Always With You {Terminada}

Es alguien que tiene algo, es buscada por muchos magos, y ella de alguna manera fue traicionada por la persona que más apreciaba, entonces fue enviada a una época desconocida para ella, el destino fue cambiado, y cuando nadie se lo esperaba el héroe y enemigo toman la misma decisión; Protegerla, pero entonces ocurre lo inevitable y se alza una voz diciendo "¡Quédate conmigo!"


*Es mi primera novela con Draco Malfoy, pero a mi me gusta como esta quendando, algunos capítulos son largos, me gusta la historia que tiene, porque puede tener los tres factores incluidos que más me gustan; Drama, Ciencia Ficción & Romance. Por favor comenten, que no quiero fantasmitas n.n y les doy la bienvenida, espero que les agrade esta idea. ¡Besos!
*Portada Hecha por: TheGirlImpossible

Prefacio

Enviada al futuro

¿Te gustan las canciones lentas? ¿Te sientes feliz o con ganas de enamorarte cuando las escuchas? Yo jamás me sentía de esa manera, hasta que entonces solo ocurre, es ese instante en donde el tiempo se ve en cámara lenta y solo tú eres el personaje principal.


Ser yo, no es agradable, y no digo por como soy, como es mi físico o personalidad, no es nada de eso, mi vida no es agradable, soy una Stoker, así que eso significa que soy quien debe de proteger lo más importante de los Stoker; Un collar. Un collar ideado por unos parientes de años atrás, jamás lo usaron para algo; Amor, y ahora soy yo quien lo está protegiendo, solo una adolescente que no puede ser lo que es, porque está ocupada protegiendo esto, protegiéndolo a toda costa, sin importar si muera, lo protejo. Y entonces corres agitadamente, mientras tu mente piensa tan velozmente que pareciera que no aguantara más y colapsara, descalza y con múltiples rasguños en el cuerpo estaba tratando de ocultarme a eso de la madrugada, mientras ellos me buscan. Retrocediendo lentamente y sin mirar atrás, la pared de madera se rompió y caí al suelo, me descubrieron.

—Diablos… — Solté enfurecida conmigo misma, me puse de pie rápidamente mientras salía corriendo una vez más por el camino obscuro y sin saber que se encontraba frente a mí. Entonces resbale, si hubiera podido tener una vista mucho mejor para la oscuridad no hubiera ocurrido, pero soy humana, normal y corriente, no pude haber pedido más que salvarme de esto, de caer de un risco y solo quedar en un roca sobresaliente, eh tenido suerte, no me eh de quejar.
—¡Lumox! — Escuche la voz de uno de los sujetos, estaba a una distancia elevada, si me quedo callada no me vera, pero siempre ocurre lo impensable y es allí donde me acaba descubriendo. — Vaya, allí estas, ¿necesitas una mano? — Soltó carcajadas, este sujeto es una molestia.
A pesar de sus palabras me puse de pie, a pesar de las heridas sangrantes debía continuar, porque no me voy a dejar vencer, prometí proteger esto a toda costa, se lo prometí a mis padres, no los defraudare, por ello… encontrare la manera de subir nuevamente.
—Ven, te ayudare a subir, solo con una condición…
—Acepto.

Su rostro sorprendido se quedó así durante mucho tiempo, entonces estando arriba estaba a punto de obtener el collar, pero entonces no, era el truco más viejo y el cayo en él, así de fácil, él por un pequeño instante pudo haberme dado un golpe en el rostro, pero rápidamente lo esquive y de tal manera obtuve su varita, que en cierto punto era mía.
—No hagas las cosas más difíciles… — Comento el otro chico más joven que estaba aproximándose.  — Si nos lo das, te dejamos vivir.
—Antes muerta, algo así de poderoso no podrá conseguirse fácilmente, ¡JAMAS! Si lo quieres, esfuérzate por ello.  — Aquel sujeto mayor ya lo había visto hace unos cuantos años atrás, seguía siendo de la misma manera, jamás iba a cambiar al menos ya no, su maldito objetivo siempre ha sido el mismo. — ¡EXPULSO!

El hombre cayo lo más lejos y el otro chico ahora tenía una mirada de completo odio hacia mí, este chico, quien iba a Hogwarts y quien me agrado bastante, pero entonces decidió completamente mal, deseo el poder y ahora está frente a mí, y no quiero tener que atacarlo, pero lo tendré que hacer para defender el collar.

—¿Por qué luchas tanto? — Empezó a decir. — ¿Aun quieres saber quién mato a tus padres? Ja, que mayor estupidez. — Y no use la varita, le di un golpe de lleno en el rostro, haciéndole perder el equilibrio hasta que cayera al suelo. — Eres una perra, ¡Eres una PERRA!

Entonces ya enfadada lo tomé por el cuello de su blusa, lo mire con una expresión tranquila, él parecía preguntarse qué era lo que haría, entonces solamente lo solté y me di la vuelta.

—Haz un movimiento en falso, y lo lamentaras. —Dije mientras me ponía a caminar, para dirigirme a algún lugar seguro. —  “Mejor amigo”

Esa vez encontré una cabaña abandonada, me quede allí logrando escuchar como la lluvia caía, habían goteras que caían por doquier, con mi varita ilumine el lugar, observe mis heridas, cada una de ellas sangraba, mi ropa estaba rasgada y con tierra y pequeñas gotas de sangre en él. Entonces un trueno me hace saltar, me pone la piel de gallina y me quedo sentada en un rincón del lugar, sujetando mis rodillas sangrantes mientras estoy asustada, y las lágrimas caen. La muerte de mis Padres ocurrió hace mucho tiempo, yo solo era una niña, que corría para salvar su vida, mientras los truenos sonaban como en este momento. Esa noche me salvo un hombre de mayor edad, nunca supe su nombre pero me dio un lugar donde estaría a salvo, y lo estuve durante la gran cantidad de tiempo posible, le estuve muy agradecida por todo ello, entonces llego el momento de volver a Hogwarts, esa vez no volví a saber de él, porque las cosas cambiaron tan de pronto, lógicamente las cosas se alteraron.


No vi a ese tipo en Hogwarts, debía de estar planeando algo con sus otros compañeros, mis rivales, entonces al final de la semana, mientras caminaba por los pasillos vacíos, un chico con una capa se cruzó en mi camino, se detuvo en cuanto me encontró. Se quitó la capa, y lo pude ver, tenía unos ojos de color verde esmeralda, cabello negro como el carbón, era alto, y entonces me sonrió solamente, con una pequeña gota melancólica en él.

—Te encontré finalmente. — Entonces se quedó observándome por un largo rato, hasta que se acercó lo suficiente, y solamente me beso. — Agatha, espero que me llegues a perdonar en algún momento, esto es para salvarte, siempre te amé y lo seguiré haciendo, a pesar de que me olvidaras, lo sé… tú te mereces la felicidad, te la mereces Agie, se feliz…

Y arrojo algo a mis espaldas que no pude ver con exactitud, entonces él solo me dio un empujón y ¿saben lo triste?... es que pude ver sus lágrimas, y quería saber el porqué de ellas, pero desde ahí yo sabía que no lo volvería a ver, jamás. Estaba flotando en el aire, no caía nunca, mi cabello se movía hacia todas partes suavemente, parecía que esto fuera el universo, pero viéndolo bien no lo era. Supongo que no habrá pasado demasiado tiempo, y mis preguntas continuaban creciendo mucho más que antes, caí suavemente al suelo, era el mismo lugar que antes, pero se notaba algo distinto, aquel chico ya no estaba, se había esfumado por decirlo así.

Camine por el lugar para ver algo, para que se me ocurriera una idea completamente cuerda, pero no llegaban buenas ideas, mi cerebro iba a explotar por pensar tantas cosas al mismo tiempo, continúe caminando por los lugares, estoy confundida.

—Voy volverme loca…

Hasta escuchar los sonidos, se me hacen diferentes y me irrita, y de la nada me mordí la lengua, comencé a sentir como esta empezaba a sangrar, si, es un hecho las cosas no están bien o al menos yo lo veo de esa manera, hay algo diferente.

—¿Todo en orden señorita? — Levante la mirada para ver a aquel dueño de esa voz, no tenía ni la menor idea de quien era, y allí estaba el problema, estaba en lo cierto cuando me decía que algo no iba bien. — Veo que usted no está en el lugar correcto, ¿o me equivoco?

