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Ardiente Tentación -ADAPTADA- Terminada
O W N :: Archivos :: Novelas Terminadas
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Re: Ardiente Tentación -ADAPTADA- Terminada
Capitulo 74
Sonrió de forma traviesa y soltó mis manos para desabrochar finalmente el pantalón y liberar mi miembro que sentía punzar. Se lamió los labios al verlo y lo tomó con una mano, comenzó a deslizarla hacia arriba y hacia abajo, acariciando la punta con la yema de sus dedos, lo que provocó que mis gemidos se intensificaran, sentí su cálida lengua recorrerlo a todo lo largo sin dejar de acariciarlo con su mano, entonces no pude evitar tomar su cabeza entre mis manos, ____ comprendió mi movimiento y lo próximo que sentí fue su boca absorbiendo mi erección, el grito de placer no se hizo esperar y ella continuó devorándome de una manera exquisita, acariciándome a la par, proporcionándome un mayor placer, yo no podía parar de gemir ante lo que me estaba haciendo y llegó un momento en el que ya no pude controlarme y comencé a mover mi pelvis para conseguir aún más placer, de pronto sentí que estaba a punto de llegar y se lo hice saber a ella que retiró su cara y siguió acariciándome hasta que terminé.
– Te amo Logan – exclamó y me besó en los labios.
– Yo también te amo, no tenías que haber hecho esto.
– Sí tenía, sé que no me engañarías, pero tampoco debo orillarte a hacerlo.
– Ilusa, ya te dije que mi cuerpo no responde a otras.
– No debo tentar a la suerte, te quiero sólo para mí.
– Ya me tienes.
– Y debo de dar gracias y cuidarte, voy a lavarme las manos.
Esa noche me quede a dormir de nuevo con ella, el domingo no salimos, la ayudé a recoger el departamento mientras ella lavaba la ropa, comimos sándwiches y por la tarde le conté más de mi historia, se sorprendió de la solidaridad de Julieta y se avergonzó por pensar mal de ella, la emoción la embargó cuando me escuchó decir lo de la diferencia entre el sexo y hacer el amor así que me besó apasionadamente.
Esa noche sí me fui a mi departamento porque al día siguiente tenía una junta muy temprano, pero no pude dormir bien porque la garganta me empezó a arder, la lluvia hizo estragos en mí y me dio una fuerte gripa, ____ me estuvo cuidando y también cayó enferma, esos días terminé de contarle mi historia, al fin ya lo sabía todo, se habían acabado las mentiras y lo único que restaba era seguir viviendo el día a día juntos.
Finalmente ambos estábamos sanos, así que prepararía algo muy especial para pasar la noche después de tantos días de abstinencia, sólo esperaba que ella tuviera las suficientes fuerzas para aguantarme el ritmo.
Abrí la puerta del departamento y me topé con Julieta, quien de inmediato se rió al verme con el delantal puesto, yo la miré serio y cambió su expresión, me dio un beso en la mejilla y entró.
– Que rico huele, ¿qué preparas? – preguntó mientras cerraba la puerta.
– Ravioles entre otras cosas – dije serio.
– ¿Para qué quieres tantas rosas? – inquirió al mirar los cinco enormes ramos que estaban sobre la mesa – ah ya sé, ____, ¿aún no te perdona?
– Si no te hubieras desaparecido tanto tiempo ya sabrías esa respuesta – respondí caminando a la cocina.
– Uy, discúlpame por tener una vida, que humorcito, todavía te tiene a dieta, ¿verdad?
– ¿Hasta cuándo pensabas decirme que tu estás saliendo es Brandon? – pregunté ignorando su comentario.
– ¿Cómo sabes eso? – exclamó extrañada.
– Porque hace varios días los vimos en el cine, pero estaban tan acaramelados que ni cuenta se dieron que ____ y yo estábamos ahí.
– Esto era lo que quería evitar, tus reclamos, quería que estuvieras listo para comprender la situación.
– ¿Comprender?, ¿de casualidad sabes que engañaba a _____ con una de sus supuestas mejores amigas?
– Sí lo sé, él mismo me lo contó, pero eso no tiene nada que ver conmigo, su relación con _____ ya había caído en la monotonía, tan es así que ella también tenía otra persona, ¿no es así?
– No es lo mismo Julieta, yo no era su mejor amigo, ni el engaño fue tan prologando y si las cosas se dieron conmigo y _____ fue por el descuido de él.
– Pero eras su cliente y te fingiste su amigo sólo para bajarle a la novia, ¿por qué tú a ella sí la justificas?, ¿ella no lo descuido también?, sabes muy bien que una relación es de dos, no toda la responsabilidad fue de él.
– Puede ser, pero él fue quien empezó con la infidelidad.
– ¿Y por qué tú sí puedes pasar por alto que ____ haya sido infiel y yo no puedo hacer lo mismo con él?
– Ya te dije que fueron otras las circunstancias.
– ¿Cuáles otras Logan?, estaban dentro de la misma relación y tuvieron los mismos motivos para hacerlo, la única diferencia fue la forma en que se dieron las infidelidades y por favor, no me hagas decirte algo de lo que después me arrepienta.
– Vaya que te tiene loquita, lo defiendes más que a tu hermano.
– ¿Y tú no estás loco por ____?, no seas injusto Logan, yo tengo el mismo derecho que tú de salir con quien me sienta a gusto y me haga reír y me complemente, no podemos juzgar a las personas por su pasado, todos nos quedaríamos solos al final, como dicen, quien esté libre de pecado que tire la primera piedra.
– Está bien, haz lo que quieras con tu vida.
– Sólo te voy a decir una cosa Logan, todos tenemos derecho a equivocarnos, de los errores es de donde se aprende, así que todos merecemos una segunda oportunidad, ojala lo entiendas, luego nos vemos.
Julieta salió de la cocina y me quedé pensando en sus palabras, tenía razón, pero me preocupaba el hecho de que la hicieran sufrir una vez más, su vida amorosa no había sido la más optima y deseaba que al fin encontrara a alguien que la valorara y la hiciera feliz, como se lo merecía, sólo esperaba que otra vez no se equivocara.
Hice los últimos preparativos en el departamento y después salí para ir por ____ al suyo. La vi salir de su edificio y sonreí, no hacía tanto frío para que se hubiera puesto un abrigo. Subió al auto y me besó en los labios, me sonrió coqueta y se acomodó en su asiento, arranqué y de pronto puso su mano sobre mi pierna y la fue subiendo lentamente hasta posarla sobre mi miembro que empezó a frotar encima del pantalón.
– ____, ¿qué estás haciendo? – pregunté sorprendido y a la vez fascinado.
– Ya no puedo esperar más Logan, te necesito demasiado – respondió mordiéndose el labio – esta vez no traigo pantalón – agregó lamiéndose los labios y pasando sus dedos entre el abrigo para desabrochar el primer botón.
– Estás insinuando que… – dije mientras sentía como mi miembro se endurecía.
Me respondió con una sonrisa sensual en tanto tomaba mi mano de la palanca de velocidades para ponerla sobre su pierna, la fui subiendo haciendo a un lado el abrigo y entonces me di cuenta que era lo único que traía puesto encima de la ropa interior, definitivamente esa era la actitud que adoraba de ella. Desabrochó otro botón y me dejó ver el nacimiento de sus senos, estaba tentándome demasiado, no lograríamos llegar a mi departamento si seguía así. Un semáforo se puso en rojo y se acercó a mí.
– Logan hazme el amor ahora, no soporto más tiempo sin sentirte dentro – susurró en mi oreja después de lamerla y me enloqueció por completo.
Di una vuelta vertiginosa que hizo rechinar las llantas y ella se rió, manejé unas cuadras hasta que encontré mi objetivo, un callejón oscuro, de inmediato me estacioné ahí y apagué el auto. Hice el asiento hasta atrás y _____ se sentó sobre mí con sus piernas a mis costados, nos besamos con urgencia, nuestras lenguas parecían estar en una batalla campal mientras ____ se desabrochaba el abrigo por completo, con la mirada comprobé lo que mi mano había notado, únicamente traía un sensual conjunto de ropa interior, era de encaje color negro que enmarcaba de forma magistral su figura. Me sonrió, llevó sus manos a los lados de su tanga, hizo un movimiento y ésta se abrió dejándome ver la entrada de su paraíso.
– Esta vez sí vine preparada – musitó lengüeteando el lóbulo de mi oreja.
– Eso veo, me fascina que seas así de traviesa.
– Tú lo provocas.
Presurosa me desabrochó el pantalón mientras yo hacía lo mismo con su sostén para comerme sus pezones endurecidos. Puso una de sus manos sobre mi miembro y lo dirigió a la entrada de su centro y sin decir más se lo devoró en un solo movimiento en tanto emitió un gritito al sentir como la llenaba, comenzó a moverse en círculos de manera suprema y me mordía los labios, yo tenía mis manos sobre sus nalgas y se las apretaba, me ofreció su cuello y se lo succioné al tiempo que empezó a subir y bajar provocando un exquisito roce de mi miembro y su muy húmeda cavidad.
– Te extrañé tanto ____ – exclamé con la voz entrecortada.
– Yo también a ti, no tienes idea de cuánto deseaba este momento – aseguró lamiéndome los labios.
– No creo que más que yo – aclaré mordiéndole el labio inferior.
Aceleró sus movimientos, apoyando sus manos en el respaldo, a los lados de mi cabeza, los vidrios estaban completamente empañados y nuestros gemidos inundaban el ambiente, nos besamos casi con furia mientras ella incrementaba más la velocidad hasta que segundos después ambos llegamos al orgasmo. Se quedó quieta, con su frente pegada a la mía, sus ojos brillaban llorosos por el placer y puso sus manos sobre mis mejillas.
– Te amo tanto Logan Henderson, gracias por este momento, ha sido maravilloso.
– Yo también te amo y las gracias te las doy yo a ti por hacerme tan feliz.
Sonrió de forma traviesa y soltó mis manos para desabrochar finalmente el pantalón y liberar mi miembro que sentía punzar. Se lamió los labios al verlo y lo tomó con una mano, comenzó a deslizarla hacia arriba y hacia abajo, acariciando la punta con la yema de sus dedos, lo que provocó que mis gemidos se intensificaran, sentí su cálida lengua recorrerlo a todo lo largo sin dejar de acariciarlo con su mano, entonces no pude evitar tomar su cabeza entre mis manos, ____ comprendió mi movimiento y lo próximo que sentí fue su boca absorbiendo mi erección, el grito de placer no se hizo esperar y ella continuó devorándome de una manera exquisita, acariciándome a la par, proporcionándome un mayor placer, yo no podía parar de gemir ante lo que me estaba haciendo y llegó un momento en el que ya no pude controlarme y comencé a mover mi pelvis para conseguir aún más placer, de pronto sentí que estaba a punto de llegar y se lo hice saber a ella que retiró su cara y siguió acariciándome hasta que terminé.
– Te amo Logan – exclamó y me besó en los labios.
– Yo también te amo, no tenías que haber hecho esto.
– Sí tenía, sé que no me engañarías, pero tampoco debo orillarte a hacerlo.
– Ilusa, ya te dije que mi cuerpo no responde a otras.
– No debo tentar a la suerte, te quiero sólo para mí.
– Ya me tienes.
– Y debo de dar gracias y cuidarte, voy a lavarme las manos.
Esa noche me quede a dormir de nuevo con ella, el domingo no salimos, la ayudé a recoger el departamento mientras ella lavaba la ropa, comimos sándwiches y por la tarde le conté más de mi historia, se sorprendió de la solidaridad de Julieta y se avergonzó por pensar mal de ella, la emoción la embargó cuando me escuchó decir lo de la diferencia entre el sexo y hacer el amor así que me besó apasionadamente.
Esa noche sí me fui a mi departamento porque al día siguiente tenía una junta muy temprano, pero no pude dormir bien porque la garganta me empezó a arder, la lluvia hizo estragos en mí y me dio una fuerte gripa, ____ me estuvo cuidando y también cayó enferma, esos días terminé de contarle mi historia, al fin ya lo sabía todo, se habían acabado las mentiras y lo único que restaba era seguir viviendo el día a día juntos.
Finalmente ambos estábamos sanos, así que prepararía algo muy especial para pasar la noche después de tantos días de abstinencia, sólo esperaba que ella tuviera las suficientes fuerzas para aguantarme el ritmo.
