su casa. Siempre iba por el mismo camino, observaba a todos con ojos fríos y, por suerte, la gente también lo miraba con frialdad, tal y como a él le gustaba. Se sentía extremadamente cómodo en su auto, con ese olor a nuevo y solo, sin su esposa ni nadie que esté de más. Nunca se había puesto a pensar detenidamente qué pasaba con la mujer que vivía con él, sin embargo, no lo quería pensar. A veces pensar le afectaba bastante, prefería tener la mente puesta en el trabajo antes que en esa competencia de soberbia que había en su casa todos los días.
Estacionó su auto frente a la puerta de madera negra, moderna, y antes de bajar sacó de su bolsillo el frasco de antidepresivos, lo puso frente a su cara y con su pulgar lo abrió para luego tomar dos pastillas de manera brusca y sin necesidad de algún líquido. Eso hacía que en el trabajo no duerma ni se desconcentre, aunque jamás niveló sus medicamentos correctamente.
A paso firme entró al estudio, se sentó en su escritorio y comenzó a leer las denuncias, una por una, tal vez por décima vez en lo que va de la semana. Se tomaba su trabajo muy a pecho, específicamente las denuncias del Imperio Prescott. Un poco de Wagner también lo animaba a trabajar. En las mañanas, el trabajo de Philipp consistía en aprender de memoria lo que tenía que hacer, por lo que le gustaba tener su dopamina al máximo. Generalmente, para la tarde ya sabía todo lo que tendría que hacer en el resto de la semana. Hasta perdía el tiempo leyendo las denuncias allí, cuando en realidad podría estar relajándose en su casa, tomando café y pastillas en su sofá, pero le gustaba librarse de aquello. También podría estar haciéndose cargo de los juicios en primer lugar, pero refería tener su tiempo en el estudio, donde lo miserable no se le notaba tanto porque no había nadie quien lo observara. Sólo sus cuadros de Van Gogh.
— Señor Rousseau, hay una nueva denuncia para que recoja en el Imperio Prescott.
Sólo atendió el teléfono para escuchar aquello y cortó, sin decir una palabra. Detuvo a Wagner, quien llegaba a su parte más emotiva, y se dirigió a donde tenía que ir. Llegó al gran edificio y subió las escaleras para dirigirse a la oficina de Liam, el dueño de la empresa. Tocó la puerta tres veces tan rápidamente que pareció un solo golpe. Cuando el castaño le abrió, entró inmediatamente. Él le entregó los papeles y lo miró con intriga.
— ¿Y ahora qué, Liam? —casi bufó.
— Las estupideces de siempre. Sabes cómo encargarte.
— Es como hacer mil veces lo mismo.
Con eso, Liam casi soltó una risa y Philipp torció un poco sus labios, para luego despedirse moviendo su cabeza y le dio la espalda, levantando su brazo con la denuncia en la mano en forma de saludo. No le parecía nada normal esto de tener que ir más de tres veces a la semana a aquel edificio, pero le daba más trabajo, por lo que no podía quejarse.
Me llamo Sydney Fernsby, tengo 22 años y soy algo imbécil. Solía gustarme dibujar caras con melanomas frente a mi ventana mientras observaba el amanecer y tomaba un whisky. También estaba enamorado, pero a la vez lleno de odio; creo que eso no ha cambiado. Si hay algo que ahora me dedico a hacer, es correr de la locura mala para adentrarme en la locura buena.
Cada gota de transpiración que le corría por la frente era una oración de sus pensamientos. Recordar quién era le daba motivos para correr, si no pensaba, no existía. A veces la realidad le parecía una distorsión caótica y olvidaba incluso lo que estaba pasando, por lo que decírselo a sí mismo en momentos de riesgo le venía muy bien. Pero recordaba, principalmente, al ver la mano de su compañera sujetando la suya, guiándolo entre los árboles; y la risa de la dueña de esa mano lo volvía a desconcertar. Siempre reía, dejando ver sus dientes separados. No importaba que estén a punto de morir, ella reía porque era lo único que le quedaba. Se escuchaban sus respiraciones agitadas y los gritos a unos tres metros de distancia, que corrían a paso duro. Cuando Clea divisó unos grandes arbustos a unos pasos de donde estaban, volvió a soltar una de sus cínicas carcajadas; arrastró a Syd hacia ellos y casi hizo que se trague una rama puntiaguda del empujón que le dio, pero nada pasó sino escapar con éxito de aquellas personas, quienes siguieron de largo y no lograron verlos. Clea suspiró aliviada, sin dejar de sonreír, y se sentó en el suelo apoyando sus codos en sus rodillas, comenzando a reír con los ojos cerrados. Syd sólo la observó desconcertado.
— Esto hubiese sido mil veces mejor con Tabatha. Tú eres demasiado arrogante y aburrido para disfrutarlo —lo miró burlona y él frunció el ceño.
— Casi nos matan.
— Bueno, con ese pensamiento estaríamos “casi muertos” todos los días, ¿quieres que me deprima y deje de seguir luchando? Vaya, yo creí que eras un amigo.
Clea no era dramática, por lo que era notorio que simplemente estaba bromeando.
Se dignó a observarla como todos los días: era una lunática. No se podía decir si tenía ojos celestes o verdes, sus dientes separados la hacían dulce y excéntrica a la vez, su cabello rubio alborotado de tanto correr la hacía ver rebelde, como era. Lo que más la caracterizaba era que no le importaba morir.
Soltó un suspiro de pesadez e indiferencia, jugó dos segundos con el césped y luego con sus dedos, arrancándose la piel de éstos levemente. Le parecía muy extraño que todos los días intenten asesinarlo, como si no tuviese el derecho de nada.
— No pongas esa mirada.
— ¿Cuál?
— Mirada de no haber asesinado a nadie, de ser buscado sin razón. Sí, que ellos sean unas bestias inhumanas es una gran justificación, pero no tienes 5 años.
Jamás fue el más carroñero de todos sus compañeros, al contrario, era el carroñero pacífico, si eso podía llegar a existir. Si su elección hubiese sido importante, él sería un miembro de la Resistencia o incluso un curado, como todos los demás que viven sin problemas. Totalmente cobarde. Tal vez la soberbia le afectaba la cabeza, la soberbia de no querer a nadie más que a sí mismo, pero eso lo hacía pensar qué sería de él si no se quisiera. El único motivo por el cual no había sido intervenido era la soberbia. Syd, Syd, Syd y más Syd. Sin embargo, aunque no quiera admitirlo, hay personas que lo obligan a amar.
