Conectarse
Últimos temas
miembros del staff
Beta readers
|
|
|
|
Equipo de Baneo
|
|
Equipo de Ayuda
|
|
Equipo de Limpieza
|
|
|
|
Equipo de Eventos
|
|
|
Equipo de Tutoriales
|
|
Equipo de Diseño
|
|
créditos.
Skin hecho por Hardrock de Captain Knows Best. Personalización del skin por Insxne.
Gráficos por y codes hechos por Kaffei e Insxne.
Gráficos por y codes hechos por Kaffei e Insxne.
cuento de invierno. | resultados.
O W N :: Novelas colectivas :: Novelas colectivas :: Novelas Colectivas :: Inscripciones / audiciones
Página 7 de 15. • Comparte
Página 7 de 15. • 1 ... 6, 7, 8 ... 11 ... 15
Re: cuento de invierno. | resultados.
callie & kay.
reservados: Hunter P;|Ashley B.
nombres de tus pj's: Kayden Ross;|Callie Whitcox.
rol: corazón roto + segundo actor.
escrito de tu autoría:
reservados: Hunter P;|Ashley B.
nombres de tus pj's: Kayden Ross;|Callie Whitcox.
rol: corazón roto + segundo actor.
escrito de tu autoría:
- Spoiler:
- —Tu piel es de gallina. — dice soplándome en el cuello.
Le miro de reojo. Dejo escapar un exagerado bufido y me corro dos asientos lejos de él. Sin embargo, parece que su nuevo pasatiempo es hacerme enfadar, y nada le cuesta arrastrarse en el banco. Los pies cruzados y dándose impulso con las manos, mientras sopla en mi brazo. Mis vellos están de punta.
—Quítate, imbécil. — le doy un manotazo que, estando segura, sólo le provoca sutiles cosquillas. Cierro los ojos por un segundo, negando con desesperación. —No molestes, chico. Estoy bastante ocupada como para preocuparme por ti.
Observo con detenimiento su rostro, deleitándome sólo un poco con sus ojos azules. Mi color preferido, y del que nadie sabe.
—Me llamo Cassidy, no chico. — replica sin más. Balancea sus pies como el travieso que es, y me pregunto si habrá llegado a una etapa de madurez o ni siquiera sabe qué significa. Por supuesto, yo estoy lejos de ser la señorita perfección, mas creo que le gano tanto a él como a Bjrön. Pero mi hermano es un caso diferente.
Yo no siento horrendas cosquillas cuando estoy cerca de él. Y si eso pasa en un mundo completamente alternativo, le quitaría esos lindos ojos que tiene. Creo yo que, probablemente, Ava se negaría a tener un novio con dos huecos tremendos.
Igualmente, el asunto no trata de Bjrön. Es Cassidy el maleante vivaracho que causaba problemas. Como buena persona que me considero, y por supuesto que dejo en el pasado las veces que escondía los pantalones de mi primo, Gus. Estoy limpia, justo como cuando salgo de una relajada y refrescante ducha; así que sí, soy una buena persona. Por eso debo mantener al chico alejado de mí. Sin problemas, todo es mejor.
—Whoa. — alzo mis cejas. Escucho como resopla, y entre medio de caprichos me dispongo a buscar entre mis pertenencias, hasta dar con la pequeña caja de jugo. Meto la pajilla y le doy un sorbo. Durazno, delicioso.
—Callan, me haré el bobo y negaré que no me prestas atención. — su mirada refleja exasperación, logrando que casi me ahogue. Él no es precioso, yo lo soy. —Pero debes tener bien en claro que, si estás aquí hablando conmigo y permitiendo que entablemos una conversación sin insultos de por medio es porque te preocupas por mí. No quieres hacer ni decir nada que pueda dañarme. — esta vez, sí logro atragantarme. Escupo un poco, y limpio con la manga de mi sudadera las gotitas que corren por la comisura de mis labios.
—No puede ser, chico. — dejo la cajita a mi lado y aprieto mis puños, clavándome las uñas. —Eres un iluso.
Siento que coloca su mano en mi espalda, dando ligeras palmadas. Me sorprende. Ya estoy en perfectas condiciones, ¿qué es lo que hacía? Muerdo mi labio con frustración.
—Como sea. — aleja su mano y, extrañamente me siento… afligida. —Al fin comprobé mi teoría, ¡Al fin puedo molestar a Harry! — suelta unas risas y se levanta del banco. Sacude sus pantalones, y despeina sus cabellos. Aún sigo mirándolo como estúpida, sin comprender la absurda situación.
—¿De qué hablas? — inquiero frunciendo los labios.
Cassidy da ligeros saltitos en su lugar, ocasionando unas disimuladas carcajadas por su porte infantil.
—Soplaré en su cuello, su piel será de gallina y podré molestarlo con eso. Y quien sabe, tal vez se ponga tan nervioso como tú.
Mi boca se abre, y de repente, Callan Innokentiy se queda sin palabras. Lo único que puedo hacer es, contemplar cómo se aleja con una sonrisa de triunfo y un plan maquiavélico detallándose en su cabeza.
—¡Maldito niño! — chillo con histeria, por más que este en un sitio público. —Te conviene que no digas nada.
Aprieto mis dientes y pataleo llena de cólera.
Es un tremendo manipulador.***—Es un día soleado, ¿a qué no? — le propino un codazo juguetón a Harry. —Bastante bonito, diría yo, aunque prefiero la lluvia y la humedad. Mucho más especial, ¿no crees, Hazzoldo? — suelto una pequeña carcajada ante el ridículo apodo.—Cass, nos conocemos bastante, tu refrigerador es mío, y viceversa. Parece que recién sabes de mí, e intentas aportar alguna plática para romper el hielo.
Pongo los ojos en blanco. Es inevitable.
—Ay, claro. Sólo intento quebrar el silencio incómodo que creaste desde que te separaste de Jo. — cruzo los brazos y hago un puchero. —¡Y no intentes negarlo! O peor, cambiar de tema, porque sabes que es cierto. — le señalo con el dedo, acusándolo a la vez que entrecierro los ojos.
Se indigna, lo sé. Conozco esa expresión mejor que mi propia mueca de arrepentimiento.
—¡Es un perfecto y cómodo silencio, Cass! — exclama alzando los brazos. —No le veo el punto a todo esto, y tampoco sé porque Jo está involucrada. — responde haciéndose el confundido. ¡Claro, claro! Dios, finge tan mal. Aun no comprendo cómo se hace el inocente en mi casa, justo cuando sale el tema de la comida.
—¡Yo no he sido! —dice cada vez. —He estado durmiendo como un bebé.
Y claro, el pobre y lindo de Cassidy tiene que hacer las compras como si fuera un empleado. Uno al que le pagan muy mal. Todavía sigo reclamando mi caja de pizza, y mi bolsa de chocolatines.
—Como sea. —tengo una especie de déjà vu en ese momento, mas aparto tales pensamientos. —Jo es genial, y por eso la involucro. Además, creo que estar tanto tiempo juntos te hace mal. — seguimos caminando con paso lento por los pasillos, dirigiéndonos a nuestra clase. Una de las pocas que teníamos juntos. Harry hace un ademán para que continúe, a regañadientes. Lo más probable es que quiera acabar con todo esto de una vez. —Claramente hace que un humor horrible, sin ánimos para bromas, te ataque insaciablemente. Te hace insoportable, Hazzoldo.
Me aplaudo internamente cuando siento un leve empujón. Le hago reír, y eso es bueno. Sé de su cabreo con Blake.
Vaya que no entiendo a esa chica. Así como tampoco entiendo a Liam y su grandiosidad paciente e ignorante que muestra en cuanto cruza el umbral del instituto como la despiadada reina de Narnia.
Me gusta comparar a los demás como los jodidos personajes de Disney. Por ejemplo, Finnick es el Capitán Garfio. Y pobre de mí cuando se entere que lo llamo así a escondidas. El cocodrilo puede ser mi aliado, y no quiero eso. No hay que confiarse de ellos.
—Muévete, Cass. — es lo que oigo, y de inmediato apresuro mis pasos. Sujeto la manga de mi mochila con fuerza cuando mi campo de visión se centra en Constance, quién está algo cerca de nosotros. Sin embargo, me centralizo en sus sonrojadas mejillas, y me pregunto qué le pasa.
Qué mundo extraño.
El piquete de investigador se ha infiltrado sin querer. No sé porqué quiero saber qué le pasa. Tal vez, podría ser el inspector Cassie por un día. Grandes hazañas me esperan, y el círculo de amigos es bastante grande como para desaprovechar los rumores.
Invitado
Invitado
Re: cuento de invierno. | resultados.
Grace Roses & Daniel.
reservados:Audrey Hepburn & Finn Harries
nombres de tus pj's:Grace Roses Hammett & Daniel Hunter
rol: Segundo Actor
escrito de tu autoría: en spoiler, please.
reservados:Audrey Hepburn & Finn Harries
nombres de tus pj's:Grace Roses Hammett & Daniel Hunter
rol: Segundo Actor
escrito de tu autoría: en spoiler, please.
- Escrito.:
«El pasado jueves 25 de marzo a las 21:00 horas, se le vio a George Roy alias "The cutthroat" a las afueras de la ciudad de New York en un Camaro Ss robando un banco. Lo que se llega a observar en las cámaras del banco es que el sujeto portaba dos rifles militares tipo AR-15...»
No pude seguir escuchando el noticiero, pues Darrell —mi mejor amigo y compañero de departamento desde que perdí mi voz—le había cambiado y ahora se escuchaba la chillona voz de Bob Esponja.
Fruncí el ceño y lo mire fijamente esperando una respuesta, sus labios delgados embozaron una leve sonrisa; sus ojos chocolate me miraban entrecerrados, parecía un modelo de esos que anunciaban en la tele de Calvin Klein, y no sólo porque era alto y se notaba que se cuidaba, si no porque también sus rasgos eran duros, con su cabello castaño despeinado, sus cejas rectas y pobladas; su nariz recta y su piel apiñonada.
—Le cambie porque no quiero saber que asesinos andan sueltos por ahí. —aclaro con su voz ronca. —Además te quería decir que iré al supermercado, a la tintorería y a la biblioteca para investigar sobre el trabajo que debo de hacer en la Universidad. —suspiró cansado —¿quieres que te traiga algo de la tienda? —Asentí.
Fui rápidamente por una libreta a mi cuarto y apunté lo que necesitaba. Al terminar regrese a la sale y le entregue la nota, él empezó a chocarla mientras arqueaba una ceja.
—Bien —exclamó cuando terminó —Si necesitas algo, Cloe esta a lado.
¡Ja!, como si mi vecina me fuera a ayudar. Yo la detestaba y ella a mí. El sentimiento de odio y rivalidad era mutuo, pero eso era algo que Darrell no lograba entender, y no lo culpaba, con esos enormes senos operados ¿Qué hombre no iba a quedar tarado?.
Un año después de mudarnos ahí, llegó nuestra vecina de diecinueve años: Cloe Foster, y como era obvio, hechizo a medio edificio con sus falsos pechos y su levantado trasero. Pero no me preocupaba, yo sabía que jamás podría competir con ella —y ni me interesaba—, al contrario, yo no quería estar así aunque fuera un palo con una minúscula curva entre la cadera y los pechos. Simplemente prefería la idea de conservarme natural siempre.
Una hora después de que Darrell se fuera, me puse a recoger la casa mientras escuchaba la música de AC/DC, Bon Jovi, Metallica, Los Ramones y Nirvana. No era una gran fan de ellos, pero me gustaba de vez en cuando rockear con la escoba como guitarra y las escaleras como mi escenario.
Antes de que perdiera mi voz hace dos años, solía cantar a todo volumen. Pero la vida es injusta y gracias a unos traumas que tuve, cantar se me era imposible. Los doctores me había dicho que podía comprarme un aparato el cual sustituta mi voz, pero sinceramente no quería que un robot hablara por mi, además de que una vez lo intente y cada vez que ponía "Quiero palomitas" el aparato decía "Quiero a las palomas", entonces descarté tal opción. La otra alternativa fue aprenderme el idioma de los mudos, y así fue, lo aprendí, el problema era que nadie me entendía porque no sabían que significaba cada seña, entonces me quede con la última elección: escribir en papeles lo que quería decir, era molesto e irritaba, pero era la única opción que más me gustaba.
Cuando termine, subí a mi cuarto y me puse un suéter de Darrell de Hard Rock, era como tres tallas más grande que yo y me llegaba a la mitad del muslo, pero no importaba porque estaba cansada como para buscar otra cosa.
Me observe en el espejo, mi melena rubia quemada estaba greñuda; mis ojos miel verdoso tenía unas ligeras bolsas abajo; mi rostro parecía cansado y somnoliento, pues los últimos días no había podido dormir bien por querer terminar un trabajo de la Universidad.
Me acosté en la cama y saqué el libro El Perfume, que me lo había dado mi padre antes de que me mandara a estudiar a la Universidad de New York.
«Aquella misma noche le despertó una pesadilla espantosa de cuyo contenido no podía acordarse, pero que había tenido que ver con Laure, y se precipitó hacia su dormitorio, convencido de que estaba muerta, de que había sido asesinada, violada y su cabellera cortada mientras dormía... y la encontró sana y salva...».
Me desperté por unos ruidos provenientes del despacho. Salí de la habitación y me dispuse a ir a la sala, de aseguro Darrell llego mas temprano de lo que esperaba.
Cuando entré al pequeño despacho, un hombre con pasamontañas sacaba los papeles del escritorio de caoba y los aventaba sin importancia alguna. Mis ojos se abrieron como platos e intente retroceder lentamente sin que él se percatase de mi presencia, pero para mi suerte choqué con la puerta de vidrio.
El hombre se volvió hacia mi lentamente, y entonces percibí sus ojos verdes; apagados y sin vida. Nos quedamos unos momentos quietos, y al otro segundo me encontraba corriendo hacia mi habitación mientras el ladrón me pisaba los talones.
Cerré mi cuarto con seguro y arrastré una cómoda hacia la puerta como una forma para que no la derribará, o eso pretendía yo. No sabía que hacer, el miedo afloraba de mi piel, no podía gritar, no era capaz de pedir ayuda, si le llamaba a Darrell ¿Cómo iba a saber él que necesitaba ayuda si ni siquiera podía articular una palabras?.
¿Qué iba a hacer?
De un momento a otro, los golpes dejaron de escucharse, y eso me daba una mala espina. Sabía muy bien que algo malo iba a pasar, es obvio que un bandido jamás se rendiría tan fácil. Y no me equivocaba, pues de un momento a otro la ventana se abrió y de ella emergió la oscura sombra del hombre. Intente quitar el mueble de la mesa, pero mis nervios hacían que se volviera imposible.
«¡Ayúdenme!»
Fue el único pensamiento que tuve cuando el hombre se acercaba a mi y me miraba con ojos de lujuria. Sabía que estaba perdida, o más bien dicho, que mi virginidad estaba perdida, que ese viejo asqueroso me iba a violar. Por ese simple hecho, lágrimas calientes empezaron a salir de mis ojos, sabía que no podía pelear, pues él era más fuerte que yo por mucho, además de que no había ninguna arma —ni siquiera una blanca o poco dañina —, simplemente no había nada.
—¿Qué?¿no hablas? —preguntó, su voz grave y ronca causó que un estremecimiento recorriera mi columna. —:¿Qué acaso el gato te comió la lengua? —para mi eso era una metáfora, y se había burlado de mí tantas veces llamando con diferentes apodos sobre mi discapacidad del habla, que eso ya no me afectaba ni en lo más mínimo.
Me quede estática ahí, no me moví hasta que el hombre me agarro los brazos, le soltó un rodillazo y salí corriendo hacia el baño, pero antes de llegar, el sujeto me agarro de los brazo y me empujo hacia la cama. Mientras me sujetaba de las manos con su brazo izquierdo, él se quitaba los pantalones con el otro brazo.
—Mejor para mi, así no gritas —decía mientras me toqueteaba todo el cuerpo y yo pataleaba con todas mis fuerzas para librarme. Aunque sabía que no iba a lograr nada, intentarlo no estaba mal.
Me quitó mi suéter, mi camisa y mi sujetador, dejando expuesto a sus ojos mis pequeños pechos.
«Adiós, virginidad»
No sentí cuando la puerta se abrió y el violador se quitó de encima, simplemente me tape con la sábana mientras lloraba desconsoladamente. Estaba a punto de perder lo más preciado: mi inocencia, mi pureza... Mi dignidad.
