Re: Wrecking Ball (Harry Styles Fanfic)

por **Mafiee** Sáb 25 Ene 2014, 8:19 pm

Respuesta a Magui Styles Malik:

por **Mafiee** Sáb 25 Ene 2014, 8:24 pm

Respuesta a iohmyzayn:

por **Mafiee** Sáb 25 Ene 2014, 8:27 pm

Respuesta a MeliTomlinson.:

por **Mafiee** Sáb 25 Ene 2014, 8:29 pm

Respuesta a Hazel 1D Styles:

por **Mafiee** Sáb 25 Ene 2014, 8:35 pm

Respuesta a Karelle:

por **Mafiee** Sáb 25 Ene 2014, 8:42 pm

Respuesta a airam16 1D:

por **Mafiee** Sáb 25 Ene 2014, 8:48 pm

Respuesta a Alex Guillén:

por **Mafiee** Sáb 25 Ene 2014, 8:48 pm

Respuesta a Niall_Styles:

por **Mafiee** Sáb 25 Ene 2014, 8:49 pm

Respuesta a Tomlinson:

por **Mafiee** Sáb 25 Ene 2014, 8:54 pm

Respuesta a irza15:

por **Mafiee** Sáb 25 Ene 2014, 9:49 pm

Capítulo 9

Los dedos de Harry se enredaron en el cabello negro de Abby, atrayéndola hacia él para hacer el contacto más cercano. Una descarga eléctrica sacudió su cuerpo al sentir la mano de la joven recorrer su abdomen desnudo, deteniéndose antes de llegar a su cadera. Sintió como su estómago se tensaba y soltó un gruñido contra la piel de su mejilla, separándose de sus labios y dejando un camino de besos desde la boca hasta su mentón. Encontró un buen lugar en la piel descubierta de su cuello, apartando su pesada chaqueta para tener mejor acceso a la pálida piel.

La pelinegra suspiró al sentir los labios de Harry explorando la piel expuesta y humedeciendo con la lengua zonas sensibles que ni siquiera ella conocía. Sintió un leve ardor palpitar en la curvatura que llevaba hasta su hombro, donde Harry tiró suavemente su piel con los dientes y succionó levemente para calmar el dolor.

Tenía los ojos fuertemente cerrados y había echado la cabeza hacia un lado, dándole espacio al castaño para moverse con la libertad que sus heridas le permitían. No sabía con exactitud qué debía hacer en circunstancias como esa pues nunca antes había estado en una situación similar. Sus manos se movían con torpeza y en más de una ocasión intentó seguirle el ritmo a Harry, pero le resultó imposible.

Harry llevó una de sus manos hasta la cremallera de su chaqueta y bajó el cierre con dedos hábiles, llevando las manos más allá de lo que se había permitido en un principio. Fue entonces que Abby abrió los ojos de golpe, percatándose de lo que había estado sucediendo hasta el momento y volviendo de pronto a la realidad.

—Harry… —susurró sin aliento, llevando las manos hasta sus hombros para marcar distancia entre ellos.

El aludido gruñó con molestia, frunciendo el ceño ante la falta de cercanía.

—¿Qué? —inquirió con la respiración entrecortada, levantando los ojos hasta encontrarse con la mirada aturdida de ella.

Abby se sentó en su regazo con cuidado de no aplastarlo. Sus mejillas estaban furiosamente sonrojadas y su pecho subía y bajaba rápidamente, intentando recuperar el aliento.

—Yo… —comenzó, llevándose los dedos a la deshecha cola de caballo—, no m-me siento c-cómoda con e-esto —balbuceó atragantándose con sus propias palabras.

Harry tuvo que apoyase en los antebrazos para incorporarse, intentando no quejarse por el dolor en las costillas.

—¿Por qué? —increpó con una ceja alzada, su voz ronca y demasiado gruesa—. ¿Hice algo que no te gustara?

Abby no pudo evitar volver a sonrojarse al escucharlo.

Negó con la cabeza.

Sinceramente ni ella misma entendía lo que estaba pasando. La cercanía de Harry la hacía tensarse de una manera que nunca lo había hecho, sus labios sobre los de ella producían cierto cosquilleo en su estómago que la hacía estremecer y sus dedos acariciando su piel eran como una corriente eléctrica que sacudía sus terminaciones nerviosas de forma abrumadora. Nunca antes se había sentido de esa forma; de hecho, nunca nadie la había tocado de esa forma.

Era algo nuevo para ella, una sensación extraña. Harry la hacía perder el control sobre sí misma y no sabía hasta qué punto eso era bueno, si es que podía considerarse de esa forma, claro.

—¿Entonces? —cuestionó notando la confusión en sus ojos.

Sus cejas negras temblaban y sus labios se fruncían en una mueca que de haberse encontrado en otra situación le habría parecido adorable.

Harry suspiró.

Por un momento se había olvidado de que estaba tratando con una chica varios años menor que él.

—Es tarde, lo mejor será que me vaya —apuntó ella, removiéndose en la camilla para bajar de ella.

Harry la detuvo antes de que consiguiera apartarse. Joder, esa chica sí que iba a hacerlo perder la cabeza.

Abby bajó la mirada hasta encontrar su mano sosteniéndole la muñeca.

—Harry, por favor… —suplicó tirando de su brazo. El castaño llegó a la conclusión de que le gustaba que Abby le temiera, pero tuvo que admitir que nada se comparaba con escucharla suplicar diciendo su nombre.

—¿Un beso de despedida? —cuestionó con una sonrisa de medio lado, la cual se desvaneció al notar como Abby negaba con la cabeza. Rodó los ojos y maldijo su puta suerte. Maldijo al idiota de Owen y al bastardo de Darren por haberlo dejado en la situación que se encontraba. De haberse encontrado en condiciones para hacerlo, la habría aprisionado entre sus brazos, tomado del cuello y tirado de ella hasta encontrase con sus labios. Definitivamente lo haría una vez que estuviera fuera de esa estúpida cama—. Abby —advirtió, entrecerrando los ojos.

Tal vez no podía obligarla, pero sabía muy bien cómo convencerla para que lo hiciera.

La mano que anteriormente había estado sosteniendo su muñeca volvió a abrirse paso a través de la chaqueta, delineando la estrecha figura y empujándola hacía él de manera discreta.

“Solo una vez,” se dijo a sí misma, permitiendo que Harry presionara sus labios con los de ella. “Solo un segundo y se acabó.”

Abby se resistió al principio, pero a final de cuentas no podía negarse a algo que ella también quería que pasara.

Aunque fuera la última vez.

Después de eso se alejaría de Harry, sin importar lo mucho que él pudiera llegar a insistir.

Una sonrisa surcó en el rostro del castaño al sentir los labios de Abby moverse torpe y vacilantemente sobre los suyos. Harry podría haber estado en el cielo o el infierno, ninguna de los dos lugares lo habría molestado de haberse encontrado ahí con ella.

Pudieron haber pasado segundos, minutos, incluso horas; ninguno de los dos estaba realmente pendiente de ello. Ambos se encontraban muy concentrados en aquel beso que los consumía cuando la puerta de la habitación se abrió de golpe, provocando el corazón de Abby saltara en su pecho y se separara del castaño como si sus labios quemaran.

Parado en el marco de la puerta, Zayn Malik los observaba con la boca abierta y ojos desorbitados, tras él se encontraba Katt con una mano en la boca y la otra sosteniendo la camisa del moreno en un puño.

Harry soltó una serie de maldiciones e insultos hacía Zayn y su manía de no tocar la puerta al entrar en algún lugar, mientras Katt lo llevaba fuera del cuarto pidiéndole al rizado que se tranquilizara.

Abby nunca había escuchado tantos improperios salir de la boca de una sola persona.

“No puede ser, no puede ser, no puede ser.”

Tan rápido como sus pies le permitieron, la pelinegra se encontró a sí misma fuera de la cama, de pie dando la espalda a la puerta por donde Zayn había entrado. Su cara había enrojecido hasta la mismísima raíz del cabello y casi podía jurar que su corazón estaba a punto de salirse de su pecho.

Harry aún se encontraba sobre la camilla, su rostro arrugado en una mueca de enojo que podía intimidar a cualquiera. Tenía los puños apretados y el ceño preocupantemente fruncido. Iba matar a Zayn.

En cuanto estuviera en condiciones para hacerlo lo mataría.

—Yo… mejor, mejor me voy —Abby caminó hacia la puerta sin siquiera volver la cabeza para mirar a Harry de reojo, sintiéndose presa de la vergüenza por la forma en la que había actuado.

Fuera de la habitación se encontró a Zayn parado frente a la puerta. Casi podía asegurar que estaba esperando que saliera para fulminarla con la mirada. Katt se encontraba a su lado, sentada sobre el piso encerado. La pelinegra se encogió lo más que pudo cuando el moreno caminó a su lado para pasar a la habitación, mirándola sobre su hombro como si se tratara de un insecto y, como si no fuera suficiente, dio un portazo tras de sí, haciéndola dar un brinco de sorpresa.

Tal vez lo mejor era desvanecerse de ahí.

—¿A dónde vas? —preguntó Katt, poniéndose de pie y caminando tras de ella hasta alcanzarla.

—A casa —respondió la joven, sin volverse a mirarla. No quería ver a nadie, simplemente quería desaparecer.

—¿Sabes si quiera dónde esta el hospital? —cuestionó con una ceja alzada, haciendo que se detuviera.

Abby apretó los labios en una tensa línea y respiró profundo, intentando tranquilizarse.

—Le pediré a Louis que me lleve —terció, encogiéndose en hombros.

Katt rodó los ojos, esa niña podía ser muy terca.

—Niall y Drake acaban de salir en la camioneta para llevarlo a casa, no creo que vuelvan en un buen rato, si no es que ellos se van a casa también —informó imitando el gesto de la pelinegra.

Abby se mordió el labio inferior, ahogando en la garganta un grito de frustración.

—¿Me llevarías tú? —preguntó en voz baja, haciendo contacto visual con los ojos castaños de la muchacha.

Katt suspiró.

—Lo siento —se disculpó—. Harry jamás me dejaría conducir su auto, tendrás que esperar a que Zayn salga de ahí —apuntó el pasillo donde se encontraba la habitación de Harry. La sola idea de quedarse sola con el chico en un auto de reducido espacio la hizo entrar en pánico. Zayn no parecía un persona muy amigable y le había dejado muy en claro que su presencia lo le agradaba en lo más mínimo. Katt pareció notar su reacción y agregó—: Yo iré con ustedes.

Abby soltó el aire que había quedado atorado en sus pulmones al escuchar sus palabras y regresó a la sala de espera en compañía de la castaña.

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Zayn miró a Harry con ojos expectantes. El castaño se había recostado sobre la camilla con los ojos cerrados para no mirarlo ya que, de haberlo hecho, se habría lanzado sobre su cuello, apretándolo hasta hacerlo rogar por su vida... y bueno, él no quería mancharse de sangre las manos asesinando a su mejor amigo.

Al menos no por ahora.

—¿En qué mierda estabas pensando, Harry? —finalmente fue el moreno quien rompió el silencio en habitación.

Harry apretó el puente de su nariz y respiró profundamente.

—No es de tu incumbencia, Zayn —respondió, abriendo los ojos e incorporándose.

—Harry —siseó—, ¿Te das cuenta de que Abby es una niña, verdad? —su voz salía pausada, como si quisiera hacerle entender a través de sus palabras en lo que se estaba metiendo.

—¡Deja de hablarme como si fuera retrasado mental! —escupió Harry con molestia—. ¡Por supuesto que me doy cuenta, animal! —espetó, levantando el tono de voz.

—¡Entonces dime que estas de broma, joder! —gruñó frunciendo el ceño.

—¡Oh por Dios, Zayn! Te estas portando como una de esas mujeres despechadas que vienen a buscarme después de enterarse que me estoy acostando con otra —masculló mirándolo con los labios torcidos, en una mueca de completo fastidio. Zayn podía llegar a ser un grano en el culo cuando se proponía.

—¡Mujeres! —exclamó el moreno, enfatizando la palabra un par de veces—. Mujeres mayores a las que te puedes tirar sin ningún problema.

—¡Por favor! —Harry no podía creer que de verdad estuvieran teniendo esa conversación. Zayn y él solían hablar con frecuencia sobre las chicas con las que tenían sexo, calificándolas y diciendo si volverían a revolcarse con ellas de acuerdo a su desempeño, pero nunca habían llegado a esos extremos, ¡Abby y él ni siquiera habían tenido sexo!—. No es como sí me hubiera follado a Kathya.

El moreno apretó la mandíbula, cerrando los puños con fuerza. De no haber sido por que acaban de partirle la cara a guantazos, Zayn le habría soltado un puñetazo ahí mismo.

—Está bien, no —se retractó Harry al notar la reacción de Zayn—. Simplemente deja de meterte en mis asuntos.

—¿Te gusta? —inquirió, ignorando sus palabras.

—No es de tu incumbencia —respondió Harry.

—¡Claro que lo es! —vociferó Zayn, exasperado—. Ya estamos lo suficientemente jodidos como para que vengas a embarrarnos de más mierda. ¿Te das cuenta de todos los problemas en los que metiste a la pobre chica?

—¡Púdrete, Zayn! —el castaño le lanzó una mirada fulminante—. Lo que haga o deje de hacer no tiene por qué importante, lo que pasó con Abby es asunto mío y de nadie más. No te metas en lo que no te importa.

Zayn le devolvió la mirada más fría que le había dado nunca.

—Espero de verdad que te des cuenta del error que estas cometiendo antes de que sea demasiado tarde, Harry —le dio la espalda y se dispuso a abandonar la habitación—. Pero supongo que no has tenido suficiente con Gemma.

El moreno azotó la puerta al salir, cerrándola justo a tiempo antes de que la lámpara que Harry arrojó le volara la cabeza de un golpe. Caminó por el pasillo apretando los puños, mientras un grupo de enfermeras se precipitaba a la habitación del castaño. Aún podía escuchar los gritos de Harry, diciéndole que se pudriera en el infierno, que tan pronto como pudiera él mismo lo haría arrepentirse de sus palabras.

La había cagado.

La había cagado y lo peor de todo es que lo sabía perfectamente.

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Katt se levantó de la silla en la que había estado esperando tan pronto como vio a Zayn acercarse desde el pasillo, apretando los puños a cada lado de su cuerpo. Abby levantó la mirada hacia al moreno, sus labios formaban una línea tensa y sus dientes casi rechinaban por la presión ejercida en su mandíbula.

—Nos vamos —anunció, tomando la chaqueta que había dejado en una de las sillas anteriormente y caminando con rapidez hacia la salida del hospital.

Katt y Abby lo siguieron con prisa hasta llegar al deportivo rojo de Harry. Tan pronto como los tres estuvieron dentro del coche, arrancó pisando el acelerador a fondo. Abby se preguntó si la actitud del castaño se debía a su presencia, sabía que no le caía muy bien pero tampoco tenía porque comportarse de esa forma.

La castaña la miró desde el espejo retrovisor, sintiendo un poco de lastima por la chica. Harry la había hundido hasta el fondo en su propia mierda. Al igual que todo ellos. Claro, ellos estaban ahí por voluntad propia y mucho antes de que Harry llegara a sus vidas tenían su propia mierda para limpiar, aun así Harry la había metido en la boca del lobo y lo peor de todo es que ella ni siquiera era consciente de ello.

Pasaron cerca de treinta minutos dentro del auto en completo silencio. Abby no podía dejar de sorprenderse de lo grande que era Londres, jamás terminabas de conocer una ciudad como esa. El largo camino le ayudaba a reflexionar sobre todo lo que había ocurrido esa noche, aunque ciertamente no quería pensar mucho en lo que había pasado; simplemente quería olvidarse de ello y seguir adelante como si nada hubiera pasando.

Gracias a Dios ella era muy buena para esas cosas.

Suspiró con melancolía cuando el auto se detuvo frente al triste edificio gris donde vivía. Había tenido que darle indicaciones a Zayn sobre cómo llegar al lugar, lo cual había resultado incómodo pues el chico no dejaba su comportamiento adusto con ella. En fin, se había imaginado que sería de esa manera. Lo que no se esperó fue que Katt se ofreciera a acompañarla hasta el departamento y mucho menos que insistiera tanto aun cuando había dejado en claro que no era necesario.

Al final ambas terminaron subiendo ocho pisos de escaleras sin cruzar palabra.

—Aquí es —informó la pelinegra, mostrando una sonrisa tímida hacia la muchacha. La castaña miró a su alrededor, observando las roídas paredes del edificio. Era incluso peor que el barrio en donde ella vivía.

—Bueno… creo que es hora de que entre —se encogió en hombros y sacó las llaves de su chaqueta, sintiéndose levemente avergonzada.

—Oye, Abby —llamó la muchacha, interrumpiendo su acción.

—¿Sí? —la pelinegra simplemente quería terminar con todo eso de una buena vez y volver a su vida normal de nuevo.

—Lo mejor será que te alejes de Harry —respondió sin vacilar, sintiendo un poco de tristeza al notar la expresión en la facciones de Abby. ¿Cuántas veces había visto ese mismo rostro reflejado en el espejo cada mañana?—. Sé que puede parecer un chico muy lindo pero lo único que traerá a tu vida son problemas. Harry no es como cualquier otro chico.

Abby se encogió en hombros, con una sonrisa forzada.

—No necesitas advertírmelo —"no soy estúpida", deseó agregar, apretando el llavero entre sus dedos—. No planeaba volver a verlo después de esta noche.

—Creo que eso será lo mejor —dijo Katt, dando un par de palmaditas en su hombro—. Fue un gusto conocerte, Abby, pero realmente espero no tener que volver a verte nunca.

La pelinegra no dijo nada, simplemente giró en dirección a la puerta, sin despedirse de la castaña. Sus ojos comenzaban a picar y no quería que la viera llorar por una estupidez como esa, porque era una estupidez, ¿no?

Ella misma se había prometido que no volvería a ver a Harry después de esa noche, no tenía por qué afectarle el hecho de que alguien le pidiera que se alejara de él, sobre todo cuando sabía que era por su propio bien. Ella seguiría con su vida como hasta ahora sin Harry de por medio.

“Simple y sencillo,” se dijo así misma, haciendo girar la perilla de la puerta y volviendo por fin a la realidad.

Su realidad.

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—¿Por qué tardaste tanto? —preguntó Zayn cuando Katt subió al coche. Había estado esperando cerca de quince minutos y Dios sabía cuánto odiaba esperar—. ¿Te quedaste a una fiesta de té con la princesita o qué?

Katt lo miró enojada.

—No —respondió—. Tuve que subir ocho pisos sin elevador —cortó, clavando la mirada en la carretera cuanto el coche se puso en marcha. Zayn la miró con una ceja alzada, sin creer las palabras que acaban de salir de su boca. Katt se volvió hacia el con expresión afligida—. ¿Crees que este bien?

Zayn la conocía lo suficientemente bien para saber que estaba preocupada.

—Eso espero —respondió con sinceridad—. Con suerte Harry se olvidara de ella en un par de meses.

Katt sonrió con tristeza.

Un par de meses eran más que suficiente para destruir a una persona. Sobre todo a una tan dulce e inocente como Abby. Katt era plenamente consciente de ello, tanto o más que Zayn e incluso el mismo Harry.

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¡Hola niñas!:

por **Good Vibes.** Sáb 25 Ene 2014, 10:49 pm

No está corto.
Wow, Harry es problemas y más problemas. Meto las manos al fuego por él.
Zayn si está perro, pero cuando viene a ver, no le tiene tanto odio en realidad a Abby.
Quiero saber más, porque bueno....
¿Qué pasó con Gemma? Owen esta involucrado me imagino, y el otro anormal tambien tendra algo que ver, pero para lo poco que me importan esos dos Wrecking Ball (Harry Styles Fanfic) - Página 12 3614813375

Wrecking Ball (Harry Styles Fanfic) - Página 12 3614813375

El humor de Harry es... divertido y sensual.
ay me encanta, ay me en-can-ta.
Ciertamente, él es una bola demoledora.
Se lo lleva todo de paso. Aunque estoy al pensar que Zayn tiene complejo de bomba atómica, que agresivo ajkshcsd, pero lo amo.
Katt es muy buena gente y DEMASIADO honesta, eso de "yo espero no verte de nuevo" o algo así, fue muy franca, y no en el mal sentido, lo sé, pero no se mordió la lengua y lo soltó.
Abby que se preocupe porque ahora es que viene bambo.
Suerte con esas clases [aunque no entras ahora].
Te seguí en twitter, soy @mymanisharold así que cuando veas un tweet de mi para ti, ya tu sabes.
Perfección, bye <3

por **Niall_Styles** Dom 26 Ene 2014, 12:25 am

enserio me encanta :) siguela :) es de las novelas mas maduras y profucndas que he leido :)

por **Magui Styles Malik** Dom 26 Ene 2014, 5:10 am

Seguilaaaaaaa, no kiero qe harry y abby dejen de verse.. :(

por **irza15** Dom 26 Ene 2014, 4:38 pm

Lo siento si me emocione, es que me gusta expresarme de una manera grafica, y como no nos vemos face to face , lo hago de la mejor manera. Es decir, con esas animaciones tan monas
Question
Cual es tu color favorito(va para las otras lectoras, si quieren)

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