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"Despues De Ti"- Joe y tu Terminada
O W N :: Archivos :: Novelas Terminadas
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Re: "Despues De Ti"- Joe y tu Terminada
CAPÍTULO 157
Debías de haberte dormido, porque recobraste la conciencia con el corazón apaciguado y la piel tibia. Entonces Joe te acarició los senos y entreabriste la boca para darle la bienvenida a la de él.
Joe te tocó con suavidad, casi como adorándote. Suspiraste y permitiste que te acariciara el cuerpo con ternura para excitarte de nuevo.
Te abriste para él. Te arqueaste con urgencia para él y levantaste las piernas y las atenazaste con fuerza en torno a tu esposo, mientras lo mirabas directamente a los ojos.
Entonces gritaste triunfalmente cuando Joe te penetró con fuerza y profundamente. El orgasmo te recorrió como una ola de lava y te dejó temblorosa y ardiente; entonces cerraste los ojos de nuevo. Él te besó salvajemente en la boca mientras su cuerpo se zambullía en ti incansablemente.
Sin mucha conciencia, lo igualaste en el ritmo, sumergiéndote en la tormenta que producían juntos. Entonces tu cuerpo estalló y se hizo añicos para después ir quedándose sin fuerzas.
Las manos resbalaron fláccidamente de la espalda de Joe. Lo oíste pronunciar tu nombre, lo sentiste tensarse, estremecerse para finalmente dejarse caer sobre ti, apoyándose en los codos para no cargar su peso sobre tu vientre.
Más tarde, yacías a su lado cómodamente, hecha un ovillo debajo de la manta que Joe había puesto sobre sus cuerpos desnudos.
Joe te despertó justo cuando el sol empezaba a clarear. Lamentó tener que hacerlo, porque le encantaba verte dormir, cómo tus pestañas descansaban sobre tus mejillas ligeramente sonrosadas. Y deseó disponer de tiempo para poder hacerte el amor una vez más mientras rompía el alba.
Pero tenía obligaciones que cumplir, y su hijo Oli los esperaba.
Joe: ____–con delicadeza te acarició la mejilla, te dio un beso-. Mi amor, ya amaneció.
Te desperezaste y te aferraste a su mano.
Tu: un ratito más, es muy pronto –dijiste, todavía con los ojos cerrados.
Joe: le dije a Oli que llegaríamos pronto para llevarlo a la playa.
Tu: está bien –te volviste a desperezar-, tú ganas, pero…
Joe vio cómo ______ de repente dejó de hablar y echó las manos al vientre, mientras lo mirabas con los ojos abiertos como platos.
Joe: amor ¿qué tienes? ¿te sientes mal? –insistió al ver que no le respondías-. Chiquita dime qué te pasa.
Tu: shh…, mira –agarraste su mano y la pusiste sobre tu vientre-. Es nuestro bebé –una lágrima comenzó a deslizarse por tu mejilla.
Joe, que en ese momento estaba sin palabras por la emoción, se agachó, poniendo su cabeza sobre el vientre de su esposa, mientras lo seguía acariciando con la mano, y así permaneció durante largo rato, hasta que las pataditas del bebé cesaron.
Joe: es maravilloso, nunca había sentido nada parecido, gracias por estar aquí conmigo y permitirme vivir esto -agarró una de tus manos y la besó.
Tu: gracias a ti por regresar. Pensé que siempre estaríamos Oli y yo solos, pero volviste y ahora somos una familia. Gracias por hacer el milagro de que vuelva a ser madre.
Joe: gracias a ti por permitirme ser el padre –te besó, esta vez en los labios.
Tu: encantada de que lo seas –dijiste contra sus labios.
Y se volvieron a amar, esta vez delicadamente, sin prisas, mostrándose todo el amor que se tenían el uno al otro.
Media hora más tarde yacían el uno junto al otro, entre un montón de cojines y sábanas revueltas. ____ apoyaba su cabeza sobre el pecho de Joe, y éste trazaba líneas con su mano sobre la espalda desnuda de ella.
Tu: creo que ya nos tenemos que levantar. Seguro que Oli nos está echando mucho de menos.
Joe: si, tienes razón, aunque seguro que se lo pasó muy bien esta noche con sus amigos, no creo que nos extrañase mucho –te miró a la cara-. Más bien creo que la que más lo extrañó fuiste tú a él ¿o me equivoco?
Tu: si, tienes razón. Desde que nació siempre estuvimos juntos todo el tiempo menos cuando yo trabajaba, que se quedaba con Jacob. No sabes cuánto sufrí cuando fue por primera vez a la escuela, se quedó la casa tan vacía…
Joe: es normal que lo extrañaras, pero como dice Oli siempre, él ya es mayor ¿no?
Tu: si –te reíste-. Él deseando crecer mientras yo rezo porque se quede así para siempre. Pero así es la vida. Lo bueno es que tengo otra oportunidad para empezar de nuevo, y esta vez no estaré sola.
Joe: no, nunca más estarás sola, te lo prometo.
Y tras esa promesa de todo un futuro juntos, los dos recogieron sus cosas y se fueron para reunirse con todos sus amigos y su hijo, y así poder disfrutar todos juntos de unos días maravillosos en un lugar único, el lugar en el que había comenzado todo, el lugar en el que habían sellado su amor para siempre.
Debías de haberte dormido, porque recobraste la conciencia con el corazón apaciguado y la piel tibia. Entonces Joe te acarició los senos y entreabriste la boca para darle la bienvenida a la de él.
Joe te tocó con suavidad, casi como adorándote. Suspiraste y permitiste que te acariciara el cuerpo con ternura para excitarte de nuevo.
Te abriste para él. Te arqueaste con urgencia para él y levantaste las piernas y las atenazaste con fuerza en torno a tu esposo, mientras lo mirabas directamente a los ojos.
Entonces gritaste triunfalmente cuando Joe te penetró con fuerza y profundamente. El orgasmo te recorrió como una ola de lava y te dejó temblorosa y ardiente; entonces cerraste los ojos de nuevo. Él te besó salvajemente en la boca mientras su cuerpo se zambullía en ti incansablemente.
Sin mucha conciencia, lo igualaste en el ritmo, sumergiéndote en la tormenta que producían juntos. Entonces tu cuerpo estalló y se hizo añicos para después ir quedándose sin fuerzas.
Las manos resbalaron fláccidamente de la espalda de Joe. Lo oíste pronunciar tu nombre, lo sentiste tensarse, estremecerse para finalmente dejarse caer sobre ti, apoyándose en los codos para no cargar su peso sobre tu vientre.
Más tarde, yacías a su lado cómodamente, hecha un ovillo debajo de la manta que Joe había puesto sobre sus cuerpos desnudos.
