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Gráficos por y codes hechos por Kaffei e Insxne.
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Pareja abierta- nick & tu TERMINADA
O W N :: Archivos :: Novelas Terminadas
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Re: Pareja abierta- nick & tu TERMINADA
dios dios porque rechazo a paul??
nick la deseo siempre!!!
espero que se enamore!!
sigula plis
nick la deseo siempre!!!
espero que se enamore!!
sigula plis
#Fire Rouge..*
Re: Pareja abierta- nick & tu TERMINADA
NO TE PREOCUPES
JEJEJEJ
ME FACINO EL CAPIS
Y SIGUELA
PORFAAA
JEJEJEJ
ME FACINO EL CAPIS
Y SIGUELA
PORFAAA
chelis
Re: Pareja abierta- nick & tu TERMINADA
Pero, ¿de verdad era eso lo que ella deseaba? ¿Qué nick esperara? Durante todo el tiempo que habían estado juntos, ella había sido muy consciente de su presencia física, sobre todo en el cine, sentados lado a lado. De hecho, no había podido concentrarse en la película. En todo el tiempo no había dejado de imaginar cómo sería su beso de despedida. Para cuando la acompañó hasta la puerta de su casa, anhelaba sentir sus labios sobre su boca y sus brazos alrededor de su cuerpo.
Pero nick apenas la besó en la mejilla y la dejó presa de una frustración que nunca antes había experimentado. _________ estaba preocupada de que fuera una estrategia calculada por su parte, una astuta maniobra de un experimentado seductor.
_________ casi dio un salto cuando de pronto sonó el timbre del teléfono. Se apoyó sobre las almohadas desordenadas y, nerviosa, levantó el auricular. Antes de escuchar su muy atractiva voz masculina, ya sabía quién era.
—¿__________?
—Si… —un escalofrío le recorrió la espalda.
—Acabo de llegar a Sydney.
—¿Cómo sabías que no estaba dormida? —trató de dar un tono de reproche a su voz, pero no lo consiguió.
—Si te sientes como yo… —murmuró con voz grave y sensual—, no podías estar dormida.
Un tembloroso gemido escapó de los labios de Serina antes de que pudiera impedirlo.
—Dios, no hagas eso —le suplicó él.
_________ se quedó callada, pero seguía temblando.
—Pasaré a recogerte mañana, después del trabajo.
—¡No! No, mañana por la noche trabajo —explicó ________.
—No toda la noche.
—Otra vez me estás presionando, nick —señaló asustada.
—Muy bien —suspiró—. ¿Qué noche de esta semana no trabajas? Sin compromisos. Sólo será una cita.
—No cuento con ninguna noche esta semana hasta el domingo —respondió con firmeza y decidida a controlar la situación.
—El domingo —repitió nick—. Tengo que ir a casa de mi hermana el domingo por la noche, porque tengo una cena familiar. De hecho, vive cerca de ti —se mantuvo en silencio durante unos segundos—. Escucha, ¿por qué no me acompañas? Supongo que te parecerá muy apropiado, porque no hay modo de que te viole sobre la mesa del comedor, ¿o sí? Por lo menos —añadió con acre humor—, no sobre la mesa del comedor de mi hermana Jillian.
________ se dijo que nick era un verdadero malvado; sus palabras convocaron en su mente imágenes muy eróticas. Le resultaba muy excitante seducirse sobre una mesa de comedor…
No obstante, su invitación para ir a cenar con su familia mitigó sus preocupaciones con respecto a él. De hecho, ___________ estaba encantada. Ningún hombre hacía esa clase de invitación a menos que sus intenciones fueran ______. Sin duda, había desconfiado de nick sin fundamento.
—Está bien —aceptó ocultando que estaba feliz de que él deseara mantener una relación seria con ella.
—Perfecto. ¿Te parece bien a las siete de la tarde, el domingo?
—Muy bien.
—Ojalá estés preparada a tiempo, porque no tolero a la gente que no lo está.
—Estaré lista —le aseguró—. ¡nick! —exclamó antes de que él colgara.
—¿Sí?
—¿Qué has decidido sobre la casa?
—Nada todavía. Voy a comentarlo con Christine, el domingo por la noche cuando la vea.
—Pero… ¿acaso no vive contigo?
—Por ahora no. Estudia en un internado y pasa las vacaciones con mi hermana. Lo que sucede es que he vendido mi casa y vivo en un pequeño apartamento de la ciudad, solo, hasta que compre una casa en la costa central. Quiero que mi hija estudie en un colegio normal, donde pueda hacer amigos. A mí nunca me agradó la idea de que estuviera interna, pero Naomi insistió. Cuando murió no quise trastornar los estudios de Christine, y decidí esperar el momento adecuado. Ahora me parece conveniente, pues muchos estudiantes cambian de escuela al ingresar en la preparatoria.
A _________ le impresionó mucho el tono tan severo que empleó nick al hablar de la decisión de Naomi acerca de enviar a la niña a un internado. Por primera vez se le ocurrió pensar que quizás ese matrimonio «perfecto» no lo había sido tanto. No supo si sentir alegría o preocupación, pues a veces la experiencia de un mal matrimonio escarmentaba de manera definitiva a la gente.
—Quizás esta casa os resulte demasiado grande a los dos —comentó _______ en un intento por averiguar si nick deseaba casarse otra vez.
—No, porque a mí me gustan los espacios amplios. Además, quiero que Christine pueda invitar a muchos amigos a nuestra casa.
—Ya veo… —comentó dándose cuenta de que no lo había conseguido.
—Te veo muy deseosa de vender, _______. ¿Necesitas el dinero?
—Rupert y Philip dicen que sí —respondió con tono seco.
Realmente _________ era la que disfrutaba de la situación económica de los tres y había concebido la esperanza de que sus hermanos le permitieran vivir en la casa durante algún tiempo, pero no había sido así. La estaban presionando para que vendiera rápido, antes de que los precios bajaran aún más.
—Si necesitas dinero o lo que sea, sólo tienes que pedírmelo —le ofreció nick con suavidad.
_________ se tensó de inmediato, porque para ella el hecho de aceptar dinero de un hombre sólo podía significar una cosa.
—Estoy muy bien, nick. Y también estoy cansada.
—Ya he captado la indirecta —suspiró él—. Que duermas bien. Nos vemos el domingo.
A las seis y treinta y cinco minutos del domingo, _________ se encontraba ante el espejo del cuarto de baño. No sabía si maquillarse mucho o poco.
—Bueno, querida —habló sola ante el espejo—, sólo te vas a poner un toque de sombra azul en los ojos, un poco de rimel y pintura de labios de un tono coral pálido. ¡Nada seductor, sensual ni provocativo!
Cuando terminó, dio un paso atrás y se miró. El maquillaje estaba muy bien. Había concebido la esperanza de que recogiendo el cabello y poniéndose el traje azul de su madre lograría el efecto de discreción que buscaba. No obstante, no consiguió su propósito. El traje se ajustaba a su cuerpo de una forma atractiva, aunque no era provocativo porque era de cuello redondo mangas cortas y falda recta con vuelo al final.
