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Pareja abierta- nick & tu TERMINADA
O W N :: Archivos :: Novelas Terminadas
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Re: Pareja abierta- nick & tu TERMINADA
valla nos salio
inteligente este nick
jejejejej
siguela porfa
inteligente este nick
jejejejej
siguela porfa
chelis
Re: Pareja abierta- nick & tu TERMINADA
Waaa... una semana sin besos ni nada!!
jajaja veamos si nick o ______ pueden resistir...
qe linda es la hija de nick... me cae bien xdd
SIGUELAAA!.... esta genial la novee
jajaja veamos si nick o ______ pueden resistir...
qe linda es la hija de nick... me cae bien xdd
SIGUELAAA!.... esta genial la novee
CrazyxJonas
Re: Pareja abierta- nick & tu TERMINADA
ok acomodare un cap y lueg me ire a dormir porke mñn tengo clases
Pily....
Re: Pareja abierta- nick & tu TERMINADA
—¡Ay, no deberías hablar de esa forma! —exclamó la jovencita.
—¿De qué manera?
—Como si tú no fueras inteligente. ¡Sí que lo eres! Por ejemplo, mira todo lo que sabes sobre música, vinos, comidas y demás.
____________ experimentó un inmenso placer.
—Si sigues así, Christine, se me va a subir a la cabeza. Según tú, no sólo soy agradable, sino que visto muy bien y además soy inteligente. ¿Te parece que emprenda la campaña como candidata a primera ministra?
—Yo votaría por ti y mi padre también.
____________ estalló en carcajadas.
—Pero, pensándolo mejor —añadió Christine—, creo que papá preferiría ser el primer ministro, así que tendrás que conformarte con ser la primera dama. Sí, me gusta esa idea.
—¿De verdad? ¿Y tú qué ganarías?
—Una hermana. Eso espero.
—¿U… una hermana?
—Bueno, si te casaras con papá, seguro que tendrías un bebé. Eres joven, saludable y…
—Christine…
—¿Sí?
Se detuvieron bajo una galería donde se encontraba toda una serie de tiendas. A __________ le preocupaba que la jovencita albergara falsas esperanzas acerca de su padre y de ella. A pesar de que deseaba con todo su corazón ganarse el amor de nick, y con el tiempo hacerlo cambiar de opinión acerca de volver a contraer matrimonio, tenía que ser realista.
—Te aconsejo que no te precipites a comprarme el vestido de novia —dijo con voz suave.
—¿Por qué no? ¿No quieres casarte con papá? Creía que de verdad te gustaba.
—Claro que me gusta. Me… me gusta mucho, pero…
—Y tú le gustas a él —la interrumpió Christine con vehemencia—. Me he dado cuenta. No dejó de mirarte toda la noche. Mis tíos también se dieron cuenta.
_________ suspiró, exasperada.
—Supongo que quizá pienses —continuó Christine—, que es muy pronto para que se case mi padre, después de la muerte de mamá —frunció el ceño—, pero ya ha pasado más de un año, y mi papá todavía es joven y guapo. Además, dentro de dos años, es muy probable que yo me vaya a estudiar a la universidad y entonces se quedaría muy solo. ¡Lo sé! —reflexionó durante unos momentos antes de continuar—: Pero no me gustaría tener como madrastra a una de las conocidas de mi tía Jillian. La sola idea me pone enferma. Yo quiero a alguien joven e interesante, como tú. Alguien que le devuelva la alegría a mi papá. Hace ya demasiado tiempo que está triste.
—Pero Christine… tu padre me comentó que no tiene la menor intención de volver a casarse.
—No debes hacer caso de las cosas que dice papá sobre esos temas. Mi tía me comentó que ahora papá no sabe lo que quiere, y esa es la única cosa en la que estoy de acuerdo con ella —señaló con tono rotundo, para consternación de ___________—. Lo único que mi papá necesita es un empujoncito en la dirección adecuada, pero no hacia los brazos de una de esas viudas viejas. Los tuyos estarían mucho mejor.
_________ elevó los ojos al cielo, pues pensó que Christine realmente no conocía a nick. Era el tipo de hombre, desde su punto de vista, que si se le empujaba en una dirección, por pura obstinación seguía la contraria.
—Creo que deberíamos ir a comprar ese regalo de Navidad. Ya se me ha ocurrido lo que podemos comprarle.
—¿Sí? ¿Qué? —los enormes ojos castaños de Christine se volvieron a iluminar.
__________ tomó del brazo a la entusiasta jovencita y la guió hacia una de las tiendas de regalos.
—Este es el lugar —anunció al detenerse delante de una tienda en la que vendían todo tipo de artículos australianos y recuerdos de viaje.
—¿No estarás pensando en que le regalemos un koala? —preguntó la jovencita, dudosa.
—Este año, no. Pasé por aquí la semana pasada y vi una preciosa toalla de playa, con el dibujo de un paisaje de mar y una chica sensual. Me comentaste que a tu padre le gusta ir a la playa, ¿no?
—Le encanta.
_______________ pidió la toalla a la vendedora de la tienda y se la llevaron de inmediato.
—Aquí está —la empleada la extendió sobre el mostrador.
—¡Ay, es fantástica! —exclamó Christine—. Pero… —su rostro se entristeció.
—Pero ¿qué?
—Cuesta setenta dólares…
—Yo te doy los veinte que te faltan —le propuso ____________.
—Pero es que no puedo aceptar —protestó la jovencita—. Papá es muy estricto en lo que se refiere a aceptar dinero de la gente. ¡Me mataría!
—No, no lo hará —quitó la etiqueta con el precio—, porque nunca se enterará. Envuélvalo, por favor. Ahora tenemos que elegir una tarjeta.
—Debe de ser maravilloso tener tanta seguridad en una misma, como tú —suspiró Christine cuando abandonaron la tienda.
—Yo no te describiría como tímida, querida.
—Ya sé que realmente no soy tímida, pero a veces me siento insegura acerca de qué hacer, o cómo actuar, y entonces comienzo a hablar de forma imparable. Tú nunca lo haces —añadió abatida.
—Christine, tienes que recordar que tengo veintiocho años —le sonrió comprensiva—. A tu edad yo estaba muy lejos de sentirme segura de mí misma. De hecho, era muy tímida.
—¡Ay, no me lo puedo creer!
—Te aseguro que es cierto. La gente cambia con el tiempo. Vamos, entremos a tomar algo.
Entraron en una cafetería, pidieron un par de batidos de chocolate y se sentaron.
—____________, ¿crees que llevo bien el cabello así? —preguntó Christine—. A mí me gustaría cortármelo, teñírmelo de rubio y hacerme la permanente, pero mi papá no me lo permite.
________________ intento disimular su horror al pensar en que Christine pudiera echar a perder su largo y brillante cabello castaño.
—Bueno… he visto a muchas chicas con tu color de cabello que tratan de teñírselo de rubio y les queda horrible. Así que no te lo recomendaría. No hay nada que impida que te lo cortes y te hagas la permanente, pero… con toda sinceridad, no te lo recomendaría.
—¿Por qué no?
—Yo me lo corté en una ocasión en que estaba de moda llevarlo así, y al día siguiente me arrepentí. Tardó tres años en volverme a crecer. Me juré que jamás me lo volvería a cortar. Y en cuanto a la permanente, tienes un rostro pequeño y el cabello muy espeso. La permanente te duplicaría el espesor y se perderían tus hermosos ojos.
—Ah… —la decepción se reflejó en su mirada.
—Apuesto a que las chicas que has visto con permanente tienen el cabello muy fino y es posible que lacio. Ellas lo necesitan, pero tú no. Christine, tienes el cabello más hermoso que he visto y no me gustaría que te lo estropearan.
—¿De verdad piensas que mi cabello es bonito? —preguntó ruborizada.
—Bonito no es la palabra. Es precioso.
—Mi mamá tenía el cabello como yo.
—Tu mamá era una mujer muy guapa —repuso _____________ con suavidad, pues tenía miedo de que la jovencita se pusiera triste.
—Sí, ¿verdad? —frunció el ceño, lo que aumentó los temores de ___________—. Nunca le he comentado esto a nadie, pero creo que papá no era feliz casado con mi mamá.
—¿De qué manera?
—Como si tú no fueras inteligente. ¡Sí que lo eres! Por ejemplo, mira todo lo que sabes sobre música, vinos, comidas y demás.
____________ experimentó un inmenso placer.
—Si sigues así, Christine, se me va a subir a la cabeza. Según tú, no sólo soy agradable, sino que visto muy bien y además soy inteligente. ¿Te parece que emprenda la campaña como candidata a primera ministra?
—Yo votaría por ti y mi padre también.
____________ estalló en carcajadas.
—Pero, pensándolo mejor —añadió Christine—, creo que papá preferiría ser el primer ministro, así que tendrás que conformarte con ser la primera dama. Sí, me gusta esa idea.
—¿De verdad? ¿Y tú qué ganarías?
—Una hermana. Eso espero.
—¿U… una hermana?
—Bueno, si te casaras con papá, seguro que tendrías un bebé. Eres joven, saludable y…
—Christine…
—¿Sí?
Se detuvieron bajo una galería donde se encontraba toda una serie de tiendas. A __________ le preocupaba que la jovencita albergara falsas esperanzas acerca de su padre y de ella. A pesar de que deseaba con todo su corazón ganarse el amor de nick, y con el tiempo hacerlo cambiar de opinión acerca de volver a contraer matrimonio, tenía que ser realista.
—Te aconsejo que no te precipites a comprarme el vestido de novia —dijo con voz suave.
—¿Por qué no? ¿No quieres casarte con papá? Creía que de verdad te gustaba.
—Claro que me gusta. Me… me gusta mucho, pero…
—Y tú le gustas a él —la interrumpió Christine con vehemencia—. Me he dado cuenta. No dejó de mirarte toda la noche. Mis tíos también se dieron cuenta.
_________ suspiró, exasperada.
—Supongo que quizá pienses —continuó Christine—, que es muy pronto para que se case mi padre, después de la muerte de mamá —frunció el ceño—, pero ya ha pasado más de un año, y mi papá todavía es joven y guapo. Además, dentro de dos años, es muy probable que yo me vaya a estudiar a la universidad y entonces se quedaría muy solo. ¡Lo sé! —reflexionó durante unos momentos antes de continuar—: Pero no me gustaría tener como madrastra a una de las conocidas de mi tía Jillian. La sola idea me pone enferma. Yo quiero a alguien joven e interesante, como tú. Alguien que le devuelva la alegría a mi papá. Hace ya demasiado tiempo que está triste.
—Pero Christine… tu padre me comentó que no tiene la menor intención de volver a casarse.
—No debes hacer caso de las cosas que dice papá sobre esos temas. Mi tía me comentó que ahora papá no sabe lo que quiere, y esa es la única cosa en la que estoy de acuerdo con ella —señaló con tono rotundo, para consternación de ___________—. Lo único que mi papá necesita es un empujoncito en la dirección adecuada, pero no hacia los brazos de una de esas viudas viejas. Los tuyos estarían mucho mejor.
_________ elevó los ojos al cielo, pues pensó que Christine realmente no conocía a nick. Era el tipo de hombre, desde su punto de vista, que si se le empujaba en una dirección, por pura obstinación seguía la contraria.