Clea sacudió su cabello y se paró para dirigirse al primer lugar abandonado que encontrara. Los reguladores los habían perseguido desde que los vieron observando una Cripta a varios kilómetros de allí, por lo que estaban bastantes cansados y necesitaban un poco de agua. Clea conocía un arroyo a poca distancia de donde se encontraban, así que empezaron a caminar sigilosamente, observando hacia atrás y adelante cada segundo por si acaso. Intentaba pensar que era divertido vivir así, al menos para tener un poco de esperanza, porque era lo único que la mantenía consciente en esos tiempos. También el cinismo. Por suerte era una mujer increíblemente resistente y fuerte, heredado de sus padres, quienes siempre fueron algo frívolos con su hija por si algo les pasaba y ella podría valerse por sí misma; tenían razón. Murieron cuando ella tenía 13. No le importó. Quiso a sus padres siempre a pesar de sus tratos, y también quiso que murieran lo antes posible para dejar de ser una carga y cambiar el mundo por su cuenta, no le gustaba que sus padres vivieran tal tiranía.
Empapó su rostro varias veces y tomó agua desesperadamente, mientras que su compañero apenas tomó unos sorbos y mojó su nuca por el calor.
— Me molesta que le temas a la desesperación —espetó Clea, viendo su tranquilidad.
— Tú reías hace diez minutos.
— Reía de desesperación.
— Me molesta que le temas a la tristeza.
Podían llegar a ser insoportables juntos, pero se supone que se querían un poco (sí, lo hacían). Se mostraban tan desagradables entre sí porque se conocían mucho más de la cuenta, y conocerse tanto no es sano. Ella sólo bufó.
— Es que amas demasiado, Clea.
— Y tú muy poco.
Leía en la carpa para no aburrirse, lástima que no había libros que no fuesen basura. Revoleó aquellas páginas inservibles sin nada reflexivo o talentoso en ellas y bufó de aburrimiento, entreteniéndose despeinando su cabello con algo de furia. Hoy no era su día, aunque nunca tuvo un gran día. Se encontraba solitario y él no era así, tenía ganas de reír pero sabía que era difícil reír cuando a tu alrededor hay puramente gente sin motivos, así que no pedía mucho.
El calor era bastante sofocante, y él era muy fanático del frío. Su musculosa blanca estaba bastante sucia y sus pantalones algo rotos, pero le importaba menos que nada. Lo único que le quedaba para entretenerse era recordar sus canciones favoritas a duras penas y tararear.
Las provisiones empezaban a agotarse y la Resistencia debía estar preparándose para enviar algunas. Era increíble el sacrificio que debía hacerse para no vivir rodeado de zombies, pero admitía que prefería ser inválido a ser simpatizante; estar infiltrado de una manera tan propensa a la tortura emocional y física si te descubren le provocaba escalofríos. Inválido. “¡Inválidos serán ellos!”, pensaba. Él tenía todas sus extremidades y podía moverse con incluso más flexibilidad que otras personas, tampoco tenía algún retraso mental, así que ese adjetivo no le calificaba a Jack. Si había algo que tenía seguro, es que ellos más que inválidos eran dotados y valientes, así que tenía al menos una primera impresión buena de todos ellos. Sin embargo, parecía que no todos pensaban lo mismo.
— ¿Qué te sucede, imbécil? ¿Tenemos poca agua y tú te tomas media botella? —se escuchó una voz furiosa detrás de la carpa. Jack se paró y pudo ver a una muchacha y un muchacho rubios discutiendo.
— ¿Y qué? La Resistencia ya nos enviará lo de siempre.
— Y mientras tanto podrías cuidar lo poco que tenemos, como si no habría problemas. ¿Quieres quedarte solo, sin carpa ni comida? Porque si no lo valoras, pasará.
Jack soltó una carcajada casi inaudible al ver el ceño fruncido de la muchacha, quien soltaba humo por las orejas. Ambos se miraban fulminantes pero lograron oír la risa, por lo que voltearon bruscamente y fruncieron el ceño.
— Apoyo a la chica —dijo Jack, al cabo de unos segundos —. O cuidas las cosas o tendrás que largarte.
— ¿La apoyas porque es rubia de ojos azules?
— No, la apoyo porque estás siendo un imbécil.
Resignado, el muchacho se dirigió a la carpa sin más que decir y Jack observó a la chica, con una sonrisa victoriosa y simpática en el rostro, como si esperara un agradecimiento.
— ¿Y tú qué quieres? —espetó, a lo que Jack rió.
Entró al consultorio general del hospital para atender al siguiente paciente. Cuando no tenía algún caso neurológico grave o interesante, decidía atender resfríos y anginas innecesarias. Le aburría increíblemente recetar medicamentos, a veces dudaba si era médica o sólo iba al trabajo para mejorar su caligrafía.
— ¿Qué tal…, Leighton McCurry? —apenas hizo una curva en sus labios, dirigiéndole la mirada a la recién nombrada luego de leer su nombre en el historial médico.
— Sí, la misma —dijo levemente nerviosa, mirándose los dedos.
— Soy la doctora Kiev —sacó la mano derecha de su bolsillo y se la estrechó a la paciente, quien la aceptó.
— Un gusto, doctora.
— Puedes llamarme Minerva. ¿Qué tienes, Leighton? —intrigó.
— Mareos constantes, muchos mareos.
— ¿Viste a otros doctores?
— Sí, creyeron que era labert… larb…
— ¿Laberintitis? —Minerva tuvo que contener la risa inocente que quería soltar.
— Sí, eso.
— De acuerdo, recuéstate.
La paciente obedeció y se recostó en la camilla. Minerva tomó su mandíbula con suavidad y la giró con lentitud hacia la derecha, la dejó así por unos segundos, e hizo lo mismo pero del lado izquierdo. Dejó a Leighton sentarse, lo hizo lenta e inseguramente, como si no le tuviese confianza a la doctora. Cuando ya se encontraba en posición, apretó sus dientes y cerró los ojos con fuerza, pero de repente se relajó y volvió a abrir los ojos.
— ¿Mejor?
— ¡Estupendo! ¿Qué hizo?
— Depósito de calcio en tu oído interno, lo moví.
— Pues, muchas gracias.
