Re: ~ Una Novia Por Navidad (Joe&Tu) Adap. ~ Terminada

por **Julieta♥** Mar 29 Nov 2011, 4:12 pm

quiero cappppppp!!!!!!!!!!!!!!!

por **Julieta♥** Mar 29 Nov 2011, 4:14 pm

yupiiiiii!!!!!!!!!

pase de pagina!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!

ahora por faaaaaaaaaaaaaa sube cappppppppppppp

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por **next to you** Mar 29 Nov 2011, 5:07 pm

ayy genial
aunque porque ____ no se quirre casar!??
jaja me encanto
siguela

por **chelis** Mar 29 Nov 2011, 6:30 pm

porfaaaaa otro capis

por **Julieta♥** Mar 29 Nov 2011, 7:15 pm

caaapppppppp

por **chelis** Mar 29 Nov 2011, 9:00 pm

porfaaaaaa

por **StayMemiFaither** Jue 01 Dic 2011, 12:52 pm

Hola!!!!! Chicas quiero daros la bienvenida a todas, me alegro de teneros aqui, siento no haber subido capitulo antes, pero es que con las clases y los exámenes estoy muy ocupada! Bueno aqui os dejo el capi, espero que os guste!!! :)

Capítulo 2

Podía oír la Marcha Nupcial, pensó Joe. Podía oírla. Una parte de él sabía que eso era imposible, pero allí estaba, la maravillosa música llenando la iglesia.
Y en la puerta, caminando despacio del brazo del señor Barrington, estaba ________.
Su novia.
Era exquisita, encantadora. Su corazón latía como loco al mirarla y…
________ y el señor Barrington se detuvieron delante del reverendo.
—En este momento preguntaré: ¿quién entrega a esta mujer en matrimonio? Y usted, señor Barrington, debe responder: «Su madre y yo». Luego tomará la mano de su hija y la pondrá sobre la del novio.

—Su madre y yo —repitió el señor Barrington.
Sin pensar, Joe dio un paso adelante y alargó la mano para tomar la de ______. Cuando el señor Barrington la puso sobre la suya se miraron a los ojos y el tiempo se detuvo.
«Dios bendito», pensó ella, incapaz de apartar la mirada de aquellos ojos oscuros.
La mano de Joe era fuerte, pero delicada al mismo tiempo. Y el calor… El calor que transmitía esa mano subía por su brazo, por su pecho, girando por todo su cuerpo y haciendo que se ruborizase.
Tenía que recuperar su mano. Y lo haría. Enseguida.
Y tenía que dejar de mirar a los ojos de Joe. Y lo haría. Enseguida.
—Nos hemos reunido aquí —empezó a decir el reverendo Mason —para unir a este hombre y a esta mujer en santo matrimonio.
Sí, pensó Joe, para eso exactamente estaban allí. Aquel hombre, él, y aquella mujer, ________, estaban a punto de unirse en santo matrimonio, a punto de convertirse en marido y mujer hasta que la muerte los separase.
Nunca en su vida se había sentido así. Experimentaba una sensación de paz que se mezclaba con el deseo, con el anhelo de hacer suya a esa mujer. El frío que siempre había sentido por dentro, y que ahora sabía era soledad, había desaparecido para nunca volver porque _______ estaba allí.
Había esperado una eternidad para aquello, por ella, para encontrar a su alma gemela, pero la había encontrado. ________ Jenkins.
Dios Santo, aquello era una locura, pensó, incapaz de borrar la sonrisa de sus labios. Él era un abogado que trataba con hechos, con pruebas, con cosas que eran o blancas o negras, con datos comprobados y… de repente se había visto lanzado, no había otra palabra para definirlo, a un nuevo mundo que abrazaba la romántica noción del amor a primera vista.
Sí, aquello era una locura. Una locura maravillosa. Y difícil de creer, pero él la creía con toda su alma, su cuerpo y su corazón.
________ Jenkins había llegado y había conquistado. Sin hacer nada le había robado el corazón para siempre y él no quería recuperarlo. Nunca. La amaba. Era así de sencillo. Excitante y aterrador al mismo tiempo. No debería ser verdad, pero lo era.
Estaba enamorado de ________.
—Después tenéis que apagar estas dos velas y encender ésta otra, que representa la unión de dos personas que se convierten en una.
Sí, pensó Joe.
Sí, pensó _______. Era un gesto tan bonito…
La voz del reverendo Mason se convirtió en un murmullo, como un montón de abejas revoloteando a su alrededor, mientras _______ y Joe seguían mirándose a los ojos. Entonces, de repente, lo que el reverendo estaba diciendo quedó claro para los dos.
—Ahora puedes besar a la novia.
Joe tomó la cara de ______ entre las manos, la miró fijamente durante unos segundos y luego, lentamente, bajó la cabeza para capturar sus labios en un beso tan tierno, tan reverente, tan… que los ojos de ______ se llenaron de lágrimas.
El reverendo Mason se aclaró la garganta.
—Sí, bueno, está bien. Gracias a los dos por hacer vuestros papeles de una manera tan convincente.
Joe levantó la cabeza y los dos miraron al reverendo como si no lo hubieran visto nunca.
—Esto… bueno… —continuó él—. Luego presentaré al señor y la señora Jonas a la congregación, empezará a sonar la música del órgano y el novio y la novia iniciarán la procesión hasta la puerta. ¿Alguna pregunta?
Ginger se levantó del banco.
—No, ninguna pregunta. Va a ser precioso. Estoy deseando que llegue mañana. Muchísimas gracias, reverendo Mason. Ahora nos vamos al restaurante para la cena de ensayo. Espero que su esposa y usted nos acompañen.
—Encantados —sonrió el reverendo, sin dejar de observar a Joe y ______, que seguían mirándole con cara de sorpresa.
_________ dio un paso atrás para escapar de aquel extraño hechizo, pero no podía borrar la sonrisa de sus labios. Unos labios que aún seguían sintiendo los de Joe, el sabor de Joe, el calor de Joe…
Pero eso no podía ser. Tenía que controlarse.
—Ginger, yo iré un momento al restaurante para comprobar que todo está como hemos pedido, pero luego tengo que irme a casa.
—Pero se supone que ibas a cenar con nosotros —protestó la novia.
—Es que he comido muy tarde. No podría probar bocado, de verdad.
—No seas boba, querida —intervino el señor Barrington—. Todos sabemos cuánto has trabajado durante estos meses para que la boda sea perfecta. Insisto en que cenes con nosotros, aunque no comas mucho.
—Pero…
—Muy bien, ¿todos de acuerdo? Yo estoy muerto de hambre. Vámonos.
—Pero… —volvió a decir ______.
—Vamos, señora Jonas—dijo Joe, tomándola del brazo.
—¿Qué? ¿Quién?
—Ah, perdón. Es que sigo haciendo el papel del novio. Tú y yo nos hemos casado hace cinco minutos, ¿sabes? _______ Jomas. Suena bien, ¿verdad?
—Ginger Jonas suena bien —lo corrigió ________—. Lo que hemos hecho era de mentira. Yo soy ________ Jenkins y pienso seguir siéndolo.
—Ah —Joe asintió con la cabeza.
— ¿Qué significa ese «ah»?
—Sólo que ninguno de nosotros tiene una bola de cristal para adivinar el futuro, ________ Jenkins. ¿Quién sabe lo que puede pasar? ¿Nos vamos?
Sin decir nada más, _______ procedió a recorrer el pasillo, tomando su bolso del último banco antes de salir de la iglesia.
Fuera, el cielo de verano era como una capa de terciopelo negra bordada con diamantes y la luna parecía de plata… todo lo cual le pasó desapercibido mientras se colocaba tras el volante de su furgoneta dejando escapar un largo suspiro.
«No pienses», se dijo a sí misma. «No pienses en lo que ha pasado en esa iglesia». «No vuelvas a revivir ese beso ni a recordar el brillo de pasión en los ojos de Joe Jonas ni a sentir el calor de sus manos». «No hagas eso, _______ Jenkins». Muy bien, estupendo, no lo haría.
Pero, maldita sea, ¿qué había pasado? Nunca en su vida había experimentado nada tan, tan… lo que fuera. Era como si todo lo que había a su alrededor se hubiese esfumado por arte de magia, dejándola sola con Luke en un sitio maravilloso.
La novia. El novio. El beso. Esa cosa indefinible que se había apoderado de ella. Luke.
_______ suspiró. Fue un suspiro femenino, soñador, que la hizo sonreír. Pero enseguida golpeó el volante con la palma de la mano.
—Corta el rollo, _______ Jenkins. Córtalo ahora mismo. Te estás portando como una boba.
Era asombroso, increíble, las tonterías que podía hacer una persona cuando estaba cansada. Eso, por supuesto, lo explicaba todo. Había reaccionado así debido a la fatiga. Ahora que había logrado calmarse un poco y pensaba de forma racional, estaba bien claro.
Al menos nadie se percató de lo que había pasado. Bueno, sí, el reverendo Mason los había mirado de forma inquisitiva, pero nadie más.
Joe y ella habían hecho el papel de los novios y, debido al cansancio o a lo que fuera, se habían dejado llevar durante un segundo. Fin de la historia.
______ puso el intermitente y siguió a los demás coches hasta el aparcamiento del restaurante.
Comería algo, pensó, y luego se iría a casa a descansar. No pasaba nada. Tenía que borrar de su mente lo que había ocurrido en la iglesia. No era más que… un momentáneo desmayo, seguramente.
Mientras el grupo entraba en el restaurante, Robert tomó a su hermano del brazo para hablarle aparte:
—¿Te importaría explicarme qué ha pasado entre _______ y tú durante el ensayo?
—¿Qué quieres decir? Estábamos haciendo el papel de los novios, como se nos había pedido.
