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Skin hecho por Hardrock de Captain Knows Best. Personalización del skin por Insxne.
Gráficos por y codes hechos por Kaffei e Insxne.
Gráficos por y codes hechos por Kaffei e Insxne.
The Connection.
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Re: The Connection.
por Invitado Dom 07 Sep 2014, 5:16 pm
OH POR TODOS LO DIOSES DEL OLIMPO. 
Está hermoso, Teph. ;-; Amé a Richie desde el primer párrafo y y y y es tan lindo, ahre. Idk, me gustó la parte que encuentra a su conectora porque fue tan WOW, QUÉ PASA ACÁ.
También amé mucho la parte de Kay y todo el drama de sus papás, estuvo genial.
Pd: Espero el cap de Cami.
Pd2: Tengo que decidir con quién se va a quedar Beth. U.u
Está hermoso, Teph. ;-; Amé a Richie desde el primer párrafo y y y y es tan lindo, ahre. Idk, me gustó la parte que encuentra a su conectora porque fue tan WOW, QUÉ PASA ACÁ.También amé mucho la parte de Kay y todo el drama de sus papás, estuvo genial.
Pd: Espero el cap de Cami.
Pd2: Tengo que decidir con quién se va a quedar Beth. U.u
Invitado
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Re: The Connection.
por bucky barnes. Mar 09 Sep 2014, 2:31 pm
puede, puede ser que me retrase un poquito más. nada muy grave, espero antes del viernes la verdad. aviso por las dudas, asi están notificadas (?). ily.
bucky barnes.
Re: The Connection.
por Invitado Miér 10 Sep 2014, 8:35 am
creo que como saben, estoy castigada. pero pude escabullirme, y bue. en fin. Teph, tu capítulo fue maravilloso, me encanta como narras;-; richie me cae bien, y el momento en que encontró a su conectora fue re KE yyY bueno, me encanto en serio. espero a cami<33.
Invitado
Invitado
Re: The Connection.
por bucky barnes. Jue 11 Sep 2014, 7:56 pm
✖ Sebastian Whittemore. Rebelde.
1126 horas. Pennsylvania.
El tramo de vuelta había sido más tranquilo de lo esperado, incluso si la luz del día nos dejaba completamente visibles. Desde el hospital hasta la ruta que nos llevaba al bosque habíamos pasado desapercibidos de las patrullas de las fuerzas CAT y no se escuchaba ningún ruido de sirenas, gritos o disparos, y ese silencio era una de las cosas que indicaban que toda la misión había sido limpia y rápida. Incluso en la entrada a los bosques no se escuchaban más ruidos que las ramas crujiendo bajo el peso de las ruedas del transporte y el sonido de armas siendo descargadas.
Quito el broche que sostiene el cinturón de mi pecho y saco los cuchillos que llevo atados en los tobillos y las mangas, así como las armas debajo de la camiseta negra. Los tiro en el suelo entre mis pies, y me dedico un momento a observar al resto del grupo. La mayoría de los que habían ido a esta misión se encuentran mirando a lugares fijos, hay algunos que se encuentran hablando. Lucen cansados, pero también satisfechos.
—Richie no ha vuelto con nosotros, dijo que nos alcanzaría luego —la voz sale de mi garganta con menos fuerza de la esperada, pero aún así logran escuchar—. ¿Alguien sabe qué sucedió?
—Salió del hospital algo alterado —responde la voz de un chico a quien reconozco como Noah—. Volverá.
—Estará bien, mientras no esté así de alterado porque alguien lo descubrió.
Ese pensamiento no surge de la nada. La cantidad de veces en las que una misión ha salido mal han sido incontables —y esta puede no ser una excepción— pero siempre hemos logrado eliminar cualquier pista que llevara al Gobierno hacia nosotros. No son tan detallistas como pretenden serlo, e incluso si lo son, las células rebeldes siempre llevan la delantera. Si, la gente que vive en las ciudades puede estar bajo control, pero siempre habrá algo imposible de ver. Y ese algo somos nosotros.
El camión se detiene un momento para abrir las rejas que cierran el predio, unas rejas con aspecto viejo que decidimos utilizar como cierre del perímetro. Cuando vuelve a arrancar, nos ponemos en pie y comenzamos a tomar las cosas que debemos entrar al refugio temporal. Una de las chicas que habíamos nombrado para ser la carnada en la misión, Bobbie, baja detrás de mí y me decido a ayudarla con las dos cajas medianas que lleva entre brazos.
—Gracias —murmura dando un salto para bajar del camión. Asiento levemente y comienzo a caminar junto a ella.
—Sabes, para ser tu primera vez con un rol así en una misión —hablo con el vapor blanco saliendo de mi boca gracias al frío—, ha salido muy bien. ¿Qué tal si te tenemos en cuenta para otras veces?