Quería preguntarle qué era lo que llegaba a saber con exactitud, pero sabía que iba a ser lo más descortés de mi parte, así que me trague esas palabras para solo responder: “Es correcto.”

—Dime querida, ¿Cómo te llamas?
—Agatha, me llamo Agatha Stoker.
—¿Stoker? Así que ha llegado a parar al futuro.
—¡¿Futuro?! — Quiero respuestas, ¿Por qué ese chico me mandaría al futuro? ¿Cómo, cómo, cómo? ¡Exijo respuestas!
—Tranquila, deberá de haber una respuesta, pero no es bueno hablar aquí en el pasillo, será mejor que venga mi oficina, allí será más privado, también llamare a la Profesora McGonagall, de seguro podrá ayudarte.


—Entonces… esa persona me envió aquí solamente, para que las cosas no acabaran mal… ¿Qué deberé de hacer aquí?
—Se tendrá que quedar aquí por un tiempo indefinido, aun así, no sé preocupe, llamaremos a la Señorita Granger, ella podrá explicarle mejor las cosas, quizás al menos se lo explicara de la mejor manera posible.

Hermione Granger

La gran mayoría de seres humanos nacen y piensan que deben de encontrar a su otra mitad, cuando no saben que están completos, el amor no lo es todo en la vida, pero nos alegra los días, nos alegra la vida, por ello se requiere bastante, vivir solo es una pesadilla.


Durante un largo tiempo permanecí en un completo silencio, solo escuchando, escuchando como aquellos dos desconocidos se preguntaban que sería lo mejor, quedarme o volver, fuera lo que pensaran no lograban obtener una respuesta correcta, parecían buenas ideas pero, si me quedo se cambiaría el orden de las cosas, y si regresaba lo probable es que sucedería algo malo, mi muerte. Ese chico me salvo de un destino cruel, lo más probable es que jamás volvería a mi realidad, a mi tiempo real, tenía que aceptar el hecho de nunca más volver, volver lo arruinaría todo, volver causaría el desastre. Y entonces permanecí allí sentada como una estatua, sentí la presencia de alguien más en la habitación, con tan solo escuchar sus pasos, su respiración y relajación, entonces en aquel momento el Profesor Dumbledore hablo.

—Señorita Granger, me alegro de que haya podido venir, lamento haberle molestado en su descanso, pero aquí tenemos una situación que probablemente usted pueda manejar mejor que otro estudiante. — ¿Manejar? Me puse de pie de forma inmediata. — No es lo que quise decirle, no se enfade. — Se dirigió a mí, aun así me molesto de la manera en que lo había dicho, como si yo fuera alguien difícil de hablarle. — ¿Me harías el honor de presentarte ante la Señorita Granger?

Me gire sobre mis talones, y quede mirándoles a la cara, ella era más o menos de mi estatura, su cabello enmarañado le hacía lucir distinguida y quizá un poco de confianza, sus ojos marrones parecían observarme con tanta atención que daba a entender que era demasiado observadora de por sí, luce inteligente, al menos por su postura, ella realmente luce así y ha de serlo.

—Soy Agatha Stoker.

Y ella no respondió, se había quedado de piedra en su lugar, parecía que hasta su corazón se había detenido, pero obviamente no, quizá era esta la razón de porque Dumbledore dijo que ella lo manejaría mejor, quizá era ella quien sabía exactamente de mi persona. Entonces parpadeo luego de estar tan quieta, y antes de hablar para preguntar si era una broma o algo, desvió su mirada hacia el collar, allí se quedó sin dudas.

—Realmente eres la real. — Dio un solo pasa hacia mí, parece un tanto nerviosa de por si al tener mi mirada fijamente en solamente ella, por eso respiro profundamente para luego volver a decir algo. — Yo… soy Hermione Granger. — Y estuvo esperando mi respuesta atentamente, puso todos sus sentidos solo en mí, parece estar más emocionada que otra cosa.
—Un gusto, Granger.
—Puedes llamarme Hermione.

Volví a tomar asiento y ella se quedó de pie junto a mí, el profesor Dumbledore se hecho un dulce a la boca antes de finalmente hablar, aunque me pareció una eternidad y era como si él no se lo estuviera tomando con gran seriedad el asunto, pero no dije nada en respecto a ello.

—Señorita Granger, usted es la estudiante que siempre obtiene muy buenas calificaciones, así que por ello pondré toda mi confianza en usted, porque sé que podrá mantener este secreto, ¿entendido? Usted será la única que podrá mantener más conversaciones con ella, desde ahora compartirá su habitación con ella, y claro esta deberá de ir a las clases junto a ella de igual manera, pero puesto a lo que queda, esta semana no podrán concluirla con las clases, se la tendrá que saltar, la señorita Stoker necesita su uniforme y ropa completamente nueva, ¿entendido? — con el rabillo del ojo la observe, se notaba bastante agitada, y hasta incluso algo molesta por alguna razón, quizá sea el tipo de chica que no le gusta saltarse las clases, me gustaría entenderla, pero yo a veces me las saltaba por otros temas, aunque mis calificaciones eran siempre perfectas.
—S-Sí… — Y tuve la completa razón, era esa la razón, quise decirle que tal vez no sería necesario que estuviera junto a mí por todo el tiempo, pero no me atreví finalmente.

Ya teníamos el acuerdo de que ella me acompañaría para tener mi uniforme nuevo, debidamente a que el que llevo es de Ravenclaw y no Gryffindor, y no me opongo a tener que pasar a ser una Gryffindor ahora porque siempre seré de Ravenclaw, sin importar si no llevo puesto el uniforme, entonces vinieron las ideas a mi cabeza, ¿realmente esto está bien? ¿Está bien dejar las cosas de esta manera?


Salimos de aquel lugar, me enseñaron el cuarto de Hermione que sería compartido conmigo, la otra chica se trasladó a otra habitación y creo que a Hermione le parece mucho más agradable eso, observe la cama y pensé en la habitación que yo tenía en mi tiempo, no era igual, las cortinas eran diferentes y además… bien, todo era diferente, incluso el cielo ha cambiado. Me quede en completo silencio cuando salimos, tomamos el Autobús noctámbulo, que nos llevó de prisa, tome asiento y en el resto del camino me mantuve allí sin ningún riesgo de que en algún punto llegara a caer ni estrellarme con algo, iba completamente relajada.

—Llegamos. — Comento Dumbledore, y me puse de pie, y era exacto a como lo pensaba al mirar al cielo, este también era diferente.
Comentare que obtuve ropa completamente nueva y de esta época, Hermione me tuvo que ayudar a elegir, y obtuve mi nuevo uniforme, diré que estoy algo nerviosa respecto a todo esto, es como si comenzara una vida completamente nueva, es como si volviera a nacer y estuviera iniciando todo esto, pero no es así… solo viaje en el tiempo a un lugar en el que me está costando acostumbrarme.


—Ven, vamos al comedor, hay que comer antes de irnos a dormir, ¿te parece bien? — Me pregunto aquella chica con la cual estuve prácticamente todo el día, me alegro bastante de que hoy sea sábado y no deba de asistir inmediatamente a clases, aunque supongo que si me preguntan quién soy deberé de decir que me traslade con mi familia y ahora debo estudiar aquí, que vengo de Beauxbatons, no me agrada mentir, pero supongo que es para ocultar que vengo de otra época. Y entonces asentí con la cabeza, y me puse de pie con la ropa Muggle que obtuve hoy.

Caminamos y estuve relajada, aunque eso solamente lo logre manteniendo mi respiración anormal, ósea que estuve respirando demasiado lento para alguien normal, mantuve el completo silencio en todo momento hasta que llegamos y tomamos asiento, allí Hermione rompió el silencio al preguntarme.

—¿Cómo puedes estar tan relajada? — Pregunto mientras se comía una tostada.
—Exactamente no lo estoy… incluso mi respirar está mal. — Se quedó perpleja allí aun observándome, y ella pues tampoco está muy normal, quizá sea por eso de las clases que no tendrá esta semana por mi culpa. — Lamento lo de tus clases. — Dije finalmente al sentirme culpable.
—¿Qué? Oh, eso no importa, las clases podrán esperar. — Y esa fue la primera vez que alguien me mostraba una sonrisa después de tantos años, la última persona que me sonrió fue… ¡NO! ¡NOOO!

Porque… su sonrisa me duele, recordar su sonrisa me causa dolor, no me gusta recordar… porque al hacerlo sé que estoy sola, y no me gusta esta realidad, no me gusta nada… el recordar hace que quiera solo llorar y también morir.