—Sí, seguro. Pues desde donde yo estaba no parecía que estuvierais haciendo ningún papel. Te portas de una forma muy rara desde que has conocido a _________, Joe.
—Robert, Robert, Robert —sonrió él, sacudiendo la cabeza—. Estás nervioso por la boda y ves cosas raras. Será mejor que te calmes o corres el riesgo de desmayarte mañana ante el altar. Créeme, he estado en muchas bodas y he visto los mismos síntomas en todos los novios.
—¿Ah, sí? —murmuró su hermano, llevándose una mano al pecho—. Pues ahora que lo dices, sí, la verdad es que el corazón me late muy deprisa.
—Yo creo que eres tú el que debería calmarse un poco. Ginger no te lo perdonaría nunca si le estropearas la boda cayéndote de bruces antes de dar el «sí, quiero».
—Tienes razón —asintió Robert—. Muy bien, voy a respirar profundamente… Sí, estoy bien. Estoy bien.
—¡Robert! —lo llamó Ginger—. ¿Pasa algo?
—Es que está emocionado por el ensayo en la iglesia —contestó Joe por él—. Pero ya está bien. Vas a casarte con un hombre muy romántico, Ginger.
—Ay, qué rico eres —sonrió ella, poniéndose de puntillas para darle un beso en los labios—. Te quiero tanto.
—Y yo a ti, cielo.
Y, aunque pareciese increíble, pensó Joe, él quería a ________. Aquélla era una noche fuera de serie. Una noche que cambiaría su vida para siempre.
El restaurante donde tendría lugar la cena de ensayo era de cinco tenedores y el maitre los llevó hasta una salita reservada para el grupo.
Todo estaba precioso. Los candelabros procuraban una luz muy tenue, como había pedido _______, y las copas de cristal y los cubiertos brillaban como si fueran joyas. Había platitos de porcelana tan fina como un papel y pétalos de rosa distribuidos por el mantel de hilo blanco rematado con un bordado de encaje.
Asintiendo con la cabeza en un gesto de aprobación, ____ se quedó atrás con la intención de sentarse cerca de la puerta para poder marcharse sin llamar mucho la atención. Pero cuando iba a tomar asiento, Joe la agarró del brazo.
—Los novios de pega deben sentarse cerca de los novios de verdad. Es parte de la tradición.
—Eso no es verdad —protestó ella.
—Claro que es verdad —insistió Joe, indignado—. No querrás darle un disgusto a Ginger, ¿verdad? Una persona que se pasa horas buscando almendras recubiertas de yogur para conseguir los colores apropiados no haría nada que estropease la fiesta, ¿no?
—Bueno, el objetivo de Rosas y Sueños es que los novios estén contentos…
—Pues por eso precisamente —sonrió Joe, llevándola hasta el centro de la mesa—. Y por eso tú y yo vamos a sentarnos con los novios antes de que a Ginger le dé algo.
—Pero yo no voy a quedarme mucho rato y…
—Aquí estamos —dijo Joe, apartando una silla—. Enfrente de la feliz pareja.
Los camareros aparecieron entonces para llenar las copas y llevar enormes bandejas de rosbif, verduritas y espárragos colocados de forma artística.
________ tuvo que contener otro bostezo.
—Come —le dijo Joe al oído.
—Estoy demasiado cansada para comer.
—Si no comes, Ginger pensará que algo no va bien. Y eso provocaría… no quiero ni pensarlo.
_______ suspiró mientras tomaba el tenedor.
Las conversaciones aumentaban de volumen, todo el mundo reía y el ambiente era, en general, de alegría y diversión.
Y ______ se estaba durmiendo.
Los cuatro sorbitos de vino fueron la estocada final y, de repente, no era capaz de abrir los ojos. Cuando empezaba a deslizarse de la silla, Joe la tomó por la cintura.
—Ésa es una anécdota muy divertida, ______ —dijo, riendo—. Ah, aquí llega el camarero con el café. ¿Quieres uno? Sí, yo creo que sí.
—Sí, mejor sí —asintió ella.

