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Gráficos por y codes hechos por Kaffei e Insxne.
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The Roadtrip {Novela Colectiva} |2|
O W N :: Archivos :: Novelas Terminadas
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Re: The Roadtrip {Novela Colectiva} |2|
ohoh alsdksl seré feliz:')Alouette. escribió:ya te hice un avy
nayeon.
Re: The Roadtrip {Novela Colectiva} |2|
Si Yaz no sube, yo subo, mañana posteo mi capítulo c:
Invitado
Invitado
Re: The Roadtrip {Novela Colectiva} |2|
To hoy terminaré mi última ficha de tad y comenzaré con gg
sugg.
Re: The Roadtrip {Novela Colectiva} |2|
Si quieres ya sube Lau el orden no importa mucho.
peralta.
---------
Re: The Roadtrip {Novela Colectiva} |2|
Me emociono
Debo terminarlo Stephy, es que como creí que Yaz postearia, pensé que podía terminarlo después, pero prometo que mañana estará publicado c:
Debo terminarlo Stephy, es que como creí que Yaz postearia, pensé que podía terminarlo después, pero prometo que mañana estará publicado c:
Invitado
Invitado
Re: The Roadtrip {Novela Colectiva} |2|
pensé que ya habías terminado:c está bien, ya quiero capitulo:c
peralta.
---------
Re: The Roadtrip {Novela Colectiva} |2|
Mentira, creo que puedo acabar de escribir hoy
Sofi tu avy<33
Sofi tu avy<33
Invitado
Invitado
Re: The Roadtrip {Novela Colectiva} |2|
Capítulo 18
San Francisco. Era un lugar completamente agradable. Donde se había varado no del todo para Violet. Era un lugar hermoso eso sí, había vegetación y agua, un rio cercano, el clima era templado, ni mucho frio, ni tampoco un calor terrible. La noche anterior había sido simplemente adorable. Las estrellas comenzaba a notarse, ella estaba sentada junto a Myra y Fauna, pues a pesar de conocer más personas, lo último que quería era perder a sus amigas. Y había notado que Myralli se había apartado de ellas dos y había dejado de hablarles, y francamente eso le dolía a Violet. Más allá cerca de una pequeña fogata, como siempre una de esas, estaba los chicos bebiendo. Myra no estaba involucrada en el círculo pues aún le molestaba un poco los acontecimientos anteriores con su hermano. Fauna estaba allí porque Zuzu estaba ebria y generalmente Fauna pagaba todo con Zuzu y no quería un problema más.
La rubia aun no congeniaba con los chicos recién llegados. Caitlin y Mason le daban una terrible desconfianza a la rubia, y a la mayoría menos, claro, a Daniel, aunque con el tiempo se acostumbrarían a ellos como todos lo que entraban al viaje. El cielo lucia hermoso, en su casa no podía apreciarlo de tal forma porque las luces encendidas opacaban la luz de las estrellas y generalmente el cielo solo aparcaba la brillante luz de la luna, en cambio ahí se podían apreciar las estrellas como pequeños faroles junto a la luna. Fauna se retiró cuando Sam se acercó para llevársela, ambos se despidieron y entraron a su tienda. Myralli también se colocó de pie y entró a su tienda.
—Myra. — Habló la pequeña rubia detrás dela morena, pero esta no presto atención — Te habló a ti, Myralli.
— ¿Qué? — Se volteó con el ceño fruncido.
— ¿Qué sucede contigo? Sé que dirás que todo está mal porque Daniel y Sebastien y todo eso, pero más allá, tengo claro que estás molesta conmigo y con Fauna porque hemos estado socializando más ¿verdad? — Preguntó la rubia levantó sus cejas.
— No es eso, no exactamente.
— ¿Entonces qué es? Sabes que puedes contar conmigo Myra, yo nunca te dejaría sola, eres la primera persona, aparte de Candice, en la que pude confiar en este viaje, luego vino Fauna, y aunque sonará apresurado, no puedo perder a mis dos mejores amigas de la nada.
— No lo sé, Violet, estoy cansada y quizá celosa, ¿podría descansar un rato? Tengo un cansancio terrible y algo me dice que podré descansar, ¿Podrías dejarme? Mañana lo solucionaremos todo.
Violet solo asintió, pero profundamente sus ojos demostraban una gran decepción, le dio regaló una medio sonrisa a la morena y se retiró de ahí, salió de donde dormían las dos chicas, y se dirigió nada, tenía ganas de salir corriendo y perderse durante un rato, notó que Trevor estaba ebrio, la chica negó con la cabeza, ellos eran imposibles. Comenzaba a sentir frio, entonces se acercó a la camioneta de conducía generalmente Daniel pues ahí viajaba Violet, buscó su maleta, rebuscó y rebuscó hasta que encontró el suéter que su tía la navidad pasada, a Zuzu le había dado un par de shorts y algo de lo que sus padres nunca querría enterarse; una caja de condones. Cuando Violet se enteró se murió de la risa. Daría cualquier cosa por ver a su tía, y si ella tenía tremendas ansias de verla, las de Zuzu eran incomparables y mayores a esas, se imaginó que después del viaje, iría dónde ella, claro si su tía lo lograba…si los doctores la hacía vivir, sacó de su mente a su tía, aunque no lo logró del todo. Colocó encima de su vestido el suéter y se sintió más protegida y tranquila. Una tos a lo lejos rompió sus pensamientos, era Jeremy, sintió escalofrió, su tía tocia igual hasta que ellas se enteraron sobre aquello sobre su enfermedad. Tragó en seco y descartó la idea de que Jeremy podía tener alguna enfermedad, él era saludable y se cuidaba, gripe, quizá. Escarbó más entre su mochila y encontró un libros, ¿qué clase de persona llevaba un libro a un viaje lleno de locuras?