—Creo que deberíamos ir a comprar ese regalo de Navidad. Ya se me ha ocurrido lo que podemos comprarle.
—¿Sí? ¿Qué? —los enormes ojos castaños de Christine se volvieron a iluminar.
__________ tomó del brazo a la entusiasta jovencita y la guió hacia una de las tiendas de regalos.
—Este es el lugar —anunció al detenerse delante de una tienda en la que vendían todo tipo de artículos australianos y recuerdos de viaje.
—¿No estarás pensando en que le regalemos un koala? —preguntó la jovencita, dudosa.
—Este año, no. Pasé por aquí la semana pasada y vi una preciosa toalla de playa, con el dibujo de un paisaje de mar y una chica sensual. Me comentaste que a tu padre le gusta ir a la playa, ¿no?
—Le encanta.
_______________ pidió la toalla a la vendedora de la tienda y se la llevaron de inmediato.
—Aquí está —la empleada la extendió sobre el mostrador.
—¡Ay, es fantástica! —exclamó Christine—. Pero… —su rostro se entristeció.
—Pero ¿qué?
—Cuesta setenta dólares…
—Yo te doy los veinte que te faltan —le propuso ____________.
—Pero es que no puedo aceptar —protestó la jovencita—. Papá es muy estricto en lo que se refiere a aceptar dinero de la gente. ¡Me mataría!
—No, no lo hará —quitó la etiqueta con el precio—, porque nunca se enterará. Envuélvalo, por favor. Ahora tenemos que elegir una tarjeta.
—Debe de ser maravilloso tener tanta seguridad en una misma, como tú —suspiró Christine cuando abandonaron la tienda.
—Yo no te describiría como tímida, querida.
—Ya sé que realmente no soy tímida, pero a veces me siento insegura acerca de qué hacer, o cómo actuar, y entonces comienzo a hablar de forma imparable. Tú nunca lo haces —añadió abatida.
—Christine, tienes que recordar que tengo veintiocho años —le sonrió comprensiva—. A tu edad yo estaba muy lejos de sentirme segura de mí misma. De hecho, era muy tímida.
—¡Ay, no me lo puedo creer!
—Te aseguro que es cierto. La gente cambia con el tiempo. Vamos, entremos a tomar algo.
Entraron en una cafetería, pidieron un par de batidos de chocolate y se sentaron.
—____________, ¿crees que llevo bien el cabello así? —preguntó Christine—. A mí me gustaría cortármelo, teñírmelo de rubio y hacerme la permanente, pero mi papá no me lo permite.
________________ intento disimular su horror al pensar en que Christine pudiera echar a perder su largo y brillante cabello castaño.
—Bueno… he visto a muchas chicas con tu color de cabello que tratan de teñírselo de rubio y les queda horrible. Así que no te lo recomendaría. No hay nada que impida que te lo cortes y te hagas la permanente, pero… con toda sinceridad, no te lo recomendaría.
—¿Por qué no?
—Yo me lo corté en una ocasión en que estaba de moda llevarlo así, y al día siguiente me arrepentí. Tardó tres años en volverme a crecer. Me juré que jamás me lo volvería a cortar. Y en cuanto a la permanente, tienes un rostro pequeño y el cabello muy espeso. La permanente te duplicaría el espesor y se perderían tus hermosos ojos.
—Ah… —la decepción se reflejó en su mirada.
—Apuesto a que las chicas que has visto con permanente tienen el cabello muy fino y es posible que lacio. Ellas lo necesitan, pero tú no. Christine, tienes el cabello más hermoso que he visto y no me gustaría que te lo estropearan.
—¿De verdad piensas que mi cabello es bonito? —preguntó ruborizada.
—Bonito no es la palabra. Es precioso.
—Mi mamá tenía el cabello como yo.
—Tu mamá era una mujer muy guapa —repuso _____________ con suavidad, pues tenía miedo de que la jovencita se pusiera triste.
—Sí, ¿verdad? —frunció el ceño, lo que aumentó los temores de ___________—. Nunca le he comentado esto a nadie, pero creo que papá no era feliz casado con mi mamá.
Pily....
Re: Pareja abierta- nick & tu TERMINADA
ay chris te parece??
jaja pily plis siguela ahora me
encanta pero el capi fue un poco
cotito :(
jaja pily plis siguela ahora me
encanta pero el capi fue un poco
cotito :(
#Fire Rouge..*
Re: Pareja abierta- nick & tu TERMINADA
gracias por la bienvenida!! :D
hasta su propia hija se dio cuenta de que nick no era feliz con su esposa!!¬¬
ojala el muy tonto cambie
y se de cuenta de que ama a ________!!
siguela, siguela!!
besos!!
hasta su propia hija se dio cuenta de que nick no era feliz con su esposa!!¬¬
ojala el muy tonto cambie
y se de cuenta de que ama a ________!!
siguela, siguela!!
besos!!
valenlizzie
Re: Pareja abierta- nick & tu TERMINADA
Aaay que amor es Chris :3
Siiguelaa xfa esta genial!
Siiguelaa xfa esta genial!
maiih* [:
Re: Pareja abierta- nick & tu TERMINADA
O______O
Nick no era feliz con su mujer! JÁ
ya está ahora __________ lo tiene!! jaja
ya es suyoooooooooooooooooooo
sube prontooooo :)
un besoooo :cyclops:
Nick no era feliz con su mujer! JÁ
ya está ahora __________ lo tiene!! jaja
ya es suyoooooooooooooooooooo
sube prontooooo :)
un besoooo :cyclops:
myown_world_9
Re: Pareja abierta- nick & tu TERMINADA
oooooooooooooooooooooohhhhhh
eso si no me lo esperaba
jejejeje
siguela porfa
eso si no me lo esperaba
jejejeje
siguela porfa
chelis
Re: Pareja abierta- nick & tu TERMINADA
Siguelaaa
jajaaja me encanta la hija de nick jajaja xdd
Esta muy buena sigueeee!!
jajaaja me encanta la hija de nick jajaja xdd
Esta muy buena sigueeee!!