—¿Qué anécdota? Yo quiero que la cuente —intervino Ginger—. Cuéntala, ___________.
—Pues… —________ miró a Joe, horrorizada.
—Verás, es que organizó una boda en la que los novios querían casarse a caballo.
—¿A caballo?
—Como lo oyes. Todo iba bien hasta que el sacerdote, que montaba un semental, iba a declarar a los novios marido y mujer. Entonces el semental captó el olor de una yegua que estaba pastando por allí, salió disparado y… ¡zas! se llevó al sacerdote dejando atrás una nube de polvo.
Todos rieron a carcajadas con la anécdota, inventada por Joe, y luego siguieron con sus conversaciones.
—Es lo más absurdo que he oído en toda mi vida —dijo ______ en voz baja.
—Pues a mí no me ha parecido tan mal… considerando que se me ha ocurrido en un segundo.
—¿Te importaría soltarme antes de que los demás empiecen a preguntarse qué pasa aquí?
—En cuanto te tomes el café.
—No quiero café.
—Necesitas un poco de cafeína, novia mía.
—No soy tu novia —protestó ________—. Y me estás molestando.
—Ah, perdón.
—Quiero decir que me das calor. Hay mucha gente en la habitación y… me das calor.
—¿Tienes calor? —preguntó Joe, con una expresión de pura inocencia en su rostro—. ¿Es por culpa de mi brazo o porque estamos muy cerca?
—Por las dos cosas.
—Qué interesante.
El camarero sirvió los cafés y _______ se inclinó hacia delante para tomar el suyo, con el brazo de Joe pegado a ella de forma inamovible, por lo visto.
—Ya estoy mejor. Me he despertado, así que ya puedes quitar el brazo. Gracias por tu ayuda.
—De nada —sonrió él—. Dime, ______, ¿por qué una persona cuyo objetivo en la vida es organizar bodas perfectas no quiere casarse? Alguien me ha dicho que no tienes intención de hacerlo y siento curiosidad.
—¿Por qué?
—Porque… me pareces una chica encantadora.
—Sí, bueno… es una historia muy larga.
—Tengo tiempo.
—Prefiero no hablar de ello —dijo ________ entonces, levantándose—. Gracias por la cena, Ginger, Robert. Nos vemos mañana en la iglesia. Adiós a todos.
—Espera un momento —protestó Joe, levantándose también—. Creo que sería mejor que te llevara a casa. Podrías quedarte dormida al volante.
—No, no, estoy perfectamente. Después de ese café estoy muy despierta.
—Pero…
—Adiós.
Mientras ______ salía del reservado seguida de un coro de despedidas, Joe volvió a sentarse, con el ceño fruncido.
—Maldito café —murmuró.
—¿Qué pasa con el café? —preguntó Ginger.
—Nada, cariño —contestó Robert—. Que anima a personas que otras personas no quieren que se animen.
—¿Perdona?
—Nada, nada —rió su prometido—. Es una broma entre Joe y yo. ¿No te parece que Joe y _______ hacen una pareja fabulosa?
—Tu nariz se pondrá fabulosa si no te callas —lo amenazó Joe.
Robert soltó una carcajada y Ginger miró de uno a otro sin entender nada, mientras la señora Jonas le decía a sus hijos que se comportasen.
—Bueno, yo también me voy —suspiró Joe poco después—. Una cena estupenda. De hecho, todo lo que ha pasado esta noche ha sido estupendo. Memorable.
—No me digas —bromeó Robert.
Joe hizo una pistola imaginaria con los dedos y disparó a su hermano, que no paraba de reírse.
***
Rosas y Sueños estaba en el primer piso de una casa victoriana que ______ había alquilado en la zona de negocios de Phoenix. Ella vivía en el piso de arriba y la parte de abajo servía como despacho, sala de reuniones y almacén.
El salón original era ahora la sala donde recibía a las clientes y el comedor, su despacho.
Lo que más le gustaba de la casa era la enorme bañera con patas de león que le permitía darse largos baños de espuma cuando estaba muy cansada. Como aquella noche, por ejemplo.
Una hora después de haberse ido del restaurante y soportado el tráfico de la ciudad, ________ por fin pudo meterse en la bañera y cerrar los ojos.
Menuda noche. Había sido horrible, sencillamente horrible.
Joe Jonas era una amenaza. Sí, ésa era la palabra, una amenaza. Un hombre muy peligroso que era una amenaza para su tranquilidad y que le hacía sentir cosas raras. A su libido, para empezar. Y a su corazón. Joe había despertado deseos que ella intentaba controlar… sin mucho éxito.
Definitivamente, una amenaza.
Era lógico que tuviera que quitarse de encima a las mujeres. Tenía algo, un no sé qué inexplicable que despertaba en ella sentimientos que… que ni siquiera sabía que pudiera experimentar. Bueno, pero ahora lo sabía y estaría alerta, se dijo.
Desde luego, parte de esa reacción ante Joe Jonas era debida al cansancio, pero tenía la impresión de que incluso descansada podría ser susceptible.
De modo que al día siguiente, durante la boda y el banquete, tendría que mantener las distancias.
Nada de volver a mirarlo a los ojos, esos ojos increíbles que tenía. Nada de dejar que la tomase del brazo o de la cintura. Y, por Dios, nada de besos que la hacían imaginarlo arrancándole la ropa y…
No, nada de eso. Ya estaba. Ése era el plan. Se alejaría de Joe al día siguiente, la boda tendría lugar sin problema alguno y no volvería a verlo nunca más.
_______ abrió los ojos y frunció el ceño.
¿No volver a ver a Joe? ¿Nunca? ¿Jamás? No, claro que no. Él era un miembro de la alta sociedad de Phoenix y ella estaba entre los que tenían que pelear todos los meses para pagar el alquiler. Era imposible que sus caminos volvieran a cruzarse.
¿Por qué eso le resultaba tan deprimente?
—Por favor, déjalo ya —murmuró para sí misma.
Estaba pensando esas tonterías por agotamiento, seguro. Sólo tenía que cerrar los ojos de nuevo, dejar la mente en blanco y dormir ocho horas para despertar rejuvenecida y sin volver a acordarse de Joe Jonas
—Ah, qué bien —suspiró, mientras la niebla del sueño empezaba a borrar las imágenes de Joe. Sin darse cuenta, empezó a deslizarse hacia abajo en la bañera. Más abajo, más abajo… hasta que desapareció bajo el agua.
Se incorporó de un salto, escupiendo burbujas, y sus bruscos movimientos hicieron que el agua desbordase la bañera.
Tenía el pelo cubierto de jabón y parecía una tarta nupcial, de modo que ahora tendría que lavárselo. Y tendría que pasar la fregona, y la toalla estaría empapada…
_________ se puso a llorar.
Lloraba porque se había asustado al quedarse dormida en la bañera y porque las burbujas sabían fatal y le dolía el estómago. Lloraba porque estaba demasiado cansada para lavarse el pelo, que tardaba horas en secar y…
Lloraba porque, por mucho que lo intentase, no podía olvidar que había besado a Joe Jonas y no sabía qué hacer con los sentimientos que ese beso había despertado.
Lloraba porque después del día siguiente no volvería a verlo nunca más. Era lo mejor que podía pasar, pero a veces lo mejor que podía pasar era un asco.
Lloraba porque… porque le daba la gana, maldita sea.
Así que lloró hasta que no le quedaron lágrimas y el agua de la bañera se enfrió y el jabón que tenía en el pelo se hubo secado.
_________ moqueaba mientras salía de la bañera, tomaba la toalla mojada y la tiraba al agua, furiosa. Luego entró en su dormitorio y se metió en la cama.
Y esa noche, durmiendo entre sábanas mojadas, soñó con Joe Jonas

por **Julieta♥** Jue 01 Dic 2011, 1:30 pm

aaayy pobre rayis esta super agotada

y que lindo y romantico joe..yo se que no va a ser el ultimo dia que se vean yo lo se!!!!!jejejje

siguela pronto plisssssss

por **mary(mariana)** Jue 01 Dic 2011, 1:51 pm

Hola :) :hi: ! Nueva lectora! :D
Siguela porfa esta bueníiisima!!!
Sigueeeeeeeeeeee......!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!! jeje

por **chelis** Jue 01 Dic 2011, 6:28 pm

aaaii pobresitaaa de _____ .. pero bueno quien no sueña con ese bombon :)
jejeje siguela porfaaa

por **next to you** Jue 01 Dic 2011, 7:02 pm

ayy esta muy cansada
ayy siguelaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa

por **chelis** Jue 01 Dic 2011, 7:36 pm

oootrooooo... otrooooooo... otroooooooooooo caaapiiiissss porfiisss

por **andreita** Vie 02 Dic 2011, 10:13 am

me encantooo
la nove es buenisima
yo tambuein digo que haria una exelente pareja :9

siguela

por **chelis** Vie 02 Dic 2011, 11:50 am

porfaaaa otroo capiiisss

por **Lilah** Vie 02 Dic 2011, 5:39 pm

me encantaaaaaaaaaaaaa ! y no puedo creer que ella crea que puede resistirse a ese hombre , aparte es como si estubieran casados porque el ensayo mas que ensayo fue verdadero 8-) subo caap chica me gusta mucho :*

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