Me puse la camisa cuidadosamente, y minutos después los estallidos de golpes y puñetazos dejaron de sonar. Tapada desde mi cama, vi como el abusador estaba tendido en el piso, y como una silueta oscura se movía con pasos ágiles y rápidos. Mi héroe —quien me había ayudado — estaba amenazando a mi acosador, pero sinceramente lo único que lograba escuchar era el sonido de mi corazón bombeando velozmente.
—Liz, ¿estas bien? —me pregunta una voz que yo ya conocía: Darrell. Me había salvado.
No lo pensé ni un segundo y me abalancé a sus brazos mientras mojaba su camisa con mis sollozos.
—Tranquila, ya estoy aquí. Ya nada te pasara —aseguró mientras acariciaba mi despeinado cabello.
Me sujetaba fuertemente de su camisa cafe cuando el me llevó a la cama y me tapo. Se acostó a lado de mí mientras yo seguía lloriqueaba como bebe en su camisa ya empapada por mis lágrimas.
—Lo siento tanto. No debí dejarte sola. —razonó —Perdóname, Liz.
Levanté la cara hasta que sus ojos encontraron los míos, y con mis labios le articulé un gracias.
Esa noche no pude dormir, no hasta que Darret me empezó a cantar una canción —I will come to you de Hanson—, fueron unos minutos después cuando caí en los más profundo, seguro en los brazos de Darret.
«When you have no light to guide you
and no one to walk beside you
i will come to you
oh i will come to you
when the night is dark and stormy
you won't have to reach out for me
i will come to you
oh i will come to you ...»
- Spoiler:
- Recuerdo que el 5 de diciembre fue la muerte de mi madre, y que diez días después se celebró el funeral. Una semana antes de su partida, ella se puso muy grave, y la última vez que la vi fue el día después de mi cumpleaños número quince —o sea, un día antes de que la internaran en cuidados intensivos—. Todavía escucho, como un leve susurro, la suave voz de mi madre y su última, y más sincera promesa.
—Se que mi enfermedad no es el mejor regalo. Se que quieres que esté en casa, con papá, con Micky y contigo. Pero la vida me puso un obstáculo... —su voz se ahogó por las lágrimas que empezaban a brotar —... y luchare porque los quiero.
—Mamá no, no me hagas llorar. Yo sé que podrás recuperarte, sólo te pido que seas fuerte —las lágrimas calientes salían de ambas, y ninguna podía reprimirlas.
—Déjame terminar —me pidió, y yo guarde silencio mientras observaba sus profundos ojos miel —. Si acaso no puedo seguir, si me voy. Les prometo que les enviaré un ángel, que cuidará de ustedes, los protegerá, pero lo más importante los amara.
No entendía exactamente lo que nos quería decir. Pero no tenía tiempo para pensar, pues las horas de visitas ya habían concluido, y el doctor insistía en que debía irme. Al parecer, nunca había tenido un familiar a punto de morirse. Y como me daban jamás de golpear su cara, que tenía una expresión irritante, y así torcerle su enorme narizota.
—Te quiero.
Esas eran las últimas palabras que escucharía de ella. Desafortunadamente, no sabía. Y si, por lo menos, lo hubiera deducido, le habría hecho una mueca al frustrante doctor y se habría sentado plácidamente en aquel sillón de aspecto viejo e incómodo, para después ver la expresión de enojo del tipo de bata blanca.
Pero todo en algún momento se acaba. Como un efímero año, o como un rayo en el cielo a mitad de la tempestad; sin dejar rastro alguna de lo que alguna vez existió. Tan sólo cenizas que pronto entrarían al olvido, acompañados de los recuerdos, que desaparecerían con el tiempo, y leves susurros de lo que en un principio fue la voz. Porque es exactamente eso la muerte; el olvido, y sólo leves recuerdos en la mente del ser humano. Nosotros sólo somos una gota en un enorme océano; insignificantes. Nuestra partida sólo afecta a los familiares y amigos, pero no al mundo, ni al universo, ni al tiempo. Porque si lo piensas bien, nuestro tiempo de vida es tan corto, efímero e insignificante comparado con otros astros. Nosotros sólo somos una especie más para el universo.
[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]
midway.
Re: cuento de invierno. | resultados.
connor. escribió:.::AbyDeHoran::. escribió:connor. escribió:¿Enserio? Lo pregunto porque lo uso y no me sale así :s pero bueno tratare de leer los capitulo antes de subirlo para que no haya mucha comas ;).::AbyDeHoran::. escribió:
[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen] Frank & Ed.
reservados: Taylor Swift & Josh Hutcherson.
nombres de tus pj's: a Francesca Charlotte Lyne & Edward Jame Brooks
rol: Corazón roto // Segundo actor.
- Escrito de autoria:
[size=16][size=13][/size] Capitulo 3'Cause you throw your head back laughing like a little kid...†
-[/size]Abre los ojos
Susurro Niall en mi oído mientras quitaba sus manos de mis ojos dejándome ver un hermoso paisaje, estábamos un bosque uno de esos en lo que no quisieras entrar en ellos a la media noche pero vamos son las seis y todavía había un poco de solo, lo que me relajo ya que no me gusta estar en la obscuridad. Los arboles formaban un circulo en medio de este se encontraba una mesa junto con dos sillas, era un imagen realmente hermosa porque el sol iluminaba la mesa.
-Es hermoso-dije volteándome hacia el
-Me alegro de que te gustara porque realmente me llevo un buen tiempo encontrar este bosque y decorar ese lugar, no soy bueno en eso así que le pedir a la hermana de Harry que me ayudara con esto-wow sí que era demasiado tierno, nunca antes un chico había este hecho por mi así que pienso que esta cita será inolvidable
-No debiste en molestarte, esto demasiado para mi ningún otro chico había esto hecho por mí, esto es sumamente especial
-Me encargare entonces que esto sea aún más especial y espero que de todas las citas que has tenido esta sea la mejor y que supere tus expectativas
-Eso espero Sr. Horan
Dije de forma divertida mientras caminábamos hacia la mesa, saco la silla y me ayudo a sentarme, lo que me pareció un gesto lindo empezamos a cenar, cuando terminamos empezamos a habla de cosas sin sentido hasta que toco el tema de mi familia.
-¿Y qué me cuentas sobre tu familia, como es, como te llevas con tus padres, tienes hermanas?
-Niall, realmente no quiero hablar de ello no es que me sienta avergonzada o algo por el estilo pero no creo que sea el momento para hablar sobre eso-dije seria y vi que su sonrisa se borró
-Claro, es tu decisión cuando estés lista para poder decirme, ahí estaré- si este chico sigue así, me enamorare lo digo enserio
-Lo tomare en cuenta-dije sonriéndole
-¿Dime qué tipo de música te gusta, quien es tu cantante favorito?
-Coldpay
-¿Coldplay, enserio?
-Sí, tiene algo de malo
-No porque de hecho Colplay es también mi banda favorita, la canción que más me gusta es Viva la vida
-La mía es Fix you
-¿Qué te parece si vamos a caminar?
-Claro, vamos
Una vez dicho esto nos paramos y me extendió su brazo, entrelace el mío con el suyo y de esa forma empezamos a caminar hasta llegar a un riachuelo, el paisaje era hermoso por que llegamos justo cuando estaba atardeciendo por lo tanto el sol hacia que el cielo estuviera de un color anaranjado.
-Es hermoso-dijo el
-De hecho-dije mirándolo
-Te tomare una foto
-¿Qué? ¿Con que?
-Con esto-dijo mientras sacaba del bolsillo de su saco una cámara fotográfica
Camine hasta un árbol que estaba ahí, voltee y mire hacia donde estaba Niall, parado sonriéndome y apunto de tomar la foto. Sonreí y note que tomo la foto y grito un “¡Saliste hermosa!” provocando que me sonrojara, camino hacia mí y me abrazo, cosa que me extraño un poco pero le correspondí.
