"No te enamores de mí" (TERMINADA)

“No te enamores de mí”

Introducción:
La historia va de 5 chicas (Raquel, Melissa, Azahara, Manmen y Marta), que se van 2 años a estudiar a Londres. Serán dos años que marcarán sus vidas con la aparición de los chicos de One Direction en ellas, y que sin duda nunca olvidarán...

Capítulo 1:

Narra Raquel:

El reloj marcaba las 9:00 pm, aún faltaba media hora para que sonara la alarma pero llevaba despierta desde las 7:00 pm, cuando recibí el mensaje de Sergio…

Mensaje:

“Raquel no sé qué te ocurre…desde que te fuiste a Londres hace 2 semanas apenas hemos hablado, ni te has molestado siquiera en contestarme a los mensajes que te he dejado… yo no quería que esto acabara así, te quiero y lo sabes, y sé que tu a mí también, no sé por qué de repente has dado este cambio… solo quería decirte que me gustaría dejar las cosas claras, este será mi último mensaje, si no me contestas entenderé que no quieres saber más nada de mí… y así será… yo solo quiero saber que te ocurre, si he hecho algo mal…
Un beso, Sergio.”
Sergio es mi novio, o lo era hasta antes de recibir este mensaje… Es un chico encantador (alto, moreno ,ojos marrones, simpático, listo y guapo, muy guapo, además le gusta mucho el deporte, es el capitán del equipo de fútbol del instituto, lo que le hace ser más popular, aunque a él no le guste mucho llamar la atención, y tiene un cuerpazo!), yo lo quiero más que a nada… pero como bien decía en el mensaje, desde que me vine a Londres con mis amigas hace ya dos semanas he estado muy distante, no contestaba sus mensajes, ni siquiera me limité a darle un simple toque para que supiera que seguía existiendo en su vida… ni yo misma sé por qué lo hice… por qué de pronto di este cambio, lloré mucho en nuestra dura despedida y ahora pasaba de él, como si nunca hubiera existido para mí… y eso no era así. Todas las noches me dormía viendo su foto, incluso tengo un álbum guardado lleno de fotos juntos… Pero aún así, aun queriendo saber de él, me niego a mí misma a hacerlo. Ahora él y yo estábamos separados, tendría que hacer mi nueva vida aquí en Londres, sin él, sola… Esto tenía que acabar ya, él no podía estar los dos años que yo iba a estar en Londres esperándome… y yo tampoco quería hacerle eso; durante estos 3 últimos días quise llamarlo, escuchar su voz, saber cómo estaba y que me contara cosas que habían pasado desde que me fui, pero también sabía que tarde o temprano acabaría saliendo el tema de “lo nuestro” y no… no quería dejarlo… De pronto se me formó un nudo en la garganta y las lágrimas comenzaron a salir solas, una tras otra, sin parar… hasta que, sin darme cuenta, me dormí.
Al poco escuché como se abría la puerta de mi cuarto y alguien entró, se sentó a mi lado y me acarició la cabeza
-----: ¿Raquel?, ¿estás bien? –era una voz dulce, enseguida la reconocí, era Mel mi mejor amiga y compañera de piso. Ella también se vino conmigo a Londres junto con otra amiga, también compañera de piso, Azahara- hace media hora que tendrías que haberte levantado
Raquel: *mmffg*… -abrí un poco los ojos y pude ver una cabellera rubia y una sonrisa tierna, efectivamente era mi querida amiga Melissa- buenos días… -dije bostezando-
Melissa: Parece que alguien no ha dormido bien esta noche… -dijo levantándose y subiendo la persiana-
La luz entró de lleno y me tapé la cara con la almohada, odiaba eso…
Melissa: ¡Vamos dormilona! –dijo mientras me quitaba la almohada- ooh… cari, ¿qué te ha pasado? –dijo preocupada volviendo a sentarse a mi lado y acariciando mi mejilla- has llorado…¿otra vez por Sergio?
Me incorporé apoyé la espalda en la pared haciéndole hueco para que pudiera sentarse mejor y quité mi vista de sus ojos… lo único que iba a conseguir es que acabara llorando…otra vez… como todas las mañanas… y como no mis ojos se cristalizaron de nuevo al posar mi mirada sobra la foto de Sergio encima de mi escritorio… Mel secó con su pulgar una de las lágrimas que iba cayendo por mi mejilla y me abrazó fuerte… para mí era como una hermana y sus abrazos me tranquilizaban, acurruqué mi cabeza en su hombro y comencé a llorar de nuevo, con todas mis ganas, desahogándome, ella simplemente guardaba silencio mientras acariciaba mi cabeza.
Melissa: ¿Mejor? –dijo separándose y poniendo su mano en mi barbilla para hacer que la mirara-
Raquel: Si… gracias… -dije esbozando una pequeña sonrisa mientras con las mangas del pijama secaba el resto de lágrimas-
Melissa: Anda vamos a desayunar que tendrás hambre –dijo estirando de mi mano para levantarme. Llevaba razón en ese momento me empezaron a sonar las tripas, anoche no cené nada, estaba cansada y me dolía mucho la cabeza-
Las dos bajamos por las escaleras y cuando llegamos a la cocina
-----: BUENOS DIAAAAAAAAAAAAAAS!!!!!!!!!!!!! –dijo una vocecilla, gritando y abalanzándose sobre mí- ¿Qué tal estás? ¿Has dormido bien? Porque por tu cara… diría que no…
Raquel: Hola Azahara… tú tan enérgica como siempre ¿verdad? –dije correspondiendo a su abrazo de buenos días y sentándome en la mesa- la verdad es que desde las 7:00 no he conseguido pegar ojo…
Azahara: ¿Y eso? –dijo sentándose enfrente de mí y tomando un sorbo de su colacao. Mel se sentó a mi lado y se sirvió un vaso de zumo de naranja-
Raquel: Pues… -guardé silencio durante un momento, no quería que contándolo se me volvieran a saltar las lágrimas, ya estaba harta de eso, quería poder llamarlo y hablar con él, decirle las claras… tomé aire y continué hablando- a las 7:00 recibí un mensaje de Sergio… y me decía que no sabe por qué no le contesto a las llamadas y a los mensajes, y que ese sería el último mensaje que me mandaría si no le contestaba… que ya no volveré a saber de él… -estas últimas palabras salieron ahogadas seguidas de un nuevo llanto-
Azahara: No mi niña! No llores por favor! –dijo levantándose enseguida y abrazándome mientras Mel agarraba con fuerza mi mano- Ahora mismo vas a coger el móvil y le vas a mandar un mensaje, le vas a decir que lo sientes por lo de las llamadas y los mensajes, pero es que has estado muy liada con la mudanza y tal… y aparte necesitabas pensar las cosas, que esta tarde lo llamarás y hablaréis. Ahora está claro que no estás en condiciones de hablar con él, asique iremos al instituto recogeremos los horarios y nos iremos las 3 a recorrer Londres y por lo menos mientras estés con nosotras no te acordarás de Sergio en ningún momento –dijo cogiéndome del brazo, yo sin más remedio tuve que reír, acabamos las 3 riendo, pero el plan era perfecto. Esta chica siempre lograba sacarme una sonrisa en mis peores momentos, era como mi hermanita pequeña, tan linda, tan atenta siempre, amiga de sus amigos y más si podía, siempre con una sonrisa por delante aunque ella sea la primera que esté mal-
Junto con Azahara las tres éramos como una piña inseparable, las dos hermanas que nunca tuve, mis dos mejores amigas y que sin duda no iba a cambiar. A Melissa la conozco desde que tengo uso de razón, siempre hemos estado juntas, tanto en clase como en el tiempo libre ya que éramos vecinas. A Azahara la conocimos en 3º de E.S.O, y desde entonces somos inseparables. No podemos pasar un día sin estar juntas. Son mi vida.
Melissa: Por cierto chicas… son y cuarto… y los horarios nos los dan a y media… nos deberíamos de ir ya ¿no? –dijo dando el último trago de su zumo-
Raquel: ¿Qué?... ¿¡Cómo!? ¿¡Y cuarto!? –de pronto miré a las chicas y claro…ellas ya estaban vestidas… y yo aún en pijama- MIERDAAAA!!! Y yo aún que no sé que ponerme!!!!! –dije histérica corriendo hacia mi habitación, de fondo escuché las risas de Azahara y Mel-
Llegué a mi cuarto y me puse a mirar en el armario, no tenía tiempo de pararme a pensar así que cogí lo que primero pille… y no quedó mal:

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Salí y me dirigí al baño para peinarme y maquillarme, allí también estaba Azahara que llevaba puesto un vestido muy mono:

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Raquel: Que guapa vas! Te has puesto tacones y todo! Y eso que solo vamos a recoger los horarios… -sabía que Azahara era una chica muy presumida y que le gustaba ir guapa a cualquier sitio que fuera-
Azahara: Oh vamos Raquel!... no es para tanto! –dijo poniéndose colorada y poco nerviosa-es nuestro primer año en la universidad y tenemos que dar buena imagen, además… tenemos que impresionar a los chicos nuevos… -dijo mirándome y poniendo un poco de colorete en mi cara- ves… así mejor –dijo sonriendo, las dos reímos-
Melissa: Venga tardonas! Dejad de ser tan presumidas y vámonos ya que al final llegaremos tarde! Que son y veinte ya –dijo dando pequeños golpecitos con su dedo índice en la muñeca. Mel era como nuestra hermana mayor, siempre tan atenta y cuidando en todo momento de nosotras, la queríamos muchísimo-
Como no mi rubita también iba preciosa, con esto:

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Nos montamos en el coche de Melissa para llegar antes (solo había 10 min. en coche).

Holaaa Soy Mandy! :) La historia esta muy bien redactada! xDD Poobre Sergio xDD Pero bueno seguro que a Raquel se le pasará en cuanto conozca a Zayn jaja ê.ê No hoy quien supere a esos 5 hombres x] x cierto! xDD
Siguelaaaaa!!! :D
Bss!

Capítulo 2:

Narra Melissa:

Dejamos el coche en el aparcamiento de la universidad y entramos corriendo, nos dirigimos al salón de actos y cuando entramos el director ya estaba hablando, dando su charla de todos los años… como no, al vernos entrar, dejó de hablar mientras suspiraba con resignación,
Director: Como todos los años están las típicas señoritas que acostumbran a llegar tarde el primer día… espero que no sean igual de tardonas el resto del año –dijo provocando las risas de algunos alumnos-
Toda la gente nos miraba, sobre todo escuchando el sonido de los tacones de Azahara, quien de pronto se puso colorada, las tres nos estábamos muriendo de vergüenza así que cogimos los tres primeros asientos libres que vimos. Azahara se tuvo que sentar dos asientos delante de nosotras, parecía que había alguien que conocía.
El discurso se pasó rápido, y al finalizar el director indicó donde podíamos recoger los horarios y junto con ellos nos darían una lista para saber quién sería nuestro tutor y todos los nombres de los alumnos.
Raquel y yo nos dirigimos a la salida para esperar a Azahara ya que la habíamos perdido de vista cuando salieron todos al patio.
Raquel: Mel vamos al baño porfi que me estoy haciendo piiiiis >.< -dijo moviendo las piernas con un bailecito muy gracioso-
Melissa: Jajajaja vale, aunque tenemos que esperar a Azahara
Raquel: No pasa nada, puedes esperarme fuera en la puerta, si ella sale del salón de actos la verás igualmente –dijo suplicante para convencerme-
Melissa: Está bien… pero no tard… -antes de que pudiera acabar la frase ya estaba corriendo hacia el baño- ains…esta chica… siempre con las prisas…
Me apoyé en la pared mirando hacia la puerta por si veía salir a Azahara, cuando de pronto sentí como me lanzaron agua y me mojaron el pelo y la ropa.
Melissa: Eeeehh!!! Pero mira lo que has hecho!! –dije furiosa y me giré hacia el culpable-
-----: Oh! Lo siento! De verdad! –dijo un chico de ojos verdes y grandes, unos ojos tan claros que podía verme reflejada en ellos. Me quedé atónita por unos segundos, el chico era bastante guapo…- Ten… -dijo ofreciéndome un pañuelo para secarme-
Melissa: Emm… gracias… -dije aceptando el pañuelo y secándome la cara- pero ten más cuidado la próxima vez –dije algo seria al ver que su amigo se estaba riendo detrás de su espalda-
-----: Si si! Es que a mi amigo no se le había ocurrido que tirarme agua para mojar mis ricitos…¬¬ -dijo fulminando con la mirada al castaño de ojos azules que seguía riéndose- Para ya Louis! No ha tenido gracia –dijo este golpeando la barriga del otro chico, el cual dejó de reir y le dijo algo al oído, con lo que los dos rieron, y se marchó, pero no sin antes despedirse de mí-
Louis: Perdona preciosa, no era mi intención mojarte pero el zoquete este se apartó en el momento justo en que tú estabas detrás y… bueno… será mejor que me vaya… a sus pies Louis Tomlinson, si te hace algo este ricitos… llámame, estaré encantado de ayudarte –dijo sonriendo dejando ver sus llamativos ojos azulados los cuales quedaban graciosos cuando sonreía- Bye preciosa! Adiós Hazza! –Dijo lanzándole un beso al chico de rizos, y se fue. Yo reí por este gesto-
----: No le hagas caso… es así de tonto cuando hay chicas guapas delante –dijo mirando cómo se alejaba su amigo- Bueno… creo que no me he presentado todavía, soy Harry Styles, pero puedes llamarme Hazza si quieres. Oye, siento de veras el haberte mojado, aunque en verdad… ha sido culpa de Louis –dijo cruzándose de brazos enojado-
Melissa: Jajaja no te preocupes… Harry, con este calor tampoco viene mal un poquito de agua para refrescarse, aunque no esperaba refrescarme de esa manera… -el sonrió, tenía unos dientes muy blancos y la sonrisa muy bonita- Por cierto yo soy Melissa Suárez.
Harry: Encantado, tienes un nombre muy bonito –me guiñó un ojo- por cierto… me gustaría invitarte esta tarde a un café en disculpas por haberte mojado –dijo con un tono de voz algo sexy-
Melissa: Emmm… ya he aceptado tus disculpas antes… asique no tienes por qué molestarte Harry
Harry: Pero…
Melissa: A demás –dije cortándole- no suelo salir con chicos que conozco de menos de 5 minutos… lo siento –sonreí para quedar educada y justo vi a Raquel tras la espalda de Harry boquiabierta, al igual que el ricitos- Vamos, Azahara nos está esperando –dije agarrando del brazo a Raquel y dirigiéndonos hacia donde se encontraba Azahara con dos chicas más-
Raquel: Pero…pero…Mel!! ¿Qué has hecho? –dijo mirando al chico que seguía de pie en la puerta del baño-
Azahara: Eh Mel! ¿Quién es ese chico tan guapo con el que estabas hablando? –dijo dándome pequeños golpecitos con el codo en mi brazo-
La fulminé con la mirada- Harry Styles –dije secamente-
Raquel: Y le ha rechazado una cita! –dijo aún sorprendida por mi acto-
Azahara: ¿Qué has hecho qué? –dijo esta fulminándome ahora a mí con la mirada-
Melissa: Chicas, por favor, sabéis que no suelo salir con chicos que conozco de dos días, a él ni siquiera lo conozco de hace 5 minutos… ¿cómo iba a aceptar su cita?, además… no era una cita… solo era un café… -dije cruzándome de brazos-
Raquel: Oh vamos Mel… has rechazado al chico más guapo que hemos visto hasta ahora en este instituto… y seguramente sea de los pocos que haya… -dijo pasando su brazo por mis hombros-
Azahara: Eso eso! Además… si es “solo un café” como tú has dicho… os vendrá bien para conoceros –dijo con intención de convencerme-
Melissa: No vais a convencerme! He dicho que no y es que no! –si me ponía cabezota estaba claro que nadie me iba a hacer cambiar de opinión- un poco más y ni siquiera se su nombre
Raquel: Pero te lo ha dicho, y está claro que le has gustado Mel, un chico no invita a tomar un café a una chica el primer día de instituto así porque sí… -dijo sonriendo pícara y levantando las cejas-
Melissa: ¡Qué dices Raquel! ¡No digas tonterías! ¿¡Cómo le voy a gustar!? ¡Si ni si quiera me conoce!
Azahara: Uuuhh… se ha puesto colorada! –ella y Raquel empezaron a reírse mientras se chocaron las manos-
Melissa: No me he puesto colorada! –en verdad noté que de pronto me subieron las calores- ¡Vale ya chicas! ¡Dejad de reíros!... ¡Sois malas! –dije poniendo carita de pena a lo que ellas respondieron con un “oooohh” al unísono y me abrazaron- tontis… jajajajaja
Azahara: Por cierto chicas os tengo que presentar a alguien! –dijo dirigiéndose a las dos chicas que estaban con ella antes- esta es Marta, mi prima –dijo señalando a una chica morena de pelo rizado que se parecía un poco a ella –nos saludamos con dos besos, parecía muy maja- y esta es Manmen, la mejor amiga de mi prima –era muy mona y simpática, también nos saludamos con dos besos-
Las 5 juntas nos dirigimos hacia recepción para recoger los horarios. Allí dentro había bastante gente mirando atentamente quienes tenían de compañeros, muchas chicas se abrazaban entre ellas de ver que les había tocado en la misma clase al igual que los chicos se chocaban las manos y miraban con risas pícaras a las chicas que, con solo verlas, se sabía serían las “chicas cool” del instituto, todas ellas pijas y animadoras.
Nos acercamos a la ventanilla para pedirlos a una mujer de pelo blanco, con gafitas por la nariz y chepada, se debía llamar Sra. Kraufman por la plaquita que llevaba enganchada en la rebeca.
Kraufman: Aquí tenéis chicas –dijo entregándonos 5 hojas con el horario y una lista de nombres impresos en ella-
Raquel: Vamos a ver… siiiii nos ha tocado a las 3 juntas, y parece que Marta y Manmen también! Yujuu!! –dijo dando pequeños saltos de alegría-
Azahara: Si! –dijo sonriendo ampliamente- aunque habrá algunas horas que nos dividiremos… por ejemplo mientras tú estés en dibujo –dijo refiriéndose a Raquel- nosotras estaremos en clase de Lengua y Literatura –y nos involucró al resto-
Raquel: Omm… -dijo algo triste- bueno no pasa nada, seguro que conoceré a alguien pronto –dijo sonriendo-