—Hermione, ¿en dónde te habías metido? — Escuche una voz masculina, y desperté de mis pensamientos de manera inmediata, y me alegre por ello y me sentí como un monstruo a la vez, ¿Por qué soy de esta manera? — Te estuvimos buscando, al menos Lavender… — Levante la mirada y la vi a ella, su molestia al escuchar ese nombre se dio a notar en sus ojos, pero claro el chico no lo noto, ¿Por qué siempre puedo saber todo con solo mirar a los ojos a los demás?
—Estuve ocupada, con cosas más importantes Ronald. — Soltó con un tono de voz completamente irritado, me siento algo incomoda de estar en todo este rollo, están discutiendo y es obvio, se gustan.
—¿Qué cosas? — Insistió el pelirrojo.
—Dumbledore me pidió que ayudara a la estudiante de Francia a lograr adaptarse. — Dijo, y el chico me observo y el chico a mi lado también. — Ronald, Harry, les presento a Agatha Dómine, es estudiante de Beauxbatons. — Sus miradas continuaron sobre mí, entonces tenía que romper el hielo, presentarme como correspondía a pesar de que temiera por todo, aun así también estaba mucho más segura que antes al saber que no estaba sola y que Hermione si era confiable.
—Un gusto, soy Agatha Dómine, es un placer conocerlos.
—El gusto es mío, Harry Potter. — Dijo el chico a mi lado, ojos completamente verdes, un color llamativo que me hace pensar en los bosques, y una curiosa cicatriz en su frente, no pregunte nada respecto a ella, quizá no soy la única con alguna cicatriz, pero lo mío es mucho peor.
—Ron Weasley. — Y comento el pelirrojo, que ahora parecía algo perdido respecto a todo esto, y en vez de responderle solo le mire.
No volví a hablar en todo el rato después de aquello, y fue de aquella manera en que me marche mucho antes que Hermione quien parecía querer permanecer en ese lugar un poco más, no es que no me sienta a gusto, solo que mis planes no son para nada querer hablar. Entonces cuando voy saliendo ciento la mirada de alguien en especial, giro levemente mi cabeza y lo logro ver, un chico rubio observándome con seriedad, ¿Quién es?

Es una trampa

Estoy buscando algo, nací buscando lo mismo y aun continuo con ese camino, quiero que me regalen sonrisas, que alguien me ame, eh estado en esa búsqueda desde siempre, y cuando lo encontré, todos dicen… “Es incorrecto.”


¿Nunca le ha pasado a alguien por la cabeza, que todo lo que quieres con tu ser… realmente no está bien? A mí me ocurre a menudo, deseo mucho algo pero miles y miles de voces internas me torturan diciéndome que no lo debo tener jamás, que no estará bien. Y la primera noche en el nuevo lugar se me está haciendo lenta y bastante torturadora.

—Me iré a dar un baño. — Comente a Hermione quien se encontraba leyendo algún tipo de libro lo bastante interesante como para que se me antojara leerlo yo también, pero solamente desvié mi mirada de aquel y tome mi pijama, para luego cerrar la puerta del baño.

Y cuando mi cuerpo se queda completamente desnudo frente al espejo me observo, sujeto mi cabello y observo lo mejor que puedo mi espalda, y sin duda alguna lo primero que viene a mi mente es el gran dolor y sufrimiento, por ello dejo de mirarme y entro en la ducha, tengo que quitar la imagen de las marcas enormes en mi espalda, pero haga lo que haga siempre estará de esa manera, siempre veré en mi mente eso, no puedo cambiar lo que ya fue, no puedo ser una chica normal usando un vestido que muestre su espalda al desnudo, yo no puedo desde el día de los azotes, desde allí supe que nunca podría usar cosas que mostraran mi espalda, siempre oculta.

Es extraño pensar que estoy en un lugar diferente, pero es cierto, no es lo mismo, pues hoy un chico raro me beso y luego me envió al futuro, me envió a un lugar en el que no se nada, es como si estuviéramos jugando ajedrez y de pronto cambiasen las reglas, y lo peor es que no puedo quejarme en nada, quiero volver más que cualquier otra cosa, pero tampoco no soy una estúpida al no pensar claramente en ello, simplemente ya no puedo volver a casa.

“Agatha, tu no buscaras a la felicidad, ella llegara a ti…” Y ese recuerdo, esa voz provoco que el jabón líquido entrara en mi ojo, me enfade bastante en ese instante para ser completa sincera, había soltado un gruñido y luego me eche muchas veces agua en él, se me había irritado, no quiero recordar pero inconscientemente eh llegado a recordar eso, el recuerdo vino a mi… esas palabras que mantuve la esperanza y que me aburrí finalmente, nunca se cumplirá. Y me puse la pijama, observándome en el espejo, seque mi cabello para ir a dormir.

—Dumbledore… me comento que probablemente no estés segura aquí también… lo siento. —No me puse mal, para nada, quizá hasta ya me empiece a preparar y no estar tranquila es a lo que estoy completamente acostumbrada, pero solo pido tranquilidad eterna y si la quiero… tendré que luchar por ello.
—Okey… — Respondí. — Estaré bien.
—Te notas segura. — Comento.
—Lo estoy, y es porque tengo trucos bajo la manga, no soy fácil de derrotar.


No quiero detenerme, nunca lo haré, porque a pesar de tener cientos y cientos de enemigos, yo voy a continuar con mi lucha, quiero tener una larga vida, algo que para los Stoker ha sido muy difícil, quiero lograrlo por ellos, quiero que valga la pena el sacrificio de mis padres, no dejare jamás que me vean caer, voy a continuar con mi eterna lucha y así algún día obtendré mi recompensa.

—¿Qué tienes que hacer? — Escuche al chico pelirrojo de nombre Ron, suele ser un poco molesto a mi opinión, siempre queriéndolo saber todo cuando simplemente no es de su incumbencia.
—Cosas Ron, cosas.

Estaba parada observando por una ventana, estaba tranquila allí, nadie me interrumpía ni nada, pero entonces, divise a lo lejos una luz tan brillante que logro capturar al cien por cien mi atención, y entonces solo me puse a correr, tenía que salir de Hogwarts lo más rápido posible, no importa si llega a ser un tipo de trampa, porque cualquiera lo pudo haber visto, la trampa no pudo haber sido solo para mí, cualquiera pudo caer en ella. Y al llegar, antes de dar el paso hacia afuera, el camino se destroza en menos de un segundo, a mi espalda ocurre básicamente lo mismo y me quedo atrapada allí, pero entonces una mano se posa en mi hombro, me volteo a ver inmediatamente pero me relajo al ver de qué es solo Harry, pero en la lejanía alguien más esta, un chico… lo eh visto antes.

—No vayas, es una trampa. — Me dice Harry al oído, solo yo le eh escuchado.

En las lejanías mucho más allá de esto empiezo a escuchar esos gritos, los de mi Madre, mi corazón empieza a latir con demasiada fuerza, me empiezo a desesperar, mi mente va a explotar, no puedo soportar el dolor y sufrimiento de esos gritos, de pronto se transforman en los gritos de una niña, mis gritos, tan fuertes y llenos de dolor, mi espalda comienza a arder. Y detrás de aquel chico veo a un hombre, tiene aquella cadena entre sus manos, va a atacar, entonces me suelto del agarre de Harry y saltó, aquel chico tiene su mirada con suma tristeza, sus ojos piden ayuda a gritos, entonces soy sujetada por su mano, me alza y logro estar junto a él, sus brazos son cálidos, fui feliz al ser abrazada por él. El sujeto continúa detrás de nosotros, entonces me posiciono en frente de aquel chico, su mano esta entrelazada junto a la mía y entonces estamos listos para atacar.

—Ja, querida Agatha, volveré por ti y por ese collar, tú me quitaste algo especial y yo te quitare algo a ti. — Su ojo con un parche sobre aquel, fue hace mucho tiempo cuando tuvimos una pelea y al atacar le arrebate uno de sus ojos. — No vas a vivir, y yo tendré el poder.

Y se esfuma, mientras continuo junto a ese chico, lo observo y es allí cuando todo acaba, cuando despierto y frente a mi esta la ventana, parpadeo varias veces para lograr darme cuenta de que todo aquello no ha sido más que una mentira, un sueño despierto, todo fue real en mi mente, pero en la realidad es falso, aun así yo eh visto a ese chico, le recuerdo…

Ese día vi una flor, y nunca supe cómo se llamaba

Eh caminado sola durante largos años, me ha parecido una gran eternidad y tortura, puesto a que nunca supe que era lo bueno, y solamente decidí que no quería tener recuerdos en mi cabeza, no quería que las lágrimas se apoderaran de mí, que llamaran a la tristeza, e increíblemente les recuerdo de igual manera, diciéndome que no quiero que sus muertes hayan sido en vano, pero ya me comienzo a inquietar, por no saber qué camino tomar.


Es un día frio, por ello me dispuse a caminar hacia cualquier tipo de lugar, hoy es el primer día en el que Hermione me ha dejado sola y no me molesta, de hecho me agrada porque si es así puedo pensar con la mayor de las tranquilidades, dejo a mi sentido del odio trabajar con más proceso que los demás, escucho la lluvia golpetear contra el tejado, sobre el techo arriba de nuestras cabezas, que nos protege del frio, y aun así lo logro sentir, pero siempre ante el frio eh sido bastante débil, y por eso dejo que la bufanda abrigue mi cuello. Me quede parada observando un rincón del castillo en donde abunda la oscuridad, me parece tan misterioso, y entonces una voz se hace presente dentro de mi mente, solo pronuncia algo que me provoca escalofríos: “Muerte.”

—¿Tú eres Agatha? — Una voz femenina, se hace presente tan repentinamente que se me hace tan raro, mi mente ha iniciado a dar vueltas sin poder lograr a detenerse, a pesar de que eso le podría llegar a causar la propia perdida de cada uno de mis conocimientos, y decido darme la vuelta mientras concentro mis ojos en mantener la vista, no hay absolutamente nadie. — ¿Tu eres Agatha? — Vuelve a resonar esa voz, pero esta vez entrecortada y muy distorsionada, ¿serán juegos de mi mente?

Y es de ahí en adelante cuando comienzo a perder el aire, caí de rodillas al suelo de manera tan inhumana que me parecía extraño ser yo, y entonces cuando finalmente parpadeo noto que absolutamente todo fue una completamente mentira, una mentira que fue hecha por mi mente y esto me está pasando porque al viajar al tiempo, eh logrado cambiar todo el ciclo, sin embargo las piezas se están acomodando y a mí me afecta eso. Y es allí cuando decido salir corriendo, salí de Hogwarts y podía sentir la lluvia caer en mi cabeza, mojaba mi rostro, pero aun así… solo aun me sentía completamente perdida, quiero quitar esas imágenes ideadas por mi mente, me terminara volviendo loca… me matara.

Comencé a sentir los pasos de alguien, y fue de esa manera en que me puse nuevamente de pie, quizá era otra visión, quizá era falso, por ello corrí lejos, y me quede debajo de unos árboles, el bosque prohibido, me quede allí mientras las lágrimas caían, quiero volver a casa por el motivo de que le temo a esto, me siento tan sola… pero estando allá las cosas no cambiarían absolutamente nada.

—No deberías de estar fuera. — Me comento una voz masculina, y no me quise voltear solo debía de ser una absoluta mentira, pero estoy tan mal, que mis lágrimas no me dejan ver con claridad. — Regresa adentro. — Y al volver a hablar, esta persona se pone frente a mí, es real. — Oye, te estoy hablando, ¿acaso eres sorda? — Y me observo con detenimiento, me llego a molestar tanto que le di un empujón que fue brusco de mi parte, lo hice resbalar, y cayó al suelo, inmediatamente rodo abajo, y su ropa limpia quedo impregnada de lodo y completamente empapado, pero en vez de irme, me di cuenta de lo que hice y fui en su ayuda, pero por culpa de las lágrimas que aún continuaban cayendo también resbale, había quedado allí en el suelo, el llanto empeoro mucho más que antes, y es porque siempre me guardo mi llanto.

Y un trueno me hace aumentar el llanto, el miedo y mi debilidad, mi corazón está latiendo tan acelerado que pareciera que en cualquier momento fallaría.

—Realmente eres una llorona, y por tu culpa ahora ni idea de cómo subir, esta tan resbaloso por la lluvia que… — Y fue cuando probablemente me vio, allí en el suelo sin moverme, solo derramando lágrimas, y se puso en frente de mí. — Deja de llorar.

Cualquiera pensaría en que este chico solo me abrazaría como cualquier otro, pero no, solo se sentó a un lado de mí, los truenos resonaban una y otra vez, y no sabía que hacer al respecto, el miedo me deja paralizada en algunas situaciones, pero cuando trato de pensar en otra cosa, mi vista deja de estar nublada y observo hacia adelante, lo primero que llego a mirar es una flor, una bella flor cuyo nombre desconozco, me parece tan hermosa que me cautiva, y dejo de escuchar cada sonido a mi alrededor, por solo mirar esa flor sin nombre, pero es hermosa.

Por eso, ese día vi una flor y nunca supe cómo se llamaba, pero por eso fue que me pareció realmente la cosa más interesante de este planeta, era impresionante como una cosa tan pequeña me pareció perfecta, las lágrimas desaparecieron y allí estaba observándola, aquel chico a mi lado se dio cuenta de eso y dado por coincidencia miro al mismo lugar al que yo, y de una manera igual a mí se quedó allí y no quito la mirada en un largo rato, esa flor que no es el nombre, fue lo que me dijo que podía seguir adelante, y que algo tan pequeño es hermoso, mi corazón se sentía feliz y me decía: “Este es el comienzo de tu felicidad.”

—¿Te gustan esas flores? — Me pregunto el chico, quien no quitaba la mirada de la flor.
—No lo sé, es la primera vez que la veo, pero… me parece muy bonita. — Y hable, sin tartamudear, sin ningún problema, y además estaba sonriendo, no sabía si a él, o al hermosa flor frente a mí. — ¿Sabes cuál es su nombre?
—No. — Su respuesta fue tan fría, pero realmente no me molesto, porque esa flor me estaba llenando de cosas felices dentro de mí. — Aun así, hablando de nombres, me llamo Draco Malfoy.
—Agatha, soy Agatha Stoker. — Y no supe porque le revele mi nombre, mi verdadero nombre, se lo dije únicamente a él, y nadie me obligo, solo lo solté, pero no hice nada en contra para reparar ese error de parte de mí, absolutamente nada. — Un gusto, Draco.
—Igualmente, Stoker.

La lluvia no ceso en un largo rato, estuve allí observando esa flor, y de alguna manera u otra me desconcentre cuando él se puso de pie, mi concentración se vio reflejada solamente en él, y lo imite poniéndome de pie también, entonces al final me mostro una sonrisa, cosa que tampoco logre saber jamás, nunca supe el significado de esas dos cosas: El nombre de esa flor, y el porqué de su sonrisa.

Laberinto

Y desde aquel entonces, puedo decir que me agrada mucho más la lluvia, realmente mucho más que antes, y doy por claro que luego de haber estado allí, bajo la lluvia, pesque un resfriado, pero ese fue el inicio de muchas cosas, ver esa flor fue el inicio de que apareciera una sonrisa en mi rostro, y que yo fuera la luz en la vida de alguien, por esa razón cuando todos me dicen que es incorrecto, esa persona me dice a mí; “No quiero perderte.”


La lluvia continúa cayendo torrencialmente, y yo al fin me podía recuperar de esas visiones que tenía diariamente, podría llegar a decirse que fue gracias a la lluvia que me logre recuperar, que me hechizo, que hizo que las cosas volvieran a estar completamente bien, al menos para mí. Diré que no volví a ver a ese chico, y no sé porque razón, deseaba poder hablar con él un poco más, porque fue la segunda persona de mi edad que mantuvo tiempo conmigo, y quizá se aburrió, o quizá no lo hizo, no lo sé realmente. Pero me siento tan tranquila, que mi cuerpo no pesa, es tan ligero como una pluma, y quiero sentir esta sensación por el resto de mis días, me siento parte del mundo, me siento lo más pequeño, pero lo más especial. Y cuando llego la noche, por primera vez no había querido que el día se terminase, pero por una parte deseaba cerrar mis ojos y darle la bienvenida al mundo de los sueños, y cuando me dormí, aquel sueño no parecía más que una realidad que en verdad era solo una ilusión.

En la lejanía comienza a sonar un reloj de cuerda, se da a notar que tiene muchos años de antigüedad, que su madera aun resiste pero se ve vieja, y que es casi tan grande que sobrepasa mi tamaño. El silencio en la habitación es molesto y agradable, lo único que suena es el sonido del reloj con su típico “Tic, Tac, Tic, Tac” cualquiera podría volverse loco así. Hay solamente una luz que lo ilumina absolutamente todo y da justo sobre el reloj, pero hasta donde yo llego a estar lo único que hay es oscuridad.