El reloj marcaba las seis y cincuenta y dos minutos. ________ se calzó sus zapatos azules, que combinaban a la perfección con el traje, se colgó del hombro un elegante bolso que también había pertenecido a su madre. Estaba terminando de pintarse las uñas cuando sonó el timbre de la puerta.
El corazón le dio un vuelco por la sorpresa y vio que ya eran las siete en punto. Cerró el frasco de pintura de uñas y lentamente avanzó hacia la puerta principal. Agitaba las manos para secarse las uñas más rápidamente. Intentó abrir la puerta tomando el picaporte con la palma de la mano, pero no lo consiguió y suspiró irritada ya que él volvió a tocar el timbre.
—Acabo de pintarme las uñas, nick —gritó—, y no puedo abrir la puerta. Entra. No está cerrada con llave.
La puerta se abrió con tal fuerza que _________ tuvo que hacerse a un lado para que no la golpeara.
—Lo siento —se disculpó y se volvió para cerrar, lo que le dio la oportunidad a Serina para observar su atuendo.
Experimentó cierto alivio al ver que no vestía como un ejecutivo de éxito. Llevaba unos pantalones de corte informal, una camisa negra abierta y una cazadora que le recordó el nick de antes. No obstante, no dejaba de parecer irresistiblemente
Pero nick apenas la besó en la mejilla y la dejó presa de una frustración que nunca antes había experimentado. _________ estaba preocupada de que fuera una estrategia calculada por su parte, una astuta maniobra de un experimentado seductor.
_________ casi dio un salto cuando de pronto sonó el timbre del teléfono. Se apoyó sobre las almohadas desordenadas y, nerviosa, levantó el auricular. Antes de escuchar su muy atractiva voz masculina, ya sabía quién era.
—¿__________?
—Si… —un escalofrío le recorrió la espalda.
—Acabo de llegar a Sydney.
—¿Cómo sabías que no estaba dormida? —trató de dar un tono de reproche a su voz, pero no lo consiguió.
—Si te sientes como yo… —murmuró con voz grave y sensual—, no podías estar dormida.
Un tembloroso gemido escapó de los labios de Serina antes de que pudiera impedirlo.
—Dios, no hagas eso —le suplicó él.
_________ se quedó callada, pero seguía temblando.
—Pasaré a recogerte mañana, después del trabajo.
—¡No! No, mañana por la noche trabajo —explicó ________.
—No toda la noche.
—Otra vez me estás presionando, nick —señaló asustada.
—Muy bien —suspiró—. ¿Qué noche de esta semana no trabajas? Sin compromisos. Sólo será una cita.
—No cuento con ninguna noche esta semana hasta el domingo —respondió con firmeza y decidida a controlar la situación.
—El domingo —repitió nick—. Tengo que ir a casa de mi hermana el domingo por la noche, porque tengo una cena familiar. De hecho, vive cerca de ti —se mantuvo en silencio durante unos segundos—. Escucha, ¿por qué no me acompañas? Supongo que te parecerá muy apropiado, porque no hay modo de que te viole sobre la mesa del comedor, ¿o sí? Por lo menos —añadió con acre humor—, no sobre la mesa del comedor de mi hermana Jillian.
________ se dijo que nick era un verdadero malvado; sus palabras convocaron en su mente imágenes muy eróticas. Le resultaba muy excitante seducirse sobre una mesa de comedor…
No obstante, su invitación para ir a cenar con su familia mitigó sus preocupaciones con respecto a él. De hecho, ___________ estaba encantada. Ningún hombre hacía esa clase de invitación a menos que sus intenciones fueran ______. Sin duda, había desconfiado de nick sin fundamento.
—Está bien —aceptó ocultando que estaba feliz de que él deseara mantener una relación seria con ella.
—Perfecto. ¿Te parece bien a las siete de la tarde, el domingo?
—Muy bien.
—Ojalá estés preparada a tiempo, porque no tolero a la gente que no lo está.
—Estaré lista —le aseguró—. ¡nick! —exclamó antes de que él colgara.
—¿Sí?
—¿Qué has decidido sobre la casa?
—Nada todavía. Voy a comentarlo con Christine, el domingo por la noche cuando la vea.
—Pero… ¿acaso no vive contigo?
—Por ahora no. Estudia en un internado y pasa las vacaciones con mi hermana. Lo que sucede es que he vendido mi casa y vivo en un pequeño apartamento de la ciudad, solo, hasta que compre una casa en la costa central. Quiero que mi hija estudie en un colegio normal, donde pueda hacer amigos. A mí nunca me agradó la idea de que estuviera interna, pero Naomi insistió. Cuando murió no quise trastornar los estudios de Christine, y decidí esperar el momento adecuado. Ahora me parece conveniente, pues muchos estudiantes cambian de escuela al ingresar en la preparatoria.
A _________ le impresionó mucho el tono tan severo que empleó nick al hablar de la decisión de Naomi acerca de enviar a la niña a un internado. Por primera vez se le ocurrió pensar que quizás ese matrimonio «perfecto» no lo había sido tanto. No supo si sentir alegría o preocupación, pues a veces la experiencia de un mal matrimonio escarmentaba de manera definitiva a la gente.
—Quizás esta casa os resulte demasiado grande a los dos —comentó _______ en un intento por averiguar si nick deseaba casarse otra vez.
—No, porque a mí me gustan los espacios amplios. Además, quiero que Christine pueda invitar a muchos amigos a nuestra casa.
—Ya veo… —comentó dándose cuenta de que no lo había conseguido.
—Te veo muy deseosa de vender, _______. ¿Necesitas el dinero?
—Rupert y Philip dicen que sí —respondió con tono seco.
Realmente _________ era la que disfrutaba de la situación económica de los tres y había concebido la esperanza de que sus hermanos le permitieran vivir en la casa durante algún tiempo, pero no había sido así. La estaban presionando para que vendiera rápido, antes de que los precios bajaran aún más.
—Si necesitas dinero o lo que sea, sólo tienes que pedírmelo —le ofreció nick con suavidad.
_________ se tensó de inmediato, porque para ella el hecho de aceptar dinero de un hombre sólo podía significar una cosa.
—Estoy muy bien, nick. Y también estoy cansada.
—Ya he captado la indirecta —suspiró él—. Que duermas bien. Nos vemos el domingo.
A las seis y treinta y cinco minutos del domingo, _________ se encontraba ante el espejo del cuarto de baño. No sabía si maquillarse mucho o poco.
—Bueno, querida —habló sola ante el espejo—, sólo te vas a poner un toque de sombra azul en los ojos, un poco de rimel y pintura de labios de un tono coral pálido. ¡Nada seductor, sensual ni provocativo!