Abrí la puerta del departamento y me topé con Julieta, quien de inmediato se rió al verme con el delantal puesto, yo la miré serio y cambió su expresión, me dio un beso en la mejilla y entró.
– Que rico huele, ¿qué preparas? – preguntó mientras cerraba la puerta.
– Ravioles entre otras cosas – dije serio.
– ¿Para qué quieres tantas rosas? – inquirió al mirar los cinco enormes ramos que estaban sobre la mesa – ah ya sé, ____, ¿aún no te perdona?
– Si no te hubieras desaparecido tanto tiempo ya sabrías esa respuesta – respondí caminando a la cocina.
– Uy, discúlpame por tener una vida, que humorcito, todavía te tiene a dieta, ¿verdad?
– ¿Hasta cuándo pensabas decirme que tu estás saliendo es Brandon? – pregunté ignorando su comentario.
– ¿Cómo sabes eso? – exclamó extrañada.
– Porque hace varios días los vimos en el cine, pero estaban tan acaramelados que ni cuenta se dieron que ____ y yo estábamos ahí.
– Esto era lo que quería evitar, tus reclamos, quería que estuvieras listo para comprender la situación.
– ¿Comprender?, ¿de casualidad sabes que engañaba a _____ con una de sus supuestas mejores amigas?
– Sí lo sé, él mismo me lo contó, pero eso no tiene nada que ver conmigo, su relación con _____ ya había caído en la monotonía, tan es así que ella también tenía otra persona, ¿no es así?
– No es lo mismo Julieta, yo no era su mejor amigo, ni el engaño fue tan prologando y si las cosas se dieron conmigo y _____ fue por el descuido de él.
– Pero eras su cliente y te fingiste su amigo sólo para bajarle a la novia, ¿por qué tú a ella sí la justificas?, ¿ella no lo descuido también?, sabes muy bien que una relación es de dos, no toda la responsabilidad fue de él.
– Puede ser, pero él fue quien empezó con la infidelidad.
– ¿Y por qué tú sí puedes pasar por alto que ____ haya sido infiel y yo no puedo hacer lo mismo con él?
– Ya te dije que fueron otras las circunstancias.
– ¿Cuáles otras Logan?, estaban dentro de la misma relación y tuvieron los mismos motivos para hacerlo, la única diferencia fue la forma en que se dieron las infidelidades y por favor, no me hagas decirte algo de lo que después me arrepienta.
– Vaya que te tiene loquita, lo defiendes más que a tu hermano.
– ¿Y tú no estás loco por ____?, no seas injusto Logan, yo tengo el mismo derecho que tú de salir con quien me sienta a gusto y me haga reír y me complemente, no podemos juzgar a las personas por su pasado, todos nos quedaríamos solos al final, como dicen, quien esté libre de pecado que tire la primera piedra.
– Está bien, haz lo que quieras con tu vida.
– Sólo te voy a decir una cosa Logan, todos tenemos derecho a equivocarnos, de los errores es de donde se aprende, así que todos merecemos una segunda oportunidad, ojala lo entiendas, luego nos vemos.
Julieta salió de la cocina y me quedé pensando en sus palabras, tenía razón, pero me preocupaba el hecho de que la hicieran sufrir una vez más, su vida amorosa no había sido la más optima y deseaba que al fin encontrara a alguien que la valorara y la hiciera feliz, como se lo merecía, sólo esperaba que otra vez no se equivocara.
Hice los últimos preparativos en el departamento y después salí para ir por ____ al suyo. La vi salir de su edificio y sonreí, no hacía tanto frío para que se hubiera puesto un abrigo. Subió al auto y me besó en los labios, me sonrió coqueta y se acomodó en su asiento, arranqué y de pronto puso su mano sobre mi pierna y la fue subiendo lentamente hasta posarla sobre mi miembro que empezó a frotar encima del pantalón.
– ____, ¿qué estás haciendo? – pregunté sorprendido y a la vez fascinado.
– Ya no puedo esperar más Logan, te necesito demasiado – respondió mordiéndose el labio – esta vez no traigo pantalón – agregó lamiéndose los labios y pasando sus dedos entre el abrigo para desabrochar el primer botón.
– Estás insinuando que… – dije mientras sentía como mi miembro se endurecía.
Me respondió con una sonrisa sensual en tanto tomaba mi mano de la palanca de velocidades para ponerla sobre su pierna, la fui subiendo haciendo a un lado el abrigo y entonces me di cuenta que era lo único que traía puesto encima de la ropa interior, definitivamente esa era la actitud que adoraba de ella. Desabrochó otro botón y me dejó ver el nacimiento de sus senos, estaba tentándome demasiado, no lograríamos llegar a mi departamento si seguía así. Un semáforo se puso en rojo y se acercó a mí.
– Logan hazme el amor ahora, no soporto más tiempo sin sentirte dentro – susurró en mi oreja después de lamerla y me enloqueció por completo.
Di una vuelta vertiginosa que hizo rechinar las llantas y ella se rió, manejé unas cuadras hasta que encontré mi objetivo, un callejón oscuro, de inmediato me estacioné ahí y apagué el auto. Hice el asiento hasta atrás y _____ se sentó sobre mí con sus piernas a mis costados, nos besamos con urgencia, nuestras lenguas parecían estar en una batalla campal mientras ____ se desabrochaba el abrigo por completo, con la mirada comprobé lo que mi mano había notado, únicamente traía un sensual conjunto de ropa interior, era de encaje color negro que enmarcaba de forma magistral su figura. Me sonrió, llevó sus manos a los lados de su tanga, hizo un movimiento y ésta se abrió dejándome ver la entrada de su paraíso.
– Esta vez sí vine preparada – musitó lengüeteando el lóbulo de mi oreja.
– Eso veo, me fascina que seas así de traviesa.
– Tú lo provocas.
Presurosa me desabrochó el pantalón mientras yo hacía lo mismo con su sostén para comerme sus pezones endurecidos. Puso una de sus manos sobre mi miembro y lo dirigió a la entrada de su centro y sin decir más se lo devoró en un solo movimiento en tanto emitió un gritito al sentir como la llenaba, comenzó a moverse en círculos de manera suprema y me mordía los labios, yo tenía mis manos sobre sus nalgas y se las apretaba, me ofreció su cuello y se lo succioné al tiempo que empezó a subir y bajar provocando un exquisito roce de mi miembro y su muy húmeda cavidad.
– Te extrañé tanto ____ – exclamé con la voz entrecortada.
– Yo también a ti, no tienes idea de cuánto deseaba este momento – aseguró lamiéndome los labios.
– No creo que más que yo – aclaré mordiéndole el labio inferior.
Aceleró sus movimientos, apoyando sus manos en el respaldo, a los lados de mi cabeza, los vidrios estaban completamente empañados y nuestros gemidos inundaban el ambiente, nos besamos casi con furia mientras ella incrementaba más la velocidad hasta que segundos después ambos llegamos al orgasmo. Se quedó quieta, con su frente pegada a la mía, sus ojos brillaban llorosos por el placer y puso sus manos sobre mis mejillas.
– Te amo tanto Logan Henderson, gracias por este momento, ha sido maravilloso.
– Yo también te amo y las gracias te las doy yo a ti por hacerme tan feliz.
Invitado
Invitado
Re: Ardiente Tentación -ADAPTADA- Terminada
Capitulo 75
Me sonrió sobre mis labios y luego me besó apasionadamente, yo la abracé atrayéndola más hacia mí, si acaso eso era posible mientras acariciaba la tersa piel de su espalda. Rompimos el beso para tomar aire y después se pasó al asiento del copiloto, nos ordenamos las ropas y después encendí al auto y me puse en marcha rumbo a mi departamento, la noche apenas estaba empezando.
Me estacioné en mi lugar acostumbrado y luego la ayudé a bajar, entrelazamos las manos y caminamos hacia el ascensor, un par de ancianos también lo estaban esperando y nos saludaron. Subimos los cuatro y ellos bajaron en el segundo piso, mi departamento está en el noveno así que ____ y yo seguíamos subiendo, nuestras miradas se cruzaron un instante y eso bastó para que ambos levantáramos la mano al mismo tiempo y apretáramos el botón para detener el elevador.
Nos besamos desesperadamente en tanto nuestras manos se deshacían de nuestras prendas, el abrigo cayó al suelo igual que mi camisa, seguidos por mi pantalón y mi bóxer. ____ lamía mi torso al tiempo que deslizaba su mano a lo largo de mi dureza, yo terminé de desnudarla y llevé dos de mi dedos a su intimidad, ella me mordió un pezón al sentir como la invadían, con su lengua fue subiendo hasta llegar a mi cuello que mordisqueó, yo la tomé de las nalgas y ella me rodeó con sus piernas, entré en su centro y comencé a moverme presurosamente en tanto ella se aferraba a mi espalda y susurraba mi nombre acompañado de suaves gemidos que aumentaban de volumen a medida que yo incrementaba la velocidad de mis embestidas. Entrelacé mis manos a las de ella y las puse a los costados de su cabeza, sobre la esquina en la que nos encontrábamos, me moví con urgencia, estábamos a punto de llegar y cuando yo lo hice no pude contener el impulso y mordí el hombro de ____ que gritó.
– Perdóname, no quise lastimarte – exclamé avergonzado aún con la voz retorcida.
– Tranquilo, no me has lastimado – aseguró absorbiendo mi labio inferior en su boca.
– Me vuelves loco.
– Tú me tienes loca desde el primer instante que te vi, te amo.
– Yo también te amo.
Nos besamos y después nos vestimos, terminamos de subir los pisos que nos faltaban y finalmente llegamos a mi departamento, ____ se quedó boquiabierta al ver el camino de pétalos de rosa, lo siguió y llegó hasta el jacuzzi de mi habitación, que estaba rodeado de velas que fui encendiendo poco a poco, cuando terminé abrí la llave del agua para que se llenara, me acerqué a ella y la abracé.
–Logan, todo esto es tan hermoso – exclamó emocionada rodeándome por el cuello con sus manos.
– Quería que esta noche fuera muy especial, diferente.
– Contigo todas las noches son especiales y diferentes.
– Tendré que seguir esforzándome.
Le di un corto beso en los labios y después tomé el recipiente que tenía pétalos y los eché sobre el jacuzzi, luego vacié un poco de jabón y por último destapé el champagne y lo serví en dos copas, le ofrecí una y le di otro beso.
– Por nosotros, que nunca se nos termine el amor ni la pasión – dije chocando su copa.
– Que estemos juntos toda la vida y más allá de ella, te amo.
– Te amo corazón.
Nos bebimos el líquido y después nos besamos apasionadamente, me separé para cerrar la llave y al girarme _____ ya estaba completamente desnuda, me maravillé mirándola y vi una vez más el parche anticonceptivo que empezó a usar después de aquella vez que pensó estar embarazada, mi niña aún no estaba lista para ser mamá, pensaba que aún era muy joven para eso, luego de contarme la historia de sus padres entendí que lo que en realidad tiene es miedo de serlo y de fallar, ya le demostraré yo con el tiempo que será una labor que no hará sola, yo la ayudaré y juntos seremos los mejores padres, como lo han sido los míos.
– ¿En qué piensas? – preguntó caminando sensualmente hacia mí.
– En todo lo que te amo… y lo que te amaré más cuando el fruto de nuestro amor empiece a crecer dentro de ti – respondí acariciándole su abdomen.
– ¿De verdad quieres un hijo?
– Sí – aseguré acariciándole la mejilla – en un futuro, cuando ambos estemos listos.
– ¿Qué te parece un par de años?
– ¿Es una promesa?
– Es un plan de vida, creo que es tiempo suficiente para consolidar nuestra relación, además quiero seguir preparándome en el ámbito profesional, pero ya hablaremos de eso más tarde – lamió mis labios – ahora disfrutemos el presente – agregó abriendo mi camisa con tal fuerza que los botones salieron volando.