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Narra Raquel:

En verdad me incomodaba el no estar en algunas clases con mis chicas, era nueva tanto en la universidad como en la ciudad, solo las conocía a ellas y ahora también a Marta y Manmen, que por lo poco que estuve hablando con ellas se nota que son geniales.
De pronto noté que alguien miraba hacia donde estábamos y alcé la mirada para averiguar quién era, cuando de pronto tuve un encontronazo con unos ojos verdes. Esos ojos pertenecían a un chico muy atractivo, con unos ricitos alocados, situado junto a otros 4 chicos más que llamaban la atención de todas las chicas que pasaban por sus lados. Me sonaba bastante su cara, el chico me sonrió y hizo un gesto con su mano de saludo. Coño! Claro que lo conocía! Era el chico de antes, el que le pidió la cita a Mel, como se llamaba… emm… ¿Harry?, ¡eso! ¡Harry! Le sonreí en respuesta y en ese momento sentí una mano pasando por delante de mi cara.
-----: Eo! Tierra llamando a Raquel –dijo Mel-
Raquel: Si si, sigo viva –le dije girándome hacia ella-
Melissa: ¿A quién mirabas? ¿Ya estabas ligando? –dijo levantando las cejas-
Raquel: Tonta… -dije riéndome- Emm… creo que ahora mismo sabrás a quién saludaba –dije viendo que el chico de rizos de acercaba con paso firme hacia Mel por la espalda-
Melissa: ¿Cómo? –dijo frunciendo el ceño-

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Wuaou xDD Ya veras Mel k cara de flipa va a tener xDDD Oyee!! Siguelaa!! :) No la dejes así xD Que quiero ver su reaccion! x]

Capítulo 3:

Narra Melissa:
No entendí lo que Raquel quería decir hasta que noté una mano en mi espalda llamándome, me giré y… lo vi a él, allí de pie, mirándome con su espléndida sonrisa con la que me miró minutos antes en nuestro pequeño “percance”.
Melissa: Am… Hola Harry –dije amablemente, aunque me sorprendió el verlo allí. ¿Qué querría ahora?-
Harry: Holaaaaaaa! –dijo enérgicamente- te has dado cuenta que… ¿¡ESTAMOS EN LA MISMA CLASE!? –dijo dando pequeños golpecitos en su lista, mostrando una amplia sonrisa que provocaba unos pequeños holluelitos en su cara a cada lado de la boca-
Melissa: ¿A si?... –comprobé la lista y efectivamente su nombre aparecía en ella, y al parecer su “encantador” amigo también… Louis Tomlinson- omm… cierto jeje, y al parecer tu amigo también…
Harry: Si! Estamos todos –dijo mirando hacia un grupito de chicos, en el que efectivamente se encontraba el castaño de ojos azules junto con otros 3 chicos muy guapos, que parecían atentos a las chicas que pasaban y a las que con solo mirarlas se reían como tontas…-
Melissa: Si… parecen… encantadores… -dije irónicamente-
Harry: Si, todas las chicas están encantadas con nosotros –dijo apoyando los brazos en las caderas en actitud triunfante-
Melissa: Oh vaya… no lo dudo –dije con una sonrisa falsa. Me quemaban ese tipo de chicos que se lo tenían tan subidito-
Harry: Ya te los presentaré, serás la envidia de las otras chicas –dijo guiñándome un ojo-
Melissa: Asique… ¿me tengo que sentir afortunada de tenerte… teneros, en mi misma clase? –dije cruzando los brazos, me estaba empezando a cabrear…-
Harry: Puede decirse que si… -dijo humedeciendo sus labios y dibujando una sonrisa de niño malo en su cara- aunque… ya les he dicho que tú estás reservada
Melissa: ¡¿Cómo?! –dije sorprendida y formando con mi boca una perfecta Ö - ¡¿Cómo que reservada!? –dije empezando a sonar cabreada-
Harry: Tranquila preciosa, solo bromeaba, tan solo les he dicho que te debo un café, que ahora que estamos en clase, juntos, tendremos más tiempo de conocernos, ¿no crees?, tal vez así no podrás negar mi invitación – arqueó las cejas-
Melissa: O tal vez si –dije seria- no creas que yo soy como todas esas chicas que sonríen como tontas con solo verte Harry, yo… -no me dejó acabar la frase-
Harry: Asique… eres dura de roer eh? jajajaja, me gusta… –dijo peinando sus rizos con un movimiento de cabeza-
En esos momentos me subió un calor por la espalda, un calor por la rabia y por cómo le quedo ese “me gusta”, lo dijo con una voz grave que… ¡un momento! ¿Pero qué estaba pensando? ¡Era un insolente! No podía llamarme la atención un chico así, aparte, no lo conocía, seguro que era igual con todas las chicas, a todas les diría lo mismo, yo sería una más en su lista… -¡Mel fuera esos pensamientos ya!- me dije a mí misma.
Melissa: Lo siento Harry, pero tengo que irme ya, he quedado en comer por ahí con mis amigas –noté como me miró de arriba abajo con sus ojos intensos y sonrió al ver que lo pillé, yo me sonrojé y me fui indignada-

Narra Harry:
Harry: Adiós preciosa –dije sonando triunfante observando cómo se iba. Estaba claro que no iba a ser una chica fácil como con las que estaba acostumbrado a tratar, pero eso me gustaba de ella, ese toque especial que la caracterizaba. Algo dentro de mí me decía que tarde o temprano acabaría siendo mía, pero que tendría que luchar para conseguirla, es como un reto y tengo que alcanzar la meta si…o si.
-----: Eh Harry, ¿qué haces ahí parado mirando a la nada? –dijo una voz a mis espaldas-
Harry: Pensando en cómo conquistar a mi próxima víctima Zayn… -dije mirando a mi amigo que puso cara de no tener ni idea de lo que estaba diciendo-
Zayn: Con que tu próxima víctima eh?, ¿y quién es si puede saberse?
Harry: Melissa Suárez –dije sintiéndome importante por conocer su nombre-
Zayn: Omm… supongo que será esa chica rubia a la que te habías dirigido como una flecha, ¿no?
Harry: La misma, es preciosa, esa melena rubia que brilla como el oro, esa piel tan blanquita y suave y esos ojos… -dije recordando aún su cara-
Zayn: cheee para amigo!, creo que vas demasiado rápido, aún no has quedado con ella y ya…¿te estás enamorando? –dijo dejando una sonrisa de amigo cabrón-
Harry: Eh! Que me haya rechazado el café no significa que no le guste –dije cruzándome de brazos-
Zayn: ¿Qué qué? Jajajajajajajajajajaja , al marvilloso y encantador Harry Styles ¿le han rechazado una cita? ¡No puedo creerlo! –dijo burlándose de mí-
Harry: Zayn no me cabrees… es sólo que no es una chica fácil ¿vale?, es…diferente, -dije matizando la palabra “diferente”- por eso quiero conquistarla, y sé que lo conseguiré.
Zayn: No lo cuestiono… es más, siempre has acabado consiguiendo a todas las chicas que has querido, aunque se resistieran un poco al principio, y todas han acabado a tus pies…-pausó unos segundos- …o en tu cama. Ninguna puede resistirse a tus encantadores ricitos Styles… ella no será menos –dijo esto y se marchó con los chicos-
Lo que dijo Zayn me hizo que pensar. Tenía razón… todas las chicas que yo quería acababan siendo mías tarde o temprano, así dicho sonaba un poco exagerado, pero era la realidad… ya estaba acostumbrado a eso, y que Mel se resistiera me cabreaba, y mucho, aunque supongo que sería algo nuevo, ya me estaba cansando de que todas fueran tan facilonas, incluso llegué a plantearme en formalizar una relación con alguna chica, pero ninguna me gustaba lo suficiente, así que seguí siendo el mismo Harry de siempre, el que volvía locas a todas las chicas con una simple sonrisa y un guiño de ojos. Tal vez, tendría que replantearme las cosas, conocer a Melissa mejor, luchar por conseguirla y…
-----: Hazza! ¿¡Qué haces!? Vamos o llegaremos tarde! –dijo una voz chillona sacándome de mis pensamientos, era Cynthia mi querida hermanita pequeña-
Harry: Ah… eres tú –dije pesaroso. No me solía llevar mal con ella, la quería mucho, era mi única hermana y sentía la necesidad de protegerla a cada minuto, pero en esos momentos me hubiera gustado encontrarme con otra persona detrás de mí-
Cynthia: Si soy yo, siento no ser esa rubia despampanante con la que hablabas hace rato pero te recuerdo que tenemos que irnos antes de que cierren las tiendas –dijo cruzándose de brazos mirándome fijamente. Me llegaba un poco por debajo de los hombros pero con ese genio que tenía te hacía sentir inferior a ella, estaba claro que sabía cuidarse ella solita-
Harry: Si es verdad, vamos. Por cierto… -me volví hacia ella- ¿cómo sabes lo de la rubia?, digo… lo de Mel… -solo recordar su nombre me ponía nervioso-
Cynthia: Om… ¿así que se llama Mel eh? –dijo sonriendo- espero que esta sea la de verdad Harry, que no sea como todas esas chicas que babosean por tí –dijo parándose ante una vitrina de cristal que le servía de espejo para peinar su coleta rizada- ya va siendo hora que te formalices, o a Nana le dará algo como tenga que seguir aprendiéndose los nombres de cada chica que llevas a casa.
Harry: ¿A ti no se te escapa ni una eh enana? –dije agachándome, metiendo mi cabeza entre sus piernas y cogiéndola a hombros-
Cynthia: Aaaaaaa!! Harry para! Bájame! –dijo agarrando con fuerza mi cabello-
Harry: Debes comer más! Eres una peso pluma enana! –y eché a correr hasta la salida-
Cynthia: Harry Edward Styles!!!!!! Bájame ya!!!!!!! –dijo pegándome coscorrones en la cabeza. Yo simplemente me reía, no me hacía daño-
La bajé y volvió a pegarme un puñetazo en el brazo, esta vez sí que me hizo daño.
Harry: Auch! –dije quejándome-
Cynthia: Eso te pasa por mal hermano jum! –comenzó a caminar moviendo enérgicamente su coleta rizada-
Harry: jajajaja ¿mal hermano?, solo me estaba divirtiendo un poco, hacía mucho que no te hacía de rabiar… miedica –le dije esta última palabra en un susurro al oído, lo que la cabreó aún más-
Cynthia: ¿Con que miedica eh?... Corre para salvar tu vida hermanito! –dijo comenzando a perseguirme-
Harry: Jajajajajaja a ver si me pillas enana! –dije corriendo yo también-

Capítulo 4:

Narra Azahara:

Raquel, Melissa, Marta, Manmen y yo fuimos a un café cercano donde nos sirvieron unos batidos riquísimos y con muy buena pinta.
Azahara: Mmmmm!! Dios está delicioso! –dije saboreando la bola de helado que había sobre el líquido rosa-
Marta: Si! Nunca había entrado a este café, la verdad es que es bastante hogareño –todas miramos las paredes y el techo; las paredes eran de madera y el techo tenía unas grandes vigas también de madera oscura, los asientos eran pequeños sillones de tres plazas oscuros, muy cómodos y con cojines rojos. Olía a nuevo y a madera, era, como bien había dicho Marta, un olor hogareño-
Manmen: Lo inauguraron hace dos semanas, parece que aún no lo ha descubierto mucha gente, pero seguro que de aquí a un mes estará llenísimo –dijo mezclando la bola de helado con el batido de vainilla-
Raquel: Así que, ¿tú ya llevas viviendo aquí unos meses no Manmen?
Manmen: Si, voy camino de los 4 meses jajaja. Me mudé aquí por la misma razón que vosotras, solo que lo hice en junio, nada más acabar selectividad, tenía muy claro que en cuanto acabara me venía aquí de cabeza, y bueno, ya me iréis conociendo, soy bastante liberal y voy siempre a mi aire, así que mis padres me dejaron que me viniera sin tener que preguntárselo dos veces –dijo orgullosa de ello- aparte mi amiga Donna me ayudó bastante cuando me vine aquí –explicó-
Melissa: ¡Caray! ¡Qué envidia chica! Yo tuve que estar los tres meses de verano trabajando en la tienda de deportes de mi madre para poder costearme los primeros meses aquí y me costó mucho trabajo convencerles para que me dejaran estudiar en Londres con estas dos locas –dijo mirándonos divertida- tres chicas solas e indefensas en Londres… no querían ni imaginárselo cuando se lo planteé… hasta que hablaron con los padres de Azahara y Raquel y cedieron.
Azahara: Buuff… ¡es verdad!, yo creía que no te iban a dejar … menos mal que al final consiguieron convencerles, está claro que este año y medio no sería lo mismo sin ti aquí
Melissa: Ohhh! Gracias cielo –dijo poniendo sus manos en las mejillas- aunque al principio las tres sufrimos porque nos veíamos sin nuestra plaza en la Regent’s College (Universidad a la que íbamos a ir este año y medio, o dos)
Raquel: Ufff…ya ves, aunque Azahara a ti tus padres sí que te dejaban, ¿no?
Azahara: Al principio no, pero cuando Marta me dijo que se iba a venir aquí también habló con mis padres y entonces fue cuando aceptaron –dije mirando a mi prima alegre- ¡Gracias primita! –y la abracé-
Marta: Jajajaja si yo también te quiero Aza pero déjame ya me estás espachurrando! –todas reimos-
Al cabo de un rato en silencio en el que las 5 estábamos concentradas en acabar como osas la última cucharada de helado:
Raquel: Bueno Mel… cuéntanos… al final ¿qué ha pasado con el maravilloso Harry Styles?, ¿has aceptado ya su “cita”? –dijo haciendo el gesto de las comillas son sus dedos y sonriendo-
Melissa: No sé porqué pero sabía que estabas tardando demasiado en sacar el tema… -dijo fulminándola con la mirada, a lo que yo reí-
Azahara: Vamos Mel… es un chico encantador, aún no entiendo cómo has podido decirle que no… -dije limpiándome la boca con la servilleta y presintiendo lo que iba a venir a continuación-
Melissa: ¿Encantador?... já…es…es…es un… aaaggg –dijo mirando con rabia la mesa-
Marta: Aaaggg? Jajajaja, creo que Styles te ha vacilado ¿verdad?
Melissa: Siiii… es odioso… -dijo tragando con rabia el último sorbo de batido- le ha dicho a su grupito de “encantadores” amigos que estoy reservada! ¿pero qué se cree? –dijo enfurecida, pude notar como sus mejillas se volvían rojas poco a poco-
Manmen: ¿Reservada? Este chico es un flipe… -dijo soltando una carcajada-
Raquel: Jajajajaja bueno mira… nada más pisar la Uni y te han echado el ojo, no tendrás queja… -dijo dándole pequeños golpecitos con el codo a Mel-
Melissa: Déjame –dijo cruzándose de brazos- preferiría que no se fijaran en mí chicos así –dijo para concluir la conversación-
Marta: Jajaja no digas eso mujer… se ve buen chico, solo que un poco… chulito… pero hazme caso, si sigues pasando de él, más se irá encaprichando contigo, hasta dejará de ser tan creído y consentido con tal de que te fijes en él –le aconsejó a mi rubita-
Melissa: Bah… no creo que cambiara por mí, no renunciaría a sus “chicas” por una sola… -dijo con un leve tono de rabia en su voz que creo solo percibí yo- Bueno dejemos ya el tema por favor, no me apetece seguir hablando de ese idiota.
Manmen: Si, será mejor que nos vayamos ya, Marta y yo aún tenemos que ir a comprar los libros para la Uni.
Marta: Mierda! Es verdad! Y son las una y media… las papelerías cierran a las dos… corre Manmen!!!!!!!!! –dijo Marta levantándose de la silla de un bote y cogiendo a Manmen del brazo para llevársela-
Azahara: Un momento! Marta ¿quién va a pagar vuestros batidos? –le dije a mi prima que ya estaba en la puerta de la cafetería con Manmen a rastras-
Marta: Lo dejo a tu cuenta primita! –y se fue-
Azahara: ¿Qué?!... pero tendrá jeta la tía –dije mirando con resignación la puerta que aún seguía en movimiento tras salir las dos. Raquel y Melissa se rieron-
Raquel: Bueno… será mejor que nosotras también nos vayamos ya, que os recuerdo… hoy es tarde de chicas! –dijo alzando los brazos y sonriendo ampliamente-
Melissa: Siiiiiii! ¿Qué os parece si después de ver tiendas alquilamos una peli y pedimos unas pizzas?
Azahara: A mí me parece muy bueno plan! –dije conforme-
Raquel: Valeeee y también podríamos comprar helado de chocolate! –dijo como una cría chica-
Melissa: Jajaja eres una golosa –dijo pellizcando la mejilla de Raquel-
Raquel: Sii es que me encanta el chocolate! Además… -de pronto su rostro se volvió serio-
Azahara: ¿Qué ocurre cielo? ¿Por qué pones esa cara? –dije preocupada-
Raquel: Lo de… -pausó unos segundos y tomó aire antes de continuar- Sergio… -dijo en un intento de aguantar las lágrimas-
Melissa: Cariño no te preocupes… nosotras podemos ayudarte con eso, aunque en verdad… quién mejor que tú misma, sola para hablar con él y aclararle todo lo que sientes y quieras decirle… -dijo agarrando su mano con fuerza- pero Aza y yo estamos ahí para lo que necesites ya lo sabes, y si hace falta que devores ese helado de chocolate tu sola para quitarte las penas pues para ti entero! Y si necesitas pañuelos… se llena el piso entero de pañuelos con tus lágrimas, pero solo te lo permito esta noche cuando decidas hablar con él, después, no quiero verte mas mal, ¿vale? –para cuando Mel terminó de hablar Raquel ya había soltado algunas lágrimas, pero acabó riéndose con lo del helado, estaba claro que Mel sabía cómo hacernos sentir bien hasta en los peores momentos, y como no acabamos las tres abrazadas y hechas un sándwich encima de Raquel, que no tuvo más remedio que acabar riendo-
La tarde se pasó rápida, nos montamos en un autobús rojo de tres pisos y nos hinchamos a hacernos fotos, era como estar en un viaje eterno, me encantaba Londres! El autobús nos dejó en el centro donde nos paramos a comer y pedimos unas hamburguesas, después seguimos viendo todas las tiendas que nos dieron tiempo, incluso nos compramos ropa, y también fuimos a comprar el material para la Universidad. Ya eran las 8 y estaba empezando a oscurecer, en ese momento añoramos a España, en dónde seguramente aún habría sol, la zona horaria era la misma, pero el sol calentaba mucho más a España que a Inglaterra, incluso comenzó a refrescar.
Melissa: Será mejor que nos vayamos ya o nos quedaremos heladas –dijo frotándose los brazos con las manos-
Raquel: Jooo ¿ya? –dijo poniendo carita de perrito abandonado-
Azahara: Jajaja si, está empezando a oscurecer y además tenemos que coger el autobús para volver a casa, el último sale a las… -miré la pequeña guía que compré en la parada- y cuarto!
Raquel: ¿¡Qué!? Tías aún tenemos que andar mucho trozo hasta llegar a la parada ¡No nos va a dar tiempo! –dijo escándalizada-
Melissa: Joder es verdad… hemos bajado demasiado con tal de ver todas las tiendas…
Azahara: Solo nos queda una opción chicas… -dije quitándome los tacones. Las dos me miraron con caras de no saber que pretendía hacer- correeeeeeeeeeeeeeer! –dije empezando a correr lo más rápido que pude en dirección de la parada y con los tacones en la mano-
Las dos comenzaron a gritarme cosas pero no teníamos tiempo de pararnos a discutir, al cabo de unos segundos escuché que me seguían el ritmo.
Raquel: Estás loca Azahara! Loca! –dijo con la voz ahogada de correr-
Melissa: Azahara lleva razón Raquel… si no corremos nos quedaremos a pasar la noche aquí… -dijo acelerando en cuanto terminó la frase-
Toda la gente nos miraba raro, como si estuviésemos locas, pero a mí me hacía gracia, tres locas corriendo por el centro de Londres, esquivando a todo el mundo, e intentando de adelantarnos las unas a las otras sin parar de reír por ver nuestras caras, ya hasta parecía no importarnos perder el autobús. Abrí mis brazos en cruz para sentir mejor el aire en mi cuerpo y en mi cara cuando de pronto…
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cielos! este capítulo es un poquito más aburrido y corto pero a partir de aquí empezará a ser todo cada vez más interesante :¬w¬: ¿Que le pasará a Azahara? :o Y Mel, ¿qué decidirá hacer al final con "la cita" de Harry? :z:

Capítulo 5:

Narra Azahara:

Abrí mis brazos en cruz para sentir mejor el aire en mi cuerpo y en mi cara cuando de pronto…
Azahara: Auuuch! –me choqué con algo… o más bien con alguien, pude notar cómo me agarraba fuerte para que no me cayera, y él a su vez chocó contra una pared, supuse que era un chico por la fuerza de sus brazos, y efectivamente cuando levanté la cabeza pude ver que era un chico castaño, alto, me sacaba una cabeza y era bastante guapo. Me puse colorada cuando nos quedamos fijamente mirándonos… -Lo…siento –logré decir antes de que me soltara. Mis manos estaban apoyadas en su pecho agarrando con fuerza su camisa de cuadros y él me tenía rodeada con sus brazos por la espalda.
-----: Menos mal que te frené antes de que te dieras un buen porrazo, ¿no sabes que es malo ir corriendo por mitad de la calle con los ojos cerrados? –dijo poniendo las manos en las caderas y doblando los codos-
Azahara: Esto…es que…yo… eemm…-no atinaba a decir palabra, estaba demasiado nerviosa; me imaginaba mi cara en esos momentos, y tenía que ser de boba y roja como un tomate-
-----: Jajajaja –efectivamente se estaba riendo de mi gesto- tranquila, no pasa nada, los dos estamos bien que es lo que importa ¿no? –dijo con una sonrisa muy tierna en su cara, gesto que logró derretirme del todo-
Azahara: Sii… -dije con voz de tonta y una risa nerviosa, era consciente de que estaba quedando como eso, una tonta, pero es que… no podía remediarlo, era tan….aiiiiis…-
-----: ¿Puedo preguntar donde ibas con tanta prisa? –dijo recogiendo mis tacones que cayeron al suelo cuando chocamos- ¿y por qué ibas descalza? –y me los dio-
Azahara: Gra-gracias… -en ese momento comencé a mirar para todos lados buscando a Melissa y a Raquel, pero no las vi por ningún lado ¿Dónde narices se habían metido? –Mierda! –pensé en alto-
-----: ¿Qué ocurre? –dijo mirando el también para todos lados-
Azahara: Veras… es que mis amigas y yo íbamos tarde para coger el autobús de vuelta a casa, por eso iba corriendo, y sin tacones –él rió por esto último- luego chocamos y…
-----: Tus amigas no están –acabó él la frase por mí-
Azahara: Sii… -dije preocupada y frotando mis brazos, me estaba empezando a dar frío-
-----: ¿Tienes frío? Toma –comenzó a quitarse su chaqueta-
Azahara: Ooh no no! No hace falta! Si yo… -dije negando con la mano pero fue inútil-
-----: Toooma –dijo cubriendo mis hombros y poniendo voz de madre-
Azahara: Grac-i-a-a-a…achiiiiiiiiis… -volvió a reir-
-----: Ves… ya te vas a resfriar, por lo que veo no eres de aquí ¿no? –comenzó a frotar mis brazos con sus manos- no vas muy abrigada para el fresco que acostumbra a hacer ya por las noches.
Azahara: No, soy de España, pero he venido a Londres para estudiar en la Universidad, y si… hace bastante frío aquí en comparación con España, pero lo tendré en cuenta para la próxima vez –reí-
-----: Con que de España ¿eh? –dijo pensativo- ¿y a qué Universidad irás?
Azahara: La Regent’s College –dije orgullosa, era una Universidad muy complicada por lo que había escuchado y que nos hubiesen cogido a nosotras viniendo de fuera era todo un privilegio-
-----: ¡Oh vaya! ¡Qué casualidad! ¡Yo también voy a esa Universidad! –dijo mostrando su perfecta sonrisa-
Azahara: ¿Ah sí? –sonreí yo también aunque estaba demasiado embelesada con su sonrisa como para mostrar toda la alegría que sentía en mi interior- por cierto… -unas voces me interrumpieron, eran Melissa y Raquel-
Melissa: Azahara!! –dijo desde lejos saludando con la mano-
Raquel: ¡Dioooos que susto nos has dado! –dijo abrazándome-
Melissa: ¿Qué haces aquí? ¡Vamos! Hemos pillado por los pelos el autobús cuando nos dimos cuenta de que no esta… -en ese momento pausó y miró al chico, que por cierto aún no sabía su nombre- …bas.
-----: Bueno, será mejor que me vaya o esta vez sí qué vais a perder el autobús chicas –dijo señalando algo, nos dimos la vuelta y vimos el autobús en movimiento. Las tres chillamos y Raquel y Mel corrieron como locas hacia allí para que el conductor parara- Chao! –hizo un gesto con la mano- Nos vemos mañana en la Uni –se dio la vuelta y se marchó-
Azahara: Adiós… -en ese momento me di cuenta que aún llevaba su chaqueta, iba a decírselo cuando volví a escuchar las voces de las chicas llamándome-
Mel y Raquel: Correeee!! –dijeron al unísono mientras el resto del autobús las miraban y a mí también-
Volví mi vista hacia atrás de nuevo, lo vi de lejos, girando una esquina, suspiré y me dirigí corriendo hacia el autobús antes de que me dejara allí de verdad.
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En el autobús:
Raquel: Dioooos… creo que nunca había corrido tanto en mi vida –dijo dejándose caer en el asiento-
Melissa: Ufff… ni que lo digas cari… -dijo sentándose a su lado y pasando su mano por la frente-
Azahara: Jajajajaja quejicas! –dije apoyando las rodillas en el asiento de delante que estaba vacío y mirándolas-
Melissa: Claro!... como tú estabas con ese guapetón –dijo con retintín-
Azahara: Ommm… -pude notar que me puse colorada- esto…
Raquel: Eso señorita! Explícanos quién era ese buen mozo! –dijo con voz de pueblerina, a lo que yo reí-
Azahara: En verdad… -recordé sus ojos cuando nos quedamos fijamente mirándonos- no lo sé… -me encogí de hombros-
Melissa: ¿Cómo que “no lo sé”? –arqueó una ceja-
Azahara: No me disteis tiempo a preguntarle cómo se llamaba –dije cruzándome de brazos, lo que provocó que se me cayera su chaqueta, la cogí antes de que cayera al suelo y la abracé-
Raquel: Ya… ¿y si te dio tiempo de que te dejara su chaqueta? –dijo rizando un mechón de mi pelo con su dedo de manera juguetona-
Azahara: Aiii –dije quitando su mano, sabía que lo decía con segundas intenciones y sabía que yo me ponía colorada con esos temas- déjame! –empezaron a reír- me la dejó por qué estornudé, y es tan buen caballero que prefirió dejármela antes que dejar que me resfriara más todavía-a-a-a- aaaaaaaaaachiiiiiiiiiiiiiiiiiiiis! –Mel y Raquel se asustaron por mi repentino y estruendoso estornudo-
Raquel: Caray, que caballeroso sí, pero… ¿y ahora cómo se la devolverás monina?
Azahara: Pues resulta que va a la Regent’s College como nosotras, así que… lo veré! –dijo sonriendo y dando pequeños aplausos-
Melissa: Ooohh… creo que se nos ha enamorado -dijo poniendo voz de emoción-
Azahara: No seas tonta Mel!, no me he enamorado! –dije poniéndome colorada- cómo me voy a enamorar sin ni siquiera saber su nombre… -susurré, en ese momento me volvió a llegar la imagen de sus ojos color miel mirándome fijamente, y sus brazos agarrando mi cuerpo- simplemente me cayó bien –sonreí inevitablemente-
Raquel: La verdad es que el chico era muuuuy guapo… -dijo apoyando el codo en la ventanilla y la cabeza en la mano- tenía buen culo –dijo sacando la lengua-
Azahara: Eeeeh!! –dije dándole un manotazo, a lo que ella rió-
Raquel: Sabía que ibas a picar… -Mel y ella se chocaron las manos- siempre funciona –Mel no podía parar de reír por la cara que les puse-
Azahara: Sois… sois…sois… malvadas! –dije girándome bruscamente para sentarme en mi asiento mientras ellas seguían riéndose-
Melissa: No te enfades Aza! –dijo acariciando mi cabeza-
Azahara: Déjame jo! –me crucé de brazos y vi que aún tenía su chaqueta enrollada en el brazo, sonreí y la acerqué a mi nariz, olía tan bien, sin duda olía igual que cuando me quedé abrazada, un olor que me encantaba, y que iba a ser difícil de olvidar esa noche…-
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Al cabo de veinte minutos al fin llegamos a casa:
Raquel: Aaahh al fin en casa –dijo soltando las bolsas en la entrada y desplomándose en el sofá-
Melissa: Ains… perrona levántate que tienes que poner la mesa –dijo desde la cocina-
Azahara: Ups! Es cierto! ¿Qué vamos a cenar? –pregunté mientras me quitaba los tacones-
Raquel: Mierda! Las pizzas! Y la peli!... y peor aún…el helado de chocolate!! –dijo con un grito de pena-
Melissa: Tranquila Reich! Hay un supermercado enfrente, alguien puede bajar a comprar todo antes de que cierren –dijo sonriendo-
Raquel: Aaaaaa! Nos has salvado Mel! –dijo abrazándola- pero yo estoy muy cansada, voy a ducharme y aparte…tengo que poner la mesa –se excusó mirándome y dirigiéndose al baño-
Melissa: Ains…esta chica no tiene remedio… siempre sabe como escabullirse de todas… -dijo negando con la cabeza-
Azahara: Creo que tendré que bajar yo ¿no? –dije dando un pequeño suspiro al final-
Melissa: Déjalo ya bajo yo, fui ayer y ya sé donde están las cosas –dijo cogiendo una bolsa de la compra- ve preparando la mesa anda, y en el armario de debajo de la tele hay unas cuantas pelis, elige la que quieras –cerró la puerta de la calle-
Azahara: Oki! –dije pero no me escuchó-
Pude oír como Raquel se estaba duchando mientras cantaba, desafinaba un poquitín pero era gracioso escucharla cantar. Como bien me dijo Mel abrí las puertas del armario de la tele y vi varias carátulas: “3 msec”, “Cisne negro” (esta me hacía recordar mis clases de ballet, las tuve que dejar por falta de tiempo por el instituto y la selectividad, pero pensaba retomarlas y no era mal momento para hacerlo), “Crepúsculo”, “Sin salida”, “Los juegos del hambre” y por último una que me hizo gracia, y supuse que sería de Raquel “Peter Pan”, junto con “El Rey León” y “Aladín”.
Azahara: Esta chica tan infantil como siempre… pero tan dulce y madura a su vez –pensé en alto-
-----: ¿Quién es infantil pero dulce y madura a su vez? –escuché una voz a mis espaldas. Me giré y vi a Raquel envuelta en una toalla blanca que cubría lo justo-
Azahara: tú…para lo pornosa que eres luego… -dije mostrándole la peli y haciendo un gesto indicando que la toalla era muy cortita-
Raquel: No encontraba mi toalla! Así que tuve que coger esta… -dijo colocándose bien el nudo de la toalla- y si esa peli es mía, y es preciosa por cierto! –dijo con orgullo cogiendo la película-
Azahara: Jajajaja y no digo que no, solo que entre todas las pelis solo hay tres de dibujitos y son tuyas… pero sabes que me encantan a mí también –dije sonriendo-
Raquel: Eso! Jajajaja. Por cierto, ¿qué peli vas a escoger?
Azahara: Pues la verdad es que no lo sé… -dije confusa- supongo que unas de estas dos –le mostré “3 msec” y “Los juegos del hambre”, ella asintió conforme- anda vístete y pon la mesa antes de que venga Mel! –ni si quiera sé si me escuchó-
Al cabo de un rato Raquel decidió de salir de su cuarto, llevaba puesto el pijama:

