ATRAPAME EN TU PASIÓN "JOE JONAS Y TU" ADAPTADA Y TERMINADA

por **PEZA** Vie 18 Abr 2014, 9:23 pm

Titulo: Atrápame en tu pasión.

Autor: Bárbara Padrón.

Adaptación: Si.

Género: ROMANCE, INTRIGA, PELIGRO

Contenido: CLASIFICACION “B”

Advertencias: ¿Ninguna?

Otras páginas: SI, DONDE ESTA EL LIBRO ORIGINAL.

SIGLAS: (TD) TU DIMINUTIVO, (TN) TU NOMBRE.

LOS PERSONAJES: JOE JONAS Y TU.

por **PEZA** Vie 18 Abr 2014, 9:23 pm

SINOPSIS

“TN” vivía felizmente con su tía tras la dolorosa muerte de sus padres. Estaba enamorada de JOSEPH, un hombre que cualquier mujer desearía.

Pero una amenaza se cierne sobre la joven, y con la ayuda de JOSEPH intentará resolver por qué quieren verla muerta.

por **PEZA** Vie 18 Abr 2014, 9:26 pm

CAPITULO 1

Inglaterra, 1805.

El viaje desde la mansión hasta la casa de la señora Dainne tardó cerca de una hora a la cual a “TN” se le hizo eterna, al igual que se le haría la fiesta, a ella no le gustaban esas fiestas, le parecían una pérdida de tiempo, ella prefería enfrascarse en sus libros de novelas románticas las cuales la hacía soñar. Vivía casi por y para sus libros, incluso ha llegado a escribir alguna que otra novela que mantiene oculto en un baúl pequeño donde guarda algunos recuerdos de su pasado. Recuerdos de su padre, sobretodo, aunque también escondía algo que valoraba mucho, un collar de esmeraldas que perteneció a su madre. “TN” era huérfana desde hacía muchos años. Perdió a su madre cuando nació y a su padre lo perdió cuando ella tenía cinco años.

Desde entonces vive con su tía en la mansión de esta. Conservaba pocos recuerdos de su pasado. Y ahora a sus veinte años, vestida con un vestido de un color verde claro, haciendo resaltar su rostro, con su larga cabellera negra recogida en un moño, su cara fina en la cual resaltan sus grandes ojos oscuros casi negros, su nariz fina y unos labios tan sensuales que provocaban la envidia de muchas jóvenes casamenteras, se dirigía a una de esas aburridas fiestas.

Ella y su tía llegaron cuando ya había comenzado. Allí, “TN” se encontró con su mejor amiga, Catherine, una joven bastante charlatana con el cabello rojizo ondulado hasta la cintura, los ojos verdes y algunas pecas en sus mejillas.

-Amiga, pensé que no llegabas- dijo Catherine cuando se acercó a su amiga.

-Mi tía no quería perderse la fiesta, ya la conoces- dijo “TN” con fastidio.

-¿Sabes de qué me he enterado?- preguntó Catherine con picardía.

-Sorpréndeme.

-Me he enterado de que va a asistir a esta fiesta, lord JOSEPH.

“TN” al oír ese nombre, creyó desmayarse allí mismo, no podía ser, ese hombre en la fiesta no. El hombre al que menos deseaba ver, esa noche sobre todo era a lord JOSEPH.

-¿Te pasa algo? Te has quedado muda.

-Cathy, dime que eso no es verdad, por favor.

-Vamos, “TN”, lord JOSEPH ni siquiera sabe que estás loca por él.

-No te atrevas a decir eso delante de la gente- dijo “TN” mirándola con enfado y luego sonrió a una pareja que pasaba junto a ellas y luego dijo por lo bajo- nadie debe saber nada… ¿lo recuerdas?

-Claro que lo recuerdo- dijo Catherine en voz baja también- pero es la verdad, “TN”, nadie lo sabe, excepto yo claro está…

-Pues por eso, tu voz es demasiado audible y se te escapan las cosas…

-Sí, pero no me trates así…

-Lo siento… es que oír el nombre de ese hombre me saca de quicio.

-Entonces mejor note gires…- dijo Catherine.

“TN” sin hacerle caso se giró y allí lo vio. Tan elegante como siempre. Lucía un pantalón y chaqueta oscuros, en el cual destacaba su camisa blanca, pero su belleza era mayor que las ropas que llevaba. Debajo de esa chaqueta, imaginó sus anchas espaldas, luego ese pelo negro y los ojos verdes como las esmeraldas fueron los que le cautivaron de tal manera que hasta soñaba con él.

Ambos cruzaron sus miradas pero “TN” la desvió rápidamente al notar el rubor de sus mejillas y temía que se diera cuenta.

-Te está mirando…- dijo Catherine.

-No es a mí…- dijo “TN”- seguro que es a otra joven.

Mientras estas hablaban, la tía de “TN” se acercó a las dos y le dijo a su sobrina.

-“TN”, acompáñame para que saludes a todos los invitados.

-Pero tía Julie…

-“TN”, ya hemos hablado de esto, si quieres casarte pronto, debes relacionarte y dejarte de tantos libros.

-De acuerdo- dijo la chica resignada.

“TN” y Julie saludaron a todos los invitados, hasta que finalmente las dos se acercaron hacia el lugar donde estaba lord JOSEPH. Este al verlas sonrió y “TN” notó su mirada en ella. “TN” se acercó con la mirada gacha.

-Buenas noches, lord JOSEPH- dijo Julie.

-Buenas noches, señora Brockway, es placer volver al verla- luego miró a “TN” y dijo- buenas noches señorita Lindsey.

-Buenas noches, lord JOSEPH, me alegro de verle- dijo “TN” con una fingida sonrisa.

-Veo que ha decidido venir a la fiesta después de un viaje tan arduo como el que tuvo- dijo Julie- mi difunto marido era como usted, un hombre que a pesar del cansancio se apuntaba a un bombardeo.

-No podía perderme esta fiesta después de tanto tiempo…- dijo JOSEPH.

-Tiene razón… yo traje a mi sobrina para ver si encuentra a un hombre y deja de fantasear, que con tanto libro no va a encontrar un marido.

-Tía por favor… no creo que a lord JOSEPH le interese mi vida…- dijo Sairin realmente molesta por las palabras de su tía.

-Pues no sería un mal partido para mi sobrina… ¿no cree lord JOSEPH? Mi sobrina es una joven muy linda y muy deseada.

“TN” se puso colorada al ver que él la miraba después de decir esto Julie.

-Tiene usted toda la razón, es una joven muy bonita…- fue lo único que dijo JOSEPH.

Entonces por allí apareció una joven rubia y de ojos azules, muy hermosa, luciendo un vestido de color rojo y dorado, su pelo lo llevaba recogido en un provocativo moño. Ella se acercó a JOSEPH

-Oh lord JOSEP, ha venido- dijo la joven.

-Isabella, cuanto tiempo…- dijo JOSEPH.

La joven miró a Julie y luego miró a “TN”.

-Vaya, señorita Lindsey, se ha decidido a venir…

-Sí, mi tía consiguió convencerme, es un placer verla de nuevo.

-Lo mismo digo- dijo, luego miró a JOSEPH y le dijo- Lord JOSEPH, le he echado tanto de menos, las fiestas no son lo mismo sin usted.

-Bueno, yo me retiro, debo saludar a más gente- dijo “TN” y se fue de allí al igual que su tía Julie.

Después de saludar a todo el mundo, “TN” volvió con su amiga Catherine que estaba junto al balcón que había en el amplio salón.

-“TN” ¿ya saludaste a lord JOSEPH?

-Sí.

-No te veo muy contenta.

