fraternities war.

PASA EL MOUSE POR LA IMAGEN. CODE BY TOBIAS.

Susan.

Cuando despierto a la mañana siguiente mi cabeza está explotando y me siento mareada. No sé dónde estoy o el por qué estoy desnuda. Me incorporo lentamente y mi cabeza no deja de dar vueltas; definitivamente no sé dónde estoy ni cómo llegué aquí. Miró a mi lado y ahí está… ¿Harry Reynolds? Ahogo un grito de sorpresa y miro al chico que está junto a mí quien está dormido plácidamente.

Tengo que salir de aquí. Me levanto de la cama cubriéndome con una almohada todo mi cuerpo y partes íntimas y comienzo a buscar mi ropa. Si tan solo pudiera recordar… Agh, necesito una aspirina en este instante.

Sigo sosteniendo la almohada como si mi vida dependiera de ello y comienzo a buscar entre los papeles de Harry. Basura, basura, basura… Una foto de Bethany, ¿qué hace una foto de mi mejor amiga en su habitación? Quizá tiene una especie de platónico por ella pero Bethany no es tan estúpida como para acostarse con él, yo en cambio sí.

La puerta se abre y ahí está Peter Reynolds. Jamás había gritado así en mi vida y bueno, él también grito así que se ahogaron mis gritos. Él está desnudo, demonios, pienso en darme la vuelta pero tendría una vista de mi hermoso trasero así que sólo cierro los ojos. Podría cubrirme con la almohada pero eso implicaría descubrir mi cuerpo y no será una gran imagen.

—¡¿Qué haces tú aquí?! —pregunta Peter después de haber gritado como un lunático.
—¡¿Qué haces tú aquí?! —le respondo.
—Oh, pues no sé… ¡Yo vivo aquí, Kennedy!
—¡Es la habitación de tu hermano, pudiste tocar!
—¡Soy hombre, los hombres no tocan la puerta!

Harry ya comenzaba a despertarse para vernos a mí y a Pete desnudos discutiendo. No es una gran forma de despertar por la mañana, quizá yo tengo un cuerpo increíblemente sensual pero Pete no. Parece mi abuelo desnudo.

—¿Qué pasa aquí? —pregunta Sawyer Brown entrando en la habitación.
—¡Cierra la jodida puerta, Reynolds! —le chillo. Ahora toda la fraternidad me verá desnuda y bueno, eso no es divertido.

Pete cierra la puerta y yo me pego a la pared para que ninguno de los Reynolds tenga vista de mi cuerpo, pero algo me dice que el mayor ya la tuvo. Estábamos ebrios, no cuenta. Por más que lo repita aún no puedo creer que me acosté con Harry, demonios, sí que estaba ebria.

—¿Podrías ponerte un pantalón? —digo cerrando los ojos para dejar de verlo.
—Es mi casa, princesita, así que te sugiero que seas tú la que se vista.
—¡Oh, sorpresa! No sé dónde está mi ropa —digo mirándolo con desprecio.

Él suelta un bufido y se pone a buscar por la habitación y no tarda en encontrar mi ropa interior que seguramente no debería de ver. Realmente, ése chico es como mi madre buscando las cosas, ¡siempre las encuentra! Yo jamás consigo encontrar nada, mi habitación es un fiasco y lo pierdo todo.

—Por cierto, me gusta tu ropa interior —dice Pete burlón probándose mi sostén. Si no estaba humillada hace cinco minutos ahora sí que lo estoy.

Siento como mis mejillas se ponen rojas y él me arroja mi ropa. Bien, hasta ahora tengo la ropa interior, pero falta todo lo demás; no iré por ahí caminando semidesnuda, no me crearía una buena fama.

No puedo vestirme con ambos hermanos mirándome y no entiendo por qué su habitación no tiene un cuarto de baño, ¡es el presidente! Se supone que tiene la mejor habitación de todo el campus, lo sé porque la de Bethany es muy grande.