—No hay ninguna ventana. — Me réferi a mí misma en voz baja. Entonces en ese mismo instante en el que observaba hacia todas las direcciones, decidí enviar mi mirada hacia el suelo, en donde me encontré con una carta, supuse que era únicamente para mí.
Me incline y la recogí, me volví a poner de pie, pero me acerque al reloj porque allí era donde la luz mejor daba, y fue en el momento que note mi apariencia, un vestido morado con bastante vuelo en la parte de la falda, y unos tacones tan altos que podrían hacerte daño en los pies, si los usabas durante todo el día. Entonces solo abrí la carta.

“Bienvenida, bella dama, ¿Sueño o realidad? ¿Eso importa realmente? Pues no, la locura en tu mente te ha logrado traer hasta esto, no puedo decirte si es bueno o malo, velo como quieras querida, aunque yo pienso que no es malo, no, claro que no. Te diré algo en esta carta que es realmente importantísimo, hay dos relojes como el que se encuentra en frente de usted, uno es real, y el otro es simplemente una copia, falso. ¿Dónde se encuentra el verdadero? Obviamente saliendo de este sueño, el falso se encuentra en frente de sus ojos, pero recuerda encontrar el real te llevara a todas las respuestas, pero donde encontrarlo, es la gran prueba, la casa del enemigo, o quizá para usted no sea enemigo, pero para el resto sí. Pero en fin, este reloj te guiara al despertar, para vivir un nuevo día, y ahora… huye, antes de que aquel joven mayordomo te encuentre, antes de que cometa el crimen. Suerte.”

Deje caer la carta al suelo de madera, mire el reloj mientras lograba sentir los pasos acercarse a la habitación, entonces mientras observaba deje apoyar mi mano en un sector, fue entonces que descubrí como abrirla, y entonces solamente entre con ningún tipo de problema, porque tenía un tamaño perfecto para cualquier persona, excepto tal vez alguien demasiado alto. La puerta se cerró por sí sola, fue justo a tiempo porque oí que el mayordomo entro en la habitación haciendo sonar sus llaves. Y parecía una verdadera mentira, me quede boquiabierta cuando me gire a mi izquierda y lo que me encontré fue una pared de ladrillo, con una ventana a su lado, que daba perfectamente la luz de la luna, habían otras ventanas más arriba que iluminaban de igual manera que como aquí, pero frente a mí, solo había una escalera en espiral. ¿Cómo puede estar esto aquí? Magia, eso debe de ser, no hay otro de tipo de explicación lógica, para todo, aunque aquí supongo que nada es lógico. Y entonces comencé a subir, mientras sentía el eco que ocasionaban mis zapatos con su gran tacón, y supuse tal vez que nadie lo escucharía, y llegando a pasos lentos, me encontré con lo más raro de todo, era una señalética, que debería de decir, quizá… no lo sé, “Salida” o algo así.

—Comienza a correr. — Lo leí en voz alta, justamente en el momento en que comencé a oír los pasos de alguien subiendo las escaleras relajadamente, entonces me sentí asustada y comencé a correr lo mejor que podía, levante mi vestido, sujetándolo con ambas manos para apresurar paso.

Entonces me apresuro lo más que puedo, voy entre algunos tropiezos, pierdo uno de mis zapatos, y aunque le esté llevando algo de ventaja, no me puedo sentir segura, sobre todo porque no me agrada la sensación de ser perseguida por un desconocido, que probablemente desea verme muerta. Entonces llegando al final del sendero había una puerta idéntica a la de entrada. Y solamente la abrí con una mano, y salí con el corazón latiendo a toda fuerza, entonces cerré la puerta mientras me apoyaba en ella. Al haber relajado mi respiración, me logre dar cuenta de algo sumamente más raro todavía, ya era completamente de día, parecían ser como medio día ya, a pesar de que en la habitación anterior era de noche. Y fue en el momento en que me dispuse a continuar con mi camino, pero me di cuenta de que no había ninguna puerta, y la ventana estaba sellada, estoy atrapada. Fue entonces que me asuste cuando un pequeño papel cayo desde la ventilación, de la cual no me había percatado con anterioridad, al menos ahora estaba segura de algo, si había otra salida.

“A veces de quien huyes no es el verdadero peligro, aunque verdaderamente quien sabe, en el final de los casos, solo huye por este camino, que solo te guiara a lo que venias desde el comienzo.”

Y gracias a la ayuda de una silla logre llegar a subir allí, y deje caer mi zapato en el suelo, que hizo sonar un ruido bastante elevado, pero al fin y al cabo el mayordomo ya sabe de hace mucho rato de mi presencia, no se me dificulto mucho el haber tenido que subir y entrar, porque el espacio era bastante amplio, hasta una persona corpulenta podría lograr caber allí, entonces con una gran sorpresa resbale, el camino no seguía siendo para nada recto, la verdad era una bajada demasiada empinada y se podría describir como un tipo de juego, pero me asusto al haberme pillado por sorpresa, y caí al suelo, mis manos se golpearon de una manera muy fea contra el suelo, pero no me dolió en lo absoluto, solo estaba con la respiración agitada, no mucho más que eso.

Primero me levanto y veo a mi alrededor, estoy sola una vez más, por ello me dirijo a la puerta que esta frente a mí, y cuando giro la perilla, me llego a dar cuenta de que una vez más no tengo camino y estoy encerrada, pero entonces al voltearme ya no estoy sola, frente a mi hay una joven mucama de largo cabello rubio que limpia un pequeño estante, entonces amablemente me dice: — “¿Se le ofrece una taza de té?, joven visitante, o ¿Necesita una ayuda?" — Yo rápidamente pero con amabilidad respondo de la manera más correcta que se puede hacer. — “Me encantaría aceptar una taza de té de su parte, pero por hoy necesito solamente de su ayuda, por favor. — Y simplemente me sonríe y asiente con la cabeza, entonces se acerca hasta la puerta y la abre con la mayor tranquilidad, pero no se tarda nada en hacerlo, y cuando la puerta está abierta se despide con una sonrisa y me dice: — “¡Suerte señorita!”

Y entonces me detengo a salir por la puerta, e increíblemente me llego a encontrar con otra habitación cerrada, me comienzo a aburrir pero cuando giro la perilla la puerta se abre así se fácil, no se requieren llaves, o que te vayas por el conducto de ventilación, solamente es una puerta y que en frente hay otras escaleras en espiral que me hacen tener la duda de a donde me guiaran verdaderamente. Entonces el reloj comienzo a sonar marcando que son las cuatro de la tarde, me doy cuenta de que este es igual al del comienzo y que también tiene una puerta, pero no me fio de aquello que podría llevarme al comienzo de todo. Y entonces cada escalón no me agota en lo absoluto, y sé que estoy llegando al final cuando escucho un movimiento de llaves. Y al finalizar, no hice nada de ruido, solo me quede en completo silencio observando a la persona en frente de mí, una persona ya de demasiada edad, es un hombre que probablemente podría llegar a tener unos noventa años aproximadamente, y que además lleva una venda en sus ojos.

—Así que… ¿Cayo en la trampa? Inteligente no lo es, para nada.

Y me quedo allí completamente congelada ante lo que me dice, torpemente llegue a caer en una trampa que no vi venir, por eso aquella carta de él, esa frase de que a veces de quien huyes no es el verdadero enemigo, y fue entonces que no sabía qué hacer, si irme o quedarme, pero si me iba me oiría de igual manera, ha de tener el sentido de la audición mucho más elevado al no tener su vista, por eso estoy aquí atrapada entre lo que debo hacer y lo que no. Entonces estiro su mano en la espera a que yo la aceptara, y yo dudando entre que tener que hacer alguien apareció en la escena, era el mayordomo, quien inmediatamente se puso en frente de mí, me está protegiendo.

—¿Por qué planeo todo esto? — Comento enfadado, y con firmeza estaba sujetando mi mano, era sinónimo de que podía confiar en él, en la persona que no podía llegar a confiar era en el dueño de todo esto, quien planeo toda la trampa, aunque no pueda mirar sus ojos, su sonrisa lo deja todo claro.
—Evidentemente, — Soltó una risa molesta. — sí, lo planee todo.