-No quería saludarlo porque mi tía siempre me deja en evidencia y encima apareció Isabella Greyson con su hermoso vestido rojo y dorado… ojalá tuviera un vestido tan bonito como ese y no este vestido de fiesta- dijo mirando su sencillo vestido verde- así podría conseguir conquistar a lord JOSEPH.

-Pensé que te sacaba de quicio.

-Sí, me saca de quicio pero es tan bello que se me olvida todo.

-Pues no deberías, amiga, ya sabes como es él, es un mujeriego.

-Lo sé… quiero irme de aquí… acompáñame al jardín, me asfixio de ver tanta gente reunida aquí.

-De acuerdo.

Las dos salieron del salón y pusieron rumbo al jardín que había sido decorado con farolillos y donde había una gran fuente presidida por un precioso cisne de piedra y de su pico manaba un ligero hilo de agua. Las dos paseaban por allí y no se dieron cuenta de que alguien las vigilaba de cerca.

-Ay, “TN”, debería buscarte un hombre, tu tía tiene razón, te pasas el día fantaseando.

-Pero yo no quiero casarme con ninguno de estos hombres, ellos solo buscan satisfacer sus instintos más bajos, no como los de las novelas que leo que buscan el amor verdadero y la mujer de sus sueños.

-La vida no es como las novelas… a este paso no conseguirás un marido en condiciones.

-Me da igual, no me importa esperar a mi príncipe, al hombre de mi vida que seguro que me estará buscando.

-¿No vas a escarmentar nunca o qué? Los hombres son más simples que eso, ellos no vendrán a ti a no ser que les muestres un poco de interés en ellos, no se van a dar cuenta de que eres la mujer de sus vidas tal y como piensas.

-Todos los hombres no se fijarían en mí porque no poseo riquezas y un buen nombre. Recuerda que soy huérfana y no tengo nada.

-Los hombres no deben quererte por el dinero que tienes sino por lo que tienes en el corazón que vale mucho más que todo el oro del mundo y ahora olvida a esa odiosa de Isabella y sus vestidos, además a mi me encanta el que llevas puesto. De lo sencillo que es, es hermoso.

-No pretendas convencerme de que mi vestido es precioso porque bien sabes que no lo es.

-Te estoy diciendo la verdad.

-Cathy…- dijo “TN” mirándola con una ceja enarcada.

-De acuerdo, no me creas cuando digo que tu vestido es precioso. No lo volveré a mencionar.

-Eso está mejor- dijo “TN” con una sonrisa surcando su rostro.

-Hace frío aquí afuera ¿no crees?

-Sí, la verdad que sí y yo no me traje el chal, lo dejé en la casa de mi tía, encima de mi tocador- dijo poniendo sus manos en sus brazos para protegerse del frío.

-Deberíamos volver dentro.

-Pero es que dentro me asfixio con tanta gente.

-Y aquí afuera hace frío…

-Me quiero ir… se lo puedo decir a mi tía.

-No te dejará ir.

-Si le digo que me encuentro mal, sí me dejará…

-Pues venga, te acompaño para que se lo digas.

Las dos chicas entraron en el salón y encontraron a Julie hablando con la señora Dainne y lord Vardon. La señora Dainne, era ya una mujer entrada en años, con el pelo canoso y unos ojos verdes apagados. Lord Vardon era un hombre de la edad del padre de “TN”, fueron grandes amigos cuando él estaba vivo y siempre se preocupó por el estado de la hija de su mejor amigo y que no le faltara nada. Su pelo era negro aunque ya mostraba algunas canas, de ojos marrones y nariz ganchuda.

-Tía Julie…

-¿Sí “TN”?

-Verás, es que no me encuentro muy bien y me gustaría irme a la casa…

-Entonces yo me voy contigo- dijo su tía.

-¡No! No hace falta, disfruta de la fiesta.

-Pero no te puedo dejar ir sola.

-De verdad tía, no me pasará nada…

-Vale, pero ten mucho cuidado…

-Gracias tía- luego miró a la señora Dianne y dijo- señora Dianne, ha sido un placer haberla visto y espero volver a verla pronto.

-Lo mismo digo, señorita Lindsey.

-Ha sido un placer volver a verle, lord Vardon.

-Para mí has sido todo un placer, señorita.

La joven se despidió y se fue de la casa, a la salida, buscó un coche de alquiler para que la llevara a la casa de su tía. Cuando apareció uno se subió no sin antes decirle al cochero la dirección a la que iba.

por **chelis** Vie 18 Abr 2014, 10:02 pm

Primera lectora!!!!!....

por **JB&1D2** Vie 18 Abr 2014, 10:06 pm

Siguelaaa

por **chelis** Sáb 19 Abr 2014, 9:47 am

Otroooooooooo

por **chelis** Sáb 19 Abr 2014, 9:47 am

Otroooooooooo

por **JB&1D2** Sáb 19 Abr 2014, 3:00 pm

Siguelaaa

por **PEZA** Sáb 19 Abr 2014, 4:02 pm

CAPITULO 2

“TN”… un nombre que nunca olvidaría aunque quisiera. JOSEPH se sorprendió mucho cuando la vio en la fiesta de la señora Dianne, con ese precioso vestido verde que le sentaba tan bien. Poseía tal sencillez que cautivaba con solo mirarla. No dejó de observarla durante todo el tiempo que ella estuvo en la fiesta e incluso le encantó hablar con ella.

Hasta que apareció Isabella Greyson.

Esa mujer no lo dejaba en paz, cada vez que podía se lanzaba encima de él.

Ahora, él se encontraba en su despacho, arreglando unos papeles para poder llevar un cargamento hacia América. Pero no podía concentrarse, así que decidió salir a dar una vuelta.

“TN” y Catherine salieron a dar un paseo, ese día hacía un sol espléndido y las dos llevaban su parasol de mano.

-Que pena que no te quedaste en la fiesta- dijo Catherine.

-Tampoco me apetecía tanto, solo con ver a JOSPEH JONAS, se me quitaron las pocas ganas que tenía.

-¿Te puedes creer que Isabella Greyson estuvo toda la noche detrás de lord JOSEPH?

-No me digas… espero que lord JOSEPH haya aprovechado bien.

-No, lord JOSEPH ha intentado huir de ella.

-¿Y por qué? Lady Isabella es una mujer bella.

-Pues se comprende que no le interesa.

-Vaya… que raro, tiene fama de mujeriego.

-Sí, pero a veces no hay que hacer caso de lo que dice la gente.

-También es verdad.

JOSEPH iba andando, sumido en sus pensamientos, cuando la vio. Iba con su amiga, Catherine Rowling. Ambas iban hablando muy amenamente. Él se quedó paralizado al ver a la joven.

“TN” y Catherine se dispusieron a cruzar la calle y a “TN” se le cayó el abanico al suelo. Catherine ya estaba al otro lado, se giró a ver dónde estaba su amiga porque no la vio a su lado. Cuando se giró, vio que un carruaje se acercaba hacia donde estaba “TN” y la iba a atropellar.

-¡”TN”!- exclamó asustada.

JOSEPH que también vio el coche, corrió a salvar a “TN”, la cogió de la cintura y los dos cayeron lo más alejado del carruaje. Ella cayó de espaldas y él cayó encima. Los dos se miraron a los ojos.

-¿Qué pasó?- preguntó ella confusa y ruborizada por la mirada de él, su respiración era agitada.

-Casi te atropellan pero ¿te encuentras bien? ¿Te duele algo?- preguntó él sin dejar de mirarla.

Ella tenía el brazo derecho herido, ya que al caer de lado, se lo raspó todo, algunos mechones de pelo se le soltaron de su ajustado moño.

-Creo que no me duele nada- dijo ella con voz temblorosa, debido tanto al susto como a la presencia de JOSEPH.

