Re: ATRAPAME EN TU PASIÓN "JOE JONAS Y TU" ADAPTADA Y TERMINADA

por **PEZA** Vie 25 Abr 2014, 7:39 pm

CAPITULO 35

“TN” se hallaba en el jardín de la mansión cuando vio llegar a un niño con una carta en la mano. Supuso que era una carta de su hermano para avisarla de que estaba bien y que ya había llegado a su destino con Catherine.

Sonrió al pensar en la felicidad que debía de sentir su amiga en esos mismos instantes, entonces, se dirigió al interior de la casa y esperó a que JOSEPH le diera unas monedas al chaval por haberle traído la carta.

Una vez cerró la puerta, JOSEPH miró la carta y se dirigió a su despacho seguida de su adorable esposa. Ambos se sentaron en el diván y él abrió la carta para comenzar a leer. Primero la leyó él y su cara pasó de la alegría al enfado. “TN” que lo notó le preguntó:

-¿Sucede algo, JOSEPH?

-Sí sucede, que tu hermano es un malnacido, eso es lo que sucede.

“TN” le quitó la carta de las manos y leyó el contenido. Su cara era la sorpresa personificada. Su hermano había abandonado a Catherine en un hostal que se encontraron en el camino y se marchó dejándola tirada. No se podía creer lo que estaba leyendo.

-No puede ser.

-Oh, créeme que sí puede ser, los dos lo hemos leído… voy a buscarla, no es seguro que esté sola en un hostal y menos tan lejos de Londres- dijo JOSEPH levantándose del diván y dirigiéndose a la puerta.

-Iré contigo.

-¡No!- JOSEPH se giró y la miró fijamente- no pienso dejar que pongas en peligro a nuestro hijo, los caminos son muy malos y están llenos de asaltantes, no me gustaría que te pasara nada.

-Pero es mi amiga, JOSEPH.

-Lo sé y estoy seguro de que ella no querría que te pasara nada. Le pediré a NICK que me acompañe, ¿te parece?

-De acuerdo… pero prométeme que tendrás cuidado.

-Te lo prometo, volveré antes de lo que esperas, de verdad.

-Vale.

JOSEPH entonces, salió del despacho y buscó a su hermano para pedirle que lo acompañara. Este, al enterarse de la situación, aceptó sin dilaciones, avisaron al mozo de cuadras que les preparó los caballos y pronto partieron.

Amanda, cuando los vio partir, sonrió complacida, al fin podría poner en su sitio a esa mujerzuela de “TN”.

Tras despedirse de su esposo, la joven subió las escaleras para ir a su habitación a descansar un poco. Amanda la vio subir las escaleras y se le ocurrió una idea ingeniosa, por lo que siguió a “TN” y una vez, esta estuvo arriba del todo, Amanda sacó un gran cuchillo que llevaba escondido.

-Señora…- dijo con voz amable ya que “TN” estaba de espaldas.

“TN” se giró y se sorprendió al ver el cuchillo que portaba Amanda, tan cerca de ella.

-Amanda… ¿qué haces?- preguntó retrocediendo un poco.

-Acabar con lo que no pudo hacer el hombre al que amo… matarla.

-¿Qué?- preguntó “TN” sorprendida y retrocedió hasta quedar pegada a la barandilla de la escalera, muy cerca del primer escalón- ¿conoces al hombre que me quiere matar?

-Claro que lo conozco y me envió a vigilarte pero como no ha tenido la oportunidad de matarte, lo haré yo misma y entonces mi hombre me amará y se casará conmigo.

-Amanda, no hagas nada de lo que puedas arrepentirte… piénsalo bien, ese hombre sólo te quiere para matarme, a lo mejor ni le importas.

-¡Cállate, zorra! ¡No eres más que una vulgar ladrona, no mereces estar en la posición en la que estás!

Gabriella que salía de la cocina, oyó los gritos de Amanda y miró hacia las escaleras donde “TN” y Amanda discutían. “TN” estaba cada vez más cerca de caer por las escaleras y eso sería muy perjudicial para el bebé que estaba esperando.

-¡Amanda!- gritó Gabriella para que la mirara- deja en paz a la señora…

Amanda la miró y espetó.

-¡Cállate tú, traidora! ¡Me ayudaste al principio y luego te echaste atrás porque ella te trató bien! ¡Aún así, sigues siendo una traidora!

-No lo hagas, Amanda, tú y yo sabemos que lo que haces es una locura, deja ese cuchillo y baja, estoy segura de que la señora no dirá nada de este incidente.

-Gabriella tiene razón, Amanda, no le diré nada a mi esposo pero por favor, baja ese cuchillo.

-Bueno…- dijo la joven, pensativa y apartándose un poco- ¿cómo puedo confiar en que no le dirá nada al señor?

-Tienes mi palabra- dijo “TN” mirando el cuchillo y buscando la forma de quitárselo- te lo juro por este bebé que viene en camino- dijo llevándose una mano al abultado vientre.

Amanda entrecerró los ojos y la apuntó con el cuchillo de nuevo, agitándolo un poco ante sí.

-Como se nota que no quieres a ese bebé, zorra, si realmente lo quisieras no jurarías algo que sabes que no vas a cumplir.

“TN” se arriesgó a todo o nada así que con sus manos atrapó la de Amanda para quitarle el cuchillo y entonces comenzó un duro forcejeo entre las dos justo al borde de las escaleras.

Gabriella se había quedado paralizada al verlas a las dos tan cerca de una muerte segura, sabía que tenía que detener esa pelea pero su cuerpo no respondía.

Amanda y “TN” luchaban por permanecer en el piso de arriba y no caer rodando por las escaleras pero Amanda consiguió poner a “TN” en un serio aprieto, poniéndola tan al borde que si la soltaba, caería sin ningún tipo de reparo, el cuchillo ya no estaba en posesión de ninguna de las dos.

-¿Qué dices ahora, zorra? ¿Aún crees que puedes doblegarme? Me quitaste el cuchillo y fue muy audaz de tu parte pero esta vez no podrás, juro que no podrás ¿y sabes por qué? Porque cuando llegues al final de estas escaleras, estarás muerta ¿me oyes? ¡Muerta!

-Amanda, no lo hagas, te lo ruego, cargarás con la muerte de mi hijo y la mía sobre tu conciencia, por favor, déjalo…- rogaba “TN” con las lágrimas aflorando a sus ojos.

-Suplica todo lo que quieras, es más, creo que no te haré caso y te soltaré.

-¡No!- gritó “TN” la cual intentó hacerse a un lado y en el intento hizo que Amanda fuera la que cayera por las escaleras.

“TN” se giró y la vio caer. Se tapó la boca para amortiguar el grito que salía de sus labios. Cuando Amanda llegó al suelo, ésta comenzó a sangrar por una herida de la frente y por la zona oculta en su entrepierna. Gabriella al verla en el suelo, corrió hacia ella mientras “TN” se agarraba al barandal con fuerza porque tenía la sensación de que todo le daba vueltas.

-¡Señora, hay que llamar a un médico!

-Sí…- dijo “TN” con voz débil, había empleado todas sus fuerzas en no caer y ahora se sentía bastante mal- avisadlo…- susurró quedando de rodillas en el suelo sin soltarse de la baranda.

Gabriella avisó a un lacayo para que fuera a llamar a un médico mientras uno ayudaba a “TN” y otro se llevaba a Amanda a la habitación de esta pero “TN” los detuvo y lo mandó a llevarla a una habitación de invitados donde el médico la atendería más cómodamente.

“TN” sintió que se desvanecía por la tensión que acababa de sufrir en las escaleras, el ama de llaves de la casa era cómplice del hombre que la quería matar. Tan cerca y no lo había visto.

-Señora, ¿se siente bien?- le preguntó el lacayo a “TN” ya que se había puesto pálida de repente.

Ella negó con la cabeza levemente y finalmente se desvaneció. El lacayo, rápidamente, la cogió en brazos y la llevó a la habitación principal.

El médico llegó al poco rato y atendió a Amanda. Le contó a Gabriella que estaba embarazada y que al caer había perdido al bebé y el golpe de la cabeza había sido leve, que estaría bien pero que debía guardar reposo. Tras atenderla, acudió a atender a “TN” la cual sólo había sufrido un desmayo por el susto y que tanto ella como el bebé estaban en perfectas condiciones. Cuando el médico se fue, Gabriella cogió el agua de rosas que “TN” guardaba en su tocador y se lo dio a oler a ésta que ladeó la cabeza como huyendo del olor y luego abrió los ojos.

-Gabriella… ¿y Amanda?

-Descansando…

-Estaba sangrando, ¿qué ha dicho el médico?

-Perdió al bebé que esperaba.

-¿Qué?- preguntó incorporándose rápidamente- ¿por qué no me lo dijo nadie?

-Nadie lo sabía, ni siquiera yo.

-Debo verla.

-Ahora debe descansar, señora, se ha asustado y por eso se ha desmayado, mejor descanse, yo me encargo de Amanda mientras.

-De acuerdo.

Gabriella salió de la habitación y “TN” se recostó de nuevo, aún con el susto metido en el cuerpo.

JOSEPH y NICK llegaron al hostal donde Zachary había dejado a Catherine abandonada. Tras bajarse de los caballos, entraron en el hostal. Al entrar, preguntaron por Catherine.

-La joven se fue con lord Vardon a Vardon Park- respondió el dueño del hostal.

-Eso es una buena noticia- dijo NICK.

-Sí pero de todas formas debemos ir a buscarla- dijo JOSEPH y luego miró al dueño del hostal- ¿podría decirme hacia dónde debemos ir para llegar a Vardon Park?

-Oh, es muy sencillo, siga todo recto hacia el norte y el primer desvío a la derecha.

-De acuerdo, muchas gracias- dijo JOSEPH dándole unas monedas al hombre y salió de allí seguido de su hermano.

Una vez fuera, vieron que alguien se acercaba a caballo. No le hicieron mucho caso y se subieron a los suyos. Justo cuando iban a irse, alguien paró al lado de ellos y JOSEPH puso muy mala cara.

NICK también miró enfadado a la persona que se acercó hasta ellos.

-Será mejor que te vayas si no quieres que la bala de mi pistola acabe en tu corazón- dijo NICK.

JOSEPH puso una mano delante de la cara de su hermano para que parara y miró a la persona que tenía frente a sí:

-¿Se puede saber qué haces aquí, Zachary? Pensé que ahora mismo estarías en Escocia subido en el barco que te llevaría al continente.

Zachary suspiró y miró a su cuñado.