Joe te despertó justo cuando el sol empezaba a clarear. Lamentó tener que hacerlo, porque le encantaba verte dormir, cómo tus pestañas descansaban sobre tus mejillas ligeramente sonrosadas. Y deseó disponer de tiempo para poder hacerte el amor una vez más mientras rompía el alba.
Pero tenía obligaciones que cumplir, y su hijo Oli los esperaba.
Joe: ____–con delicadeza te acarició la mejilla, te dio un beso-. Mi amor, ya amaneció.
Te desperezaste y te aferraste a su mano.
Tu: un ratito más, es muy pronto –dijiste, todavía con los ojos cerrados.
Joe: le dije a Oli que llegaríamos pronto para llevarlo a la playa.
Tu: está bien –te volviste a desperezar-, tú ganas, pero…
Joe vio cómo ______ de repente dejó de hablar y echó las manos al vientre, mientras lo mirabas con los ojos abiertos como platos.
Joe: amor ¿qué tienes? ¿te sientes mal? –insistió al ver que no le respondías-. Chiquita dime qué te pasa.
Tu: shh…, mira –agarraste su mano y la pusiste sobre tu vientre-. Es nuestro bebé –una lágrima comenzó a deslizarse por tu mejilla.
Joe, que en ese momento estaba sin palabras por la emoción, se agachó, poniendo su cabeza sobre el vientre de su esposa, mientras lo seguía acariciando con la mano, y así permaneció durante largo rato, hasta que las pataditas del bebé cesaron.
Joe: es maravilloso, nunca había sentido nada parecido, gracias por estar aquí conmigo y permitirme vivir esto -agarró una de tus manos y la besó.
Tu: gracias a ti por regresar. Pensé que siempre estaríamos Oli y yo solos, pero volviste y ahora somos una familia. Gracias por hacer el milagro de que vuelva a ser madre.
Joe: gracias a ti por permitirme ser el padre –te besó, esta vez en los labios.
Tu: encantada de que lo seas –dijiste contra sus labios.
Y se volvieron a amar, esta vez delicadamente, sin prisas, mostrándose todo el amor que se tenían el uno al otro.
Media hora más tarde yacían el uno junto al otro, entre un montón de cojines y sábanas revueltas. ____ apoyaba su cabeza sobre el pecho de Joe, y éste trazaba líneas con su mano sobre la espalda desnuda de ella.
Tu: creo que ya nos tenemos que levantar. Seguro que Oli nos está echando mucho de menos.
Joe: si, tienes razón, aunque seguro que se lo pasó muy bien esta noche con sus amigos, no creo que nos extrañase mucho –te miró a la cara-. Más bien creo que la que más lo extrañó fuiste tú a él ¿o me equivoco?
Tu: si, tienes razón. Desde que nació siempre estuvimos juntos todo el tiempo menos cuando yo trabajaba, que se quedaba con Jacob. No sabes cuánto sufrí cuando fue por primera vez a la escuela, se quedó la casa tan vacía…
Joe: es normal que lo extrañaras, pero como dice Oli siempre, él ya es mayor ¿no?
Tu: si –te reíste-. Él deseando crecer mientras yo rezo porque se quede así para siempre. Pero así es la vida. Lo bueno es que tengo otra oportunidad para empezar de nuevo, y esta vez no estaré sola.
Joe: no, nunca más estarás sola, te lo prometo.
Y tras esa promesa de todo un futuro juntos, los dos recogieron sus cosas y se fueron para reunirse con todos sus amigos y su hijo, y así poder disfrutar todos juntos de unos días maravillosos en un lugar único, el lugar en el que había comenzado todo, el lugar en el que habían sellado su amor para siempre.
Nani Jonas
Re: "Despues De Ti"- Joe y tu Terminada
EPÍLOGO
Habían pasado poco más de cuatro meses desde que Tu y Joe se habían convertido en esposos. Cuatro meses llenos de amor en los que trataron de disfrutar por todos los años que habían estado separados, mientras esperaban impacientes la llegada de su bebé.
Era verano y Oli no tenía colegio, así que Joe se lo había llevado con él al hospital, como había hecho ya varias veces, para que pudieras descansar un poco, pues tu embarazo ya estaba muy avanzado.
En ese momento te encontrabas en el jardín de tu casa junto a tus amigas Mary y Dayi, que habían ido a acompañarte para que no estuvieras sola. En los últimos días apenas se separaban de ti, pues según Mary, por la forma de tu barriga darías a luz de un momento a otro, claro que eso lo había dicho hacía ya más de una semana, y teniendo en cuenta que faltaban dos semanas para que saliera de cuentas, todos se habían tomado la predicción de Mary un poco en broma.
Mary: ¿y otra vez Oli se fue con Joe al hospital? Hay que ver cómo le gusta a ese niño ir ahí.
Tu: si, Joe tuvo que ir a arreglar un papeleo que le había quedado pendiente y Oli le insistió para que lo llevara con él. La otra noche nos dijo que le gustaba ir porque de mayor quería ser un médico de niños como su papá. Tenías que ver la cara de bobo que puso Joe cuando lo escuchó –te reíste-. Casi se le caían las lágrimas.
Dayi: me lo imagino. Yo creo que si mi bebé cuando sea grande le dice a Kevin algo así, se desmaya de la emoción –mientras decía esto se tocaba su ya notable vientre.
Mary: si, es que los hombres son así, a la mínima que les digan sus hijos ya se les está cayendo la baba –el comentario de Mary provocó la risa de las tres amigas.
Tu: ¿y cómo va tu embarazo? –le preguntó a Dayi-. Por la forma de tu barriga yo diría que va a nacer ya –dijiste toda seria imitando a Mary, la cual se dio cuenta y frunció el ceño ofendida, lo que hizo reír a sus amigas.
Mary: ríanse, ríanse, que a ver quién tiene razón.
Tu: Mary reconócelo, hace más de una semana que dijiste que ya estaba a punto y mírame, aquí sigo igual de embarazada. Reconoce que esta vez te equivocaste.
Mary: si, está bien, lo que ustedes digan –pero no se quedó para nada conforme.
Dos horas después seguían en el jardín poniéndote al día de todos los cotilleos, pues en los últimos días, el cansancio y el peso de tu abultado vientre habían hecho que no salieras mucho de casa.
Mary: pues ya nosotras nos tenemos que ir. Dejé a Nick solo con los niños y mira la hora que es –señaló el reloj- ya debe estar medio loco el pobre –se rió.
Tu: si, muchas gracias por venir a hacerme compañía un rato, no sé lo que habría hecho yo sola aquí toda la tarde. Pero ya Joe y Oli no deben tardar.
Dayi: no tienes que agradecernos nada, sabes que nosotras lo hacemos encantadas.
Tu: ahora que me acuerdo, Jerry dejó el otro día un juguete. Voy a buscarlo para que se lo lleves –le dijiste a Mary.
Fuiste a la sala, donde habías dejado el juguete, y lo metiste en una bolsa para dárselo a Mary.
Tu: aquí lo tienes.
Mary: gracias por acordarte. Jerry me dijo ayer que se lo había dejado aquí, pero ya lo había olvidado.
Tu: si, lo encontré hace unos días debajo del sofá –y cuando lo decías, tuviste que aferrarte al respaldo de una silla, pues una punzada de dolor te atravesó.
Dayi: _____ –asustada, Dayi te sostuvo-. ¿Qué te pasa? ¿es el bebé?
Tu: creo que es una contracción –dijiste, pero se convirtió en una oleada que te dejó pasmada.
Mary: ay ____, no te estarás burlando de mi ¿no? mira que con esas cosas no se bromea.
Tu: ¿cómo crees? Te juro que es de verdad.
Dayi: te pusiste pálida. Siéntate.
Mary: ¡ay Dios mío! –se echó las manos a la cabeza-. ¡Estás de parto! Hay que ir al hospital ya –dijo alarmada.
Dayi: ¡Mary tranquila! –le gritó-. Si sigues así me vas a poner nerviosa a mí también. _____ ¿cuántas contracciones has tenido?
Tu: no sé, desde hace rato me notaba algo rara, pero no me dolía tanto como ahora –exhalaste un suspiro de alivio cuando pasó el dolor.
Mary: ¿y por qué no nos dijiste nada?
Tu: no quería alarmarlas, pensaba que había sido por la comida, además no puedo estar de parto, todavía quedan dos semanas.
Mary: pues yo creo que a tu bebé no le importa que todavía queden dos semanas. Estás de parto _______.
Dayi: ¿te duele algo más?
Tu: la espalda, un poco –admitiste-, lleva enloqueciéndome todo el día.
Dayi: mmm… Bien, respira tranquilamente y relájate –Dayi siguió hablando y mantuvo a sus amigas distraídas hasta que contuviste el aliento-. Ya está, con solo cuatro minutos de diferencia, diría yo. Respira _____, así, muy bien. Mary, creo que deberías llamar a Nick para que venga por nosotras. Vinimos sin coche y hay que llevar a ____ al hospital ahora mismo.
Mary: ¡ay! –por un momento Mary no pudo pensar y mucho menos moverse-. Debería llamar a Joe.
Dayi: si, ya luego le avisamos. Está en el hospital y no le daría tiempo a llegar. Así que márcale primero a Nick.
Mary salió corriendo hacia el teléfono y al rato llegó de nuevo a junto sus amigas.
Mary: ya lo llamé. Me dijo que no tarda más de cinco minutos.
Dayi: bien. ______, ¿tienes una maleta preparada?
Tu: si, está arriba en mi armario. Mary me obligó a prepararla hace una semana.
Dayi: no sé por qué me lo suponía –se rió-. Y tú Mary, deja ya de andar de un lado para otro. Parece mentira que tengas dos hijos. Mejor ve, busca la maleta, ¿si?
Mary: está bien.
Los pocos más de cinco minutos que tardó Nick en llegar, se te hicieron eternos. Dayi trataba de entretenerte, mientras que Mary no hacía más que mirar el reloj e ir hacia la puerta para ver si llegaba su marido.
Aprovecharon esos minutos para avisar a Joe. Mary lo llamó al teléfono móvil, pero nadie contestó, así que llamó a su despacho, en donde la secretaria le dijo que estaba atendiendo a una urgencia, por lo que le dejó el recado de que la llamara urgentemente en cuanto pudiera.
Después llamó a Jacob y te dijo que iba a salir para el hospital, así que quedaron en que se encontrarían allá.
Cuando Mary vio asomar por la carretera el carro de Nick fue a avisar a sus amigas rápidamente, y te ayudó a salir a la calle mientras que Dayi llevaba la maletita con las cosas del bebé.
Sin más distracciones se subieron al coche, y Nick condujo hasta el hospital lo más rápido que pudo.
Paró su coche frente a la puerta de urgencias, a donde Mary entró corriendo y salió con una silla en la que te ayudaron a sentarte. Entonces te llevaron hasta la puerta del lugar en donde atendían los partos, y por un momento se tuvieron que separar de ti, pues una enfermera les dijo que tenían que prepararte, pero que en un rato alguien podría entrar para acompañarte en el parto.
Nick trataba de localizar a Joe en su móvil, pero no tuvo más éxito que Mary.
Al rato llegó Jacob, acompañado de Amanda, y se acercaron a sus amigos en cuanto los vieron para preguntarles por ti.
Jacob: ¿cómo está ____?
Nick: ____ está bien, no te preocupes, solo está de parto.
Jacob: ¿pero el médico no dijo que le faltaban todavía dos semanas o algo así?
Mary: ¡médicos! ¿Se creen que son dioses o que? Si siempre se equivocan
Nick: oye muchas gracias por la parte que me toca –se hizo el ofendido.
Mary: no te lo tomes personal, pero ¿tengo razón o no?
Jacob: disculpen que los interrumpa, pero ¿Joe, está con ella?
Nick: Joe pues… tratamos de localizarlo pero no responde al teléfono. Al parecer está atendiendo una urgencia.
Jacob: ¿una urgencia? ¿Aquí, en el hospital?
Mary: supongo que sí, es lo que me dijo su secretaria cuando lo llamé a su despacho.
En ese momento salió una enfermera a la sala de espera.
Enfermera: ¿Joe? ¿Alguien de ustedes es Joseph?
Mary: no, Joe todavía no llega.
Enfermera: es que ________ está preguntado por él, quiere que pase para acompañarla en el parto.
Jacob: ¿cómo está mi hermana?
Enfermera: está bien, un poco asustada, pero es lo normal en estos casos.
Jacob: tenemos que encontrar a Joe como sea. Estoy seguro de que no se perdonaría el no estar tampoco en este parto. Mary entra con _______ y tranquilízala, ¿si? mientras yo trataré de encontrarlo. Dile que Joe estará con ella pronto.
Mary: ok, yo la tranquilizo, pero no te tardes.
Lo primero que hizo Jacob fue ir hasta el despacho de Joe, pero se encontró con una gran sorpresa…
Solo se encontró con Oli, que estaba dibujando, sentado en la mesa de la secretaria.
Oli: ¡hola tío Jacob! –lo saludó nada más verlo.-. ¿Y tú qué haces aquí?
Jacob: hola Oli. ¿No está tu papá?
Oli: no, hace rato que se fue, pero dijo que volvía pronto. Es que había un niño enfermo y tuvo que ir a curarlo.
Jacob: ya –se quedó pensando-. ¿Y te quedaste aquí tú solo?
Oli: no, ahí está Margarita, la secretaria –señaló a la mujer, que en ese momento entraba por la puerta.
Jacob: hola, yo soy el cuñado de Joe. ¿Sabes dónde lo puedo localizar?
Margarita: pues no sé, hace un rato traté de localizarlo en el móvil, porque llamó Mary preguntando por él, pero estaba apagado. De todas formas dijo que no tardaba. Seguro está a punto de llegar. ¿Es que pasó algo?
Jacob: es que acabamos de traer a _____ al hospital, está de parto.
Oli: ¿qué le pasó a mi mamá? –preguntó preocupado.
Jacob: nada, no te preocupes –se acercó a su sobrino y se puso en cuclillas a su lado-. Es que tu hermanito ya va a nacer.
Joe: ¿qué?! –preguntó sorprendido desde la puerta, pues acababa de llegar y escuchó lo que Jacob le dijo a Oli-. ¿Dónde está ____, está bien? ¿Cómo no me avisaron?
Jacob: ______ está en la sala de partos. Mary está con ella. Tratamos de avisarte, pero tu teléfono estaba apagado.
Joe: debió de quedarse sin batería. ¿Hace mucho que llegaron al hospital?
Jacob: no, yo creo que si te das prisa todavía llegas. Yo vine a buscarte en cuanto llegué. La enfermera salió preguntando por ti, ______ quiere que estés con ella.
Joe: si, le prometí que esta vez estaría.
Jacob: pues entonces corre, ve con ella.
Joe: ¿te encargas de Oli?
Jacob: por supuesto, no te preocupes. Y dale a ____ muchos ánimos de mi parte ¿ok? –esto último lo tuvo que decir casi gritando, pues Joe ya se había ido corriendo.
Mientras tanto, en la sala de partos, Mary pudo ver tu cara de frustración cuando la viste entrar a ella sola.
Mary: vaya, yo también me alegro de verte –dijo en broma para distraerte un poco.
Tu: no lo encontraron ¿verdad?
Mary: Jacob fue a buscarlo, estoy segura de que no tardará, ya lo verás –dijo agarrándote de la mano.
Tu: pero ¿y si no consigue encontrarlo? Joe dijo que quería estar conmigo esta vez –una nueva contracción te impidió seguir hablando. Cada vez eran más fuertes y más próximas unas de otras, y sabías lo que eso significaba-. Tengo que aguantar un rato más, tengo que esperar a que llegue Joe –dijiste cuando el dolor bajó de intensidad.
Dr: me temo que no podrás aguantar más, o sino podría haber complicaciones.
Tu: pero yo sé que Joe va a llegar, él me lo prometió –dijiste entre sollozos.
Mary: _____, tiene razón. Tienes que empezar a pujar. Hazlo por el bebé, ¿si?
El dolor empezó a embargarte de nuevo y un largo quejido emergió de tu garganta. Apretaste los ojos con más fuerza y te concentraste en respirar. A través de la bruma del dolor sentiste una mano cubriendo la tuya, la que no estaba agarrando Mary. Al abrir los ojos viste el rostro de tu esposo frente a ti.
Tu: oh Joe, al fin llegaste.
Joe: te prometí que esta vez estaría contigo.
Dr: tiene que ponerse una bata y guantes.
Joe: si, lo siento, entré con tanta prisa que ni me di cuenta. Ahora vuelvo, ¿si? te amo –te dijo al oído.
Mary esperó junto a ti hasta que Joe llegó de nuevo ya con la bata. Entonces, lo dejó contigo y salió a la sala de espera, pues solo podía haber un acompañante.
Dr: ya tenemos que empezar. Llevamos demasiado rato retrasándolo, no es bueno para el niño.
Joe: ¿retrasándolo? –preguntó confundido.
Tu: es que no quería empezar sin ti –estabas nerviosa y te temblaban los labios. Sabías que un parto era algo natural, pero eso no impedía que estuvieras muerta de miedo, pues este era realmente tu primer parto, ya que Oli había nacido por medio de una cesárea urgente. Joe se dio cuenta de que tenías miedo.
Joe: no tengas miedo mi amor, todo va a estar bien –te dio un beso en la frente para tranquilizarte-. Yo estoy contigo.
Dr.: en cuanto empiece la siguiente contracción tienes que pujar, ¿ok?
Tu: está bien –tu labio inferior seguía temblando, aunque ya estabas algo más tranquila, pues Joe estaba contigo.
Tan pronto como la siguiente contracción empezó y el dolor te embargó de nuevo, hiciste lo que el doctor te había dicho y comenzaste a pujar con todas tus fuerzas.
Dr.: un poco más _____. La cabeza ya está comenzando a asomar, pero tienes que pujar más fuerte.
Tu: no voy a poder –gritaste con los ojos cerrados por el dolor.
Dr.: claro que puedes ______, tienes que tratar de pujar más.
Trataste de pujar, pero estabas agotada. El haber estado tanto rato esperando por Joe te había debilitado.
Joe: claro que puedes, mi amor. Piensa en nuestro bebé, en lo felices que vamos a ser los cuatro –te dijo muy cerca del oído.
Tu: pero estoy cansada y me duele mucho –gritaste entre sollozos-. No puedo.
Joe: está bien. Relájate, respira hondo y piensa en algo bonito ¿ok? –te dijo lentamente para tranquilizarte-. ¿Te acuerdas de la primera vez que nos vimos? ¿Cuando te salpiqué en el estacionamiento del hospital? Traté de negarlo, pero nada más verte supe que te amaría para siempre.
Tu: si –una sonrisa relajó tu rostro-. A mí me pasó lo mismo. Después de que me mancharas toda y te rieras de mí te dije que no quería volver a verte, pero en realidad me moría por encontrarte de nuevo.
Una nueva contracción hizo que contuvieras el aire y dejaras de hablar.
Joe: ahora puja mi amor. Relájate y puja, hazlo por mí ¿si?
Le hiciste caso. Te concentraste en recordar cosas del pasado mientras que pujabas con todas tus fuerzas.
En tu mente volvió al día en que te había mencionado Joe, cuando se conocieron en el estacionamiento, y luego al momento en el que se volvieron a ver en la planta en la que trabajaban los dos. Recordaste el primer beso, en el restaurante al que te llevó tras haberte regalado un ramo de rosas, y en donde le propusiste la estúpida idea de pasar cuarenta días separados para demostrarte su amor, el inesperado viaje que hicieron juntos cuando estaban peleados, en el que se confesaron al fin su amor y en el que culminaron su relación entregándose en cuerpo y alma el uno al otro.
También recordaste momentos tristes, como el engaño que los mantuvo separados durante años o la pérdida del otro bebé que esperaban. Pero te diste cuenta de que haciendo balance de tu vida, los momentos dulces superaban a los amargos. Se habían reencontrado, Oli podía disfrutar a su padre, se habían convertido en marido y mujer, y pronto habría una personita más en sus vidas, una personita que era el fruto del amor que se tenían.
Un sonido confuso te volvió a la realidad. Era el llanto de tu bebé, un sonido lleno de vida, una promesa de futuro.
