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Story of my life {NC} {Audiciones cerradas} R E S U L T A D O S
O W N :: Novelas colectivas :: Novelas colectivas :: Novelas Colectivas :: Inscripciones / audiciones
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Re: Story of my life {NC} {Audiciones cerradas} R E S U L T A D O S
Me estás haciendo daño. Shoro.
spitfire.
Re: Story of my life {NC} {Audiciones cerradas} R E S U L T A D O S
A mi coolmate nadie le hace bullying menos yo. Okno. El caso es que te quiero y que adoro tu ficha.
blake.
Re: Story of my life {NC} {Audiciones cerradas} R E S U L T A D O S
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♡ Saoirse Ronan {Dakota C. Furhman}
♡ Jake Abel {Maximilian D. Stewart}
♡ [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]
♡ ¿Por qué quieres quedar? Simplemente porque amé la idea. La canción es perfecta, y que la hicieran debido a esta misma la hace completamente especial y por el momento, única. El tema de contar "la historia de mi vida" es algo completamente interesante, y me gustaría tener un personaje que contara la suya, además de que me encanta cuando las historias son narradas por los hombres.
♡ Jake Abel {Maximilian D. Stewart}
♡ [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]
♡ ¿Por qué quieres quedar? Simplemente porque amé la idea. La canción es perfecta, y que la hicieran debido a esta misma la hace completamente especial y por el momento, única. El tema de contar "la historia de mi vida" es algo completamente interesante, y me gustaría tener un personaje que contara la suya, además de que me encanta cuando las historias son narradas por los hombres.
taeyong.
Re: Story of my life {NC} {Audiciones cerradas} R E S U L T A D O S
Zoey Coleman
- pareja de "por si acaso":
- Zoey Coleman
¿Por que quedar? Lo cierto es que estas preguntas me hacen gracia, por que si me lo permitís... ¡¿Estáis tontas!? ¡Si audiciono será por algo! Pues mirad principalmente en cuanto vi la firma de Nea quería saber de que iba a ser la nove!!! Y luego la vi que ya estaban abiertas y fue como Y luego empecé a leer la sinopsis y la acabé fue como :imdead: Y me dije voy a audicionar fejadnkgvfjdsnkfdjfnsdk :A:Así que aquí estoy audicionando. En fin que simplemente amé la idea y creo que soy un poco buena como para participar, ahhh no me se autoexplicar en este caso no se si me habéis entendido. Y como enésima vez dicha creo que la novela es perfecta y sería un placer participar, en fin besos
- one shot:
- One shot
La luz entra por la ventana haciendo que me despierte de mi sueño profundo, me muevo de la cama refunfuñando entre las sábanas, al fin consigo abrir mis ojos y salgo de la cama. Apoyo los pies sobre la moqueta de madera para luego caminar lentamente, me pongo contra la ventana y estiro los brazos para desperezarme, a continuación voy hasta el baño. Este es moderno, en tonos blancos y negros. Me miro ante el espejo. Pero lo que consigo ver es mis ojos hinchados, mis rulos se ponen entre mi cara desordenados tapando un poco las enormes ojeras que se asoman por debajo de mis ojos también estoy bastante pálido, me empiezo a arreglar peinándome y lavándome la cara, incluso me pongo algo de maquillaje para tapar el horrible estado de mi cara. Después paso por el armario, me pongo los pantalones para luego tender sobre la puerta la chaqueta, la camisa y la pajarita. Paso por el pasillo hasta llegar a la cocina, me preparo un café con extra de cafeína y un par de tostadas, como rápidamente y luego me paso directamente a acabar de vestirme. Cuando ya estoy paso por la puerta, doy un último vistazo para luego marcharme.
Paseo por las nubladas calles de Londres hasta llegar al salón del hotel Versant, donde ella celebra su boda. El hotel es bastante lujoso, en cierta parte me alegro, está cumpliendo su boda de ensueño. Sin embargo no puedo quitarme de la cabeza su sonrisa, sus preciosos ojos y los labios que nunca conseguí probar. Paso por el ascensor hasta llegar a la primera planta donde ella debe estar arreglándose, en la puerta me encuentro a Helen su mejor amiga “no se puede ver a la novia antes de la boda” me dice ella con una risita, pero sin embargo le contesto con mal humor “eso es para el novio”, lo peor es que ella no ha hecho nada ni si quiera tiene la culpa de mi estado por lo que luego me siento culpable por mis palabras. Entro a la habitación, es completamente blanca pero con colores beis mezclados en las cortinas y las sábanas de la cama. Ella se está retocando su precioso cabello castaño, el cual está semi-recogido con unas flores sobre esta haciendo que su cabello no recogido caiga en ondas perfectamente formadas, el vestido es de una forma griega, blanco y de seda, con un poco de vuelo, un tanto ajustado a sus perfectas curvas. Ella me ve reflejado en el espejo justo detrás de ella, pide a las demás que se vayan de la habitación y me mira a los ojos con su preciosa sonrisa.
-Harry, dios te ves increíble, definitivamente ese traje te sienta muy bien-me dice ella abrazándome, haciendo que respire su aroma a rosas y esboce una sonrisa.
-te he traído algo, es algo que bueno tu madre me hizo prometer que te daría y como debes llevar algo viejo…-le dije sacando el colgante que traía en una caja.
-Oh, Harry es precioso, yo no..-intentó decir ella pero yo le tape suavemente los labios con mi dedo, para luego hacer que se girara y ponerle aquel colgante. Se le ajustaba perfectamente al cuello, cayendo sobre la parte alta de su pecho, justo en medio de las clavículas.- Gracias- me dijo ella sonriendo otra vez- ¿Puedes creértelo, yo en mi propia boda?
-Por su puesto, además estoy seguro de que seguramente eres la novia más guapa que se ha casado en el mundo-le dije yo siendo algo sincero.
-No digas eso, por favor-me replicó empezando a sonrojarse.
-Escucha, tengo que hablar contigo-le dije poniéndome serio y cogiéndole de las manos para atraer la levemente hacia mi.
-¿Pasa algo Hazz?-me pregunta ella empezando a preocuparse. Hazz, hacía mil que sus labios no pronunciaban ese nombre y mucho más que yo lo escuchara.
-No puedo soportarlo más y por favor no me interrumpas, necesito hacer esto-le dije viendo como ella iba a formular una palabra para preguntarme- Se que en cierto modo esto es egoísta, pero durante estas últimas semanas me he estado volviendo loco por reprimir lo que siento, así que tengo que decírtelo, te amo.-le solté al fin sintiendo un alivio, en lo profundo de mi alma- Y no, no te amo simplemente como amigo que es lo que he tenido que soportar durante toda la vida ya que mi amor hacia ti parecía ser invisible, aun que no lo hicieras como algo a propósito muchas veces lo que conseguías siendo totalmente sincera era hacerme daño en mi corazón. He soportado tus peleas, tus lamentos por los desamores reprimiéndome por no besar cada lágrima que caía en tu perfecto rostro, lamentándome por que no vieras lo asombrosa que te veía y te sigo viendo, por no haber hecho esto antes…- le dije haciendo que sus lagrimas empezaran a asomarse por su rostro, al igual que yo y sus manos empezaran a temblar, las besé cuidadosamente y luego la miré a los ojos- Es que no puedo conseguir ver un mundo ni una vida sin ti, simplemente no le encuentro el sentido y aun que se que te estoy estropeando ese maquillaje que te debe de haber llevado un mínimo de una hora he de decirte que no me importa, por que eres perfecta con y sin él, por que aun que esto es lo más egocéntrico que seguramente me estarás viendo hacer, lo hago por que el dolor que siento en mi corazón –apoyando su pequeña mano sobre mi pecho- es mas grande que todo. Así que solo quiero que sepas, lo mucho que te quiero y que siempre lo haré. Lo siento, de verdad, pero sentía que debía hacerlo y ahora me despido para que tu puedas seguir con tu boda, es un gran tío y esto lo digo de verdad, me alegro por ti.-finalmente le robo un beso antes de salir por la puerta y ver como ella cae al suelo.
Me encuentro en un estado de locura máximo, empiezo a quitarme la chaqueta y la tiro sobre el suelo, para mi suerte me encuentro con un rubio amigo mío y sin pensarlo le doy los anillos y me marcho por el enorme ascensor. Allí me quito la pajarita y empiezo a desabrocharme la camisa, un calor se ha apoderado de mi. El sonido del ascensor me indica que he llegado a la planta baja así que corro hasta llegar a mi apartamento en el centro de la cuidad, cuando ya estoy pulso el botón del último piso, para luego coger las escaleras y subir a la azotea, después simplemente me siento en el borde.
Aún siento el sabor de sus labios contra los míos. Distintas imágenes empiezan a aparecer por mi mente haciendo que mis lagrimas caigan sin control, el baile de fin de curso, cumpleaños, fiestas, noches de los dos juntos, reconciliaciones, noticias inesperadas, su vuelta a Londres… Se que tal vez el acto que estoy apunto de hacer es el más cobarde que una persona puede hacer, pero tal vez tu no sabes el dolor que estoy sintiendo en mi interior, no puedo soportarlo y aun que en el fondo una parte de mi está feliz la otra me recuerda constantemente que ella nunca será mía. Me pongo de pié y estiro los brazos, siento como el aire se posa en mi cuerpo y luego cuento hasta tres. Uno, dos y tres. Salto al vacío, el tiempo pasa lentamente así que cierro los ojos y disfruto ese instante de libertad. Lo último que siento es un fuerte golpe en mi cabeza, pero sin embargo mi última imagen en mente sigue siendo su perfecto rostro hasta que todo se vuelve oscuro.
- Capítulo inventado para la audición de need to protect:
[/color][/font][/color]Capítulo uno
Plié, relevé, plié, relevé, plié y relevé. Me decía a mi misma calentando mis piernas antes de empezar a ensayar la coreografía, las notas empezaban a salir de entre los altavoces del equipo de sonido. Me preparo para hacer el grand Jetté, cuando la voz de mi hermana Linda me distrae por completo haciendo que al dar aquél salto y apoye con mis puntas bien en el sobre el piso y acabe en el suelo. Miró mi pie para comprobar que no ha sido nada grave, desatando lentamente los lazos y comprobando que además de haberme caído, me han hecho una herida, claro son nuevos. Mi hermana abre la puerta y me descubre en el suelo, “¿Qué haces, ahí?” me pregunta ella, pero no me da tiempo a contestarle “Bueno da igual, recoge tus cosas que nos vamos en hora y media” me responde y se va por la puerta por donde había entrado. Apago el equipo y recojo mis cosas hasta llegar a mi habitación.
Mi habitación es doble, por lo que hay dos camas, ya que mi hermana también duerme allí. Al entrar hay una cama a la izquierda y una a la derecha, el gran armario enfrente de ambas y una gran ventana por la cual pasa la brisa mañanera, después al final y al lado del armario se encuentra la puerta a nuestro cuarto de baño. No es gran cosa pero más que suficiente, nunca he sido exigente con las cosas, siempre me suelo conformar, además en los pequeños detalles está la belleza.
Al entrar puede ver a Kathy que me recibió con una sonrisa sincera, ella y yo compartimos habitación, pero aun que no tenga mi propia habitación es simpática con migo y bueno, creo que es con la única de mis hermanas que más buena relación tengo, sin embargo creo que llegados a un punto dado, daría mi vida por cualquiera de ellas. Me quito la ropa y la acomodo sobre la cama, a continuación cojo la que queda del armario y cajones para doblarla e guardarla en la maleta, al igual que parte de mis pequeñas cosas. Descarto unos shorts cortos y una camiseta vieja de the smiths, junto con unas creepers negras. Después de vestirme me solté el cabello dejando caer mis largos rizos castaños naturales, me miré en el espejo del armario para ver mi reflejo en el espejo, acomodo y peinó mi cabello para luego mirar mi cuerpo y hacer una mueca.
Bajo las escaleras con mi maleta grande, la mediana, mi maletín y mi mochila. Iba completamente cargada, casi me caigo –otra vez- gracias a la multitud de cosas que llevaba. Por fin llego a el portal donde mis hermanas esperan con los taxis para ir hasta la estación, después de poner las maletas entré y nos dirigimos al tren de nuestro próximo destino. El tren era un exprés, por lo que no tardaríamos más de un par de horas en llegar a Gildart.
Iba mirando el paisaje que dejábamos atrás, junto a nuestra antigua vida. Mi reflejo se veía sobre la ventana, me puse a reflexionar mientras escuchaba Pepole help the pepole.
