Enemigos Extraños [Logan Lerman]

— No juegas conmigo ¿Verdad?—dijo Summer, sintiéndose débil de un momento al otro—. Nada de esto es un juego...
Logan negó con la cabeza, sintiéndose un poco avergonzado pero aceptando lo que sucedía.
— No sé qué me pasa—respondió un poco nervioso. Estaba reclinado hacia adelante, con los codos en sus muslos y con la espalda doblada—. Lo único que sé es que me siento diferente con respecto a todo últimamente—seguía mirando sus manos mientras decía eso.
— ¿Diferente cómo?—preguntó, insistiendo en que dijera algo que le diera más respuestas.
— Diferente—replicó un poco frustrado—. Aun no entiendo mucho. Déjame pensar un tiempo. Necesito estar solo.
— ¿Te desconcentro, Lerman?—dijo ella de forma juguetona y cuando el volteó a mirarla con ojos inexpresivos supo que era cierto lo que dijo—. ¿Lerman?—preguntó una última vez queriendo llamar su atención.
— ¿Sí?
— ¡Adiós!—exclamó golpeándolo en la cabeza y saliendo de allí rápidamente. Logan la miró mientras corría para alejarse y con lentitud se levantó.
Empezó a caminar rápidamente hacia ella y Summer al verlo empezó a correr aun más rápido.
— ¿Me dejaste por él?—gritaba Clarence—. ¡No puedo creerlo!
— Para empezar, tú me dejaste, pedazo de imbécil—empezó a decir Brenda y Clarence frunció el ceño—. Y a ti no te tiene que importar con quien carajos ando, porque estoy soltera. ¿se entendió?
— Me importa, Brenda, porque aun te amo—respondió y Brenda lo miró sin poder respirar.
— Lástima, amigo—dijo Eric colocándose frente a Brenda—. La perdiste por idiota.
Clarence miró a Eric enojado y se colocó como si lo pegaría. Eric empujó a Brenda a un lado antes de sonreírle amargamente, y luego volteó hacia Clarence.
— Así que ¿Quién eres tú?
— El novio de Brenda—respondió desafiante.
— Guau—respondió Clarence—. ¿Solo dos semanas y ya tienes novio nuevo?
— La conozco desde que teníamos 9 años. No hay nada fácil en Brenda—señaló el con una sonrisa de pena—. Pero lo que puedo preguntarte a ti es… ¿Tan desesperado estas?
— ¿Cómo que desesperado idiota?—preguntó, apretando sus puños y dientes.
— O sea, manejar como tres horas y buscar a Brenda por… no sé… la casa de William y luego venir a la ciudad y encontrarla accidentalmente en un restaurante. Creo que deberías conseguir algo que hacer con tu vida, amigo.
Eso fue suficiente para hacer que Clarence estirara su brazo hacia Eric y quisiera pegarlo, pero el rubio lo esquivo y agarró lo el brazo de él con habilidad. Lo detuvo en el momento y Clarence empezó a soltar gemidos de dolor.
— Suéltame, suéltame—repetía en voz débil.
— Te suelto si nos dejas en paz a Brenda y a mí—respondió, haciendo un poco más de presión para lastimarlo.
— ¡SI! ¡Suéltame, por favor!
— ¿Qué sucede?—preguntó Nathan acercándose y con una sonrisa Eric soltó a Clarence.
— Clarence está empezando a ubicarse donde pertenece—Clarence le dio una última mirada a ambos y caminó hacia el bar, alejándose de ellos.

Logan empezó a decir el nombre de Summer esperando por fin encontrarla porque no la veía más desde que bajo por las escaleras hacia donde se encontraba el muelle.
— Summer, enserio, por favor—dijo Logan mirando alrededor con un poco de desesperación en su voz. Luego sintió unas manos cubriendo sus ojos y sonrió—. Ya me estabas preocupando.
Volteó y vio a Summer con su cabello y vestido amarillo totalmente mojado. Le sonrió y ella fue hacia la punta del muelle caminando con lentitud, mientras él la seguía con las manos puestas en sus bolsillos.
— Luna llena—dijo ella, volteando y viendo a Logan mirar el cielo.
— Luna llena—repitió y la miró. Se acercó a ella lentamente y se colocó a su lado.
— A veces es bueno estar de esta forma contigo ¿sabes?—dijo Summer, exprimiendo el exceso de agua de su cabello—. Tranquilos… sin pelear.
Logan simplemente sonrió de forma leve y colocó una mano en la espalda de ella, acariciándola como gesto de que estaba de acuerdo. Ella lo miró, moviendo su cabeza hacia un lado y levantando un poco su mentón por la altura de Logan. El también dirigió sus ojos hacia ella y sintió como si todo su cuerpo se debilitara por la cercanía. Ambos siguieron allí, congelados por un momento hasta que Logan dirigió sus ojos a los labios de ella con grandes impulsos terminar esa distancia. Sus ojos examinaban por completo el rostro de la castaña y los de ella estaban clavados en sus ojos.
Lentamente se acercó, dejándola a ella hecha una estatua donde estaba y sintiendo como la respiración nerviosa y cálida de ella chocaba contra sus labios. Estaba por hacer contacto con sus labios cuando un rayo cayó, alarmándolos a ambos y trayéndolos de nuevo al mundo.
Logan y ella, abrieron sus ojos y se miraron incómodos. Logan aun sentía los grandes impulsos de ir hacia los labios de ella, pero se contuvo y se apartó, aun con una sensación de adrenalina correr por sus venas. Casi como si ella acelerara sus sentidos y los desconcertara también.
Ella volteó para retirarse pero luego miró a Logan de nuevo.
— A veces puedes ser tan idiota ¿lo sabías?—dijo ella enojada, y el levantó las cejas no entendiendo por qué lo decía.
— ¿Conoces ese dicho que dice “Eres lo que dices”?—ella soltó un gruñido y lo golpeó en el pecho antes de salir caminando aceleradamente de allí—. Para empezar ¿puedo saber por qué soy un idiota?—ella rió irónicamente y volteó, haciendo que Logan, quien estaba justo detrás de ella chocara contra ella. Lo empujó para que se aleje y el la miró atónito.
— ¿Quién te crees que eres? ¡Sé que planeaste todo esto muy bien! ¡Venir este verano con esa chica y luego terminar con ella y hacerme creer que te fijaste en mí! ¿ADIVINA QUÉ? ¡No voy a caer!—exclamaba enojada—. Y no te creo eso de que no sabes que sucede contigo, porque sé exactamente qué es lo que sucede contigo.
— ¿Ah sí? ¿Crees que lo de terminar con Stacy fue planeado? ¿Crees que quiero sentirme confundido?
— ¡No me importa si no fue planeado! ¡Siento que porque no está ella, ahora quieres alguien con quien estar y me usas para llenar ese vacío que tienes dentro! ¡no soy una maldita segunda opción, Logan!—exclamó y el negó con la cabeza.
— ¡No lo eres!—gritó mientras un trueno se unía a su respuesta. Se miraron por momentos eternos y luego Summer se volvió sobre sus pies y empezó a caminar.