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Skin hecho por Hardrock de Captain Knows Best. Personalización del skin por Insxne.
Gráficos por y codes hechos por Kaffei e Insxne.
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Aunque no puedo verte|Harry Styles & tu|
O W N :: Archivos :: Novelas Abandonadas
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Página 5 de 57. • 1, 2, 3, 4, 5, 6 ... 31 ... 57
Re: Aunque no puedo verte|Harry Styles & tu|
Ow, me alegra que te guste tanto:3 Hola jessie, una de mi amigas se llama asi XDD ya la sigo bb <3 xx (bienvenida)Teti. escribió:¡Hola! ¡Nueva lectora! Esta novela ha logrado lo que ninguna otra ha logrado en mí... Créeme, cada capítulo, lloré. Cada capítulo... ¡Espero que la sigas pronto! ¡Es genial! Por cierto, me llamo Jessie. Pero me puedes decir Teti, o Jess. Soy de Paraguay y tengo 12 años ;). ¡Besos y abrazos! ¡Síguela pronto!
Javiera♥
Re: Aunque no puedo verte|Harry Styles & tu|
Capitulo 14:
Corrí por las grandes avenidas rumbo a la parada del autobús que me llevaba directo a casa de Harry. Estuvieron a punto de atropellarme dos veces mientras corría como una verdadera suicida.
Nada me importaba. Necesitaba llegar.
Mi celular sonó nuevamente y respondí casi al primer timbrazo.
—¿Gemma? —dije sin siquiera ver el identificador.
—Estamos en la ambulancia rumbo al hospital Wellington. —me dijo con la voz entrecortada.
—Voy para allá. —dije sin más. Colgué el teléfono con fuerza mientras metía mis dedos a mi boca para silbar hacia a un taxi que acababa de pasar. El auto frenó en seco y yo corrí hacia él. Me metí en la parte de atrás y le di indicaciones.
Cuando llegué al hospital, corrí hasta la entrada de urgencias y pude ver a Gemma.
Sus ojos estaban manchados de maquillaje corrido por las lágrimas. Lloraba desconsoladamente. Me acerqué a ella y puse mi mano en su hombro. Pegó un bote al darse cuenta de que yo estaba ahí y se levantó echándose en mis brazos.
—Estaba tan asustada —sollozó contra mi hombro.
Yo no podía hablar. Yo también estaba aterrada. El corazón me latía a mil por hora, tenía un nudo increíblemente grande en mi garganta, las lágrimas me escocían los ojos, temblaba de pies a cabeza y sentía que iba a vomitar en cualquier segundo de la ansiedad que sentía.
—Mamá ya viene en camino —dijo separándose de mí para verme la cara. Su expresión pasó a ser cargada de horror. —. ¡Dios mío!, ¿_______, estás bien?
Las lágrimas comenzaron a salir de mi rostro. Las sequé rápidamente pero Gemma me abrazó con fuerza contra su pecho.
—¡Oh, lamento tanto haberte asustado! —dijo con voz arrepentida.
Me sequé los ojos con las mangas de mi jersey e intenté lucir valiente.
—Familiares de Harold Edward Styles —dijo la voz de una mujer detrás de nosotras.
Me giré sobre mis talones y caminé rápidamente hacia ella.
Lucía relativamente joven. Su cabello entrecano estaba atado en un moño apretado y usaba anteojos.
—¿Parentesco? —dijo con severidad.
—Soy su hermana —musitó Gemma.
La mujer se aclaró la garganta.
—No sucedió nada grave. Tuvo una contusión, está en observación en éste momento pero está consciente. Se fracturó una muñeca, pero es todo. Podrán pasar a verlo en unos minutos más. Está en la habitación doscientos seis de éste piso. —nos dijo la mujer con una sonrisa tranquilizadora.
Sus palabras fueron un bálsamo para mis oídos.
Mi corazón disminuyó su ritmo y sentí todo mi cuerpo des tensarse por completo.
Me llevé una mano al pecho intentando respirar con normalidad pero era casi imposible. Comencé a inhalar aire con fuerza pero el aire no llegaba a mis pulmones.
"¡No otra vez!" pensé mientras comenzaba a ver borroso al no recibir oxígeno en el cerebro. Me hinqué en el suelo de la sala intentando respirar. Estaba teniendo un ataque de asma.
Era asmática de nacimiento, pero mis ataques eran realmente esporádicos. Era muy rara la ocasión en la que los ataques me asaltaban.
—¡_______! —escuché la voz de Gemma gritar con horror.
Busqué en mi bolsillo trasero del pantalón y, con dedos trémulos, saqué mi inhalador, me lo llevé a la boca y aspiré sintiendo mi garganta abriéndose y el aire circulando por mi pecho. Cerré los ojos con alivio y murmuré —Estoy bien, Gemma..., tengo asma.
—¿Pero estás bien? —dijo con ansiedad en la voz.
Asentí lentamente antes de ponerme de pie. —Ve a ver a tu hermano. Debe estar desorientado. —dije sonriendo débilmente.
—Vamos juntas —me dijo tomándome de la muñeca mientras tiraba de mi rumbo a la habitación donde nos habían dicho que lo tendrían.
Gemma entró casi corriendo y se echó sobre la cama con brusquedad mientras abrazaba a Harry por el cuello. Tenía aspecto pálido y su brazo izquierdo estaba enyesado.
Yo tenía ganas de hacer lo mismo que ella pero me contuve y miré la escena desde la puerta.
—Estoy bien —lo escuché murmurar mientras besaba el cabello de su hermana.
—¡Oh, Hazz!, ¡Estaba tan asustada! —gimoteó Gemma. —. Mamá no debe tardar en llegar.
Harry sonrió cansadamente y pude ver una sombra de sus hoyuelos asomarse. De pronto, frunció el ceño. —¿Gemma? —dijo en voz baja.
—¿Qué? —dijo ella.
—¿Estuviste con _______? — mi corazón dió un vuelco.
Gemma se incorporó sonriendo y diciendo. —¿Huelo a ella?
—Bastante —dijo Harry con una media sonrisa dibujada en su rostro.
—Estoy aquí —dije con voz ronca.
Pude notar como su cuerpo se tensaba por completo al escuchar mi voz.
Gemma se levantó de la cama y dijo —Iré a llamar a mamá. Debe estar vuelta loca.
Caminó hacia la entrada de la habitación y salió mientras sacaba el móvil.
Yo me quedé paralizada en mi lugar. Mi corazón latía en mi pecho con mucha fuerza, mis manos me temblaban y lo único que quería era tirarme a sus brazos.
—Hola... —susurró con voz ronca.
Me aclaré la garganta y dije —Hola.
—¿Estás bien? —dijo él con gesto ansioso.
Yo sonreí mientras decía —Esa pregunta me tocaba a mí. ¿Estás bien?
Él sonrió tristemente. Ningún hoyuelo atravesó su rostro y entonces supe que su sonrisa no era sincera —Si —dijo. -. ¿Tú?
—Estoy bien —dije intentando sonreír.
El silencio incómodo se hizo presente. Lucía abatido, cansado, dolido...
—No quiero estar así contigo. —dijo en voz baja.
—No estamos de ninguna manera, Harry —dije intentando sonar normal.
—Te besé —dijo. Como si yo hubiera podido olvidarlo.
—Y yo te besé —dije con la voz entrecortada.
Cerró los ojos con fuerza. —Lo lamento —dijo casi en un murmullo.
Suspiré pesadamente y cerré los ojos, consciente de lo que iba a decir:
—Yo no lo lamento. —dije.
Harry abrió los ojos como platos mientras abría la boca para hablar pero lo interrumpí.
—Comprendo perfectamente que lo lamentes. Yo tampoco quería que las cosas se pusieran extrañas entre nosotros pero, pasó —bajé la mirada incapaz de mirar su reacción por lo que estaba a punto de hacer —; pero no lamento para nada haberte besado, que me hayas besado..., como quieras verlo. Para mí, fue especial.
Cerré los ojos con fuerza mientras escuchaba a mi propia voz temblorosa decir —Tú a mí, si me gustas. Para mi ése beso si significó algo; yo si sentí algo, yo si siento y sentiré algo por ti, pero comprendo que ésto es así. A veces se gana, otras no.
Sólo quiero... —suspiré intentando no llorar —, si tú me lo permites, estar a tu alrededor. Yo... —una lágrima se me escapó de los ojos y la sequé rápidamente. —, yo te considero mi amigo. Me gusta estar contigo y, si tengo que fingir que nada pasó sólo para estar cerca de ti, por mi está bien.
—_______, por favor, no me hagas esto —dijo la voz torturada de Harry. —¿Acaso no lo ves?
—¿Ver qué? —dije confundida.
Nada me importaba. Necesitaba llegar.
Mi celular sonó nuevamente y respondí casi al primer timbrazo.
—¿Gemma? —dije sin siquiera ver el identificador.
—Estamos en la ambulancia rumbo al hospital Wellington. —me dijo con la voz entrecortada.
—Voy para allá. —dije sin más. Colgué el teléfono con fuerza mientras metía mis dedos a mi boca para silbar hacia a un taxi que acababa de pasar. El auto frenó en seco y yo corrí hacia él. Me metí en la parte de atrás y le di indicaciones.
Cuando llegué al hospital, corrí hasta la entrada de urgencias y pude ver a Gemma.
Sus ojos estaban manchados de maquillaje corrido por las lágrimas. Lloraba desconsoladamente. Me acerqué a ella y puse mi mano en su hombro. Pegó un bote al darse cuenta de que yo estaba ahí y se levantó echándose en mis brazos.
—Estaba tan asustada —sollozó contra mi hombro.
Yo no podía hablar. Yo también estaba aterrada. El corazón me latía a mil por hora, tenía un nudo increíblemente grande en mi garganta, las lágrimas me escocían los ojos, temblaba de pies a cabeza y sentía que iba a vomitar en cualquier segundo de la ansiedad que sentía.
—Mamá ya viene en camino —dijo separándose de mí para verme la cara. Su expresión pasó a ser cargada de horror. —. ¡Dios mío!, ¿_______, estás bien?
Las lágrimas comenzaron a salir de mi rostro. Las sequé rápidamente pero Gemma me abrazó con fuerza contra su pecho.
—¡Oh, lamento tanto haberte asustado! —dijo con voz arrepentida.
Me sequé los ojos con las mangas de mi jersey e intenté lucir valiente.
—Familiares de Harold Edward Styles —dijo la voz de una mujer detrás de nosotras.
Me giré sobre mis talones y caminé rápidamente hacia ella.
Lucía relativamente joven. Su cabello entrecano estaba atado en un moño apretado y usaba anteojos.
—¿Parentesco? —dijo con severidad.
—Soy su hermana —musitó Gemma.
La mujer se aclaró la garganta.
—No sucedió nada grave. Tuvo una contusión, está en observación en éste momento pero está consciente. Se fracturó una muñeca, pero es todo. Podrán pasar a verlo en unos minutos más. Está en la habitación doscientos seis de éste piso. —nos dijo la mujer con una sonrisa tranquilizadora.
Sus palabras fueron un bálsamo para mis oídos.
Mi corazón disminuyó su ritmo y sentí todo mi cuerpo des tensarse por completo.
Me llevé una mano al pecho intentando respirar con normalidad pero era casi imposible. Comencé a inhalar aire con fuerza pero el aire no llegaba a mis pulmones.
"¡No otra vez!" pensé mientras comenzaba a ver borroso al no recibir oxígeno en el cerebro. Me hinqué en el suelo de la sala intentando respirar. Estaba teniendo un ataque de asma.
Era asmática de nacimiento, pero mis ataques eran realmente esporádicos. Era muy rara la ocasión en la que los ataques me asaltaban.
—¡_______! —escuché la voz de Gemma gritar con horror.
Busqué en mi bolsillo trasero del pantalón y, con dedos trémulos, saqué mi inhalador, me lo llevé a la boca y aspiré sintiendo mi garganta abriéndose y el aire circulando por mi pecho. Cerré los ojos con alivio y murmuré —Estoy bien, Gemma..., tengo asma.
—¿Pero estás bien? —dijo con ansiedad en la voz.
Asentí lentamente antes de ponerme de pie. —Ve a ver a tu hermano. Debe estar desorientado. —dije sonriendo débilmente.
—Vamos juntas —me dijo tomándome de la muñeca mientras tiraba de mi rumbo a la habitación donde nos habían dicho que lo tendrían.
Gemma entró casi corriendo y se echó sobre la cama con brusquedad mientras abrazaba a Harry por el cuello. Tenía aspecto pálido y su brazo izquierdo estaba enyesado.
Yo tenía ganas de hacer lo mismo que ella pero me contuve y miré la escena desde la puerta.
—Estoy bien —lo escuché murmurar mientras besaba el cabello de su hermana.
—¡Oh, Hazz!, ¡Estaba tan asustada! —gimoteó Gemma. —. Mamá no debe tardar en llegar.
Harry sonrió cansadamente y pude ver una sombra de sus hoyuelos asomarse. De pronto, frunció el ceño. —¿Gemma? —dijo en voz baja.
—¿Qué? —dijo ella.
—¿Estuviste con _______? — mi corazón dió un vuelco.
Gemma se incorporó sonriendo y diciendo. —¿Huelo a ella?
—Bastante —dijo Harry con una media sonrisa dibujada en su rostro.
—Estoy aquí —dije con voz ronca.
Pude notar como su cuerpo se tensaba por completo al escuchar mi voz.
Gemma se levantó de la cama y dijo —Iré a llamar a mamá. Debe estar vuelta loca.
Caminó hacia la entrada de la habitación y salió mientras sacaba el móvil.
Yo me quedé paralizada en mi lugar. Mi corazón latía en mi pecho con mucha fuerza, mis manos me temblaban y lo único que quería era tirarme a sus brazos.
—Hola... —susurró con voz ronca.
Me aclaré la garganta y dije —Hola.
—¿Estás bien? —dijo él con gesto ansioso.
Yo sonreí mientras decía —Esa pregunta me tocaba a mí. ¿Estás bien?
Él sonrió tristemente. Ningún hoyuelo atravesó su rostro y entonces supe que su sonrisa no era sincera —Si —dijo. -. ¿Tú?
—Estoy bien —dije intentando sonreír.
El silencio incómodo se hizo presente. Lucía abatido, cansado, dolido...
—No quiero estar así contigo. —dijo en voz baja.
—No estamos de ninguna manera, Harry —dije intentando sonar normal.
—Te besé —dijo. Como si yo hubiera podido olvidarlo.
—Y yo te besé —dije con la voz entrecortada.
Cerró los ojos con fuerza. —Lo lamento —dijo casi en un murmullo.
Suspiré pesadamente y cerré los ojos, consciente de lo que iba a decir:
—Yo no lo lamento. —dije.
Harry abrió los ojos como platos mientras abría la boca para hablar pero lo interrumpí.
—Comprendo perfectamente que lo lamentes. Yo tampoco quería que las cosas se pusieran extrañas entre nosotros pero, pasó —bajé la mirada incapaz de mirar su reacción por lo que estaba a punto de hacer —; pero no lamento para nada haberte besado, que me hayas besado..., como quieras verlo. Para mí, fue especial.
Cerré los ojos con fuerza mientras escuchaba a mi propia voz temblorosa decir —Tú a mí, si me gustas. Para mi ése beso si significó algo; yo si sentí algo, yo si siento y sentiré algo por ti, pero comprendo que ésto es así. A veces se gana, otras no.
Sólo quiero... —suspiré intentando no llorar —, si tú me lo permites, estar a tu alrededor. Yo... —una lágrima se me escapó de los ojos y la sequé rápidamente. —, yo te considero mi amigo. Me gusta estar contigo y, si tengo que fingir que nada pasó sólo para estar cerca de ti, por mi está bien.
—_______, por favor, no me hagas esto —dijo la voz torturada de Harry. —¿Acaso no lo ves?