Durante toda mi vida siempre he sido una persona sensible, tímida, sincera… Las personas no solían hacerme demasiado caso y más de una ocasión me he sentido sola. Soy la típica chica que no quiere llamar la atención, se esconde en su cabello suelto y su ropa simple, la que trabajaba en el periódico de la escuela y gracias a ello tenía un par de amigos, la que prefiere ver una película a salir de fiesta, la que lee un libro en sus ratos libres… Y si embargo pese a ser lo buena persona que soy y ofrecer mi ayuda libremente, no me he llevado nada a cambio. Soy tan distinta a mis hermanas, muchas veces las envidio, a pesar de que sean mayores que yo y también más hermosas. Hay de todo pero siempre les veo que tienen facilidad para hacer amigos, lo contrario que yo; Son divertidas, valientes, coquetas, son populares, no les importan lo que la gente diga de ellas… Son cosas que yo nunca logro, el único medio que tengo para poder sentirme realizada es el ballet. Sin embargo en las noches que pasaba sola en casa por que ellas habían salido me cuestionaba mi existencia –si, en ocasiones soy bastante depresiva- lo único que deseo es hacer un amigo, que no sea mi hermana Kathy, que aun que sea mi amiga ella tiene su propia vida y lo comprendo. No lo entiendo, por que me considero una persona divertida, creo que lo único que alguien debería hacer es intentar conocerme, no lo veo tan complicado. Me siento extraña y fuera de lugar, en ocasiones digo algo y mis hermanas ríen falsamente o simplemente me ignoran, me esfuerzo por caerle bien a la gente pero o se aprovechan o pasan de mi. Y creo que mi comportamiento ha cambiado desde la separación de mis padres, lo recuerdo, antes solía ser más divertida y espontanea, las cosas de la vida no me importaban tanto, hasta que tuve que lidiar con los gritos y peleas entre mis padres. Y ahora, mi madre está muerta. Ella la que me llevó a mi primera clase de ballet y me ha apoyado en todo momento, cuando estaba enferma, cuando pasaba las noches en vela por culpa del miedo… Ella siempre estaba allí para hacer de mi vida lago mejor. Ahora he de volver a Gildart, nunca he sido una chica que tenía demasiado amigos pero si feliz. Recuerdo que solía ir con una chica de cabello rubio que no vivía muy lejos de mi casa y con un chico de una sonrisa preciosa e cabello castaño. Solía pasármelo en grande y no parar de divertirme durante todo el día. Pero bueno, ahora ya no se si ni siquiera siguen viviendo allí, apenas recuerdo sus caras y sus nombres.
Linda me saca de mi mundo diciéndome que ya hemos llegado, sin darme cuenta me había hasta dormido. Unos taxis nos esperaban así que los agarramos e fuimos a nuestra nueva, pero antigua casa. Allí estaba Arnold, nuestro padre ante la casa con una sonrisa amplia.
-Bienvenidas chicas, se que seguramente es un mal momento pero debéis pasar esto con alguien, para mi tampoco esta siendo fácil así que no puedo imaginarme por lo que estáis pasando.-dice presentando, a lo grande.
-Tranquilo Arnold, estamos bien- hablo una de las morenas, “será por ti” pensé en mi mente.
-Por favor llamadme, papa- nos pidió- Entrad dentro, aquí hace más frio que de donde venís.-dijo él y nos otras obedecimos hasta entrar a la sala de estar. Las habitaciones son las mismas, no he cambiado los carteles, están tal y como las dejasteis. Alice en tu caso deberás cambiar más de una cosa esta bastante infantil y es el sótano, no se si recordareis donde están. Os iré indicando.
Fuimos paseando por el segundo piso y cada una llegando a su habitación, yo tenía que pasar por una pequeña escalera hasta llegar a mi habitación, la cual era mi nueva habitación. Dejé mis cosas, me paseé y admiré mi habitación, era bastante amplia y en esta ocasión solo mía, también acogedora. Miré por la ventana y entonces pude ver como un joven de pelo castaño miraba fijamente donde me encontraba yo observándole, en eso mi padre abrió la puerta.
-Cielo, ¿te gustan las hamburguesas caseras?-me preguntó él, yo asentí para que luego el se marchara.Miré de nuevo donde se encontraba aquél chico, pero él ya no estaba.
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- Sad dream-mia:
- Sad DreamAdaptación: Si, de la serie Crónicas VampiricasFantasía, romance y dramaSolo mía
Querido diario:
Hoy dejo mi querida ciudad para irme a un perdido pueblo de Virginia, de hecho estoy en un coche de camino. Me resulta tan difícil marcharme, aquí tengo una vida hecha y tener que partir e empezar de nuevo.. Pero he de hacerlo, se lo debo a mi padre. Me iré a vivir con mi tía a Mystic Falls, el mío esta de viaje trabajando e ir a Japón con diecisiete años y sin saber ni pizca de japonés ni chino no creo que sea demasiado bueno. Bueno cambiaré de tema no todo es mi triste destino, ya no lo puedo cambiar apenas me quedan 20 minutos para llegar.
Hoy he vuelto a tener ese horrible sueño, más bien ese recuerdo. Se ha vuelto a repetir, es extraño por que ha sido desde que se que volveré a Mystic Falls. Creía que lo había superado, ya han pasado cinco años desde su muerte, por que ahora, de repente tengo que volver a revivir cada instante de aquél día, es como si estuviera estancada. Se que en el fondo nunca podré olvidarlo y cada día me miro al espejo pensando en lo culpable que soy por ello, aún guardo el recorte de periódico, pero durante estos dos últimos años pensaba que era feliz o al menos me sentía así..
FLASHBACK
Fue en un mes de mayo, ívamos en el coche mi madre, mi hermana y yo.
Estaba siendo una noche tensa, mi madre me había pillado bastante borracha aún que era perfectamente consciente de lo que ocurría a mi alrededor, íbamos de camino a Richmond a reunirnos con mi padre ya que estaba allí por un contrato con una editorial.
Mi madre iba subiendo la velocidad ya superábamos el límite, yo le pedía a lágrimas que bajara la velocidad y se tranquilizara, mi hermana yacía dormida en el asiento de atrás. De repente una especie de hombre o animal corpulento se apareció enfrente de nuestro camino mi madre pudo reaccionar en el último segundo girando el volante hacia la izquierda saliéndonos de la carretera y volcando el coche, por suerte recordaba las instrucciones que nos dieron una vez en una charla, me desaté el cinturón de seguridad apoyando una mano sobre el techo cayendo boca abajo, comprobé el estado de mi madre y mi hermana. Mi madre estaba inconsciente sobre el volante junto con una herida que le sangraba en el abdomen supuse que se habría clavado algún objeto o algo puntiagudo y mi hermana también estaba inconsciente.
Cogí el móvil de el bolso de mi madre y salí como puede del coche, me alejé un poco en busca de cobertura y llamé a emergencias, pero justo cuando hablaba con una mujer por aquel aparato electrónico escuché el sonido de una especie de río, solo que no era agua era la gasolina del coche saliendo, me giré lentamente y pude ver cómo una explosión se creaba con el coche de mi madre haciéndolas desaparecer a ella y mi hermana.
Dejándome sola, completamente sola.
En la oscuridad.
FIN FLASHBACK
Esto realmente no me gusta volver a empezar de nuevo y tener que ser la comidilla de un pueblo, en cuanto haces algún gesto extraño o algo inusual, te tachan de la lista y pasas a ser “raro”. No creo que esta vez vuelva a tener la suerte de conocer a Kevin y Sarah, con ellos el tiempo pasaba lento, te sacaban una sonrisa, te hacían sentir única y te hacían ver que eso no es nada malo. Pero entonces vivía en la ciudad, eso me ofrecía más oportunidades, pero en este pueblo solo hay un instituto, solo hay una oportunidad.•••
Hanna, Hanna Morris. Ese es el nueva habitante de Mystic Falls, una joven bastante peculiar, pese a ser una autentica chica de ciudad es una autentica negada para tener que hacer amigos fácilmente.
Se miró por última vez ante el espejo fingiendo una sonrisa y viéndose indecisa, “Hoy va a ser un buen día” intentó concienciarse. Llevaba puesto unos shorts vaqueros, una camiseta de tirantes con volantes de estampado de flores, la pulsera de su mistad y el collar que le regaló su madre, sus manoletinas de color coral y por último su bolso- maletín para ir a clase.
Lo primero que izo fue ir a por su horario de clases y varios papeles de más, después buscó su clase correspondiente. Y ahí estaba, frente a la puerta de su clase respirando profundamente antes de entrar sentía como los nervios empezaban a inundarle. Abrió la puerta con delicadeza y se dirigió al profesor para entregarle el parte como nueva alumna en esa clase, él lo leyó y le respondió con un simple “Toma asiento”, y eso izo se sentó por la fila de en medio. La clase estaba siendo bastante agradable, dentro de lo normal, cuando un chico que yacía a uno de sus lados le preguntó “Tienes una goma”, ella rebuscó entre el viejo estuche y encontró lo que le había pedido, seguidamente le miró examinando su físico. Era un chico que parecía tener una buena estatura, los ojos marrones y el pelo de un color castaño oscuro, también era bastante corpulento por lo que cualquiera creo que podría admitir que era bastante atractivo, también tenia una sonrisa preciosa que me enseño al haberle prestado aquel objeto tan diminuto. “A propósito soy Jeremy Gilbert, ¿eres nueva verdad?”me sorprendí ante aquel acto de simpáticismo por su parte y le respondí con una verdadera sonrisa “Si soy Hanna, Morris.” , el me dedicó una sonrisa y me dijo “En ese caso bienvenida Hanna, si quieres puedo enseñarte un poco esto después de clase” ese fue el final de la conversación ya que el profesor nos mandó callar inmediatamente, pero le di las gracias a que por fin la vida pareciera sonreírme aun que tan solo fuera un poquito.
By Little Dreamer- otro que son cortos:
- Sad DreamAdaptación: Si, de la serie Crónicas VampiricasFantasía, romance y dramaSolo mía10 de Junio
He de reconocer que este año me ha resultado difícil y estresante, más de lo que podría haberme esperado. He tenido que empezar de nuevo; Ir a un nuevo instituto, un nuevo curso, hacer amigos… Cosa que no se me da muy bien y más cuando hay personas que te miran raro el primer día. Las únicas personas agradables que he podido conocer en este año ha sido a Jeremy y April, dos compañeros de clase, que lo cierto es que han sido bastante amables conmigo. Aún que me he seguido sintiendo sola, no me gusta ese sentimiento, ya lo he vivido antes se lo que viene después y no puedo permitirme volver a pasar por lo que pasé, se que no sobreviviría, aún así lo siento.
Mi tío es bastante amable conmigo y lo cierto es que divertido también, uno de los dos hermanos debía serlo y si mi padre no era, tenía que ser él. Es propietario de una tienda del pueblo pero trabaja en la biblioteca municipal por que le encanta la literatura, eso es algo que tengo en común con él, desde pequeña siempre me ha gustado leer. Yo le ayudo con algunas tareas de la casa, pero él es quien suele cocinar por que yo no soy muy buena en ello de hecho se me suelen destrozar las tortillas y más bien parece un revuelto de huevo, pero bueno la convivencia es buena. Además tengo una habitación preciosa, que me decoré yo, eso fue lo que ice en el mes que me quedaba antes de empezar el instituto. Mis calificaciones también han sido bastante buenas, no he bajado del notable.
Si no me ha ido mal el año… ¿Por qué me siento así?
Vacía.
Estaba arreglando mi habitación para tirar las cosas que no me sirvieran de este curso para el próximo y haciéndome la maleta felizmente, ya que por fin iba a cumplir mi sueño. Iría a mi ciudad favorita, esa la que llevo deseando ir desde hace años, Nueva York. Mi padre me prometió que a cambio de que el se fuera a Japón durante un tiempo, no me iba a quitar mi futuro regalo de cumpleaños, así que ice todo lo que me pidió; Mi comportamiento inmejorable, no me he metido en ningún lio, he ayudado a mi tío, mis notas son estupendas y no he obtenido ninguna denuncia.
Mientras mi mente vagaba por las calles imaginarias de la exquisita ciudad de Estados unidos encontré un cuaderno que no era mío, era negro y bastante desgastado, lo abrí para ver de quien era y encontré el nombre del propietario al final de la libreta “Jeremy Gilbert”. Miré la hora vi que era bastante pronto aun faltaban 40 minutos para que llegara mi padre, me vestí rápidamente con unos shorts junto con una camiseta y unas zapatillas, bajé las maletas y salí de casa en busca de Jeremy para devolverle lo que era suyo.
Para mi sorpresa vi que la casa de Jer no existía, bueno eso es lo que prácticamente diría por que estaba incendiada, vi a la vecina cogiendo el correo así que fui a preguntarle para saber dónde estaba. La señora me contesto que ahora se alojaba en la Mansión Salvatore, mi cara era un poema no sabía de que me hablaba, le pregunté su emplazamiento y ella me dio las indicaciones para llegar. La mansión Salvatore, sin duda una casa muy peculiar. Avancé decidida hasta la puerta y llamé al timbre, al segundo me abrieron la puerta dejándome sin respiración.
—¿Qué se le puede ofrecer? —me dijo un joven bastante más mayor que yo. Con unos ojos azul profundo, un color que no había visto en mi vida y me captaron al instante en que los vi.
—Eh…Si.— dije reaccionando después de haberme quedado embobada un instante y recordando que hacía allí— Soy Hanna Morris, busco a Jeremy Gilbert.
—Iré a avisarle, pasa quieres. —me dijo él para girarse y adentrarse en la casa, pero se paro un instante y volvió para verme—A por cierto, yo soy Damon.
—Gracias. —le contesté siguiéndole, salimos a una especie de pasillo que separaba dos salas.
Una era la sala de estar enorme en la cual Damon entró se sirvió un baso de alcohol, después se fue subiendo las escaleras, dejándome sola en medio de aquella enorme sala. Yo medio nerviosa empecé a jugar con el colgante de mi madre, enrollándolo y desenrollándolo así continuamente hasta que por fin bajó Damon acompañado de una chica de tez bastante morena y el pelo ondulado e moreno con mechas rojas, ambos riendo.
—Hola Hanna, verás soy Elena la hermana de Jeremy. Lamentablemente no está, creo que ha ido al Grill. — me dijo ella amablemente mientras me miraba fijamente al igual que el ojiazul que yacía a su lado, cosa que a mi no me suele gustar demasiado. —¿Quieres que le de algún recado?
—Lo cierto es que venia a devolverle su libreta, me la dejó hace un mes y pico pero al no volver a verle no tuve la ocasión, quería dársela antes de irme. — le dije entregándole la libreta a Elena junto con una sonrisa sincera— Bueno, será mejor que me vaya. ¡Adiós…y gracias.!
Me marche de allí aun extrañada por lo que acababa de ocurrir y un tanto despistada por aquel chico que me había abierto la puerta: Damon, Damon Salvatore. Era un chico muy apuesto con esa piel pálida sin imperfecciones, con ese pelo ligeramente largo y negro, con esos profundos ojos azules…
Llegué a mi casa, mi tío no estaba, seguramente habría ido a dar una vuelta o vigilar su tienda.
Cuando se izo la hora aproximada en la cual llegaría mi padre salí al porche emocionada y me senté en las escaleras a esperar. Empecé a impacientarme pasados los primeros veinte minutos, decidí seguir pero escuchando algo de música para no aburrirme, Stay de Rihanna sonaba en mis oídos. Diez, veinte, treinta, cuarenta, cincuenta, sesenta y setenta minutos más, me desesperé. Era imposible que fuera a venir, ya no.
Le llame, conforme más comunicaba más elevado era mi cabreo, a la decena vez antes de que saltara el comunicador me lo cogió. “¿Si?” preguntó el sofocado, “Papa, veras es que no sabía cuanto te ibas a retrasar y como esta anocheciendo y sigo esperando…” le expliqué amablemente “¿Retrasar? A.. Claro el viaje. Verás cielo, es que no he sacado los billetes ni nada aún sigo trabajando. Me temo que el viaje tendrá que ser al año que viene, no te preocupes, anda que no te quedan años por delante.” Esa última oración izo que todos mis sentimientos y mi felicidad momentánea por cumplir mi sueño se partieran como un cristal y fueran cayendo los pedazos al suelo para luego ser pisoteados, cómo podía tener el valor de decirme y de mucho peor acabar con la frase “Anda que no te quedan años por delante”, pues no papa, por que resulta que quería que fuera este año. Por que era mi momento, me lo había ganado, eso y más. Lo único que quería era pasármelo bien, vivir aventuras y recordar ese verano como el mejor de mi vida. Gracias a su trabajo, me voy a pudrir aquí. “¿Estas bien princesa?” me preguntó sacándome de mi shock temporal, “Perfectamente, espero que disfrutes trabajando.” Le contesté para luego colgarle, ¿creía que podía herirme y no tener consecuencias? Pues vale, se acabó esta farsa de Padre e Hija.
Estaba cabreada, hambrienta y con ganas de pegarle una hostia a alguien. Dejé las estúpidas maletas en el recibidor, cogí las llaves del coche que mi tío me solía prestar y me fui en rumbo a el Mystic Grill.
El Grill es un local del pueblo. donde todos los habitantes de Mystic Falls suelen ir a pasar el rato. Allí puedes jugar al billar o a los dardos, comerte una hamburguesa o simplemente emborracharte hasta caer al suelo. Creo que en estos momentos quería lo último, más que nada para olvidar por un momento este día y mi nefasta vida. Me senté en la barra, al parecer al lado del moreno que me había abierto la puerta esta tarde, Damon. No se si es por mis pintas, por que no hacía falta que me preguntaran si estaba bien o por lo que fuera se sentó a mi lado y simplemente me invitó a beber con él, “Donovan, tráeme un baso de whisky mismo y para ella un…” pidió él esperando mi respuesta, la cual fue simple y decidida: “Uno de vodka”.
Lo cierto es que no recuerdo nada más, creo que me debí pasar de mis limites por que después de aquello me sorprendí en otro lugar.
By Little DreamerTE DEJO EL [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]
- Las ilusionistas (NC)-mi cap:
- Capítulo 5
El vaho salía de entre mis labios, el frío había empezado a circular en el ambiente nublado y medianamente soleado que se preparaba para el anochecer que estaba naciendo. Las calles medianamente se empezaban a abarrotar de los trabajadores que se iban hacia el metro, al igual que yo, bajé por las amplias escaleras para pasar mi bono como trabajadora y me subí al tren. Notaba como mis ojos se medio cerraban y mi cuerpo estaba cansado, en uno de los impactos de el transporte me choqué contra una mujer de enfrente mío haciendo que sus labios e los míos chocaran creando lo que se llama hoy en día “un piquito”, me limpié los labios y me giré para el otro lado. Cuando por fin llegué a mi destino me baje del tren pero la mujer me agarró de brazo dándome su numero de teléfono haciéndome quedarme en estado de shock, le ice el mínimo caso y me dirigí hacia el bar–restaurante donde trabajaba.
El local ya estaba iluminado con las potentes luces con forma navideñas (de las que se ponen en el árbol pero muchos más grandes), los muebles de madera oscura con posters vintage de circos y espectáculos, las zonas de restaurante estaban acomodadas con unos sofás de madera y piel, las mesas con unas velas. Me dirigí a la zona de la cocina donde saludé a Michaeel mi compañero y me tomé un café para despejarme, para luego empezar a atender mesas.
-Carrie, necesito que hagas una de tus números de magia. El cantante que iba a venir me ha llamado diciendo que se retrasará, ¿puedes salvarme el cuello por favor?-le dijo el que era su jefe con mirada de cachorro haciéndole reír- Te pagaré lo extra y además te quedas con las propinas que te den.
-Tranquilo, ahora veré que me puedo poner de lo que haya por ahí-le dije señalando el camerino y el asintió.
Me dirigí hacia aquel espacio personal para cambiarme de ropa y buscar haber como podía preparar en apenas 15 minutos un numero para delante de un público desconocido. Encontré algo de vestuario y me ice un conjunto rápido; unos shorts de cuero, una camisa de manga corta con un lazo en el cuello de peter pan, unos tacones y mi varita personalizada por tal de ambientar el espectáculo. Me miré ante el espejo y acomodé mi cabello, hice unas cuantas respiraciones y pensé en mi instructor, haciendo que imágenes del pasado vinieran a mi mente logrando hacer caer una pequeña lágrima, la limpié y forcé una amplia sonrisa nerviosa. Solía hacer algún espectáculo para niños en fiestas de cumpleaños o en el parque pero no quería estropear la oportunidad de un público más adulto.
Mis tacones resonaron al salir ante el pequeño escenario haciendo que el único foco que había se girara enfocándome a mi.
-Señoras y señores, tengo la mala noticia de anunciarles de que por motivos especiales nuestro querido interprete se retrasará durante un tiempo-entonces pude escuchar como las personas de allí maldecían y yo volvía a tomar aire- Pero no teman, como regalo les ofrezco una parada hacía nuestra querida y olvidada, magia.
Pude escuchar algunas risas por parte de el público que tenía ante mi pero decidí ignorarlos e prepárame para mi actuación.
-Estamos todos disfrutando de la buena comida de nuestro cocinero, y sabéis lo increíble es que con la magia se pueden conseguir cosas fascinantes, voy a tratar de sorprenderos con esta mísera hoja de papel. Doblándola.. Así y luego así - dije mientras hacia un pájaro de papel- Por que se convierte en todo lo que mago necesita, una paloma. No ha estado mal, ¿no?- pregunté sin obtener respuesta así que continué mi monologo.- Tranquilos lo puedo mejorar, además es una paloma capaz de volar, mirad atentamente.-el pájaro de papel empecé a moverle las alas y la gente me miraba extrañada pero una persona empezó aplaudir y le agradecí que lo hiciera, lo coloqué en un tablón negro que había colocado como parte de mi material- No, no ha sido emocionante lo se. Pero lo bueno de la magia es que a las cosas más insignificantes se pueden convertir en realidad… No os perdías de vista esto- dije sacando una pequeña cuerda´.
Luego empecé prendiéndola con un mechero, cuando se prendió del todo salió un pañuelo de entre mis dedos. Lo acomodé sobre mi puño en alto haciendo una bola y quitándolo dejando ver una hermosa paloma blanca que se posó sobre mi mano, entonces ya era demasiado tarde para pensar las personas del local empezaron a aplaudirme dejando ver mi sonrisa de felicidad. Me fui hacia el tablón y cuando estaba frente a el pájaro de papel chasquee mis dedos convirtiéndolo en otra paloma real y posándose sobre mi otra mano para hacer una reverencia.
Luego me dirigí hacia una jaula y metí una de ellas dentro. Luego me dirigí al centro del escenario con la otra, con un juego de brazos hice seguidamente aparecer otra para luego volver a sentir los aplausos sobre mis oídos, las metí en la jaula y la tapé con un gran velo de color azul marino. Lo puse en el centro del espacio que me rodeaba e me fui por detrás, levanté la jaula y el velo a la vez hasta que salió un chico de cabello rubio de la mesa que sujetaba aquella casa para pájaros, entonces todos pasaron a levantarse y aplaudirme por mi espectáculo y la llegada del cantante prometida. Él bajó de allí y me besó en la mejilla susurrándome “no se como me has hecho aparecer aquí, juraría que hace un momento estaba en un ascensor encerado”, yo decidí ignorarle y le sonreí haciendo mi última reverencia con un sombrero de copa –que había aparecido por arte de magia- con el cual lo pasé para obtener propina, finalmente me fui hasta mi camerino para desmaquillarme, quitarme la ropa y acabar de servir. Acabó mi turno así que me fui a mi casa con una botella de te helado que me encantaba para mañana cuando me despertara.…
Al despertar me di vagamente cuenta de la hora que era, la 03:40 pm, genial trasnochar me sentaba sumamente fatal haciéndome dormir demasiado. Abrí el frigorífico y cogí el te helado de la noche anterior, lo dejé sobre la mesa para luego sentarme e apartarme el pelo a un lado. Eché un suspiro y abrí la tapa. De el salió una hermosa mariposa de color azul y negro volando, luego eché el te sobre la mesa sin importar mancharla del líquido que contenía para luego posar mi ojo sobre el agujero por donde se bebía de la botella, ¡en el interior había una carta!. Corrí hacia el cajón de la cocina para encontrar unas tijeras o algo con lo que dividir la botella en dos, cuando por fin conseguí hacerlo sequé la carta para luego observarla detenidamente. No era una carta cualquiera, era una parecida a las del tarot era una especie de circo donde había una gran estrella ya que la carta era la de “THE STAR”, la giré para verla y pude ver un mensaje el cual me hizo abrir mis ojos de par en par.“Presentante a las 6 en el edificio Pacific Coast, #6”
Después de una larga ducha para despejarme y limpiarme, me dirigí al armario para coger algo de ropa e irme a un bar o algún sitio a comer algo, aun que por la hora que era no era muy conveniente pero sentía que me moría de hambre. Me puse un vestido de flores vintage, con unas medias de color oscuro y una rebeca verde bastante oscura también, como toque final me puse un collar de perlas y acomodé mi cabello liso-largo pero con unos preciosos tirabuzones al final sobre mi pecho. Fui a una hamburguesería que tenía apenas dos calles más delante de mi piso mediocre, pedí una hamburguesa con queso y patatas fritas, lo cierto es que lo engullí enseguida por el hambre que tenía, después decidí tomarme un café para despertarme un poco y releer aquella extraña carta. Tenía miedo de que me estuvieran intentando engañar, pero parecía tan tentador que no me podía quitar la idea de la cabeza. Miré mi reloj, las 17:47, eso no estaba muy lejos de allí… Suspiré y admití que me podía la curiosidad así que me dirigí corriendo –literalmente- hasta llegar ante aquel gran edificio.
Llegue al piso y puerta donde indicaba la tarjeta, donde me sorprendieron unas dos chicas allí también y las tres que habían subido delante de mi.
-¿A ustedes también?- dijo otra chica que iba delante de mi subiendo las escaleras con otras 2 atrás.
-Si.- asintió una chica rubia.
-¿Para qué nos querrán?- pregunto la de cabello obscuro.
-No lo sé, lo único que les puedo decir es que la puerta no abre.- dijo la segunda chica que había intervenido incorporándose en su lugar.
-¡Es demasiado fácil!- les dije yo mientras me quitaba uno pasadores del cabello.
-Quiero ver.- dijo una mientras se cruzaba de brazos.
Me abrí paso entre las chicas que se habían quedado paradas con mi sonrisa, solo tuve que hacer un par de movimientos para abrir la puerta fácilmente, suspiré y les contesté con mi sonrisa más sincera.
-Por cierto, soy Carrie.- dijo les dije presentándome.
-Yo soy Halley.- dijo la alta de cabello obscuro casi negro.
-Yo soy Michelle.- dijo una rubia mientras observaba el viejo departamento.
-Yo Madison.
-Llámenme Lia.- se presento la otra rubia.
-Soy Effie.
-Ok, ok ya todas nos conocemos ¡Yupi! Ahora ¿Alguien sabe que hacemos aquí?- pregunto de nuevo michelle exaltada.
-Tranquila rubiecita.- dijo Lia.
-Tu también eres rubia, rubiecita.- le respondió ella imitando su voz.
-No se peleen, así no llegaremos a nada.- les contesté yo dando paz entre ellas.
-¡AHHH!- grito alguien al otro lado del departamento.
-¿Qué sucede?- pregunto Madison.
-Estaba paseando, cuando descubrí esto.- dijo mientras señalaba unos garabatos prendidos en fuego.
-¡DIOS MÍO, TRAIGAN AGUA!- grito Lia.
Michelle corrió agua y la echó en el fuego, esas cosas se hicieron cristales los cuales eran absorbidos por un aire que venía del suelo.
Sacó su tarjeta para ver si podía descifrar algo con eso, pero ese fuerte aire se trago mi carta, al igual que las de las otras chicas, incluyéndome a mi también.
-¿QUÉ DEMONIOS FUE ESO?- pregunto aterrada Halley.
Minutos después todo eso se calmo, pero en la pared aparecieron unas palabras, las palabras que cambiaron mi vida, al igual que la de mis nuevas compañeras.
“Ustedes son las elegidas”[Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo][color=#bfbfbf][font=Verdana][color=#ffffff]
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pixie.
Re: Story of my life {NC} {Audiciones cerradas} R E S U L T A D O S
Tu ficha esta perfectamente perfecta aceptada. ¿Ems? ¿Por que todavia me pones este OS que me ha echo llorar? Eres mala. Me matas poniendo este shot... que es tan perfecto y sentimental.Wanda. escribió:[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]♡ Saoirse Ronan {Dakota C. Furhman}
♡ Jake Abel {Maximilian D. Stewart}
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♡ ¿Por qué quieres quedar? Simplemente porque amé la idea. La canción es perfecta, y que la hicieran debido a esta misma la hace completamente especial y por el momento, única. El tema de contar "la historia de mi vida" es algo completamente interesante, y me gustaría tener un personaje que contara la suya, además de que me encanta cuando las historias son narradas por los hombres.
Te lo he repetido millones de veces, en el foro tú eres de esas personas que admiro por su manera de escribir y narrar, lo haces tan bonito... que de alguna manera u otra trasmites lo que sientes, por lo menos eso me pasa a mi.
¿Sabes? Te adoro, ya lo sabes. Y amo que hayas amado la idea, si, la cancion es pefecta, esta basada en la cancion que es perfecta. Uhm... yo también amo como narra el chico desde su punto de vista, es emocionante.
Ahque... que te amo, eso.
Invitado
Invitado
Re: Story of my life {NC} {Audiciones cerradas} R E S U L T A D O S
Hola, mi fichita fue ignorada :( ? Nah estoy aburrida so molesto
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pixie.
Re: Story of my life {NC} {Audiciones cerradas} R E S U L T A D O S
Hola, mi fichita fue ignorada :( ? Nah estoy aburrida so molesto
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pixie.
Re: Story of my life {NC} {Audiciones cerradas} R E S U L T A D O S
Es que las de 1D las acepta otra, y aún no pudo entrar, a mí tampoco me la aceptó lol
spitfire.
Re: Story of my life {NC} {Audiciones cerradas} R E S U L T A D O S
Odio que se repita el mensaje :/
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pixie.
Re: Story of my life {NC} {Audiciones cerradas} R E S U L T A D O S
Ah ok, en verdad venía a spamear y molestar. No me lo tengáis en cuenta estoy aburrida
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pixie.
Re: Story of my life {NC} {Audiciones cerradas} R E S U L T A D O S
Priscilla.- escribió: Clarissa Rachel Foster
Representante: Lily Collins | Niall Horan
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- Perfección:
¿Por que quieres audicionar?: Bueno, primero que nada, me encanto la idea. Me pareció interesante y original. Ademas, esta basada en la canción de los chicos, la cual amo, y no puedo dejar de escuchar.
Y segundo, la amo. Audicionaria en cualquier cosa que hicieran, por que se que son excelentes escritoras y sus ideas son mas que geniales. Independientemente de esto, y como siempre digo, son ustedes la que deciden, y no me voy a enojar sino quedo. Aunque realmente me gustaría.
- Me haces bien:
Prologo
“Un esquizofrénico es una persona que ya tiene una tendencia natural para ausentarse de este mundo, hasta que un hecho-grave o superficial, dependiendo de cada caso hace que cree una realidad solo para el. El caso puede evolucionar hasta un punto en que el paciente te ausenta totalmente de la realidad, que llamamos catatota, o por el contrario puede ir mejorando y permitir que el paciente trabaje y desarrolle una vida prácticamente normal. Depende tan solo de un factor: el ambiente. ”- Verónica decide morir, Pablo Coelho.
“Veinticinco, veinticuatro, veintitrés, veintidós, veintiuno, veinte…”. La castaña contaba los minutos para marcharse de ese horrible lugar. Había pasado tres años de su vida concurriendo a esas monótonas sesiones con su psicólogo en aquella oficina gris que solo contaba con un gran ventanal, dos amplios sillones negros y una biblioteca repleta de libros, algo viejos y polvorientos.
Estaba aburrida. Nunca había logrado entender como el joven de no mas de veintiocho años podía llevar una vida tan organizada y meticulosamente planeada.
Se podía identificar que era un hombre estructurado de familia adinerada, seguramente casado, y con uno o dos hijos. Su psicólogo no era la persona mas divertida del mundo, al igual que sus sesiones no eran tan gratas como las de la Doctora Smith, su psiquiatra.
Pero la había ayudado, ese hombre que estaba sentado frente a ella, observándola, con una mano sobre su pierna, sujetando un anotador y una lapicera, y la otra alrededor de su barbilla, con su dedo índice cruzándole los labios, la había ayudado.
-Aun faltan un par de minutos Coraline… Entiendo que consideres que ya estas curada, es una patología muy común… Pero tu madre…-
-Mi madre cree que aun es conveniente que asista para afinar asperezas-lo interrumpió la castaña con voz suave y algo pausada- Se cual es su opinión, ella misma se encarga de dejarme bien en claro que mi locura ha afectado su vida hasta el punto de llegar a corromper su matrimonio, con mi padre…-continuo, fijando su vista en algún punto indeterminado en la pared.
-Ya hemos hablado acerca de eso Cora-dijo su psicólogo.- Creí que habíamos dejado en claro que lo que te paso debe quedar en el pasado… Ni tu ni nadie podrá remediarlo-
-Lo se.-susurro Coraline mordiéndose el labio inferior para seguir conectada con esa realidad que todo el mundo compartía, pero que para ella solo era un pasatiempo, luego de su sesión, probablemente volvería a su realidad, esa donde se sentía segura.-Pero mi madre se encarga de recordármelo todos los días, ¿Usted no puede hablar con ella?-pregunto.
-¿Y que quieres que le diga, Cora?-pregunto el psicólogo escribiendo rápidamente cada palabra que salía por la boca de la castaña junto con alguna que otra observación que luego lo ayudarían a analizar su progreso.
Si algo estaba seguro era que su comportamiento era influenciado, en gran parte, por su madre.
Susan, no era no persona mal. Simplemente no había podido perdonar a su hija por cosas que, como bien sabia, no había hecho intencionalmente. Pero la odio y el rencor que sintió en ese momento la cegó, desquitándose con Coraline.
-No lo se… Que ya me ha dado el alta-respondió Coraline haciendo una mueca que bien podía interpretarse como sonrisa, pero que no lo era del todo, aun se podía ver el dolor detrás de sus ojos.
-No puedo hacer eso… Eres tu la que debe decirle cuando parar.-dijo el, observando como la castaña ponía los ojos en blanco.
-¿A usted le parece fácil?-soltó Coraline sin prestarle atención a la pequeña sonrisa que surcaba los labios de su psicólogo.
-¿Fácil?-repitió el- Debemos primero analizar su significado. Es una palabra muy amplia que debe ser usada con respeto… Depende de quien lo mire sera mas o menos fácil, Cora... Por ejemplo, para algunos amar es fácil, pero hay quienes, pasan su vida buscando a quien amar, a su alma gemela o a un gran amigo con quien compartir momentos y nunca lo consiguen... Y eso, no es por falta de sentimientos o por que no sean seres humanos... Ese "algo" llamado destino lo quiso así... Y ellos no tienen otra opción mas que aceptarlo.... Por eso, fácil, no es la palabra que yo usaría Coraline.-explico el hombre parándose de su asiento para servirse un poco de café que lo esperaba, caliente, sobre una pequeña mesa a la orilla de la puerta de entrada.
-Entonces… ¿Qué palabra usaría?-pregunto la castaña, volviendo a repasar lo minutos que le faltaban para salir corriendo de ese lugar.
-Preparado… Yo me preguntaría si ya estoy preparado-le respondió dando un sorbo a su café.
-¿Estoy preparada para ponerle un limite a mi madre?-dijo ella pensando seriamente en las palabras que el hombro le había dicho- No, no estoy preparada… Aun no.
-¿Entonces?-
-¿Entonces, que?-
-Entonces por que sigues quejándote de tus secciones semanales conmigo, si aun no eres capaz de enfrentar a tu propia madre…-le respondió el, quitándole las palabras de la boca a la castaña, que ya sabia de antemano cual seria su respuesta.
En esos tres años había llegado a analizar al joven hombre mas que a cualquier otra persona. No lo conocía… ¡Por supuesto que no lo conocía!, pero ella podía ver a través de sus ojos azules cuando el estaba alegre o triste, e incluso cual seria el rumbo de su conversación.
-¿Cree usted que seré capaz de encontrar a mi alma gemela?-pregunto la castaña cambiando de tema. Esa pregunta le había quedado rondado en su mente luego que el mencionara la palabra "amor", además, Cora ya estaba cansada del mismo discurso. No quería hablar de su madre, ni de su pasado.
-¿Es fácil para ti el amor?-respondió el psicólogo, aun de pie frente a la puerta. Cora advirtió que esas serian las ultimas palabras que cruzarían por esa semana. El reloj ya había marcado las cuatro en punto y sus sesión acababa de terminar.
-Yo amo a alguien-soltó la castaña, esta vez formando una verdadera sonrisa.
-Afortunada seas Coraline, no hay nada mas saludable en esta vida que al amor…-
-¿Pero usted cree que alguien pueda llegar a amarme? Soy una esquizofrenia en pleno proceso de rehabilitación… Es casi imposible-hablo Cora, recordando las palabras que su madre le había dicho en mas de una ocasión sobre amar y ser amada.
-Cualquier ser en este mundo que posea sentimiento es libre de amar Coraline… Y ya te he dicho que no me trates de usted, me haces sentir viejo, y solo tengo seis años mas que vos…-dijo el joven, revisando su reloj pulsera para asegurarse que aun le quedaban un par de minutos para llegar a la importante reunión planificada por su prometida desde, hacia ya, un mes.
-Lo siento, Niall. No volverá a pasar, lo prometo-dijo la castaña, poniéndose de pie para despedirse de su psicólogo hasta la siguiente semana.
El joven, rubio y de grandes ojos azules del color del cielo luego de una tormenta, le abrió la puerta a su ultima paciente. Coraline, la joven que había llegado hasta su consultorio un frió día de invierno, inmersa en su propia realidad intentando salir adelante luego de su traumática experiencia.
"Ayuda", fue lo primero que escucho salir de sus labios, y automáticamente, Niall Horan entendió que ella lo necesitaba.
- Me haces bien:
Capitulo 1
Deje mi alma presa en el pasado, mientras mi cuerpo vaga en este presente incierto en busca de un futuro mejor.
El frío viento de esa noche de verano entraba por la habitación de la pequeña Coraline interrumpiendo sus sueños.
Se sentía indefensa en ese gran cuarto de paredes rosas, cama con dosel, y millones de juguetes que su madre le compraba a diario para hacerla sentir mejor.
Pero lo que nadie entendía, era que la pequeña solo necesitaba el amor de su padre. Solo eso.
Como la noche anterior, la anterior a esa, y todas las noches desde hacia ya un año, su padres discutían en la planta baja, inconscientes de que su hija de apenas doce años los estaba escuchando, culpándose a si misma por ser la causante de todas sus discusiones.
“Eso es lo que dice mi padre”, se repitió una vez mas, cerrando sus ojos mientras se escurría una pequeña lagrima. “Es mi culpa, todo esto es mi culpa”. Presiono sus pequeñas manos sobre sus oídos tratando de callar a su propia mente, pero no tuvo suerte.
Ella tenia la culpa.
Coraline sintió como unos fuertes pasos subían las escaleras y se aproximaban hacia ella.
“Otra vez no”, sollozo la pequeña haciéndose un ovillo para protegerse de lo que iba a suceder.
La puerta blanca se abrió de par en par dejando ver a su progenitor. A su maldito y borracho progenitor.
-Déjala Norbert, te lo pido por favor… ¡Déjala!-grito su madre detrás de el mientras hacia fuerza para detener al hombre de casi cuarenta años.
-No te metas en esto, Susan-logro articular el hombre mirando a la niña que se hacia mas y mas pequeña sobre su cama.
-Norbert, ¡es tu hija!-insistió la mujer intentado detenerlo. El hombre giro sobre si mismo tomando entre sus manos el cuello de su esposa. En un rápido y ágil movimiento la mujer colisiono contra la pared del pasillo y callo al suelo casi inconsciente.
-Es mi hija…-susurro entrando a la habitación para luego cerrar la puerta, que tenia detrás de el, con llave. Coraline ahogo un grito ante la acción de su padre. No quería enfrentase a eso nuevamente.
-No papá, no…-dijo casi en un susurro llevando sus rodilla hasta su pecho aun mas. Por mas que quisiera, no podía huir. Ya lo había intentado una vez, y su suerte empeoro aun mas.
-Shhh-la callo el hombre aproximándose hasta su cama- Te prometo que todo va a estar bien.
La castaña despertó agitada en esa gran cama con dosel y con lagrimas en su rostro. Otra vez había soñado con su progenitor, con ese hombre que la había llevado a aislarse del mundo y hasta de su propia familia.
Casi sin pensarlo, se levanto de su cama y corrió hasta las latas de pintura que había sobre lo que antes supo ser un escritorio.
Su cuarto había cambiado, y mucho. Las paredes ya no eran rosas, grande manchas de colores las cubrían dejándole a Coraline un recordatorio de todos su ataques de nervios, pero sobre todo, de cada pesadilla donde Norbert se hacia presente.
El único mobiliario que había en la habitación era la cama, un pequeño ropero, y el escritorio… tapado por potes de pintura, pinceles y las demás cosa que ella utilizaba a diario para plasmar su arte.
Cora tomo un pincel entre sus manos y lo unto en la pintura negra, para luego llevarlo hacia la pared mas cercana y perderse en cada trazo que iba dando a medida que una nueva figura se formaba. Se sentía sucia, desesperada… adolorida, al igual que todas esas noche en la que se enfrentaba a su padre.
Las lagrimas no dejaban de caer por sus mejillas a medida que avanzaba dejando rastros de su horrible pesadilla. Su mano viajaba por la pared que utilizaba como lienzo y a medida que de pintaba sentía como su peso se alivianaba y volvía a ser la misma Coraline… o lo que quedaba de ella.
La castaña se sobre salto al sentir un ruido seco en la puerta. Dejo caer el pincel volviendo a la realidad. Su madre la estaba llamando.
-Coraline… Ya es tarde. Debes estar a las nueve en el negocio… ¡Te quedan quince minutos!-grito Susan desde el otro lado de la puerta. Rápidamente Cora se limpio las lagrimas que humedecían sus mejillas y comenzó a juntar sus cosas para prepararse para su trabajo.
Louis Tomlinson había sido muy generoso en dejarla trabajar en su tienda de música. Casi la mitad de la cuidad la había rechazado solo por conocer su historia, sin mencionar sus antecedentes en la Clínica Psiquiátrica de New Porland. Coraline estaría eternamente agradecida con el.
Giro sobre sus talones y camino hacia su pequeño armario donde guardaba las pocas prendas que se había comprado después de salir de ese horrible lugar donde solo usaba batas y camisones blancos.
Corrió los cuadros que obstruían el paso, deteniéndose a observarlos atentamente. Ninguno de ellos le gustaban. Aun no había alcanzado la perfección. Coraline sabia que aun le faltaba algo.
La simetría del rostro estaba perfecta al igual que el tono de piel. El cabello alborotado, pero a su vez refinado y profesional eran del color exacto, lo sabia. Pero los ojos… Aun no había conseguido encontrar ese color azul… Ese que solo se encuentra entre el limite de una tormenta y el arco iris. Esos ojos aun no eran nada parecidos a los de el.
-¡Apúrate Coraline!-volvió a gritar su madre, esta vez desde la planta baja.
-Enseguida bajo-se limito de decir ella dejando de lado los cuadros.
Se puso una remera blanca y una camisa a cuadros junto con un par de jeans negro y algo desgastados. Acomodo un poco su cabello y se cepillo los dientes para luego bajar corriendo las escaleras para buscar sus converse negras que su madre había puesto a lavar.
Una vez lista, salio al patio trasero en busca de su vieja bicicleta que se madre le había comprado para que pudiera trasladarse hacia su trabajo.
Amaba sentir el sol sobre su rostro o como el viento jugaba con su cabello. Eso la hacia sentir viva, y que todavía había una esperanza.
Llego en un abrir y cerrar de ojos hasta Tomlinson’s, el negocio de música donde trabajaba y donde estaba su único y mejor amigo. Encadeno la bicicleta a uno de los árboles que estaban afuera del local y saludo desde afuera a su amigo que comenzaba a levantar la persiana de la ventana.
Soltó un largo y pesado suspiro levantando la mirada hacia el enorme edificio que estaba en frente donde asistía semanalmente a sus sesiones con Niall, su psicólogo… y salvador. Sonrío al darse cuenta que solo le quedaban dos días para volverlo a ver. A pesar que se aburría demasiado en ese lugar, el simple hecho de que el estuviese ahí escuchándola, le hacia bien.
-¡No piensas entrar?-dijo Louis abriéndole la puerta.
-En un segundo-le contesto ella terminando de asegurar su bicicleta.
-Este será un gran día-exclamo su amigo mientra acomodaba un par de cajas que obstruían el paso. El local no era muy gran, pero Louis se había encargado que luciera lo suficientemente bien para atraer a los clientes.
-¿Por qué lo dices?-pregunto Coraline colocándose la ridícula gorra que Louis le hacia usar como uniforme.
-Por que estamos en temporada de verano. Todos los chicos están de vacaciones y no tendrán nada que hacer mas que venir a comprar un par de discos…-explico el chico sonriente.
-Oh-soltó Coraline sin darle mucha importancia a sus palabras. Louis podía ser su amigo, pero muchas veces era mas inmaduro que ella misma.-Yo que pensaba no esforzarme tanto-comento haciendo reír al castaño.
-Pues… No tendrás suerte hoy… ¡Mira, ya llego el primer cliente!-soltó irónico dándole un empujoncito para que se acercara a la chica rubia que acaba de entrar. Coraline soltó un bufido y de mala gana camino hacia ella.
-¿En que te puedo ayudar?-pregunto la chica haciendo el intento de su mejor sonrisa.
-Estaba buscando el nuevo disco de Coldplay… No es para, se lo quiero regalar a alguien muy importante para mi, así que estoy desesperada… De verdad necesito encontrarlo…-dijo la rubia rápidamente y con una voz un tanto chillona para Coraline.
-Claro… Podrás encontrarlo en la sección de 12. Creo que llego un pedido el otro día-dijo Coraline de la mejor manera posible. Esa chica le producía nauseas.
Observo como la rubia contorneo sus cadera hacia el lugar atenta a cada numero que tenían escritos los estantes llenos de discos, hasta que finalmente llego. Paso el dedo entre ellos buscando el indicado y cuando lo encontró soltó un pequeño grito de victoria. Camino de vuelta hacia Coraline que se encontraba detrás de un pequeño mostrador y le sonrío con gratitud.
-Lo encontré-dijo feliz.
-Que bueno.. ¿Vas a llegarlo?-pregunto la castaña.
-Por supuesto que si no sabes hace cuanto lo estoy buscando…-
-Son veinte dólares- la interrumpió Coraline tecleando un par de números en la caja registradora. La rubia saco de su fina billetera el dinero y se lo dio a Coraline. La castaña lo acepto y luego metió el CD en una bolsa roja con el logo del lugar, para luego dárselo a ella. Quería deshacerse de ella lo mas rápido posible. Hasta su perfume la empalagaba.
-Gracias y que tengas un buen día, Coraline- dijo ella agarrando el paquete.
¿Quién era esa mujer, y como la conocía?, se pregunto la castaña observando atentamente como se marchaba del negocio moviendo sus caderas al copas de sus tacones negros.
Lo único que sabia era que no le agradaba, para nada.
- Prologo. NC.:
✯By [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]Prologo
El doctor Joseph Robertson, psicólogo reconocido, se encontraba devastado. Su hijo, su pequeño y único hijo.
¿Qué iban a pensar de el ahora? Si no había sido capaz de rescatar a sus propio hijo ¿Cómo iba a poder rescatar a sus pacientes?
Se dejo caer en el sillón de cuero negro de la biblioteca, que también utilizaba como escritorio, con un vaso de whisky, a medio tomar, descansando en su mano.
Había pasado dos años desde que su hijo había entrado en el vicio de las drogas, y el, como padre y profesional se había encargado de devolverlo a la vida.
Lo llevo a los mejores especialistas, a las mejores instituciones. Pago terapias carísimas, y hasta el mismo intervino, todo por salvarlo.
Pensó que lo había hecho, que lo había logrado. Hasta hace un mes atrás…
Su hijo nunca había abandonado esa vida, el seguía no solo consumiendo, sino también cometiendo delitos para conseguir un par de píldoras.
A sus veintiún años había sido condenado a ocho años de prisión, luego que la policía lo arrestara por comenzar una pelea callejera, que termino sacando al descubierto la verdadera identidad de Matthew Robertson, su hijo.
Joseph se encontraba tan ensimismado en su pensamiento que no se percato de la presencia de su esposa en la habitación.
Molly lo miraba con el ceño fruncido apoyada en el lumbral de la puerta. Su esposo había estado así desde que la sentencia de su hijo, y la mujer no lo lograba entender.
-Dijiste que lo volverías a tomar, Joseph…-le reprocho su esposa. El hombre, cansado de su actitud, dejo el vaso sobre la pequeña mesita ratona que tenia enfrente.
-¿Y que quieres que haga? ¿Quieres que haga como si nada hubiese pasado? ¿Quieres que actúe como vos?-pregunto Joseph con exasperación.
-Yo no actúo como si nada hubiese pasado… También es mi hijo-respondió la mujer.
-Pues… No parece-
-Es lo mejor, Joseph…-
-¿Lo mejor? ¡Ahí adentro lo van a tratar de la peor manera! ¿Cuándo va a abrir los ojos?-soltó el hombre levantándose de golpe. Molly mantenía la misma postura tranquila, mientra el dolor se reflejaba en su rostro.
-Es mejor que lo castiguen ahí adentro antes que lo terminen matando acá afuera… O peor aun, que se muera por una sobredosis-dijo Molly mirando seriamente a su esposo, que parecía desorientado.
-Molly…-
-Ser cocientes de todo lo que perdimos o podemos perder incrementa nuestra ganas de salir adelante, Joe.. Y vos mas que nadie debería saberlo…-se limito a decir.
-¿Que?-
-Que prefiero que este en la cárcel, antes que termine en un cajón muerto Joseph... Es la única manera que tenemos para que el se de cuenta de lo que estaba haciendo... ¿No funciona así en la psicología? Es como hacer terapia...-dijo la mujer. El doctor Robertson miro sorprendió a su esposa. Nunca, en sus veinte años de casados, ella se había metido con su profesión o había hecho algún comentario que se le relacionara.... y aunque le costase admitirlo, tenia razón.
Sus palabras eran tan sabias que sintió admiración por ella. El, el psicólogo reconocido, no había sido capaz de entenderlo hasta ahora... O quizás su dolor lo había impedido.
-Como una terapia-repitió, caminando hacia su esposa que lo miraba como si fuera un loco. El hombre la tomo pos la cintura y le planto un apasionado beso en los labios-Eres un genio, ¿Lo sabias?-soltó, liberándola de sus brazos para luego caminar hasta su escritorio y sentarse tras el mismo en su silla de cuero.
-¿Acaso te volviste loco Joseph?-pregunto Molly sorprendida. Su esposo levanto la mirada y negó con la cabeza para luego volver a su tarea. Había comenzado a escribir teorías que podrían servirle como argumentos cuando lo presentara ante el Ministerio.-La comida estará en una hora-se limito a decir su esposa, aun sin entender que le pasaba. Salio de la habitación, dejándolo solo con sus pensamientos.
-Como una terapia-volvió a repetir.
Su objetivo en cada una de sus terapias era justamente esa: Hacerles ver a sus pacientes cual era su error, o hacia donde debían dirigirse. Eso debía hacer ahora.
No ganaría nada quedándose de brazos cruzados durante ocho largos años, tampoco podrida revertir el hecho de que su hijo se encontrara preso. Quizás podría hacer otra cosa... Ayudar.
Si era capaz de salvar a los adolescentes descarrilados que estaban tirando sus vidas a la basura, seria capaz de perdonarse a si mismo por no haber podido salvar a su propio hijo. Les demostraría que la vida no era como ellos creían.
La droga, el alcohol, y la violencia no eran el camino. Y la única forma era haciéndolos caer. Porque después de todo, uno nunca sabe lo que tiene, hasta que lo pierde.
-Buenas noches Peter, tengo algo importante que decirte...-dijo Joseph luego de haber marcado el numero de su amigo y colega. La terapia de shock seria su próximo experimento.
I¡Audición aceptada!
Ahque ustedes a mí no me engañan, usaste el nombre y el apellido de Rach para tu personaje. Eso sí que es amor. Y sí, me sé el nombre completo de Rach bc la stalkeo all day all night igual que a ti.
Bueno, hablando sobre la audición, creo que podría decirte que me siento hasta orgullosa de poder aceptar una audición como la tuya. La caligrafía y el modo de narrar son perfectos, pero eso ya lo sabes. Ya había leído todo lo que pusiste, bc te stalkeo como dije antes, pero volví a leerlo y cada día me impresionas más. Simplemente puedo decir que estás participando y que adoro tu audición. Besos.
blake.
Re: Story of my life {NC} {Audiciones cerradas} R E S U L T A D O S
¿Disculpa? ¿Las acepta otra? La tuya ya no la acepto por decir eso, ah.Nana99 escribió:Es que las de 1D las acepta otra, y aún no pudo entrar, a mí tampoco me la aceptó lol
blake.