Catherine corrió al lado de su amiga y de JOSEPH, preocupada.

-“TN”, amiga, ¿está bien?

JOSEPH, al ver que Catherine se acercaba, se apartó y ayudó a “TN” a incorporarse.

-Tranquila, Cathy, estoy bien- dijo “TN” intentado levantarse.

Cuando ya estuvo de pie, intentó andar pero un fuerte dolor le acusó el tobillo, entonces, JOSEPH la sujetó. Los dos volvieron a mirarse a los ojos y “TN” apartó la mirada cada vez más ruborizada.

-Señorita Lindsey, creo que se ha torcido un tobillo- dijo Edward.

-Eso… eso parece…

-Lord JOSEPH - dijo Catherine- debería acompañarla a su casa.

“TN” la miró y luego dijo:

-No hace falta, lord JOSEPH, estoy bien.

-Pero no puedes andar así, amiga. Es mejor que vuelvas a tu casa y que te acompañe lord JOSEPH.

-Pero probablemente tenga cosas que hacer- dijo “TN” mirando a JOSEPH albergando la esperanza de que fuera así.

-La verdad es que no…- comenzó a decir él.

-Perfecto entonces- dijo Catherine y miró justo detrás de ellos- caramba, pero si es James Coulter, debo irme.

“TN” la miró suplicante para que no se fuera pero al momento desapareció. Ella miró a JOSEPH y este mostró esa sonrisa que tanto le cautivaba. “TN” sonrió levemente.

-Será mejor que nos pongamos en camino- dijo JOSEPH.

-Sí- dijo ella.

JOSEPH, entonces, la cogió en brazos y llamó a un carruaje de alquiler para que los llevaran a la casa de la tía de “TN”. Una vez dentro, ella miraba al suelo, no se atrevía a mirarle de nuevo a la cara o él notaría sus pómulos sonrosados.

-Debe estar asustada- dijo JOSEPH.

-Sí, un poco…

-Por suerte está bien…

-Sí.

-Lo que no entiendo, es de dónde apareció ese coche, fue como si apareciera de la nada…

-De todas formas cualquier coche me hubiera atropellado, estaba en medio de su camino, se me cayó el abanico y lo fui a recoger…

-Sí pero aún así, era bastante visible que usted estaba recogiendo algo.

-No se preocupe, olvídelo- dijo “TN”.

Estuvieron unos minutos en silencio hasta que finalmente JOSEPH habló:

-¿Le duele mucho?

-Al principio no me dolía pero conforme pasa el tiempo me va doliendo más.

-¿Me deja verle el tobillo?

“TN” lo miró, sorprendida.

-¿Cómo ha dicho?

-Que si me permite verle el tobillo.

-Usted no entiende de medicina…

-Algo sé, ande, muéstreme el tobillo.

La chica le mostró el tobillo, lo tenía hinchado, él comenzó a moverle el tobillo con suavidad.

-Pare… me duele mucho- dijo “TN” con una mueca de dolor.

-Parece que la torcedura es más grave de lo que pensaba.

-No me asuste.

-Tranquila, con unos días de reposo se le pasará.

-Eso espero.

Entonces, el coche se detuvo. JOSEPH abrió la puerta del coche y bajó, luego cogió a “TN” en brazos de nuevo. Tocó en la puerta y abrió el mayordomo, un hombre alto, de pelo canoso, ojos oscuros y nariz ganchuda.

-Señorita Lindsey- dijo el mayordomo sorprendido al ver a “TN” en brazos de JOSEPH y el brazo herido.

-Gaspard… ¿está mi tía en casa?

-Sí, pase- le dijo a JOSEPH que entró con la chica- ¿qué le ha pasado, señorita Lindsey?

-Un coche ha intentado atropellarme.

En ese momento, apareció Julie y vio a su sobrina en brazos de JOSEPH.

-“TN” ¿qué pasa aquí?

-Señora Brockway- dijo JOSEPH - ¿cuál es la habitación de su sobrina?

-¿Por qué?

-Un coche estuvo a punto de atropellarla y se ha torcido un tobillo.

-¡Dios mío!, ande, acompáñeme.

Julie guió a JOSEPH hasta la habitación. Allí, entraron seguidos de Gaspard.

-Gaspard, mande a alguien a avisar al doctor Balton.

-En seguida, señora- dijo el mayordomo.

JOSEPH dejó a “TN” sobre la cama, una preciosa cama con dosel, en esta descansaba una preciosa colcha blanca a juego con el color de las paredes, era una habitación sencilla y espaciosa, la cama estaba justo al entrar, a la derecha estaba el ropero de un color nacarado y al otro extremo de la habitación, al lado de la ventana, estaba el tocador.

-Tía, estoy bien- dijo “TN”.

-¿Cómo vas a estar bien? Mírate ese brazo y encima te has torcido un tobillo ¿estás segura de que no te has hecho nada más?

-No, de verdad.

Julie Brockway suspiró y JOSEPH notó que suspiraba con alivio, como si Julie supiera algo que no quería decir.

Al momento llegó el médico que le curó el brazo a la joven y también le vendó el pie.

-Bien, señorita Lindsey, le aconsejo que guarde reposo unos días ¿de acuerdo?

-De acuerdo, señor Balton.

-Pues yo me voy.

-Le acompaño- dijo Gaspard.

El mayordomo y el doctor Balton salieron de la habitación. Luego, Julie miró a JOSEPH y le dijo:

-Lord JOSEPH, me gustaría hablar con usted, si no tiene nada importante que hacer, claro.

-No es problema, podemos hablar con calma.

-Acompáñeme, “TN”- dijo mirando a la joven- si necesitas algo, avisa a Gaspard que yo voy a hablar con lord JOSEPH.

-Sí tía.

Los dos salieron de allí, dejando a la joven sola, tendida en la cama.

por **JB&1D2** Sáb 19 Abr 2014, 5:15 pm

Siguelaaaaaa

por **PEZA** Sáb 19 Abr 2014, 6:16 pm

CAPITULO 3

JOSEPH y Julie entraron en un amplio despacho, provisto de una gran mesa y varias butacas, a la vez también era una biblioteca.

-Siéntese- dijo Julie invitándole a sentarse en una de las butacas mientras ella se sentaba detrás del escritorio.

-Supongo que me va preguntar como fue todo ¿cierto?

-Cierto, necesito saber qué paso, como comprenderá, han estado a punto de atropellar a mi sobrina.

-La comprendo perfectamente.

-Entonces, cuénteme cómo sucedió todo.

-Según me contó su sobrina, cuando estaba cruzando la calle, se le cayó el abanico, entonces lo fue a recoger y de repente apareció el coche de la nada. Yo pasaba por allí cuando vi el coche y oí el grito de la señorita Rowling llamando a su sobrina y decidí ayudarla.

-¿Y dice usted que el coche apareció de la nada?

-Sí, aunque hay algo que me resulta muy extraño… llevo bastante rato pensándolo.

Julie se puso tensa al oír las palabras de lord JOSEPH.

-¿Qué es lo que piensa?

-Que su sobrina era bastante visible y el coche no se detuvo aún así. Era como si el que llevaba el coche, estaba decidido a atropellarla.

Julie calló y cerró los ojos.

-Entiendo…- dijo tras un suspiro.

-¿Es que acaso sucede algo?- inquirió JOSEPH.

Julie abrió los ojos lentamente, luego abrió un cajón del escritorio y sacó un sobre para luego tendérselo a JOSEPH.

-Leala y sabrá si lo que sospecha es cierto…

JOSEPH abrió la carta y la leyó en voz alta.

-<>… Pero esto es una amenaza… ¿por qué no ha avisado a las autoridades?

-No puedo, temo por mi sobrina, esa persona parece una con grandes contactos y tengo miedo.

-Sí pero esto no lo puede ocultar.

-Quieren atentar contra la vida de mi sobrina por algo que posee y su padre apostó, la cuestión es que no sé que es.

-Sigo pensando que debe ir a las autoridades.

-No harán nada… lo sé.

-Si pudiera ayudarla de algún modo.

-Me cuesta mucho pedir esto pero me gustaría que me ayudara a vigilarla. Ella es una joven tranquila pero temo por su vida.

-¿Me está pidiendo que vigile a la señorita Lindsey?

-Sí.

-Bueno, haré lo que pueda.

-Muchas gracias.

JOSEPH se levantó y se despidió de la señora Brockway, finalmente volvió a su casa.

Gabriella observó a JOSEPH a través de la puerta de su despacho. Llevaba algún tiempo enamorada de él y haría lo que fuera por enamorarlo pero él no se fijaba en chicas como ella, una joven morena, de pelo oscuro y ojos castaños claro.

El día que llegó a la casa y vio a JOSEPH, Gabriella quedó prendida de esos ojos verdes pero ella pasaba desapercibida ante él puesto que ella era una simple sirvienta.

Ese día lo notaba preocupado, entonces, tocó en la puerta.

-Lord JOSEPH, ¿necesita algo?

-¿Eh? Ah, no, no gracias.

-Le noto preocupado ¿va todo bien?

-Sí, tranquila, Gabriella.

-¿De verdad que no desea nada? No sé ¿un brandy, por ejemplo?

-De acuerdo, tomaré una copa de brandy.

La joven sirvió la copa y se la dio a JOSEPH.

-Siempre tan amable…- dijo JOSEPH.

-Por el señor lo que sea…

-Puedes retirarte.

La chica asintió levemente y salió de allí. JOSEPH se pasó toda la noche en su despacho.

Al día siguiente, a media mañana, Catherine fue a visitar a su amiga “TN”. Esta estaba en su habitación, tendida en la cama cuando Catherine tocó la puerta.

-Adelante.

Catherine entró.

-¡Hola amiga! ¿Cómo estás?

-Bueno, podría estar mejor. Llevo desde ayer tendida en esta cama y me aburro.

-Me imagino, pero cuéntame.

-¿Qué quieres que te cuente?

-¿Tú que crees? Lo que pasó ayer después de que yo me fuera…

-No pasó nada, lord JOSEPH me trajo aquí y ya está.

-Vamos “TN”… algo tuvo que haber pasado.

-No pasó nada.

-¿No te dijo nada?

-No, simplemente que debería guardar reposo, lo mismo que me dijo el doctor Balton.

-¿Y no te dijo más nada?

-No. Lo único que quiero es salir de esta habitación.

-Habla con Gaspard y que te lleve al jardín.

-Sí, tienes razón- dijo “TN”- ¡Gaspard!

-¿Desea algo, señorita Lindsey?- preguntó el mayordomo apareciendo de repente.

-Me gustaría que me llevara al jardín. Allí hay unas sillas ¿no?

-Sí, señorita.

-Pues me gustaría ir allí.

-De acuerdo.

Gaspard cogió a la chica en brazos y la llevó al jardín. Luego, las dos se pusieron a hablar animadamente.

Algo lejos de allí, dos hombres se reunían en el despacho de uno de ellos, que era un noble. El otro era un mercenario que el noble había contratado.

El mercenario entró y se sentó frente al hombre, poseía una mirada oscura, sin expresión pero daba miedo solo mirarlo ya que era uno de los mercenarios más sanguinarios de toda Inglaterra. Lo que más terror daba era la cicatriz que tenía en una de sus mejillas.

-¿Tú eres el mercenario del que todos hablan?

-El mismo.

-Bien, quería contratar tus servicios.

-Dígame de qué se trata la misión.

-Traerme a una joven que tiene algo que me pertenece.

-¿Una ladrona?- inquirió el mercenario.

-No, su padre apostó una valiosa joya y no me la dio en vida. Ahora quiero vengarme con la hija.

-Entiendo… ¿y quién es la joven?

-A su debido tiempo, su tía ha recibido una carta mía y quiero ver qué hace con su sobrina.

-Un hombre precavido.

-Por supuesto.

-Hablemos entonces del pago.

-¿Cuánto quiere?

-Dos bolsas de monedas de oro, por ahora, si se complica la situación, subiré la tarifa.

-Muy listo por su parte.

-Algo malo debe tener ser el mercenario más conocido de toda Inglaterra.

-Ya veo…

-Si no me necesita para más nada.

-No, hoy tengo un compromiso que debo atender.

-Entonces, no le entretengo más…

El mercenario se levantó y se dirigió a la puerta.

-Oiga…- dijo el noble.

El mercenario se detuvo pero no se giró.

-¿Sí?

-Aún no sé su nombre y me gusta saber el nombre de todos los que trabajan para mí.

-Todos me conocen como el Depredador, así deberá llamarme usted.

Dicho eso, el Depredador salió del despacho.

Pasaron los días y “TN” se recuperó bastante rápido de su tobillo. Ese viernes había una nueva fiesta, esta vez en casa de los Greyson. La chica quería ir para ver si iba lord JOSEPH, quería agradecerle que la ayudara aquel día.

-¿Seguro que podrás ir?- le preguntó Julie.

-Claro que sí, tía, ya has visto que puedo andar bien.

“TN” se estaba maquillando frente al tocador.

-Yo creo que deberías esperar a la próxima fiesta.

-Tía Julie, de verdad, estoy bien.

-Seguro que esto fue idea de la cabeza loca de tu amiga Catherine Rowling.

-Ella no sabe que voy a ir…

-¿Por qué tanta insistencia en ir? Antes no te gustaba ir a ninguna.

-Bueno, ahora me apetece, no hay nada de malo en ello ¿o sí?

-No, no pero me parece raro.

-Tía, me gustaría tener un nuevo vestido de fiesta, ya me da vergüenza llevar este- dijo “TN” mirándose el vestido verde.

-Pensé que nunca me lo pedirías, desde que vives conmigo, rara vez me pides un vestido nuevo. Mañana mismo avisaré al sastre para que tome medidas y te haga un precioso vestido.

“TN” sonrió y se levantó.

-Estoy lista.

Las dos salieron de la casa, se metieron en el coche y se dirigieron a la casa de los Greyson. Cuando llegaron, las dos se bajaron y entraron en la gran mansión. El salón era espléndido, de techo alto, decorado con varios cuadros y jarrones traídos de Oriente. “TN” buscó a Catherine con la mirada y la encontró conversando con unos caballeros cerca del balcón. Su amiga al verla se acercó a ella, dejando a los hombres hablando entre ellos.

-“TN”… no me dijiste que ibas a venir.

-¿Sorprendida?- preguntó “TN” sonriendo.

-Bastante, la verdad, ¿cómo es que la quisquillosa de tu tía te dejó venir?

-Conseguí convencerla.

“TN” miraba por todo el salón en busca de aquellos preciosos ojos verdes que tanto le gustaban. Catherine que se dio cuenta de que su amiga buscaba a alguien, dijo:

-Todavía no ha llegado pero me he enterado de que hoy va a venir con su hermano menor.

-Pero ¿su hermano no estaba en América?

-Sí pero volvió para quedarse un tiempo bastante largo, según me contaron.

-Ah.

-No desesperes, vendrá de un momento a otro- dijo Catherine sonriendo.

-Me gustaría darle las gracias por lo del otro día.

-Claro… tú lo que quieres es verlo de nuevo porque no puedes vivir sin verle.

-Eres una exagerada.

-Sí ya…- dijo Catherine con cierta ironía.

por **PEZA** Sáb 19 Abr 2014, 6:20 pm

CAPITULO 4

- JOSEPH, llegamos tarde- dijo NICK impaciente.

