Re: ''Ella quiere ser mala'' (Nick & tu) Adaptada-TERMINADA

por **aranzhitha** Lun 09 Ene 2012, 10:06 pm

esperando capis

por **aranzhitha** Lun 09 Ene 2012, 10:07 pm

wiii pase de pag meresco un capi

por **chelis** Mar 10 Ene 2012, 11:35 am

UN CAAAPIIIIIISSS

por **yessi jobrOss** Mar 10 Ene 2012, 11:44 am

Gracias por comentar chikas :roll:
mas alrato subo capi :D

por **chelis** Mar 10 Ene 2012, 6:31 pm

oookiiiiiiiiiiiisssss

por **yessi jobrOss** Mar 10 Ene 2012, 7:19 pm

Capítulo 15

Un consejo prudente: no te pelees con otra mujer
si tienes el pelo largo y las uñas pintadas.
Perderás la pelea y las uñas.
Aforismo de _____

_____ miró a la chica con estupor.
—¿En qué te equivocaste?
A su manera de ver, Julia se había equivocado en todo: quedarse embarazada de Kevin Bradford, abandonar a su bebé, viajar a París para ser modelo.
—Quiero que me devuelvas a Willy.
Esa declaración fue como un disparo. Esperaba que le pidiera dinero o algo así, pero eso no.
—¿Qué dices?
Julia sollozó; los ojos se le llenaron de lágrimas.
—Ir a París ha sido una locura. Me he pasado el viaje echando de menos a Willy. Creía poder separarme de él, pero ha sido imposible. Lo quiero demasiado.
_____ tuvo la sensación de que la habían golpeado con un bloque de hormigón.
—Pero ¿y si vuelves a cambiar de idea? Es un bebé, no una pelota de tenis.
—Ya lo sé —reconoció la chica—. Pero no cambiaré de idea. Ahora todo es distinto.
—¿En qué sentido? —interpeló _____, atacada por un pánico extraño pero fuerte. Le indignaba que esa chica se sintiese con derecho a presentarse en su apartamento para llevarse a su bebé, como si lo hubiera dejado temporalmente con una niñera. Tuvo que luchar contra la furia y el horror—. ¿Por qué dices que ahora todo es distinto? No tienes ni veinte años. Y estás sola.
—No estoy sola. He llamado a mi madre; dice que podemos vivir con ella. Pienso estudiar enfermería en la universidad de la zona. —Volvió a mordisquearse los labios—. En realidad no es por dinero; Kevin me dio una buena cantidad para Willy. Se me olvidó decírtelo con las prisas.
«Eso sí que no me lo creo», pensó _____, llena de ira.
—Me cediste todos los derechos de custodia. No puedo devolvértelo. Podrías volver a cambiar de idea.
—Te he dicho que ya no. Soy su madre —gimió Julia—. El niño debe estar conmigo.
_____ se sentía desgarrada por la mitad. Dos semanas antes habría devuelto a Willy de muy buen grado, pero ahora… No podía siquiera imaginarlo. El bebé era parte de ella; no podía dejarlo ir. Había comenzado a imaginar cómo sería al crecer, las cosas que harían juntos.
Meneó la cabeza.
—No sé. Esto es muy inesperado. Tendré que pensarlo.
—¿Cómo que pensarlo?
—Oye, hace tres semanas me encajaste a ese bebé como si fuera un juguete del que ya te habías cansado. Ahora te presentas aquí y dices que quieres volver a jugar con él. Me cediste la custodia. Es decir: me pediste que tomara todas las decisiones importantes para él. Debo pensarlo bien. No puedo decidir de improviso. Esto es demasiado importante.
Por la cara de Julia cruzó un miedo desgarrador.
—¿De verdad te parece que puedes negarte a devolvérmelo, aunque yo sea su madre?
—Debo pensar qué es lo mejor para Willy, Julia.
—¡Pero yo soy su…!
_____ levantó una mano.
—Ya lo sé. Pero necesito consultarlo con la almohada.
La chica aspiró honda y entrecortadamente.
—Pues al menos deja que lo vea.
_____ sentía que tiraban de ella en diez direcciones diferentes. Quería proteger a Willy, pero Julia era su madre. Si el bebé le había llegado al corazón en tan poco tiempo, bien podía imaginar lo mucho que ella lo habría echado de menos.
—Sí, pero no hagas ruido, que se estaba durmiendo —dijo. Y la hizo pasar hasta el cuarto que había convertido en habitación infantil.
Julia bajó una mirada anhelante al interior de la cuna.
—¡Cómo ha crecido! —susurró, sorprendida—. ¡Mira qué mono, con su pijama de Papá Noel! —Extendió una mano para tocarlo apenas en la espalda. Con la otra se enjugó la mejilla.
—Ahora vete —dijo _____. En el pecho se le estaba formando un horrible nudo de miedo—. Hablaremos mañana.