-No podía irme, me he dado cuenta de que Catherine significa bastante para mí y quiero pedirle disculpas por lo que he hecho.

-¿Y acaso crees que te perdonará?

-Haría cualquier cosa con tal de que me perdonara pero ¿dónde está? Os he visto salir de la posada.

-Según el posadero, se encontró con lord Vardon y ahora mismo están en Vardon Park.

-Pues vamos para allá, entonces.

CAPITULO 36

Catherine se hallaba tirada en el suelo de la habitación cuando la puerta se abrió y apareció Vardon que al verla, sonrió.

-Intentando escapar ¿eh? Ya te dije que lo ibas a tener muy difícil. Es más, creo que de aquí no saldrás con vida, he mandado a buscar a tu querido mercenario y lo amenazaré contigo. Tendrá que elegir entre matar a “TN” JONAS o que yo te mate a ti ¿qué crees que elegirá? ¿Matar a su querida hermana o que yo mate a la mujer que quiere?

La joven abrió los ojos desmesuradamente, aquel horrible hombre pensaba poner a prueba a Zachary y eso no lo podía consentir. Comenzó a retorcerse hasta que Vardon le quitó la mordaza para que ella pudiera hablar.

-¡Jamás conseguirás lo que te propones, asquerosa y sucia rata!- espetó ella, claramente enfadada.

Vardon comenzó a reírse y elevó a la joven para ponerla de pie.

-Créeme, querida, mi plan funcionará y pronto, la gente de Londres llorara la muerte de una mujer, todavía no se sabe de quién pero la llorará, eso te lo aseguro y, es más, el culpable de esa muerte será el Depredador que yo mismo atraparé y no se salvará de la horca ¿me has oído?

-Es una vil rata, no se merece llevar el título que posee.

-¿Es que aún piensas que Vardon es un título? Querida mía, todo esto que poseo fue gracias a Jean Lindsey. El título me lo inventé pero mis riquezas son las que realmente le pertenecen a “TN”.

Catherine, sorprendida exclamó:

-¡Es usted un ladrón! ¡Le ha robado la riqueza a mi amiga y aún así se permite el lujo de llamarla ladrona! ¡Maldito bribón!

En ese momento, la puerta se abrió y apareció el mayordomo un poco alarmado.

-Señor…

-¿Qué pasa, Simons?

-Se acercan tres hombres a caballo a la mansión.

-Vaya a ver quiénes son.

-Sí, señor- dijo el mayordomo haciendo una reverencia y saliendo de allí.

Vardon se agachó y le desató los pies a Catherine, momento que aprovechó ésta para darle un rodillazo en la cara. Este se llevó las manos a la cara y Catherine salió corriendo hasta el recibidor, gritando:

-¡Ayudadme! ¡Me quieren matar!

Vardon la siguió y le tapó la boca pero ella le mordió y siguió gritando pidiendo ayuda.

NICK detuvo el caballo y miró a JOSEPH y a Zachary.

-Alguien ha gritado en la casa, parecía una mujer.

Los tres aguzaron el oído y reconocieron la voz.

-Catherine…- dijo Zachary espoleando al caballo para llegar cuanto antes a la casa. Cuando llegó ante la puerta, se bajó de un saltó del caballo y tocó en la puerta.

La puerta se abrió y apareció el mayordomo.

-Buenos días, señor, ¿desea algo?

-Quiero ver a Vardon.

-¿Tiene una tarjeta de presentación?

JOSEPH se acercó a Zachary y sacó una tarjeta de su chaqueta.

-Dígale que JOSEPH JONAS está aquí.

Catherine que estaba tras la puerta en las garras de Vardon y amenazada por un cuchillo junto a su cuello, oyó el nombre y abrió los ojos sorprendida. No le importó la amenaza del cuchillo y gritó:

-¡Marchaos! ¡Salvad a “TN”! ¡Vardon es quien quiere matar a “TN”!

Zachary apartó al mayordomo al oír los gritos de Catherine. Una vez dentro, miró a su alrededor hasta que la vio en manos de aquel hombre que al instante reconoció.

-¡Tú!

-Hola, Depredador- dijo Vardon- pensé que te habías ido.

JOSEPH y “TN” entraron y se colocaron al lado de Zachary, el cual miró amenazante a Vardon.

-Déjala en paz- dijo Zachary amenazante.

-Qué poco me conoces… me parece que no, es más, creo que aún me debes algo…

-Yo no te debo nada… déjala ir, si es a mí a quien quieres matar, hazlo pero déjala en paz.

Los dos hermanos miraron sorprendidos a Vardon y la furia hirvió la sangre de JOSEPH.

-¡Maldito! ¡Eres el hombre quiere asesinar a mi esposa! ¡Asesino!

-Tu mujer aún corre peligro, es todo decisión del Depredador- dijo mirando a Zachary y el cuchillo se hundió un poco más en el delicado cuello de Catherine y un pequeño hilo de sangre corrió por el cuello de la joven- él elige, o su hermana o ella- dijo mirando a Catherine.

Zachary miró a Catherine y ella lo miró a él.

-Zach, no le hagas caso, no mates a tu hermana, por favor, no lo hagas, no te preocupes por mí. No elijas, no lo hagas- dijo Catherine con lágrimas en los ojos.

Zachary miró a JOSEPH y a NICK, sin saber qué hacer. Cualquiera opción que eligiera, mataría a una de las dos mujeres que más quería ahora mismo en el mundo. Su decisión era crucial para el destino de cada una.

-Vardon- comenzó a hablar JOSEPH al ver la confusión en el rostro de su cuñado- ¿qué es lo que quieres? Puedo darte, dinero, joyas, lo que sea.

-¡No! ¡Quiero ver a “TN” muerta! ¡La causa de que yo no obtenga lo que me pertenece es por su culpa! ¡Ella esconde un collar que apostó su padre y no me lo dio! ¡Se merece la tumba porque ese collar me pertenece por derecho!

-Vardon, ella era una niña cuando su padre murió, para ella significaba un juego mantener ese collar oculto, ni siquiera sabía la amenaza que podría correr en el futuro por culpa de ese collar. ¿Es eso lo que quiere? ¿Quieres el collar?

-Quiero el collar y a “TN” muerta…

-Te daré el collar y te olvidas de “TN”, no se interpondrá en tu camino, te lo juro.

-¡Cállate! No me vas a convencer de ver a “TN” muerta, has sido muy ingenuo al dejarla sola… ni siquiera te percataste de que tenías una espía en tu propia casa ¿verdad?

JOSEPH lo miró, furioso:

-¿Cómo?

-Lo que oyes, mi querido amigo, tu ama de llaves me ha estado sirviendo de espía a la vez que aprovechaba todas y cada una de las partes de su cuerpo. ¿Quién te crees que puso la víbora en su cama? Yo no tengo acceso a esas zonas pero ella sí y me ha ayudado mucho. A lo mejor ahora mismo esté clavándole un cuchillo en el corazón o quizás lanzándola por las escaleras… aunque no lo creas, Amanda es muy imaginativa…

JOSEPH, enfurecido, sacó su pistola y se dispuso a disparar a Vardon pero Zachary lo detuvo.

- JOSEPH, para, te está provocando, si disparas podrías herir a Catherine…

-Pero ¿y si es cierto lo de Amanda?

NICK los miró a ambos y le dijo a su hermano:

-Iré a Londres, cuidaré de tu esposa pero salvad a lady Catherine, yo aquí no hago más que estorbar, esto es entre vosotros y él.

JOSEPH miró a su hermano, sorprendido pero sabía que NICK tenía razón, él no haría más que estorbar así que asintió con la cabeza y NICK salió de la casa a pesar de que el mayordomo se lo impidió.

-Usted no se marcha de aquí- dijo el mayordomo interponiéndose en su camino pero NICK lo apartó fácilmente y sonrió:

-¿De verdad? Yo no estaría tan seguro.

Y tras decir esto, salió de la casa, se montó en su caballo y se dirigió al galope hasta Londres.

Zachary, mientras, buscaba la forma de salvar a Catherine de las garras de Vardon pero poco se le ocurría ya que el mayordomo los apuntaba con una pistola a JOSEPH y a él.

-Vardon, recapacita- le decía JOSEPH - no mates a Catherine, te entregaremos el collar, de verdad.

-¡Mentiras! ¡No dices más que mentiras! ¡Conozco muy bien a los de tu calaña! Me he criado en la calle y sé cuando una persona miente o no.

-Muy bien, pues nos someteremos a un duelo… tú y yo…- dijo Edward, seguro de sí mismo.

Catherine y Zachary lo miraron, sorprendidos.

-¡No lo hagas, JOSEPH!- dijo Catherine.

-¿Estás seguro de lo que estás diciendo, JOSEPH?- le preguntó Zachary.

-Muy seguro, tan seguro como no lo he estado nunca en mi vida- dijo mirándolo y luego desvió la vista hasta Vardon esperando una respuesta- vamos, Vardon, lo haremos como los caballeros.

-¿Es alguna clase de trampa?

-No, ninguna trampa, es más, si yo gano, te irás lejos de aquí, me darás todo lo que le pertenece a mi esposa por derecho y dejarás libre a Catherine, pero si yo pierdo… te entregaré el collar y decidirás qué hacer con todos nosotros.

-¡No!- gritó Catherine- ¡Es una locura, JOSEPH!

-Me parece bien, ¿espadas o armas?

-Tú decides.

-De acuerdo…- dijo Vardon, pensativo- prefiero una buena arma así que elijo las armas. Creo que traes la tuya ¿no?

-Sí- dijo JOSEPH sacándola de su escondite- y ya está cargada.

-Para un tiro nada más, supongo.

-Por supuesto.

-Muy bien, pues vayamos al jardín, tendremos más espacio y no se me manchará la casa de sangre.

-Me parece bien.

Vardon empujó a Catherine fuera de la mansión, seguidos de su mayordomo y detrás de estos, iban JOSEPH y Zachary, hablando.

-¿Es que estás loco? Esto supondrá nuestra perdición.

-Tranquilo, puedo controlar la situación, de verdad.

-Yo no estaría tan seguro, si pierdes, nos matará a todos.

-Esperemos que no gane.

Una vez, todos estuvieron fuera, Vardon y JOSEPH cogieron sus armas y se las mostraron a sus padrinos de duelo, que no eran otros que Zachary y Simons. Cuando estuvieron de acuerdo, Vardon y Edward se pusieron de espaldas al otro y Simons comenzó a contar pasos, lentamente.

Zachary miró a los dos hombres y miró también a Catherine, ya quedaba menos para saber el destino de todos.