-Gracias por aceptar salir conmigo porque debo confesare te que me gustas-me susurro en el oído y me sorprendió sus palabras ya que a mí también me gustaba, pero era demasiado pronto para decir eso
-No tiene porque darlas sobre lo otro, creo que son palabras demasiado fuertes porque pienso que es muy para decir eso, quiero decir que no nos conocemos bastante bien como para poder decir eso
-Tienes razón, pero es la verdad me estas comenzando a gustar pero hey no te preocupes tenemos todo el tiempo para conocernos perfectamente-Dijo deshaciendo el abrazo y sonriéndome de forma coqueta a la que le correspondí de igual manera
Me agarro de la mano y me condujo hacia la orilla del riachuelo, nos sentamos en un mantel del cual no me había dado cuenta, ninguno de los dos dijo nada simplemente nos quedamos silencio pero no un silencio incómodo. Cuando anocheció empezó hacer frio cosa que no me gusto porque me empezaron a dar escalofríos, Niall lo noto y se quitó su saco y la puso sobre mi hombros, lo voltee a ver y le sonreí.
-Gracias-dije para después besarle su mejilla
-No tienes porque…es mejor no vallamos, no quiero que te enfermes por mi culpa-dijo sonriendo de lado
-Claro- dije mientras me separaba de él, se paró y después me ayudo a pararme, recogió en mantel y regresamos hacia donde habíamos cenado, dejo el mantel encima de la mesa y agarro mi mano, entrelazando nuestras dedos lo mire, me sonroje y baje la cabeza. Caminamos hacia la entrada del bosque en donde se encontraba el carro de Niall, me abrió la puerta y me subí una vez que cerró la puerta rodeo el carro para después hacer lo mismo que yo, encendió el motor arranco.
-¿Dejaras las cosa ahí?-pregunte extrañada
-Regresare mañana por ella, nadie sabe la existencia de ese lugar así que estoy seguro de que no se las robaran- dijo riendo y yo , yo solo me limite a mirarlo tiernamente por que se reía como un niño chiquito , porque su cabeza la hacía hacia atrás y abría la boca mostrando sus dientes
Nos llevó un hora volver hacia la cuidad y otra meda hora llegar hacia el edificio en donde vivía.
-Vamos, te acompaño hasta tu departamento-dijo mientras conducía hacia el estacionamiento subterráneo, lo estaciono y salimos del carro
-No tienes por qué hacerlo de seguro tienes aun otro compromiso, además ya es tarde
-Claro que no apenas son la nueve y media aun no es tarde y no tengo otro compromiso mi compromiso de hoy era tener una cita contigo, la cual espero que te haya gustado
-No me gusto, me encanto realmente superaste mis expectativas-dije riéndome
Caminamos hacia el elevador y apreté el botón que tenía el número diez, mientras llegábamos, hablábamos de cosas triviales, cosa incoherentes de las cuales no tiene importancia contarlas. Una vez que las puertas del elevador se abrieron salimos de este y caminamos hacia la puerta de enfondo, en donde tenía el numero cuarenta, estoy casi segura de que te preguntaras “¿Piso diez y tu habitación es la numero cuarenta? Pues como están acomodados los pisos” Te lo explicare como se lo explique a Kate: en este edificio hay veinte pisos en cada piso hay cuatro departamentos.
-Bueno es tiempo de decir adiós -comente recargándome en la puerta
-Creo que si…te llamare mañana ¿Te parece?
-Esperare ansiosa tu llama
-Estupendo, entonces hasta luego-dijo para después acercarse hacia a mí y así poder darme un beso en mi mejilla izquierda, cuando se separó me regalo un sonrisa- descansa-dijo finalmente para después darse la vuelta y dirigirse hacia el elevado, se metió en este y las puertas empezaron a cerrarse, alzo la mano y la ladeo en forma de despedida hice lo mismo dirigiéndole también una sonrisa
Saque la llave del bolso que traía y la metí en la cerradura, se oyó el un clac, indicando que la puerta se había abierto. Entre y note que todavía tenía puesto el saco de Niall, se me había olvidado dárselo, camine hacia la sala y deje las llaves en mesa de centro justo cuando lo hacía se prendieron las luces cosa que hizo diera un pequeño brinco, voltee hacia el apagador y vi que Kate estaba parada con el ceño fruncido.
-¿Qué horas son estas de llegar a casa eh? Hace horas que estoy aquí y tu ni tus luces mujer-dijo caminando hacia mí
-Lo siento, no sabía que vendrías, no me avisaste así que no me reclames
-Está bien, está bien dejare de reclamarte pero dime la verdad ¿Quién fue el afortunado de haber tenido una cita contigo?
-No tuve una cita-dije un poco nerviosa, no quería que supiera que había salido con Niall un parte de mi me decía que no debería de contárselo
-Si claro, entonces de seguro decidiste vestirte así y salir a caminar un rato ¿No?-dijo de forma sarcástica
-Estas en lo correcto
-Oh vamos, dime ya…dímelo, dímelo, dímelo, dímelo, dímelo, di…
-Con Nialll ¡¿Ya feliz?!-dije harta, no me gustaba que las personas digieran muchas veces la misma palabra
-¿Con Niall?-dijo poniendo seria
-Si ¿Por qué, tiene algo de malo?
-Sí y no
-Explícate
-No porque tienes el derecho de salir con quien sea. Y si porque…amiga el no te conviene, lo sé porque lo conozco desde hace mucho el solo juega con las mujeres, no es de una sola mujer y perdóname pero no creo que eso cambien estando el contigo, así que te aconsejo que te alejes te lo digo porque no quiero que acabes con el corazón roto-dijo mientras agarra mis manos
-Te agradezco te preocupes por mí pero yo tomo mis decisiones y mi decisión es no alejarme de el
-Claro…te llevo a cenar a una bosque ¿Verdad?-dijo viéndome detenidamente
-¿Que te hace creer eso ?
-Lo hizo, debo irme-dijo soltándome las manos para después agarrar su bolso que estaba en el perchero de la entrada, abrió la puerta y sin decir adiós se fue. audición aceptada.Aww me alegra....¡¡LO SABIA!!
me gustó mucho tu ficha. :AA:aunque tienes algún que otro fallo con las comas, pero no es nada que no se pueda solucionar c: tu fichis está aceptada ccc: ¡suerte!
Sabia que usaba muchas comas tratare de solucionar eso.
Uff...espero que la suerte este a mi favor.
okey c: te recomiendo el uso de word, la mayoría de las veces sale subralladito con verde para las comas c:.::AbyDeHoran::.
Re: cuento de invierno. | resultados.
la mierda. alguien usó a audrey hepburn. sdlfjsdkljflksdjfklsjdfkj. ké.
PARACETAMOL
Re: cuento de invierno. | resultados.
audrey es el cisne hermoso de hollywood en sus hermoso tiempos de los 50 y 60
ceonella.
Re: cuento de invierno. | resultados.
iz, cierra las auddiciones, que o sino se va llenar de chicas y no tendré oportunidad, a que me quiero yop, ahque se notep, lo narcisista que soy, yop y me extraña obsesión con poner una p al final
Invitado
Invitado
Re: cuento de invierno. | resultados.
no que falta mi ficha ;-;
✦ ausente.✦
pixie.
Re: cuento de invierno. | resultados.
Yo use a audrey, ella es mi idola en todo, la admiro por todo, y me hubiera encantado conocerla.samuel. escribió:la mierda. :ala:alguien usó a audrey hepburn. :ala:sdlfjsdkljflksdjfklsjdfkj. ké.
Soy Lizeth Adriana, dime Liz o lia
midway.
Re: cuento de invierno. | resultados.
*_* Es más que un cisne, es un Angel, y Dios tiene la enorme suerte de tenerla a su lado.vicious. escribió: audrey es el cisne hermoso de hollywood en sus hermoso tiempos de los 50 y 60
Soy Lizeth Adriana, dime Liz o lía. Ella es mi más grande idola, la admiro por todo.
midway.
Re: cuento de invierno. | resultados.
Pinilla escribió:
Babe & Danny.
reservados: Barbara Palvin | Harry Styles.
nombres de tus pj's: Babette Arcuri | Danny Wilder.
rol: corazón roto | boxeador.
escrito de tu autoría:
- CAPitulo:
No se concentra. Llegan las clases y le es imposible ensayar. ¿Qué puede hacer?
Babi resopla. No le queda otra solución que tener paciencia y tranquilizarse. Más le vale, porque, si no, fallará en todo y no es la mejor manera de iniciar su experiencia en la academia de baile. Con lo que le costó conseguir esa beca y el esfuerzo que le está suponiendo estar allí, alejada de su familia, de sus amigos y de su pequeña Eva. ¡Ella tiene la culpa de que no se concentre!