Aunque no haya sido un caso de ataxia de Friedreich, Minerva siempre disfrutaba su trabajo cuando podía hacer algo por la gente. Le gusta recordar por qué se hizo médica y cómo le ha fascinado esa rama científica desde que tenía una década de vida, asombrada por todo lo que podía ser patológico y lo que el humano podía cargar en su cuerpo. Tal vez lo que más le gustaba era ver cómo semejante conjunto de tejidos y órganos perfectamente vinculados de una manera que no podría ser diferente porque, en ese caso, no podría ser, eran afectadas por el medio ambiente o por su propio cuerpo. Incluso lo veía como un método de conocer a las personas asustadas, sin excepción, por sí mismos, como si toda experiencia desagradable consigo mismos se alterara y quisieran vivir a pesar de todo, porque sí, eso pasa a no ser que seas un paciente que intentó suicidarse.
Cuando terminó su jornada, Minerva decidió ir hasta su casa, la cual estaba vacía, extrañamente. Se quitó la bata blanca, los tacones y estrelló su espalda contra el sillón, soltando un suspiro y a la vez soplando algunos de los cabellos que estaban en su rostro. Se cambió poniéndose un pantalón holgado gris y un sweater viejo de color azul pálido y se hizo un café. Tres cucharadas de azúcar para una taza grande.
Querida Minerva:
Ama, ama todo lo que ames amar. Que ni se te ocurra no volar por amor. Tal vez corras riesgo por ello, pero es el mejor motivo para morir. Con inteligencia y sabiduría, sinónimos de tu nombre, quiero que cuides de ti misma, cuides a tu hermano tanto como él te cuida y también cuida del mundo. Enséñales a todos el poder de tu mirada, porque sé que es lo que debes hacer.
Te ama cada vez más,
Papá.
La carta de su padre antes de morir había sido leído tantas veces que eran finitas porque Minerva no ha vivido tanto para ser infinita, pero se podían ver las lágrimas de una niña de 8 como una de 16 y una de 22. También manchas de tazas de café y té, arrugas de ira y de resistencia.
Optó por dejar de ser masoquista y puso un disco de vinilo en su tocadiscos para divertirse un poco. Los discos fueron uno de los legados materiales que su padre le dejó. Generalmente escuchaba música melancólica, que le haga recordar los momentos más tristes de su vida. Pero prefirió, extrañamente, recordar algo más divertido. El Rey le traía recuerdos, al menos las únicas canciones que estaban permitidas. Comenzó a bailar sola con los ojos cerrados, reviviendo el momento.
Una mano de dedos largos, pálidos y delgados acarició la suya con delicadeza para tomarla y entrelazar sus dedos. Ambos reían, e hicieron el mismo movimiento con las manos restantes. Él se lamía los labios entre carcajadas y la miraba con felicidad sincera. Al paso de la canción daban unos pasos de baile, intentando imitar a Elvis. Ella dio una vuelta, ayudada por el chico de tez pálida, y se libró de él para bailar con independencia. Se acercaba el atardecer y ellos sólo bailaban en medio de una estación de servicio vacía y música saliendo de una radio vieja, con sonido áspero, hacía ver todo como una escena de película donde el mundo recién acababa y sólo estaban ellos bailando una canción de rock. Tal vez no lo amaba a él todavía, pero que amaba el momento, sí. También amaba juguetear con su cabello y la música antigua.
El teléfono la interrumpió. Era extraño, no solían llamar. Algunos pacientes llamaban, pero era siempre a su oficina. Se dirigió a atender algo atontada por la música, las memorias y el tono sonando a la vez, pero antes paró el disco porque la estaba volviendo algo loca. Atendió el teléfono y sonó una voz que solía ser dulce pero ahora sonaba asustada y casi lloriqueante.
— Tenemos que hablar.
XXX
Buenos días. El almuerzo está listo. ¿Cómo estuvo el trabajo? La cena está lista. Buenas noches.
Louise se encontraba practicando su rutina de todos los días para que suene más convincente con el pasar del tiempo. Le gustaba que su esposo la vea fría. Lo conocía desde que eran pequeños, su familia siempre quiso que estén juntos y así fue. Pero lo principal, ella quería que estén juntos. Aunque no así. Claro que lo que más le llamaba la atención a Louise no eran sus propios sentimientos, sino los de su esposo. Siempre fue, desde los 10 años al menos, un hombre frío, escéptico y manipulador, se le notaba en la mirada; llamaba la atención que seguía igual que siempre. Ser aspirante o curado, era lo mismo para Philipp, no había cambiado nada. De esta forma, Louise nunca supo si su esposo jamás amó, o amó siempre y lo sigue haciendo hasta el momento. Le parecía más improbable la segunda opción, pero nada se puede predecir en esos ojos venenosos. Le provocaba muchas ganas de fumar un cigarrillo.
— Buenos días —musitó al sentir a su esposo moverse en la cama. Le salió más frío de lo que planeaba y, dándole la espalda a su esposo sentada en el pie de la cama, sonrió victoriosa.
— Buenos días —confundido y adormecido, repitió. Por algún motivo, ella siempre despertaba antes que él y la encontraba en la misma posición: mirando la nada algo encorvada, sentada en los pies de la cama y con los huesos de su columna vertebral y lunares a flor de piel.
Louise no era ni fría, ni manipuladora. Era alegre y simpática. Pero Philipp le doblaba la cara.
Él se levantó sin siquiera mirar a su esposa, se lavó los dientes y se dio una ducha de agua fría que le penetró hasta los huesos. El frío hacía que sus venas se ensancharan y se notaran mucho más de lo normal, por lo que si veías su cuello era casi seguro que notarías una línea azulada en el costado derecho, y en sus manos y brazos ni hablar. Llegaba a preocupar. Pero conocía su cuerpo. Salió del baño con una toalla en su cintura mientras sacudía su cabello, revoleando gotas como si nada. Se vistió: una camisa blanca, zapatos negros, pantalón negro, camisa blanca, corbata y saco negros. Arregló su cabello dejándolo prolijamente despeinado.
Louise le había preparado la taza de café amargo que tomaba todas las mañanas antes de dirigirse al trabajo, al cual debía llegar en una hora. Luego de dos tragos, el café había desaparecido. Tomó su maletín negro, en el cual tenía todos los archivos y denuncias del trabajo, y comenzó a leer para ponerse al día.
Mientras tanto, la rubia lo miraba con superioridad apoyada en una de las mesadas de la cocina tomando un té, seguramente dulce. Una de sus cejas formaba un ángulo de cincuenta grados bastante soberbio, como si esperara que aquel hombre dijera algo. Pero no dijo nada. Entonces se marchó sin siquiera mirarla, murmurando un “volveré pronto” como todos los días. Louise tampoco respondió, sólo lo miró recriminándolo con esa mirada penetrante y fulminante que tenía. Tal vez no la quiso observar por el hecho de que seguía en ropa interior, a excepción de un pantalón holgado. Algo que le encantaba era parecer indiferente frente a él, cuando era todo lo contrario.