Las lágrimas se agolparon en tus ojos y lucharon por salir todas juntas, mientras Joe susurraba en tu oído palabras que en ese momento eras incapaz de entender con claridad.
Te incorporó un poco y trataste de ver por entre tus piernas al bebé que acababa de nacer. Necesitabas saber que estaba bien.
Tu: Joe ¿está bien? Dime que está todo bien –le suplicaste a tu marido, que en ese momento fue a junto el doctor que había atendido el parto para echarle un vistazo al bebé y confirmar que se encontraba perfectamente.
Joe: está perfecta. Es una nenita muy sana –te dijo mientras la cargaba-. Pero hay un problema…
Tu: ¿Que Joe? ¿Que pasa?
Joe: tendrás que pujar de nuevo amor –Te sonrio-.
Tu: ¿Porque?-dijiste sorprendida
Joe: Falta el niño amor
Tu: ¿Que?-te sorprendiste al escuchar esto y solo pudiste sonreír pero una fuerte contracción te ataco
Joe: Te amo ahora amor da lo mejor de ti.
Dr.: puja ____
En unos segundos salio el niño y sin darte cuenta ya que estabas feliz que mas podrías desear un esposo maravilloso y tres hijos
Eras la mujer mas feliz del mundo.
Joe: toma, es nuestra nenita –con lágrimas en los ojos, depositó a la niña sobre tu pecho mientras el cargaba al niño.
Tu: ¿nenita? ¿hay una niña? –hasta ese momento no habían podido saber con certeza el sexo del bebé, y menos de que serian dos pues no se dejaba mostrar con claridad en las ecografías que te habías hecho, y aunque Joe siempre había estado seguro de que sería niña, no había ninguna prueba médica que lo certificara. Apartó un poco la manta que te cubría y comprobó por sí mismo que su niña estaba en perfectas condiciones y en el otro brazo te coloco al nene-. son perfectos –le dijiste a Joe con lágrimas en los ojos, mientras sostenías entre tus manos la manita de tu hija.
Joe: son tan preciosos como su madre. Te amo –te besó los labios-. Te prometo que a partir de ahora todo será felicidad –dijo contra tu boca, mientras acariciaba las caritas de sus hijos.
Dr: Felicidades –los interrumpió-. ¿Ya pensaron cómo los van a llamar?
Joe: la verdad es que no. Tenemos varios nombres, pero todavía no nos decidimos. ¿En qué piensas? –te preguntó, pues te vio como concentrada en algo.
Tu: es que creo que ya sé cómo quiero que se llamen: Alma. Estoy segura de que el alma de la bebita que no llegó a nacer estará en ella para cuidarla y Joseph Adam porque eres todo para mi y eres lo mejor que me ha pasado en la vida . Sé que no habíamos pensado en esos nombres, pero…
Joe: Alma me encanta –la interrumpió-. Hace años cuando te conocí, yo te entregué mi alma, y ahora tú me la devuelves. Y gracias amor por darme la oportunidad de que mi otro hijo lleve mi nombre. No sabes cuánto te amo.
Tu: sí lo sé, porque yo te amo exactamente igual.
Fin.
Bueno chicas esta historia a llegado a su fin no se ustedes pero la verdad es una de las mejores qe e leido muchas gracias a todas por tomarse su tiempo de leerla y comentar por todo el apoyo qe me dieron a lo largo de esta historia no las molesto mas y de nuevo muchas gracias las qiero :D
Habían pasado poco más de cuatro meses desde que Tu y Joe se habían convertido en esposos. Cuatro meses llenos de amor en los que trataron de disfrutar por todos los años que habían estado separados, mientras esperaban impacientes la llegada de su bebé.
Era verano y Oli no tenía colegio, así que Joe se lo había llevado con él al hospital, como había hecho ya varias veces, para que pudieras descansar un poco, pues tu embarazo ya estaba muy avanzado.
En ese momento te encontrabas en el jardín de tu casa junto a tus amigas Mary y Dayi, que habían ido a acompañarte para que no estuvieras sola. En los últimos días apenas se separaban de ti, pues según Mary, por la forma de tu barriga darías a luz de un momento a otro, claro que eso lo había dicho hacía ya más de una semana, y teniendo en cuenta que faltaban dos semanas para que saliera de cuentas, todos se habían tomado la predicción de Mary un poco en broma.
Mary: ¿y otra vez Oli se fue con Joe al hospital? Hay que ver cómo le gusta a ese niño ir ahí.
Tu: si, Joe tuvo que ir a arreglar un papeleo que le había quedado pendiente y Oli le insistió para que lo llevara con él. La otra noche nos dijo que le gustaba ir porque de mayor quería ser un médico de niños como su papá. Tenías que ver la cara de bobo que puso Joe cuando lo escuchó –te reíste-. Casi se le caían las lágrimas.
Dayi: me lo imagino. Yo creo que si mi bebé cuando sea grande le dice a Kevin algo así, se desmaya de la emoción –mientras decía esto se tocaba su ya notable vientre.
Mary: si, es que los hombres son así, a la mínima que les digan sus hijos ya se les está cayendo la baba –el comentario de Mary provocó la risa de las tres amigas.
Tu: ¿y cómo va tu embarazo? –le preguntó a Dayi-. Por la forma de tu barriga yo diría que va a nacer ya –dijiste toda seria imitando a Mary, la cual se dio cuenta y frunció el ceño ofendida, lo que hizo reír a sus amigas.
Mary: ríanse, ríanse, que a ver quién tiene razón.
Tu: Mary reconócelo, hace más de una semana que dijiste que ya estaba a punto y mírame, aquí sigo igual de embarazada. Reconoce que esta vez te equivocaste.
Mary: si, está bien, lo que ustedes digan –pero no se quedó para nada conforme.
Dos horas después seguían en el jardín poniéndote al día de todos los cotilleos, pues en los últimos días, el cansancio y el peso de tu abultado vientre habían hecho que no salieras mucho de casa.
Mary: pues ya nosotras nos tenemos que ir. Dejé a Nick solo con los niños y mira la hora que es –señaló el reloj- ya debe estar medio loco el pobre –se rió.
Tu: si, muchas gracias por venir a hacerme compañía un rato, no sé lo que habría hecho yo sola aquí toda la tarde. Pero ya Joe y Oli no deben tardar.
Dayi: no tienes que agradecernos nada, sabes que nosotras lo hacemos encantadas.
Tu: ahora que me acuerdo, Jerry dejó el otro día un juguete. Voy a buscarlo para que se lo lleves –le dijiste a Mary.
Fuiste a la sala, donde habías dejado el juguete, y lo metiste en una bolsa para dárselo a Mary.
Tu: aquí lo tienes.
Mary: gracias por acordarte. Jerry me dijo ayer que se lo había dejado aquí, pero ya lo había olvidado.