Ahora que ambos Reynolds tenían un pantalón no resultaba tan incómodo, de no ser porque estoy completamente desnuda y no puedo vestirme con privacidad.

—¿Quieren darse la vuelta? —preguntó para poder ponerme la poca ropa que hemos encontrado.

Pete bufa pero Harry no dice nada y simplemente vuelve a recostarse para volver a dormir. Me doy la vuelta para que vean lo menos posible si es que voltean y me pongo la ropa a toda velocidad.

Estúpido sostén, estúpido, estúpido, estúpido. Odio cuando no puedo abrocharlo, realmente tengo brazos de tiranosaurio, no sé cómo se llama, ése gigante que tiene manos del tamaño de un popote.

—¿Necesitas ayuda? —pregunta Pete burlón.
—No —respondo intentando abrocharlo para no quedar en un ridículo peor pero termina acercándose y abrochándolo en un santiamén. No le agradeceré, le dije que no me ayudará y ahí va el estúpido a ayudarme, así no funciona.
—Por nada.

Suelto un bufido y me pongo a buscar mis otras prendas aún cubriéndome con la almohada. Por suerte Harry se durmió, así que sólo tengo que lidiar con el Reynolds más idiota y fastidioso.

—Deberías usar la ropa de Harry y te vas corriendo a tu patética casa a cambiarte.

Niego con la cabeza, me rehúso a usar ropa que no sé quien la ha tocado ó si la han lavado. Si es necesario iré cubriéndome con una manta, no usaré su ropa jamás.

—Entonces irás semidesnuda por el campus.

En parte Reynolds tiene razón, no puedo ir por ahí mostrando el cuerpo. Puedo pedírsela a Cam, él es mi hermano —hermanastro pero lo quiero como si fuéramos hermanos de sangre—, quizá el pueda darme ropa no contaminada por los Reynolds. Pero no sé dónde está su jodida habitación. Tendré que usar la increíble ropa de Harry, no sé cómo mi día puede empeorar.

—Bien, dame algo de ropa.

Pete se pone a rebuscar en el armario de su hermano y termina por darme una remera que me queda de vestido, pero no un vestido lindo sino uno de zorra. Y me da unos pantalones cortos que no me quedan tan cortos como deberían de ser, realmente parezco una de ésas chicas varoniles.

—Me veo ridícula y horrible —mascullo mirándome al espejo.
—Una mujer varonil es guapa —dice encogiéndose de hombros.
—¿Qué sigue? ¿La directora siendo prostituta? —digo burlona.
—Te sorprendería lo que puedes encontrar en su despacho.
—No quiero saber. —Digo saliendo de la habitación.

Trato de fingir que no estoy vestida de hombre y no siento vergüenza pero estoy muriendo de vergüenza. La mayoría de chicos se me quedan viendo y yo paso indiferente al lado de ellos. Me importa lo que piensen de mí pero finjo que no, así es todo mucho más fácil. Si no te importa no pueden herirte.

Bajo las escaleras hacia la salida que por cierto no sé dónde está. Debí pensar eso antes de salir de la habitación de Harry, no sé por dónde salir y tendré que preguntarle a alguien. Genial.

—¿Perdida? —pregunta Cameron Thales, mi hermano, a mis espaldas.
—Su casa es un laberinto, no sé si estoy cerca de salir o lejos de hacerlo —respondo encogiéndome de hombros.
—Es por acá —dice guiándome por los pasillos—. Me gusta tu ropa, siempre supe que detrás de toda esa fachada de niña guapa había una chica varonil.

Me rio fingidamente y después le hago una seña grosera con la mano.

—¿Qué haría yo sin ti, hermanita? —pregunta dándome un abrazo.
—No lo sé, soy demasiado increíble.


Él suelta una carcajada y me lleva hasta la salida donde está Bethany. ¿Bethany Miller está en Delta Psi Beta? Bien, eso me consuela, no fui la única chica con una mala noche después de todo.