La castaña sonríe dejando una de las cajas y asiente, murmurando un simple sí y entrando al refugio desapareciendo de mi vista.
Al bajar las cajas llenas de medicamentos, utensilios y demás cosas de hospital comienzan a escucharse aplausos y risotadas del resto de los rebeldes, la gran mayoría mindscapers. Todo indica que el panorama es más que bueno, y el miedo de que el retraso de Richie sea porque alguien nos había descubierto desaparece. Incluso si no he escuchado todo lo que han dicho los del grupo de hoy.
— ¿Qué has visto en las cámaras? —me acerco a Rick mientras lo ayudo a bajar una pila de dos cajas llenas de botellas de pastillas— ¿Alguien nos ha visto?
—No, y todo ha sido perfectamente borrado de las computadoras del hospital —habla con un aire de superioridad, y aunque no puedo ver su rostro, sé que está sonriendo orgulloso—. No espero que dudes de mí.
Una risa se escapa de mi boca mientras el peso de las cajas cae completamente sobre las palmas de mis manos.
—Si veo que hay alguna caja de píldoras vacía, comenzaré a hacerlo.
—Sebastian, tienes suerte de que no te saque a patadas del grupo —bromea el moreno.
Ruedo los ojos mientras sigo moviendo los pies hacia la entrada. Rick no es alguien a quien consideraría mi amigo, pero sé que puedo confiar en él incluso si lo que digo es algo impensable. Con los dos años que habíamos trabajando juntos, las cosas que habíamos visto y todo lo que habíamos hecho, no tenía razón para pensar que él me defraudaría, y mucho menos hacerlo yo. Ambos habíamos cumplido más de un favor el uno al otro e incluso planeado algunas estrategias de ataque, y me sentía cómodo teniendo alguien en el grupo en quien confiar completamente en cosas que normalmente guardaría para mí mismo.
—Me necesitas más que a nadie, quiero que lo recuerdes —murmuro lo suficientemente alto para que logre escucharme. De pronto, recuerdo en preguntarle lo que había estado haciendo por mí durante la misión y una sensación de nervios me golpea de repente. Sé que no podría haber pasado nada; nadie mencionó nada de lo que debería preocuparme, pero no puedo evitar la sensación.
Un bufido se escucha de su parte. Cuando abro la boca para preguntar, un grupo de rebeldes se acerca para ayudarnos a tomar y contar lo que está dentro de las cajas y sé que la oportunidad está perdida. No puedo preguntarlo en voz alta, y sin filmaciones, el único que puede darme lo que necesito es Rick.
No, no es el único. Pero sí es el más seguro.
1302 horas.
La guardia me toca esa misma tarde, momento que aprovecho para pensar en lo que podría haber pasado con Audrey durante al ataque. Sabía que ella estaría en el hospital por la mañana, y el único que era consciente de eso era Rick, por lo que podría haber pasado cualquier cosa. Ella y yo no éramos nada más que muy buenos amigos, y por mucho que me doliera tener que dejarla de lado al unirme al grupo rebelde, era una consecuencia que estaba dispuesto a soportar si eso significaba darle la libertad de elegir a su pareja a ella — y al resto de las personas. Nos habíamos conocido años antes cuando ambos éramos adolescentes en un estúpido curso de español, y desde el primer momento no pude dejar de adorarla. No solo como amiga, sino como persona, tan amistosa y carismática todo el tiempo. Supongo que necesitaba algo así en ese tiempo, algo que me alejara de toda la seriedad y el mal humor de mi familia. Ella cambió algo que había que cambiar.
Incluso con el distanciamiento que tuvimos, ella siendo parte de la clase alta y yo, rebelde, nunca dejé de preocuparme por su seguridad. Y ahora, aún más.
Harto de tener que esperar para quitar la duda de mi cabeza, tomo el comunicador para contactar a Rick.
—Sebastian —contesta su voz, claramente esta hablando con la boca llena de comida. Es la hora del almuerzo—. Ya sé que es lo que quieres.
—Sí, y lo necesito ahora, Rick. Estoy al este fuera de las rejas.
Al guardar el comunicador, otra chica vestida de negro aparece con su arma descansando en su espalda, claramente también haciendo guardia. Llamo su atención con un silbido y le hago señas, tratando de decirle que vaya hacia el otro lado. Ella asiente y desaparece en el mismo momento que Rick llega a mi lado.
— ¿Y bien? ¿Estaba ella ahí?
Trato de ser lo más directo que puedo y el líder capta el mensaje, acercándose a mí para poder hablar en un tono más bajo.
—Estaba, sí. Se topó con Richie, al parecer no podían encontrar una tarjeta para abrir la puerta y no había otras enfermeras allí. Él la agarró y la utilizó para entrar, pero no está herida.
