Wrecking Ball (Harry Styles Fanfic)

Durante el resto del día Abby no pudo pensar en otra cosa que no fuera lo que Zayn había dicho. Había llegado al trabajo con la cabeza en las nubes y no podía concentrarse en tomar las órdenes de los clientes, eso sin contar el hecho de que cada vez que veía a su jefa rondar por las mesas del restaurante sentía unas ganas inmensas de reclamarle lo que le había dicho a su madre. Estaba molesta, definitivamente no podía seguir atendiendo a los clientes con buena cara así que decidió ir a la cocina a fregar los platos sucios que ya habían sido desocupados.

Si lo que le había dicho Zayn era cierto seguramente no faltaba mucho para que fuera a buscarla y, fuera cual fuera el mensaje de Harry, no podía ser bueno. ¡Agh! ¿Por qué no simplemente le dijo lo que necesitaba decirle cuándo tuvo oportunidad? ¿Era necesario ir a buscarla hasta su trabajo? Harry y sus amigos estaban completamente locos. ¿No les había bastado con lo de anoche? Porque todo parecía indicar que no.

Abby suspiró y continuó fregando los platos, incluso cuando la cortina se abrió y su jefa le informó que la buscaban.

—¡Cohen! —gritó cuando se percató de que Abby no tenía pensado salir—. ¡¿No me escuchaste?!

La pelinegra soltó el plato que había estado sosteniendo entre sus manos y cerró la llave del lavadero.

—Aún no he terminado de lavar los platos —respondió la muchacha, sin sacarse los guantes. Si sus cálculos eran correctos, esa era la séptima vez que la mujer la llamaba.

—Tu turno terminó hace una hora —refutó la mujer, chasqueando la lengua—. No tengo pensado pagarte horas extras. Fuera.

Abby apretó los labios en un vano intento por contener el enojo que sentía en ese momento, pero fue en vano. Se quitó los guantes de mala gana y los arrojó sobre el fregadero, repitiendo la misma acción con el mandil atado a su cintura.

Sabía que Zayn tenía más de una hora esperándola en una mesa del restaurante, pero aun tenía la esperanza de que si tardaba demasiado terminaría cansándose de esperar y abandonaría el lugar. Ahora su jefa le había arruinado el plan.

Pasó junto a la mujer sin decir palabra alguna. Tenía que contenerse, necesitaba el trabajo más que cualquier otra cosa en el mundo. No podía dejarse llevar por sus emociones. No podía.

—Que tenga buenas noches —se despidió al salir de la cocina.

Tan pronto como abandonó la habitación se encontró con el rostro de Zayn volviéndose en dirección a ella. Respiró profundo y pasó de largo hasta la puerta, sin detenerse para no tener que encontrase con él. El moreno rodó los ojos ante la actitud de la joven.

—¡Oye, Abby! —la llamó cuando ambos estuvieron fuera del local. Bueno, pensó Abby, al menos él no había armado un escándalo como lo había hecho Harry—, ¿A dónde crees que vas? —inquirió, tomándola de la chaqueta para detenerla.

Abby clavó sus ojos oscuros en él, fulminándolo con la mirada.

—A casa —respondió secamente. Esta vez no hizo nada para soltarse de su agarre, simplemente esperó a que el muchacho se dignara a soltarla. Nunca pasó.

—¿Y yo qué? —espetó él, frunciendo el ceño. Abby arqueó una ceja con incredulidad—. ¿Estoy pintando o qué?

Abby cerró los ojos y contó mentalmente hasta diez para no perder la paciencia.

—No voy a ir a ningún lado contigo, Zayn —refutó con voz cansada y tiró suavemente de su brazo, pero el agarre del moreno no cedió—. Tengo que volver temprano a casa, suficientes problemas tengo con mi madre por lo de ayer.

—¿Es por tu madre que no quieres venir conmigo? —se burló con una sonrisa arrogante en el rostro.

¿Qué?

Abby no respondió, simplemente tiró de su brazo nuevamente y esta vez Zayn no opuso resistencia.

—Supongo que tendremos que hablar con ella antes —se encogió en hombros y dio media vuelta, ocultando las manos en los bolsillos y sin volverse a ver a Abby.

¿Qué espera que hiciera? ¿Quería que lo siguiera? Porque si era así estaba muy equivocado si pensaba que lo haría. Abby imitó su movimiento y dio media vuelta en dirección contraria, caminando en dirección a su casa. Si caminaba lo suficientemente rápido era posible que se perdiera en el camino y de esa forma ya no podría alcanzarla.

Se puso en marcha tan pronto como sus pies se lo permitieron. Ya había avanzado un buen tramo de manzana cuando un faro de luz amarilla iluminó la calle frente a sus ojos. Volvió la vista al lugar de donde provenía y se encontró con el rostro altivo de Zayn Malik conduciendo una motocicleta.  

—Súbete —ordenó, deteniéndose junto a ella. ¿Estaba loco? ¿Cómo rayos se le ocurría pensar que ella se subiría a una de esas… cosas? Abby negó inmediatamente con la cabeza y continuó su camino, pero el moreno le bloqueó el paso subiendo a la acera con la moto—. Súbete —repitió, estirando la mano y tomándola por el cuello de la chaqueta.

—¡¿Qué?! ¡No! —respondió, presa del pánico—. ¡¿Estás loco?! —siseó echándose hacia atrás—. ¿Cómo crees que me voy a subir a una de esas cosas?

—Es una moto, Abby —replicó con molestia—. Nada del otro mundo.

—No —volvió a repetir—, no y no.

Zayn rodó los ojos.

¿Por qué tenía que hacer un escándalo de todo? Ciertamente, no entendía qué era lo que le veía Harry.

—No va a pasarte nada malo, por Dios —se bajó de la moto y caminó hasta ella con paso decidido, Abby retrocedió un par de pasos, intentado alejarse, pero las zancadas del moreno la alcanzaron antes de que pudiera llegar muy lejos.

Zayn la tomó entre sus brazos y la llevo —a rastras— hasta la moto.

—Suéltame, Zayn —bramó ella, forcejeando con el moreno que, a pesar de no estar lastimándola, la apretaba con suficiente fuerza para inmovilizarla—. ¡Basta!

—Quédate quieta, joder —ordenó cuando intentó pasar sus piernas alrededor del siento de la moto. A pesar de tener un tamaño bastante insignificante Abby no perdía oportunidad para golpear al chico, ya sea con las piernas o las manos.

Una vez que consiguió que se sentara en el asiento de la moto, Zayn subió tras ella, arrancando antes de que la pelinegra intentara lanzarse. Era capaz de aventarse a la carretera, estaba seguro, por eso decidió inmovilizarla con su cuerpo antes de que cometiera una estupidez y Harry le cortara el cuello. Su amistad con el castaño era importante, pero él amaba su vida más que cualquier otra cosa en el mundo, así que era mejor no arriesgarse.

—Oye, Abby, Abby, no toques.. ¡No toques eso! —exclamó cuando notó que la pelinegra tanteaba los frenos de la moto de forma peligrosa—. ¿Planeas matarnos? ¡Te dije que no tocaras!

Zayn dio un tirón a la motocicleta y decidió saltarse la parte en que la llevaba a casa para avisar a su madre y llevarla directamente con Harry, valoraba mucho su vida como morir en un accidente automovilístico provocado por una niña chiflada.

El castaño había sido dado de alta, o mejor dicho, abandonado el hospital  por cuenta propia desde muy temprano, por lo que no tenía que rodear toda la ciudad para llevarla hasta él. Después de discutir con Harry la noche anterior decidió volver por la mañana para arreglar las cosas y él mismo fue quien lo ayudó a dejar el hospital, pasando por alto las indicaciones que los médicos le habían dado. Así eran las cosas entre ellos, de haberse encontrado en otras condiciones probablemente se habrían revolcado a golpes hasta que uno de los dos cediera, pero no quería sacarle más mierda de la que le habían sacado ya anoche, así que fue él quien terminó cediendo esta vez.

—Abby ya vamos a llegar, deja eso en paz por favor —pidió, luchando por mantener el control sobre la motocicleta, pero la pelinegra se lo estaba poniendo difícil—, ¡Agh! ¿Eres suicida o algo así?

Abby apretó los puños y dio un codazo en las costillas del moreno. Nunca pensó que de verdad la obligaría a subirse a la moto, se sentía realmente incómoda con el cuerpo de Zayn tan cerca del suyo. Quería bajarse. No importaba si ambos morían en el intento.

—¡Ya basta! —bufó, apretando su cuerpo contra el suyo para impedir que se moviera. Abby se encogió sobre sí misma y Zayn sonrió. ¡A la mierda con Harry! Podía volarle la cabeza de un tiro si quería, pero nada le quitaría la sensación de control que tenía sobre Abby en ese momento. Todavía no olvidaba la bofetada que le había dado en la mañana, así que podía tomarlo como karma o justicia divida, pero esta era su venganza.

Llegaron al lugar más pronto de lo que el moreno hubiese querido. Abby se bajó de la motocicleta como si el asiento quemara y golpeó a Zayn con el puño en el hombro antes de que se bajara.

—Oye, oye, ¿Qué te pasa? —espetó Zayn, sobándose la zona afectada y asegurando sus pies en el piso—. ¿Es la primera vez que te subes a una motocicleta? Pareces novata.

Abby lo ignoró el comentario y dio media vuelta, intentado ubicar el lugar donde se encontraba, para su mala suerte, no tenía ni la menor idea de dónde estaba parada. Genial.

Antes de que pudiera escapar a cualquier lado, Zayn la tomó de los hombros y caminó junto a ella en dirección a uno de los edificios del lugar. Tomaron un ascensor dentro  y una vez que los hubo llevado al piso al que se dirigían, la guió hasta una de las puertas al fondo del pasillo.

—Entra —ordenó Zayn. El camino hasta el lugar había transcurrido en silencio, por lo que escuchar la voz del moreno de nuevo la hizo dar un respingo—. Es para hoy, novata —se burló, abriendo la puerta y dando un suave empujón a su hombro para que entrara.

Abby pegó un salto cuando la puerta tras de ella se cerró y Zayn la dejó sola dentro del amplio departamento, que se encontraba perfectamente ordenado.

—¡Buena suerte, novata! —lo escuchó gritar en una risa mal disimulada. La pelinegra se volvió hacia la puerta e intento girar la perilla, pero estaba bloqueada.

Su corazón comenzó a latir con fuerza y miró a su alrededor para encontrar una salida. Se encontraban en el quinto piso del edificio, aun así, decidió acercarse a la ventana para ver qué tan alto se encontraba. Tal vez si era una suicida como Zayn había dicho.

Asomó la cabeza a través de las cortinas y notó la distancia que había entre la ventana y el piso, tragando saliva. Era técnicamente imposible que sobreviviera a una caída desde esa altura. Derrotada, apoyó la frente contra el cristal y suspiró, empañando el vidrio con su aliento.

—Hola, preciosa —escuchó decir  a una voz familiar a sus espaldas—, te vez un poco deprimida. ¿no crees? —cuestionó burlón.

El corazón de Abby dio un vuelco en su pecho y se volvió para observar la figura que la observaba desde el centro de la sala.

Era Harry.

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¡Hola niñas! ¿Cómo están? Yo feliz por que ya estoy de vacaciones y les puedo subir nuevo capítulo :3 Lamento la tardanza, pero como ya había dicho la escuela me tenía hasta el cuello. Espero que les guste el capítulo, esta un poco cortito y de nuevo las dejé con la duda de qué pasa con Harry, quería ponerlo en este capítulo pero se iba a hacer muy largo y decidí que sería bueno tener un capítulo solo para Harry, por que es justo y necesario *w* Como ven, Zayn se esta apoderando de los tiempos en pantalla de los otros personajes, él tiene la culpa por ser tan jodidamente sensual y chocar tanto con Abby xD A mi me divirtió mucho escribir este capítulos con sus actitudes raras y el mal genio de Abby, esperemos que Harry no se enoje lol xD Hablando de Harry, me cambiaron el color del tema de rojo a morado, supongo Harry y Abby ya no se les podrá ocurrir tener sexo salvaje en el siguiente capítulo... lastima e.e (?) xD Por cierto, hice un pequeño vídeo con imágenes de Abby, como ya no he puesto gifs de mi bebé pues lo edite en un rato y la verdad es que me gusto mucho como quedó, le puse una canción que me parece queda mucho con la novela, espero que se den una vuelta para verlo, este es el link: Abby Cohen | Wrecking Ball (Harry Styles Fanfic) Mírenlo en HD de preferencia :3

En fin, ¡Muchas gracias a todas por leer! Las adoro  :bye: