Big and cute. (Larry Stylinson. Underage)

por **it'sCaroStylinson** Sáb 30 Ago 2014, 10:37 pm

Nombre: Big and cute.

Autor: ICarolina Sánchez.

Adaptación: No.

Género: Romance, underage.

Advertencias: Contenido homosexual. Relación entre adulto/menor.

Otras Páginas: Wattpad.

Después de aquel devastador suceso que ocurrió hace exactamente un año y medio el pequeño Harry había quedado al cuidado de su tío favorito y hermano menor de su difunta madre. La pobre mujer había fallecido en un fatal accidente automovilístico cuando iba de regreso a casa y así, dejando a un pequeño de tan solo diez años de edad esperándola pacientemente para ir a jugar al parque, tal y como Anne se lo había prometido días antes.

Louis Tomlinson había quedado bajo la custodia del menor, no sólo por ser el familiar más cercano, sino también por ser el candidato perfecto hablando en posición económica para cuidar al menor hasta que este cumpliese la mayoría de edad. Louis se sentía bastante aliviado al ser el quien quedaría cargo de Harry, él sabía que estarían bien y que juntos podrían salir poco a poco de éste fatal accidente. Harry había cambiado bastante en éste año y medio, su actitud de niño alegre y entusiasta había caído brutalmente, convirtiéndose en el niño símbolo de las burlas y tímido ante la mirada ajena. Louis sabía sobre todos sus nuevos problemas escolares y también había hecho todo lo posible por relajar a los niños un poco con ayuda de la profesora de Harry, la señorita Halloway y la Directora Patters, lamentablemente las burlas jamás se detuvieron.

Harry se había separado de sus amigos y en cambio, ahora se sentaba en los recesos en una banca alejada tratando de no ser visto por los demás niños. Las risas de los niños al saber que Harry no tenía madre era muy cruel y más, al recordar que tampoco tenía padre. O bueno, si lo tenía pero era como si no, Des Styles jamás se interesó demasiado por su hijo y cuando Harry cumplió ocho años el divorcio entre Des y Anne se hizo presente. La verdad es que jamás lo necesitaron. Des se fue a los Estados Unidos donde se dice que encontró a una joven ocho años más joven que él y con quien tuvo nuevos planes de boda, pero a Harry nunca le interesó.

Las cosas en la escuela no mejoraron y a pesar de tener la idea de cambiar a Harry de escuela, él no aceptó la idea de su tío quien al final, decidió borrar la idea de su mente. Harry se volvió bastante dependiente de Louis, terminó temiéndole al mundo y siempre se escondía detrás de la autoritaria figura del mayor. Él hacía todo lo posible por hacer sentir protegido a Harry y para su suerte, siempre lo lograba.

El cariño que se habían tomado era mucho más grande que antes. Louis siempre consideró a Harry su sobrino consentido y siempre intentó darle el cariño que su padre jamás le brindó. El lazo entre ellos se había fortalecido aún más y Louis no iba dejar que alguien lo rompiese.

Ni siquiera su homosexualidad.

Louis lo supo desde los quince años cuando comenzó a sentir las famosas ‘mariposas’ cada vez que estaba con su mejor amigo de secundaria, aquel que al enterarse del enamoramiento de su amigo decidió alejarse cuanto antes.

Louis jamás se escondió hasta ahora, frente a su pequeño sobrino. Harry era pequeño e inocente y habían muchas cosas que probablemente él a su edad no entendería y un ejemplo sería la homosexualidad de Louis. Al final había tomado la decisión de confesárselo cuando Harry entrara en la adolescencia y comprendiera mejor esa clase de cosas, mientras tanto lo mantendría en secreto.

Hasta ahora las cosas en casa iban bastante bien. Louis era la única persona en el mundo con la que Harry sabía plenamente que podría confiar siempre y también que era su única familia. Cada día Harry se mostraba más cariños con Louis, desde abrazos prolongados a más de lo que debería hasta besos ruidosos en las mejillas de Louis.