Un suspiro de alivio escapa de mi boca al escuchar sus palabras. Audrey está bien, y la última cosa que me preocupaba de la misión ya está clara. Pero al ver la cara de Rick de nuevo sé que tiene algo para decir.
—Escúpelo —digo presionando el puente de mi nariz, exasperado.
—Las grabaciones tenían un muy mal audio, y estoy dispuesto a dártelas si las necesitas. Pero creo que es algo que deberías hablar con Richie.
— ¿A qué te refieres? —la voz sale de mi boca algo rasposa, confundida.
—Repito, que tenía muy mal audio, y puede ser que esté equivocado —comienza a hablar, claramente para calmarme—; pero creo que estos dos son conectores.
✖ Keira Elizabeth Wryett. Asistente.
1335 horas. Chicago.
A partir de las once de la mañana, la Casa Central de Datos de Chicago se convirtió en un desastre de faxes, teléfonos sonando, computadoras encendidas y agentes del CAT esparcidos al lado de cada uno de los trabajadores. Mientras doy un sorbo a la pobre taza de café que había logrado conseguir de la máquina antes de que uno de los agentes vestidos de color verde pardo, con las letras escritas en blanco en su pecho me tomara del brazo y me arrastrara a uno de los puestos con computadoras, viene uno de mis jefes y me entrega un pequeño pen—drive para que lo ponga en mi computadora.
—Vas a ver las declaraciones en vivo, si ves algo sospechoso, lo informas —me explica mientras conecto el dispositivo—. El agente Waldorf va a estar supervisándote hasta que decida que puedes irte.
Ruedo los ojos mientras mi jefe, un hombre barrigón y con media pelada se aleja y va hacia otro de los puestos.
Con la noticia del ataque en Pennsylvania, la rutina se modificó totalmente. Al ser la central de la red del centro del país toda la información comienza a llegar a nosotros, y gente que no tiene ni idea de cómo registrar declaraciones policiales —como yo, claramente— es obligada a hacer lo que debería estar haciendo otro tipo de personas. Exasperada, presioné una tecla de la computadora y comencé a ver los videos, descansando mi espalda en el respaldo de la silla.
“No he visto nada en el momento del ataque” decía una enfermera en la pantalla. “Tres chicos entraron heridos minutos antes y yo estaba atendiéndolos”.
La enfermera tiene un aspecto cansado, el cabello rubio reseco y la tez pálida, como si se pasara su vida en el hospital. No le presto demasiada atención a la declaración; ella no parecía tener nada que ver. El agente detrás de mí tampoco parece muy concentrado, jugando con una de las cargas para una calibre. Paso a otra declaración: un doctor calvo, con barba de color blanco.
“Vi cuando ingresaron al hospital, había un grupo esperando afuera pero no pude ver sus caras. Parecían estar custodiando el frente”.
El doctor tampoco parecía tener algo que ver, así que espero a que otra declaración entre en la computadora. Esta vez es una señora de tercera edad. Pero antes de que comience a hablar mi silla retrocede con fuerza y saca un grito de mi boca.
—Muy bien, eso es suficiente. No estás haciendo el mejor trabajo. Levántate y vete —habla serio el agente a mi lado, tomándome del brazo y empujándome hacia el pasillo, mientras otro agente trae a otra chica para ocupar mi puesto.
Quiero protestar, pero sé que hacerlo me llevaría directo a la cárcel, así que decido tomar mi bolso con cuidado y caminar a la salida del edificio. Muestro mi tarjeta al salir, y con tres pasos ya estoy en medio de las calles de Chicago.
Siempre ha sido así: cuando hay un ataque rebelde en cualquier ciudad del país, agentes del CAT comienzan a revisarnos a nosotros, lo que hacemos, y es muy obvio decir que la mayoría del tiempo nos maltratan. Sin embargo nunca podemos quejarnos; el resto de la gente no debe saber que sufrimos abuso porque el Gobierno quedaría con un muy, muy mal papel. No es como si me importara, pero sé que tengo una buena vida, y no voy a luchar sola por ella.
Me dirijo a una pequeña cafetería en medio de la avenida —ya que no he comido nada en toda la mañana, y tampoco era como si los CAT me llevaran algo para comer— intentando esquivar toda la gente que puedo en las calles, aunque termino chocando con más de una persona en el intento. La vida en Chicago es siempre igual, hay tumultos de gente yendo para aquí y para allá a toda hora, todos están ocupados, nadie puede hacer nada más que trabajar.
Es una vida muy aburrida, pero la gente se conforma con eso si tiene casa y comida.
Entrando a la cafetería, me siento en una mesa pequeña y espero a que alguien tome mi orden, observando el televisor pasando las noticias de hoy. Estoy harta de eso, así que bajo la vista y comienzo a mirar mi móvil sin hacer nada específico.