Philipp se dirigió en auto hasta su estudio, a veinte calles de su casa. Siempre iba por el mismo camino, observaba a todos con ojos fríos y, por suerte, la gente también lo miraba con frialdad, tal y como a él le gustaba. Se sentía extremadamente cómodo en su auto, con ese olor a nuevo y solo, sin su esposa ni nadie que esté de más. Nunca se había puesto a pensar detenidamente qué pasaba con la mujer que vivía con él, sin embargo, no lo quería pensar. A veces pensar le afectaba bastante, prefería tener la mente puesta en el trabajo antes que en esa competencia de soberbia que había en su casa todos los días.
Estacionó su auto frente a la puerta de madera negra, moderna, y antes de bajar sacó de su bolsillo el frasco de antidepresivos, lo puso frente a su cara y con su pulgar lo abrió para luego tomar dos pastillas de manera brusca y sin necesidad de algún líquido. Eso hacía que en el trabajo no duerma ni se desconcentre, aunque jamás niveló sus medicamentos correctamente.
A paso firme entró al estudio, se sentó en su escritorio y comenzó a leer las denuncias, una por una, tal vez por décima vez en lo que va de la semana. Se tomaba su trabajo muy a pecho, específicamente las denuncias del Imperio Prescott. Un poco de Wagner también lo animaba a trabajar. En las mañanas, el trabajo de Philipp consistía en aprender de memoria lo que tenía que hacer, por lo que le gustaba tener su dopamina al máximo. Generalmente, para la tarde ya sabía todo lo que tendría que hacer en el resto de la semana. Hasta perdía el tiempo leyendo las denuncias allí, cuando en realidad podría estar relajándose en su casa, tomando café y pastillas en su sofá, pero le gustaba librarse de aquello. También podría estar haciéndose cargo de los juicios en primer lugar, pero refería tener su tiempo en el estudio, donde lo miserable no se le notaba tanto porque no había nadie quien lo observara. Sólo sus cuadros de Van Gogh.
— Señor Rousseau, hay una nueva denuncia para que recoja en el Imperio Prescott.
Sólo atendió el teléfono para escuchar aquello y cortó, sin decir una palabra. Detuvo a Wagner, quien llegaba a su parte más emotiva, y se dirigió a donde tenía que ir. Llegó al gran edificio y subió las escaleras para dirigirse a la oficina de Liam, el dueño de la empresa. Tocó la puerta tres veces tan rápidamente que pareció un solo golpe. Cuando el castaño le abrió, entró inmediatamente. Él le entregó los papeles y lo miró con intriga.
— ¿Y ahora qué, Liam? —casi bufó.
— Las estupideces de siempre. Sabes cómo encargarte.
— Es como hacer mil veces lo mismo.
Con eso, Liam casi soltó una risa y Philipp torció un poco sus labios, para luego despedirse moviendo su cabeza y le dio la espalda, levantando su brazo con la denuncia en la mano en forma de saludo. No le parecía nada normal esto de tener que ir más de tres veces a la semana a aquel edificio, pero le daba más trabajo, por lo que no podía quejarse.
XXX
Me llamo Sydney Fernsby, tengo 22 años y soy algo imbécil. Solía gustarme dibujar caras con melanomas frente a mi ventana mientras observaba el amanecer y tomaba un whisky. También estaba enamorado, pero a la vez lleno de odio; creo que eso no ha cambiado. Si hay algo que ahora me dedico a hacer, es correr de la locura mala para adentrarme en la locura buena.
Cada gota de transpiración que le corría por la frente era una oración de sus pensamientos. Recordar quién era le daba motivos para correr, si no pensaba, no existía. A veces la realidad le parecía una distorsión caótica y olvidaba incluso lo que estaba pasando, por lo que decírselo a sí mismo en momentos de riesgo le venía muy bien. Pero recordaba, principalmente, al ver la mano de su compañera sujetando la suya, guiándolo entre los árboles; y la risa de la dueña de esa mano lo volvía a desconcertar. Siempre reía, dejando ver sus dientes separados. No importaba que estén a punto de morir, ella reía porque era lo único que le quedaba. Se escuchaban sus respiraciones agitadas y los gritos a unos tres metros de distancia, que corrían a paso duro. Cuando Clea divisó unos grandes arbustos a unos pasos de donde estaban, volvió a soltar una de sus cínicas carcajadas; arrastró a Syd hacia ellos y casi hizo que se trague una rama puntiaguda del empujón que le dio, pero nada pasó sino escapar con éxito de aquellas personas, quienes siguieron de largo y no lograron verlos. Clea suspiró aliviada, sin dejar de sonreír, y se sentó en el suelo apoyando sus codos en sus rodillas, comenzando a reír con los ojos cerrados. Syd sólo la observó desconcertado.
— Esto hubiese sido mil veces mejor con Tabatha. Tú eres demasiado arrogante y aburrido para disfrutarlo —lo miró burlona y él frunció el ceño.
— Casi nos matan.
— Bueno, con ese pensamiento estaríamos “casi muertos” todos los días, ¿quieres que me deprima y deje de seguir luchando? Vaya, yo creí que eras un amigo.
Clea no era dramática, por lo que era notorio que simplemente estaba bromeando.
Se dignó a observarla como todos los días: era una lunática. No se podía decir si tenía ojos celestes o verdes, sus dientes separados la hacían dulce y excéntrica a la vez, su cabello rubio alborotado de tanto correr la hacía ver rebelde, como era. Lo que más la caracterizaba era que no le importaba morir.
Soltó un suspiro de pesadez e indiferencia, jugó dos segundos con el césped y luego con sus dedos, arrancándose la piel de éstos levemente. Le parecía muy extraño que todos los días intenten asesinarlo, como si no tuviese el derecho de nada.
— No pongas esa mirada.
— ¿Cuál?
— Mirada de no haber asesinado a nadie, de ser buscado sin razón. Sí, que ellos sean unas bestias inhumanas es una gran justificación, pero no tienes 5 años.
Jamás fue el más carroñero de todos sus compañeros, al contrario, era el carroñero pacífico, si eso podía llegar a existir. Si su elección hubiese sido importante, él sería un miembro de la Resistencia o incluso un curado, como todos los demás que viven sin problemas. Totalmente cobarde. Tal vez la soberbia le afectaba la cabeza, la soberbia de no querer a nadie más que a sí mismo, pero eso lo hacía pensar qué sería de él si no se quisiera. El único motivo por el cual no había sido intervenido era la soberbia. Syd, Syd, Syd y más Syd. Sin embargo, aunque no quiera admitirlo, hay personas que lo obligan a amar.
Clea sacudió su cabello y se paró para dirigirse al primer lugar abandonado que encontrara. Los reguladores los habían perseguido desde que los vieron observando una Cripta a varios kilómetros de allí, por lo que estaban bastantes cansados y necesitaban un poco de agua. Clea conocía un arroyo a poca distancia de donde se encontraban, así que empezaron a caminar sigilosamente, observando hacia atrás y adelante cada segundo por si acaso. Intentaba pensar que era divertido vivir así, al menos para tener un poco de esperanza, porque era lo único que la mantenía consciente en esos tiempos. También el cinismo. Por suerte era una mujer increíblemente resistente y fuerte, heredado de sus padres, quienes siempre fueron algo frívolos con su hija por si algo les pasaba y ella podría valerse por sí misma; tenían razón. Murieron cuando ella tenía 13. No le importó. Quiso a sus padres siempre a pesar de sus tratos, y también quiso que murieran lo antes posible para dejar de ser una carga y cambiar el mundo por su cuenta, no le gustaba que sus padres vivieran tal tiranía.
Empapó su rostro varias veces y tomó agua desesperadamente, mientras que su compañero apenas tomó unos sorbos y mojó su nuca por el calor.
— Me molesta que le temas a la desesperación —espetó Clea, viendo su tranquilidad.
— Tú reías hace diez minutos.
— Reía de desesperación.
— Me molesta que le temas a la tristeza.
Podían llegar a ser insoportables juntos, pero se supone que se querían un poco (sí, lo hacían). Se mostraban tan desagradables entre sí porque se conocían mucho más de la cuenta, y conocerse tanto no es sano. Ella sólo bufó.
— Es que amas demasiado, Clea.
— Y tú muy poco.
XXX
Leía en la carpa para no aburrirse, lástima que no había libros que no fuesen basura. Revoleó aquellas páginas inservibles sin nada reflexivo o talentoso en ellas y bufó de aburrimiento, entreteniéndose despeinando su cabello con algo de furia. Hoy no era su día, aunque nunca tuvo un gran día. Se encontraba solitario y él no era así, tenía ganas de reír pero sabía que era difícil reír cuando a tu alrededor hay puramente gente sin motivos, así que no pedía mucho.
El calor era bastante sofocante, y él era muy fanático del frío. Su musculosa blanca estaba bastante sucia y sus pantalones algo rotos, pero le importaba menos que nada. Lo único que le quedaba para entretenerse era recordar sus canciones favoritas a duras penas y tararear.
Las provisiones empezaban a agotarse y la Resistencia debía estar preparándose para enviar algunas. Era increíble el sacrificio que debía hacerse para no vivir rodeado de zombies, pero admitía que prefería ser inválido a ser simpatizante; estar infiltrado de una manera tan propensa a la tortura emocional y física si te descubren le provocaba escalofríos. Inválido. “¡Inválidos serán ellos!”, pensaba. Él tenía todas sus extremidades y podía moverse con incluso más flexibilidad que otras personas, tampoco tenía algún retraso mental, así que ese adjetivo no le calificaba a Jack. Si había algo que tenía seguro, es que ellos más que inválidos eran dotados y valientes, así que tenía al menos una primera impresión buena de todos ellos. Sin embargo, parecía que no todos pensaban lo mismo.
— ¿Qué te sucede, imbécil? ¿Tenemos poca agua y tú te tomas media botella? —se escuchó una voz furiosa detrás de la carpa. Jack se paró y pudo ver a una muchacha y un muchacho rubios discutiendo.
— ¿Y qué? La Resistencia ya nos enviará lo de siempre.
— Y mientras tanto podrías cuidar lo poco que tenemos, como si no habría problemas. ¿Quieres quedarte solo, sin carpa ni comida? Porque si no lo valoras, pasará.
Jack soltó una carcajada casi inaudible al ver el ceño fruncido de la muchacha, quien soltaba humo por las orejas. Ambos se miraban fulminantes pero lograron oír la risa, por lo que voltearon bruscamente y fruncieron el ceño.
— Apoyo a la chica —dijo Jack, al cabo de unos segundos —. O cuidas las cosas o tendrás que largarte.
— ¿La apoyas porque es rubia de ojos azules?
— No, la apoyo porque estás siendo un imbécil.
Resignado, el muchacho se dirigió a la carpa sin más que decir y Jack observó a la chica, con una sonrisa victoriosa y simpática en el rostro, como si esperara un agradecimiento.
— ¿Y tú qué quieres? —espetó, a lo que Jack rió.
- Spoiler:
- Bueno, primero que nada: perdón lo corto, denso o aburrido. Mi estilo de escritura no incluye mucha acción y eso se hace más notorio en las primeras rondas donde escribo introducciones (?). Después, la última parte la hice tan corta porque no sabía bien qué escribir, pero quería escribir sobre todos mis pj's. Intenté hacer una ambientación "buena", ojalá haya sido así. Espero les guste, y sí, la imagen de cabecera no tiene absolutamente nada que ver, pero para cambiar un poco (?). Eso, espero el capítulo de Dai con ansias.
Si alguien vio Dr. House sabrá que la escena en el consultorio la saqué de la serie porque quería escribir algo médico, saben, ahr (?).
tango.
dépayser
Re: Delirium.
Aaay capítulo lo leeré luego pero quería avisar que aunque pensé que podría comentar no voy a poder, porque mis comentarios serían caca y no puedo hacer ese tipo de comentarios. Además estoy sin wifi ni Internet, sólo tengo para wsp y mi papá me está compartiendo ahora pero no es por mucho tiempo (?).
Esop, vuelvo de vacaciones en una semana (?), así que ahí comento todo si es que no hay problema ;-; pero estaré leyendo obvio
pd. gracias por sus comentariooos, me hicieron muy filih lloro. les respondería a todas pero no puedo ay ;-;
Esop, vuelvo de vacaciones en una semana (?), así que ahí comento todo si es que no hay problema ;-; pero estaré leyendo obvio
pd. gracias por sus comentariooos, me hicieron muy filih lloro. les respondería a todas pero no puedo ay ;-;
aurelia.
Re: Delirium.