Re: Story of my life {NC} {Audiciones cerradas} R E S U L T A D O S
ZoeAnneThompson escribió:
- Preciosidad.:
Zoey Coleman
- pareja de "por si acaso":
Zoey Coleman
¿Por que quedar? Lo cierto es que estas preguntas me hacen gracia, por que si me lo permitís... ¡¿Estáis tontas!? ¡Si audiciono será por algo! Pues mirad principalmente en cuanto vi la firma de Nea quería saber de que iba a ser la nove!!! Y luego la vi que ya estaban abiertas y fue como Y luego empecé a leer la sinopsis y la acabé fue como :imdead: Y me dije voy a audicionar fejadnkgvfjdsnkfdjfnsdk :A:Así que aquí estoy audicionando. En fin que simplemente amé la idea y creo que soy un poco buena como para participar, ahhh no me se autoexplicar en este caso no se si me habéis entendido. Y como enésima vez dicha creo que la novela es perfecta y sería un placer participar, en fin besos
- one shot:
One shot
La luz entra por la ventana haciendo que me despierte de mi sueño profundo, me muevo de la cama refunfuñando entre las sábanas, al fin consigo abrir mis ojos y salgo de la cama. Apoyo los pies sobre la moqueta de madera para luego caminar lentamente, me pongo contra la ventana y estiro los brazos para desperezarme, a continuación voy hasta el baño. Este es moderno, en tonos blancos y negros. Me miro ante el espejo. Pero lo que consigo ver es mis ojos hinchados, mis rulos se ponen entre mi cara desordenados tapando un poco las enormes ojeras que se asoman por debajo de mis ojos también estoy bastante pálido, me empiezo a arreglar peinándome y lavándome la cara, incluso me pongo algo de maquillaje para tapar el horrible estado de mi cara. Después paso por el armario, me pongo los pantalones para luego tender sobre la puerta la chaqueta, la camisa y la pajarita. Paso por el pasillo hasta llegar a la cocina, me preparo un café con extra de cafeína y un par de tostadas, como rápidamente y luego me paso directamente a acabar de vestirme. Cuando ya estoy paso por la puerta, doy un último vistazo para luego marcharme.
Paseo por las nubladas calles de Londres hasta llegar al salón del hotel Versant, donde ella celebra su boda. El hotel es bastante lujoso, en cierta parte me alegro, está cumpliendo su boda de ensueño. Sin embargo no puedo quitarme de la cabeza su sonrisa, sus preciosos ojos y los labios que nunca conseguí probar. Paso por el ascensor hasta llegar a la primera planta donde ella debe estar arreglándose, en la puerta me encuentro a Helen su mejor amiga “no se puede ver a la novia antes de la boda” me dice ella con una risita, pero sin embargo le contesto con mal humor “eso es para el novio”, lo peor es que ella no ha hecho nada ni si quiera tiene la culpa de mi estado por lo que luego me siento culpable por mis palabras. Entro a la habitación, es completamente blanca pero con colores beis mezclados en las cortinas y las sábanas de la cama. Ella se está retocando su precioso cabello castaño, el cual está semi-recogido con unas flores sobre esta haciendo que su cabello no recogido caiga en ondas perfectamente formadas, el vestido es de una forma griega, blanco y de seda, con un poco de vuelo, un tanto ajustado a sus perfectas curvas. Ella me ve reflejado en el espejo justo detrás de ella, pide a las demás que se vayan de la habitación y me mira a los ojos con su preciosa sonrisa.
-Harry, dios te ves increíble, definitivamente ese traje te sienta muy bien-me dice ella abrazándome, haciendo que respire su aroma a rosas y esboce una sonrisa.
-te he traído algo, es algo que bueno tu madre me hizo prometer que te daría y como debes llevar algo viejo…-le dije sacando el colgante que traía en una caja.
-Oh, Harry es precioso, yo no..-intentó decir ella pero yo le tape suavemente los labios con mi dedo, para luego hacer que se girara y ponerle aquel colgante. Se le ajustaba perfectamente al cuello, cayendo sobre la parte alta de su pecho, justo en medio de las clavículas.- Gracias- me dijo ella sonriendo otra vez- ¿Puedes creértelo, yo en mi propia boda?
-Por su puesto, además estoy seguro de que seguramente eres la novia más guapa que se ha casado en el mundo-le dije yo siendo algo sincero.
-No digas eso, por favor-me replicó empezando a sonrojarse.
-Escucha, tengo que hablar contigo-le dije poniéndome serio y cogiéndole de las manos para atraer la levemente hacia mi.
-¿Pasa algo Hazz?-me pregunta ella empezando a preocuparse. Hazz, hacía mil que sus labios no pronunciaban ese nombre y mucho más que yo lo escuchara.
-No puedo soportarlo más y por favor no me interrumpas, necesito hacer esto-le dije viendo como ella iba a formular una palabra para preguntarme- Se que en cierto modo esto es egoísta, pero durante estas últimas semanas me he estado volviendo loco por reprimir lo que siento, así que tengo que decírtelo, te amo.-le solté al fin sintiendo un alivio, en lo profundo de mi alma- Y no, no te amo simplemente como amigo que es lo que he tenido que soportar durante toda la vida ya que mi amor hacia ti parecía ser invisible, aun que no lo hicieras como algo a propósito muchas veces lo que conseguías siendo totalmente sincera era hacerme daño en mi corazón. He soportado tus peleas, tus lamentos por los desamores reprimiéndome por no besar cada lágrima que caía en tu perfecto rostro, lamentándome por que no vieras lo asombrosa que te veía y te sigo viendo, por no haber hecho esto antes…- le dije haciendo que sus lagrimas empezaran a asomarse por su rostro, al igual que yo y sus manos empezaran a temblar, las besé cuidadosamente y luego la miré a los ojos- Es que no puedo conseguir ver un mundo ni una vida sin ti, simplemente no le encuentro el sentido y aun que se que te estoy estropeando ese maquillaje que te debe de haber llevado un mínimo de una hora he de decirte que no me importa, por que eres perfecta con y sin él, por que aun que esto es lo más egocéntrico que seguramente me estarás viendo hacer, lo hago por que el dolor que siento en mi corazón –apoyando su pequeña mano sobre mi pecho- es mas grande que todo. Así que solo quiero que sepas, lo mucho que te quiero y que siempre lo haré. Lo siento, de verdad, pero sentía que debía hacerlo y ahora me despido para que tu puedas seguir con tu boda, es un gran tío y esto lo digo de verdad, me alegro por ti.-finalmente le robo un beso antes de salir por la puerta y ver como ella cae al suelo.
Me encuentro en un estado de locura máximo, empiezo a quitarme la chaqueta y la tiro sobre el suelo, para mi suerte me encuentro con un rubio amigo mío y sin pensarlo le doy los anillos y me marcho por el enorme ascensor. Allí me quito la pajarita y empiezo a desabrocharme la camisa, un calor se ha apoderado de mi. El sonido del ascensor me indica que he llegado a la planta baja así que corro hasta llegar a mi apartamento en el centro de la cuidad, cuando ya estoy pulso el botón del último piso, para luego coger las escaleras y subir a la azotea, después simplemente me siento en el borde.
Aún siento el sabor de sus labios contra los míos. Distintas imágenes empiezan a aparecer por mi mente haciendo que mis lagrimas caigan sin control, el baile de fin de curso, cumpleaños, fiestas, noches de los dos juntos, reconciliaciones, noticias inesperadas, su vuelta a Londres… Se que tal vez el acto que estoy apunto de hacer es el más cobarde que una persona puede hacer, pero tal vez tu no sabes el dolor que estoy sintiendo en mi interior, no puedo soportarlo y aun que en el fondo una parte de mi está feliz la otra me recuerda constantemente que ella nunca será mía. Me pongo de pié y estiro los brazos, siento como el aire se posa en mi cuerpo y luego cuento hasta tres. Uno, dos y tres. Salto al vacío, el tiempo pasa lentamente así que cierro los ojos y disfruto ese instante de libertad. Lo último que siento es un fuerte golpe en mi cabeza, pero sin embargo mi última imagen en mente sigue siendo su perfecto rostro hasta que todo se vuelve oscuro.
- Capítulo inventado para la audición de need to protect:
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Capítulo uno
Plié, relevé, plié, relevé, plié y relevé. Me decía a mi misma calentando mis piernas antes de empezar a ensayar la coreografía, las notas empezaban a salir de entre los altavoces del equipo de sonido. Me preparo para hacer el grand Jetté, cuando la voz de mi hermana Linda me distrae por completo haciendo que al dar aquél salto y apoye con mis puntas bien en el sobre el piso y acabe en el suelo. Miró mi pie para comprobar que no ha sido nada grave, desatando lentamente los lazos y comprobando que además de haberme caído, me han hecho una herida, claro son nuevos. Mi hermana abre la puerta y me descubre en el suelo, “¿Qué haces, ahí?” me pregunta ella, pero no me da tiempo a contestarle “Bueno da igual, recoge tus cosas que nos vamos en hora y media” me responde y se va por la puerta por donde había entrado. Apago el equipo y recojo mis cosas hasta llegar a mi habitación.
Mi habitación es doble, por lo que hay dos camas, ya que mi hermana también duerme allí. Al entrar hay una cama a la izquierda y una a la derecha, el gran armario enfrente de ambas y una gran ventana por la cual pasa la brisa mañanera, después al final y al lado del armario se encuentra la puerta a nuestro cuarto de baño. No es gran cosa pero más que suficiente, nunca he sido exigente con las cosas, siempre me suelo conformar, además en los pequeños detalles está la belleza.
Al entrar puede ver a Kathy que me recibió con una sonrisa sincera, ella y yo compartimos habitación, pero aun que no tenga mi propia habitación es simpática con migo y bueno, creo que es con la única de mis hermanas que más buena relación tengo, sin embargo creo que llegados a un punto dado, daría mi vida por cualquiera de ellas. Me quito la ropa y la acomodo sobre la cama, a continuación cojo la que queda del armario y cajones para doblarla e guardarla en la maleta, al igual que parte de mis pequeñas cosas. Descarto unos shorts cortos y una camiseta vieja de the smiths, junto con unas creepers negras. Después de vestirme me solté el cabello dejando caer mis largos rizos castaños naturales, me miré en el espejo del armario para ver mi reflejo en el espejo, acomodo y peinó mi cabello para luego mirar mi cuerpo y hacer una mueca.
Bajo las escaleras con mi maleta grande, la mediana, mi maletín y mi mochila. Iba completamente cargada, casi me caigo –otra vez- gracias a la multitud de cosas que llevaba. Por fin llego a el portal donde mis hermanas esperan con los taxis para ir hasta la estación, después de poner las maletas entré y nos dirigimos al tren de nuestro próximo destino. El tren era un exprés, por lo que no tardaríamos más de un par de horas en llegar a Gildart.
Iba mirando el paisaje que dejábamos atrás, junto a nuestra antigua vida. Mi reflejo se veía sobre la ventana, me puse a reflexionar mientras escuchaba Pepole help the pepole.
Durante toda mi vida siempre he sido una persona sensible, tímida, sincera… Las personas no solían hacerme demasiado caso y más de una ocasión me he sentido sola. Soy la típica chica que no quiere llamar la atención, se esconde en su cabello suelto y su ropa simple, la que trabajaba en el periódico de la escuela y gracias a ello tenía un par de amigos, la que prefiere ver una película a salir de fiesta, la que lee un libro en sus ratos libres… Y si embargo pese a ser lo buena persona que soy y ofrecer mi ayuda libremente, no me he llevado nada a cambio. Soy tan distinta a mis hermanas, muchas veces las envidio, a pesar de que sean mayores que yo y también más hermosas. Hay de todo pero siempre les veo que tienen facilidad para hacer amigos, lo contrario que yo; Son divertidas, valientes, coquetas, son populares, no les importan lo que la gente diga de ellas… Son cosas que yo nunca logro, el único medio que tengo para poder sentirme realizada es el ballet. Sin embargo en las noches que pasaba sola en casa por que ellas habían salido me cuestionaba mi existencia –si, en ocasiones soy bastante depresiva- lo único que deseo es hacer un amigo, que no sea mi hermana Kathy, que aun que sea mi amiga ella tiene su propia vida y lo comprendo. No lo entiendo, por que me considero una persona divertida, creo que lo único que alguien debería hacer es intentar conocerme, no lo veo tan complicado. Me siento extraña y fuera de lugar, en ocasiones digo algo y mis hermanas ríen falsamente o simplemente me ignoran, me esfuerzo por caerle bien a la gente pero o se aprovechan o pasan de mi. Y creo que mi comportamiento ha cambiado desde la separación de mis padres, lo recuerdo, antes solía ser más divertida y espontanea, las cosas de la vida no me importaban tanto, hasta que tuve que lidiar con los gritos y peleas entre mis padres. Y ahora, mi madre está muerta. Ella la que me llevó a mi primera clase de ballet y me ha apoyado en todo momento, cuando estaba enferma, cuando pasaba las noches en vela por culpa del miedo… Ella siempre estaba allí para hacer de mi vida lago mejor. Ahora he de volver a Gildart, nunca he sido una chica que tenía demasiado amigos pero si feliz. Recuerdo que solía ir con una chica de cabello rubio que no vivía muy lejos de mi casa y con un chico de una sonrisa preciosa e cabello castaño. Solía pasármelo en grande y no parar de divertirme durante todo el día. Pero bueno, ahora ya no se si ni siquiera siguen viviendo allí, apenas recuerdo sus caras y sus nombres.
Linda me saca de mi mundo diciéndome que ya hemos llegado, sin darme cuenta me había hasta dormido. Unos taxis nos esperaban así que los agarramos e fuimos a nuestra nueva, pero antigua casa. Allí estaba Arnold, nuestro padre ante la casa con una sonrisa amplia.
-Bienvenidas chicas, se que seguramente es un mal momento pero debéis pasar esto con alguien, para mi tampoco esta siendo fácil así que no puedo imaginarme por lo que estáis pasando.-dice presentando, a lo grande.
-Tranquilo Arnold, estamos bien- hablo una de las morenas, “será por ti” pensé en mi mente.
-Por favor llamadme, papa- nos pidió- Entrad dentro, aquí hace más frio que de donde venís.-dijo él y nos otras obedecimos hasta entrar a la sala de estar. Las habitaciones son las mismas, no he cambiado los carteles, están tal y como las dejasteis. Alice en tu caso deberás cambiar más de una cosa esta bastante infantil y es el sótano, no se si recordareis donde están. Os iré indicando.
Fuimos paseando por el segundo piso y cada una llegando a su habitación, yo tenía que pasar por una pequeña escalera hasta llegar a mi habitación, la cual era mi nueva habitación. Dejé mis cosas, me paseé y admiré mi habitación, era bastante amplia y en esta ocasión solo mía, también acogedora. Miré por la ventana y entonces pude ver como un joven de pelo castaño miraba fijamente donde me encontraba yo observándole, en eso mi padre abrió la puerta.
-Cielo, ¿te gustan las hamburguesas caseras?-me preguntó él, yo asentí para que luego el se marchara.Miré de nuevo donde se encontraba aquél chico, pero él ya no estaba.
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- Sad dream-mia:
Sad DreamAdaptación: Si, de la serie Crónicas VampiricasFantasía, romance y dramaSolo mía
Querido diario:
Hoy dejo mi querida ciudad para irme a un perdido pueblo de Virginia, de hecho estoy en un coche de camino. Me resulta tan difícil marcharme, aquí tengo una vida hecha y tener que partir e empezar de nuevo.. Pero he de hacerlo, se lo debo a mi padre. Me iré a vivir con mi tía a Mystic Falls, el mío esta de viaje trabajando e ir a Japón con diecisiete años y sin saber ni pizca de japonés ni chino no creo que sea demasiado bueno. Bueno cambiaré de tema no todo es mi triste destino, ya no lo puedo cambiar apenas me quedan 20 minutos para llegar.
Hoy he vuelto a tener ese horrible sueño, más bien ese recuerdo. Se ha vuelto a repetir, es extraño por que ha sido desde que se que volveré a Mystic Falls. Creía que lo había superado, ya han pasado cinco años desde su muerte, por que ahora, de repente tengo que volver a revivir cada instante de aquél día, es como si estuviera estancada. Se que en el fondo nunca podré olvidarlo y cada día me miro al espejo pensando en lo culpable que soy por ello, aún guardo el recorte de periódico, pero durante estos dos últimos años pensaba que era feliz o al menos me sentía así..
FLASHBACK
Fue en un mes de mayo, ívamos en el coche mi madre, mi hermana y yo.
Estaba siendo una noche tensa, mi madre me había pillado bastante borracha aún que era perfectamente consciente de lo que ocurría a mi alrededor, íbamos de camino a Richmond a reunirnos con mi padre ya que estaba allí por un contrato con una editorial.
Mi madre iba subiendo la velocidad ya superábamos el límite, yo le pedía a lágrimas que bajara la velocidad y se tranquilizara, mi hermana yacía dormida en el asiento de atrás. De repente una especie de hombre o animal corpulento se apareció enfrente de nuestro camino mi madre pudo reaccionar en el último segundo girando el volante hacia la izquierda saliéndonos de la carretera y volcando el coche, por suerte recordaba las instrucciones que nos dieron una vez en una charla, me desaté el cinturón de seguridad apoyando una mano sobre el techo cayendo boca abajo, comprobé el estado de mi madre y mi hermana. Mi madre estaba inconsciente sobre el volante junto con una herida que le sangraba en el abdomen supuse que se habría clavado algún objeto o algo puntiagudo y mi hermana también estaba inconsciente.
Cogí el móvil de el bolso de mi madre y salí como puede del coche, me alejé un poco en busca de cobertura y llamé a emergencias, pero justo cuando hablaba con una mujer por aquel aparato electrónico escuché el sonido de una especie de río, solo que no era agua era la gasolina del coche saliendo, me giré lentamente y pude ver cómo una explosión se creaba con el coche de mi madre haciéndolas desaparecer a ella y mi hermana.
Dejándome sola, completamente sola.
En la oscuridad.
FIN FLASHBACK
Esto realmente no me gusta volver a empezar de nuevo y tener que ser la comidilla de un pueblo, en cuanto haces algún gesto extraño o algo inusual, te tachan de la lista y pasas a ser “raro”. No creo que esta vez vuelva a tener la suerte de conocer a Kevin y Sarah, con ellos el tiempo pasaba lento, te sacaban una sonrisa, te hacían sentir única y te hacían ver que eso no es nada malo. Pero entonces vivía en la ciudad, eso me ofrecía más oportunidades, pero en este pueblo solo hay un instituto, solo hay una oportunidad.•••
Hanna, Hanna Morris. Ese es el nueva habitante de Mystic Falls, una joven bastante peculiar, pese a ser una autentica chica de ciudad es una autentica negada para tener que hacer amigos fácilmente.
Se miró por última vez ante el espejo fingiendo una sonrisa y viéndose indecisa, “Hoy va a ser un buen día” intentó concienciarse. Llevaba puesto unos shorts vaqueros, una camiseta de tirantes con volantes de estampado de flores, la pulsera de su mistad y el collar que le regaló su madre, sus manoletinas de color coral y por último su bolso- maletín para ir a clase.
Lo primero que izo fue ir a por su horario de clases y varios papeles de más, después buscó su clase correspondiente. Y ahí estaba, frente a la puerta de su clase respirando profundamente antes de entrar sentía como los nervios empezaban a inundarle. Abrió la puerta con delicadeza y se dirigió al profesor para entregarle el parte como nueva alumna en esa clase, él lo leyó y le respondió con un simple “Toma asiento”, y eso izo se sentó por la fila de en medio. La clase estaba siendo bastante agradable, dentro de lo normal, cuando un chico que yacía a uno de sus lados le preguntó “Tienes una goma”, ella rebuscó entre el viejo estuche y encontró lo que le había pedido, seguidamente le miró examinando su físico. Era un chico que parecía tener una buena estatura, los ojos marrones y el pelo de un color castaño oscuro, también era bastante corpulento por lo que cualquiera creo que podría admitir que era bastante atractivo, también tenia una sonrisa preciosa que me enseño al haberle prestado aquel objeto tan diminuto. “A propósito soy Jeremy Gilbert, ¿eres nueva verdad?”me sorprendí ante aquel acto de simpáticismo por su parte y le respondí con una verdadera sonrisa “Si soy Hanna, Morris.” , el me dedicó una sonrisa y me dijo “En ese caso bienvenida Hanna, si quieres puedo enseñarte un poco esto después de clase” ese fue el final de la conversación ya que el profesor nos mandó callar inmediatamente, pero le di las gracias a que por fin la vida pareciera sonreírme aun que tan solo fuera un poquito.
By Little Dreamer
- otro que son cortos:
Sad DreamAdaptación: Si, de la serie Crónicas VampiricasFantasía, romance y dramaSolo mía10 de Junio
He de reconocer que este año me ha resultado difícil y estresante, más de lo que podría haberme esperado. He tenido que empezar de nuevo; Ir a un nuevo instituto, un nuevo curso, hacer amigos… Cosa que no se me da muy bien y más cuando hay personas que te miran raro el primer día. Las únicas personas agradables que he podido conocer en este año ha sido a Jeremy y April, dos compañeros de clase, que lo cierto es que han sido bastante amables conmigo. Aún que me he seguido sintiendo sola, no me gusta ese sentimiento, ya lo he vivido antes se lo que viene después y no puedo permitirme volver a pasar por lo que pasé, se que no sobreviviría, aún así lo siento.
Mi tío es bastante amable conmigo y lo cierto es que divertido también, uno de los dos hermanos debía serlo y si mi padre no era, tenía que ser él. Es propietario de una tienda del pueblo pero trabaja en la biblioteca municipal por que le encanta la literatura, eso es algo que tengo en común con él, desde pequeña siempre me ha gustado leer. Yo le ayudo con algunas tareas de la casa, pero él es quien suele cocinar por que yo no soy muy buena en ello de hecho se me suelen destrozar las tortillas y más bien parece un revuelto de huevo, pero bueno la convivencia es buena. Además tengo una habitación preciosa, que me decoré yo, eso fue lo que ice en el mes que me quedaba antes de empezar el instituto. Mis calificaciones también han sido bastante buenas, no he bajado del notable.
Si no me ha ido mal el año… ¿Por qué me siento así?
Vacía.
Estaba arreglando mi habitación para tirar las cosas que no me sirvieran de este curso para el próximo y haciéndome la maleta felizmente, ya que por fin iba a cumplir mi sueño. Iría a mi ciudad favorita, esa la que llevo deseando ir desde hace años, Nueva York. Mi padre me prometió que a cambio de que el se fuera a Japón durante un tiempo, no me iba a quitar mi futuro regalo de cumpleaños, así que ice todo lo que me pidió; Mi comportamiento inmejorable, no me he metido en ningún lio, he ayudado a mi tío, mis notas son estupendas y no he obtenido ninguna denuncia.
Mientras mi mente vagaba por las calles imaginarias de la exquisita ciudad de Estados unidos encontré un cuaderno que no era mío, era negro y bastante desgastado, lo abrí para ver de quien era y encontré el nombre del propietario al final de la libreta “Jeremy Gilbert”. Miré la hora vi que era bastante pronto aun faltaban 40 minutos para que llegara mi padre, me vestí rápidamente con unos shorts junto con una camiseta y unas zapatillas, bajé las maletas y salí de casa en busca de Jeremy para devolverle lo que era suyo.
Para mi sorpresa vi que la casa de Jer no existía, bueno eso es lo que prácticamente diría por que estaba incendiada, vi a la vecina cogiendo el correo así que fui a preguntarle para saber dónde estaba. La señora me contesto que ahora se alojaba en la Mansión Salvatore, mi cara era un poema no sabía de que me hablaba, le pregunté su emplazamiento y ella me dio las indicaciones para llegar. La mansión Salvatore, sin duda una casa muy peculiar. Avancé decidida hasta la puerta y llamé al timbre, al segundo me abrieron la puerta dejándome sin respiración.
—¿Qué se le puede ofrecer? —me dijo un joven bastante más mayor que yo. Con unos ojos azul profundo, un color que no había visto en mi vida y me captaron al instante en que los vi.
—Eh…Si.— dije reaccionando después de haberme quedado embobada un instante y recordando que hacía allí— Soy Hanna Morris, busco a Jeremy Gilbert.
—Iré a avisarle, pasa quieres. —me dijo él para girarse y adentrarse en la casa, pero se paro un instante y volvió para verme—A por cierto, yo soy Damon.
—Gracias. —le contesté siguiéndole, salimos a una especie de pasillo que separaba dos salas.
Una era la sala de estar enorme en la cual Damon entró se sirvió un baso de alcohol, después se fue subiendo las escaleras, dejándome sola en medio de aquella enorme sala. Yo medio nerviosa empecé a jugar con el colgante de mi madre, enrollándolo y desenrollándolo así continuamente hasta que por fin bajó Damon acompañado de una chica de tez bastante morena y el pelo ondulado e moreno con mechas rojas, ambos riendo.
—Hola Hanna, verás soy Elena la hermana de Jeremy. Lamentablemente no está, creo que ha ido al Grill. — me dijo ella amablemente mientras me miraba fijamente al igual que el ojiazul que yacía a su lado, cosa que a mi no me suele gustar demasiado. —¿Quieres que le de algún recado?
—Lo cierto es que venia a devolverle su libreta, me la dejó hace un mes y pico pero al no volver a verle no tuve la ocasión, quería dársela antes de irme. — le dije entregándole la libreta a Elena junto con una sonrisa sincera— Bueno, será mejor que me vaya. ¡Adiós…y gracias.!
Me marche de allí aun extrañada por lo que acababa de ocurrir y un tanto despistada por aquel chico que me había abierto la puerta: Damon, Damon Salvatore. Era un chico muy apuesto con esa piel pálida sin imperfecciones, con ese pelo ligeramente largo y negro, con esos profundos ojos azules…
Llegué a mi casa, mi tío no estaba, seguramente habría ido a dar una vuelta o vigilar su tienda.
Cuando se izo la hora aproximada en la cual llegaría mi padre salí al porche emocionada y me senté en las escaleras a esperar. Empecé a impacientarme pasados los primeros veinte minutos, decidí seguir pero escuchando algo de música para no aburrirme, Stay de Rihanna sonaba en mis oídos. Diez, veinte, treinta, cuarenta, cincuenta, sesenta y setenta minutos más, me desesperé. Era imposible que fuera a venir, ya no.
Le llame, conforme más comunicaba más elevado era mi cabreo, a la decena vez antes de que saltara el comunicador me lo cogió. “¿Si?” preguntó el sofocado, “Papa, veras es que no sabía cuanto te ibas a retrasar y como esta anocheciendo y sigo esperando…” le expliqué amablemente “¿Retrasar? A.. Claro el viaje. Verás cielo, es que no he sacado los billetes ni nada aún sigo trabajando. Me temo que el viaje tendrá que ser al año que viene, no te preocupes, anda que no te quedan años por delante.” Esa última oración izo que todos mis sentimientos y mi felicidad momentánea por cumplir mi sueño se partieran como un cristal y fueran cayendo los pedazos al suelo para luego ser pisoteados, cómo podía tener el valor de decirme y de mucho peor acabar con la frase “Anda que no te quedan años por delante”, pues no papa, por que resulta que quería que fuera este año. Por que era mi momento, me lo había ganado, eso y más. Lo único que quería era pasármelo bien, vivir aventuras y recordar ese verano como el mejor de mi vida. Gracias a su trabajo, me voy a pudrir aquí. “¿Estas bien princesa?” me preguntó sacándome de mi shock temporal, “Perfectamente, espero que disfrutes trabajando.” Le contesté para luego colgarle, ¿creía que podía herirme y no tener consecuencias? Pues vale, se acabó esta farsa de Padre e Hija.
Estaba cabreada, hambrienta y con ganas de pegarle una hostia a alguien. Dejé las estúpidas maletas en el recibidor, cogí las llaves del coche que mi tío me solía prestar y me fui en rumbo a el Mystic Grill.
El Grill es un local del pueblo. donde todos los habitantes de Mystic Falls suelen ir a pasar el rato. Allí puedes jugar al billar o a los dardos, comerte una hamburguesa o simplemente emborracharte hasta caer al suelo. Creo que en estos momentos quería lo último, más que nada para olvidar por un momento este día y mi nefasta vida. Me senté en la barra, al parecer al lado del moreno que me había abierto la puerta esta tarde, Damon. No se si es por mis pintas, por que no hacía falta que me preguntaran si estaba bien o por lo que fuera se sentó a mi lado y simplemente me invitó a beber con él, “Donovan, tráeme un baso de whisky mismo y para ella un…” pidió él esperando mi respuesta, la cual fue simple y decidida: “Uno de vodka”.
Lo cierto es que no recuerdo nada más, creo que me debí pasar de mis limites por que después de aquello me sorprendí en otro lugar.
By Little DreamerTE DEJO EL [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]
- Las ilusionistas (NC)-mi cap:
Capítulo 5
El vaho salía de entre mis labios, el frío había empezado a circular en el ambiente nublado y medianamente soleado que se preparaba para el anochecer que estaba naciendo. Las calles medianamente se empezaban a abarrotar de los trabajadores que se iban hacia el metro, al igual que yo, bajé por las amplias escaleras para pasar mi bono como trabajadora y me subí al tren. Notaba como mis ojos se medio cerraban y mi cuerpo estaba cansado, en uno de los impactos de el transporte me choqué contra una mujer de enfrente mío haciendo que sus labios e los míos chocaran creando lo que se llama hoy en día “un piquito”, me limpié los labios y me giré para el otro lado. Cuando por fin llegué a mi destino me baje del tren pero la mujer me agarró de brazo dándome su numero de teléfono haciéndome quedarme en estado de shock, le ice el mínimo caso y me dirigí hacia el bar–restaurante donde trabajaba.
El local ya estaba iluminado con las potentes luces con forma navideñas (de las que se ponen en el árbol pero muchos más grandes), los muebles de madera oscura con posters vintage de circos y espectáculos, las zonas de restaurante estaban acomodadas con unos sofás de madera y piel, las mesas con unas velas. Me dirigí a la zona de la cocina donde saludé a Michaeel mi compañero y me tomé un café para despejarme, para luego empezar a atender mesas.
-Carrie, necesito que hagas una de tus números de magia. El cantante que iba a venir me ha llamado diciendo que se retrasará, ¿puedes salvarme el cuello por favor?-le dijo el que era su jefe con mirada de cachorro haciéndole reír- Te pagaré lo extra y además te quedas con las propinas que te den.
-Tranquilo, ahora veré que me puedo poner de lo que haya por ahí-le dije señalando el camerino y el asintió.
Me dirigí hacia aquel espacio personal para cambiarme de ropa y buscar haber como podía preparar en apenas 15 minutos un numero para delante de un público desconocido. Encontré algo de vestuario y me ice un conjunto rápido; unos shorts de cuero, una camisa de manga corta con un lazo en el cuello de peter pan, unos tacones y mi varita personalizada por tal de ambientar el espectáculo. Me miré ante el espejo y acomodé mi cabello, hice unas cuantas respiraciones y pensé en mi instructor, haciendo que imágenes del pasado vinieran a mi mente logrando hacer caer una pequeña lágrima, la limpié y forcé una amplia sonrisa nerviosa. Solía hacer algún espectáculo para niños en fiestas de cumpleaños o en el parque pero no quería estropear la oportunidad de un público más adulto.
Mis tacones resonaron al salir ante el pequeño escenario haciendo que el único foco que había se girara enfocándome a mi.
-Señoras y señores, tengo la mala noticia de anunciarles de que por motivos especiales nuestro querido interprete se retrasará durante un tiempo-entonces pude escuchar como las personas de allí maldecían y yo volvía a tomar aire- Pero no teman, como regalo les ofrezco una parada hacía nuestra querida y olvidada, magia.
Pude escuchar algunas risas por parte de el público que tenía ante mi pero decidí ignorarlos e prepárame para mi actuación.
-Estamos todos disfrutando de la buena comida de nuestro cocinero, y sabéis lo increíble es que con la magia se pueden conseguir cosas fascinantes, voy a tratar de sorprenderos con esta mísera hoja de papel. Doblándola.. Así y luego así - dije mientras hacia un pájaro de papel- Por que se convierte en todo lo que mago necesita, una paloma. No ha estado mal, ¿no?- pregunté sin obtener respuesta así que continué mi monologo.- Tranquilos lo puedo mejorar, además es una paloma capaz de volar, mirad atentamente.-el pájaro de papel empecé a moverle las alas y la gente me miraba extrañada pero una persona empezó aplaudir y le agradecí que lo hiciera, lo coloqué en un tablón negro que había colocado como parte de mi material- No, no ha sido emocionante lo se. Pero lo bueno de la magia es que a las cosas más insignificantes se pueden convertir en realidad… No os perdías de vista esto- dije sacando una pequeña cuerda´.
Luego empecé prendiéndola con un mechero, cuando se prendió del todo salió un pañuelo de entre mis dedos. Lo acomodé sobre mi puño en alto haciendo una bola y quitándolo dejando ver una hermosa paloma blanca que se posó sobre mi mano, entonces ya era demasiado tarde para pensar las personas del local empezaron a aplaudirme dejando ver mi sonrisa de felicidad. Me fui hacia el tablón y cuando estaba frente a el pájaro de papel chasquee mis dedos convirtiéndolo en otra paloma real y posándose sobre mi otra mano para hacer una reverencia.
Luego me dirigí hacia una jaula y metí una de ellas dentro. Luego me dirigí al centro del escenario con la otra, con un juego de brazos hice seguidamente aparecer otra para luego volver a sentir los aplausos sobre mis oídos, las metí en la jaula y la tapé con un gran velo de color azul marino. Lo puse en el centro del espacio que me rodeaba e me fui por detrás, levanté la jaula y el velo a la vez hasta que salió un chico de cabello rubio de la mesa que sujetaba aquella casa para pájaros, entonces todos pasaron a levantarse y aplaudirme por mi espectáculo y la llegada del cantante prometida. Él bajó de allí y me besó en la mejilla susurrándome “no se como me has hecho aparecer aquí, juraría que hace un momento estaba en un ascensor encerado”, yo decidí ignorarle y le sonreí haciendo mi última reverencia con un sombrero de copa –que había aparecido por arte de magia- con el cual lo pasé para obtener propina, finalmente me fui hasta mi camerino para desmaquillarme, quitarme la ropa y acabar de servir. Acabó mi turno así que me fui a mi casa con una botella de te helado que me encantaba para mañana cuando me despertara.…
Al despertar me di vagamente cuenta de la hora que era, la 03:40 pm, genial trasnochar me sentaba sumamente fatal haciéndome dormir demasiado. Abrí el frigorífico y cogí el te helado de la noche anterior, lo dejé sobre la mesa para luego sentarme e apartarme el pelo a un lado. Eché un suspiro y abrí la tapa. De el salió una hermosa mariposa de color azul y negro volando, luego eché el te sobre la mesa sin importar mancharla del líquido que contenía para luego posar mi ojo sobre el agujero por donde se bebía de la botella, ¡en el interior había una carta!. Corrí hacia el cajón de la cocina para encontrar unas tijeras o algo con lo que dividir la botella en dos, cuando por fin conseguí hacerlo sequé la carta para luego observarla detenidamente. No era una carta cualquiera, era una parecida a las del tarot era una especie de circo donde había una gran estrella ya que la carta era la de “THE STAR”, la giré para verla y pude ver un mensaje el cual me hizo abrir mis ojos de par en par.“Presentante a las 6 en el edificio Pacific Coast, #6”
Después de una larga ducha para despejarme y limpiarme, me dirigí al armario para coger algo de ropa e irme a un bar o algún sitio a comer algo, aun que por la hora que era no era muy conveniente pero sentía que me moría de hambre. Me puse un vestido de flores vintage, con unas medias de color oscuro y una rebeca verde bastante oscura también, como toque final me puse un collar de perlas y acomodé mi cabello liso-largo pero con unos preciosos tirabuzones al final sobre mi pecho. Fui a una hamburguesería que tenía apenas dos calles más delante de mi piso mediocre, pedí una hamburguesa con queso y patatas fritas, lo cierto es que lo engullí enseguida por el hambre que tenía, después decidí tomarme un café para despertarme un poco y releer aquella extraña carta. Tenía miedo de que me estuvieran intentando engañar, pero parecía tan tentador que no me podía quitar la idea de la cabeza. Miré mi reloj, las 17:47, eso no estaba muy lejos de allí… Suspiré y admití que me podía la curiosidad así que me dirigí corriendo –literalmente- hasta llegar ante aquel gran edificio.
Llegue al piso y puerta donde indicaba la tarjeta, donde me sorprendieron unas dos chicas allí también y las tres que habían subido delante de mi.
-¿A ustedes también?- dijo otra chica que iba delante de mi subiendo las escaleras con otras 2 atrás.
-Si.- asintió una chica rubia.
-¿Para qué nos querrán?- pregunto la de cabello obscuro.
-No lo sé, lo único que les puedo decir es que la puerta no abre.- dijo la segunda chica que había intervenido incorporándose en su lugar.
-¡Es demasiado fácil!- les dije yo mientras me quitaba uno pasadores del cabello.
-Quiero ver.- dijo una mientras se cruzaba de brazos.
Me abrí paso entre las chicas que se habían quedado paradas con mi sonrisa, solo tuve que hacer un par de movimientos para abrir la puerta fácilmente, suspiré y les contesté con mi sonrisa más sincera.
-Por cierto, soy Carrie.- dijo les dije presentándome.
-Yo soy Halley.- dijo la alta de cabello obscuro casi negro.
-Yo soy Michelle.- dijo una rubia mientras observaba el viejo departamento.
-Yo Madison.
-Llámenme Lia.- se presento la otra rubia.
-Soy Effie.
-Ok, ok ya todas nos conocemos ¡Yupi! Ahora ¿Alguien sabe que hacemos aquí?- pregunto de nuevo michelle exaltada.
-Tranquila rubiecita.- dijo Lia.
-Tu también eres rubia, rubiecita.- le respondió ella imitando su voz.
-No se peleen, así no llegaremos a nada.- les contesté yo dando paz entre ellas.
-¡AHHH!- grito alguien al otro lado del departamento.
-¿Qué sucede?- pregunto Madison.
-Estaba paseando, cuando descubrí esto.- dijo mientras señalaba unos garabatos prendidos en fuego.
-¡DIOS MÍO, TRAIGAN AGUA!- grito Lia.
Michelle corrió agua y la echó en el fuego, esas cosas se hicieron cristales los cuales eran absorbidos por un aire que venía del suelo.
Sacó su tarjeta para ver si podía descifrar algo con eso, pero ese fuerte aire se trago mi carta, al igual que las de las otras chicas, incluyéndome a mi también.
-¿QUÉ DEMONIOS FUE ESO?- pregunto aterrada Halley.
Minutos después todo eso se calmo, pero en la pared aparecieron unas palabras, las palabras que cambiaron mi vida, al igual que la de mis nuevas compañeras.
“Ustedes son las elegidas”[Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]
¡Audición aceptada!
Bueno, Zoe, he de decir que no nos conocemos mucho, pero para mí, puedo asegurarte, que está siendo un gran lujo poder juzgar una audición tan bonita como la tuya. Déjame decirte que me gusta mucho tu forma de escribir, de meterte en el personaje y, aunque tengas algunas faltas ortográficas (no sé quién soy yo para decir esto ya que nadie es perfecto y menos yo), quedan completamente perdonadas gracias al hecho de tu preciosa redacción. Me gustó mucho el hecho de que pusieses un chico de por si acaso y adoro el gif que Chloe. Sin más que añadir, declaro tu audición aceptada, ya estás participando.
Besos
blake.
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