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Gráficos por y codes hechos por Kaffei e Insxne.
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"Despues De Ti"- Joe y tu Terminada
O W N :: Archivos :: Novelas Terminadas
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Re: "Despues De Ti"- Joe y tu Terminada
CAPÍTULO 85
Te despertaste algo aturdida. Hacía días que no dormías bien, pero ahora que ya todo había pasado, el sueño había podido contigo.
Te volteaste un poco para poder ver si Oli seguía dormido, pero te llevaste una gran sorpresa cuando viste que la cama estaba vacía.
Te levantaste rápidamente, asustada ante la idea de que a Oli le hubiera pasado algo y tu no te hubieras enterado por estar dormida, pero pronto te tranquilizaste al oír la voz de tu hijo, que venia del pasillo, para después volver a alterarte al ver que Oli venía en brazos de nada más y nada menos que de Joe… su padre.
Tu: ¡Oli, mi niño! –dijiste extendiendo las manos hacia Oli-. ¡¿Se puede saber a dónde te lo has llevado y por qué no me avisaste?! –le gritaste furiosa a Joe, mientras cargabas a Oli-
Oli: Joe me llevó a hacerme unas fotos de la cabeza para ver si ya me curé, ¿verdad? –miró a Joe, esperando su respuesta-
Joe: me lo llevé para hacerle unos rayos x, no quise despertarte porque sé que estás agotada por todos estos días. Discúlpame si te asusté, no era mi intención, lo siento.
Tu: bueno, está bien, siento haberte gritado, pero me asusté cuando desperté y él no estaba, pensé que le había pasado algo.
Oli: no te preocupes mami, que yo ya estoy bien. Joe me dijo que soy muy fuerte, ¿verdad Joe? –le preguntó con una sonrisa en los labios-
Joe: oh si, muy fuerte y muy valiente también. No se asustó ni un poquito con la máquina. Está hecho todo un campeón –le frotó la cabeza por encima de las vendas y Oli se rió-
Tu: ¿entonces sí está bien completamente?
Joe: si, completamente recuperado. En un momento le doy el alta y ya te lo puedes llevar para la casa.
Tu: muchas gracias Joe. ¿Oíste Oli? Ya te vas a poder ir para la casa –dijiste abrazando a Oli- por fin.
Oli: si, extraño mucho jugar con Jerry. Si hasta extrañé a Mariangel y eso que siempre nos quita los juguetes.
El comentario de Oli provocó que Joe y Tu se rieran.
(musica de fondo: Duele-Lu)
Le agradeciste nuevamente a Joe el haber salvado a Oli, y a media mañana, él te llevó los papeles del alta.
Joe: aquí tienes todos los papeles –te dijo mientras te extendía su mano-
Tu: muchas gracias por todo –agarraste los papeles y en ese momento sus manos se rozaron-
Sus miradas se cruzaron, y se quedaron viendo el uno al otro fijamente por largo rato.
Tu: siento mucho lo de tu esposa –conseguiste decir después de un tiempo-. Mary me contó, espero que no te moleste.
Joe: no, tranquila, no me molesta. Pero tengo algo que hablar contigo. Hay cosas que debemos aclarar.
Tu: si… yo también tengo algo que decirte… pero este no es el momento, tengo que llevar a Oli a casa.
Joe: si, está bien, pero en la tarde te busco, ¿si?
Tu: ok.
Después de despedirte, te llevaste a Oli para tu casa. Allí estaba Jacob esperándolos para darles la bienvenida.
Después de dejar a Oli jugando en su cuarto, tu y tu hermano se fueron juntos para la sala, pues le querías contar tus planes de decirle a Joe toda la verdad sobre Oli.
Jacob: ¿y en serio ya estás segura de querer contarle toda la verdad?
Tu: si Jacob, tengo que hacerlo, por el bien de Oli. No es justo que crezca sin saber quién es su papá. Además en estos días le ha agarrado mucho cariño a Joe.
Jacob: ¿y qué pasa con todo lo que te dijo cuando se fue? ¿y si rechaza a Oli?
Tu: no sé por qué, pero estoy segura de que no lo va a rechazar. La verdad es que en todos estos días en los que Oli estuvo en el hospital, Joe se comportó de lo más cariñoso con él. En serio, me recuerda al Joe que yo conocí hace cinco años, del que me enamoré. Es completamente diferente a cuando nos vimos la última vez antes de que se fuera. Es como si fueran dos personas distintas.
Jacob: ten cuidado hermanita, porque veo que tú sigues enamorada de él. No vaya a ser que te eche un cuento y caigas en sus redes otra vez.
Tu: ¿qué? –dijiste ofendida- para nada. No te voy a negar que en todo este tiempo no logre olvidarme de él, pero yo ya aprendí a vivir sin Joe.
Jacob: bueno, yo solo te advertí.
Tu: pues muchas gracias por tus advertencias, pero no las necesito.
Jacob: está bien, como tú digas –miró el reloj y se levantó del sofá- tengo que salir a resolver unos asuntos.
Tu: ¿a estas horas? en un rato vamos a comer.
Jacob: mejor que empiecen sin mí, ¿si? No sé a que hora regrese.
Tu: ok. Cuidate –le diste un beso y Jacob se fue-
Chicas mañana les subo maraton ok
Te despertaste algo aturdida. Hacía días que no dormías bien, pero ahora que ya todo había pasado, el sueño había podido contigo.
Te volteaste un poco para poder ver si Oli seguía dormido, pero te llevaste una gran sorpresa cuando viste que la cama estaba vacía.
Te levantaste rápidamente, asustada ante la idea de que a Oli le hubiera pasado algo y tu no te hubieras enterado por estar dormida, pero pronto te tranquilizaste al oír la voz de tu hijo, que venia del pasillo, para después volver a alterarte al ver que Oli venía en brazos de nada más y nada menos que de Joe… su padre.
Tu: ¡Oli, mi niño! –dijiste extendiendo las manos hacia Oli-. ¡¿Se puede saber a dónde te lo has llevado y por qué no me avisaste?! –le gritaste furiosa a Joe, mientras cargabas a Oli-
Oli: Joe me llevó a hacerme unas fotos de la cabeza para ver si ya me curé, ¿verdad? –miró a Joe, esperando su respuesta-
Joe: me lo llevé para hacerle unos rayos x, no quise despertarte porque sé que estás agotada por todos estos días. Discúlpame si te asusté, no era mi intención, lo siento.
Tu: bueno, está bien, siento haberte gritado, pero me asusté cuando desperté y él no estaba, pensé que le había pasado algo.
Oli: no te preocupes mami, que yo ya estoy bien. Joe me dijo que soy muy fuerte, ¿verdad Joe? –le preguntó con una sonrisa en los labios-
Joe: oh si, muy fuerte y muy valiente también. No se asustó ni un poquito con la máquina. Está hecho todo un campeón –le frotó la cabeza por encima de las vendas y Oli se rió-
Tu: ¿entonces sí está bien completamente?
Joe: si, completamente recuperado. En un momento le doy el alta y ya te lo puedes llevar para la casa.
Tu: muchas gracias Joe. ¿Oíste Oli? Ya te vas a poder ir para la casa –dijiste abrazando a Oli- por fin.
Oli: si, extraño mucho jugar con Jerry. Si hasta extrañé a Mariangel y eso que siempre nos quita los juguetes.
El comentario de Oli provocó que Joe y Tu se rieran.
(musica de fondo: Duele-Lu)
Le agradeciste nuevamente a Joe el haber salvado a Oli, y a media mañana, él te llevó los papeles del alta.
Joe: aquí tienes todos los papeles –te dijo mientras te extendía su mano-
Tu: muchas gracias por todo –agarraste los papeles y en ese momento sus manos se rozaron-
Sus miradas se cruzaron, y se quedaron viendo el uno al otro fijamente por largo rato.
Tu: siento mucho lo de tu esposa –conseguiste decir después de un tiempo-. Mary me contó, espero que no te moleste.
Joe: no, tranquila, no me molesta. Pero tengo algo que hablar contigo. Hay cosas que debemos aclarar.
Tu: si… yo también tengo algo que decirte… pero este no es el momento, tengo que llevar a Oli a casa.
Joe: si, está bien, pero en la tarde te busco, ¿si?
Tu: ok.
Después de despedirte, te llevaste a Oli para tu casa. Allí estaba Jacob esperándolos para darles la bienvenida.
Después de dejar a Oli jugando en su cuarto, tu y tu hermano se fueron juntos para la sala, pues le querías contar tus planes de decirle a Joe toda la verdad sobre Oli.
Jacob: ¿y en serio ya estás segura de querer contarle toda la verdad?
Tu: si Jacob, tengo que hacerlo, por el bien de Oli. No es justo que crezca sin saber quién es su papá. Además en estos días le ha agarrado mucho cariño a Joe.
Jacob: ¿y qué pasa con todo lo que te dijo cuando se fue? ¿y si rechaza a Oli?
Tu: no sé por qué, pero estoy segura de que no lo va a rechazar. La verdad es que en todos estos días en los que Oli estuvo en el hospital, Joe se comportó de lo más cariñoso con él. En serio, me recuerda al Joe que yo conocí hace cinco años, del que me enamoré. Es completamente diferente a cuando nos vimos la última vez antes de que se fuera. Es como si fueran dos personas distintas.
Jacob: ten cuidado hermanita, porque veo que tú sigues enamorada de él. No vaya a ser que te eche un cuento y caigas en sus redes otra vez.
Tu: ¿qué? –dijiste ofendida- para nada. No te voy a negar que en todo este tiempo no logre olvidarme de él, pero yo ya aprendí a vivir sin Joe.
Jacob: bueno, yo solo te advertí.
Tu: pues muchas gracias por tus advertencias, pero no las necesito.
Jacob: está bien, como tú digas –miró el reloj y se levantó del sofá- tengo que salir a resolver unos asuntos.
Tu: ¿a estas horas? en un rato vamos a comer.
Jacob: mejor que empiecen sin mí, ¿si? No sé a que hora regrese.
Tu: ok. Cuidate –le diste un beso y Jacob se fue-
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Nani Jonas
Re: "Despues De Ti"- Joe y tu Terminada
SUPER!!! MARATON!!!!!!!!
ahhhhhh la rayis le va a contar sobre oli... q va a hacer jacob?????
siguela!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!
ahhhhhh la rayis le va a contar sobre oli... q va a hacer jacob?????
siguela!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!
jamileth
Re: "Despues De Ti"- Joe y tu Terminada
CAPÍTULO 86
Joe estaba en su oficina del hospital, pensando en el último encuentro que había tenido contigo.
En el momento en el que se habían mirado a los ojos, ya no había visto ese odio que había en ellos la primera vez que se encontraron en el hospital después de su regreso. Todo lo contrario, la mirada que te había visto le hizo recordar el tiempo que fueron felices juntos, aquella época, cinco años atrás, en la que vivían el uno para el otro, antes de que él lo echara todo a perder por su estúpida desconfianza.
