Duda Razonable {Larry Stylinson} HOT -TERMINADA-

Louis siguió al cuerpo tenso de Harry cuando salían de la oficina del Jefe de Policía y recogieron sus cosas para irse a casa. Louis sacó sus llaves en primer lugar. De ninguna manera en el infierno, con Harry así enojado, iba a dejar que el otro hombre condujera esta noche, a menos que fuera en el dormitorio. Esa clase de ira podía ser objeto de un muy buen uso y les ayudaría a ambos a disipar sus frustraciones. Literalmente. 

Louis siempre había sido mejor dejando ir las cosas en las que él no tenía control. Bueno, este caso era un ejemplo perfecto de la necesidad de un talento así. Era lo que era y el Jefe no podía pisar los dedos del FBI. ―Está siguiendo sus propias ordenes ―dijo, sabiendo que Harry no le respondería.

No fue hasta que llegaron al estacionamiento de apartamentos que Harry finalmente suspiró en la derrota. ―Ya lo sé. Odio que no lleguemos a ver a través de esto.

Sus ojos se encontraron en el interior oscuro del coche. El motor hacia ‘tic-tac’ mientras se enfriaba, y Louis tomó las llaves de la ignición. Ellas tintineaban en su mano, amortiguadas por el pequeñoespacio. No podía ver el verde de los ojos de Harry, pero vio la tensión en las comisuras de la boca. Los besaría pronto, a ver si podía hacerlo relajarse.

―Se acabó ―dijo Harry.

―Es poco satisfactorio.

―Es la forma en que es a veces. Ellos van a capturarla esta noche y con un poco de suerte la niña va a estar ahí. Si no, van a perseguir a la mujer en otro lugar. Pase lo que pase, estamos fuera del caso.

La apariencia de Harry se volvió maliciosa. ―Yo sé algo que encuentro satisfactorio.

―¿Patear el culo de Lauren la próxima semana? ― preguntó Louis.

―Bueno, eso también, pero lo que estoy pensando te implica en tus manos y rodillas.

―¿Oh?― La polla de Louis se agitó.

―Sí, definitivamente usando tu 'O'.

Louis contuvo el aliento. ―¿Entonces por qué diablos estamos todavía en el coche?

Harry abrió su puerta y la cerró de golpe detrás de él. Trotó atrás hacia su edificio con una sonrisa sexy en su rostro.

―Mierda ―maldijo Louis, luchando con su cinturón de seguridad. Se levantó y golpeó la cerradura con su llavero. Harry tenía una ventaja enorme, pero Louis no iba a dejarse vencer por eso. Tenía algo muy específico en mente cuando se trataba de Harry. Sólo esperaba que Harry estuviera bien con ello.

Harry le ganó al apartamento. Había dejado la puerta entreabierta y Louis la cerró con cerrojo detrás de él mientras miraba la diaria exhibición del apretado culo. Harry se inclinó sobre el mostrador por el contestador automático, excepto que él no pulsó ‘play’: él bajó el volumen. Ya se había quitado la camisa y cuando se volvió para hacer frente a Louis, la polla de Harry hacía una tienda de campaña al frente de sus pantalones.

Louis se encogió de hombros sacando su camisa, desabrochó los pantalones y los dejó caer al suelo. Empujó fuera los zapatos y apenas se detuvo para quitarse los calcetines mientras cruzaban la habitación. Harry le esperaba, manos apoyadas detrás sobre el mostrador. Su barbilla apuntaba hacia abajo y vio a Louis con una lenta apreciación, sensual. Esa mirada nunca fallaba en calentar a Louis. Era la mirada que decía que Harry no podía evitarlo. Esa en la que él apenas se contenía de arrojar su cuerpo en Louis con enloquecida lujuria.

Dios, el sexo esta noche iba a ser genial.

―Estás usando demasiada ropa ―murmuró Harry.