-¡Diez!- exclamó Simons y entonces se oyeron dos fuertes disparos junto con el grito de Catherine.

por **PEZA** Vie 25 Abr 2014, 7:41 pm

CAPITULO 37

Zachary corrió hacia Catherine y la tiró al suelo, protegiéndola con su cuerpo. Había visto muchos duelos como para saber que a veces el tiro podría ir mal encaminado y herir a otra persona que no fuera el objetivo.

-¿Estás bien?- le preguntó Zachary a la joven.

-Sí, sólo un poco magullada y dolorida.

-¡Señor!- exclamó el mayordomo acercándose al cuerpo de Vardon que yacía en el suelo. Una enorme herida se abría paso en su estómago y sangraba mucho. Zachary se levantó y ayudó a Catherine a levantarse, miraron en dirección a JOSEPH y lo vieron de rodillas en el suelo con la mano derecha sobre el hombro izquierdo.

-¡ JOSEPH!- gritó Catherine, la cual estaba siendo desatada por Zachary y una vez suelta, corrió hacia el hombre.

Zachary también se acercó y se agachó.

- JOSEPH ¿estás bien?

-Sí, sólo tengo un rasguño en el brazo.

-Está sangrando mucho- dijo Catherine y rompió un trozo de tela de su vestido para vendarlo.

Zachary aprovechó que ella curaba a JOSEPH para acercarse al cuerpo de Vardon. Aún respiraba pero muy débilmente ya que la sangre salía a borbotones.

-Tendrá suerte si pasa de esta noche- dijo Zachary despectivo y miró a un Vardon mortalmente pálido con superioridad, luego miró a Catherine que ayudaba a JOSEPH a levantarse y dijo- será mejor que nos vayamos, JOSEPH necesita un médico urgentemente.

Ambos asintieron y se dirigieron a sus caballos. JOSEPH, se detuvo antes de subir y miró al mayordomo.

-Si no sobrevive, mi abogado se encargará de entregarme todo lo que le pertenece a mi esposa por derecho, así que recoja sus cosas y márchese lejos o yo mismo me encargaré de meterlo en la cárcel por cómplice de esa alimaña que hay en el suelo ¿le quedó claro?

El mayordomo, tembló antes las fieras palabras de JOSEPH:

-Sí, señor- logró decir.

-Perfecto, ah, y llévese a Vardon, no quisiera que mi jardín contenga el cuerpo de un moribundo.

-Sí, señor.

Tras esto, Edward se subió en su caballo y se marchó con Catherine y Zachary hasta el hostal para ver si había un médico allí alojándose esos días. Necesitaba que lo curaran urgentemente, ya había perdido bastante sangre pero al menos sabía que Vardon no volvería a molestarlos a ninguno de ellos.

-Zach…- comenzó a hablar Catherine- ¿por qué viniste a buscarme? Pensé que a esta hora ya estarías en Escocia.

-No podía dejarte, no sé cómo pero conseguiste entrar en mi corazón de hierro y no podía dejarte como lo hice, sé que no merezco tu perdón pero te pido que me perdones por haber sido un idiota y haberte abandonado en el hostal.

-¿De verdad te importo?

-Por supuesto, incluso cuando te vi en las manos de Vardon pensé que si te mataba, yo moriría contigo, me he dado cuenta de que no puedo vivir sin ti y de que te necesito a mi lado.

Catherine sonrió con lágrimas en los ojos y se abrazó a él.

-Te quiero, Zachary- le dijo en apenas un susurro.

-Yo también te quiero, mi princesa.

Pronto llegaron al hostal y allí encontraron a un médico que curó la herida de JOSEPH pero le dijeron que debía permanecer unos días en reposo. Eso era mucho para él, no podría soportar la idea de que “TN” y su bebé podrían estar en peligro y él tan lejos de ella.

Así que tras descansar unas horas, le dijo a Zachary que partirían rumbo a Londres desde ese momento y que no iba a escuchar un no por respuesta o se iría él solo, así que el hermano de “TN” se vio obligado a obedecer y a preparar los caballos para marchar a Londres.

-¿Estás seguro de querer ir a Londres en tu estado?- le preguntó Zachary- NICK debe de estar llegando ya…

-Lo sé pero prefiero estar cerca de mi mujer y más si Amanda es capaz de cualquier cosa por ese hombre…

-Pero estás herido…- le dijo Catherine- la herida podría abrirse.

-Sólo fue un roce, estoy perfectamente, anda, sube al caballo de Zachary y volvamos a Londres.

Estos, entonces, pusieron rumbo a Londres.

“TN” se despertó y miró a su alrededor. Gabriella estaba guardando unos vestidos que acababa de planchar y entonces la joven le dijo:

-Gabriella, ¿Amanda se ha despertado ya?

-Aún no, ¿va a ir a verla?- preguntó al verla levantarse de la cama.

-Sí, quiero saber por qué hizo lo que hizo.

-¿La acompaño?

-No, gracias, Gabriella, esto es entre Amanda y yo.

-Si necesita algo, avíseme.

-De acuerdo.

Dicho esto, “TN” salió de la habitación y se dirigió a la habitación donde se encontraba Amanda. Abrió la puerta lentamente y entró. Desde la entrada la miró y luego cerró.

Se acercó y vio que tenía la cabeza vendada. De repente, Amanda abrió los ojos y la vio. Se agitó al verla e intentó incorporarse pero “TN” la detuvo.

-No te muevas, Amanda.

-Me empujó por las escaleras, maldita, suélteme.

-No puedes moverte, recibiste un golpe muy fuerte en la cabeza y además…

-¿Además?- preguntó temiéndose lo peor y se llevó una mano al vientre.

-Además has perdido a tu bebé…

La joven al oír la frase que tanto temía se volvió como loca. Se levantó rápidamente y se acercó a la ventana, que estaba abierta. Levantó una pierna para subirla al balcón.

“TN”, sorprendida, corrió hacia ella para detenerla:

-Amanda, no hagas una locura… bájate de ahí, por favor.

-¡Cállate! ¡He perdido a mi bebé por tu culpa!

-Lo sé y lo siento, de verdad pero baja de ahí, quiero hablar contigo, necesito saber algunas cosas.

-¿Qué quieres saber? ¿Quién es la persona que quiere matarte? ¿De verdad quieres saberlo? Te llevarías una gran sorpresa si lo supieras…

-Baja de ahí, Amanda, no voy a denunciarte a la policía, de verdad, te cubriré.

-No quiero su caridad- dijo mirándola- la odio, siempre la he odiado porque va con su cara de niña y en realidad es una arpía, caza fortunas.

-¿Qué?

-Lo que oye, pretende dar pena y obtener el favor del señor. Parece ser que lo consiguió.

-Yo no pretendo dar pena, es más, no sabes cómo he tenido que vivir todos estos años ¿verdad? Todo porque un hombre, el que justamente me quiere ver muerta, le arrebató todo el dinero a mi padre y he tenido que depender de mi tía. Mi tía siempre ha sido muy buena conmigo pero no merecía su caridad, la quiero mucho sí pero estaba cargando con la hija de su hermano. Cuando comencé a crecer, aprendí a remendar mi ropa porque no quería que mi tía se gastara tanto dinero en mí. Cuando fui presentada en sociedad, me conformé con un único vestido cuando las demás jóvenes lucían un vestido distinto en cada baile al que éramos invitadas.

>>Es posible que no hayas tenido la oportunidad de ser presentada en sociedad ni nada por el estilo pero yo sé muy bien lo que es vivir sin ninguna clase de lujos a pesar de que mi tía me los ofreciera todos. Es más, si hubiese conocido a JOSEPH en otras circunstancias, lo habría amado igual porque desde la primera vez que lo vi en mi presentación en sociedad, me enamoré perdidamente de él.

>>Esto no lo hago para dar pena, simplemente, soy así, no puedo evitarlo, ahora, si quieres pensar lo que piensas de mí, perfecto, te dejaré en paz.

Dicho esto, “TN” se giró y se dirigió a la puerta. Amanda, entonces, tras suspirar, se bajó del balcón y dijo:

-Espere…- “TN” se detuvo pero no se giró y esperó a que siguiera hablando- ¿realmente ama al señor?

-Como nunca he amado a otro hombre…

-¿Y es cierto todo lo que me ha dicho?

-Totalmente cierto.

Amanda miró a otro lado, con lágrimas en los ojos, no había visto más allá de las palabras de aquel hombre que la había vuelto loca de amor, un hombre que llegó a querer con toda su alma pero que no se lo merecía por lo que había estado haciendo.

Lentamente cayó de rodillas, llorando. “TN”, entonces se giró y la vio totalmente desvalida. No pudo evitar acercarse a ella.

-Lo siento, señora, de verdad que lo siento.

-No lo sientas… actuaste movida por un sentimiento y te entiendo.

-Debe haber una forma de remediar mi pecado… yo he sido la culpable de que aquella víbora estuviese a punto de morderla e incluso los otros accidentes que ha sufrido en esta casa, lo siento mucho.

-No tiene importancia, ya todo eso ha pasado, ahora sólo te pido que me digas quién ese hombre que pretende asesinarme.

-Si se lo digo, ¿me promete no acusarme con la policía?, no quiero ir a la cárcel, creo que me engañó para que lo ayudara, le entregué mi cuerpo y ni siquiera me ha dicho una palabra bonita. Estuvo conmigo para divertirse y para tener a alguien que la espiara. No debí haberle hecho caso, tampoco debí haberme encariñado con él.

-No te preocupes, Amanda, si me dices el nombre de ese hombre, te juro que no se acercará más a ti, vivirá el resto de su vida en la cárcel, te lo prometo.

-Pero, es que…

-Vamos, Amanda, siempre has sido fiel al señor de la casa, te dio trabajo y eres el ama de llaves más competente que he visto nunca, te lo aseguro. Siempre cumples con tu trabajo y eso es lo que me agrada de ti. Es posible que yo no te cayera bien pero para mí eres una buena persona, con un gran corazón. Es probable que te hayas enamorado del hombre equivocado y que te hayas dejado guiar por tus sentimientos y eso es lo que te hace una persona sensible. Por favor, dime quién es ese hombre que contrató a mi hermano para que me matara.

Amanda miró a “TN”, la cual le tendió una mano para ayudarla a levantar, su cuerpo aún estaba un poco débil y necesitaba ayuda. Se dirigió a la cama y se recostó. Sabía que tenía que decir la verdad pero era muy duro para ella confesar que el hombre al que quería es el hombre que pretendía asesinarla.