Algunas fotos del grupo vestido de negro aparecen de tanto en tanto. Los rebeldes siempre me han parecido un grupo fascinante, bien organizado. Al final, sin importar lo que digan en la televisión tratando de convencer a la gente de que los CAT los tienen pisándoles los talones, nunca son encontrados. Y pelean por una causa justa. Sí, las conexiones serían estupendas si funcionaran, pero no lo hacen. Yo, a mis veinticinco, jamás he hecho la prueba de mi conexión. ¿Me interesa saber quién es mi conector? Si… Y no. No quiero descubrir que es alguien con quien jamás me llevaría bien; no quiero descubrir a alguien de quien me enamore pero que no me ame de vuelta.
El sonido de la llamada entrante interrumpe mis pensamientos. Es mi madre. Suelto un gran suspiro y levanto el teléfono.
— ¿Hola?
“¡Keira! Oh, hija, es tan bueno escuchar tu voz. Te extraño tanto, yo no…”.
Su voz suena temblorosa y también torpe, como si no pudiera formular las palabras.
—Mamá, ¿estás drogada? ¿De nuevo?
“No, no… ¡Estoy llena de alegría! ¿Has visto como los rebeldes han atacado ese hospital?”.
Mi madre siempre ha sido opositora al gobierno, y no me parece raro que llame en este momento para festejar el suceso de Pennsylvania. Ruedo los ojos, ya sé que es lo próximo que dirá.
“Irías tan bien en ese grupo, Keira. Tu rebeldía funcionaría muy bien ahí...”.
1126 horas. Pennsylvania.
El tramo de vuelta había sido más tranquilo de lo esperado, incluso si la luz del día nos dejaba completamente visibles. Desde el hospital hasta la ruta que nos llevaba al bosque habíamos pasado desapercibidos de las patrullas de las fuerzas CAT y no se escuchaba ningún ruido de sirenas, gritos o disparos, y ese silencio era una de las cosas que indicaban que toda la misión había sido limpia y rápida. Incluso en la entrada a los bosques no se escuchaban más ruidos que las ramas crujiendo bajo el peso de las ruedas del transporte y el sonido de armas siendo descargadas.
Quito el broche que sostiene el cinturón de mi pecho y saco los cuchillos que llevo atados en los tobillos y las mangas, así como las armas debajo de la camiseta negra. Los tiro en el suelo entre mis pies, y me dedico un momento a observar al resto del grupo. La mayoría de los que habían ido a esta misión se encuentran mirando a lugares fijos, hay algunos que se encuentran hablando. Lucen cansados, pero también satisfechos.
—Richie no ha vuelto con nosotros, dijo que nos alcanzaría luego —la voz sale de mi garganta con menos fuerza de la esperada, pero aún así logran escuchar—. ¿Alguien sabe qué sucedió?
—Salió del hospital algo alterado —responde la voz de un chico a quien reconozco como Noah—. Volverá.
—Estará bien, mientras no esté así de alterado porque alguien lo descubrió.
Ese pensamiento no surge de la nada. La cantidad de veces en las que una misión ha salido mal han sido incontables —y esta puede no ser una excepción— pero siempre hemos logrado eliminar cualquier pista que llevara al Gobierno hacia nosotros. No son tan detallistas como pretenden serlo, e incluso si lo son, las células rebeldes siempre llevan la delantera. Si, la gente que vive en las ciudades puede estar bajo control, pero siempre habrá algo imposible de ver. Y ese algo somos nosotros.
El camión se detiene un momento para abrir las rejas que cierran el predio, unas rejas con aspecto viejo que decidimos utilizar como cierre del perímetro. Cuando vuelve a arrancar, nos ponemos en pie y comenzamos a tomar las cosas que debemos entrar al refugio temporal. Una de las chicas que habíamos nombrado para ser la carnada en la misión, Bobbie, baja detrás de mí y me decido a ayudarla con las dos cajas medianas que lleva entre brazos.
—Gracias —murmura dando un salto para bajar del camión. Asiento levemente y comienzo a caminar junto a ella.
—Sabes, para ser tu primera vez con un rol así en una misión —hablo con el vapor blanco saliendo de mi boca gracias al frío—, ha salido muy bien. ¿Qué tal si te tenemos en cuenta para otras veces?
La castaña sonríe dejando una de las cajas y asiente, murmurando un simple sí y entrando al refugio desapareciendo de mi vista.
Al bajar las cajas llenas de medicamentos, utensilios y demás cosas de hospital comienzan a escucharse aplausos y risotadas del resto de los rebeldes, la gran mayoría mindscapers. Todo indica que el panorama es más que bueno, y el miedo de que el retraso de Richie sea porque alguien nos había descubierto desaparece. Incluso si no he escuchado todo lo que han dicho los del grupo de hoy.