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Se había recogido el pelo en una trenza con un lacito que le hacía una carita de más niña. Puso la mesa justo cuando Mel llegó. Sacamos la comida de las bolsas y nos pusimos a cenar. Cuando acabamos nos pusimos a decidir cuál sería la peli que íbamos a ver. Mientras la elegían ellas dos yo fui a la cocina a preparar las palomitas, también saqué el helado de Raquel y justo me acordé de que aún tenía una llamada pendiente por hacer…
Azahara: Raquel cariño… -estaba sentada en la alfombra junto con Mel decidiendo aún la peli, se giró y me miró con dulzura-
Raquel: Dime cielo! –dijo sonriendo, en ese momento me dio mucha cosa decirle que aún tenía que llamar a Sergio… el simple hecho de pensar que en cuanto se lo dijera esa sonrisa y esa dulzura que mostraba ahora su cara se desvanecería, me provocaba culpabilidad… mi mirada se cruzó con la de Mel apenas 5 segundos, pero bastaron para que entendiera a lo que me refería-
Azahara: Nada… -ella miró con deseo el helado que aún estaba en mi mano, se levantó y en ese momento su cara cambió, se acababa de dar cuenta lo que quería decirle con mi mirada de preocupación-
Raquel: Ese helado iba a ser para después de hablar con Sergio… -dijo mirando con tristeza a Mel-
Melissa: Cariño… tranquila ¿vale? –dijo levantándose también y dándole un corto abrazo de ánimo, yo me acerqué e hice lo mismo-
Raquel: Gracias cielos… ahora vengo… por favor, tened preparados los pañuelos y un hueco en vuestro hombro en el que llorar… -dijo cogiendo su móvil y dirigiéndose a su habitación-
Azahara y Melissa: Tonta... –dijimos con pena-
Nos sentamos en el sofá esperando a que Raquel saliera… se nos hizo eterno hasta que escuchamos girar el pomo de su puerta y unos cuantos sollozos. Mel y yo nos miramos con la misma cara de preocupación y la vimos llegar con los ojos y la nariz colorados y sin parar de llorar…
Melissa: Amor!... –se levantó del sofá y corrió hacia ella para abrazarla-
Azahara: Tranquilízate vida… cuéntanos ¿qué ha pasado?, ¿qué te ha dicho?
Le hicimos un hueco y se sentó en mitad de nosotras, cuando estuvo un poco más calmada comenzó a hablar…
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Uuuuhhhh! ¿que le diria Sergio a Raquel para que este asi?, y con Azahara...¿que pasara?¿adivinara quien es el chico misterioso de la chaqueta?...

Capítulo 6:

Narra Raquel:

Mel y yo estábamos eligiendo la peli que veríamos mientras Azahara preparaba las palomitas. En ese momento escuché la voz de esta tras mi espalda, me giré y vi que tenía mi tarrina de helado de chocolate en su mano derecha, pero tenía cierta preocupación en su mirada, como si no quisiera decirme algo… la conocía de muchos años y era una chica muy transparente, casi nunca tenía problemas, por eso cuando los tenía era muy complicado que los supiese ocultar, y ahora sabía que tenía algo que decirme pero que no quería hacerlo por si me hacía daño. Cuando ella y Mel se miraron con preocupación entendí y recordé la llamada que aún tenía pendiente…
Raquel: Ese helado iba a ser para después de hablar con Sergio… -miré a Mel que aún seguía sentada en la alfombra y me miraba preocupada-
Melissa: Cariño… tranquila ¿vale? –dijo levantándose y abrazándome; Azahara se unió al abrazo-
Raquel: Gracias cielos… ahora vengo… por favor, tened preparados los pañuelos y un hueco en vuestro hombro en el que llorar… -cogí mi móvil y me dirigí a mi habitación. De fondo escuché las voces de Mel y Aza, pero no sé bien que dijeron…-
Entré en mi habitación y cerré la puerta con mi cuerpo mientras iba buscando su nombre en la lista de contactos, hubiese sido más fácil metiéndome directamente en contactos recientes, ya que estaba el segundo después de mi madre, pero estaba tan nerviosa que pensé que tardar más en llamarlo mejoraría la situación, pero creo que todo seguía igual… Me senté en la cama, nerviosa, muy nerviosa… Encima de mi escritorio estaba su foto, con esa sonrisa que me encantaba, que fue mía en su momento y que tantas y tantas veces me animó a que yo también sonriera así, era la sonrisa más perfecta del mundo… La cogí entre mis manos mientras el teléfono daba llamada, dio tres toques que se me hicieron eternos hasta que pude escuchar su voz…
Sergio: Hola Raquel… -dijo serio, nunca acostumbraba a llamarme por mi nombre, solo cuando se enfadaba o le ocurría algo conmigo. Esa voz me provocó un escalofrío que recorrió toda mi espalda…-
Raquel: Hola… –dije aguantándome el llanto-
Sergio: ¿Por qué no contestabas mis mensajes? ¿Enserio hacía falta que te mandara ese mensaje “terminal” para que quisieras hablar conmigo? –su voz se fue suavizando, pero denotaba cierta rabia- sé que esto no iba a ser fácil para ninguno de los dos… pero no quería que acabase así… -suspiró-
Raquel: Sergio… -una lágrima comenzó a recorrer mi mejilla y tapé corriendo mi boca con la mano para que no adivinase que estaba llorando- Lo siento… -ni si quiera sabía que decirle… ni yo misma sabía por qué le había ignorado de esa manera… en ese momento me dieron ganas de abrazarlo, de volver a sentir su boca con la mía recorriendo cada parte de mi cuerpo y sentirme suya de nuevo… pero aunque su voz se hubiese suavizado desde su seco saludo, aún seguía siendo fría y distante, tan distante como que él estaba en España y yo en Londres…-
Sergio: ¿Solo te vas a limitar a decir lo siento? –dijo cortante- Raquel… te pedí que me explicaras el por qué me dejaste de lado, olvidado, creí que nuestra despedida fue lo que los dos queríamos, te prometí que te esperaría, y tu aceptaste ¿recuerdas? Me dijiste que en cuanto llegaras me llamarías, pero no fue así, te llamé yo pero no hubo respuesta, esperé los tres primeros días, pensé que estaría liada y cansada con lo de la mudanza y que no tenías tiempo ni para coger el móvil… -su voz sonó dura, le dolía que le hubiese hecho eso, y aunque no lo pareciera a mí también me estaba doliendo- pero no me diste ni un simple toque para saber que estabas bien… si no fuese por tus tweets no sabría que estas bien. Me decidí a mandarte el primer mensaje, sin respuesta, y un segundo, un tercero y un cuarto, todos sin respuesta… ni sé la de llamadas y mensajes míos que tendrás sin abrir… olvidados como me dejaste a mí… -no pude aguantar más y comencé a llorar… sin poder decir nada, sin mediar palabra alguna para decirle un simple lo sé y sé que lo hice mal, y acabar con un te quiero, porque así era, lo quería, no podía engañarme… pero simplemente me limité a llorar-
Sergio: Veo que no vas a decir nada ¿no?... entonces veo una estupidez seguir con esta conversación, yo ya te he dicho todo lo que pienso… solamente quiero que me digas el por qué, pero si no vas a decir nada… -hizo el amago de decir adiós para cortar la llamada-
Raquel: No! Sergio espera! –dije con desesperación- no cuelgues, por favor… -le dije suplicante-
Sergio: No colgaré –noté como su voz se ablandó- pero respóndeme, por favor… -hizo el mismo amago de súplica-
Raquel: Si te digo la verdad… -sequé una lágrima que me hacía cosquillas en la nariz- ni yo misma sé por qué lo hice –él permaneció atento- por qué empecé a pasar de ti, por qué no te respondía si en el fondo estaba deseando de saber de ti… pero había algo que me lo impedía –le dije llorando-
Sergio: Shhh… tranquila deja de llorar… -dijo poniendo su voz que me transmitía serenidad y tranquilidad, pero me sentía vacía, sin sus brazos rodeándome y acariciando mi cabeza para calmarme-
Raquel: Algo dentro de mí me decía que ya nada iba a ser igual, que me tenía que olvidar de ti, por eso tomé esa estúpida decisión, no contestar ni tus llamadas ni tus mensajes… pero no me podía engañar a mi misma… aún te sigo queriendo, me duermo cada noche mirando tu foto a pesar de la presión que siento en el pecho, porque inevitablemente lloro, y el llanto me ahoga… hasta que logro quedarme dormida… -en ese momento miré su foto que aún tenía en mi mano y las lágrimas cayeron sobre el cristal del marco, la abracé contra mi pecho para sentirlo más cerca- y no quiero hacerte esperar dos largos años Sergio… -dije dejando todo dicho-
El silencio se hizo presente durante unos incómodos segundos.
Sergio: Con eso quieres decir que… -suspiró amargamente- ¿hemos terminado? –su voz sonó ahogada, lo que quería decir que él también estaba llorando… pocas veces lo vi hundido y mal por algo, solo en una ocasión en concreto le vi llorar, y fue cuando murió su abuelo, nunca más lo vi así, destrozado, con los ojos rojos e hinchados, y no quería que llorara por mí-
Raquel: No me hagas elegir esto a mi sola por favor… -hundí mi cabeza en el cojín con forma de corazón que me consiguió en la feria del año pasado-
Sergio: Yo no quiero asumir esa decisión Raquel… -dijo cabreado-
Escuché como dio un grito ahogado que me destrozó y golpeó algo… mi teléfono comenzó a dar pitidos, no le escuchaba, había colgado…- “la llamada finalizó”-escuché decir a la típica señorita que hablan en los teléfonos- “el teléfono al que usted está llamando no existe” –dijo de pronto.
Raquel: ¿Cómo?, ¿Sergio?... ¿Qué ha pasado?... –no entendía nada, y para colmo sus últimas palabras con ese tono de voz retumbaban en mi cabeza-
No era precisamente como yo quería que acabase la conversación… en realidad no me había imaginado como sería esta conversación, pero simplemente creí que lo aceptaría, que él pensaría lo mismo que yo, que los dos llegaríamos al acuerdo por mucho que nos doliera y que seríamos amigos… pero al parecer no iba a ser así de fácil… Tiré el móvil encima de la almohada con rabia y volví a hundir mi cabeza en el cojín. Me sentía sola, necesitaba que alguien me abrazara en ese momento y me tranquilizara, que me dijera que el mundo no se acababa ahí, que todo seguía igual que siempre, aunque en mi interior no lo sintiera así… Me levanté de la cama y me dirigí al espejo de mi armario; tenía la cara llena de churretes negros del rímel, los ojos rojos y aguados. Tomé aire y suspiré. Abrí la puerta de mi habitación y me dirigí al salón aún llorando. En cuanto Mel y Azahara me vieron así corrieron a abrazarme:
Melissa: Amor!... –se levantó del sofá, corrió hacia mí y me abrazó-
Azahara: Tranquilízate vida… cuéntanos ¿qué ha pasado?, ¿qué te ha dicho? –dijo acariciándome los brazos y abrazándome también-
Me hicieron un hueco en el sofá y me senté en mitad de ellas, cuando estuve un poco más calmada les conté todo lo que pasó.
Azahara: Está claro que el golpe que escuchaste fue su móvil contra el suelo… caray!... como se ha puesto… -dijo un poco cabreada-
Melissa: Tranquila amor… conozco a Sergio y sé que él no es así, seguramente le fastidió saber que lo vuestro iba a acabar… aunque creo que se podía haber hecho a la idea… como bien te ha dicho pensaba que estabas ocupada con la mudanza, no se quería imaginar que lo fueseis a dejar y… cuando lo has hecho le ha sentado fatal, es normal, pero créeme, esto no lo va a dejar así, te llamará o te dirá algo, si no es mañana será dentro de poco, así que no te preocupes ¿de acuerdo? –mientras hablaba me deshizo la trenza y la volvió a hacer ya que tenía todos los pelos sueltos y sonrió cuando terminó de hablar-
Raquel: Gracias chicas… sois las mejores –dije aún entre sollozos mientras las abrazaba a las dos, a cada una con un brazo-
Azahara: Para eso estamos pequeña –dijo sonriendo y levantándose del sofá y dirigiéndose a la cocina-
Mel terminó de limpiarme los churretes negros con un pañuelo y Azahara llegó con algo en las manos.
Azahara: Toma! –dijo poniendo en mis piernas la tarrina helada de chocolate-
Raquel: Gracias pero ahora no me apetece… -dije de poca gana-
Mel: Oh vamos cari!, encima que he tenido que bajar a comprártelo porque tenías el deseo, ¿lo vas a rechazar? –dijo destapándolo- mira que buena pinta!
Azahara: Venga, mmm… -dijo cogiendo una cucharada de helado y acercándola a mi boca como las madres cuando les dan a sus bebés la papilla. No tuve más remedio que comérmela y reírme-
Pusimos una peli: “Los juegos del hambre”, ellas se hicieron un bol de palomitas para cada una mientras que yo me comía con interés mi tarrina de helado. Cuando la peli acabó eran las 11 y media y al día siguiente teníamos instituto, por lo que recogimos todo rápidamente y nos fuimos a dormir. Cuando entré a mi habitación estaba todo por los suelos, resoplé y lo recogí con pesadez. Al levantar el cojín vi que el cristal de la foto de Sergio se había rajado, recordé en ese momento que lo tenía en mis piernas cuando me levanté y cayó, ni me di cuenta… lo recogí, miré la foto y se me formó un nudo en la garganta y en el estómago, aguanté el llanto sin conseguirlo y volví a poner el marco en su sitio, aunque el cristal apenas dejaba ver bien la foto ya que había una raja que tapaba a Sergio.
-Por lo menos tapa lo justo- pensé.
Fui al baño, me lavé los dientes y la cara. Las chicas ya estaban acostadas. Sin hacer ruido cerré la puerta de mi habitación y me metí en la cama. Cerré los ojos queriendo caer en un sueño profundo lo más rápido posible para no pensar en todo lo que había pasado, y sin darme cuenta lo logré, caí rendida.

