Don't stop believing.

Isabella pensaba en el baile como su ultima oportunidad para ser popular.

Estaba sentada esperando a que Tyler se probara uno de los veintitrés trajes que había pedido para él.
Porque, si ella dejaba que él mismo lo haga, sería un desastre y no combinaría con su vestido. Y si no se veían bien los demás alumnos no los tendrías en cuentan a la hora de votar. Nadie quería unos reyes que se vistieran mal. Tenia que estar cada detalle en su lugar, porque la única manera que la rubia tenia en su mente era ganar la corona del baile.

Y Tyler, en efecto, habia sido su salvavidas. Había pasado gran parte de su tiempo pensando con quien se postularía para el baile de fin de curso: Harry estaba descartado de primero momento, razones: lo consideraba un chico con decencia, y estaba Kristen. Y bueno, Lara. Darren, nunca. Marcus, tampoco. Los chicos populares (los que no fueran unos bestia) no abundaban entre sus opciones. Todavía tenia a Dylan... si no fuera por Lexie, y si no fuera porque Isabella era lo suficiente rencorosa como para seguir enojada con él.

Entonces no tenia más opción: Tyler. Corazón roto recientemente, guapo, fácil de confundir una mosca con un lápiz. Y Tyler era popular, al menos eso parecía la mayoría del tiempo. Y le caía bien a la gente (cosa en lo que Isabella no era muy buena).

Los minutos con él se le pasaban de lo más lento. Porque ademas del baile, no tenían ningún otro tema de cual hablar. Y si Tyler intentaba sacar algún tema de conversación Isabella lo detenía.

— Bien, ahí voy —le dijo el chico, salio del cambiador sonriendo en un traje.
— A ver, dejame analizar —dijo Isabella y así lo hizo. El chico giro en cada perfil posible. Tyler se veía bien, pero no lograba quedarse conforme con nada. Suspiro—. Hay algo que no combina.
— Para mi esta aceptable, me gusta como queda.
— No, no. El rojo no es el color, ademas tiene moño, ¡todo esta mal!
— Isa, nos pasamos toda la tarde aquí —dijo con tono casado—. Es solo un baile, pasarnos tiempo preocupados por eso no asegurara que ganaremos o lo que sea. Y no recuerdo que ser novios significa hacer esto todos los días, así no era con Rosie, siento que...
— No soy Rosie —rectifico ella con seriedad—. No lo seré, Tyler. Así que no esperes que sea una novia dulce y tierna porque tu y yo sabemos que nada de eso importa. Lo fuiste y te rompieron el corazon, lo fui y me abandonaron a mitad de camino. Existen los dejadores y los dejados, y dejame decirte que lamentablemente pertenecemos al segundo grupo. Elige si estas conmigo en esto, pero si no vete y no me hagas perder el tiempo. Porque no tienes idea lo que este baile significa para mi.

Dentro del cerebro del chico podías encontrar dos modos según Harry: el primero modo “pasivo” de Dylan, donde tenías a un chico simpático, torpemente romántico y con un gran sentido del humor. Ese era el Dylan que todos preferían, y luego estaba su modo “activo” (o Harry tambien lo llamaba “efecto: Lexie Lynn me quito la virginidad y se me activaron las hormonas, entonces ahora pienso en hacerlo como un conejo en celo con cada par de piernas que veo”). Esa faceta era poco conocida - por ahora - y en ella habitaba un Dylan seductor, mentiroso y oportunista. No tanto como una faceta mala si no una con la cual había que tener más cuidado.

Y ese mismo Dylan había pensado en una sola cosa - o más bien en una sola persona desde hace dos días. De acuerdo, Dylan en si no pensaba mucho (o por lo menos no pensaba mucho con la cabeza de arriba) pero la manera en la que había estado prácticamente fantaseando con la chica de Vocal Adrenaline era ridícula.