Cuando Harry estaba en casa, se notaba feliz y alegre. Louis hacía todo lo posible por mantenerlo así siempre, peor cuando salía a enfrentarse al mundo, Harry se volvía pequeño y tímido, su mirada siempre hacia el suelo, sus pequeños piesitos arrastrándose y siempre dándole la mano al mayor, apretándola fuertemente cada vez que salían.

Y es que Harry se sentía fuerte dentro de casa.

Y Louis no terminaba de entenderlo.

Por las noches, Louis se encargaba de arropar a Harry y a pesar de sus ya once años, Harry aun pedía que Louis se quedase con él y le diera un beso de buenas noches para poder dormir. Y Louis creía que no podía ser más tierno.

Aquella noche no había sido diferente hasta ahora. Harry se notaba cansado ya y sus pies comenzaban a arrastrarse, caminó de mala gana hasta el sofá ya que había esperado a Louis los últimos veinte minutos y el mayor no había subido a su habitación a desearle unas buenas noches y arroparle como a él le gusta y eso provocó que Harry no pudiese dormir. Aunque de verdad lo intentó.

—¿Tío? —susurró Harry al verlo sentado en el sofá mirando atentamente la televisión. No era nada más que una de esas películas de terror de las que Louis es tan fanático y Harry… bueno, él sólo las odia. —¡Tío Louis! —gritoneó para llamar la atención del mayor que al instante se sobresaltó en el sofá, tirando al suelo la mitad de las palomitas de aquel plato hondo. Harry sonrió de lado y se acercó más al sofá. Louis alzó la vista para ver al pequeño Harry con su pijama de color azul claro y con distintas formas y figuras en ella, él sonrió al ver como su cabello estaba totalmente revuelto y una pequeña sonrisa se había transformado en un puchero adorable.

Soltó un suspiro cansado y miró el reloj para luego abrir los ojos como platos. Ya eran casi las 12:00 p.m. y Harry debía estar en cama a las 10:30 p.m. como costumbre, sin embargo, él estaba ahí parado con una cara soñolienta y estiraba su pequeña mano para que fuese tomada. Louis no dudó en tomarla.

—Oh, bebé, cuanto lo siento. —Louis se disculpó con una mueca en su rostro y enseguida se levantó del sofá para ser guiado por Harry hasta su habitación en el segundo piso.

Louis miró atentamente la espalda del niño y sonrió de lado al pensar en lo guapo que será cuando creciese, tal y como su madre siempre se lo repetía y presumía. Su mirada descendió hasta su espalda baja y con algo de descaro hasta su pequeño y redondo trasero. Un trasero muy lindo para un niño de tan solo once años. Louis negó varias veces para tratar de quitar la imagen mental del trasero desnudo de su sobrino sobre su cama y sus piernas ligeramente abiertas. Definitivamente sería una larga noche con sus juguetes preferidos.

Al llegar a la habitación de Harry, él rápidamente corrió hasta su cama y se acostó en ésta, volteó su rostro para mirar a Louis y volvió a hacer un adorable puchero, animándole a acercársele; Louis sonrió enternecido y sin dudarlo se acercó al pequeño, tomó la cobija del mismo color de su pijama y la subió hasta su pecho y después la acomodó de ambos lados para evitar que el frío se colaba debajo de esta. Harry cerró sus ojos momentáneamente y Louis casi se queda sin alienta y es que Harry era tan hermoso.

—¿Y mi besito de buenas noches, papi? —se quejó Harry, mirando fijamente a Louis y éste, casi se vuelve a quedar sin aliento.

No era la primera vez que le llamaba así. A veces Harry ni siquiera sabía cómo llamarle. Harry tomó la costumbre de llapar a Louis ‘’papi’’ porque pensaba que era un apodo lindo y además, él lo veía como su nuevo padre, aunque a veces le llamase ‘’tío’’ o simplemente ‘’Louis’’.

Louis sintió algo en su entrepierna y miró hacia abajo ‘’como no queriendo la cosa’’ y mordió su labio inferior al saber que su erección no tardaría en notarse si Harry volvía a llamarle papi de esa forma tan diferente.

Louis asintió torpemente y con una sonrisa nerviosa en su rostro que Harry notó al instante. Louis se inclinó y depositó un pequeño beso en la frente de Harry.

—Buenas noches, Harry. —susurró Louis contra su piel y volvió a erguirse para luego pasar su mano por la mejilla de Harry, acariciándola con su dedo pulgar.

—¿Papi? —susurró Harry con los ojos cerrados, disfrutando del tacto tan cálido del mayor. Louis mordió su labio inferior, maldiciendo por dentro lo malditamente bien que se escuchaba esa palabra saliendo de los rosados y gruesos labios de Harry.

—Dime, bebé. —respondió Louis, rezando por dentro de que sólo fuese una pregunta con una respuesta simple para poder ir a su habitación y hacer lo que siempre hacía antes de irse a dormir.

—¿Me quieres?

Louis se quedó sin aliento y esta vez por otras razones. Harry aún mantenía los ojos cerrados y Louis no pudo evitar cerrarlos también. Definitivamente se esperaba todo menos eso; Louis por un momento dudó de sí mismo, comenzando a imaginar que quizá no era un buen padre para Harry después de todo y aquellas muestras de cariño que se habían vuelto tan frecuentas en Harry era sólo una llamada de atención para darle más cariño del que él necesitaba. Él de verdad pensaba que lo hacía bien.

—Te quiero como a nadie. —susurró Louis manteniendo sus ojos cerrados. —Eres lo más importante que tengo y siempre te querré un poco más que el día anterior.

Aquello había causado una sonrisita de parte del más pequeño.

—Gracias, Louis. —susurró Harry antes de volver a acomodarse en su posición favorita para dormir.

Louis lo entendió y susurró un simple ‘’de nada’’ para luego salir de la habitación. Louis no quiso prestarle demasiada atención a aquello, pero no podía evitar pensar en a qué se refería aquella pregunta. Tal vez Louis no se lo decía muy a menudo y definitivamente cambiaría eso desde ahora.

Pero podría preocuparse de ellos mañana, ahora tenía una incómoda erección atrapada en sus ajustados pantalones que rogaba por algo de atención.

Louis se encerró en su habitación y hurgó entre su clóset aquella caja rectangular de color negro que tanto conocía. Suspiró al encontrarla y pronto sacó el contenido; Louis no se arrepentía de haber aceptado aquel consolador de color piel que tanto le gustaba y es que se veía tan real y Louis casi lloraba por lo patético que podría verse, pero sin dudarlo amaba demasiado a su mejor amigo Zayn, el culpable de ese regalo tan obsceno. Louis al principio se sintió indignado ante el regalo de Zayn, pero cuando lo probó por primera vez sintió que aquella indignación se fue al carajo al regalarle no sólo un consolador extraordinario, sino también uno de los mejores orgasmos.

Desde la llegada de Harry las citas de Louis bajaron al cero por cierto y tenía que buscar otras formas de satisfacer las necesidades de un hombre homosexual de veintinueve años y su mano con la compañía del porno no era siempre muy eficaz.

Louis se despojó de su ropa con rapidez y de un saltó terminó en su cama, tomó la laptop del buró de al lado de su cama y la encendió, esperó unos minutos a que se encendiera y rápidamente abrió google para buscar aquel video que le encantó el día anterior pero por falta de tiempo no pudo ver. Casualmente, los actores del video no era nada más ni nada menos que un chico de tez pálida y cabello rizado acompañado de un chico castaño que se veía unos años mayor. Louis no había notado aquella similitud y simplemente lo ignoró. Sonrió con satisfacción al encontrar dicho video y rápidamente le dio ‘click’ y ‘play’.

Cerró los ojos unos momentos y su mano derecha viajó hasta su miembro ya erecto, lo envolvió en su mano y comenzó moviéndola lentamente al ritmo que escuchaba al chico rizado soltar sonoros gemidos. Apretó su miembro un par de veces y acarició el glande con la yema de su dedo pulgar para luego volver a bajar su mano por toda la longitud, frotando su mano con rapidez mientras los gemidos de los chicos del video se volvían cada vez más fuertes y más calientes.