Cuando terminó, dio un paso atrás y se miró. El maquillaje estaba muy bien. Había concebido la esperanza de que recogiendo el cabello y poniéndose el traje azul de su madre lograría el efecto de discreción que buscaba. No obstante, no consiguió su propósito. El traje se ajustaba a su cuerpo de una forma atractiva, aunque no era provocativo porque era de cuello redondo mangas cortas y falda recta con vuelo al final.
El reloj marcaba las seis y cincuenta y dos minutos. ________ se calzó sus zapatos azules, que combinaban a la perfección con el traje, se colgó del hombro un elegante bolso que también había pertenecido a su madre. Estaba terminando de pintarse las uñas cuando sonó el timbre de la puerta.
El corazón le dio un vuelco por la sorpresa y vio que ya eran las siete en punto. Cerró el frasco de pintura de uñas y lentamente avanzó hacia la puerta principal. Agitaba las manos para secarse las uñas más rápidamente. Intentó abrir la puerta tomando el picaporte con la palma de la mano, pero no lo consiguió y suspiró irritada ya que él volvió a tocar el timbre.
—Acabo de pintarme las uñas, nick —gritó—, y no puedo abrir la puerta. Entra. No está cerrada con llave.
La puerta se abrió con tal fuerza que _________ tuvo que hacerse a un lado para que no la golpeara.
—Lo siento —se disculpó y se volvió para cerrar, lo que le dio la oportunidad a Serina para observar su atuendo.
Experimentó cierto alivio al ver que no vestía como un ejecutivo de éxito. Llevaba unos pantalones de corte informal, una camisa negra abierta y una cazadora que le recordó el nick de antes. No obstante, no dejaba de parecer irresistiblemente
Pily....
Re: Pareja abierta- nick & tu TERMINADA
ooooooooooooooooooooohhhhh
que capis
jejejejej
siguela porfa anda
que capis
jejejejej
siguela porfa anda
chelis
Re: Pareja abierta- nick & tu TERMINADA
plis plis siguela
dios chris vive separada de su papa !!!
dios chris vive separada de su papa !!!
#Fire Rouge..*
Re: Pareja abierta- nick & tu TERMINADA
chicas sorry por la demora nunca me e demorado y ustedes saben pero es que no tenia time
entraba solo para leer y sieque alcansaba bueno aqui les dejare uno pero seguire acamodando para ustedes y si no me aparesco es por que no tengo internet pero luego llegare con todo se les quiere y muchas gracias por tenerme pasiencia tkm..... :hug:
atractivo y sensual. De inmediato, el pulso se le aceleró de nuevo, y con ello su preocupación. Se preguntó si Aaron sería consciente de lo vulnerable que se sentía ella ante él. Tenía la esperanza de que no fuera así. Realmente deseaba que se conocieran bien antes de complicar su relación con el sexo.
___________ se preparaba para sonreírle con toda compostura, cuando nick se volvió para mirarla con un gesto de desaprobación.
—________, realmente deberías cerrar siempre la puerta con llave. Las estadísticas sobre robos de casas son alarmantes. Y eso, para no hablar del número de violaciones… —guardó silencio y la miró de pies a cabeza de una forma inquietante.
_________ dejó de agitar las manos, la boca se le secó y sintió una expresión en el estómago. Sin embargo, decidió comportarse con normalidad, porque no era posible que se muriera de nervios cada vez que él la miraba.
—Buenas noches a usted también, señor Kingsley. ¿Puedo preguntar si su preocupación es por mí y por mi casa o por lo que pronto será suya? —demasiado tarde se percató de que sus palabras encerraban un doble sentido, pero fingió naturalidad y levantó una ceja con coquetería.
—Me estás insinuando que me meta en mis propios asuntos, ¿no? —se rió.
—Los hombres tienen el terrible defecto —respondió ella—, de dar consejos a las mujeres, cuando éstas no se los han pedido. A algunas mujeres no les agrada.
—¿No me digas? —preguntó divertido—. Trataré de recordarlo, señorita Independencia. ¿O debo llamarla «señora»?
______ comenzó a soplarse las uñas, lo cual le daba una excusa para bajar la mirada.
—De ninguna manera, porque «señora» suena como una abeja encerrada en un frasco.
nick estalló en carcajadas y _________ pensó que por primera vez desde que volvió a verlo, parecía realmente contento, por lo que sintió gran satisfacción. Habría deseado hacerle ver que ella podía ser una compañera agradable incluso fuera de la cama, y que tenía toda la intención de que se diera cuenta.
—¿Ya se te han secado las uñas? —preguntó él, todavía sonriente—. La cena no nos va a aguardar indefinidamente. O más bien debo decir que Jillian no lo hará. Ya sabes cómo son todas las hermanas mayores; como mamá gallina.
—¡Ah! ¿Entonces es tu hermana la que es obsesiva con la puntualidad? Me preguntaba quién te había vuelto tan respetuoso con el tiempo.
El cambio de expresión de nick fue inmediato y casi alarmante.
—Todos tenemos defectos —replicó mirándola irritado.
—Ya… bueno, voy a por las llaves de la casa y podemos irnos —respondió ____________, desconcertada. Se volvió y se dirigió apresurada a la cocina.
Volvió a su lado al tiempo que pensaba que sería bueno enseñarle que el mundo no se venía abajo por llegar tarde de vez en cuando, pero se distrajo al ver la manera en que la miraba cuando se dirigía hacia él.
—Qué preciosa eres, __________—murmuró sin rastro de su irritación anterior.
—Gracias —contestó con voz sensual.
—Te prefiero con el cabello suelto. Después te lo soltaré yo.
El corazón de _________ dio un vuelco; sin embargo, logró mantener la compostura y lo miró con expresión fría y de reproche.
—Quiero recordarte nick, que me dejaste muy claro que esta noche sólo era una cita, sin compromisos.
—¿Yo te aclaré eso? —preguntó mirándola con la misma frialdad.
—Sí.
—Puedo ser paciente durante un poco más de tiempo —señaló con una sonrisa poco cálida—. Depende de ti —la tomó del brazo y salieron juntos.
_________ comprendió que nick esperaba que esa noche le permitiera hacerle el amor. Sin duda, estaba acostumbrado a conseguirlo todo con facilidad: el amor, las mujeres, el éxito. Decidió que no le permitiría hacerle el amor esa noche, pero que trataría de que pasaran una velada agradable.
Cerró la puerta, guardó las llaves en su bolso y anunció:
—¡Ya está segura! Ahora, háblame de tu hermana, nick, para saber algo de ella al llegar a su casa. Me contaste que es mayor que tú. ¿Cuántos años?
—De hecho, casi veinte. Es el único familiar que me queda y creo que me trata más como a un hijo que como a un hermano. Lo que me recuerda que le va a sorprender muchísimo verte.
—¿Sorprender? ¿Por qué? —estaba desconcertada de nuevo.
