¿Cupido? Niall Horan y tú. TERMINADA

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-¿Cómo dices? ¿Un accidente? ¿Cuándo? ¿Cómo?

-No lo sé, me llamó a mí porque tú no le contestabas el teléfono. -me dijo rápidamente -Tenemos que ir al hospital.

-No. No es cierto, no puede ser cierto... -susurré.

-¡No hay tiempo, se va a morir! -exclamó.

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Yo lloraba, sólo lloraba, no podía hacer otra cosa.

-Dígame que está bien. -escuché una voz temblorosa a mi lado.

-Lo siento, no pudimos hacer nada... -aclaró el doctor. Mi corazón se rompió en mil pedazos.

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Llegué a mi casa y me tiré en mi cama. 

No quería pensar. 

No quería hablar.

No quería estar con nadie, sólo con una persona, y él ya no estaba aquí.

Lloré y lloré durante horas. No sé cuándo empecé a sentir una mano que me acariciaba el pelo, pero no me moví.

-Yo estaré contigo siempre, lo prometo.

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-Vamos ____, no querrás llegar tarde al funeral. -me advirtió.

-No, no quiero llegar tarde, simplemente no quiero ir. 

-Tienes que hacerte a la idea de que esto pasó, ya no podemos hacer nada. -unas lágrimas se escaparon de mis ojos al escuchar esas duras palabras -Oh, vamos cariño, me harás llorar a mí también. -me abrazó.

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-Y ahora a ____ Clansy le gustaría decir unas palabras. -presentó el cura.

Me acerqué al altar y de reojo pude ver su cuerpo dentro de la caja pero me obligué a seguir caminando o empezaría a llorar ahí mismo.

-Em... hola. Bueno, soy ___ Clansy, aunque creo que todos me conocéis ya. -en realidad no tenía nada preparado para decir -No sé qué decir que no sepa todo el mundo. No sé qué le voy a decir a partir de ahora a todo el mundo. Tú me enseñaste mucho de la vida y ojalá hubiera pasado más tiempo a tu lado para seguir aprendiendo. Sin duda hay un hueco en mi corazón que jamás nadie podrá llenar y prometo guardarlo para ti hasta que te vuelva a ver. -mis mejillas ya estaban mojadas por mis lágrimas.

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Había pasado un mes y yo seguía sin tener ganas de levantarme de la cama. Alguien tocó mi puerta. 

-____, venimos a buscarte para salir. -me anunció María.

-No quiero. -me di la vuelta en la cama.

-Vamos ___, sabemos que es duro pero... -empezó Marina, pero la interrumpí.

-No, no lo sabéis. 

-___, cariño. -Lucía se sentó a mi lado en la cama y me acarició la mejilla -Entendemos que es muy duro esto pero no puedes quedarte en cama para siempre y pretender que nada de esto ha pasado porque pasó. 

-Es que no quiero levantarme de la cama y ver que ya no está...

-Pero Lucía tiene razón ___, no puedes cambiar lo que pasó y estoy segura de que él no querría verte así. -añadió Pili.

-¿Cómo dices? ¿Un accidente? ¿Cuándo? ¿Cómo?

-No lo sé, me llamó a mí porque tú no le contestabas el teléfono. -me dijo rápidamente -Tenemos que ir al hospital.

-No. No es cierto, no puede ser cierto... -susurré.

-¡No hay tiempo, se va a morir! -exclamó.

Maura nos llevó a los tres en coche al hospital. Al llegar mi madre ya estaba allí con la madre de Mitch. Al parecer estaban jugando en el ordenador y no se dieron cuenta de que en la cocina se produjera un incendio. Cuando la madre de Mitch llegó y llamó a los bomberos, ellos ya estaban inconscientes.

Abracé a mi madre y Maura se sentó con la madre de Mitch para intentar consolarla. María y Niall se quedaron ahí sin saber qué hacer. Mi madre me soltó para abrazarse a Maura, que había dejado de hablar con la otra mujer y Niall me agarró entre sus brazos. 

Cuando salió el doctor María me estaba acariciando la espalda. Yo lloraba, sólo lloraba, no podía hacer otra cosa.

-Dígame que está bien. -escuché una voz temblorosa a mi lado.

-Lo siento, no pudimos hacer nada... -aclaró el doctor. Mi corazón se rompió en mil pedazos.