Entonces de manera inmediata aquel anciano cayó al suelo, ante un golpe de aquel chico, y fue nuestra oportunidad de salir de todo esto, después de todo la puerta se encontraba en el piso de abajo, ambos bajamos las escaleras corriendo y aun tomados de la mano, entonces al llegar a la puerta esta se abrió gracias a la joven mucama que estaba allí nuevamente con una sonrisa brillante y amable, logramos salir sanos y salvos. Entonces se giró a mí, me tomo ambas manos y fijo su mirada en mí.

—Nada de esto es real, y te diré que fue difícil, pero no es absolutamente nada comparado a la realidad de todo, deberás pensar bien las respuestas, escoger bien los caminos, que serán muchos, ten mucho cuidado y no te confíes de quien dice guiarte a tu verdadero camino, puede ser mentira como aquí lo has visto, no vuelvas a cometer el mismo error dos veces, si pierdes allí, pierdes tu vida, ¿comprendido? — Asentí, y solamente me sonrió antes de que todo eso se esfumara.

Y mis ojos se abrieron mucho más cansados de lo que fue cuando me dormí, pues desde el momento en que me dormí el sueño dio su inicio y finalizo hasta ahora que son las siete de la mañana, estoy realmente muy cansada, pero me siento bien porque sé que esto me guiara a una respuesta importante en mi vida, algo que no sé y necesito saber con urgencia, y recordare las cosas muy bien.

1: - No correr del Mayordomo, él es quien me guiara con sabiduría al lugar correcto.
2: - Aceptar la taza de té, puedo llegar a obtener mucha más ayuda y respuestas.
3: - En vez de elegir las escaleras debo elegir el reloj, las escaleras me guiaran al sujeto que me acabara, el reloj hasta mi respuesta verdadera.

Y quizá son muchas cosas más, pero anotare lo más importante en la libreta, no quiero hacerme un lio, no quiero tener tantos enredos, solo lo más importante porque después de todo, eso me guiara a lo más importante de mi vida, y juro que estoy deseosa de saber que es en realidad.

La primera nevada

¿Qué haces cuando cometes un error? En la gran mayoría de casos, lo mejor es tratar de solucionarlo, pero lo mío no tiene solución y cuando me dicen “No vuelvas a hablar con esa persona” ¿saben que pasa? Pues lo inevitable, vuelvo a hablar con esa persona, y sigo sin arreglar aquel problema y supongo que creo muchos más.


Durante los días que han pasado, las cosas han ido bien, omitiendo la parte en donde hable con el Profesor Dumbledore y me pregunto si había hablado con algunas personas más, y que si no habría revelado mi apellido, bueno más o menos esto fue lo que me dijo él: - ¿Todo ha estado bien? ¿Ya se ha logrado adaptar? – Mi respuesta fue simple, solo un sí, basto para que no dijera más palabras. - ¿No ha revelado su verdadero apellido a nadie, o si? – Allí juro que me había atrapado, y realmente parecía que sabía exactamente cada una de las cosas que yo hacía, una de ellas que por habérmelo tomado con tranquilidad le revele mi apellido a un completo extraño, pero en fin, soy un ser humano y no puedo ser perfecta, cometeré errores, y revelar mi apellido fue uno de ellos.

Por estos momentos puedo estar relajada, o quizá no tanto cuando estamos en historia de la magia, ¿y qué es lo peor de todo? El maestro, quiso comenzar con un tema bastante interesante, así es, estamos viendo el tema de la vida de –Agatha Stoker- ¿No es maravilloso? Cometí un error al revelar mi apellido, y ahora me doy cuenta de lo malo que ha llegado a ser, porque cuando llegamos al momento en que se habló del collar, lo que contenía y todo, me sentí tan observada que quería desmayarme en ese mismo momento, pero me mantuve allí firme, pero por el rabillo del ojo quise saber de quién era esa mirada, y lo reconocí tan fácilmente, que me dolía la cabeza. Durante todo el tiempo, estuvo mirando fijamente con una mirada seria, que no cambiaba jamás, y quizá yo no fui la única que se dio cuenta de aquello.

—Agie, ¿hay algo que no me has comentado? — Me pregunto Hermione mientras guardaba su cuaderno con sumo cuidado, pero también esperaba atentamente a mi respuesta. En serio son demasiadas cosas para mí, que más en sima, ese chico aun este en el salón mirándome, pero en un par de segundos recoge sus cosas y se marcha, ¿es de fiar o no lo es? — Espero tu respuesta, pero no tengo todo el día, ni la vida entera.
Suspire. — Pues, también tengo una vida, y no es mi culpa que las cosas no siempre resulten como lo desee, y admito que cometí un gran error, que probablemente me lleve a muchos problemas, que no sé cómo arreglar pero deberé hacer algo lo antes posible. — Hable tan rápido que me quede sin aliento, pero lo dije todo con la mayor claridad posible, aun así ante mi aceleración logra hacer caer mi bolso al suelo, con cuadernos, plumas y todo, iba a querer recogerlo por mi cuenta, pero estaba allí con tantos pensamientos que no podía hacer nada, y quien me ayudo fue Harry.
—Aja, un error, bien, ¿Qué tipo de error sería? ¿Tiene que ver con la palabra A que termina con O? —Su pregunta fue tan sincera, pero tan incógnita para quienes escucharan la conversación fuera de contexto, si cualquiera hubiera escuchado la palabra A solamente hubiera pensado, “A son, solo cosas de chicas, hablan de quien se enamoró esta chica, hablan de amor obviamente.” Pero si lo escuchan todo, ni idea de que podrían llegar a pensar, quizá que somos raras y ya.
—Sí, — Exclame, agitando las manos mientras trataba de no mirarla y quitarme esto de mi cabeza que me hace tanta molestia. — lo dije, pero no fue con las ganas de querer decirlo, digo solo lo dije porque estaba relajada, y lo olvide todo por ese momento, estaba tan tranquila, que incluso olvide quien era yo misma, y solo lo dije y ya. — Me estaba comenzando a fastidiar de verdad ahora, quiero terminar esta conversación de una vez por todas, pero estoy segura de que Hermione no me hará las cosas simples, pues como veo ahora su expresión es de enfado y vendrá con un regaño que no quiero ni necesito oír, porque tengo la misma edad de ella y se lo que eh hecho con toda la claridad posible.
—¿Tienes idea de lo has hecho Agatha? — Vamos a empezar a discutir, lo sé, porque somos tan parecidas en personalidad que no voy a querer quedarme callada sin dar mis razones y decir que hacer al respecto. — Has cometí un grave error, que probablemente no podrá ser arreglado a menos que se use un Obliviate para arreglarlo, pero no, porque si haces eso, se enteraran inmediatamente, y aumentaría mucho más los problemas, ni yo sabría qué hacer, pero se me ocurrirá algo.
—¿Ocurre algo? — Se interpuso Ron entre nosotras dos, y con una mano lo quite de allí para hablarle a Hermione.
—Yo me encargare de esto, tú no te preocupes. — Supe que tenía que moverme en estos mismos momentos para lograr alcanzar a ese chico, a Draco, que ya olvide su apellido, quizá el también olvido el mío, quizá. — Me iré adelantando, tengo que alcanzarle antes de que sea tarde.
—No entiendo nada. — Escuche decirle Ron a Harry, quien solo se encogió de hombros.
—Antes de que te marches, ¿se puede saber a quién se lo rebelaste?
—No recuerdo su apellido, pero se llama Draco.
—¡¿Qué?! ¡Te has vuelto completamente loca! ¿Perdiste la cordura? Ese chico es un lio completo, de todos los estudiantes que hay en Hogwarts, justamente tenía que ser él… Agie, será difícil de arreglar este asunto ahora. — Suspiro y luego agrego algo más. — Luego de esto, no le vuelvas a hablar.
—Por esa razón, lo buscare ahora mismo y lo haré.

Y sin importarme tome mi bolso, que rápidamente lo cruce en mi hombro, para luego comenzar a correr, en su búsqueda, debía de poder encontrarlo antes de que se hiciera de noche, pero sé que estoy metida en una grande ahora, mientras más corría, más me desesperaba por no poder encontrarle por ningún lado, ¿Dónde se ha metido? Aún sigo corriendo, mientras estoy en el séptimo piso, ya agotada y con el único pensamiento de que necesito un lugar tranquilo para poder pensar, no sé en donde se ha metido ese chico, pero entonces de la nada una gran puerta aparece frente a mí, y allí es cuando finalmente me lo llego a encontrar, sus ojos estaban fijos en mí, pero paso de mí y siguió su camino, pero no iba a dejar que se fuera así como así, sin que yo pudiera decirle todo lo que pasa por mi mente en estos mismos instantes.