—Desde que me quedé viudo —explicó con una sonrisa divertida—, ha intentado que me relacione con cada mujer divorciada o viuda que ha conocido; todas de casi cuarenta años de edad y apariencia de matronas. Se siente obligada a convencerme de que siente la cabeza, lo cual para ella significa que tenga una esposa que sepa limpiar, cocinar, que se haga cargo de la casa y me haga feliz. Por desgracia, no estamos de acuerdo con la forma de hacerme feliz…
Esbozó una expresiva sonrisa al contemplar el cuerpo de _________ y la joven no pudo evitar sentir cierto placer. Ella podía hacerlo feliz. Ella era lo que nick refería.
Y no sólo eso, sino que tuvo la impresión de que nick estaba contemplando la posibilidad de volver a casarse. Su corazón se llenó de esperanzas.
—Parece que es una persona muy dulce. Realmente no creo que la sorprenda. Estoy mucho más domesticada de lo que te imaginas.
—¿Domesticada? ¿Tú? —estalló en carcajadas mientras la guiaba hacia su coche.
—Pues te sorprenderías. Pero, en serio, nick, si te molesta que tu hermana te esté buscando una pareja, ¿por qué la toleras? ¿Por qué no le pides que no se meta en tus asuntos y que tú seleccionaras a tu futura esposa, si es que decides volver a casarte?
—¡Dios mío, lo último que deseo en esta vida es volver a casarme! ¡Jamás! Pero explícale eso a una mujer que acaba de descubrir los encantos del matrimonio después de haber temido quedarse a vestir santos.
—¡Ah! —intentó superar la opresión que sintió en el pecho al oírlo—. Entonces, ¿tu hermana no hace mucho que se ha casado? —logró preguntar.
—Ya hace algunos años. Se casó con uno de los médicos que atendió a mi padre en sus últimos días. Gerald acababa de divorciarse después de treinta años de matrimonio y era evidente que necesitaba una mujer que lo atendiera. Eso no significa que no quiera a Jillian. Sí la quiere, y de hecho, mi hermana todavía es bastante atractiva para su edad.
Al llegar al coche, nick le soltó el brazo para abrir la puerta. Mientras tanto, __________ se mantuvo en silencio. Estaba perpleja por haberse enterado de que no tenía intención alguna de volver a casarse. Ella, por su parte, se había jurado que nunca permitiría que la utilizaran como un objeto sexual. Sin embargo, eso era lo único que nick quería. Se había estado engañando al pensar que no era así. No había querido admitir que era igual que todos los otros hombres que la habían rondado.
—Una cosa más —añadió él al abrir la puerta—, y sólo para que no vayas a sorprenderte. La cena de esta noche es para celebrar mi cumpleaños. Hoy he alcanzado la venerable edad de treinta y cuatro años.
—Tu cumpleaños —repitió—. ¡Ay, nick! ¿Por qué no me lo comentaste para comprarte un regalo o al menos una tarjeta?
nick se dio cuenta de que estaba enfadada, así que la tomó de la barbilla para que lo mirara a los ojos y, con voz sensual, le comentó:
—Me conformo con un beso de cumpleaños.
Ella lo miró con los ojos desorbitados y un nudo en la garganta.
—No te preocupes —murmuró él y bajó la cabeza para besarla levemente. Sin embargo, no se detuvo allí; volvió a besarla una y otra vez, con gran ternura, apenas rozándole los labios con pasión reprimida e increíble erotismo. Después levantó la cabeza y la miró fijamente—. Maldita sea, eres irresistible —susurró.
La tomó entre sus brazos y esa vez la besó con mucha más pasión. _____________ sintió flaquear las piernas y el bolso se le cayó al suelo al tiempo que se aferraba a sus hombros. Cuando nick comenzó a mover la boca sobre sus labios, una corriente atravesó el cuerpo de la joven, recorriendo sus venas hasta llegar a su cabeza, aturdiéndola. Abrió la boca y sintió la lengua de nick, húmeda y salvaje.
entraba solo para leer y sieque alcansaba bueno aqui les dejare uno pero seguire acamodando para ustedes y si no me aparesco es por que no tengo internet pero luego llegare con todo se les quiere y muchas gracias por tenerme pasiencia tkm..... :hug:
atractivo y sensual. De inmediato, el pulso se le aceleró de nuevo, y con ello su preocupación. Se preguntó si Aaron sería consciente de lo vulnerable que se sentía ella ante él. Tenía la esperanza de que no fuera así. Realmente deseaba que se conocieran bien antes de complicar su relación con el sexo.
___________ se preparaba para sonreírle con toda compostura, cuando nick se volvió para mirarla con un gesto de desaprobación.
—________, realmente deberías cerrar siempre la puerta con llave. Las estadísticas sobre robos de casas son alarmantes. Y eso, para no hablar del número de violaciones… —guardó silencio y la miró de pies a cabeza de una forma inquietante.
_________ dejó de agitar las manos, la boca se le secó y sintió una expresión en el estómago. Sin embargo, decidió comportarse con normalidad, porque no era posible que se muriera de nervios cada vez que él la miraba.
—Buenas noches a usted también, señor Kingsley. ¿Puedo preguntar si su preocupación es por mí y por mi casa o por lo que pronto será suya? —demasiado tarde se percató de que sus palabras encerraban un doble sentido, pero fingió naturalidad y levantó una ceja con coquetería.
—Me estás insinuando que me meta en mis propios asuntos, ¿no? —se rió.
—Los hombres tienen el terrible defecto —respondió ella—, de dar consejos a las mujeres, cuando éstas no se los han pedido. A algunas mujeres no les agrada.
—¿No me digas? —preguntó divertido—. Trataré de recordarlo, señorita Independencia. ¿O debo llamarla «señora»?
______ comenzó a soplarse las uñas, lo cual le daba una excusa para bajar la mirada.
—De ninguna manera, porque «señora» suena como una abeja encerrada en un frasco.
nick estalló en carcajadas y _________ pensó que por primera vez desde que volvió a verlo, parecía realmente contento, por lo que sintió gran satisfacción. Habría deseado hacerle ver que ella podía ser una compañera agradable incluso fuera de la cama, y que tenía toda la intención de que se diera cuenta.
—¿Ya se te han secado las uñas? —preguntó él, todavía sonriente—. La cena no nos va a aguardar indefinidamente. O más bien debo decir que Jillian no lo hará. Ya sabes cómo son todas las hermanas mayores; como mamá gallina.
—¡Ah! ¿Entonces es tu hermana la que es obsesiva con la puntualidad? Me preguntaba quién te había vuelto tan respetuoso con el tiempo.
El cambio de expresión de nick fue inmediato y casi alarmante.
—Todos tenemos defectos —replicó mirándola irritado.
—Ya… bueno, voy a por las llaves de la casa y podemos irnos —respondió ____________, desconcertada. Se volvió y se dirigió apresurada a la cocina.