Traicionaría sus sentimientos hacia él pero ¿qué otra cosa podía hacer cuando él apenas le dedicaba un poco de atención como ella quería? Sólo pedía un poco de atención y ser querida por alguien pero él sólo la quería para aliviar su tensión sexual.

Miró a “TN” a los ojos y finalmente, tras tomar aire, dijo:

-El hombre que la quiere ver muerta es lord Vardon.

CAPITULO 38

“TN” retrocedió, sorprendida ante tal confesión, Vardon, el amigo de su padre era el hombre que quería asesinarla.

-No, no puede ser… lord Vardon no puede ser el hombre que quiere verme muerta.

-Es él, me sedujo y me contó todo lo que quería hacer- le dijo Amanda abrazándose las rodillas, avergonzada.

-El hombre que me regalaba muñecas de pequeña… no…- dijo “TN” sentándose en la cama.

De repente, la puerta de la habitación se abrió y apareció NICK jadeando como si hubiese recorrido toda Inglaterra. Tras entrar, miró a “TN” y luego a Amanda, rápidamente se acercó a “TN” y la apartó de la ama de llaves.

-No te acerques a esa mujer.

-¡NICK! ¿Dónde está JOSEPH? ¿Cómo es que has llegado tan pronto?

-Vine lo antes que pude, Vardon atrapó a lady Catherine y estaba dispuesto a matarla.

-¿Qué?- preguntó “TN”, conmocionada.

Amanda se encogió aún más en el sitio al sentir la dura mirada de NICK.

-La secuestró y fuimos los tres a salvarla, porque tu hermano volvió por ella, pero me vine al saber la amenaza que teníamos en nuestra propia casa- dijo sin dejar de mirar a Amanda- ¿estás bien?

-Sí, Amanda se cayó por las escaleras, se ha dado un golpe en la cabeza y perdió el bebé que estaba esperando, yo me asusté y me desmayé pero estoy bien.

-¿No ha intentado nada contra ti?

-¿Contra mí? No…- mintió “TN” mirando a Amanda y sonrió.

Amanda le devolvió la sonrisa.

-¿Sabías que era cómplice de Vardon?

-Sí, me lo acaba de confesar y me pedía perdón cuando tú nos interrumpiste.

-Hay que llamar a las autoridades.

-¿Por qué?

-Porque es cómplice de Vardon, el hombre que te quiere matar.

-¿Acaso es cómplice una persona que se ha equivocado al enamorarse de alguien que no debía? Para mí no, así que no veo por qué razón hemos de avisar a las autoridades.

-“TN” ¿te has vuelto loca?

-No, no estoy loca, simplemente no veo razón para molestar a las autoridades, además, ahora mismo vamos a salir de aquí, Amanda necesita descansar.

“TN” cogió a NICK del brazo para sacarlo de allí. Amanda miró a “TN” y susurró:

-Gracias…

Cuando los dos salieron, “TN” preguntó a NICK.

-¿Dónde está mi esposo?

-Salvando a lady Catherine, ya te lo dije, Vardon la tenía en sus garras.

-¿Estaba bien? ¿La hirió o algo?

-La vimos bien aunque estaba muy asustada. Ojalá todo salga bien…

-Bajemos al salón a esperarlos- dijo “TN”.

Entonces, los dos bajaron al salón a esperar a los demás.

Unas horas más tarde, pasada ya la medianoche, JOSEPH, Zachary y Catherine llegaron a la mansión donde “TN” permanecía en el salón, muy preocupada a la espera de estos. Al sentir la puerta, se levantó y fue lo más rápido que pudo al recibidor.

-¡Catherine!- exclamó abrazando a su amiga, contenta de verla sana y salva- ¿estás bien? ¿Te ha herido?

-Estoy bien, amiga, ¿tú estás bien?

-Sí, estoy perfectamente- tras eso, miró a su esposo y rápidamente se acercó- ¡ JOSEPH! ¿Qué te ha pasado?

-Reté a duelo… a Vardon…

-Estás muy pálido, ven, vamos al cuarto, tienes sangre en el vendaje y la camisa- dijo ella mientras le abría la camisa para ver la gravedad de la herida.

-Estoy bien…

-No estás bien, vamos.

“TN” lo condujo al piso superior hasta la habitación. Allí, lo desvistió y lo ayudó a recostarse en la cama. Fue a por la jofaina con agua y vendas. Se sentó a su lado y le quitó el vendaje. Le lavó la herida con mucha delicadeza.

-Se acabaron… las amenazas… amor mío- dijo “TN” acariciándole la mejilla con la mano sana.

-¿Cómo es eso que retaste a Vardon a duelo?- preguntó “TN” con cierto reproche en su voz.

-Es lo único… que se me ocurría… para salvar a… Catherine… la amenazaba con… un cuchillo.

-Podría haberte matado.

-Lo que importa es que estoy bien…, olvida lo del duelo… Por cierto… ¿mi hermano avisó a las autoridades… para que apresaran a Amanda?

-Le dije que no lo hiciera.

-¿Qué? Pero si es cómplice de Vardon.

-Me contó todo, lo hizo por amor y se dio cuenta del error que cometió.

-¿Dónde está? Voy a despedirla.

-¡No! No lo hagas, dale otra oportunidad, acaba de perder al bebé que esperaba y estuvo a punto de suicidarse al enterarse.

-¿Me estás pidiendo… que deje a la cómplice de un asesino aquí?

-Dale la oportunidad de enmendar su error, por favor- dijo mientras le vendaba el hombro.

Cuando terminó de vendarle el brazo, él la tomó entre sus brazos y la besó apasionadamente pero ella se alejó por temor a hacerle más daño en la herida.

-¿Qué pasa?

-Podría haberte abierto la herida de nuevo, necesitas descansar.

-No sé cómo lo haces, pero al final siempre consigues que todos acabemos rendidos a tus pies y concediéndote lo que pides- dijo volviendo a acariciarle la mejilla con ternura.

Ella sonrió cálidamente.

-Siempre consigo lo que me propongo…- dijo ella y luego lo miró fijamente- entonces… ¿Vardon ya…?

-Sí, a estas horas ya debe de estar muerto, lo dejé muy mal herido y es muy difícil que alguien se recupere después de haber perdido tanta sangre como él estaba perdiendo.

-Pero ¿y si realmente consigue recuperarse?

-Cariño, es imposible que lo consiga, créeme.

-Quisiera creerte pero no sé…

-Hazme caso, amor mío, Vardon jamás volverá a molestarte porque está muerto.

“TN” se abrazó a él con cuidado de no hacerle daño en el brazo y suspiró.

-¿Por qué quería verme muerta? Yo no le hice nada.

-Escondiste el collar que tu padre apostó y él no lo tomó demasiado bien… pero como yo le dije: tú sólo eras una niña que jugaba a un juego con su padre…

“TN” sonrió y le dio un beso en el torso desnudo a la altura del corazón.

-Te quiero, JOSEPH.

-Yo también te quiero, mi bella “TN”.

Entonces, sus labios se encontraron para saborearse mutuamente pero este beso no significaba el deseo de estar uno dentro de otro, si no que se trataba de un beso dado con ternura y mucho amor.

Después de un rato, la joven no pudo evitar quedarse dormida en los cálidos brazos de él y así JOSEPH cogió las sábanas y los cubrió a ambos con ella, parecía bastante cansada así que se merecía un buen descanso ya que por fin se habían acabado las amenazas. Vardon estaba muerto y ahora podrían vivir felices.

Mientras, en el salón, Catherine estaba con Zachary. NICK los había dejado a solas para que pudiesen hablar y así aprovechó para irse a dormir.

-¿Por qué lo hiciste, Zach? ¿Por qué me abandonaste?

-No podía llevarte conmigo, tú lo sabías.

-Pero te dije que no me importaba, que me daba igual. Yo sólo quiero estar contigo, porque te amo, Zach, te amo con todo mi corazón.

-Lo sé y lo siento, no debí haberme marchado así pero tenía miedo de que te atraparan conmigo y que te llevaran a la horca por cómplice.

-Al menos estaríamos juntos, Zachary, ¿es que no ves que sin ti, yo no puedo vivir? Te necesito conmigo, no me impidas estar a tu lado, por favor.

-Catherine, debo marcharme lejos, las autoridades me buscan por ser quién soy.

-¿De verdad quieres marcharte y dejarme aquí, sola? Porque te juro que si te vas, no me casaré con nadie porque ninguno de esos dandis de la sociedad valen la mitad de lo que tú vales. Porque eres el hombre que te has ganado mi corazón y sin apenas haber hecho nada, mientras que todos ellos han hecho lo imposible para seducirme y llevarme a sus camas. Yo me entregué a ti sin que me obligaras. Incluso he estado a punto de morir por ti, para que no tuvieses que elegir entre tu hermana y yo.

Catherine le dio la espalda a Zachary ya que las lágrimas amenazaban con asaltarla de nuevo y no quería seguir llorando. Entonces notó cómo él se acercaba a ella lentamente.

-Catherine, yo te quiero mucho, de verdad, que me parta un rayo si miento. No quiero dejarte pero es que debo hacerlo.

La joven se giró hacia él y los dos quedaron a tan sólo un suspiro de besarse.

-No te vayas, te lo ruego- decía mientras una triste lágrima corría por su mejilla.

Zachary le dio un beso en la mejilla justo donde se posaba la lágrima y le acarició el mentón.

-Sabes que debo hacerlo, Catherine. Me enviarán a la cárcel si me atrapan.

-No lo harán, tu tía puede ayudarte con eso, por favor, Zachary… si te vas, yo misma iré a buscarte y créeme que lo haré.

-No voy a convencerte de lo contrario ¿verdad?

-No, porque yo te quiero, Zachary, eres el hombre al que más amo en esta tierra.

-Hablaré entonces con mi tía a ver qué se puede hacer.

A Catherine se le iluminó la mirada y sonrió.

-¿De verdad lo harás?

-Claro que sí, no puedo vivir sin ti, no sé qué sería de mí si no te tuviese a mi lado. Verte en las manos de Vardon me hizo reflexionar mucho sobre mi futuro. No quiero acabar como él y para eso te necesito a ti.

-Eres muy bueno, Zachary, nunca podrías acabar como acabó él.

-Entonces, no te importaría crear una familia conmigo ¿no?

La sonrisa de Catherine se ensanchó aún más.

-¡Zachary!- exclamó sin poder evitarlo y lo abrazó con fuerza- por supuesto que quiero formar una familia contigo, mi amor.