Unos golpes en la puerta lo devolvieron de nuevo a la realidad. Después de permitir el paso a la persona que había llamado, se quedó sorprendido cuando vio quién era. Era la última persona con la que esperaba encontrarse.
***: ¿puedo pasar?
Joe: por supuesto –se levantó y se acercó a la puerta- claro, pasa. ¿Le ocurrio algo a ___* o a Oli?
***: no, ellos están bien. Pero es precisamente de ___* de quien te quiero hablar.
Joe: siéntate –le ofreció una silla- dime, te escucho, aunque supongo que ya sé lo que me quieres decir.
***: ¿a si? ¿y qué se supone que vengo a decirte?
Joe: que deje a tu hermana en paz. Yo sé que le hice mucho daño, pero necesito hablar con ella. Jacob, yo sé que tú tienes todo el derecho de defenderla, pero yo necesito…
Jacob: tranquilo, tranquilo –lo interrumpió-. Yo no soy nadie para prohibirte nada. Creo que ___* ya es grande y sabe defenderse sola.
Joe: ¿entonces? ¿a qué viniste? –preguntó confundido-
Jacob: como te dije, yo no puedo prohibirte que la veas. Lo que sí quiero pedirte es que por favor no le hagas daño. Ella sufrió mucho cuando tú te fuiste, y no quiero volver a verla así.
Joe: te juro que yo no quiero hacerle daño. Solo quiero pedirle perdón por todo lo que hice, por lo estúpido que fui. Sé que no es excusa, pero todo lo que hice fue por culpa de un engaño. Recién ahora me enteré de toda la verdad, y esa verdad me está matando poco a poco.
Jacob: ¿un engaño? ¿qué engaño?
Joe: fue mi hermano Ryan. Él no vio con buenos ojos mi relación con ___*. Me dijo que ella solo estaba conmigo por mi dinero. Sé que yo debía confiar en ella, pero Ryan tenía muchas pruebas, y en ese momento se me vino el mundo abajo y no razoné. En vez de enfrentar las cosas decidí huir como un cobarde.
Jacob: ¿entonces tú si la querías?
Joe: Ja... ¿que si la quería? la amaba más que a mi vida. Senti que me moria cuando Ryan me contó todas esas mentiras. Por eso me fui, no podía soportar tenerla cerca y no abrazarla.
Jacob: ¿y todo lo que le dijiste antes de irte?
Joe: eso terminó de matarme. No sé de dónde saqué fuerzas para decirle todas esas cosas horribles que le dije. Todavía sigo escuchando esas palabras en mi cabeza, con ella suplicándome que le dijera que todo era mentira –comenzó a llorar- ¡fui un estúpido, un completo estúpido! –gritaba, mientras se golpeaba la cabeza con las manos-
Jacob: hey tranquilízate! –se levantó, fue junto a Joe y le agarró las manos para que dejara de golpearse- lo que tienes que hacer ahora es contarle toda la verdad. ___* tiene que saber todo esto que me dijiste.
Joe: si, precisamente pensaba decírselo esta tarde. Le dije que tenía que hablar con ella y quedé en llamarla.
Jacob: si, ya ella me contó. Creo que tienen mucho de que hablar. Yo ya me voy –miró el reloj- ya es hora de comer, supongo que habrás quedado con alguien, no quiero que llegues tarde por mi culpa.
Joe: no, para nada. De hecho pensaba comer solo. ¿Quieres acompañarme? Así podemos seguir hablando. Claro que si tú tienes planes…
Jacob: no, de hecho le dije a ___* que comiera sin mí porque no sabía cuanto iba a tardar.
Joe: ¿le dijiste que venías a verme?
Jacob: no ¿cómo crees? Si se lo digo es capaz de cortarme la cabeza –los dos se rieron. Luego, Joe recogió sus cosas y salieron los dos juntos hacia un restaurante-
Una vez en el restaurante, Jacob continuó con la conversación que habían empezado en la oficina de Joe.
Jacob: hay algo que no entiendo. Si dices que estabas enamorado de ___* y que nunca pudiste olvidarte de ella, ¿cómo es que te casaste? Lo vi en una revista de las que compran las chicas.
Joe: es una larga historia. La verdad es que no fue un matrimonio normal. Conocí a Taylor cuando me fui para Houston. Yo estaba pasando un mal momento y ella me ayudó. Nos hicimos muy buenos amigos.
Jacob: pero te casaste con ella.
Joe: si. Tengo que reconocer que aunque yo la veía solo como una amiga, siempre supe que ella sentía algo más por mí. Tiempo después le diagnosticaron una leucemia terminal. Su padre me dijo que si me casaba con ella, al menos le alegraría el poco tiempo que le quedaba. Yo no tenía nada que perder, también estaba solo, así que acepté. En los meses que estuvimos casados nos hicimos compañía el uno al otro, y nos sirvió para superar la soledad en la que nos encontrábamos en aquellos momentos.
Jacob: siento mucho lo que pasó. Y veo que no solo ___* sufrió. La verdad es que me costaba imaginarte tal y como te describían, como un hombre sin corazón. Conozco muy bien a mi hermana, y sé que ella nunca se enamoraría de un hombre así. Ahora ya lo entiendo todo.
Joe: muchas gracias por escucharme.
Jacob: no tienes que darme las gracias. Ahora lo importante es que le cuentes todo a ella y que arreglen todo.
Joe: ¿tú crees que me perdone?
Jacob: ella te sigue amando, de eso estoy seguro, y el amor todo lo puede, vas a ver.
Joe: ¿estás seguro de que todavía me quiere? ¿y qué paso con el padre de Oli? –Jacob casi se atraganto con la comida- Mary y Nick me dijeron que se fue cuando ella se quedó embarazada. ¿No volvierón a tener noticias de él?
1/6
Joe estaba en su oficina del hospital, pensando en el último encuentro que había tenido contigo.
En el momento en el que se habían mirado a los ojos, ya no había visto ese odio que había en ellos la primera vez que se encontraron en el hospital después de su regreso. Todo lo contrario, la mirada que te había visto le hizo recordar el tiempo que fueron felices juntos, aquella época, cinco años atrás, en la que vivían el uno para el otro, antes de que él lo echara todo a perder por su estúpida desconfianza.
Unos golpes en la puerta lo devolvieron de nuevo a la realidad. Después de permitir el paso a la persona que había llamado, se quedó sorprendido cuando vio quién era. Era la última persona con la que esperaba encontrarse.
***: ¿puedo pasar?
Joe: por supuesto –se levantó y se acercó a la puerta- claro, pasa. ¿Le ocurrio algo a ___* o a Oli?
***: no, ellos están bien. Pero es precisamente de ___* de quien te quiero hablar.
Joe: siéntate –le ofreció una silla- dime, te escucho, aunque supongo que ya sé lo que me quieres decir.
***: ¿a si? ¿y qué se supone que vengo a decirte?
Joe: que deje a tu hermana en paz. Yo sé que le hice mucho daño, pero necesito hablar con ella. Jacob, yo sé que tú tienes todo el derecho de defenderla, pero yo necesito…
Jacob: tranquilo, tranquilo –lo interrumpió-. Yo no soy nadie para prohibirte nada. Creo que ___* ya es grande y sabe defenderse sola.
Joe: ¿entonces? ¿a qué viniste? –preguntó confundido-
Jacob: como te dije, yo no puedo prohibirte que la veas. Lo que sí quiero pedirte es que por favor no le hagas daño. Ella sufrió mucho cuando tú te fuiste, y no quiero volver a verla así.
Joe: te juro que yo no quiero hacerle daño. Solo quiero pedirle perdón por todo lo que hice, por lo estúpido que fui. Sé que no es excusa, pero todo lo que hice fue por culpa de un engaño. Recién ahora me enteré de toda la verdad, y esa verdad me está matando poco a poco.
Jacob: ¿un engaño? ¿qué engaño?
Joe: fue mi hermano Ryan. Él no vio con buenos ojos mi relación con ___*. Me dijo que ella solo estaba conmigo por mi dinero. Sé que yo debía confiar en ella, pero Ryan tenía muchas pruebas, y en ese momento se me vino el mundo abajo y no razoné. En vez de enfrentar las cosas decidí huir como un cobarde.
Jacob: ¿entonces tú si la querías?
Joe: Ja... ¿que si la quería? la amaba más que a mi vida. Senti que me moria cuando Ryan me contó todas esas mentiras. Por eso me fui, no podía soportar tenerla cerca y no abrazarla.
Jacob: ¿y todo lo que le dijiste antes de irte?
Joe: eso terminó de matarme. No sé de dónde saqué fuerzas para decirle todas esas cosas horribles que le dije. Todavía sigo escuchando esas palabras en mi cabeza, con ella suplicándome que le dijera que todo era mentira –comenzó a llorar- ¡fui un estúpido, un completo estúpido! –gritaba, mientras se golpeaba la cabeza con las manos-
Jacob: hey tranquilízate! –se levantó, fue junto a Joe y le agarró las manos para que dejara de golpearse- lo que tienes que hacer ahora es contarle toda la verdad. ___* tiene que saber todo esto que me dijiste.
Joe: si, precisamente pensaba decírselo esta tarde. Le dije que tenía que hablar con ella y quedé en llamarla.
Jacob: si, ya ella me contó. Creo que tienen mucho de que hablar. Yo ya me voy –miró el reloj- ya es hora de comer, supongo que habrás quedado con alguien, no quiero que llegues tarde por mi culpa.
Joe: no, para nada. De hecho pensaba comer solo. ¿Quieres acompañarme? Así podemos seguir hablando. Claro que si tú tienes planes…
Jacob: no, de hecho le dije a ___* que comiera sin mí porque no sabía cuanto iba a tardar.
Joe: ¿le dijiste que venías a verme?
Jacob: no ¿cómo crees? Si se lo digo es capaz de cortarme la cabeza –los dos se rieron. Luego, Joe recogió sus cosas y salieron los dos juntos hacia un restaurante-
Una vez en el restaurante, Jacob continuó con la conversación que habían empezado en la oficina de Joe.
Jacob: hay algo que no entiendo. Si dices que estabas enamorado de ___* y que nunca pudiste olvidarte de ella, ¿cómo es que te casaste? Lo vi en una revista de las que compran las chicas.
Joe: es una larga historia. La verdad es que no fue un matrimonio normal. Conocí a Taylor cuando me fui para Houston. Yo estaba pasando un mal momento y ella me ayudó. Nos hicimos muy buenos amigos.
Jacob: pero te casaste con ella.
Joe: si. Tengo que reconocer que aunque yo la veía solo como una amiga, siempre supe que ella sentía algo más por mí. Tiempo después le diagnosticaron una leucemia terminal. Su padre me dijo que si me casaba con ella, al menos le alegraría el poco tiempo que le quedaba. Yo no tenía nada que perder, también estaba solo, así que acepté. En los meses que estuvimos casados nos hicimos compañía el uno al otro, y nos sirvió para superar la soledad en la que nos encontrábamos en aquellos momentos.