Tres horas después, cuando casi había abierto un agujero en la alfombra de tanto pasearse, y no soportaba ya las sensaciones que la desgarraban, llamó a la puerta de Nick.
Él salió con los vaqueros a medio abrochar y los ojos entrecerrados por la luz.
—¿Qué pasa?
—Perdóname por despertarte —rogó ella increíblemente incómoda. Aborrecía tener que pedirle ayuda.
Nick se encogió de hombros.
—¿Qué necesitas?
—Eh…, yo… —Tragó saliva, conteniéndose para no correr a su propio apartamento a continuar soportando sola su tortura.
—¿Se trata de Willy?
—En cierto modo —confesó ella; cruzaba y descruzaba los dedos.
—¿Quieres pasar?
—No, prefiero que vengas a mi casa —pidió _____, atragantándose con las palabras.
Él asintió.
—Espera. Cogeré mis llaves. —Desapareció un momento y regresó metiendo los brazos por las mangas de una camisa.
—¿Tendremos que salir a dar otro paseo nocturno? —preguntó.
_____ negó con la cabeza. Después de cruzar el pasillo hasta su apartamento, él le abrió la puerta y la siguió a la sala. La estudiaba con una mirada tan serena, tan firme… Tan fuerte. Todo en él decía: «Soy capaz de solucionar cualquier cosa».
Las emociones de _____ reaccionaron como un volcán en erupción: para su propio horror, estalló en lágrimas.
A partir de entonces todo se hizo borroso. Trató de sofocar los sollozos que la sacudían, pero no pudo. Nick la estrechó contra sí y ella ocultó la cara en su pecho. Era cálido y fuerte; se podía contar con él. Al menos por ahora.
Sintió que Nick le frotaba la espalda del mismo modo que ella se la frotaba a Willy cuando estaba molesto. Su confusión era tal que no sabía qué pensar. Respiró hondo varias veces y por fin se calmó. Como aún no creía estar en condiciones de hablar, se quedó entre los brazos de su vecino aspirando su aroma.
—Vale —dijo él, por fin—. Si quieres hablar, te escucho.
_____ volvió a llenarse los pulmones de aire y se apartó un poco.
—Ha venido Julia.
—¿Quién es Julia? —Él aflojó un poquito los brazos.
—La madre de Willy.
Sintió que Nick la miraba.
—¿Qué quería?
—Quiere recuperar a Willy —explicó ella. Detestaba que le temblara la voz. Avergonzada por el ataque de llanto, decidió que tenía que recuperarse y le contó el resto de la historia. La verdadera historia, aunque sin revelar el nombre de Kevin. Interrogada sobre ciertas contradicciones anteriores, tuvo que aclararlas todas, pero aun así no le dijo quién era el padre del niño. Ahora Nick también estaba extrañamente vinculado con los Bradford a través de Demi.
En algún momento de la conversación él la condujo hasta el sofá. La escuchó con mucha atención hasta que ella se detuvo. Entonces juntó la punta de los dedos.
—¿Quieres saber cuáles son tus opciones legales?
_____ asintió.
—Puedes devolverle a Willy, pero conservar los papeles que ella firmó y decirle que la vigilarás para ver si cuida bien al niño.
Ella arrugó el entrecejo.
—Pero…
—Si no, puedes recurrir a los tribunales. Después de una batalla legal costosa, larga, sucia y ridícula, acabarás obligada a devolverle a Willy y ella no permitirá que lo veas más.
—¡Pero si firmó esos papeles!
—Sí, pero lo abandonó solamente tres semanas. El juez dirá que es una aberración y la pondrá bajo la supervisión de un trabajador social tan sobrecargado de casos que éste quedará en el último puesto de la lista.
—¡Es que ella me lo entregó! —protestó _____—. Me lo dejó en la puerta y se fue a París.
Nick percibió en su voz el anhelo, la desesperación que trataba de disimular.
—Y tú te has enamorado de Willy, ¿no?
Ella abrió la boca, sorprendida.
—Yo… no… —Se le arrugó la cara—. Sí.
En un arrebato de compasión, él la abrazó de nuevo.
—Ay, _____, pobrecita…
—No soy pobrecita. Sólo estúpida —protestó, aunque con voz vacilante—. El pequeño era un incordio. ¿Cómo ha llegado a ser tan importante en mi vida? No quiero devolverlo. Ahora es mi bebé. Preferiría amputarme una pierna.
Nick ciñó el abrazo.
—No eres estúpida, pero tendrás que devolverlo.
Ella suspiró, notó su dulce aliento en el cuello.
—Todo esto es una mierda.
Su vecino sonrió.
—Sí. ¿Quieres que me quede a pasar la noche contigo?
Otro suspiro.
—No. Si volvemos a hacer el amor te cansarás tanto que mañana no podrás dar clase.
—Promesas, sólo promesas. —Pero día a día iba desentrañando los secretos de aquella mujer. Y día a día la deseaba más y más.