—¿Ver qué? —dije confundida.
Javiera♥
Re: Aunque no puedo verte|Harry Styles & tu|
Capitulo 15:
—¿Ver qué? —dije confundida.
Harry suspiró pesadamente. Parecía frustrado, enojado... ¿Triste?
—¿Por qué no ves que no soy bueno para ti, _______? —murmuró con voz dolida.
Cerré los ojos con fuerza mientras reprimía las ganas que tenía de echarme a llorar. Era increíblemente doloroso escucharlo hablar de aquella forma, ¿Acaso me creía idiota?, ¿Acaso creía que con un "no eres tú, soy yo" todo iba a arreglarse?, lo creía más inteligente y creativo.
Una risa amarga me alcanzó mientras los hilos de mis pensamientos llegaban a lugares más oscuros y crueles.
—¿Por qué haces esto?, ¿Crees que con un "No eres tú, soy yo" vas a desaparecer lo que siento? —espeté de pronto enfurecida.
—¿Eso crees?, ¿Crees que estoy utilizando un viejo truco para hacerte sentir mejor? —dijo alzando la voz.
—Creo lo que escucho y lo que veo —dije con desdén.
—¿De qué sirve, entonces, que te diga lo que siento o lo que pienso si de todas formas vas a creer en lo que "ves" y lo que "escuchas"? —dijo con crueldad.
—Esto no se trata de mí… —comencé a decir apretando mis manos en puños para reprimir el temblor de mi cuerpo.
—¡Claro que se trata de ti, maldita sea! —gritó Harry interrumpiéndome. Su cara comenzó a ponerse roja del coraje. —, ¡TODO ESTO ES POR TI!
—¡PERDÓN POR HACER TODO ESTO TAN DIFÍCIL, ENTONCES! —grité. Mi voz se entrecortó y me quedé muda. No podía dejar que me escuchara sollozar.
Las lágrimas caían por mis ojos, pero ésta vez no las detuve.
—_______, no hagas esto. No quiero estar mal contigo —dijo Harry intentando relajarse.
Yo no soportaba estar ni un segundo más a su lado así que me limité a decir —Adiós, Harry.
Me di la media vuelta y salí de la habitación precipitadamente. Tenía que poner distancia entre él y yo.
—¡_______!, ¡_______! —lo escuché gritar desde el interior de la habitación, pero yo era incapaz de volver. Estaba completamente herida. Le había abierto mi corazón y él lo había roto... Una vez más.
~*~
—Quita ésa cara, te dejaré escoger la música hoy —dijo Perrie mientras subíamos a su auto. Me dejaría en la biblioteca que quedaba cerca de su casa.
Sonreí ante su comentario. Tenía casi dos semanas sin ir a casa de Harry. Anne me había llamado varias veces y siempre le mentía diciendo que la tarea me estaba comiendo viva pero que, cuando estuviera libre, iría de nuevo a ayudar a Harry.
Eso no era mentira, cuando me sintiera lista para verlo, iría.
Me sentía completamente destrozada, pero intentaba demostrar lo contrario a toda costa. Había sufrido un desamor, pero no iba a dejar que la gente me viera llorar por él.
Cuando llegamos a la biblioteca, me despedí de ella con la promesa de que iríamos ése fin de semana a "Ahogar las penas" a alguna discoteca.
No era fanática de aquellos lugares, pero le daría el gusto de llevarme a bailar.
Subí las enormes escaleras del viejo edificio y entré en busca del libro que leería para hacer el informe de literatura. Lo tomé y me senté a leer.
Estaba absorta en mi lectura cuando, de pronto, mi teléfono comenzó a sonar.
Atraje la mirada acusadora y reprobatoria de los lectores que se encontraban a mí alrededor. Miré el celular y vi el nombre de Anne en el identificador de llamadas. Desesperada por acallar el timbre respondí en un susurro.
—¿Diga?
—¿Estás evitándome? —la voz ronca de Harry hizo que el corazón me diera un vuelco.
Me quedé congelada en ése momento, demonios, sí estaba evitándolo.
—N-No —tartamudeé mintiendo.
—¿Por qué no has venido? —dijo con un deje de reproche en la voz.
—Tengo mucha tarea, Harry —dije entre dientes. La bibliotecaria me veía fijamente con su mirada de "Cuelga-el-teléfono-o-sal-de-aquí". —. Estoy en la biblioteca, tengo que colgar.
—Ven. —pidió en tono autoritario.
—Harry, por favor. Debo colgar —siseé suplicante.
—¡Ven! —suplicó él.
—¿Para qué, Harry? —dije dolida y en voz muy baja.
—Quiero estar contigo —murmuró.
Mi corazón comenzó a latir a un ritmo frenético. ¿Por qué mierda tenía que ser tan lindo conmigo si sabía lo que yo sentía por él?
Cerré los ojos con fuerza antes de decir —Mañana.
—¿Promesa? —dijo él.
—Promesa... —respondí.
~*~
El día amaneció completamente lluvioso.
Odiaba ésa clase de clima. Me recordaba aquel episodio de mi vida que tanto me había traumatizado. Tenía ocho años cuando mi mamá había caído por la calle un día de tormenta. Estaba tan asustada en aquel entonces que no supe que hacer; había estado a punto de morir de la hipotermia porque nos habían encontrado muchas horas después.
Cerré los ojos intentando apartar aquellos horribles recuerdos, así que me levanté y tomé una ducha muy caliente; me puse unos vaqueros entallados, una blusa de manga larga, y un abrigo. Me sequé el cabello y lo trencé despeinadamente hacia a un lado mientras me ponía un gorrito tejido. Me puse mis botines industriales favoritos y, por primera vez en casi dos semanas, me maquillé.
En la escuela, Perrie me felicitó por haber dado el "Gran paso" de arreglarme pero, cuando le conté que vería a Harry, casi me golpea.
—¡Maldición, _______!, ¡¿Vas a dejar que Harry te diga cuando quiere verte y cuando no!?
Suspiré pesadamente mientras decía —Las cosas no son así, Perrie. Sólo iré a ayudarlo, como siempre.
—Porque él te lo pidió —bufó.
No me atreví a replicar. Sabía que tenía algo de razón, sin embargo no quise decir más.
El día pasó increíblemente lento y, cuando por fin salí de clases, tuve que ir a casa a ayudar a mi mamá en la tienda.
Alrededor de las seis de la tarde llegué a casa de Harry.
Toqué el timbre mientras deshacía mi trenza. Por primera vez, mi cabello lucía aceptable. Sabía que si me quitaba el gorro, mi cabello luciría desastroso, pero las ondas que la trenza había dejado se veían lindas.
—¡_______! —dijo la voz de Gemma.
Saltó a mis brazos cálidamente y me sorprendí por su gesto.
—¡Gemma! —dije abrazándola.
—¡Me da gusto que estés aquí!, ¡Harry estaba de un humor insoportable por qué no venías! —exclamó exasperada.
Sonreí sin saber que decir y ella me jaló escaleras arriba mientras gritaba —¡Harold!, ¡_______ está aquí!
Estuve a punto de decir algo, pero Gemma entró conmigo corriendo a la habitación.
Abrí los ojos como platos al verlo. Estaba únicamente en un bóxer negro, y su cabello caía húmedo y pesado por su cara.
—¡Gemma, joder!, ¡Toca la puerta! —gruñó Harry ligeramente ruborizado mientras buscaba algo con qué cubrirse.
Yo no podía apartar mi vista de él. Era tan... Insoportablemente perfecto.
Harry suspiró pesadamente. Parecía frustrado, enojado... ¿Triste?
—¿Por qué no ves que no soy bueno para ti, _______? —murmuró con voz dolida.
Cerré los ojos con fuerza mientras reprimía las ganas que tenía de echarme a llorar. Era increíblemente doloroso escucharlo hablar de aquella forma, ¿Acaso me creía idiota?, ¿Acaso creía que con un "no eres tú, soy yo" todo iba a arreglarse?, lo creía más inteligente y creativo.
