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Gráficos por y codes hechos por Kaffei e Insxne.
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Princesses of Narnia {HP6}
O W N :: Archivos :: Novelas Abandonadas
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Princesses of Narnia {HP6}
NOMBRE: Princesses of Narnia {HP6}
AUTORA: BeeaBieberHoran y Judy.
GENERO: Generales, osea sé, todos. (;
ADAPTACIÓN: ¡No!
ADVERTENCIAS: Ya se irán viendo.
SINOPSIS;
Beatriz y Judith correteaban por Narnia, sobre los lomos de un par de centauros, mirando a través de su reinado familiar, su propio mundo y dimensión. Nunca habían salido de Narnia, jamás, ya que sus padres se lo habían prohibido. ¿Y quiénes eran los padres de tales criaturas, de quince años y mente rápida?
Edmun Pensive y Ashley Grenade, habían engendrado a Beatriz Alexandra Pensive, la menor y más astuta, una niña rodeada de secretos y que intentaba burlar los límites de su padre, llevándose más de un castigo por descaro.
Peter Pensive y su propia hermana, Susan, aun con incesto y fruto de un momento de fogosidad, habían sabido cuidar de la mayor, Judith Alice 'Cherry' Pensive, que se comportaba siempre como una loca de la colina, y también, como una inteligente y abierta muchacha, aventurera y curiosa.
¿Quién diría que éste par de princesas, por cosas de la vida, acabarían cruzando un portal y apareciendo de la nada en el lugar más mágico del mundo real? ¿Un mundo distinto al suyo? ¿Y si descubriesen que son parte de él...?
Esto y más en; Princesses of Narnia {HP6}.
AUTORA: BeeaBieberHoran y Judy.
GENERO: Generales, osea sé, todos. (;
ADAPTACIÓN: ¡No!
ADVERTENCIAS: Ya se irán viendo.
Princesses of Narnia.
SINOPSIS;
Beatriz y Judith correteaban por Narnia, sobre los lomos de un par de centauros, mirando a través de su reinado familiar, su propio mundo y dimensión. Nunca habían salido de Narnia, jamás, ya que sus padres se lo habían prohibido. ¿Y quiénes eran los padres de tales criaturas, de quince años y mente rápida?
Edmun Pensive y Ashley Grenade, habían engendrado a Beatriz Alexandra Pensive, la menor y más astuta, una niña rodeada de secretos y que intentaba burlar los límites de su padre, llevándose más de un castigo por descaro.
Peter Pensive y su propia hermana, Susan, aun con incesto y fruto de un momento de fogosidad, habían sabido cuidar de la mayor, Judith Alice 'Cherry' Pensive, que se comportaba siempre como una loca de la colina, y también, como una inteligente y abierta muchacha, aventurera y curiosa.
Esto y más en; Princesses of Narnia {HP6}.
ItsBee♡
Re: Princesses of Narnia {HP6}
Chapter One:
Beatriz sonreía al horizonte, con su larga cabellera morena ocupando su espalda, en ondulaciones y a los lados de su cara, con tirabuzones, su nariz chata sostenía unas gafas de pasta negra, que le servían para parecer quizá más inteligente, aunque ella solo las tenía para ver. Su piel era medianamente bronceada, sus labios rosados y su dentadura bien colocada. Era bastante alta, pero no más que su prima mayor, que le sacaba casi una cabeza. Acarició el lomo de Efren, su amigo y compañero centauro, y éste rió sin humor. Los dos solos en una colina, con los últimos rayos del sol cayendo y meneando sus melenas al viento.
-Amaría ser humano, princesa, y poder ser un buen hombre para ti.- Susurró ronco el centauro.
-Y yo deseo en estos momentos tu silencio, Efren.- La sonrisa de ella se perdió, a la vez que respondía y su mirada oscura se dilataba. Un minuto después, alejándose el ocaso, volvió a hablar.- Volvamos ya, es hora de cenar.
-Mamá, mamá- La rubia perseguía por los pasillos a su madre, que mantenía un joven aspecto que no pasaba de los veinte años, pero en su conciencia marcaban apenas los cuarenta. Cesó su carrera y encaró a su hija, mientras intentaba no rodar los ojos.
-¿Qué quieres ahora, Judith?- Remarcó el nombre de la susodicha, que si rodó los ojos y bufó.
-Preguntarte si sabes cuando cenamos, muero de hambre.- Frunció el ceño, y ahora fue la madre la que tomó el habito de dejar en blanco sus ojos, agotada del comportamiento tan... paterno de la niña.
-Pronto.- Siseo, volviendo a correr por los pasillos, huyendo de la exasperación que era la adolescente hambrienta.
-Señor, encontramos en el Palacio de la Bruja Blanca éste portal.- Un duende hizo una reverencia ante Edmun, y su joven hija se quedó quieta tras la puerta, escuchando atentamente.
-Coloquenlo en mi despacho, ¿eso es todo, Scrugedts?- Oyó la voz arrogante de su padre, grave y segura.
-Si, mi señor.- Respondió la desdeñosa del duende, y ella se apartó para ocultarse directamente en el despacho de su padre, e investigar por su cuenta el dicho portal. Avisaría después a su rubia prima, lo que ocuparía su tiempo ahora sería esa cosa. Sus pasos quedaban en ecos sordos bajo la piedra cálida que cubría el suelo, y ella se ocultó bajo la mesa para ver a través de las baldas de los pies eso. Era de roca gris, antigua y bastante sucia, tenía símbolos en algunas piedras y no seguía patrones. Era del ancho de dos personas de contextura delgada, y del alto de ella más o menos, emanaba algo parecido al misterio, que hacía que su corazón sufriese casi una taquicardia de la emoción. Jadeo con antelación, y después corrió hacía su prima para arrastrarla a una nueva aventura, sin dudarlo, y sin pensar en su vestido azul pálido de princesa sofisticada. {http://glam15.com/wp-content/uploads/2009/12/vestido_de_15_19.jpg J} {http://4.bp.blogspot.com/-S7Qz2g6uIes/TgSsK5TLe8I/AAAAAAAAEFQ/Lo_nDniFWbw/s1600/selena gomez monte carlo letsgetgoddessblog.jpg]http://4.bp.blogspot.com/-S7Qz2g6uIes/TgSsK5TLe8I/AAAAAAAAEFQ/Lo_nDniFWbw/s1600/selena gomez monte carlo letsgetgoddessblog.jpg B}
-Lo juro, Cherry, ¡te pone los pelos como escarpias con tan solo verlo, lo juro!- Brincó de lado a lado la morena, mareando de la vista a la rubia, que de un manotazo la alejó de la vista de ese extraño objeto antiguo. Acarició la roca y una luz dorada se encendió, como un vínculo chisporroteante que la atraía a cruzar. Alejó el brazo como si se tratase de agua hirviendo y con el otro, alejó a su vez a su curiosa prima.
-Esto no tiene buena pinta, Bea, olvidate de sea lo que sea esto.- Murmuró agudamente.
-¡No! Es un portal, para tu información, y antes de que me castiguen quiero saber para que sirve.- Hizo un puchero a la otra, que tan solo suspiró resignada dándole lugar para admirar el monumento. Sin pensarlo dos veces, hizo lo que solo un niño de tres años podría hacer, lanzarse al medio para cruzarlo sin temor, y como aun seguía tomada del brazo de Judy, la arrastró con ella. La luz se hizo más intensa, y las abrazó llevándolas al otro lado... y que lugar, y cuantos ojos, y que intensidad.
POV Beatriz;
Miré aterrorizada por un instante a esas personas que nos observaban como si fuésemos bichos raros, y casi escalo la cadera de mi rubia prima si no fuese por mi compostura y que el vestido no da para tanto. Tragué saliva, y miré de lado a lado, con el corazón luchando por salirse del pecho.
-¡ERES UNA IDIOTA!- Me gritó Cherry, y si yo me asusté de su agudo grito, esas personas más.
-¡No es mi culpa! ¡Es de papá y el duende, por no especificar a donde llevaba ese portal!- La encaré, frunciendo el ceño.
-¡ES TUYA, PORQUE AHORA MORIRÉ DE HAMBRE!- Berreó, y yo bajé la mirada ruborizada.
-Señoritas, ¿permitirían, por favor, el saber de sus nombres?- Un hombre de barba blanca, y habla profunda como Aslan el león, nos llamó la atención.
-Por supuesto que si. Soy Beatriz Alexandra Pensive, princesa de Narnia.- Moví mi vestido con la mano, la punta, de manera de una sencilla reverencia.
-Mi nombre es Judith Alice Pensive, princesa de Narnia también, pero por dos partes.- Sonrío y pareció que muchos se embobecieron. Idiotas.
-¿Narnia?- Una mujer de moño y mirada severa alzó su varita, y me quedé sin aire. ¿Bruja? ¿Esto son brujos? La madre del pavo, según papá y los tíos los brujos son malos.
-Narnia, país donde conviven especies y especies, en libertad pero bajo nuestra monarquía.- Explicó Cherry, y pareció que no nos creyeron.
-Nunca oí hablar de tal lugar, en todos mis años de vida e investigación.- Murmuró el hombre de barba blanca.
Beatriz sonreía al horizonte, con su larga cabellera morena ocupando su espalda, en ondulaciones y a los lados de su cara, con tirabuzones, su nariz chata sostenía unas gafas de pasta negra, que le servían para parecer quizá más inteligente, aunque ella solo las tenía para ver. Su piel era medianamente bronceada, sus labios rosados y su dentadura bien colocada. Era bastante alta, pero no más que su prima mayor, que le sacaba casi una cabeza. Acarició el lomo de Efren, su amigo y compañero centauro, y éste rió sin humor. Los dos solos en una colina, con los últimos rayos del sol cayendo y meneando sus melenas al viento.
-Amaría ser humano, princesa, y poder ser un buen hombre para ti.- Susurró ronco el centauro.
-Y yo deseo en estos momentos tu silencio, Efren.- La sonrisa de ella se perdió, a la vez que respondía y su mirada oscura se dilataba. Un minuto después, alejándose el ocaso, volvió a hablar.- Volvamos ya, es hora de cenar.
-Mamá, mamá- La rubia perseguía por los pasillos a su madre, que mantenía un joven aspecto que no pasaba de los veinte años, pero en su conciencia marcaban apenas los cuarenta. Cesó su carrera y encaró a su hija, mientras intentaba no rodar los ojos.
-¿Qué quieres ahora, Judith?- Remarcó el nombre de la susodicha, que si rodó los ojos y bufó.
-Preguntarte si sabes cuando cenamos, muero de hambre.- Frunció el ceño, y ahora fue la madre la que tomó el habito de dejar en blanco sus ojos, agotada del comportamiento tan... paterno de la niña.
-Pronto.- Siseo, volviendo a correr por los pasillos, huyendo de la exasperación que era la adolescente hambrienta.
-Señor, encontramos en el Palacio de la Bruja Blanca éste portal.- Un duende hizo una reverencia ante Edmun, y su joven hija se quedó quieta tras la puerta, escuchando atentamente.
-Coloquenlo en mi despacho, ¿eso es todo, Scrugedts?- Oyó la voz arrogante de su padre, grave y segura.
-Si, mi señor.- Respondió la desdeñosa del duende, y ella se apartó para ocultarse directamente en el despacho de su padre, e investigar por su cuenta el dicho portal. Avisaría después a su rubia prima, lo que ocuparía su tiempo ahora sería esa cosa. Sus pasos quedaban en ecos sordos bajo la piedra cálida que cubría el suelo, y ella se ocultó bajo la mesa para ver a través de las baldas de los pies eso. Era de roca gris, antigua y bastante sucia, tenía símbolos en algunas piedras y no seguía patrones. Era del ancho de dos personas de contextura delgada, y del alto de ella más o menos, emanaba algo parecido al misterio, que hacía que su corazón sufriese casi una taquicardia de la emoción. Jadeo con antelación, y después corrió hacía su prima para arrastrarla a una nueva aventura, sin dudarlo, y sin pensar en su vestido azul pálido de princesa sofisticada. {http://glam15.com/wp-content/uploads/2009/12/vestido_de_15_19.jpg J} {http://4.bp.blogspot.com/-S7Qz2g6uIes/TgSsK5TLe8I/AAAAAAAAEFQ/Lo_nDniFWbw/s1600/selena gomez monte carlo letsgetgoddessblog.jpg]http://4.bp.blogspot.com/-S7Qz2g6uIes/TgSsK5TLe8I/AAAAAAAAEFQ/Lo_nDniFWbw/s1600/selena gomez monte carlo letsgetgoddessblog.jpg B}
-Lo juro, Cherry, ¡te pone los pelos como escarpias con tan solo verlo, lo juro!- Brincó de lado a lado la morena, mareando de la vista a la rubia, que de un manotazo la alejó de la vista de ese extraño objeto antiguo. Acarició la roca y una luz dorada se encendió, como un vínculo chisporroteante que la atraía a cruzar. Alejó el brazo como si se tratase de agua hirviendo y con el otro, alejó a su vez a su curiosa prima.
-Esto no tiene buena pinta, Bea, olvidate de sea lo que sea esto.- Murmuró agudamente.
-¡No! Es un portal, para tu información, y antes de que me castiguen quiero saber para que sirve.- Hizo un puchero a la otra, que tan solo suspiró resignada dándole lugar para admirar el monumento. Sin pensarlo dos veces, hizo lo que solo un niño de tres años podría hacer, lanzarse al medio para cruzarlo sin temor, y como aun seguía tomada del brazo de Judy, la arrastró con ella. La luz se hizo más intensa, y las abrazó llevándolas al otro lado... y que lugar, y cuantos ojos, y que intensidad.
POV Beatriz;
Miré aterrorizada por un instante a esas personas que nos observaban como si fuésemos bichos raros, y casi escalo la cadera de mi rubia prima si no fuese por mi compostura y que el vestido no da para tanto. Tragué saliva, y miré de lado a lado, con el corazón luchando por salirse del pecho.
-¡ERES UNA IDIOTA!- Me gritó Cherry, y si yo me asusté de su agudo grito, esas personas más.
-¡No es mi culpa! ¡Es de papá y el duende, por no especificar a donde llevaba ese portal!- La encaré, frunciendo el ceño.
-¡ES TUYA, PORQUE AHORA MORIRÉ DE HAMBRE!- Berreó, y yo bajé la mirada ruborizada.
-Señoritas, ¿permitirían, por favor, el saber de sus nombres?- Un hombre de barba blanca, y habla profunda como Aslan el león, nos llamó la atención.
-Por supuesto que si. Soy Beatriz Alexandra Pensive, princesa de Narnia.- Moví mi vestido con la mano, la punta, de manera de una sencilla reverencia.
-Mi nombre es Judith Alice Pensive, princesa de Narnia también, pero por dos partes.- Sonrío y pareció que muchos se embobecieron. Idiotas.
-¿Narnia?- Una mujer de moño y mirada severa alzó su varita, y me quedé sin aire. ¿Bruja? ¿Esto son brujos? La madre del pavo, según papá y los tíos los brujos son malos.
-Narnia, país donde conviven especies y especies, en libertad pero bajo nuestra monarquía.- Explicó Cherry, y pareció que no nos creyeron.
-Nunca oí hablar de tal lugar, en todos mis años de vida e investigación.- Murmuró el hombre de barba blanca.
ItsBee♡
Re: Princesses of Narnia {HP6}
Chicaaas!!
Ahora va el segundo cap muajajaja
Espero que os guste, ya que bea y yo nos la estamos currando y bueno, pues es toda imaginación xD
Y eso, aquí el segundo Capitulo
Ahora va el segundo cap muajajaja
Espero que os guste, ya que bea y yo nos la estamos currando y bueno, pues es toda imaginación xD
Y eso, aquí el segundo Capitulo
Judy_1D
Re: Princesses of Narnia {HP6}
Chapter two:
Judith estaba como siempre, estirada en su cama, revolcándose de lado a lado y planeando su próxima aventura junto a su amada prima, cuando el hambre le invadió de repente.
-Mamá, mamá- La rubia perseguía por los pasillos a su madre, que mantenía un joven aspecto que no pasaba de los veinte años, pero en su conciencia marcaban apenas los cuarenta. Cesó su carrera y encaró a su hija, mientras intentaba no rodar los ojos.
-¿Qué quieres ahora, Judith?- Remarcó el nombre de la susodicha, que si rodó los ojos y bufó.
-Preguntarte si sabes cuando cenamos, muero de hambre.- Frunció el ceño, y ahora fue la madre la que tomó el habito de dejar en blanco sus ojos, agotada del comportamiento tan... paterno de la niña.
-Pronto.- Siseo, volviendo a correr por los pasillos, huyendo de la exasperación que era la adolescente hambrienta.
Judith siguió persiguiendo a su madre, llamando su atención haciendo teatro hasta que la perdió de vista y bufó para sus adentros, rezando por que la cena llegara pronto. Fue entonces, cuando su prima la encontró para contarle algo que había descubierto la morena.
POV Judith;
Mi adorada prima, empezó a fanfarronear sobre lo que había descubierto. Se trataba de un portal. No le presté importancia, ya que estaba muriendo de hambre, pero Bea, cogió mi brazo y se lanzó dentro del portal. Cuando pasamos al otro lado, estábamos en otro lugar y el portal se había cerrado. Yo moría de hambre y eso no es que me pusiera de muy buena humor.
-¡ERES UNA IDIOTA!- Le grité a Bea asustándola a ella y las personas que había allí-
-¡No es mi culpa! ¡Es de papá y el duende, por no especificar a donde llevaba ese portal!- Me encaró ella frunciendo en ceño.
-¡ES TUYA, PORQUE AHORA MORIRÉ DE HAMBRE!- Le grité y ella se ruborizó bajando la mirada
-Señoritas, ¿permitirían, por favor, el saber de sus nombres?- Un hombre de barba blanca, y habla profunda como Aslan el león, nos llamó la atención.
-Por supuesto que si. Soy Beatriz Alexandra Pensive, princesa de Narnia.- Movió su vestido con la mano, la punta, de manera de una sencilla reverencia.
-Mi nombre es Judith Alice Pensive, princesa de Narnia también, pero por dos partes.- Sonreí y pareció que muchos se embobecieron. Idiotas.
-¿Narnia?- Una mujer de moño y mirada severa alzó su varita, y me quedé sin aire. ¿Bruja? ¿Esto son brujos? La madre del pavo, según papá y los tíos los brujos son malos.
-Narnia, país donde conviven especies y especies, en libertad pero bajo nuestra monarquía.- Expliqué, y pareció que no nos creyeron.
-Nunca oí hablar de tal lugar, en todos mis años de vida e investigación.- Murmuró el hombre de barba blanca.
-Pues de allí venimos llegamos en un portal y… -dijo Bea girándose- Cherry, ¿Dónde está el portal?
-¡¡Desapareció tonta!! –le grité- Y yo ahora moriré de hambre
-Pues señoritas, acompañadnos al gran comedor, ahora que estáis aquí, os daremos de comer y os colocaremos en nuestras casas de hechicería- dijo aquella mujer sin bajar su varita-
-¡Yey! Comida- grité yo para después coger que brazo de Bea y empezar a arrastrarla tras el anciano y la señora-
-Pero espérate Cherry, no podemos ir con ellos, tenemos que volver a casa- dijo Bea clavando sus tacones en el suelo-
-Amada primita Beatriz, ME MUERO DE HAMBRE- le dramaticé-
-Bueno… vale, pero solo comeremos, luego nos marchamos- dijo llegando a mi lado-
Empezamos a seguir al anciano y a la señora por todos los lados, hasta que llegamos a un gran comedor, el cual estaba repleto de gente con túnicas negras. Bea y yo soltamos un grito. Yo por la cantidad de comida y Bea… creo que fue por la vestimenta, o quizás tambien por la comida. El anciano, nos condujo hasta una silla que estaba en el centro de una tarima.
-Profesora McGonagall, traiga el gorro seleccionador-dijo el anciano a la señora del moño-
-Claro profesor Dumbledore- respondió ella-
En un abrir y cerrar de ojos, el sobrero estaba allí. Todos los que estaban presentes allí, nos miraban a mi prima y a mí, mientras nosotras estábamos tomadas de la mano y temblando.
-Tu primero Beatriz- le dijo a mi prima el anciano cuyo nombre parecía ser Profesor Dumbledore, ella se separó de mi lado y se sentó allí-
-Hum… una sangre mestiza… Tus padres no vinieron nunca a Hogwarts pequeña, ¿Cómo te llamas?- soltó el gorro de repente-
-Beatriz Alexandra Pensive- dijo mi prima mientras me pedía ayuda con la mirada-
-Pues Beatriz, tu casa será… ¡SLYTHERIN!- gritó el sobrero mientras todos los de la mesa con el escudo de la serpiente gritaban y aplaudían-
Cuando mi prima pasó por mi lado susurró un ligero: <>, luego siguió su camino hacia la mesa y se sentó al lado de un chico rubio, no se porqué pero me daba mala espina. Entonces, llegó mi turno.
-Te toca Judith- dijo Dumbledore, y yo rodé los ojos, no me gustaba que me llamaran por mi nombre-
-Así que otra mestiza, y veo que tu sangre es la misma, ¿acaso tus padres eran familia?- preguntó el sobrero-
-Mis padres son hermanos- dije yo-
-Pues tu casa será… ¡GRYFFINDOR!!- gritó esta vez el sobrero y los de la mesa con el escudo del león aplaudían-
Me tocó sentarme al lado de un chico de gafas y cicatriz rara, mientras delante tenia a 2 gemelos pelirrojos, pero el que más me llamó la atención, fue justo el que tenia delante.
Judith estaba como siempre, estirada en su cama, revolcándose de lado a lado y planeando su próxima aventura junto a su amada prima, cuando el hambre le invadió de repente.
-Mamá, mamá- La rubia perseguía por los pasillos a su madre, que mantenía un joven aspecto que no pasaba de los veinte años, pero en su conciencia marcaban apenas los cuarenta. Cesó su carrera y encaró a su hija, mientras intentaba no rodar los ojos.
-¿Qué quieres ahora, Judith?- Remarcó el nombre de la susodicha, que si rodó los ojos y bufó.
-Preguntarte si sabes cuando cenamos, muero de hambre.- Frunció el ceño, y ahora fue la madre la que tomó el habito de dejar en blanco sus ojos, agotada del comportamiento tan... paterno de la niña.
-Pronto.- Siseo, volviendo a correr por los pasillos, huyendo de la exasperación que era la adolescente hambrienta.
Judith siguió persiguiendo a su madre, llamando su atención haciendo teatro hasta que la perdió de vista y bufó para sus adentros, rezando por que la cena llegara pronto. Fue entonces, cuando su prima la encontró para contarle algo que había descubierto la morena.
POV Judith;
Mi adorada prima, empezó a fanfarronear sobre lo que había descubierto. Se trataba de un portal. No le presté importancia, ya que estaba muriendo de hambre, pero Bea, cogió mi brazo y se lanzó dentro del portal. Cuando pasamos al otro lado, estábamos en otro lugar y el portal se había cerrado. Yo moría de hambre y eso no es que me pusiera de muy buena humor.
-¡ERES UNA IDIOTA!- Le grité a Bea asustándola a ella y las personas que había allí-
-¡No es mi culpa! ¡Es de papá y el duende, por no especificar a donde llevaba ese portal!- Me encaró ella frunciendo en ceño.
-¡ES TUYA, PORQUE AHORA MORIRÉ DE HAMBRE!- Le grité y ella se ruborizó bajando la mirada
-Señoritas, ¿permitirían, por favor, el saber de sus nombres?- Un hombre de barba blanca, y habla profunda como Aslan el león, nos llamó la atención.
-Por supuesto que si. Soy Beatriz Alexandra Pensive, princesa de Narnia.- Movió su vestido con la mano, la punta, de manera de una sencilla reverencia.
-Mi nombre es Judith Alice Pensive, princesa de Narnia también, pero por dos partes.- Sonreí y pareció que muchos se embobecieron. Idiotas.
-¿Narnia?- Una mujer de moño y mirada severa alzó su varita, y me quedé sin aire. ¿Bruja? ¿Esto son brujos? La madre del pavo, según papá y los tíos los brujos son malos.
-Narnia, país donde conviven especies y especies, en libertad pero bajo nuestra monarquía.- Expliqué, y pareció que no nos creyeron.
-Nunca oí hablar de tal lugar, en todos mis años de vida e investigación.- Murmuró el hombre de barba blanca.
-Pues de allí venimos llegamos en un portal y… -dijo Bea girándose- Cherry, ¿Dónde está el portal?
-¡¡Desapareció tonta!! –le grité- Y yo ahora moriré de hambre
-Pues señoritas, acompañadnos al gran comedor, ahora que estáis aquí, os daremos de comer y os colocaremos en nuestras casas de hechicería- dijo aquella mujer sin bajar su varita-
-¡Yey! Comida- grité yo para después coger que brazo de Bea y empezar a arrastrarla tras el anciano y la señora-
-Pero espérate Cherry, no podemos ir con ellos, tenemos que volver a casa- dijo Bea clavando sus tacones en el suelo-
-Amada primita Beatriz, ME MUERO DE HAMBRE- le dramaticé-
-Bueno… vale, pero solo comeremos, luego nos marchamos- dijo llegando a mi lado-
Empezamos a seguir al anciano y a la señora por todos los lados, hasta que llegamos a un gran comedor, el cual estaba repleto de gente con túnicas negras. Bea y yo soltamos un grito. Yo por la cantidad de comida y Bea… creo que fue por la vestimenta, o quizás tambien por la comida. El anciano, nos condujo hasta una silla que estaba en el centro de una tarima.
-Profesora McGonagall, traiga el gorro seleccionador-dijo el anciano a la señora del moño-
-Claro profesor Dumbledore- respondió ella-
En un abrir y cerrar de ojos, el sobrero estaba allí. Todos los que estaban presentes allí, nos miraban a mi prima y a mí, mientras nosotras estábamos tomadas de la mano y temblando.
-Tu primero Beatriz- le dijo a mi prima el anciano cuyo nombre parecía ser Profesor Dumbledore, ella se separó de mi lado y se sentó allí-
-Hum… una sangre mestiza… Tus padres no vinieron nunca a Hogwarts pequeña, ¿Cómo te llamas?- soltó el gorro de repente-
-Beatriz Alexandra Pensive- dijo mi prima mientras me pedía ayuda con la mirada-
-Pues Beatriz, tu casa será… ¡SLYTHERIN!- gritó el sobrero mientras todos los de la mesa con el escudo de la serpiente gritaban y aplaudían-
Cuando mi prima pasó por mi lado susurró un ligero: <
-Te toca Judith- dijo Dumbledore, y yo rodé los ojos, no me gustaba que me llamaran por mi nombre-
-Así que otra mestiza, y veo que tu sangre es la misma, ¿acaso tus padres eran familia?- preguntó el sobrero-
-Mis padres son hermanos- dije yo-
-Pues tu casa será… ¡GRYFFINDOR!!- gritó esta vez el sobrero y los de la mesa con el escudo del león aplaudían-
Me tocó sentarme al lado de un chico de gafas y cicatriz rara, mientras delante tenia a 2 gemelos pelirrojos, pero el que más me llamó la atención, fue justo el que tenia delante.
Judy_1D
Re: Princesses of Narnia {HP6}
Lo amé, Cherry, y ahora hay que petar a la gente con mensajes para que se pasen, ¿si? (:
¿Empiezo ya a escribir el siguiente, cierto? ;)
¿Empiezo ya a escribir el siguiente, cierto? ;)
ItsBee♡
Re: Princesses of Narnia {HP6}
siii!!
escribe el siguiente xD
y si seguimos comentando aquí, creo que la gente lo verá y se pasará y si no, los asesinaremos a todos xD
Y bueno mi querida Her... ¿los petamos a mensajes?
escribe el siguiente xD
y si seguimos comentando aquí, creo que la gente lo verá y se pasará y si no, los asesinaremos a todos xD
Y bueno mi querida Her... ¿los petamos a mensajes?
Judy_1D
Re: Princesses of Narnia {HP6}
Judy_1D escribió:siii!!
escribe el siguiente xD
y si seguimos comentando aquí, creo que la gente lo verá y se pasará y si no, los asesinaremos a todos xD
Y bueno mi querida Her... ¿los petamos a mensajes?
Pues se intentará, hermanita, se intentará... Por cierto, ¡mira mi galeria de novelas! ¡Petadísima! ._.
ItsBee♡
Re: Princesses of Narnia {HP6}
omg!! hermanita, ¿que tienes montado ahí dentro? ¿una tienda de libros?BeeaBieberHoran escribió:Judy_1D escribió:siii!!
escribe el siguiente xD
y si seguimos comentando aquí, creo que la gente lo verá y se pasará y si no, los asesinaremos a todos xD
Y bueno mi querida Her... ¿los petamos a mensajes?
Pues se intentará, hermanita, se intentará... Por cierto, ¡mira mi galeria de novelas! ¡Petadísima! ._.
vamos a petarlos a mensajes !!
Judy_1D
Re: Princesses of Narnia {HP6}
Judy_1D escribió:omg!! hermanita, ¿que tienes montado ahí dentro? ¿una tienda de libros?BeeaBieberHoran escribió:Judy_1D escribió:siii!!
escribe el siguiente xD
y si seguimos comentando aquí, creo que la gente lo verá y se pasará y si no, los asesinaremos a todos xD
Y bueno mi querida Her... ¿los petamos a mensajes?
Pues se intentará, hermanita, se intentará... Por cierto, ¡mira mi galeria de novelas! ¡Petadísima! ._.
vamos a petarlos a mensajes !!
Tampoco es para tanto, loca, y ahora me toca escribir caaaaaap y me queda copadísimo xD ¡Las panchitas me lo pegaron! *o*
ItsBee♡
Re: Princesses of Narnia {HP6}
Seguro que está genial xDBeeaBieberHoran escribió:Judy_1D escribió:omg!! hermanita, ¿que tienes montado ahí dentro? ¿una tienda de libros?BeeaBieberHoran escribió:Judy_1D escribió:siii!!
escribe el siguiente xD
y si seguimos comentando aquí, creo que la gente lo verá y se pasará y si no, los asesinaremos a todos xD
Y bueno mi querida Her... ¿los petamos a mensajes?
Pues se intentará, hermanita, se intentará... Por cierto, ¡mira mi galeria de novelas! ¡Petadísima! ._.
vamos a petarlos a mensajes !!
Tampoco es para tanto, loca, y ahora me toca escribir caaaaaap y me queda copadísimo xD ¡Las panchitas me lo pegaron! *o*
ya quiero saber que pasará en hogwarts xD
Judy_1D
Re: Princesses of Narnia {HP6}
CHAPTER THREE
POV Beatriz;
Miré detenidamente mi lugar en la mesa verde, parecía un funeral con tanto silencio y esas miradas avinagradas que me dirigían. Alcé mi barbilla con orgullo, como buena princesa que soy. Tomé un pan francés de la mesa y lo partí con mis propias manos, cogí fiambre de los platos y especias, y me hice un tierno bocadillo de salchichón, chorizo, tocino, jamón york y... cosas raras. Mastiqué con la boca cerrada, en silencio, y saboreando el jugoso sabor de la carne. Una chica morena me miraba con la boca abierta, y con cierta maldad, le susurré.
-Se te cae la baba, plebeya, cierra la bocaza o te encanasto un mendrugo de pan.- Y enrojeció hasta las orejas, mientras que el chico rubio con el que me había sentado reía entre dientes.
-Mestiza, no te la des de la realeza, entre serpientes yo mando.- Sonó arrogante, y ese tono familiar era el de papá, por lo que no me intimidó en absoluto.
-¿Te lavas acaso el pelo con lejía, y te quedó deficiencia mental o qué? Por mis venas corre sangre real, soy princesa incluso fuera de mi hogar. Tu no me mandas, ni nadie, que te quede claro.- Le guiñé el ojo divertida, para luego subir las gafas por el puente de mi nariz y dedicar una mirada a mi prima. Ella estaba junto a un chico de gafas rotas, y muchas melenas apiñadas pelirrojas. Comía como si la vida le fuese en ello, con ansías y una sonrisa mezclada con tarta sobre sus dientes. Suspiré resignada, si yo soy bruta en la mesa, ella me supera por goleada.
-No me vengas chula, niña, soy mayor que tú.- Tensó su mandíbula, y las miradas volvieron a quedar sobre mis hombros.
-Estoy entrenada por centauros a lucha a cuerpo, arma y de inteligencias múltiples. La edad es un número, y el de mis neuronas es superior al tuyo.- Sonreí maligna ante su cara de incredulidad, y la de los demás, al otro lado de ese comedor Judy meneaba su mano en manera de saludo a mi. Yo alcé la mía sacándole el dedo, y ella largó una carcajada haciendo un corazón con sus manos. Acabé de comer, y no medié más palabras con mis compañeros de mesa, aunque ellos aun me dirigían miradas indiscretas y comentarios despectivos. Me la trae al fresco, soy feliz de igual forma.
-¡Priiiiiiiiiii!- Se acercó brincando Cherry hacía mi dirección, sin hacer el más mínimo caso a las miradas de los de mi mesa.
-¿Qué pasó, Cherry?- Arrugo la nariz examinando su expresión.
-Debemos pedirle a los elfos de la cocina real, que les pidan explicaciones a estos elfos, ¡Por Aslan! Que comida más sabrosa.- Muerde su labio, enfatizando.
-Tampoco es para tanto, prefiero mis chuletas de cerdo, patatas fritas, hamburguesas y refrescos antes que los fiambres de un milímetro de densidad.- Y ella rueda los ojos, pasando de mi.
-Mala agorera, con lo rica que está la tarta.- Aplaude como una niña pequeña, con un brillo fugaz en sus ojos claros y rostro angelical.
-No la probé, ya sabes, mi odio irracional a la nata.- Chasco la lengua.
-Eres más rara que un perro verde, Bea, comes mezclas explosivas de dulce y salado y no te gusta ni el queso ni la nata, lo que yo diga, te dejaron caer al nacer.- Y yo le doy un zape, que me devuelve y comenzamos nuestra pelea de collejas.
-¡Ya, ya, manos largas! ¡Injusticia! ¡Eres mayor que yo, rubia!- Jadeo intentando librarme de sus golpes a mi nuca, y noto por el rabillo del ojo la diversión del barbudo.
-Que poco aguante, morena...- Suelta sus mamporros, para inclinarse sobre la mesa y hablarme al oído.- El pelirrojo que estaba sentado frente a mi, el gemelo, está buenísimo chica, como para cogerlo y hacerle un hijo.- Y cuando se aleja la miró incrédula.
-¡Aquí!- Oigo un tartamudeo seguro y alto, grave, familiar. Giro mi cabeza hacía donde viene el sonido, casi más rápido que Cherry, y lo que veo me hace sentir feliz. ¡Efren! Aunque sea una imagen borrosa, y detrás están los demás. Mierda, la cara de papá.
-¡NIÑAS!- Tía Lucy nos grita, y aunque sigue pareciendo tener dieciséis años nos mira con cara de asesina en serie.
-Ti-tía Lucy.- Saludamos a la vez.
-¡Ni tía ni nada, son unas...!- Susan estalla roja, y tío Peter la tiene que agarrar.
-¡Silencio!- Golpea con su bastón una pared lejana mi padre, y se me hiela la sangre.- Beatriz Alexandra Pensive, no verás la luz del sol en lo que te queda de vida, ¿entiendes? ¿Quién te dio permiso de escuchar tras una puerta, huir y estropear el portal de la Bruja Blanca?- Sus ojos chispean mientras se acerca, y mamá lo aparta de un manotazo.
-¡Señoritas, ya oyeron a Edmun, regresarán a Narnia, ya!- Agudo y estricto, y palidezco más si es posible.
-¡OOOOOOOORDEN!- Ruge Aslan, y ellos se calman mientras yo me abrazo inconscientemente a Cherry.
-Aslan.- Saluda ella, tan tranquila, aunque su corazón esté bombeando más rápido que el aletear de un colibrí.
-Judith, te creí capaz de controlar a tu prima, y por una vez conseguir que cenásemos en paz.- Su tono de voz es profundo y relativo, y tiemblo, la cagué.
-Ey, que estoy presente.- Me quejo, pero con una mirada fulminante vuelvo a perder el color de la cara.
-Beatriz, reforzaré tus entrenamientos con los inferis, a ver si caes rendida de una santísima vez.- Y no suena a algo que se pueda desobedecer.
-¡¿Y Judy?! Me tienen manía, todos.- Me cruzo de brazos, adoptando una actitud infantil.
-Pequeña, no te tenemos manía, es que siempre eres tú arrastrando a la pobre Judith a hacer tus males.- Mamá murmura, y yo asiento delicada. Sonó... amoroso, creo.
-Eso no es así, Efren también sucumbe a veces a hacer mi voluntad.- Siseo, y el centauro se ruboriza mientras los adultos le miran.
-El centauro no cuenta, es como un perro faldero.- Gruñó Edmun con desprecio, y se llevó una colleja por parte de su esposa.
-Repítelo de nuevo y le dejo que te de una coz, avisado quedas, ''querido''.- Amenazó, diciendo lo último con inmensa ironía.
-Eh, mamá, papá, acicalamientos en publico, ¡no!- Rodé los ojos, y sentí la mirada divertida de Peter. O si, mi tío favorito.
-Esa fue buena, sobrina, ¿y donde se supone que estáis?- Preguntó Peter acercándose para ver mejor. Miré a Cherry, y ella se encogió de hombros, pero entonces Dumbledore dio un paso adelante y miró a Aslan con reconocimiento.
-El león de Gryffindor, te creí leyenda.- Saludó, y Aslan sonrió nostálgico.
-Oh, veo que entonces están en Howgarts.- Gruñó, mirando preocupado a nuestra dirección.
-¿Y podría contarnos más de las Pensive?- Indagó indirectamente el director.
-Nietas de Merlín y Morgana, princesas de una dimensión, y con más sangre de cada lugar de allí, que los propios Fundadores.- Murmuró, y mis mejillas se tiñeron de rojo carmesí ante la información.
-¡Aslan! ¿Por qué no nos contaste de eso?- Tía Susan se cruzó de brazos mirándole.
-Pequeña águila, te lo dije. Al igual que a Peter, el monarca león.- Miré a Cherry que tenía la boca en una perfecta O.- A Lucy y su esfuerzo, su fuerza, un tejón.- Y miró a mis padres, con sabia diferencia.- La astuta y escurridiza serpiente, y la inocente muggle que huyó por su armario, encontrando un mundo que la acogería.- Bajó de nuevo la cabeza, meneando su melena.
-¡La madre del pavo negro!- Me llevé una mano a la boca, sorprendida.- ¿Y decías que no tenías cuentos para dormir? Uy, si, Aslan; Muy simpático tu y tus ganas de picarme.
-Beatriz, ¿no lo entiendes, verdad? Judith si, y es que, la Bruja Blanca puede que pereciese, pero, donde estáis ahora hay más peligro.
¡HALA MADRID!
ItsBee♡
Re: Princesses of Narnia {HP6}
Chapter Four:
POV Judith;
Cuando Dumbledore dijo que Aslan era el león de Gryffindor y él nos explicó aquello, no queríamos creer lo que oíamos, ¿estábamos en peligro?
-¿Estamos en peligro?- dijo Bea-
-Si Beatriz, Hogwarts no es un lugar para vosotras, corréis peligro- dijo Aslan con su voz potente-
-Entonces… ¿Cómo podemos volver a Narnia?-dije yo ahora aún con mi voz firme, aunque no podía negar que en efecto, tenía miedo-
-No sé cómo podréis volver, ahora, no tenéis ningún armario ni ningún portal para volver- contestó el sabio León-
-¿nos tendremos que quedar aquí?-dijo Bea asustada aferrándose más a mi brazo izquierdo-
-Si, por el momento si-dijo Aslan causando que Bea soltara un grito y escondiera su cabeza bajo mi brazo-
En ese momento, la imagen desapareció, y todo el comedor quedó mirándonos. Las lágrimas amenazaban con salir de nuestros ojos, por lo que cual, cogí el brazo de mi prima y salimos corriendo de allí. No teníamos un rumbo fijo, pero llega-mos a un jardín. Allí, nos sentamos bajo un árbol y nos quedamos abrazadas de-jando escapar las lágrimas. Yo no podía dejar de llorar, lamentaba la despedida que había tenido con mi madre, Susan, nos habíamos peleado, como cada noche por la cena, siempre pasaba igual, pero ahora necesitaba su abrazo, quería pedirle perdón y sentirme protegida. Tambien lamentaba no haber podido despedirme de mi padre, Peter, ya que ahora lo echaba demenos. Mi prima se sentía culpable de ello, pero realmente, no era su culpa, yo podría haberla detenido pero no lo hice, así que tambien es culpa mia. Seguimos llorando abrazadas, hasta que nota-mos que alguien nos miraba, secamos nuestras lágrimas y vimos a Dumbledore y a la profesora McGonagall. Por instinto de lo que había dicho Aslan, nos alejamos de ellos, retrocediendo un paso hacia atrás aún sentadas.
-Tranquilas Chicas, no dejaremos que os pase nada- dijo Dumbledore-
-Pero Aslan dijo…-empezó a decir Bea, cuando McGonagall la interrumpió-
-Beatriz, ¿vas a creer a ese viejo león?- le interrogó la profesora-
-¡Claro!- dijimos ella y yo indignadas-
-Aslan es nuestro mentor, amigo y sabio compañero- dijo Bea mientras yo asentia-
-Pues mientras Aslan busca la forma de llevaros de vuelta a vuestro país que se llamaba…- empezó a decir Dumbledore-
-Narnia- dije yo-
-Pues eso, mientras esperáis a poder volver a Narnia, tendréis que quedaros aquí, y nos gustaría que aprendierais los fundamentos de la magia- dijo Dumble-dore concluyendo su frase-
-¡Pero nuestros padres siempre han dicho que la magia era mala!-gritó Bea, la cual seguía abrazada a mi-
-No en todos los casos, nosotros somos de los buenos niñas- dijo la profesora McGonagall-
-Pero, en Narnia nos han enseñado eso, además de que somos princesas, no sabemos sobre magia- repliqué yo-
-pero aquí os enseñaremos que la magia no es tan mala como creéis, y a manejar-la- dijo ahora Dumbledore-
-¿Intentan convencernos verdad Bea?- le pregunté a mi prima, que ahora me miraba a los ojos-
-Eso parece Cherry, eso parece… -dijo ella-
-¿les hacemos caso y probamos lo de la magia hasta que Aslan consiga llevarnos de vuelta a casa?- le pregunté a ella-
-Probémoslo, ya que hemos llegado hasta aquí, podemos intentarlo- dijo Bea un poco más animada-
-Entonces, ¿aceptáis ser alumnas de la escuela?- preguntó Dumbledore-
-No nos queda otra opción- Dijimos Bea y yo a la vez-
Dumbledore u la profesora McGonagall nos ayudaron a levantarnos y nos dieron las túnicas de nuestra casa. Luego, nos acompañaron nuevamente al comedor, donde los Prefectos, que es como llamaban ellos a los alumnos con un poder mayor al de los demás alumnos, nos llevarían a nuestros cuartos. Bea se negaba a separarse de mi, al igual que yo de ella, pero al final acabaron separándonos a la fuerza y llevándonos al cuarto que le corresponde a cada casa. Cuando entré en el cuarto de las chicas, no pude evitar gritar, ¿Qué narices era aquello? No se parecía en nada a nuestra casa, pero en nada. Ahora echaba demenos mi cama y todos mis ves-tidos, odiaba esta túnica negra. Lo único que tenia de bueno esto, es que podía-mos seguir llevando nuestra corona. Como yo me negaba a dormir en esa cama, me echaron de la habitación y me quedé en el salón. Cogí uno de los libros que ha-bía allí y empecé a leerlo cuando alguien tocó mi hombro. Cuando me giré, vi al gemelo que se había sentado frente mío.
-Me llamo Fred Weasley, ¿y tu?- me preguntó el dulcemente-
-Me llamo Judith Alice Pensive, princesa de Narnia- le dije yo sonriendo para que después, él besara mi mejilla-
POV Judith;
Cuando Dumbledore dijo que Aslan era el león de Gryffindor y él nos explicó aquello, no queríamos creer lo que oíamos, ¿estábamos en peligro?
-¿Estamos en peligro?- dijo Bea-
-Si Beatriz, Hogwarts no es un lugar para vosotras, corréis peligro- dijo Aslan con su voz potente-
-Entonces… ¿Cómo podemos volver a Narnia?-dije yo ahora aún con mi voz firme, aunque no podía negar que en efecto, tenía miedo-
-No sé cómo podréis volver, ahora, no tenéis ningún armario ni ningún portal para volver- contestó el sabio León-
-¿nos tendremos que quedar aquí?-dijo Bea asustada aferrándose más a mi brazo izquierdo-
-Si, por el momento si-dijo Aslan causando que Bea soltara un grito y escondiera su cabeza bajo mi brazo-
En ese momento, la imagen desapareció, y todo el comedor quedó mirándonos. Las lágrimas amenazaban con salir de nuestros ojos, por lo que cual, cogí el brazo de mi prima y salimos corriendo de allí. No teníamos un rumbo fijo, pero llega-mos a un jardín. Allí, nos sentamos bajo un árbol y nos quedamos abrazadas de-jando escapar las lágrimas. Yo no podía dejar de llorar, lamentaba la despedida que había tenido con mi madre, Susan, nos habíamos peleado, como cada noche por la cena, siempre pasaba igual, pero ahora necesitaba su abrazo, quería pedirle perdón y sentirme protegida. Tambien lamentaba no haber podido despedirme de mi padre, Peter, ya que ahora lo echaba demenos. Mi prima se sentía culpable de ello, pero realmente, no era su culpa, yo podría haberla detenido pero no lo hice, así que tambien es culpa mia. Seguimos llorando abrazadas, hasta que nota-mos que alguien nos miraba, secamos nuestras lágrimas y vimos a Dumbledore y a la profesora McGonagall. Por instinto de lo que había dicho Aslan, nos alejamos de ellos, retrocediendo un paso hacia atrás aún sentadas.
-Tranquilas Chicas, no dejaremos que os pase nada- dijo Dumbledore-
-Pero Aslan dijo…-empezó a decir Bea, cuando McGonagall la interrumpió-
-Beatriz, ¿vas a creer a ese viejo león?- le interrogó la profesora-
-¡Claro!- dijimos ella y yo indignadas-
-Aslan es nuestro mentor, amigo y sabio compañero- dijo Bea mientras yo asentia-
-Pues mientras Aslan busca la forma de llevaros de vuelta a vuestro país que se llamaba…- empezó a decir Dumbledore-
-Narnia- dije yo-
-Pues eso, mientras esperáis a poder volver a Narnia, tendréis que quedaros aquí, y nos gustaría que aprendierais los fundamentos de la magia- dijo Dumble-dore concluyendo su frase-
-¡Pero nuestros padres siempre han dicho que la magia era mala!-gritó Bea, la cual seguía abrazada a mi-
-No en todos los casos, nosotros somos de los buenos niñas- dijo la profesora McGonagall-
-Pero, en Narnia nos han enseñado eso, además de que somos princesas, no sabemos sobre magia- repliqué yo-
-pero aquí os enseñaremos que la magia no es tan mala como creéis, y a manejar-la- dijo ahora Dumbledore-
-¿Intentan convencernos verdad Bea?- le pregunté a mi prima, que ahora me miraba a los ojos-
-Eso parece Cherry, eso parece… -dijo ella-
-¿les hacemos caso y probamos lo de la magia hasta que Aslan consiga llevarnos de vuelta a casa?- le pregunté a ella-
-Probémoslo, ya que hemos llegado hasta aquí, podemos intentarlo- dijo Bea un poco más animada-
-Entonces, ¿aceptáis ser alumnas de la escuela?- preguntó Dumbledore-
-No nos queda otra opción- Dijimos Bea y yo a la vez-
Dumbledore u la profesora McGonagall nos ayudaron a levantarnos y nos dieron las túnicas de nuestra casa. Luego, nos acompañaron nuevamente al comedor, donde los Prefectos, que es como llamaban ellos a los alumnos con un poder mayor al de los demás alumnos, nos llevarían a nuestros cuartos. Bea se negaba a separarse de mi, al igual que yo de ella, pero al final acabaron separándonos a la fuerza y llevándonos al cuarto que le corresponde a cada casa. Cuando entré en el cuarto de las chicas, no pude evitar gritar, ¿Qué narices era aquello? No se parecía en nada a nuestra casa, pero en nada. Ahora echaba demenos mi cama y todos mis ves-tidos, odiaba esta túnica negra. Lo único que tenia de bueno esto, es que podía-mos seguir llevando nuestra corona. Como yo me negaba a dormir en esa cama, me echaron de la habitación y me quedé en el salón. Cogí uno de los libros que ha-bía allí y empecé a leerlo cuando alguien tocó mi hombro. Cuando me giré, vi al gemelo que se había sentado frente mío.
-Me llamo Fred Weasley, ¿y tu?- me preguntó el dulcemente-
-Me llamo Judith Alice Pensive, princesa de Narnia- le dije yo sonriendo para que después, él besara mi mejilla-
Judy_1D
Re: Princesses of Narnia {HP6}
Beeeeeaaaaaa hermana, estoy esperando tu CAP muajajajajaj
Seguro que me enamora xD
Seguro que me enamora xD
Judy_1D
Re: Princesses of Narnia {HP6}
CHAPTER FIVE
POV Beatriz;
Después de que nos separasen a la fuerza, y me llevasen de manera poco digna -arrastras- a la Sala Común de Slytherin, me obligaron a ir a un cuarto compartido con unas chicas. Obviamente, me negué. Y el jefe de la Casa hizo su aparición, por lo que intenté deleitarme de mi próxima discusión lo máximo.
-¿Cuál es tu problema?- Gruñe.
-El tuyo es el agua, el mío podría ser quizá, que me separaron de mi prima.- Frunzo los labios, mientras que lo encaro.
-Señorita Pensive, pienso que se está comportando de manera poco ortodoxa, infantil.- Murmura con sequedad, y me cruzo de brazos, sobre esta mierda de ropa negra.
-Piense lo que le de la gana, me lo paso por debajo del arco del triunfo, ¿entiende?- Chasco la lengua, y veo la ira cubriendo sus orbes negras. Joder, que enojón salió el pelo graso ¿cuarentón?.
-Dudo mucho cómo pudo quedar aquí, y no con los brabucones de Gryffindor...- Sisea con desprecio, y yo sonrío divertida a su dirección.
-Supongo que por cosa de la vida, el destino... o que soy más brillante que la estrella que me regala el nombre, Bellatrix, de la constelación Orion; ¿Sabes?- Y veo de refilón al rubio y compañía espiar la conversación.
-No estoy de humor para hablar con arrogantes, váyase a su cuarto con Greengas y duerma.- Ladró alzando unos decibelios más su tono de voz. Rodé los ojos, sin aun moverme del sitio.
-Yo no comparto cuarto con nadie, mucho menos soy obligada a hacer nada...- Y un rayo de luz roja me envuelve, y de ahí no recuerdo más hasta ahora, que abro los ojos y pestañeo, descubriendo un techo que no es techo, más bien una pared continua que consiste en un estanque y colores de la casa. Estoy tumbada sobre un sillón, y tengo mis cosas al lado. Bufo, sintiéndome humillada. ¡Me hechizó el pelo graso ese! Se caga, lo juro, avisaré a mi querida Cherry para acabar con él. Me levanto con pasos torpes, descubriendo que ya es de día, y corro cogiendo el maldito uniforme hasta un baño. Gruño a todos, y fulmino con la mirada al sillón que en verdad, no es culpable de nada. Me ducho, visto y aseo, me peino el pelo dejando que se ondule por donde le salga la gana, y por debajo del uniforme se nota una camiseta roja que llevo en casos especiales, de mangas cortas y con las palabras «Buen provecho» escritas en francés. Sonrío mirándome, y pinto mis labios de rojo carmín. Le echo una ojeada a la falda del uniforme, desdeñosa, y la acorto subiéndola. La corbata queda olvidada, y la polo blanca más de lo mismo, me echo por encima mi rebeca negra y una túnica del mismo color con el símbolo de Slytherin, una verde serpiente. Pinto mis ojos con rímel y delineador, y vuelvo a observarme, perfecta.http://f6.mb-content.com/pictures/596/26/1/1126596_OSKVWUMLUWYBDDC.jpg
-¿Pero a donde crees que vas... así?- Pregunta Pansy Parkinson, y yo la miro de arriba a abajo, oí su nombre seguido del prototipo de puta...
-¿Y a ti que te importa, ramera?- La desafío a una mirada fría, y sale perdiendo, nadie me supera. Salgo dando brincos, tomando una cartera que nos dio Dumbledore para estudiar y marcho con horario en mano hacía el Gran Comedor, sin perderme. Al llegar tengo encima más de una mirada, más bien la mitad, y cuando veo a Judy me lanzo a sus brazos.- ¡PRIMAAAAAAAA!-Chillo, abriendo mis brazos, y ella con los suyos hace lo mismo corriendo a cámara lenta hacía mi dirección.
-¡Priiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii!- Repite, con el mismo tono desesperado, y nos unimos en un abrazo en el que yo cruzo mis piernas en su cadera y ella brinca como si yo fuese una niña pequeña.- Te extrañé mucho, Bea, huyamos juntas de aquí...
-¡A mi el pelo graso me hechizó! Le voy a mandar a Irlanda de una patada, lo juro.- Siseo, y ella ríe.
-¿Qué te hizo?- Pregunta, curiosa la rubia.
-Me lanzó unas chispas rojas, y me quedó acostada en un sillón de la Sala Común, ¡a mi! ¡UNA PRINCESA!- Me quejo, y ella ríe cantarina de nuevo.
-Te comprendo, pero lo mío fue por decisión propia.- Sus ojos claros brillan por la decepción.
-Si... quiero volver a casa, odio éste maldito uniforme y la magia.- Me bajo de ella y cruzo mis brazos, alzando la barbilla en gesto digno.
-La magia es buena, lo que falla son los incompetentes que la practican.- Lanza una firme mirada hacía la mesa de los profesores, donde está el hombre murciélago.
-Bueno, ¡hora de comer! Me vengo contigo, gorda, que me caen mal los de mi casa.- Arrugo la nariz mientras engancho mi brazo al suyo y la llevo arrastras hacía la mesa de los leones, de Aslan y Peter. Veo de refilón a un chico de cara bonachona, mejillas ruborizadas y ojos mieles hermosos http://www.elreferente.es/upload/noticia/19038/bieberI.jpg {Es Neville Longbottom, pero protagonizado por Justin Bieber haha} y me quedo de piedra. Joder, me lanzaba encima olvidando todo si no fuese que el olor de la comida me atrae incluso más.
-Eh, Bea, ¿prima?- Me zarandea de lado a lado Judy, y giro mi cara ruborizada hacía ella, que mira a nuestro alrededor asegurándose de ver hacía donde miraba yo.- ¿Qué pasa?- Pregunta cuando deja de parecer la niña del exorcista.
-Na-a-da, rubia, nada.- Balbuceo, con las mejillas ardiéndome. Me dedica una mirada de no creerme, pero me mueve hasta un banco y ante la mirada de muchos, desayuno felizmente.
-¿Y qué te toca a ti ahora?- Pregunta, con la boca llena. Trago e intento recordar mi papel.
-Eh... ¿Historia de la magia? Si, creo que eso.- Chasco la lengua, y ella asiente.
-Yo tengo una tal, Cuidado de Criaturas Mágicas.- Susurra, y asiento. Pero no le quito la mirada de encima al ojimiel, que mira un periódico con cara de interesante, dejando caer su flequillo castaño sobre su frente.
ItsBee♡
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