Duda Razonable {Larry Stylinson} HOT -TERMINADA-

Louis había estado observando a Harry con cada vez mayor diversión. Cuanto más avanzaba el día, con Lauren y Andy a la vista detrás de las paredes de cristal de la sala de conferencias, más cabreado se ponía.

A Louis le encantó.

La próxima semana, cuando ambas familias se reunieran para la barbacoa en casa de la familia de Harry, Louis quería hacer oficial su relación. Esperaba estar delante de sus familias y decirles que Harry era al que quería a su lado para siempre. Hasta hoy, Louis no se había convencido de que Harry iba para eso. Había sido reservado acerca de abrirse a cualquiera de sus conocidos.

No obstante cuanto más molesto Harry estaba con Lauren, más confianza Louis sentía sobre el nivel de compromiso de Harry con él. No sería tan celoso si no se sintiera territorial sobre Louis, ¿verdad? Los celos eran una cosa hermosa, decidió Louis.

Pensó que era hora de poner un poco de la angustia de Harry a descansar. La siguiente vez que regresó a su escritorio conjunto, Louis se inclinó por encima de su hombro como si estuviera revisando el expediente del caso con él. La pantalla de la computadora estaba arriba y Louis plantó la palma de su mano sobre la mesa mientras se inclinaba. ―Oye, la parte de los vestuarios en construcción no tiene a nadie trabajando en ellos ahora mismo.

―Eso es porque reciben cheques de la ciudad como el resto de nosotros ―murmuró Harry, pulsando en su teclado, rastreando y picoteando con torpeza.

―También se apagó la vigilancia.

Harry lo miró, comprensión iluminando sus ojos. ―¿Sí?

―Sí ―sonrió Louis. Dejó que su mirada viajara hasta los labios del otro―. Han pasado exactamente diez horas y cuarenta y tres minutos desde que tuve tu polla en mi boca. Estoy sediento.

Harry comenzó a sonreír. Inclinó la cabeza hacia la sala de conferencias y la sonrisa murió. ―¿Qué pasa con ella?

Sabía exactamente de quién estaba hablando Harry. ―¿Ella quién?

Harry alzó una ceja. ―¿En serio sales con eso?, ¿no es así?

Louis asintió con la cabeza, riendo entre dientes. ―Ella no tiene nada que te supere a ti.

―Los dos hacíamos esa cosa con las chicas. Ella es una dama que se ve genial con la ropa puesta, y la has visto desnuda en acción. ¿No hay ningún interés en probar su producto otra vez?

―Te he visto desnudo, compañero. Me gusta mucho tu mercancía y es un infierno mejor que la suya. Además, su cuerpo tiene esa mierda loca una vez al mes que no apreciarías.

―Así que esta renovación de vestuarios...

―Creo que tenemos que explorar ―dijo Louis, moviendo las cejas.

―Yo estoy de acuerdo¹, si estás de acuerdo.

―Oh ―dijo Geo modulando su voz con significado―. Definitivamente voy abajo².

Harry se levantó bruscamente, pasó junto a Louis, y se dirigió a los vestuarios. Louis rodeó su escritorio, tratando de parecer indiferente. Se sentó, revolvió el cajón de su escritorio, miró alrededor de la superficie como si hubiera perdido algo. Entonces con determinación, tomó su taza de café y salió de la habitación principal. Dos minutos de ventaja era todo lo que podía darle a Harry, pues ya podía sentir la sangre hacia el sur. Mucho más tiempo y se vería obsceno mientras su polla se convertía en una vara sexual divina.

Golpeó la puerta, empujando con fuerza. Asintiendo a los pocos que estaban poniéndose o quitándose el uniforme, metió la barbilla y rodeó el borde del último banco de los casilleros. Oscuro y fuera de la cinta, la adición se extendía en una serie de cubículos de ducha y esquinas. Louis se agachó debajo de la cinta amarilla de la construcción, moviéndose alrededor de los andamios y la seca pared. Mientras caminaba por un cubículo de ducha en el fondo, Harry enganchó sus brazos y lo enjauló en ellos.

―¿Qué te detuvo? ―murmuró con dureza. Él lo empujó contra los azulejos de nuevo, presionando sus cuerpos apretados juntos.

―Sí, tienes razón. Dos minutos eran demasiado maldito tiempo ―acordó Louis.

Harry entrelazó los dedos por los costados y miró a la cara de Louis con lujuria apenas controlada. Estaba tratando de refrenarse, Louis lo notó. Tratando de calmarse y reducir la velocidad. Bueno, tal vez Louis no lo quería jodidamente lento hoy.

―No pongas una tapa sobre ello. Dame lo que tienes ―lo alentó Louis.

Sus labios temblaban en una sonrisa. ―¿Estás seguro?

―Oh, sí.

Harry soltó su mano. Así de cerca Louis notó que metía la mano en el bolsillo para recuperar algo. Entonces, triunfalmente, Harry sostenía un envase de lubricante. ―Porque esto es lo que quiero. ¿Todavía quieres que te deje ir? Yo me conformaría con tu polla en mi boca.

Cada recuerdo que Louis tenía de Harry tomando su polla, chupando, tragando, murmurando, lamiendo, dándole golpecitos, degustando, mordisqueando, apareció en una ráfaga de lujuria cayendo en su estómago. Sí, la mamada de Harry era fantástica. Pero al igual que Harry, Louis quería más ahora mismo. Algo que compartir, y en lo que Lauren no tuviera parte. Algo que solidificara la naturaleza única de su tipo de amor.
Por Dios Todopoderoso, Louis amaba a este hombre, aunque fuera tímido sobre salir.

Louis inclinó su cabeza hacia delante y lo besó. Sus labios se encontraron, capturados y poseyéndose como si hubieran estado separados por mucho tiempo. Como si pertenecieran entre sí por orden natural. Louis murmuró a través del beso: ―¿Tu agujero o el mío, hermoso?

―El mío. Por favor, el mío ―dijo Harry, su voz temblando con voz ronca.

Louis le arrebató el lubricante y lo metió en su bolsillo trasero.
Entonces, con urgente velocidad, arrancó la camisa de Harry de sus jeans e hizo un rápido trabajo con los botones. Cuando Harry intentó aflojar sus pantalones para Louis, Louis se lo impidió.

―La mitad de la diversión está en desnudar tu sexy cuerpo. No robes mi pedazo de cielo.

Harry, apoyó la cabeza hacia atrás y vio a Louis desnudarlo a través de las pestañas. Su camisa estaba abierta, dejando al descubierto todos los músculos surcando todas las atléticas formas en él. El oscuro rastro de cortos vellos señalando el camino para Louis nunca dejaba de exprimir pre-semen de su polla. Louis agarró el cinturón, deshaciéndolo toscamente y deslizando la cremallera dolorosamente lento sobre el pesado bulto de Harry. Dejó que la parte de atrás de los dedos siguieran su longitud y Louis se emocionó al oír el trabajoso gemido dejar la boca de su amante como una desgarrada bendición.

Louis tiró de los pantalones y la ropa interior de Harry hacia el suelo, dejándolos en sus tobillos. Entonces mirando por encima de él, lentamente, empujó la camisa de sus hombros. Su caída se detuvo en las muñecas de Harry y dejaron su increíble, duro cuerpo, abierto para la mirada de placer de Louis.

―Joder, amo mirarte ―murmuró Louis apreciativamente.

La polla de Harry se flexionó ante la alabanza. Su punta brillaba con humedad. Aún de pie atrás disfrutando de la forma en que el cuerpo de Harry le respondía, acarició sus manos sobre el cuerpo de Harry. La punta dura de los pezones se erizaba en las palmas de Louis. Restregándolas momentáneamente antes de deslizar sus manos hacia abajo sobre las costillas de Harry, presionando con los pulgares bajo la línea central de su torso.

―Deseo tanto probarte ―dijo Louis, respirando irregularmente.

―Sí. ―La voz de Harry se quebró.

―Sólo iba a tomar tu culo ―dijo, estirándose alrededor ahuecando los globos―, pero mirando tu endeble polla, viéndola lo bastante púrpura para dañarse, no creo que pueda tener tu culo hasta que tenga tu polla en la boca. Dios, mírala. Está tan hinchada, está brillando.

Harry gimió. Se miró a sí mismo, entonces suplicantemente a Louis. Louis jodidamente amaba esa expresión: la única que decía que solamente él podía hacerse cargo de lo que Harry necesitaba, no sólo confiaba en él para hacerlo, necesitaba que Louis lo hiciera.

Louis cayó de rodillas sobre el cemento. Estaba frío e implacable, pero él estaba más interesado en la polla brillante que se balanceaba con cada pulso. Harry tenía que estar adolorido.
Louis lo lamió, capturando una preciosa gota de la corona de Harry. Harry siseó, sus dedos se enroscaron en puños a los costados.

Era exactamente lo que quería ver. Empujó el culo de Harry a la pared, los pulgares pellizcando los huesos de la cadera del otro hombre.
Confiado en que tenía al menos mucho más control sobre Harry, Louis tragó su eje, tomándolo profundamente en la boca antes de deslizarse afuera para dedicarse a la cabeza de Harry. En el último año, había aprendido mucho sobre el hombre. Había llegado a conocer lo que le gustaba y lo que no, lo que le empujaba al borde y lo que le mantenía flotando retorciéndose cerca, hasta que Louis estaba dispuesto a dárselo.
Y justo ahora, eso significaba rodar la lengua por el borde de la corona de Harry con rápidos golpecitos y dejar que él sintiese el ligero roce de los dientes en la hinchada cabeza. Louis empuñó la base del eje de Harry, bombeando en armonía y enfocándose intensamente en la cabeza de la polla de Harry.

Estaba muy cerca, lo suficientemente cerca para sacar el lubricante. Fue difícil, pero se las arregló para desenroscar la tapa con una mano. Louis dio un codazo separando las piernas de Harry y empujó el lubricante contra la roseta del otro hombre donde exprimió gel generosamente en su lugar. Dejó caer el tubo, sin importarle dónde cayó. Había cumplido su propósito y justo ahora Louis no quería nada más que conseguir a Harry fuera de su forma de ser.

Louis masajeaba la dulce abertura. Harry agarró la cabeza de Louis, sujetándolo hacia su necesitada polla. Aunque Harry apretó los dientes, el aliento aún silbó entre ellos, sus hambrientos gruñidos escapaban inadvertidos haciendo un suave eco en el cubículo azulejado.

―Dios, tus putos hoyuelos están mostrándose. Sabes cómo amo tus hoyuelos ―Harry dijo entre dientes―. Malditamente sexy.




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¹() En el original dice I'm down que quiere decir que estás de acuerdo con algo y por otro lado también se usa con una connotación homosexual de ahí el juego de palabras que hace Louis cuando dice
²() Going down. En el original.