Louis casi se pone a llorar. Y con su otra mano tomó sus testículos, apretándolos con delicadeza para luego seguir acariciándolos lentamente mientras el movimiento de su mano se hacía cada vez más rápido. Louis finalmente abrió los ojos, encontrándose con el chico rizado montando salvajemente al chico castaño, gimiendo como una mismísima puta, rogándole por más mientras el castaño lo masturbaba con rapidez y el más joven echaba su cabeza hacia atrás. Louis pensó que ya era hora de hacer uso de su segundo mejor amigo, relamió sus labios y tomó el largo consolador para luego llevarlo a su boca e introducirlo lentamente, chupando y enredado su lengua lo más que podía con tal de lubricarlo lo más posible. Cuando pensó que estaba listo, Louis se acomodó sobre su espalda y abrió sus piernas con entusiasmo para después pasar su dedo índice por su entrada, presionándolo un par de veces, provocándole sonoros gemidos. Louis alineó el largo consolador a su entrada y lentamente fue introduciéndole, entre muecas de dolor y placer y leves quejas mientras el largo consolador iba invadiéndolo sin más. Lo dejó dentro un par de segundos mientras se familiarizaba con la deliciosa sensación de ser llenado una vez más por si fiel amigo. Comenzó a mover su mano lentamente, metiéndolo y sacándolo repetidas veces, provocándole gemidos cada vez más altos.

Louis ni siquiera había notado que al entrar a su habitación había olvidado por completo el seguro de la puerta.

Por otra parte, Harry no podía dormir entre pesadillas donde se encontraba su madre, imaginándose el fatal accidente donde la perdió para siempre. Harry despertó asustado y sudado desde la frente hasta el pecho, con lágrimas asomándose por sus ojos amenazándole con salir. Harry se levantó de su cama y rápidamente salió de su habitación a la tan conocida habitación de su tío Louis entre leves sollozos. Ni siquiera se molestó en tocar la puerta y para su suerte, estaba abierta, Harry escuchó ruidos extraños y abrió lentamente la puerta, mirando sólo un poco a que se debían esos raros ruidos que provenían de adentro. Harry abrió los ojos al ver lo que su tío Louis hacía, entre confundido y asombrado y terminó de abrir la puerta por completo y Louis, ni siquiera había notado su presencia entre gemidos cada vez más altos y movimientos de mano más veloces.

—¿No te duele, papi? —Harry preguntó asombrado e inmediatamente mordió su labio inferior al ver lo asustado que se vio Louis al escucharle hablar.

Louis abrió los ojos y sacó el consolador con rapidez, lanzándolo por los aires y haciéndole estrellarse contra la pared a lo que soltó una maldición. Volteó su rostro a ver a Harry y mordió su labio inferior, totalmente avergonzado mientras que el menor lo veía con asombro y no precisamente su rostro.

—¿Por qué el mío no es tan grande? —Harry susurró con su ceño levemente fruncido y sin pedir permiso y olvidando aquel suelo, se subió a la cama y alzó su mano para tocar con la yema de sus manos el pene de Louis, acariciándolo lentamente provocando un ahogado gemido de Louis.

Louis escuchó las quejas de Harry, pero el menor, ni siquiera dejaba de acariciar la longitud del pene de Louis, provocándole gemidos cada vez más altos.

—Harry… bebé, ¿qué haces despierto? —Louis gimoteó y con delicadeza se dispuso a apartar la mano del menor.

—No podía. —Harry se quejó haciendo un puchero. —Soñé con mamá y vine para que me dieras un abrazo. —hice un puchero y después relamió sus labios tan diabólicamente que Louis pensó por un momento que estaba haciéndolo a propósito. —¿Por qué es tan grande, papi? —repitió Harry volviendo al tema anterior a lo que Louis mordió su labio inferior.

—¿Te gusta? —Se maldijo para sus adentros al hace aquella pregunta, sabía que acababa de provocar otra problema y cuando volvió su vista a Harry el pequeño asintió, ladeó un poco su cabeza y se inclinó para estar a la altura de su pene para después volver a tomarlo con su mano, esta vez tomando en sus manos lo más que podía.