La saludo con la mano y ella me imita, no estoy de humor para hablar sobre nuestras fantasías sexuales; ya hablaremos de eso más tarde. Salimos de la casa para toparnos con la directora Waters, parece que el plan funcionó.

—Chicas, qué bueno que las encuentro; a mi oficina, en este instante.

Rezo porque sea algo bueno, pero por su mirada y tono de voz sé que está pensando en castrarnos mientras dormimos. En fin, Waters es así, nadie la tolera. El director Eastwood era mucho mejor, no le importaba todas las bromas que hiciéramos, decía que éramos jóvenes y teníamos que gozarlo. Lo despidieron el año pasado, para mí era un hombre al cual idolatrar.

—¿Con quién te acostaste? —pregunta Beth mientras caminamos hacia el edificio principal.
—Sonará de lo más raro, pero amanecí desnuda en la cama de Harry Reynolds. Realmente fue extraño, además no recuerdo absolutamente nada —respondo entre dientes, no fue una gran recuerdo de inauguración para mi último año—. ¿Qué hay de ti?
—Reynolds menor.

Al menos se acostó con alguien más fastidioso que yo, eso es bueno. Realmente esperaba que dijera eso porque yo me acosté con alguien terrible, ella se acostó con alguien mucho peor. No tengo la peor suerte de todo el campus al parecer.

Peter.

El odio por mi hermano comienza a crecer, siempre nos peleábamos por chicas, no puedo negarlo. Pero se trata de Susan Kennedy, ésa chica que es más demonio que mujer. No puedo negar que siempre me gustó un poco, la manera en la que me evadía y no paraba de insultarme… Eso la hacía imposible y lo imposible es reverendamente sexy. Igual jamás hemos tenido nada más que insultos diarios.

La directora había venido a citarnos en su oficina, no era algo bueno. Sólo espero que sea para decirnos que hicimos mucho ruido o algo así, deseo que sea así porque si se entera que arrojamos al profesor al lago seguramente querrá asesinarnos. Siempre quiere hacerlo, pero esta vez lo deseará con más intensidad.

Lo único bueno de hoy es que es domingo y eso significa que no tenemos que ir a clases hasta mañana. Bendito domingo, siempre lo odié pero esta vez podría casarme con él sin pensármelo más de una vez.

Me pongo una remera con las letras griegas Delta Psi Beta y salgo junto con Harry hacia el despacho de Waters. La mayoría del camino la pasamos en completo silencio, las ganas de matarlo no han pasado y tengo que esperar un poco.

—¿Debo suponer que mi noche fue igual a la tuya? —pregunta y siento ganas de estrangularlo.
—Sí, fue con Miller.

Miller estaba buena, no puedo negarlo y además era una especie de diosa pero me parecía más atractiva Susan. No entiendo por qué, pero ella es la clase de chica que te da intriga en todo momento y tengo ganas de conocer más sobre ella; pero ella me odia, no hay manera de que pueda acercarme a ella.

Harry frunce el ceño y no dice nada, sé que tiene una relación muy odiosa con Miller; pero jamás ha demostrado estar atraído por ella o algo parecido, supongo que no le molestará que me acosté con ella. No fue del todo malo, no puedo mentir.

—¿Y estuvo bien? —pregunta después de un rato.
—Sí, supongo. ¿Qué hay de Kennedy? ¿Es buena?
—Bastante, hermano, detrás de toda esa odiosa apariencia tiene un cuerpo increíble —dice mirando hacia el frente.

Los celos brotan dentro de mí pero no digo nada y me mantengo en mi papel. Mi hermano jamás dejaría de fastidiarme si sabe que Kennedy podría tenerme a sus pies. Jamás le guardo muchos secretos, de hecho ninguno, pero esto sí debe mantenerse en el misterio ya que él tuvo sexo con ella y no sé si se siente atraído o algo. Hasta no saberlo me quedaré callado.

—¿Mañana de qué hay pruebas? —pregunta mi hermano mirándome.