— ¿Qué has visto en las cámaras? —me acerco a Rick mientras lo ayudo a bajar una pila de dos cajas llenas de botellas de pastillas— ¿Alguien nos ha visto?
—No, y todo ha sido perfectamente borrado de las computadoras del hospital —habla con un aire de superioridad, y aunque no puedo ver su rostro, sé que está sonriendo orgulloso—. No espero que dudes de mí.
Una risa se escapa de mi boca mientras el peso de las cajas cae completamente sobre las palmas de mis manos.
—Si veo que hay alguna caja de píldoras vacía, comenzaré a hacerlo.
—Sebastian, tienes suerte de que no te saque a patadas del grupo —bromea el moreno.
Ruedo los ojos mientras sigo moviendo los pies hacia la entrada. Rick no es alguien a quien consideraría mi amigo, pero sé que puedo confiar en él incluso si lo que digo es algo impensable. Con los dos años que habíamos trabajando juntos, las cosas que habíamos visto y todo lo que habíamos hecho, no tenía razón para pensar que él me defraudaría, y mucho menos hacerlo yo. Ambos habíamos cumplido más de un favor el uno al otro e incluso planeado algunas estrategias de ataque, y me sentía cómodo teniendo alguien en el grupo en quien confiar completamente en cosas que normalmente guardaría para mí mismo.
—Me necesitas más que a nadie, quiero que lo recuerdes —murmuro lo suficientemente alto para que logre escucharme. De pronto, recuerdo en preguntarle lo que había estado haciendo por mí durante la misión y una sensación de nervios me golpea de repente. Sé que no podría haber pasado nada; nadie mencionó nada de lo que debería preocuparme, pero no puedo evitar la sensación.
Un bufido se escucha de su parte. Cuando abro la boca para preguntar, un grupo de rebeldes se acerca para ayudarnos a tomar y contar lo que está dentro de las cajas y sé que la oportunidad está perdida. No puedo preguntarlo en voz alta, y sin filmaciones, el único que puede darme lo que necesito es Rick.
No, no es el único. Pero sí es el más seguro.
***
1302 horas.
La guardia me toca esa misma tarde, momento que aprovecho para pensar en lo que podría haber pasado con Audrey durante al ataque. Sabía que ella estaría en el hospital por la mañana, y el único que era consciente de eso era Rick, por lo que podría haber pasado cualquier cosa. Ella y yo no éramos nada más que muy buenos amigos, y por mucho que me doliera tener que dejarla de lado al unirme al grupo rebelde, era una consecuencia que estaba dispuesto a soportar si eso significaba darle la libertad de elegir a su pareja a ella — y al resto de las personas. Nos habíamos conocido años antes cuando ambos éramos adolescentes en un estúpido curso de español, y desde el primer momento no pude dejar de adorarla. No solo como amiga, sino como persona, tan amistosa y carismática todo el tiempo. Supongo que necesitaba algo así en ese tiempo, algo que me alejara de toda la seriedad y el mal humor de mi familia. Ella cambió algo que había que cambiar.
Incluso con el distanciamiento que tuvimos, ella siendo parte de la clase alta y yo, rebelde, nunca dejé de preocuparme por su seguridad. Y ahora, aún más.
Harto de tener que esperar para quitar la duda de mi cabeza, tomo el comunicador para contactar a Rick.
—Sebastian —contesta su voz, claramente esta hablando con la boca llena de comida. Es la hora del almuerzo—. Ya sé que es lo que quieres.
—Sí, y lo necesito ahora, Rick. Estoy al este fuera de las rejas.
Al guardar el comunicador, otra chica vestida de negro aparece con su arma descansando en su espalda, claramente también haciendo guardia. Llamo su atención con un silbido y le hago señas, tratando de decirle que vaya hacia el otro lado. Ella asiente y desaparece en el mismo momento que Rick llega a mi lado.
— ¿Y bien? ¿Estaba ella ahí?
Trato de ser lo más directo que puedo y el líder capta el mensaje, acercándose a mí para poder hablar en un tono más bajo.
—Estaba, sí. Se topó con Richie, al parecer no podían encontrar una tarjeta para abrir la puerta y no había otras enfermeras allí. Él la agarró y la utilizó para entrar, pero no está herida.
Un suspiro de alivio escapa de mi boca al escuchar sus palabras. Audrey está bien, y la última cosa que me preocupaba de la misión ya está clara. Pero al ver la cara de Rick de nuevo sé que tiene algo para decir.
—Escúpelo —digo presionando el puente de mi nariz, exasperado.
—Las grabaciones tenían un muy mal audio, y estoy dispuesto a dártelas si las necesitas. Pero creo que es algo que deberías hablar con Richie.
— ¿A qué te refieres? —la voz sale de mi boca algo rasposa, confundida.
—Repito, que tenía muy mal audio, y puede ser que esté equivocado —comienza a hablar, claramente para calmarme—; pero creo que estos dos son conectores.
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✖ Keira Elizabeth Wryett. Asistente.
1335 horas. Chicago.
A partir de las once de la mañana, la Casa Central de Datos de Chicago se convirtió en un desastre de faxes, teléfonos sonando, computadoras encendidas y agentes del CAT esparcidos al lado de cada uno de los trabajadores. Mientras doy un sorbo a la pobre taza de café que había logrado conseguir de la máquina antes de que uno de los agentes vestidos de color verde pardo, con las letras escritas en blanco en su pecho me tomara del brazo y me arrastrara a uno de los puestos con computadoras, viene uno de mis jefes y me entrega un pequeño pen—drive para que lo ponga en mi computadora.
—Vas a ver las declaraciones en vivo, si ves algo sospechoso, lo informas —me explica mientras conecto el dispositivo—. El agente Waldorf va a estar supervisándote hasta que decida que puedes irte.
Ruedo los ojos mientras mi jefe, un hombre barrigón y con media pelada se aleja y va hacia otro de los puestos.
Con la noticia del ataque en Pennsylvania, la rutina se modificó totalmente. Al ser la central de la red del centro del país toda la información comienza a llegar a nosotros, y gente que no tiene ni idea de cómo registrar declaraciones policiales —como yo, claramente— es obligada a hacer lo que debería estar haciendo otro tipo de personas. Exasperada, presioné una tecla de la computadora y comencé a ver los videos, descansando mi espalda en el respaldo de la silla.
“No he visto nada en el momento del ataque” decía una enfermera en la pantalla. “Tres chicos entraron heridos minutos antes y yo estaba atendiéndolos”.
La enfermera tiene un aspecto cansado, el cabello rubio reseco y la tez pálida, como si se pasara su vida en el hospital. No le presto demasiada atención a la declaración; ella no parecía tener nada que ver. El agente detrás de mí tampoco parece muy concentrado, jugando con una de las cargas para una calibre. Paso a otra declaración: un doctor calvo, con barba de color blanco.
“Vi cuando ingresaron al hospital, había un grupo esperando afuera pero no pude ver sus caras. Parecían estar custodiando el frente”.
El doctor tampoco parecía tener algo que ver, así que espero a que otra declaración entre en la computadora. Esta vez es una señora de tercera edad. Pero antes de que comience a hablar mi silla retrocede con fuerza y saca un grito de mi boca.
—Muy bien, eso es suficiente. No estás haciendo el mejor trabajo. Levántate y vete —habla serio el agente a mi lado, tomándome del brazo y empujándome hacia el pasillo, mientras otro agente trae a otra chica para ocupar mi puesto.
Quiero protestar, pero sé que hacerlo me llevaría directo a la cárcel, así que decido tomar mi bolso con cuidado y caminar a la salida del edificio. Muestro mi tarjeta al salir, y con tres pasos ya estoy en medio de las calles de Chicago.
Siempre ha sido así: cuando hay un ataque rebelde en cualquier ciudad del país, agentes del CAT comienzan a revisarnos a nosotros, lo que hacemos, y es muy obvio decir que la mayoría del tiempo nos maltratan. Sin embargo nunca podemos quejarnos; el resto de la gente no debe saber que sufrimos abuso porque el Gobierno quedaría con un muy, muy mal papel. No es como si me importara, pero sé que tengo una buena vida, y no voy a luchar sola por ella.
Me dirijo a una pequeña cafetería en medio de la avenida —ya que no he comido nada en toda la mañana, y tampoco era como si los CAT me llevaran algo para comer— intentando esquivar toda la gente que puedo en las calles, aunque termino chocando con más de una persona en el intento. La vida en Chicago es siempre igual, hay tumultos de gente yendo para aquí y para allá a toda hora, todos están ocupados, nadie puede hacer nada más que trabajar.
Es una vida muy aburrida, pero la gente se conforma con eso si tiene casa y comida.
Entrando a la cafetería, me siento en una mesa pequeña y espero a que alguien tome mi orden, observando el televisor pasando las noticias de hoy. Estoy harta de eso, así que bajo la vista y comienzo a mirar mi móvil sin hacer nada específico.
Algunas fotos del grupo vestido de negro aparecen de tanto en tanto. Los rebeldes siempre me han parecido un grupo fascinante, bien organizado. Al final, sin importar lo que digan en la televisión tratando de convencer a la gente de que los CAT los tienen pisándoles los talones, nunca son encontrados. Y pelean por una causa justa. Sí, las conexiones serían estupendas si funcionaran, pero no lo hacen. Yo, a mis veinticinco, jamás he hecho la prueba de mi conexión. ¿Me interesa saber quién es mi conector? Si… Y no. No quiero descubrir que es alguien con quien jamás me llevaría bien; no quiero descubrir a alguien de quien me enamore pero que no me ame de vuelta.
El sonido de la llamada entrante interrumpe mis pensamientos. Es mi madre. Suelto un gran suspiro y levanto el teléfono.
— ¿Hola?
“¡Keira! Oh, hija, es tan bueno escuchar tu voz. Te extraño tanto, yo no…”.
Su voz suena temblorosa y también torpe, como si no pudiera formular las palabras.
—Mamá, ¿estás drogada? ¿De nuevo?
“No, no… ¡Estoy llena de alegría! ¿Has visto como los rebeldes han atacado ese hospital?”.
Mi madre siempre ha sido opositora al gobierno, y no me parece raro que llame en este momento para festejar el suceso de Pennsylvania. Ruedo los ojos, ya sé que es lo próximo que dirá.
“Irías tan bien en ese grupo, Keira. Tu rebeldía funcionaría muy bien ahí...”.
- ¡Notas!:
- El capitulo no es lo que esperaba, porque quería narrar más de la vida de Keira, la vida civil, pero me di cuenta de que tiene una vida muy aburrida ;-; En fin, traté de mostrar un poco como actúan los CAT en contraste con como los ve la gente, como fuerzas perfectas, etcétera. En cuanto a Sebastian, nada, me gustó mucho más lo que escribí para él ;-;
Prometo hacerlo mucho, mucho mejor la próxima vez.
Sigue Hook aka Steph <3.
Última edición por bucky barnes. el Vie 12 Sep 2014, 5:52 am, editado 1 vez
bucky barnes.
Re: The Connection.
por peralta. Jue 11 Sep 2014, 8:11 pm
me toca a mi me pongo a leer los dos capítulos que subieron y escribo
Pushon, actualiza la lista de los personajes por favor u_u
me pongo a leer los dos capítulos que subieron y escribo Pushon, actualiza la lista de los personajes por favor u_u
peralta.
---------
Re: The Connection.
por Invitado Vie 12 Sep 2014, 9:59 am
Estuvo hermoso. D:Amo a Sebastian, así mucho, mucho, muchísimo. Y Keira es tan genial. ;-;-; Ahre, ustedes afectan mis feels, vieron. :c
Well, espero el capítulo de Steph.
Invitado
Invitado
Re: The Connection.
por khaleesi. Vie 12 Sep 2014, 6:37 pm
CAMIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIII. 
dios, no sé por donde empezar. A ver. Es gracioso MUY GRACIOSO, que hayas expresado tu miedo por no estar "a la altura". dios. cami, durante todo tu capítulo, sentí que estaba leyendo una novela publicada en papel. me hizo acordar mucho a legend, lsdfhsflfhsl. lo amé. las descripciones, dios. muero. pero me encantó eso de que pareciera una puta novela. escribís como los dioses.
en fín. SEBASTIAN. dios. sebastian es un, ay. diría ternura, cupcake u otros adjetivos, pero el es duro. se nota. pero me enamoré eternamente. lo amo. como ayudo a bobbie.
morí. es simpático, pero tiene esa aire misterioso que atrapa. y se preocupó por audrey, yo pensaba que era algo super serio, no sé. pero era audrey, y que mueva tanto por saber si alguien está bien me hace quererlo como él y como "capitán" de las fuerzas ))))): lo amo))))))):
y keira, me encanta que trabaje en el gobierno, da un aire distintivo. además que jennifer diosa. LDSHFSDLFDHGDFLGDHF.
PERFECTO. AY.
Espero el de stepho.
dios, no sé por donde empezar. A ver. Es gracioso MUY GRACIOSO, que hayas expresado tu miedo por no estar "a la altura". dios. cami, durante todo tu capítulo, sentí que estaba leyendo una novela publicada en papel. me hizo acordar mucho a legend, lsdfhsflfhsl. lo amé. las descripciones, dios. muero. pero me encantó eso de que pareciera una puta novela. escribís como los dioses.
en fín. SEBASTIAN. dios. sebastian es un, ay. diría ternura, cupcake u otros adjetivos, pero el es duro. se nota. pero me enamoré eternamente. lo amo. como ayudo a bobbie.
morí. es simpático, pero tiene esa aire misterioso que atrapa. y se preocupó por audrey, yo pensaba que era algo super serio, no sé. pero era audrey, y que mueva tanto por saber si alguien está bien me hace quererlo como él y como "capitán" de las fuerzas ))))): lo amo))))))):y keira, me encanta que trabaje en el gobierno, da un aire distintivo. además que jennifer diosa. LDSHFSDLFDHGDFLGDHF.
PERFECTO. AY.
Espero el de stepho.
khaleesi.