Volvió a su lado al tiempo que pensaba que sería bueno enseñarle que el mundo no se venía abajo por llegar tarde de vez en cuando, pero se distrajo al ver la manera en que la miraba cuando se dirigía hacia él.
—Qué preciosa eres, __________—murmuró sin rastro de su irritación anterior.
—Gracias —contestó con voz sensual.
—Te prefiero con el cabello suelto. Después te lo soltaré yo.
El corazón de _________ dio un vuelco; sin embargo, logró mantener la compostura y lo miró con expresión fría y de reproche.
—Quiero recordarte nick, que me dejaste muy claro que esta noche sólo era una cita, sin compromisos.
—¿Yo te aclaré eso? —preguntó mirándola con la misma frialdad.
—Sí.
—Puedo ser paciente durante un poco más de tiempo —señaló con una sonrisa poco cálida—. Depende de ti —la tomó del brazo y salieron juntos.
_________ comprendió que nick esperaba que esa noche le permitiera hacerle el amor. Sin duda, estaba acostumbrado a conseguirlo todo con facilidad: el amor, las mujeres, el éxito. Decidió que no le permitiría hacerle el amor esa noche, pero que trataría de que pasaran una velada agradable.
Cerró la puerta, guardó las llaves en su bolso y anunció:
—¡Ya está segura! Ahora, háblame de tu hermana, nick, para saber algo de ella al llegar a su casa. Me contaste que es mayor que tú. ¿Cuántos años?
—De hecho, casi veinte. Es el único familiar que me queda y creo que me trata más como a un hijo que como a un hermano. Lo que me recuerda que le va a sorprender muchísimo verte.
—¿Sorprender? ¿Por qué? —estaba desconcertada de nuevo.
—Desde que me quedé viudo —explicó con una sonrisa divertida—, ha intentado que me relacione con cada mujer divorciada o viuda que ha conocido; todas de casi cuarenta años de edad y apariencia de matronas. Se siente obligada a convencerme de que siente la cabeza, lo cual para ella significa que tenga una esposa que sepa limpiar, cocinar, que se haga cargo de la casa y me haga feliz. Por desgracia, no estamos de acuerdo con la forma de hacerme feliz…
Esbozó una expresiva sonrisa al contemplar el cuerpo de _________ y la joven no pudo evitar sentir cierto placer. Ella podía hacerlo feliz. Ella era lo que nick refería.
Y no sólo eso, sino que tuvo la impresión de que nick estaba contemplando la posibilidad de volver a casarse. Su corazón se llenó de esperanzas.
—Parece que es una persona muy dulce. Realmente no creo que la sorprenda. Estoy mucho más domesticada de lo que te imaginas.
—¿Domesticada? ¿Tú? —estalló en carcajadas mientras la guiaba hacia su coche.
—Pues te sorprenderías. Pero, en serio, nick, si te molesta que tu hermana te esté buscando una pareja, ¿por qué la toleras? ¿Por qué no le pides que no se meta en tus asuntos y que tú seleccionaras a tu futura esposa, si es que decides volver a casarte?
—¡Dios mío, lo último que deseo en esta vida es volver a casarme! ¡Jamás! Pero explícale eso a una mujer que acaba de descubrir los encantos del matrimonio después de haber temido quedarse a vestir santos.
—¡Ah! —intentó superar la opresión que sintió en el pecho al oírlo—. Entonces, ¿tu hermana no hace mucho que se ha casado? —logró preguntar.
—Ya hace algunos años. Se casó con uno de los médicos que atendió a mi padre en sus últimos días. Gerald acababa de divorciarse después de treinta años de matrimonio y era evidente que necesitaba una mujer que lo atendiera. Eso no significa que no quiera a Jillian. Sí la quiere, y de hecho, mi hermana todavía es bastante atractiva para su edad.
Al llegar al coche, nick le soltó el brazo para abrir la puerta. Mientras tanto, __________ se mantuvo en silencio. Estaba perpleja por haberse enterado de que no tenía intención alguna de volver a casarse. Ella, por su parte, se había jurado que nunca permitiría que la utilizaran como un objeto sexual. Sin embargo, eso era lo único que nick quería. Se había estado engañando al pensar que no era así. No había querido admitir que era igual que todos los otros hombres que la habían rondado.
—Una cosa más —añadió él al abrir la puerta—, y sólo para que no vayas a sorprenderte. La cena de esta noche es para celebrar mi cumpleaños. Hoy he alcanzado la venerable edad de treinta y cuatro años.
—Tu cumpleaños —repitió—. ¡Ay, nick! ¿Por qué no me lo comentaste para comprarte un regalo o al menos una tarjeta?
nick se dio cuenta de que estaba enfadada, así que la tomó de la barbilla para que lo mirara a los ojos y, con voz sensual, le comentó:
—Me conformo con un beso de cumpleaños.
Ella lo miró con los ojos desorbitados y un nudo en la garganta.
—No te preocupes —murmuró él y bajó la cabeza para besarla levemente. Sin embargo, no se detuvo allí; volvió a besarla una y otra vez, con gran ternura, apenas rozándole los labios con pasión reprimida e increíble erotismo. Después levantó la cabeza y la miró fijamente—. Maldita sea, eres irresistible —susurró.
La tomó entre sus brazos y esa vez la besó con mucha más pasión. _____________ sintió flaquear las piernas y el bolso se le cayó al suelo al tiempo que se aferraba a sus hombros. Cuando nick comenzó a mover la boca sobre sus labios, una corriente atravesó el cuerpo de la joven, recorriendo sus venas hasta llegar a su cabeza, aturdiéndola. Abrió la boca y sintió la lengua de nick, húmeda y salvaje.
Pily....
Re: Pareja abierta- nick & tu TERMINADA
OMG!! esta genial!!
siguela cuando puedas!!
no te preocupes!
siguela cuando puedas!!
no te preocupes!
romina.13
Re: Pareja abierta- nick & tu TERMINADA
ay nick solo la usara por ahora :(
no te preocupes sube cuando puedas
tkm besoss
no te preocupes sube cuando puedas
tkm besoss
#Fire Rouge..*
Re: Pareja abierta- nick & tu TERMINADA
Pero de pronto él se apartó y ella experimentó una sensación de abandono. Gimió y se aferró a él, con los ojos cerrados y el rostro levantado esperando más. Ningún hombre le había hecho aquello antes. Durante tantos años, nada. Y ahora ese éxtasis; estaba cautivada…
nick emitió una especie de gruñido, como un animal por lo que _________ abrió los ojos alarmada. De inmediato él empezó a besarla otra vez, con una pasión salvaje, y la abrazó con fuerza.
De repente se oyó un penetrante silbido. nick se apartó un poco, pero ________ se aferró a él porque no quería que la dejara. Sin embargo, volvió a oírse otro silbido insolente y ________ por fin comprendió lo que estaba haciendo. Se volvió y se cubrió los temblorosos labios con una mano; estaba sonrojada por la vergüenza. Al mirar de soslayo vio a un vecino, de unos quince años, que los contemplaba con cínica expresión.
