The heroines {Novela Colectiva

Ame el capítulo   esto se pone cada vez,más y más emocionante,jfhgfjdkghdfg la profecía ya esta anunciada hahahahahahaha,más que perfecto,espero el próximo

Capitulo 8

Cassandra estaba aquí. Literalmente aquí, en frente mío. Abrazando a Tyson, ¡mi Tyson! Ugh ¿Por qué siempre alguien tiene que arruinar la paz en el campamento?
Todo estaba perfectamente bien sin Cassandra aquí, ella solo causa problemas, como todos los hijos de Hades. Sé que ella es mi prima, pero para mí es de esas primas con las que tienes que competir y son crueles cuando ellas ganan. Mis memorias con Cassandra no son las mejores, se los puedo asegurar.
Tyson la abrazaba como si se fuera a morir. ¡Por los Dioses del Olimpo! No es como si tuviera cáncer. Se supone que Tyson está de mi lado no del de ella. Esto me está estresando, ella viene y obtiene toda la atención como si nada, no es que este celosa, yo no tengo celos y mucho menos envidia de nadie. Soy hija de Poseidón, puedo controlar el agua como yo quiero, ¿Por qué tendría que estar celosa de alguien como Cassandra?
Sin aguantar me doy media vuelta, ignorando por completo la nauseabunda escena, encontrándome con un sonriente Jason. Seguramente viene para ver a su querida primita Cassandra.
 
-Supongo que tú tampoco eres gran fan de la hijita preferida de Hades. –Mencionó Jason acercándose. ¡Alguien ayúdeme! Mi sensual y prohibido primo esta jodidamente cerca de mí. ¡Oh Dios! Debería estar prohibido que se mordiera el labio de esa manera ¡Joder! Me he quedado viéndolo como babosa, ¡Joder Alex! Di algo.
 
-Ni que lo digas. Cassandra se ha ganado mi odio desde que éramos pequeñas. –Dije intentando no parecer nerviosa. En serio, tener un primo sexy no es fácil.
 
-Algo muy malo tiene que haber hecho para que la odies. Es nuestra prima Alex. –Pronuncio las palabras tan perfectamente que lograba que sudaran mis manos. No tiene derecho a regañarme, él tampoco ha sido amable con ella.
 
-Lo dices como si también estuvieras fascinado con su llegada, como el resto del campamento. Cassandra es del tipo de chicas competidoras que ama sacar en cara su victoria. Ella se ha ganado mi odio justamente, Jason. Si no sabes de qué hablas, no opines. –Reproche en su cara. Detestaba la manera que lograba enojarme tan rápido. Solo 3 personas logran hacer eso. Él, Percy y Cassandra.

-¡Por los Dioses del Olimpo! Alex, yo estoy tan disgustado cómo tú por la llegada de Cassandra.  Ella me molesta tanto como a ti. ¡Es una hija de Hades! ¿Cómo podría estar feliz con su llegada? No tengo tanta paciencia como Kissha y tú lo sabes. ¡Joder! Tú eres la que mejor me conoce en todo el campamento, Alex. ¿Cómo puedes dudar de que me moleste la llegada de una hija de Hades? –Respondió alterado. Soy una idiota, estar cerca de él me pone idiota. ¡Maldición! Él no es una excusa para mi idiotez. Yo soy idiota por naturaleza.
 
-Jason, yo… –Traté de responder, sin embargo la voz de Tyson me interrumpió junto con su mano que agarraba torpemente mi muñeca.
 
-Quirón quiere que vayas con las chicas. –Menciono mientras señalaba el grupo de chicas que anteriormente estaban rodeando a mi odiosa prima.
 
 
-¿Quiénes son? –Preguntó una chica nueva. ¿Qué hace ella aquí? Si llegó Cassandra se supone que es momento de la profecía.
 
-Yo soy Annabeth Chase, hija de Atenea. –La única que respondió fue esa cerebrito esclava de mi prima.
 
-Yo soy Clarissa Foster, hija de algui… –Dijo Clarissa. ¿Es solo mi idea o no piensa decirnos quién es su padre del Olimpo? Simple novata. Todos tienen qué saber quién es tu padre.
 
La nueva fue interrumpida por el desagradable oráculo. Percy nos había contado lo insoportable que era verlo a los luminosos ojos pero nunca imagine que fuera tan desagradable. El humo se dispersó por toda la polvorienta habitación.


"Las siete heroínas de los dioses surgirán. 
Hades, Zeus, Poseidón, Ares, Hermes, Apolo y Atenea serán
Solo ellas de las garras del titán se salvaran 
y su alianza perdurara"


El humo fue desapareciendo de a poco, hasta el momento que pude ver las expresivas caras de mis compañeras. La mayoría lucían sorprendidas, algunas aterradas, por mi parte estoy sin palabras. ¿Titán? ¿Se refería a Kronos?
 
-¿Qué… qué fue eso? –Preguntó Cassandra. ¿Es hija de Hades y no sabe lo qué es un oráculo? Sorprendente, simplemente sorprendente.
 
- Habéis escuchado una nueva profecía, que se refiere a cada una de ustedes. –Respondió Quirón. Es un metiche, seguramente estuvo espiando todo este tiempo.- Cada una de ustedes tiene un poder oculto. –Volvió a hablar. Uhm no creo que sea tan “oculto” para mí.
 
-Y ¿Qué vamos a hacer? –Pregunté. Sabía que ahora teníamos que destruir a un titán pero ¿por dónde empezamos?
 
- Ahora las siete os iréis con un grupo de gente a Nueva York, cuando Percy vuelva irán los demás.-Dijo Quirón. Un segundo. ¿Nueva York? ¿Iremos al portal?

- Espera, ¿Percy se fue? ¿A dónde? –Preguntó Annabeth. Me quede mirándola y al parecer no fui la única. ¿A está loca le gusta Percy? Bien merecido tiene el puesto de loca.

- No hay tiempo. –Respondió Quirón- Argos os llevara hasta allí.
- ¿Que vamos a hacer aquí? –Preguntó Ariadne. Otra chica que no sabe dónde está parada, ¡Por los Dioses del Olimpo! Alguien que les enseñe un poco a estas chicas.

- Proteger el Olimpo. –Respondió mi prima buena, Kissha- Debemos elegir una líder, yo propongo a Annabeth. -Escogió Kissha. ¡Joder! ¿Por qué la cerebrito?

- Coincido con Kissha, deberías ser tu Annabeth, al fin y al cabo tu madre es la diosa de la estrategia y el plan de batalla. –Respondió de acuerdo mi otra prima. ¿Es enserio esto?

Todas asintieron excepto yo. ¡Joder!  Annabeth era nuestra líder. Llegamos al Empire State, dónde solo estaba un tonto portero parado en la puerta, obviamente.

- Queremos subir al piso 600. –Dije imponiéndome.

- Lo siento, ese piso no existe. –Dijo él, haciéndose el indiferente. ¿Pensaba que le diríamos eso si fuéramos simples mortales?

- Una pequeña pregunta. –Dijo Luna. ¡Por favor que diga algo inteligente!- ¿Nos toma por estúpidas? –Preguntó enarcando una ceja. ¡Al fin alguien que sabe ocupar el sarcasmo!

- Les digo que no existe. –Volvió a negar el estúpido. ¿Esto es enserio?

- Se lo pediré amablemente. –Dijo Cassandra. - Si no quiere que el suelo que está bajo sus pies se abra y te quedes encerrado en el inframundo, déjanos pasar, o si no sufrirás mi ira. –Dijo con una sonrisa brillando en sus labios. Ahí está la prima cruel de la que les hablaba. Bruja.

- Adelante. –Dijo el idiota. Por lo menos Cassandra sirve para asustar.

Las siete subimos al ascensor. Íbamos demasiado apretadas. ¡Esto es un infierno! Bueno no sé lo que es el infierno, tal vez debería preguntárselo a Cassandra. Los números iban aumentando tan lentamente que siento que no llegarán nunca al 600. Hasta que finalmente estábamos en el condenado piso 600.

- Ya están aquí nuestras heroínas. –Dijo Ares. Simple adulador, si viejo llegamos a salvarte la raja a ti y al Olimpo.

Hellouuu:

A me he encanto el capitulo, espero que podamos arreglar las cosas entre Cass y Alex.

Siiii, me dolía escribir a Alex siendo tan mala con Cass.

Poco a poco, en algún capitulo podrían discutir o algo parecido

Puede ser, así hacemos la enecé más interesante. "Rivalidades entre primas", ah.

Woooooooooooooooooow, Alex si que tiene un caracter... amm... dificil de tratar(? :P
Amo que haya una rivalidad entre las primas, es que no se, siempre en las novelas todos son amigos y esta bueno que por una vez no sea asi, que sea mas como en una vida real, en donde pueden haber rivalidades antes que amistad.
En fin, me gusto :D
Ella tiene un carácter que me hace recordar un poco a mis pensamientos cuando estoy molesta y el sexy de Jason se le acercaba demasiado OMG Alex casi hiperventila ahi mismo  :calor:  jaja y bueno, como para no comprenderla xD Jason todo sexy*-* sdhbdsfgvdsjvfd ¿pasara algo entre ese par?   