Lea Cómo escribir un comentario que esté a la altura de tu PRECIOSO CAPÍTULO. Termino de leerlo, me paro y aplaudo Adoré de mil formas la manera en la que lo redactaste, todo estuvo perfecto y no sé si leíste el libro pero TE SALIÓ GENIAL todo muy acorde, muy coherente aknsfgagkna La parte de Minerva fue como WOW ¿Así de bien empezamos? skdjbgskjgb No veo Dr. House con regularidad pero la escena del sanatorio estuvo muy buena
COMO ESCRIBIS TAN BONITO MUJER, COMO, ENSEÑAME POR FAVOR
Y la carta, mierda, la carta del padre fue lo mejor de todo. Y Y Y Que se pusiera a bailar así tan natural tan ella TAN HUMANA sjengs Me encantó esa parte, la escena de la estación de servicio, todo estaba tan... tan lleno de SENTIMIENTOS Y por supuesto que me dejaste con la ansiedad de saber quién la había llamado
Creo que no hay mejor manera de explicar lo que yo pensaba de los curados, como vos lo hiciste con esta escena. Es decir, LOUISE. ESTA. ENAMORADA. DE. PHILIPH. ¿PUEDO PEDIR ALGO MÁS DESGARRADOR QUE ESO?
Tal vez no la quiso observar por el hecho de que seguía en ropa interior, a excepción de un pantalón holgado. Algo que le encantaba era parecer indiferente frente a él, cuando era todo lo contrario.
puta bida. Que cruel que es este mundo. Las cosas no deberían ser así, él no debería ser así DEBERIA DARSE CUENTA DEBERIA AMARLA POR QUE PORQUE. Bueno me calmo(?) Y si no me equivoco incluiste al personaje de Meeeeeeeey slkfdngsldgn cundo leí Liam me di cuenta automáticamente(?) El trabajo de Philiph Quiero leer más de esa historia quiero leer más de todas tus historias la verdad
¿Sabes? Syd, con su caracter podrido (así le digo yo) y todo, me ha caído bstante bien, o capas es porque me emociona leer sobre la vida e historia de un carroñero sjdfgnskjdg Pero no sñe, lo sentí como ese tipo de personas que odian que los abraces, entonces te dan más ganas de abrazarlos jajajajaja. Y CLEA. SANTA CLEA. Admito que tuve que ir hasta la página de personajes para recordar quien era quien, pero de Clea no me iba a olvidar fácilmente, y siendo una carroñera y todo, ¡es muy buena, para ser una criminal! y AMA, eso es lo mejor de todo.
Estuve 100% de acuerdo, yo no soportaría vivir como simpatizante, me volvería loca al poco tiempo, demuestra sin duda porqué la vida que llevan en Delirium es tan... OSEA COMO NO DELIRAR ENTIENDEN, DE AMOR, DE DESESPERACIÓN, DE TRISTEZA, si no estás dispuesto a ser parte de los zombies, te espera una dura vida. Pero vale cien por ciento la pena, cuando podes amar. "Somos libres incluso de elegir la opción incorrecta" Era una de mis frases favoritas del libro. Bueno no sé si tendrá algo que ver pero es una muy buena frase para tener en cuenta(?) Me inspiran ustedes, che.
Tu capítulo fue excelente Lea, en serio. Me encantó en todos los sentidos, lamento no dejar un comentario que exprese lo mucho que me gustó leerlo. Y en cuanto al largo, también estuvo perfecto porque a veces se me hace complicado terminar de leer algunos capítulos que tienen como más de 10 páginas, este estuvo Y voy a estar muy ansiosa (repito) de saber más de todos tus personajes y sus historias.
Ahora sí, perdón por haber tardado con el comentario, pero finalmente está(? Esperamos al lunes para que suba Dai sjkdgns sin presiones, solo es que quiero leerlas y ver cómo se imaginan este mundo. Las quiero a todas Y por favor COMENTEN LOS CAPÍTULOS.
Tal vez lo que más le gustaba era ver cómo semejante conjunto de tejidos y órganos perfectamente vinculados de una manera que no podría ser diferente porque, en ese caso, no podría ser, eran afectadas por el medio ambiente o por su propio cuerpo.
COMO ESCRIBIS TAN BONITO MUJER, COMO, ENSEÑAME POR FAVOR
Y la carta, mierda, la carta del padre fue lo mejor de todo. Y Y Y Que se pusiera a bailar así tan natural tan ella TAN HUMANA sjengs Me encantó esa parte, la escena de la estación de servicio, todo estaba tan... tan lleno de SENTIMIENTOS Y por supuesto que me dejaste con la ansiedad de saber quién la había llamado
Buenos días. El almuerzo está listo. ¿Cómo estuvo el trabajo? La cena está lista. Buenas noches.
Creo que no hay mejor manera de explicar lo que yo pensaba de los curados, como vos lo hiciste con esta escena. Es decir, LOUISE. ESTA. ENAMORADA. DE. PHILIPH. ¿PUEDO PEDIR ALGO MÁS DESGARRADOR QUE ESO?
Tal vez no la quiso observar por el hecho de que seguía en ropa interior, a excepción de un pantalón holgado. Algo que le encantaba era parecer indiferente frente a él, cuando era todo lo contrario.
puta bida. Que cruel que es este mundo. Las cosas no deberían ser así, él no debería ser así DEBERIA DARSE CUENTA DEBERIA AMARLA POR QUE PORQUE. Bueno me calmo(?) Y si no me equivoco incluiste al personaje de Meeeeeeeey slkfdngsldgn cundo leí Liam me di cuenta automáticamente(?) El trabajo de Philiph Quiero leer más de esa historia quiero leer más de todas tus historias la verdad
Me llamo Sydney Fernsby, tengo 22 años y soy algo imbécil. (...) Si hay algo que ahora me dedico a hacer, es correr de la locura mala para adentrarme en la locura buena.
¿Sabes? Syd, con su caracter podrido (así le digo yo) y todo, me ha caído bstante bien, o capas es porque me emociona leer sobre la vida e historia de un carroñero sjdfgnskjdg Pero no sñe, lo sentí como ese tipo de personas que odian que los abraces, entonces te dan más ganas de abrazarlos jajajajaja. Y CLEA. SANTA CLEA. Admito que tuve que ir hasta la página de personajes para recordar quien era quien, pero de Clea no me iba a olvidar fácilmente, y siendo una carroñera y todo, ¡es muy buena, para ser una criminal! y AMA, eso es lo mejor de todo.
Buenas lineas Muy buenas lineas Quien no le teme a la tristeza Nah bueno, mucha gente. Pero la entiendo. En ese sentido. UNA DE LAS MEJORES PARTES DEL CAPÍTULO FUE CUANDO JACK PENSO:— Me molesta que le temas a la desesperación —espetó Clea, viendo su tranquilidad.
— Tú reías hace diez minutos.
— Reía de desesperación.
— Me molesta que le temas a la tristeza.
Era increíble el sacrificio que debía hacerse para no vivir rodeado de zombies, pero admitía que prefería ser inválido a ser simpatizante; estar infiltrado de una manera tan propensa a la tortura emocional y física si te descubren le provocaba escalofríos.Inválido. “¡Inválidos serán ellos!”, pensaba.
Estuve 100% de acuerdo, yo no soportaría vivir como simpatizante, me volvería loca al poco tiempo, demuestra sin duda porqué la vida que llevan en Delirium es tan... OSEA COMO NO DELIRAR ENTIENDEN, DE AMOR, DE DESESPERACIÓN, DE TRISTEZA, si no estás dispuesto a ser parte de los zombies, te espera una dura vida. Pero vale cien por ciento la pena, cuando podes amar. "Somos libres incluso de elegir la opción incorrecta" Era una de mis frases favoritas del libro. Bueno no sé si tendrá algo que ver pero es una muy buena frase para tener en cuenta(?) Me inspiran ustedes, che.
Tu capítulo fue excelente Lea, en serio. Me encantó en todos los sentidos, lamento no dejar un comentario que exprese lo mucho que me gustó leerlo. Y en cuanto al largo, también estuvo perfecto porque a veces se me hace complicado terminar de leer algunos capítulos que tienen como más de 10 páginas, este estuvo Y voy a estar muy ansiosa (repito) de saber más de todos tus personajes y sus historias.
Ahora sí, perdón por haber tardado con el comentario, pero finalmente está(? Esperamos al lunes para que suba Dai sjkdgns sin presiones, solo es que quiero leerlas y ver cómo se imaginan este mundo. Las quiero a todas Y por favor COMENTEN LOS CAPÍTULOS.
Última edición por margarita. el Vie 12 Feb 2016, 2:01 pm, editado 2 veces
bless.
Re: Delirium.
- L :
- Holis, Leaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa ES LA PRIMERA VEZ QUE TE LEO Y NO DECEPCIONAS, MUJER! NO LO HARÍAS AUNQUE QUISIERAS! Me encanto todo. TODO. De principio a fin. ¿Te dije todo? Porque fue todo Me encanta la forma en que empezaste el capitulo, me encanta la forma en la que, como tu dijiste, te concentras en los peque;os detalles que hacen feliz hasta al conejo mas rabioso y en realidad, esa es la esencia de un EXCELENTE capitulo. Te comprendo perfectamente porque yo soy así, a veces, mas son las descripciones y los pensamientos que la intervención de los demás, y es exasperante, te digo, pero en tu casa, te salio HERMOSO. TE LO DIGO EN SERIO, JODER. Tu escritura parece sencilla y sin tapujos, y aunque es así, tiene algo mas... Un bonus Lea que te hace seguir leyendo y engancharte con una sonrisa a todo. Y créeme, no solo te lo digo porque me caes de maravilla. Estoy comentando conforme a voy leyendo, y ya termine la primera parte de Minerva. DIOOOOOOOOOOOOOOOOOOOS, la hiciste espectacular Justo lo que yo pensaba lo pusiste en letras, pero mucho mas bonito. Adore la forma en la que Minerva pensaba, en la que percibía, en la que era una bomba de colores brillantes en medio de un mar gris. (¿Te gusto mi metáfora? ahr)
Se preguntaba cómo las personas podían no amar: no amar el aroma a vainilla, no amar a sus hermanos, no amar la música, no amar su trabajo, y lo más importante: no amarse a sí mismos. Le parecía anti-humano, tal vez anti-todo.
Su trabajo tiene mucho que ver con su forma de ir en contra, y me pareció fantástico.
Aunque no haya sido un caso de ataxia de Friedreich, Minerva siempre disfrutaba su trabajo cuando podía hacer algo por la gente.
Y luego la carta del papa. LA CARTA DEL PAPA, DEMONIOOOOOOOOS La ame, la ame, la ame, LA AME Es tan preciosa, es tanto lo que te aseguro que a ella le gusto escucharleerde su papa. Por que escribes todo lo que tienes que escribir Se nota que le re pones el corazón, y eso es tan admirable, i swear. Tipo en cada linea sabes que es así.
Con inteligencia y sabiduría, sinónimos de tu nombre, quiero que cuides de ti misma, cuides a tu hermano tanto como él te cuida y también cuida del mundo. Enséñales a todos el poder de tu mirada, porque sé que es lo que debes hacer.
No puedo creer que el padre se haya muerto
Y justo cuando pense que no podias sorprenderme mas, VIENE ESTO. EL RECUERDO, O EL NO SE QUE PORQUE AHORA NO PUEDO PENSAR, SOLO ESO, LO LEI MIL VECES PORQUE ES PERFECTAMENTE PERFECTO Y LINDO Y DE TODO Y ME ENCANTO Y ME RECORDO A DEBY NO SE POR QUE PERO ME GUSTO TANTO TE JURO TANTO QUE PODRÍA PONERLO DE ESTADO EN WHATSAPP (por cierto, deberias darme tu num) SI PUDIERA :posoc:
Una mano de dedos largos, pálidos y delgados acarició la suya con delicadeza para tomarla y entrelazar sus dedos. Ambos reían, e hicieron el mismo movimiento con las manos restantes. Él se lamía los labios entre carcajadas y la miraba con felicidad sincera. Al paso de la canción daban unos pasos de baile, intentando imitar a Elvis.
PERO TU DESPUES INTENTASTE PROVOCARME UN ATAQUE LEAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA NO DEBISTE HABERLO HECHO!!!!!!!!!!!!!!! AHORA QUIERO SABER DESESPERADAMENTE (ojala haya sido el chico de su recuerdo) QUIEN LA LLAMO, CON VOZ LLORIQUEANTE Y ASUSTADA. O SEA, IH8U.
Sin dudas, minerva se quedo en mi corazon y me gusto bastante.ahora seguiré leyendo.
Louis es todo un espectaculo. De veras. Cuando practico sus lineas... Dios :vibracionmodeo
— Buenos días —musitó al sentir a su esposo moverse en la cama. Le salió más frío de lo que planeaba y, dándole la espalda a su esposo sentada en el pie de la cama, sonrió victoriosa.