Lo olvidé. Las pruebas, ¿cómo se me pudieron olvidar? Cada año cuando entras te hacen una prueba de lo que aprendiste el año pasado, casi nadie recuerda nada así que las notas no pasan del seis. Yo siempre estudio, soy una especie de nerd pero un nerd guapo y popular, no como los demás.

—Inglés —respondo.

Siempre comenzaba con inglés, después matemáticas, historia, biología, francés, etcétera. Esta universidad estaba obsesionada con que todos sus alumnos fueran Einstein, Isaac Newton y cosas así. Pero la mayoría en último año se centraba más en las fiestas y todas esas cosas, no se tomaban muy en serio los estudios.

El domingo no es el mejor día de todos, es el más jodido que puede haber. Tenemos que hacer servicio comunitario por culpa de las otras fraternidades que tuvieron la misma idea de nosotros. Todo el año estaremos a prueba, no más fiestas, sólo estudios y servicio comunitario. Este es el año más jodido que he tenido alguna vez.

Para empeorarlo todo teníamos que comenzar hoy, la mayoría de nosotros tenía resaca y nos dolía la cabeza, pero la directora es una arpía sin piedad que nos puso a limpiar los sanitarios. Nunca había visto cosas tan asquerosas en toda mi vida, ¿qué hacen los alumnos en estos baños? Parece que fueron atacados por una manada de cerdos.

Para empeorarlo todo tengo que compartir mi tiempo de servicio comunitario con Miller, Kennedy y mi hermano con el cual sigo molesto. Estúpida y patética directora. Ninguno de ellos está mejor que yo; Miller parece estar a punto de vomitar, Kennedy no deja de decir palabrotas e insultos hacia la directora al igual que mi hermano. Yo me limito a limpiar en silencio aunque esto es asqueroso.

—Estúpidos alumnos de primero, estúpida directora —masculla Kennedy limpiando uno de los sanitarios y tapándose la nariz.

La comprendo, no es divertido.

Alguien me lanza una esponja mojada y me encuentro con Harry riéndose. Me las pagará, le lanzó otra esponja llena de agua y le da a Kennedy quien se voltea furiosa y me avienta una cubeta en la cabeza. Realmente me dolió.

Y así se termina el servicio comunitario, arrojándonos instrumentos de limpieza y agua; no me gusta que me golpeen la cabeza y estar así de mojado pero es divertido dejar de limpiar sanitarios usados por cerdos.

Cuando nuestra ‘guerra de agua’ se termina todos estamos sentados recargados en la pared con una sonrisa en la cara. El baño está más desastroso que cuando llegamos, ahora todos los instrumentos de limpieza están regados por el suelo y hay agua en todas partes. Si la directora ve esto nos pondrá un castigo.

Terminamos de ordenar el baño a las seis y media de la tarde. Tengo muy poco para estudiar y la cabeza sigue dándome vueltas; realmente quien inventó eso de los exámenes en el primer día es un jodido idiota.

Hillary.

El servicio comunitario no es divertido, tener que limpiar todos los desastres de la fiesta es terrible. Y mi equipo no es el mejor de todos. Está Edward Wesley, ése chico con el que puedes contar para todo; luego está Sammy de la cual no recuerdo su apellido quien no deja de joder y por último Jacob Chase que no deja de mirarme el trasero y decirme cosas extrañas.

Quisiera estar en mi habitación estudiando y haciendo algo productivo, pero no, tengo que estar aquí rodeada de idiotas limpiando la cancha de basquetbol. Parecía que había pasado un torbellino por ahí destrozando absolutamente todo. Las sillas estaban volteadas, algunas luces estaba completamente rotas y los vidrios yacían en el suelo. Nada aquí era divertido. ¡Nada!

—Hey, Larry —me llama Chase—. Cuidado con los lobos, eres una presa fácil.

Suelto un bufido y siento deseos de lanzarle los hermosos vidrios que estoy limpiando. Pero terminaría en prisión por intento de homicidio, no deseo ir a prisión. Soy una chica demasiado buena podría decirse, jamás haré nada incorrecto y sobre lo que pasó ayer yo no tenía ni idea; si lo hubiera sabido seguramente los habría parado. Por ello no me lo confesaron, ojalá lo hubieran hecho para salvarme de esto.