—¡Detente! — Grite con todas mis fuerzas, pero no sonó tanto como un grito, porque también a la vez sonó relajado y como si botara todo lo malo de mí, también se notaba la gota de cansancio en mi persona. Aun así él no parecía querer detenerse, por ello me tuve que acercar y solo hice lo primero que me paso por la cabeza, cosa que no suelo hacer a menudo, no suelo hacer lo primero que me pasa en la mente, solo lo hice y ya. Sujete su mano con tantas fuerzas para que no se fuera sin antes dejarme hablar. — Tengo que hablar contigo.
—No me interesa. — Respondió fríamente mientras trataba de soltarse del agarre de mi mano, entonces cuando lo hizo, tuve que buscar otra forma de evitar que se fuera, y me interpuse en su camino, y solo comencé a hablar sin que él esperara a eso, pero tampoco no se fue, se quedó allí con una cara de gran molestia hacia mí.
—¡Si te interesa! Porque sabes del tema, y eres la segunda persona joven de mi edad que realmente sabe quién soy, pero… te pediré que guardes el secreto, por favor, no te conozco en realidad, pero de verdad te lo pido, es de vida o muerte, no suelo hacer estas cosas y…
—Realmente crees que me importa, no, me da igual, ya cometiste el error de decirme tu apellido, y ahora date por vencida, porque tuviste que haber pensado bien las cosas, ¿no eres tan lista como tu amiguita la sangre sucia? — No soy de querer golpear a las personas, pero ese comentario me hizo enfadar tanto que levante mi mano, y lo que ocurrió, fue solo que golpee su rostro, realmente la palabra “Sangre Sucia” me hace enojar tanto, quizá yo soy una sangre pura, pero me da igual si los demás vienen de padres Muggles, ¡Da igual! — Y tú, traidora de la sangre, te arrepentirás. — Y ahora estaba tan molesta que simplemente no lo iba a dejar ir por nada del mundo.
—¿Por qué, por una simple y estúpida cachetada que te eh dado? ¿Eso es lo que te molesta? Wow, que niño tan llorón, ¡Atrévete a llamar a mi amiga de esa manera otra vez, y tú serás el que se arrepentirá de por vida! — Hasta este punto yo ya estaba comenzando a gritar, y era tan raro decir eso porque yo solo quería venir a hablar con él, pero estoy gritando y discutiendo con él en vez de hacer otra cosa, y aquí viene lo peor de todo, los gritos no se acaban.
—Pues es la realidad de las cosas, ¡ella es una sangre sucia inmunda y tu una traidora a la sangre!

Lo peor de todo, se acabó, pero fue porque Filch, quien es él vigilante de Hogwarts, no pudimos hacer nada al respecto ante esto, porque digamos que estábamos tan concentrados gritándonos cosas que no, nos llevarían a nada que no pensamos en nada, o al menos hablo por mí, quizá este chico ya sabía y no le importo, pero su expresión al ver a Filch, fue de fastidio así que tampoco se lo esperaba venir. Fue más molesto para mí, porque estaba tratando de arreglar un problema, y ahora tenía otro que arreglar, aun así está completamente claro que con el primero no me será cosa fácil.


Y aquí estaba ahora, totalmente abrigada porque tenía que hacer un trabajo en el bosque prohibido con el guardabosques Hagrid, y quien más nos acompaña, era el mismo chico del otro día, con el cual no pude arreglar claramente nada, y cuando Hermione se enteró de todo esto, se puso como furia, pero no dije ni hice nada, lo hecho estaba, solo tenía que seguir con esto, porque no podía hacer nada más que esto.

—Siento, haberte gritado ayer. — Me dijo de pronto, se había acercado hasta a mí, hasta poder caminar a mi lado, no dije nada al respecto, porque continuaba molesta, también conmigo misma, así que no había que hacer, y no quería gastar mis palabras con él, además de que una persona cambie de un día para otro no es normal, es raro. — Tenía mucha prisa ayer, y por eso me moleste.
— No le podía creer ninguna de las cosas que me estaba diciendo, aun así quise pensar en ello, pero claro no podía hacerlo claramente, habían tantas cosas en que pensar, que cuando solo cayo un pequeño copo de nieve al suelo, me distraje como aquella vez, en donde vi esa flor.

Está comenzando a nevar. — Me dije para mí misma, a pesar de haber sido escuchada por él, quien solo me miro, y luego miro al cielo que estaba cubierto de nubes, y los copos de nieve caían, algunos sobre nuestras cabezas, otros en nuestro rostro, y me tranquilice.

Mansión Malfoy

Cada cosa en este mundo contiene su gran significado, incluso aquella pequeña flor que vi ese día, su significado es una incógnita aun para mí, y me hace preguntarme a menudo, ¿Qué es lo que significa, lo que traerá o lo que hará? Pero como ni yo lo sé, solo me queda a esperar que el tiempo transcurra para que me respondan, si es que lo hacen, pero si algo puede llegar a cambiar, solo espero que sean cosas buenas.


—¿¡Castigada!? — Me regaño Hermione, en un tono de voz lo bastante elevado como para que todos los que se encontraban en la sala común se enteraran de ello, y era evidente que pudieron escuchar sus claras palabras, porque Hermione no hablo, más bien grito, y quizá debí de haberme puesto como loca porque todos lo habían escuchado, pero de alguna manera u otra, me dio igual. — Dijiste que solo irías a hablar con él, para arreglar todo este asunto. — Su voz ahora fue más calma, y un tono disminuido que solo yo podría llegar a escuchar ahora, y eso me alegraba porque no quería que todos los Gryffindor’s supieran de mi castigo, ni quien era realmente. — ¿Cómo pudo ser que terminaran castigados? Solo ibas a hablar con él, no agregar un castigo. — Iba a responderle al instante, pero alguien me gano, y era una persona que no debía de porque involucrarse en esta conversación que no tenía la menor importancia para él, pero de igual manera lo hizo preguntando algo que debió de haber sido respondido nunca, pero que sin embargo se respondió.
—¿Con quién termino castigada Agatha? — Esa fue la pregunta del pelirrojo, digo Ron. No me fastidio que preguntara, quizá escucho y le dio curiosidad preguntar al respecto, pero lo que si me molesto fue que Hermione le respondiera como si nada, aunque supongo que a mí me ocurrió ya una vez, revelando mi apellido.
—Con Draco Malfoy. — Dijo sin haberse dado cuenta, pero cuando lo noto, inmediatamente cubrió su boca con ambas manos, no podía llegar a creerse lo que había hecho, pero ya somos dos, hicimos algo de lo que luego nos arrepentimos. Entonces agrego: —Vamos al baño de Myrtle la llorona, síganme, y rápido.
—¿Myrtle la llorona? ¿Quién… es? — Pregunte, pero fue claro que nadie me respondería a aquello, ni Hermione, ni Ron, ni Harry. Así que no volví a preguntar, pero deseaba enterarme porque ese baño era el de una chica, no lo puedo entender.

Camine junto a Hermione en un completo silencio que para los chicos pudo resultar quizá un poco incómodo, pero yo debido a mis pensamientos no me importo en lo absoluto, aun así, cuando llegamos logre saber que iban a haber dos personas más en saber mi valioso secreto, a este paso todo Hogwarts lo terminara sabiendo, y yo terminare muerta, si, es lo más probable.

—Bien, sé que todos tienen muchas preguntas y dudas. — Trago un gran bocado de aire, para luego continuar con lo que sea que va a decir. — Chicos, la razón de porque no puedo hablar de esto en la sala común, es porque es una información muy delicada, y se los diré porque son mis amigos, y confió en ustedes. — Me miro por unos segundos, y luego volvió a mirar a los chicos que estaban demasiado confundidos aun. — Primero me prometerán que no se lo dirán a nadie, absolutamente nadie, ¿entienden?
—Entendido, nosotros prometeremos no decirle a nadie.
—Bien, espero cumplan con ello, porque si no lo hacen una vida podría llegar a correr mucho peligro, e incluso lo peor, morir. Ron, Harry, bueno, Agatha en realidad no es una Dómine, su apellido en realidad es Stoker, ella es…
—Soy Agatha Stoker, no provengo de Francia, no nací allí, ni nada de eso, mi hogar esta en unos bastantes años en el pasado, no soy de esta época.
—¿Es una broma? — Pregunto Ron aun realmente muy confundido. — Digo, hoy el Profesor de Historia de la magia, nos habló de Agatha Stoker, pero chicas, hacer esta broma, ya es demasiado de por si… además no tienen ningún tipo de prueba a su favor.
—Hmm, ¿Qué te parece esta prueba? — Su expresión paso de ser de molestia, a una de sorpresa, incluso no podría llegar a creer que lo que estaba sujetando entre mis manos era el verdadero collar que contenía aquel líquido para lograr la vida eterna.
—Okey, te creo.
—Me alegro.

Solté un suspiro, estaba tan cansada, de tantos pensamientos en mi cabeza, que realmente necesitaba un respiro, pero no lo iba a obtener tan fácilmente hasta que lograra convencer a ese chico de no decir nada, pero no va a ser cosa fácil, ya me eh dado cuenta de cómo fue hablar con él, un completo desastre, y no quiero volver a hablar con él, nunca más, pero que sin embargo deberé de hacer si quiero arreglar las cosas. Entonces di un pequeño saltito, que fue notorio, pero fue dado a que algo paso volando a mi lado, y me gire para mirarla, estaba sentada en las alturas, observándonos a todos con bastante atención.

—Agatha, te presento a Myrtle.
—Es un gusto Myrtle.
—Con que me eh encontrado con Agatha Stoker, aún viva y tan joven como en esos tiempos, y tan hermosa, una perfecta cabellera rubia platinada, que todos desearían, el cabello tan sedoso y liso, eras la envidia de todas las chicas, unos ojos grises perfectos, aun así, no tenías amigos, ya que siendo una Ravenclaw absolutamente nadie deseaba hablar contigo, demasiado inteligente como para ser cierto, salvo ese chico, aun así, todos deseaban verte muerta, aunque claro aún sigue siendo el deseo de muchos, — Me estaba comenzando a molestar, pero no sería el caso ponerme a gritarle a un fantasma, no, eso no está en mis planes. — a pesar, de ser tan hermosa, no tuviste novio, o supongo que me equivoco, en alguna ocasión, no, en más de una ocasión decían que ese chico y tu eran almas gemelas, siempre tan perfectos, y cuando hablaban era mucho mejor, ¿se besaron alguna vez? ¿O trato de matarte también? Es un gusto volverte a ver.
—Nunca trato de matarme, pero supongo que tampoco llegamos a ser novios ambos, pero si nos besamos, solo una vez, luego de que se esfumara. — No me importaba para nada tener que hablar de ese tipo de cosas, ni siquiera me avergüenzo de ello. — Aun así, muchos trataron de matarme, pero aún no lo logran.
—Aun. — Dijo ella, sonriéndome ampliamente, y Hermione decidió interrumpir nuestra conversación que obviamente no iba a llegar a nada, y no tenías toda la vida para hablar de esto, al menos la única que tiene toda la eternidad es Myrtle, quien está muerta.
—Perdonen interrumpirles su entretenida conversación, pero quiero volver al tema principal Agatha, necesito que me digas exactamente por qué fueron castigados, ibas a hablar con él, pero sigo sin entender lo demás, por favor explícame con lujos y detalles, hasta los puntos y comas si es que puedes.

Y le comente todo lo que ocurrió allí, que me ignoro por completo, que me interpuse en su camino, pero que sin embargo continuaba tratando de ignorarme, cosa que no deje pasar en ningún momento, comento que no les dije que tome su mano ni nada por el estilo, eso no es algo de suma importancia, solo estoy yendo al punto. Les dije que me continuo ignorando por un rato, en el que miraba sobre mi cabeza, al yo ser más pequeña que él, entonces fue cuando Myrtle dijo: “Te ignoro así como fueras un fantasma, así tan ignorada como yo soy a menudo.” Y solo le respondí: “Si, algo así fue.” Entonces les dije, que le había dado una cachetada en cuanto me enfade con él por haber insultado a Hermione.

—¿Te atreviste a darle una cachetada? — Dijo Hermione interrumpiéndome, parecía sorprendida, pero se lograba entender a lo que estábamos llegando, y como terminábamos castigados. — Empiezo a entenderlo todo ya.
—Hermione, tú en tercer año, hiciste lo mismo. — Dijo Ron, que parecía bastante animado a la hora de hablar de eso. Y Harry solo prestaba atención a lo que estaba diciendo, aunque parecía divertido y con ganas de reírse por que dos chicas hubieran golpeado a un chico.

Entonces le dije que no volviera a insultarla, pero luego me insulto a mí, y ya empecé a gritarle en la cara con todas mis emociones juntas, pero sobre todo la de la rabia que me invadía en ese mismo instante, y que después él también me empezó a gritar a mí, así que fue de esa manera cómo fue que Filch nos agarró a ambos en medio de una discusión en un pasillo vacío, y que debíamos de estar en clases en esos instantes.

—Entonces eso fue, Agatha, porque simplemente no fuiste al punto, ¿Por qué le seguiste la discusión? — Pregunto Hermione.
—Estaba enrabiada, y me desquite con él, eso fue todo, sé que empeore las cosas.
—No llego a comprender aun el punto principal. — Dijo Ron.
—Ni yo. — Y se incluyó Harry al final. — ¿Por qué tenías que ir a hablar con Malfoy? Digo, no es la mejor persona como para mantener una conversación, que no contenga alguna discusión en medio.
—Ahora ya lo sé, sin embargo debía de tratar de arreglar un error que cometí, — Dije y los chicos prestaban completa atención. — El error, es que hace unos días que me encontré con él, — No-agrego-en-que-momento-me-lo-encontré-ni-el-día. — y cuando me pregunto mi nombre, le respondí con el apellido real, no le dije el falso apellido, por ello estuve tratando de resolver mi error, y la última opción que queda es un obliviate, pero obviamente no puedo, aun así continuare tratando de ver como lo arreglo, así que a ese chico no lo voy a dejar en paz.
—Tratar de convencerlo a que no diga nada, será muy difícil. — Comenta Harry, que con ese comentario no me estaba ayudando en lo absoluto, realmente podía llegar a deprimirme y pensar que no podía hacer nada ya, pero debía de haber alguna solución, todo tiene solución, al menos la gran mayoría de veces. —Pero, lo puedes intentar, y quizá le termines de convencer, después de todo eres una chica.
—¿Y cuál es el punto de que sea una chica? — Se incluyó Hermione ahora. — Aunque seamos chicas, no podemos conseguir todo lo que queramos siempre, ¿a qué punto querías llegar Harry?
—Bueno… nada.
—¿Te referías a que las chicas, usamos nuestros encantos para hacerles caer y que hagan lo que queramos? No, todas somos así, y además ¿tú llegas a creer que pueda funcionar realmente?
—Lo dudo.
—Allí lo tienes, y veras que solo tratare de hablar con él, o mejor quizá olvidarme de todo este asunto y ya.
—Eso podría llegar a ser lo más fácil. — Agrego Ron. — Sera mejor que no vuelvas a hablar con él, quizá hasta ya llego a olvidar tu apellido.

Lo que dijo Ron, podía llegar a ser una posibilidad, aunque lógicamente eran muy pocas las probabilidades de que se lo pudiera llegar a olvidar, pero con eso que dijo Ron, dimos por concluida esta conversación y regresamos a la sala común, y no volvimos a sacar el tema, ya habíamos hablado de todo, y aunque luego Hermione me dijo que siguiera el consejo de Ron, de no volver a hablar con Malfoy, yo continuaba inquietándome por todo, tanto que esa noche fui a dormirme muy tarde, porque me quede allí en la sala común, mirando como el fuego de la chimenea lentamente se iba apagando, afuera estaba cubierto por nubes grises, y la habitación a cada minuto que transcurrió más se oscurecía, así que cuando fueron más o menos eso de la una de la madrugada me fui a dormir. Pero diré que el sueño no fue nada agradable, me maree lo suficiente como para llegar a sudar demasiado, sentía las enormes ganas de vomitar, pero no podía, y la razón era porque aún estaba completamente dormida, estaba allí vagando por unos pasillos mientras veía las paredes lisas, y pasando por todo el lugar, me encontraba con diferentes personas, esto no parecía una casa, y no lo era, porque su tamaño era como el triple al de una casa, esto sin duda alguna era una mansión, y quien vivía allí era ese chico, Malfoy, y supe en el instante que allí estaban mis respuestas al ver el reloj, que marcaba las doce de la noche, debía de llegar allí fuera como fuera.