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Gráficos por y codes hechos por Kaffei e Insxne.
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«sorry for kill you» {nc.
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Página 3 de 5. • 1, 2, 3, 4, 5
Re: «sorry for kill you» {nc.
Elizabeth es genial. Me ha encantado cuando se ha mirado al espejo para ver si parecía lo suficientemente realista su escena. Me la imagino como la típica asesina que se casa para luego matar a sus maridos.
En seguida subo mi capítulo.
En seguida subo mi capítulo.
heartcore.
Re: «sorry for kill you» {nc.
Capítulo 4
—¿Lenna Hudson?
Una bibliotecaria bajita, con gafas y con el pelo corto y rizado alzó la cabeza para dejar de mirar su pila de libros. Se sorprendió al encontrarse con alguien pasadas las once y media de la noche, sólo un enfermo mental iría a esa hora a leer.
—Yo — asintió la chica colocándose las gafas. Indefensa, pensó la mujer que tenía enfrente de ella.
La mujer sonrió mirando de arriba a abajo su pelo corto y sucio. El karma ha hecho un buen trabajo, se rió jugando con su mente. Puso su mano sobre la de Lenna, ésta se fijó en uno de sus brillantes anillos. Era de diamantes, y parecía costar más que su propia vida.
—¿Te acuerdas de mí?
—No me suena haberla visto — contestó sin dejar de mirar el anillo.
—Del instituto — le recordó —. Una chica bajita, delgada y con una carita de ángel.
Lenna negó despacio con la cabeza y sintió que ella apretaba su mano cada vez más.
—Quería dedicar mi vida a un escenario, interpretar papeles y sentirme en la cima sin tener que preocuparme por caerme de esa cima..., porque nunca me caería.
Apartó la mano y miró a su alrededor. Ese sitio era más deprimente según iba pasando el tiempo, tenía que terminar ya con ésto.
—Sueños — siguió diciendo —. Antes de conoceros los tenía —. Sacó una pistola de sus botas altas y apuntó a Lenna en la cabeza, preparada para apretar el gatillo —. ¿Te acuerdas de mí?
Lenna asintió y, en una milésima de segundo, la mujer disparó. Empezó a andar en dirección a la puerta, sintiéndose en esa cima que tanto había soñado.
—Por cierto — se giró, antes de abrir la puerta, para ver el cadáver —: has engordado.
Una bibliotecaria bajita, con gafas y con el pelo corto y rizado alzó la cabeza para dejar de mirar su pila de libros. Se sorprendió al encontrarse con alguien pasadas las once y media de la noche, sólo un enfermo mental iría a esa hora a leer.
—Yo — asintió la chica colocándose las gafas. Indefensa, pensó la mujer que tenía enfrente de ella.
La mujer sonrió mirando de arriba a abajo su pelo corto y sucio. El karma ha hecho un buen trabajo, se rió jugando con su mente. Puso su mano sobre la de Lenna, ésta se fijó en uno de sus brillantes anillos. Era de diamantes, y parecía costar más que su propia vida.
—¿Te acuerdas de mí?
—No me suena haberla visto — contestó sin dejar de mirar el anillo.
—Del instituto — le recordó —. Una chica bajita, delgada y con una carita de ángel.
Lenna negó despacio con la cabeza y sintió que ella apretaba su mano cada vez más.
—Quería dedicar mi vida a un escenario, interpretar papeles y sentirme en la cima sin tener que preocuparme por caerme de esa cima..., porque nunca me caería.
Apartó la mano y miró a su alrededor. Ese sitio era más deprimente según iba pasando el tiempo, tenía que terminar ya con ésto.
—Sueños — siguió diciendo —. Antes de conoceros los tenía —. Sacó una pistola de sus botas altas y apuntó a Lenna en la cabeza, preparada para apretar el gatillo —. ¿Te acuerdas de mí?
Lenna asintió y, en una milésima de segundo, la mujer disparó. Empezó a andar en dirección a la puerta, sintiéndose en esa cima que tanto había soñado.
—Por cierto — se giró, antes de abrir la puerta, para ver el cadáver —: has engordado.
Kate se sentó en uno de los asientos del avión y abrió el periódico por la segunda página. "Lenna Hudson (bibliotecaria local) muerta a tiros". Se rió mientras leía el artículo: "se está buscando al culpable", "los investigadores opinan que podría ser su ex novio"...
Había leído artículos similares en los últimos meses, era difícil relacionar las muertes de aquellas personas por la manera en la que el asesino les había matado, ya que no siempre les había jodido la cabeza de un balazo. Ineptos.
Kate sacó una foto del instituto en la que salía ella con lo que antes era lo más parecido a amigo que tenía. Se acordaba de esa época. Camisetas con mensajes estúpidos en contra de la sociedad y la misma estúpida cara en todas las fotos. En esa época tenía el pelo de su color natural, nunca se arrepintió de haberse teñido, eso le había dado ventaja para ciertas acusaciones. El chico, a su derecha, tenía un estúpido pelo a lo Beatles y era de su misma estatura. Esa foto era todo lo que odiaba recordar. Es ridículo que cada vez que odiemos algún momento de nuestra vida o alguna persona tengamos que recordárnoslo cada dos minutos.
Dejó de mirar la foto en cuanto vio a un grupo de policías entrar en el avión, sería una idea pésima correr a esconderse en el baño. Dobló y guardó la foto en su sujetador y dejó el periódico debajo de su asiento, se apoyó contra la ventana esperando el inevitable momento.
Como era de esperar, uno de ellos se sentó en el asiento que tenía a su derecha, le lanzó una mirada fulminante y empezó:
—Buenos días, preciosa.
—Buenos días, agente — contestó ella con una sonrisa y sin moverse.
—¿Está metida en algún crimen? Porque su belleza debería ser ilegal, princesa — rió mientras miraba a Kate como si fuera la única mujer en ese avión.
—Gracias — contestó ella intentando no vomitar.
—Budd, estamos buscando a una puta asesina no a tu próxima esposa — dijo el otro policía reprimiéndole.
—Me voy, hermosa — volvió a dirigirse hacia ella y guiñó un ojo —. La justicia me llama, pero quién sabe, las estrellas pueden alinearse para que nuestro próximo encuentro sea más... romántico.
Kate sonrió hasta que el policía estuvo lo suficientemente lejos como para no poder oír su próxima arcada. Corruptos, pensó. Nadie conseguiría que la metieran en la cárcel porque nadie trabajaba realmente en su caso. Aún así, tener a dos policías (corruptos, pero policías al fin y al cabo) en el mismo avión que ella, justo después de cometer un asesinato y antes de cometer otro, iba a ser complicado.
Se prometió a sí misma que éste iba a ser el último, que después de aquello no tenía sentido seguir.
Usaría su verdadero nombre, no Kate, Olivia, Leia o cualquiera de los otros nombres que había usado desde su mayoría de edad. Y empezaría su vida, su nueva vida de inocente.
Había leído artículos similares en los últimos meses, era difícil relacionar las muertes de aquellas personas por la manera en la que el asesino les había matado, ya que no siempre les había jodido la cabeza de un balazo. Ineptos.
Kate sacó una foto del instituto en la que salía ella con lo que antes era lo más parecido a amigo que tenía. Se acordaba de esa época. Camisetas con mensajes estúpidos en contra de la sociedad y la misma estúpida cara en todas las fotos. En esa época tenía el pelo de su color natural, nunca se arrepintió de haberse teñido, eso le había dado ventaja para ciertas acusaciones. El chico, a su derecha, tenía un estúpido pelo a lo Beatles y era de su misma estatura. Esa foto era todo lo que odiaba recordar. Es ridículo que cada vez que odiemos algún momento de nuestra vida o alguna persona tengamos que recordárnoslo cada dos minutos.
Dejó de mirar la foto en cuanto vio a un grupo de policías entrar en el avión, sería una idea pésima correr a esconderse en el baño. Dobló y guardó la foto en su sujetador y dejó el periódico debajo de su asiento, se apoyó contra la ventana esperando el inevitable momento.
Como era de esperar, uno de ellos se sentó en el asiento que tenía a su derecha, le lanzó una mirada fulminante y empezó:
—Buenos días, preciosa.
—Buenos días, agente — contestó ella con una sonrisa y sin moverse.
—¿Está metida en algún crimen? Porque su belleza debería ser ilegal, princesa — rió mientras miraba a Kate como si fuera la única mujer en ese avión.
—Gracias — contestó ella intentando no vomitar.
—Budd, estamos buscando a una puta asesina no a tu próxima esposa — dijo el otro policía reprimiéndole.
—Me voy, hermosa — volvió a dirigirse hacia ella y guiñó un ojo —. La justicia me llama, pero quién sabe, las estrellas pueden alinearse para que nuestro próximo encuentro sea más... romántico.
Kate sonrió hasta que el policía estuvo lo suficientemente lejos como para no poder oír su próxima arcada. Corruptos, pensó. Nadie conseguiría que la metieran en la cárcel porque nadie trabajaba realmente en su caso. Aún así, tener a dos policías (corruptos, pero policías al fin y al cabo) en el mismo avión que ella, justo después de cometer un asesinato y antes de cometer otro, iba a ser complicado.
Se prometió a sí misma que éste iba a ser el último, que después de aquello no tenía sentido seguir.
Usaría su verdadero nombre, no Kate, Olivia, Leia o cualquiera de los otros nombres que había usado desde su mayoría de edad. Y empezaría su vida, su nueva vida de inocente.
- aquí:
- Bueno, más o menos ha quedado un poco entendible.
Sigue: Kirk.
heartcore.
Re: «sorry for kill you» {nc.
kjHAKDJHADKJASDHKJDH ME ENCANTOOOOOOOOO <3 <3
Simplemente un capítulo perfecto y escrito como se debe, espero los demás djaskshj ah, estoy hablando como una lectora en vez de como una escritora más de la novela xd
Simplemente un capítulo perfecto y escrito como se debe, espero los demás djaskshj ah, estoy hablando como una lectora en vez de como una escritora más de la novela xd
Miluh.
Re: «sorry for kill you» {nc.
Ritual, ame que eligieras a Keira para ese papel, es la perfecta mujer asesina :twisted:
No importa que fuera corto, lo ame :(L):
Omg, esos policías que coquetean en vez de buscar un asesinato... ¡Son los más sexys!
Okno
Ame tu capitulo, Miss Nothig. También es perfecto :(L):
¡TODOS LOS CAPÍTULOS AQUÍ SON PERFECTOS!
Ya me pongo a escribir...
No importa que fuera corto, lo ame :(L):
Omg, esos policías que coquetean en vez de buscar un asesinato... ¡Son los más sexys!
Okno
Ame tu capitulo, Miss Nothig. También es perfecto :(L):
¡TODOS LOS CAPÍTULOS AQUÍ SON PERFECTOS!
Ya me pongo a escribir...
Frey.
Re: «sorry for kill you» {nc.
djsfsdkj MissNothing tu capítulo, al igual que los otros, está perfecto. Lo amé.
Pobre Lenna, pero estoy segura de que se lo merecía.
Quiero saber sobre los otros homicidios que cometió Kate, o como se llame en realidad
Te espero Kirk n.n
PD: Gracias por los hermosos comentarios a mi capítulo<33 Y me pueden llamar Ana ^^
Pobre Lenna, pero estoy segura de que se lo merecía.
Quiero saber sobre los otros homicidios que cometió Kate, o como se llame en realidad
Te espero Kirk n.n
PD: Gracias por los hermosos comentarios a mi capítulo<33 Y me pueden llamar Ana ^^
Ritual
Re: «sorry for kill you» {nc.
Se lo merecía, créeme, :niña:.
Gracias, por los comentarios, sois adorables .
Gracias, por los comentarios, sois adorables .
heartcore.
Re: «sorry for kill you» {nc.
Chicas, hoy estuve muy mal y agotada y solo escribí medio capitulo. Lo subiré mañana, pero notifico para que no coman ansias:3
Frey.
Re: «sorry for kill you» {nc.
Capítulo 5
Había pasado solo cuatro días desde la liberación de cargos de Eleanor, pero esos pequeños cuatro días; sin dejarla salir aun de su arresto domiciliario habían sido una eternidad.
Desde aquel nueve de noviembre del año pasado, hasta esta fecha; había pasado los meses viviendo en un antiguo departamento de su madre, que adquirió antes de casarse. Todos decían que era mejor tenerla en la correccional durante el juicio pero simplemente, el “publico” tuvo la última palabra.
Era pequeño, demasiado. El comedor, la cocina y la sala eran un mismo cuarto; el baño era de dos metros cada lado y solo a un lado del baño había una pared que escondida contenía una cama. Nada glamoroso, aunque seguía pensando que era mejor que estar en la correccional. Tenía algo que jamás podría tener allá; privacidad.
—Señorita Eastwood, la estamos esperando —hablo el guardia que estaba en la puerta.
Eleanor camino hacia la salida pero ignorando completamente la voz que escucho.
Aunque el juicio había terminado, ella seguía siendo un espectáculo para el pequeño condado. Y no era que podría ser ocultado. Nadie se acercaba a esa casa desde que la chica la habitaba y para colmar la situación ahora estaba siendo escoltada a la casa de Clarissa en una llamativa patrulla. Pero aquella chica no le daba importancia nada, pudo haber pasado el presidente de Estados Unidos y ni siquiera lo habría notado.
La casa de Clarissa no era muy diferente a la familia Eastwood. Un patio con un césped perfectamente envidiable y una apariencia externa maravillosa, como si los que vivieran ahí dentro fueron unos compulsivos de la limpieza.
Por necesidad, el policía que estuvo acompañándola estos meses tuvo que abrir la puerta ya que era imposible hacerlo desde dentro.
Había escuchado que cuando uno se encuentra en libertad o comenzaba una nueva vida, podían ver la vida de otro modo, hasta el viento se respiraba completamente diferente pero lo que pasa aquí es que nada ha cambiado. El viento no se respira diferente. Sigue siendo el oxígeno contaminado que se inhala todos los días.
A no más de unos cuantos metros se podían admiran dos cuerpos. Masculino y femenino. La mujer estaba un poco más baja que el hombre. La mujer sonreía y el chico miraba con algo de desconfianza.
—Toda suya, señora Crain —dijo el policía casi en un grito, lo cual fastidio un poco a Eleanor.
La mujer solo se limitó a agitar la mano de un lado para el otro mientras avanzaba con un paso apresurado hacia Eleanor.
—¡Dulzura! —se lanzó sobre la adolescente mientras esta se quedaba estupefacta—. ¿Cómo has estado?
—Bueno, ya todo termino —trato de hacer la sonrisa pero ni ella misma lo creyó suficiente.
—Cariño, desde el cielo tu madre nos ayudó a comprobar la verdad de… aquel horrible suceso —la voz de Clarissa se tensó un poco pero trato de ocultarlo—. Vamos, te quiero recordar a alguien.
Clarissa entusiasmada tomo la el brazo de su sobrina guiándola hacia el chico que la acompañaba.
—Ellie, tal vez no lo recuerdas por qué la última vez que se vieron eran solo unos niños pero él es tu primo: Wyatt
Wyatt era más alto que su madre aunque la chaqueta de cuero que llevaba lo hacía verse un poco más pequeño. Su cabello es rubio con unos destellos castaños que le llegaba un poco más arriba de los hombros pero su cara no iba con su estilo. Su estilo derrochaba a un bad boy pero el transmitía ser una pequeña niña asustada.
Eleanor lo recordaba perfectamente. El bastardo le había hecho los meses más terribles de su infancia.
—Ellie, bienvenida
¿Acaso era hipocresía lo que sentía? No lo sabe. Era lo único que Eleanor sentía al hablar.
—¿Tienes hambre, querida? Puedo hacerte algo de comer —ofreció como siempre amable Clarissa
—No, muchas gracias. Lo único que quiero es dormir —ser amable estaba siendo insoportable para Eleanor—. ¿Podría mostrarme el lugar donde dormiré?
—Claro, estamos redecorando y tendrás que dormir con Wyatt por una semana, ¿no te molesta?
—Por supuesto que no —no pudo sentir más odio en ese momento—. Gracias, tía.
—Para eso está la familia, Ellie
La habitación de Wyatt era como la de cualquier adolescente amante de las guitarras y cualquier música que lo acompañara. Unas guitarras, posters colgados por todos lados, libros regados por todos lados, una cama y un sofa.
—Duerme en la cama, yo en el sofa —dijo Wyatt lanzándose.
Eleanor no dijo nada, tampoco se quitó de encima ninguna prenda más que los zapatos y una chaqueta que llevaba. Solo se arropo con las cobijas para dormir pero la voz de Wyatt la interrumpió en su transición del sueño.
—¿Tu lo hiciste?
—¿Qué?
—Matarlos
Eleanor estaba harta.
—Sí, Wyatt. Por eso mismo estoy en tu casa, me dejaron libre para matar a todos con los que se me crucen en mi camino y deshacerme de la sobre población mundial
Wyatt no dijo nada por unos minutos.
—¿Y los extrañas?
No quería contestar.
—Sí
—Entonces, el cielo te ayudo a comprobar una verdad
Esta vez Eleanor no dijo nada, simplemente lo pensó.
El cielo no me ayudo a comprobar la verdad, más bien el infierno me hizo crear una bella mentira.
Desde aquel nueve de noviembre del año pasado, hasta esta fecha; había pasado los meses viviendo en un antiguo departamento de su madre, que adquirió antes de casarse. Todos decían que era mejor tenerla en la correccional durante el juicio pero simplemente, el “publico” tuvo la última palabra.
Era pequeño, demasiado. El comedor, la cocina y la sala eran un mismo cuarto; el baño era de dos metros cada lado y solo a un lado del baño había una pared que escondida contenía una cama. Nada glamoroso, aunque seguía pensando que era mejor que estar en la correccional. Tenía algo que jamás podría tener allá; privacidad.
—Señorita Eastwood, la estamos esperando —hablo el guardia que estaba en la puerta.
Eleanor camino hacia la salida pero ignorando completamente la voz que escucho.
Aunque el juicio había terminado, ella seguía siendo un espectáculo para el pequeño condado. Y no era que podría ser ocultado. Nadie se acercaba a esa casa desde que la chica la habitaba y para colmar la situación ahora estaba siendo escoltada a la casa de Clarissa en una llamativa patrulla. Pero aquella chica no le daba importancia nada, pudo haber pasado el presidente de Estados Unidos y ni siquiera lo habría notado.
…
La casa de Clarissa no era muy diferente a la familia Eastwood. Un patio con un césped perfectamente envidiable y una apariencia externa maravillosa, como si los que vivieran ahí dentro fueron unos compulsivos de la limpieza.
Por necesidad, el policía que estuvo acompañándola estos meses tuvo que abrir la puerta ya que era imposible hacerlo desde dentro.
Había escuchado que cuando uno se encuentra en libertad o comenzaba una nueva vida, podían ver la vida de otro modo, hasta el viento se respiraba completamente diferente pero lo que pasa aquí es que nada ha cambiado. El viento no se respira diferente. Sigue siendo el oxígeno contaminado que se inhala todos los días.
A no más de unos cuantos metros se podían admiran dos cuerpos. Masculino y femenino. La mujer estaba un poco más baja que el hombre. La mujer sonreía y el chico miraba con algo de desconfianza.
—Toda suya, señora Crain —dijo el policía casi en un grito, lo cual fastidio un poco a Eleanor.
La mujer solo se limitó a agitar la mano de un lado para el otro mientras avanzaba con un paso apresurado hacia Eleanor.
—¡Dulzura! —se lanzó sobre la adolescente mientras esta se quedaba estupefacta—. ¿Cómo has estado?
—Bueno, ya todo termino —trato de hacer la sonrisa pero ni ella misma lo creyó suficiente.
—Cariño, desde el cielo tu madre nos ayudó a comprobar la verdad de… aquel horrible suceso —la voz de Clarissa se tensó un poco pero trato de ocultarlo—. Vamos, te quiero recordar a alguien.
Clarissa entusiasmada tomo la el brazo de su sobrina guiándola hacia el chico que la acompañaba.
—Ellie, tal vez no lo recuerdas por qué la última vez que se vieron eran solo unos niños pero él es tu primo: Wyatt
Wyatt era más alto que su madre aunque la chaqueta de cuero que llevaba lo hacía verse un poco más pequeño. Su cabello es rubio con unos destellos castaños que le llegaba un poco más arriba de los hombros pero su cara no iba con su estilo. Su estilo derrochaba a un bad boy pero el transmitía ser una pequeña niña asustada.
Eleanor lo recordaba perfectamente. El bastardo le había hecho los meses más terribles de su infancia.
—Ellie, bienvenida
¿Acaso era hipocresía lo que sentía? No lo sabe. Era lo único que Eleanor sentía al hablar.
—¿Tienes hambre, querida? Puedo hacerte algo de comer —ofreció como siempre amable Clarissa
—No, muchas gracias. Lo único que quiero es dormir —ser amable estaba siendo insoportable para Eleanor—. ¿Podría mostrarme el lugar donde dormiré?
—Claro, estamos redecorando y tendrás que dormir con Wyatt por una semana, ¿no te molesta?
—Por supuesto que no —no pudo sentir más odio en ese momento—. Gracias, tía.
—Para eso está la familia, Ellie
…
La habitación de Wyatt era como la de cualquier adolescente amante de las guitarras y cualquier música que lo acompañara. Unas guitarras, posters colgados por todos lados, libros regados por todos lados, una cama y un sofa.
—Duerme en la cama, yo en el sofa —dijo Wyatt lanzándose.
Eleanor no dijo nada, tampoco se quitó de encima ninguna prenda más que los zapatos y una chaqueta que llevaba. Solo se arropo con las cobijas para dormir pero la voz de Wyatt la interrumpió en su transición del sueño.
—¿Tu lo hiciste?
—¿Qué?
—Matarlos
Eleanor estaba harta.
—Sí, Wyatt. Por eso mismo estoy en tu casa, me dejaron libre para matar a todos con los que se me crucen en mi camino y deshacerme de la sobre población mundial
Wyatt no dijo nada por unos minutos.
—¿Y los extrañas?
No quería contestar.
—Sí
—Entonces, el cielo te ayudo a comprobar una verdad
Esta vez Eleanor no dijo nada, simplemente lo pensó.
El cielo no me ayudo a comprobar la verdad, más bien el infierno me hizo crear una bella mentira.
- Spoiler:
- Lo seeeeeeeeeeeeeeeeeeee! Este es mi peor capitulo pero, well... no había mucho que contar esta vez. Lo interesante viene en el siguiente :twisted:
Frey.
Re: «sorry for kill you» {nc.
"El cielo no me ayudo a comprobar la verdad, más bien el infierno me hizo crear una bella mentira" ME ENCANTO ESA FRASE LOCO!
El capítulo fue tan dsakjdhsad Wyatt me lo imagino como un chico inocente, no sé porque, pero tengo el presentimiento de que no es para nada inocente!
Espero el otro capítulo chiks.
El capítulo fue tan dsakjdhsad Wyatt me lo imagino como un chico inocente, no sé porque, pero tengo el presentimiento de que no es para nada inocente!
Espero el otro capítulo chiks.
Miluh.
Re: «sorry for kill you» {nc.
Eleanor y Wyatt en el mismo cuarto...mala idea
Menuda pregunta estúpida que su primo le hizo, como si fuera a contestar con la verdad, já.
Clarissa me agrada sdfhskdfjsdkfjh
Me encantó tu capítulo Kirk me uno al club de fans de la última frase xd.
Miluh te espero n.n
Menuda pregunta estúpida que su primo le hizo, como si fuera a contestar con la verdad, já.
Clarissa me agrada sdfhskdfjsdkfjh
Me encantó tu capítulo Kirk me uno al club de fans de la última frase xd.
Miluh te espero n.n
Ritual
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