-Entonces, tan pronto yo vuelva a estar libre de toda culpa, nos casaremos y formaremos una gran familia, te lo prometo.

Ella no dejaba de sonreír, contenta por las palabras que le había dicho, entonces, él la besó con una pasión arrolladora que no pudo evitar aumentar el deseo de ambos.

No pudieron esperar a llegar a una habitación así que hicieron el amor en el salón con tanta pasión y amor que hizo que Catherine se sintiera dichosa de tener un hombre como él.

por **PEZA** Vie 25 Abr 2014, 7:42 pm

CAPITULO 39

Unos meses más tarde…

“TN” iba paseando con su dama de compañía, Gabriella, por las calles de Londres. Su vientre había crecido mucho y estaba a punto de dar a luz.

-Señora, deberíamos volver a la casa, andar tanto la está cansando.

-Gabriella, un poco más, apenas salgo de la casa y necesito ver algo más que aquellas cuatro paredes.

-Pero el señor dijo que no debía salir de la casa y menos cuando le quedan tan pocos días para dar a luz.

-Ya sabes lo exagerado que es mi esposo con lo del embarazo.

-De acuerdo, señora, pero sólo iremos hasta la tienda de sombreros y volvemos a la mansión, el señor estará a punto de llegar a la casa.

-Está bien, si tanto te preocupa, haré lo que me dices…

Las dos siguieron paseando hasta que un carruaje se detuvo al lado de estas. “TN” miró extrañada y vio que la puerta se abrió. Entonces apareció una figura que le resultó muy familiar y cuando supo quien era contuvo la exclamación que pugnaba por salir de su boca.

-Vaya, “TN”, parece que nos volvemos a encontrar, al parecer la suerte está de mi lado.

-¡Vardon! ¡Tú estabas muerto!

-Una lástima que tu marido no se asegurara de eso porque como puedes ver, estoy vivito y coleando.

-Imposible, él me dijo que te había disparado y que no pasarías de aquella noche, ¿cómo es posible?

-Como acabo de decir, parece que la suerte está de mi lado y ahora, me gustaría invitarte a mi nueva casa, si eres tan amable de subir…- dijo Vardon haciendo un gesto abarcando el carruaje.

-No, pienso avisar a las autoridades para que te atrapen…

Entonces, Vardon sacó una pistola de algún lugar de su chaqueta y apuntó justo en el vientre de la joven.

-Si no quieres que esa criatura que llevas en tu vientre, muera a causa de un disparo, será mejor que subas y hagas todo lo que yo te diga.

“TN” abrió los ojos y puso las manos sobre su vientre para intentar protegerlo lo que provocó la risa diabólica de Vardon.

-Eres un hombre muy cruel.

-Lo sé, no puedo evitarlo y ahora, sube- luego miró a Gabriella y le dijo- tú también, preciosa, no me gustaría que le fueras a contar a JONAS que he secuestrado a su querida esposa y a su futuro bebé…

“TN” y Gabriella se miraron y a regañadientes subieron al carruaje. Una vez dentro, el carruaje puso rumbo hacia la casa de Vardon. “TN” comenzó a notar unas contracciones que tuvo que controlar con la respiración. Cuando lo consiguió, miró a Vardon y le dijo:

-Cuando JOSEPH se entere de que estás vivo y que me has secuestrado, irá a por ti y entonces sí que te matará.

-Va a ser muy difícil que se entere, ¿quién se lo dirá cuando nadie, excepto tú y esta doncella, me han visto? Te buscará desesperadamente pero será muy difícil encontrarte… ahora os quiero a las dos calladitas o me veré obligado a hacer cosas que no quiero ¿entendido?

Las dos mujeres lo miraron fijamente pero aún así permanecieron calladas.

Fue un camino largo y tortuoso. “TN” sentía que las contracciones eran cada vez más fuertes pero intentaba calmarse para hacerlas remitir. Estaba segura de que eso era a causa de la tensión que estaba sufriendo en ese momento.

Cuando llegaron, Vardon se bajó y apuntando con su arma, las obligó a bajar a ambas. Se fijaron en los alrededores y se dieron cuenta de que estaban en las zonas bajas de Londres, el olor marino impregnaban sus fosas nasales, lo que cabía decir que estaban cerca del río Támesis. Vardon las condujo hasta la casa, que se componía de un edificio de dos plantas, bastante deteriorada. Con paredes de piedra y ventanas y puertas hechas de madera un poco podrida.

Vardon las condujo dentro y subieron las escaleras hasta llegar a una habitación, la cual, al verla se percataron del escaso mobiliario de ésta. Se componía de una cama, un mueble donde estaba la jofaina con la jarra y un pequeño armario vacío. Él las obligó a entrar y una vez dentro, él cerró la puerta con llave.

-Señora…- dijo Gabriella mirando a “TN”- ¿cómo vamos a escapar?

-No lo sé, Gabriella, déjame pensar- decía “TN” sentándose en la incómoda cama, entonces vio la ventana- la ventana, tú puedes escapar por ella e ir a buscar a JOSEPH.

Gabriella miró a la ventana y corrió a abrirla pero para su mala suerte, ésta estaba tapada por varios tablones que apenas dejaban pasar la luz. Intentó empujarlos con las manos pero lo único que consiguió fue clavarse una astilla en el dedo. Miró a “TN” y suspiró resignada.

-No podemos escapar por aquí, señora. Lo único que nos queda es esperar…

-¡Pero yo no puedo esperar, Gabriella! ¡Estoy a punto de dar a luz y no quiero hacerlo en tan malas condiciones! Además, JOSEPH se preocupará al no verme.

-Lo sé pero no se altere, eso es malo para el bebé.

-No creo que sea tan malo como el calvario que estoy pasando… las contracciones son cada vez mayores y me duele mucho todo el cuerpo…

-Pues recuéstese en la cama, descanse en lo que encuentro la manera de escapar de aquí.

“TN” le hizo caso y se acostó en la cama.

JOSEPH acababa de llegar a la casa donde lo recibió Amanda, la cual, había cambiado drásticamente desde que él le había dado una segunda oportunidad para seguir trabajando. Ahora era aún más eficiente de lo que ya lo era y trabajaba a todas horas.

-Buenas tardes, señor, ¿cómo le ha ido el día en la cámara de los lores?- preguntó Amanda ya que JOSEPH había recibido una carta donde le comunicaban que pasaba a formar parte de la cámara de los lores ocupando el puesto de su padre que había quedado desocupado y estaban decidiendo si JOSEPH era lo bastante competente como para pertenecer a esta cámara.

-Agotador, ¿sabe dónde está mi esposa?

Amanda miró a JOSEPH y contestó:

-Me temo que no, señor, salió hace bastante rato con Gabriella y aún no han vuelto.

-¿Cómo que aún no han vuelto? ¿A dónde fueron?

-La señora quería dar un paseo por las tiendas de Londres pero no han llegado y estoy empezando a preocuparme, sobre todo porque Gabriella es muy responsable y traería a la señora de vuelta cuanto antes.

-Esto es muy raro- dijo JOSEPH dirigiéndose a su despacho, seguido de Amanda.

-Estoy muy preocupada, señor, otros días han salido a pasear y no han estado mucho tiempo fuera ¿y si le pasó algo a la señora?

-No- dijo JOSEPH desechando la idea- a lo mejor está en casa de su tía o en la su amiga lady Catherine.

-Puede ser pero aún así… no sé, señor, tengo un mal presentimiento…

-No te preocupes, Amanda, iré ahora mismo a casa de la señora Brockway y si no está allí iré a la de lady Catherine Rowling.

-De acuerdo, si por casualidad llegan antes que usted, enviaré a alguien a buscarlo.

-Prefecto.

JOSEPH volvió al recibidor donde se puso la chaqueta y su sombrero y salió de la casa. Comenzaba a hacer frío ya que pronto llegaría el invierno a Londres y no era bueno que “TN” estuviera fuera hasta estas horas.

Se subió en su carruaje y puso rumbo a la casa de Julie Brockway. Cuando llegó, se bajó y tocó en la puerta. Tras esperar unos minutos, el mayordomo abrió la puerta y lo invitó a pasar.

Una vez dentro, vio que Zachary salía de la biblioteca con un libro sobre leyes. Gracias a Julie, ahora podía ir por la calle sin miedo a ser descubierto como el Depredador. El abogado de la mujer hizo un buen trabajo con el caso de Zachary dejándolo libres de cargos. Ahora se estaba dedicando a estudiar Derecho para ejercer la abogacía en Londres.

Zachary al verlo, se acercó y lo saludó:

-¿Sucede algo?- preguntó Zachary al ver a JOSEPH preocupado.

-Vine a ver si estaba mi esposa aquí, según Amanda, salió hace bastante rato y aún no ha vuelto a mi casa.

-Que yo recuerde, ella no ha estado aquí hoy, de todas formas pregúntale a mi tía, quizás estuvo aquí y no me enteré.

-Sí, ¿sabes dónde está?

-Está en el salón, sabes el camino ¿no?

-Sí, gracias, Zachary.

Dicho esto, se despidieron y Edward se dirigió al salón donde Julie tomaba una taza de té frente a la chimenea. Ésta, al verlo, dejó la taza con el plato en la bandeja que había a su lado y lo miró.

-Hola, querido, ¿sucede algo?

-Hola, señora Brockway, me gustaría saber si “TN” ha estado aquí hoy.

-¿Aquí? No ¿por qué?

-Es que por lo visto salió a pasear y aún no ha vuelto así que supuse que estaría aquí o en casa de lady Catherine.

-¿Ya estuvo allí?

-No, iba hacia allí ahora, primero quería asegurarme de que había estado aquí pero ya veo que no.

-Pues no, vaya a casa de lady Catherine a ver si allí tiene suerte.

-Sí, ha sido un placer volver a verla- dijo dándole un beso en la mano a la mujer y luego salió de la casa poniendo rumbo a casa de Catherine.

Una vez allí, lo recibió la joven en la biblioteca.

-¿”TN”? No, ella no ha estado aquí hoy… es más, hace dos días que no la veo.

-Entiendo…- dijo pensativo- ¿dónde se puede haber metido?

-¿Es que pasa algo?- preguntó Catherine.

-Sí, “TN” salió a pasear con Gabriella y aún no han vuelto a la casa, pensé que podría estar aquí o en casa de su tía pero no está en ninguno de los dos sitios y no conozco a ninguna amiga más.

- JOSEPH, quizás ya está de vuelta en la casa, sabes cómo somos las mujeres, vemos una tienda y estamos allí horas y horas sin darnos cuenta. Vete a tu casa a ver, si entonces no ha vuelto, entonces búscala.

