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"La Estacion Del Arcoiris" Joe Jonas [TERMINADA]
O W N :: Archivos :: Novelas Terminadas
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Re: "La Estacion Del Arcoiris" Joe Jonas [TERMINADA]
A la mañana siguiente, bajó a desayunar con una de sus camisas de trabajo viejas y vio, sin saber por qué, que el rostro expectante de su mujer se ensombrecía.
-¿Por qué no te has puesto una de las que te he hecho? -exclamó.
Él se metió las manos en los bolsillos, consciente de que había cometido, sin darse cuenta, un error.
-Porque tengo que hacer mis faenas habituales, y mientras tú vas a la iglesia pensé que podría acabar de sembrar junto al río.
-No deberías de trabajar en domingo -dijo ella de mal humor- y, además, ¿qué tiene que ver eso?
-No puedo ponerme esas camisas para trabajar porque las ensuciaría.
La joven lo miró.
-Ya que insistes en trabajar todo el santo día, incluso los domingos, me gustaría saber cuándo piensas ponerte esas camisas. Son para uso diario. ¿Para qué crees que te las hice sino para que te las pongas? Te haré una elegante camisa blanca para las fiestas..., aunque no sé cuándo la lucirás, puesto que no vas a la iglesia.
Se mordió el labio. La regañina de _____ le recordaba el ataque de un perro pequeño; uno no puede defenderse de ellos, pero tampoco puede esquivarlos. Se acordó de cómo Emmy lo reñía cuando llegaba tarde y cómo él la besaba para que se le pasara el mal humor. No podía hacer lo mismo con su esposa, claro, pero... Le sonrió con timidez y candor.
-Vamos, _______, no te lo tomes así -bromeó-. Te juro que las llevaré todos los días, me revolcaré en el polvo, si quieres. Las llevaré hasta que se me rompan por los codos. Bueno, siempre; hasta para dormir...
-¡Basta ya! -exclamó ella, mientras se le escapaba la risa.
Él se le acercó con las manos extendidas en burlona súplica.
-_____, no me vuelvas loco. Lloraré si no me perdonas.
-¡Ganso! -le dio una palmada en las manos, pero no pudo reprimir por más tiempo la risa.
Luego lo esquivó y él la siguió con los dedos teatralmente entrelazados. ______ corrió por toda Ia cocina riéndose y ordenándole que se detuviera. Volvió a esquivarlo y él la persiguió; echaron a correr uno tras otro hacia la puerta trasera y bajaron apresuradamente los escalones. Se persiguieron y esquivaron por el patio y el granero con la alegría y la vitalidad de dos animales jóvenes en primavera, riéndose a carcajadas y gritando. Ella corría como una flecha y él la acosaba, entretenidos ambos en el juego, olvidando quienes eran, donde estaban y cuál era su pasado. Para prolongar la diversión, él fingía haber perdido su fuerza y velocidad y la dejaba escapar. La cogía por las muñecas, pero ella se retorcía y se refugiaba tras el cinamomo. Luego él volvió a correr a toda velocidad y la atrapó por detrás inmovilizándola con los brazos. La levantó en alto y empezó a dar vueltas mientras ella reía como una loca. Se le soltó el pelo, que cayó suave y perfumado sobre la cara de él; sintió la firmeza del cuerpo de la joven contra el suyo y notó bajo sus brazos su esbelta y delgada cintura. Y entonces se dio cuenta de que sólo tenía que detenerse y deslizar las manos hacia arriba para acariciarle los pechos, que sólo tenía que obligarla a darse la vuelta para besar su sonriente y temblorosa boca, y que ambos, pese a que apenas podían respirar, serían incapaces de separar los labios para poder dar reposo a los pulmones. Rápidamente la soltó y ella se separó de él espirando con ansiedad.
De pronto, ambos se sintieron cohibidos y violentos. _____ intentó alisarse los cabellos llena de vergüenza y con sentimiento de culpabilidad. Era domingo y sólo hacía un mes que habían muerto sus padres, pero ella estaba jugando en 1 patio, riendo y chillando como una chiquilla. Joe vio que se le ensombrecían los ojos y sintió un nudo en el estómago; ella debía de haberse dado cuenta, de repente, de cuán firmemente la había agarrado Digger Jonas y de qué cerca había estado de sentir su contaminante contacto.