Teniendo en cuenta que la única cosa que tenía Louis era su corto bóxer, la queja sacó una sobresaltada risa de él, considerando que Harry aún estaba completamente vestido.

Harry sonrió también. ―Es correcto. Lo único que quiero que lleves, son esos sexys hoyuelos tuyos.

―Te enseñaré el mío si me enseñas el tuyo ―desafió Louis.

Metió los pulgares en el cinturón elástico, recorrió hacia atrás y adelante para burlarse de él. Entonces decidiendo que se burlaba tanto de él como de Harry, los enganchó y empujó hacia abajo por sus piernas. La polla de Louis saltó libre, balanceándose mientras finalmente cerraba la distancia entre ellos.

―Ahora esa es una hermosa vista ―elogió Harry.

Louis desabrochó los pantalones de Harry, alcanzando y agarrando su pene. Girando, encaminó a Harry hacia el dormitorio.

Harry no parecía querer guiar sin embargo. Entró dentro sosteniéndolo, envolviendo sus brazos alrededor de la cintura desnuda de Louis y tropezó con la cama.

―Estás raspando mi culo ―se quejó Louis.

―No tanto como voy a frotarlo.

―Impresionante. Sólo prométeme que te quitarás la ropa en primer lugar. Si yo voy a tener mi culo al natural, quiero ser rozado al natural por tu corto bello y no por la tela de tu vaquero.

La hebilla de Harry se sacudió y Louis dejó salir la acerada polla que había estado sosteniendo para dejarlo desnudo. Volteando, se sostuvo arriba para verlo. La mirada de Harry rozó ligeramente sobre él, demorándose en el paquete del premio de Louis. ―Adoro la forma en que te ves. No creo que me canse nunca de esto.

―Me encanta la forma en que me miras, y es mejor que malditamente nunca te canses de mirar ―advirtió Louis.

―¿Condón? ―preguntó Harry.

La pregunta nunca había sido realmente pedida. Ellos siempre habían usado sólo uno después de sus escapadas sexuales al iniciar su relación. Seguridad y todo eso. Tenía sentido. ¿Lo que realmente estaba pidiendo Harry, y atreviéndose Louis a esperar, es que esto significara algo importante?

― Que se joda el condón ―sugirió Louis.

Harry se dejó caer sobre él, robándole un beso, y luego miró en gran medida dentro de sus ojos. ―¿En serio?

―Sí. Quiero sentir cada elevación. Vayamos a pelo.

―Voltéate, sexy ― ordenó Harry suavemente.

―¿Qué? ¿Sin besos?

―Oh, habrá besos ―prometió Harry―. En todas partes. He estado esperando poner mi boca en ti por bastantes días para no besarte ahora.

―Boca. Ahora.

Harry le complació, bajando su cuerpo sobre Louis. El brusco contacto sexual se sentía increíble después de casi una semana de turnos opuestos en el trabajo y prolongadas discusiones, malos entendidos, dudas razonables acerca de Lauren y el pasado y el futuro. Se sentía como volver a casa.

El duro cuerpo de Harry presionaba el de Louis en el colchón. Él se bajó sobre sus codos. Louis envolvió sus brazos alrededor del hombre que le había robado el corazón hacía más de un año y nunca lo dejaría ir otra vez. Sólo rezaba para que Harry nunca lo hiciera.

―Te he echado de menos ―murmuró en el cuello de Harry.

Harry retrocedió, con la mirada buscando la de Louis. ―Pensé que te estaba perdiendo ―su voz quebrada ásperamente.

―Pensé que me estabas alejando.

―Creo que lo estaba. Si te apartaba y me dejabas, habría sido mi decisión. Esperar a que me escogieras sobre Lauren dolía demasiado ―dijo Harry.

Louis le acarició la mejilla. ―Sé que eres un rudo tipo duro al que le gusta un desafío, pero haznos a ambos un favor y confía en mí la próxima vez.

―Lo siento.

―Malditamente cierto el que lo sientas. Dime lo que está pasando en esa cabeza tuya antes de que decidas por mí que no estamos resolviendolo.

La impotencia de la situación regresó a Louis con doble frustración. Pensar que podrían haberse perdido el uno al otro por orgullo; ¡jodidamente lo enfurecía!

Harry se inclinó, besando el labio inferior de Louis y tirando de él entre los suyos. ―Fue una estupidez y se acabó. Te amo. Te quiero. No puedo creer que no confiara en ti. ¿Me perdonas?

―Tal vez ― gruñó Louis, no dispuesto a déjalo ir todavía.

Los dedos de Harry metidos entre sus cuerpos cubrieron la polla de Louis. ―¿Por favor?

Louis los volteó, cayendo Harry en su espalda. Se sentó a horcajadas en Harry, con las manos presionando debajo de los hombros de Harry. ―Sólo si me perdonas por hacer algo que te hiciera dudar de nosotros. No tuvo que ser facil ver a Lauren y saber que habíamos estado juntos. Exactamente no la empujé lejos porque sabía que no querías que la comisaría pensara demasiado en los rumores de que estábamos más cerca de lo que los compañeros deberían estar.

―Pero ¿Lauren? ―Harry miró hacia él y Louis pensó que seguía viendo las huellas de dolor en las brillantes profundidades verdes―. Cualquier persona excepto Lauren podría haberlo manejado.

―Yo no creo que hubiera importado quien fuera. Creo que nuestra relación te asusta ―dijo Louis.

Harry pareció pensar en eso por un momento. ―Sí, pero Lauren trajo esto a casa mucho más rápido.

―Yo no estoy enamorado de Lauren. Estoy enamorado de ti.

Harry sonrió, una lenta inclinación de sus labios que nunca fallaba de hacer a Louis contener la respiración y acelerar su pulso. ¿Pero era suficiente? ¿Harry pensaba que era suficiente que se dijeran en privado uno al otro lo mucho que se amaban, pero nunca decirlo a alguien más? ¿Cuál sería su respuesta cuando Louis le revelara sus esperanzas a Harry?

―¿Qué es?― Harry incitó.

Le había dicho a Harry que debía confiar en él, ¿Harry no merecía la misma confianza? Ahora el zapato estaba en el otro pie, Louis se sintió un poco más nervioso. Se alejó de Harry y salió de la cama.

―Louis ―preguntó Harry titubeando.

Louis fue al armario y alcanzó en lo alto una caja de cartón. La cogió y excavó a través de ella.

―Pensé que habías dicho 'a pelo', ¿has cambiado de opinión? ―Harry cuestionó.

¿Qué estaba haciendo? Habían tenido una gran conversación, resolviendo las inseguridades y dudas cuando Louis se levantó. ¿Qué había ocurrido para hacer que Louis saliera? 
Louis encontró lo que fuera que había estado pescando, y regresó a la cama. 

―¿Qué es? ― Harry preguntó. Si se trataba de un recuerdo del pasado de Lauren, prefería no saberlo. 

Sin embargo, Louis se ruborizó cuando subió de nuevo arriba de Harry. La posición hacía que fuera difícil concentrarse mientras la sexualmente-pesada polla de Harry anidaba bajo el culo y las bolas de Louis. El prístino pene de Louis sobresaliendo con orgullo hacia él, como si solicitara un beso. Amaría doblarse y darle uno, si pudiera flexionar su cuerpo así. Pero inmovilizado, estaba fuera de cuestión. 
Además con Louis mirando un poco nervioso, posiblemente de una manera tímida que Harry no había visto antes, estaba aún más intrigado. Quería terminar con esto: Louis en sus brazos y burlándose de él con palabras calientes y toques más caliente. 

―Tengo algo para ti ―dijo Louis―. Es un poco pasado de moda, tal vez, pero los hice hacer y... ―se fue apagando, encogiéndose de hombros. 

―Muéstrame ―Harry susurró cálidamente.

Louis asintió con la cabeza, capturando su labio inferior con los dientes cuando se estiró por la mano de Harry. Louis llevó la mano de Harry a sus labios y le besó los nudillos, cada dedo, su palma. Se tendió sobre el cuerpo de Harry de nuevo. Louis se metió algo en la boca, entonces atrajo uno de los dedos de Harry profundamente en la boca. 

Harry sintió la atracción seductora de sus labios y lengua. Algo empujó su dedo y la boca de Louis lo empujó a lo largo, antes de chupar de nuevo la punta, dejando el objeto detrás. 

―Harry Edward Styles, ¿quieres casarte conmigo?― Louis preguntó. 

Harry pensó que su corazón iba a explotar. Las implicaciones tronaron por su mente. Siempre con lo que sentía por Louis retumbando más fuerte. Louis lo quería para siempre con él. Miró a Louis, enmudecido por la magnitud de sus palabras.

―Sé que no es legal en Minnesota, pero podemos tener nuestra propia ceremonia. Podemos volar fuera del estado para que sea legítima ―garantizó Louis. 

También significaba dejar que otras personas supieran. ¿Era esto una prueba? ¿Sabía Louis que Harry diría que no? Lo último que Harry quería era hacerle daño. Si Louis quería decir que lo quería para siempre con él, ¿no significaba que no habría vuelta atrás y que la gente lo sabría algún día de todos modos? ¿No había sido este el momento por el que Harry había estado esperando, para saber qué decirle a los demás, que no era una aberración sino un estilo de vida para ellos? 

Ya no era en el área de 'tal vez un día'. Esto puso a su relación en un 'absoluto ahora'. 

Harry miró a Louis, viendo la sombra de dudas ascender y nublar sus plateados ojos. ―¿Lo dices en serio? ―Le preguntó a Louis. 

―Por supuesto que lo digo en serio. Te quiero tanto que duele. Sé que hay gente que no va a entender, pero ¿eso importa? Tú y yo significamos algo especial. Diablos, antes de esto, ni siquiera conocía o entendía una relación hombre-hombre. Por lo menos, no lo hacía. Ciertamente nunca intenté enamorarme de ti. No podemos esperar que todos lo acepten. ―Louis le dio un beso―. Mientras nosotros lo aceptemos. Mientras que tú nos aceptes. 

No era una pregunta, pero bien podría haber sido. Había una sola respuesta. ¿Aceptaba Harry que nunca iban a lograr dejar de amarse el uno al otro? Sí, él lo aceptaba. Él jodidamente sabía que esto nunca se acabaría entre ellos, y el hecho de que Louis lo sabía también agregaba un mareo a su respuesta. 

―¿Harry? 

―Puedo aceptarnos. ¿Vas a estar bien conmigo no siempre siendo tan rápido en anunciar nuestra relación? No quiero decir con la familia y amigos, sino cosas como sostenernos la mano en la acera o besarnos en el trabajo. Eso está un poco fuera de mi zona de confort.

―Jesús, Harry, no hacías esas cosas con las chicas tampoco ―dijo Louis, riendo entre dientes. 

Harry sonrió. ―Sí, supongo que no. No soy un tipo muy llamativo. 

―Estoy bien con eso. Ya sabía eso de ti, ¿recuerdas? Eso no es lo que te estoy pidiendo. 

―No. ¿Me estás pidiendo que me case contigo? ―dijo Harry, sintiendo a su sonrisa volverse tonta. 

―¿Y?

―Me casaré contigo.

―Por todos los cielos―murmuró Louis―. Dijiste que sí.

Harry miró la delgada banda decorativa que Louis le había tan seductoramente deslizado en el dedo. Estaba grabado con... ―¡Santa mierda!, Louis, ¿es esta una polla? 

Louis se rió. ―Sí, bebé, es tu propio anillo de polla. ―Le hizo un guiño, entonces sacó una banda a juego y se la puso en su dedo anular también. La banda de metal era una larga, venosa polla, envolviendo alrededor del dedo, grabado con depresiones y sombras con la sugerencia de bolas en la punta de la polla al finalizar el círculo. De la base hasta la punta, la polla de plata se expandía en sus dedos―. Anillos de polla a juego.

―Dios, eres retorcido ―se rió Harry. Jaló a Louis en un beso―. Es perfecto. 

―No se lo diremos a nadie hasta que estés listo, ¿de acuerdo? ―Louis prometió. 

―Gracias.

―No des las gracias hasta que haya terminado de taparte el culo ―dijo Louis. 

―Nop, bro⁸, es mi turno para montarte. ―Cambió, enganchó la pierna de Louis y tiró hacia arriba. Aunque Louis estaba arriba, su culo estaba extendido separado y listo―. Espero que puedas conseguir el lubricante antes de que entre.

Louis gateo, alcanzando la mesa de al lado y rápidamente aplicando gel ciegamente en su culo y la polla de Harry. 

―Pensé que me querías en cuatro. Realmente vas a terminar mi impresionante propuesta golpeando mi culo sin un poco de ¿romance? 

―¡Ups! Mi código genético masculino está actuando de nuevo. 

Harry lo codeó, volteándolo encima y agarrándole las caderas. 
Con un tirón, tenía el culo de Louis en el aire. 

―No es lo que quise decir ―Louis dijo, disuelto en risas. 

Harry disfrutó el estrangulado final de esa risa mientras masajeaba suavemente los músculos isquiotibiales⁹ de Louis.
Entonces, cambiando posiciones, Harry le mordió el culo. Su lengua tanteó la abertura de su grieta mientras su mano libre acariciaba el saco expuesto de Louis. 

Louis estremeciéndose, hundió la cabeza entre sus brazos. 

―Tócame, Harry. Necesito tus manos en mi polla. 

Lo complació, molestando a la polla de Louis con suaves mimos, sometiendo sus bolas en un giro. Con Louis distraído, Harry chasqueó su lengua sobre el apretado agujero, ya brillando con lubricante. No era su forma favorita de probar a Louis pero si interesante, dado que era lubricante con sabor a fresa. Se burlaría de esto más tarde. Louis y su culo sabor a fresa. 

Louis gimió y Harry no pudo esperar más. Se levantó, besando a lo largo de la columna vertebral de Louis mientras acariciaba las bolas de Louis en la mano. Presionando la punta de su pene a la abertura de Louis, lo traspasó, sintiendo el ‘pop’ de apretados músculos cerrarse sobre su glande. 

―Ha sido demasiado jodido tiempo desde que hicimos esto ―dijo Harry, con voz temblorosa. 

―Tu culpa. Yo quería joderte en la ducha hace unos días. 

―Tengo mi polla en tu culo. ¿De verdad quieres que me cabree justo en este momento? ―Harry desafío. 

―Si te hace darte prisa y empujar, infiernos sí.

―Lo tengo, cariño. ―Harry se empujó todo el camino adentro. Sus bolas rebotaban en el culo de Louis y Harry siseó con placer―. Eres tan jodidamente apretado.

―Porque no me jodiste en la ducha.

Harry gemía a través de su risa. ―Sigues empujando eso. 

―Hasta que tú empieces a empujar, voy a seguir empujando ―bromeó Louis. 

Harry palmeó su culo, retirándose, volviendo a golpear dentro. 

―Tómalo duro, entonces. Tu culo es mío. 

―Y el tuyo es mío, cosa caliente.

Marcando el ritmo, Harry bombeaba firmemente en Louis, deleitándose con la bofetada de sus carnes y el resbaladizo eje del pene de Louis goteando pre-semen en el servicial puño de Louis. Él empujó la próstata de Louis, dando a sus caderas un pequeño tirón al final de cada deslizamiento hasta que Louis estaba temblando con la necesidad de correrse. 

―Dios, Harry, tómalo ya.

Harry le dio un golpecito a la ranura del glande de Louis, hundió los dientes en el hombro de Louis mientras el orgasmo surcaba sobre la polla de Harry y chorreaba espesamente, sin reparos en el estrecho cuerpo caliente de Louis. Louis gritó, sacudiendo las caderas en los últimos empujes de Harry. Semen serpenteaba fuera de la polla de Louis, resbalando por los dedos de Harry en el proceso. 

―Buen trabajo ―elogió Harry. Tomó a un cansado Louis de la cama, cayendo sobre sus costados en una posición de cuchara. 

―La próxima vez quiero tu polla en mi boca ―dijo Louis―. Quiero saborearte. Además, amo la mirada en tu cara cuando pierdes el control. Completa y jodidamente encendido. 

Harry besó su hombro, bordeando el cuello y la oreja. ―Lo que tú quieras, señor Styles.

―¿Qué? Por supuesto que no. Yo no soy la chica. Sr. y Sr. Tomlinson suena mejor ―respondió Louis. 

―Jode eso. Vamos a mantener nuestros propios nombres, por supuesto, quizás casarse en… ―Harry se sentó de repente cuando sonó el teléfono. Miró el reloj. 

Louis lo miró. ―¿El Jefe? ―se preguntó, al parecer, pensando en lo mismo que Harry. 

Harry rodó alejándose, aterrizando fácilmente sobre sus pies y corrió por el teléfono celular donde lo había dejado en la habitación principal. Pulsó el botón de aceptar y escuchó el enérgico mensaje del Jefe. Louis se acercó por detrás y lo abrazó hacia su pecho. 

―Gracias a Dios está viva. Sí, Jefe, nos vemos el lunes ―dijo Harry, colgando. 

―¿Y bien?

―La dirección de la casa de Mary estaba vacía. Encontraron un relicario de una niña, un anillo de bautizo de otra niña, y la mochila de nuestro cuerpo muerto más reciente. También encontraron el colgante de San Cristóbal de Melissa en la misma caja. Mary dejó la caja en su cama con una nota de confesión. 

―Eso es terriblemente ordenado ―señaló Louis. 

Harry se volvió en sus brazos. ―Dijo que ella había encontrado finalmente a su hija y que podrían morir juntas. 

Louis palideció. ―Pero has dicho que estaba viva. 

―Ella lo está. Lauren y Andy llegaron a Como y las encontraron en el muelle. ―La mano de Harry se sacudió por la salvación milagrosa―. Mary ya había enrollado el hilo y cuando vio al FBI, trató de estrangular a la niña.

―Pero ella está bien. Llegamos a ella a tiempo ―dijo Louis, buscando la garantía con la tentativa de sus palabras. 

―Sí, Melissa está bien. Ellos la llevaron al hospital y llamaron a sus padres para reunirse allí mientras hablamos. ―Harry se volvió en sus brazos, colocando un suave beso en los labios de Louis. 

Los brazos de Louis se apretaron alrededor de él. ―Si no hubieras pensado en la conexión con las actuaciones, habría sido demasiado tarde.

―Pero no fue demasiado tarde y ella va a estar bien. Ha terminado ―le aseguró Harry. 

Las manos de Louis se deslizaban sobre la espalda de Harry, descendiendo para ahuecar su culo. ―Eres sexy en la forma de un héroe de niñas pequeñas. 

―¿Eso te hace mi secuaz?

―Esta vez. La próxima vez, lograré salvar el día y tú puedes adorar mi cuerpo. ¿Esta noche? Voy a darte la celebración de un héroe. 

―Me va a gustar estar casado contigo ―murmuró Harry.