Re: Desperately Seeking Shapeshifter NICK Y TU TERMINADA

por **jamileth** Jue 19 Dic 2013, 8:07 pm

Capítulo 18

A la mañana siguiente, me desperté con Nick presionando besos en mi cuello. Sus brazos estaban rodeándome, y suspiré de felicidad pura.

Me podría despertar así durante el resto de mi vida.

-¿No hay martillos de esta mañana?- Dije adormilada mientras seguía besando mi cuello. Su lengua lamió a través de mi clavícula, y me recorrió un escalofrío de placer.

-Hoy no,- estuvo de acuerdo. Su pulgar rozó la punta de mi seno e hice un ruido de placer con mi garganta, que le hizo gruñir en respuesta.

-¿Estamos quedándonos en la cama, entonces?,- Le pregunté adormilada. Estaba dolorida, pero era una clase deliciosa de dolor. Me había despertado dos veces en la noche por más sexo, y yo había estado feliz de acceder.

Él suspiró y besó mi seno.

-No. Necesito encontrar a Joe hoy. Él quiere comprobar algunos lugares más. A ver si podemos encontrar a Tony.

-Mmm. Debería ver a mi hermana. Ir a trabajar.

Suavemente mordió mi pezón, y el murmullo de placer casi me distrajo lo suficiente como para perder su rápido "No".

-¿Qué quieres decir con "no"?

Dejó mis pechos y comenzó a besar una línea hacia abajo por mi estómago plano.

-No es seguro.

-Estoy tan segura allí como lo estoy aquí, Nick. Voy a estar rodeada de Russell. Kevin y Ellis son grandes…- Di un grito ahogado cuando besó mi ombligo y luego se movió hacia abajo -…y fuertes. Pueden cuidar de mí.

Lamió el interior de mi muslo, y mis huesos se volvieron de gelatina.

-¿Si digo que sí, dejarás de hablar de otros hombres cuando estoy tratando de besarte?

-Absolutamente,- suspiré, y me olvidé de los Russell y la agencia cuando su boca golpeó mi sexo.

Dos horas más tarde, nos detuvimos en el estacionamiento de Midnight Liaisons pero éramos reacios a separarnos. Cuando me incliné para darle un beso de despedida a Nick, me atrajo hacia su regazo y comenzó a besarme de nuevo, nuestras bocas cerradas en un sofocante empuje de lenguas conmigo a horcajadas sobre sus caderas, meciéndome contra su erección.

Nick finalmente rompió nuestro beso, sus ojos vidriosos acariciando mi rostro. Me incliné para morderlo en el cuello de nuevo, justo encima de la marca que había creado allí. Ver la marca siempre me inflamaba, me daban ganas de morder sobre toda su piel y en lugares secretos, así vería esas marcas de dientes en todas partes cuando se desnudara.

-Deberías ir a trabajar,- gruñó, su mano deslizándose para acunar mi culo.

Gemí contra su cuello y mis pezones rozaron su pecho.

-¿Por qué tienes que ser tan responsable?

Hizo caso omiso de mis quejas, y continuó:

-Si hay incluso un aliento de problemas, me llamas.

Se veía cada vez menos satisfecho con la idea de que iba a trabajar.

-No me gusta dejarte aquí sola. Deberías volver a la casa.

-Voy a estar bien,- le dije. -Bath necesita mi ayuda. La agencia está escasa de mano de obra. Y me niego a esconderme en tu casa por el resto de mi vida, esperando que los lobos ataquen. Si me acobardo, sabrán que tengo miedo.

Su gran mano cubrió mi rostro.

-No dejes la agencia. Mantente a la vista de los Russell en todo momento. Estaré de vuelta en un par de horas.

Me incliné y mordí el lóbulo de su oreja.

-Estoy bien,- le dije de nuevo. -Y Te amo.

-Voy a la gasolinera a llenar el tanque,- dijo, inclinándose para besarme de nuevo. -¿Quieres que te traiga algo mientras estoy allí? ¿Qué pase por Starbucks?

-Starbucks estaría bien,- estuve de acuerdo. -Trae un café para Bath, también, mientras estás en ello. En realidad, mejor que sean cuatro. Dos para las niñeras Russell.

-Cuatro cafés, de acuerdo,- se veía frustrado cuando me deslicé hasta el otro lado del asiento, como si quisiera apoderarse de mí y meterme en su bolsillo por lo que nunca podríamos estar separados.

Le soplé un beso.

–Cuando vuelvas con el café, tal vez tengamos a tiempo para un polvo rápido en el despacho, Osito Abrazable.

-No me tientes.

-Si te fuera a tentar, te diría que necesitas entrar, así que no tendría que ocuparme del asunto por mí misma.- Le guiñé un ojo y salté de la camioneta. -Te amo.

Con las manos apretando en el volante, me vio entrar. Saludé cuando llegué dentro y luego le lancé un beso.

-Mira quién se deja caer,- dijo mi hermana con voz cansina.