CrazyxJonas
Re: Pareja abierta- nick & tu TERMINADA
No quiero decir que no la quisiera; estoy segura de que sí. Se portó de maravilla cuando ella se puso enferma; era muy considerado, noble y todo eso, pero… ¡ay, no sé…!
—Creo que no deberías preocuparte por la relación que tuvieron tus padres, Christine. No hay nada perfecto. De joven, me pregunté muchas veces por qué mi madre seguía al lado de mi padre, que era un hombre duro y autoritario; sin embargo ahora comprendo que se amaban y por eso se aceptaban con sus errores y defectos. Tu papá no se habría quedado al lado de tu madre durante tantos años si realmente hubiera sido tan desgraciado.
—Supongo que tienes razón.
—Sé que la tengo. Y ahora, ¿ya tienes todos los regalos de Navidad?
—Sí —sonrió y se inclinó para sacar un libro de la bolsa donde guardaba sus compras—. Le compré un libro de cocina a mi tía Jillian. ¿Crees que le gustará?
—Le va a encantar. Bien, entonces tú ya estás lista. Ahora vamos para que me ayudes a comprar los regalos de mis dos ingratos hermanos y de sus desagradables esposas.
Las dos rieron.
_______________ se divirtió mucho esa mañana, dedicada a las compras de regalos, y después le pidió a Christine que la acompañara a la oficina de correos para enviar los regalos de sus hermanos y sus cuñadas a Sydney. Antes solía hacer un viaje especial para dárselos, pero después de que la dejaron sola consideró que no valía la pena. La oficina estaba llena de gente y para cuando al fin salieron de allí, _____________ invitó a Christine a comer.
Después tomaron el tren de vuelta. Habían comido tanta pizza y bebido tantos refrescos, que apenas pudieron subir el empinado camino que conducía a la casa. Hacía una tarde húmeda y calurosa, así que iban jadeando al dar vuelta a la esquina cuando vieron a nick frente a la casa, apoyado en su coche y con expresión irritada.
—¡Todavía no son las cuatro! —gritó Christine al ver que su padre miraba su reloj de pulsera—. Apenas son las cuatro menos cinco.
—¿A qué se debe que tu padre sea tan quisquilloso con la hora, Christine? —preguntó ______________ en voz baja. Con sólo ver a nick se le había acelerado el pulso. Pensó que ese hombre tenía una apariencia increíblemente sensual, incluso cuando estaba malhumorado.
—Ay, era una manía de mi mamá. Y creo que se le pegó a mi papá, como una enfermedad contagiosa.
—Vosotras dos, dejad de murmurar sobre mí —dijo él en cuanto se acercaron, pero con disimulo le guiñó un ojo a ___________.
De pronto, Christine comenzó a correr hacia la casa, sin dejar de hablar.
—¿Ésta es la casa? Ay, papá, es preciosa. Ay, me encantan las persianas blancas de madera, parece una casa de muñecas. ¡Y mira este jardín tan grande! ¿Te das cuenta? No tenemos que preocuparnos por tener la piscina atrás. Mira, podríamos levantar una verja y mandar construir la piscina en la parte delantera. ¡Madeleine Parsons tiene su piscina en el jardín delantero de su casa y es algo sensacional!
nick miró a __________ con expresión divertida.
—Parece que has hecho una buena venta —le comentó.
—¿Estás dispuesto a pagar lo que estoy pidiendo?
—A estas alturas, creo que incluso estaría dispuesto a pagar el doble, si con ello consigo lo que quiero —sonrió irónico.
__________ experimentó un estremecimiento, pues sabía que aquello de esperar una semana era inútil. La próxima vez que estuvieran juntos, solos, no habría nada que lo detuviera; nick lo quería todo de ella, sin reservas, y estaba dispuesto a conseguirlo.
Se puso nerviosa al pensar que ella no era la mujer experimentada, en el aspecto sexual, que él suponía. Aunque Paul fue su amante durante un año, siempre se mostró tímido y conservador. Jamás le hizo el amor con las luces encendidas. En cuanto a ella, se tendía en el lecho y simplemente le permitía hacer lo que quisiera. Jamás sintió excitación sexual, ni quiso participar.
Por supuesto, sus sentimientos hacia nick eran muy diferentes. Bastaba con que la mirara, para que se pusiera tensa. Pero se preguntaba si bastaría con que lo deseara con locura para poder transformar eso en algo satisfactorio. No quería decepcionarlo…
nick debió de adivinar lo que estaba pensando por la expresión de su rostro, porque de pronto se tensó.
—¿No habrás cambiado de opinión? —preguntó él con voz ahogada.
—No… De hecho… He decidido que no quiero esperar una semana.
El entusiasmo de nick fue instantáneo. Demasiado. El hecho de poseerla parecía significar mucho para él. A ____________ le preocupó entonces que el aspecto sexual cobrara más importancia que otras facetas de su relación.
—Vamos, papá… __________ —les gritó Christine—. ¡Quiero ver mi habitación!
nick tomó a __________ del brazo y la condujo hacia la casa.
—Casi me has provocado un ataque cardíaco. ¿Te refieres a que me puedo quedar esta noche? —preguntó.
—Esta noche, no, nick —respondió con una firmeza que estaba lejos de sentir—. Llámame mañana y haremos planes, porque hoy estoy ocupada.
—Eres una dama muy centrada. Y muy independiente —la contempló con admiración.