Demi estaba de un humor de perros.
Joe no se había quedado a pasar la noche con ella, alegando que según su padre no quedaba bien. Se cepilló el pelo mostrando los dientes. Al mirarse mejor en el espejo arrugó la frente: ¿no era una erupción eso que le estaba saliendo en la boca?
Era de esperar. Decir que estaba estresada era quedarse corta. Además, le estaba llegando la menstruación. Tenía tanta energía y frustración acumuladas que, con un revólver en la mano, habría entregado al FBI a los diez criminales más buscados del país. Muertos, por supuesto.
Después de una buena inspiración decidió llevar sus energías al instituto, pero no para un masaje sedante o un tratamiento facial. Desataría el infierno contra _____; con un poco de suerte la empujaría un poco más hacia la salida. Demi aún quería que esa mujer desapareciera de su vida. Y de Houston si era posible.
El sonido del timbre hizo que echara un vistazo al reloj. Aún no eran las siete de la mañana; ¿quién podía ser? Maxine corrió ladrando a la planta baja. Demi, con un encogimiento de hombros, fue tras ella y miró por la mirilla. Un hombre. No lo conocía.
—Chitón —dijo a Maxine, acariciándole la cabeza. Luego pulsó el botón del intercomunicador—. ¿A quién busca?
El hombre levantó la cabeza para mirar la puerta de arriba abajo, como si tratara de saber con quién hablaba.
—A Demi Bradford. Soy un conocido de su padre.
—¿De qué lo conocía?
—Pues… Kevin y yo nos tratamos durante muchos años —comentó él, en tono afectuoso.
Algo en el aspecto de ese hombre le despertaba rechazo, pero al oír el nombre de su padre recordó cuánto lo echaba de menos. Abrió la puerta y salió; Maxine se quedó dentro, empañando la doble puerta con el aliento.
—No puedo dedicarle más que un momento —dijo, alargando la mano—. Tengo un compromiso a primera hora. Soy Demi Bradford. ¿Usted es…?
—Guy Crandall. —Su sonrisa combinaba, de algún modo, la zalamería con el nerviosismo—. Su padre y yo teníamos un trato especial. Yo sabía cosas de él que todo el mundo ignoraba. Por ejemplo, que tenía un hijo varón.
Ella, parpadeando, le retiró la mano.
—No hay ningún hijo varón.
—Sí que lo hay. Pero usted, ahora que va a casarse con un político, no querrá que eso se sepa. Yo puedo encargarme de eso. Si se me paga.
Estupefacta, ofendida, ella buscó a tientas una respuesta.
—¡Pero usted está loco!
El hombre rio.
—No, loco no. Sólo quiero cobrar.
Demi, perturbada, apoyó la mano en el pomo, dispuesta a cerrarle la puerta en la cara.
—Esto es ridículo. Si no deja de inventar mentiras llamaré a mi abogado.
—No tan deprisa, señorita. —Los dedos de ese hombre le ciñeron la muñeca como una serpiente.
Asqueada por el contacto, ella volvió a apartarse.
—No se atreva a tocarme.
—Págueme, pues. Oiga, si no me cree, pregúnteselo a _____ Montague. Ella conoce toda la historia.
Demi, por dentro, lo vio todo rojo. Detrás de ese asunto tan sórdido estaba _____ Montague. No era extraño.