Tal vez hace un tiempo se habría sentido mal al pensar de esa manera sobre otra persona mientras, claro, él estaba en una relación. Pero no era así, porque Dylan no queria salir con aquella muchacha. Él no soñaba con acobijara en la noche y regalarle un ramo flores con cena romántica - a él le había gustado ella. Él quería, bueno... tenerla.

Pero a decir verdad él sabia tanto de Vocal Adrenaline como sabía sobre fracciones: o sea, nada. En cambio, estaba al tanto de que Lara era amiga de un par de chicos de ahí y eso era todo lo que necesitaba: la manera de llegar a aquella rubia.

— Lara, ¿tu y yo somos buenos amigos verdad? —le pregunto a la chica mientras caminaban por el pasillo.
— No.
— ¿En serio?
— Dylan tu me tirabas slushies hace dos meses.
— Y me disculpe por eso, ahora la cosa es, ¿tu no eres amigas de las chicas que cantaron aqui?
— Si... ¿que estas tramando? —lo miro curiosa.
— Nada am —piensa algo inteligente Dylan, ahora—, solo quiero socializar con nuestros enemigos.
— Aja, ¿cual de ellas? —se detuvo Lara a mitad de camino.
— La rubia.
— Bien, te hablare de ella. ¿Que tengo a cambio?
— Te cargo cada una de tus cosas el resto del año así no dañas tus hermanos sostenedoras de micrófonos.
— Y estarás de acuerdo conmigo en cada idea que tenga.
— Trato —le sonrió y ambos agitaron sus manos.

Thomas y Lexie se encontraron como cada miércoles a la noche en Breadstix para ponerse al tanto ya que al ir a diferentes escuela y tener diferentes horarios no podían verse el resto de la semana tanto a como estaban acostumbrados.

La verdadera razon era que Thomas queria tener una especia de auto intervención con su mejor amiga porque 1) odiaba ver a Lexie triste, 2) odiaba que en parte la razon de que ella estuviera asi fuera Harry “mamut con sindrome de tourette” Lopez, y 3) tampoco queria que perdiera su tiempo saliendo con un chico al cual no le importaba.

— ¿Los Jonas Brothers? Dios mio.
— Fue horrible —afirmo Lexie.
— Uf —resoplo. Thomas se quedo callado mirando la expresión perdida de su amiga—. Lex, ¿sigues mal por ella?
— No —contesto, el chico arqueo una ceja—. No es solo Kristen, ya no se trata solo de eso.
— ¿Y por que no lo haces?
— ¿Hacer que?
— Salir del closet —dijo Thomas.
— No puedo hacerlo, no ahora.
— No hay mejor momento en tu vida que el ahora —la tomo de las manos—. Lexie, sabes que amo tu faceta de perra siniestra sin corazon. Pero cuando usas eso para ocultar lo que sientes me entristece porque quiere que seas feliz.
— Pero... me da miedo.
— Obvio que te da miedo, pero no puedes estar así.
— Thomas, no quiero quedarme sola —se confeso. El muchacho se safo de sus manos con fuerza, haciendo que la chica se sorprenda.
— ¿Recuerdas cuando yo salí del closet? —Lexie asintió—. Bien, tu mejor que nadie sabes que me dejaron, como me abandonaron y como solo tu fuiste mi amiga en ese momento. Lex, los que yo creía que eran mis amigos eran unas mierdas. Pero tu tienes un grupo de personas a tu alrededor que te ama y te apoya. Y tienes a los traumatizados de tus compañeros que muy a mi pesar tambien están para ti.
— Thomas, no se trata de solo la escuela. A tu papá no le importo, pero ¿que haría Kitty? Soy su única hija mujer. Y en el caso de que ella no diga nada, esta mi papá. Y Will, y...
— Brandon.
— Me va a odiar. Él desgraciado va a hacer que mi familia me odie.
— Lexie, tienes que ser libre. Y si no lo entiendes por las buenas, pues lo entenderás a mi manera.

— Tessa —soltó Dylan con toda la confianza del mundo. La muchacha rubia delante de él se dio vuelta casi deprisa al oír su nombre en boca de un extraño. Dylan sonrió al verla.
— Si —lo miro extrañada—, ¿te conozco?
— No, bueno todavía no. Soy Dylan, amigo de Lara.
— Dylan, de acuerdo —respiro tranquila—, ¿necesitas algo?
— A ti.
— ¿Q-que? —pregunto sorprendida con un color rojo en sus mejillas.
— Perdón, solo mal —dijo dando una risa falsamente nerviosa—. Seré honesto Tessa; desde que te vi cantando en nuestra escuela y rompiendo con nuestras pocas esperanzas me dejaste encantado. Entonces le dije a Lara que quería conocer en persona a la linda chica de ojos azules.

Tessa coloco su mirada al suelo y movió sus manos, tal vez con algo de nerviosismo o sin creer lo que sucedía, Dylan no podía darse cuenta aún. Pero si se fijo que de cerca ella era mucho más bonita y tenia una sonrisa sincera.

— No tiene sentido —dijo subiendo la cabeza y sin mirarlo completamente a los ojos—. No sabes nada de mi, seguro te estoy tanto una terrible primera impresión. No soy buena en hablar con, am, extraños.
— Me estas dando una excelente primera impresión  —la alentó, (y no solo por el hecho de que trata de verle el escote) —. Vine en plan, ya sabes, para ver a la persona detrás de la voz. Lara me hablo cosas hermosas de ti y queria comprobarlo, y claro como siempre Lara no miente.
— Uhm, ¿gracias?

Dylan comenzaba a decir algo cuando apareció una muchacha morena (otra de las que se había presentado) llamándola al ensayo. Lara detrás de ella se despidió de ambas chicas, Tessa y Dylan tambien lo hicieron amablemente. Mientras se estaban yendo el muchacho pensaba en que Tessa era muy atractiva, Y tambien rogaba que Lexie no se entere de sus futuras intenciones.

— Tu y Tyler están juntos para rey y reina del baile —afirmo Dylan, parándose en la puerta y evitando que Isabella salga del salón de clases.
— ¿Te diste cuenta por tus propios medio y te ayudo tu novia?
— ¿Por que Tyler? Realmente, de todos chicos de la escuela, ¿por que lo elegiste a él? —cuestiono.
— Eres un mal chiste Dylan.
— Dime.
— ¿Que cosa en toda el planeta tierra te hace creer que debería responderte? —la chica soltó una risilla irónica— No es de tu inconveniencia.
— Porque eh —balbuceo—, somos amigos, ¿verdad?
— Tu y Tyler pueden ser amigos, pero nosotros no somos amigos. Tu no mereces nada de mi, me tienes cansada. Hace unas semanas me querías y te gustaba, ¡y boom! te fuiste con Lexie, entonces tuve que superarlo, Dylan, tu lo hiciste muy bien.
— Pero aun te quiero, Isa —dijo el muchacho. Isabella negó con la cabeza.
— No te entiendo, ¿que esperas de mi?
— Isabella, ¿me quieres?

Entonces ella cerro los ojos con fuerza y lo hizo a un lado para poder largase de allí prácticamente corriendo por el pasillo. Y él, el chico que tanto deseaba abrazar y besar y decirle que lo quería solo para ella y queria que la cuidara porque ella tenia miedo de no importarle a nadie: no la siguió.

— Isabella, dejame decirte que fue espectacular y -
— Si, si. Gracias a todos, ahora —aplaudió una vez ella, Tyler saco una canasta de abajo de su silla y comenzó a repartir unos papeles a sus compañeros—, ¡pueden votar por mi! ¡Puckerman - Thompson para reyes del baile de este año! —volvió a chistar los dedos y Tyler, que ya había repartido los volantes, se paro a su lado—, Señor A, déjeme decirle que Tyler y yo estamos nominados y sería encantador de parte de mis compañeros que tener su voto sería de lo mejor. ¡Así que recuerden, amigos, Puckerman - Thompson no los vamos a decepcionar!

Le gustaba mucho, más de lo que se habría permitido reconocer. Ayrton se había vuelto amigo de Thomas con facilidad, pero ahora ya no le importaba ser su amigo porque le gustaba. Si, ya le gustaba las chicos y ya les habían parecido lindos muchos de ellos antes, pero ninguno había su interés tan captadora como el chico Anderson. Incluso se avergonzaba un poco de pensarlo porque alrededor de él se comportaba de manera tonta antes el nerviosismo.

Ayrton decidió que no saldría del closet, porque no le parecía correcto tener que reconocer algo que él es. Le parecía estúpido tener que salir a decir “hola, soy gay” porque las demás personas no tenían que aclarar “hola, soy hetero”. Si Thomas notaba su interés genial, y si no lo hacía, de acuerdo era imposible. Ayrton era tan obvio cuando se trataba de estar al lado de Thomas que seguro que el sesenta por cierto de sus compañeros no se sorprendería de saber que es homosexual y que el chico le gustaba.

— Ayrton, ¿estas bien?
— Am, ¿que?
— Te toca elegir la cancion con la cual vamos a ensayar.
— Si, ¡ah, si! Esperen —el chico saco un papel de su bolsillo todo arrugado—, la anote de la radio. Animal de Neon Trees, tiene mucho de nuestro estilo.

Los chicos aceptaron y comenzaron su hora dejando entrar al resto de los chicos del coro (estaban reuníos solo Chris, dos Warblers más y él). Cuando comentaron la cancion de la practica todo estuvieron de acuerdo, sobre todo uno en particular que casi salta de alegría a saber de cual se trataba.

— ¡Genial! Realmente me encanta esa cancion.
— Lastima Thomas, pero es el turno de Ayrton de dirigir la practica —le contesto de mala gana Christopher.
— Esta bien —intervino Ayrton—, no me molesta. Que cante conmigo —dijo, Thomas lo miro sorprendido.
— Pero es tu solo, tu eres el que lo pierde —le recordó su compañero.
— No importa, en serio Chris.
— Como quieras.

Thomas se puso de pie y el chico Smythe tomo su asiento mirándolo mal. Claramente, la relación entre esos dos no era muy buena y antes habían ciertos roces. Pero a Ayrton no le importaba porque ahora tenia una excusa para tener un dúo con Thomas en el ensayo.

— ¿Te la sabes? —le pregunto, Thomas asintió—. Bien canta las partes que te señalo. Uno, dos, tres...

La practica había terminado dando por sentado que era hora de volver a casa para los titanes de Mckinley- Cuando se despidió de Harry y el resto de sus compañeros, Dylan diviso a su novia en el estacionamiento. Le sonrió a pesar de que ella no hizo lo mismo y lo miraba con cierto, ¿enojo?

— Hola, muñeca —la saludo con un beso en la frente, pero la expresión de Lexie no cambio en ningún momento—. ¿Por que estas -
— Aclaremos las cosas, Karofsky —lo interrumpió—. Te vi hablando con Isabella —dijo, (en realidad alguien más los había visto y esa persona se lo había comentado a Lexie).
— Somos compañeros en un proyecto —mintió.
— No me vengas con eso, Dylan. Y escucha esto para que te quede bien en claro: si me vas a engañar al menos hazlo con alguien mejor que la Puckerman, en serio quiere un poco más y dame crédito porque no dejare que anden diciendo que terminamos por esa lela.
— Lexie, hablo en serio —suspiro—, ella y yo no tenemos otra clase de relación. Ademas no te engañaría menos con Isabella.
— Bien, estas advertido. Ahora ¿puede llevarme a la casa de Kristen?
— Pero fuiste ayer a la casa de ella.
— Y que importa, Dylan. Es mi mejor amiga.

Thomas busco a Ayrton por todo el edificio y luego se aseguro de que estuviera solo, así lo encontró en una de las salas de estar que tenia Dalton. Oh no, le parecía tan lindo verlo concentrado leyendo que sin duda podría saltar encima de él en ese momento, pero claro que eso no sería lo más apropiado.

Entro despacio para tomar asiento al lado de él, Ayrton noto su presencia y sus mejillas se tornaron carmesí en cuestión de segundo. Bajo el libro hacía la mesa y lo miro, esperando a que el chico más joven dijera algo.

— Entonces nadie sabe —hablo de repente. Ayrton notoriamente no sabía (o al menos no queria) de que estaba hablando.
— ¿Sobre que cosa?
— Sobre que —dudo, decirlo o no, bueno lo peor que podría ganarse era una mala contestación despues de todo—, te gustan los chicos —termino diciendo con todo dudoso.
— Oh —exclamo Ayrton con los ojos bien abiertos, podría decirse que prácticamente estaba temblando en su lugar—, es que yo - bueno mi mamá lo sabe. Y no lo se, si tu lo notaste es posible que el resto tambien —dijo tratando de poner una sonrisa en su rostro, pero esta nervioso a morir.

Thomas asintió, aunque por dentro estaba por decirlo de una buena manera: feliz. Porque no solo a él le gustaba un chico al cual le gustaban los chicos por primera vez en mucho tiempo, si no tambien porque tenia la esperanza de que a Ayrton le pesara lo mismo por la cabeza mientras estaban ahí.

— No quería ponerte en aprietos y se que no es de mi inconveniencia pero tenia esa duda, por decirlo de alguna manera —le sonrió.
— No pasa nada, fuiste amable —continuo Ayrton devolviendo la sonrisa ahora más tranquilo—. Tu tambien eres, ya sabes.
— Gay —dijo completando la frase—. Si, bueno no hay que ser un genio para darse cuenta de esas cosas. Me gustan los chicos, aún ahora me gusta uno en particular.
— ¿En serio? Genial.
— Si, él es genial —se mordió el labio.

Y una vez más una avalancha de nerviosismo paso por encima de ellos. Escucharon el sonido distintivo de la escuela teniendo en claro que era hora de ir a otra clase al menos para Ayrton, quien tenía asignaturas diferentes a Thomas debido a la diferencia de curso.

Murmuro un adiós hacía el chico y se levanto de su lugar sin prestar atención a que había dejado sus libros, pero antes de que pudiera volver a buscarlo Thomas ya estaba parado frente a él con ellos encima. Al tomarlos sus manos se rozaron y Thomas lo miro a los ojos. Ayrton era un par de centímetros más alto (y tenía más cuerpo en tamaño) que él.

— Ayrton —comenzó a hablar, el mayor trago en seco y asintió para que continuara—. No soy la persona que tiene el mejor corazon del mundo y a veces soy quejoso. Y me gusta la atención, se coser prácticamente cualquier tela que me pongas en frente y amo el café con canela, y esas cosas no tienen sentido pero me gustaría que sepas más cosas de mi porque realmente me gustas y -

Y Thomas habría podido seguir hablando por minutos y minutos si no fuera porque un par de labios se encontraron con los de él a mitad de la frase.

— El día de hoy tenemos a un maravilloso trío, quienes nos darán su vista de una diva. Darles un fuerte aplauso a la señorita Lopez, el señor lopez, por supuesto, y el señor Karofsky, ¡adelante! —los presento el señor A mientras guiaba su silla a su lugar al lado de los chicos. La música empezó a sonar y los tres chicos entraron vestido con ropas estrafalarias haciendo que sus compañeros los miraran de manera incrédula pero divertida.

El club Glee los aplaudió, algunos más que otros, como siempre. Tal vez la semana de Diva no fuera para todos pero eso no les impedía divertirse a ninguno.

Entonces Dylan vio como Isabella lo ignoraba mientras estaba conversando con Tyler e intento no sentirse reemplazado, y luego miro hacía Lexie lo suficientemente rápido para que ella no notara lo anterior, pero Lexie tampoco le prestara atención. Y entonces pensó que si Isabella y Lexie podían dejar de pensar en él, él tambien encontrar un reemplazo para ellas. Entonces pensó en Tessa y que quería su atención. Y la tendría.