Caímos rendidos sobre la cama, nos besamos y no supe en qué momento nos quedamos dormidos con nuestros cuerpos entrelazados. No sé cuánto tiempo pasó, de repente, aún dormido, empecé a sentir que mi miembro se endurecía, aunque no era la típica erección matutina, así que desperté y al abrir los ojos me di cuenta que ____ se lo estaba comiendo, una enorme sonrisa se dibujó en mi rostro, me apoyé en los antebrazos para enderezarme un poco y disfrutar de ese maravilloso espectáculo. Se dio cuenta que había despertado por mis gemidos, sonrió sobre la punta de mi miembro y después de lamerlo volvió a sumergirlo en su boca, me dejé caer sobre la cama, la deliciosa sensación recorría todo mi cuerpo.
_____ se detuvo para subir en mí, introduciéndose mi miembro en su húmeda y cálida intimidad. Se apoyó sobre mi pecho y comenzó a moverse hacia arriba y hacia abajo, tratando de mitigar el fuego que la consumía, enloqueciéndome a mí que acariciaba sus muslos. Intensificó sus movimientos, entonces la tomé y la hice girarse, quedando debajo de mí, le sonreí y la besé embistiendo en ella con fuerza, después enterré mi cabeza en su cuello e hice los últimos movimientos que nos llevaron al éxtasis total.
– Que delicioso despertar – dije sobre sus labios.
– Buenos días mi vida – respondió con una amplia sonrisa.
– Muy buenos días corazón, así ni siquiera dan ganas de levantarse de la cama.
– No tenemos que levantarnos, podemos quedarnos aquí… te recuerdo que alguna vez me dijiste que podrías tener sexo conmigo todo el día… ¿qué tal si hoy es ese día?
– ¿Estás segura de lo que estás pidiendo?
– Sí, yo también estuve en abstinencia el mismo tiempo que tú, te amo.
– Yo también te amo… mi desconocida favorita.
– Ya no somos desconocidos, no reglas entre nosotros nunca más.
– Yo diría que sí ____… sólo una – aseveré quitándole un mechón de su rostro.
– ¿Cuál? – preguntó desconcertada.
– Amarnos para toda la vida.
– Esa no es una regla, es un regalo, un placer infinito… te amo Logan Henderson, te amo con todo mi corazón y mi alma, como jamás había amado a nadie, de eso puedes estar completamente seguro.
– Tú también debes estar segura que te amo como a nadie y, si me dieran a elegir una vez más, sin ninguna duda te elegiría de nuevo y no cambiaría nada de nuestra historia, porque es única e irrepetible, te amo____, mi ____, te guste o no te guste.
Me sonrió y me besó apasionadamente. Ese era el inicio de una nueva vida juntos; sin reglas, sin mentiras, sin temores; únicamente amándonos, entregándonos el uno al otro sin pudor, sin tabúes; experimentando, creando, innovando el arte de amar; sin complejos, ni ataduras; libres para amarnos hasta el final de nuestros días, esa sería nuestra única regla de hoy en adelante, la única que seguiríamos sin romper, porque nuestro amor es inmenso, la mezcla perfecta de ternura y sensualidad, amor con sexo y sexo con amor, una verdad innegable.
Me sonrió sobre mis labios y luego me besó apasionadamente, yo la abracé atrayéndola más hacia mí, si acaso eso era posible mientras acariciaba la tersa piel de su espalda. Rompimos el beso para tomar aire y después se pasó al asiento del copiloto, nos ordenamos las ropas y después encendí al auto y me puse en marcha rumbo a mi departamento, la noche apenas estaba empezando.
Me estacioné en mi lugar acostumbrado y luego la ayudé a bajar, entrelazamos las manos y caminamos hacia el ascensor, un par de ancianos también lo estaban esperando y nos saludaron. Subimos los cuatro y ellos bajaron en el segundo piso, mi departamento está en el noveno así que ____ y yo seguíamos subiendo, nuestras miradas se cruzaron un instante y eso bastó para que ambos levantáramos la mano al mismo tiempo y apretáramos el botón para detener el elevador.
Nos besamos desesperadamente en tanto nuestras manos se deshacían de nuestras prendas, el abrigo cayó al suelo igual que mi camisa, seguidos por mi pantalón y mi bóxer. ____ lamía mi torso al tiempo que deslizaba su mano a lo largo de mi dureza, yo terminé de desnudarla y llevé dos de mi dedos a su intimidad, ella me mordió un pezón al sentir como la invadían, con su lengua fue subiendo hasta llegar a mi cuello que mordisqueó, yo la tomé de las nalgas y ella me rodeó con sus piernas, entré en su centro y comencé a moverme presurosamente en tanto ella se aferraba a mi espalda y susurraba mi nombre acompañado de suaves gemidos que aumentaban de volumen a medida que yo incrementaba la velocidad de mis embestidas. Entrelacé mis manos a las de ella y las puse a los costados de su cabeza, sobre la esquina en la que nos encontrábamos, me moví con urgencia, estábamos a punto de llegar y cuando yo lo hice no pude contener el impulso y mordí el hombro de ____ que gritó.
– Perdóname, no quise lastimarte – exclamé avergonzado aún con la voz retorcida.
– Tranquilo, no me has lastimado – aseguró absorbiendo mi labio inferior en su boca.
– Me vuelves loco.
– Tú me tienes loca desde el primer instante que te vi, te amo.
– Yo también te amo.
Nos besamos y después nos vestimos, terminamos de subir los pisos que nos faltaban y finalmente llegamos a mi departamento, ____ se quedó boquiabierta al ver el camino de pétalos de rosa, lo siguió y llegó hasta el jacuzzi de mi habitación, que estaba rodeado de velas que fui encendiendo poco a poco, cuando terminé abrí la llave del agua para que se llenara, me acerqué a ella y la abracé.
–Logan, todo esto es tan hermoso – exclamó emocionada rodeándome por el cuello con sus manos.
– Quería que esta noche fuera muy especial, diferente.
– Contigo todas las noches son especiales y diferentes.
– Tendré que seguir esforzándome.
Le di un corto beso en los labios y después tomé el recipiente que tenía pétalos y los eché sobre el jacuzzi, luego vacié un poco de jabón y por último destapé el champagne y lo serví en dos copas, le ofrecí una y le di otro beso.
– Por nosotros, que nunca se nos termine el amor ni la pasión – dije chocando su copa.
– Que estemos juntos toda la vida y más allá de ella, te amo.
– Te amo corazón.
Nos bebimos el líquido y después nos besamos apasionadamente, me separé para cerrar la llave y al girarme _____ ya estaba completamente desnuda, me maravillé mirándola y vi una vez más el parche anticonceptivo que empezó a usar después de aquella vez que pensó estar embarazada, mi niña aún no estaba lista para ser mamá, pensaba que aún era muy joven para eso, luego de contarme la historia de sus padres entendí que lo que en realidad tiene es miedo de serlo y de fallar, ya le demostraré yo con el tiempo que será una labor que no hará sola, yo la ayudaré y juntos seremos los mejores padres, como lo han sido los míos.
– ¿En qué piensas? – preguntó caminando sensualmente hacia mí.
– En todo lo que te amo… y lo que te amaré más cuando el fruto de nuestro amor empiece a crecer dentro de ti – respondí acariciándole su abdomen.
– ¿De verdad quieres un hijo?
– Sí – aseguré acariciándole la mejilla – en un futuro, cuando ambos estemos listos.
– ¿Qué te parece un par de años?
– ¿Es una promesa?
– Es un plan de vida, creo que es tiempo suficiente para consolidar nuestra relación, además quiero seguir preparándome en el ámbito profesional, pero ya hablaremos de eso más tarde – lamió mis labios – ahora disfrutemos el presente – agregó abriendo mi camisa con tal fuerza que los botones salieron volando.
Caímos rendidos sobre la cama, nos besamos y no supe en qué momento nos quedamos dormidos con nuestros cuerpos entrelazados. No sé cuánto tiempo pasó, de repente, aún dormido, empecé a sentir que mi miembro se endurecía, aunque no era la típica erección matutina, así que desperté y al abrir los ojos me di cuenta que ____ se lo estaba comiendo, una enorme sonrisa se dibujó en mi rostro, me apoyé en los antebrazos para enderezarme un poco y disfrutar de ese maravilloso espectáculo. Se dio cuenta que había despertado por mis gemidos, sonrió sobre la punta de mi miembro y después de lamerlo volvió a sumergirlo en su boca, me dejé caer sobre la cama, la deliciosa sensación recorría todo mi cuerpo.
_____ se detuvo para subir en mí, introduciéndose mi miembro en su húmeda y cálida intimidad. Se apoyó sobre mi pecho y comenzó a moverse hacia arriba y hacia abajo, tratando de mitigar el fuego que la consumía, enloqueciéndome a mí que acariciaba sus muslos. Intensificó sus movimientos, entonces la tomé y la hice girarse, quedando debajo de mí, le sonreí y la besé embistiendo en ella con fuerza, después enterré mi cabeza en su cuello e hice los últimos movimientos que nos llevaron al éxtasis total.
– Que delicioso despertar – dije sobre sus labios.
– Buenos días mi vida – respondió con una amplia sonrisa.
– Muy buenos días corazón, así ni siquiera dan ganas de levantarse de la cama.
– No tenemos que levantarnos, podemos quedarnos aquí… te recuerdo que alguna vez me dijiste que podrías tener sexo conmigo todo el día… ¿qué tal si hoy es ese día?
– ¿Estás segura de lo que estás pidiendo?
– Sí, yo también estuve en abstinencia el mismo tiempo que tú, te amo.
– Yo también te amo… mi desconocida favorita.
– Ya no somos desconocidos, no reglas entre nosotros nunca más.
– Yo diría que sí ____… sólo una – aseveré quitándole un mechón de su rostro.
– ¿Cuál? – preguntó desconcertada.
– Amarnos para toda la vida.
– Esa no es una regla, es un regalo, un placer infinito… te amo Logan Henderson, te amo con todo mi corazón y mi alma, como jamás había amado a nadie, de eso puedes estar completamente seguro.
– Tú también debes estar segura que te amo como a nadie y, si me dieran a elegir una vez más, sin ninguna duda te elegiría de nuevo y no cambiaría nada de nuestra historia, porque es única e irrepetible, te amo____, mi ____, te guste o no te guste.
Me sonrió y me besó apasionadamente. Ese era el inicio de una nueva vida juntos; sin reglas, sin mentiras, sin temores; únicamente amándonos, entregándonos el uno al otro sin pudor, sin tabúes; experimentando, creando, innovando el arte de amar; sin complejos, ni ataduras; libres para amarnos hasta el final de nuestros días, esa sería nuestra única regla de hoy en adelante, la única que seguiríamos sin romper, porque nuestro amor es inmenso, la mezcla perfecta de ternura y sensualidad, amor con sexo y sexo con amor, una verdad innegable.
Invitado
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Re: Ardiente Tentación -ADAPTADA- Terminada
Capitulo 76
Abrí los ojos y ____ no estaba a mi lado, miré el reloj de la mesa de noche y marcaba las 8:35 de la mañana, era muy temprano para que se hubiera levantado en sábado, lo más extraño fue que no me despertó como acostumbra. Estaba a punto de levantarme cuando escuché que abría la puerta de la habitación y me hice el dormido. Sentí que se sentó a mi lado y acarició mi frente, después me dio un suave beso en los labios.
– Feliz cumpleaños, mi amor, el desayuno está listo – susurró en mi oído.
– ¿Te levantaste temprano sólo para prepararme el desayunó? – pregunté abriendo los ojos finalmente.
– Claro, es tu cumpleaños y me toca consentirte – respondió acariciando mi nariz con la suya.
– ¿Y qué preparaste?
– Jugo, fruta y pan cakes.
– Rico, pero a mí se me antoja otra cosa – dije acariciándole la mejilla.
– ¿Ah sí?, ¿puedo saber que se te antoja?
– Algo más jugoso, dulce y delicioso – respondí tomándola de la cintura para subirla en mí y después me di una vuelta para quedar encima de ella – tú te me antojas.
– Eres un goloso, ¿lo sabes? – exclamó con una risita.
– Sí y tú eres mi golosina favorita.
Nos besamos apasionadamente mientras mis manos acariciaban sus senos por encima del pequeño camisón que traía puesto y frotaba mi sexo contra el suyo, deslicé mi boca por su mentón y luego me comí su cuello, deleitándome con su sabor y sus gemidos. Sentí como sus manos bajaban mi bóxer y yo hice lo mismo con su bikini. Froté su triángulo con mi miembro en tanto subía el camisón para disfrutar de sus senos, ____ se levantó para quitárselo y después me acarició la espalda al tiempo que nos besábamos nuevamente.