—No puedes leer algo como esto. — Chilló su madre con ese asentó Alemán más marcado que el de ella y su hermana. — Esto conlleva a adolescentes como tú al suicido, ¿Es que no lo han enseñado en la escuela, Violeta? — La pequeña Zimermman dio una mirada de disgusto cuando su nombre se escuchaba así, porque en realidad su nombre no tenía una a al final — Si te veo nuevamente con algo como esto, irás a la iglesia y pedirás perdón.
Ella frunció el entrecejo cuando su madre lanzó el libro a la caneca de basura ubicado en la cocina, sin embargo cuando su madre salió de allí lo sacó de nuevo.
La rubia guardó el libro de vuelta en su mochila, y luego sintió unas fuertes manos en su cintura.
— Heeey — Alargó Trevor, el olor a alcohol era increíble y tremendamente desagradable para su olfato, ella le dio una sonrisa al chico, pero no lo logró, el olor era simplemente asqueroso.
— Hola. — Saludó está mirando como el chico la apretó un poco más — Estás borracho, Trevor.
— Vaya, que descubrimiento. — El sarcasmo en su voz era notorio, Violet rodó los ojos y suspiró —Te acompañaré a tu tienda, ¿Vale?
El chico no respondió solamente le miraba fijamente comiéndose sus ojos con los de él. Ella comenzó a andar pero Trevor la jaló del brazo.
— Quédate conmigo, ¿Sí? — Como pudo las palabras salieron de su boca, pero ella negó.
— Cuando no estés ebrio, ¿Sí? — Entrecerró sus ojos y sin querer el “si” sonó molesto, ella odiaba verlo en ese estado y ya había pasado muchas veces verlo así, pero nunca se le acercó y le parecía un descaró. El chico negó mientras mantenía gacha su cabeza
— Me duele la cabeza. — Se cubrió los ojos con su antebrazo, ella solo le dio un beso en la mejilla y antes de que a Trevor se le ocurriera hacer algo salió corriendo de la tienda del chico pelinegro. De salida se topó con su hermana quien iba con Tyler, ella asumió porque estaban juntos.
— ¿Qué hacías ahí dentro? — Inquirió Zuzu con una sonrisa pícara en su rostro, Daniel la miró algo burlón.
— Trevor estaba ebrio, solo lo acompañé aquí.
— Claro. — Respondió su hermana mayor con cierto desdén de sarcasmo. La rubia menor negó con la cabeza y les dio una mirada fugaz a ambos, deposito un beso en la mejilla de su hermana, y bajo el rostro.
— Pásenla bien chicos, adiós Zuzu, Tyler.
Y sin más se fue dando pasos largos hacía su tienda con Myra, cuando abrió la chica estaba profundamente dormida. Y ella no dudo en acostarse también, sus pies rogaban por descanso y sus ojos se iban cerrando sin querer. La chica recostó su cabeza y se puso analizar la actitud de Trevor, él nunca la buscaba cuando estaba en ese estado, normalmente le agachaba con vergüenza la cabeza cuando ella lo miraba. Sus ojos se cerraron, pero su mente seguía despiertas, y no paro de pensar hasta que le cansancio y el sueño la venció.
Trevor abrió los ojos, su cabeza explotaría, el chico quería saber si quiera la hora, pero nadie tenía algún reloj, menos celular, ni siquiera sabía qué día era, o en qué mes estaba. La resaca le estaba pegando fuertemente, el chico salió de su tienda y se sorprendió al ver que ni siquiera había amanecido, comenzó a caminar a la playa cercana. A lo lejos divisó a una pequeña chica rubia corriendo, descartó a Fauna y Sarah, ambas eran lo suficientemente altas pare reconocerlas desde lejos, no era Penny; ella no corría y su cabello era más dorado, inmediatamente quitó a Zuzu de la lista su cabello era casi blanco. Era Violet. El chico pensó en si acercarse a ella o no y pequeños recuerdos de la noche anterior invadieron a su mente, se maldijo a si mismo por lo bajo y se echó a correr detrás de la rubia quien ya iba muy lejos. Además la rubia llevaba su tabla de surf en la mano. Como pudo – Y gracias a su buen físico – él la alcanzó, primero le dio un buen susto, ella le pegó en el pecho pero luego rió y mostró su deslumbrante sonrisa.
— ¿Por qué estás despierto tan temprano? Creí que ninguno de ustedes ponía un pie fuera casi a las seis de la mañana.
— ¿Cómo sabes qué hora es?
— No lo sé, no en realidad. El sol está a punto de salir, generalmente sale después de las seis, ¿y ves? Ya se está asomando.
Abrió sus ojos con sorpresa, la chica era muy inteligente. Y admiraba eso, él generalmente usaba a las chicas para acostarse con ellas, burlarlas en escuela y luego, luego las botaba y así de simple. Pero él nunca haría eso con Violet, en un principio lo pensó, pero ella era distinta, simplemente su forma de ser le dejo encantado, el nunca jugaría con alguien como ella, o como Fauna, o Jackie, esas tres chicas le parecían tres tesoros, Jackie a diferencia de Fauna y Violet, se defendía sola y sabía lo que hacía, le agradaba por su amabilidad y su tranquiles, además le inspiraba confianza. En cambio con Fauna, sentía la necesidad de protegerla como su hermano, aunque verdaderamente él no hablaba mucho con ella, pero con Violet más que protegerla…quería estar con ella, pero estar con ella de forma en serio, Violet tenía su toque de inocencia, vulnerabilidad, solo un poco de ingenuidad, y mucho idealismo, pero también era inteligente, sobreviviente y justa.
— ¿Sigues vivo, Trevor? — Soltó una pequeña risita que enterneció al chico.
— Violet, perdona lo de ayer.
— No te preocupes, sé que no puedes evitar beber con ellos, además estás acá para eso.
Se mostraba tan despreocupada que era increíble.
— ¿Vas a surfear? — Se golpeó mentalmente por la pregunta incoherente.
— No, traje la tabla de pura broma. — El chico rió, y ella se sorprendió, nunca usaba el sarcasmo cuando hablaba con las demás personas. El viento golpeó el rostro de ambos, el cabello rubio y largo de Violet se fue hacía su espalda — ¿Sabes surfear? — Preguntó la rubia, el movió su mano dándole a entender un “más o menos”.
— Pero tengo mi tabla aquí. Si quieres voy por ella.
Ella asintió y este salió corriendo a por su tabla, en alguna de las camionetas debía estar, era raro porque él creía que en todo el recorrido no la usaría ni una sola vez, lo único que pensaba hacer era drogarse, emborracharse, y tener sexo, irónicamente no se había acostado con nadie, y no pensaba hacer. ¿Cómo una sola persona puede cambiar de pensamiento tan rápidamente por alguien más? Comenzaba a tener un gran cariño por la rubia y ni siquiera la conocía. Pero cada vez que miraba directamente a sus ojos, sentía que debía hacer algo por su vida, por impresionarla quizá, pero hacer algo que valiera la pena.
Había sido un gran rato con Trevor, ese chico era increíble. Si Violet pudiera elegir a cualquier persona de los que iba con ella elegiría a Trevor.
— Trevor. — Llamó la rubia. Ambos se había detenido, la mayoría ya estaba despiertos, y obviamente habían notado que estaba juntos — Gracias por esto.
El no entendió exactamente el significado de sus agradecimientos sonrió mientras hacía una mueca agradable.
— ¿Por qué? — Indagó, mientras volvía aquella deslumbrante y a la vez ruda sonrisa a su rostro.
— Por estar conmigo.
En ese instante ambos flotaba hacía la playa con los chicos, únicamente los sostenía las tablas, y de vez en cuando el agua salpicaba sus rostros, el cabello de Violet se veía mucho más oscuro, y rizado, pero solo n poco. La chica se sentía tranquila, ligera, y libre, como una mariposa, pero sintió un desgarrador dolor en su ante-pierna, miró hacia abajo y la sangre se veía fluyendo en lo más profundo del agua, algo le había mordido, ni siquiera chilló del dolor.
— Trevor…—Prolongó la rubia, pero el ya también hacía escuchado el chillido de su pierna al haber sido un poco rasgada — Algo me ha mordido.
— Ya lo sé.
Las tablas llegaron por su cuenta a la orilla, y el ayudó a Violet a salir del agua, la primera en acercarse, lo cual fue muy raro fue Zuzu, la chica miraba malhumorada a Trevor y preocupada a Violet.
— ¡¿Qué demonios?! — Gruñó —, ¿Cómo dejaste que eso pasará?
— Ay, Zuzu, seguramente detendré a una animal el cual ni siquiera noté. Todo pasó muy rápido, ni siquiera se en que momento exactamente salimos del agua.
La rubia mayor pareció haber ignorado sus palabras. Y miró el rostro – ahora mucho más pálido de lo normal – de su pequeña hermana, sus ojos se veían algo pequeños, pero eso si era por falta de sueño, no dormía bien. El resto comenzó a acercarse.
— ¿Sientes la pierna, Violet? — Preguntó en un susurró Trevor. Ella negó con la cabeza.
— Creo que debería llevarla a un hospital, Trevor. — Sugirió Tiffany — Puede correr riesgo si sigue acá, ¿sabes? En las palayas y su agua puede correr todo tipo de animal acuático, y no todos muy sanos, incluso pudo haber sido un tiburón.
— No seas idiota, Tifanny. — Reprendió Penny — Si hubiera sido uno, le arrancó la pierna, y esto a duras penas logró rasgarle algo de su piel.
— Basta la dos, — Se metió Sam y extendió unas llaves a Trevor — llévatela.
— ¿Alguien sabe, al menos, donde queda un hospital? — Myra indagó, su rostro ciertamente no expresaba algo en especial, parecía tener una cantidad de emociones mezcladas.
— Yo voy con ustedes. — Habló la pelinegra de Caitlin, todos voltearon a verla sorprendidos — ¿Qué? No soy tan idiota, amigos.
Ella no esperó respuesta alguna y empuja a Trevor un poco, también ayudo a caminar a Violet. Luego se mataría por parecer buena. Violet no le daba confianza a Caitlin, ni nadie en particular, pero ella sabía dónde quedaba un hospital, y si la rubia no era tan regalada como su hermana, no dejaría que muriera por haberse desangrado. Trevor subió a la camioneta, y prendió el motor, “trae el auto con gasolina” escuchó el grito de Emerson, tuvo inmensas ganas de bajarse y darle un puño, se aguantó. Arrancó el auto y se vio conduciendo por la carretera. Miró por el espejo retrovisor, Violet estaba recostada con la pierna extendida y Caitlin podría decirse que estaba sentada en el piso de la camioneta.
— Mira, Caitlin, no te conozco, pero si pretendes…
— ¿Qué? ¿Pretender, qué? No seas idiota, y conduce, imbécil. Además nunca me aprovecharía de un momento como este, y menos de tu noviesita.
— No es mi novia.
— Lo que sea. Da vuelta en la esquina.
El chico siguió la orden mientras apretaba el manubrio del auto, como desearía que alguien más se hubiera “postulado” para indicar donde quedaba el estúpido hospital, o haber aceptado cuando sus padres le dijeron que lo llevarían a San Francisco. No, tenía que ir con la chica esa. Pero también agradecía que hubiera hablado, sino él se vería envuelto en un gran problema. Vio un edificio no lo suficientemente grande, pero era un hospital, y su nombre tenía “Luke’s” pero en realidad no le dio mucha importancia a eso. Bajo del auto y Caitlin le ayudó a bajar a Violet.
— Si dices que te ayude más que a decirte la dirección del hospital, mañana amaneces sin cabeza.
Él mostró desinterés por sus palabras y cargó a Violet a sala de urgencias. Inmediatamente una señora de unos cuarenta años, con un vestido totalmente blanco, típico de enfermera, y una agradable sonrisa, les atendió.
— ¿Qué ha pasado aquí? — Miró la pierna de Zimmermany se dio la respuesta ella misma, no miró con sorpresa o terror la pierna de la chica — Vaya, vaya. ¿Puedes mover el pie, querida?
— No puedo, siento un ardor. — Habló con los ojos cerrados.
— Traeré una silla, y en un rato llamaré un doctor.
La camioneta paró de nuevo donde los chicos parecían estar como si nada hubiera pasado, aunque Myra estaba más aparta y Fauna tenía su rostro de preocupación intacto como antes. Caitlin salió casi corriendo de la camioneta, pero aún tenía su sonrisa cínica y falsa en su rostro. Trevor miró a la chica la cual se encontraba en la misma posición que tenía antes de llegar al hospital, aunque su pierna estaba vendada por gasas de un claro blanco amarillento, y también se veía un poco manchado de sangre. Esta vez estaba dormida. No quería salir y recibir un interrogatorio policial –sin exagerar – por sus compañeros, el siempre odió que los demás le presionaran o hablaran cuando estaba de mal humor. Pero dejaría descansar a la pequeña rubia. Salió de la camioneta y se ganó la mirada de todos.
— ¿Qué ha pasado? — Chilló Jackie con más tranquilidad — ¿Ella está bien?
— Lo está.
— Y… — Prosiguió Myra.
— ¿Y…? — Su tonó de fastidio se notó a kilómetros.
— Que digas que pasó, idiota. — Escupió Sebastien.
El rodó los ojos y suspiró antes de comenzar a hablar, solamente quería perderse un rato en otro lugar donde nadie le molestará, y poder pensar tranquilamente qué demonios le quito un pedazo de piel a Violet, incluso pensar qué hubiera sucedido si en serio hubiera sido algo peligroso y le hubiera quitado una pierna, se estaría muriendo, ¡Pudo haber sido él!, sin embargo Violet era de las chicas más fuerte y supervivientes que nunca había conocido, y se había tomado con calma el repentino acto.
— Dijeron que no era tan grave, la piel probablemente crezca de nuevo, y le enviaron algunas medicinas por si siente algún dolor.
Nadie más se dignó a decir algo, Zuzu se puso de pie pero no se dirigió a la camioneta solo se retiró. Por más de que parecía que ella no le importará el hecho de que su hermana casi pierde un pie, le importa y era la que más se preocupaba, pudo haberla perdido como algún día probablemente pueda perder a su tía, pero nadie puede hacer algo para curarla, y si se hubiera muerto su hermana por un desangre, o una herida mucho mayor nadie podría hacer nada para traerla de vuelta. Y sentía la impotencia, y la ira de no poder hacer nada. Caminó más lejos y se perdió de vista.
Violet estaba bien despierta, estaba oscuro, y sus ojos le expresaban que pronto saldrían las lágrimas. No tardaron mucho en empapar sus mejillas, ella amaba nadar, el agua, correr y todo eso y si se quedaba sin un pie, no podía hacerlo más. Definitivamente no podría. Secó sus ojos con su muñeca. Amaba estar en lugar donde sus padres no incluían, sin las reglas de su madre, y hacía lo que más amaba. Y estaba con su hermana, y sus nuevos amigos, y quizá…el chico que le gustaba, o eso creía. El terrible ardor que sentía en la pierna, le ayudaba a llora más.
— Deja de llorar, enana. — Se escuchó la voz de alguien con su mismo acento, era Candice — Terminaré llorando yo también y nadie quiere ver llorando a Zuzu Zimmerman, ni ella misma tampoco.
— Lo siento. ¿Cuánto tiempo llevas aquí?
— Lo suficiente, antes de que despertaras.
— Es raro no oírte siempre te escuchó.
Candice se encogió de hombros y curvó su labio superior.
— Soy una caja de sorpresas.
— Definitivamente, sip.
El silencio consumió la camioneta y Violet no quería decir nada que pudiera incomodar a su hermana, porque generalmente salían cosas estúpidas de su boca, y por eso, cuando estaba en su casa mantenía su boca cerrada, no soltaba palabra, a menos de que fuera necesaria. Su hermana se veía completamente distinta a como había llegado, quizá de rostro más acabado y cuerpo más curvado, lleno de líneas, pero seguía siendo delgada y hermosa.
— ¿Cómo te sientes? Créeme que quería matar a Trevor, pero igualmente te salvó la vida, básicamente, no sé qué hubiera pasado sin él ahí contigo.
— Me duele la ante-pierna, pero estoy bien, ¿qué tal tú?
— Sinceramente no sé, aun pasa por mi mente lo trágico que hubiera sido si algo más te hubiera pasado, y me desespera que tus idiotas amigas quieran hablar contigo.
Violet soltó una pequeña risita.
— Enana, siento no estar siempre para ti. En serio…yo sé que mi comportamiento es…no sé cómo le digas, llamativo. Y que tengo una vida sexual activa, sin embargo, no quiero fallarte Violet, y puedes contar conmigo.
— Lo sé, Zuzu, y no importa, tú eres como eres y nadie puede impedir eso, ni siquiera Fau o Sam. Nadie.
Ella trago en seco.
— No quiero hablar del tema.
— Te quiero, Candice.
— Y yo a ti, también.
— Que vengas. — Le jaló Trevor.
— ¿A dónde me llevas?
El chico la llevaba hacía la punta de un faro, estaba oscuro y ella era claramente cargada por el chico de cabello oscuro, de alguna manera Trevor logro apagar la luz que se exponía en el agua y ella pensó que él estaba loco, podría matar a alguien que condujera un barco. Sin embargo no se quejó. La chica escuchó un estallido en el cielo, eran juegos pirotécnicos, se veía mucho más hermoso desde ese punto.
— ¿Cómo fue que descubriste esto?
— Todos los jueves lo hacen, es casi la medianoche, y una vez que no podía dormir, encontré esto, y ya, eso es todo.
— Es hermoso.
— Sabía que te gustaría.
La chica perdió sus ojos azules en los cafés oscuros de él, pero corrió la mirada cuando se dio cuenta de eso. Sin embargo sintió como los labios de él chocaban con los suyos, y a pesar de haber tenido un día tan malo, la noche no había sido tan mala, Zuzu, sus amigas, la paz. Y Trevor la besó.
La rubia aun no congeniaba con los chicos recién llegados. Caitlin y Mason le daban una terrible desconfianza a la rubia, y a la mayoría menos, claro, a Daniel, aunque con el tiempo se acostumbrarían a ellos como todos lo que entraban al viaje. El cielo lucia hermoso, en su casa no podía apreciarlo de tal forma porque las luces encendidas opacaban la luz de las estrellas y generalmente el cielo solo aparcaba la brillante luz de la luna, en cambio ahí se podían apreciar las estrellas como pequeños faroles junto a la luna. Fauna se retiró cuando Sam se acercó para llevársela, ambos se despidieron y entraron a su tienda. Myralli también se colocó de pie y entró a su tienda.
—Myra. — Habló la pequeña rubia detrás dela morena, pero esta no presto atención — Te habló a ti, Myralli.
— ¿Qué? — Se volteó con el ceño fruncido.
— ¿Qué sucede contigo? Sé que dirás que todo está mal porque Daniel y Sebastien y todo eso, pero más allá, tengo claro que estás molesta conmigo y con Fauna porque hemos estado socializando más ¿verdad? — Preguntó la rubia levantó sus cejas.
— No es eso, no exactamente.
— ¿Entonces qué es? Sabes que puedes contar conmigo Myra, yo nunca te dejaría sola, eres la primera persona, aparte de Candice, en la que pude confiar en este viaje, luego vino Fauna, y aunque sonará apresurado, no puedo perder a mis dos mejores amigas de la nada.
— No lo sé, Violet, estoy cansada y quizá celosa, ¿podría descansar un rato? Tengo un cansancio terrible y algo me dice que podré descansar, ¿Podrías dejarme? Mañana lo solucionaremos todo.
Violet solo asintió, pero profundamente sus ojos demostraban una gran decepción, le dio regaló una medio sonrisa a la morena y se retiró de ahí, salió de donde dormían las dos chicas, y se dirigió nada, tenía ganas de salir corriendo y perderse durante un rato, notó que Trevor estaba ebrio, la chica negó con la cabeza, ellos eran imposibles. Comenzaba a sentir frio, entonces se acercó a la camioneta de conducía generalmente Daniel pues ahí viajaba Violet, buscó su maleta, rebuscó y rebuscó hasta que encontró el suéter que su tía la navidad pasada, a Zuzu le había dado un par de shorts y algo de lo que sus padres nunca querría enterarse; una caja de condones. Cuando Violet se enteró se murió de la risa. Daría cualquier cosa por ver a su tía, y si ella tenía tremendas ansias de verla, las de Zuzu eran incomparables y mayores a esas, se imaginó que después del viaje, iría dónde ella, claro si su tía lo lograba…si los doctores la hacía vivir, sacó de su mente a su tía, aunque no lo logró del todo. Colocó encima de su vestido el suéter y se sintió más protegida y tranquila. Una tos a lo lejos rompió sus pensamientos, era Jeremy, sintió escalofrió, su tía tocia igual hasta que ellas se enteraron sobre aquello sobre su enfermedad. Tragó en seco y descartó la idea de que Jeremy podía tener alguna enfermedad, él era saludable y se cuidaba, gripe, quizá. Escarbó más entre su mochila y encontró un libros, ¿qué clase de persona llevaba un libro a un viaje lleno de locuras?
—No puedes leer algo como esto. — Chilló su madre con ese asentó Alemán más marcado que el de ella y su hermana. — Esto conlleva a adolescentes como tú al suicido, ¿Es que no lo han enseñado en la escuela, Violeta? — La pequeña Zimermman dio una mirada de disgusto cuando su nombre se escuchaba así, porque en realidad su nombre no tenía una a al final — Si te veo nuevamente con algo como esto, irás a la iglesia y pedirás perdón.
Ella frunció el entrecejo cuando su madre lanzó el libro a la caneca de basura ubicado en la cocina, sin embargo cuando su madre salió de allí lo sacó de nuevo.
La rubia guardó el libro de vuelta en su mochila, y luego sintió unas fuertes manos en su cintura.
— Heeey — Alargó Trevor, el olor a alcohol era increíble y tremendamente desagradable para su olfato, ella le dio una sonrisa al chico, pero no lo logró, el olor era simplemente asqueroso.
— Hola. — Saludó está mirando como el chico la apretó un poco más — Estás borracho, Trevor.
— Vaya, que descubrimiento. — El sarcasmo en su voz era notorio, Violet rodó los ojos y suspiró —Te acompañaré a tu tienda, ¿Vale?
El chico no respondió solamente le miraba fijamente comiéndose sus ojos con los de él. Ella comenzó a andar pero Trevor la jaló del brazo.
— Quédate conmigo, ¿Sí? — Como pudo las palabras salieron de su boca, pero ella negó.
— Cuando no estés ebrio, ¿Sí? — Entrecerró sus ojos y sin querer el “si” sonó molesto, ella odiaba verlo en ese estado y ya había pasado muchas veces verlo así, pero nunca se le acercó y le parecía un descaró. El chico negó mientras mantenía gacha su cabeza
— Me duele la cabeza. — Se cubrió los ojos con su antebrazo, ella solo le dio un beso en la mejilla y antes de que a Trevor se le ocurriera hacer algo salió corriendo de la tienda del chico pelinegro. De salida se topó con su hermana quien iba con Tyler, ella asumió porque estaban juntos.
— ¿Qué hacías ahí dentro? — Inquirió Zuzu con una sonrisa pícara en su rostro, Daniel la miró algo burlón.
— Trevor estaba ebrio, solo lo acompañé aquí.
— Claro. — Respondió su hermana mayor con cierto desdén de sarcasmo. La rubia menor negó con la cabeza y les dio una mirada fugaz a ambos, deposito un beso en la mejilla de su hermana, y bajo el rostro.
— Pásenla bien chicos, adiós Zuzu, Tyler.
Y sin más se fue dando pasos largos hacía su tienda con Myra, cuando abrió la chica estaba profundamente dormida. Y ella no dudo en acostarse también, sus pies rogaban por descanso y sus ojos se iban cerrando sin querer. La chica recostó su cabeza y se puso analizar la actitud de Trevor, él nunca la buscaba cuando estaba en ese estado, normalmente le agachaba con vergüenza la cabeza cuando ella lo miraba. Sus ojos se cerraron, pero su mente seguía despiertas, y no paro de pensar hasta que le cansancio y el sueño la venció.
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Trevor abrió los ojos, su cabeza explotaría, el chico quería saber si quiera la hora, pero nadie tenía algún reloj, menos celular, ni siquiera sabía qué día era, o en qué mes estaba. La resaca le estaba pegando fuertemente, el chico salió de su tienda y se sorprendió al ver que ni siquiera había amanecido, comenzó a caminar a la playa cercana. A lo lejos divisó a una pequeña chica rubia corriendo, descartó a Fauna y Sarah, ambas eran lo suficientemente altas pare reconocerlas desde lejos, no era Penny; ella no corría y su cabello era más dorado, inmediatamente quitó a Zuzu de la lista su cabello era casi blanco. Era Violet. El chico pensó en si acercarse a ella o no y pequeños recuerdos de la noche anterior invadieron a su mente, se maldijo a si mismo por lo bajo y se echó a correr detrás de la rubia quien ya iba muy lejos. Además la rubia llevaba su tabla de surf en la mano. Como pudo – Y gracias a su buen físico – él la alcanzó, primero le dio un buen susto, ella le pegó en el pecho pero luego rió y mostró su deslumbrante sonrisa.
— ¿Por qué estás despierto tan temprano? Creí que ninguno de ustedes ponía un pie fuera casi a las seis de la mañana.
— ¿Cómo sabes qué hora es?
— No lo sé, no en realidad. El sol está a punto de salir, generalmente sale después de las seis, ¿y ves? Ya se está asomando.
Abrió sus ojos con sorpresa, la chica era muy inteligente. Y admiraba eso, él generalmente usaba a las chicas para acostarse con ellas, burlarlas en escuela y luego, luego las botaba y así de simple. Pero él nunca haría eso con Violet, en un principio lo pensó, pero ella era distinta, simplemente su forma de ser le dejo encantado, el nunca jugaría con alguien como ella, o como Fauna, o Jackie, esas tres chicas le parecían tres tesoros, Jackie a diferencia de Fauna y Violet, se defendía sola y sabía lo que hacía, le agradaba por su amabilidad y su tranquiles, además le inspiraba confianza. En cambio con Fauna, sentía la necesidad de protegerla como su hermano, aunque verdaderamente él no hablaba mucho con ella, pero con Violet más que protegerla…quería estar con ella, pero estar con ella de forma en serio, Violet tenía su toque de inocencia, vulnerabilidad, solo un poco de ingenuidad, y mucho idealismo, pero también era inteligente, sobreviviente y justa.
— ¿Sigues vivo, Trevor? — Soltó una pequeña risita que enterneció al chico.
— Violet, perdona lo de ayer.
— No te preocupes, sé que no puedes evitar beber con ellos, además estás acá para eso.
Se mostraba tan despreocupada que era increíble.
— ¿Vas a surfear? — Se golpeó mentalmente por la pregunta incoherente.
— No, traje la tabla de pura broma. — El chico rió, y ella se sorprendió, nunca usaba el sarcasmo cuando hablaba con las demás personas. El viento golpeó el rostro de ambos, el cabello rubio y largo de Violet se fue hacía su espalda — ¿Sabes surfear? — Preguntó la rubia, el movió su mano dándole a entender un “más o menos”.
— Pero tengo mi tabla aquí. Si quieres voy por ella.
Ella asintió y este salió corriendo a por su tabla, en alguna de las camionetas debía estar, era raro porque él creía que en todo el recorrido no la usaría ni una sola vez, lo único que pensaba hacer era drogarse, emborracharse, y tener sexo, irónicamente no se había acostado con nadie, y no pensaba hacer. ¿Cómo una sola persona puede cambiar de pensamiento tan rápidamente por alguien más? Comenzaba a tener un gran cariño por la rubia y ni siquiera la conocía. Pero cada vez que miraba directamente a sus ojos, sentía que debía hacer algo por su vida, por impresionarla quizá, pero hacer algo que valiera la pena.
***
Había sido un gran rato con Trevor, ese chico era increíble. Si Violet pudiera elegir a cualquier persona de los que iba con ella elegiría a Trevor.
— Trevor. — Llamó la rubia. Ambos se había detenido, la mayoría ya estaba despiertos, y obviamente habían notado que estaba juntos — Gracias por esto.
El no entendió exactamente el significado de sus agradecimientos sonrió mientras hacía una mueca agradable.
— ¿Por qué? — Indagó, mientras volvía aquella deslumbrante y a la vez ruda sonrisa a su rostro.
— Por estar conmigo.
En ese instante ambos flotaba hacía la playa con los chicos, únicamente los sostenía las tablas, y de vez en cuando el agua salpicaba sus rostros, el cabello de Violet se veía mucho más oscuro, y rizado, pero solo n poco. La chica se sentía tranquila, ligera, y libre, como una mariposa, pero sintió un desgarrador dolor en su ante-pierna, miró hacia abajo y la sangre se veía fluyendo en lo más profundo del agua, algo le había mordido, ni siquiera chilló del dolor.
— Trevor…—Prolongó la rubia, pero el ya también hacía escuchado el chillido de su pierna al haber sido un poco rasgada — Algo me ha mordido.
— Ya lo sé.
Las tablas llegaron por su cuenta a la orilla, y el ayudó a Violet a salir del agua, la primera en acercarse, lo cual fue muy raro fue Zuzu, la chica miraba malhumorada a Trevor y preocupada a Violet.
— ¡¿Qué demonios?! — Gruñó —, ¿Cómo dejaste que eso pasará?
— Ay, Zuzu, seguramente detendré a una animal el cual ni siquiera noté. Todo pasó muy rápido, ni siquiera se en que momento exactamente salimos del agua.
La rubia mayor pareció haber ignorado sus palabras. Y miró el rostro – ahora mucho más pálido de lo normal – de su pequeña hermana, sus ojos se veían algo pequeños, pero eso si era por falta de sueño, no dormía bien. El resto comenzó a acercarse.
— ¿Sientes la pierna, Violet? — Preguntó en un susurró Trevor. Ella negó con la cabeza.
— Creo que debería llevarla a un hospital, Trevor. — Sugirió Tiffany — Puede correr riesgo si sigue acá, ¿sabes? En las palayas y su agua puede correr todo tipo de animal acuático, y no todos muy sanos, incluso pudo haber sido un tiburón.
— No seas idiota, Tifanny. — Reprendió Penny — Si hubiera sido uno, le arrancó la pierna, y esto a duras penas logró rasgarle algo de su piel.
— Basta la dos, — Se metió Sam y extendió unas llaves a Trevor — llévatela.
— ¿Alguien sabe, al menos, donde queda un hospital? — Myra indagó, su rostro ciertamente no expresaba algo en especial, parecía tener una cantidad de emociones mezcladas.
— Yo voy con ustedes. — Habló la pelinegra de Caitlin, todos voltearon a verla sorprendidos — ¿Qué? No soy tan idiota, amigos.
Ella no esperó respuesta alguna y empuja a Trevor un poco, también ayudo a caminar a Violet. Luego se mataría por parecer buena. Violet no le daba confianza a Caitlin, ni nadie en particular, pero ella sabía dónde quedaba un hospital, y si la rubia no era tan regalada como su hermana, no dejaría que muriera por haberse desangrado. Trevor subió a la camioneta, y prendió el motor, “trae el auto con gasolina” escuchó el grito de Emerson, tuvo inmensas ganas de bajarse y darle un puño, se aguantó. Arrancó el auto y se vio conduciendo por la carretera. Miró por el espejo retrovisor, Violet estaba recostada con la pierna extendida y Caitlin podría decirse que estaba sentada en el piso de la camioneta.
— Mira, Caitlin, no te conozco, pero si pretendes…
— ¿Qué? ¿Pretender, qué? No seas idiota, y conduce, imbécil. Además nunca me aprovecharía de un momento como este, y menos de tu noviesita.
— No es mi novia.
— Lo que sea. Da vuelta en la esquina.
El chico siguió la orden mientras apretaba el manubrio del auto, como desearía que alguien más se hubiera “postulado” para indicar donde quedaba el estúpido hospital, o haber aceptado cuando sus padres le dijeron que lo llevarían a San Francisco. No, tenía que ir con la chica esa. Pero también agradecía que hubiera hablado, sino él se vería envuelto en un gran problema. Vio un edificio no lo suficientemente grande, pero era un hospital, y su nombre tenía “Luke’s” pero en realidad no le dio mucha importancia a eso. Bajo del auto y Caitlin le ayudó a bajar a Violet.
— Si dices que te ayude más que a decirte la dirección del hospital, mañana amaneces sin cabeza.
Él mostró desinterés por sus palabras y cargó a Violet a sala de urgencias. Inmediatamente una señora de unos cuarenta años, con un vestido totalmente blanco, típico de enfermera, y una agradable sonrisa, les atendió.
— ¿Qué ha pasado aquí? — Miró la pierna de Zimmermany se dio la respuesta ella misma, no miró con sorpresa o terror la pierna de la chica — Vaya, vaya. ¿Puedes mover el pie, querida?
— No puedo, siento un ardor. — Habló con los ojos cerrados.
— Traeré una silla, y en un rato llamaré un doctor.
***
La camioneta paró de nuevo donde los chicos parecían estar como si nada hubiera pasado, aunque Myra estaba más aparta y Fauna tenía su rostro de preocupación intacto como antes. Caitlin salió casi corriendo de la camioneta, pero aún tenía su sonrisa cínica y falsa en su rostro. Trevor miró a la chica la cual se encontraba en la misma posición que tenía antes de llegar al hospital, aunque su pierna estaba vendada por gasas de un claro blanco amarillento, y también se veía un poco manchado de sangre. Esta vez estaba dormida. No quería salir y recibir un interrogatorio policial –sin exagerar – por sus compañeros, el siempre odió que los demás le presionaran o hablaran cuando estaba de mal humor. Pero dejaría descansar a la pequeña rubia. Salió de la camioneta y se ganó la mirada de todos.
— ¿Qué ha pasado? — Chilló Jackie con más tranquilidad — ¿Ella está bien?
— Lo está.
— Y… — Prosiguió Myra.
— ¿Y…? — Su tonó de fastidio se notó a kilómetros.
— Que digas que pasó, idiota. — Escupió Sebastien.
El rodó los ojos y suspiró antes de comenzar a hablar, solamente quería perderse un rato en otro lugar donde nadie le molestará, y poder pensar tranquilamente qué demonios le quito un pedazo de piel a Violet, incluso pensar qué hubiera sucedido si en serio hubiera sido algo peligroso y le hubiera quitado una pierna, se estaría muriendo, ¡Pudo haber sido él!, sin embargo Violet era de las chicas más fuerte y supervivientes que nunca había conocido, y se había tomado con calma el repentino acto.
— Dijeron que no era tan grave, la piel probablemente crezca de nuevo, y le enviaron algunas medicinas por si siente algún dolor.
Nadie más se dignó a decir algo, Zuzu se puso de pie pero no se dirigió a la camioneta solo se retiró. Por más de que parecía que ella no le importará el hecho de que su hermana casi pierde un pie, le importa y era la que más se preocupaba, pudo haberla perdido como algún día probablemente pueda perder a su tía, pero nadie puede hacer algo para curarla, y si se hubiera muerto su hermana por un desangre, o una herida mucho mayor nadie podría hacer nada para traerla de vuelta. Y sentía la impotencia, y la ira de no poder hacer nada. Caminó más lejos y se perdió de vista.
Violet estaba bien despierta, estaba oscuro, y sus ojos le expresaban que pronto saldrían las lágrimas. No tardaron mucho en empapar sus mejillas, ella amaba nadar, el agua, correr y todo eso y si se quedaba sin un pie, no podía hacerlo más. Definitivamente no podría. Secó sus ojos con su muñeca. Amaba estar en lugar donde sus padres no incluían, sin las reglas de su madre, y hacía lo que más amaba. Y estaba con su hermana, y sus nuevos amigos, y quizá…el chico que le gustaba, o eso creía. El terrible ardor que sentía en la pierna, le ayudaba a llora más.
— Deja de llorar, enana. — Se escuchó la voz de alguien con su mismo acento, era Candice — Terminaré llorando yo también y nadie quiere ver llorando a Zuzu Zimmerman, ni ella misma tampoco.
— Lo siento. ¿Cuánto tiempo llevas aquí?
— Lo suficiente, antes de que despertaras.
— Es raro no oírte siempre te escuchó.
Candice se encogió de hombros y curvó su labio superior.
— Soy una caja de sorpresas.
— Definitivamente, sip.
El silencio consumió la camioneta y Violet no quería decir nada que pudiera incomodar a su hermana, porque generalmente salían cosas estúpidas de su boca, y por eso, cuando estaba en su casa mantenía su boca cerrada, no soltaba palabra, a menos de que fuera necesaria. Su hermana se veía completamente distinta a como había llegado, quizá de rostro más acabado y cuerpo más curvado, lleno de líneas, pero seguía siendo delgada y hermosa.
— ¿Cómo te sientes? Créeme que quería matar a Trevor, pero igualmente te salvó la vida, básicamente, no sé qué hubiera pasado sin él ahí contigo.
— Me duele la ante-pierna, pero estoy bien, ¿qué tal tú?
— Sinceramente no sé, aun pasa por mi mente lo trágico que hubiera sido si algo más te hubiera pasado, y me desespera que tus idiotas amigas quieran hablar contigo.
Violet soltó una pequeña risita.
— Enana, siento no estar siempre para ti. En serio…yo sé que mi comportamiento es…no sé cómo le digas, llamativo. Y que tengo una vida sexual activa, sin embargo, no quiero fallarte Violet, y puedes contar conmigo.
— Lo sé, Zuzu, y no importa, tú eres como eres y nadie puede impedir eso, ni siquiera Fau o Sam. Nadie.
Ella trago en seco.
— No quiero hablar del tema.
— Te quiero, Candice.
— Y yo a ti, también.
***
— Que vengas. — Le jaló Trevor.
— ¿A dónde me llevas?
El chico la llevaba hacía la punta de un faro, estaba oscuro y ella era claramente cargada por el chico de cabello oscuro, de alguna manera Trevor logro apagar la luz que se exponía en el agua y ella pensó que él estaba loco, podría matar a alguien que condujera un barco. Sin embargo no se quejó. La chica escuchó un estallido en el cielo, eran juegos pirotécnicos, se veía mucho más hermoso desde ese punto.
— ¿Cómo fue que descubriste esto?
— Todos los jueves lo hacen, es casi la medianoche, y una vez que no podía dormir, encontré esto, y ya, eso es todo.
— Es hermoso.
— Sabía que te gustaría.
La chica perdió sus ojos azules en los cafés oscuros de él, pero corrió la mirada cuando se dio cuenta de eso. Sin embargo sintió como los labios de él chocaban con los suyos, y a pesar de haber tenido un día tan malo, la noche no había sido tan mala, Zuzu, sus amigas, la paz. Y Trevor la besó.
- holi:
- Ya, llevaba tiempo queriendo escribir sobre esto. No soy fan de lo que escribo, pero lo escribí con mucho cario y en serio, intente enfocarme en los demás pero no soy muy buena con eso, y siempre me salto personajes, sucks, pero yap, es solo eso y quien sea que siga, suba ya¬¬. No se porque no escribo de Drew si él es el mejor:c Vir si lees esto, escribiré de Drew:c yap.
Las amo a todas.Ámenla, es la mejor
Última edición por Lau. el Vie 13 Dic 2013, 9:24 am, editado 1 vez
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Re: The Roadtrip {Novela Colectiva} |2|
ashdkjahskjdas un capítulo ya me pongo a leerlo
peralta.
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