cicatrices pálidas. {novela.

Me gusta demasiado. La verdad, me encanto. Tiene situaciones en cuales me recuerda, mi pasado y cierto dolor mental que tuve durante meses. Ya mismo quiero saber como has hecho la quinta cicatriz.

Bueno, llegaba al final, al final de un libro, de la vida. ¿Qué les digo acerca de la muerte? ¿Qué te digo a ti? A ti, que pronto estarás leyendo este panfleto. Podría decir que he experimentando el dolor que causa la muerte, sólo dos veces. La primera; mi padre. Nadie mejor que ese hombre que además de cuidarte y amarte, te enseña a vivir de una manera única. Sí, él se fue, no de la mejor manera, pero logró lo que quería, marcar nuestro corazón. Que cursi, oh dios mío, lo que causa el dolor ¿no? Y terminando por la segunda; Connor. Sí, él había muerto, y nunca pude sentir su amor. Su madre me dijo que si me quería, y mucho pero nunca lo noté. ¿Qué le pasó a nuestro querido Connor? Connor Nureman murió de Leucemia a los 18 años. Tenía un tipo de cáncer y él muy idiota fumaba. Muchos de los presentes en su funeral me dijeron que era una persona depresiva, y que ya no se pudo hacer algo para ayudarlo. "Oh cariño, si te hubiera conocido más, seguramente él seguiría con nosotros. Veo en tus ojos luz, luz de esperanza." Y fue así como la madre hablo de mi, logrando sacar su lado más sensible y que alguna lágrima soltara. Puedo decir con orgullo que le hablé, que lo conocí y que de él me enamoré. 

No hacer algo por miedo al fracaso es como suicidarse por miedo al morir. Asumo que la muerte no es salida a ninguna solución, es el final de todas las opciones. Muerte, ese es el gran sueño que tengo desde el día en que nací , porque la vida me ha matado poco a poco con su imagen oscura, la cual no puedo dejar de ver. Segundo signo de depresión. Dentro de todo sé perfectamente es que lo que la gente teme de la muerte es no sentir nada después de que ella pase. ¿Cierto? Sé que sentirse en el vacío duele, duele tanto que para poder soportarlo, es preferible seguir viviendo. Vivir es ir muriendo y nacer es empezar a morir. Pero ¿Cómo saber que en este preciso momento estamos vivos? ¿Quién puede asegurar que lo estamos? ¿Cómo saberlo? Las esperanzas que me quedaban se fueron con él, con todo, no están más. La muerte tiene tan asegurada su victoria que deja toda una vida de ventaja. 

Estaba cansada, cansada de seguir así. Ya no sentía pena hacía nada, creo que lo único que espero es felicidad a mi familia, no a mi, a mi familia. Agotada de seguir remando en un triángulo de las bermudas. Sé que la pereza es la madre de todos los vicios, y como madre hay que respetarla, pero la pereza se conjunta con la muerte, logrando un terrible sentimiento en mi. No veía futuro en mi, de hecho, hay pocas razones de que verdaderamente tenga un futuro. No tenemos derecho a conocer el futuro.. pero nada nos impide adelantarnos a él. Que me sienta de caída no significa que no quiera seguir viviendo. La gente cree que el destino es como un río que fluye en una sola dirección. Pero yo le he visto la cara al tiempo y es como un océano en la tormenta. Si no encuentras tu camino, háztelo. ¿No? Todo pasa y nada queda, y lo nuestro es pasar, pasar haciendo caminos, caminos sobre la mar. Lo había dicho antes y lo voy a decir ahora, el dolor es inevitable, el sufrimiento es opcional.

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