-El desayuno se enfriará -dijo la muchacha torpemente.
Los dos volvieron a la casa muy callados.
La visita a la iglesia resultó una experiencia tan dolorosa y desagradable como lo había sido hacía dos domingos. Cuando entró y se sentó, todos la miraron a hurtadillas llenos de curiosidad. Las mejillas de ______ ardían. ¿Qué esperaban ver en su cara? ¿Arañazos? ¿Señales de lujuria y degeneración? Nadie la saludó como antes acostumbraban a hacer, y el banco donde se sentó fue el último en ser ocupado. A la salida de la iglesia, la gente le hablaba si ella les dirigía primero la palabra, y el reverendo Carson se limitó a darle flojamente la mano mientras le murmuraba algo. Las mujeres la observaban con expresión dura y ávida de curiosidad, y en los ojos de los hombres que se volvían a mirarla había una expresión que podía calificarse de hambrienta.
Sólo Susan Winters, con rostro astuto e impaciente, se atrevió a hablarle:
-_______, ¿cómo estás?
-Muy bien, gracias, ¿y tú?
-¿Es verdad que te has casado eon Digger?
-Sí, me he casado con joseph jonas
La muchacha abrió mucho los ojos y se humedeció los labios.
-Mamá me dijo que él..., bueno, ya sabes. ¿Te ha hecho..., te ha hecho algo a ti?
-No tengo la más mínima idea de lo que estás diciendo -respondió ______ con un tono frío.
Le hubiera gustado poder describir con pelos y señales alguna desviación sexual sólo para darle una lección, pero no conocía ninguna.
-Me refiero a tu noche de bodas, ya me entiendes. ¿Cómo fue? ¿Cómo..., cómo se portó él?
_______ la miro fijamente. De pronto comprendió el motivo de la animosidad y la currosidad de a gente. Todas, viejas y jóvenes, aunque no quisieran admitirlo, deseaban a Joe. En torno a él flotaba un aura de sensualidad, de salvaje y condenable virilidad. Era el incansable e inmoral violador de sus calenturientos sueños. Por eso sentían cólera y envidia, porque creían que le había dado a ella lo que tanto deseaban, y ardían de ganas de saber si era tal como imaginaban. Y a los hombres les ocurría algo parecido: una especie de masculinidad irrefrenable les hacía aparecer como seres débiles, y por eso odiaban y envidiaban a Jonas, y buscaban en el rostro de ella la mirada de una hembra satisfecha.
Se sintió invadida por un furor contra todos. Le hubiera gustado gritarles a la cara lo que eran. Pero entonces se le ocurrió que era mejor que se consumieran en su propio pecado Y sonrió de una forma que esperaba fuera propia de una mujer sexualmente satisfecha.
-Bueno, puedo decirte una cosa: no necesita violar a ninguna mujer -dijo _______, y se echó a reír con una risa ronca que se oyó en todo el patio.
Sin volver la vista atrás, subió al carro y arreó las mulas, que partieron a buen paso. Cuando llegó a la granja treinta minutos después, todavía tenía el entrecejo fruncido.
Joe estaba en el porche delantero y la vio llegar; se había puesto la camisa azul. Ella detuvo el carro frente a los escalones y él se acercó para ayudarla. Alzó los brazos para cogerla y ella se inclinó hacia adelante; y de pronto tuvo que contener la respiración mientras un violento estremecimiento le encogía el estómago. El fino cabello de Joe, de color oro y plata, le caía sobre la cara y contrastaba con el moreno de su piel; los ojos, a juego con la camisa, tenían un brillante tono azulado. ¡Qué guapo estaba! Con manos firmesy seguras, la cogió por la cintura y la dejó suavemente en el suelo.
-¿Qué tal en la iglesia? -le preguntó sonriendo.
-Muy bien -contesto ella devolviéndole confundida la sonrisa-. Te has puesto la camisa nueva.
-Para la comida del domingo. Es un día de fiesta, ¿no? Al fin y al cabo, van a venir tu hermana y mi querido cuñado.
______ apenas lo oyó. Se dio cuenta de que lo único que deseaba era que la besara. Deseaba sentir sus labios sobre los suyos, sus brazos en torno al cuerpo, su pecho vigoroso contra sus senos. Recordó cómo la había cogido aquella mañana, apretando su cuerpo contra su espalda.
Jonas se alejó de ella, cogió el arnés de las mulas y se llevó el carro al granero.
- Oh, Joe! -susurró ______ poniéndose la mano sobre la la boca. Tenía, pues, que admitirlo; era como las demás mujeres, lo deseaba en secreto. ¡Qué perversidad y qué vergüenza! Eso la enseñaría a no hacer juicios precipitados; la invadían los mismos deseos lujuriosos y culpables. Pues claro..., ¿cómo habría podido reconocer con tanta f acilidad los deseos de las demás mujeres si no los experimentara también? ¿Cómo habría podido adivinar aquellos sueños calenturientos y lujuriosos si no la asaltaran a ella también?
Apretó los puños y enterró aquellos sentimientos en lo más hondo de su corazón. Suerte que Joe se había marchado sin darle tiempo para hacer alguna locura. Él creía que ella era una señora; no podía descubrirle que no lo era, que quería acostarse con él aunque amaba a otro. No debía permitir que pensara que lo deseaba igual que las demás. Por otra parte, él no se sentía atraído por ella; había dejado bien claro que la vida íntima no formaba parte del trato. No debía crear dificultades y destruir aquella agradable camaradería intentando que hubiera algo más entre ellos.
Decidida, se agarró la falda y corrió hacia la casa para preparar la comida del domingo.
-¿Por qué no te has puesto una de las que te he hecho? -exclamó.
Él se metió las manos en los bolsillos, consciente de que había cometido, sin darse cuenta, un error.
-Porque tengo que hacer mis faenas habituales, y mientras tú vas a la iglesia pensé que podría acabar de sembrar junto al río.
-No deberías de trabajar en domingo -dijo ella de mal humor- y, además, ¿qué tiene que ver eso?
-No puedo ponerme esas camisas para trabajar porque las ensuciaría.
La joven lo miró.
-Ya que insistes en trabajar todo el santo día, incluso los domingos, me gustaría saber cuándo piensas ponerte esas camisas. Son para uso diario. ¿Para qué crees que te las hice sino para que te las pongas? Te haré una elegante camisa blanca para las fiestas..., aunque no sé cuándo la lucirás, puesto que no vas a la iglesia.
Se mordió el labio. La regañina de _____ le recordaba el ataque de un perro pequeño; uno no puede defenderse de ellos, pero tampoco puede esquivarlos. Se acordó de cómo Emmy lo reñía cuando llegaba tarde y cómo él la besaba para que se le pasara el mal humor. No podía hacer lo mismo con su esposa, claro, pero... Le sonrió con timidez y candor.
-Vamos, _______, no te lo tomes así -bromeó-. Te juro que las llevaré todos los días, me revolcaré en el polvo, si quieres. Las llevaré hasta que se me rompan por los codos. Bueno, siempre; hasta para dormir...
-¡Basta ya! -exclamó ella, mientras se le escapaba la risa.
Él se le acercó con las manos extendidas en burlona súplica.
-_____, no me vuelvas loco. Lloraré si no me perdonas.
-¡Ganso! -le dio una palmada en las manos, pero no pudo reprimir por más tiempo la risa.
Luego lo esquivó y él la siguió con los dedos teatralmente entrelazados. ______ corrió por toda Ia cocina riéndose y ordenándole que se detuviera. Volvió a esquivarlo y él la persiguió; echaron a correr uno tras otro hacia la puerta trasera y bajaron apresuradamente los escalones. Se persiguieron y esquivaron por el patio y el granero con la alegría y la vitalidad de dos animales jóvenes en primavera, riéndose a carcajadas y gritando. Ella corría como una flecha y él la acosaba, entretenidos ambos en el juego, olvidando quienes eran, donde estaban y cuál era su pasado. Para prolongar la diversión, él fingía haber perdido su fuerza y velocidad y la dejaba escapar. La cogía por las muñecas, pero ella se retorcía y se refugiaba tras el cinamomo. Luego él volvió a correr a toda velocidad y la atrapó por detrás inmovilizándola con los brazos. La levantó en alto y empezó a dar vueltas mientras ella reía como una loca. Se le soltó el pelo, que cayó suave y perfumado sobre la cara de él; sintió la firmeza del cuerpo de la joven contra el suyo y notó bajo sus brazos su esbelta y delgada cintura. Y entonces se dio cuenta de que sólo tenía que detenerse y deslizar las manos hacia arriba para acariciarle los pechos, que sólo tenía que obligarla a darse la vuelta para besar su sonriente y temblorosa boca, y que ambos, pese a que apenas podían respirar, serían incapaces de separar los labios para poder dar reposo a los pulmones. Rápidamente la soltó y ella se separó de él espirando con ansiedad.
De pronto, ambos se sintieron cohibidos y violentos. _____ intentó alisarse los cabellos llena de vergüenza y con sentimiento de culpabilidad. Era domingo y sólo hacía un mes que habían muerto sus padres, pero ella estaba jugando en 1 patio, riendo y chillando como una chiquilla. Joe vio que se le ensombrecían los ojos y sintió un nudo en el estómago; ella debía de haberse dado cuenta, de repente, de cuán firmemente la había agarrado Digger Jonas y de qué cerca había estado de sentir su contaminante contacto.
-El desayuno se enfriará -dijo la muchacha torpemente.
Los dos volvieron a la casa muy callados.
La visita a la iglesia resultó una experiencia tan dolorosa y desagradable como lo había sido hacía dos domingos. Cuando entró y se sentó, todos la miraron a hurtadillas llenos de curiosidad. Las mejillas de ______ ardían. ¿Qué esperaban ver en su cara? ¿Arañazos? ¿Señales de lujuria y degeneración? Nadie la saludó como antes acostumbraban a hacer, y el banco donde se sentó fue el último en ser ocupado. A la salida de la iglesia, la gente le hablaba si ella les dirigía primero la palabra, y el reverendo Carson se limitó a darle flojamente la mano mientras le murmuraba algo. Las mujeres la observaban con expresión dura y ávida de curiosidad, y en los ojos de los hombres que se volvían a mirarla había una expresión que podía calificarse de hambrienta.
Sólo Susan Winters, con rostro astuto e impaciente, se atrevió a hablarle:
-_______, ¿cómo estás?
-Muy bien, gracias, ¿y tú?
-¿Es verdad que te has casado eon Digger?
-Sí, me he casado con joseph jonas
La muchacha abrió mucho los ojos y se humedeció los labios.
-Mamá me dijo que él..., bueno, ya sabes. ¿Te ha hecho..., te ha hecho algo a ti?
-No tengo la más mínima idea de lo que estás diciendo -respondió ______ con un tono frío.
Le hubiera gustado poder describir con pelos y señales alguna desviación sexual sólo para darle una lección, pero no conocía ninguna.
-Me refiero a tu noche de bodas, ya me entiendes. ¿Cómo fue? ¿Cómo..., cómo se portó él?
_______ la miro fijamente. De pronto comprendió el motivo de la animosidad y la currosidad de a gente. Todas, viejas y jóvenes, aunque no quisieran admitirlo, deseaban a Joe. En torno a él flotaba un aura de sensualidad, de salvaje y condenable virilidad. Era el incansable e inmoral violador de sus calenturientos sueños. Por eso sentían cólera y envidia, porque creían que le había dado a ella lo que tanto deseaban, y ardían de ganas de saber si era tal como imaginaban. Y a los hombres les ocurría algo parecido: una especie de masculinidad irrefrenable les hacía aparecer como seres débiles, y por eso odiaban y envidiaban a Jonas, y buscaban en el rostro de ella la mirada de una hembra satisfecha.
Se sintió invadida por un furor contra todos. Le hubiera gustado gritarles a la cara lo que eran. Pero entonces se le ocurrió que era mejor que se consumieran en su propio pecado Y sonrió de una forma que esperaba fuera propia de una mujer sexualmente satisfecha.
-Bueno, puedo decirte una cosa: no necesita violar a ninguna mujer -dijo _______, y se echó a reír con una risa ronca que se oyó en todo el patio.
Sin volver la vista atrás, subió al carro y arreó las mulas, que partieron a buen paso. Cuando llegó a la granja treinta minutos después, todavía tenía el entrecejo fruncido.
Joe estaba en el porche delantero y la vio llegar; se había puesto la camisa azul. Ella detuvo el carro frente a los escalones y él se acercó para ayudarla. Alzó los brazos para cogerla y ella se inclinó hacia adelante; y de pronto tuvo que contener la respiración mientras un violento estremecimiento le encogía el estómago. El fino cabello de Joe, de color oro y plata, le caía sobre la cara y contrastaba con el moreno de su piel; los ojos, a juego con la camisa, tenían un brillante tono azulado. ¡Qué guapo estaba! Con manos firmesy seguras, la cogió por la cintura y la dejó suavemente en el suelo.
-¿Qué tal en la iglesia? -le preguntó sonriendo.
-Muy bien -contesto ella devolviéndole confundida la sonrisa-. Te has puesto la camisa nueva.
-Para la comida del domingo. Es un día de fiesta, ¿no? Al fin y al cabo, van a venir tu hermana y mi querido cuñado.
______ apenas lo oyó. Se dio cuenta de que lo único que deseaba era que la besara. Deseaba sentir sus labios sobre los suyos, sus brazos en torno al cuerpo, su pecho vigoroso contra sus senos. Recordó cómo la había cogido aquella mañana, apretando su cuerpo contra su espalda.
Jonas se alejó de ella, cogió el arnés de las mulas y se llevó el carro al granero.
- Oh, Joe! -susurró ______ poniéndose la mano sobre la la boca. Tenía, pues, que admitirlo; era como las demás mujeres, lo deseaba en secreto. ¡Qué perversidad y qué vergüenza! Eso la enseñaría a no hacer juicios precipitados; la invadían los mismos deseos lujuriosos y culpables. Pues claro..., ¿cómo habría podido reconocer con tanta f acilidad los deseos de las demás mujeres si no los experimentara también? ¿Cómo habría podido adivinar aquellos sueños calenturientos y lujuriosos si no la asaltaran a ella también?
Apretó los puños y enterró aquellos sentimientos en lo más hondo de su corazón. Suerte que Joe se había marchado sin darle tiempo para hacer alguna locura. Él creía que ella era una señora; no podía descubrirle que no lo era, que quería acostarse con él aunque amaba a otro. No debía permitir que pensara que lo deseaba igual que las demás. Por otra parte, él no se sentía atraído por ella; había dejado bien claro que la vida íntima no formaba parte del trato. No debía crear dificultades y destruir aquella agradable camaradería intentando que hubiera algo más entre ellos.
Decidida, se agarró la falda y corrió hacia la casa para preparar la comida del domingo.
Suzzey
Re: "La Estacion Del Arcoiris" Joe Jonas [TERMINADA]
Les dejo mi nueva nove escrita Por mi se pasan porfa
https://onlywn.activoforo.com/t8046-amame-solo-a-mi-joe-tu-3#605819
https://onlywn.activoforo.com/t8046-amame-solo-a-mi-joe-tu-3#605819
Suzzey
Re: "La Estacion Del Arcoiris" Joe Jonas [TERMINADA]
aaaaiii si supieran que los dos sienten lo mismooooo!!!!!
aaaii siguela porfaaa
aaaii siguela porfaaa
chelis
Re: "La Estacion Del Arcoiris" Joe Jonas [TERMINADA]
porqe nose dicen loqe sienten el uno por el otro y listo pero
bueno ellos sabran jajaja siguela pronto plis
ahora me paso por la nueva :D
bueno ellos sabran jajaja siguela pronto plis
ahora me paso por la nueva :D
Nani Jonas
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