Jacob: siento mucho lo que pasó. Y veo que no solo ___* sufrió. La verdad es que me costaba imaginarte tal y como te describían, como un hombre sin corazón. Conozco muy bien a mi hermana, y sé que ella nunca se enamoraría de un hombre así. Ahora ya lo entiendo todo.
Joe: muchas gracias por escucharme.
Jacob: no tienes que darme las gracias. Ahora lo importante es que le cuentes todo a ella y que arreglen todo.
Joe: ¿tú crees que me perdone?
Jacob: ella te sigue amando, de eso estoy seguro, y el amor todo lo puede, vas a ver.
Joe: ¿estás seguro de que todavía me quiere? ¿y qué paso con el padre de Oli? –Jacob casi se atraganto con la comida- Mary y Nick me dijeron que se fue cuando ella se quedó embarazada. ¿No volvierón a tener noticias de él?
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Nani Jonas
Re: "Despues De Ti"- Joe y tu Terminada
CAPÍTULO 87
Joe: ¿estás seguro de que todavía me quiere? ¿y qué paso con el padre de Oli? –Jacob casi se atraganto con la comida- Mary y Nick me dijeron que se fue cuando ella se quedó embarazada. ¿No volvierón a tener noticias de él?
Jacob: este… bueno… creo que eso te lo tendrá que contar ella.
Joe: si, tienes razón, lo siento. No tengo derecho a preguntarte esas cosas.
Jacob: no pasa nada. Bueno, ya me tengo que ir –miró el reloj- tengo que arreglar unos papeles y ya es tarde. Tú invitas ¿verdad?
Joe: por supuesto –se rió- es lo mínimo que puedo hacer después de que me hayas escuchado. Muchas gracias por todo –le dio la mano-
Jacob: y tú mucha suerte con ella, cuñadito –le dijo mientras le estrechaba la mano, luego tiró de él y le dio un abrazo-
Después de despedirse, cada uno se fue por su lado, Jacob a resolver sus asuntos y Joe a su auto para dirigirse a tu casa-
Llegó a tu casa media hora más tarde. Toco la puerta y esperó a que se abriera.
Cuando abriste la puerta él no pudo evitar mirarte de arriba abajo. A pesar de que estabas vestida con ropa de casa, para él en ese momento eras la mujer más hermosa del mundo.
Salió de sus pensamientos al oír tu voz invitándolo a pasar.
Todo estaba igual que la última vez que había estado en esa casa. Se giró para ver todo y se detuvo frente a una foto que había en una estantería, en la que salían Tu y Oli abrazados.
Joe: sale muy bien en esta foto –agarró la foto- los dos salen muy bien.
Tu: si, es una de mis preferidas.
Joe: ¿está en su cuarto? Me gustaría saludarlo.
Tu: no. Mary y Nick vinieron a recogerlo para llevarlo al parque junto con sus hijos. Ya los extrañaba mucho.
Joe: oh –dejó la foto en su sitio-
Tu: precisamente es de Oli que te quería hablar. Siento mucho la confusión que hubo cuando creíste que Jacob era su padre –estabas decidida a contarle toda la verdad, no había vuelta atrás- yo…
(musica de fondo: me aleje de ti- voz veis y A.cinco)
Joe: no tienes que disculparte. Aquí el único que tiene que pedir perdón soy yo. Perdóname ___* –te agarró tus manos y las junto con las suyas- perdóname por lo estúpido que fui hace cinco años.
Tu: ¿qué? –te quedaste de piedra, era lo último que esperabas escuchar-
Joe: todo fue un engaño de Ryan. Él me dijo que no me querías, que estabas conmigo solo por mi dinero –Te soltaste de sus manos y diste un paso atrás-
Tu: ¿por eso me dejaste? ¿Porque pensaste que te quería por tu dinero? ¡Sabes de sobra que a mí jamás me importó tu dinero!
Joe: ahora lo sé, pero en aquel momento me dio muchas pruebas de que lo que decía era cierto.
Tu: ¿pruebas? ¿qué pruebas podía tener? –una lágrima se escapó por tu mejilla-
Joe: ¿te acuerdas de Camilla? Ella te escuchó hablar con Mary y Dayi sobre lo que había pasado en aquel lago. Ryan sabía demasiados detalles de lo que había pasado entre nosotros.
Tu: no me puedo creer que desconfiaras así de mí. Te amaba más que a mi vida.
Joe: perdóname por favor –extendió los brazos y te agarró de los hombros- fui un estúpido. Pero necesito que me perdones.
Tu: ¡suéltame! –le gritaste, mientras te retorcías para soltarte y las lágrimas empezaban a brotar de tus ojos-
Joe: te amo ___*, siempre te amé y siempre te amaré.
Tu: ¡mientes! Tú nunca me amaste. Tú no sabes lo que es eso. Si lo supieras no habrías desconfiado de mí como lo hiciste.
Joe: pero…
Tu: pero nada –lo interrumpiste-. Vete de mi casa, por favor.
Joe: ___*, escúchame, por favor.
Tu: ya es tarde Joe. Hace cinco años que debimos tener esta conversación. Ahora ya es muy tarde. Vete, por favor. Ya sabes dónde está la puerta. Ah, y felicita a tu hermano de mi parte, consiguió todo lo que quería –dijiste mientras te dabas la vuelta y te marchabas hacia tu cuarto, dejando a Joe solo en la sala-
Joe se sentía terriblemente mal, y lo peor de todo era que sabía que tenías razón. Él no había sabido amarte como te merecías. Te había fallado, había desconfiado de ti cuando tu nunca le habías dado motivos para hacerlo. Lo había echado todo a perder y era posible que ya no hubiese remedio.
Salió de tu casa derrumbado, pensando en la posibilidad de que tal vez Mary tuviera razón. Tu ya habías sufrido mucho por su culpa, y no era justo que ahora viniera él a ponerte la vida patas arriba. Con todo el dolor de su corazón decidió que ya no te molestaría más. Sabía que esa decisión lo mataría por dentro, pero ya iba siendo hora de que por una vez pensara en el bienestar tuyo; ya bastante daño te había hecho en el pasado.
2/6
Joe: ¿estás seguro de que todavía me quiere? ¿y qué paso con el padre de Oli? –Jacob casi se atraganto con la comida- Mary y Nick me dijeron que se fue cuando ella se quedó embarazada. ¿No volvierón a tener noticias de él?
Jacob: este… bueno… creo que eso te lo tendrá que contar ella.
Joe: si, tienes razón, lo siento. No tengo derecho a preguntarte esas cosas.
Jacob: no pasa nada. Bueno, ya me tengo que ir –miró el reloj- tengo que arreglar unos papeles y ya es tarde. Tú invitas ¿verdad?
Joe: por supuesto –se rió- es lo mínimo que puedo hacer después de que me hayas escuchado. Muchas gracias por todo –le dio la mano-
Jacob: y tú mucha suerte con ella, cuñadito –le dijo mientras le estrechaba la mano, luego tiró de él y le dio un abrazo-
Después de despedirse, cada uno se fue por su lado, Jacob a resolver sus asuntos y Joe a su auto para dirigirse a tu casa-
Llegó a tu casa media hora más tarde. Toco la puerta y esperó a que se abriera.
Cuando abriste la puerta él no pudo evitar mirarte de arriba abajo. A pesar de que estabas vestida con ropa de casa, para él en ese momento eras la mujer más hermosa del mundo.
Salió de sus pensamientos al oír tu voz invitándolo a pasar.
Todo estaba igual que la última vez que había estado en esa casa. Se giró para ver todo y se detuvo frente a una foto que había en una estantería, en la que salían Tu y Oli abrazados.
Joe: sale muy bien en esta foto –agarró la foto- los dos salen muy bien.
Tu: si, es una de mis preferidas.
Joe: ¿está en su cuarto? Me gustaría saludarlo.
Tu: no. Mary y Nick vinieron a recogerlo para llevarlo al parque junto con sus hijos. Ya los extrañaba mucho.
Joe: oh –dejó la foto en su sitio-
Tu: precisamente es de Oli que te quería hablar. Siento mucho la confusión que hubo cuando creíste que Jacob era su padre –estabas decidida a contarle toda la verdad, no había vuelta atrás- yo…
(musica de fondo: me aleje de ti- voz veis y A.cinco)
Joe: no tienes que disculparte. Aquí el único que tiene que pedir perdón soy yo. Perdóname ___* –te agarró tus manos y las junto con las suyas- perdóname por lo estúpido que fui hace cinco años.
Tu: ¿qué? –te quedaste de piedra, era lo último que esperabas escuchar-
Joe: todo fue un engaño de Ryan. Él me dijo que no me querías, que estabas conmigo solo por mi dinero –Te soltaste de sus manos y diste un paso atrás-
Tu: ¿por eso me dejaste? ¿Porque pensaste que te quería por tu dinero? ¡Sabes de sobra que a mí jamás me importó tu dinero!
Joe: ahora lo sé, pero en aquel momento me dio muchas pruebas de que lo que decía era cierto.
Tu: ¿pruebas? ¿qué pruebas podía tener? –una lágrima se escapó por tu mejilla-
Joe: ¿te acuerdas de Camilla? Ella te escuchó hablar con Mary y Dayi sobre lo que había pasado en aquel lago. Ryan sabía demasiados detalles de lo que había pasado entre nosotros.
Tu: no me puedo creer que desconfiaras así de mí. Te amaba más que a mi vida.
Joe: perdóname por favor –extendió los brazos y te agarró de los hombros- fui un estúpido. Pero necesito que me perdones.
Tu: ¡suéltame! –le gritaste, mientras te retorcías para soltarte y las lágrimas empezaban a brotar de tus ojos-
Joe: te amo ___*, siempre te amé y siempre te amaré.
Tu: ¡mientes! Tú nunca me amaste. Tú no sabes lo que es eso. Si lo supieras no habrías desconfiado de mí como lo hiciste.
Joe: pero…
Tu: pero nada –lo interrumpiste-. Vete de mi casa, por favor.
Joe: ___*, escúchame, por favor.
Tu: ya es tarde Joe. Hace cinco años que debimos tener esta conversación. Ahora ya es muy tarde. Vete, por favor. Ya sabes dónde está la puerta. Ah, y felicita a tu hermano de mi parte, consiguió todo lo que quería –dijiste mientras te dabas la vuelta y te marchabas hacia tu cuarto, dejando a Joe solo en la sala-
Joe se sentía terriblemente mal, y lo peor de todo era que sabía que tenías razón. Él no había sabido amarte como te merecías. Te había fallado, había desconfiado de ti cuando tu nunca le habías dado motivos para hacerlo. Lo había echado todo a perder y era posible que ya no hubiese remedio.