—Supongo que sí. He vivido sola durante mucho tiempo.
—¿Dónde vas a vivir si compro la casa?
El corazón de _________ dio un vuelco.
—No… no estoy muy segura —detestaba la idea de tener que abandonar su casa y pensó con amargura que sus hermanos eran unos desagradecidos. Ellos realmente no necesitaban el dinero; en cambio, para ella significaba mucho vivir en su hogar, después de tantos años de ir de un lado para otro.
—No te preocupes —le susurró nick con una voz que vibraba por el deseo—. Yo te voy a ayudar a encontrar un bonito lugar más pequeño, cerca de aquí, donde podamos estar a solas lo más posible.
_________ hizo un intento para evitar que sus palabras no la hirieran, pero no podía dejar de preguntarse por qué nick no deseaba compartir su vida con ella. ¿Por qué tenía que vivir aparte, como una amante secreta? El ya no estaba casado.
Una vez más, _________ se preguntó si la resistencia de nick a volver a casarse se debía a que no había sido feliz en su matrimonio. Christine acababa de comentarle algo en relación con eso, ese mismo día. Por lo pronto, tendría que confiar en su intuición de que nick era un hombre bueno, comprensivo y cariñoso, y tendría que encajar las piezas del rompecabezas más adelante. También tendría que confiar en lo que nick había asegurado: que no le haría daño.
—Eso me gustaría —respondió y decidió ignorar sus dudas.
—Creo que no deberías preocuparte por la relación que tuvieron tus padres, Christine. No hay nada perfecto. De joven, me pregunté muchas veces por qué mi madre seguía al lado de mi padre, que era un hombre duro y autoritario; sin embargo ahora comprendo que se amaban y por eso se aceptaban con sus errores y defectos. Tu papá no se habría quedado al lado de tu madre durante tantos años si realmente hubiera sido tan desgraciado.
—Supongo que tienes razón.
—Sé que la tengo. Y ahora, ¿ya tienes todos los regalos de Navidad?
—Sí —sonrió y se inclinó para sacar un libro de la bolsa donde guardaba sus compras—. Le compré un libro de cocina a mi tía Jillian. ¿Crees que le gustará?
—Le va a encantar. Bien, entonces tú ya estás lista. Ahora vamos para que me ayudes a comprar los regalos de mis dos ingratos hermanos y de sus desagradables esposas.
Las dos rieron.
_______________ se divirtió mucho esa mañana, dedicada a las compras de regalos, y después le pidió a Christine que la acompañara a la oficina de correos para enviar los regalos de sus hermanos y sus cuñadas a Sydney. Antes solía hacer un viaje especial para dárselos, pero después de que la dejaron sola consideró que no valía la pena. La oficina estaba llena de gente y para cuando al fin salieron de allí, _____________ invitó a Christine a comer.
Después tomaron el tren de vuelta. Habían comido tanta pizza y bebido tantos refrescos, que apenas pudieron subir el empinado camino que conducía a la casa. Hacía una tarde húmeda y calurosa, así que iban jadeando al dar vuelta a la esquina cuando vieron a nick frente a la casa, apoyado en su coche y con expresión irritada.
—¡Todavía no son las cuatro! —gritó Christine al ver que su padre miraba su reloj de pulsera—. Apenas son las cuatro menos cinco.
—¿A qué se debe que tu padre sea tan quisquilloso con la hora, Christine? —preguntó ______________ en voz baja. Con sólo ver a nick se le había acelerado el pulso. Pensó que ese hombre tenía una apariencia increíblemente sensual, incluso cuando estaba malhumorado.
—Ay, era una manía de mi mamá. Y creo que se le pegó a mi papá, como una enfermedad contagiosa.
—Vosotras dos, dejad de murmurar sobre mí —dijo él en cuanto se acercaron, pero con disimulo le guiñó un ojo a ___________.
De pronto, Christine comenzó a correr hacia la casa, sin dejar de hablar.
—¿Ésta es la casa? Ay, papá, es preciosa. Ay, me encantan las persianas blancas de madera, parece una casa de muñecas. ¡Y mira este jardín tan grande! ¿Te das cuenta? No tenemos que preocuparnos por tener la piscina atrás. Mira, podríamos levantar una verja y mandar construir la piscina en la parte delantera. ¡Madeleine Parsons tiene su piscina en el jardín delantero de su casa y es algo sensacional!
nick miró a __________ con expresión divertida.
—Parece que has hecho una buena venta —le comentó.
—¿Estás dispuesto a pagar lo que estoy pidiendo?
—A estas alturas, creo que incluso estaría dispuesto a pagar el doble, si con ello consigo lo que quiero —sonrió irónico.
__________ experimentó un estremecimiento, pues sabía que aquello de esperar una semana era inútil. La próxima vez que estuvieran juntos, solos, no habría nada que lo detuviera; nick lo quería todo de ella, sin reservas, y estaba dispuesto a conseguirlo.
Se puso nerviosa al pensar que ella no era la mujer experimentada, en el aspecto sexual, que él suponía. Aunque Paul fue su amante durante un año, siempre se mostró tímido y conservador. Jamás le hizo el amor con las luces encendidas. En cuanto a ella, se tendía en el lecho y simplemente le permitía hacer lo que quisiera. Jamás sintió excitación sexual, ni quiso participar.
Por supuesto, sus sentimientos hacia nick eran muy diferentes. Bastaba con que la mirara, para que se pusiera tensa. Pero se preguntaba si bastaría con que lo deseara con locura para poder transformar eso en algo satisfactorio. No quería decepcionarlo…
nick debió de adivinar lo que estaba pensando por la expresión de su rostro, porque de pronto se tensó.