Tu: si, lo encontré hace unos días debajo del sofá –y cuando lo decías, tuviste que aferrarte al respaldo de una silla, pues una punzada de dolor te atravesó.
Dayi: _____ –asustada, Dayi te sostuvo-. ¿Qué te pasa? ¿es el bebé?
Tu: creo que es una contracción –dijiste, pero se convirtió en una oleada que te dejó pasmada.
Mary: ay ____, no te estarás burlando de mi ¿no? mira que con esas cosas no se bromea.
Tu: ¿cómo crees? Te juro que es de verdad.
Dayi: te pusiste pálida. Siéntate.
Mary: ¡ay Dios mío! –se echó las manos a la cabeza-. ¡Estás de parto! Hay que ir al hospital ya –dijo alarmada.
Dayi: ¡Mary tranquila! –le gritó-. Si sigues así me vas a poner nerviosa a mí también. _____ ¿cuántas contracciones has tenido?
Tu: no sé, desde hace rato me notaba algo rara, pero no me dolía tanto como ahora –exhalaste un suspiro de alivio cuando pasó el dolor.
Mary: ¿y por qué no nos dijiste nada?
Tu: no quería alarmarlas, pensaba que había sido por la comida, además no puedo estar de parto, todavía quedan dos semanas.
Mary: pues yo creo que a tu bebé no le importa que todavía queden dos semanas. Estás de parto _______.
Dayi: ¿te duele algo más?
Tu: la espalda, un poco –admitiste-, lleva enloqueciéndome todo el día.
Dayi: mmm… Bien, respira tranquilamente y relájate –Dayi siguió hablando y mantuvo a sus amigas distraídas hasta que contuviste el aliento-. Ya está, con solo cuatro minutos de diferencia, diría yo. Respira _____, así, muy bien. Mary, creo que deberías llamar a Nick para que venga por nosotras. Vinimos sin coche y hay que llevar a ____ al hospital ahora mismo.
Mary: ¡ay! –por un momento Mary no pudo pensar y mucho menos moverse-. Debería llamar a Joe.
Dayi: si, ya luego le avisamos. Está en el hospital y no le daría tiempo a llegar. Así que márcale primero a Nick.
Mary salió corriendo hacia el teléfono y al rato llegó de nuevo a junto sus amigas.
Mary: ya lo llamé. Me dijo que no tarda más de cinco minutos.
Dayi: bien. ______, ¿tienes una maleta preparada?
Tu: si, está arriba en mi armario. Mary me obligó a prepararla hace una semana.
Dayi: no sé por qué me lo suponía –se rió-. Y tú Mary, deja ya de andar de un lado para otro. Parece mentira que tengas dos hijos. Mejor ve, busca la maleta, ¿si?
Mary: está bien.
Los pocos más de cinco minutos que tardó Nick en llegar, se te hicieron eternos. Dayi trataba de entretenerte, mientras que Mary no hacía más que mirar el reloj e ir hacia la puerta para ver si llegaba su marido.
Aprovecharon esos minutos para avisar a Joe. Mary lo llamó al teléfono móvil, pero nadie contestó, así que llamó a su despacho, en donde la secretaria le dijo que estaba atendiendo a una urgencia, por lo que le dejó el recado de que la llamara urgentemente en cuanto pudiera.
Después llamó a Jacob y te dijo que iba a salir para el hospital, así que quedaron en que se encontrarían allá.
Cuando Mary vio asomar por la carretera el carro de Nick fue a avisar a sus amigas rápidamente, y te ayudó a salir a la calle mientras que Dayi llevaba la maletita con las cosas del bebé.
Sin más distracciones se subieron al coche, y Nick condujo hasta el hospital lo más rápido que pudo.
Paró su coche frente a la puerta de urgencias, a donde Mary entró corriendo y salió con una silla en la que te ayudaron a sentarte. Entonces te llevaron hasta la puerta del lugar en donde atendían los partos, y por un momento se tuvieron que separar de ti, pues una enfermera les dijo que tenían que prepararte, pero que en un rato alguien podría entrar para acompañarte en el parto.
Nick trataba de localizar a Joe en su móvil, pero no tuvo más éxito que Mary.
Al rato llegó Jacob, acompañado de Amanda, y se acercaron a sus amigos en cuanto los vieron para preguntarles por ti.
Jacob: ¿cómo está ____?
Nick: ____ está bien, no te preocupes, solo está de parto.
Jacob: ¿pero el médico no dijo que le faltaban todavía dos semanas o algo así?
Mary: ¡médicos! ¿Se creen que son dioses o que? Si siempre se equivocan
Nick: oye muchas gracias por la parte que me toca –se hizo el ofendido.
Mary: no te lo tomes personal, pero ¿tengo razón o no?
Jacob: disculpen que los interrumpa, pero ¿Joe, está con ella?
Nick: Joe pues… tratamos de localizarlo pero no responde al teléfono. Al parecer está atendiendo una urgencia.
Jacob: ¿una urgencia? ¿Aquí, en el hospital?
Mary: supongo que sí, es lo que me dijo su secretaria cuando lo llamé a su despacho.
En ese momento salió una enfermera a la sala de espera.
Enfermera: ¿Joe? ¿Alguien de ustedes es Joseph?
Mary: no, Joe todavía no llega.
Enfermera: es que ________ está preguntado por él, quiere que pase para acompañarla en el parto.
Jacob: ¿cómo está mi hermana?
Enfermera: está bien, un poco asustada, pero es lo normal en estos casos.
Jacob: tenemos que encontrar a Joe como sea. Estoy seguro de que no se perdonaría el no estar tampoco en este parto. Mary entra con _______ y tranquilízala, ¿si? mientras yo trataré de encontrarlo. Dile que Joe estará con ella pronto.
Mary: ok, yo la tranquilizo, pero no te tardes.
Lo primero que hizo Jacob fue ir hasta el despacho de Joe, pero se encontró con una gran sorpresa…
Solo se encontró con Oli, que estaba dibujando, sentado en la mesa de la secretaria.
Oli: ¡hola tío Jacob! –lo saludó nada más verlo.-. ¿Y tú qué haces aquí?
Jacob: hola Oli. ¿No está tu papá?
Oli: no, hace rato que se fue, pero dijo que volvía pronto. Es que había un niño enfermo y tuvo que ir a curarlo.
Jacob: ya –se quedó pensando-. ¿Y te quedaste aquí tú solo?
Oli: no, ahí está Margarita, la secretaria –señaló a la mujer, que en ese momento entraba por la puerta.
Jacob: hola, yo soy el cuñado de Joe. ¿Sabes dónde lo puedo localizar?
Margarita: pues no sé, hace un rato traté de localizarlo en el móvil, porque llamó Mary preguntando por él, pero estaba apagado. De todas formas dijo que no tardaba. Seguro está a punto de llegar. ¿Es que pasó algo?
Jacob: es que acabamos de traer a _____ al hospital, está de parto.
Oli: ¿qué le pasó a mi mamá? –preguntó preocupado.
Jacob: nada, no te preocupes –se acercó a su sobrino y se puso en cuclillas a su lado-. Es que tu hermanito ya va a nacer.
Joe: ¿qué?! –preguntó sorprendido desde la puerta, pues acababa de llegar y escuchó lo que Jacob le dijo a Oli-. ¿Dónde está ____, está bien? ¿Cómo no me avisaron?
Jacob: ______ está en la sala de partos. Mary está con ella. Tratamos de avisarte, pero tu teléfono estaba apagado.
Joe: debió de quedarse sin batería. ¿Hace mucho que llegaron al hospital?
Jacob: no, yo creo que si te das prisa todavía llegas. Yo vine a buscarte en cuanto llegué. La enfermera salió preguntando por ti, ______ quiere que estés con ella.
Joe: si, le prometí que esta vez estaría.
Jacob: pues entonces corre, ve con ella.
Joe: ¿te encargas de Oli?
Jacob: por supuesto, no te preocupes. Y dale a ____ muchos ánimos de mi parte ¿ok? –esto último lo tuvo que decir casi gritando, pues Joe ya se había ido corriendo.
Mientras tanto, en la sala de partos, Mary pudo ver tu cara de frustración cuando la viste entrar a ella sola.
Mary: vaya, yo también me alegro de verte –dijo en broma para distraerte un poco.
Tu: no lo encontraron ¿verdad?
Mary: Jacob fue a buscarlo, estoy segura de que no tardará, ya lo verás –dijo agarrándote de la mano.
Tu: pero ¿y si no consigue encontrarlo? Joe dijo que quería estar conmigo esta vez –una nueva contracción te impidió seguir hablando. Cada vez eran más fuertes y más próximas unas de otras, y sabías lo que eso significaba-. Tengo que aguantar un rato más, tengo que esperar a que llegue Joe –dijiste cuando el dolor bajó de intensidad.
Dr: me temo que no podrás aguantar más, o sino podría haber complicaciones.
Tu: pero yo sé que Joe va a llegar, él me lo prometió –dijiste entre sollozos.
Mary: _____, tiene razón. Tienes que empezar a pujar. Hazlo por el bebé, ¿si?
El dolor empezó a embargarte de nuevo y un largo quejido emergió de tu garganta. Apretaste los ojos con más fuerza y te concentraste en respirar. A través de la bruma del dolor sentiste una mano cubriendo la tuya, la que no estaba agarrando Mary. Al abrir los ojos viste el rostro de tu esposo frente a ti.
Tu: oh Joe, al fin llegaste.
Joe: te prometí que esta vez estaría contigo.
Dr: tiene que ponerse una bata y guantes.
Joe: si, lo siento, entré con tanta prisa que ni me di cuenta. Ahora vuelvo, ¿si? te amo –te dijo al oído.
Mary esperó junto a ti hasta que Joe llegó de nuevo ya con la bata. Entonces, lo dejó contigo y salió a la sala de espera, pues solo podía haber un acompañante.
Dr: ya tenemos que empezar. Llevamos demasiado rato retrasándolo, no es bueno para el niño.
Joe: ¿retrasándolo? –preguntó confundido.
Tu: es que no quería empezar sin ti –estabas nerviosa y te temblaban los labios. Sabías que un parto era algo natural, pero eso no impedía que estuvieras muerta de miedo, pues este era realmente tu primer parto, ya que Oli había nacido por medio de una cesárea urgente. Joe se dio cuenta de que tenías miedo.
Joe: no tengas miedo mi amor, todo va a estar bien –te dio un beso en la frente para tranquilizarte-. Yo estoy contigo.
Dr.: en cuanto empiece la siguiente contracción tienes que pujar, ¿ok?
Tu: está bien –tu labio inferior seguía temblando, aunque ya estabas algo más tranquila, pues Joe estaba contigo.
Tan pronto como la siguiente contracción empezó y el dolor te embargó de nuevo, hiciste lo que el doctor te había dicho y comenzaste a pujar con todas tus fuerzas.
Dr.: un poco más _____. La cabeza ya está comenzando a asomar, pero tienes que pujar más fuerte.
Tu: no voy a poder –gritaste con los ojos cerrados por el dolor.
Dr.: claro que puedes ______, tienes que tratar de pujar más.
Trataste de pujar, pero estabas agotada. El haber estado tanto rato esperando por Joe te había debilitado.
Joe: claro que puedes, mi amor. Piensa en nuestro bebé, en lo felices que vamos a ser los cuatro –te dijo muy cerca del oído.
Tu: pero estoy cansada y me duele mucho –gritaste entre sollozos-. No puedo.
Joe: está bien. Relájate, respira hondo y piensa en algo bonito ¿ok? –te dijo lentamente para tranquilizarte-. ¿Te acuerdas de la primera vez que nos vimos? ¿Cuando te salpiqué en el estacionamiento del hospital? Traté de negarlo, pero nada más verte supe que te amaría para siempre.
Tu: si –una sonrisa relajó tu rostro-. A mí me pasó lo mismo. Después de que me mancharas toda y te rieras de mí te dije que no quería volver a verte, pero en realidad me moría por encontrarte de nuevo.
Una nueva contracción hizo que contuvieras el aire y dejaras de hablar.
Joe: ahora puja mi amor. Relájate y puja, hazlo por mí ¿si?
Le hiciste caso. Te concentraste en recordar cosas del pasado mientras que pujabas con todas tus fuerzas.
En tu mente volvió al día en que te había mencionado Joe, cuando se conocieron en el estacionamiento, y luego al momento en el que se volvieron a ver en la planta en la que trabajaban los dos. Recordaste el primer beso, en el restaurante al que te llevó tras haberte regalado un ramo de rosas, y en donde le propusiste la estúpida idea de pasar cuarenta días separados para demostrarte su amor, el inesperado viaje que hicieron juntos cuando estaban peleados, en el que se confesaron al fin su amor y en el que culminaron su relación entregándose en cuerpo y alma el uno al otro.
También recordaste momentos tristes, como el engaño que los mantuvo separados durante años o la pérdida del otro bebé que esperaban. Pero te diste cuenta de que haciendo balance de tu vida, los momentos dulces superaban a los amargos. Se habían reencontrado, Oli podía disfrutar a su padre, se habían convertido en marido y mujer, y pronto habría una personita más en sus vidas, una personita que era el fruto del amor que se tenían.
Un sonido confuso te volvió a la realidad. Era el llanto de tu bebé, un sonido lleno de vida, una promesa de futuro.
Las lágrimas se agolparon en tus ojos y lucharon por salir todas juntas, mientras Joe susurraba en tu oído palabras que en ese momento eras incapaz de entender con claridad.