_____ le dijo a María, la niñera perfecta, que ya no la necesitaría. Decidió tomarse la mañana libre y dedicarla a envolver todo lo que había comprado para Willy. Las cosas más ínfimas le hacían llorar. Los pañales de tela que tanto había maldecido. El puré de melocotón; a Willy le encantaban los melocotones. Las galletas para bebés.
Había pasado casi toda la noche en vela, pero Willy aún dormía apaciblemente en su cuna. Cuando despertase le daría de comer por última vez. Vaya, qué sensiblera estaba…
Sonó el timbre de la puerta seguido por fuertes puñetazos. Sorprendida por lo temprano de la hora, fue inmediatamente al vestíbulo. No podía ser Nick, puesto que él siempre entraba con su propia llave. Al mirar por la mirilla quedó atónita al ver allí a Demi Bradford. Se apresuró a abrir.
—¡Demi! —exclamó, sin poder disimular la sorpresa.
—Tú, pendón. —La chica disparaba fuego por los grandes ojos azules—. Engatusaste a mi padre para quedarte embarazada y…
—¿Embarazada? —repitió _____, retrocediendo ante la irracional hija de Kevin Bradford, alias Dinero.
—¡Pues tratándose de ti no creo que haya sido una Inmaculada Concepción! —Demi le dio un empujón.
_____, aturdida por esa manera de actuar, la miraba boquiabierta.
—¿De qué diablos estás hablando?
—Me han dicho que mi padre tiene un hijo varón. Y tú estás detrás de todo esto, basura, puta… —La chica, furiosa, volvió a empujarla.
—Te has vuelto loca —replicó ella, devolviéndole el empujón—. ¡Yo no he tenido ningún hijo con tu padre!
—¡No puede ser otra! —gritó Demi—. ¡De todas las mujeres con las que salía ninguna era tan sucia como tú!
Atónita al ver que la chica levantaba la mano como para abofetearla, _____ reaccionó por instinto: la cogió por el pelo y tiró con fuerza. Demi chilló:
—¡Hija de…!
—¿Qué pasa aquí? —preguntó Nick desde la puerta.
—¡Que ésta engatusó a mi padre para que la embarazara! —repitió Demi en tono histérico, tratando de abofetearla.
_____ la esquivó, sin dejar de agarrarla con firmeza por el pelo.
—Está loca. Nunca hice el amor con Kevin. Él era impotente.
—¡Impotente tu abuelo! —chilló la otra—. ¡Era un donjuán!
Estaba roja de furia. Sus uñas, con la manicura perfecta, le arañaron el brazo. _____, con una exclamación de dolor, le dio una patada en la espinilla y le tiró del pelo con más fuerza.
—Basta ya —dijo Nick. Y se interpuso entre ambas. Demi agitaba las manos—. Esta pelea de gatos se ha acabado —añadió con severidad, apartando a Demi de su vecina.
—Nick —murmuró Demi con voz débil, como si al fin pudiera ver a través de la ira—. ¿Qué haces tú aquí?
—Vivo en el apartamento de al lado.
—¿Junto a ésta? —Ella miró a su enemiga con desprecio—. Pues te compadezco.
_____ le mostró los dientes, conteniéndose para no decirle que Nick era más que un vecino. La chica la fulminaba con los ojos.
—Y tú, ¿qué haces aquí, gritando como una loca? —inquirió él.
Su futura cuñada sacudió un dedo ante _____.
—Estoy aquí por su culpa. Se dejó embarazar y tuvo un hijo con mi padre.
Nick miró a _____ con la expresión que debía de utilizar para sus interrogatorios de abogado.
—No es cierto —replicó ella.
—Sí que es cierto. Es una puta —replicó Demi.
—Tú te callas —le ordenó Nick.
Por primera vez en dos minutos su vecina pudo coger aliento.