Me encanto el capitulo!! Y subire el mio pronto, en cuanto lo escriba xD jaja

Besos!!

jfghdfjghfdkfg me encanto el capitulo,wuao Alex tiene un carácter un poco fuerte(?), ame el cap, tu forma de narrar es perfec :D...espero el proximo cap ansiosa

Capitulo 9

Salí de la ducha más corta que pude haberme dado en la vida, el agua era tan fría que no habría estado más de cinco minutos, de todos modos. Podía sentir el agitamiento del campamento, los semidioses corriendo de un lado a otro, como cuando estás en el colegio secundario y hay un nuevo chisme jugoso. Las hijas de afrodita debían estar encantadas con ello.
Termine de ponerme mi camiseta del campamento, la cual –honestamente– detesto, más que nada porque el color naranja no va con el color de mi cabello y termine de atar los cordones de mis botas de combate, mamá odiaría que yo saliera a algún lugar sin ellas, por lo tanto, una vez arreglada salí de mi cabaña. Tenía hambre por tanto entrenamiento y me preguntaba cuando podríamos desayunar, pero al llegar al comedor, no había nadie.
—Hey, ¿sabes donde estas los demás? –pregunte a un chico con rasgos asiáticos, el señalo hacia adelante.
—Creo que allí.
—Gracias –le sonreí y seguí mi camino.
Efectivamente allí se arremolinaba la mayor cantidad de mestizos del campamento, como cuando teníamos nuestras fogatas, excepto que esta vez no había ninguna, sin embargo, allí estaba Cassandra; hija de Hades, hermana de Nico Di Angelo.
Por alguna razón, recordar a Nico hizo que recordara la primera vez que nos conocimos, cuando yo no tenía ni idea de quién era o porque las personas solian evitarlo y dejarlo atrás, usualmente su única compañía era Cassie y a veces Percy o Annabeth.
Recordé que Nico dejo el campamento exactamente el mismo año en que yo llegue y eso me puso algo melancólica, porque había esperado que fuéramos amigos la primera vez que me di cuenta de que siempre había estado en el campamento, escondido entre las sombras.
Aquella noche, luego de haber lanzado nuestras ofrendas a los dioses, observaba a Cassandra con demasiada curiosidad, recuerdo que pensaba que ser hija de Hades debía ser bastante interesante y no es que no me gustara ser la hija del dios de la guerra, simplemente… Digamos que tenía un sentimiento extraño, como si quisiera saberlo todo sobre ese par de hermanos.
Cassie me había captado mirándoles desde mi mesa de los hijos de Ares, lo cual, no me había hecho ruborizar porque soy algo desvergonzada, pero si me hizo sentir atrapada, como si me hubieran descubierto robando o algo por el estilo. Desvié la mirada a mi plato y trate de dar algún bocado a mi pizza, era injusto que mi padre se quedara con la mejor parte, amaba la pizza con doble queso y el la obtenía para sí mismo. Bah, aleje el plato y sin quererlo desvié mi mirada nuevamente a la mesa de Hades, Cassie le susurraba algo a su hermano y miró de nuevo hacia mí, sonriendo de forma divertida y luego, supongo que dijo algo a Nico que le hizo ponerse de pie y darse la vuelta para marcharse. Me encogí en mi asiento sintiéndome una estúpida por mirarles tanto y cuando alce la mirada, Nico venia caminando hacia nuestra mesa, en realidad pasando por el pasillo que había entre la nuestra y la de Hefestos, aunque antes de haberse alejado por completo, el miro hacia mi dirección. Parecía tan serio y seguro de sí mismo, que maldije por dentro, ¿Cómo es que un chico que es un año menor que tu, parece incluso más grande? Trate de mantener su mirada, con el mentón en alto y la apariencia más relajada que logre conseguir, acariciando el collar en mi cuello, con la forma de una llave de plata antigua. Un regalo de mi padre.
Nico se detuvo allí, sin decir nada y pude sentir a mis hermanos comenzar a cuchichear y mirar en su dirección, era tan malditamente incomodo, ¿Qué esperaba este chico? Supongo que una explicación de por qué le miraba como acosadora hace un momento, tal vez debía considerar unirme al club de fans que él tiene de las chicas de afrodita. Demasiado curiosa, decidí hablar primero.
—Hum, hola –murmure–. ¿Necesitabas algo?