---
Re: The Connection.
por Kurisu Vie 12 Sep 2014, 8:26 pm
iebfuebgfeon Cami es que OMG tu capítulo fue INCREÍBLE esta novela me esta sacando los feelings y las voy a matar por escribir sensualmente bien :')
Sebastian tiene su lado malo y duro de malo con pelo en pecho (?) pero luego conoces esa faceta del Sebastian amable y dulce que se preocupa por sus amigos y que siempre está con ellos pase lo que pase :') Ay es tan hermoso :dogefeeels:
Y luego cuando Rick le dice: "pero creo que estos dos son conectores". No, no, no y NOOOO me estaba muriendo estaba a punto de gritar y correr por la cuadra porqueaunque ya sabía verdad me entraron las ganas de saber más y ya quiero
Y Keira, Keira me re que te encanto, no sé ver el lado malo de CAT fue increíble y me gusto mucho que su mamá sea toda una rebelde xddd debes de hacer algo para que Keira y su mamá se vayan juntas con los rebeldes JAJAJAJA xdd sería épico plz xddd
LO AME CAMI LO AMEEE POR COMPLETO escribes fabuloso fabuloso
Esperemos a Steph
Saludos<333
Sebastian tiene su lado malo y duro de malo con pelo en pecho (?) pero luego conoces esa faceta del Sebastian amable y dulce que se preocupa por sus amigos y que siempre está con ellos pase lo que pase :') Ay es tan hermoso :dogefeeels:
Y luego cuando Rick le dice: "pero creo que estos dos son conectores". No, no, no y NOOOO me estaba muriendo estaba a punto de gritar y correr por la cuadra porque
Y Keira, Keira me re que te encanto, no sé ver el lado malo de CAT fue increíble y me gusto mucho que su mamá sea toda una rebelde xddd debes de hacer algo para que Keira y su mamá se vayan juntas con los rebeldes JAJAJAJA xdd sería épico plz xddd
LO AME CAMI LO AMEEE POR COMPLETO
escribes fabuloso fabuloso Esperemos a Steph
Saludos<333
Kurisu
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Re: The Connection.
por Invitado Sáb 13 Sep 2014, 5:56 pm
perdón por no comentar antes, no me había conectado. igual, ya lo había leído pero lo hago de nuevo y comento((:
Invitado
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Re: The Connection.
por Invitado Dom 14 Sep 2014, 7:15 pm
¡ESTUVO RE CONTRA BUENO! 
de verdad, omg, amo esta nc, los capítulos entretienen muchísimo<33333. sebastian es un tipo duro, sí pero se preocupa y eso lo deja ver a su modo(?) puede ser un pijo total pero es bueno y dulce, aunque lo niegue :jum: yo pensaba que le iba a dar una patada a audrey PERO NO, ahrre. encima, rick con los conectores y todo eso NO ME JODAS jksjslk. y keira, amo que hayas incluido a los civiles porque tantos rebeldes como que ¿DÓNDE ESTÁN LOS CIVILES? ahrre, bueno. es una chica dulce y no sé el lado de CAT está re bueno... para un civil, bueno. no sé que más decir, me encantó el capítulo(((: perdón si no es un comentario muy bonito pero se me fue la inspiración, espero a steph. <33333
de verdad, omg, amo esta nc, los capítulos entretienen muchísimo<33333. sebastian es un tipo duro, sí pero se preocupa y eso lo deja ver a su modo(?) puede ser un pijo total pero es bueno y dulce, aunque lo niegue :jum: yo pensaba que le iba a dar una patada a audrey PERO NO, ahrre. encima, rick con los conectores y todo eso NO ME JODAS jksjslk. y keira, amo que hayas incluido a los civiles porque tantos rebeldes como que ¿DÓNDE ESTÁN LOS CIVILES? ahrre, bueno. es una chica dulce y no sé el lado de CAT está re bueno... para un civil, bueno. no sé que más decir, me encantó el capítulo(((: perdón si no es un comentario muy bonito pero se me fue la inspiración, espero a steph. <33333Invitado
Invitado
Re: The Connection.
por peralta. Lun 15 Sep 2014, 10:31 pm
ya voy ya voy 
no he escrito nada pero el capítulo ya lo tengo ideado, calma u_U
no he escrito nada pero el capítulo ya lo tengo ideado, calma u_Uperalta.
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Re: The Connection.
por bucky barnes. Miér 17 Sep 2014, 9:31 pm
ni siquiera tuve tiempo para responder los comentarios omg. estoy super ocupada. me encanta que piensen todas igual de sebastian, que es un chico duro pero en realidad es un bb con muchos feelings 
y keira idk, sigue sin convencerme esa parte, pero me alegro que les haya gustado, me alegraron el día
espero el de steph obvio
y keira idk, sigue sin convencerme esa parte, pero me alegro que les haya gustado, me alegraron el día espero el de steph obvio
bucky barnes.
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