Entré en ella y se arqueó al sentirme, enterró sus uñas en mi espalda y yo lancé un quejido al sentirlas, comencé a moverme lentamente en tanto la miraba, ella me sonrió y acarició mis mejillas, enmarañó mi cabello y yo sonreí siguiendo con mis embestidas, sus manos bajaron a mis nalgas para impulsarme a profundizar más.
– Te amo Logan– exclamó entre gemidos.
– Yo te amo a ti ____– respondí con la voz entre cortada.
– Sigue amándome Logan… así… como me gusta.
– ¿De verdad te gusta, ____?
– Me encanta … hazme tuya… no pares.
– Eres mía… sólo mía, ____– aseguré sobre sus labios.
– Sí, sólo tuya… más Logan, más.
Aceleré la velocidad de mis movimientos, nos besamos una vez más, sincronizando los movimientos de nuestras lenguas y nuestros sexos, segundos después rompimos el beso y ____hizo su cabeza hacia atrás, apretaba los músculos de su centro generando un roce más supremo con mi miembro, gemíamos sin parar, puse mi frente sobre la suya y me moví más rápido en tanto ella seguía empujando mis nalgas y gritamos al mismo tiempo a causa de alcanzar el orgasmo juntos.
Me dejé caer sobre su cuerpo, mientras nuestras respiraciones volvían a su ritmo, ella me acarició la cabeza y después me enderecé ligeramente para probar sus labios una vez más, luego de unos minutos nos separamos para tomar aire y finalmente salí de ella y me acosté a su lado. Tomó la charola que había dejado en la mesa de noche y yo me cubrí con la colcha para que la pusiera encima.
– ¡Feliz Cumpleaños! – exclamó de nuevo.
– El más feliz de todos, porque te tengo a ti, eres mi mejor regalo.
– Tú también lo fuiste para mí el año pasado, por cierto, ¿cómo festejaste el tuyo hace un año?
– Comí con mi familia y en la noche salí con Julieta y unos amigos a un bar.
– Esa noche… ¿no estuviste libre? – preguntó tomando un trozo de piña.
– No, los cumpleaños son para pasarlos con las personas queridas.
– Hay algunas excepciones, el mío lo pasé con un desconocido y después se convirtió en la persona más amada.
–____, júrame que nunca olvidarás la noche en que nos conocimos.
– Te lo juro, aunque no es necesario, la recuerdo constantemente, esa y todas las noches que hemos compartido juntos.
– ¿Tienes alguna favorita? – cuestioné curioso.
– Sí, varias, la de la playa encabeza la lista – respondió muy segura.
– ¿Y puedo saber cuáles son las demás?
– Cuando comimos en el hotel, aún siendo desconocidos, la primera vez que te quedaste en mi departamento y cuando yo me quedé en el tuyo después de nuestro período de celibato, ¿y cuáles son tus favoritas?
– Coincidimos casi en todas, yo agregaría la de Las Vegas, en la cocina y la noche que llovió, la primera que me quede a dormir contigo, aunque tú no te hayas dado cuenta.
De pronto mi movil sonó y ____me lo pasó, era un mensaje de Julieta que enseguida leí.
– ¿Por qué pones esa cara cariño? – preguntó ___ mirándome.
–Julieta me felicita y me avisa que está en Oregón con… su novio.
–Logan, ya supéralo, Brandon la adora y ella a él, ¿no te da gusto que tu amiga sea feliz?
– Sí, pero…
– No hay peros que valgan Logan, si yo no le guardo rencor, tú tampoco debes hacerlo, él es un buen hombre, al menos trabaja y no es un vividor bisexual que la está utilizando, la ama de verdad.
– Tienes razón, además es mi cumpleaños y no debo amargarme por eso
____ me movió la cabeza. Seguimos desayunando y después nos bañamos juntos, nos vestimos y pasamos el día en un parque de diversiones. Recibí llamadas de toda mi familia felicitándome, mis padres se encontraban en una isla en Brasil, Presley y Dylan estaban en París en una convención sobre moda, Jaxon y Diana estaban en Miami, ya que ella debía reposar porque le faltaba como un mes para dar a luz, así que la única persona que estaba conmigo era mi ____, no necesitaba a nadie más, aunque la verdad sí echaba de menos a mi familia, sería el primer cumpleaños alejado de ellos.
Regresamos a mi departamento cuando empezaba a anochecer, me dijo que me cambiara porque iríamos a cenar a un restaurante. Cuando estuve listo me pidió irnos en su coche, yo la había enseñado a manejar y acababa de comprarse un Toyota. Me sorprendió que llegáramos a su departamento y me argumentó que ahí tenía mi regalo, así que bajamos del auto y subimos por el ascensor. En cuanto entramos y encendió la luz se escucharon varias voces que gritaron Feliz Cumpleaños y me quedé sorprendido al ver ahí a toda mi familia y a Julieta, entre otros amigos de la universidad y de mi trabajo, volteé a ver a ____ y me abrazó entusiasmada, al oído me susurró sorpresa.
Después me fueron abrazando uno por uno, mi madre, mi padre, Presley, Jaxon, Dylan, Diana con todo y gemelos aún en su vientre, Julieta y hasta Brandon, tal vez mi cumpleaños era la fecha ideal para dejar rencores atrás, debía aceptar que jamás había visto a mi mejor amiga tan contenta y realizada, al parecer él había aprendido de sus errores y mientras la hiciera feliz, yo debía estarlo por ella.
Ese había sido uno de los mejores cumpleaños de mi vida, el primero al lado de mi _____, quien me había sorprendido con una fiesta que jamás imaginé.
Narra _____
Meses después
Eran 11:55 de la noche, estaba sentada en el banquillo pegado a la ventana viendo caer la lluvia, no podía evitar recordar aquella tarde que Logan y yo danzamos debajo de ella, él ahora no estaba conmigo, tenía una semana en Londres supervisando los últimos detalles para la inauguración del nuevo hotel. Este departamento no es lo mismo sin él, sin nuestros juegos, nuestras pláticas o simplemente estando abrazados sin decir nada, mi corazón se oprime al pensar que estuve a punto de perderlo por mis inseguridades, afortunadamente todo se resolvió y ahora somos los más felices.
Estos meses a su lado han sido maravillosos, a veces tenemos nuestras diferencias y discutimos, no todo es miel sobre hojuelas, pero siempre las reconciliaciones son lo mejor, no podemos estar mucho tiempo enojados, hemos aprendido lo que le molesta al uno del otro y tratamos de evitarlo, aunque claro, no hay parejas perfectas.
Han pasado varios acontecimientos en estos meses, Julieta y Brandon ya son novios, los dos están muy enamorados y eso me da mucho gusto, como también el haber podido conservar la amistad de él, ya hasta me ha hablado de sus planes de boda con ella, sin duda ha crecido como ser humano. Finalmente Logan ha aprendido a sobre llevarlo, sigue sin ser su persona favorita, pero al menos podemos salir los cuatro y se siente un ambiente agradable, se ha dado cuenta que su amor por Julieta es auténtico y que ella es sumamente feliz a su lado. Ella y yo nos hemos convertido en grandes amigas y salimos juntas de compras o a tomar café.
Mi queridísimo cuñado Jaxon ya es papá de dos hermosos gemelos, una niña que llamaron simplemente Angie y un niño que lleva por nombre Jose, así que Diana se alejó del modelaje para dedicarse a ellos, jamás imaginé que tomara esa decisión, pero ella misma me dijo que lo que más había anhelado en el mundo era ser madre y ahora que al fin se había cumplido ese sueño, lo sería de tiempo completo.
El sonido del movil me sacó de mis pensamientos, miré el reloj y justo era medianoche, ¿quién podría llamarme a esa hora?, sonreí feliz al darme cuenta que era Logan, pero, ¿qué hacía despierto tan temprano?, en Londres eran las cinco de la mañana.
– Hola mi amor – respondí sonriente.
– ¡Feliz cumpleaños corazón! No pensaste que se me olvidaría, ¿verdad?
– No, pero tampoco esperaba que me felicitarás tan temprano.
– Quería ser el primero, te amo y te deseo lo mejor del mundo.
– Ya lo tengo, justo hace un año lo encontré.
– Ah, ¿sí? – preguntó fingiendo una voz de sorprendido.
– Sí, fue el mejor regalo de cumpleaños que había recibido hasta ese momento.
– Uy, creo que tengo problemas entonces, para superarlo.
– No tienes nada que superar, el que estés conmigo es más que suficiente, aunque ahorita te encuentres en Londres.
– Sabes muy bien que a mi regreso festejaremos en grande, así que ve tomando vitaminas, mi vida.
– Claro, es lo que hago desde que me diste tu tip.
– Tengo que colgar cariño, feliz cumpleaños y te veo después, recuerda que te amo.
– Gracias por la felicitación, yo también te amo y mucho, te mando miles de besos.
– Yo te mando millones.
Me dormí abrazada a Tony, el oso que me regaló, era lo que siempre hacía cuando Logan no estaba conmigo, de esa manera lo sentía junto a mí. Me levanté después que sonó el despertador y me metí al baño, me miré al espejo después de terminar de bañarme, quité el vapor con la mano y sonreí ante mi reflejo, mi vida había cambiado significativamente el último año, tenía un hombre maravilloso a mi lado, prácticamente vivíamos juntos, me habían promovido en mi trabajo y estaba estudiando una maestría, me quedaba poco tiempo libre y lo disfrutaba al máximo con Logan, aunque al parecer mi mala suerte no había terminado del todo porque este cumpleaños volvería a pasarlo sola, quizá llamaría a Victoria para que cenáramos juntas.
Al salir del baño me quedé boquiabierta….
Abrí los ojos y ____ no estaba a mi lado, miré el reloj de la mesa de noche y marcaba las 8:35 de la mañana, era muy temprano para que se hubiera levantado en sábado, lo más extraño fue que no me despertó como acostumbra. Estaba a punto de levantarme cuando escuché que abría la puerta de la habitación y me hice el dormido. Sentí que se sentó a mi lado y acarició mi frente, después me dio un suave beso en los labios.
– Feliz cumpleaños, mi amor, el desayuno está listo – susurró en mi oído.
– ¿Te levantaste temprano sólo para prepararme el desayunó? – pregunté abriendo los ojos finalmente.
– Claro, es tu cumpleaños y me toca consentirte – respondió acariciando mi nariz con la suya.
– ¿Y qué preparaste?
– Jugo, fruta y pan cakes.
– Rico, pero a mí se me antoja otra cosa – dije acariciándole la mejilla.
– ¿Ah sí?, ¿puedo saber que se te antoja?
– Algo más jugoso, dulce y delicioso – respondí tomándola de la cintura para subirla en mí y después me di una vuelta para quedar encima de ella – tú te me antojas.
– Eres un goloso, ¿lo sabes? – exclamó con una risita.
– Sí y tú eres mi golosina favorita.
Nos besamos apasionadamente mientras mis manos acariciaban sus senos por encima del pequeño camisón que traía puesto y frotaba mi sexo contra el suyo, deslicé mi boca por su mentón y luego me comí su cuello, deleitándome con su sabor y sus gemidos. Sentí como sus manos bajaban mi bóxer y yo hice lo mismo con su bikini. Froté su triángulo con mi miembro en tanto subía el camisón para disfrutar de sus senos, ____ se levantó para quitárselo y después me acarició la espalda al tiempo que nos besábamos nuevamente.
Entré en ella y se arqueó al sentirme, enterró sus uñas en mi espalda y yo lancé un quejido al sentirlas, comencé a moverme lentamente en tanto la miraba, ella me sonrió y acarició mis mejillas, enmarañó mi cabello y yo sonreí siguiendo con mis embestidas, sus manos bajaron a mis nalgas para impulsarme a profundizar más.
– Te amo Logan– exclamó entre gemidos.
– Yo te amo a ti ____– respondí con la voz entre cortada.
– Sigue amándome Logan… así… como me gusta.
– ¿De verdad te gusta, ____?
– Me encanta … hazme tuya… no pares.
– Eres mía… sólo mía, ____– aseguré sobre sus labios.
– Sí, sólo tuya… más Logan, más.
Aceleré la velocidad de mis movimientos, nos besamos una vez más, sincronizando los movimientos de nuestras lenguas y nuestros sexos, segundos después rompimos el beso y ____hizo su cabeza hacia atrás, apretaba los músculos de su centro generando un roce más supremo con mi miembro, gemíamos sin parar, puse mi frente sobre la suya y me moví más rápido en tanto ella seguía empujando mis nalgas y gritamos al mismo tiempo a causa de alcanzar el orgasmo juntos.
Me dejé caer sobre su cuerpo, mientras nuestras respiraciones volvían a su ritmo, ella me acarició la cabeza y después me enderecé ligeramente para probar sus labios una vez más, luego de unos minutos nos separamos para tomar aire y finalmente salí de ella y me acosté a su lado. Tomó la charola que había dejado en la mesa de noche y yo me cubrí con la colcha para que la pusiera encima.
– ¡Feliz Cumpleaños! – exclamó de nuevo.
– El más feliz de todos, porque te tengo a ti, eres mi mejor regalo.
– Tú también lo fuiste para mí el año pasado, por cierto, ¿cómo festejaste el tuyo hace un año?
– Comí con mi familia y en la noche salí con Julieta y unos amigos a un bar.
– Esa noche… ¿no estuviste libre? – preguntó tomando un trozo de piña.
– No, los cumpleaños son para pasarlos con las personas queridas.
– Hay algunas excepciones, el mío lo pasé con un desconocido y después se convirtió en la persona más amada.
–____, júrame que nunca olvidarás la noche en que nos conocimos.
– Te lo juro, aunque no es necesario, la recuerdo constantemente, esa y todas las noches que hemos compartido juntos.
– ¿Tienes alguna favorita? – cuestioné curioso.
– Sí, varias, la de la playa encabeza la lista – respondió muy segura.
– ¿Y puedo saber cuáles son las demás?
– Cuando comimos en el hotel, aún siendo desconocidos, la primera vez que te quedaste en mi departamento y cuando yo me quedé en el tuyo después de nuestro período de celibato, ¿y cuáles son tus favoritas?
– Coincidimos casi en todas, yo agregaría la de Las Vegas, en la cocina y la noche que llovió, la primera que me quede a dormir contigo, aunque tú no te hayas dado cuenta.
De pronto mi movil sonó y ____me lo pasó, era un mensaje de Julieta que enseguida leí.
– ¿Por qué pones esa cara cariño? – preguntó ___ mirándome.
–Julieta me felicita y me avisa que está en Oregón con… su novio.
–Logan, ya supéralo, Brandon la adora y ella a él, ¿no te da gusto que tu amiga sea feliz?
– Sí, pero…
– No hay peros que valgan Logan, si yo no le guardo rencor, tú tampoco debes hacerlo, él es un buen hombre, al menos trabaja y no es un vividor bisexual que la está utilizando, la ama de verdad.
– Tienes razón, además es mi cumpleaños y no debo amargarme por eso
____ me movió la cabeza. Seguimos desayunando y después nos bañamos juntos, nos vestimos y pasamos el día en un parque de diversiones. Recibí llamadas de toda mi familia felicitándome, mis padres se encontraban en una isla en Brasil, Presley y Dylan estaban en París en una convención sobre moda, Jaxon y Diana estaban en Miami, ya que ella debía reposar porque le faltaba como un mes para dar a luz, así que la única persona que estaba conmigo era mi ____, no necesitaba a nadie más, aunque la verdad sí echaba de menos a mi familia, sería el primer cumpleaños alejado de ellos.
Regresamos a mi departamento cuando empezaba a anochecer, me dijo que me cambiara porque iríamos a cenar a un restaurante. Cuando estuve listo me pidió irnos en su coche, yo la había enseñado a manejar y acababa de comprarse un Toyota. Me sorprendió que llegáramos a su departamento y me argumentó que ahí tenía mi regalo, así que bajamos del auto y subimos por el ascensor. En cuanto entramos y encendió la luz se escucharon varias voces que gritaron Feliz Cumpleaños y me quedé sorprendido al ver ahí a toda mi familia y a Julieta, entre otros amigos de la universidad y de mi trabajo, volteé a ver a ____ y me abrazó entusiasmada, al oído me susurró sorpresa.
Después me fueron abrazando uno por uno, mi madre, mi padre, Presley, Jaxon, Dylan, Diana con todo y gemelos aún en su vientre, Julieta y hasta Brandon, tal vez mi cumpleaños era la fecha ideal para dejar rencores atrás, debía aceptar que jamás había visto a mi mejor amiga tan contenta y realizada, al parecer él había aprendido de sus errores y mientras la hiciera feliz, yo debía estarlo por ella.
Ese había sido uno de los mejores cumpleaños de mi vida, el primero al lado de mi _____, quien me había sorprendido con una fiesta que jamás imaginé.
Narra _____
Meses después
Eran 11:55 de la noche, estaba sentada en el banquillo pegado a la ventana viendo caer la lluvia, no podía evitar recordar aquella tarde que Logan y yo danzamos debajo de ella, él ahora no estaba conmigo, tenía una semana en Londres supervisando los últimos detalles para la inauguración del nuevo hotel. Este departamento no es lo mismo sin él, sin nuestros juegos, nuestras pláticas o simplemente estando abrazados sin decir nada, mi corazón se oprime al pensar que estuve a punto de perderlo por mis inseguridades, afortunadamente todo se resolvió y ahora somos los más felices.
Estos meses a su lado han sido maravillosos, a veces tenemos nuestras diferencias y discutimos, no todo es miel sobre hojuelas, pero siempre las reconciliaciones son lo mejor, no podemos estar mucho tiempo enojados, hemos aprendido lo que le molesta al uno del otro y tratamos de evitarlo, aunque claro, no hay parejas perfectas.
Han pasado varios acontecimientos en estos meses, Julieta y Brandon ya son novios, los dos están muy enamorados y eso me da mucho gusto, como también el haber podido conservar la amistad de él, ya hasta me ha hablado de sus planes de boda con ella, sin duda ha crecido como ser humano. Finalmente Logan ha aprendido a sobre llevarlo, sigue sin ser su persona favorita, pero al menos podemos salir los cuatro y se siente un ambiente agradable, se ha dado cuenta que su amor por Julieta es auténtico y que ella es sumamente feliz a su lado. Ella y yo nos hemos convertido en grandes amigas y salimos juntas de compras o a tomar café.
Mi queridísimo cuñado Jaxon ya es papá de dos hermosos gemelos, una niña que llamaron simplemente Angie y un niño que lleva por nombre Jose, así que Diana se alejó del modelaje para dedicarse a ellos, jamás imaginé que tomara esa decisión, pero ella misma me dijo que lo que más había anhelado en el mundo era ser madre y ahora que al fin se había cumplido ese sueño, lo sería de tiempo completo.
El sonido del movil me sacó de mis pensamientos, miré el reloj y justo era medianoche, ¿quién podría llamarme a esa hora?, sonreí feliz al darme cuenta que era Logan, pero, ¿qué hacía despierto tan temprano?, en Londres eran las cinco de la mañana.
– Hola mi amor – respondí sonriente.
– ¡Feliz cumpleaños corazón! No pensaste que se me olvidaría, ¿verdad?
– No, pero tampoco esperaba que me felicitarás tan temprano.
– Quería ser el primero, te amo y te deseo lo mejor del mundo.
– Ya lo tengo, justo hace un año lo encontré.
– Ah, ¿sí? – preguntó fingiendo una voz de sorprendido.
– Sí, fue el mejor regalo de cumpleaños que había recibido hasta ese momento.
– Uy, creo que tengo problemas entonces, para superarlo.
– No tienes nada que superar, el que estés conmigo es más que suficiente, aunque ahorita te encuentres en Londres.
– Sabes muy bien que a mi regreso festejaremos en grande, así que ve tomando vitaminas, mi vida.
– Claro, es lo que hago desde que me diste tu tip.
– Tengo que colgar cariño, feliz cumpleaños y te veo después, recuerda que te amo.
– Gracias por la felicitación, yo también te amo y mucho, te mando miles de besos.
– Yo te mando millones.
Me dormí abrazada a Tony, el oso que me regaló, era lo que siempre hacía cuando Logan no estaba conmigo, de esa manera lo sentía junto a mí. Me levanté después que sonó el despertador y me metí al baño, me miré al espejo después de terminar de bañarme, quité el vapor con la mano y sonreí ante mi reflejo, mi vida había cambiado significativamente el último año, tenía un hombre maravilloso a mi lado, prácticamente vivíamos juntos, me habían promovido en mi trabajo y estaba estudiando una maestría, me quedaba poco tiempo libre y lo disfrutaba al máximo con Logan, aunque al parecer mi mala suerte no había terminado del todo porque este cumpleaños volvería a pasarlo sola, quizá llamaría a Victoria para que cenáramos juntas.
Al salir del baño me quedé boquiabierta….
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Re: Ardiente Tentación -ADAPTADA- Terminada
Capitulo 77
Al ver varios globos flotando por la habitación, unos decían Feliz Cumpleaños y otros Te Amo, me llevé las manos al pecho, conmovida por ese gesto, volteé hacia la puerta y ahí estaba él, con otro enorme oso blanco con moños lilas en las orejas.
– ¡Feliz Cumpleaños amor mío!, no habrías creído que te iba a dejar sola este día, ¿verdad?
– No… bueno, me dijiste que volvías pasado mañana.
– Te quería sorprender, mira, encontré la pareja para Tony – señaló mostrándome a la osa de peluche – ya no estará más solo, ya siempre tendrá compañía, como tú, mi vida – agregó dejando el regalo sobre la cama.
Yo corrí a abrazarlo y nos besamos apasionadamente, lo tumbé sobre la cama y me senté sobre él con mis piernas a sus costados, me quité la toalla lentamente mientras él me miraba y sonreía, después empecé a besarle el cuello, emitió un suave gemido y subí hasta su oreja, exhalé sobre ella y luego mordisqueé el lóbulo.
–____, mi amor, el cumpleaños es tuyo, a mí me corresponde darte tu regalo, no tú a mí – exclamó de repente obligándome a bajar de él y se levantó de la cama.
– Tú eres el regalo que quiero – objeté haciendo un puchero – hace una semana que no te tengo y me haces mucha falta.
– Yo también te necesito y te deseo, pero, ahora no tenemos tiempo para eso, ya llegará la noche, ten paciencia – aseguró guiñándome un ojo.
– Cierto, tengo que ir a trabajar – recordé y me puse de pie.
– No, hoy no irás, hablé con tu jefe y te dio el día.
– ¿Cómo lo convenciste? – pregunté sorprendida, Alex era más estricto que Scott.
– Soy muy persuasivo, tú no te preocupes, cámbiate para ir a desayunar, hice una reservación para dentro de una hora.
– ¿En dónde?
– Ya verás, date prisa, este día sólo estaremos tú y yo.
Me acerqué y le di un pequeño beso en los labios, después me vestí rápidamente y salimos del departamento, manejó a toda prisa al aeropuerto, yo lo miré sorprendida cuando vi que nos dirigíamos ahí y que entraba al estacionamiento, me acarició la mejilla y después se bajó y me abrió la puerta del auto. Subimos a un helicóptero pero no me dijo adónde nos dirigíamos, insistía en que era una sorpresa.
Al llegar me di cuenta que estábamos en Miami, un chofer ya nos estaba esperando y nos llevó a su casa, caminamos a la terraza y estaba una mesa puesta para dos personas, yo no podía estar más emocionada, lo abracé y lo besé apasionadamente. Sobre la silla había un hermoso vestido azul y fui al baño a ponérmelo, después desayunamos y más tarde caminamos por la playa con nuestras manos entrelazadas, nos metimos al mar y luego regresamos a la casa y estuvimos un rato en la alberca, compartimos muchos besos y abrazos, pero sin llegar a más, sólo estaba haciendo que mi deseo por él aumentará.
Nos bañamos y comimos en un precioso restaurante, después nos dirigimos de nuevo al aeropuerto y de ahí a mi departamento. En la puerta del edificio me dijo que había olvidado comprar unas cosas, que me adelantara, le di un corto beso y subí. Me di cuenta que tenía varios mensajes en la contestadora y los escuché, no podía creer que los Henderson tuvieran esos detalles, cada uno de ellos había llamado para felicitarme, incluidos Dylan y Presley quien me dijo que Diana y Jaxon también me mandaban felicitaciones, no sólo había encontrado el amor, había encontrado una familia maravillosa, aunque me dolía el distanciamiento con mis padres, sólo esperaba que algún día mi relación con ellos mejorara.
Escuché que mi movil sonó y lo saqué de mi bolso, no tenía registrado ese número y un tanto desconfiada contesté.
– ¿Estás libre esta noche? – escuché la hermosa y aterciopelada voz de Logan.
– No, estoy esperando a mi novio para ir a cenar – respondí siguiéndole el juego.
– Déjalo plantado, te aseguro que te divertirás más conmigo – dijo en un tono sensual.
– Sé que no debo dar detalles, pero, lo estoy esperando para que me dé mi regalo de cumpleaños.
– Yo te puedo dar uno mucho mejor, te va a encantar y hasta vas a pedir más.
– Me estás tentando demasiado – dije mordiéndome el labio inferior.
– Y no te vas a arrepentir, te haré tocar el cielo las veces que quieras, hasta que ya no puedas más.
– ¿Seguro?, porque ahora mismo estoy que ardo, mi novio se dedicó a… incitarme todo el día y… ya te imaginarás como estoy – exclamé exhalando sensualmente.
– Yo puedo apagar ese fuego, sé que terminarás pidiendo más y más.
– ¿Dónde te veo?
– En el lobyy del hotel Rose Imperial, en media hora…
–Si, claro - con suerte si el trafico me lo permite – dije riendo – como te reconozco?
– Simplemente lo sabras en media hora te veo - dijo y colgó.
Sonreí mientras miraba el celular, esa misma escena se había repetido un año atrás, sólo que un poco diferente, yo lo había llamado y él me había citado en ese mismo lugar, nuestro primer encuentro fue explosivo, jamás me imaginé que llegaríamos a romper sus reglas, hoy estaba completamente segura que nos amábamos y nos completábamos, él me enseñó a ser atrevida en la cama, a explotar al máximo mi sensualidad, a jugar y, yo, bueno, yo sólo le enseñé un pequeño detalle, a poner el alma y el corazón en la cama, le enseñé que amar es un arte.
Narra Logan
Hoy era su cumpleaños y ahora ella era la sorprendida, no sólo por haberla llevado a la playa a pasar el día, sino por el regalo que le esperaba en el bolsillo de mi pantalón y para entregárselo había planeado un jueguito que ella había empezado a seguirme. Ya me encontraba yo en la barra del bar del Rose Imperial esperándola.
Llegó puntual, exactamente a la media hora
– estas libre esta noche? – exclame sensualmente.
En cuanto la vi, sonrei y ella se mordió el labio inferior, yo también le había preparado una fiesta sorpresa, aunque sólo para dos, me dio tanta pena que sus papás no hayan querido viajar para verla, su situación es más complicada de lo que había pensado, al menos mi familia la adoraba y nos esperaban el fin de semana para festejarla en grande.
Me levanté del asiento y me gire hacia ella , le ofrecí mi brazo y lo tomó, caminamos en silencio a los elevadores, subimos al piso de siempre, a la misma habitación, donde justamente un año atrás la había hecho mía por primera vez y sin saberlo, había abierto la puerta a una nueva vida llena de amor y de locuras, sorprendiéndome a mí mismo de lo que había sido capaz de hacer con tal de tenerla a mi lado.
Al ver varios globos flotando por la habitación, unos decían Feliz Cumpleaños y otros Te Amo, me llevé las manos al pecho, conmovida por ese gesto, volteé hacia la puerta y ahí estaba él, con otro enorme oso blanco con moños lilas en las orejas.
– ¡Feliz Cumpleaños amor mío!, no habrías creído que te iba a dejar sola este día, ¿verdad?
– No… bueno, me dijiste que volvías pasado mañana.
– Te quería sorprender, mira, encontré la pareja para Tony – señaló mostrándome a la osa de peluche – ya no estará más solo, ya siempre tendrá compañía, como tú, mi vida – agregó dejando el regalo sobre la cama.
Yo corrí a abrazarlo y nos besamos apasionadamente, lo tumbé sobre la cama y me senté sobre él con mis piernas a sus costados, me quité la toalla lentamente mientras él me miraba y sonreía, después empecé a besarle el cuello, emitió un suave gemido y subí hasta su oreja, exhalé sobre ella y luego mordisqueé el lóbulo.
–____, mi amor, el cumpleaños es tuyo, a mí me corresponde darte tu regalo, no tú a mí – exclamó de repente obligándome a bajar de él y se levantó de la cama.
– Tú eres el regalo que quiero – objeté haciendo un puchero – hace una semana que no te tengo y me haces mucha falta.
– Yo también te necesito y te deseo, pero, ahora no tenemos tiempo para eso, ya llegará la noche, ten paciencia – aseguró guiñándome un ojo.
– Cierto, tengo que ir a trabajar – recordé y me puse de pie.
– No, hoy no irás, hablé con tu jefe y te dio el día.
– ¿Cómo lo convenciste? – pregunté sorprendida, Alex era más estricto que Scott.
– Soy muy persuasivo, tú no te preocupes, cámbiate para ir a desayunar, hice una reservación para dentro de una hora.
– ¿En dónde?
– Ya verás, date prisa, este día sólo estaremos tú y yo.
Me acerqué y le di un pequeño beso en los labios, después me vestí rápidamente y salimos del departamento, manejó a toda prisa al aeropuerto, yo lo miré sorprendida cuando vi que nos dirigíamos ahí y que entraba al estacionamiento, me acarició la mejilla y después se bajó y me abrió la puerta del auto. Subimos a un helicóptero pero no me dijo adónde nos dirigíamos, insistía en que era una sorpresa.
Al llegar me di cuenta que estábamos en Miami, un chofer ya nos estaba esperando y nos llevó a su casa, caminamos a la terraza y estaba una mesa puesta para dos personas, yo no podía estar más emocionada, lo abracé y lo besé apasionadamente. Sobre la silla había un hermoso vestido azul y fui al baño a ponérmelo, después desayunamos y más tarde caminamos por la playa con nuestras manos entrelazadas, nos metimos al mar y luego regresamos a la casa y estuvimos un rato en la alberca, compartimos muchos besos y abrazos, pero sin llegar a más, sólo estaba haciendo que mi deseo por él aumentará.
Nos bañamos y comimos en un precioso restaurante, después nos dirigimos de nuevo al aeropuerto y de ahí a mi departamento. En la puerta del edificio me dijo que había olvidado comprar unas cosas, que me adelantara, le di un corto beso y subí. Me di cuenta que tenía varios mensajes en la contestadora y los escuché, no podía creer que los Henderson tuvieran esos detalles, cada uno de ellos había llamado para felicitarme, incluidos Dylan y Presley quien me dijo que Diana y Jaxon también me mandaban felicitaciones, no sólo había encontrado el amor, había encontrado una familia maravillosa, aunque me dolía el distanciamiento con mis padres, sólo esperaba que algún día mi relación con ellos mejorara.
Escuché que mi movil sonó y lo saqué de mi bolso, no tenía registrado ese número y un tanto desconfiada contesté.
– ¿Estás libre esta noche? – escuché la hermosa y aterciopelada voz de Logan.
– No, estoy esperando a mi novio para ir a cenar – respondí siguiéndole el juego.
– Déjalo plantado, te aseguro que te divertirás más conmigo – dijo en un tono sensual.
– Sé que no debo dar detalles, pero, lo estoy esperando para que me dé mi regalo de cumpleaños.
– Yo te puedo dar uno mucho mejor, te va a encantar y hasta vas a pedir más.
– Me estás tentando demasiado – dije mordiéndome el labio inferior.
– Y no te vas a arrepentir, te haré tocar el cielo las veces que quieras, hasta que ya no puedas más.
– ¿Seguro?, porque ahora mismo estoy que ardo, mi novio se dedicó a… incitarme todo el día y… ya te imaginarás como estoy – exclamé exhalando sensualmente.
– Yo puedo apagar ese fuego, sé que terminarás pidiendo más y más.
– ¿Dónde te veo?
– En el lobyy del hotel Rose Imperial, en media hora…
–Si, claro - con suerte si el trafico me lo permite – dije riendo – como te reconozco?
– Simplemente lo sabras en media hora te veo - dijo y colgó.
Sonreí mientras miraba el celular, esa misma escena se había repetido un año atrás, sólo que un poco diferente, yo lo había llamado y él me había citado en ese mismo lugar, nuestro primer encuentro fue explosivo, jamás me imaginé que llegaríamos a romper sus reglas, hoy estaba completamente segura que nos amábamos y nos completábamos, él me enseñó a ser atrevida en la cama, a explotar al máximo mi sensualidad, a jugar y, yo, bueno, yo sólo le enseñé un pequeño detalle, a poner el alma y el corazón en la cama, le enseñé que amar es un arte.
Narra Logan
Hoy era su cumpleaños y ahora ella era la sorprendida, no sólo por haberla llevado a la playa a pasar el día, sino por el regalo que le esperaba en el bolsillo de mi pantalón y para entregárselo había planeado un jueguito que ella había empezado a seguirme. Ya me encontraba yo en la barra del bar del Rose Imperial esperándola.
Llegó puntual, exactamente a la media hora
– estas libre esta noche? – exclame sensualmente.
En cuanto la vi, sonrei y ella se mordió el labio inferior, yo también le había preparado una fiesta sorpresa, aunque sólo para dos, me dio tanta pena que sus papás no hayan querido viajar para verla, su situación es más complicada de lo que había pensado, al menos mi familia la adoraba y nos esperaban el fin de semana para festejarla en grande.
Me levanté del asiento y me gire hacia ella , le ofrecí mi brazo y lo tomó, caminamos en silencio a los elevadores, subimos al piso de siempre, a la misma habitación, donde justamente un año atrás la había hecho mía por primera vez y sin saberlo, había abierto la puerta a una nueva vida llena de amor y de locuras, sorprendiéndome a mí mismo de lo que había sido capaz de hacer con tal de tenerla a mi lado.
Invitado
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Re: Ardiente Tentación -ADAPTADA- Terminada
Capítulo 78 - Último
Entramos a la habitación, en la mesa estaba ya una charola con dos hamburguesas y papas fritas, por supuesto, en platos separados, hasta en eso era diferente mi niña. Cuando las vio el rubor inundó sus mejillas, me encantaba que aún hubiera momentos en que se ruborizara después de tantas cosas que ya habíamos hecho juntos
Narra _____:
Se acercó y me tomó por la cintura, con la punta de su lengua lamió mi oreja izquierda y exhaló haciendo que su aliento entrara y me provocara una cálida sensación que recorrió cada centímetro de mi cuerpo hasta arquearlo. Bajó lamiendo hasta mi cuello y, una vez ahí, me dio pequeños besos mientras colocaba sus dedos en los tirantes del vestido y los bajaba, al llegar a la altura de mis senos deslizó hasta éstos sus manos y los masajeó por encima de la delgada tela del vestido, mis manos estaban sobre sus codos sujetándolos fuertemente, sentía que me desvanecería por las intensas sensaciones que sus caricias me estaban provocando.
Bajó su cabeza para lamer y besar el inicio de mis senos, hice la cabeza hacia atrás y después sujeté con mis manos su cara y la llevé hacia la mía para volver a besarlo apasionadamente, una de sus manos bajó hacia mi muslo y la metió por debajo del vestido hasta mi nalga que masajeó. Dejamos de besarnos para tomar aliento, dirigí mi boca a su cuello y lo lamí hasta llegar a su oreja.
Entonces Logan se alejo y se sentó en la orilla de la cama, así que le sonreí seductoramente y comencé a terminar de quitarme mi vestido mientras las yemas de mis dedos acariciaban la piel que iba quedando al descubierto. Él tenía sus ojos fijos en mí y esa mirada de amor y excitación era razón suficiente para sentirme amada
Le di la espalda y bajé por completo mi vestido y lo tiré al suelo, desabroché el sostén y me lo quité. Me di la vuelta con mis manos sobre mis senos que impedían verlos, ya los había visto muchas veces pero me gustaba torturarlo me los acaricié con los dedos pulgares sin quitarle los ojos de encima, me masajeé los senos y después jugueteé con mis pezones apretándolos un poco y él colocó su mano sobre el bulto que se le marcaba en el pantalón, yo le sonreí, me agradaba demasiado ver que yo era la causante de esa erección. El bajo su vista a mis nalgas. Traía una sutil tanga de encaje que comencé a bajar lentamente. Una vez completamente desnuda. Lo hice parar y lo senté en un sillón frente a la cama. Y yo fui y me senté en la cama frente a él me acaricié el cuello, mi mano bajó por entre mis senos, pasó por mi estómago y finalmente se colocó en mi parte más intima, me arqueé un poco mientras me frotaba con dos dedos que después inserté y saqué en repetidas ocasiones ya jadeando, cerré los ojos al sentir que casi llegaba al orgasmo cuando, de pronto, él me detuvo, evitando que eso sucediera.
Tomó mis dedos y se los llevó a la boca, los chupó unos instantes, después soltó mi mano y vi como se colocó sobre mí y se introdujo de un tirón, emití un grito al sentirlo dentro con esa fuerza, sus manos sostenían mis piernas a la altura de las rodillas mientras entraba y salía de mí fuertemente, gimiendo al igual que yo, su expresión retorcida me fascinaba y entonces lo detuve obligándolo a salir de mí, me miró confundido.
– ¿Qué haces? – preguntó con la voz entrecortada.
–Quiero complacerte como lo hice una ves en uno de nuestros encuentros – susurré en su oído.
Hice que se sentara en el sillón y yo me senté encima de él, hincada son las piernas abiertas, absorbiendo su miembro en mi interior, él puso sus manos en mi cintura, pero, yo las retiré y las entrelacé con las mías colocándolas a un lado de él, impidiéndole que me tocara, él me miró fascinado mientras yo me movía libremente lamiendo su cuello y después gimiendo en su oreja, asegurándome que mi aliento le llegara al interior. Comencé a moverme con más velocidad, faltaba poco para llegar al éxtasis y juntos lo alcanzamos emitiendo un gemido bastante audible. Me dejé caer sobre su hombro
– Te amo –apreté su mano que ya las teníamos entrelazadas.
– Yo te amo mucho mas – dándome un beso dulce.
Tenía en el rostro una amplia sonrisa, Mi respiración ya estaba agitada, necesitaba de él y con cada encuentro crecía más esa necesidad. Se acercó a mí y me llevo a la cama en sus brazos me besó desesperadamente mientras nuestros sexos se frotaban. Abrí las piernas sólo lo necesario para dejarlo entrar y después enrollé mis piernas en su cintura, aprisionándolo para lograr un mejor roce mientras él se movía en mi interior. Le supliqué por más con mi voz distorsionada, él sonreía satisfecho de escuchar eso e incrementaba los movimientos, tenía una de sus manos en mi cuello y la otra en mi muslo que apretaba ligeramente, yo hice la cabeza hacia atrás por la intensa excitación que sentía, mis manos estaban sobre su pecho, subiendo y bajando, acariciando sus pezones. Hice mi cabeza hacia adelante y él me besó con ansias, moviendo su lengua sobre la mía de manera intensa, los movimientos de su cadera aumentaron más y él rompió el beso, un gruñido escapó de su boca mientras terminaba dentro de mí ocasionando que yo también llegara al clímax literalmente maullando. Volvió a besarme sin salirse de mí y después recargó su cabeza en mi hombro tratando de recobrar la conciencia se separó y sentí un enorme vacío en mi interior cuando su masculinidad salió de mí, podría tenerlo por toda la noche dentro. Se metió al baño.
– ¿Qué haces? – lo escuché decir
– Te espero – le sonreí
Siempre tengo esa necesidad de consumirlo sin sentido, necesitarlo y sentirlo dentro de mí y eso debía sentir un alcohólico cuando tenía una botella enfrente. Se acerco a mi y con la punta de su lengua lamió mis labios. Y colocó sus manos en mi cintura atrayéndome hacia su cuerpo en tanto introducía su lengua en mi boca y frotaba la mía. Mis manos rodearon su cuello y se lo acariciaron sin dejar de besarnos, empezó a caminar dirigiéndome hacia la cama, cuando la sentí con la parte trasera de mis piernas me senté. Él me miraba con deseo y amor mientras yo me subía y me acostaba.
Él se tumbó en mí y lamió mis senos alternadamente, en tanto su mano acariciaba mi cadera, yo acariciaba su cabello, él continuó besándome hasta mi cuello, al que le dio ligeras mordidas. Lo hice darse la vuelta y yo fui ahora la que quedó encima de él, le besé y lamí el cuello
Me senté sobre su miembro y comencé a moverme en círculos colocando mis manos sobre su abdomen apoyándome. Él gimió más fuerte.
– Oh sí, así – exclamó con la voz entre cortada.
– ¿Te gusta? – pregunté con un hilo de voz.
– Sí, sigue, no te detengas – suplicó.
Seguí moviéndome lentamente, tratando de prolongar la excitación, puse mis manos entre mis cabellos ahora moviéndome suavemente arriba y abajo sintiendo sus dedos apretar mis caderas y me detuve. Con un ágil movimiento, él hizo que me acostara y me embistió con fuerza, entrando y saliendo de mi cuerpo haciéndome gritar mientras nos mirábamos fijamente rozando sus labios con los míos, sentía su aliento que, aunado a sus movimientos, me estaba volviendo loca. Incrementó la velocidad y yo lo abracé con mis piernas por sus caderas, sentí que llegaba al orgasmo mientras él embestía por última vez y colapsaba en mi cuerpo.
– Eres fantástica te amo – susurró en mi oído.
– Y tú eres único – respondí aún con la voz distorsionada.
Me separé un poco para mirarlo, la punta de mi nariz rozaba la suya, tenía una expresión de placer en el rostro que me fascinaba, me satisfacía sobre manera ser yo la responsable de esos gestos. Quiso besarme y yo hice mi cabeza hacia atrás pero alcanzó a lamer mis labios. De pronto me envolvió en sus brazos y me hizo acostarme en la cama, me tomó de las muñecas y extendió mis brazos a los lados de mi cabeza, yo quise librarme de su prisión, pero no pude, me sonrió una vez más.
– Ahora es mi turno – susurró mirándome fijamente a los ojos.
– Pero… – su boca en la mía silenció mi protesta.
– Fue tu idea jugar rudo esta vez – dijo en mis labios y su aliento inundó mi nariz – prohibido tocar o prolongaré más la tortura – sentenció mientras se hincaba en la cama, yo me lamí los labios
Besó y lamió mi abdomen, bajó hacia mi cintura, siguió subiendo me dio pequeños besos en el nacimiento de los senos, me enderecé un poco Se acercó a mis labios y los rozó con los suyos, cerré los ojos esperando recibir su lengua, pero, no llegó, quise tomar la iniciativa, pero se separo, con su lengua recorrió mi oreja, jugueteó un rato con mi lóbulo mientras sostenía mis manos para evitar que lo tocara. Después me quitó los zapatos y el pantalón y con sus dientes bajo mi ropa interior, primero de un lado y después del otro, yo ya estaba completamente excitada, mi respiración era pesada y jadeaba al sentir sus caricias, ya lo necesitaba dentro de mí, él lo sabía, pero me estaba llevando al extremo, terminó por quitarme el tanga y después el sostén.
Me hizo acostarme boca abajo, hizo a un lado mi cabello y me besó uno de mis hombros, fue dejando besos hasta llegar al otro hombro y después bajó besando y lamiendo a lo largo de mi columna vertebral mientras sus dedos se deslizaban suavemente por toda mi espalda y por mis costados, yo estaba completamente húmeda y vuelta loca por querer sentirlo dentro de mí. Me besó la cintura y con las yemas de sus dedos acarició lentamente mis nalgas y bajó a mis muslos.
– Por favor – dije en un susurro suplicante.
– Por favor, ¿qué? – musitó en mi oído mientras sus dedos acariciaban mis brazos.
– Ya fue suficiente tortura – respondí con un hilo de voz.
– ¿Y qué es lo que quieres?, – preguntó en mi oído mientras frotaba su sexo contra mis nalgas –dímelo – agregó exhalando en mi oreja.
– Deja de jugar ya, hazme tuya.
– ¿Quieres que te haga mía ahora?
– Sí… te lo suplico.
Sentí que se levantó de la cama, yo entré en pánico, me di la vuelta y me enderecé, yo me acosté boca arriba, él se subió a la cama, yo abrí las piernas, dándole la bienvenida a disfrutar de mi cuerpo, pero, él otra vez volvió a torturarme y sólo me frotaba muy suavemente, mientras yo me retorcía porque se introdujera de una vez por todas.
– Basta de juegos, ya no soporto – supliqué casi con lágrimas en los ojos.
– ¿Qué es lo que no soportas? – preguntó colocando su cuerpo encima del mío.
– Lo que estás haciendo, necesito tenerte dentro ahora – ordené.
– ¿Me extrañaste? – preguntó entrando en mí finalmente de un tirón.
– Sí – grité cuando su masculinidad cubrió todo mi interior.
– ¿Cuánto? – preguntó con la voz distorsionada moviéndose afuera y adentro.
– Mucho – apenas y pude responder entre gemidos.
– ¿Mucho? – repitió mientras disminuía el ritmo de sus movimientos.
– Muchísimo – exclamé tratando de alcanzar su rostro para besarlo.
– Demuéstrame que tanto.
Entonces, lo aprisioné con mis piernas y empecé a moverme rápidamente, sus manos las tenía a mis costados apoyadas en la cama, yo subí las mías y las puse en su espalda apretándosela con cada movimiento que se iba intensificando, no sabía cómo definir los sonidos que escapaban de mi boca, por la intensa excitación de sentirlo dentro, como entraba y salía de mí mientras él gruñía, tenía las mismas ansias y la misma necesidad que yo. Hizo los movimientos finales para llegar al orgasmo al mismo tiempo que yo y gritamos juntos, se dejó caer encima de mí y así se quedó un buen rato sin retirar su miembro de mi interior, que se lo agradecí infinitamente.
Esa noche lo hicimos de diversas formas, con urgencia, no quedó un solo centímetro de mi cuerpo que no haya quedado cubierto por sus besos y sus caricias y, entonces, comprendí que no importaba cuanto luchara, yo lo necesitaba y no podía dejarlo, no cuando me brindaba todo ese universo de posibilidades que ni siquiera mi mente retorcida podía crear, era completamente adicta a él y no me importaba nada con tal de seguir disfrutando de su cuerpo, de sus besos, de sus dedos y su amor que nos ofrecíamos mutua mente lo amaba y mucho.
Narra Logan
–_____, ¿estás libre todas las noches de tu vida? – susurré en su oído y después la hice girar para mirarla de frente – ¿para compartirlas conmigo? – agregué colocándole el anillo.
– Por supuesto que sí Logan y me encantará compartirlas contigo – respondió emocionada mirándome y con lágrimas en los ojos.
Jamás se había sentido tan maravilloso perder la libertad, a decir verdad yo la había perdido desde que la conocí, pero lejos de ser un reproche o un agobio, había sido la mejor de las aventuras al lado de mi compañera perfecta, quien será mi esposa y mi amante por el resto de nuestras vidas.
Fin
Entramos a la habitación, en la mesa estaba ya una charola con dos hamburguesas y papas fritas, por supuesto, en platos separados, hasta en eso era diferente mi niña. Cuando las vio el rubor inundó sus mejillas, me encantaba que aún hubiera momentos en que se ruborizara después de tantas cosas que ya habíamos hecho juntos
Narra _____:
Se acercó y me tomó por la cintura, con la punta de su lengua lamió mi oreja izquierda y exhaló haciendo que su aliento entrara y me provocara una cálida sensación que recorrió cada centímetro de mi cuerpo hasta arquearlo. Bajó lamiendo hasta mi cuello y, una vez ahí, me dio pequeños besos mientras colocaba sus dedos en los tirantes del vestido y los bajaba, al llegar a la altura de mis senos deslizó hasta éstos sus manos y los masajeó por encima de la delgada tela del vestido, mis manos estaban sobre sus codos sujetándolos fuertemente, sentía que me desvanecería por las intensas sensaciones que sus caricias me estaban provocando.
Bajó su cabeza para lamer y besar el inicio de mis senos, hice la cabeza hacia atrás y después sujeté con mis manos su cara y la llevé hacia la mía para volver a besarlo apasionadamente, una de sus manos bajó hacia mi muslo y la metió por debajo del vestido hasta mi nalga que masajeó. Dejamos de besarnos para tomar aliento, dirigí mi boca a su cuello y lo lamí hasta llegar a su oreja.
Entonces Logan se alejo y se sentó en la orilla de la cama, así que le sonreí seductoramente y comencé a terminar de quitarme mi vestido mientras las yemas de mis dedos acariciaban la piel que iba quedando al descubierto. Él tenía sus ojos fijos en mí y esa mirada de amor y excitación era razón suficiente para sentirme amada
Le di la espalda y bajé por completo mi vestido y lo tiré al suelo, desabroché el sostén y me lo quité. Me di la vuelta con mis manos sobre mis senos que impedían verlos, ya los había visto muchas veces pero me gustaba torturarlo me los acaricié con los dedos pulgares sin quitarle los ojos de encima, me masajeé los senos y después jugueteé con mis pezones apretándolos un poco y él colocó su mano sobre el bulto que se le marcaba en el pantalón, yo le sonreí, me agradaba demasiado ver que yo era la causante de esa erección. El bajo su vista a mis nalgas. Traía una sutil tanga de encaje que comencé a bajar lentamente. Una vez completamente desnuda. Lo hice parar y lo senté en un sillón frente a la cama. Y yo fui y me senté en la cama frente a él me acaricié el cuello, mi mano bajó por entre mis senos, pasó por mi estómago y finalmente se colocó en mi parte más intima, me arqueé un poco mientras me frotaba con dos dedos que después inserté y saqué en repetidas ocasiones ya jadeando, cerré los ojos al sentir que casi llegaba al orgasmo cuando, de pronto, él me detuvo, evitando que eso sucediera.
Tomó mis dedos y se los llevó a la boca, los chupó unos instantes, después soltó mi mano y vi como se colocó sobre mí y se introdujo de un tirón, emití un grito al sentirlo dentro con esa fuerza, sus manos sostenían mis piernas a la altura de las rodillas mientras entraba y salía de mí fuertemente, gimiendo al igual que yo, su expresión retorcida me fascinaba y entonces lo detuve obligándolo a salir de mí, me miró confundido.
– ¿Qué haces? – preguntó con la voz entrecortada.
–Quiero complacerte como lo hice una ves en uno de nuestros encuentros – susurré en su oído.
Hice que se sentara en el sillón y yo me senté encima de él, hincada son las piernas abiertas, absorbiendo su miembro en mi interior, él puso sus manos en mi cintura, pero, yo las retiré y las entrelacé con las mías colocándolas a un lado de él, impidiéndole que me tocara, él me miró fascinado mientras yo me movía libremente lamiendo su cuello y después gimiendo en su oreja, asegurándome que mi aliento le llegara al interior. Comencé a moverme con más velocidad, faltaba poco para llegar al éxtasis y juntos lo alcanzamos emitiendo un gemido bastante audible. Me dejé caer sobre su hombro
– Te amo –apreté su mano que ya las teníamos entrelazadas.
– Yo te amo mucho mas – dándome un beso dulce.
Tenía en el rostro una amplia sonrisa, Mi respiración ya estaba agitada, necesitaba de él y con cada encuentro crecía más esa necesidad. Se acercó a mí y me llevo a la cama en sus brazos me besó desesperadamente mientras nuestros sexos se frotaban. Abrí las piernas sólo lo necesario para dejarlo entrar y después enrollé mis piernas en su cintura, aprisionándolo para lograr un mejor roce mientras él se movía en mi interior. Le supliqué por más con mi voz distorsionada, él sonreía satisfecho de escuchar eso e incrementaba los movimientos, tenía una de sus manos en mi cuello y la otra en mi muslo que apretaba ligeramente, yo hice la cabeza hacia atrás por la intensa excitación que sentía, mis manos estaban sobre su pecho, subiendo y bajando, acariciando sus pezones. Hice mi cabeza hacia adelante y él me besó con ansias, moviendo su lengua sobre la mía de manera intensa, los movimientos de su cadera aumentaron más y él rompió el beso, un gruñido escapó de su boca mientras terminaba dentro de mí ocasionando que yo también llegara al clímax literalmente maullando. Volvió a besarme sin salirse de mí y después recargó su cabeza en mi hombro tratando de recobrar la conciencia se separó y sentí un enorme vacío en mi interior cuando su masculinidad salió de mí, podría tenerlo por toda la noche dentro. Se metió al baño.
– ¿Qué haces? – lo escuché decir
– Te espero – le sonreí
Siempre tengo esa necesidad de consumirlo sin sentido, necesitarlo y sentirlo dentro de mí y eso debía sentir un alcohólico cuando tenía una botella enfrente. Se acerco a mi y con la punta de su lengua lamió mis labios. Y colocó sus manos en mi cintura atrayéndome hacia su cuerpo en tanto introducía su lengua en mi boca y frotaba la mía. Mis manos rodearon su cuello y se lo acariciaron sin dejar de besarnos, empezó a caminar dirigiéndome hacia la cama, cuando la sentí con la parte trasera de mis piernas me senté. Él me miraba con deseo y amor mientras yo me subía y me acostaba.
Él se tumbó en mí y lamió mis senos alternadamente, en tanto su mano acariciaba mi cadera, yo acariciaba su cabello, él continuó besándome hasta mi cuello, al que le dio ligeras mordidas. Lo hice darse la vuelta y yo fui ahora la que quedó encima de él, le besé y lamí el cuello
Me senté sobre su miembro y comencé a moverme en círculos colocando mis manos sobre su abdomen apoyándome. Él gimió más fuerte.
– Oh sí, así – exclamó con la voz entre cortada.
– ¿Te gusta? – pregunté con un hilo de voz.
– Sí, sigue, no te detengas – suplicó.
Seguí moviéndome lentamente, tratando de prolongar la excitación, puse mis manos entre mis cabellos ahora moviéndome suavemente arriba y abajo sintiendo sus dedos apretar mis caderas y me detuve. Con un ágil movimiento, él hizo que me acostara y me embistió con fuerza, entrando y saliendo de mi cuerpo haciéndome gritar mientras nos mirábamos fijamente rozando sus labios con los míos, sentía su aliento que, aunado a sus movimientos, me estaba volviendo loca. Incrementó la velocidad y yo lo abracé con mis piernas por sus caderas, sentí que llegaba al orgasmo mientras él embestía por última vez y colapsaba en mi cuerpo.
– Eres fantástica te amo – susurró en mi oído.
– Y tú eres único – respondí aún con la voz distorsionada.
Me separé un poco para mirarlo, la punta de mi nariz rozaba la suya, tenía una expresión de placer en el rostro que me fascinaba, me satisfacía sobre manera ser yo la responsable de esos gestos. Quiso besarme y yo hice mi cabeza hacia atrás pero alcanzó a lamer mis labios. De pronto me envolvió en sus brazos y me hizo acostarme en la cama, me tomó de las muñecas y extendió mis brazos a los lados de mi cabeza, yo quise librarme de su prisión, pero no pude, me sonrió una vez más.
– Ahora es mi turno – susurró mirándome fijamente a los ojos.
– Pero… – su boca en la mía silenció mi protesta.
– Fue tu idea jugar rudo esta vez – dijo en mis labios y su aliento inundó mi nariz – prohibido tocar o prolongaré más la tortura – sentenció mientras se hincaba en la cama, yo me lamí los labios
Besó y lamió mi abdomen, bajó hacia mi cintura, siguió subiendo me dio pequeños besos en el nacimiento de los senos, me enderecé un poco Se acercó a mis labios y los rozó con los suyos, cerré los ojos esperando recibir su lengua, pero, no llegó, quise tomar la iniciativa, pero se separo, con su lengua recorrió mi oreja, jugueteó un rato con mi lóbulo mientras sostenía mis manos para evitar que lo tocara. Después me quitó los zapatos y el pantalón y con sus dientes bajo mi ropa interior, primero de un lado y después del otro, yo ya estaba completamente excitada, mi respiración era pesada y jadeaba al sentir sus caricias, ya lo necesitaba dentro de mí, él lo sabía, pero me estaba llevando al extremo, terminó por quitarme el tanga y después el sostén.
Me hizo acostarme boca abajo, hizo a un lado mi cabello y me besó uno de mis hombros, fue dejando besos hasta llegar al otro hombro y después bajó besando y lamiendo a lo largo de mi columna vertebral mientras sus dedos se deslizaban suavemente por toda mi espalda y por mis costados, yo estaba completamente húmeda y vuelta loca por querer sentirlo dentro de mí. Me besó la cintura y con las yemas de sus dedos acarició lentamente mis nalgas y bajó a mis muslos.
– Por favor – dije en un susurro suplicante.
– Por favor, ¿qué? – musitó en mi oído mientras sus dedos acariciaban mis brazos.
– Ya fue suficiente tortura – respondí con un hilo de voz.
– ¿Y qué es lo que quieres?, – preguntó en mi oído mientras frotaba su sexo contra mis nalgas –dímelo – agregó exhalando en mi oreja.
– Deja de jugar ya, hazme tuya.
– ¿Quieres que te haga mía ahora?
– Sí… te lo suplico.
Sentí que se levantó de la cama, yo entré en pánico, me di la vuelta y me enderecé, yo me acosté boca arriba, él se subió a la cama, yo abrí las piernas, dándole la bienvenida a disfrutar de mi cuerpo, pero, él otra vez volvió a torturarme y sólo me frotaba muy suavemente, mientras yo me retorcía porque se introdujera de una vez por todas.
– Basta de juegos, ya no soporto – supliqué casi con lágrimas en los ojos.
– ¿Qué es lo que no soportas? – preguntó colocando su cuerpo encima del mío.
– Lo que estás haciendo, necesito tenerte dentro ahora – ordené.
– ¿Me extrañaste? – preguntó entrando en mí finalmente de un tirón.
– Sí – grité cuando su masculinidad cubrió todo mi interior.
– ¿Cuánto? – preguntó con la voz distorsionada moviéndose afuera y adentro.
– Mucho – apenas y pude responder entre gemidos.
– ¿Mucho? – repitió mientras disminuía el ritmo de sus movimientos.
– Muchísimo – exclamé tratando de alcanzar su rostro para besarlo.
– Demuéstrame que tanto.
Entonces, lo aprisioné con mis piernas y empecé a moverme rápidamente, sus manos las tenía a mis costados apoyadas en la cama, yo subí las mías y las puse en su espalda apretándosela con cada movimiento que se iba intensificando, no sabía cómo definir los sonidos que escapaban de mi boca, por la intensa excitación de sentirlo dentro, como entraba y salía de mí mientras él gruñía, tenía las mismas ansias y la misma necesidad que yo. Hizo los movimientos finales para llegar al orgasmo al mismo tiempo que yo y gritamos juntos, se dejó caer encima de mí y así se quedó un buen rato sin retirar su miembro de mi interior, que se lo agradecí infinitamente.
Esa noche lo hicimos de diversas formas, con urgencia, no quedó un solo centímetro de mi cuerpo que no haya quedado cubierto por sus besos y sus caricias y, entonces, comprendí que no importaba cuanto luchara, yo lo necesitaba y no podía dejarlo, no cuando me brindaba todo ese universo de posibilidades que ni siquiera mi mente retorcida podía crear, era completamente adicta a él y no me importaba nada con tal de seguir disfrutando de su cuerpo, de sus besos, de sus dedos y su amor que nos ofrecíamos mutua mente lo amaba y mucho.
Narra Logan
–_____, ¿estás libre todas las noches de tu vida? – susurré en su oído y después la hice girar para mirarla de frente – ¿para compartirlas conmigo? – agregué colocándole el anillo.
– Por supuesto que sí Logan y me encantará compartirlas contigo – respondió emocionada mirándome y con lágrimas en los ojos.
Jamás se había sentido tan maravilloso perder la libertad, a decir verdad yo la había perdido desde que la conocí, pero lejos de ser un reproche o un agobio, había sido la mejor de las aventuras al lado de mi compañera perfecta, quien será mi esposa y mi amante por el resto de nuestras vidas.
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