Te incorporó un poco y trataste de ver por entre tus piernas al bebé que acababa de nacer. Necesitabas saber que estaba bien.
Tu: Joe ¿está bien? Dime que está todo bien –le suplicaste a tu marido, que en ese momento fue a junto el doctor que había atendido el parto para echarle un vistazo al bebé y confirmar que se encontraba perfectamente.
Joe: está perfecta. Es una nenita muy sana –te dijo mientras la cargaba-. Pero hay un problema…
Tu: ¿Que Joe? ¿Que pasa?
Joe: tendrás que pujar de nuevo amor –Te sonrio-.
Tu: ¿Porque?-dijiste sorprendida
Joe: Falta el niño amor
Tu: ¿Que?-te sorprendiste al escuchar esto y solo pudiste sonreír pero una fuerte contracción te ataco
Joe: Te amo ahora amor da lo mejor de ti.
Dr.: puja ____
En unos segundos salio el niño y sin darte cuenta ya que estabas feliz que mas podrías desear un esposo maravilloso y tres hijos
Eras la mujer mas feliz del mundo.
Joe: toma, es nuestra nenita –con lágrimas en los ojos, depositó a la niña sobre tu pecho mientras el cargaba al niño.
Tu: ¿nenita? ¿hay una niña? –hasta ese momento no habían podido saber con certeza el sexo del bebé, y menos de que serian dos pues no se dejaba mostrar con claridad en las ecografías que te habías hecho, y aunque Joe siempre había estado seguro de que sería niña, no había ninguna prueba médica que lo certificara. Apartó un poco la manta que te cubría y comprobó por sí mismo que su niña estaba en perfectas condiciones y en el otro brazo te coloco al nene-. son perfectos –le dijiste a Joe con lágrimas en los ojos, mientras sostenías entre tus manos la manita de tu hija.
Joe: son tan preciosos como su madre. Te amo –te besó los labios-. Te prometo que a partir de ahora todo será felicidad –dijo contra tu boca, mientras acariciaba las caritas de sus hijos.
Dr: Felicidades –los interrumpió-. ¿Ya pensaron cómo los van a llamar?
Joe: la verdad es que no. Tenemos varios nombres, pero todavía no nos decidimos. ¿En qué piensas? –te preguntó, pues te vio como concentrada en algo.
Tu: es que creo que ya sé cómo quiero que se llamen: Alma. Estoy segura de que el alma de la bebita que no llegó a nacer estará en ella para cuidarla y Joseph Adam porque eres todo para mi y eres lo mejor que me ha pasado en la vida . Sé que no habíamos pensado en esos nombres, pero…
Joe: Alma me encanta –la interrumpió-. Hace años cuando te conocí, yo te entregué mi alma, y ahora tú me la devuelves. Y gracias amor por darme la oportunidad de que mi otro hijo lleve mi nombre. No sabes cuánto te amo.
Tu: sí lo sé, porque yo te amo exactamente igual.
Fin.
Bueno chicas esta historia a llegado a su fin no se ustedes pero la verdad es una de las mejores qe e leido muchas gracias a todas por tomarse su tiempo de leerla y comentar por todo el apoyo qe me dieron a lo largo de esta historia no las molesto mas y de nuevo muchas gracias las qiero :D
Nani Jonas
Re: "Despues De Ti"- Joe y tu Terminada
aww fue tan linda la nive :arre:
Y tan hermoso el final :crybaby: estoy llorando
Fueron dos bebes y al final fueron felices se lo merecian :love:
Awww ya se acabo :sad:
Gracias por compartir esta gran historia con nosotros :arre:
Y tan hermoso el final :crybaby: estoy llorando
Fueron dos bebes y al final fueron felices se lo merecian :love:
Awww ya se acabo :sad:
Gracias por compartir esta gran historia con nosotros :arre:
aranzhitha
Re: "Despues De Ti"- Joe y tu Terminada
WAAAAAAAAAAA' ..
No puedo creerlo ..
No puedo creer que fuera a tener 2 hijos y no solo 1 como se esperaba ..
esta parte lloré : " Estoy segura de que el alma de la bebita que no llegó a nacer estará en ella para cuidarla " :') ..
Otra cosa que no puedo creer es que esta hermosa nove se haya acabado ..
Gracias a ti por haberla subido ..
Me encantó ser una fiel lectora y comentadora (? ..
Fue un placer haber comentado y leído esta nove ..
Esto no es un adiós porque nos encontraremos en " Vidas Privadas " ..
Jajajajaja xD ..
Ok , pues dejame decirte por última vez amé esta nove :(L): ..
Hasta Pronto (: ..
GRACIAAAAS :hi: ..
No puedo creerlo ..
No puedo creer que fuera a tener 2 hijos y no solo 1 como se esperaba ..
esta parte lloré : " Estoy segura de que el alma de la bebita que no llegó a nacer estará en ella para cuidarla " :') ..
Otra cosa que no puedo creer es que esta hermosa nove se haya acabado ..
Gracias a ti por haberla subido ..
Me encantó ser una fiel lectora y comentadora (? ..
Fue un placer haber comentado y leído esta nove ..
Esto no es un adiós porque nos encontraremos en " Vidas Privadas " ..
Jajajajaja xD ..
Ok , pues dejame decirte por última vez amé esta nove :(L): ..
Hasta Pronto (: ..
GRACIAAAAS :hi: ..
Jess Jonas ..
Re: "Despues De Ti"- Joe y tu Terminada
ahhhh gracias x subirlaaa
me enknto!!!!!!!!!!
ahhh fue hermosa tan hermosa sta historia!!!! :arre:
fue tan hermosa :D
me enknto!!!!!!!!!!
ahhh fue hermosa tan hermosa sta historia!!!! :arre:
fue tan hermosa :D
jamileth
Re: "Despues De Ti"- Joe y tu Terminada
:sad:
Nani, me tuviste llore & llore :sad:
UN NENE... UNA NENA :'(
Alma & Joseph :')
Oli c':
Rayita & Joe *w*
AMÉ LA NOVELA! :)
Gracias Nani, por haberla subido. Gracias por haber soportado mi histeria :D
No me estoy despidiendo de ti, nonononono... Por qué me pasaré con las demás novelas!
Te quiere.
Elizabeth
Nani, me tuviste llore & llore :sad:
UN NENE... UNA NENA :'(
Alma & Joseph :')
Oli c':
Rayita & Joe *w*
AMÉ LA NOVELA! :)
Gracias Nani, por haberla subido. Gracias por haber soportado mi histeria :D
No me estoy despidiendo de ti, nonononono... Por qué me pasaré con las demás novelas!
Te quiere.
Elizabeth
-Lizz-
Re: "Despues De Ti"- Joe y tu Terminada
Ohh que bonito final!! Gracias por haber compartido con nosotras esta historia :)
Anita23
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