-Sí pero es que en la calle hay muchos asaltantes y tengo miedo de que le puedan haber hecho daño.

-Seguro que ya está en la casa, anda ve.

JOSEPH sonrió a pesar de la preocupación que lo estaba carcomiendo, se despidió de la joven y volvió a la casa. Cuando entró, Amanda lo recibió diciéndole que la señora aún no había vuelto y ya estaba anocheciendo en la calle.

-¿Dónde estás, “TN”?- preguntaba JOSEPH a la nada desde su despacho mientras miraba por la ventana hacia la calle.

CAPITULO 40

Comenzaba a oscurecer y Gabriella se vio obligada a encender las dos únicas velas que había en la habitación. Las contracciones de “TN” iban en aumento y parecían no remitir.

La puerta, entonces se abrió y apareció un hombre que traía una bandeja con dos platos de sopa rancia para las dos. La dejó al lado de la jofaina y sin decir nada salió de allí.

Gabriella se acercó y probó la sopa. Hizo una mueca ante su mal sabor.

-Señora, no debemos comernos esta sopa, está muy mala.

“TN” se levantó de la cama para acercarse hasta el mueble y ver por ella misma el estado de la sopa cuando sintió una fuerte contracción que la hizo doblarse de dolor.

La doncella al percatarse del dolor de su señora se acercó corriendo a ella. “TN” levantó un poco su vestido y pudo ver un charco entre sus piernas.

-Gabriella, he roto aguas… el bebé ya está aquí…

-Pero, señora, usted no daba a luz hasta dentro de una semana.

-Lo sé pero el bebé parece que no quiere esperar más… ¡ah!- gritó tras una fuerte contracción.

-Relájese, señora, por favor y recuéstese en la cama…

“TN” se volvió a acostar y le vino otra contracción.

-Dios mío, Gabriella, ayúdame… mi bebé está a punto de nacer…

-Lo sé, señora, lo sé pero es que nunca he traído un bebé al mundo… sé que necesitamos agua caliente y toallas limpias…

-Pues pídelas, por favor, no puedo más… ¡ah!

-Sí…- la joven corriendo se acercó a la puerta y comenzó a aporrearla- ¡que alguien me ayude! ¡La señora se ha puesto de parto! ¡Ayúdenme!

Tras golpear varias veces, la puerta se abrió y apareció el hombre que les había traído la bandeja, el cual miró a Gabriella y a “TN”.

-¿Qué pasa?- preguntó el hombre. Este era alto, bastante fuerte, con el pelo corto oscuro y ojos oscuros. Una cicatriz marcaba su mejilla y su ojo, parecía bastante imponente.

-La señora, se ha puesto de parto, necesito agua caliente y unas toallas limpias, se lo ruego…

-¿Cómo sé que no estáis mintiendo para escapar?

-¡Ah!- gritó “TN” evidenciando los dolores que estaba sintiendo.

-Es la verdad, tiene que creerme, señor, por favor, necesito eso o a alguien que sepa sobre traer niños al mundo.

-Lo harás tú, nadie entrará aquí. Traeré lo que me pides pero tardaré un poco.

-¡Mi bebé no espera!- gritó “TN” respirando agitadamente.

El hombre no dijo más y salió de la habitación volviendo a cerrar con llave. Gabriella se acercó hasta la cama y cogió la mano de su señora.

-No se preocupe, todo saldrá bien, se lo prometo.

La respiración de “TN” era agitada ya que las contracciones eran cada vez más seguidas.

-No sé si podré soportar este dolor, Gabriella, es horrible.

-Aguante un poco, enseguida vendrá ese hombre. Respire con calma- dijo Gabriella mostrándole cómo hacerlo y “TN” la imitó pero otra contracción la hizo agitarse.

-¡Gabriella, ya está aquí! ¡Ya va a salir!

La joven doncella acomodó a su señora con las almohadas y luego se sentó frente a ella. La cabeza del bebé estaba a punto de salir y la joven no sabía qué hacer.

“TN”, comenzó a empujar con fuerza con unos gritos desgarradores.

-Venga, señora, un poco más, la cabecita ya está saliendo- “TN” volvió a empujar con más fuerza- eso es, un poco más…

-¡Ah!- gritó tendiéndose sobre las almohadas, respirando superficialmente- no puedo más, Gabriella…

-Vamos, señora, no se venga abajo ahora, su bebé ya está aquí, empuje un poco más.

-Lo intentaré…- dijo “TN” y volvió a empujar con fuerzas renovadas y la cabeza del bebé salió.

-¡Bien, señora, la cabeza ya está fuera, otro empujón más!

Mientras “TN” empujaba, el hombre abrió la puerta y dejó la palangana con agua caliente y varias toallas junto a la puerta. Sin pararse a mirar, volvió a cerrar la puerta.

La joven volvió a empujar con otro estremecedor grito y finalmente el bebé salió completamente, llorando. Gabriella buscó algo con qué cortar el cordón umbilical y vio algo junto con las toallas y el agua. El hombre había traído un utensilio limpio y con eso cortó el cordón.

-Dios mío, señora, es una niña preciosa…- dijo Gabriella limpiando al bebé en el agua y envolviéndolo en una toalla.

-Quiero… verla…

-Sí, señora.

Gabriella se acercó a “TN” y le tendió a la niña. La joven sonrió, complacida, era una niña preciosa.

-Mi pequeña Lillian…- susurró acariciando la mejilla de la niña.

La doncella cogió otra toalla y le limpió el sudor a “TN”.

-Es una niña preciosa, señora.

-Sí…- susurró “TN” con lágrimas en los ojos.

La niña no dejaba de llorar, entonces “TN” se descubrió un pecho y amamantó a la niña. A pesar de lo débil que estaba consiguió darle de comer al bebé. Cuando terminó, acunó a Lillian hasta que se durmió, luego se puso de lado con la niña junto a ella y se quedó dormida.

Gabriella la tapó con las finas sábanas y se sentó en una silla que había allí, deseando que alguien viniera a rescatarlas.

Amanda estaba en la cocina preparando el desayuno con el cocinero cuando apareció un niño de unos diez años con una nota para ella. La joven la cogió y la leyó. Sorprendida, se tuvo que apoyar en la mesa.

El cocinero al verla tan pálida, se acercó a ella.

-¿Estás bien, Amanda?

-Sí, estoy bien… debo ver al señor, sigue preparando el desayuno.

-De acuerdo.

Amanda salió corriendo de la cocina y fue a buscar a JOSEPH, el cual había permanecido toda la noche en su despacho. Tocó en la puerta y esperó a que le dieran paso. Cuando se lo dio, entró, alarmada.

-Está vivo, señor, está vivo.

-¿Quién?- preguntó JOSEPH, confuso.

-Vardon, me ha enviado una nota- dijo ella entregándosela a él.

JOSEPH la leyó detenidamente.

-Imposible… yo le disparé.

-Señor, si está vivo ¿podría ser…? ¿Podría ser que él retuviera a la señora?

-No me cabría la menor duda de ello ¡maldición!- espetó, dándole un puñetazo a la mesa.

-Señor, él me cita en esa dirección, puedo ir y averiguar algo.

-Podría ser peligroso, no creo que debas ir sola a este lugar.

-Me he criado en esas calles, señor, sé mucho sobre estas calles, le aseguro que no me pasará nada.

-Te seguiré a una distancia prudencial, así podrías entretener a Vardon y yo tendría tiempo para buscar a mi esposa.

-No sería buena idea, nos descubriría.

-¿Y qué propone?

-Déjeme ir a mí y cuando vuelva, le diré dónde la tiene retenida y si está bien.

-De acuerdo.

-Entonces, debo irme, me espera…

Amanda salió corriendo del despacho y fue a buscar su cofia y su manto para pasar desapercibida entre la gente de las calles bajas de Londres. Finalmente salió de la casa y se dirigió hacia el lugar donde Vardon la había citado.

Al llegar, buscó la casa que ponía la nota y tocó la puerta tres veces, tal cual le había indicado Vardon. No tuvo que esperar mucho ya que la puerta se abrió. Miró dentro pero estaba a oscuras así que, temerosa, entró.

Una vez dentro, la puerta se cerró. Amanda miró a la oscuridad y oyó una respiración cerca de su oreja. Asustada se apartó y alguien la tomó de la mano.

-Mi querida Amanda, has venido- susurró la voz de Vardon.

-Señor…- logró decir ella- ¿dónde ha estado? Lo he echado mucho de menos…

-¿De verdad?

-Sí, señor.

De repente, Vardon le dio un fuerte bofetón a Amanda.

-¿Tanto me echabas de menos que no has podido matar a “TN”?

Amanda se llevó la mano a la mejilla dolorida.

-Lo siento, señor, yo más que nadie deseo ver a “TN” muerta pero es que conseguí convencerla de que me dejara seguir trabajando, necesito el dinero para vivir.

-Tienes suerte de que haya vuelto a aparecer después de tantos meses. Conseguí secuestrarla y la tengo aquí encerrada con su doncella.

Amanda sonrió maliciosamente.

-Así que fue usted… desde ayer, esa mujer no había vuelto y el señor se está volviendo loco de desesperación.

-Es lo que se merece por haberme disparado.

-Cree que lo mató, mi señor.

-Que iluso es ese JOSEPH.

-Iluso o no, está ocupando el puesto de su padre en la cámara de los lores de Londres.

-Una pena que no tenga a su mujer para verlo en acción en esta cámara.

-¿Qué piensa hacer con ella?

-Matarla.

Amanda se alarmó pero rápidamente supo disimularlo.

-Interesante… me gustaría verla… me gustaría restregarle en la cara lo que le va a pasar…

-Esa es mi chica pero antes me gustaría recordar viejos momentos, hay tiempo para verla…

Amanda sonrió débilmente.

-Sí…

-Ven, vayamos a mi habitación, te haré el amor como nunca lo hemos hecho…

-Estoy deseosa de volver a hacerlo con usted, señor…

-Muy bien, pues vamos a mi habitación.

Amanda siguió a Vardon hasta la habitación. Una vez dentro, él comenzó a besarla mientras la desnudaba con cierta impaciencia por volver a probar su cuerpo.

Una vez la tuvo completamente desnuda, la tumbó sobre la cama, se desvistió, se puso encima de ella y le hizo el amor salvajemente.

A Amanda no le quedó otro remedio que entregarse a la tiranía de ese hombre que le estaba haciendo el amor y al que una vez quiso con toda su alma y del que esperaba un bebé que acabó perdiendo por intentar matar a la mujer más bondadosa del mundo.

por **PEZA** Vie 25 Abr 2014, 7:43 pm

CAPITULO 41

La puerta de la habitación se abrió y Gabriella miró hacia allí, al igual que “TN”, que acababa de despertar y amamantaba a la niña.

Al mirar hacia allí se sorprendieron al ver a la mujer que entraba seguida del hombre de la cicatriz.

-Amanda…- murmuró Gabriella.

Amanda sonrió maliciosamente y le dijo al hombre de la cicatriz:

-Déjanos a solas, quiero disfrutar de este momento.

El hombre asintió y cerró la puerta tras Amanda, la cual, corrió hacia la cama.

-Señora… ¿está bien?- preguntó hablando en susurros.

-¿Amanda? ¿Qué haces aquí?

-Vardon me envió una nota para que viniera a verlo, Dios mío, ha dado a luz.

-Sí, es una niña…- dijo “TN”- tienes que ayudarnos, Amanda…

-Lo sé, ahora cuando salga de aquí, voy a avisar al señor para que venga a buscarla… pero antes…

-¿Qué pasa, Amanda?

-Me tiene que perdonar por lo que voy a haceros, por favor…

-¿Hacernos?

-Sí… tengo que disimular ante ellos así que sígame la corriente.

-De acuerdo…

Amanda se alejó un poco, tomó aire y dijo:

-Vaya, vaya… ¿así que la señora ahora vive entre ratas? Qué interesante, así sabrás a qué mundo perteneces…

-Amanda, ¿por qué eres tan cruel con la señora? Te perdonó- dijo Gabriella.

-¿Qué por qué? Muy sencillo, porque sabía que un día ocurriría esto, oh, pero mira, si tiene al bebé entre sus brazos… ¡qué tierno! Lástima que los dos vayáis a morir… será una gran tragedia para el señor JONAS… no sólo perderá a su mujer si no que también perderá a su bastardo…

-Es una niña…- dijo “TN” mirándola fijamente.

-Me da igual, si es una niña o un niño. Será mejor que me vaya, no quiero levantar sospechas en la casa… adiós “TN”…- tras decir eso, tocó en la puerta que al momento se abrió y salió de allí.

Amanda sonrió con malicia al hombre de la cicatriz y después se fue corriendo a la mansión a informar a JOSEPH.

Mientras corría, las lágrimas bañaban sus mejillas, se sentía completamente sucia cuando antes era muy dichosa de poder compartir el lecho con Vardon. Ahora le daba asco y deseó con todas sus fuerzas que JOSEPH consiguiera que lo apresaran o incluso que lo matara si era necesario, no quería volver a verlo nunca más.

Una vez dentro de la casa, cerró la puerta y se apoyó en ella llorando de rabia. JOSEPH que la esperaba, la oyó entrar y rápidamente salió al recibidor. Este al verla llorando, se acercó a ella.

-Amanda, ¿estás bien?

Ella asintió levemente y lo miró:

-La tiene él, señor, la tiene encerrada en una habitación muy pequeña, Gabriella está con ella al igual que su bebé. Están un poco desmejoradas y la señora tenía muy mala cara. Tiene que sacarlas de allí, señor, acabe con ese hombre, por favor, no quiero volver a verlo…

-Tranquila, no lo volverás a ver, te lo prometo, ¿la tenía allí entonces?-Amanda asintió y volvió a llorar amargamente- vete a descansar un poco, tienes el resto del día libre, avisaré a NICK para que me acompañe.

Amanda sonrió levemente.

-Gracias, señor.

-De nada, anda, ve a descansar.

La joven asintió y se fue. JOSEPH, entonces, buscó a su hermano. Lo encontró cerca de las cocinas, seduciendo a una de las camareras pero cuando su hermano lo descubrió, rápidamente se apartó de la joven la cual se fue corriendo hacia la cocina.

-¿Qué pasa, hermano?

-Tienes que acompañarme, Vardon está vivo y secuestró a “TN” y a Gabriella.

-¿Cómo que está vivo? Pero tú lo mataste, bueno, eso me dijiste.

-Eso creí pero me equivoqué, le envió una nota a Amanda y esta fue a verlo para ayudarme. La tiene allí junto con mi hijo recién nacido. Vamos, debemos ir a rescatarlas.

Los dos fueron al despacho de JOSEPH a coger sus armas, luego fueron al recibidor, donde se pusieron sus chaquetas y finalmente salieron de la mansión en busca de “TN” y Gabriella.

Al llegar, miraron el lugar y varios niños se les acercaron pidiendo limosna y JOSEPH les prometió unas monedas si les cuidaban los caballos. Enseguida, los niños se pusieron a vigilarlos. JOSEPH y NICK, entonces, se metieron en el callejón que daba a la casa donde estaba Vardon con su esposa.

-¿Cómo vamos a entrar?- preguntó NICK.

-No lo sé, no he tenido tiempo de planear nada…

-Muy bonito eh… mira que no tener un plan…

-¿Qué querías? Mi mujer y mi hijo son ahora mi prioridad.

-¿Y si vamos por la parte trasera a ver qué encontramos?

-Sí, es una buena idea.

-Mejor que quedarse aquí es…

Ambos se dirigieron a la parte trasera de la casa y vieron que las ventanas estaban tapadas por tablones viejos. Entre los dos consiguieron quitarlos ya que los tablones, al igual que los tornillos estaban desgastados así que fue bastante fácil quitarlos.

Tras los tablones, se encontraba la ventana y JOSEPH le dio un golpe con el puño que la abrió de una vez. Luego ambos entraron a una estancia iluminada por varias velas.

Justo en el momento en que entraban, apareció un hombre con una cicatriz en la mejilla y Vardon. Este al verlos, sonrió.

-Vaya, lord JOSEPH, no sabía que tuviera costumbre de entrar en las casas por las ventanas.

JOSEPH lo miró y sacó su pistola.

-¿Dónde la tienes? ¿Dónde está mi esposa?

-¿Tienes prisa? Pensé que hablaríamos primero… hace bastante tiempo que no nos vemos… me contó Amanda que perteneces a la cámara de los lores.

-No tengo tiempo para conversaciones, Vardon, quiero que me devuelvas a mi esposa y la quiero sana y salva.

-Pues tendrás que matarnos para que vayas a rescatarla.

Vardon hizo una señal al hombre de la cicatriz, el cual fue a por NICK y se enzarzaron en una pelea mientras Vardon sacaba su arma y apuntaba a JOSEPH decidido.

-¿Crees que esta vez acertarás, Vardon?

-Yo creo que sí, he estado practicando mi puntería.

-Yo también aunque no lo crea…- dijo JOSEPH con la mirada fija en el hombre que tenía ante sí- esta vez no fallaré, eso lo juro.

-Veremos qué puedes hacer- dijo Vardon y tras decir estas palabras disparó.

Oyeron un disparo en el piso inferior y la niña comenzó a llorar, asustada. “TN” la calmaba mientras Gabriella se acercaba a la puerta a escuchar:

-¿Qué pasa, Gabriella?

-No lo sé, señora, creo que están peleando en el piso de abajo.

-Asustaron a Lillian, ya, mi pequeña, no llores, no es nada…- decía intentando calmar a la niña aunque ella también estaba muy asustada.

-Se oyen muchos golpes en el piso de abajo, como si hubiese una fuerte pelea y se empujan contra muebles.

-Esperemos que sea alguien que venga a salvarnos, probablemente sea JOSEPH - dijo “TN” levantándose aunque rápidamente tuvo que volver a sentarse, se encontraba bastante débil después del parto y la comida que le traían no era comestible- señor- dijo mirando al techo- haz que sea JOSEPH, que viene a salvarnos, te lo ruego.

JOSEPH había conseguido escapar del disparo de Vardon, agachándose, momento que aprovechó para acercarse y tirar del pie para así hacerlo caer. Luego comenzó a darle puñetazos por la cara. Estaba muy enfadado y no sabía muy bien lo que hacía.

Luego, después de golpearle varias veces y dejar la cara irreconocible, cogió su arma y apuntó hacia la frente de Vardon.

-No saldrás de aquí con vida, eso te lo juro.

Vardon fue rápido y cogió a JOSEPH por la muñeca para doblarla y que se disparara él mismo, lo que hizo que comenzara un forcejeo entre ambos. Rodaron varias veces por el suelo y de repente, JOSEPH sintió el llanto de un bebé.

Esto desvió su atención y Vardon aprovechó para arrebatarle el arma y apuntarlo a él.

-¿Qué me dices ahora, JOSEPH JONAS?

Este lo miró fijamente, se había distraído y ahora él estaba en peligro de morir. Aun así, no se amedrentó y sonrió.

-Esta pelea aún no ha acabado…- dicho lo cual, volvieron a forcejear para obtener la posesión de la pistola.

Durante el forcejeo, el arma se disparó y los dos se quedaron paralizados. Se miraron a los ojos fijamente hasta que Vardon cayó sobre JOSEPH, muerto. JOSEPH, rápidamente, lo apartó y ayudó a su hermano con el hombre de la cicatriz. Le dio con la culata de la pistola en la cabeza y lo dejó inconsciente.

NICK sonrió, agradecido y se dirigieron a las escaleras. Subieron por ellas y probaron con la primera puerta que se encontraron. Esta estaba abierta y no había nada, salieron y probaron con la otra con el mismo resultado, finalmente llegaron a una que no se podía abrir. JOSEPH movió el picaporte pero la puerta no se abrió así que golpeó en ella.

- JOSEPH, ¿estás ahí? Contéstame, por favor.

“TN” al oír la voz de JOSEPH, levantó la mirada, sonriendo de felicidad. Gabriella también sonrió.

-Es el señor, señora, ha venido a rescatarnos.

“TN” se levantó y con la ayuda de Gabriella se acercó a la puerta con su hija en brazos.

- JOSEPH, amor mío, estoy aquí.

-“TN”, ¿cómo estás? ¿Estás bien?

-Estoy un poco débil pero estoy bien, abre la puerta.

-Apártate…

Las dos se apartaron y JOSEPH se alejó un poco de la puerta. Luego corrió hacia ella y le dio con el hombro.

La puerta se resistió así que volvió a intentarlo. Se alejó al igual que NICK, ambos se miraron sonriendo y los dos corrieron hacia la puerta. Golpearon con el hombro y finalmente la puerta cedió y cayó al suelo con un fuerte estrépito y ellos cayeron junto con ella.