Salió de tu casa derrumbado, pensando en la posibilidad de que tal vez Mary tuviera razón. Tu ya habías sufrido mucho por su culpa, y no era justo que ahora viniera él a ponerte la vida patas arriba. Con todo el dolor de su corazón decidió que ya no te molestaría más. Sabía que esa decisión lo mataría por dentro, pero ya iba siendo hora de que por una vez pensara en el bienestar tuyo; ya bastante daño te había hecho en el pasado.
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Nani Jonas
Re: "Despues De Ti"- Joe y tu Terminada
CAPÍTULO 88
(cancion de fondo: before the storm-jonas brothers y miley cyrus)
Tu te habías ido a tu cuarto llorando. Tras cerrar la puerta, te acostaste en la cama hecha un lio y lloraste. Lloraste como hacía tiempo que no lo hacías.
A tu cabeza acudían una y otra vez cada una de las palabras que te había dicho Joe.
Todo había sido un engaño, un absurdo engaño ideado por Ryan para separarlos. Y lo había conseguido. Había conseguido lo que queria.
Cuando Joe te había dicho cinco años atrás que no te quería, habías sufrido mucho, pero era un dolor que podías soportar. No se podía obligar a nadie a amar a otra persona, por eso habías terminado resignándote. Pero ahora era diferente. Ahora te sentías impotente. Joe decía que sí te había querido, es más, te aseguro que te seguía amando, pero había desconfiado de ti, y la desconfianza era algo que a ti no te encajaba dentro del amor.
Si Joe te hubiese querido de verdad no habría creído todas esas mentiras, no se hubiera ido sin haberte enfrentado antes, no te habría dicho todas esas cosas horribles que te dijo.
Pensar en aquella última conversación te recordó que habías estado a punto de decirle toda la verdad sobre su hijo.
Tal vez no era el momento apropiado para hacerlo, el destino había impedido que le contaras todo, y tu no eras nadie para ir en contra del destino. Por el momento seguirías con tu secreto, más adelante ya verías qué harías.
Al rato llegó Jacob a la casa, encontrándote recostada en el sofá. En ese momento no estabas llorando, pero tenías los ojos enrojecidos, por lo que dedujo que ya Joe te había contado todo.
Jacob: ya te lo dijo todo, ¿verdad? –te preguntó mientras se sentaba a tu lado-
Tu: ¿como? ¿tú lo sabías? –levantaste la cabeza y miraste a tu hermano-
Jacob: hoy comimos juntos y me lo explicó.
Tu: ¿qué? ¿cómo es eso de que comierón juntos? ¿pero de qué lado estás? ¡Se supone que tendrías que apoyarme, eres mi hermano, no el suyo! –dijiste mientras te levantabas del sofa y ibas hacia tu cuarto. Jacob te siguió-
Jacob: por supuesto que te apoyo, por Dios ___*, soy tu hermano, pero también creo que deberías darte una oportunidad para ser feliz. Sé que lo sigues queriendo, y ahora también sé que él te quiere a ti. ¿No lo ves ___*? todo fue un error. Hicierón exactamente lo que quería su hermano.
Tu: si, pero de eso yo no tengo la culpa, fue él el que se fue sin dar la cara, fue él el que desconfió de mí. Ahora no puede pretender venir con su cara bonita así sin más, como si no hubiera pasado nada.
Jacob: yo sé que es duro para ti, ___*, pero no puedes odiarlo por lo que te hizo, piensa que él también fue una víctima de todo esto. Además no puedes olvidarte de que él es el padre de Oli.
Tu: ¿crees que me olvido de eso? Si no hago más que pensar en ello. Yo sé que es su papá. ¿Pero cómo hago para quitarme todo este dolor que llevo dentro? –dijiste mientras te ponías una mano en el pecho-. Y claro que no lo odio, sabes que nunca pude hacerlo y nunca lo haré, pero no puedo perdonarlo así como si no hubiera pasado nada, yo no puedo olvidar que él desconfió de mí, en serio que no puedo.
Jacob: tómate tu tiempo ___*, nadie te está apurando. Pero piensa que la vida te está dando una segunda oportunidad para ser feliz. Tú decides si quieres aprovecharla o la quieres dejar pasar. Y piensa también en que Oli tiene derecho a tener un papá. Me imagino que no le dijiste a Joe que Oli es su hijo, ¿verdad?
Tu: pensaba decírselo, te juro que ya estaba decidida, pero luego él empezó a hablar, me contó todo, y ya no pude. No sabes cómo me sentí al enterarme de todo –te abrazaste a tu hermano y las lágrimas caían por tus mejillas-
Jacob: ya ___*, tranquila. Yo sé que es muy duro para ti. Ahora te dejo sola para que pienses en todo lo que hablamos y que aclares tus pensamientos. Y sabes que tomes la decisión que tomes siempre contarás conmigo.
Después de decirte esto, Jacob se fue, dejándote sola, pensando en la conversación que habías tenido con Joe, y luego en la que habías tenido con tu hermano.
Sin darte cuenta terminaste recordando la primera vez que habías visto a Joe, aquel primer encuentro en el estacionamiento del hospital. Fue en aquel primer encuentro cuando, aún sin saberlo, te habías enamorado de él.
A veces, cuando volvías a rememorar aquel encuentro, te sorprendías a tí misma deseando que ese hubiera sido el último, que sus vidas no se hubieran cruzado. Tu vida hubiera sido completamente distinta. Sin embargo en otros momentos pensabas que aquel encuentro no te había traído más que bendiciones. Si no hubiera sido por él nunca habrías sabido que eras capaz de amar con la profundidad con que habías aprendido a amarlo a él. Nunca habrías conocido tu capacidad para experimentar la pasión, ni como esa pasión podía hacerte superar la timidez en los momentos en que él compartía ese fuego contigo. Y sobre todo no habrías conocido el amor más grande de todos, el amor que siente una madre por su hijo.
De modo que no. A pesar de todo lo que hubiera ocurrido después, no lamentabas que aquel primer encuentro con Joe no hubiera sido el último.
Pero tampoco podías olvidarte de todo lo que habías sufrido por su culpa. Es verdad que él también había sido una víctima de su hermano, pero eso no disminuía el dolor que tu habías sentido, no borraba las largas noches sin dormir por estar pensando en él, y todas las lágrimas que habías derramado por no poder olvidarlo.
Tenías que pensar muy bien lo que ibas hacer. No podías tomar una decisión a la ligera, estaba en juego tu felicidad, y lo que era más importante: la felicidad de Oli.
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(cancion de fondo: before the storm-jonas brothers y miley cyrus)
Tu te habías ido a tu cuarto llorando. Tras cerrar la puerta, te acostaste en la cama hecha un lio y lloraste. Lloraste como hacía tiempo que no lo hacías.
A tu cabeza acudían una y otra vez cada una de las palabras que te había dicho Joe.
Todo había sido un engaño, un absurdo engaño ideado por Ryan para separarlos. Y lo había conseguido. Había conseguido lo que queria.
Cuando Joe te había dicho cinco años atrás que no te quería, habías sufrido mucho, pero era un dolor que podías soportar. No se podía obligar a nadie a amar a otra persona, por eso habías terminado resignándote. Pero ahora era diferente. Ahora te sentías impotente. Joe decía que sí te había querido, es más, te aseguro que te seguía amando, pero había desconfiado de ti, y la desconfianza era algo que a ti no te encajaba dentro del amor.
Si Joe te hubiese querido de verdad no habría creído todas esas mentiras, no se hubiera ido sin haberte enfrentado antes, no te habría dicho todas esas cosas horribles que te dijo.
Pensar en aquella última conversación te recordó que habías estado a punto de decirle toda la verdad sobre su hijo.
Tal vez no era el momento apropiado para hacerlo, el destino había impedido que le contaras todo, y tu no eras nadie para ir en contra del destino. Por el momento seguirías con tu secreto, más adelante ya verías qué harías.
Al rato llegó Jacob a la casa, encontrándote recostada en el sofá. En ese momento no estabas llorando, pero tenías los ojos enrojecidos, por lo que dedujo que ya Joe te había contado todo.
Jacob: ya te lo dijo todo, ¿verdad? –te preguntó mientras se sentaba a tu lado-
Tu: ¿como? ¿tú lo sabías? –levantaste la cabeza y miraste a tu hermano-
Jacob: hoy comimos juntos y me lo explicó.
Tu: ¿qué? ¿cómo es eso de que comierón juntos? ¿pero de qué lado estás? ¡Se supone que tendrías que apoyarme, eres mi hermano, no el suyo! –dijiste mientras te levantabas del sofa y ibas hacia tu cuarto. Jacob te siguió-
Jacob: por supuesto que te apoyo, por Dios ___*, soy tu hermano, pero también creo que deberías darte una oportunidad para ser feliz. Sé que lo sigues queriendo, y ahora también sé que él te quiere a ti. ¿No lo ves ___*? todo fue un error. Hicierón exactamente lo que quería su hermano.
Tu: si, pero de eso yo no tengo la culpa, fue él el que se fue sin dar la cara, fue él el que desconfió de mí. Ahora no puede pretender venir con su cara bonita así sin más, como si no hubiera pasado nada.
Jacob: yo sé que es duro para ti, ___*, pero no puedes odiarlo por lo que te hizo, piensa que él también fue una víctima de todo esto. Además no puedes olvidarte de que él es el padre de Oli.
Tu: ¿crees que me olvido de eso? Si no hago más que pensar en ello. Yo sé que es su papá. ¿Pero cómo hago para quitarme todo este dolor que llevo dentro? –dijiste mientras te ponías una mano en el pecho-. Y claro que no lo odio, sabes que nunca pude hacerlo y nunca lo haré, pero no puedo perdonarlo así como si no hubiera pasado nada, yo no puedo olvidar que él desconfió de mí, en serio que no puedo.
Jacob: tómate tu tiempo ___*, nadie te está apurando. Pero piensa que la vida te está dando una segunda oportunidad para ser feliz. Tú decides si quieres aprovecharla o la quieres dejar pasar. Y piensa también en que Oli tiene derecho a tener un papá. Me imagino que no le dijiste a Joe que Oli es su hijo, ¿verdad?
Tu: pensaba decírselo, te juro que ya estaba decidida, pero luego él empezó a hablar, me contó todo, y ya no pude. No sabes cómo me sentí al enterarme de todo –te abrazaste a tu hermano y las lágrimas caían por tus mejillas-
Jacob: ya ___*, tranquila. Yo sé que es muy duro para ti. Ahora te dejo sola para que pienses en todo lo que hablamos y que aclares tus pensamientos. Y sabes que tomes la decisión que tomes siempre contarás conmigo.
Después de decirte esto, Jacob se fue, dejándote sola, pensando en la conversación que habías tenido con Joe, y luego en la que habías tenido con tu hermano.