Si estuviera con ella todo resultaría más sencillo. La echa de menos a todas horas. Es duro estar alejada de la persona a la que amas, y más cuando ésta sufre una enfermedad bastante complicada. Tal vez no debería de haber aceptado marcharse a Inglaterra. Seguramente, en una universidad cerca de casa, de su hermana, de todo lo que quiere, habría sido más feliz.
¿Ha habido algún día en el que no haya llorado? Seguramente, no. ¡Pero no se puede rendir!
Vuelve a levantarse. Suspira. Concentración. No es una coreografía fácil de realizar. Encima, practicar a esas horas de la noche no ayuda demasiado. Coge el ritmo y poco a poco se adapta a las nuevas bailarinas que compró ayer, y que hoy mismo a moldeado. Pasos elegantes y casi perfectos, pero cuando se bloquea, nada es fácil. Otra vuelta. Uff. El profesor no pretenderá que baile todo aquello, ¿verdad?
Nada: no está en condiciones de seguir. Imposible. Se lamenta de ser tan poco consistente. Al momento piensa en sus padres, ¿qué pensarían de ella si la vieran así? Jamás, volverá a repetirlo las veces que sean. Aparta los libros del suelo y enciende una pequeña lámpara situada en la mesilla. Suspira de nuevo. Toma aire. Una vuelta, dos, tres, cuatro, cinco, seis, siete, ocho, nueve... mira su reflejo en el espejo, y aumenta la velocidad. Pero un dolor insoportable en uno de los dedos provoca su caída inmediata. Protesta en voz baja, apenas ha entrenado y ya tiene una lesión, penoso. Quita lentamente la bailarina, desatando cada una de las cintas. Se ha partido una uña. Muestra una mueca de dolor y asco. Se siente culpable y débil. Aunque luego lo seguirá intentando. Trata de convencerse de ello. Además, es casi la hora de cenar, y las clases no empiezan hasta mañana. Pone música, un tema de Simple Plan, “Welcome to my life”, enciende su móvil para ver si encuentra a Eva disponible. Suspira una vez más y se lamenta: su hermana no está conectada.
Era lo lógico. Seguro que está muy liada con los nuevos tratamientos, al parecer su enfermedad avanza más rápido de lo previsto. Sin embargo, tenía esperanzas de dar con ella. ¡Cómo la echa de menos!
El ruido de unas llaves en el pasillo llama la atención de Babi. El pomo de la puerta se gira y alguien abre con ímpetu. Es una chica.
—¡Buona notte, Babi! —exclama la recién llegada entrando en el cuarto.
—Hola, Valen.
—¡Oh! ¡Me encanta esta canción!
Y se pone a bailar de forma exagerada, moviendo las caderas insinuantemente.
—Estás loca —comenta Babi, bajando el volumen del reproductor y contemplando divertida a Valentina.
Por si había alguna duda, ahora ya tiene la excusa perfecta para dejar de ensayar. Su compañera de piso acaba de llegar. Esta se quita el abrigo y la mochila, y los deja encima de su cama. Entre ellas hablan inglés, un inglés a veces salpicado de expresiones australianas e italianas que ayudan a que la conversación sea fresca y fluida.
—¿Qué tal la tarde? ¿Has entrenado algo?
—Poco.
—Muy mal, muy mal...
La chica ni siquiera la mira. Continúa bailoteando. Después se sienta en el sillón que está libre y se descalza. Luego se levanta y guarda sus imponentes botas marrones en el armario.
—Y tú, ¿de dónde vienes?
—De la biblioteca. Pero había mucho ruido allí —responde, haciendo aspavientos con las manos—. Estoy nerviosa. No me da tiempo. ¡No me da tiempo!
Babi sonríe. Le hace gracia la manera de hablar de Valentina. Siempre tan expresiva, tan gesticulante. Tan italiana.
—Tranquila. Aún quedan unos días para tus exámenes.
—Ya. Ya lo sé. Pero es mucha tarea. ¡Es mucha! Los profesores no están bien. ¡Todos están locos! —grita, al tiempo que se baja los vaqueros de golpe. Los dobla y también los mete en el armario.
Aquel comportamiento vuelve a sacar otra sonrisa a Babi. No ha conocido nunca a una persona más impulsiva y expresiva que ella. En cierta manera, le recuerda a Eva, en sus buenos tiempos. Valentina, además, es lo más parecido a una amiga que tiene en Inglaterra. A su manera, aquella chica pecosa, de larga melena negra, le ha servido de apoyo en los momentos más complicados. Especialmente, al principio de su llegada a Londres, cuando era a la única persona que entendía. Fue una suerte que le tocara como compañera de piso.
—Yo también tengo que entrenar bastante, mañana empiezan las clases de ballet.
La italiana mueve la cabeza negativamente y se pone un pantalón de pijama de la pantera rosa y unas zapatillas de estar por casa del mismo color. Luego la parte de arriba, que deja sin abrochar. Babi la mira extrañada: ¿es que no piensa bajar a cenar hoy? Pero enseguida obtiene la respuesta. Valentina, abre la mochila y saca un par de sándwiches de su interior.
—Son vegetales —dice, anticipándose a lo que Babi iba a preguntarle.
—No tienen mala pinta.
—No, ¿verdad? —comenta, olisqueando uno de ellos—. Estoy harta de la comida de aquí. A partir de ahora me alimentaré de sándwiches de máquina. Mamma mia! ¡Con lo bien que se come en Italia!
En esto tiene razón. La comida inglesa no le termina de convencer. Y sus horarios tampoco.
—Entonces, ¿no vienes conmigo hoy?
—No —contesta, sentándose delante de su ordenador—. Pero, si puedes, tráeme alguna pieza de fruta, per favore.
—Vale.
Babi se pone de pie y entra en el cuarto de baño para peinarse. Está desganada. No tiene ganas de comer, pero sabe que, si no come algo ahora, luego tendrá hambre.
—¡Ah, me han dado recuerdos para ti! —grita Valentina.
—¿Recuerdos? ¿Quién?
Es extraño, porque no tiene muchos amigos allí. Su adaptación a aquel nuevo país le está costando más de lo que pensaba. Apenas sale de noche. Se limita sobrevivir, tratar de comprender lo que los profesores explican y realizar los ejercicios que le mandan.
—Tu amigo —señala la italiana,
—¿Mi amigo…?
—Sí, ya sabes...
La chica piensa un instante y por fin se da cuenta del tono sarcástico de Valentina.
—¡Ah! ¿Y qué le has dicho?
—Que se fuera a la mierda —contesta Valen, haciendo un gesto con el dedo corazón hacia arriba—. Como decís los australianos, “¡menudo capullo!”.
Babi sonríe, aunque amargamente. La chica sale del cuarto de baño y apaga la música de su ordenador.
—¿De verdad que no bajas a cenar?
—No. Me quedaré hablando con Marco un rato.
—Salúdale de mi parte.
—Bien.
—¿Sigue insistiendo en que seáis novios?
—Sí. Es un pesado. Espero que se dé por vencido de una vez.
—Pero si te sigue gustando…
—Ya. Pero no es posible lo nuestro mientras yo esté aquí.
—Pobrecillo.
—¿Pobre? Nada de pobre. ¡A saber lo que hace él en Italia...! Lo nuestro se acabó. Ya sabes lo que pienso.
Claro que lo sabe. Le ha contado en varias ocasiones que rompieron el mismo día en que ella decidió aceptar la beca en Londres. Y aunque Marco insistió una y otra vez para que se esperaran el uno al otro por lo menos ese año, no logró convencer a su novia. Valentina está en contra de las relaciones a distancia, se lo ha dicho muchas veces.
—Bueno, me marcho a cenar, que si no, no me dejarán nada.
—Okey. Acuérdate de mi pieza de fruta.
—No te preocupes. Te subiré una manzana.
—O un plátano.
—O un plátano —repite sonriente.
—Muchas gracias, Babi.
Las chicas se despiden. Después de coger su teléfono, un paquete de billetes, y las llaves, Babi abandona la habitación sin imaginar que lo que va a acontecer en los días siguientes, complicaría todavía más su estancia en Londres.
Al día siguiente, por la mañana.
Babi camina por las calles de Londres, como siempre, con tiempo suficiente para llegar. Hoy ha madrugado, quizá demasiado pronto, pero mejor prevenir que curar. Valentina seguiría durmiendo, seguramente ni se despierte hasta la hora de comer, y luego se queja de que no tiene tiempo para estudiar.
Ya ha cogido el metro, tres trasbordos, nada menos. La academia de baile está bastante lejos. Cree divisar la entrada, con unas letras bastante voluptuosas de un color blanco marfil. En la puerta se encuentran dos chicos, riéndose y coqueteando mutuamente, Babi no sabe si saludar o simplemente pasar de largo, elige la segunda opción.
Intenta seguir todas las indicaciones, y por fin consigue dar con la gran sala. La cara se la ilumina. Cómo le gusta ese sitio. Va a vivir un sueño, su sueño, por fin. Ve a unas chicas sentadas en una esquina, preparándose, seguramente, para las clases. Da un primer paso y una de las tablas chirria. Perfecto. Las chicas se voltean, y para su agrado, sonríen. Babi saluda con la mano y se acerca a ellas.
-Nunca te había visto por aquí, ¿eres nueva?- pregunta una de las chicas, dándola dos besos. Babi asiente.- Me llamo Ninna.
-Bambi- contesta sonriente.
Bien, parece que son simpáticas, eso a Babi le tranquiliza, Ninna es guapísima, menudos ojazos. A su lado está Dreyri, una chica curiosa, tanto física como psicológicamente, se la ve tímida, quizás esté incómoda.
-Y dime, ¿cuántos años llevas con esto?- pregunta Ninna, mientras practica unos estiramientos.
-Desde los tres años
-Toda una veterana- ríen- pues bienvenida.
Babi sonríe de nuevo y decide cambiarse. La uña le duele, pero no puede permitirse mostrarse débil el primer día, tiene que darlo todo. La gente iba llegando, todos estaban entusiasmados, alegres de volverse a ver un año más. Una chica llama la atención de Babi, entra cantando y haciendo pasos de baile, por un momento le recuerda a Valentina, ¡qué energía!
La música suena, y parece que todos despiertan. Se colocan en las barras de ejercicio, y Babi simplemente les sigue. Entra por la puerta una señora bastante mayor, con un moño bien apretado en su cabeza. ¿la clase empieza ya?
-Bien chicos, colocaros- dice la mujer con un acento francés
Empieza la coreografía, los ejercicios de inicio, Babi intenta seguirlo, no tiene ningún problema.
-Buenos días compañía, mi nombre es Madam LaRousse- empieza a decir- como algunos sabréis, cada año iniciamos la temporada con un nueva producción, bueno, esta vez será diferente- todos siguen practicando al compás de la música.- este año realizaréis una actuación junto a vuestros compañeros de baile moderna, una fusión, para demostrar que todas las danzas son compatibles.
Babi intenta procesarlo, ¿baile moderno? Es como mezclar agua y aceite, esto no va a salir bien. Alguien interrumpe la clase haciendo que todos dejen los ejercicios, se trata de una chica y un chico, van cogidos del brazo y riendo, hasta que se percatan de que acaban de irrumpir.
-Lo siento- dice la chica, intentando guardarse la risa.
-No importa, les estábamos esperando- dice Madam Larousse.
Babi intenta no mirarles demasiado, siente la mirada del chico clavada en ella, y en cuanto gira su cabeza lo afirma. Tiene unos bonitos ojos, y unos brazos y espalda bien tonificados. Entran todos los demás, algunos sonríen y otros muestran una cara no muy agradable.
En ese mismo momento, a unos pocos metros
Harry se ríe con los comentarios de Perrie, qué chica, como le gusta su personalidad. Al entrar en la clase de ballet se siente como un niño en una tienda de golosinas, con la esperanza de poder probarlas todas.
-Conozco esa mirada- le interrumpe Perrie, con media sonrisa.
-¿Qué?
-A ver, ¿quién?- pregunta evidente
Harry señala con los ojos y deja ver a una chica. Largas piernas, cabello castaño, y ojos azules. Parece una pequeña muñequita de porcelana, no es el estilo de Harry, pero es muy guapa.
-Ya...
-¿Ya qué?- pregunta Harry riendo- ¿Crees que no soy capaz?
-No he dicho eso
-¿Quieres apostar Ayleen?
-¿Contigo? No sueñes Styles, te conozco.
-Dame tres días, si consigo acostarme con ella antes del jueves, gano.
-¿Y qué ganas?
-Una noche contigo, nada más.
La chica ríe sarcásticamente, no lo hará, ¿está loco?
-No te dará resultado Harry, jamás pasaría una noche contigo, además, ¿qué gano yo si no lo consigues, eh?
-Si ganas, no tendré sexo en quince días.
-Que sea un mes.
Y un apretón de manos sella la apuesta.
- trocito de mi mente:
Seres humanos, perfectamente imperfectos, adictos al placer de la vida, a la felicidad, al amor, a los retos y al éxito. Seres humanos que nos encontramos en continuo cambio ideológico, sentimental y social. Inconformistas buscamos siempre algo más, algo nuevo, diferente y excitante. Se suele decir que somos complicados, y es cierto, lo somos. Los que no se consideren complicados, deberían proponerse serlo. Lo normal nos aburre, lo complicado nos entretiene y excita. Al ser seres tan perfectamente imperfectos y por consiguiente, seres humanos complicados, no sé por qué, pero nos enamoramos de lo imposible. Cierto es también que, desde pequeños nuestros padres, abuelos y profesores de matemáticas nos han dicho que no hay nada imposible, solo hay que luchar para que lo imposible se convierta en posible. Supongo que por eso cuando yo era pequeña ponía tanto empeño en intentar volar saltando desde lo alto de un muro con una capa estilo Superman, me enamoré del Monstruo de las Galletas y practicaba trucos de magia. En fin, dulce niñez, dulce inocencia, que bonita fue. Pero nunca hemos dejado de enamorarnos de lo imposible. Nos enamoramos de algún componente de 1D, actores como Liam Hemsworth o de nuestro profesor de deportes y, soñamos con cómo ellos suplicaban por nuestro amor.
Ahora, adulta dentro de lo que se puede considerar, veo que nada ha cambiado. Seguimos buscando lo difícil, lo complicado, lo imposible. Me recuerda a cuando jugaba al Tetris. Me podía pasar horas enganchada intentando encajar las piezas. Con cada nivel que subía, más se complicaba encajar las piezas de forma correcta, pero más me divertía, y ni un segundo habría pensado en volver a repetir el nivel básico que era mucho más sencillo y en el que conseguía encajara todas las piezas. El nivel básico se había convertido en aburrido, a pesar de que en él pudiera encajar todas las piezas a la perfección. Siempre quería seguir intentándolo con el siguiente nivel, más complicado, donde las piezas no encajaban del todo. Cuanto más costaba intentar encajar las piezas, más me excitaba, más empeño ponía en superar el nivel y me enfrentaba con ansia al siguiente. Había un tope, no recuerdo bien si llegaba hasta el 20 o el 30, pero claro está que el último nivel, el más complicado, por mucho que nos lo pasáramos, nunca nos llegó a aburrir. Algunos quizás no habrán jugado al Tetris o estarán cegados con el Candy Crash, pero supongo que la excitación de alcanzar el siguiente nivel, el más complicado, sigue siendo la misma. Siempre vamos en busca de un nuevo reto, en superarlo y ver que aventuras nos puede traer el siguiente.
Al final el amor no es mas que otro juego que nos apasiona. Podemos encontrar al amor perfecto, donde todas las piezas parezcan encaja a la perfección. Pero parece que eso no nos basta. Cuando las piezas encajan con facilidad nos falta algo. Por mucho que nos fastidie, somos humanos, somos complicados, masoquistas, idiotas o como lo quieran llamar, pero el amor imposible y complicado, por muy consientes que seamos de lo imposible y complicado que es, es el que más ansiamos conquistar y el que más cuesta olvidar. Nos envolvemos y enganchamos a dramas estilo película Dinviny de los domingos por la tarde. ¿Por qué nos complicamos tantos? Solo somos simples humanos. Pero complicarnos la vida se ha convertido en una nueva disciplina que quizás se represente próximamente en los Juegos Olímpicos.