-NICK, relájate, ya estamos llegando.

NICK, el hermano menor de JOSEPH, acababa de llegar de América donde trabajaba en un despacho dirigiendo la naviera de los JONAS en ese país. Es bastante parecido a su hermano en apariencia pero en cuestión de carácter eran muy distintos. JOSEPH era muy serio, en cambio, NICK era todo lo contrario.

-¿Tan lejos está la casa esa? Cuando éramos pequeños, el camino no era tan largo.

-Cuando éramos pequeños, te pasabas el día pensando en las musarañas.

-Ya salió JOSEPH el señor serio.

-La ironía no te pega.

-Venga ya.

-Tranquilo, ya estamos llegando, ahí está la casa.

NICK miró por la ventanilla del carruaje. Después los dos se bajaron y entraron. Todos los miraron sorprendidos. La primera en acercarse a ellos fue Isabella Greyson, la anfitriona de la fiesta.

-Lord JOSEPH, al fin llega.

-Buenas noches, lady Isabella.

Isabella sonrió y luego miró a NICK.

-Veo que su hermano ha decidido venir.

-Sí, no quería faltar, hace tiempo que no vengo a una fiesta de estas- dijo NICK mirando a todos lados.

-Espero que disfruten de la velada- dijo Isabella a los dos, luego se acercó a JOSEPH y le dijo al oído- espero que me invite a bailar alguna canción.

-No se preocupe por nada…

Isabella sonrió y luego dijo:

-Le veré después.

Luego se alejó de él y de su hermano.

-Vaya, hermano, triunfando entre las mujeres ¿no?

-NICK…- dijo JOSEPH con seriedad.

-Vale…

JOSEPH miró por todo el salón y la vio, tan espléndida como siempre. Ella también lo vio y sonrió tímidamente.

-Ahí está, amiga- dijo Catherine a “TN”.

-Ya lo vi- dijo “TN” mordiéndose el labio inferior.

-Venga, acércate… bueno, creo que ya viene él.

-¿Estoy bien?- preguntó “TN” tocándose el pelo.

-Estás espléndida- dijo Catherine.

-Buenas noches, señoritas- dijo JOSEPH.

-Buenas noches- dijo Catherine con una amplia sonrisa.

“TN” se había quedado muda. JOSEPH estaba muy hermoso, llevaba un pantalón y chaqueta azul oscuro y la camisa tan blanca como sus perfectos dientes.

-Buenas noches, lady “TN”- dijo JOSEPH.

-Bu… buenas noches…

-Yo os dejo a solas- dijo Catherine y se fue.

-¿Cómo se encuentra? ¿Está mejor del tobillo?

-Sí- logró decir “TN”- ya está mejor, gracias.

-De nada.

-Bueno, también quería agradecerle que me haya salvado el otro día.

-No se preocupe, lo hice encantado.

-Aún así, muchas gracias.

-De nada.

Ella sonrió y entonces comenzó a sonar una canción tocada por la pequeña orquesta que había en el salón.

-Que canción tan bonita- dijo “TN”- me encantaría bailarla, ahora que tengo el pie curado…

-¿Me concede este baile?- preguntó JOSEPH.

“TN” lo miró sorprendida.

-¿Qué?

-Que si me concede este baile.

-Va… vale…

Los dos fueron al centro del salón y comenzaron a bailar junto a otras parejas.

-Bonita pareja, sí señor- dijo NICK.

Catherine que estaba a su lado lo miró, escrutando el rostro de él.

-¿Sois el hermano de lord JOSEPH?

NICK la miró y sonrió.

-Sí, me llamo NICK y usted se llama…

-Catherine Rowling, un placer.

-Lo mismo digo- dijo NICK besando el dorso de la mano de Catherine.

-Veo que hablaba de su hermano y mi amiga, “TN” Lindsey.

-¿Su amiga dice?

-Sí.

-Entiendo…- dijo NICK pensativo- se le ve disfrutando y en él es muy raro.

Esto último lo murmuró para sí para que Catherine no lo oyera. Los dos observaron a la pareja, al igual que Isabella pero esta miraba con recelo, esperaba ser ella la primera que bailara con lord JOSEPH. Después de que acabara la canción, “TN” y JOSEPH se fueron de la pista, JOSEPH fue a saludar a algunos hombres y “TN” se fue con Catherine.

-Ay amiga, se os veía tan bien a los dos bailando- dijo Catherine.

-No seas exagerada, Cathy.

-No lo soy.

-Claro que sí, vayamos a dar un paso por el jardín, ya sabes que me siento mal al verme rodeada de gente.

-Vale.

Los dos salieron de allí, rumbo al jardín. Estuvieron dando un paseo y hablando pero Catherine se sentía extraña, como si alguien las observara.

-Amiga, ¿no tienes la sensación de que nos observan?

-Yo no…

-Pues yo sí y a mí no me gusta eso…

-A lo mejor lo estás imaginando.

-Que no, puedo sentir una mirada clavada en nosotras, esperando algo.

-Sí, claro… - dijo “TN” con ironía.

Entonces, todo sucedió muy rápido. “TN” sintió una mano tapándole la boca y luego oyó el grito de su amiga.

-¡Ay!

La mano le estaba impidiendo gritar, entre la mano y su boca había un pañuelo y de este manaba un olor extraño que le fue haciendo perder la conciencia.

-¡”TN”!- gritó Catherine- ¡Deje a mi amiga!

Catherine comenzó a pelear con el que hasta hace unos minutos tenía a su amiga con la mano en la boca. Le estaba dando golpes con las manos en el pecho a él pero este la empujó con una fuerza brutal y ella cayó al suelo. El hombre fue a coger a “TN” para llevársela mientras otro retenía a Catherine.

-Deje a las señoritas…

Era JOSEPH, el cual sostenía una espada en la mano que había cogido del salón.

-Lord JOSEPH, ayude a “TN”…- pidió Catherine.

El hombre misterioso no hizo caso de la espada de JOSEPH y fue a llevarse a la chica pero JOSEPH atacó al hombre, haciéndole un corte en el brazo.

El que sujetaba a Catherine corrió a ayudar al otro y así la chica aprovechó para correr y ponerse detrás de JOSEPH. El que sostenía a “TN” la soltó bruscamente al verse lleno de sangre y JOSEPH corrió a cogerla.

-Desapareced o aviso a las autoridades.

El hombre que estaba herido, lo miró con odio y se fue junto con su compañero. JOSEPH depositó a “TN” en el suelo.

-“TN”, amiga… despierta- dijo Catherine preocupada arrodillándose al lado de su amiga- se pondrá bien ¿verdad?

-Sí, sólo está inconsciente.

La mayoría de los invitados salieron fuera a ver qué pasaba. Entre ellos apareció Julie.

-¿Qué ha pasado?- preguntó Julie mirando a su sobrina.

-Al parecer intentaron secuestrar a su sobrina- respondió JOSEPH.

-¿Y esa sangre?

-Es del hombre que intentó llevársela.

La joven tenía el traje manchado de sangre. Comenzó a ladear la cabeza levemente.

-Parece que se está despertando…- dijo Catherine aliviada.

-Apartaos… dejadle aire- dijo Julie mirando a la gente allí congregada.

“TN” abrió los ojos lentamente.

-¿Qué… ha pasado?

-Tranquila, mi pequeña… - dijo Julie abrazando a su sobrina.

-Tía… ¿qué haces aquí? Yo estaba con Catherine…

-Sí, amiga, pero te intentaron secuestrar…

-¿Secuestrar? ¿Por qué?

Julie la miró y luego le dijo a JOSEPH.