*****

Llegué a mi casa y me tiré en mi cama. 
No quería pensar. 
No quería hablar.
No quería estar con nadie, sólo con una persona, y él ya no estaba aquí.
Lloré y lloré durante horas. No sé cuándo empecé a sentir una mano que me acariciaba el pelo, pero no me moví.

-Yo estaré contigo siempre, lo prometo.

Me senté en la cama con los ojos rojos de tanto llorar y contemplé a Niall a mi lado. Me apartó un mechón de pelo de la cara y me besó la frente.

-Sé que no es fácil y que, por mucho que te diga que todo va a estar bien, no lo estará, porque acabas de perder a tu hermano y eso tiene que ser horrible. Te juro que si pudiera cambiarme por ti lo haría, y soportar mil veces ese dolor antes que lo hicieras tú, pero no puedo mi amor. Por eso sólo me queda esperar y quedarme a tu lado para todo lo que necesites, ¿vale? Lo que sea. Te amo. 
-¿Sabes que eres el mejor novio del mundo? 

Él sonrió levemente y me dio un corto beso en los labios.


Dos días después de que Josh muriera en aquel hospital yo me miraba al espejo de mi cuarto. Llevaba un vestido a juego con unas bailarinas de color negro y todo destacaba completamente con mi cara pálida, mis ojeras y mis ojos rojos. 
Bajé las escaleras porque Niall me esperaba en el salón. Mi madre se había ido antes con sus padres. Me paré en frente del cuadro de Cupido y lo miré con una mezcla de odio y miedo.

-¿Era esto, no? No era Niall, no era ninguna pareja. Era mi hermano. -susurré. El cuadro brilló y me fijé en la frase que acababa de aparecer debajo "Cupid filled part of the heart with love couple, but the rest is very important" (Cupido llena parte del corazón con amor de pareja, pero el resto es muy importante). 

Empezaba a odiar ese cuadro sólo porque siempre tenía razón...
Llegué al salón y me paré en el medio observando todas las fotos que había. Niall me miraba triste.

-Vamos ____, no querrás llegar tarde al funeral. -me advirtió.
-No, no quiero llegar tarde, simplemente no quiero ir. 
-Tienes que hacerte a la idea de que esto pasó, ya no podemos hacer nada. -unas lágrimas se escaparon de mis ojos al escuchar esas duras palabras -Oh, vamos cariño, me harás llorar a mí también. -me abrazó.

Estar con Niall era lo único que me hacía sentirme un poco bien. Su piel, su calor, su aroma, su amor, todo. Él lo sabía y por eso casi nunca me dejaba sola.

Cuando llegamos a la iglesia todo el mundo lloraba. Vi a mis amigos en una esquina y a mi madre con Maura y Bobby. 

-Niall, no voy a poder aguantar esto. -le susurré.
-Claro que sí mi niña, yo estaré contigo. -me dio la mano y la apretó con fuerza -Siempre. -me dio un beso en la cabeza y entramos.

-Y ahora a ____ Clansy le gustaría decir unas palabras. -presentó el cura.

Me acerqué al altar y de reojo pude ver su cuerpo dentro de la caja pero me obligué a seguir caminando o empezaría a llorar ahí mismo.

-Em... hola. Bueno, soy ___ Clansy, aunque creo que todos me conocéis ya. -en realidad no tenía nada preparado para decir -No sé qué decir que no sepa todo el mundo. No sé qué le voy a decir a partir de ahora a todo el mundo. Tú me enseñaste mucho de la vida y ojalá hubiera pasado más tiempo a tu lado para seguir aprendiendo. Sin duda hay un hueco en mi corazón que jamás nadie podrá llenar y prometo guardarlo para ti hasta que te vuelva a ver. -mis mejillas ya estaban mojadas por mis lágrimas. Las sequé con la palma de mi mano y miré a mi madre que me imitaba -Una vez mi hermano me dijo que echaba de menos jugar al fútbol con mi padre, sólo espero que ahora se canse jugando con él para que me deje en paz cuando me toque subir a mí. -sonreí levemente y se escucharon algunas risitas mezcladas con suspiros -A pesar de lo mucho que peleábamos, Josh, para mí has sido y serás el mejor hermano del mundo... siempre. -bajé rápidamente y me volví a sentar, Niall me abrazó y me dio un beso en la frente.