Capitulo 7: Parte I

Narra Azahara:

Azahara: ¿Dónde estoy?-dije frotándome los ojos. Un rayo de sol me deslumbró; de pronto escuché una voz que me provocó un escalofrío que me recorrió la espalda. Al darme la vuelta lo vi a él, ese chico castaño, de ojos color miel y de sonrisa dulce como su mirada que aún desconocía-
-----: Hola preciosa -dijo acariciando mi rostro y pasando su pulgar por mi labio inferior -creo que mi chaqueta te queda un poco grande ¿no? –dijo soltando una risa que era música para mis oídos- ¿no crees que hoy si que hace calor para llevar chaqueta?... –sonrió con una sonrisa que me derritió-
Azahara: ¿A..a…s-s-si?... –dije titubeante- aunque… ahora que lo dices… -de pronto una calorada recorrió mi cuerpo y la ropa comenzaba a sobrar-
Él volvió a sonreír pícaro y me giró colocándose detrás de mi espalda. Comenzó a masajear lentamente con sus manos mis hombros…
-----: Relájate… estás muy tensa… -dijo susurrando en mi oído, lo que provocó que aún me pusiera más tensa. Él se rió de nuevo y besó mi cuello. Cerré mis ojos y eché la cabeza hacia atrás para que pudiera recorrer mi cuello mejor. De pronto comenzó a quitarme su chaqueta y la tiró de un golpe brusco al suelo; yo me sobresalté y el rió en mi oreja, lo que me estremeció aún más y me erizó la piel. Volvió a besuquear mi cuello, haciéndose dueño de él poco a poco, dejándome pequeños chupetones y dándome pequeños mordisquitos que me volvían loca…
Me volvió a girar para quedar frente a frente. Me miró ardiente, yo me mordí el labio y en ese momento él se abalanzó sobre mí. Me pegó contra una pared y apoyó sus manos a cada lado de mi cabeza y me miró fijamente.
-----: Quiero que seas mía, voy a besarte hasta dejarte sin respiración, me volveré a apoderar de tu cuello, te arrancaré la ropa y… “pi-pi-pi-pi-pi-pi-pi-pi-pi-pi”
Azahara: Mmmmfg… -el despertador sonó, ese odioso sonido que me sacaba siempre de mis mejores sueños- maldita sea! –dije con rabia cuando abrí mis ojos y vi que estaba tumbada en mi cama, sin “él” al lado- joder…
Me levanté y me dirigí al espejo pequeño que tenía sobre mi escritorio, me miré el cuello y nada… ni rastro de los chupetones del chico misterioso… estaba claro, había sido un sueño, pero… menudo sueño! Pensé mientras recordaba como su boca iba recorriendo mi cuello.
Azahara: Estoy sudando… será mejor que me dé una buena ducha… -cogí la ropa de mi armario, me dirigí al baño, me quité el pijama y me metí en la ducha, dejé que el agua fría, que pronto pasó a ser templada, recorriera mi cuerpo y me relajara. Cuando salí me envolví en una toalla y me vestí:
http://www.polyvore.com/cgi/set?id=52375722&.locale=es
Fuera hacía fresco así que me puse un jersey encima de la camiseta de manga corta.
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Narra Melissa:

Me desvelé a las 6 de la mañana, se me olvidó cerrar la ventana anoche y ya comenzaba a notarse el fresco mañanero, me levanté y la cerré. Una vez me desvelé ya no podía volver a dormirme así que me senté en un pequeño banquito que tenía debajo de la ventana, algo así:
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Me quedé bastante flipada cuando de pronto vi pasar a Harry por allí, pero parece que no me vio… menos mal… Iba en chándal:
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Melissa: Uff…corriendo tan temprano y con el frío que hará…ya tiene ganas –pensé justo cuando se paró delante de casa, yo me escondí un poco para que no me viera, se puso a estirar, y continuó corriendo- Parece que no me ha visto –suspiré aliviada-
Sin darme cuenta me quedé fijamente mirando cómo se alejaba, dejé mi mirada clavada en un punto… su culo… -¿Mel pero que haces?- dije ruborizándome, hasta que giró la última esquina de la calle -¿Dónde vivirá? –pensé. En fin… ¿qué más da donde viva?, si no me interesa saber sobre él… es estúpido; pero entonces… ¿por qué estaba pensando en él?... aiiiiis joder Mel no! Me levanté de un bote y me dirigí al baño para darme una ducha y así quitarme esos pensamientos de la cabeza. Cuando terminé fui a mi habitación y me vestí:
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No sabía qué hacerme en el pelo, tenía la cabeza chorreando. No tenía ganas de planchármelo, por lo que me lo ricé con espuma y me puse un lacito.
Fui a la habitación de Raquel como de costumbre para despertarla, siempre que hacía eso parecía su madre, pero así me aseguraba que no se dormía. De fondo escuché como Azahara se estaba duchando. Caminé hasta la segunda puerta (la primera era mi habitación, la más grande. La segunda era la de Raquel que era la más luminosa ya que ella necesitaba más luz por sus trabajos de dibujo, justo enfrente estaba la puerta del baño. Y la última puerta que era la de Azahara, que tenía baño propio y era la habitación más cálida, por lo menos en verano)
Abrí la puerta despacio y vi que dormía plácidamente, me dio hasta cosa levantarla, se la veía tan tranquila ahora en comparación a como estaba anoche, temblando tras haber llamado a Sergio… En cuento me acerqué un poco abrió un ojo.
Raquel: Buenos días mamá –dijo sonriendo-
Melissa: Jajajaja buenos días cosita, ¿cómo estás? –dije agachándome-
Raquel: Igual… aunque… -miró hacia la foto de Sergio que había encima de su escritorio, que al parecer se le había caído ya que el cristal estaba rajado por completo- ya me desahogué con vosotras anoche… -sonrió tierna-
Melissa: Y así es como quiero que estés, con esa sonrisa tan linda que acabas de poner, ¿de acuerdo? –dije abrazándola-
Raquel: Si… la verdad es que… ya no hay marcha atrás, es algo que quería hacer, aunque sabía que me dolería, pero…
Melissa: Shhh… venga ya está… no hables más del tema que al final acabarás llorando otra vez cielo –dije cuando vi que sus ojos ya estaban comenzando a brillar-
Raquel: Llevas razón… -se desarropó y se sentó en la cama-
Melissa: Venga ve a ducharte que Azahara acaba de salir, voy a preparar el desayuno de mientras –ella asintió, y yo me fui a la cocina-
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Narra Raquel:

Mel entró en mi cuarto para despertarme como de costumbre. No me gustan esos típicos relojes que no paran de sonar con su molesto “tic-tac” toda la noche, así no hay quien descanse, y además odio cuando suena la escandalosa alarma, por eso prefiero que me despierten, y como Mel es como mi hermana mayor y es tan dulce me gusta que lo haga ella, así me levanto de mejor humor. Suspiré antes de levantarme por completo. Miré de nuevo la foto rota de Sergio y pensé que ya no merecía la pena tenerla ahí, ya que contra más la viera peor me pondría y acabaría llorando. La saqué del marco con mucho cuidado para no cortarme y la guardé en el primer cajón de mi escritorio. Me dirigí al baño y justo al salir al pasillo olí a tostadas recién hechas, y mis tripas comenzaron a sonar, si no me daba prisa se enfriarían. Me di una ducha rápida y me vestí:
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Como hacía fresco me puse una sudadera, me dejé el pelo suelto y me puse un gorrito. Fui a la cocina y ya estaban Aza y Mel sentadas y hablando.
Raquel: Buenos días preciosas! –dije alegre-
Azahara: Hola cielo! Veo que hoy estás de mejor humor, ¿no?
Raquel: Si… y todo gracias a vosotras! –dije mientras me servía un vaso de leche-
Melissa: Para eso estamos ¿no? –sonrió mientras mordí su tostada con mermelada-
Raquel: Por cierto, que monas vais vosotras ¿no?:P –dije pícara, Azahara se sonrojó y Mel simplemente me miró pasota porque sabía que me refería a al chico de rizos-
Azahara: Bueno!... ¿por qué no nos vamos ya chicas? –dijo apresurándose-
Raquel: ¿Qué prisa tienes Aza? –ni siquiera habíamos terminado de desayunar y aún faltaba un cuarto de hora para irnos-
Azahara: Em…esto…es que… -se puso aún más colorada-
Melissa: Quiere devolverle la chaqueta a ese chico desconocido de anoche –me explicó-
Raquel: Aaaaaaaaaaaaamiga… ya entiendo porqué te has puesto tan mona tú… -me puse delante de ella y le coloqué bien la falda- perfecta! –dije sonriendo-
Azahara: Tonta… -dijo poniéndose aún más colorada-
Raquel: Venga anda, coge la chaqueta de ese guapetón que yo ya he acabado –dije metiendo un croissant en mi mochila-
Melissa: Anda id vosotras que ahora iré yo que aún me queda por terminarme –dijo recogiendo la mesa-
Azahara: Pe…pero… -dijo poniendo voz de pena y con la chaqueta bien agarrada en sus brazos- ¿no vienes?
Melissa: Si pero os pillo luego, venga de verdad no pasa nada! Os veo luego! –desapareció por el pasillo-
Raquel: Venga vamos –la cogí del brazo-
Bajamos juntas por el ascensor y fuimos andando, nos vendría bien un poquito de fresquito antes de empezar las clases, mejor dicho, nuestro primer día de clases. A los diez minutos escuchamos el primer timbre justo cuando estábamos cruzando la puerta del Campus.
Azahara: Ooh mierda…ya no me da tiempo! –dijo con rabia y pena a la misma vez-
Raquel: Tranquila, tan solo es el primer timbre, aún tienes cinco minutos para buscarle y dársela –dije para tranquilizarla y nada más decírselo se fue a buscarlo- Ains... Que chica esta… -de pronto escuché que alguien me llamaba-
-----: Raquel! –me giré y vi a Marta acompañada por Manmen-
Raquel: Eii hola chicas!
Marta: ¿Dónde va mi prima con tanta prisa? –dijo señalando por donde había ido Azahara-
Raquel: Digamos que es un poco largo y lioso, pero en resumen, a devolverle a un desconocido su chaqueta jajaja
Marta: ¿Qué?... que rarita es cuando quiere… -dijo sin entender nada-
Raquel: Jajajajaja tranquila ya te lo contará
Marta: Más le vale, que ahora me tiene intrigada!
Manmen: Chicas ¿dónde toca la primera clase? –dijo sacando el horario- toca… inglés! Bien! –dijo contenta-
Raquel: ¿Te gusta? –dije sonriendo-
Manmen: Me encanta! Es mi asignatura favorita, y se me da bastante bien, por eso me vine a vivir a Londres, para especializarme –dijo orgullosa-
Raquel: Pues entonces démonos prisa si queremos coger las primeras filas –justo en ese momento vi aparecer a Mel cuando el segundo timbre estaba a punto de volver a sonar; la pobre venía corriendo y en cuanto me vio se dirigió hacia mí-
Melissa: Uuff… al final casi que no llego… -dijo respirando fuerte. El timbre sonó y en las normas que nos dieron ayer ponía que en cuanto sonara el segundo timbre todos los alumnos deberían estar dentro de las aulas esperando al profesor- Mierda!! Al final sí que vamos a llegar tarde de verdad! Corre!
Cuando miré al frente ya no había nadie en el patio, ni si quiera Marta y Manmen que ya iban subiendo las escaleras corriendo y Mel detrás.
Raquel: Eeee!! Esperadme!!! –dije corriendo detrás. Algo me decía que este día iba a ser muuuuy largo…-

Capítulo 7: Parte II

Narra Raquel:

Al final conseguimos entrar en clase antes de que llegara el profesor Collins. Los asientos eran de dos así que me senté con Mel, y Marta y Manmen se sentaron delante nuestra.
Melissa: ¿Dónde está Azahara? –me preguntó-
Raquel: Ahora que lo dices… -miré hacia atrás para asegurarme de que no estaba por ahí sentada sola- se fue en busca de ese chico y, la perdí de vista…
Melissa: ¿Qué me dices!?... ains dios… esta chica… voy a mandarle un mensaje –justo cuando Mel fue a sacar el móvil entró el profesor-
Collins: Good morning guys! –dijo con un caset en la mano y un maletín marrón en la otra. Puso una sonrisa de oreja a oreja. Se veía simpático. Era alto, bastante delgado, con la cara chupada, pelo negro-grisáceo y ojos marrones, de unos 40 y pico largos. Parecía ser el típico profesor que te caía bien pero que era un poco cabroncete a la hora de poner los exámenes. Nada más entrar algunas de las alumnas sonrieron con risitas tontas y suspiraron un “aaaiiis…”. Para ser tan mayor era bastante atractivo, lo que quedaba claro con la mayoría de las alumnas que pasaban por su lado. De pronto la puerta sonó justo cuando iba a empezar la clase. Abrió y apareció Azahara colorada por haberse pegado la carrera de su vida-
Azahara: ¿S-s-e puede?...-dijo tomando aire-
Collins: Normalmente no te dejaría pasar señorita, ni si quiera me hubiera molestado en abrir, pero por ser el primer día te lo permito, pero que sea la última vez ¿de acuerdo?, señorita…
Azahara: Saura!, Azahara Saura señor… -dijo firme-
Collins: ¿Eres una de las estudiantes españolas por lo que veo no? –dijo dejándola entrar-
Azahara: S-si… -dijo tímidamente-
Collins: Bien… pues siéntate donde quieras –señaló varios sitios libres-
Aza agachó la cabeza tímida, ya que todo el mundo la estaba mirando y se sentó justo detrás de nosotras.
Melissa: Aza ¿se puede saber dónde te habías metido? –susurró cabreada- nos tenías muy preocupadas…
Raquel: Bueno… por lo que veo parece que ha merecido llegar tarde a clase, ¿no? Ya has conseguido lo que querías, ¿cómo se llama? –la interrogué-
Azahara: No lo sé… -dijo sacando los libros de la mochila-
Melissa: ¿Cómo que no lo sabes? ¿Pero no le has devuelto la chaqueta ya?¿Tan maleducado es que ni siquiera se ha presentado? –dije malhumorándose-
Azahara: No es eso… no se la he dado –dijo sacando la chaqueta de la mochila-
Raquel: ¡¿Qué?! ¡¿Por qué?! –dije en alto, a lo que el profesor me regañó-
Collins: A ver… señorita Saura y compañía, les agradecería que guardaran silencio, o me vería obligado a echarlas de clase, y no creo que quieran eso el primer día, ¿verdad? –finalizó la frase con una sonrisa falsa-
Raquel: L-l-o… siento profesor Collins… -dije disculpándome-
Collins: Bien… como iba diciendo… -Collins continuó con su clase y permanecimos calladas hasta que el timbre sonó- Los siguientes ejercicios para el próximo días chicos –dijo apuntando varias páginas en la pizarra a lo que muchos comenzaron a quejarse- me dan igual vuestras quejas yo soy el profesor y soy el que decide quien aprueba o suspende… -volvió a sonreír con malicia y falsedad- así que vosotros decidís… hasta el próximo día –todos comenzaron a salir por la puerta y nosotras cinco íbamos detrás cuando de pronto Collins nos llamó- Chicas un momento –nos giramos- señorita Saura le agradecería que el próximo día fuese más puntual, ¿de acuerdo?, no me gustaría tener que dejarla en el pasillo todos los días, por vuestro expediente académico he visto que a las cinco se os da de maravilla esta asignatura, y me gustaría que me lo demostraran, ¿de acuerdo? –nos comunicó mientras cerraba la puerta de clase-
Las 5: Si! –respondimos al unísono-
Collins: Ah por cierto! –se volvió a girar hacia nosotras- porque seáis Españolas no quiere decir que a vosotras os baje el listón, como ya he dicho vuestras notas en Inglés son de 9 en adelante, cosa que aquí ni siquiera consiguen, así que… ánimo chicas, confío en vosotras! –dijo sonriendo, esta vez con sinceridad, y se marchó-
Manmen: Este profesor es genial! –dijo admirando como se iba-
Marta: ¿No lo dirás en serio no?... es odioso!... tiene pinta de ser un cabrón…
Azahara: Pues empezamos bien el día oye… -dijo renegada-
Melissa: Bueno a ver bonita… cuéntanos por qué has tardado tanto y por qué no le has dado la chaqueta –dijo mientras sacaba el horario para ver cuál era la próxima clase-
Raquel: Eso ¿qué ha pasado? –dije cruzándome de brazos-
Marta: Primita… creo que tienes que contarme algo, ¿no? –dijo abrazándola por los hombros-
Azahara: Si, si… tengo que contaros a todas… -dijo colocándose bien la mochila-
Manmen: ¿Yo también puedo enterarme? –dijo feliz-
Azahara: Claro!:) ya las cinco somos inseparables, nada de secretos entre nosotras, ¿de acuerdo? –dijo cogiendo del brazo a Manmen- pero ya os lo contaré con más detenimiento en el descanso de media hora, ahora creo que será mejor que vayamos a la próxima clase, o volveremos a llegar tarde, y no quiero dos retrasos en el primer día…
Las cinco reímos y justo sonó el timbre de nuevo, otra vez a correr… Encima la siguiente clase era en el otro ala del edificio… teníamos que bajar un piso, correr por todo el pasillo hasta llegar al edificio de enfrente y subir otros dos pisos…
Marta: Dios… creo que voy a hacer más ejercicio que en toda mi vida… -dijo exhausta-
Pero logramos llegar a tiempo a nuestra siguiente clase… Historia, agg…odiaba esta asignatura… y como no… el profesor no iba a ser una gran ayuda para que me gustara esta asignatura. Era el profesor Russel. Un hombre de unos 50 largos, con barriga, bajito, medio calvo, con gafitas y feo, muy feo, con una cicatriz por toda la parte izquierda de la cara… daba miedo y respeto. Era un engreído y un estúpido. Le dio igual que fuese el primer día, nos regañó, nos fundió a ejercicios y nos llenó la mochila de folios de normas y reglamentos que teníamos que cumplir en sus clases. Se nos hizo la hora eterna y todo el mundo salió murmurando cosas sobre la mala leche que tenía o sobre la manera de regañarnos, el caso es que a nadie le cayó bien. Lo bueno es que solo quedaba una clase y tendríamos media hora para tomarnos un respiro y hablar con Azahara de lo que había pasado, lo estaba deseando.
Manmen: ¿Y vosotras decíais que el Señor Collins es odioso?, pues yo creo que este lo es mil veces más… que miedo da… -dijo con cara de asco-
Raquel: Si… ¿tú has visto como nos ha regañado sin venir a cuento? ¿Pero de qué va?, si no tenía bastante con odiar esta asignatura… con él más… -me dio un escalofrío al recordar su fea cara- por cierto, ¿qué toca ahora?
Manmen: A nosotras Filología lingüística –dijo mirando su horario-
Raquel: Oh… –saqué mi horario- …y a mí me toca dibujo… -dije triste-
Marta: Tranquila cielo!, yo también tengo Biología sola, pero verás como haces amigos pronto -me sonrió- eres una chica genial! Les caerás bien a todo el mundo –dijo para animarme-
Azahara: Eso eso! Mi chiquitina es la mejor! –dijo con una gran sonrisa-
Raquel: jajaja gracias chicas –las abracé-
Melissa: Amor tú sé cómo eres y ya está ¿vale?, luego nos cuentas qué tal te ha ido.
Manmen: Cuando toque el timbre y salgamos nos encontramos en la puerta de la cafetería, ¿vale? –las cuatro dijimos que sí con la cabeza-
Raquel: Vale! Hasta luego chicas! –dije despidiéndome de ellas. Marta me acompañó ya que ella tenía biología en la misma planta que yo-
Marta: ¿Estás nerviosa? –me preguntó-
Raquel: Un poco…
Marta: Yo también jajajaja –las dos reímos- Bueno cielo nos vemos luego que yo ya me quedo aquí
Raquel: Vale! Si quieres espérame aquí y luego nos vamos juntas –le dije-
Marta: Okii
Seguí caminando buscando la clase, de lejos vi el número de la última puerta: Aula 32, si es era. Llegué y aún no había nadie, comprobé que la puerta estaba cerrada aún así que no había nadie; dejé la mochila en el suelo y me senté al lado de esta. Al poco comenzó a llegar la gente. Primero llegaron dos chicas, una gordita, alta, muy mona, rubia de pelo rizado por los hombros y ojos claros, que me saludó amablemente; la otra era alta, delgadita, morena con una coleta echa trenza, de ojos marrones y con aparato que también me saludó amablemente.
-----: Hola, ¿cómo te llamas? –me dijo esta última-
Raquel: Raquel, encantada –le dije-
-----: Yo me llamo Alexandra, encantada –dijo dándome la mano-
-----: Yo soy Fiona –dijo la gordita- encantada –dijo dándome la mano también-
Después vinieron dos chicos, uno muy delgadito, con melena por los hombros, rubio, con gafas, ojos marrones-verdosos y barbita; otro pelirro, con pequitas, ojos azules y mofletudo. Parecían simpáticos. También se presentaron, el rubito se llamaba Anthony y el pelirrojo Curtys. Por último llegaron los demás: una chica de melena rubia larga hasta mitad de la espalda, delgada de ojos verdes con unas pestañas muy largas y de cara graciosa, esta no se presentó pero supongo que por el colgante de su cuello se debía de llamar Emily, de la cintura la tenía agarrada un chico alto, castaño, con flequillo hacia un lado, de ojos verdosos y atractivo que se llamaba Bryan. Al lado otros dos chicos, uno moreno con cresta y de ojos marrones, Dylan; un rubio con ricitos chiquitines, bronceado de piel y de ojos azules que se llamaba Cameron, junto a él una chica de pelo cortito, flequillo recto, castaña con reflejos pelirrojos y ojos verdes que se llamaba Dina y una pelirroja de pelo por mitad de la espalda con tirabuzones, ojos azules muy bonitos y pequitas que se llamaba Rose. Parecía que ya estábamos al completo. Llegó la profesora Walker (una mujer de unos 45 años, bajita, con el pelo a la altura de los hombros, con el pelo tintado de rojo y los ojos azules oscuro. Vestía un poco raro, pero se veía simpática, aunque un poco alocada) justo cuando sonó el timbre y nos abrió para que fuésemos entrando. El aula era muy espaciosa, con grandes ventanales que dejaban pasar gran cantidad de luz, un armario repleto de material de trabajo (pinturas, pinceles, maderas, maniquís, bolsas de escayola, moldes, cuadernos de láminas, un bote lleno de barras de carboncillo, etc.) Las mesas de trabajo eran bastante espaciosas y estaban muy bien repartidas para obtener las distintas posiciones de una figura. Delante de la pizarra había varios pedestales que supuse eran para subirnos y ejercer como modelos mientras el resto nos retrataban.
Yo me senté en una mesa sola (las mesas eran de dos). Delante de mí estaban Fiona y Alexandra. Al lado de estas Anthony y Curtys. De tras de ellos Dylan y Cameron. De tras de mí Bryan y Emily (eran pareja y no se separaban nunca, eran muy lindos), y al lado de la parejita Dina y Rose. La señora Walker comenzó a explicar cómo iba a ser el funcionamiento de sus clases, nos dijo que podríamos utilizar música con los cascos mientras dibujábamos y que para cuando trabajásemos con barro o escayola que nos pusiésemos batas. Tras esta breve explicación anotó en la pizarra algunos materiales de trabajo que tendríamos que comprar para comenzar los primeros días. Todos copiábamos en silencio lo que ella iba anotando cuando sonó la puerta.
Walker: Como no… siempre queda algún alumno retardado… -dijo acercándose a la puerta y abriéndola, se puso de brazos cruzados-
-----: Ho-l-a… -se oyó la voz de un chico- ¿es aquí el aula de dibujo? –dijo dudoso-
Walker: Si, es aquí, pero podría llegar antes señorito, el timbre sonó hace ya un buen rato… -dijo echándose a un lado y dejándole entrar-
Era un chico alto, moreno y que vestía genial: http://www.polyvore.com/cgi/set?id=51482644&.locale=es
Apenas pude ver su cara ya que llevaba una gorra y la visera le hacía sombra.
Walker: Siéntese en el hueco libre por favor –dijo la profesora señalando el asiento de al lado mío- y por favor, quítese esa gorra! Es de mala educación entrar en clase con objetos que tapan medio rostro! –dijo regañándole-
El chico se dirigió a mi lado y se sentó en la silla y sin replicar se quitó la gorra dejando ver su rostro, y menos mal que lo hizo porque era guapísimo. En ese momento el corazón se me aceleró. Era exactamente como me gustaban a mí los chicos, moreno, de ojos marrones, labios gorditos… no pude ver aún sus dientes pero seguro que eran perfectos.
Walker: ¿Su nombre? –le preguntó. Él alzó la cabeza y la miró fijamente-
------: Malik, Zayn Malik –dijo con una voz que me congeló la respiración-
Walker: Bien señor Malik, tome nota de lo que hay apuntado en la pizarra, tendrá que comprarlo para trabajar en los próximos días –le explicó. Él simplemente afirmó y copió- Bien ahora me gustaría ver lo que saben hacer, que me demuestren sus dotes artísticos. Les repartiré un folio a cada uno y tendrán que dibujar al compañero que tienen al lado. Tienen de tiempo hasta que toque el timbre -En ese momento me quedé parada recapacitando lo que había dicho… ¿el compañero de al lado?, ¿tendría que dibujar a Zayn?... ay dios…me iba a dar algo… nada más verlo entrar ya me había dejado flipada… ¿Cómo iba a ser capaz de dibujarlo sin parar de mirarle?... Giré mi cara para mirarlo, él seguía copiando parecía que no había escuchado lo que Walker acababa de decir. Esta se acercó a nuestra mesa y nos repartió un folio a cada uno.
Raquel: Gracias –le dije, ella simplemente sonrió-
Walker: Malik, intente ser más puntual la próxima vez, ¿de acuerdo? –le entregó un folio-
Zayn: Si señora Walker –dijo sonriendo falsamente, pero lo disimuló muy bien cuando mostró sus preciosos dientes blancos-
Walker siguió repartiendo los folios mientras suspiraba, estaba claro que no se le presentaban sonrisas así todos los días. Zayn se giró hacia mí y me miró fijamente, lo que me puso bastante tensa.
Zayn: ¿Te importa echarte el pelo hacia un lado? –dijo con la voz ronca-
Raquel: Cl-a-a-ro… -tartamudeé. Hice lo que me dijo y entonces él sonrió levemente-
Zayn: Gracias… -susurró. Cogió su lápiz y comenzó a esbozar-
Yo no sabía qué hacer, como posar, hacia donde mirar… Eché un vistazo rápido al resto de la clase que de pronto se quedó en silencio, y todos estaban con el folio dibujando a su correspondiente compañero. Volví a mirar a Zayn que estaba concentrado en su folio, dándole forma a lo que más tarde sería yo, y decidí hacer lo mismo. Cogí mi carpeta puse el folio encima, la apoyé en mis rodillas y comencé a dibujar. Estaba concentrada mirándolo, observando cada gesto, analizando cada rasgo de su cara, era guapísimo, no podía dejar de mirarlo.
En ese momento…

Capitulo 7: parte III

Narra Raquel:

En ese momento él alzó la vista y me miró, concentrando su vista en mis ojos, y de mis ojos bajaba a mi boca y de esta de nuevo al folio en el que seguía esbozando. Intenté centrarme en él, pero era imposible si me miraba, así que decidí dibujarlo cuando estaba concentrado en su dibujo. Cuando ya llevábamos un buen rato dibujando uno de los chicos se quejó.
Dylan: Joder tío… eres imposible de dibujarte… -dijo quejándose de Cameron-
Cameron: Tío nunca le eches las culpas al modelo, la culpa siempre será tuya… -dijo en su defensa-
Dylan: De acuerdo… la culpa será mía, pero necesito inspiración, y tú no eres de gran ayuda, yo necesito una musa, algo bonito, ya me entiendes… una “piva”… -y dibujó con sus manos en el aire una silueta femenina-
Walker: ¿Se puede saber qué les ocurre a ustedes dos? –dijo dirigiéndose hacia la mesa de estos-
Dylan: Profe… yo necesito una piva para inspirarme –le explicó-
Walker: Una… ¿QUÉ? –dijo en tono cabreado-
Dylan: U-u-na… “musa” –indicó entre comillas la palabra musa- Señora Walker.
Walker: Pues… me temo señor Miller que la única “musa” de la que va a disponer usted en el resto del año va a ser su compañero el señor James –dijo apoyando las manos en la mesa- Se me había olvidado decirles que los sitios que tienen ahora serán fijos, así que espero que hayan elegido bien sus asientos, y sobre todo al compañero que tienen al lado –en ese momento todo el mundo dejó de dibujar y miraron a Walker; todos parecíamos contentos con nuestros sitios excepto Dylan-
Dylan: ¡¿QUÉ?!… profesora…yo creo considerable que me cambie de sitio antes de que pase más tiempo. Enserio, si no me cambia de compañero suspenderé esta asignatura… -dijo poniendo cara de pena- y usted… no quiere eso, ¿verdad?
Cameron: Aggg… ¡Dylan venga ya! ¡Cierra la bocaza y ponte a dibujar! –dijo cabreado-
Dylan: ¡No tío! ¡No hay quien te dibuje! Yo la quiero a ella como modelo –dijo señalándome. Toda la clase me miró- la quiero a ella como mi musa.
Raquel: ¿Qué? –dije flipándolo-
Zayn: Lo siento tío, pero esta musa ya está pillada –dijo girándose hacia Dylan rápidamente-
Dylan: Vamos pequeña, tampoco llevas mucho dibujado; Malik y yo no somos tan distintos físicamente, seguro que puedes continuar tu dibujo sin tener que cambiar nada –dijo ignorando a Zayn-
Zayn: ¡EH! ¡Déjala en paz Dylan! ¡Limítate a hacer lo que te han mandado y punto! No nos jodas a los demás, yo ya casi tengo acabado mi dibujo y me gusta como está quedando, no pienso empezarlo de nuevo –se volvió a girar hacia mí y continuó dibujándome, esta vez con una mirada seria, y la mandíbula apretada, lo que provocaba que se le marcaran los huesecitos de esta, lo cual le quedaba muy sexy-
Walker: Zayn lleva razón Dylan, tu compañero es Cameron y tienes que dibujarlo, déjate de tonterías, si quieres aprobar empieza por no quejarte de lo que te ponen como modelo, no siempre te gustará lo que tengas que dibujar, pero tendrás que callarte la boca y hacerlo, esto es igual, estás en la Universidad, no en el colegio –dijo esto y se volvió a su mesa-
Zayn volvió a mirarlo de reojo cabreado pero con una leve sonrisa triunfadora en sus labios. Dylan se puso rojo de la rabia, incluso rompió el lápiz con las manos. Cameron simplemente siguió dibujándolo también cabreado por la reacción de su colega; y todos los demás volvieron a su folio. La clase volvió a quedarse en silencio, hasta que el timbre sonó, tiempo que se me pasó volando observando la cara del chico más guapo que había visto desde que vine a Londres. Walker comenzó a recoger nuestros dibujos y nos dejó salir. Al final mi dibujo quedó así:
http://www.google.es/imgres?q=dibujos+zayn+malik&start=402&um=1&hl=es&rlz=1C1RNKA_enES486ES486&biw=1280&bih=923&tbm=isch&tbnid=B3QzQgkqXgRiGM:&imgrefurl=http://weheartit.com/smiily&docid=1fqRWkqEQ2hMTM&imgurl=http://data.whicdn.com/images/27746283/523586_358122347567147_221811281198255_1053958_1897247711_n_thumb.jpg&w=240&h=200&ei=ElX7T-eACsyY1AWdsvWOBw&zoom=1&iact=rc&dur=375&sig=110212057515251514767&page=15&tbnh=159&tbnw=192&ndsp=28&ved=1t:429,r:18,s:402,i:159&tx=92&ty=97
Zayn: No está nada mal… -dijo mirando mi dibujo-
Raquel: Gracias! –sonreí-
Walker: Sabía que me ibas a impresionar Raquel –dijo metiendo todos los dibujos en una carpeta- y usted Malik tampoco lo hace nada mal, me gusta su forma de trabajar –dijo mostrándome el dibujo de Zayn; era una caricatura, cosa que me sorprendió, pensé que sería un dibujo más “real”, pero me encantaba, era muy gracioso y se me parecía bastante. Saber que me dibujo Zayn y que lo hizo diferente a como lo hubiese hecho otra persona me encantaba.
Raquel: Gracias Zayn –le dije-
Zayn: ¿Por qué? –dijo confuso-
Raquel: Por dibujarme genial, y por no querer que Dylan cambiara tu “musa” –me reí y él conmigo. Tenía una risa encantadora-
Zayn: ¿No pensarás que iba a cambiar mi musa por ese estúpido caprichoso no? –yo reí, me gustaba oír de su boca que era su musa- Por cierto, creo que no nos hemos presentado bien, Zayn Malik a sus pies mi querida musa… -Hizo una reverencia y besó mi mano. Yo reí nerviosa-
Raquel: Raquel López –me presenté- encantada.
Zayn: Igualmente –me miró fijamente durante unos segundos sin soltar mi mano- Bueno tengo que irme, mis amigos me estarán esperando, ¡nos vemos! –me guiñó un ojo y se fue. Yo me quedé embobada viendo como se iba-
------: Vaya, vaya… ¿otro chico interesante por lo que veo no? –me giré y vi a Marta- ¿qué os pasa a todas? –dijo sonriendo pícara-
Raquel: Es solo un chico de mi clase… -dije sin darle importancia a su tono de voz-
Marta: Pero muy mono… -dijo en el mismo tono de antes-
Raquel: Pss… bueno… la verdad, no me he fijado mucho… -intenté disimular, cosa que no logré ya que Marta y yo nos miramos y nos empezamos a reír-
Marta: ¿Quién te cree? –dijo andando-
Raquel: Vale si… es guapísimo. Se llama Zayn Malik y… estará sentado a mi lado todo el curso! –dije feliz-
Marta: Eeh…no está nada mal para ser tu primer día… -dijo dándome codazos-
Raquel: Aiis…tonta… jajajajaja –las dos reímos- ¿y tú qué tal?
Marta: Pss… pues poca cosa, una clase un poco aburrida… pero bueno es lo que hay jeje –sonrió-
Raquel: Jope… Bueno… ¿Dónde estarán las chicas? –pregunté cuando salimos al patio y lo vi todo lleno de gente-
Marta: Mira allí está mi prima –dijo señalando una puerta que había enfrente, se supone que era la cafetería- vamos.
Las dos fuimos hacia donde estaban las chicas y nos sentamos en el césped bajo un árbol, ya que la cafetería estaba a reventar.
Manmen: Bueno ¿qué tal os ha ido chicas? –nos preguntó a Marta y a mí-
Marta: Mi clase es un poco aburrida, ya sabes, son todos los callados que están concentrados en sus libros y en la profesora, me siento tonta con ellos… -dijo dando un mordisco a su bocadillo-
Azahara: Jajajaja, vamos primita no te quejes, siempre has sido la empollona de la clase, es normal que estés con los aburridos listillos… -dijo con un tono grave lo de aburridos listillos-
Marta: ¿Eso quiere decir que yo también soy aburrida? –empezó a hacer pucheros con el labio inferior-
Azahara: Siento que te tengas que enterar ahora pero… si -dijo para picarla-
Manmen: Aza! –dijo corriendo- di que no cariño que eres tú eres muy divertida
Azahara: Oh vamos Manmen… no le mientas, es aburrida… –todas reímos menos Manmen-
Manmen: ¿Por qué os reís?... lo digo enserio… -dijo mirándonos a todas-
Raquel: Jajajaja Mamen, Aza estaba intentando picar a Marta, siempre lo hace –seguimos riendo-
Marta: Si… mi querida prima siempre es así de simpática –dijo tirándole la bola de papel con la que había envuelto su bocadillo-
Azahara: Jajajajaja… auch! –se frotó con la mano justo donde le dio la bola- Marta! siempre te lo he dicho eres la mejor prima, eres como mi hermana, siempre que ocurría algo estaba nosotras por medio jajajaja –dijo recordando viejos tiempos- ¿cómo vas a ser tú aburrida? –dijo cruzándose de brazos-
Marta: Jajajaja si es verdad, siempre teníamos la culpa de todo lo que pasaba jajajaja, que malas éramos –dijo sonriendo- Manmen cielo gracias por defenderme de este bicho humano –dijo abrazando a Manmen y mirando con los ojos entrecerrado a Azahara-
Azahara: Ehh!… no te pas… -algo la interrumpió-
-----: HOLAAA!! –dijo una voz enérgica. Las 5 nos giramos y vimos a un chico de ojos verdes abiertos como platos-
Melissa: Mierda… -dijo entre dientes-
-----: Preciosa!! –se sentó al lado de Mel-
Melissa: ¿Qué quieres Harry? –dijo seria-
Harry: Me preguntaba si esta tarde tenías algo que hacer –dijo con un gesto lindo-
Melissa: *Aiiiins*... –suspiró- Harry, ya te dije que no iba a quedar contigo hasta que no te conociera… -continuó comiendo como si el chico no estuviese allí-
Harry: Ohhh… vamos Mel… ¿cómo me vas a conocer si no me das una oportunidad? –dijo con voz de pena y se tumbó bocabajo con los codos apoyados en el suelo y la cabeza en las manos-
Azahara: Eso eso! –dijo apoyando a Harry, a lo que Mel la fulminó con la mirada-
Harry: Ves! Hasta tus amigas me dan la razón –dijo dándole las gracias a Azahara-
Melissa: Harry… escúchame bien porque no te lo voy a repetir más veces –dijo girándose hacia él. El pobre ricitos se temió lo peor por el gesto que puso-
Harry: U-u-u-u-n momento! –dijo volviendo a sentarse- Mel sólo te estoy invitando a un simple café… no pasará nada que tú no quieras… -dijo intentando ponerse serio, pero estaba claro que algo contrario pasó por su cabeza cuando dijo esa frase. Mel lo miró con los ojos entrecerrados porque intuía lo que había pensado- ¡De verdad! –sonrió-
Melissa: ¡Harry eres un…!
Raquel: Mel!… -la corté. Ella me miró cabreada, pero no porque la interrumpiese, si no por el hecho de que Harry la estaba sacando se sus casillas poco a poco. Ella y yo ya nos entendíamos con una simple mirada, y se tranquilizó antes de soltarle cualquier burrada-
Melissa: *suspiro*, está bien… quedaré contigo… –Harry ya estaba gritando aleluya antes de que Mel acabara- Aún no he acabado Harry…
Harry: Yujuuuu!... aah… perdón… -se volvió a sentar-
Melissa: Quedaré contigo pero tendrás que ganártelo –dijo seria-
Harry: ¿Ganármelo? ¿Cómo? –dijo con los ojos muy abiertos-
Melissa: Tú sabrás, yo ya te dije que no soy como las demás Harry… no me vas a ganar tan fácilmente con una bonita sonrisa y unos cuantos piropos –ya hablaba más tranquila, en el fondo hasta estaba disfrutando de ver a Harry calentándose la cabeza-
Harry: Está bien princesa –se levantó del césped- haré que te sientas como una reina y entonces no me negarás la cita –dijo con voz triunfante y se fue-
Manmen: Este chico es un flipe… jajajajaja
Marta: Y que lo digas… míralo, si va dando saltos… -dijo mirándolo y riéndose-
Raquel: Creo que alguien va a tener una cita pronto –dije dándole codazos-
Melissa: No, no lo creo –dejó de mirar a Harry con las mejillas coloradas y continuó comiendo-
Azahara: Es muy guapo –dijo de pronto-
Melissa: Si… -de pronto abrió los ojos como platos y miró a Azahara- NO! :affraid: –dijo rápido. Pero era demasiado tarde todas la miramos-
Todas: OOOOOOOOOOOHHHHHHHHHHHHHHH! –sonamos al unísono-
Melissa: No…chicas no… había entendido que era… muy guarro, si eso… -dijo colorada e intentando disimular-
Azahara: Ah no, no! ahora no disimules cariño –dijo triunfante-
Melissa: Yo te mato…
Raquel: Jajajajaja, va Mel admítelo! El chico es mono…
Marta: Muy mono…
Manmen: Bastante mono…
Azahara: Muy pero que muy muy mono…
Melissa: Vale vale! Callaos ya!... si… es guapo, pero un…
Raquel: Lo sabía!!!! –dije contenta y no dejándola acabar la frase- Te gusta! –la abracé-
Melissa: NO! –dijo negando con la cabeza-
Azahara: Si amiga si! –dijo con voz malvada-
Melissa: Os odio… -nos sacó la lengua, pero al final las 5 acabamos riendo-
Marta: Bueno… no eres la única que ha ligado, Raquel también a conocido hoy en su clase de dibujo a un chico muy guapo… -dijo mirándome, yo no me esperaba que sacara el tema y me atraganté con el zumo, Marta se rió por lo que provocó y Azahara me pegaba golpes en la espalda para que dejara de toser y lo contara lo antes posible-
Melissa: Uuuuuhh!!! Ya estás tardando!
Azahara: Por favor Raquel deja de toser y cuéntanos ya!, no te puedes morir todavía y dejarnos con la intriga!
Raquel: Gracias ¿eh?... –conseguir decir al fin- solo te importo por los cotilleos…
Azahara: Sabes que no… va cuenta!! –dijo suplicante. En ese momento todas me miraban intrigadas, mientras Marta seguía riéndose-
Raquel: Pues eso, es mi compañero de clase de dibujo…
Melissa: Pero ¿cómo es?, ¿cómo se llama?,¿cuántos años tiene?, ¿es guapo?, ¿y simpático? Porque eso es algo muy importante ¿eh? –me interrogó-
Raquel: Tranquila, déjame contarte… -le dije para que dejara de preguntarme-Se llama Zayn Malik. Es alto, moreno, con crestecita, ojos marrones, labios gorditos, una sonrisa perfecta, bastante guapo y viste genial! Además dibuja súper bien! –dije ya emocionada-
Azahara: Mmmm… buena descripción –dijo frotándose las manos-
Melissa: Caray! Justo como te gustan a ti –dijo contenta-
Raquel: Sii! *suspiro*
Marta: Jajajaja y lo mejor de todo! –todas la miramos expectantes- tiene muy buen culito :P –sacó la lengua-
Raquel: Ha sido lo único en lo que no me he fijado… -reímos-
Marta: Bueno…y tú Aza… ¿no tenías que contarnos algo también?, sobre un chico misterioso al que aún le debes su chaqueta o algo así… -dijo mirándola con interés-
Azahara: Si es cierto! –Azahara comenzó a contar de nuevo lo que ocurrió con ese chico sin nombre el cual parecía ser muy guapo también-
Manmen: Caray chicas!, no veas que suerte estáis teniendo… y nosotras dos aquí a pan y agua –dijo refiriéndose a Marta y a ella-
Melissa: Exageradas! Tampoco ha pasado nada con ninguno, por lo menos por mi parte veo imposible que pase algo…
Marta: Eso dices ahora, pero veremos a ver cuando quedes con el guapetón de Harry, seguro que cambias de opinión, y más si cumple lo que ha dicho y te trata como una reina.
Raquel: Estoy segura de que lo hará, créeme, los tíos son así, cuanto más pasas de ellos más caso te harán, y él al ver que tú no eres una facilona como las demás… le encantas! Y luchará por conseguirte, se acabará dando cuenta de que tú sí que mereces la pena –dije para que se diera cuenta de lo que vale-
Melissa: Anda ya! Deja de decir tonterías! –exclamó-
Azahara: Yo pienso igual que Raquel, seguro que ya se ha dado cuenta de que tú sí que mereces la pena, por eso insiste tanto en ti –me apoyó. Pero Mel seguía negando con la cabeza-
El timbre sonó haciéndonos volver a las clases de nuevo. Las últimas tres horas se nos pasaron voladas ya que las 5 coincidimos en la misma aula, y fueron más tranquilas que las anteriores. Cuando el timbre de las 15:00 sonó una marea de gente empezó a salir por la puerta. Marta y Manmen se despidieron de nosotras y quedamos con ellas en ir por la tarde a dar una vuelta. Mel, Aza y yo volvimos a nuestro piso. Preparamos la comida y estuvimos viendo la tele y descansando un poco. Cuando fui a mi habitación cogí el móvil y…

Capitulo 8: Parte I

Narra Raquel:

Tenía un mensaje de un número desconocido; lo abrí y…
*mensaje*:
“Siento que anoche no terminamos la conversación como debíamos. He estado pensando en lo que me dijiste, y creo que llevas razón…me precipité al decirte que yo no quería eso, pero es mejor que estemos separados por un tiempo, pero quiero que sepas que iré a verte algún día a Londres, y espero que quieras verme y que hablemos mejor las cosas...espero que al menos podamos ser amigos, no me gustaría que todo acabara como si nunca te hubiese conocido…te quiero… Sergio”.
Era de Sergio… yo me quedé boquiabierta, no me esperaba que después de lo de ayer fuese a tener un mensaje suyo… y mucho menos que me dijese “te quiero”… una lagrimilla se escapó por mi rostro, pero me sentí aliviada de saber que al menos no estaba enfadado. Le contesté:
“Hola Sergio, claro que quiero que seamos amigos, yo tampoco quiero que esto acabe como si nunca hubiese habido nada entre nosotros, ya te dije que esto no era fácil para mí, pero me alegra que al final estés de acuerdo conmigo. Por supuesto que estaré encantada de que vengas un día y te enseñaré Londres y demás. Cuídate hasta entonces. Un beso!”
Salí de mi cuarto corriendo y me dirigí al salón donde estaba Mel viendo la tele.
Raquel: Meeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeel!!!!!!!!!!! –grité-
Melissa: ¿¿¡¡Qué pasa!!?? –dijo asustada-
Raquel: Sergio me ha mandado un mensaje! –dije sentándome en el sofá de un salto-
Melissa: ¿Y qué te ha dicho? –dijo son una sonrisa en su cara tras ver mi reacción- Al parecer algo bueno, ¿no?
Raquel: Si!:D ha dicho que siente lo de ayer, que llevo razón y que está de acuerdo conmigo en que es mejor que estemos separados, y… que vendrá un día a Londres! –dije feliz-
Melissa: ¡Qué bien! –dijo abrazándome- Ves como al final iba a salir todo bien tonti…
Raquel: Si! –en ese momento llegó Azahara-
Azahara: ¿Qué me he perdido? –dijo sentándose en el brazo del sofá-
Raquel: Sergio me ha mandado un mensaje y me ha dicho que está de acuerdo conmigo al final, y que vendrá un día a Londres –volví a decir feliz enseñándoles el mensaje-
Azahara: ¡Qué bien! Aunque… que chico más raro… ayer te chilla y destrozó su móvil… y hoy, ¿te pide disculpas? –puso cara de no entender nada-
Melissa: Bueno, mejor así que estar peleados, ¿no?
Azahara: Si, pero sigo sin entenderlo, bueno me alegro mucho por ti chiquitina –me abrazó-
Raquel: Gracias chicas!:)
El día pasó rápido, por la tarde quedamos con Marta y Manmen y nos fuimos al centro a dar una vuelta por las tiendas y cafeterías. Después de recorrer todas las tiendas entramos en el Starbucks del primer día que nos conocimos.

Narra Manmen:

Entramos en esa acogedora cafetería y nos sentamos en una mesa grande al lado de la ventana. Dejamos las bolsas con la ropa que nos compramos en el poyete de la ventana y empezamos a hablar de todo un poco, hasta que un joven camarero vino a atendernos. Yo no me fijé, estaba embelesada en todos los cafés que había en la carta, hasta que me tocó pedir y lo ví, sus ojos celestes se chocaron con los míos, me quedé atónita, no podía creerlo, era él, de nuevo…

Flash-back:

Era una tarde cálida, Donna y yo decidimos salir a dar una vuelta por las tiendas y después ir a tomar un café al “Coffee Center”. Donna era mi mejor amiga desde que decidí venir a Londres, fue ella la que me empujó a venir.
Manmen: Donna, ¿qué te parece si entramos a tomar un café aquí? –le dije señalando la cafetería a la que ya habíamos entrado varias veces. Me gustaba esa cafetería, bueno más bien, me gustaba uno de los camareros de esa cafetería, pero solo lo sabía yo, aún no se había dicho a Donna, me daba vergüenza que lo supiera, ya que ella lo conocía-
Donna: No se por qué pero siempre acabamos aquí… -dijo sospechando. Estaba claro que Donna no era tonta y supongo que ya sabía que me gustaba ese chico, pero estaba esperando a que se lo confirmase yo misma. Solo había que ver la manera en que me quedaba tontamente mirándolo cada vez que venía a servirnos-
Entramos y nos sentamos en la mesa de siempre, en un rinconcito cerca de la barra (justo donde se solía colocar él) y que también estaba al lado de la venta, cosa que nos encantaba ya que veíamos a la gente pasar y comentábamos como iban vestidos y todo eso.
------: Buenas tardes preciosas! ¿qué de compras? Os habréis comprado algún modelito para impresionarme, ¿no? –dijo una vocecita chillona pero agradable que me encantaba escuchar- aunque… esa es una pregunta tonta por mi parte, es obvio que unas chicas como vosotras me impresionen con cualquier cosa –sonrió mostrando sus dientes-
Manmen: Gra-gra-ci-as –atiné a decir, uff… me encantaba!-
Donna: Gracias Tommo –dijo riéndose- tú siempre tan caballeroso como siempre…
Louis: Tengo que serlo con las clientas preciosas como vosotras –sonrió- aunque… tengo que confesaros una cosa –se acercó y susurró- vosotras sois mis favoritas, pero shhh… -yo reí, era como un crío pequeño, lo adoraba. Los tres reímos- Bueno, ¿os pongo lo de siempre? –asentimos- Marchando! –y desapareció detrás de la barra con el ruidoso sonido de la cafetera-
Desde que lo conocí siempre ha sido así de simpático con nosotras. Era guapísimo, un chico castaño, con el flequillito hacia un lado, unos preciosos ojos azules y una sonrisa perfecta. Siempre lo había visto vestido con el uniforme del trabajo:
http://www.polyvore.com/cgi/set?id=53098572&.locale=es
Solía ir remangado; los pantalones le quedaban genial, marcaban sus musculadas piernas y le hacían un culito de infarto. La pajarita le daba un toque de formalidad, pero solo era mera apariencia, siempre andaba haciendo alguna tontería, creo que eso era lo que más me gustaba de él, no le importaba lo que pensase la gente. Estaba claro que la cafetería siempre estaba llena, a pesar de por la fama que tenía, por la presencia de Louis como camarero, si te fijabas bien casi todas las clientas era chicas, y todas sonreían tontamente cuando Louis las atendía. Hubo una semana en que Louis no apareció por la cafetería. Me temí lo peor, pensé que lo habían despedido, aunque no entendía el por qué, ya que gracias a él la cafetería siempre estaba llena de gente… pero me sentí aliviada al ver que a la semana siguiente volvía a estar allí, pero estaba raro, como ausente, y muy serio… Más tarde me enteré por Donna que su novia lo había dejado, me dio mucha lástima, era horrible verlo con esa carita de pena todo el día, aunque hacía todo lo posible por seguir atendiendo con una gran sonrisa. ¿Cómo era posible que lo dejaran a él? Si era perfecto. Sin darme cuenta a mí también me afectó el verlo mal, y Donna me preguntó que qué me pasaba y… se lo conté… le dije que me gustaba Louis y… me arrepentí de hacerlo, a ella también le gustaba, y se cabreó conmigo, yo no entendía por qué, estaba claro que Louis nunca se fijaría en mí, yo siempre había pensado que a Louis le gustaba Donna, y la envidiaba por ello, pero nunca me hubiese cabreado con ella si los viese justos como pareja, es más prefería que estuviese con ella antes que con cualquier otra chica que no lo valorara. Incluso pensaba que hacían buena pareja. Esta era Donna:
http://www.google.es/imgres?q=Evan-Rachel-Wood-008-1280x1024&um=1&hl=es&sa=N&rlz=1C1RNKA_enES486ES486&biw=1280&bih=887&tbm=isch&tbnid=ViaAufifSFFnUM:&imgrefurl=http://www.aussiefinder.com.au/rachel-wood/&docid=S_r9s_3EIKlqJM&imgurl=http://www.teenidols4you.com/blink/Actors/evan_rachel_wood/evan_rachel_wood_1290354438.jpg&w=1600&h=1200&ei=ofP-T7q4DcS30QWzpbH7Bg&zoom=1&iact=hc&vpx=391&vpy=618&dur=659&hovh=194&hovw=259&tx=163&ty=152&sig=110212057515251514767&page=2&tbnh=155&tbnw=190&start=20&ndsp=25&ved=1t:429,r:6,s:20,i:157
Donna dejó de hablarme y me vi sola por un tiempo. Dejé de salir, y por lo tanto de ir al café, dejé de ver a Louis… y me dolía porque lo quería, necesitaba verlo, pero no lo hacía por respeto a Donna. Dos semanas después me enteré que Donna había tenido un lío con un chico y ahora andaba con él. Yo no aguantaba más, necesitaba ver a Louis, total, a Donna parecía no importarle ya, y fui al café, sola. Me senté en un sitio distinto a donde solía hacerlo. Vino a atenderme una muchacha joven, bastante mona, pero no vi a Louis; pensé que quizá ese día lo tuviera libre. Desde entonces fui todos los días, pero ya ni siquiera entraba, me quedaba fuera, mirando a través del cristal, pero ya nunca lo veía. A los pocos días el dueño del café (el Señor Joseph, tío de Louis) me comunicó que iban a cerrar la cafetería por embargo, y que tuvo que despedir a Louis. Desde entonces no volví a verle…

Fin flash-back.

…hasta hoy. No podía creerlo, él de nuevo delante de mí, después de casi dos meses. Me miró como queriendo reconocerme, pero parece que no lo consiguió. Nos tomó nota, tan simpático y dulce como lo hacía conmigo y Donna. No podía dejar de mirarlo, creía que le había olvidado después de todo ese tiempo, creía que con el lío de la mudanza de Marta a mi piso y los nervios del primer día de instituto no me iban a hacer recordarlo más, pero eso era imposible, aún seguía soñándole, y volverlo a ver me devolvió a la vida. Me quedé un poco desilusionada al ver que no me reconoció, pero ahora sabía donde trabajaba, y volvería a venir y hablaría con él. Quería saber cómo le iba, qué tal está su tío, que si ya estaba bien de lo de su ex, o si quizás ya había encontrado a otra…
Marta: ¿Hola? Sigues ahí –dijo mientras yo seguía embelesada en Louis-
Manmen: Si si…lo siento…-dije quitando la vista de Louis-
Marta: ¿Qué pasa con ese chico? –no era tonta y se había dado cuenta-
Manmen: Om, no, nada… es sólo que me había recordado a alguien-intenté disimular para no darle mucha importancia-
La tarde pasó rápida ya que me tiré todo el rato mirándolo, yo no quería irme del café, pero no quedaba más remedio ya que iban a cerrar… Estaba tan emocionada por haberlo visto de nuevo, que no sabía ni cómo reaccionar. Las chicas y yo íbamos andando por la calle y en ese momento tuve una idea.
Manmen: Chicas se me ha olvidado una cosa en el café, tengo que ir a buscarlo antes de que se lo lleven! –dije desesperada para darle realismo, cosa que se me daba muy bien, y coló-
Marta: Voy contigo
Manmen: Oh no! Tranquila, no pasa nada, ya voy yo, enseguida os alcanzo –sonreí, y me volví corriendo antes de que pudiesen decir nada-
Corrí lo más rápido que pude antes de que cerraran, y parece que llegué justo a tiempo. Abrí la puerta y entré. Vi un hombre detrás de la barra que me miraba raro.
Hombre: Lo siento señorita, pero ya está cerrado, ¿no ha visto el cartel? –dijo señalando la puerta con un cartel que ponía “CLOSED”.
Manmen: Si lo sé, lo siento –miré por todos lados buscándole, pero parecía que sólo estaba ese hombre-
Hombre: Si estás buscando a alguien aquí sólo quedo yo… -dijo limpiando un vaso- Buscas a Louis ¿verdad? No eres la primera…
Manmen: Emmm, esto… yo… -¿Cómo lo sabía?-
Hombre: Acababa de salir, ¿no le has visto cuando has entrado?
Manmen: ¿Qué? No… -mierda! Iba tan concentrada en llegar antes de que cerraran que ni presté atención a la gente que había por la calle-
Hombre: Si corres aún lo pillas –dijo avisándome-
Manmen: Eh…si…gra-gracias! –le dije y salí-
Corrí en dirección contraria por la que vine y a lo lejos vi a un chico castaño…

Capítulo 8: Parte II

A lo lejos vi a un chico castaño… era él! Corrí con todas mis ganas, y cuando lo tuve cerca no puede evitar gritar su nombre.
Manmen: Louis espera! –él se giró extrañado-
Louis: Ho-ho-hola… -dijo extrañado- lo siento, pero… ¿Qui-quién eres? –me miró intentando recordar si me conocía-
Manmen: ¿No te acuerdas de mí?... –le dije triste-
Louis: No logro recordar, pero hay algo en ti que me resulta muy familiar… -fijo su mirada en la mía- ¡¡Ostras!! ¡Ya me acuerdo! ¡Eres tú! –dijo de pronto con una gran sonrisa-
Manmen: ¿Has conseguido acordarte? –sonreí de la misma manera-
Louis: Eres la amiga de Donna, ¿no? –dijo un poco dudoso-
Manmen: La misma! –dije entusiasmada, se acordaba de mí- Aunque… ya no nos hablamos…
Louis: ¿Y eso? –dijo sorprendido- Si siempre estabais juntas… ¿fue por eso por lo que dejasteis de venir al café? –me preguntó-
Manmen: S-si… en realidad… no sé los motivos de por qué dejó de hablarme… -dije tímida, no podía creer que aún se acordara de mí, y mucho menos, que lo tuviese delante y estuviese hablando con él cara a cara-
Louis: Caray! Qué lástima, se os veía muy unidas –dijo con pena- aunque… en las últimas semanas antes de que cerraran el café la vi con un chico, a mí no me hacía gracia, no tenía muy buena fama, pero si a ella le gustaba… -en ese momento entendí que le gustaba Donna, y que le dolió verla con otro… aunque no entendía entonces por qué no estaban juntos-
Manmen: Ya me enteré, desde entonces no he vuelto a saber nada de ella… -dije mirando con rabia hacia otro lado-
Louis: Oh vaya… Bueno… ¿qué te trae por aquí?, hace mucho que no te veía, has… cambiado… –dijo con mirándome de arriba abajo con una mirada linda- estás muy guapa –sonrió-
Manmen: Gra-gra-ci-a-as… -me tuve que poner colorada como un tomate, me había llamado guapa… dios… por dentro estaba saltando de alegría-
Louis: Jajajaja, no se agradece la evidencia cielo. Por cierto, ¿a dónde vas? Es muy tarde para que andes tú sola por ahí, vamos que te acerco con el coche –dijo sacando del bolsillo de su chaqueta un mando pequeño y desbloqueando un audi que había aparcado unos pasos más adelante-
Manmen: Oh no no… no hace falta… -en realidad no sabía porque le estaba diciendo que no, ya que estaba deseando de pasar tiempo con él-
Louis: Insisto, y no acepto un no por respuesta, así que… -sonrió y me cogió del brazo- vamos!
Manmen: Está bien…jajaja –me monté en el coche. Olía a ambientador y se veía muy nuevo y muy bien cuidado-
Louis: Bien… ¿dónde vives? –le dije mi dirección. Arrancó y comenzó a conducir en silencio. Por las rejillas del aire acondicionado salía airecito caliente que me daba en la cara y me relajaba. Iba viendo el paisaje nocturno de Londres por la ventanilla y de pronto paró. Yo le miré confusa, no había ningún semáforo, y tampoco era la calle de mi casa- Tranquila, no me mires así, no te voy a secuestrar –rió- ¿Has cenado ya? –negué con la cabeza- ¿Te gustan las hamburguesas? –preguntó bajando la ventanilla-
Manmen: ¡Sí!, ¡me encantan! ¿Por-por qué?
Louis: Perfecto! –se giró hacia la ventanilla y comenzó a hablar solo, diciendo que quería dos hamburguesas de pollo con queso y salsa barbacoa, patatas y… - ¿Coca-cola?
Manmen: ¿Si? –afirmé en pregunta-
Louis: y… dos coca-colas –se oyó una voz del otro lado de la ventanilla que decía: “Gracias, recoja su pedido a la vuelta”, y arrancó-
Entonces fue cuando me di cuenta que habíamos parado en un Mc-auto y había pedido también para mí.
Manmen: Louis… no hacía falta… -le dije-
Louis: ¡Por favor!, no podía dejar que una muchacha preciosa andase sola por ahí y encima sin cenar! Es lo menos que puedo hacer, además… quiero saber qué tal te ha ido en estos meses que no te he visto, tampoco llegué a hablar contigo… pero eres encantadora, quiero conocerte –sonrió como si lo que me acababa de decir se lo dijese a todo el mundo que conocía de… “nada”. Le devolví la sonrisa y asentí.-
Louis: Por cierto… siento no habértelo preguntado antes, pero… ¿cómo te llamas?… me siento estúpido preguntándote esto ahora… -pensó en voz alta, y yo reí-
Manmen: Manmen Segura –me miró con cara rara y yo reí. Es un nombre español y creo que no me entendió muy bien, pero se lo volví a repetir y ya afirmó-
Nos sirvieron nuestro pedido y mientras comíamos le conté como conocí a Donna, también como me mudé a Londres con ella para estudiar y lo de la pelea sin motivo, sin nombrar en ningún momento que él era la razón; por último le dije que acababa de comenzar las clases en la Regent’s College y me dijo que el también estaba allí estudiando, cosa que me animó, ya que así tendría una razón por la que levantarme feliz por las mañanas, y lo más importante… ¡lo vería todos los días! Estuvimos bastante rato hablando y contándonos cosas, nos reíamos con las tonterías que decía y se me pasó el tiempo volando.
Manmen: ¡Hay dios! ¡Que tarde es! Será mejor que me vaya ya Louis… Marta estará muy preocupada –dije mirando el móvil y vi que tenía 5 llamadas suyas y un mensaje que decía que a dónde había ido que la tenía muy preocupada-
Louis: Está bien, pero otro día quiero volver a quedar contigo y hablar más, ¿vale? –yo asentí con una sonrisa y arrancó. A los 10 minutos ya estábamos en la puerta de casa-
Manmen: ¡Gracias Louis! –me desabroché el cinturón- Nos vemos mañana en la Uni –salí del coche-
Louis: ¡Claro! Hasta mañana preciosa –sonrió y arrancó-
Me dirigí a la puerta y abrí, escuché unos pasos viniendo y vi a Marta con el teléfono en la mano.
Marta: ¿¡Se puede saber dónde te habías metido!? –me abrazó- Me tenías muy preocupada
Manmen: No te lo vas a creer… -le dije sin poder contener la alregía-
Marta: ¿Qu- qué pasa? –dijo extrañada-
Manmen: El chico que nos sirvió en la cafetería esta tarde… ¡era Louis! –le conté a Marta todo lo que me pasó con Donna ya que la conocía de cuando vino a España a veranear con nosotras, y cómo no, le dije lo de Louis-
Marta: ¿¡Quéééééé!? ¿¡Por qué no me lo dijiste antes!? –me gritó-
Manmen: Iba a ser muy cantoso…
Marta: ¿Más cantoso que no parar de comértelo con la mirada?...
Manmen: ¡Que exagerada!... –llevaba toda la razón-
Marta: ¿Exagerada? ¿¡Exagerada!?... ¡Bueno cuéntame! ¿Qué ha pasado? –dijo intrigada-
Nos sentamos en el sofá y le conté cuando fui corriendo al bar y aquel hombre me dijo que ya se había ido, también que lo perseguí por la calle y cuando me monté en su coche para que me trajera a casa y me invitó a cenar, y por supuesto lo de que él también estudiaba en la Regent’s College.

Narra Louis:

Llegué a casa después de un largo día de trabajo, normalmente hubiese sido un día como otro cualquiera, pero hoy… mi día no podía haber acabado mejor… La volví a ver, después de casi dos meses, creí que ya no la volvería a ver más. Sin saber por qué dejó de venir al café con Donna, y dejé de verla, hasta hoy. No podía creer que fuera ella cuando nuestras miradas se cruzaron mientras les servía algo dentro de mí me despertó las ganas de hablarle, preguntarle por qué dejó de venir al café… ni siquiera sabía con certeza si era ella, había cambiado, su pelo había crecido bastante, su cara ya no era de tan niña, y su mirada inocente ahora era más ardiente, estaba guapísima, me volví a enamorar de ella. Cuando la escuché llamándome se me paró todo, me giré y la vi quise abrazarla, me hice el loco, como si no la conociera al principio, para ver que hacía, pero no pude aguantar mucho en acertar quien era, ¿cómo iba a olvidarme de ella? Hablando me contó que Donna se cabreó con ella sin motivo, aunque creo que sé cuál fue la razón.

Flash-back:
Donna: Louis por favor quiero hablar contigo… -me agarró por los brazos suplicante-
Louis: Donna no… sé lo que me vas a decir… -la aparté y seguí andando-
Donna: ¡Louis espera! Escúchame… -me volvió a agarrar del brazo y me giré- Te… te quiero… -sus ojos se llenaron de lágrimas y me abrazó muy fuerte. Yo permanecí serio, sin decir nada, ni siquiera moverme-
Louis: No digas tonterías Donna… -la cogí de los hombros y la separé- tú ya estás con otro chico –esa misma tarde la vi liándose con un gilipollas que no tenía muy buena fama de buena gente-
Donna: ¡NO! Eso…eso sólo fue para darte celos Louis, estaba harta de que pasaras de mí, por favor, escúchame te lo estoy diciendo en serio Louis, ¡te amo! –ni siquiera ella misma sabía lo que estaba diciendo, pero si era verdad, había jugado conmigo, quiso darme celos en vez de hablar conmigo cuando debía-
Louis: Donna déjame en paz, es lo último que me faltaba escuchar, que me querías dar celos, ¿qué crees que soy? ¿un mono de feria?...
Donna: ¡Lo siento! –me interrumpió y volvió a abrazarme sin parar de llorar- lo siento Louis… lo siento –susurraba-
Louis: No Donna, yo soy el que lo siente, nunca quise hacerte creer que sentía algo por ti, eres muy buena chica, deberías reconsiderar el estar con ese imbécil, no te hará bien, pero yo… no será el que te haga olvidarte de él si de verdad lo quieres… -la volví a separar y me giré. Ella se quedo allí de pie, atónita, sin saber que decir ni que hacer-
Donna: No Louis, no pienso dejarte escapar hasta que no me mires fijamente a los ojos y me digas que no me quieres, que me odias, que no te importa el verme con otro besándome… -me giré y ella estaba detrás de mí. Cuando le fui a contestar ella me abrazó por el cuello y me besó-
Louis: Donna… -me separé bruscamente y la agarré de la cara mirándola fijamente a los ojos- ¡Escúchame porque no te lo voy a volver a repetir!... No te quiero, ya te he dicho que nunca quise hacerte creer que me gustabas, porque… la que me gusta… es tu amiga –ni siquiera sabía cómo se llamaba. Noté como sus ojos se volvieron a llenar de lágrimas apartó de un manotazo mis manos de su cara-
Donna: ¿¡Qu-qué!?... ¿ella?... –dijo dando varios pasos hacia atrás. Yo asentí serio-
Louis: Lo siento Donna, ahora ya lo sabes, y por favor, te pido que te olvides de mí, y no vuelvas a besarme… -noté la rabia en su rostro, sabía que había sido muy duro diciéndole eso… pero no quería que siguiera encaprichada en mí… pronto cerrarían el café, no la volvería a ver, me trasladaría de nuevo a la casa de mis padres si no encontraba pronto otro trabajo-
Donna se fue corriendo, no sin antes decirme que me odiaba y que le daba asco, me dolió oírla decir eso… pero no podía esperar otra cosa por su parte, le había destrozado su corazón… ¿qué me iba a decir si no?...
Fin Flash-back.

Desde entonces no volví a saber más nada de ella, y supuse que se cabreó con Manmen por lo que le dije… sin ella tener culpa de nada… Pero ahora ya eso me daba igual, ahora la conocía por fin, y sabía que estudiábamos en el mismo centro, la vería todos los días, y me prometió que volveríamos a quedar un día para hablar…sin ella durante esos dos largos meses había sido como si me faltase algo, como si algo en mi vida no tuviese sentido, pero parecía que ahora todo volvía a tener sentido.