—Kevin Bradford, Dinero, era impotente. Para compensarlo le gustaba dejarse ver con chicas guapas. Me persuadió de que lo acompañara; me hacía regalos y llegó a ser mi mejor amigo sin que yo me hubiera percatado de que jamás me acostaría con él. Me enseñó a hacer negocios y me brindó la oportunidad de hacer carrera. Era algo que yo nunca había soñado.
—Y es bien poco decir —murmuró Demi, echando fuego por los ojos.
Los insultos aún escocían.
—Tienes mucha razón. Yo nunca tuve oportunidad de estudiar como tú. Hasta mi padre decía que yo era basura.
La chica la miró fijamente, en silencio.
—Sin duda recuerdas lo astuto y manipulador que solía ser tu padre.
Demi abrió la boca para protestar, pero volvió a cerrarla y cruzó los brazos contra el pecho.
—Después de su último ingreso en el hospital fui a visitarlo a su casa. Él me hizo prometer que cuidaría de ti si a él le pasaba algo. También dijo que debía pedirme algo más, pero no llegó a decirlo; algo nos interrumpió y él murió esa noche. Hace tres semanas la madre de Willy vino a mi casa; Kevin le había prometido que yo cuidaría de él.
—¿Willy? —repitió Demi, arrugando las cejas—. ¿El bebé que llevabas al instituto?
_____ asintió.
—Y ahora un gusano llamado Guy Crandall quiere que le pague para ocultar todo esto —agregó la chica.
Ella maldijo por lo bajo.
—Ya le he firmado tres cheques a ese tío. —Al sentir la mirada de Nick fija en ella, trató de no removerse.
—Extorsión. ¿Por eso querías vender el apartamento?
—Por eso y por el bebé. Cuando Julia se fue a París no me dijo que había dinero para cuidar del niño.
Demi la miraba, estupefacta.
—¿Ibas a vender tu apartamento para pagar a Guy Crandall?
_____ se encogió de hombros.
—Por poco que me gustara, no veía otra salida. Tú te prometerías con Joe en cualquier momento y…
Se interrumpió al ver que la otra palidecía, susurrando:
—Ay, Dios mío, si Joe se entera romperá el compromiso.
_____ miró a Nick y la impasibilidad de su vecino le anudó el estómago.
—No, no creo —se apresuró a decir ella. Pero su voz no sonaba convincente en absoluto.
—Te digo que sí —gimió la chica. Y sacudió a Nick por los hombros—. ¿Qué podemos hacer? Tengo que pagarle. Si no, Joe me dejará plantada. Le gusto, sí, pero no me necesita.
—De eso no estoy tan seguro —comentó Nick, mientras se desprendía de sus manos—. Creo que Joe te necesita, sí. De lo contrario no te habría propuesto casarse contigo.
_____ se volvió hacia él.
—No le dirás nada de todo esto. Júralo.
Él negó con la cabeza.
—Tienes que jurarlo —insistió ella—. Estás en deuda conmigo.
Nick entrecerró los ojos.
—¿Cuántos favores más me vas a exigir?
—¿Qué favores? —inquirió Demi—. ¿Por qué está en deuda contigo?
_____, sin apartar la vista de su vecino, descartó el asunto con un ademán de la mano.
—Porque lo ayudé en un momento de necesidad. Nick, has de jurar que no se lo dirás a Joe.
Él se pasó los dedos por el pelo.
—No puedes seguir pagando a ese… tío, ese tal Guy.
—Ahora estamos hablando de otra cosa. Dame tu palabra.
—Vale. No le diré nada. Pero tú deja de pagar a ese Guy. Seguirá pidiendo más y más. No parará nunca.
En la habitación del bebé se oyó un gemido.
—Willy —dijo _____. Y se levantó automáticamente para sacarlo de la cuna—. Buenos días, señor Sol —le dijo estrechándolo contra sí.
Se le atenazó el corazón al recordarlo: era la última vez que lo saludaría así. Cerró los ojos para resistir el dolor sin llorar. De pronto sintió una mano en el hombro, una presión consoladora.
—¿Te encuentras bien? —preguntó Nick en voz baja.
—No seas tan bueno conmigo —susurró ella—, si no quieres hacerme llorar.