—Es muy grande y bonito…

Louis cerró los ojos, perdiendo la razón por completo ante el inocente tacto del menor contra su pene y Louis pensó que quizá sería buena idea sentir la dulce lengua de Harry contra su pene.

—También sabe bien. —Louis dijo sin pensar y después bajó la mirada y ver a Harry que tenía sus ojos abiertos. —Puedes probarlo, bebé. —susurró y colocó su mano en la mejilla del menor, acariciándola lentamente y alentándolo a probarlo.

Harry se sonrojó ligeramente y asintió un par de veces, acercó su rostro un poco más al pene del mayor y sacó su rosada lengua, lamiendo como un gatito el rosado glande provocando un sonrojo gemido de parte de Louis quien miraba atentamente como Harry lamía el glande con entusiasmo y poco a poco comenzaba a introducir su pene en su boca. Harry apretó los ojos mientras apretaba inconscientemente el pene al sentir como el glande golpeaba contra su garganta, obligándolo a sacarlo un poco de su boca, tosiendo repetidas veces y lagrimeando.

—Oh, cariño. No te fuerces, está bien… —susurró Louis acariciando su cabello y enredando sus largos dedos entre los rizos alborotados de Harry.

El menor alzó la mirada y asintió aún con su pene en su boca y volvió a meterlo, esta vez cuidando de no meterlo demasiado y entonces escuchó la suave voz de Louis entre gemidos, explicándole como debía subir y bajar su cabeza mientras él apretaba su cabello y tiraba de sus rizos cada vez que Harry intencionalmente chupaba el glande cuando sacaba su pene de su boca.

Louis le indicó como debía mover sus manos diciéndole que así sería un buen chico y haría a su papi disfrutar más de aquel excelente trabajo que Harry hacía.

El chico era un total inexperto, pero Louis quería alentarlo. Harry tenía una lengua deliciosa y Louis un pene caliente y listo para ser chupado lo más posible.

Louis gemía descontroladamente ante la dulce boca y manos del menor dándole toda la atención que necesitaba y de un momento a otro, perdió totalmente la cabeza, separando a Harry de su pene de un tirón en su cabello. El menor abrió los ojos sorprendido y relamió sus labios, dejando a un Louis más caliente, atrajo a Harry sobre sus muslos, sentándolo y acomodándolo sobre su pene haciendo lo menor para que quedase entre sus nalgas.

—¿Te gustó, bebé? —Louis susurró en su oído, estremeciendo por completo a Harry y provocando un fuerte escalofríos recorriéndole la espina dorsal.

—Sí, papi. —respondió el menor sumisamente. —Pero me molesta ahí abajo… —Harry bajó la vista e hizo una mueca dándole a Louis a entender que todo el problema venía de su pene. Louis sonrió con malicia y escabulló su mano hasta la entrepierna del menor, palpando su pene sobre la fina tela del pijama, haciendo que Harry soltase leves gemidos entre dientes. Louis lo tomó como una invitación para seguir y así lo hizo, sobando expertamente al menor y provocándole los mejores gemidos que Louis había escuchado jamás.

Harry ladeó su cabeza al sentir como la lengua de Louis lamía su cuello. Cerró sus ojos con fuerza al sentir como la experta mano de Louis se escabullía por dentro del pijama y diminuto bóxer en busca de su miembro erecto; Louis lo tomó en su mano y comenzó a moverla con rapidez, haciendo que menor se retorciera de placer, soltando gemidos cada vez más altos y haciéndole rogar por más.

Louis podía sentirse en las nubes al escuchar como su pequeño sobrino le pedía por ser tocado con más fuerza, con más rapidez. Louis quería ser un buen padre, así que él debía hacer lo que su pequeño le pidiese.

Louis lo acomodó sobre la cama y con un movimiento rápido lo despojó de su pijama y bóxer, lanzándolos al suelo a sabiendas de que no los necesitaría más. Miró a Harry de arriba hacia abajo, examinándolo libidinosamente y con descaro mientras relamía sus labios lentamente y se inclinaba para lamer la longitud del pequeño, haciéndole retorcerse y esconder su rostro en la almohada, gimiendo sin control su nombre y rogándole por más.

Se preguntó más de una vez como Harry podía verse tan bien de esa forma con tan solo once años de edad y con un pequeño cuerpo en crecimiento. Louis prefirió ignorar sus pensamientos y seguir con el divino placer que estaban propinándose los dos. Louis flexionó las delgadas, largas y pálidas piernas de Harry y con cuidado lo alzó un poco para dejar a la vista su preciosa entrada, rogándole en silencio ser tocada.

—Va a sentirse bien, cariño. —Louis prometió, dedicándole una sonrisa agradable y Harry le creyó, porque él siempre creía a lo que Louis decía porque siempre hacía cosas buenas para él y Harry estaba sintiéndose bien así que sólo aceptó, dejándose abrazar por ese nuevo sentimiento de placer que comenzaba a experimentar.

Louis acercó su rostro a su entrada y lamió con entusiasmo por encima y en círculos mientras apretaba con fuerza las nalgas de Harry y las separaba para ver cómo se abría deliciosamente su agujero. Harry apretaba las sabanas con fuerza y abría lo más que podía sus piernas mientras arqueaba su espalda cada vez que Louis metía su lengua dentro de él, torciéndola.

—¡Oh, papi! —Harry gimoteó. —¡Sigue, papi… sigue! —gimió fuertemente, dejando sus nudillos completamente blancos y alzó la cabeza para mirar a Louis.

—Te ves tan lindo. —susurró Louis al ver las mejillas de Harry completamente sonrojadas y su cabello todavía más alborotado. Estaba hecho un desastre gimiendo y sudoroso y Louis pensó que no podría ser más perfecto.

Quizá se sorprendió en no haber tenido todavía un orgasmo y el sólo hecho de tenerlo ahí tendido en su cama con las piernas abiertos y dispuesto a lamer su pene y ser lamido era totalmente excitante ante la enferma idea de Louis.

—Lámelos. —ordenó el mayor extendiendo su brazo y Harry obedientemente abrió su boca, chupando y lamiendo lo más que podía dos de los dedos de Louis y después de unos segundos Louis sacó sus dedos de golpe. —Voy a meterlos, amor. —avisó. —Dolerá un poco pero después, te prometo que se sentirá excelente. —Harry asintió confiado y pasó su mano por su frente, removiendo el sudor que se había acumulado en su frente.

Louis metió sus dedos dentro de Harry y miró como su rostro se tensaba y las sabanas eran exageradamente apretadas pero Harry no soltaba ni un sonido, en cambio, el apretaba su labio inferior con fuerza y sus ojos se mantenían cerrados mientras escondía su rostro en la almohada. Louis sonrió de lado y colocó su mano en su muslo, tratando de tranquilizarlo.

—Relájate, amor.

Harry soltó un suspiro y Louis comenzó a mover sus dedos dentro de él lentamente, tratando de acostumbrar a Harry a la actual invasión. Louis arqueó sus dedos tratando de encontrar ese punto sensible que sabía que haría a Harry explotar sin más. Él siguió su trabajo con sus dedos, moviéndolos cada vez más rápido mientras se deleitaba escuchando los gemidos de Harry que no cesaban.

Louis relamió sus labios y volvió a arquear sus dedos; Harry gimió más alto, arqueando su espalda y abriendo más sus piernas. Él abrió los ojos y alzó su cabeza, mirando a Louis con desesperación y siendo un desastre total en el momento. Louis volvió a mover sus dedos con agilidad, golpeando la próstata de Harry repetidas veces.

Harry no lo soportó y se corrió de un grito ahogado, sus ojos se cerraron rápidamente y su espalda se arqueó mientras un listón de semen caía manchando su abdomen. Su respiración se aceleró aún más y Louis sacó sus dedos lentamente para después darle una última lamida a su entrada. Él se acomodó a su lado y atrajo a Harry más cerca, envolviéndolo en sus brazos.

—¿Cómo se sintió, bebé? —susurró Louis plantando un beso en su cabeza.

—Muy rico, papi. ¿Lo repetiremos?

—Todas las veces que quieras…

por **wylan** Sáb 30 Ago 2014, 11:04 pm

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Big and cute. (Larry Stylinson. Underage)

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