Sin darte cuenta terminaste recordando la primera vez que habías visto a Joe, aquel primer encuentro en el estacionamiento del hospital. Fue en aquel primer encuentro cuando, aún sin saberlo, te habías enamorado de él.
A veces, cuando volvías a rememorar aquel encuentro, te sorprendías a tí misma deseando que ese hubiera sido el último, que sus vidas no se hubieran cruzado. Tu vida hubiera sido completamente distinta. Sin embargo en otros momentos pensabas que aquel encuentro no te había traído más que bendiciones. Si no hubiera sido por él nunca habrías sabido que eras capaz de amar con la profundidad con que habías aprendido a amarlo a él. Nunca habrías conocido tu capacidad para experimentar la pasión, ni como esa pasión podía hacerte superar la timidez en los momentos en que él compartía ese fuego contigo. Y sobre todo no habrías conocido el amor más grande de todos, el amor que siente una madre por su hijo.
De modo que no. A pesar de todo lo que hubiera ocurrido después, no lamentabas que aquel primer encuentro con Joe no hubiera sido el último.
Pero tampoco podías olvidarte de todo lo que habías sufrido por su culpa. Es verdad que él también había sido una víctima de su hermano, pero eso no disminuía el dolor que tu habías sentido, no borraba las largas noches sin dormir por estar pensando en él, y todas las lágrimas que habías derramado por no poder olvidarlo.
Tenías que pensar muy bien lo que ibas hacer. No podías tomar una decisión a la ligera, estaba en juego tu felicidad, y lo que era más importante: la felicidad de Oli.
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Nani Jonas
Re: "Despues De Ti"- Joe y tu Terminada
CAPÍTULO 89
(musica de fondo: me dedique a perderte - Alejandro fernandez)
Joe llegó a su casa destrozado. Ya había tomado la decisión de alejarse de ti, pues era lo mejor, pero su corazón se negaba a aceptarlo. Si no había podido olvidarse de ti cuando creía que no lo querías, ahora estaba seguro de que olvidarte sería imposible.
Se metió al baño y se dio una buena ducha,en la que lloró bajo los chorros de agua caliente por largo rato, aunque no le sirvió para disminuir su dolor.
Estaba saliendo del baño cuando escuchó que tocaban la puerta. Terminó de vestirse y fue a abrir. Se sorprendió al ver quién era.
***: hola Joe. Nick me dio tu dirección, espero que no te moleste que haya venido a verte.
Joe: para nada, Jacob, pasa –se apartó para que Jacob pasara-. Aunque sí tengo que reconocer que me sorprende tu visita. Ya van dos veces en el mismo día que vienes a verme. ¿Paso algo?
Jacob: acabo de estar con ___* .
Joe: oh –se quedó callado y agachó la cabeza-
Jacob: está muy dolida. Le afectó mucho enterarse de todo después de tanto tiempo. ¿Sabes que tú fuiste el hombre de su vida?
Joe: yo sé, pero tenía que decírselo. Yo la amo Jacob, aunque no lo parezca, por todas las estu*pideces que hice. ___* no solamente es la mujer de mi vida, es mi vida completa. Y yo quiero volver a serlo para ella. Pero no sé que hacer. Jacob, tú eres una buena persona, por favor, ayúdame.
Jacob: yo sé que la amas, sino no no estaría aquí hablando contigo. Y también sé que ella te ama a ti, no tengo la más mínima duda de eso, pero tienes que comprender que estos últimos días fueron muy duros para ella. El accidente de Oli la afectó mucho, le hizo recordar momentos del pasado muy difíciles, que le costó mucho superar, estaba muy angustiada con la posibilidad de perderlo, o que le quedaran secuelas. Estoy convencido de que esa pérdida sí la mataría, no podría pasar por lo mismo dos veces.
Joe estaba algo desconcertado con lo que estaba escuchando, había cosas que no entendía.
Joe: ¿pero poro qué dices que no podría pasar por lo mismo dos veces? ¿y a qué momentos tan difíciles del pasado te refieres? ¿es que Oli tuvo antes otro accidente?
Jacob: no exactamente –estaba decidido a contárselo- sí es cierto que estuvo grave cuando nació, lo que pasa es que era prematuro, pero salió adelante. A lo que me refería cuando dije lo de que no soportaría pasar por lo mismo dos veces es a la muerte de su otro bebé.
Joe: ¿qué? ¿otro bebé? ¿pero cómo? ¿cuándo?
Jacob: ___* esperaba gemelos, un niño y una niña. El embarazo iba bien, pero hubo complicaciones y el parto se adelantó. Al parecer ___* tuvo una subida de presión que le provocó una hemorragia. La operaron de urgencia, pero no pudieron hacer nada por la niña, era demasiado pequeña y estaba muy débil.
Joe se había quedado de piedra, era la primera noticia que tenía de eso.
Joe: debió ser muy duro para ella –logró decir tras un rato de silencio-
Jacob: sí que lo fue. En un principio incluso rechazó ver a Oli. Solo quería estar sola, no nos permitía que la visitáramos. Nosotros llegamos a temer que perdiera la razón.
Joe: pobre. No se merecía que le pasaran esas cosas.
Jacob: si, pero poco a poco lo fue superando. Se dio cuenta de que tenía un hijo que la necesitaba, y salió adelante por él. Por eso creo que si lo llega a perder ahora, sí pierde la razón por completo. Gracias a Dios que todo salio bien, sino no sé lo que habría pasado.
Joe: nadie me dijo nada de eso. No me lo puedo creer –se echó las manos a la cabeza- ___* sufría por la pérdida de su hija mientras yo trataba de odiarla por lo que se suponía que me había hecho. Soy lo peor que hay. Mary tiene razón, yo no me la merezco. ___* ya sufrió demasiado por mi culpa y no es justo que ahora lo siga haciendo. Creo que lo mejor será que me vaya, que la deje tranquila. Ella ya tiene su vida sin mí.
Jacob: ¿qué? ¡No Joe!, no puedes estar hablando en serio. ¿En verdad crees que ___* estaria mejor sin ti? Estás muy equivocado.
Joe: pero ella me dijo…
Jacob: no importa lo que te dijo. Ella en ese momento estaba enfadada por lo que le contaste, pero yo la conozco, y sé que ella sufriría si tú te fueras de nuevo. Sería un gran error.
Joe: ¿entonces? ¿qué hago?
Jacob: dale tiempo a que asimile todo. No la presiones, y ya verás que el tiempo todo lo cura. Confía en mí, ¿si?
Joe: muchas gracias Jacob, en verdad que no sé qué haría sin ti.
Jacob: no me las des. Yo solo busco la felicidad de mi hermana, y sé que esa felicidad solo está junto a ti. Aunque tengo que confesarte que durante mucho tiempo no me gustaste para nada, ¿eh? Creo que si te llego a ver hace cinco años te doy una paliza. Pero con el tiempo me di cuenta de que si mi hermana se había enamorado de ti era porque había visto algo bueno, porque ella no se enamora del primero que ve. Y ahora sé que yo tenía razón. Tú eres una buena persona, y por eso quiero ayudarte con ella.
Joe: de nuevo muchas gracias. Creo que haré lo que me dijiste. Le daré un tiempo y luego haré lo que sea para volver a conquistarla de nuevo.
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(musica de fondo: me dedique a perderte - Alejandro fernandez)
Joe llegó a su casa destrozado. Ya había tomado la decisión de alejarse de ti, pues era lo mejor, pero su corazón se negaba a aceptarlo. Si no había podido olvidarse de ti cuando creía que no lo querías, ahora estaba seguro de que olvidarte sería imposible.
Se metió al baño y se dio una buena ducha,en la que lloró bajo los chorros de agua caliente por largo rato, aunque no le sirvió para disminuir su dolor.
Estaba saliendo del baño cuando escuchó que tocaban la puerta. Terminó de vestirse y fue a abrir. Se sorprendió al ver quién era.
***: hola Joe. Nick me dio tu dirección, espero que no te moleste que haya venido a verte.
Joe: para nada, Jacob, pasa –se apartó para que Jacob pasara-. Aunque sí tengo que reconocer que me sorprende tu visita. Ya van dos veces en el mismo día que vienes a verme. ¿Paso algo?
Jacob: acabo de estar con ___* .
Joe: oh –se quedó callado y agachó la cabeza-
Jacob: está muy dolida. Le afectó mucho enterarse de todo después de tanto tiempo. ¿Sabes que tú fuiste el hombre de su vida?
Joe: yo sé, pero tenía que decírselo. Yo la amo Jacob, aunque no lo parezca, por todas las estu*pideces que hice. ___* no solamente es la mujer de mi vida, es mi vida completa. Y yo quiero volver a serlo para ella. Pero no sé que hacer. Jacob, tú eres una buena persona, por favor, ayúdame.
Jacob: yo sé que la amas, sino no no estaría aquí hablando contigo. Y también sé que ella te ama a ti, no tengo la más mínima duda de eso, pero tienes que comprender que estos últimos días fueron muy duros para ella. El accidente de Oli la afectó mucho, le hizo recordar momentos del pasado muy difíciles, que le costó mucho superar, estaba muy angustiada con la posibilidad de perderlo, o que le quedaran secuelas. Estoy convencido de que esa pérdida sí la mataría, no podría pasar por lo mismo dos veces.
Joe estaba algo desconcertado con lo que estaba escuchando, había cosas que no entendía.
Joe: ¿pero poro qué dices que no podría pasar por lo mismo dos veces? ¿y a qué momentos tan difíciles del pasado te refieres? ¿es que Oli tuvo antes otro accidente?
Jacob: no exactamente –estaba decidido a contárselo- sí es cierto que estuvo grave cuando nació, lo que pasa es que era prematuro, pero salió adelante. A lo que me refería cuando dije lo de que no soportaría pasar por lo mismo dos veces es a la muerte de su otro bebé.
Joe: ¿qué? ¿otro bebé? ¿pero cómo? ¿cuándo?
Jacob: ___* esperaba gemelos, un niño y una niña. El embarazo iba bien, pero hubo complicaciones y el parto se adelantó. Al parecer ___* tuvo una subida de presión que le provocó una hemorragia. La operaron de urgencia, pero no pudieron hacer nada por la niña, era demasiado pequeña y estaba muy débil.
Joe se había quedado de piedra, era la primera noticia que tenía de eso.
Joe: debió ser muy duro para ella –logró decir tras un rato de silencio-
Jacob: sí que lo fue. En un principio incluso rechazó ver a Oli. Solo quería estar sola, no nos permitía que la visitáramos. Nosotros llegamos a temer que perdiera la razón.
Joe: pobre. No se merecía que le pasaran esas cosas.
Jacob: si, pero poco a poco lo fue superando. Se dio cuenta de que tenía un hijo que la necesitaba, y salió adelante por él. Por eso creo que si lo llega a perder ahora, sí pierde la razón por completo. Gracias a Dios que todo salio bien, sino no sé lo que habría pasado.