-Lord JOSEPH, debo pedirle un favor…- cuando vio a la gente entrar.

-Dígame, señora Brockway.

-Llévesela a su casa y vigílela.

-¿Cómo?- preguntó “TN” que ya había recuperado el sentido completamente.

-Lo hago por tu bien, “TN”.

-Por mí no hay problema…- dijo JOSEPH.

“TN” lo miró sorprendida.

-Lord JOSEPH, no se preocupe, puedo cuidarme solita- dijo “TN”.

-“TN”… es por tu bien- dijo Julie- al menos esta noche…

-Tía, ¿por qué?

-No puedo explicártelo ahora, te quedarás esta noche en casa de lord JOSEPH y mañana te contaré lo sucedido, luego tú decidirás qué hacer, si quedarte en la casa de lord JOSEPH o irte a casa de tu tía Elizabeth a Austria.

-¡Tía!

-Hazme caso, quédate esta noche en casa de lord JOSEPH.

-No tía… han intentado secuestrarme y quiero saber el por qué, tú sabes algo y no me lo quieres decir…

-Lo hablaremos mañana.

-¡No! Dime qué pasa…

-Ahora no, la gente nos está mirando desde dentro.

-Me da igual la gente, quiero saber por qué intentaron secuestrarme…

-Lady “TN”…

La voz de JOSEPH le sorprendió en medio de la discusión con su tía. Esta lo miró a los ojos y ella pudo ver preocupación en los ojos de él aunque pensó que eran imaginaciones suyas.

-Haga caso a su tía…

“TN” miró a Catherine, la cual dijo:

-Amiga, por una vez en la vida, le tengo que dar la razón a tu tía, deberías quedarte en casa de lord JOSEPH por seguridad.

-De acuerdo, pero mañana quiero que me cuentes todo- dijo “TN” mirando a su tía.

-Sí, te lo contaré todo, es justo que lo sepas…

JOSEPH se levantó y le tendió la mano a “TN” para que se levantara.

-Nos vamos ya…

-Pero… ¿y su hermano?- preguntó mirando alrededor y lo vio entre la gente mirándola como todos.

-No se preocupe por mí, señorita, sé como llegar a la casa de mi hermano- dijo tras acercarse.

“TN” miró a JOSEPH y él le indicó que lo siguiera hasta el coche que ya habían preparado para ellos.

por **JB&1D2** Sáb 19 Abr 2014, 6:56 pm

Siguelaa por fis :)

por **PEZA** Sáb 19 Abr 2014, 8:21 pm

CAPITULO 5

El camino hasta la casa de lord JOSEPH parecía interminable. Ella se sentía cohibida ante la presencia de él, encima su único vestido decente estaba manchado de sangre. Las preguntas que tenía en la mente pugnaban por salir. A medio camino, no lo soportó más y habló con la voz un poco ahogada.

-Usted lo sabe ¿verdad?

Lord JOSEPH la miró a los ojos.

-Saber ¿qué?

-Lo que me oculta mi tía, sí, seguro que lo sabe, y esto tiene que ver también con lo del accidente ¿verdad? Contésteme…

-Por supuesto que lo sé… pero no es mi deber decírselo…

-No puedo aguantar hasta mañana para saber por qué intentaron secuestrarme y el otro día intentaron atropellarme, seguro que tienen alguna relación, alguien quiere verme muerta pero ¿por qué? Yo no he hecho mal a nadie, es más, casi nunca salgo de la casa de mi tía… no puede ser por despecho porque nunca he estado con un hombre…

Al decir esto se tapó la boca con la mano y miró a lord JOSEPH que la miraba fijamente, ella se puso colorada pero dio gracias a que la luz era mínima y casi no se le veía el rostro.

-Perdóneme, estoy diciendo incoherencias…

-No se preocupe, es normal en su estado.

-Se lo ruego, lord JOSEPH, explíqueme por qué, necesito saberlo…

-Deberá esperar a mañana… ya le dije que no era mi deber contárselo.

De repente, el coche se detuvo. La joven miró por la ventana y vio la espléndida mansión de lord JOSEPH. Una gran mansión construida con piedra dando la impresión de una gran fortaleza. Alrededor de la mansión había una gran extensión de jardín con algunos árboles repartidos por él.

-Hemos llegado…

Lord JOSEPH, se bajó del coche y ayudó a “TN” a bajarse. Luego se dirigieron a la entrada.

-Tiene una casa hermosa…

-Gracias.

No tan hermosa como tú. Pensó él.

Al entrar, “TN” vio el amplio recibidor donde se pudo apreciar varias puertas que conducían a varias habitaciones, justo frente a ella tenía las escaleras que conducían al piso superior, los escalones eran tan blancos que cualquiera diría que por allí pasaba gente todos los días. Sus paredes pintadas de color crema estaban decoradas con cuadros de hombres y mujeres de aspecto noble, “TN” supuso que serían antepasados JONAS ya que la mayoría poseían los hermosos ojos que tenía JOSEPH.

Al ver las ropas que lucían las mujeres de los cuadros, “TN” se acordó de una cosa.

-Perdone, lord JOSEPH.

-Dígame, lady “TN”…

-Es que, no tengo ropa de cama ni nada para cambiarme.

-Vaya, es verdad y el servicio no vuelve hasta mañana, me parece que tendrá que dormir con ese vestido o sin nada.

“TN” sorprendida e inconscientemente se llevó las manos a los pechos y lo miró.

-¿Sin nada dice?

-Aquí, desde la muerte de mi madre no ha vivido ninguna otra mujer…

-Pero a lo mejor la ropa de su madre…

-Lo siento pero está toda guardada y la guardó el servicio.

-Pero no puedo dormir con este vestido manchado de sangre y tampoco puedo dormir sin nada… necesito algo cómodo para dormir…

-Se tendrá que remediar hasta mañana… aunque se me está ocurriendo una cosa…

-¿El qué?

-Podría dejarle una de mis camisas, sólo por esta noche… mañana le diré a Gabriella o a Amanda que te busquen algo de ropa para que no te pongas ese vestido de nuevo…

Los pómulos de “TN” se volvieron rosados.

-¿Una camisa de usted? Pero… pero…

-No se preocupe por eso… ahora es cuando debe preocuparse…

-¿Por qué?

-Bueno, esto ha sido muy precipitado…

-Ajá.

-Por lo tanto, deberá dormir en mi habitación.

“TN” se sintió desfallecer, dormir en la misma habitación.

-Do… dor…- balbuceó la chica.

-Lo siento, no hay ninguna habitación preparada, sólo la de mi hermano.

“TN” notó que le faltaba el aire, dormiría en la misma habitación que lord JOSEPH.

-Evidentemente, no dormiremos en la misma cama, usted se quedará en la cama y yo en el sofá. ¿Se encuentra bien?

-Sí…- respondió con la voz ahogada- … sólo que… me ha pillado desprevenida…

-Lo siento, de verdad, si no quiere, puedo quedarme en mi despacho.

-Pero es su habitación, yo puedo quedarme en cualquier lugar…

-Ni hablar, usted se queda en mi cama, yo iré a mi despacho.

-No, podría venir el secuestrador de nuevo, quédese en su habitación.

-Si me quedo, me quedaré vigilando.

-Va… vale…

-Entonces, acompáñeme.

Los dos subieron las escaleras y se dirigieron a la habitación de lord JOSEPH. Era una habitación bastante espaciosa, con una gran cama con dosel, un amplio armario, dos sillones y un pequeño escritorio, en una de las esquinas había un biombo.

JOSEPH se dirigió al armario y sacó una camisa, luego se la tendió a ella.

-Puedes cambiarte detrás del biombo.

Ella cogió la camisa y se metió detrás del biombo. Este era de motivos orientales. La chica se desnudó y luego se puso la camisa, le llegaba hasta la mitad de los muslos.