Gracias padres, abuelos, profesores, Hollywood, pics del facebook, gracias a todos por hacernos creer en lo imposible y hacernos perder la cabeza por él, que aburrida sería la vida si fuéramos conformistas. He aprendido a ver la vida como un juego. Un juego divertido, en el que a veces se gana y otras se pierde. Un juego en el que se engaña y se hace trampa. Cambiamos de contrincantes y de equipo. Cuando nos cansamos de un juego, buscamos uno más divertido, más retos, más aventuras, en continua búsqueda del éxito. Nos proponemos metas y objetivos, cuanto más nos cuesta conseguirlas, más satisfechos y mayor felicidad nos proporcionará cuando las alcanzamos. Y así sigue el circulo vicioso de la vida.
Al final hay personas que se conforman con llegar a casita cuando juegan al parchís, y otras que se excitan intentando comerse al compañero de juego. ficha aceptada.por la mamá de mi madre(? tu ficha es hermosa, omg. Lo que más me gustó fue TODO porque no hubo ningún trozo que dejara de gustarme; bc todo en ella está increíble y muy bien escrito. babi, plz, amo ése nombre. Fue hermoso leer el trocito de tu mente(? me quedé atónita :o apenas necesitas suerte (o simplemene ni la necesites) bc, igual, ¡suerte! c:
michael.
Re: cuento de invierno. | resultados.
sweetheart. escribió:
Nova & Theo
reservados: e. c. & dylan o'brien.
nombres de tus pj's: Nova Wilde & Theo Whortington.
rol: corazón roto | actor.
escrito de tu autoría:
- Hall of fame.:
Un remolino de viento se forma más allá de la arboleda. El otoño ataca silencioso, pasivo y con un toque gélido. El estado del tiempo me es irrelevante, especialmente en ésta época, que es mi preferida. Ajusto mi bufanda, previniendo una resfriado o cualquier alergia que me afecte. No necesito ninguna clase de disturbio en mi salud, mucho menos en éste momento. Observo el reloj a mi izquierda: Son las dos menos cinco. Poco tiempo y, sin embargo, parece tan lejano.
Soy incrédula y un poco indiferente hacia las decisiones que he tomado. Hace una hora, me he despedido de mis padres, de todo aquello que me ha atado durante años a éste pueblo diminuto y remoto. Mis emociones simplemente no coinciden con mis actos, no parecen comprenderlos. No parezco caer en el hecho de que finalmente, luego tanto discutir e ir y venir, voy a encaminarme hacia mis sueños. A cumplirlos.
La gente se aglomera y el movimiento es constante; mi cuerpo se mantiene quieto y tieso en aquella banca de la cual me he apoderado. Inspiro y expiro, mientras tomo mis dos maletas de color bordó y me paro. Con pasos inseguros, pero deseosos, camino hacia el exterior. Hacia aquella salida que está a segundos.
Me topo con otra gente que mira y observa paciente hacia su izquierda. El sonido de las ruedas chocando contra los rieles cada vez se hace más presente. El humo de aquel transporte inminente invade el aire puro de lo que iría a ser el huésped de mi infancia. El testigo de mi pasaje hacia aquello que parecía tan imposible.
El sonido retumbante se detiene, para dar paso ha la bocina del colosal tren. Las personas comienzan a abordarlo y yo simplemente me decido por esperar y alargar la despedida.
Observo nostálgica y siento que una pequeña cantidad de abulia me restringe. Mamá y papá han querido quedarse en casa, lo cual no suena como algo muy cariñoso de su parte. Pero ya nos hemos dicho todos, me aman sobre todas las cosas y están de acuerdo con lo que he optado.
Me siento totalmente lista, sin embargo, he predicho que éste desprendimiento va a ser muy difícil. Quizás, lo más difícil que he tenido que hacer.
—Pero es necesario...— Susurro. Una lágrima traviesa y escurridiza se escapa. Intento contenerme y con muchos esfuerzo, lo logro; más la tristeza sigue allí.
Siento un leve toque en mi hombro, lo suficiente para llamar mi atención. Observo a mi costado una anciana, pequeña y encorvada. Sus ojos emanan comprensión y su sonrisa ternura y compasión.
—Sea lo que sea, vale la pena. Éste pueblo siempre tendrá los brazos abiertos, niña.— Frunzo el ceño y la confusión me invade.
—¿Cómo?...— Me preparo para preguntar, más la señora me interrumpe.
—¿Crees que no he visto ésto antes?— Comienza. —Trabajé en éste estación durante años, vi ir y venir jóvenes que abandonaban éste lugar por algo más grande.— Sonrío, más calmada por la breve explicación. Me limpio los restos de agua en mis mejillas y prosigo con la conversación iniciada.
—¿Y consiguieron algo más grande?— Pregunto, curiosa y nerviosa por su respuesta. Las estadísticas no suelen ser de mi interés, pero... son algo determinantes en éste caso. Si la mayoría no conseguía algo, no cumplía con sus metas, no creo que sea mi caso el contrario. Pero, tampoco podía dejarme llevar por esa negatividad. El pesimismo es... púes, pésimo. Para todo.
—¿Tú crees que puedes conseguir algo más grande?— Contesta, con otra pregunta. Sonrío para mis adentros, y aún sin responder, sé que capta la mayor parte de mi mensaje. —Anda, ve. Has todo lo que puedas y vuelve cuando seas... lo que seas que quieras ser, y la mejor.— Aconseja, divertida y relajada. Sus ánimos me envuelven y me alegran al instante. Con cariño, me extiendo y la abrazo con todas mis fuerzas. Murmuro un silencioso "gracias" y mis pasos se transforman en unos con más seguridad.
Doy media vuelta y me encamino hacia el hombre que recibe los boletos. Le entrego el mío y sin tener que decir más, me lo recibe -por que no lo haría-.
Subo los escalones y transcurro por esos pasillos medianamente llenos. Con lentitud y determinación ubico mi asiento y coloco las maletas donde corresponde.
Por suerte, nadie se ha sentado a mi lado. Y... lo prefiero así, porque lo siento como una representación de lo que es ésto, y de lo que será. Por ahora, no tengo nadie a mi lado y éste viaje parece comenzar como un simple capricho adolescente. Pero no es así. Mi sueño va en serio, tan en serio como para dejar todo atrás y no arrepentirme de nada.
Aquella ciudad me espera, ya sea para verme fracasar o verme triunfar. De a poco, tendrá mi marca y serán aquella calles madres de mi despertar. Estoy lista. Y por más que mi futuro sea incierto, lo desconocido no me atemoriza. La valentía y el coraje me llevarán de la mano. La humildad y la determinación serán mis mejores herramientas, y el esfuerzo un pasaje en primer clase hacia todo lo soñado y, próximamente, concreto.
No tengo miedo.
Y estoy más lista que nunca.
ahí mi audición, bella. espero que esté todo correctos, dlshdfslffsd, espero ansiosa los resultados.<3
besitos.<3 ficha aceptada.con la primera frase ya estabas aceptada(? ahno ._. amé todo, fue muy hermoso cc': la anciana aw. Quería espachurrarla(? escribes hermoso, hermoso, hermoso. Escribes increíble y eso nadie me lo niega. Sin duda tu ficha está más que aceptada, bc amé cada pedacito de la narración<33 tampoco necesitas suerte, bc igual yo siempre la doy(? ¡suerte! c:
michael.
Re: cuento de invierno. | resultados.
mañana sigo con las fichas, bc tengo muchos trabajos del instituto que entregar.
michael.
Re: cuento de invierno. | resultados.
stymest. escribió:
callie & kay.
reservados: Hunter P;|Ashley B.
nombres de tus pj's: Kayden Ross;|Callie Whitcox.
rol: corazón roto + segundo actor.
escrito de tu autoría:
- Spoiler:
—Tu piel es de gallina. — dice soplándome en el cuello.
Le miro de reojo. Dejo escapar un exagerado bufido y me corro dos asientos lejos de él. Sin embargo, parece que su nuevo pasatiempo es hacerme enfadar, y nada le cuesta arrastrarse en el banco. Los pies cruzados y dándose impulso con las manos, mientras sopla en mi brazo. Mis vellos están de punta.
—Quítate, imbécil. — le doy un manotazo que, estando segura, sólo le provoca sutiles cosquillas. Cierro los ojos por un segundo, negando con desesperación. —No molestes, chico. Estoy bastante ocupada como para preocuparme por ti.
Observo con detenimiento su rostro, deleitándome sólo un poco con sus ojos azules. Mi color preferido, y del que nadie sabe.