ok chikas aki el capi :D
Comenten plisss ;)
las kiero :hug:

por **chelis** Mar 10 Ene 2012, 7:56 pm

AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAIIII SE LO LLLEVARRAAAAAAAAANNNNNNN
PERO AL MENOS YA NICK ABE LA VERDAD.. Y DEMI TAMBIEN
JEJEJJE ESPERO QUE ENTRE LOS TRES ENCUENTREN LA SOLUCIIIOOOONNN

por **Annabeth** Miér 11 Ene 2012, 12:57 pm

Aaaaaay, Dios, yo ya me ponía a llorar, por favor suube más, es que como Demi le fue a encarar, y le dijo puta y grrrrr...necesito MÁS haha, suuube proonto :]

por **chelis** Miér 11 Ene 2012, 6:10 pm

esperando cAPIS

por **Belencita** Miér 11 Ene 2012, 8:14 pm

ufff y quedo la pataaaa
me muero como es que la la madre del año volvio a buscar a willi
maldita
espero que puedan arreglar las cosas
saludos

por **chelis** Miér 11 Ene 2012, 9:12 pm

esperando capiiisss

por **Dorin** Jue 12 Ene 2012, 1:56 pm

siguelaaaa

por **aranzhitha** Jue 12 Ene 2012, 5:20 pm

Bien no habia comentado :o porque estaba super enojada ''Ella quiere ser mala'' (Nick & tu) Adaptada-TERMINADA - Página 11 880909

y triste

''Ella quiere ser mala'' (Nick & tu) Adaptada-TERMINADA - Página 11 63064

esa maldita de julia no se puede llevar asi como asi a willi es de la rayiz ''Ella quiere ser mala'' (Nick & tu) Adaptada-TERMINADA - Página 11 384426

ademas se me hace que ni lo quiere y no es justo que juegue asi con un bebe, ''Ella quiere ser mala'' (Nick & tu) Adaptada-TERMINADA - Página 11 188110

dime que despues se lo regresara a la rayiz y se alejara de ellos... ''Ella quiere ser mala'' (Nick & tu) Adaptada-TERMINADA - Página 11 3311530394

y que bueno que ya no hay malentendidos con demi ''Ella quiere ser mala'' (Nick & tu) Adaptada-TERMINADA - Página 11 223874

siguela pronto ''Ella quiere ser mala'' (Nick & tu) Adaptada-TERMINADA - Página 11 539403

por **chelis** Jue 12 Ene 2012, 5:42 pm

ESPERANDOO CAPIIIISSSS

por **Annabeth** Vie 13 Ene 2012, 2:36 pm

Sube más, ah una cosa, odio a Julia lalala haha :]

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