-Has sido muy valiente cariño, estoy seguro de que tu hermano está orgulloso de ti. Y yo también lo estoy. -me acarició la espalda y le sonreí con tristeza.

Cuando acabamos Niall me acompañó a casa y por el camino intentaba distraerme pero no lo conseguía, aún así aprecio su esfuerzo y lo quiero un montón... Ojalá no me falte nunca.

Le pedí que me dejara sola que quería dormir y se despidió de mí con un beso y diciéndome que cualquier cosa que quisiese ya sabía dónde estaba.

Subí a mi habitación y me metí en cama a dormir.

*****

Había pasado un mes y yo seguía sin tener ganas de levantarme de la cama. Alguien tocó mi puerta. 

-____, venimos a buscarte para salir. -me anunció María.
-No quiero. -me di la vuelta en la cama.
-Vamos ___, sabemos que es duro pero... -empezó Marina, pero la interrumpí.
-No, no lo sabéis. 
-___, cariño. -Lucía se sentó a mi lado en la cama y me acarició la mejilla -Entendemos que es muy duro esto pero no puedes quedarte en cama para siempre y pretender que nada de esto ha pasado porque pasó. 
-Es que no quiero levantarme de la cama y ver que ya no está...
-Pero Lucía tiene razón ___, no puedes cambiar lo que pasó y estoy segura de que él no querría verte así. -añadió Pili.

-Vale, está bien... -me levanté refunfuñando, me iba a vestir cuando María me interrumpió.

-Ah, ah. -negó -Prohibido salir vestida de negro. 

-Pero... -protesté.

-No hay peros ___, ¡venga! -terminó Marina. Bufé y acabé de vestirme.

Estuvimos toda la tarde dando vueltas por ahí con los chicos. Niall siempre estaba pendiente de mí pero sin agobiarme, eso es algo que amaba de él. Me compró un helado, a pesar de que le dije que no tenía hambre, y al final se lo acabó comiendo Louis. Me compró una botella de agua sin hacerme caso cuando le dije que no tenía sed y al final se la bebieron entre Harry, Pili y María. Y así varias cosas más.

Bueno, al fin y al cabo, fue una tarde bastante divertida y todos tienen razón cuando me dicen que no puedo seguir así, por lo tanto, he llegado a la conclusión de que, que salga y me divierta no significa que haya olvidado a mi hermano, pero tengo que seguir con mi vida, por mis amigos, por mamá y, sobre todo, por mí.

Ya estaba acabando el verano pero, a pesar de eso, esta mañana me había levantado de muy buen humor. Hoy mi madre y yo comíamos en casa de Niall.

-¡Mi amoooor! -exclamé saltando a sus brazos.

-Hola preciosa, qué contenta estás hoy. -me dio un beso y le sonreí ampliamente -Uy, ¿y esa sonrisa? ¿Es por algo en especial?

-¡Niall! No te hagas como el que no sabe qué día es mañana. -exclamé divertida.

-¿Nuestro aniversario? -fruncí el ceño -¿El día que nos conocimos? -lo miré confundida, empezaba a creerme que no se acordaba, pero eso es imposible, algo así no se olvida.

-Niall... ¡Venga ya! Esas cosas nadie las olvida... 

-Tu cumpleaños no, es en abril... ¿no? -preguntó haciendo una mueca y yo abrí los ojos como platos.

-Niall, ya, déjalo, en serio, ¡por favor! -supliqué.

-¿Que deje el qué? ¿Qué pasa ___? - lo miré fijamente, segurísimo que me estaba mintiendo.

-¡Niall, es tu cumpleaños! -exclamé apretándole el brazo.

-Aaaah, boh, era eso. -contestó haciéndose el desinteresado.

-¿Eres tonto? Es algo muy especial, es tu cumple duendecito. -le besé la nariz.

-No me llames así... -hizo un pucherito.

-¡Te quiero! 

-¡Yo más!

-¿Qué quieres que te regale rubio? -le pregunté.

-Contigo me llega cariño. -me sonrió y me derretí por dentro. ¿Cómo se puede ser tan tan tan lindo?

-Uy qué tonto, no sé qué será, pero intentaré que sea genial. -aseguré.

-Si viene de ti lo será. -me sonrió otra vez y me besó.

Jolín, necesito ayuda, ¿qué se le regala al mejor novio del mundo? 

Creo que vuelvo a tener trabajo para ti Cupido...