Una risa amarga me alcanzó mientras los hilos de mis pensamientos llegaban a lugares más oscuros y crueles.
—¿Por qué haces esto?, ¿Crees que con un "No eres tú, soy yo" vas a desaparecer lo que siento? —espeté de pronto enfurecida.
—¿Eso crees?, ¿Crees que estoy utilizando un viejo truco para hacerte sentir mejor? —dijo alzando la voz.
—Creo lo que escucho y lo que veo —dije con desdén.
—¿De qué sirve, entonces, que te diga lo que siento o lo que pienso si de todas formas vas a creer en lo que "ves" y lo que "escuchas"? —dijo con crueldad.
—Esto no se trata de mí… —comencé a decir apretando mis manos en puños para reprimir el temblor de mi cuerpo.
—¡Claro que se trata de ti, maldita sea! —gritó Harry interrumpiéndome. Su cara comenzó a ponerse roja del coraje. —, ¡TODO ESTO ES POR TI!
—¡PERDÓN POR HACER TODO ESTO TAN DIFÍCIL, ENTONCES! —grité. Mi voz se entrecortó y me quedé muda. No podía dejar que me escuchara sollozar.
Las lágrimas caían por mis ojos, pero ésta vez no las detuve.
—_______, no hagas esto. No quiero estar mal contigo —dijo Harry intentando relajarse.
Yo no soportaba estar ni un segundo más a su lado así que me limité a decir —Adiós, Harry.
Me di la media vuelta y salí de la habitación precipitadamente. Tenía que poner distancia entre él y yo.
—¡_______!, ¡_______! —lo escuché gritar desde el interior de la habitación, pero yo era incapaz de volver. Estaba completamente herida. Le había abierto mi corazón y él lo había roto... Una vez más.
~*~
—Quita ésa cara, te dejaré escoger la música hoy —dijo Perrie mientras subíamos a su auto. Me dejaría en la biblioteca que quedaba cerca de su casa.
Sonreí ante su comentario. Tenía casi dos semanas sin ir a casa de Harry. Anne me había llamado varias veces y siempre le mentía diciendo que la tarea me estaba comiendo viva pero que, cuando estuviera libre, iría de nuevo a ayudar a Harry.
Eso no era mentira, cuando me sintiera lista para verlo, iría.
Me sentía completamente destrozada, pero intentaba demostrar lo contrario a toda costa. Había sufrido un desamor, pero no iba a dejar que la gente me viera llorar por él.
Cuando llegamos a la biblioteca, me despedí de ella con la promesa de que iríamos ése fin de semana a "Ahogar las penas" a alguna discoteca.
No era fanática de aquellos lugares, pero le daría el gusto de llevarme a bailar.
Subí las enormes escaleras del viejo edificio y entré en busca del libro que leería para hacer el informe de literatura. Lo tomé y me senté a leer.
Estaba absorta en mi lectura cuando, de pronto, mi teléfono comenzó a sonar.
Atraje la mirada acusadora y reprobatoria de los lectores que se encontraban a mí alrededor. Miré el celular y vi el nombre de Anne en el identificador de llamadas. Desesperada por acallar el timbre respondí en un susurro.
—¿Diga?
—¿Estás evitándome? —la voz ronca de Harry hizo que el corazón me diera un vuelco.
Me quedé congelada en ése momento, demonios, sí estaba evitándolo.
—N-No —tartamudeé mintiendo.
—¿Por qué no has venido? —dijo con un deje de reproche en la voz.
—Tengo mucha tarea, Harry —dije entre dientes. La bibliotecaria me veía fijamente con su mirada de "Cuelga-el-teléfono-o-sal-de-aquí". —. Estoy en la biblioteca, tengo que colgar.
—Ven. —pidió en tono autoritario.
—Harry, por favor. Debo colgar —siseé suplicante.
—¡Ven! —suplicó él.
—¿Para qué, Harry? —dije dolida y en voz muy baja.
—Quiero estar contigo —murmuró.
Mi corazón comenzó a latir a un ritmo frenético. ¿Por qué mierda tenía que ser tan lindo conmigo si sabía lo que yo sentía por él?
Cerré los ojos con fuerza antes de decir —Mañana.
—¿Promesa? —dijo él.
—Promesa... —respondí.
~*~
El día amaneció completamente lluvioso.
Odiaba ésa clase de clima. Me recordaba aquel episodio de mi vida que tanto me había traumatizado. Tenía ocho años cuando mi mamá había caído por la calle un día de tormenta. Estaba tan asustada en aquel entonces que no supe que hacer; había estado a punto de morir de la hipotermia porque nos habían encontrado muchas horas después.
Cerré los ojos intentando apartar aquellos horribles recuerdos, así que me levanté y tomé una ducha muy caliente; me puse unos vaqueros entallados, una blusa de manga larga, y un abrigo. Me sequé el cabello y lo trencé despeinadamente hacia a un lado mientras me ponía un gorrito tejido. Me puse mis botines industriales favoritos y, por primera vez en casi dos semanas, me maquillé.
En la escuela, Perrie me felicitó por haber dado el "Gran paso" de arreglarme pero, cuando le conté que vería a Harry, casi me golpea.
—¡Maldición, _______!, ¡¿Vas a dejar que Harry te diga cuando quiere verte y cuando no!?
Suspiré pesadamente mientras decía —Las cosas no son así, Perrie. Sólo iré a ayudarlo, como siempre.
—Porque él te lo pidió —bufó.
No me atreví a replicar. Sabía que tenía algo de razón, sin embargo no quise decir más.
El día pasó increíblemente lento y, cuando por fin salí de clases, tuve que ir a casa a ayudar a mi mamá en la tienda.
Alrededor de las seis de la tarde llegué a casa de Harry.
Toqué el timbre mientras deshacía mi trenza. Por primera vez, mi cabello lucía aceptable. Sabía que si me quitaba el gorro, mi cabello luciría desastroso, pero las ondas que la trenza había dejado se veían lindas.
—¡_______! —dijo la voz de Gemma.
Saltó a mis brazos cálidamente y me sorprendí por su gesto.
—¡Gemma! —dije abrazándola.
—¡Me da gusto que estés aquí!, ¡Harry estaba de un humor insoportable por qué no venías! —exclamó exasperada.
Sonreí sin saber que decir y ella me jaló escaleras arriba mientras gritaba —¡Harold!, ¡_______ está aquí!
Estuve a punto de decir algo, pero Gemma entró conmigo corriendo a la habitación.
Abrí los ojos como platos al verlo. Estaba únicamente en un bóxer negro, y su cabello caía húmedo y pesado por su cara.
—¡Gemma, joder!, ¡Toca la puerta! —gruñó Harry ligeramente ruborizado mientras buscaba algo con qué cubrirse.
Yo no podía apartar mi vista de él. Era tan... Insoportablemente perfecto.
Javiera♥
Re: Aunque no puedo verte|Harry Styles & tu|
Capitulo 16:
—¡Gemma, joder!, ¡Toca la puerta! —gruñó Harry ligeramente ruborizado mientras buscaba algo con qué cubrirse.
Yo no podía apartar mi vista de él. Era tan... Insoportablemente perfecto. Su abdomen era plano pero podían verse las finas líneas que delataban que se ejercitaba con frecuencia. Tenía un tatuaje con una mariposa justo sobre su ombligo. Su pecho firme estaba cubierto por una pequeña y fina capa de agua sin secar y dos tatuajes de aves se encontraban paralelamente sobre sus pectorales marcados. Su espalda era angulosa y ancha pero terminaba en unas estrechas caderas. Sus piernas lucían poderosas y sus brazos, de los cuales se marcaban algunos tatuajes que no pude ver correctamente en ése momento, se marcaban con pequeñas líneas de músculos mientras se estiraba torpemente para alcanzar sus vaqueros.
Me llevé las manos a la cara ruborizándome por completo después de haberlo examinado con la mirada y salí torpemente de la habitación segura de que estaba completamente roja de la vergüenza.
Gemma no paraba de reír como loca mientras escuchaba como discutía con Harry.
Tras varios minutos de escucharlos murmurar dentro de la habitación, Gemma salió y canturreó en mi dirección —Ya puedes pasar.
Mi corazón me dio un vuelco y me regañé a mi misma por no mantenerme tranquila.
Entré a la habitación y pude encontrar a un Harry enfundado en una playera de manga larga y unos vaqueros negros.
—Hola —murmuró.
¿Era mi imaginación o estaba ruborizado aún?
—Hola —dije en voz baja cruzándome de brazos.
—¿Cómo estás? —dijo mientras se ponía de pie de la cama y caminaba hacia mi.
—Bien. —me tensé al verlo acercarse cada vez más.
Él se paró justo frente a mi y su figura se impuso ante la mía. Era casi dos cabezas más alto que yo. Su mano grande y fría se deslizó por mi mejilla lentamente y cerré los ojos ante su contacto.
—Te extrañé —susurró con su voz ronca.
Me estremecí cuando su pulgar paseó por encima de mis labios entreabiertos. Los suyos lucían más rojos que de costumbre. Me obligué a dar un paso hacia atrás para liberarme de su contacto y me aclaré la garganta diciendo con la voz entrecortada —Hoy comenzamos con el Braile.
Su mano cayó a su costado y me saqué la mochila de la espalda mientras sacaba un libro con la escritura básica del Braile, la escritura de los ciegos.
Comenzamos a trabajar. Harry estaba completamente concentrado en lo que le estaba explicando acerca de las figuras que hacían las letras sobre el papel.
Su ceño estaba fruncido en concentración mientras yo no paraba de hablar y de hacerlo decirme el abecedario en braile.
Al cabo de casi dos horas, ya había podido leer unas cuantas palabras sencillas.
Un relámpago me hizo pegar un salto del miedo. Odiaba las tormentas.
—Será mejor que me vaya —dije guardando apresuradamente mis cosas en la mochila. —. Te dejaré el libro para que practiques.
Harry lo tomó con dedos trémulos y yo caminé a la puerta de la habitación.
El aguacero se dejó caer en un segundo y maldije en voz baja mientras bajaba las escaleras. Eran casi las diez de la noche.
—¡No puedes irte así!, ¡Vas a llegar empapada a la parada del autobús! —me regañó Anne. —, te llevaré a casa.
Se puso de pie y comenzó a caminar hacia la puerta.
Corrimos hacia el auto y nos trepamos con rapidez.
Anne arrancó el auto saliendo al camino. Al llegar a la avenida en la esquina vi con horror como un río de agua corría ferozmente.
Un horrible ventarrón meció el auto haciéndonos chillar del miedo mientras un árbol se balanceaba antes de caer sobre la avenida principal. Ésa que me llevaba a a casa.
—Ésto es imposible, _______. Me temo que tendrás que llamar a tu casa. No puedes irte así —dijo Anne echándose en reversa.
—Pero tengo clases mañana —me quejé en voz baja.
Anne condujo de vuelta y se aparcó afuera de su casa mientras llamaba a mi madre. Pude escucharlas decir que no había problema con que yo pasara la noche en casa de Anne. Se había comprometido a llevarme mañana en cuanto el árbol fuera removido.
Entré tiritando del frío, con el cabello pegado a mi frente por la lluvia. Me quité el gorro y caminé abrazándome el cuerpo hasta la sala de la casa.
Harry se encontraba sentado en un sillón mientras escuchaba televisión. Se volvió lentamente hacia a mi diciendo —¿Quién está ahí?
—Yo —dije a regañadientes.
Gemma salió de su habitación. —¿Qué pasó? —dijo mirándonos a su madre y a mí.
—Se cayó el roble de la avenida y no pudimos salir —dijo Anne mientras se quitaba la chaqueta. —. ¡Por Jesus, _______!, ¡Estás temblando!, ¡Gemma has que tome un baño o se va a enfermar!
Gemma me arrastró hasta el baño mientras ponía una toalla en mis manos. —El agua caliente es el grifo que está pegado a la pared. Ahora vuelvo, buscaré algo cómodo para que puedas dormir.
Cuando salió me tomé mi tiempo para desnudarme y meterme a la ducha. El agua caliente se sentía bien contra mi cuerpo helado y un segundo más tarde escuché la puerta abrirse.
—Aquí hay una pijama. Me llevaré tu ropa para echarla a la secadora —dijo la voz de Gemma. —La cena estará lista en un segundo.
—Gracias —dije mientras quitaba los restos de jabón de mi cuerpo.
Al salir, maldije en voz baja.
Gemma se había llevado mi ropa interior también. Me puse el pantalón del pijamas y la delgada camisa de mangas largas, sintiéndome casi desnuda. Salí del baño mientras Gemma me miraba. Estaba segura que la camisa debía verse más holgada en ella porque su cuerpo era mucho más delgado que el mío, así que la blusa se ceñía a mi cuerpo.
—Ten —dijo Gemma pasándome un cepillo. Lo tomé mientras peinaba mi mata de cabello.
Cenamos en silencio. Harry había elegido sentarse a mi lado y nuestros codos y rodillas se rozaban de vez en cuando haciendo que todo mi cuerpo se tensara en respuesta.
Gemma me ofreció su cama para dormir mientras ella se recostaba en una colchoneta en el suelo.
Pasó una hora, y luego otra, y luego otra, pero yo no podía conciliar el sueño.
La tormenta me tenía completamente aterrada. Seguía lloviendo y los recuerdos de aquella traumatizante experiencia no me dejaban en paz.
Me rendí mientras me ponía de pie casi a las dos de la mañana.
Caminé silenciosamente por la habitación y salí hacia la sala sin saber que hacer. No iba a prender la televisión. Sabía que podría despertar a todos y éso sería muy vergonzoso.
La oscuridad era aterradora. La tenue luz de la luna se filtraba por las ventanas y entonces, un horrible trueno iluminó toda la sala.
Una figura parada frente al ventanal me hizo chillar del miedo.
El aire abandonó mis pulmones por completo mientras el corazón me daba un vuelco. Me llevé las manos a la boca para no gritar y entonces me di cuenta de lo difícil que era respirar. El aire no estaba entrando a mis pulmones y comencé a jadear.
—¿_______? —la voz de Harry me hizo sentir alivio pero yo no podía respirar. El pecho me dolía, me sentía mareada, y jalaba el aire ruidosamente sin ser capaz de llevarlo a mis pulmones. —, ¿_______, estás bien? —la voz de Harry sonó aterrada.
Yo no pude responder, me tiré al suelo haciéndome un ovillo intentando respirar pero era imposible. En un segundo, Harry estaba a mi lado. Se sentó a mi lado alarmado mientras tanteaba hasta encontrarme. Me sentó mientras me rodeaba con sus brazos. Su pecho estaba pegado a mi espalda y sus manos aferradas a mi cintura.
—Respira —dijo contra mi oído. Su cabello me cosquilleaba en la nuca mientras su aliento enviaba escalofríos por todo mi cuerpo.
Intenté hacerlo pero no pude. Mi pecho subía y bajaba frenéticamente en busca de aire y cada vez me sentía más mareada.
Mi visión fue perturbada por pequeños puntos oscuros. Estaba a punto de desmayarme.
—Respira conmigo, _______, por favor —dijo Harry con voz alterada.
Su respiración era acompasada e intente comenzar a respirar con él. Estaba funcionando. Poco a poco, sentí como mis pulmones se llenaban con aire.
Me fui relajando en sus brazos. Su cabello me seguía haciendo cosquillas en la nuca, y su aliento contra mi oreja me hacía hormiguear la piel.
Al cabo de unos instantes, pude volver a respirar con normalidad pero no quería que me soltara.
—¿Qué diablos pasó? —susurró contra mi oído.
—Me asustaste —dije en voz baja y ronca.
—Lo lamento.
—¿Qué hacías despierto?
Suspiró pesadamente, su aliento haciéndome estremecer.
—Casi no duermo —comenzó —. Los ruidos de la noche me aterran. Es horrible escuchar todos los pequeños ruidos e imaginar lo peor.
Sin pensar, acaricié el dorso de su mano con mi pulgar.
Seguía envolviéndome protectoramente con sus brazos. Su aroma me embriagaba por completo.
Lo sentí aspirar contra mi pelo. Cerré los ojos al sentir su contacto.
—H-Harry —tartamudeé.
—Shh... —dijo contra mi cabello.
—P-Por favor —supliqué con voz entrecortada. No tenía el valor de alejarlo de mi. Tendría que alejarse él.
Deslizó sus labios por mi cuello haciéndome estremecer y dejó un puñado de cálidos besos contra mi piel ardiente. Cerré los ojos con fuerza intentando contener el temblor ansioso de mi cuerpo.
Sus labios llegaron a mi oído una vez más y susurró...
—Te quiero.
Me tensé en ése momento. —¿Q-Qué? —dije sin aliento.
—Te quiero —repitió con voz ronca.
—¿P-Porqué me haces ésto? —me quejé. ¿Acaso no le bastaba con humillarme?
Suspiró pesadamente mientras decía —No puedo más con esto. Sé que no soy bueno para ti. Sé que mereces algo mejor que yo. Sé que debo alejarme de ti, pero simplemente, no puedo —me apretó con fuerza contra su cuerpo —. Mis brazos te necesitan...
_______, me gustas.
Yo no podía apartar mi vista de él. Era tan... Insoportablemente perfecto. Su abdomen era plano pero podían verse las finas líneas que delataban que se ejercitaba con frecuencia. Tenía un tatuaje con una mariposa justo sobre su ombligo. Su pecho firme estaba cubierto por una pequeña y fina capa de agua sin secar y dos tatuajes de aves se encontraban paralelamente sobre sus pectorales marcados. Su espalda era angulosa y ancha pero terminaba en unas estrechas caderas. Sus piernas lucían poderosas y sus brazos, de los cuales se marcaban algunos tatuajes que no pude ver correctamente en ése momento, se marcaban con pequeñas líneas de músculos mientras se estiraba torpemente para alcanzar sus vaqueros.
Me llevé las manos a la cara ruborizándome por completo después de haberlo examinado con la mirada y salí torpemente de la habitación segura de que estaba completamente roja de la vergüenza.
Gemma no paraba de reír como loca mientras escuchaba como discutía con Harry.
Tras varios minutos de escucharlos murmurar dentro de la habitación, Gemma salió y canturreó en mi dirección —Ya puedes pasar.
Mi corazón me dio un vuelco y me regañé a mi misma por no mantenerme tranquila.
Entré a la habitación y pude encontrar a un Harry enfundado en una playera de manga larga y unos vaqueros negros.
—Hola —murmuró.
¿Era mi imaginación o estaba ruborizado aún?
—Hola —dije en voz baja cruzándome de brazos.
—¿Cómo estás? —dijo mientras se ponía de pie de la cama y caminaba hacia mi.
—Bien. —me tensé al verlo acercarse cada vez más.
Él se paró justo frente a mi y su figura se impuso ante la mía. Era casi dos cabezas más alto que yo. Su mano grande y fría se deslizó por mi mejilla lentamente y cerré los ojos ante su contacto.
—Te extrañé —susurró con su voz ronca.
Me estremecí cuando su pulgar paseó por encima de mis labios entreabiertos. Los suyos lucían más rojos que de costumbre. Me obligué a dar un paso hacia atrás para liberarme de su contacto y me aclaré la garganta diciendo con la voz entrecortada —Hoy comenzamos con el Braile.
Su mano cayó a su costado y me saqué la mochila de la espalda mientras sacaba un libro con la escritura básica del Braile, la escritura de los ciegos.
Comenzamos a trabajar. Harry estaba completamente concentrado en lo que le estaba explicando acerca de las figuras que hacían las letras sobre el papel.
Su ceño estaba fruncido en concentración mientras yo no paraba de hablar y de hacerlo decirme el abecedario en braile.
Al cabo de casi dos horas, ya había podido leer unas cuantas palabras sencillas.
Un relámpago me hizo pegar un salto del miedo. Odiaba las tormentas.
—Será mejor que me vaya —dije guardando apresuradamente mis cosas en la mochila. —. Te dejaré el libro para que practiques.
Harry lo tomó con dedos trémulos y yo caminé a la puerta de la habitación.
El aguacero se dejó caer en un segundo y maldije en voz baja mientras bajaba las escaleras. Eran casi las diez de la noche.
—¡No puedes irte así!, ¡Vas a llegar empapada a la parada del autobús! —me regañó Anne. —, te llevaré a casa.
Se puso de pie y comenzó a caminar hacia la puerta.
Corrimos hacia el auto y nos trepamos con rapidez.
Anne arrancó el auto saliendo al camino. Al llegar a la avenida en la esquina vi con horror como un río de agua corría ferozmente.
Un horrible ventarrón meció el auto haciéndonos chillar del miedo mientras un árbol se balanceaba antes de caer sobre la avenida principal. Ésa que me llevaba a a casa.
—Ésto es imposible, _______. Me temo que tendrás que llamar a tu casa. No puedes irte así —dijo Anne echándose en reversa.
—Pero tengo clases mañana —me quejé en voz baja.
Anne condujo de vuelta y se aparcó afuera de su casa mientras llamaba a mi madre. Pude escucharlas decir que no había problema con que yo pasara la noche en casa de Anne. Se había comprometido a llevarme mañana en cuanto el árbol fuera removido.
Entré tiritando del frío, con el cabello pegado a mi frente por la lluvia. Me quité el gorro y caminé abrazándome el cuerpo hasta la sala de la casa.
Harry se encontraba sentado en un sillón mientras escuchaba televisión. Se volvió lentamente hacia a mi diciendo —¿Quién está ahí?
—Yo —dije a regañadientes.
Gemma salió de su habitación. —¿Qué pasó? —dijo mirándonos a su madre y a mí.
—Se cayó el roble de la avenida y no pudimos salir —dijo Anne mientras se quitaba la chaqueta. —. ¡Por Jesus, _______!, ¡Estás temblando!, ¡Gemma has que tome un baño o se va a enfermar!
Gemma me arrastró hasta el baño mientras ponía una toalla en mis manos. —El agua caliente es el grifo que está pegado a la pared. Ahora vuelvo, buscaré algo cómodo para que puedas dormir.
Cuando salió me tomé mi tiempo para desnudarme y meterme a la ducha. El agua caliente se sentía bien contra mi cuerpo helado y un segundo más tarde escuché la puerta abrirse.
—Aquí hay una pijama. Me llevaré tu ropa para echarla a la secadora —dijo la voz de Gemma. —La cena estará lista en un segundo.
—Gracias —dije mientras quitaba los restos de jabón de mi cuerpo.
Al salir, maldije en voz baja.
Gemma se había llevado mi ropa interior también. Me puse el pantalón del pijamas y la delgada camisa de mangas largas, sintiéndome casi desnuda. Salí del baño mientras Gemma me miraba. Estaba segura que la camisa debía verse más holgada en ella porque su cuerpo era mucho más delgado que el mío, así que la blusa se ceñía a mi cuerpo.
—Ten —dijo Gemma pasándome un cepillo. Lo tomé mientras peinaba mi mata de cabello.
Cenamos en silencio. Harry había elegido sentarse a mi lado y nuestros codos y rodillas se rozaban de vez en cuando haciendo que todo mi cuerpo se tensara en respuesta.
Gemma me ofreció su cama para dormir mientras ella se recostaba en una colchoneta en el suelo.
Pasó una hora, y luego otra, y luego otra, pero yo no podía conciliar el sueño.
La tormenta me tenía completamente aterrada. Seguía lloviendo y los recuerdos de aquella traumatizante experiencia no me dejaban en paz.
Me rendí mientras me ponía de pie casi a las dos de la mañana.
Caminé silenciosamente por la habitación y salí hacia la sala sin saber que hacer. No iba a prender la televisión. Sabía que podría despertar a todos y éso sería muy vergonzoso.
La oscuridad era aterradora. La tenue luz de la luna se filtraba por las ventanas y entonces, un horrible trueno iluminó toda la sala.
Una figura parada frente al ventanal me hizo chillar del miedo.
El aire abandonó mis pulmones por completo mientras el corazón me daba un vuelco. Me llevé las manos a la boca para no gritar y entonces me di cuenta de lo difícil que era respirar. El aire no estaba entrando a mis pulmones y comencé a jadear.
—¿_______? —la voz de Harry me hizo sentir alivio pero yo no podía respirar. El pecho me dolía, me sentía mareada, y jalaba el aire ruidosamente sin ser capaz de llevarlo a mis pulmones. —, ¿_______, estás bien? —la voz de Harry sonó aterrada.
Yo no pude responder, me tiré al suelo haciéndome un ovillo intentando respirar pero era imposible. En un segundo, Harry estaba a mi lado. Se sentó a mi lado alarmado mientras tanteaba hasta encontrarme. Me sentó mientras me rodeaba con sus brazos. Su pecho estaba pegado a mi espalda y sus manos aferradas a mi cintura.
—Respira —dijo contra mi oído. Su cabello me cosquilleaba en la nuca mientras su aliento enviaba escalofríos por todo mi cuerpo.
Intenté hacerlo pero no pude. Mi pecho subía y bajaba frenéticamente en busca de aire y cada vez me sentía más mareada.
Mi visión fue perturbada por pequeños puntos oscuros. Estaba a punto de desmayarme.
—Respira conmigo, _______, por favor —dijo Harry con voz alterada.
Su respiración era acompasada e intente comenzar a respirar con él. Estaba funcionando. Poco a poco, sentí como mis pulmones se llenaban con aire.
Me fui relajando en sus brazos. Su cabello me seguía haciendo cosquillas en la nuca, y su aliento contra mi oreja me hacía hormiguear la piel.
Al cabo de unos instantes, pude volver a respirar con normalidad pero no quería que me soltara.
—¿Qué diablos pasó? —susurró contra mi oído.
—Me asustaste —dije en voz baja y ronca.
—Lo lamento.
—¿Qué hacías despierto?
Suspiró pesadamente, su aliento haciéndome estremecer.
—Casi no duermo —comenzó —. Los ruidos de la noche me aterran. Es horrible escuchar todos los pequeños ruidos e imaginar lo peor.
Sin pensar, acaricié el dorso de su mano con mi pulgar.
Seguía envolviéndome protectoramente con sus brazos. Su aroma me embriagaba por completo.
Lo sentí aspirar contra mi pelo. Cerré los ojos al sentir su contacto.
—H-Harry —tartamudeé.
—Shh... —dijo contra mi cabello.
—P-Por favor —supliqué con voz entrecortada. No tenía el valor de alejarlo de mi. Tendría que alejarse él.
Deslizó sus labios por mi cuello haciéndome estremecer y dejó un puñado de cálidos besos contra mi piel ardiente. Cerré los ojos con fuerza intentando contener el temblor ansioso de mi cuerpo.
Sus labios llegaron a mi oído una vez más y susurró...
—Te quiero.
Me tensé en ése momento. —¿Q-Qué? —dije sin aliento.
—Te quiero —repitió con voz ronca.
—¿P-Porqué me haces ésto? —me quejé. ¿Acaso no le bastaba con humillarme?
Suspiró pesadamente mientras decía —No puedo más con esto. Sé que no soy bueno para ti. Sé que mereces algo mejor que yo. Sé que debo alejarme de ti, pero simplemente, no puedo —me apretó con fuerza contra su cuerpo —. Mis brazos te necesitan...
_______, me gustas.
Javiera♥
Re: Aunque no puedo verte|Harry Styles & tu|
Ay no xq la dejas ahi.. me muero de amor con ellos 2..
Seguila cuanto antes xq estoy muuuuuuuuy anciosa..
Seguila cuanto antes xq estoy muuuuuuuuy anciosa..
Magui Styles Malik
Re: Aunque no puedo verte|Harry Styles & tu|
Capitulo 17:
—_______, me gustas.
La voz de Harry retumbó en mis oídos con fuerza.
En ése momento quise golpearlo, pero estaba en un shock tan complejo que era incapaz de decir nada.
—Estás jugando conmigo, ¿Cierto? —inquirí en voz baja y ronca.
Harry rió lentamente contra mi oreja, su risa vibró en mi cuello haciéndome estremecer.
—Lamento haberte hecho creer que solo jugaba... —murmuró.
Cerré los ojos, y él se movió hasta quedar frente a mí. Posó sus manos en mis mejillas mientras cerraba los ojos. —No sé porqué cierro los ojos si de cualquier forma no puedo verte. —musitó con tristeza.
Entreabrí los labios al sentir su pulgar rozando mi labio inferior.
—Tengo tantas ganas de besarte —dijo con voz ronca.
—B-Bésame —tartamudeé en un susurro.
—Quiero hacer ésto correctamente —dijo haciendo una mueca incómoda, pero graciosa.
Sonreí lentamente mientras acariciaba su rostro.
—¿Estoy soñando, verdad? —dije aún sin poder creer lo que me estaba sucediendo.
“En cualquier momento voy a despertar.” me dije a mi misma mentalmente.
Los labios de Harry besaron la parte interior de mi muñeca. La humedad de su beso me hizo estremecer y cerré los ojos. Si era un sueño, se sentía demasiado real.
—No quiero atarte a mi —murmuró con pesar.
Comencé a negar enérgicamente mientras me sentaba sobre mis rodillas y me acercaba hasta quedar cara a cara con él. Ambos, estábamos en el suelo.
—Quiero estar contigo —susurré sin aliento.
Una mueca de dolor cruzó el rostro de Harry y yo tragué saliva ruidosamente.
—No tienes idea de cuánto tiempo esperé para encontrarte... —dijo él con los ojos cerrados. —, y ahora que te tengo, ni siquiera puedo verte.
—No necesitas verme. Sólo siénteme. Yo te siento... —murmuré mientras pegaba mi frente a la suya.
—Sentirte es lo único que he hecho desde que apareciste en mi vida —dijo con voz ronca —. Desde que llegaste, me despierto todas las mañanas con una sonrisa en el rostro. Desde que llegaste, siento que pertenezco a un lugar en el mundo y..., ése lugar es a tu lado.
—No voy a alejarme de ti, así que deja de intentar hacer que me vaya porque no iré a ningún lado. —dije con voz ronca.
—Te quiero, _______. —murmuró él retirando un mechón de cabello de mi frente.
Mi pecho se hinchó con una sensación increíblemente agobiante y alucinante, y mi corazón comenzó a latir a una velocidad frenética contra mis costillas.
—¿Me quieres? —pregunté aún sin creerlo del todo.
Harry sonrió. Aquella sonrisa arrebatadora apareció en sus labios rojos, sus hoyuelos brillando con coquetería mientras tomaba mi cara entre sus manos y decía —Te quiero más de lo que puedas imaginar.
Y ahí estaba de nuevo aquella increíble sensación de vacío en el estómago.
Sus labios se unieron a los míos en un beso urgente. Su lengua buscó la mía haciéndome gemir contra sus labios.
Sus manos se deslizaron por mis brazos, los cuales, enredé en su cuello mientras ladeaba mi cabeza para darle entrada más profunda a mi boca.
Lo necesitaba. Realmente necesitaba el sabor de sus labios contra los míos.
Me aferró por la cintura con fuerza mientras me atraía hacia él.
El beso ralentizó volviéndose cadencioso, sensual...
Me estremecí por completo mientras su lengua rozaba la mía y sus manos se fijaban en mis caderas.
Deslicé mis manos por su pecho firme y un gemido gutural salió desde su garganta.
Se separó de mi. Sus labios lucían hinchados por el contacto que acabábamos de tener. Mi respiración era entrecortada y él sonrió mientras presionaba suavemente sus labios contra los míos.
—Te quiero —dijo con voz ronca y baja con sus labios pegados a los míos.
Sonreí radiante antes de decir —Te quiero, Harry.
—Sé mi novia —ordenó.
Alcé las cejas con incredulidad mientras decía —¿Me lo pidiendo o me lo estás ordenando?
—Te lo estoy pidiendo —gimoteó haciendo una mueca en forma de puchero.
—Quiero serenata, flores, chocolates y una avioneta con un mensaje en el cielo; entonces, te diré que si. —bromeé.
—Lo que sea para ti —susurró con una sonrisa radiante dibujada en sus labios. —. Estoy loco por ti desde hace tanto, que haría lo que fuera por escuchar un “si” de tus labios.
—Harry... —murmuré sin poder quitar aquella sonrisa estúpida de mi rostro.
—¿Mande? —susurró con una sonrisa tierna en los labios.
—Si... —susurré. —, seré tu novia.
La voz de Harry retumbó en mis oídos con fuerza.
En ése momento quise golpearlo, pero estaba en un shock tan complejo que era incapaz de decir nada.
—Estás jugando conmigo, ¿Cierto? —inquirí en voz baja y ronca.
Harry rió lentamente contra mi oreja, su risa vibró en mi cuello haciéndome estremecer.
—Lamento haberte hecho creer que solo jugaba... —murmuró.
Cerré los ojos, y él se movió hasta quedar frente a mí. Posó sus manos en mis mejillas mientras cerraba los ojos. —No sé porqué cierro los ojos si de cualquier forma no puedo verte. —musitó con tristeza.
Entreabrí los labios al sentir su pulgar rozando mi labio inferior.
—Tengo tantas ganas de besarte —dijo con voz ronca.
—B-Bésame —tartamudeé en un susurro.
—Quiero hacer ésto correctamente —dijo haciendo una mueca incómoda, pero graciosa.
Sonreí lentamente mientras acariciaba su rostro.
—¿Estoy soñando, verdad? —dije aún sin poder creer lo que me estaba sucediendo.
“En cualquier momento voy a despertar.” me dije a mi misma mentalmente.
Los labios de Harry besaron la parte interior de mi muñeca. La humedad de su beso me hizo estremecer y cerré los ojos. Si era un sueño, se sentía demasiado real.
—No quiero atarte a mi —murmuró con pesar.
Comencé a negar enérgicamente mientras me sentaba sobre mis rodillas y me acercaba hasta quedar cara a cara con él. Ambos, estábamos en el suelo.
—Quiero estar contigo —susurré sin aliento.
Una mueca de dolor cruzó el rostro de Harry y yo tragué saliva ruidosamente.
—No tienes idea de cuánto tiempo esperé para encontrarte... —dijo él con los ojos cerrados. —, y ahora que te tengo, ni siquiera puedo verte.
—No necesitas verme. Sólo siénteme. Yo te siento... —murmuré mientras pegaba mi frente a la suya.
—Sentirte es lo único que he hecho desde que apareciste en mi vida —dijo con voz ronca —. Desde que llegaste, me despierto todas las mañanas con una sonrisa en el rostro. Desde que llegaste, siento que pertenezco a un lugar en el mundo y..., ése lugar es a tu lado.
—No voy a alejarme de ti, así que deja de intentar hacer que me vaya porque no iré a ningún lado. —dije con voz ronca.
—Te quiero, _______. —murmuró él retirando un mechón de cabello de mi frente.
Mi pecho se hinchó con una sensación increíblemente agobiante y alucinante, y mi corazón comenzó a latir a una velocidad frenética contra mis costillas.
—¿Me quieres? —pregunté aún sin creerlo del todo.
Harry sonrió. Aquella sonrisa arrebatadora apareció en sus labios rojos, sus hoyuelos brillando con coquetería mientras tomaba mi cara entre sus manos y decía —Te quiero más de lo que puedas imaginar.
Y ahí estaba de nuevo aquella increíble sensación de vacío en el estómago.
Sus labios se unieron a los míos en un beso urgente. Su lengua buscó la mía haciéndome gemir contra sus labios.
Sus manos se deslizaron por mis brazos, los cuales, enredé en su cuello mientras ladeaba mi cabeza para darle entrada más profunda a mi boca.
Lo necesitaba. Realmente necesitaba el sabor de sus labios contra los míos.
Me aferró por la cintura con fuerza mientras me atraía hacia él.
El beso ralentizó volviéndose cadencioso, sensual...
Me estremecí por completo mientras su lengua rozaba la mía y sus manos se fijaban en mis caderas.
Deslicé mis manos por su pecho firme y un gemido gutural salió desde su garganta.
Se separó de mi. Sus labios lucían hinchados por el contacto que acabábamos de tener. Mi respiración era entrecortada y él sonrió mientras presionaba suavemente sus labios contra los míos.
—Te quiero —dijo con voz ronca y baja con sus labios pegados a los míos.
Sonreí radiante antes de decir —Te quiero, Harry.
—Sé mi novia —ordenó.
Alcé las cejas con incredulidad mientras decía —¿Me lo pidiendo o me lo estás ordenando?
—Te lo estoy pidiendo —gimoteó haciendo una mueca en forma de puchero.
—Quiero serenata, flores, chocolates y una avioneta con un mensaje en el cielo; entonces, te diré que si. —bromeé.
—Lo que sea para ti —susurró con una sonrisa radiante dibujada en sus labios. —. Estoy loco por ti desde hace tanto, que haría lo que fuera por escuchar un “si” de tus labios.
—Harry... —murmuré sin poder quitar aquella sonrisa estúpida de mi rostro.
—¿Mande? —susurró con una sonrisa tierna en los labios.
—Si... —susurré. —, seré tu novia.
Javiera♥
Re: Aunque no puedo verte|Harry Styles & tu|
Ya la segui XDMagui Styles Malik escribió:Ay no xq la dejas ahi.. me muero de amor con ellos 2..
Seguila cuanto antes xq estoy muuuuuuuuy anciosa..
Javiera♥
Re: Aunque no puedo verte|Harry Styles & tu|
CHICAS!
Subí 4 capítulos, saben por que? por que soy shora B) okno:(( por las quiero perritas<3 Gracias por leer la nove, no saben cuanto se los agradezco, espero que les gusten los capítulos, se viene bueno mas adelante XDD Ya son novios!! ahí que amor<3<3 las quiero chicas! besos y abrazos para todas ustedes
xx
Javiera♥
Re: Aunque no puedo verte|Harry Styles & tu|
Aww ya son novioooooos
Me enamore de Harry ♥
Seguila pronto
Me enamore de Harry ♥
Seguila pronto
Magui Styles Malik
Re: Aunque no puedo verte|Harry Styles & tu|
¡AMÉ! Fue lo mejor, esta es... Una novela, PERFECTA. PERFECTA. ¡Son novios *-*! ¡Síguela! ¡Síguela! Es tan tierno.
¡Besos!
¡Besos!
Invitado
Invitado
Re: Aunque no puedo verte|Harry Styles & tu|
No lo creo!! Son perfectos, amo las niñerías de Harry, que tiernos, me lo quiero comer a besos!!! Gracias por los magníficos cuatro capítulos, podrías regalarnos otro? Anda, el pilón, si? Quiero más, se que no e dejaras morir :( pública otro!! Me harias la persona más feliz
-alex
U
-alex
U
Jane Austen
Re: Aunque no puedo verte|Harry Styles & tu|
NUEVA LECTORAA! Hola hermosaa espero que sigas tu nove muy prontoo ,esta muy buenaa :) la amo :) sere fiel lectora ..mi nombre es Annet :)
pocito
Re: Aunque no puedo verte|Harry Styles & tu|
Vamos pública otro! Porfavor! Por el amor de Harry y la rayis!! Jajaja
Jane Austen
Re: Aunque no puedo verte|Harry Styles & tu|
Holaa, me llamo Eli :), ¡Dios, mujer! me encantó, me sentí tan asadfsfdfsfas , tienes que seguirla por favor!, me encanta :D, Harry es tan tierno, ¡SON NOVIOS!! siguelaaa
Chocolate.
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