-Lord JOSEPH …

-¿Sí?

“TN” asomó la cabeza por un lado del biombo y dijo:

-¿Podría darse la vuelta para poder meterme en la cama?

-Por supuesto…

JOSEPH se giró y la chica se dirigió a la cama, apartó la colcha y las sábanas, entonces se metió dentro, luego se tapó hasta el cuello.

-Ya puede girarse de nuevo.

JOSEPH volvió a mirarla, ella estaba colorada.

-Si le molesto, puedo irme a mi despacho.

-No, no se preocupe, de verdad.

-De acuerdo, entonces espero que descanse.

La chica asintió, se recostó y se tapó. Después de un rato, ella se quedó dormida profundamente. JOSEPH se sentó en uno de los sillones y se quedó mirándola. Era tan hermosa… Él no durmió en casi toda la noche, pensando en lo que había sucedido aquella noche. De repente, “TN” dio un suspiro a la vez que se daba la vuelta, consiguiendo destaparse y dejando sus esbeltas piernas al descubierto. JOSEPH la miró y se quedó sorprendido ante la imagen de la chica, cuando oyó que ella hablaba en sueños.

-No se moleste, lord JOSEPH … siento molestarle…

JOSEPH sonrió al oírla, luego se levantó y la volvió a tapar. Cuando se sentó de nuevo en el sillón, él también se quedó dormido. Por la mañana, “TN” se despertó y vio a lord JOSEPH dormido. Se levantó para asomarse a la ventana pero volvería a acostarse antes de que JOSEPH se despertara.

-Buenos días, lady “TN”.

La joven se asustó y se giró, allí estaba JOSEPH frente a ella. “TN” al darse cuenta, se escondió detrás de las cortinas, lo único que le veía era la cabeza.

-¡Lord JOSEPH!

-¿La he asustado? Lo siento, de verdad.

-¡Gírese!

-De acuerdo.

JOSEPH se giró, entonces, “TN” se metió de nuevo en la cama y se tapó hasta el cuello.

-Pensé que estaba dormido.

-Bueno, es que es fácil despertarme.

-Oh, lo siento.

-No, tranquila, ¿puedo girarme?

-Sí, ya estoy tapada.

JOSEPH se giró hacia ella.

-Siento haberla asustado.

-Oh, no se preocupe de verdad.

La chica se mordió el labio inferior, ruborizada y no se atrevía a mirarlo.

-Será mejor que vaya a buscar algo para desayunar y ver si ya han venido Gabriella o Amanda.

-Vale…- dijo ella sin mirarle.

JOSEPH salió de allí y bajó las escaleras. En el piso de abajo se encontraban Gabriella y Amanda. Esta última era una mujer esbelta, de una preciosa melena castaña recogida en un ajustado moño y ojos castaños claros.

-Gabriella, Amanda, al fin llegáis, tengo trabajo para vosotras…

-Díganos, señor- dijo Amanda.

-Bien, Amanda, quiero que busques un vestido de mujer para lady “TN” Lindsey.

-¿”TN” Lindsey, señor?

-Sí, anoche se quedó en esta casa, Gabriella deberás llevarle el desayuno a mi habitación.

Gabriella se quedó muda, una mujer en la habitación de lord JOSEPH. El gran amor de su vida, con otra en la casa. Sintió que el mundo se le caía encima.

-Gabriella, ¿te encuentras bien?- le preguntó JOSEPH al ver la cara de la chica que se había quedado pálida.

La chica lo miró y asintió una vez.

-Bien… podéis empezar ya, yo estaré en mi despacho, cuando lady “TN” esté lista que me busque allí.

-De acuerdo- dijo Amanda.

Después de eso JOSEPH se metió en su despacho y las dos sirvientas se fueron a la cocina. Gabriella preparaba el desayuno de “TN” pero su mente estaba perdida, como en otro mundo, sin darse cuenta, se le cayó una taza al suelo.

-¡Gabriella!

La chica se asustó al oír su nombre y se dio cuenta del estropicio que había hecho. Lentamente se agachó y comenzó a recoger los cristales rotos del suelo.

-Lo siento, Amanda…

-¿Se puede saber qué te pasa?

-No, nada…

-¿Segura? Cualquiera lo diría…

-Estoy bien, voy a llevarle el desayuno a la señorita Lindsey, tú ve a buscar el vestido…

La joven salió de allí con la bandeja y se dirigió al cuarto de JOSEPH.

por **PEZA** Sáb 19 Abr 2014, 8:22 pm

CAPITULO 6

-Adelante…

Gabriella abrió la puerta y asomó la cabeza.

-¿Señorita Lindsey? ¿Puedo pasar?

-Sí…

Gabriella entró y miró a “TN”, ella estaba tapada con las sábanas y la colcha hasta el cuello aunque pudo ver que llevaba una camisa de JOSEPH, eso le hizo sentirse furiosa pero hizo un gran esfuerzo en controlarse.

-Aquí le traigo su desayuno, lord JOSEPH nos hizo saber que se quedó aquí a dormir.

“TN” sonrió tímidamente y desvió la mirada, ruborizada. Sentía vergüenza por lo que la chica pudiera pensar de ella.

-Gracias…

Gabriella dejó la bandeja en el escritorio de JOSEPH, hizo una leve reverencia con la cabeza y salió de allí. “TN” al ver lo lejos que quedaba de su alcance la bandeja, no le quedó otro remedio que levantarse y dirigirse al escritorio.

Después de desayunar, Amanda apareció en el cuarto con un vestido nuevo para “TN”, la cual se lo puso sin dudar, ya había pasado bastante vergüenza.

-Lady Sairin, lord JOSEPH me dijo que la esperaba en su despacho.

-¿En su despacho?

-Sí, acompáñeme y yo le guío hasta allí.

-Muchas gracias.

JOSEPH estaba firmando unos papeles cuando tocaron en la puerta.

-Pasa…

La puerta se abrió y apareció Amanda seguida de “TN”. Ella estaba espléndida, llevaba un vestido celeste con algunas piedras esparcidas por el corpiño, poseía un gran escote y dejaba sus hombros al descubierto.

Amanda hizo una reverencia y salió de allí.

-Me dijo la sirvienta que debía venir aquí.

-Sí, su tía está a punto de llegar, le envié una misiva para que viniera cuanto antes.

-Ah… lord JOSEPH …, siento lo de antes, de verdad, no quería despertarle…

-No insista, la culpa fue mía por haberla asustado.

Ella lo miró y se ruborizó al recordar el momento en que ella estaba en la ventana y él la sorprendió tanto que tuvo que esconderse detrás de las grandes cortinas.

-Por favor, lady “TN”, siéntese.

La chica asintió y se sentó en una silla que había en el escritorio de frente a él.

Al momento se oyó el ruido de un carruaje, la puerta se abrió y Amanda bajó las escaleras con un sirviente para dar la bienvenida a la tía de “TN”.

-Buenos días, señora Brockway- dijo Amanda mientras el sirviente ayudaba a Julie a bajar del carruaje.

-Buenos días, vengo a hablar con lord JOSEPH y con mi sobrina, la señorita Lindsey.

-Acompáñeme, están en el despacho del señor, la están esperando.

Las dos entraron en la casa y se dirigieron al despacho, allí, Amanda tocó en la puerta y la abrió.

-Señor, la señora Brockway acaba de llegar…

-Hágala pasar- dijo JOSEPH.

Amanda se apartó dando paso a Julie. Esta entró y se acercó a su sobrina. La miró de hito en hito y percibió el rubor de sus mejillas.

-“TN”, ¿qué tal has pasado la noche?- preguntó mirando a lord JOSEPH.

-Bien, tía- dijo “TN” con una tímida sonrisa- lord JOSEPH ha sido muy amable conmigo.

Julie miró a JOSEPH y le dijo:

-Lord JOSEPH, le agradezco que se haya encargado de mi sobrina la noche pasada.

-No me lo agradezca, ha sido un placer ayudarla pero creo que debería comenzar a contarle a su sobrina lo que está sucediendo.

-Lord JOSEPH tiene razón, tía- dijo “TN”- quiero saber el motivo de mi intento de rapto.

-Bueno, es una historia un poco larga pero no me queda otro remedio que contártela. Todo sucedió el día que tú naciste. Fue un parto duro donde tu madre sufrió lo indecible, cuando te posaron en sus brazos, ella lloró de alegría y te dio un beso en la frente, recuerdo que dijo: “mi pequeña “TN””, de repente, se desvaneció.

>>Pensamos que estaba exhausta por el parto pero tu padre se dio cuenta de que no respiraba y que la cama estaba llena de sangre, había muerto. Jean se hundió en la desesperación, amaba mucho a Lillian y se metió en el mundo de la bebida.

>>Entonces una noche, estando en una taberna de mala muerte, comenzó a apostar en juegos de cartas, las primeras partidas fueron gratificantes porque consiguió bastante dinero pero a medida que pasaba le tiempo empezó a perder dinero, hasta que se vio en una auténtica ruina. Por aquella época tú tendrías unos cuatros años- dijo Julie mirando a “TN”, la cual atendía expectante la historia.

-Pero ¿qué tiene que ver todo esto con que intentaran secuestrarme?- preguntó “TN” confusa.

-Todo a su tiempo- dijo Julie- como te iba diciendo, tu padre perdía dinero a puñados, una noche, tu padre apostó algo, no sé el qué, sé que es algo de valor, y decidió no dárselo a la persona que había ganado la partida.

>>Tu padre fue perseguido durante unos meses por unos hombres, cuando yo me enteré, le ofrecí mi ayuda como buena hermana pero él me dijo que no quería verme inmiscuida en un problema que él debía solucionar.

>>Una noche, yo estaba despierta porque estabas mala con mucha fiebre cuando vinieron dos guardias a decirme que encontraron a tu padre muerto en un callejón, me dijeron que lo encontraron con una botella de brandy en la mano. Al parecer, todo apuntaba a que murió a causa de la bebida y esa fue la versión oficial aunque yo siempre supe que no fue así, cargando el peso del engaño durante tantos años.

>>Luego creciste, te hiciste toda una mujer como lo eres ahora y comenzaste a venir conmigo a los bailes de sociedad porque ya era hora de buscarte un marido y que no quedaras como una solterona. Tan pronto como te presenté en sociedad, recibí una carta de amenaza.

Julie le tendió la carta a su sobrina para que ella leyera la amenaza, después de leerla, “TN” miró a su tía.

-¿Por qué no me lo contaste?

-Preferí no hacerlo por si acaso fuera una falsa alarma pero entonces fue cuando sucedió lo del accidente y anoche lo del intento de secuestro. He hecho todo lo posible por protegerte pero por lo que se ve no ha sido suficiente.

-Tía, si me lo hubieras dicho, hubiera tenido más cuidado.

Julie acarició a su sobrina con ternura:

-Ya eres bastante retraída y no quería que vivieras en cautiverio en mi propia casa, necesitabas salir porque vivías inmersa en tus libros y no podía permitir destrozarte tu futuro, sé que fue un riesgo por mi parte pero quise correrlo. Ahora veo que no era lo más acertado.

-Señora Brockway, si me permite intervenir- dijo JOSEPH - creo que usted ha sabido llevarlo con entereza y es hora de que las autoridades sepan lo que está sucediendo.

-No- dijo “TN”- nadie tiene por qué enterarse de esto, primero necesito saber qué fue lo que apostó mi padre aunque creo saber qué es, pero no se va a enterar nadie de esto por el momento.

-Pero, hija- dijo su tía.

-No tía… es hora de que yo misma me encargue de mi situación, voy a descubrir quién mató a mi padre y qué es lo que quiere de mí.

Julie y JOSEPH la miraron, su tía con temor y JOSEPH con admiración mezclada con preocupación, se estaba arriesgando a poner en juego su futuro y hacía como si no le importara.

-Tía, necesito hacerlo, por la memoria de mi padre…

-Eso quiere decir que piensas quedarte en Inglaterra.

-Exactamente.

-Pero no te puedes quedar en nuestra casa, “TN”, irán a buscarte allí en cuanto pongas un pie allí. Deberías quedarte con lord JOSEPH, él sabrá protegerte.

“TN” la miró incrédula y luego miró a JOSEPH.

-¿Me estás diciendo que tengo que quedarme aquí y no volver a nuestra casa? Tía, no puedo…

-Si vuelves te arriesgas a que te atrapen de nuevo y te maten como han intentado hacer…

-¿Y pretendes que me quede con lord JOSEPH en su casa?

Para “TN” supondría verle todos los días y no poder evitarlo como lo hacía en los bailes de sociedad, su estancia allí se convertiría en una tortura permanente porque ella lo deseaba.

-Si a lord JOSEPH no le molesta, sí.

-A mí no me molesta, es más lo veo necesario, tal y como está la situación es una de las pocas personas en las que podemos confiar, por ahora, todos los amigos de su familia son sospechosos hasta que se demuestre lo contrario- dijo JOSEPH sonando convincente.

-Lord JOSEPH tiene razón, “TN”- Julie miró a su sobrina- sé lo que esto significa para ti…

“TN” no salía de su asombro.

-¿Y qué significa?

-Que te tengas que quedar en la casa de un desconocido para ti pero es la mejor solución, él sabrá protegerte, tiene un aluvión de hombres a su servicio que harían lo que fueran por su jefe y estoy segura de que harían todo lo posible por mantenerte a salvo.

-Su tía tiene razón, lady “TN”, mis hombres harán todo lo posible por mantenerla a salvo de cualquier amenaza.

-Tía, ¿esto significa que tendré que pasar todo el tiempo encerrada en esta casa? Tú sabes que odio estar mucho tiempo en un sitio cerrado.

-Lo sé… pero apuesto a que lord JOSEPH encontrará una solución para esa fobia- dijo Julie quien luego miró a JOSEPH y le dijo- verá, es que mi sobrina tiene como una especie de fobia a los sitios cerrados y no puedes soportar estar mucho tiempo encerrada en un lugar, como bien habrá visto, en los bailes de sociedad le gusta salir más que sea unos minutos al jardín para tomar aire porque siente que se asfixia, ¿cree que podrá encontrar una solución a eso?

-Por supuesto, su sobrina no es cautiva de nadie, podrá salir cuando quiera pero deberá estar en constante vigilancia por alguno de mis hombres- dijo JOSEPH pasando la mirada de Julie a “TN”- eso, en el caso de que decida quedarse en esta casa.

Julie también miró a “TN” esperando una respuesta, la joven no sabía qué hacer, por un lado, su tía tenía razón, estaba más segura en la casa de lord JOSEPH pero por otro lado, verle todos los días supondría una auténtica tortura.

Viéndose obligada a ver los pros y los contras de esa situación, asintió una vez, dando a entender que estaba dispuesta a asumir el riesgo de ver al hombre que amaba todos los días.

-Bien- dijo Julie aliviada de que su sobrina aceptara- será mejor que me vaya a mi casa y así hablar con Gaspard para que prepare un baúl con tus cosas.

Dicho esto, la mujer salió del despacho no sin antes saludar a lord JOSEPH y agradeciéndole que cuide a su sobrina, luego se subió en el carruaje y marchó rumbo a su casa.

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