—Me llamo Cassidy, no chico. — replica sin más. Balancea sus pies como el travieso que es, y me pregunto si habrá llegado a una etapa de madurez o ni siquiera sabe qué significa. Por supuesto, yo estoy lejos de ser la señorita perfección, mas creo que le gano tanto a él como a Bjrön. Pero mi hermano es un caso diferente.
Yo no siento horrendas cosquillas cuando estoy cerca de él. Y si eso pasa en un mundo completamente alternativo, le quitaría esos lindos ojos que tiene. Creo yo que, probablemente, Ava se negaría a tener un novio con dos huecos tremendos.
Igualmente, el asunto no trata de Bjrön. Es Cassidy el maleante vivaracho que causaba problemas. Como buena persona que me considero, y por supuesto que dejo en el pasado las veces que escondía los pantalones de mi primo, Gus. Estoy limpia, justo como cuando salgo de una relajada y refrescante ducha; así que sí, soy una buena persona. Por eso debo mantener al chico alejado de mí. Sin problemas, todo es mejor.
—Whoa. — alzo mis cejas. Escucho como resopla, y entre medio de caprichos me dispongo a buscar entre mis pertenencias, hasta dar con la pequeña caja de jugo. Meto la pajilla y le doy un sorbo. Durazno, delicioso.
—Callan, me haré el bobo y negaré que no me prestas atención. — su mirada refleja exasperación, logrando que casi me ahogue. Él no es precioso, yo lo soy. —Pero debes tener bien en claro que, si estás aquí hablando conmigo y permitiendo que entablemos una conversación sin insultos de por medio es porque te preocupas por mí. No quieres hacer ni decir nada que pueda dañarme. — esta vez, sí logro atragantarme. Escupo un poco, y limpio con la manga de mi sudadera las gotitas que corren por la comisura de mis labios.
—No puede ser, chico. — dejo la cajita a mi lado y aprieto mis puños, clavándome las uñas. —Eres un iluso.
Siento que coloca su mano en mi espalda, dando ligeras palmadas. Me sorprende. Ya estoy en perfectas condiciones, ¿qué es lo que hacía? Muerdo mi labio con frustración.
—Como sea. — aleja su mano y, extrañamente me siento… afligida. —Al fin comprobé mi teoría, ¡Al fin puedo molestar a Harry! — suelta unas risas y se levanta del banco. Sacude sus pantalones, y despeina sus cabellos. Aún sigo mirándolo como estúpida, sin comprender la absurda situación.
—¿De qué hablas? — inquiero frunciendo los labios.
Cassidy da ligeros saltitos en su lugar, ocasionando unas disimuladas carcajadas por su porte infantil.
—Soplaré en su cuello, su piel será de gallina y podré molestarlo con eso. Y quien sabe, tal vez se ponga tan nervioso como tú.
Mi boca se abre, y de repente, Callan Innokentiy se queda sin palabras. Lo único que puedo hacer es, contemplar cómo se aleja con una sonrisa de triunfo y un plan maquiavélico detallándose en su cabeza.
—¡Maldito niño! — chillo con histeria, por más que este en un sitio público. —Te conviene que no digas nada.
Aprieto mis dientes y pataleo llena de cólera.
Es un tremendo manipulador.***—Es un día soleado, ¿a qué no? — le propino un codazo juguetón a Harry. —Bastante bonito, diría yo, aunque prefiero la lluvia y la humedad. Mucho más especial, ¿no crees, Hazzoldo? — suelto una pequeña carcajada ante el ridículo apodo.—Cass, nos conocemos bastante, tu refrigerador es mío, y viceversa. Parece que recién sabes de mí, e intentas aportar alguna plática para romper el hielo.
Pongo los ojos en blanco. Es inevitable.
—Ay, claro. Sólo intento quebrar el silencio incómodo que creaste desde que te separaste de Jo. — cruzo los brazos y hago un puchero. —¡Y no intentes negarlo! O peor, cambiar de tema, porque sabes que es cierto. — le señalo con el dedo, acusándolo a la vez que entrecierro los ojos.
Se indigna, lo sé. Conozco esa expresión mejor que mi propia mueca de arrepentimiento.
—¡Es un perfecto y cómodo silencio, Cass! — exclama alzando los brazos. —No le veo el punto a todo esto, y tampoco sé porque Jo está involucrada. — responde haciéndose el confundido. ¡Claro, claro! Dios, finge tan mal. Aun no comprendo cómo se hace el inocente en mi casa, justo cuando sale el tema de la comida.
—¡Yo no he sido! —dice cada vez. —He estado durmiendo como un bebé.
Y claro, el pobre y lindo de Cassidy tiene que hacer las compras como si fuera un empleado. Uno al que le pagan muy mal. Todavía sigo reclamando mi caja de pizza, y mi bolsa de chocolatines.
—Como sea. —tengo una especie de déjà vu en ese momento, mas aparto tales pensamientos. —Jo es genial, y por eso la involucro. Además, creo que estar tanto tiempo juntos te hace mal. — seguimos caminando con paso lento por los pasillos, dirigiéndonos a nuestra clase. Una de las pocas que teníamos juntos. Harry hace un ademán para que continúe, a regañadientes. Lo más probable es que quiera acabar con todo esto de una vez. —Claramente hace que un humor horrible, sin ánimos para bromas, te ataque insaciablemente. Te hace insoportable, Hazzoldo.
Me aplaudo internamente cuando siento un leve empujón. Le hago reír, y eso es bueno. Sé de su cabreo con Blake.
Vaya que no entiendo a esa chica. Así como tampoco entiendo a Liam y su grandiosidad paciente e ignorante que muestra en cuanto cruza el umbral del instituto como la despiadada reina de Narnia.
Me gusta comparar a los demás como los jodidos personajes de Disney. Por ejemplo, Finnick es el Capitán Garfio. Y pobre de mí cuando se entere que lo llamo así a escondidas. El cocodrilo puede ser mi aliado, y no quiero eso. No hay que confiarse de ellos.
—Muévete, Cass. — es lo que oigo, y de inmediato apresuro mis pasos. Sujeto la manga de mi mochila con fuerza cuando mi campo de visión se centra en Constance, quién está algo cerca de nosotros. Sin embargo, me centralizo en sus sonrojadas mejillas, y me pregunto qué le pasa.
Qué mundo extraño.
El piquete de investigador se ha infiltrado sin querer. No sé porqué quiero saber qué le pasa. Tal vez, podría ser el inspector Cassie por un día. Grandes hazañas me esperan, y el círculo de amigos es bastante grande como para desaprovechar los rumores. ficha aceptada.asdfjdks.<333 a.m.o como escribes. ¡Es perfecto! Me encantó, me encantó, simplemente me encantó(? ¿Dije que me encantó? cc,: cassidy, plz, lo amé(? ah. Definitivamente todo en tu escritura es hermoso c: por supuesto tu ficha está aceptada y tampoco necesitas suerte, bc yo siempre la doy(? ¡suerte!
michael.
Re: cuento de invierno. | resultados.
- Gif:
- [Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]
hayes grier.
Página 7 de 15. • 1 ... 6, 7, 8 ... 11 ... 15
Temas similares
» cuento de invierno. | nc.
» maybe kinda sort of dumb
» cuento de invierno. | muro.
» cuento de invierno. | fichas.
» Cuento de invierno. El origen de los Péepem.
» maybe kinda sort of dumb
» cuento de invierno. | muro.
» cuento de invierno. | fichas.
» Cuento de invierno. El origen de los Péepem.
O W N :: Novelas colectivas :: Novelas colectivas :: Novelas Colectivas :: Inscripciones / audiciones
Página 7 de 15.
Permisos de este foro:
No puedes responder a temas en este foro.
Miér 20 Nov 2024, 12:51 am por SweetLove22
» My dearest
Lun 11 Nov 2024, 7:37 pm por lovesick
» Sayonara, friday night
Lun 11 Nov 2024, 12:38 am por lovesick
» in the heart of the circle
Dom 10 Nov 2024, 7:56 pm por hange.
» air nation
Miér 06 Nov 2024, 10:08 am por hange.
» life is a box of chocolates
Mar 05 Nov 2024, 2:54 pm por 14th moon
» —Hot clown shit
Lun 04 Nov 2024, 9:10 pm por Jigsaw
» outoflove.
Lun 04 Nov 2024, 11:42 am por indigo.
» witches of own
Dom 03 Nov 2024, 9:16 pm por hange.