—¿No habrás cambiado de opinión? —preguntó él con voz ahogada.
—No… De hecho… He decidido que no quiero esperar una semana.
El entusiasmo de nick fue instantáneo. Demasiado. El hecho de poseerla parecía significar mucho para él. A ____________ le preocupó entonces que el aspecto sexual cobrara más importancia que otras facetas de su relación.
—Vamos, papá… __________ —les gritó Christine—. ¡Quiero ver mi habitación!
nick tomó a __________ del brazo y la condujo hacia la casa.
—Casi me has provocado un ataque cardíaco. ¿Te refieres a que me puedo quedar esta noche? —preguntó.
—Esta noche, no, nick —respondió con una firmeza que estaba lejos de sentir—. Llámame mañana y haremos planes, porque hoy estoy ocupada.
—Eres una dama muy centrada. Y muy independiente —la contempló con admiración.
—Supongo que sí. He vivido sola durante mucho tiempo.
—¿Dónde vas a vivir si compro la casa?
El corazón de _________ dio un vuelco.
—No… no estoy muy segura —detestaba la idea de tener que abandonar su casa y pensó con amargura que sus hermanos eran unos desagradecidos. Ellos realmente no necesitaban el dinero; en cambio, para ella significaba mucho vivir en su hogar, después de tantos años de ir de un lado para otro.
—No te preocupes —le susurró nick con una voz que vibraba por el deseo—. Yo te voy a ayudar a encontrar un bonito lugar más pequeño, cerca de aquí, donde podamos estar a solas lo más posible.
_________ hizo un intento para evitar que sus palabras no la hirieran, pero no podía dejar de preguntarse por qué nick no deseaba compartir su vida con ella. ¿Por qué tenía que vivir aparte, como una amante secreta? El ya no estaba casado.
Una vez más, _________ se preguntó si la resistencia de nick a volver a casarse se debía a que no había sido feliz en su matrimonio. Christine acababa de comentarle algo en relación con eso, ese mismo día. Por lo pronto, tendría que confiar en su intuición de que nick era un hombre bueno, comprensivo y cariñoso, y tendría que encajar las piezas del rompecabezas más adelante. También tendría que confiar en lo que nick había asegurado: que no le haría daño.
—Eso me gustaría —respondió y decidió ignorar sus dudas.
Pily....
Re: Pareja abierta- nick & tu TERMINADA
Christine estaba encantada con la habitación decorada en color rosa, y en general con todo, así que le pidió a su padre que comprara la casa de inmediato. nick respondió que al día siguiente hablaría con su abogado para que preparara los documentos, pero ante la insistencia de su hija, tuvo que acabar por llamarlo en ese mismo momento. ___________ llamó a sus hermanos para decírselo.
No obstante, nick puso la condición de que los muebles estuvieran incluidos en el precio, ya que cuando vendió su casa, después de la muerte de su mujer, había vendido los suyos.
Rupert y Philip se mostraron muy contentos con la venta, le desearon una feliz Navidad y la invitaron a que los visitara a la vuelta de su crucero. Una vez que todo quedó arreglado, nick sugirió que se fueran los tres a nadar a la playa, porque durante la última hora la temperatura había subido mucho. El llevaba sus pantalones cortos en el coche y podían pasar por casa de Jillian para que Christine se pusiera su traje de baño.
Una hora más tarde, __________ y nick estaban tendidos sobre sus toallas en la playa Forrester, después de haber nadado en sus frescas aguas. Los dos se dedicaban a tomar el sol, mientras Christine nadaba con una amiga que se había encontrado.
—Mmm —murmuró nick, después de volverse sobre el estómago para apoyarse en los codos—. Me gusta la vista. Las cimas gemelas.
_____________ se tensó. Sabía a lo que se refería. El agua fresca había hecho que se le endurecieran los pezones. También era consciente de que nick quería excitarla por medio de esas palabras. Pensó que quizá todavía tenía la esperanza de pasar esa noche con ella.
Sin embargo, ____________ aún estaba decidida a mantener cierto control sobre la situación. No quería que se diera cuenta del poder que ejercía sobre ella. Ese poder, según ____________, era malo para una relación. Su padre lo había ejercido sobre su madre. Por mucho que lo amara, no quería convertirse en la esclava de los deseos de nick.
—¡No te vas a quedar conmigo esta noche, y ya está! —lo miró con expresión recriminatoria.
nick suspiró de forma dramática, se volvió y se tendió de espaldas, dándole de esa forma una vista completa de su cuerpo. Ella tragó saliva. Realmente, pensó, era una injusticia que ese hombre tuviera un cuerpo tan formidable. Ese torso bronceado de hombros anchos, esas largas y musculosas piernas…
—Entonces, ¿cuándo vas a tener una noche libre para que los dos podamos estar juntos? —preguntó poniéndola a prueba—. ¡Solos!
___________ decidió dejar ya de dar largas al asunto. Estaba contratada como eventual, de manera que podía tomarse los días de descanso que quisiera, siempre y cuando encontrara a alguien que ocupara su lugar. Conocía a una estudiante universitaria que a veces trabajaba con ella, y que estaría muy dispuesta a suplirla y ganarse un dinero extra.
—¿Qué te parece el miércoles? —preguntó sonriente—. ¿O el jueves? ¿El viernes? ¿O los tres días? Si quieres podría tomarme toda la semana; sólo tengo que presentarme mañana al trabajo para hacer los preparativos.
—¡Fantástico! Te llevaré a cenar y a bailar el miércoles y después té instalaré en mi apartamento como mi invitada, durante el resto de la semana.
nick se volvió y estaba a punto de darle un beso, cuando Christine se aproximó, dando gritos.
—¡Papá! ¡Papá!
Ambos se sentaron de inmediato y miraron en la dirección que señalaba la jovencita.
—Papá, creo que el hombre que está allí tiene problemas.
__________ y nick se pusieron de pie y miraron hacia el mar, donde el oleaje era más violento. De vez en cuando alcanzaba a verse a un hombre que les hacía señas desesperadamente.
—Creo que está atrapado por la corriente —explicó la jovencita—. Vas a tener que hacer algo, papá. No hay ningún socorrista por aquí. Ni siquiera hay alguien con una tabla de surf adecuada.
—Ay, Dios —exclamó nick y de inmediato corrió hacia el mar y se sumergió bajo la primera ola, a una velocidad asombrosa.
_________ corrió tras él para esperarlo con ansiedad en la orilla. Temía que algo malo le sucediera. Durante la última hora, el mar se había encrespado por un viento del norte y el hombre que se encontraba en problemas estaba bastante alejado de la orilla.
—¿Qué sucede? —preguntó una anciana, entre el grupo de gente que empezó a reunirse.
—Un tipo está en problemas —le respondió un adolescente—. El marido de esta señora ha ido a rescatarlo.
___________ no se molestó en aclarar su error, porque toda su atención estaba concentrada en nick, que acababa de desaparecer otra vez bajo una enorme ola.
—Por favor, Dios mío, que no le suceda nada —suplicó en voz alta.
—No tienes por qué preocuparte —la consoló Christine con tono orgulloso—. De joven fue campeón de socorrismo. Ganó muchas competiciones.
—¿De verdad? —preguntó alguien—. ¿Cómo se llama?
—nick Kingsley —respondió la jovencita.
—¡Ah, lo recuerdo! —exclamó el desconocido.
—Sí, pero eso fue hace diez años —le recordó ___________ a la chica.
Christine palideció por completo.
—No…. no pensarás que algo puede sucederle a papá, ¿verdad?
—Por supuesto que no —mintió __________ al ver el terror en los ojos de la jovencita—. Fue campeón y lo sigue siendo, cariño —la abrazó para tranquilizarla.
—Sí… sí, claro.
Ambas guardaron silencio y observaron con nerviosismo los esfuerzos que tuvo que hacer nick para llegar hasta el hombre y luego llevarlo de regreso a la orilla, donde varias personas se encargaron de él. nick estaba exhausto.
—Ay, nick —____________ corrió a su lado y lo tomó por la cintura para ayudarlo a salir del agua. Con la mano que tenía libre, le apartó el cabello del rostro.
El se apoyó en ella, y durante unos segundos sus miradas quedaron entrelazadas. _____________ lo miró con afecto y alivio, y comprendió entonces cuánto lo amaba.
—Voy a tener que rescatar a un estúpido todos los días —comentó nick jadeante—, si con eso logro que me mires de esa manera.
—¡Cielos, papá, has estado maravilloso! —exclamó su hija, abrazándolo, besándolo—. Le aseguré a __________ que estarías bien. Ella se preocupó, pero yo no —miró a __________ con expresión inocente—. Bueno, casi no…
nick intentó reír, pero de inmediato le faltó la respiración.
—Demonios, después de esto me he dado cuenta de que tendré que hacer más ejercicio. Estoy verdaderamente…
—Exhausto —lo interrumpió ___________, porque sospechaba que iba a utilizar una expresión poco correcta.
—Iba a decir «acabado» —nick hizo una mueca y le sonrió.
—Ay, sí, claro —bromeó ella.
—Iré a por tu toalla, papá —la chica corrió por la arena y en ese momento se acercaron dos niños pequeños.
—¡Cielos, señor, ha estado usted estupendo! —exclamó uno.
—¡Un héroe! ¡Como los de las películas! —gritó el otro.
—Soy Arnold Schwarzennegger, así que ten cuidado —comentó nick en tono de broma.
—Más bien, Mel Gibson, creo yo —intervino ____________—. O Harrison Ford.
—Mmm. Me estás poniendo por las nubes, querida. Falta poco para que empieces a desear que te haga el amor.
—A qué te refieres con eso de… «¿Empieces?» —lo miró con ironía.
—De verdad que escoges bien los momentos. Aquí no te podría hacer el amor, aunque me pagaras por ello.
—Bien.
No obstante, nick puso la condición de que los muebles estuvieran incluidos en el precio, ya que cuando vendió su casa, después de la muerte de su mujer, había vendido los suyos.
Rupert y Philip se mostraron muy contentos con la venta, le desearon una feliz Navidad y la invitaron a que los visitara a la vuelta de su crucero. Una vez que todo quedó arreglado, nick sugirió que se fueran los tres a nadar a la playa, porque durante la última hora la temperatura había subido mucho. El llevaba sus pantalones cortos en el coche y podían pasar por casa de Jillian para que Christine se pusiera su traje de baño.
Una hora más tarde, __________ y nick estaban tendidos sobre sus toallas en la playa Forrester, después de haber nadado en sus frescas aguas. Los dos se dedicaban a tomar el sol, mientras Christine nadaba con una amiga que se había encontrado.
—Mmm —murmuró nick, después de volverse sobre el estómago para apoyarse en los codos—. Me gusta la vista. Las cimas gemelas.
_____________ se tensó. Sabía a lo que se refería. El agua fresca había hecho que se le endurecieran los pezones. También era consciente de que nick quería excitarla por medio de esas palabras. Pensó que quizá todavía tenía la esperanza de pasar esa noche con ella.
Sin embargo, ____________ aún estaba decidida a mantener cierto control sobre la situación. No quería que se diera cuenta del poder que ejercía sobre ella. Ese poder, según ____________, era malo para una relación. Su padre lo había ejercido sobre su madre. Por mucho que lo amara, no quería convertirse en la esclava de los deseos de nick.
—¡No te vas a quedar conmigo esta noche, y ya está! —lo miró con expresión recriminatoria.
nick suspiró de forma dramática, se volvió y se tendió de espaldas, dándole de esa forma una vista completa de su cuerpo. Ella tragó saliva. Realmente, pensó, era una injusticia que ese hombre tuviera un cuerpo tan formidable. Ese torso bronceado de hombros anchos, esas largas y musculosas piernas…
—Entonces, ¿cuándo vas a tener una noche libre para que los dos podamos estar juntos? —preguntó poniéndola a prueba—. ¡Solos!
___________ decidió dejar ya de dar largas al asunto. Estaba contratada como eventual, de manera que podía tomarse los días de descanso que quisiera, siempre y cuando encontrara a alguien que ocupara su lugar. Conocía a una estudiante universitaria que a veces trabajaba con ella, y que estaría muy dispuesta a suplirla y ganarse un dinero extra.
—¿Qué te parece el miércoles? —preguntó sonriente—. ¿O el jueves? ¿El viernes? ¿O los tres días? Si quieres podría tomarme toda la semana; sólo tengo que presentarme mañana al trabajo para hacer los preparativos.
—¡Fantástico! Te llevaré a cenar y a bailar el miércoles y después té instalaré en mi apartamento como mi invitada, durante el resto de la semana.
nick se volvió y estaba a punto de darle un beso, cuando Christine se aproximó, dando gritos.
—¡Papá! ¡Papá!
Ambos se sentaron de inmediato y miraron en la dirección que señalaba la jovencita.
—Papá, creo que el hombre que está allí tiene problemas.
__________ y nick se pusieron de pie y miraron hacia el mar, donde el oleaje era más violento. De vez en cuando alcanzaba a verse a un hombre que les hacía señas desesperadamente.
—Creo que está atrapado por la corriente —explicó la jovencita—. Vas a tener que hacer algo, papá. No hay ningún socorrista por aquí. Ni siquiera hay alguien con una tabla de surf adecuada.
—Ay, Dios —exclamó nick y de inmediato corrió hacia el mar y se sumergió bajo la primera ola, a una velocidad asombrosa.
_________ corrió tras él para esperarlo con ansiedad en la orilla. Temía que algo malo le sucediera. Durante la última hora, el mar se había encrespado por un viento del norte y el hombre que se encontraba en problemas estaba bastante alejado de la orilla.
—¿Qué sucede? —preguntó una anciana, entre el grupo de gente que empezó a reunirse.
—Un tipo está en problemas —le respondió un adolescente—. El marido de esta señora ha ido a rescatarlo.
___________ no se molestó en aclarar su error, porque toda su atención estaba concentrada en nick, que acababa de desaparecer otra vez bajo una enorme ola.
—Por favor, Dios mío, que no le suceda nada —suplicó en voz alta.
—No tienes por qué preocuparte —la consoló Christine con tono orgulloso—. De joven fue campeón de socorrismo. Ganó muchas competiciones.
—¿De verdad? —preguntó alguien—. ¿Cómo se llama?
—nick Kingsley —respondió la jovencita.
—¡Ah, lo recuerdo! —exclamó el desconocido.
—Sí, pero eso fue hace diez años —le recordó ___________ a la chica.
Christine palideció por completo.
—No…. no pensarás que algo puede sucederle a papá, ¿verdad?
—Por supuesto que no —mintió __________ al ver el terror en los ojos de la jovencita—. Fue campeón y lo sigue siendo, cariño —la abrazó para tranquilizarla.
—Sí… sí, claro.
Ambas guardaron silencio y observaron con nerviosismo los esfuerzos que tuvo que hacer nick para llegar hasta el hombre y luego llevarlo de regreso a la orilla, donde varias personas se encargaron de él. nick estaba exhausto.
—Ay, nick —____________ corrió a su lado y lo tomó por la cintura para ayudarlo a salir del agua. Con la mano que tenía libre, le apartó el cabello del rostro.
El se apoyó en ella, y durante unos segundos sus miradas quedaron entrelazadas. _____________ lo miró con afecto y alivio, y comprendió entonces cuánto lo amaba.
—Voy a tener que rescatar a un estúpido todos los días —comentó nick jadeante—, si con eso logro que me mires de esa manera.
—¡Cielos, papá, has estado maravilloso! —exclamó su hija, abrazándolo, besándolo—. Le aseguré a __________ que estarías bien. Ella se preocupó, pero yo no —miró a __________ con expresión inocente—. Bueno, casi no…
nick intentó reír, pero de inmediato le faltó la respiración.
—Demonios, después de esto me he dado cuenta de que tendré que hacer más ejercicio. Estoy verdaderamente…
—Exhausto —lo interrumpió ___________, porque sospechaba que iba a utilizar una expresión poco correcta.
—Iba a decir «acabado» —nick hizo una mueca y le sonrió.
—Ay, sí, claro —bromeó ella.
—Iré a por tu toalla, papá —la chica corrió por la arena y en ese momento se acercaron dos niños pequeños.
—¡Cielos, señor, ha estado usted estupendo! —exclamó uno.
—¡Un héroe! ¡Como los de las películas! —gritó el otro.
—Soy Arnold Schwarzennegger, así que ten cuidado —comentó nick en tono de broma.
—Más bien, Mel Gibson, creo yo —intervino ____________—. O Harrison Ford.
—Mmm. Me estás poniendo por las nubes, querida. Falta poco para que empieces a desear que te haga el amor.
—A qué te refieres con eso de… «¿Empieces?» —lo miró con ironía.
—De verdad que escoges bien los momentos. Aquí no te podría hacer el amor, aunque me pagaras por ello.
—Bien.
Pily....
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