Joe: nadie me dijo nada de eso. No me lo puedo creer –se echó las manos a la cabeza- ___* sufría por la pérdida de su hija mientras yo trataba de odiarla por lo que se suponía que me había hecho. Soy lo peor que hay. Mary tiene razón, yo no me la merezco. ___* ya sufrió demasiado por mi culpa y no es justo que ahora lo siga haciendo. Creo que lo mejor será que me vaya, que la deje tranquila. Ella ya tiene su vida sin mí.
Jacob: ¿qué? ¡No Joe!, no puedes estar hablando en serio. ¿En verdad crees que ___* estaria mejor sin ti? Estás muy equivocado.
Joe: pero ella me dijo…
Jacob: no importa lo que te dijo. Ella en ese momento estaba enfadada por lo que le contaste, pero yo la conozco, y sé que ella sufriría si tú te fueras de nuevo. Sería un gran error.
Joe: ¿entonces? ¿qué hago?
Jacob: dale tiempo a que asimile todo. No la presiones, y ya verás que el tiempo todo lo cura. Confía en mí, ¿si?
Joe: muchas gracias Jacob, en verdad que no sé qué haría sin ti.
Jacob: no me las des. Yo solo busco la felicidad de mi hermana, y sé que esa felicidad solo está junto a ti. Aunque tengo que confesarte que durante mucho tiempo no me gustaste para nada, ¿eh? Creo que si te llego a ver hace cinco años te doy una paliza. Pero con el tiempo me di cuenta de que si mi hermana se había enamorado de ti era porque había visto algo bueno, porque ella no se enamora del primero que ve. Y ahora sé que yo tenía razón. Tú eres una buena persona, y por eso quiero ayudarte con ella.
Joe: de nuevo muchas gracias. Creo que haré lo que me dijiste. Le daré un tiempo y luego haré lo que sea para volver a conquistarla de nuevo.
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Nani Jonas
Re: "Despues De Ti"- Joe y tu Terminada
CAPÍTULO 90
Los días pasaron y Joe hizo exactamente lo que le había prometido a Jacob. Con toda su fuerza de voluntad trató de mantenerse alejado de ti durante toda la semana. Tan solo hablaban lo estrictamente necesario, pues trabajaban juntos, pero fuera del hospital eran como dos personas desconocidas.
Tu, en un principio agradeciste el que Joe no te hubiera vuelto a buscar para hablar contigo y tratar de convencerte de que lo perdonaras, pero después de una semana de absoluta indiferencia ya estabas empezando a irritarte.
Una mañana, estando Dayi y tu trabajando en el hospital, un mensajero llegó con un gran ramo de rosas rojas.
Lo primero que se te vino a la mente cuando las viste, fue todas las veces que, cinco años atrás, Joe te había enviado flores.
Tu corazón comenzó a latir con fuerza, aunque tu tratabas de decirte que esperabas que esas flores no fueran para ti. Pero en el fondo sí querías que lo fueran. Querías que Joe volviera a tu vida.
Te asustaste al darte cuenta de lo que estabas pensando. No podías perdonarlo tan fácilmente, no después de lo que te había hecho. Él había desconfiado de ti, te había abandonado hace cinco años, y un simple ramo de flores no podía borrar todo lo que te había hecho.
Sentiste que el mundo se te venía abajo cuando escuchaste para quién iban dirigidas esas flores. Todo había sido una mala jugada de tu imaginación. No eran para ti, sino para otra enfermera, a la que su esposo se las había mandado por motivo de su aniversario de bodas.
Te sentiste la mujer más estúpida del mundo.
¿Cómo habías podido ilusionarte de esa forma con un simple ramo de flores, que encima no eran para ti? Menos mal que nadie se había fijado en tu cara cuando te enteraste de que te habías equivocado, si no ya te sentirías como una completa estúpida desesperada por volver con Joe.
Y tu no estabas desesperada por volver con Joe –o al menos eso tratabas de decirte- solo que cinco largos años sin la compañía de un hombre era mucho tiempo. Sí, eran esos cinco años de soledad los que te habían jugado una mala pasada. Por supuesto que no tenía nada que ver con que desde hacía días no podías dejar de pensar en sus ojos, en sus labios, en su ancho tórax, en sus hermosas pompas… ¡no!, tenías que dejar de pensar en todo eso. Tu relación con Joe ya se había terminado hacía mucho tiempo y ya no había vuelta atrás. Además hacía días que ya ni hablaban. Se veía que Joe se había tomado bien en serio lo de que ya era tarde para volver.
Trataste de convencerte de que eso era lo mejor. Pero, si eso era lo mejor, ¿por qué sentías ese tremendo vacío en el pecho?
Decidiste no pensar más en eso, sino todos se darían cuenta de que estabas pensando en Joe, y tu no querías eso.
Sabías que siempre seguirías pensando en él, pero nadie tenía por qué saberlo, no querías la compasión de nadie. Tu eras una mujer fuerte y podrías vivir con eso.
Esa mañana no te encontraste con Joe en el hospital, pues él tenía el día libre. En el fondo lo agradeciste, pues no te veías con fuerzas como para encontrártelo frente a frente después de todo en lo que habías estado pensando.
A Joe, esa semana se le hizo interminable. Cada vez que se encontraba junto a ti en el hospital, Joe liberaba una lucha consigo mismo para no besarte, para no decirte cuánto te amaba, que necesitaba tu perdón para seguir viviendo. Pero sabía que tenía que darte tiempo, Jacob se lo había dicho, y él creía lo mismo.
Pero después de siete días sin ti, y viendo que no podía aguantar más sin volverse loco, decidió poner fin a su alejamiento voluntario. Se subió a su auto y se fue rumbo a tu casa.
Cuando llegó, se detuvo un momento frente a la puerta para tomar aire. Tenía miedo por lo que podía pasar. Una nueva negativa tuya de perdonarlo lo mataría un poco más de lo que ya estaba.
Una vez más tranquilo toco la puerta y esperó a que abrieran, pero se llevó una gran decepción al ver que no eras tu, sino tu hermano Jacob el que abría.
Jacob: por tu cara veo que no es a mí al que venías a ver ¿no? –le dijo al ver la cara que había puesto-
Joe: hola Jacob, lo siento. Es… es que venía a ver a ___*. ¿Está en casa?
Jacob: pensé que nunca te decidirías a venir, ya pensaba hasta en ir a buscarte y todo.
Joe: ¿pero por qué dices eso? Me dijiste que le diera tiempo, y eso es lo que hice en esta semana.
Jacob: una cosa es darle tiempo y otra es casi ni hablarle. ¿Qué quieres, que se olvide de ti, o qué?
Joe: no, eso es lo último que quiero. Por eso vine, ya no aguantaba más.
Jacob: pues que bueno que viniste, pero ella no está. Como hace muy buen día decidió ir a la playa con Oli, se acaba de ir hace un rato.
Joe: oh, que mala suerte.
Jacob: pero estoy pensando algo… -se rascó la cabeza- ¿qué tal si te le apareces allí y pasas la tarde con ellos? Puede que te quede bien alguno de mis bañadores, tenemos más o menos la misma talla.
Joe: no sé, ¿y si no quiere que esté con ellos?
Jacob: no puedes pensar en eso, así no llegarás a nada. Aunque te diga que no quiere, yo sé que sí, así que tú te quedas de todas formas, ¿ok?
Joe: ok, muchas gracias de nuevo, Jacob, en serio que no sé qué haría sin ti.
Después de buscar un bañador, Joe se lo puso y salió rumbo a la playa. Jacob le había dicho el lugar en el que tu solías ponerte siempre, así que no le sería difícil encontrarte. Cuando llegó allí cruzó los dedos, esperando que todo saliera bien.
5/6
Los días pasaron y Joe hizo exactamente lo que le había prometido a Jacob. Con toda su fuerza de voluntad trató de mantenerse alejado de ti durante toda la semana. Tan solo hablaban lo estrictamente necesario, pues trabajaban juntos, pero fuera del hospital eran como dos personas desconocidas.
Tu, en un principio agradeciste el que Joe no te hubiera vuelto a buscar para hablar contigo y tratar de convencerte de que lo perdonaras, pero después de una semana de absoluta indiferencia ya estabas empezando a irritarte.
Una mañana, estando Dayi y tu trabajando en el hospital, un mensajero llegó con un gran ramo de rosas rojas.
Lo primero que se te vino a la mente cuando las viste, fue todas las veces que, cinco años atrás, Joe te había enviado flores.
Tu corazón comenzó a latir con fuerza, aunque tu tratabas de decirte que esperabas que esas flores no fueran para ti. Pero en el fondo sí querías que lo fueran. Querías que Joe volviera a tu vida.
Te asustaste al darte cuenta de lo que estabas pensando. No podías perdonarlo tan fácilmente, no después de lo que te había hecho. Él había desconfiado de ti, te había abandonado hace cinco años, y un simple ramo de flores no podía borrar todo lo que te había hecho.
Sentiste que el mundo se te venía abajo cuando escuchaste para quién iban dirigidas esas flores. Todo había sido una mala jugada de tu imaginación. No eran para ti, sino para otra enfermera, a la que su esposo se las había mandado por motivo de su aniversario de bodas.
Te sentiste la mujer más estúpida del mundo.
¿Cómo habías podido ilusionarte de esa forma con un simple ramo de flores, que encima no eran para ti? Menos mal que nadie se había fijado en tu cara cuando te enteraste de que te habías equivocado, si no ya te sentirías como una completa estúpida desesperada por volver con Joe.
Y tu no estabas desesperada por volver con Joe –o al menos eso tratabas de decirte- solo que cinco largos años sin la compañía de un hombre era mucho tiempo. Sí, eran esos cinco años de soledad los que te habían jugado una mala pasada. Por supuesto que no tenía nada que ver con que desde hacía días no podías dejar de pensar en sus ojos, en sus labios, en su ancho tórax, en sus hermosas pompas… ¡no!, tenías que dejar de pensar en todo eso. Tu relación con Joe ya se había terminado hacía mucho tiempo y ya no había vuelta atrás. Además hacía días que ya ni hablaban. Se veía que Joe se había tomado bien en serio lo de que ya era tarde para volver.
Trataste de convencerte de que eso era lo mejor. Pero, si eso era lo mejor, ¿por qué sentías ese tremendo vacío en el pecho?
Decidiste no pensar más en eso, sino todos se darían cuenta de que estabas pensando en Joe, y tu no querías eso.
Sabías que siempre seguirías pensando en él, pero nadie tenía por qué saberlo, no querías la compasión de nadie. Tu eras una mujer fuerte y podrías vivir con eso.
Esa mañana no te encontraste con Joe en el hospital, pues él tenía el día libre. En el fondo lo agradeciste, pues no te veías con fuerzas como para encontrártelo frente a frente después de todo en lo que habías estado pensando.
A Joe, esa semana se le hizo interminable. Cada vez que se encontraba junto a ti en el hospital, Joe liberaba una lucha consigo mismo para no besarte, para no decirte cuánto te amaba, que necesitaba tu perdón para seguir viviendo. Pero sabía que tenía que darte tiempo, Jacob se lo había dicho, y él creía lo mismo.
Pero después de siete días sin ti, y viendo que no podía aguantar más sin volverse loco, decidió poner fin a su alejamiento voluntario. Se subió a su auto y se fue rumbo a tu casa.
Cuando llegó, se detuvo un momento frente a la puerta para tomar aire. Tenía miedo por lo que podía pasar. Una nueva negativa tuya de perdonarlo lo mataría un poco más de lo que ya estaba.
Una vez más tranquilo toco la puerta y esperó a que abrieran, pero se llevó una gran decepción al ver que no eras tu, sino tu hermano Jacob el que abría.
Jacob: por tu cara veo que no es a mí al que venías a ver ¿no? –le dijo al ver la cara que había puesto-
Joe: hola Jacob, lo siento. Es… es que venía a ver a ___*. ¿Está en casa?
Jacob: pensé que nunca te decidirías a venir, ya pensaba hasta en ir a buscarte y todo.
Joe: ¿pero por qué dices eso? Me dijiste que le diera tiempo, y eso es lo que hice en esta semana.
Jacob: una cosa es darle tiempo y otra es casi ni hablarle. ¿Qué quieres, que se olvide de ti, o qué?
Joe: no, eso es lo último que quiero. Por eso vine, ya no aguantaba más.
Jacob: pues que bueno que viniste, pero ella no está. Como hace muy buen día decidió ir a la playa con Oli, se acaba de ir hace un rato.
Joe: oh, que mala suerte.
Jacob: pero estoy pensando algo… -se rascó la cabeza- ¿qué tal si te le apareces allí y pasas la tarde con ellos? Puede que te quede bien alguno de mis bañadores, tenemos más o menos la misma talla.
Joe: no sé, ¿y si no quiere que esté con ellos?
Jacob: no puedes pensar en eso, así no llegarás a nada. Aunque te diga que no quiere, yo sé que sí, así que tú te quedas de todas formas, ¿ok?
Joe: ok, muchas gracias de nuevo, Jacob, en serio que no sé qué haría sin ti.
Después de buscar un bañador, Joe se lo puso y salió rumbo a la playa. Jacob le había dicho el lugar en el que tu solías ponerte siempre, así que no le sería difícil encontrarte. Cuando llegó allí cruzó los dedos, esperando que todo saliera bien.
5/6
Nani Jonas
Re: "Despues De Ti"- Joe y tu Terminada
CAPÍTULO 91
Tu, al ver el día tan bueno que hacía, habías decidido pasar la tarde en la playa con tu hijo.
A Oli le encantaba ir a la playa, y ya que tu no siempre podías llevarlo por culpa de tu trabajo, aprovechaste esa tarde que tenías libre para ir. Además, eso también te ayudaría para distraerte un poco, ya que desde que habías tenido esa última conversación con Joe sobre el engaño de Ryan, no habías podido pensar en otra cosa.
Una vez que se quitaron la ropa y le pusiste protector a Oli, acomodaste las cosas y te recostaste en la toalla. Oli se puso a jugar junto a ti con los cubos y la arena.
Tu: ratoncito –dijiste refiriéndote a Oli, después de unos minutos- ¿me pones cremita en la espalda? Es que no alcanzo y no me quiero quemar.
Oli: si mami –a Oli le encantaba ponerte crema, ya que le hacía sentirse grande-
Oli agarro el frasco de la crema, se echó un poco en las manos y se arrodilló junto a ti. Comenzó a extendértela por la espalda con cuidado.
Estaba todo concentrado en su tarea cuando algo llamó su atención. Alguien se acercaba a ellos.
Levantó la cabeza y se alegró al ver quién era. Quiso gritar de la emoción y saludarlo, pero Joe puso un dedo en sus labios para decirle que no lo delatara.
Joe: shhhh –le dijo-
Oli se quedó en silencio, sin saber qué hacer.
Joe se arrodilló junto a él y se puso crema en las manos. Oli paró de masajearte, dejando a Joe que lo hiciera. Estaba muy contento de verlo allí con ustedes, pues en los días en los que había estado con él en el hospital le había caído muy bien. Pensó que a ti también te gustaría que estuviera ahi.
Joe comenzó a masajearte, sintiendo un leve hormigueo por todo el cuerpo cuando sus pieles entraron en contacto por primera vez después de tanto tiempo.
Tu: ratoncito, creo que ya está. No me habrás dejado blanca con la crema, ¿verdad?
Joe: nunca me habían llamado así –se rió- y tranquila, la crema quedó bien extendida, no quedaste blanca.
Al oír la voz de Joe te volteaste de repente y viste con horror que tu mente no te había jugado una mala pasada, sino que sí era verdad que Joe estaba ahí con ustedes… ¡y te había estado tocando sin que te dieses cuenta!
Tu: ¿qué… qué haces tú aquí?
Joe: es evidente que vine a la playa a tomar un poco de sol. Para eso es la playa ¿no?
Tu: no digas tonterías. Me refiero a qué haces justo aquí, la playa es muy grande. ¿Quién te dijo que yo estaría aquí?
Joe: fui a tu casa porque quería hablar contigo, y Jacob me dijo dónde podía encontrarte. Incluso me prestó un bañador suyo. Me queda bien ¿verdad? –dijo tocándose el bañador-
Tu preferíste no pensar en lo bien que le quedaba el bañador, si lo hacias estabas perdida.
Tu: pues yo no quiero hablar contigo –dijiste después de tragar saliva con dificultad. Ver a Joe en bañador te desconcentraba-. Vine aquí para descansar, y contigo al lado no puedo hacerlo.
Joe: si no quieres hablar conmigo está bien, no puedo obligarte, pero yo no me voy a ir. Hace mucho que no vengo a la playa, así que me quedo.
Tu: ¡¿qué?! ¿no entiendes que no quiero que estés aquí con nosotros?
Joe: lo siento, pero yo si quiero, y Oli también, ¿verdad campeón? ¿verdad que tú y yo somos amigos y quieres que me quede para jugar contigo? –le dijo a Oli, que estaba jugando con la arena-
Oli: si mami, déja que se quede, porfa –te dijo, mientras dejaba sus juguetes en la arena y corría hacia ti-
Joe: ¿lo ves?, quiere que me quede –dijo con una sonrisa en la boca-
Tu: está bien –dijiste alzando los brazos- puedes quedarte, pero solo porque Oli lo quiere.
Joe: ¡bien! ¡ganamos! –dijo mientras chocaba su mano con la de Oli-
Te tiraste de nuevo a la toalla y te cubriste la cara con los brazos. ¿Cómo ibas a soportar pasar toda una tarde junto a Joe?
Pensaste en Oli, al menos él se lo pasaría bien. Era evidente que Joe y él habían congeniado a la perfección desde la primera vez que se habían visto, así que tu calvario de pasar toda la tarde junto a Joe serviría para que tu hijo estuviera contento.
Pensando en todo eso te quedaste dormida, mientras escuchabas las risas de Oli, que se divertía junto a Joe… su papá.
6/6 listo chicas aqi esta el maraton prometido disfrutenlo :D
Tu, al ver el día tan bueno que hacía, habías decidido pasar la tarde en la playa con tu hijo.
A Oli le encantaba ir a la playa, y ya que tu no siempre podías llevarlo por culpa de tu trabajo, aprovechaste esa tarde que tenías libre para ir. Además, eso también te ayudaría para distraerte un poco, ya que desde que habías tenido esa última conversación con Joe sobre el engaño de Ryan, no habías podido pensar en otra cosa.
Una vez que se quitaron la ropa y le pusiste protector a Oli, acomodaste las cosas y te recostaste en la toalla. Oli se puso a jugar junto a ti con los cubos y la arena.
Tu: ratoncito –dijiste refiriéndote a Oli, después de unos minutos- ¿me pones cremita en la espalda? Es que no alcanzo y no me quiero quemar.
Oli: si mami –a Oli le encantaba ponerte crema, ya que le hacía sentirse grande-
Oli agarro el frasco de la crema, se echó un poco en las manos y se arrodilló junto a ti. Comenzó a extendértela por la espalda con cuidado.
Estaba todo concentrado en su tarea cuando algo llamó su atención. Alguien se acercaba a ellos.
Levantó la cabeza y se alegró al ver quién era. Quiso gritar de la emoción y saludarlo, pero Joe puso un dedo en sus labios para decirle que no lo delatara.
Joe: shhhh –le dijo-
Oli se quedó en silencio, sin saber qué hacer.
Joe se arrodilló junto a él y se puso crema en las manos. Oli paró de masajearte, dejando a Joe que lo hiciera. Estaba muy contento de verlo allí con ustedes, pues en los días en los que había estado con él en el hospital le había caído muy bien. Pensó que a ti también te gustaría que estuviera ahi.
Joe comenzó a masajearte, sintiendo un leve hormigueo por todo el cuerpo cuando sus pieles entraron en contacto por primera vez después de tanto tiempo.
Tu: ratoncito, creo que ya está. No me habrás dejado blanca con la crema, ¿verdad?
Joe: nunca me habían llamado así –se rió- y tranquila, la crema quedó bien extendida, no quedaste blanca.
Al oír la voz de Joe te volteaste de repente y viste con horror que tu mente no te había jugado una mala pasada, sino que sí era verdad que Joe estaba ahí con ustedes… ¡y te había estado tocando sin que te dieses cuenta!
Tu: ¿qué… qué haces tú aquí?
Joe: es evidente que vine a la playa a tomar un poco de sol. Para eso es la playa ¿no?
Tu: no digas tonterías. Me refiero a qué haces justo aquí, la playa es muy grande. ¿Quién te dijo que yo estaría aquí?
Joe: fui a tu casa porque quería hablar contigo, y Jacob me dijo dónde podía encontrarte. Incluso me prestó un bañador suyo. Me queda bien ¿verdad? –dijo tocándose el bañador-
Tu preferíste no pensar en lo bien que le quedaba el bañador, si lo hacias estabas perdida.
Tu: pues yo no quiero hablar contigo –dijiste después de tragar saliva con dificultad. Ver a Joe en bañador te desconcentraba-. Vine aquí para descansar, y contigo al lado no puedo hacerlo.
Joe: si no quieres hablar conmigo está bien, no puedo obligarte, pero yo no me voy a ir. Hace mucho que no vengo a la playa, así que me quedo.
Tu: ¡¿qué?! ¿no entiendes que no quiero que estés aquí con nosotros?
Joe: lo siento, pero yo si quiero, y Oli también, ¿verdad campeón? ¿verdad que tú y yo somos amigos y quieres que me quede para jugar contigo? –le dijo a Oli, que estaba jugando con la arena-
Oli: si mami, déja que se quede, porfa –te dijo, mientras dejaba sus juguetes en la arena y corría hacia ti-
Joe: ¿lo ves?, quiere que me quede –dijo con una sonrisa en la boca-
Tu: está bien –dijiste alzando los brazos- puedes quedarte, pero solo porque Oli lo quiere.
Joe: ¡bien! ¡ganamos! –dijo mientras chocaba su mano con la de Oli-
Te tiraste de nuevo a la toalla y te cubriste la cara con los brazos. ¿Cómo ibas a soportar pasar toda una tarde junto a Joe?
Pensaste en Oli, al menos él se lo pasaría bien. Era evidente que Joe y él habían congeniado a la perfección desde la primera vez que se habían visto, así que tu calvario de pasar toda la tarde junto a Joe serviría para que tu hijo estuviera contento.
Pensando en todo eso te quedaste dormida, mientras escuchabas las risas de Oli, que se divertía junto a Joe… su papá.
6/6 listo chicas aqi esta el maraton prometido disfrutenlo :D
Nani Jonas
Re: "Despues De Ti"- Joe y tu Terminada
ahhhhhhh me enknto la maraton!!
ahh q mal q la rayis no haya perdonado a joe :/
pero = ojala que pronto o perdone
ahh q mal q la rayis no haya perdonado a joe :/
pero = ojala que pronto o perdone
jamileth
Re: "Despues De Ti"- Joe y tu Terminada
me enacato el maraton nani
estuvo super
pero quiero ma scap
ya parece que todo esta mejorando
sigue
estuvo super
pero quiero ma scap
ya parece que todo esta mejorando
sigue
andreita
Re: "Despues De Ti"- Joe y tu Terminada
CAPÍTULO 92
Te despertaste escuchando una “seria conversación” entre Joe y Oli sobre cómo hacer mejores castillos en la arena.
Miraste el reloj y viste que te habías quedado dormida durante media hora más o menos. Joe había estado durante todo ese tiempo ocupándose de Oli, y parecía que ese hecho no le disgustaba para nada, es más, parecía que se estaba divirtiendo junto a él.
Tu: Oli ven –le gritaste- ven para echarte un poco más de crema, que sino te vas a quemar.
Joe: tranquila, yo le eche hace un rato.
Tu: oh… gracias.
Te quedaste sentada en la toalla, mientras veías cómo padre e hijo seguían jugando en la arena.
Viendo el enorme parecido que había entre ellos, no solo físico, sino también en la forma de comportarse, te extrañó el que Joe todavía no hubiera descubierto la verdad. Pero estabas segura de que esa verdad no tardaría mucho en salir a la luz, pues bastaba con mirarlos a los dos juntos para saberlo.
Decidiste que no podías esperar más. Te sentías culpable de seguir con ese engaño. Culpable por Joe, que con el tiempo te había demostrado que podía ser un buen padre, y sobretodo culpable por Oli, que no se merecía pasar su infancia sin una figura paterna a su lado.
Estabas segura, en la noche cuando llegaran a la casa, después de acostar a Oli le contarías a Joe toda la verdad.
Una voz te sacó de tus pensamientos. Era Joe, que trataba de decirte algo.
Tu: ¿si? ¿qué decías?
Joe: te decía que Oli y yo nos vamos a bañar en la playa, ¿quieres venir con nosotros?.
Tu: eh… si, en un rato voy, pero vayan adelantandose ustedes, ahorita los alcanzo.
Joe: está bien. ¿Vamos Oli? –le dijo al niño, que se levantó para agarrar su flotador-
Oli: si, vamos Mami no te tardes.
Tu: si ratoncito, ahora voy con ustedes. Joe ten cuidado con Oli, ¿si? Todavía no sabe nadar.
Joe: ¿todavía no sabes nadar? –dijo mirando a Oli-. Habrá que solucionarlo. Yo te enseño, ¿si?
Oli: ¡si! –gritó todo entusiasmado-
Te reiste al ver la pareja que hacían. Por su forma de comportarse, en vez de parecer un adulto y un niño, parecían dos niños de la misma edad. Sin duda Oli se lo estaba pasando en grande.
Cuando llegaste a la orilla, ya Joe y Oli llevaban rato metidos en el agua.
Metiste un pie en el agua y lo sacaste de inmediato al ver lo fría que estaba.
Oli: mami ven, que está muy buena –te gritó desde el agua-
Tu: ¿buena? Pero si está congelada.
Joe: ¿cómo que congelada? No seas miedosa. O te metes o salimos a buscarte ¿verdad campeón?
Tu: ¡ni se les ocurra! –les dijiste, viendo que se acercaban a ti con cara sonriente-
Comenzaste a correr, pero Joe te alcanzó.
Joe: ¡todos al agua! –gritó mientras te cargaba y se dirigía contigo en brazos hacia el agua-
Pataleabas, pero no lograste librarte de caer en el agua, junto a Joe, que tropezó y cayó sobre ti, mientras que Oli se partía de la risa en la orilla.
Se quedaron frente a frente, Joe encima de ti, apoyado en los brazos, que tenía a ambos lados de tu cabeza.
Se miraron a los ojos por largo rato, después Joe bajó la mirada hasta tu boca, esa boca que llevaba años deseando volver a besar.
Tu te habías quedado paralizada. Viste que Joe estaba mirando tu boca y deseaste que se decidiera a probarla. Querías que te amara. Querías que te levantara en brazos y te llevara hasta la cama más cercana y te hiciera suya. Tu deseo era tan fuerte que tuviste que cerrar los ojos para esconder tu anhelo. Pero no pudiste evitar ruborizarte.
Joe: no creí que volvería a ver ese rubor tuyo otra vez –bromeó con dulzura-. Me pregunto en qué estarás pensando.
Tu: es hora de que Oli meriende –contestaste poniéndote de pie-
Él se puso de pie también y te agarró de la cintura.
Joe: no era en eso en lo que estabas pensando. Estabas pensando en mí, desnudo sobre la cama contigo encima mientras murmuras todas esas hermosas palabras que me vuelven loco –dijo mientras comenzaba a acariciarte-. ¿Y sabes qué es lo que quiero yo? Me gustaría verte sonreír otra vez como solías hacerlo, te amo ___*, quiero hacerte la mujer más feliz del mundo, quiero que seas feliz conmigo.
Te despertaste escuchando una “seria conversación” entre Joe y Oli sobre cómo hacer mejores castillos en la arena.
Miraste el reloj y viste que te habías quedado dormida durante media hora más o menos. Joe había estado durante todo ese tiempo ocupándose de Oli, y parecía que ese hecho no le disgustaba para nada, es más, parecía que se estaba divirtiendo junto a él.
Tu: Oli ven –le gritaste- ven para echarte un poco más de crema, que sino te vas a quemar.
Joe: tranquila, yo le eche hace un rato.
Tu: oh… gracias.
Te quedaste sentada en la toalla, mientras veías cómo padre e hijo seguían jugando en la arena.
Viendo el enorme parecido que había entre ellos, no solo físico, sino también en la forma de comportarse, te extrañó el que Joe todavía no hubiera descubierto la verdad. Pero estabas segura de que esa verdad no tardaría mucho en salir a la luz, pues bastaba con mirarlos a los dos juntos para saberlo.
Decidiste que no podías esperar más. Te sentías culpable de seguir con ese engaño. Culpable por Joe, que con el tiempo te había demostrado que podía ser un buen padre, y sobretodo culpable por Oli, que no se merecía pasar su infancia sin una figura paterna a su lado.
Estabas segura, en la noche cuando llegaran a la casa, después de acostar a Oli le contarías a Joe toda la verdad.
Una voz te sacó de tus pensamientos. Era Joe, que trataba de decirte algo.
Tu: ¿si? ¿qué decías?
Joe: te decía que Oli y yo nos vamos a bañar en la playa, ¿quieres venir con nosotros?.
Tu: eh… si, en un rato voy, pero vayan adelantandose ustedes, ahorita los alcanzo.
Joe: está bien. ¿Vamos Oli? –le dijo al niño, que se levantó para agarrar su flotador-
Oli: si, vamos Mami no te tardes.
Tu: si ratoncito, ahora voy con ustedes. Joe ten cuidado con Oli, ¿si? Todavía no sabe nadar.
Joe: ¿todavía no sabes nadar? –dijo mirando a Oli-. Habrá que solucionarlo. Yo te enseño, ¿si?
Oli: ¡si! –gritó todo entusiasmado-
Te reiste al ver la pareja que hacían. Por su forma de comportarse, en vez de parecer un adulto y un niño, parecían dos niños de la misma edad. Sin duda Oli se lo estaba pasando en grande.
Cuando llegaste a la orilla, ya Joe y Oli llevaban rato metidos en el agua.
Metiste un pie en el agua y lo sacaste de inmediato al ver lo fría que estaba.
Oli: mami ven, que está muy buena –te gritó desde el agua-
Tu: ¿buena? Pero si está congelada.
Joe: ¿cómo que congelada? No seas miedosa. O te metes o salimos a buscarte ¿verdad campeón?
Tu: ¡ni se les ocurra! –les dijiste, viendo que se acercaban a ti con cara sonriente-
Comenzaste a correr, pero Joe te alcanzó.
Joe: ¡todos al agua! –gritó mientras te cargaba y se dirigía contigo en brazos hacia el agua-
Pataleabas, pero no lograste librarte de caer en el agua, junto a Joe, que tropezó y cayó sobre ti, mientras que Oli se partía de la risa en la orilla.
Se quedaron frente a frente, Joe encima de ti, apoyado en los brazos, que tenía a ambos lados de tu cabeza.
Se miraron a los ojos por largo rato, después Joe bajó la mirada hasta tu boca, esa boca que llevaba años deseando volver a besar.
Tu te habías quedado paralizada. Viste que Joe estaba mirando tu boca y deseaste que se decidiera a probarla. Querías que te amara. Querías que te levantara en brazos y te llevara hasta la cama más cercana y te hiciera suya. Tu deseo era tan fuerte que tuviste que cerrar los ojos para esconder tu anhelo. Pero no pudiste evitar ruborizarte.
Joe: no creí que volvería a ver ese rubor tuyo otra vez –bromeó con dulzura-. Me pregunto en qué estarás pensando.
Tu: es hora de que Oli meriende –contestaste poniéndote de pie-
Él se puso de pie también y te agarró de la cintura.
Joe: no era en eso en lo que estabas pensando. Estabas pensando en mí, desnudo sobre la cama contigo encima mientras murmuras todas esas hermosas palabras que me vuelven loco –dijo mientras comenzaba a acariciarte-. ¿Y sabes qué es lo que quiero yo? Me gustaría verte sonreír otra vez como solías hacerlo, te amo ___*, quiero hacerte la mujer más feliz del mundo, quiero que seas feliz conmigo.
Nani Jonas
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