YO TAMBIÉN SONREÍ VICTORIOSA, EH, EH, EH. :timon:
Louise me cae bien. Bien al grado de que podría sentarme a ver su comportamiento de listilla con sonrisas simpáticas. Como espera de Phillips... pero no se atreve a vivir de ello. Inteligente. Sabes, Louise aunque siempre sea una perra (ser perra esta bien, que no cunda el panico) es inmune a Phillips, y eso le molesta tanto. Son como dos polos opuestos que están obligados a estar juntos, y no sale bien.Aunque espero, por tu bien.De hecho, podría resultar divertido si Phillips no fuera un hijo de su mama :bang: Y yo sigo escribiendo Phillips en ves de Philipp. Matame.
Y DESPUES ENTRO LIAM. ENTRO LIAM, COMPA;ERAS. LIAM :abby: :abby: :abby: :abby: :papada: :papada: :papada: ME ENCANTOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO OMG, YO SABIA QUE LO IBAS A HACER BIEN, YO SABIA QUE TE IBA A QUEDAR BIEN TODO, Y AUNQUE FUE ALGO PEQUE;O, ME LLEGO AL CORAZON, CASI SALTO EN UNA PATA CUANDO DEBY ME LO COMENTO POR WPP, EN SERIO, O SEA, ES TAN LOCO, ME ENCANTA, ES JUSTO COMO LO IMAGINE!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!! Amo a Philipp, ya te dije, ES MI AMOR PLATONICO AKA AP DE DELIRIUM. ME GUSTA TODO DE EL. HASTA QUE TOME ANTIDEPRESIVOS Y SEA UN MANIÁTICO DE LA TRANQUILIDAD, AUNQUE SEA EL REY DE LA MIERDA. SE VE MUY MALDITAMENTE SEXY PARA MI HACIENDOLO. Y YO DEBERÍA PARAR EL HECHO DE QUE ME GUSTEN LOS MALOS CON TANTA EUFORIA PERO NO PUEDO, BASTA
Sabes, me dolió un poquito en el cora leer la relación de Syd y Clea :buho: Son muy divertidos y agradables juntos, en serio, tanto que quisiera algo así A veces me pregunto que la mantendrá cerca de el. Quiero decir, si yo estuviera en su lugar y no supiera que es su intrincada personalidad, me preguntaría muchas cosas En fin, te decía que me sentía triste ( ah) porque eso quiere decir que Clea es su bff? Me muero :skip: Aunque creo que pintan un buen contraste, y Clea me cayo directamente bien. Super bien
Luego vino la parte de Jack Ya yo sabia que Jack iba a ser un bomboncito, y encantaría tan PERFECTO con uno de mis chicos Estan adolescente, si sabes lo que quiero decir De a veritas lo ame. (Habia hecho tramas con Jack?)
— ¿Y tú qué quieres? —espetó, a lo que Jack rió.
QUE BONITA EH QUE BONITAAAAAAAAAAAAAAAA ESTA CHICA DESCONOCIDA ES COMO YO :filo:
Bueno, Lea, un placer leerte y comentarte largo y bonito (?)
XO
bigtimerush.
Re: Delirium.
lamento no haber contestado pero aun sigo aqui, no me conecto tanto pero quiero que esto continue y debo terminar de leer sus caps, espero poder subir comentarios hasta pasado mañana, máximo.
dragón.
Re: Delirium.
Leoooooooooooooooo, amé el capítulo, mujer, ¡me inspiraste! Perdón por comentar hasta ahora pero, beuh, mis papás están de vacaciones y eso implica que no me pueden ver sentada y tranquila.
Ahora al cap.
This, this, so fakin' this. Sabes cuanto amo Minerva por los mp pero lo diré de nuevo. AMO A ESA MUJER. Es una diosa y edzra le recordará momentos felices
Louise, pls, basta. Shoro. Que me perdone pero Philipp me puede como nadie, es tan malditamente perfecto, insensible y curado que me mata con su actitud de no existís
Que esto me haya parecido tan sexy como lo hizo no es nada normal (?)
-sydney es un curado de alma lo lleva en el kokoro pero lo reprime bc, hay gente que lo ama como Clea Gad, me lo imagino corriendo entre reproches cada vez que tiene que huir
Uhmm.. Papeh, todo un carroñero Jack ta re weno . AMo su indignación de inválido (?) y queriendo parecer un héroe y después vino la tipa y le escupió un púdrete en la cara ve a leer jack. Eres sexy pero no le ganas al Phillipp
Bien, fe bello leo Me toca bien, lamentablemente deberé decirles que el lunes subiré bc, salgo el fin de semana
Ahora al cap.
La carta de su padre antes de morir había sido leído tantas veces que eran finitas porque Minerva no ha vivido tanto para ser infinita, pero se podían ver las lágrimas de una niña de 8 como una de 16 y una de 22.
This, this, so fakin' this. Sabes cuanto amo Minerva por los mp pero lo diré de nuevo. AMO A ESA MUJER. Es una diosa y edzra le recordará momentos felices
Ser aspirante o curado, era lo mismo para Philipp, no había cambiado nada. De esta forma, Louise nunca supo si su esposo jamás amó, o amó siempre y lo sigue haciendo hasta el momento.
Louise, pls, basta. Shoro. Que me perdone pero Philipp me puede como nadie, es tan malditamente perfecto, insensible y curado que me mata con su actitud de no existís
El frío hacía que sus venas se ensancharan y se notaran mucho más de lo normal, por lo que si veías su cuello era casi seguro que notarías una línea azulada en el costado derecho, y en sus manos y brazos ni hablar. Llegaba a preocupar. Pero conocía su cuerpo.
Que esto me haya parecido tan sexy como lo hizo no es nada normal (?)
Jamás fue el más carroñero de todos sus compañeros, al contrario, era el carroñero pacífico, si eso podía llegar a existir. Si su elección hubiese sido importante, él sería un miembro de la Resistencia o incluso un curado, como todos los demás que viven sin problemas. Totalmente cobarde.
-sydney es un curado de alma lo lleva en el kokoro pero lo reprime bc, hay gente que lo ama como Clea Gad, me lo imagino corriendo entre reproches cada vez que tiene que huir
Inválido. “¡Inválidos serán ellos!”, pensaba. Él tenía todas sus extremidades y podía moverse con incluso más flexibilidad que otras personas, tampoco tenía algún retraso mental, así que ese adjetivo no le calificaba a Jack.
Uhmm.. Papeh, todo un carroñero Jack ta re weno . AMo su indignación de inválido (?) y queriendo parecer un héroe y después vino la tipa y le escupió un púdrete en la cara ve a leer jack. Eres sexy pero no le ganas al Phillipp
Bien, fe bello leo Me toca bien, lamentablemente deberé decirles que el lunes subiré bc, salgo el fin de semana
byers.
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