—¡Sigan, sigan! —gritó el chico.
—Ten —nick recogió el bolso del suelo y se lo entregó a __________—. Más vale que nos vayamos antes de que escandalicemos a todo el vecindario.
Si en algo podía confiar ____________ era en que era capaz de recuperar el control de inmediato, aunque por dentro estuviera enfadada, irritada o aturdida, como en ese momento.
De manera que ________ recuperó la compostura y subió al coche. Se puso el cinturón de seguridad y adoptó una expresión tranquila y serena. Cualquier otra reacción implicaría que los besos de nick la habían afectado de manera inusual.
En cuanto él tomó asiento, ella lo miró de soslayo y no pudo evitar observar su expresión de satisfacción y casi presuntuosa. ¿Acaso pensaba que había cambiado de opinión y que le estaba dando luz verde para que mantuvieran relaciones sexuales como él deseaba?
«Por supuesto que eso es lo que piensa, boba», se respondió con sinceridad. Se apoyó en el respaldo del asiento y cerró los ojos, desolada. Siempre había sido consciente de la atracción sexual que sentía hacia nick; sin embargo, estaba perpleja por la intensidad con la que le había respondido. Acababa de excitarse hasta el punto de perder la cabeza. Si en lugar de estar en la calle, hubieran estado en la casa, sin duda habrían acabado en la cama.
________ estaba dividida entre la tentación y su fuerte sentido de la supervivencia. Por un lado, una voz le gritaba que olvidara su orgullo y se aferrara a ese placer sexual que nunca antes había experimentado; que ni siquiera había soñado que existiera. Por otro lado, el sentido común le advertía que no debía ceder ante él pues, eso la conduciría a un dolor mayor del que alguna vez hubiera experimentado.
Había esperado veintiocho años con la esperanza de encontrar el verdadero amor. No quería mantener una aventura sexual. Deseaba satisfacer sus sueños, su cuento de hadas.
Sin embargo, le había bastado mirar a nick una vez para saber que hacía mucho tiempo que él ya había dejado de creer en los cuentos de hadas.
nick puso el coche en marcha y ________ gimió para sus adentros. Tenía la esperanza de que más tarde, por la noche, cuando él la llevara de vuelta a su casa, ella tuviera el valor para hacer lo que tenía que hacer.
_____________permaneció en silencio mientras nick conducía el coche colina abajo. Y bien pudo haberse quedado en silencio indefinidamente rumiando su tristeza, si la curiosidad no la hubiese ganado al ver que, en lugar de seguir por la autopista que llevaba a Gosford él tomaba un estrecho sendero, plagado de baches en medio de un valle desierto.
—¿Dónde vive tu hermana?
—Cerca de Forrester Beach. Este es un atajo, pero mira en qué condiciones está. ¡Uno puede caer en uno de esos baches y jamás volver a aparecer!
—Es por toda esa lluvia que hemos tenido.
—Como si fuera necesaria más lluvia en esta zona —replicó malhumorado.
_____________ tuvo que estar de acuerdo, porque aquella era una zona ya de por sí rica en vegetación y con la lluvia excesiva comenzaba a parecer una jungla.
—Estas son condiciones muy diferentes a las que tuvieron en cuenta los fabricantes de este coche —añadió nick cuando un neumático cayó en un bache.
—Quizá sería mejor que volvieras a la autopista, aunque sea más largo el trayecto.
—Mmm —el hombre la miró de soslayo—. Ya es demasiado tarde. Una vez que me propongo algo, me niego a dar marcha atrás.
_____________ no pudo expresar su acuerdo o desacuerdo pues en ese momento el coche cayó de lado sobre una zanja, haciendo un terrible estrépito y deslizándose por el barro hasta que se detuvo por completo. No tuvieron que sacar la cabeza para averiguar lo que había sucedido: el neumático posterior izquierdo había sucumbido al nefasto terreno.
—¡Maldita sea! —exclamó nick golpeando el volante.
—No te preocupes —intervino ella, que ya estaba acostumbrada a los inevitables contratiempos en sus múltiples recorridos—. No es nada serio. Tienes una rueda de repuesto, ¿no? Yo te ayudo —propuso al tiempo que bajaba del coche.
nick hizo lo mismo y se volvió hacia ella.
—No seas tonta, __________. No puedo permitir que te ensucies la ropa en este barrizal. Súbete al coche.
—¡Por supuesto que no! —replicó—. Tu ropa es tan buena como la mía. ¿Tienes alguna manta que podamos extender a un lado del neumático?
—Creo que sí —respondió y esbozó una expresión de irritación al ver que Serina se negaba a representar el papel de dama indefensa e inútil.
Ambos caminaron hacia la parte posterior del coche y él abrió el maletero, de donde sacó una manta.
—Conviene que pongas las luces de emergencia —le aconsejó _________, ya que estaba oscureciendo.
—No te gusta que te den consejos, pero a ti no te importa darlos, ¿verdad? —le preguntó nick con una sonrisa sarcástica.
—Lo siento —se encogió de hombros—. ¿Te parece mejor que simplemente me quede mirando con expresión de ansiedad?
—No… basta con que te veas tan hermosa.
Ella lo miró con preocupación al comprender lo que podía hacerle con una sola palabra. Era demasiado excitante, seductor y tentador. Experimentó una especie de ira al pensar que el destino era muy cruel con ella por haberla puesto otra vez en contacto con el hombre de sus sueños, sólo para descubrir que tenía defectos.
__________ deseaba un verdadero amor, un matrimonio y tener su propia familia. Ya no quería perder más el tiempo con relaciones superficiales. Esa vez deseaba conseguir algo verdadero, y sin embargo lo que se le ofrecía era una aventura temporal que no la conduciría a nada. Y lo que la irritaba más era que, de hecho, tal vez aceptaría.
—Está totalmente desinflada, ¿verdad? —le dio una patada al neumático con todas sus fuerzas.
—En efecto no estás equivocada —comentó nick y se inclinó dentro del coche para encender las luces de emergencia—. Ten… tengo una tarea para ti. Sostén mi chaqueta.
Se quitó la prenda para revelar el estupendo físico que siempre había tenido. ___________ tuvo que hacer un verdadero esfuerzo para no mirarlo, mientras él se subía las mangas de la camisa. Sin embargo, cuando él acabó de levantar el coche con el gato y se inclinó para aflojar los tornillos, la joven no pudo evitar mirar de manera automática cómo se le ceñía el pantalón a las caderas y a los muslos. La camisa también se le ceñía a la espalda y, mientras lo observaba, ________ experimentó el deseo irreprimible de colocar las manos sobre sus hombros. Lo hizo con la mente, pero no se detuvo allí. En su fantasía, empezó a deslizar las manos hacia abajo por su cuerpo, tocándolo y explorándolo…
—¿Lo quieres intentar tú? —preguntó de pronto nick levantando la mirada.
La joven lo contempló anonadada, pero después comprendió que él no podía referirse a lo que ella estaba pensando.
—¿Quiero intentar qué? —preguntó con voz temblorosa.
—Quitar ese maldito tornillo —replicó mientras se erguía—. Ese maldito no quiere ceder —tomó su chaqueta y le entregó el destornillador—. Puedes intentarlo tú mientras yo descanso.
__________ había desarrollado una fuerza poco común dada la diversidad de trabajos que había realizado. Aspiró profundamente, se inclinó y con todas sus fuerzas hizo girar el destornillador y el tornillo cedió.
—¡Dios santo, lo has conseguido! —exclamó nick.
___________ se levantó con expresión de triunfo y le devolvió la herramienta.
—Por supuesto. Tienes que saber que las mujeres servimos para algo más que para servir el té.
—Mmm… no me cabe la menor duda —respondió entre dientes mientras contemplaba sus labios.
_________ se quedó como congelada. El único sonido que podía oírse en aquel valle desierto era el de la respiración de ambos. La mirada de nick expresaba un intenso deseo y si no se hubieran encontrado en plena carretera, _____________ estaba segura de que la hubiera tomado entre sus brazos y la habría besado. Sin embargo él dio media vuelta y se dedicó a cambiar el neumático, dejándola de pie y con el corazón en la boca.
—Listo —anunció nick irguiéndose para llevar el neumático pinchado al maletero,
_________ levantó la manta y se acercó a él.
—Su… supongo que vamos a llegar tarde a la cena —comentó en voz baja.
—Sin duda, pero no te preocupes. Iremos al taller mecánico más cercano para que arreglen este neumático y desde allí llamaré por teléfono a Jillian para contarle lo que ha sucedido —miró su reloj—. Todavía podemos llegar a su casa a las ocho.
—Espero que no me culpe a mí.
—¿Por qué habría de hacerlo?
____________ se encogió de hombros.
—Bueno, más vale que nos pongamos en camino —añadió él.
____________ experimentó un verdadero alivio cuando al fin lograron llegar a la autopista principal, pues había comenzado a llover otra vez y nick había tenido que conducir con lentitud para evitar los baches.
—Mira, allí hay un taller y un teléfono —señaló ¬__________.
Quince minutos más tarde de nuevo se encontraban en camino y Jillian se había mostrado aliviada con la llamada.
—¿Siempre te miran de esa manera los hombres? —preguntó él con desagrado.
—¿Cómo? —la chica frunció el ceño—. ¿Quién?
—Ese pequeño mecánico asqueroso. No ha dejado de mirarte ni un solo instante mientras te estabas limpiando los zapatos.
—Ah —de ninguna manera era esa una nueva experiencia para _________, pero ahora comprendía que tal vez no debió sonreírle al mecánico cuando le pidió unos pañuelos de papel—. No es culpa mía que me miren los hombres —respondió a la defensiva—. A veces resulta irritante, pero, ¿qué puedo hacer? ¿Ponerme un velo como una mujer musulmana?
nick emitió una especie de gruñido, como un animal por lo que _________ abrió los ojos alarmada. De inmediato él empezó a besarla otra vez, con una pasión salvaje, y la abrazó con fuerza.
De repente se oyó un penetrante silbido. nick se apartó un poco, pero ________ se aferró a él porque no quería que la dejara. Sin embargo, volvió a oírse otro silbido insolente y ________ por fin comprendió lo que estaba haciendo. Se volvió y se cubrió los temblorosos labios con una mano; estaba sonrojada por la vergüenza. Al mirar de soslayo vio a un vecino, de unos quince años, que los contemplaba con cínica expresión.
—¡Sigan, sigan! —gritó el chico.
—Ten —nick recogió el bolso del suelo y se lo entregó a __________—. Más vale que nos vayamos antes de que escandalicemos a todo el vecindario.
Si en algo podía confiar ____________ era en que era capaz de recuperar el control de inmediato, aunque por dentro estuviera enfadada, irritada o aturdida, como en ese momento.
De manera que ________ recuperó la compostura y subió al coche. Se puso el cinturón de seguridad y adoptó una expresión tranquila y serena. Cualquier otra reacción implicaría que los besos de nick la habían afectado de manera inusual.
En cuanto él tomó asiento, ella lo miró de soslayo y no pudo evitar observar su expresión de satisfacción y casi presuntuosa. ¿Acaso pensaba que había cambiado de opinión y que le estaba dando luz verde para que mantuvieran relaciones sexuales como él deseaba?
«Por supuesto que eso es lo que piensa, boba», se respondió con sinceridad. Se apoyó en el respaldo del asiento y cerró los ojos, desolada. Siempre había sido consciente de la atracción sexual que sentía hacia nick; sin embargo, estaba perpleja por la intensidad con la que le había respondido. Acababa de excitarse hasta el punto de perder la cabeza. Si en lugar de estar en la calle, hubieran estado en la casa, sin duda habrían acabado en la cama.
________ estaba dividida entre la tentación y su fuerte sentido de la supervivencia. Por un lado, una voz le gritaba que olvidara su orgullo y se aferrara a ese placer sexual que nunca antes había experimentado; que ni siquiera había soñado que existiera. Por otro lado, el sentido común le advertía que no debía ceder ante él pues, eso la conduciría a un dolor mayor del que alguna vez hubiera experimentado.
Había esperado veintiocho años con la esperanza de encontrar el verdadero amor. No quería mantener una aventura sexual. Deseaba satisfacer sus sueños, su cuento de hadas.
Sin embargo, le había bastado mirar a nick una vez para saber que hacía mucho tiempo que él ya había dejado de creer en los cuentos de hadas.
nick puso el coche en marcha y ________ gimió para sus adentros. Tenía la esperanza de que más tarde, por la noche, cuando él la llevara de vuelta a su casa, ella tuviera el valor para hacer lo que tenía que hacer.
_____________permaneció en silencio mientras nick conducía el coche colina abajo. Y bien pudo haberse quedado en silencio indefinidamente rumiando su tristeza, si la curiosidad no la hubiese ganado al ver que, en lugar de seguir por la autopista que llevaba a Gosford él tomaba un estrecho sendero, plagado de baches en medio de un valle desierto.
—¿Dónde vive tu hermana?
—Cerca de Forrester Beach. Este es un atajo, pero mira en qué condiciones está. ¡Uno puede caer en uno de esos baches y jamás volver a aparecer!
—Es por toda esa lluvia que hemos tenido.
—Como si fuera necesaria más lluvia en esta zona —replicó malhumorado.
_____________ tuvo que estar de acuerdo, porque aquella era una zona ya de por sí rica en vegetación y con la lluvia excesiva comenzaba a parecer una jungla.
—Estas son condiciones muy diferentes a las que tuvieron en cuenta los fabricantes de este coche —añadió nick cuando un neumático cayó en un bache.
—Quizá sería mejor que volvieras a la autopista, aunque sea más largo el trayecto.
—Mmm —el hombre la miró de soslayo—. Ya es demasiado tarde. Una vez que me propongo algo, me niego a dar marcha atrás.
_____________ no pudo expresar su acuerdo o desacuerdo pues en ese momento el coche cayó de lado sobre una zanja, haciendo un terrible estrépito y deslizándose por el barro hasta que se detuvo por completo. No tuvieron que sacar la cabeza para averiguar lo que había sucedido: el neumático posterior izquierdo había sucumbido al nefasto terreno.
—¡Maldita sea! —exclamó nick golpeando el volante.
—No te preocupes —intervino ella, que ya estaba acostumbrada a los inevitables contratiempos en sus múltiples recorridos—. No es nada serio. Tienes una rueda de repuesto, ¿no? Yo te ayudo —propuso al tiempo que bajaba del coche.
nick hizo lo mismo y se volvió hacia ella.
—No seas tonta, __________. No puedo permitir que te ensucies la ropa en este barrizal. Súbete al coche.
—¡Por supuesto que no! —replicó—. Tu ropa es tan buena como la mía. ¿Tienes alguna manta que podamos extender a un lado del neumático?
—Creo que sí —respondió y esbozó una expresión de irritación al ver que Serina se negaba a representar el papel de dama indefensa e inútil.
Ambos caminaron hacia la parte posterior del coche y él abrió el maletero, de donde sacó una manta.
—Conviene que pongas las luces de emergencia —le aconsejó _________, ya que estaba oscureciendo.
—No te gusta que te den consejos, pero a ti no te importa darlos, ¿verdad? —le preguntó nick con una sonrisa sarcástica.
—Lo siento —se encogió de hombros—. ¿Te parece mejor que simplemente me quede mirando con expresión de ansiedad?
—No… basta con que te veas tan hermosa.
Ella lo miró con preocupación al comprender lo que podía hacerle con una sola palabra. Era demasiado excitante, seductor y tentador. Experimentó una especie de ira al pensar que el destino era muy cruel con ella por haberla puesto otra vez en contacto con el hombre de sus sueños, sólo para descubrir que tenía defectos.
__________ deseaba un verdadero amor, un matrimonio y tener su propia familia. Ya no quería perder más el tiempo con relaciones superficiales. Esa vez deseaba conseguir algo verdadero, y sin embargo lo que se le ofrecía era una aventura temporal que no la conduciría a nada. Y lo que la irritaba más era que, de hecho, tal vez aceptaría.
—Está totalmente desinflada, ¿verdad? —le dio una patada al neumático con todas sus fuerzas.
—En efecto no estás equivocada —comentó nick y se inclinó dentro del coche para encender las luces de emergencia—. Ten… tengo una tarea para ti. Sostén mi chaqueta.
Se quitó la prenda para revelar el estupendo físico que siempre había tenido. ___________ tuvo que hacer un verdadero esfuerzo para no mirarlo, mientras él se subía las mangas de la camisa. Sin embargo, cuando él acabó de levantar el coche con el gato y se inclinó para aflojar los tornillos, la joven no pudo evitar mirar de manera automática cómo se le ceñía el pantalón a las caderas y a los muslos. La camisa también se le ceñía a la espalda y, mientras lo observaba, ________ experimentó el deseo irreprimible de colocar las manos sobre sus hombros. Lo hizo con la mente, pero no se detuvo allí. En su fantasía, empezó a deslizar las manos hacia abajo por su cuerpo, tocándolo y explorándolo…
—¿Lo quieres intentar tú? —preguntó de pronto nick levantando la mirada.
La joven lo contempló anonadada, pero después comprendió que él no podía referirse a lo que ella estaba pensando.
—¿Quiero intentar qué? —preguntó con voz temblorosa.
—Quitar ese maldito tornillo —replicó mientras se erguía—. Ese maldito no quiere ceder —tomó su chaqueta y le entregó el destornillador—. Puedes intentarlo tú mientras yo descanso.
__________ había desarrollado una fuerza poco común dada la diversidad de trabajos que había realizado. Aspiró profundamente, se inclinó y con todas sus fuerzas hizo girar el destornillador y el tornillo cedió.
—¡Dios santo, lo has conseguido! —exclamó nick.
___________ se levantó con expresión de triunfo y le devolvió la herramienta.
—Por supuesto. Tienes que saber que las mujeres servimos para algo más que para servir el té.
—Mmm… no me cabe la menor duda —respondió entre dientes mientras contemplaba sus labios.
_________ se quedó como congelada. El único sonido que podía oírse en aquel valle desierto era el de la respiración de ambos. La mirada de nick expresaba un intenso deseo y si no se hubieran encontrado en plena carretera, _____________ estaba segura de que la hubiera tomado entre sus brazos y la habría besado. Sin embargo él dio media vuelta y se dedicó a cambiar el neumático, dejándola de pie y con el corazón en la boca.
—Listo —anunció nick irguiéndose para llevar el neumático pinchado al maletero,
_________ levantó la manta y se acercó a él.
—Su… supongo que vamos a llegar tarde a la cena —comentó en voz baja.
—Sin duda, pero no te preocupes. Iremos al taller mecánico más cercano para que arreglen este neumático y desde allí llamaré por teléfono a Jillian para contarle lo que ha sucedido —miró su reloj—. Todavía podemos llegar a su casa a las ocho.
—Espero que no me culpe a mí.
—¿Por qué habría de hacerlo?
____________ se encogió de hombros.
—Bueno, más vale que nos pongamos en camino —añadió él.
____________ experimentó un verdadero alivio cuando al fin lograron llegar a la autopista principal, pues había comenzado a llover otra vez y nick había tenido que conducir con lentitud para evitar los baches.
—Mira, allí hay un taller y un teléfono —señaló ¬__________.
Quince minutos más tarde de nuevo se encontraban en camino y Jillian se había mostrado aliviada con la llamada.
—¿Siempre te miran de esa manera los hombres? —preguntó él con desagrado.
—¿Cómo? —la chica frunció el ceño—. ¿Quién?
—Ese pequeño mecánico asqueroso. No ha dejado de mirarte ni un solo instante mientras te estabas limpiando los zapatos.
—Ah —de ninguna manera era esa una nueva experiencia para _________, pero ahora comprendía que tal vez no debió sonreírle al mecánico cuando le pidió unos pañuelos de papel—. No es culpa mía que me miren los hombres —respondió a la defensiva—. A veces resulta irritante, pero, ¿qué puedo hacer? ¿Ponerme un velo como una mujer musulmana?
Pily....
Re: Pareja abierta- nick & tu TERMINADA
Heeeey ! perdon por no pasar antes pero las notificaciones no me llegaban :S
Ya me puse al dia con tu novela y esta genial :D
Siguela :P
Ya me puse al dia con tu novela y esta genial :D
Siguela :P
maiih* [:
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