-Eso debería estar diciéndote a ti,- me burlé, sin aliento. Mi estado de ánimo era tan ligero que podría haber flotado. -¿Me extrañaste?

-Dios, sí,- dijo Bath, cruzando la habitación para darme un abrazo rápido. -Todavía estamos saturados por el baile. Cada vez que trato de limpiar mi bandeja de entrada, treinta correos electrónicos más aparecen. ¿Y tú? ¿Todo bien?

Asentí con la cabeza.

-Sólo tratando de volver a la normalidad. Bueno, tan normal como puede ser con guardaespaldas por todas partes.

Ella asintió con simpatía.

-Kevin y Ellis están en la parte trasera. Los puse a trabajar en la presentación. ¿Así que supongo que Savannah y Jeremías se encuentran en la casa?

-Así es. Y Joe y Nick están fuera persiguiendo a Tony.

Ella se estremeció.

-Conocí a Tony una vez. Es un tipo desagradable.

-Estoy empezando a pensar que todos lo son,- repliqué, y entonces pensé por un minuto. -Bueno, no Connor.

-No,- dijo ella, pensativa. -¿Cómo lo llevas?

Le di una sonrisa sincera. El mundo parecía un poco más brillante hoy, supongo que una noche de amor le haría eso a una niña.

-Estoy muy bien. Nick me protege.

Ella me dio una mirada de complicidad.

-¿Todo está bien en el otro frente, también?

Para mi mortificación, me sonrojé.

–Sólo bien.

Ella sonrió.

-Le dije nuestro secreto,- solté, y luego miré a mi alrededor para ver si los otros habían regresado. Pero no estaban en ninguna parte cerca. -Acerca de. . . Roy.

Ella asintió con la cabeza.

-Me preguntaba si Joe me había mencionado.

-No, él estaba protegiéndote. Pero confío en Nick. Confío en él con mi vida.

-Lo sé,- dijo en voz baja. -Me alegro.

* * * * *

Me senté en mi escritorio para hacer frente a la carga de trabajo que se estaba construyendo. Mi hermana estaba haciendo planes para eventos futuros, pero teníamos que despejar el trabajo atrasado de este, primero. Kevin y Ellis colgaban en el cuarto de atrás, jugando a la Xbox que habían puesto. Aunque me gustaba jugar, estaba ocupada con otras cosas - la casa de Nick. Mi casa. Pasé la mañana navegando por Internet y en busca de electrodomésticos que se ajustaran a mi nuevo piso. Entre trabajo y trabajo, por supuesto. Con excepción de la constante presencia de los Russell, las cosas se acomodaron a un ritmo normal.

bueno chicas subi tres caps :D
gracias por los comentarios y mañana subo mas :D
cuidense :D

por **aranzhitha** Jue 19 Dic 2013, 9:13 pm

awwww me encanta Nick!!
osito abrazable :enamorado: :ilusion:
siguela!!!!

por **chelis** Jue 19 Dic 2013, 10:18 pm

:aah: :amor: :ilusion: yo querer un osito adorable!!!

por **chelis** Vie 20 Dic 2013, 8:34 am

otroooo

por **jamileth** Vie 20 Dic 2013, 3:49 pm

Debí suponer que no iba a durar. La puerta de la agencia se abrió más temprano que tarde, y miré hacia arriba.

Y contuve el aliento. La mujer que tenía delante, tenía una mirada cautelosa en su cara que reconocí demasiado bien. Echó un vistazo alrededor de la pequeña oficina como si estuviera asustada, abrazando sus brazos sobre el pecho, sus hombros encorvados.

Miré a mi hermana, Bath estaba en el teléfono, calmando a un cliente de alto mantenimiento. Su hombro colgaba el teléfono contra su oído mientras escribía, la atención centrada en el monitor de su computadora.

Me levanté e invité a la mujer a sentarse frente a mí. El aroma que tocó mi nariz me dijo que era were-nutria.

-Buenas tardes,- le dije alegremente. -¿Puedo ayudarla?

-Yo. . . Creo que quiero cancelar mi cuenta.

-Está bien. Te puedo ayudar con eso. ¿Tu número de identificación de la Alianza?

Me la dio, y saqué su perfil. Amanda Michigo. Veinte y siete. Sin ataduras. Había sido cliente de la agencia durante seis años. Raro.

-¿Hay algún problema?-

Se inclinó hacia adelante y apoyó los brazos sobre mi escritorio.

-Creo que. . . Realmente me gustaría simplemente cerrarla. No voy a estar saliendo por un tiempo.

Me quedé mirando sus brazos. Estaban cubiertos de moretones leves, la mayoría eran en forma de dedo. Alarma corrió a través de mí. Reconocía esa clase de moretones.

Miré a mi hermana, ella seguía estando al teléfono. Mantuve mi voz baja cuando le pregunté:

-¿Alguien te ha hecho daño?

Parecía doblemente nerviosa. Se removió en su silla y tiró sus brazos hacia atrás, metiéndolos cerca de su cuerpo.

-No tanto como ellos hubieran podido,- dijo en un hilo de voz.

Me sentí mal del estómago de rabia. En una corazonada, levanté su historial de citas.

Maynard Anderson, cita, la noche anterior.

Quería enterrar la cabeza entre las manos y llorar. Su perfil estaba activo porque yo me había distraído con mis propios problemas y me había olvidado de volver y desactivarlo. Esta era mi culpa. Miré a Amanda, y cómo ella parecía nerviosa.

-Cancelaré su cuenta,- dije en voz baja. -Aunque podría haberlo hecho online.

-Lo sé,- dijo, y su voz tembló un poco. –Sólo que alguien. . . alguien me dijo que viniera en este momento. Y te diera un mensaje.

-¿Ah?- Apenas podía oír con el rugido de la sangre en mis oídos. -¿Quién? ¿Qué le dijeron?

Ella tragó saliva.

-Ellos dijeron esto. . . Que estaban cansados de esperar por ti. Y que irías a ellos pidiendo que te tomen.

La miré fijamente.

Detrás de nosotros, Bath dejó su teléfono. Inmediatamente sonó de nuevo y ella lo cogió con un suspiro exasperado.

–Midnight Liaison.

-¿Nick está allí contigo, nena?- Oí claramente la voz de Joe desde el otro lado de la habitación.

Mi hermana me miró con los ojos muy abiertos. Me senté en mi silla, congelada. Mi estómago Amenazó con salir de mi boca.

-No,- dijo Bath, su mirada en mí. -___________________ dijo que iría a encontrarte.

No. no.

Joe Suspiró.

-No contesta su teléfono. Lo voy a intentar otra vez.

Me levanté, todo mi cuerpo temblaba.

Dijeron que estaban cansados de esperar por ti. Que irás a ellos, rogando.

-Tal vez se quedó atascado en el tráfico. O tuvo un pinchazo.

-Voy a la gasolinera para llenar el tanque, había dicho. -¿Quieres que te traiga algo mientras estoy allí? ¿Qué pase por Starbucks?

Nunca había vuelto a entregar el café. Había estado tan inmersa en el trabajo que me había olvidado por completo de eso. Me volví hacia la puerta principal.

Irás a ellos, rogando.

Estaban cansados de esperar por mí. Yo tenía un compañero en el camino, y como yo no iba a ir más, se libraron del compañero.

-¿___________________?- Dijo mi hermana, la pregunta en su voz. -¿Estás bien?

Apreté mis puños, y corrí hacia la puerta principal y la cerró de golpe al salir, oyendo el sonido metálico de la campana decorativa contra el cristal. Mis zapatillas crujieron en la grava y aceleré, corriendo por la carretera.

-___________________,- mi hermana gritó desde la puerta principal. -¿A dónde vas?

La angustia me destruyó. Corrí aun cuando mis piernas quemaban, los músculos con espasmos queriendo cambiar. Corrí fuera de la zona de aparcamiento y calle abajo, pasando el Dólar Mart, recorriendo el camino, lo más rápido que podía correr, mi mente imaginando la gasolinera en la esquina de la intersección. Corrí allí y me detuve, jadeando, respirando con dificultad. Un coche tocó la bocina y rodó más allá, yo estaba bloqueando las bombas. Me moví a un lado y levanté la nariz, olfateando el aire por el más mínimo indicio de oso. El olor a gasolina era insoportable, y quería gritar de frustración.

No podía olerlo. Demasiado tráfico había llegado. Caminé alrededor de cada una de las bombas furiosamente. Si tuviera que poner mi nariz en el maldito concreto, lo haría.

¡Ya está! ¡Un rastro! Corrí hasta la última bomba, a pesar de que no había ningún coche aparcado allí. Pasé las manos por encima de la bomba, en busca de un olor de cualquier cosa-un rastro, una pista.

Un trozo retorcido de metal colgando de la basura me llamó la atención. Lo saqué y aspiré un aliento -de Nick. Los bordes estaban rasgados, como si alguien muy fuerte y a medio cambiar lo hubiera arrancado.

La basura comenzó a sonar, y amplié mis ojos. Haciendo caso omiso de las abejas zumbando alrededor de la basura, extendí mi mano dentro y saqué el teléfono de Nick.

Hice clic en responder.

-¿Nick? Hey, hombre, me tenías preocupado…- comenzó Joe.

-Acabo de encontrar su teléfono,- le dije con voz temblorosa, interrumpiendo. -Él no está aquí.

-¿___________________? ¿Dónde está?

-Se ha ido,- le dije con dureza. -Ellos se lo llevaron. Se lo llevaron porque quieren que lo encuentre.

-___________________...

El gruñido se inició en mi garganta.

-Y lo voy a hacerlo,- le dije, con los labios apretados. Nadie se pone en mi camino y el de mi pareja.

-Vamos a tranquilizarnos respecto a esto,- comenzó Joe, colgué el teléfono y lo arrojé a un lado.

Apenas llegué detrás de la gasolinera antes de empezar a cambiar. Seria por la determinación, animé los cambios ondulando por encima de mí, me apoyé en él mentalmente. Necesitaba la ayuda de mi lado lobo.

Y. . . el cambio vino. Poco a poco pero sin pausa, y mis músculos ajustándose y tensándose, como si tuviera huesos tan flexibles como la goma. En pocos minutos, estaba a cuatro patas, y mi cuerpo se hundió en el último cambio con relativa facilidad. Punzando y picando. Pero no era el dolor desgarrador que había sido en el pasado.

El truco consistía simplemente en aceptarlo. Al igual que mi relación con Nick, mi propio miedo había llegado en la forma de las cosas.

Levanté mi nariz canina a la brisa. Los olores eran diez veces más fuertes como lobo, y capté fácilmente el olor de oso y lobo. Hombres lobo en forma humana tenían un olor levemente diferente, muy parecido a como un aullido de lobo suena diferente a los oídos, y yo podía decir que habían sido humanos cuando lo había agarrado. Todos menos uno.

Di la vuelta al estacionamiento, nariz en el asfalto. Un niño lloró por su madre cuando me vio, no hice caso. El olor de Nick desapareció en el asfalto, se habían alejado con él. Quería gritar de pena ante la idea. Nick nunca los habría dejado alejarse en coche con él consciente-él habría luchado hasta la muerte. Y podría haberlos tomado también-por lo que algo debe haber pasado. El olor del lobo siguió detrás de la gasolinera, y rodeé el rastro del olor por un momento, perpleja.

Entonces me di cuenta de que estaban tratando de llevarme a alguna parte. Por supuesto. Todo esto era parte de una trampa elaborada, que astutamente estaban poniendo para mí. El olor iba cruzando el estacionamiento al lado, y luego por la calle. La crucé y me escabullí a través de un barrio suburbano antes de cruzar un campo. El rastro de lobo -Wyatt, me di cuenta por el olor, seguía hacia adelante, así que lo seguí. Ellos me llevaban al noroeste, fuera de la ciudad y hacia los bosques.

por **jamileth** Vie 20 Dic 2013, 3:57 pm

En mis pies de lobo podía para viajar rápidamente. El sendero cortaba a través de las yardas y sobre las estructuras, y en algún momento durante su recorrido alrededor de los edificios. Sabía que estaba diseñado para llevar una nariz canina. Como ser humano, habría podido seguir el rastro, pero no con esta claridad y rapidez.

En el momento en que el sol estuvo alto en el cielo, estaba profundamente en propiedad privada y fuera de la ciudad. Mi piel se crispó con la necesidad de cambiar de nuevo, lo ignoré a propósito. La pista se puso pesada con el olor de los lobos, el olor más viejo y asqueroso. Estaba cerca.

En la profundidad del bosque, en las zarzas y malas hierbas gruesas demasiado crecidas, encontré una vieja casa estilo rancho. Estaba rodeado por una cerca de alambre de púas en ruinas, me acerqué, el olor de los lobos en mi nariz. La casa había sido abandonada hace mucho tiempo. Las paredes de tablillas de madera necesitaba una mano de pintura, y todas las ventanas parecía que estaban rotas. Hubo un amplio porche en el frente, y varios lobos estaban allí, recostados a la sombra. Sus orejas erguidas ante la visión de mí y uno levantó la cabeza. Me pareció que era el lugar de reunión de Anderson.

Aquí era donde habían tomado a Savannah. Aquí era donde Nick estaría.

Cautelosa, me paseé en la parte delantera. Uno de los lobos caminó furtivamente en la casa mientras los demás me miraban, esperando. Un lobo reclinó la cabeza hacia abajo en el porche, y su boca se curvó en la versión canina de una sonrisa.

Eso me enfureció. Bajé la cabeza y me dispuse a hacer el difícil cambio de nuevo a mi forma humana. ¿Querían jugar? Yo no iba a jugar con sus reglas. Me agaché, arqueando mi espalda mientras me movía. Ahora todos los lobos en el porche me miraban. No me importaba. Yo quería esto. Furia o determinación hizo el cambio sorprendentemente fácil de manejar. Dentro de un minuto o dos, mi forma humana estaba en cuclillas en el suelo en lugar de mi forma de lobo, y me cepillaba el pelo sudoroso de mis ojos.

Los demás no habían cambiado, ¿tal vez pasaban más tiempo en su forma de lobo que de humano? Sabía que los Russell no lo hacían. Por otra parte, los Russell estaban cuerdos. No podía decir lo mismo de los Anderson.

Un gemido agudo cortó el aire, alguien apareció en la puerta. Gracie, todavía con uno de sus demasiado cortos, demasiado apretados vestidos de verano, sus pies descalzos. Su pelo rizado estaba recogido sobre uno de sus hombros y ella sonrió ampliamente al verme.

-Hey, chica. Me preguntaba cuándo vendrías.

La miré fijamente, resistiendo la tentación de desnudar mis dientes y gruñirle. No entendía sus palabras amistosas. No éramos amigas.

Ella se acercó a mí con una sonrisa de complicidad, con las manos en sus caderas. Tenía una toalla arrojada por encima del hombro y me la ofreció para que pudiera cubrirme.

La ignoré y me levanté, moviendo mis músculos para aliviar la rigidez. Me estaba adaptando. No necesitaba a los lobos.

Ella se empujó hacia adelante, tratando de envolver la toalla a mi alrededor.

—Toma, chica…

La hice a un lado con un gruñido, dejando al descubierto los dientes. Sorprendida, Gracie dio un paso hacia atrás y luego apartó la vista.

Una oleada de euforia me recorrió. Su autoritarismo era un reto, y lo había ganado. Ella no podía tratar con la seguridad de la ira que mostraba, y ella estaba sometiéndose. En la manada, ahora la superaba hasta que me retara de nuevo. Ella mantuvo la vista apartada y dio un paso atrás.

Decidí entonces que yo no cedería a otro lobo. ¿Querían verme fuerte? Lo habían conseguido.

—Quiero ver a Nick.

—¿Por qué estaría tu novio aquí? —preguntó alguien, y levanté la mirada para ver a Tony.

—Porque tú querías que yo viniera aquí —le dije con calma—. Yo estoy aquí, y quiero hablar con Levi.

Tony me miró de arriba abajo con una mirada lasciva y luego asintió con la cabeza.

—Entra, entonces, si eres tan valiente.

Me moví. No había nada más que los lobos pudieran hacerme, después de todo. Mi mandíbula se tensó, yo seguí los pasos de Tony hacia el interior detrás de él.

Había unos cuantos lobos más descansando en la sala de estar de la casa. El lugar olía a tabaco rancio, marihuana, y a tantos lobos que era imposible distinguir cualquier otro aroma.

Connor se sobresaltó ante mi visión, inmediatamente quitándose la camiseta y ofreciéndomela.

Esta era diferente a la oferta presumida de Gracie de una toalla. Como hombre lobo, Connor no podía competir conmigo, así que tomé de la camisa y me la puse.

—¿___________________? ¿Qué estás haciendo aquí? —Su rostro se puso pálido—. Es Savannah, ¿cierto?

Le dirigí una mirada fría.

—Estoy aquí por mi compañero.

Tumbado en el sofá cercano estaba Maynard. Él hizo un gesto hacia su cuerpo y me guiñó un ojo.

—Aquí estoy, muñeca.

Le ignoré, olfateando el aire en busca del olor de Nick. El olor de los lobos y de la marihuana era demasiado espeso para detectar cualquier otra cosa.

Tony pasó junto a mí y me dio una palmada en el culo, y yo me sobresalté por la sorpresa, luego lo miré fijamente. Él estaba tratando de ponerme nerviosa, haciéndome dudar de mí misma.

Connor negó con la cabeza.

—No lo entiendo. ¿Por qué Nick estaría aquí?

—Pregúntale a tus primos —le dije. O Connor estaba jugando a hacerse el estúpido o no había sido incluido en los juegos de los otros. No sabía cuál era la respuesta—Gracie se había convertido en una burla, después de todo.

Pero Connor me dirigió una mirada inquieta y corrió hacia las escaleras.

—Venga ya, muchacho —Oí a Maynard gritar tras él, bromeando—. No te lo dijimos porque ya sabes cómo te pones. No puedes lidiar con todo el asunto de los jodidos prisioneros…

Mi corazón se aceleró y yo lo seguí cuando se puso a subir de dos en dos las escaleras estrechas.

—¿Tío Levi? ¡Levi! ¿Dónde estás?

Abrió la puerta primera, la cual llevaba a una habitación vacía. Intentó abrir la puerta siguiente, y yo probé con la de en frente. La habitación que me miraba estaba vacía, llena de porquería y hojas esparcidas por el suelo. Esta había sido, obviamente, una zona de nidificación para los lobos durante años.

Al otro lado del pasillo, Connor gimió y desapareció en una de las habitaciones. Con el corazón desbocado, lo seguí al interior.... y me quedé sin aliento.

Nick yacía en un colchón sucio en el suelo. La sangre seca le hacía costra en la nariz y un hematoma masivo brillaba en una de sus sienes. Sus pies estaban esposados juntos, la cadena estaba enganchada a una viga de soporte en la pared.

Él no se movió cuando Connor se puso sobre él, apretando los puños. El corazón me golpeó en la garganta al verlo. Oh, Nick.

—Levi —gritó Connor de nuevo.

Me agaché junto a Nick, sintiendo un enorme nudo en la garganta. Oh, Dios. Oh, Dios. Mis dedos revolotearon sobre su rostro, alisando su pelo hacia atrás para poder ver los daños. Estaba pálido, su piel con una palidez extraña a ella. Pasé mis dedos suavemente sobre su cara… él estaba caliente. Demasiado caliente. Puse mi mejilla contra su pecho y su corazón parecía estar palpitando anormalmente rápido. Su respiración era rápida, y por debajo de sus párpados, sus pupilas se movían rápidamente como si estuviera atrapado en una pesadilla.

—Nick —dije suavemente, rozando mis dedos sobre su mejilla—. Nick, despierta.

Él no respondió, su cuerpo no respondía a mi tacto. El miedo se apoderó de mí, y miré a Connor.

—¿Qué le pasa?

—Drogado —dijo con voz ronca.

—En realidad, está envenenado —dijo Levi desde la puerta, encorvado casualmente contra el marco.

Me volví con un gruñido, dejando al descubierto los dientes de forma automática mientras me coloca entre Levi y mi pareja.

—¿Lo envenenaste?

El jefe de los lobos lucía un ojo negro. Su boca dibujó una sonrisa ante mi visión, agazapada con nada más que la camiseta de Connor.

—No sé si te diste cuenta, pero los osos tienen una resistencia increíble. —Me miró de reojo—. Aunque probablemente ya habrás adivinado eso. Tu chico no se quedaría tranquilo aquí con tranquilizantes, así que le dio un poco de algo adicional.

Mis dedos se curvaron y yo casi podía sentir mis garras saliendo de nuevo.

—¿Qué le diste?

Levi siguió estudiándome.

—Secreto familiar. Uno que, sólo los miembros de la manada llegan a conocer.

—Soy de tu manada —le dije con amargura—. ¿Recuerdas?

—¿Lo eres, niña? —Su mirada apuntaló la mía—. Porque decir que eres de la manada y realmente ser parte de la manada son dos cosas diferentes.

Le enseñé los dientes de nuevo.

—Dije que era de la manada.

—No lo eres —gruñó—. ¿Corres con la mandad? ¿Cazas con nosotros? ¿Te apareas con nosotros? Esas son las cosas que una mujer lobo hace con su manada. Y ya que no has hecho ninguna de esas cosas, sigues siendo un extraño, ¿no?

Quería matarlo. Arrancarle la garganta con mis dientes desnudos y verlo desangrarse en el suelo. La rabia me consumió y me apreté los puños, sin hacer caso de la picadura de mis garras en mis palmas.

—Dame el antídoto para el veneno.

Él siguió mirándome con esos ojos amarillos llenos de odio.

—Secreto de manada. Puedes obtenerlo... por un precio.

—¿Qué quieres de mí?

Sus ojos brillaron.

—Lo mismo que siempre hemos querido de ti, muñeca. Debes unirte a la manada.

Cazar con nosotros. Correr con nosotros. Aparearte con nosotros. Eso es lo que hace una mujer de la manada.

Me mordí el interior de mi mejilla. Quería gritar mi indignación, pero no podía. Necesitaba saber qué le pasaba a Nick.

—Bien —espeté—. Me uniré a tu manada.

—¿En todas las formas? —Levi se estiró, levantando una ceja—. Sería una pena darles esperanzas a los chicos a cambio de nada.

—En todos los sentidos —rechiné, ignorando el temblor de miedo que recorrió mi cuerpo.

—Esto está mal —dijo Connor, dando un paso delante de mí—. Tío Levi, sabes que esto está mal.

Levi empujó a Connor a un lado.

—¿Por qué está mal, muchacho? ¿Porque usted no quieres follar con esta? Se trata de tumanada. Necesitamos una mujer. Una compañera para Maynard para que él pueda hacerse cargo de la manada cuando yo le ceda el puesto. El apareamiento no consiste en una chica en la que quieras meter tu polla, muchacho. Se trata de la sangre. Se trata de asegurarte de que haya más lobos para mantener las líneas de sangre fuertes. Necesitas hacerte a un lado. —Él miró fijamente a los ojos de Connor, su voz dura—. ¿O me estás desafiando?

Contuve el aliento. Hubo un largo momento de silencio, y luego Connor negó con la cabeza.

—No. Ningún desafío.

—Bien—. Levi agarró a Connor por el brazo y lo hizo a un lado. Connor se estrelló contra la pared y esperó, agazapado con la mirada gacha, su cara se apartó, rojo de ira. Levi se acercó a mí, esa sonrisa satisfecha en su rostro.

—Saquemos a correr a nuestro nuevo miembro de la familia, ¿de acuerdo? Trátenla agradable y suave.

Me quedé quieta, aunque la voluntad del alfa fue tan abrumadora que me tomó el esfuerzo de todos los músculos de mi cuerpo para hacerlo.

—Quiero el antídoto contra el veneno en primer lugar.

Extendió la mano y enmarañó su mano en mi pelo, atrayéndome más cerca. Sus ojos amarillos se comieron mi visión, hasta que fue lo único que podía ver.

—No puedes hacerme demandas —me dijo en voz baja—. Soy el alfa.

Y me di cuenta de que podría no estar en desacuerdo.

por **jamileth** Vie 20 Dic 2013, 4:03 pm

* * * * *

Levi se levantó y observé a los demás mirarle con una mirada hambrienta de anticipación.

—¿Quién tiene hambre?

Un coro bajo gruñidos felices y afirmativos respondió a su pregunta.

—Hora de cazar la cena, entonces —dijo Levi, sus ojos más amarillos que nunca—. Estoy de humor para un poco de conejo fresco llenos de sangre.

Odié el que mi estómago gruñera.

Wyatt y Tony me miraron y sonrieron.

Todos se pusieron de pie y comenzaron a quitarse la ropa. Vi como Maynard fue el primero en caer a cuatro patas, transformándose. Los otros hicieron lo mismo con la misma rapidez. Tenía ganas de ir arriba y ver cómo estaba Nick, pero mientras estuviera encadenado a la pared, tenía que seguirles el juego. Así que me quité la camisa de Connor y me inclinó para cambiar también.

Mi cambio tomó más tiempo que el de los otros. Cuando salieron corriendo de la casa, aullando de emoción, yo estaba sólo medio transformada. Por el rabillo de mi ojo, vi que Levi me había esperado, así como Connor. Continué mi cambio a lobo y me sentí aliviada cuando todo acabó sin problemas.

Una vez que estaba en mi forma de lobo, Levi mordisqueó mi flanco, indicándome que me pusiera en la fila, y me coloqué detrás de él. Se sentía natural alinearse detrás del alfa, para correr por el bosque. La parte humana de mi estaba gritando que corriera en busca de ayuda —que fuera a por Joe y los demás. Pero si dejaba a Nick, ¿qué sería de él? Él no podía hacer nada. Y si huía, acabarían por darme caza de nuevo. Habían dejado muy claro que no tenía permitido marcharme.

¿Por qué seguir luchando, si ponía mi vida y las vidas de mis seres queridos en peligro? Mejor simplemente hacerme a la idea. Yo nunca iba a ganar, y estaba cansada de luchar. La vida de Nick estaba en peligro, y yo no lo dejaría morir por mi causa.

Me uní a los lobos, y nos fuimos a la maleza. El aire era fresco con la noche tan cerca, y los olores de la tierra, me rodeaban, llenando mis fosas nasales e influyendo en mi lado lobo, provocando que mi mente se volviera salvaje con los olores y los sonidos del atardecer.

Mientras corríamos, los otros lobos corrieron hacia mí, mordisqueándome mis flancos y danzando en círculos alrededor de mí. Se sentían juguetones, una sensación que no podía compartir.

El olor de un conejo se cruzó en nuestro camino, y Levi se volvió y corrió tras él. La manada lo siguió, todos con entusiasmo persiguiendo al mismo maldito conejo. Lo seguí también, para no ganarme otro mordisco a mis flancos si me quedaba rezagada atrás. La persecución continuó, pero el conejo estaba condenado. En poco tiempo, fue rastreado, atacado, y luego los lobos retrocedieron mientras Levi desmembraba a su presa. Nos gustaría probarlo si se dignaba a dejarnos algo. Eso me venía muy bien. No quería nada de eso. En estos momentos el conejo me recordaba un poco demasiado a mí misma.

Maynard me rondaba por los costados y me volví un poco, dejando al descubierto los dientes ante la anticipación de otro mordisco. Su pierna se movió sobre la mía. Confundida, me hice a un lado sólo para que mordiera mi costado otra vez, y luego empujara mis caderas, tratando de llegar a mí.

¡Él estaba tratando de montarme!

Traté de gritar, pero no salió nada de mi garganta, excepto un gemido. Él empujó contra mí otra vez, y cuando traté de hacerlo a un lado, la forma de lobo de Wyatt estaba allí de repente intentando atraparme.

Correr con nosotros. Aparearte con nosotros.

De repente me sentí furiosa. Gruñí y mordí a Maynard cuando él trató de montarme de nuevo. Él gruñó bajo y se abalanzó hacia mí, y esta vez su mordisco no fue para nada suave. Era una advertencia, de hecho.

Le ataqué, lanzándome sobre él con furia, mis mandíbulas abriéndose y cerrándose. Le mordí en la cara, y él soltó un aullido de sorpresa.

Una forma grande y pesado se estrelló contra mí, y fue mi turno de gemir. De repente, el bosque estaba lleno de lobos peleando, y abalanzándose los unos sobre los otros, mordiéndose, pateándose y gruñendo. Mordí gargantas y sentí unos dientes apresando la mía. Algo me mordió la pierna trasera y soltó un aullido de dolor, y luego otro me atacó y me mandó volando hacia atrás.

Una mano me agarró por el cuello y gruñí, mordiendo esa mano.

—Cambia de nuevo, chica. —Levi me miraba de vuelta.

Le solté la mano.

Su puño se estrelló contra mi boca. Grité, y cuando él me tiró al suelo, me quedé allí. Mis músculos se estremecieron y entonces empecé a cambiar de nuevo, pero la transformación dolorosa pero rápida.

Unos momentos más tarde, me acuclillé sobre mis cuartos traseros. Tenía una mordedura enorme en mi muslo y me limpié la sangre de mi boca, ahora hinchada y palpitando a causa del golpe de Levi. A mi alrededor los demás estaban cambiando, y me di cuenta que Maynard y Tony habían recuperado su forma y tenían una erección.

—¿Qué cojones te pasa? —dijo Levi, caminando hacia mí y agarrándome por el pelo.

Lancé mis brazos hacia él, golpeándolo.

—Correré con ustedes, pero no voy a dejar que tus lobos me monten.

Él enseñó los dientes, la versión humana de un gruñido lobo.

—Si mis hijos quieren aparearse contigo, te quedarás quieta allí y sonreirás mientras lo hacen, pequeña zorra tonta.

Mi puño se estrelló contra su boca.

El claro se quedó en silencio, el único sonido era el de mi propia respiración agitada. Levi me dejó libre y me puse la mano en mi cuero cabelludo palpitante, esperando a que él hiciera algo.

Se tocó la comisura de la boca.

—¿Lo hiciste. . . acabas de retarme, muñeca?

Yo temblaba de miedo e indignación, pero me mantuve firme.

—Yo no soy tu jodida y maldita muñeca. Yo no soy tu juguete, y yo no soy la compañera de tus hijos. Puedo ser loba, pero eso no quiere decir que te pertenezca a ti.

Se me quedó mirando, asombrado.

—Eso es un reto, ¿no?

No dije nada.

Él se abalanzó sobre mí, tirándome al suelo. La tierra se estrelló contra mi espalda y el aliento voló de mis pulmones. Yo jadeaba, tratando de coger aire, pero su puño se estrelló contra mi cara. Las estrellas explotaron detrás de mis ojos.

—Ninguna chica reta al alfa, zorra pequeña y estúpida —gruñó, agarrándome por el pelo otra vez—. Te voy a enseñar una lección sobre las manadas de lobos. La primera regla es que cuando el alfa te dice que hagas algo, lo haces, y mostrarás tu garganta mientras lo haces.

Moví mis manos hacia su cara, arañándolo.

—Papá —dijo Gracie a un lado, con incertidumbre—. Ella es nueva. Dala una oportunidad.

—¿Me estás diciendo lo que tengo que hacer, niña? —Posó sus salvajes ojos amarillos sobre ella.

Gracie se echó hacia atrás, lanzándome una mirada de preocupación. Sentí una oleada de gratitud por la ayuda, aunque ella no hubiera sido lo suficientemente fuerte para hacer frente a su padre.

Él me arrojó al suelo y sentí que como mis costillas crujían en señal de protesta, el aire golpeando fuera de mí por segunda vez. Me arrastré hacia atrás cuando comenzó a acecharme, los lobos arremolinándose nerviosamente detrás de él.

—Déjame enseñarte otra lección acerca de las manadas de lobos, muñeca —se burló. —Tú siempre te someterás al alfa.

Con eso, él me agarró de las piernas. Le di una patada, pero sus fuertes manos agarraron uno de mis tobillos y tiraron de ello, separándolo del otro. Se arrodilló entre mis piernas.

Mis manos entrelazadas agarraron una roca, y la estrelló contra su mandíbula.

El crujido se hizo eco a través del claro. Hubiera sido suficiente para tumbar a un hombre normal. El alfa se quedó aturdido, parpadeando y se tambaleó.

¡Crack! Le golpeé la mandíbula de nuevo.

Lo derribé, cayendo de espaldas sobre el suelo del bosque. Me puse de pie, jadeando, y presioné mi pie contra su garganta. No estaba lo bastante fuera de si, pero estaba aturdido, con la mandíbula sangrando.

Con el pie, empujé todo mi peso sobre su garganta.

—Muéstrale la garganta a tu nuevo alfa —susurré—. Zorra.

bueno chicas aqui se acaba el cap :D
cuidense :D
y gracias por los comentarios :D
:bye:

por **JB&1D2** Vie 20 Dic 2013, 4:25 pm

Oh por dios!!!"
Siguela por favor

por **aranzhitha** Vie 20 Dic 2013, 8:55 pm

ohh Nichola! amor mio!!
como pudo pasar?! :wut: como te atraparon!?
ojala que la rayiz lo mate a Levi!!
siguela!!!

por **aranzhitha** Vie 20 Dic 2013, 8:58 pm

siguela!!° :lloro: :wut: :ñomñom:

por **chelis** Vie 20 Dic 2013, 10:31 pm

Ella es el alfa!!????.... Aaaaaaahhhhhh!!!!!..... Sigue porfiiiiiiisssss!!!!!.....

por **aranzhitha** Sáb 21 Dic 2013, 1:04 am

siguela!!

por **chelis** Sáb 21 Dic 2013, 8:22 am

porfaaaa

por **chelis** Sáb 21 Dic 2013, 8:23 am

porfiiiiisssss...... subeeee!!!!

por **chelis** Sáb 21 Dic 2013, 8:24 am

andaaaaaaaa!!!!!..... sube prontoooo

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