—Hija de Ares –pronuncio ignorando mi pregunta, fruncí el ceño y me retorcí en mi asiento, sus ojos eran tan negros que parecía que estuviera viendo unos posos oscuros sin fondo.
—Eh… Sí, soy hija de Ares –Mire hacia mi mesa, dándole a entender que era obvio.
Por un momento su postura de chico confiado vacilo y rasco la parte posterior de su cuello, como si el pensara que su suposición era estúpida. Sentí pena.
—Pero es bueno que preguntes, creo –Me apresure a decirle–. ¿Y tú eres?
Trate de fingir que no lo sabía, tal vez así el se relajaría un poco y pareció funcionar, sus hombros se relajaron y me tendió una pálida mano con un poco de timidez.
—Soy Nico Di Angelo –Se presento–, hijo de Hades.
—Mucho gusto, Nico –acepte su mano, dándole un leve apretón, sintiendo sus dedos fríos a comparación de mi palma sudorosa, me asuste porque el notara eso y la aparte, dejándola descansar en mi regazo. El miro hacia el suelo bajo sus pies y soltó un suspiro.
—Hum, bueno… Fue un gusto, eh…
—Oh, que idiota soy –dije comenzando a ruborizarme de verdad–. Soy Ariadne Von Hausen.
—Ariadne –repitió–. Originalmente griego pero tú lo llevas en variante alemán.
Yo sabía cual era el significado de mi nombre y porque mamá intencionalmente me llamo así, pero escucharlo de él sonó lindo, sonreí levemente y el aclaro su garganta.
—Bien, tengo que irme pero eh… Bienvenida al campamento.
—¿Bienvenida de parte de la cabaña de Hades? –pregunte emocionada. Cool–. Gracias.
Asintió una vez mas hacia mí y se fue, dejando una cálida sensación de que tal vez, había hecho mi primer amigo formal en el campamento, me gire para verlo irse, pero ya se había marchado. Recuerdo haber estado emocionada por conocer a un amigo nuevo, que no fueron los de mi cabaña, pero al poco tiempo después, el se había marchado para siempre. Me pregunte si ahora que Cassie había vuelto, el también lo haría, quería preguntarle a ella, no sé porque mi curiosidad con respecto a él era tan grande, pero esperaba no parecer demasiado acosadora frente a su hermana. Sería algo incomodo.
Cuando finalmente me acerque al frente y pude verla, Annabeth se encontraba abrazándola y haciéndole preguntas. Quirón se acerco a ellas e interrumpió la corta interrogativa de la rubia hacia la morena.
—Es bueno verte aquí de nuevo Cassandra –Le dijo–, veo que el chico Di Ángelo lo hizo bien.
—¿Fue usted el que le pido que me trajera? ¿Para qué? –Le pregunto ella.
—Ustedes siete –Fue señalando a Annabeth, a Cassie y luego siguió con Kissha y Alex, me sorprendió cuando me señalo a mí y luego vi que apunto hacia Luna y una chica que no había visto nunca en el campamento–. Síganme.
Estaba tan aturdida por la sorpresa, ¿Quirón me había llamado a mí también? ¿Estaba realmente haciéndolo? Es que, no comprendía, yo no soy gran cosa en el campamento e incluso si quería una hija de Ares, podría haber llamado a Clarisse, ella es más fuerte que yo. Como pude, obligue a mis pies a moverse y las siete seguimos a Quirón hasta la casa Grande, Dionisio no se hallaba cerca y agradecía aquello, ese tipo siempre me había dado algo de miedo. El nos guió hasta adentro de la casa y nos indico que subiéramos al desván, donde la vieja momia del oráculo se encontraba. Él se fue y nos dejo solas sin ninguna respuesta y vaya que tenía cientos de preguntas que hacerle, sobretodo porque mi lado curioso comenzaba a surgir y a inquietarme, sentía la necesidad loca de estar en movimiento, me sentía rara estando solo de pie. Todas nos miramos entre sí pero nadie dijo nada, hasta que finalmente, la muchacha que no conozco, de entre todas las presentes, hablo.
— ¿Quiénes son?
— Yo soy Annabeth Chase, hija de Atenea –respondió Annabeth y todas nos presentamos.
— Yo soy Clarissa Foster, hija de algui...
Clarissa no pudo terminar su frase y me sentí curiosa al respecto, ¿de quién era hija? Sin embargo, no iba a preguntar, los ojos del oráculo se habían puesto a brillar como dos aterradoras linternas dentro de una calabaza de halloween, su boca se abrió echando un humo que cubrió toda la habitación y nos impidió poder ver a nuestro alrededor, todo era difuso y extraño y el oráculo muerto hablo.

El humo fue desapareciendo para nuestra suerte y finalmente pudimos ver en donde estaba cada una, con esas expresiones de incredulidad, miedo, curiosidad o incluso confusión, sea cual fuera nuestra reacción, creo que en el fondo nos sentíamos iguales.
¿Había sido elegida como la hija de Ares, por encima de mis hermanos? Casi me hecho a reír de lo absurdo que parecía, porque no es que me tuviera poco cariño o confianza, pero no llevo tanto años aquí como los demás y mirándolo de esa forma, Clary no era tan antigua como yo y sin embargo aquí estaba, así que supuse, que simplemente éramos importantes en esta profecía.
—Que... ¿Que fue eso? –Cassie pregunto.
—Habéis escuchado una nueva profecía, que se refiere a cada una de ustedes –Nos dijo Quirón, robándose miradas curiosas de nuestra parte–. Cada una de ustedes tiene un poder oculto.
—¿Y qué vamos hacer? –pregunto Alex.
—Ahora las siete se irán con un grupo de gente a Nueva York, cuando Percy vuelva irán los demás –Nos informo. ¿Percy Jackson se había ido? Alce una ceja ante aquello, no me agradaba él, pero eso no quería decir que no supiera lo valioso que es para nuestro campamento. Para nuestra supervivencia.
—Espera, ¿Percy se fue? ¿A dónde? –pregunto Annabeth, todas la miramos y ella se sonrojo.
—No hay tiempo –dijo Quirón–. Argos les llevara hasta allí.
La furgoneta del campamento era blanca y traía un rotulo que decía: Fresas Delfos, él sobrenombre del campamento para los mortales. Argos, era el jefe de seguridad del campamento y nos estaba esperando para el viaje. Me aferre a mi llave una vez más, como aquella vez en que Nico me hablo por primera vez y me apoye contra la puerta, deseando poder solo asimilar que quizás nos enfrentemos a Cronos y ni siquiera se cual es mi poder oculto. ¿Por qué Ares no me explico nada de esto? Era injusto, no estoy preparada para una batalla aun, temo fallarles a las chicas.
Mientras viajábamos, tratamos de conocernos y entablar un lazo entre todas, después de todo, necesitábamos confiar la una en la otra si queríamos vencer. Annabeth le hablaba a Clary y yo solo podía pensar que esta era la razón por la cual regreso Cassie, para que pudiera enterarse de nuestra destino como las demás. A pesar de ir juntando piezas en mi cabeza, seguía estando con dudas sobre todo y no podía quedarme callada mucho tiempo cuando algo se cruzaba en mi mente.
—¿Qué vamos a hacer aquí? –finalmente pregunte.
—Proteger el Olimpo –respondió  Kissha–. Debemos elegir una líder, yo propongo a Annabeth.
Pensé en que era buena idea, ella podría crear estrategias que nos salvaran el pellejo, ella podía saber nuestros puntos fuertes y débiles también, para poder acomodarnos en las batallas. Cuando estuvimos de acuerdo –aunque note que Alex no lo estaba del todo–, llegamos al Empire State. Mi boca callo del asombro, lo había visto en fotografías pero nunca en persona, lo cual era absurdo porque mamá había venido mucho a New York. El problema era que vivimos en Los Ángeles y usualmente no me gusta viajar a otras ciudades, estoy harta de ellas.
El tipo en la recepción del edificio ni siquiera nos miro hasta que Alex hablo.
—Queremos subir al piso 600.
—Lo siento, ese piso no existe –dijo él con indiferencia. ¿Y ahora qué? ¿nos teníamos que ir? Tal vez había un error y no podíamos entrar por aquí.
—Una pequeña pregunta –hablo Luna–. ¿Nos tomas por estúpidas?
—Les digo que no existe –Volvió a negar.
—Se lo pediré amablemente –dijo Cassandra–, si no quiere que el suelo que está bajo sus pies se abra y te quedes encerrado en el inframundo, déjanos pasar o si no sufrirás mi ira. –sonrió, también sonreí.
—Adelante –respondió esta vez, temblando como un animalito asustado.
No sabía que el ascensor fuera tan… Pequeño, me sentí algo apretada y sé que las demás también, íbamos siete personas allí adentro. Parecía que los números no avanzaban más, desde la planta 100 a la 200 y finalmente nos acercábamos a la 500… Solo unos pocos más, pensé en rogarles a los dioses, si nos necesitaban, que por favor llegásemos rápido. La planta 600 se hizo finalmente aparecer ante nosotras y las puertas se abrieron.
—Ya están aquí nuestras heroínas –dijo Ares, mi padre.
—¿Pa-papá? –balbuce con torpeza, mientras daba un paso vacilante, no esperaba encontrármelo.
—Hey ahí chica –sonrió con suficiencia–. Sabía que me ibas a enorgullecer tarde o temprano, ¿llegaron todas bien? –Miro de forma desinteresada hacia las demás, ocultando sus llameantes ojos detrás de sus gafas de sol y ancho su sonrisa.
—¿Qué hace aquí? –espeto Alex, bastante molesta, podía notarlo por su semblante endurecido, era el efecto que causaba Ares en las personas, las hacia enfurecer.
—Las escolto al Olimpo, niña, ¿Qué más? Síganme.
Se giro ignorándonos por completo y comenzó a caminar, Alex apretó sus manos en puños y dijo unas palabrotas mientras seguíamos a Ares, el lugar frente a mis ojos era simplemente increíble, no podía dejar de verlo todo con asombro. Era hermoso. Me detuve embobada mientras veía todo bajo nuestros pies, lo cual me causo algo de nauseas, alguien choco contra mi espalda y me gire algo apenada.
—Lo siento Cassie, me distraje –murmure.
—No importa –Se encogió de hombros, algo aturdida también–. ¿Crees que los demás dioses estén allí también?
—No lo sé –Suspire, pensando en algo mas pero no sabía cómo preguntarle–. Hum… Oye Cassie, ¿puedo preguntarte algo?
—Dime.
—Humm… Esto… ¿Cómo llegaste al campamento?
—Nico me trajo –Algo brillo en sus ojos–, pero él no se quedo.
—Oh, hum… Qué bueno que te acompaño entonces, aunque es una lástima que no se quedara, digo, sería útil en la batalla.
—Seguro que si —Ella parecía querer reír de mi rostro pero se contuvo, soy una loca balbuceante ahora mismo.
—Bu-bueno, será mejor que sigamos.
Pero mientras continuábamos el largo camino hacia el edificio más grande del lugar, no dejaba de pensar en que tal vez, solo tal vez… Aquellos ojos oscuros viéndome desde el bosque habían sido los de Nico, ¿pero y si solo me equivocaba? ¿Por qué él iba a mirarme? Quizá se acordó de mi, quizá recordó nuestra corta conversación en la cena tres años atrás, cuando era tan solo un chico de trece años y yo tenía catorce pero tampoco podía solo pensar en ello, ¡algo estaba a punto de suceder en el Olimpo, por los dioses! Tengo que enfocarme en esto, al menos si realmente deseo seguir con vida.

¡Abreme y te doy nectar!:

May! Me encanto el capitulo. Espero que Moony siga pronto.
Cassie sospecha que Ari esta por Nico, whoah! ni que fuera hija de afrodita.

Patry y Cia escribió:May! Me encanto el capitulo. Espero que Moony siga pronto.
Cassie sospecha que Ari esta por Nico, whoah! ni que fuera hija de afrodita.

Gracias Patry y por ser la unica en comentar :( okya xD
jaja Cassie tiene poderes ocultos(? pero tal vez sospecha, tal vez solo le decia a Nico que alguien le miraba demasiado(? quien sabe?
Solo tu sabras que hara tu personaje xD yo solo lo puse porque es la hermana de él y queria que fueran conociendo entre ellas, para ser amigas<3

besos!!

May acabo de leer tu capitulo,me fascinó,no se si ya te lo había dicho pero amo tu manera de narrar,djhfjghfdghfjkgg la forma en como Ari conoció a Nico :3,simplemente perfecto hahahahaha me dejaste con ganas de leer más :D...Espero el próximo cap :*

Ah que, ya me toca. Subire el lunes lo prometo.
Y May, me gusto mucho tu capitulo agdhshda<33

¡May! Amé como Ari y Nico se conocieron lsdhjcshkjcsdckjb Nico me mata, tiene poder sobre mi(? Idk. Me encanta como escribes, espero el cap de Moony  

Oh muuchas gracias chicas ♥ asdhskdhdsdhasbds Nico es demasiado dsabdsabksa enamoraría a cualquiera*-* haha