CAPITULO 42

JOSEPH se levantó rápidamente y miró a “TN”, la cual llevaba un bulto entre sus brazos. Se acercó a ella y la abrazó con todas sus fuerzas.

-Dios mío, “TN”, estás bien…- le dijo mientras la besaba por todos los recovecos de su cara.

-Sí, estoy bien… mira, te presento a nuestra niña, Lillian…

JOSEPH miró el bulto que le mostraba “TN” y vio a una niña preciosa, parecida a su madre. Miró a su mujer y ambos sonrieron. Ella se lo entregó para que la cogiera. Torpemente, la tomó entre sus brazos y la acunó con delicadeza.

Mientras, Gabriella se acercó a NICK que estaba sentado en el suelo.

-¿Estáis bien, señor?- preguntó ella arrodillándose al lado de NICK.

-Sí, sólo me he dado un golpe en el hombro…- dijo mirándola.

Nunca se había percatado de lo bella que era la joven. Ella también lo miró y al ver que la miraba fijamente, apartó la mirada avergonzada.

-Déjeme… déjeme verle el hombro, señor.

-Sí…- murmuró él mientras se desabrochaba la camisa para mostrarle el hombro.

Tras eso, Gabriella palpó la zona dolorida con delicadeza y se mordió el labio inferior al notar la mirada de él fija en ella.

-Parece que se ha fracturado el hombro, señor- dijo mientras cogía el bajo de su vestido y cortaba un trozo largo para hacer un cabestrillo para NICK- le haré un cabestrillo para que no se lastime más el hombro.

-De acuerdo- dijo él sin dejar de mirarla.

JOSEPH y “TN” los miraron y ella le dijo a él al oído:

-Creo que tu hermano al fin sentará la cabeza…

-Eso espero- dijo JOSEPH sonriendo- creo que debemos volver a casa, te noto un poco pálida y necesitas descansar.

-Sí, la verdad que me siento un poco decaída.

JOSEPH, entonces miró a NICK y le dijo:

-NICK, vete con Gabriella a la casa y manda al cochero con un carruaje.

El joven miró a su hermano y luego a Gabriella, la cual miró a su señora. Ésta asintió, sonriendo, así que ayudó a NICK a levantarse y ambos se fueron de allí.

Cuando se fueron, JOSEPH volvió a besar a “TN”.

-Te amo, “TN”.

-Yo también te amo, JOSEPH.

-Hemos tenido una niña preciosa, es una pena que no haya estado a tu lado para ser el primero en tomarla entre mis brazos.

-Bueno, por decirlo de alguna forma eres el primero, sólo la hemos tenido Gabriella y yo en brazos, Vardon no entraba aquí, por cierto ¿dónde está?

-Está muerto, “TN”, hubo un forcejeo entre nosotros y la pistola se disparó dándole a él.

-Ojalá Dios le perdone todos sus pecados.

-Dios no perdonaría a un hombre que ha hecho tanto mal, “TN”. Pretendía matarte y matar a nuestra hija si hacía falta. No sé qué hubiera sido de mi vida sin ti la verdad. Estaba como loco porque no sabía dónde estabas y entonces fue cuando Amanda recibió la nota de ese malnacido citándola aquí. Cuando volvió, estaba llorando como nunca había visto llorar a nadie. Me pidió que te salvara y que acabara con Vardon.

-¿Crees que la violó cuando ella estuvo aquí?

-Es posible, aunque él creyera que ella se entregaba de buen grado a él. Para ella no fue así.

-La pobre… ¿crees que algún día encontrará el amor?

-Estoy seguro de que sí, si mi hermano lo ha encontrado ahora mismo con Gabriella, entonces es posible que Amanda también lo encuentre.

-Ojalá…

Los dos se quedaron esperando hasta que vino el carruaje a buscarlos y los llevó hasta la mansión para que “TN” descansara y un médico observara a la niña para ver si estaba en buen estado. Cuando este dio el visto bueno a la niña, la llevaron con su madre y con su padre que estaban recostados en la cama, felices de tenerla allí.

NICK estaba en su habitación cuando tocaron en la puerta.

-Adelante.

La puerta se abrió y apareció Gabriella portando una bandeja. Tras cerrar, se acercó a la cama y le colocó la bandeja justo al lado de él y bajó la cabeza avergonzada:

-¿Cómo se encuentra?

-Mucho mejor, el médico me dijo que pronto me recuperaré…

-Me alegro mucho, señor. Ahora si me disculpa…- dijo Gabriella dándose la vuelta.

-Espera…- le dijo él, lo que la hizo detenerse- acércate…

El corazón de la joven comenzó a latir frenéticamente pero aún así se acercó.

-¿Qué desea, señor?

-¿Tienes miedo de mirarme a los ojos?- le preguntó él.

-No, señor, es sólo que…

-¿Sí?

La joven no pudo contestar a la pregunta, ya que le daba vergüenza confesar que aquellos hermosos ojos habían calado en ella. Entonces sin previo aviso, él la tomó de la mano y la atrajo hacia sí, provocando la sorpresa en el semblante de ella.

-¡Señor!- exclamó completamente sorprendida.

Él sin decir nada más, la besó en los labios con fuerza y pasión pero mezclada con una ternura que ella nunca había sentido antes. Sin poderlo evitar, ella se entregó a su beso pasando los brazos alrededor del cuello de él con delicadeza.

La joven pudo notar el deseo palpitante de él y sintió que todo su cuerpo ardía febrilmente ante el simple contacto, como si fuesen chispas a punto de provocar una inmensa llamarada.

Tras ese breve contacto, se miraron fijamente y él sonrió mientras ella, avergonzada apartaba la mirada.

-Eres preciosa, Gabriella, y me gustaría que fueras mía.

Ella lo miró y sonrió levemente al igual que él y ambos permanecieron allí juntos, mientras él comía.

Amanda los miró a través de la puerta entreabierta y sonrió al ver que su amiga Gabriella al fin había encontrado a un hombre que podía hacerla feliz, cosa que ella jamás tendría ya que su vida había sido un completo fracaso.

Se había enamorado de un hombre que resultó ser un asesino, se entregó a él y engendraron un bebé que nunca llegó a nacer porque lo perdió al caer por las escaleras. Después de varios meses, él volvió a aparecer y la hizo suya sin ella poder hacer nada porque tenía que ayudar a su señora.

Ahora estaba completamente sola, porque ya todos estaban felices y con sus parejas pero ella se había quedado sin nadie a quien querer.

Con estos horribles pensamientos y nuevas lágrimas corriendo por sus mejillas, se dirigió a la cocina donde el cocinero preparaba la cena. Se sentó en un banco y se apoyó en la mesa, sin dejar de llorar. El ayudante de la cocinera, al verla llorar, se acercó a ella y se sentó a su lado.

-¿Sucede algo, Amanda?- le preguntó.

Este era un hombre alto, bastante fuerte, con el pelo corto de color castaño claro y ojos azules como el mar.

-Estoy bien, no te preocupes, Thomas.

-Amanda, si estuvieses bien no estarías llorando…

-Ya pero es que… no sé, veo a todos felices y contentos mientras que yo estoy sola. Quizás es lo que me merezco por el mal que he causado durante tanto tiempo a la señora pero he intentado reparar mi error y aún así no consigo que las cosas me vayan bien.

-Si has reparado tu error y has pedido perdón a quien debías, entonces no tardará en llegar lo que andas buscando…

-Nadie puede darme el amor que yo necesito…

-Nunca digas nunca, Amanda, tú no sabes lo que depara el futuro. Anda, ven aquí- dijo Thomas abrazándola con ternura- quién sabe, a lo mejor lo que buscas, lo tienes cerca de ti y no te has dado cuenta…

Amanda se apartó y lo miró a los ojos. Sonrió y dijo:

-Sí, quizás esté cerca…

Un año más tarde…

-Lillian, no vayas tan lejos…- le decía “TN” a su hija que ya comenzaba a dar sus primeros pasos.

-Te dije que era una buena idea traerla al campo- le decía JOSEPH a su mujer.

-Pero podría caerse, ¿no ves los peligros que corre por aquí?

-No digas tonterías, amor mío, y disfruta de este espléndido día.

- JOSEPH tiene razón- dijo Zachary, el cual estaba sentado al lado de su esposa Catherine- deja que la niña camine.

Hacía unos pocos meses que se habían casado y estaban felices por ello. Apenas se separaban y no hacían más que darse besos y abrazos en cualquier lado, evidenciando el intenso deseo que corría por sus cuerpos.

-Esta vez, tengo que darle la razón a Zachary- dijo Catherine.

-Es que últimamente le das la razón en todo- dijo “TN”.

Catherine sonrió, complacida ante las palabras de su amiga.

-Como no, es mi esposo.

Mientras ellos discutían, Gabriella estaba sentada junto a NICK que permanecía acostado en el suelo y con la cabeza apoyada en el regazo de ella. Hacía poco que habían formalizado su relación y ella se sentía dichosa por ello porque al fin había encontrado el amor en la persona que menos se esperaba y era al lado de NICK, el hombre que había sido un libertino y al fin había sentado la cabeza. Él la miró y sonrió, al igual que ella y luego le dio un beso en los labios.

La niña, que estaba dando sus primeros pasitos, se cayó al suelo y comenzó a llorar así que, JOSEPH se acercó a ella a ver si se había hecho daño.

-Ya está, Lillian, no fue nada…- le decía para calmarla.

“TN” los miró y se sintió dichosa de lo afortunada que había sido al poder estar con el hombre al que amaba y con una hija nacida de ese inmenso amor que había entre ellos.

Ella sabía que JOSEPH quería un niño y ella estaba dispuesta a dárselo costase lo que costase. No descansaría hasta tener al niño que tanto deseaba su esposo pero mientras se contentaba con poder verlo jugar con su hija como lo hacía.

Lillian cuando fuera mayor sería una hermosa mujer y ya se imaginaba a JOSEPH protegiéndola de cualquier hombre que se le acercase a tan solo unos metros de distancia pero aún quedaba mucho para eso, así que se contentaba con verlos jugar a los dos. Por fin se podía permitir el lujo de ser una mujer feliz y disfrutaría todos y cada uno de esos momentos de felicidad al lado de las personas a las que quería.

FIN

por **PEZA** Vie 25 Abr 2014, 7:44 pm

ESPERO QUE LES HAYA GUSTADO Y MIL GRACIAS POR LEERLA...

NOS VEMOS PRONTO...

BYE CHICAS.

:bye: :bye: :bye: :bye:

por **chelis** Dom 27 Abr 2014, 6:01 pm

:bye: gracias por subir esta nove!!!

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