Seguramente Ed lo sabía y no me lo dijo, se supone que somos amigos por una razón. Debes contarles todo a tus amigos, es parte de la confianza que hay en una amistad, pero él decidió no decírmelo. Genial, mi mejor amigo me guarda secretos.

Sammy no deja de tararear canciones que no conozco y eso me pone de malhumor. La mayoría son cosas de Justin Bieber, Austin Mahone y cosas que no me importan. Realmente comparamos la música de hoy con la de hace veinte años y no hay comparación; Michael Jackson, Los Beatles, Madonna, Metallica, Guns N’ Roses; ellos sí son música de verdad. No me molesta que la gente ame a One Direction y a esa clase de música, me refiero a que ellos no tienen comparación con la música de antes.

—¿Saben? Creo que deberíamos ahogar a la directora —sugirió Jacob.
—Y espero que la ahoguemos junto contigo —dice Sammy mirándolo mal.
—Tú siempre tan amable, Sammy. Por cierto, tienes nombre de dinosaurio.

No puedo evitar soltar una carcajada. Odio a Jacob pero es gracioso y siempre dice chistes muy agradables. Aunque odie admitirlo siempre consigue sacarme una sonrisa.

Edward.

Estar castigados no es divertido, lo único bueno de esto es poder hacer amigos. Ayer no hablaba con Jacob y ahora nos hemos convertido en buenos amigos, supongo que es lo que la directora quería lograr. Lazos de amistad. Pero bueno, no todos son así. Por ejemplo, están los Reynolds y las jefas de Omega Delta Zeta quienes parecen arrojarse veneno cada vez que se ven. Luego Sammy quien parece odiar a cualquier chico que haya pisado el planeta. Todos defienden y defenderán a su fraternidad siempre.

—Ed, propongo que vayamos con la directora y le rompamos la nariz contra su escritorio —dice Jacob mirándome divertido.

En verdad quiero ir con la directora y hacerle eso. A pesar de ser mi pariente lejana me odia tanto como a todos los demás, no es una gran mujer después de todo.

—Y después la ahogamos en el lago —concluyo sonriente.
—Yo pensaba que eras un buen chico, veo que eres tan diablo como todos los demás.

Suelto una carcajada y noto la mirada de Larry posada en mí, parece tener envidia u odio hacia mí, no estoy seguro. Pero a pesar de todo la aprecio mucho, es mi mejor amiga y siempre la protegeré de cualquier circunstancia.

—¿Quieren callarse? —dice Sammy desde el otro lado del lugar.
—¿O qué, dinosaurio? —dice Jacob retándola.
—Espero aprecies tus partes intimas porque te juro que si no cierras la boca desaparecerán para mañana.

Sammy me agrada, parece ser una gran chica, pero es tan venenosa como una víbora de cascabel. Además me odia, creo que el pertenecer al sexo masculino no es tan increíble como parece. Pero bueno, es mejor intentarse llevar bien con todos aunque algunas veces habrá alguien a quien no le agrades.

—Ésa chica es medio víbora, Eddie —dice Jacob de manera que sólo yo pueda oírlo.
—A mí me agrada.
—Estás pero loco, güey, esa chica te tira demasiado odio y ahí vas tú a idolatrarla.
—Pues tiene muchas amigas, tiene que ser agradable o no sería así —respondo encogiéndome de hombros mientras levanto los vasos que hay en el suelo.
—Sospecho que amenazó con matar a su familia entonces no tuvieron otra opción que no fuera ser sus amigas.

Me rio y él me imita, realmente Jacob no sabe qué hacer si no es bromear. Es un gran chico, me agrada. Realmente todos en el campus me agradan, sé encontrarles su lado bueno y no ver el malo porque todos tenemos nuestros defectos.

holap: