In the Band Zayn Malik y Tu Adaptación

por **Isabela85** Vie 06 Sep 2013, 6:46 pm

Ficha de la Serie:

Titulo: In the Band

Autor: Jean Haus

Adaptación: Sí, la novela es de Jean Haus

Género: Drama y romance

Contenido: Un poco de alto lenguaje y erotismo

Advertencias: No podre subir tan seguido

Otras páginas: Supongo que sí, pero desconozco cual

Sinopsis

Cuando los problemas familiares empujan a ________ Middleton a renunciar a una beca de percusión en otro estado y asistir a la universidad local, sus amigos la empujan a una prueba para una banda de rock local. Por supuesto, ______ consigue entrar en la banda.

Ella domina los tambores.

________ pronto se da cuenta de que las bandas de rock tienen una dinámica diferente a la de las otras bandas de música, sobre todo cuando cada uno de sus compañeros de banda masculinos tienen un ego enorme y son mujeriegos experimentados. Dos de ellos coquetean con ella implacablemente. El otro, un oscuro y sexy dios del rock, por el que no puede evitar sentirse atraída, es un idiota total y la presiona para abandonar. Está decidida a hacer caso omiso de su mala educación y a lo sexy que sea. Incluso si estuviera interesada en cretinos, enrollarse con él, probablemente la llevaría a ser expulsada de la banda y tocar es lo que la mantiene cuerda. Detrás de los tambores, el mundo y los problemas se evaporan.

Si quiere quedarse en la banda, ______ tiene que hacer caso omiso de las chispas cada vez más fuertes entre ella y su enemigo de banda. Pero a medida que llega a conocer al hombre detrásdel personaje, ignorarle resulta ser imposible.

In the Band Zayn Malik y Tu Adaptación Reemplazo

por **Isabela85** Vie 06 Sep 2013, 6:49 pm

hola a todos!!!!

esta es la primera novela que subo al foro, no es original, es de Jean Haus, a mi me encanto la novela y espero compartirla con ustedes...

asi que espero sus comentarios!!!!

besos!!!

:bye: :bye: :bye:

In the Band Zayn Malik y Tu Adaptación Reemplazo

por **Isabela85** Vie 06 Sep 2013, 7:34 pm

Capítulo 1

Mis dedos se ciernen sobre el botón del ratón que va a cambiar mi vida para siempre. Tomo aliento profundamente y me obligo a moverme, pero sigo inmóvil. ¡Vamos! Un clic y el final será oficial. Cierro los ojos y bajo más mi dedo. De alguna manera, presiono el botón. Whoosh. Mi futuro se va por el inodoro con un correo electrónico. Apoyo la frente en el escritorio de la computadora y resisto la tentación de golpear mi cabeza contra la madera.

El golpe de mi puerta abriéndose me hacer volver a apoyarme en la silla.

—Hey ___ —dice Jamie, mi hermana pequeña. Lleva una gorra de béisbol al revés, un traje de baño de lunares amarillos y botas. Ver su sentido de la moda de ocho años de edad, ayuda a disminuir el escozor del correo electrónico. Sólo un poco. Ella rebota en mi habitación—. Vale va a venir, ¿verdad? — Manteniendo mi cara neutral, Asiento. Voltea hacia atrás la tapa de una caja abierta entre nosotras. Cajas embaladas que nunca fueron a ninguna parte—. ¿Así que puedo invitar a Mandy a nadar? —Todavía incapaz de hablar, asiento otra vez. Soy recompensada con una sonrisa brillante—. Genial.

Mientras se aleja rebotando como un saltador humano, me obligo a no llorar, no recordar horas y horas de práctica del tambor. No pensar en la gloriosa libertad a la que acabo de renunciar. Pero estoy renunciando por una buena causa.

Dos buenas causas en realidad. Y todavía voy a la universidad. Todavía tengo un futuro. Simplemente no es el que yo había planeado.

Con un suspiro, me registro en la universidad local y pago por las clases, las horribles opciones quedan en agosto, con la tarjeta bancaria conectada a mi fondo para la universidad. No quise pagar por mis once créditos de Filosofía 101, Historia Antigua romana o Cálculo III hasta que fuera oficial.

Y ahora es innegablemente oficial.

El giro en mi futuro se completó, me siento, mirando el protector de pantalla de mi único novio que he perdido en la universidad en otro estado hace dos semanas. Vestidos con los uniformes de la banda estamos con las cabezas juntas, gafas de sol y tambores en frente de nosotros. Lucimos felices juntos. El año pasado. Aunque yo sabía que el rompimiento venía, todavía me siento herida y deseando poder llamarlo. No es como si fuéramos a estar juntos nunca más. Realmente tengo que cambiar mi protector de pantalla, pero mis manos permanecen en mi regazo.

—Hey chica, ¿bajas ya? —grita Vale desde el fondo de la escalera.

Melancolía interrumpida, cierro la tapa de mi computadora y respondo gritando.

—Sólo un segundo.

Encuentro a Vale ya en la cubierta con vistas a la piscina por encima del suelo. Vistiendo una camiseta tipo halter, un amplio sombrero de ala ancha, y lentes de sol gatunos, parece que pertenece a una película de los años cuarenta. En cambio, se sienta en la sombra de nuestra mesa con sombrilla con sus luces colgantes de Mickey Mouse. Su pelo rubio platino y curvas sólo se agregan a la apariencia de estrella de cine. Con mi pelo largo y oscuro, grandes ojos marrones y cuerpo de palo, luzco como que hago juego con las luces. Físicamente, parece que no puedo conseguir pasar de la etapa de trece años. Emocionalmente, me siento como de treinta años últimamente.

Escucho salpicaduras y el sonido de la risa desde el agua más allá de la cubierta, mientras que el olor a cloro se cuelga en el aire.

Vale asiente hacia la piscina.

—Les dije que vigilaría hasta que bajaras —Levanta un vaso de plástico con un popote—. ¿Mocha Frappuccino? Fangosa cafeína y chocolate consiguen ayudar un poco.

—Estoy bien —digo agarrando el vaso y sentándome en la silla más cercana a la piscina bajo la sombrilla con ella. Aunque no he llegado a un acuerdo con lo que pasó hoy, no quiero preocupar a mis amigos.

Es algo que tengo que dejar que poco a poco se resuelva desde adentro. Aunque ha estado pasando desde hace un tiempo, no voy a dejar que me afecte. Más bien seguiré adelante y haré lo que tenga que hacer.

—Sí, claro. Absolutamente ridículo —Vale toma un sorbo de su café. Cómo puede beber líquido caliente en una calurosa tarde de agosto me sobrepasa—. Todo redoblante está bien cuando renuncia a una beca de percusión.

Miro a mi hermana y a su amiga saltando en el agua.

—Habla bajo. No quiero que Jamie piense que estoy molesta.

—Como si pudieran oírnos —Agita una mano hacia las risitas y gritos—. Y pensar que probablemente habrías estado en su drumline*. ¿De todos modos, cuántas veces has visto esa patética película?

Recordando las horas que Niall y yo nos sentamos jugando a la película, espeté:

—¿Estás tratando de hacerme sentir como la mierda?

Se endereza en su silla, casi desnucándose en el proceso. Tengo la sensación de que está parpadeando detrás de las gafas oscuras.

—No. Estoy tratando de acabar de una vez con el luto.

Me recuesto y tomo un largo trago de cafeína a medio derretir mientras las risas en la piscina se vuelven gritos.

El vaso gira en mis manos como suelo hacer con mis palos.

—No es necesario. He estado pensando en esto desde Mayo.

Se quita las gafas de un jalón y las golpea sobre la mesa. Los ojos verdes cargados de rímel se estrechan sobre mí.

—_____ Middleton, me has estado ocultado secretos.

—Quería solucionarlo por mi cuenta —digo con un encogimiento de hombros.

Sus dedos tamborilean sobre el cristal. Cada golpecito indica su molestia.

—¿Por las mismas razones?

Miro a mi hermana girando en un anillo flotante mientras que ondas de agua la rodean. Jamie con una niñera casi todos los días hasta las nueve de la noche fue la razón más importante. Hay otras, sin embargo. Mi madre al borde de la ruina financiera. Mi padre, que no es capaz de ayudar ni con los honorarios de la residencia estudiantil. La creciente depresión de mi madre. Todo ello proviene de una cosa.

—Sí, el divorcio.

—El divorcio es una mierda —Vale toma un largo sorbo de café y se pone sus gafas—. ¿Qué vas a hacer si esa señora de la banda de la universidad te responde el email?

—Decirle que lo siento. ¿Qué más puedo hacer?

—Supongo que es verdad. Pero fue un poco grosero enviarle un correo electrónico dos días antes de que se supusiera que tenías que aparecer.

Me encojo de hombros otra vez.

—Lo fue. No podía obligarme a hacerlo hasta hoy.

Escucho el crujido de la puerta detrás de mí y luego suena un bam, mientras golpea la valla de madera. El labio crispado de Vale confirma mi sospecha. No tengo que mirar por encima de mi hombro.

—¿Pensaste que no ibas a hablar conmigo?

—Eso sería impresionante —dice Vale en voz baja.

—¿Así que lo hiciste? —Niall, mi otro mejor amigo, pregunta desde el pie de la escalera de la cubierta.

—Sí, pero podrías haberme enviado un mensaje de texto.

En lugar de responder, corre por las escaleras y me envuelve en un abrazo.

—Aw ____, estoy cabreado porque tuviste que hacerlo, pero lo entiendo.

Con el Frappuccino aplastado entre nosotros, digo:

—No tenías que saltarte la práctica para ofrecer tus condolencias.

—Por supuesto que tenía —Se aparta y se deja caer en la silla más cercana—. Pero estuvimos casi perfectos esta mañana. Tengo la tarde libre. —Quita su rebelde mata rubia de sus ojos.

Mis cejas se levantan.

—En serio, ¿qué clase de líder de banda tienes?

—La banda de la universidad es diferente a la de la escuela secundaria. La gente realmente practica —Él mira a Vale y sólo le ofrece una inclinación de cabeza—. Y quería hablar contigo de algo.

Vale levanta su café como si brindara hacia él.

—¿Te han nombrado instrumento del mes?

Le lanzo una mirada. No estoy de humor para escucharlos intercambiar pullas.

—Instrumento del año en realidad —dice con sarcasmo y cava en su bolsillo—. Me di cuenta de esto en el pizarrón de mensajes de mi cuarto en la residencia, el otro día —Desenrolla el papel y lo aplana sobre la mesa de cristal.

Mis cejas se levantan.

—No me mudo a la residencia de estudiantes.

—Sí —dice Vale—. ¿Qué clase de idiota vive en una residencia a treinta minutos de su casa?

—¿Qué clase de rubia tonta va a la escuela de cosmetología? —dice él con las cejas levantadas, luego agrega—: ¡Oh, las que se llaman Vale!

Sus ojos se estrechan.

—Recordaré eso la próxima vez que quieras un corte de pelo.

—Como si pudieras recordar tanto tiempo.

Eso en realidad provoca que se me escape una risa. No porque Vale sea una cabeza hueca, sino debido al pelo demasiado largo de Niall. Sintiendo una mirada desde el otro lado de la mesa, hago un gesto al papel.

—¿Qué es tan importante que viniste todo el camino desde la residencia?

—Bueno... hay una banda y necesitan un baterista.

Mi bebida casi resbala de mi mano.

—¿Vas a unirte a una banda? ¿Una banda de rock?

—Para empezar —señala el papel—, tocan una variedad de cosas, no sólo rock. Pero no, no tengo tiempo para una banda. Quisiera… —Se inclina hacia delante, sus ojos intensos—. Pero tú podrías.

El chapoteo y los gritos de la piscina se hacen más fuertes en el repentino silencio. Aturdida ante la idea, simplemente miro a Niall. Vale rompe el silencio con un bufido.

—Esa es una perversa idea.

No aparto la mirada.

—Tienes que estar bromeando.

Sacude la cabeza diciendo no.

—¿Por qué estaría bromeando? Eres la mejor baterista que conozco.

Mi rostro se retuerce en una expresión de incredulidad.

—En una banda de marcha.

—¡No estoy bromeando! —Vale dice emocionada. Golpea el hombro de Niall—. Tengo que concedértelo, instrumento del año, tu idea es sublime.

Niall le lanza una sonrisa y luego me mira de regreso.

—Vamos, ____. Has estado tocando la batería tanto como yo.

La aterradora imagen mental de mí en el escenario delante de los aficionados ruidosos me está rompiendo.

—Tonteando.

—Tú tonteando eres diez veces mejor que yo totalmente en serio —dice con un gruñido—. Y no tonteas. Mierda. Después de dos rondas de una canción, tocas mejor que mis cuatro horas de practicarla. Serías perfecta para esto.

Ambos me miran con la anticipación plasmada en sus caras. Lentamente pongo mi vaso en la mesa de cristal.

—Si no tengo tiempo para estar en la banda de la universidad, ¿qué te hace pensar que tengo tiempo para estar en una banda de escenario?

Niall me había rogado que le permitiera hablar con su director de orquesta cuando se enteró de que no iba a Virginia, pero cuidar a Jamie casi todos los días no me permitiría el tiempo.

—Eso es la belleza de ello —Niall golpea el papel—. Sólo practican dos veces a la semana y hacen como dos conciertos al mes. Están todos en la universidad al igual que nosotros.

—Tiene razón. Es perfecto —dice Vale—. Todavía tocarás, no es mucho tiempo lejos de tus deberes de mamá, y en realidad podría ser genial. Chicos calientes incluso podrían estar involucrados.

Niall frunce el ceño hacia ella antes de que ambos vuelvan sus miradas hacia mí. Empujo la silla de la mesa y envuelvo los brazos alrededor de mis rodillas.

—Han caído a la parte más profunda. No pertenezco a una banda. Ni siquiera parece que esté fuera del instituto.

—Cuatro horas —Las uñas rojas de Vale brillan cuando extiende cuatro dedos—. Bueno, tal vez cinco horas —Añade el pulgar—. Algo de tinte, algo de maquillaje y un poco de ropa y voy a tenerte pareciendo una estrella de rock.

Vale, yo y todas esas cosas juntas en una habitación durante cinco horas me tienen sacudiendo la cabeza. ¿Y yo en una banda? Um, no, sólo de pensarlo me aterroriza.

Niall se inclina hacia delante, arrugando su camiseta de la campaña de ¿Got Milk? Y descansa sus codos en las rodillas.

—Escucha, están tocando esta noche. Podríamos echarles un vistazo. Si te gusta su estilo, las audiciones son la semana que viene. Puedes pensar en ello y tener algo de tiempo para practicar.

Una luz brilla fuera de su túnel de locura.

—No puedo esta noche. Mamá tiene una larga noche de trabajo. Inventario.

—Débil intento —dice Vale—. Puedo cuidar a Jamie. Podría cuidarla durante tus sesiones de práctica también.

Mis ojos se estrechan sobre ella mientras resisto a tirar el resto de mi bebida a medio derretir en toda su perfectamente acicalada figura. Ella está tratando de ayudar. Quiere ayudar después de que estuve allí para ella durante su ruptura con Neil —el chico que era supuestamente el «indicado»—, pero esto va más allá de la ayuda.

—Vamos —dice Niall en un tono suplicante—. Necesitas salir. Eres como una mujer de los gatos sin gatos últimamente. Esto va a ser divertido.

Miro entre ellos, mientras ambos sacuden con la cabeza que sí. Me gustaría golpear esas cabezas juntas. Apretando los brazos alrededor de mis rodillas, veo a las chicas patear una balsa a través de la longitud de la piscina antes de regresar a las miradas de espera de mis amigos. La presión de grupo es una perra.

—¿Si voy y no me gusta la banda, dejaréis pasar esto?

—Palabra de Scout —dice Vale y me saluda con la mano sobre el pecho.

Irritación arruga la frente de Niall.

—Los scouts no saludan así.

Ella gira los ojos.

—Lo que sea.

—¿Niall? —presiono.

—Sí, claro —Se encoge de hombros—. Si no te gusta la banda, entonces voy a dejarlo. Pero no puedo verte feliz a menos que estés tocando.

Estoy aliviada de que los dos me hayan dado su palabra, porque independientemente de mis verdaderos sentimientos, no me va a gustar la banda.

—Está bien, voy a ir.

Niall sonríe.

—No van hasta las diez, pero pensé que podríamos llegar a la pista de patinaje ya que vamos a ir al centro.

—Oh, reviviendo nuestra juventud, ¿no es cierto? —dice Vale—. ¿Tal vez deberías preguntar a la niñera?

—Niall —digo en un gemido—. No he estado en una pista en casi dos años y Vale tiene razón. Sería más que desagradable dejarla aquí con Jamie mientras salimos.

Él pone sus manos en alto, pero Vale hace un giro de muñeca.

—Sólo estoy siendo una bruja. Él tiene razón. Tienes que salir de esa casa. Déjame jugar a la mamá un ratito. El infierno sabe que no me va a suceder hasta después de los treinta y cinco de todos modos. Si acaso.

La anhelante expresión de Niall me tiene gimiendo internamente. Ni siquiera estoy segura de dónde está mi patineta.

—Está bien, vamos a la pista de patinaje, pero vas a comprar la cena —Tal vez me rompa un brazo cayéndome de mi tabla y esta ridiculez será nula.

Él sonríe.

—Perritos calientes aquí cuando lleguemos.

—Voy a poner la lasaña en el horno y el temporizador —le digo a Vale.

Ella sonríe lobuna.

—Es por eso que estoy aquí. Tu cocina es la única cosa buena acerca de tu nuevo estado de mamá.

Haciendo caso omiso de ella, me paro y le digo a Niall:

—Sólo déjame encontrar mi tabla y te acompaño a tu casa.

—¿No te vas a cambiar? —pregunta Vale.

Miro hacia mi camiseta amarilla y mis flojos pantalones cortos de color caqui.

—Sí, probablemente debería, al menos, ponerme unos capris. Con eso bastará.

—_____ —se queja Vale—. Vas a un concierto. Chicos van a estar ahí. Calientes chicos mayores.

Le lanzo una mirada.

—Estoy tomando un descanso de los chicos. Y los calientes chicos mayores están fuera de mi alcance.

Su mirada es más helada que la mía.

—Aaron no lo vale absolutamente.

Niall se aclara la garganta.

—Vete a casa. Estaré ahí en cinco —le digo y me muevo hacia la casa mientras Vale murmura al fondo. Puede ser que sea más que quince minutos en el momento en que alcance el fondo de mi armario. Si mi tabla está ahí. Deslizando la puerta de vidrio abierta, estoy realmente emocionada de ir en la patineta, e incluso ir al concierto.

Pero absolutamente no voy a audicionar como su baterista.

*Drumline: Línea de Tambores. Película en la que Devon Miles es un joven redoblante de Harlem que gana una beca para ir a estudiar a la Universidad de Atlanta. Una vez allí, Devon hará muestra de su gran talento con el tambor pero también de su indisciplina con respecto a las normas del centro.

por **Isabela85** Dom 08 Sep 2013, 9:03 pm

Capitulo 2

No he comido así en meses. Últimamente no escojo mi comida. Después de dos perritos calientes con chili y patatas fritas, mi estómago se siente como si fuera a estallar mientras siento mis brazos y piernas como goma después de dos horas de patineta. Sin embargo no lo hice tan mal después de dos años. No bien, pero tampoco tan mal. Del 4t° grado hasta décimo, además de la batería, el skateboarding era mi vida.

Aunque los chicos habían estado en mi radar desde octavo grado, un chico en particular me llamó la atención al final de segundo año. Aaron. Me tomó un año para salir de mi etapa de marimacho; Vale piensa que todavía estoy parcialmente en ella, y tres semanas en cuarto año para finalmente invitarme a salir, pero lo hizo.

Ahora no estamos saliendo. Y estoy de vuelta en mi patineta. Quizá Vale esté parcialmente correcta. Estoy regresando, de nuevo, a la etapa de marimacho. De hecho, no creo que haya tocado mi bolsa de maquillaje desde que Aaron y yo rompimos. Me importó una mierda cómo me vi en casi todo el verano. Ahora, de pie contra la barandilla esperando por que comience la banda y rodeada de chicas vestidas como putitas, estoy deseando haber escuchado a Vale por un momento. Me siento muy poco atractiva con unos vaqueros capri y una camiseta. Un poco de putería en este momento le serviría a mi autoestima.

El viejo teatro en el que estamos está lleno de pared a pared. Tanto la planta baja como el balcón. Una máscara de conversaciones nos rodea y flota hacia nosotros mientras la música se escucha de los altavoces superiores. La multitud reunida me hace dar cuenta de que la banda es más popular de lo que Niall me hizo creer. Él ha estado tratando de venderme el concepto de que son sólo una banda de universidad. Esta multitud implica más que una banda de universidad.

—________, dime algo —dice Niall mirando a la chica que está a su lado—. ¿Tu mamá aún está tratando de convencerte de no dejar la beca?

Estrecho los ojos antes de mirar a la multitud debajo de nosotros.

—¿Quieres decir que mi madre es egoísta? Sabes que en este momento ella está pasando por un momento difícil.

—Adoro a Mags —dice y puedo escuchar la sonrisa en su voz. Aunque el nombre de mi madre es Maggie, él la ha llamado Mags desde sexto grado. Por lo menos a sus espaldas. Me golpea el hombro—. Tú sabes eso. Sólo tengo curiosidad.

Me agarro más fuerte de la baranda, marcando mis manos.

—En varias ocasiones, ella ha preguntado si estoy segura de que quiero quedarme en casa.

No quiero compartir la mirada de alivio que ella tiene cada vez que digo sí.

—¿Y tu padre?

Me encojo de hombros.

—Él está ocupado con su nueva novia.

—¿Por qué tus padres tenían que divorciarse? ¿Sabes que Vale y yo nos toleraríamos y viajaríamos para verte actuar en la drumline?

Mi estómago comienza a dolerme. Quisiera que todos dejaran de mencionar la maldita «drumline».

—Iríamos a verte. Los Hawks no tenemos un drumline. Mierda ________, apenas somos de División 1 de la universidad.

—Bueno, eso apesta.

—Y tú tendrías un viaje gratis a la División 1. En un cálido estado.

El queso coagula en mi estómago. Virginia es un paraíso tropical comparado con Michigan.

—Sólo matrícula y libros. El dormitorio es solamente parcial.

—Incluso así —dice.

—¿Ya te retractaste? —doy un paso hacia atrás, o todo lo que puedo por las personas que tengo detrás de mí, mientras lucho para controlar las lágrimas.

Todo el día he mantenido mis emociones bajo control, pero estoy a punto de estallar.

—Regreso ya mismo. Voy al baño.

—Vas a ser una odisea para regresar.

Me encojo de hombros y me aprieto entre la masa de gente. De alguna manera, mantengo la compostura todo el camino hasta las escaleras. Ignorando los baños, me dirijo hacia el área de fumadores. Cercado entre los edificios y una vez en el callejón, el área está oscura. Hay luces en el suelo, a lo largo de la parte inferior de la pared de ladrillos.

Obviamente, no necesito luz para fumar, sólo para caminar. Paso a unos fumadores apiñados conversando en medio de una nuble maloliente. En la parte trasera donde está más oscuro, inclino la cabeza contra los ladrillos y dejo salir el flujo de lágrimas mientras mi estómago se retuerce. Odio esta mierda; odio llorar. Pero mientras más quiero controlarlo, más lágrimas salen.

Es por esto que ya no salgo con frecuencia con mis amigos. Su preocupación, su conmovedora actitud, rompe mi corazón. Pasé cuatro años trabajando para lograr mi meta de una beca. Haber logrado esa meta, renunciar a ella y recordarla constantemente, apesta. También soy consciente de que si Vale y Niall se van a otra universidad, sería un desastre total.

Que mis amigos todavía estén aquí, es algo. En este momento se siente como todo. Trato de dominar mis lágrimas. Respiro profundo, dejando salir el aire lentamente cuando viene a mi borrosa visión algo parecido a una bandana doblada.

—Parece que necesitas esto —dice alguien con una voz profunda.

La vergüenza me recorre mientras miro al chico alto sosteniendo la bandana. Su mata de cabello oscuro se mezcla en la noche. Esta vistiendo unos pantalones cortos y una camiseta blanca. Con la luz del piso, su rostro está en sombras mientras chancletas gastadas son lo más definido de él. Sacude la bandana sobre mi rostro.

—Está limpia.

Mortificada con mi colapso público, tomo el pañuelo.

—Um… gracias.

—No hay problema —Se inclina junto a mí en la pared de ladrillos. Una rodilla se levanta a medida que coloca su pie contra la pared.

Mientras me limpio los ojos, se escucha un sonido liviano en la oscuridad.

—¿Novio?

Una risa miserable se me escapa antes de poderla detener.

—Algo así… —No voy a explicarle mi vida a un extraño; ni siquiera la puedo explicar a mis amigos.

—Los chicos pueden ser imbéciles —Escucho una sonrisa en sus palabras.

—Sí… —termino de limpiar mis ojos mientras me pregunto por qué este chico está hablando conmigo.

Por qué no me deja llorar en paz. Él suelta otra bocanada de humo.

—Confía en mí, va a mejorar. Y un día ni recordarás qué viste en ese idiota.

Aunque me gustaría que se fuera a otro lugar, la convicción en su tono de voz me hace decir: —Suena como si tuvieras experiencia.

Sus dientes blancos destellan en la oscuridad. Una gran mano cruza su pecho.

—Pensé que mi corazón estaba destrozado. Pensé que me estaba muriendo. Luego me di cuenta de que ella no valía ese tipo de respuesta.

Escarbo en el cemento.

—Realmente no quiero ser irrespetuosa. No es un idiota. Él… sólo no le gusto lo suficiente como para continuar nuestra relación en la universidad. No lo puedo odiar por eso —El hombre de la sombra está en silencio—. Disculpa —murmuro—. Demasiada información a un extraño.

Él niega.

—No. Es que estoy sorprendido. Es una forma madura de pensar para alguien que… ¿Cuál es la edad que tenemos aquí? ¿Dieciséis?

—Dieciocho —dijo con tonos de irritación en mi voz—. Tengo dieciocho años. Diecinueve en unos pocos meses.

Se le escapa una risa.

Mi rostro se calienta y probablemente el rojo sea visible ya que con mi metro sesenta y dos centímetros, estoy más cerca a las luces que él. Avergonzada sobre mi llanto y ahora por cómo me veo, sostengo la bandana.

—Gracias. Debo retirarme. Yo, uh, no me sople la nariz ni nada.

Él golpea la punta del cigarrillo en la pared de ladrillos antes de alcanzar el pañuelo. Sus cálidas manos rozan las mías, causando que las retire rápido.

—¿Estarás bien?

Aunque confundida con su preocupación por mí, asiento.

—Aquí, puede que no lo necesites —dice, buscando en su bolsillo trasero entonces sostiene una tarjeta hasta que la tomo—. Pero por si acaso.

Ahora estoy completamente confundida, tomo la tarjeta no queriendo ser ruda y la coloco en mi bolsillo delantero, murmuro un adiós y camino por la penumbra. Ahora me detengo en el baño. Nadie me presta atención mientras me lavo el rostro y lo seco con una toalla de papel áspero. Una mirada rápida al espejo presenta unos ojos rojos e hinchados. En la oscuridad del teatro, Niall no se daría cuenta. O eso espero. Si él llegara a sospechar que he estado llorando, no va a dejar de insistir hasta que le diga.

Tengo que forzar mi regreso a través de la multitud, repetir «disculpe» muchas veces y hasta consigo miradas de coraje, pero regreso con Niall.

—Bien —dice mientras me coloco a su lado—. Están a punto de comenzar. ¿Una larga fila?

—Muy larga —digo mirando hacia delante, pretendiendo tener mucho interés en el escenario.

Su hombro me toca de nuevo.

—Te encantará esta banda.

No lo suficiente como para audicionar con ellos.

Mantengo los ojos en el escenario, pero le doy una sonrisa de labios cerrados.

Las luces del techo comienzan a ponerse tenues mientras las del escenario se encienden y la multitud comienza a crecer. En medio de gritos y aplausos, gente volviéndose loca como idiotas, cuatro chicos entran al escenario. No dicen nada sólo toman sus lugares. Por supuesto, mis ojos siguen al baterista. Pero el cantante y el guitarrista comienzan la canción con unas letras bajas y un riff repetitivo. De inmediato reconozco Teenagers de My Chemical Romance.

Con la música a todo volumen en el teatro, la multitud se vuelve loca cuando el resto de la banda entra a tocar la canción. Miro al baterista. Es bueno. La canción también suena bien. A pesar de que tocan la canción bastante similar a la original, ellos la aceleran un poco para darle una sensación más fuerte. Junto a mí, Niall hace un baile con los puños y canta la canción.

—Buenos, ¿eh? —me grita.

Asiento; sin embargo el veredicto no se ha dado todavía. Golpeo mis dedos en la barandilla y miro con ojo crítico y escucho más que por diversión.

La próxima canción, Gamma Ray de Beck, es totalmente diferente. Recuerdo a Niall diciendo que ellos tocan diferente. Supongo que este cambio lo prueba. Después de ver al baterista la mayor parte de la canción, verifico el resto de la banda. Obviamente son talentosos y el cantante puede cantar, pero la parte no musical de mí nota los brazos musculosos tocando los instrumentos, el brillo en el pecho desnudo del cantante debajo de un chaleco abierto y los tatuajes de su brazo.

Aunque no puedo ver sus rostros desde tan lejos, tengo la sensación de que las chicas no están sólo por la música. Algo dulce podría estar relacionado con la gran multitud de chicas frente al escenario.

La tercera canción es algo que nunca había escuchado. Es pegajosa con un largo coro repetitivo y la influencia popular es evidente. Doy un codazo a Niall.

—¿Qué es esto? —digo.

—Es de ellos —grita en mi oído.

Mi interés va a un nivel superior. No quiero hacerlo, pero el hecho de que ellos no usan sólo canciones de otros me impresiona. Le doy otro codazo a Niall.

—¿Cuál es el nombre?

—Luminescent Juliet.

Le doy una mirada y una pregunta con ella. ¿Qué clase de tonto nombre es ese?

Él se encoge de hombros y continúa con su baile. Para un chico que está en la música, no sabe bailar. Miro mayormente al baterista durante el resto del set hasta que el ruido y deseo de mi pecho me hace mirar al resto de la banda, pero mis ojos vuelven al baterista. Es realmente bueno. Mientras él no es tan llamativo, que no me importa, su ritmo es perfecto. Parece estar disfrutándolo, especialmente los rellenos. Entre las canciones, el cantante mayormente dice algunas estupideces, pero la banda se ve que toma en serio la música. Me gusta eso.

Entonces el cantante grita:

—¡Buenas noches! —La banda sale del escenario y Niall se voltea hacia mí cuando las luces se encienden.

—¿Qué piensas?

—Son buenos —Me volteo para salir como el resto de la multitud.

Él pone su mano en mi brazo.

—¿Crees que vas a audicionar?

Presiono los labios. Sus dedos agarran más fuerte a mi brazo.

—Dime si vas a pensarlo.

—Probablemente no.

Él abre la boca, pero yo le corto.

—¿Podemos irnos?

Él asiente, debajo de nosotros a la gente que se está retirando.

—Dame un minuto. Quiero presentarte a la banda.

Mis cejas se levantan.

—¿Por qué no me dijiste que los conocías?

Se encoge de hombros por la ira en mi voz.

—Sólo conozco al cantante. Él me dio los boletos. Vive en mi residencia, pero también podemos conocer al resto de ellos.

Doy un paso hacia atrás y voy a la barandilla.

—De ninguna manera… no estoy de ánimo.

—Vamos ________.

Niego con energía.

Su expresión cae.

—Está bien, entonces sólo déjame saludarlo —Después de otra de mis miradas, él añade—: Le dije que vendría.

—Bien. Pero no me presentes.

Seguimos a la multitud al bajar las escaleras entonces esperamos hasta que el área principal esté casi vacía para entrar. Algunos rezagados como nosotros están pasando el rato cerca del escenario. Bueno, Niall está cerca del escenario; yo estoy unos metros distantes descansando en una barandilla.

Él está hablando con un chico sobre la presentación cuando recuerdo al chico de la bandana y la tarjeta en mi bolsillo. Doy un vistazo rápido buscando al chico en camiseta blanca y pantalones cortos. No hay chico del pañuelo a la vista. Saco la tarjeta. Pienso que el chico me dio su número, no es que vaya a llamarlo, parpadeo al ver la tinta blanca y verde. Una palabra sobresale de las demás. Suicidio. Luego, gratis y ayuda. Poco a poco, como el paso de un vals, me doy cuenta de que él me dio una tarjeta de una línea directa de suicidios.

Mi rostro se calienta. Miro alrededor y todavía no encuentro al chico de afuera, meto la tarjeta en mi bolsillo. Sólo porque una chica está en un callejón oscuro no significa que sea suicida. Sin embargo, más allá de la vergüenza que me queda por dentro, me emociona que alguien trate de ayudarme, aunque esté equivocado. Muy equivocado. Sin embargo, puedo ver por qué esto venía. Probablemente me veía patética llorando allí sola. Gran perdedora. El peso de mi vida me tiró hacia abajo por un momento. Eso es todo. Estoy bien.

Mi mano presiona la tarjeta en mi bolsillo. Nunca lo había pensado. Sin embargo, llorar en un callejón oscuro apunta al hecho de que podría necesitar un cambio en mi vida. Sumergida en mis pensamientos, comienzo a notar que la banda ha salido. El cantante tiene un brazo alrededor de la cintura de una chica y una cerveza en la otra mano mientras habla con Niall. A esta distancia, puedo ver que su cuerpo coincide con su rostro. Es bastante guapo con cabello castaño oscuro, hoyuelos y una tortuosa sonrisa blanca. A pesar de tener ahora una camisa, sus brazos están cubiertos por tatuajes y un anillo para la ceja atrapa la luz.

Si Vale estuviese aquí, estaría susurrando en mi oído lo caliente que es. Más chicos salen del escenario y comienzan a empacar mientras hablan. El baterista comienza a desmontar su equipo. El chico del bajo habla con un grupo a unos metros de distancia. Alto, fornido y energético, él emana diversión con su cabello revuelto y su amplia sonrisa. Es todo monerías, como si estuviese todavía en el escenario. Estoy mirando al baterista y pensando ser capaz de recoger el equipo cuando el guitarrista y el cantante se dirigen hacia Niall. Vale no murmuraría que está caliente. Lo gritaría fuerte con la palabra «joder».

Mientras el cantante es un caramelo, el guitarrista es la lujuria ambulante. Cabello oscuro, ojos oscuros. Cuerpo musculoso en una apretada camisa oscura sin mangas. Todo es oscuro sobre él, excepto los pequeños aros plateados en sus orejas. Las chicas que están esperando detrás de él prácticamente jadean. Se sacude fuera de sus ojos un mechón de cabello y mira hacia arriba. Nuestros ojos se encuentran. Estrecha sus ojos. Mi rostro se sonroja mientras mi mirada encuentra el piso. Probablemente piensa que estoy jadeando por él como las otras chicas. Lo que no sabe es que sólo estoy interesada musicalmente.

Sintiéndome como una idiota, encuentro el valor para mirar hacia el escenario. Por el rabillo del ojo, puedo ver que el guitarrista y el cantante todavía están hablando con Niall. Nadie me está mirando. Cruzo los brazos, mirando a la pared del fondo que tiene el papel tapiz desgarrado; mentalmente deseando que Niall se calle y nos vayamos. Detrás de mi molestia, tambores golpean mi cabeza. Estudio el deshilachado papel tapiz como si fuera una obra de arte hasta que Niall viene hacia mí.

—¿Estas lista?

—No, pienso que me quedaré mirando el papel tapiz por otros cinco minutos —digo sarcásticamente, girando rápidamente.

Niall me alcanza en el vestíbulo del teatro.

—Mierda ________, ve más despacio.

Pero el torbellino de mi cabeza me hace moverme rápido. Quizá si me sigo moviendo, los pensamientos que han entrado en mi cabeza no saldrán.

—¿Por qué renuncia el baterista? —pregunto mientras salimos a la acera.

—Se ha transferido a otra universidad —Niall busca sus llaves aunque estamos a varias manzanas de su auto—. Él es bueno, pero tú eres mejor.

No respondo. Prefiero imaginar volver a tocar. La emoción se agita en mis entrañas.

—¿Y bien? —Niall me golpea con su codo.

No quiero tocar en un escenario. Estaría mejor estoy en «La Banda». Pero quiero tocar; terriblemente.

—¿Tienes su música?

Una sonrisa aparece en su rostro.

—Puedo bajarla en tu iPod. Ya le dije a mamá que estarás practicando en el garaje.

Estrecho mis ojos por su sonrisa. Esta vez le doy un codazo. Uno fuerte en sus costillas.

por **Isabela85** Dom 08 Sep 2013, 9:04 pm

aqui esta el segundo capitulo chicas, espero que les guste y se animen a comentar aunque sea un hola

besos!!

In the Band Zayn Malik y Tu Adaptación Reemplazo

por **Isabela85** Mar 17 Sep 2013, 9:39 pm

Capítulo 3

El guitarrista me mira a través del enorme y polvoriento salón, con apabullante desdén.

Tres desnudas bombillas cuelgan del alto y despejado techo. Una por encima de los sets de tambores esparcidos por toda la habitación y el grupo de nosotros esperando una audición. Una por encima de los instrumentos en medio del lugar. Y otra más por encima de la banda instalada en el extremo más lejano de la habitación.

Cajas cubiertas de polvo se alinean junto a las paredes de listones de madera y altas ventanas que se encuentran en cada extremo de la habitación cubierta de mugre, que probablemente se ha acumulado durante los últimos cien años, las ventanas dejan entrar poca de la luz del atardecer. Aunque él está más en las sombras, puedo sentir la mirada del guitarrista a través de la penumbra.

Él debería buscar otra cosa que mirar.

Mis nervios ya están al máximo. Los nervios suelen ser una cosa buena. Mi vena competitiva mezclada con nerviosismo, lleva mi música al siguiente nivel. Pero esa mirada oscura me produce un tipo diferente de nerviosismo. Del tipo que hace un nudo en mi estómago.

Y no puedo decidir por qué está mirándome. Supongo que no me recuerda del pasado fin de semana, en especial con todas las otras chicas jadeando tras él. Pero el desprecio en su mirada puede tener que ver con el hecho de que soy la única mujer en este cuarto húmedo, ubicado por encima de una tienda de antigüedades en el extremo del centro de la ciudad. O tal vez él está mirándome porque me veo como una groupie tras un cambio de imagen tipo Vale. Debería haberme quitado más delineador de ojos. Debí de haberme negado a llevar este top que me hace lucir con más busto. Tal vez no debería haber venido.

Me muevo para acercarme a Niall mientras mi mirada encuentra el nervioso golpeteo de mi zapato. Él me rodea con un brazo y me aprieta el hombro. Trato de ignorar la mirada del otro lado de la sala e ir a mi «zona interna» de competencia, mientras Niall conversa con mi competencia, los otros tres percusionistas. Es un poco difícil de conseguir enfocarme a esa zona ya que el Sr. Oscuro y Sexy me mira mientras no me siento como yo misma, sino más bien como la muñeca Barbie punk de Vale.

Vale tenía perfectamente el tiempo estimado. Le tomó cinco horas transformarme. Ella cortó y tiñó mi pelo. Ahora tengo una gruesa franja de flequillo destacado con rubio platino y una capa rubia por debajo de mi cabello castaño oscuro. Estoy usando un top negro ajustado y apretados pantalones cortos hasta la rodilla. La elección original de Vale era demasiado corto, tanto como para que al levantar una pierna, mostrara mi ropa interior con cada pequeño golpe.

Aunque dejé exagerar con el maquillaje, me negué a las pestañas postizas. ¿Hola? Voy a estar moviéndome mucho, Vale. Para el calzado, nos concordamos en un término medio: un par de balerinas negras. Yo quería llevar mis Vans. Ella quería que me pusiera botas negras de tacón alto.

Um no. Los percusionistas utilizan sus pies, Vale.

Ella tenía también un compañero de la escuela de belleza que tatuaría con henna mis brazos para que hiciera juego con el rubio en mi pelo ya que me había negado a la gran cantidad de pulseras que había elegido para completar mi cambio de imagen estilo rock.

—Vamos a empezar —Miro hacia arriba para encontrar al guitarrista de pie delante de Niall. Usa una camiseta oscura y pantalones vaqueros. Nada que dijera Sexy. Pero de alguna manera lo era con ese ángulo de vello en el rostro, los músculos marcados bajo su camiseta y esos labios carnosos. Los latidos de mi corazón coinciden con el ritmo de mis nervios. El guitarrista asiente hacia mí, pero sus ojos oscuros permanecen en Niall—. Lo siento, pero tu novia no puede quedarse.

Ah, bingo. Él piensa que soy un groupie. Niall sonríe, me acerca más, hasta que el lado de mi cara se estrella contra el estampado sobre su pecho.

—Ella es quien hará la prueba, no yo.

Arquea una ceja. De lo contrario, los ángulos de su rostro permanecen estoicos.

—Entonces supongo que tú tienes que irte.

—Vamos —dice Niall—. Conozco a Harry.

Su expresión plácida no cambia.

—Me importa una mierda si eres su hermano perdido.

Los labios de Niall forman una fuerte línea mientras el guitarrista se queda mirando hacia el piso. Por suerte, el cantante se acerca y le da Niall puñetazo.

—¿Amigo, vas a probar?

—Quisiera. Pero no —Se vuelve hacia mí, con una gran sonrisa—. Harry, esta es _______.

Harry me mira de arriba abajo. Su mirada se detiene dos segundos de más en mi escote.

—¿Tocas?

Niall se ríe.

—Se suponía que debía tocar en….

Le doy un codazo en las costillas y niego.

Harry sonríe.

—Cool —Y los hoyuelos surcan sus mejillas—. Nunca hemos tenido a alguien tan sexy para la audición.

Los ojos del guitarrista ruedan.

—Nunca hemos tenido una chica para audicionar. ¿O a quién te refieres exactamente?

Los hoyuelos de Harry desaparecen cuando le frunce el ceño a su compañero de la banda antes de mirarme de nuevo.

—Estamos esperando a que al menos llegue un chico más, pero vamos a empezar sin él.

El guitarrista me clava una mirada estrecha y cruza los brazos sobre la camiseta.

—¿Por qué no lo intentas tú primero, _______? —Su tono es suave pero noto el tono de sarcasmo en su voz. No cree que pueda tocar. ¿Porque soy una chica?

Harry levanta una ceja con anillos a su compañero de banda.

—Ella no tiene que ir primero, Zayn.

¿Zayn? ¿Qué clase de nombre estúpido es ese? La ira y la confianza enderezan mi espalda y desenredan los nudos de mi estómago.

—Puedo ir primero —le digo humildemente.

La dura barbilla de Zayn hace un guiño.

—No queremos perder el tiempo.

¿Quién es este idiota? En primer lugar, me mira. Ahora me juzga basándose en mi sexo.

—Esperemos que no esté perdiendo el mío.

Harry nos mira Zayn y a mí antes de preguntar:

—¿Necesitan calentar?

—No —le contesto mientras mis ojos calcinan al Sr. Oscuro y Estúpido.

Los ojos y labios de Zayn se estiran en un gesto antes de mirar por encima de mi cabeza.

—Escuchad —oigo cómo la conversación detrás de mí muere al instante—. Vamos a empezar en unos minutos. Estamos asumiendo que has practicado. Tocarás dos canciones con nosotros. Dos, tal vez tres, si llegas a la siguiente ronda para un repertorio más largo. Tienes cinco minutos para entrar en calor —él mira hacia mí—, si lo necesitas.

—¿Cuáles son las dos canciones? —le pregunto con la mandíbula apretada.

Zayn sigue mirando por encima de mi cabeza.

—Midnight y Trace.

Huh. Buenas opciones. Con muchas variantes. De básico a rápido a suave. Y ambas canciones son unas de sus originales.

Zayn gesticula hacia mí.

—_______ aquí, vas a ir primero. El resto puede esperar en la habitación contigua —dice mientras señala a una puerta abierta.

—¿Qué demonios, Zayn? —se queja uno de los músicos detrás de mí—. En primer lugar esta —llamada de ganado— es una mierda, pero ¿la competencia en el otro lado de la pared?

La expresión de Zayn se mantiene serena.

—Hemos perdido a un baterista sin previo aviso. Mierda genera mierda. Si quieres ensayar, resuélvelo. Pero tenemos que empezar, así que tomad vuestras baterías y contra la pared.

Detrás de mí se quejan, mientras preparan sus equipos, pero a partir de mi tiempo en la banda, estoy acostumbrada a jugar con mi cabeza en la competencia. ¿A quién le importa si nos escuchamos unos a otros tocar? Que escuchen no va a cambiar mi habilidad.

Mientras el último hombre trae su kit, Niall y yo acomodamos la batería. La alquilé esta mañana. Pensé en pedirle prestada la suya, pero Niall es un poco apegado —más bien como la llama al infierno— a su batería. Me importa un bledo. En lo que a mí respecta, los tambores son los tambores.

Después, estoy lista para comenzar, Niall se deja caer en una silla enfrente de donde se ubican los instrumentos. Zayn le da una mirada rasante, tomando por la correa su guitarra. Bajo esa mirada irritada, Niall se levanta en segundos y sigue a los otros bateristas en la habitación de al lado.

Arranco los palos de mi bolsillo trasero y Niall me da un golpe con el puño en el hombro al pasar.

—Ve a por ello, _______.

Sin hacerle caso, me siento en el taburete.

—¿Cuál vamos a tocar primero?

Harry deja de ajustar el micrófono y mira por encima del hombro.

—¿Qué tal Midnight?

Como no me podría importar menos, estoy a punto de asentir, pero Zayn dice:

—No, Trace tiene la transición más lenta en el medio. Los bateristas tienen más dificultades con eso — Aunque su expresión aparece lisa, puedo detectar el rastro de una sonrisa.

Idiota.

Harry y el bajista lo miran con las caras de desconcierto, como si él no soliese ser un idiota, lo que me parece difícil de creer.

Elijo ignorar su actitud.

—Está bien. ¿Después de cuatro?

Con una ceja levantada, asiente.

Golpeo mis palos juntos cuatro veces y juntos damos comienzo a Trace. Su entrada impecable me recuerda mi impresión original de su talento. Pero pronto no estoy pensando en algo o alguien. Simplemente estoy marcando que cada latido del tambor vibre a través de mí. Estoy en mi propia burbuja de tambores, me clavo en él. Demonios me encanta tocar de lleno y rodar en el puente sin esfuerzo. Había estado preocupada porque mi nerviosismo me paralizara, pero dentro de la canción, soy ritmo hasta la médula ósea.

Después, la canción se ha terminado y estoy fuera de mi zona, me doy cuenta de las caras que me rodeaban. La sorpresa se graba en sus expresiones. Incluso Zayn parece un poco sorprendido. Con los ojos muy abiertos, Harry me sonríe.

Mantengo una sonrisa mientras el músico de base suelta su instrumento y extiende una mano hacia mí.

—Louis.

—_______ —digo sin abandonar la sonrisa.

Sus brillantes ojos azules vagan sobre mí.

—Sí, no voy a olvidarlo pronto.

Suelto su mano mientras mantiene la mirada.

Zayn se aclara la garganta. El efecto ha abandonado su rostro.

—¿Por qué no empezamos de nuevo, _______?

Su tono sarcástico me comunica que todavía no está impresionado, lo que está en contraste con la expresión de su rostro segundos atrás.

Nunca he tenido buena puntería, pero él está a sólo unos cinco metros de distancia. Me imagino que uno de mis palos golpea su frente con un ruido sordo.

—¿Midnight entonces?

—Esa sería la otra canción.

Golpeando mis palos, me pregunto si mi patético culo lo podría golpear dos veces. Midnight es rápido y lleno de energía. Al poder irrumpir en el ritmo, me olvido de mi ira y sólo disfruto tocando la canción.

Al final, Harry silba humildemente.

—Maldición eso fue una buena interpretación.

Louis sacude la cabeza como para despejarla.

—Um, después de tu manera de tocar, envíen el siguiente en salir.

Zayn le da mi equipo rentado una mirada de burla, poniendo su guitarra en un estante antes de que todos se muevan hacia el otro extremo de la habitación. Mientras me siento, los sonidos silbantes y silenciosos de una discusión golpean mis oídos. Esos susurros bajos me hacen guardar parcialmente el kit en un tiempo récord, moviéndome contra la pared y las carreras en la habitación contigua.

El pequeño ático-salón con el techo inclinado tiene sillas alrededor de los bordes y paredes de listones de madera áspera, En medio de las miradas aturdidas, puedo sentir los casi tangibles celos en el aire. Es más que obvio que los otros bateristas no creyeron que sería mucha competencia y les sorprende mi talento.

Jodeos chicos, os ganaré en cualquier momento.

Niall empuja mi hombro mientras me apoyo contra la pared al lado de él. Probablemente también siente el resentimiento en el aire, no dice nada. Sólo me sonríe. Tengo que contenerme para no sonreírle también.

Me arranca mis palos del bolsillo trasero.

—Están listos para el que quiera ir.

El individuo sentado cerca de la puerta se levanta lentamente.

Martilleando el ritmo en mi pierna paso a la otra habitación y me quedo allí escuchando a los otros bateristas durante la siguiente hora. Uno de ellos es absolutamente horrible. Dos bien. El único que se acerca a mí, es el hombre que llegó tarde. Pero no se acerca lo suficiente.

Después de que todo el mundo toca las dos canciones, esperamos juntos en la pequeña habitación. Un hombre habla por su teléfono, quejándose sin parar acerca de la forma en que va la audición. Junto a él otro toca en la silla con sus palos.

Los últimos dos discuten acerca de tambores digitales.

Niall se inclina más a mí.

—Me sorprendería que continuara —dice quedamente.

A menos que sean idiotas.

Unos veinte minutos más tarde, Harry asoma la cabeza en la habitación.

—Nos gustaría que todo el mundo saliera.

Cuando todos estamos en la sala principal, se pasa la mano por el pelo rubio oscuro y la luz de la solitaria bombilla atrapa la variedad de tintas en el brazo. Su postura hace evidente que está teniendo dificultades para escupir su resolución.

—Realmente, ha sido grandioso que todos pudieran venir, pero sólo queremos que Matt, Gabe y _______ se queden para la siguiente ronda.

Un murmullo recorre la pequeña multitud en frente de mí.

Harry no encontró mi mirada mientras hablaba y sigue sin hacerlo, mientras que los dos bateristas descartados hacen una rabieta. Mis ojos relampaguearon hacia Zayn.

Su mirada se encuentra con la mía y sus labios se tuercen en una sonrisa sardónica. Mis ojos se estrechan. Sus labios se tuercen aún más.

Aparto la mirada, haciendo mi propia rabieta.

Son idiotas.

Aunque estoy segura de que esto es por culpa de Zayn, pero ellos le están dejando. Estoy dividida en dos. Una parte de mí quiere seguir a los otros bateristas a la salida. La otra parte quiere demostrar lo que valgo. Pero ya lo hice.

Dentro de mis brazos cruzados, mis manos apretadas alrededor de las baquetas hasta que mis nudillos se tornan blanquecinos

Niall se inclina cerca de mí y me dice en voz baja:

—Relájate, _______. Estás en la ronda final. Además es más justo. ¿Cierto?

Le doy una mirada bajo los párpados.

Una vez que los otros bateristas se han ido, Zayn toma su guitarra de la plataforma.

—Entonces, ¿quién quiere ir primero?

Todos permanecemos quietos. Quien vaya último tendrá una ventaja importante: escuchar a la banda tocar dos veces con los otros bateristas. Mi barbilla sube una muesca. No necesito una ventaja.

—Yo lo haré.

Los ojos oscuros de Zayn se levantan del ajuste de su guitarra hacia mí, así como los otros bateristas en la habitación.

Hay un desafío en sus ojos que sólo refuerza mi determinación.

Después de afinar mi instrumento, me deslizo en el taburete.

—¿Qué canción?

Harry y Louis miran a Zayn.

—Gone Baby —dice como si dejara caer un guante.

Otra de sus originales. Por supuesto, él escoge la que tiene las cualidades de una hoja de cuchillo. Tengo que ser exacta. Demasiado rápido y la melodía se precipitará con todo los demás, demasiado lento y se va a arrastrar como una marcha fúnebre. Mientras Zayn me mira, levanto una ceja.

—Ésta comienza con un riff, ¿verdad?

Su gesto es tirante antes de rasgar el fuerte riff.

Louis y yo entramos como su hubiéramos estado tocando juntos por años. Harry comienza la primera línea de la voz y me meto en mi burbuja. Perdida en la energía de tocar, estoy casi asustada cuando la canción termina.

—¡Maldición fue jodidamente perfecto, _______! —dice Harry saltando delante de su micrófono, tan pronto como terminamos.

Le sonrío.

Los labios de Zayn se tensan antes de volverse hacia mí.

—Bueno, has dominado la pista pero, ¿no puedes hacer nada para añadir de tu propia creatividad? ¿Quieres que camine sobre brasas también?

—Claro —le digo manteniendo mi tono ligero a pesar de que estoy a punto de perderlo con este tipo—. ¿Lo mismo?

Parezco indiferente mientras me reta, él se ajusta la correa de la guitarra en el hombro.

—Vamos a tratar At the End of the Universe.

Está tratando de hacerme fallar, pero casi dejo escapar una risita. La canción puede tener varios cambios en la dinámica, pero es mi favorita de sus originales. Es como si me diera un regalo.

Hago la cuenta e irrumpo en la lenta melodía. La mantengo ligera, pequeñas cosas aquí y allá para respaldar al vocalista. Me avoco a la melodía, dejando que se estire el ritmo y dándole espacio para respirar. Hasta que alivio con un acorde más fuerte, llevando a la banda hasta el coro con un arreglo de medio tiempo que complementa el cambio.

Mientras nos dirigimos de nuevo al verso, hago sonar el tambor al comienzo de cada estrofa, lo que se ajusta mejor al sentir de la canción. Incluso en mi propio y pequeño mundo, me doy cuenta de la mirada sorprendida de Zayn.

Obviamente, él también lo cree.

Cuando el coro final entra en acción, levo mis tambores a la baja, golpeando las corcheas en el piso y negras altas. Esto lidera la banda. Me siguen casi al instante, con lo que el sonido baja suavemente, insistente, tirando del volumen lentamente como los policías que acaban de llegar a la puerta. Poco a poco elevo el volumen y de nuevo siguen mi melodía. Supongo que esto es una forma de hacer que Zayn se una al club de _______. El cambio en el volumen de la canción termina con una potente explosión.

Louis se vuelve hacia mí. Sus cejas casi alcanzan el nacimiento de su pelo.

—Hombre _______, lo tienes que hacer.

—Creo que eso es suficiente —dice Zayn severo—. Mueve ese equipo de mierda de aquí y envía al siguiente baterista.

Debería estar enojada con su comentario sarcástico, pero me conquistó esta banda. Quitaré de en medio mi «equipo de mierda» con una sonrisa.

Mientras me apoyo en la pared junto a Niall, escucho al otro par de bateristas. Pero como están tocando no me preocupa, más bien a Zayn. Cuando todo el mundo ha terminado, la banda nos deja esperando en la habitación. Pero podemos escuchar el zumbido de sus argumentos a través de la delgada puerta. Y sólo hay una razón por la que podían estar discutiendo.

Sentado junto a mí, los ojos de Niall se estrechan; quizá por fin había entendido el punto aquí. Mientras la ira de Niall hierve, me pregunto si Zayn no gana la discusión, si puedo trabajar con él. Recuerdo la emoción de estar detrás de la batería. ¿Ese sentimiento vale la pena tratar con él?

—Esto es una mierda —dice Niall en voz baja.

No respondo.

Los otros bateristas están tranquilos y parecen en shock. Sí, son conscientes de que no hay realmente ninguna competencia aquí.

Las palabras:

—Déjalo, Zayn —Llegan por la puerta antes de que la cabeza de Harry aparezca por la entrada, su siempre presente sonrisa brilla para mí.

—Así que _______, ¿quieres el trabajo?

Oigo a Zayn quejarse más allá de la puerta, recordé el sentimiento detrás de la batería. La sensación de estar en mi propia burbuja lejos del mundo.

—Sí —le digo devolviéndole la sonrisa.

In the Band Zayn Malik y Tu Adaptación Reemplazovp

por **Isabela85** Vie 20 Sep 2013, 2:53 pm

Capítulo 4

-¡______!

La cafetera en mi mano salta ante el grito de mi madre y el líquido oscuro se derrama sobre el mostrador. Me quito de un tirón los auriculares.

— ¿Qué? —respondo cogiendo una toalla de papel.

Ella viene alrededor de la isla de la cocina y apunta a mis brazos.

— ¿Son tatuajes?

—Son de henna —Tiro la toalla en la basura y terminó de verter su café.

Sus ojos marrones se ensanchan sobre los remolinos de tinta de color rojo alrededor de mis pequeños bíceps mientras los dedos con uñas roídas frotan su sien.

— ¿Qué significa eso?

Empujo el café hacia ella, sonriendo ante su evidente asombro.

—No son permanentes.

No se acerca a la taza.

—Entonces, ¿cuál es el punto?

Golpes de tambor resuenan a través de la cocina hasta que hurgo por mi iPod en el bolsillo y lo saco.

—Porque no quiero usar un montón de brazaletes —digo como si eso lo explica todo.

Su expresión sigue perpleja mientras alcanza su café. Como siempre, se ve cansada. Aunque son más de las nueve de la mañana, todavía está en bata. Su pelo castaño hasta el hombro está húmedo, así que, al menos tomó una ducha.

Ha habido varios días este verano, en que mi madre se quedó en bata y se quedó en cama hasta la hora de prepararse para el trabajo a las dos de la tarde. El cambio de empleo de tiempo parcial a nocturno completo en la tienda departamental en la que ha trabajado durante años ha sido un reto para ella y luego está el divorcio, por supuesto.

Mis dedos tamborilean sobre el mostrador.

—Me... um, me uní a una banda —No había querido hablar de esta cosa de la banda con ella a menos que fuera necesario—. Vale quería que me pusiera un montón de pulseras, pero no puedo tocar la batería. — Las cejas arqueadas de mi madre me detienen.

— ¿Una banda?

—Ya sabes con guitarras y una multitud —Abro el lavavajillas y agarro una pila de platos limpios.

—¿En serio? —No espera una respuesta—. ¿Tienes tiempo con tus clases?

—Mamá —digo sobre mi hombro mientras apilo la vajilla en el armario—. Ni siquiera tomé un semestre completo. Ya gané créditos por Cálculo e Inglés Senior AP. Sólo por el otoño, me fui ligera.

— ¿Qué pasa con Jamie?

Soy consciente de que esto es lo que realmente le está molestando. Principalmente, no quiere a Jamie con niñeras, pero sé que el dinero está en su mente también.

—Sólo practicamos tres veces a la semana. Para el próximo mes, serán sólo dos y Vale dijo que cuidaría a Jamie en las noches que no estás en casa.

—Mmm... —Toma un sorbo de café y mira más allá de mi hombro hacia las puertas correderas de cristal que llevan al patio y piscina. Las líneas de su frente están tensas mientras mira atrás a mis brazos—. ¿Qué clase de banda?

—Tocan en su mayoría Rock Alternativo.

— ¿Chicas?

Sacudo la cabeza y abro el cajón de los cubiertos.

—Sólo yo.

Preocupación surca su expresión pensativa.

— ¿Dónde vas a tocar?

—Los vi en la antigua sala de cine en el centro. Así que probablemente allí. Tal vez algunos bares —agrego encogiéndome de hombros y acomodo un montón de tenedores.

Sus manos pasan sobre el mostrador.

—______, ¿estás segura de que es una buena idea?

Varios pensamientos pasan por mi cabeza. La más importante es el hecho de que si yo estuviera en la universidad como debería estar, ella ni siquiera sabría lo que yo estaría haciendo. Luego está el hecho de que casi tengo diecinueve. Pero no quiero ser irrespetuosa con ella.

—Mamá, esta es mi oportunidad de seguir tocando y ser parte de algo.

Jamie corre a la cocina.

— ¡Mamá! —dice en un chillido y envuelve a mi madre en un abrazo en torno a su cintura. Ahora que mamá trabaja a tiempo completo en lugar de medio tiempo por las mañanas Jamie la ve mucho menos, lo que me entristece. Cuando yo tenía ocho años, mamá no trabajaba en absoluto.

Apretándola de regreso, mamá dice:

— ¿Panqueques para el desayuno?

Jamie asiente a la estrecha cintura de mi madre. Mi madre siempre estaba trabajando en perder de tres a seis kilos, pero en los últimos siete meses, se ha puesto demasiado delgada. Aunque tanto Jamie como yo nos parecernos a ella: pequeñas, pelo marrón oscuro y ojos marrones. Los de Jamie son de un rico, cálido marrón. Los míos son claros como el caramelo.

— ¿Me ayudas a hacerlos? —pregunta y Jamie dice con la cabeza que sí—. ¿Tienes la mezcla?

Estoy extasiada, mi madre realmente va a hacer algo que no sea ver televisión con mi hermana. Jamie baila hasta la despensa mientras yo saco un tazón.

Luciendo preocupada, mi madre desliza su taza de café de ida y vuelta sobre el mostrador.

—No estoy segura de entenderlo, ______. Este cambio de banda de música a banda de rock. Pero sé que eres lo suficientemente mayor como para tomar tus propias decisiones. Sólo... toca música. No te dejes atrapar por algo que normalmente no harías.

Sexo, drogas y rock & roll ahí voy.

—Mamá, me conoces mejor que eso.

Ella suspira.

—Lo hago. Eres mucho más responsable de lo que yo era a tu edad. Pero todo el mundo puede llegar a ser desensibilizado.

Mis labios se presionan juntos para detener una respuesta mientras cierro el lavavajillas. Si alguien se ha vuelto insensible, sería mi madre.

*****************************************************************************************

—Estás de nuevo corriendo —dice Zayn como por quinta vez—. ¿Cuántas veces tengo que decirte que vayamos más despacio en el puente o todos nos vamos a estrellar?

Me muerdo el interior de la boca. Me ha estado acosando desde que me senté detrás de la batería. En primer lugar, aligerar en los acompañamientos y ahora más despacio. Me gustaría usar su cráneo como un tambor. Estamos de vuelta en el mismo espacio donde audicioné. Al parecer, la tía de Louis es propietaria de la tienda de antigüedades debajo de nosotros y aquí es donde siempre han practicado.

Con una mano estrangulando la correa de su guitarra, Zayn pregunta:

— ¿Tengo que conseguirte un metrónomo?

¡Qué idiota! Su insinuación de que soy una principiante y necesito ayuda para mantener el tiempo me molesta más que todo lo que ha dicho o hecho hasta ahora. Aunque mis palos están apretados en una palma, mantengo mi tono uniforme.

—Ah, no.

Suelta la correa.

— ¿En serio? Porque hasta ahora parece que no puedes contar.

—Déjalo estar, Zayn —dice Harry—. Ella no va a ser perfecta en la primera práctica.

— ¿Pensé que era súper baterista? —dice Zayn sarcásticamente.

—Lo es —Louis me guiña el ojo—. Linda también.

—Lo haré esta vez —digo en un tono tranquilo, sin hacer caso del coqueteo de Louis. Me niego a dejar que Zayn vea lo mucho que me irrita. No voy a ceder ahora. Hace calor aquí, incluso en camiseta y pantalones cortos. Limpio mi frente antes de contar los tiempos correctos con mis palos.

Hacemos otra ronda de Paint it Black de los Stones. Doy en el clavo. Zayn no dice nada, pero Louis ofrece elogios y Harry levanta el puño.

Después de unos cuantos covers más, Louis se saca de un tirón su bajo y lo deja contra las cajas que recubren la pared.

—Necesito un cigarrillo —Desapareciendo por las escaleras que conducen a la calle, grita—: Vuelvo en diez.

Zayn se vuelve a Harry, pasando las manos por su pelo hasta que agarra la parte de atrás de su cuello y los músculos de sus brazos se hinchan.

—No vamos a estar listos para U-Palooza.

— ¿Por qué? ______ lo está haciendo muy bien —Harry lanza la hoja de música que había estado leyendo sobre una de las sillas que recubre la pared frente a nosotros. Latas de refresco, bolsas de comida rápida y otros papeles ensucian el espacio debajo. Ugh. Chicos desordenados.

La barbilla de Zayn baja.

—Con seis canciones.

—Así que haremos una actuación acortada. ¿A quién le importa?

Irritada, ruedo mis palos sobre mi muslo mientras ellos discuten como si yo no estuviera aquí, como si no fuera parte de la banda.

Los brazos de Zayn caen y su mirada se estrecha sobre Harry con visible irritación.

—Me importa a mí. No somos una banda de garaje.

Harry pone los ojos en blanco.

—No salgas con tus perturbaciones perfeccionistas. Debemos ser capaces de tener tres o más hechas.

—Todavía no es suficiente —Zayn se vuelve hacia mí—. ¿Puedes leer música?

Asiento. Aunque, la notación de batería es un poco diferente, leer música no es demasiado difícil, después de cinco años de clases de piano.

—Llévate a casa las partituras y prepárate para la próxima práctica.

— ¿Vas a parar, joder? —Harry saca su teléfono—. Vamos a estar mucho más preparados de lo que estaríamos con ese limpia culos que querías —Se vuelve hacia mí y su expresión se suaviza—. Sólo ignóralo y toma un pequeño descanso, ______. Lo estás haciendo genial. Luciendo bien también —dice con un guiño. Basta con los estúpidos guiños. Presionando botones, camina hacia el lado opuesto de la polvorienta habitación—. Hola Jessica, ¿estás ocupada esta noche?

— ¿Cuál es tu problema? —digo mansamente cuando Harry está al otro lado de la habitación y con suerte no prestándonos atención.

Los ojos oscuros de Zayn me clavan al taburete. Está de pie mirándome con su elegante guitarra negra colgando de su cuello.

—Creo que es bastante obvio.

Su mirada irritada apuñala mi confianza.

— ¿Sólo porque soy una chica?

Un músculo salta bajo un pómulo.

—Principalmente...

Los palos apretados en mi mano golpean contra el asiento del taburete.

—Eso es un montón de mierda.

—No es lo que crees —dice mientras su mirada continua apuñalándome mientras el ángulo de su cabello casi alcanza su pómulo tenso.

Mis párpados bajan y mis labios se tuercen.

—Creo que eres un cerdo chovinista.

Ese músculo se hace más pronunciado antes que una sonrisa curve sus labios sensuales.

—Piensa lo que quieras, pero un poco más de agravantes y estoy seguro de que habrás terminado, entonces tu pequeño culo estará fuera.

Mis cejas bajan.

—No vuelvas a referirte a mi culo de nuevo, idiota.

Su sonrisa se ensancha.

— ¡Vaya mente sucia que tiene, Srta. M.! Me gustaría decir que estoy encantado con el conocimiento, pero no lo estoy

Yo sabía que él iba a ser un incordio. Me dije a mí misma que lo ignorara, pero realmente, realmente quiero usar su cráneo de tambor en este momento. En lugar de saltar y golpear sobre su cabeza, le sonrío dulcemente.

—Puedo garantizar que no voy a renunciar. Obviamente, que esté en la banda te enfurece. Y me doy cuenta de que me gusta enfurecerte.

Su perfecta cara se vuelve una mueca. Odio admitirlo, pero incluso se ve sexy con el ceño fruncido. Abre la boca, pero Harry se acerca justo en el momento antes de que tenga que escuchar más mierda de Zayn.

Ruedo los palos entre mis manos y le lanzo el mal de ojo. ¿Por qué es que las personas que lucen como que saltaron de la portada de una revista, son por lo general idiotas certificados?

por **Isabela85** Sáb 21 Sep 2013, 8:27 pm

Capítulo 5

Me había imaginado mi primer día en la universidad completamente diferente. Me imaginaba un ecléctico grupo de amigos, un lugar nuevo y diferente y una gran cantidad de clases estimulantes. Nada de todo lo anterior. Y por si fuera poco, estoy almorzando con una compañera de clase del instituto.

— ¿No estás saliendo con ese chico de la banda? ¿Cuál es su nombre? —me pregunta Kendra Dobson, empujando el vacío tazón de ensalada.

Parpadeo hacia ella. Tan pronto como me vio venir por el pasillo de filosofía 101 dijo un «ey» y vino hacia mí. Aunque hablamos menos de diez palabras la una a la otra en el instituto, tener una cara familiar era muy agradable en el primer día de universidad. Las pandillas en nuestro instituto siempre fueron difíciles, pero ni Kendra ni yo éramos miembros de ninguna.

Ella estaba con el grupo popular y era una de las reinas de belleza imperantes. Yo me quedé con los frikis de la banda. Sin embargo, a lo largo de la clase, había estado susurrando y escribiendo cosas en su cuaderno para que yo las leyera como si fuéramos las mejores amigas. Como no quería ser grosera, fingí interés al tratar de tomar notas sobre la conferencia. Decidió que debíamos almorzar juntas una vez vio mi agenda. Como me siento sola porque Niall está en clase, fui con ella.

Durante todo el camino a la cafetería y la mayor parte de la comida, me habló sobre fiestas con borrachos que apenas conocía, quién conectó con quién a lo largo del verano, varias de sus propias aventuras amorosas y ahora que por fin preguntaba algo sobre mí, me quedé sorprendida.

—Aaron Dregski —Me alejo de la otra mitad del sándwich—, pero no estamos saliendo ya.

Ella levanta la vista de su bolso en el que estaba buscando algo.

— ¿En serio? Vosotros erais la pareja más linda.

Echo un vistazo a la mesa de los chicos junto a nosotras, preguntándome cómo puede ignorar que se la están comiendo con los ojos.

—Um, gracias, pero él fue a la universidad en otro Estado.

Kendra entrecierra los ojos mientras cierra el bolso sobre la mesa.

—No me gusta esa mierda, que la gente rompa debido a que no pueden tener relaciones a larga distancia. Como si hubieran estado saliendo contigo porque eras conveniente o algo así —Le sorprende que le lance una mirada con el ceño fruncido—. Lo siento, pero... ¿oye no tuviste una beca de música en alguna universidad importante?

Esta es la verdadera razón por la que no quería salir con Kendra. Su actitud displicente la puedo manejar. Sus preguntas no tanto.

—Cambié de idea y decidí quedarme en casa.

Me da una mirada extraña.

— ¿Así que estás en la banda de aquí?

Llego a la otra mitad de mi sándwich. La música es mejor territorio que Aaron o el divorcio.

—No es la banda de música. Estoy en otra banda.

Se detiene y abre su brillo labial.

— ¿Qué banda?

—Luminescent Juliet —tomo un buen mordisco.

Rueda sus ojos. Su brillo labial permanece seco.

—Venga ya.

Asiento en un gesto y termino de masticar.

—Durante las últimas dos semanas —Y tocar había sido impresionante. Más de lo que pensé que sería. Sin embargo, soportar a Zayn, el sargento del rock, ha apestado.

—Guau. Me preguntaba sobre la nueva imagen que tienes —Hago una pausa levantando mi sándwich. Mi expresión debe decirle que tocó un nervio porque ella agrega—: Te ves mejor —Mi nervio está siendo martillado—. Me refiero a que te ves más mayor, más de la universidad. No es que no fueras mona antes... —Se va callando pero mi irritación desaparece.

Por desgracia, estoy acostumbrada a ser mona. Nunca he sido referida como bella o incluso guapa. Como si fuera un maldito mono o algo así. Pero el cambio de imagen de Vale me ha obligado a prestar más atención a la moda. Mi descuidado normal de pantalones cortos o vaqueros sueltos y camisetas holgadas tiende a parecer extraño con mi pelo revuelto y los turbulentos tatuajes rojos. Hoy estoy usando jeans ajustados de talle bajo, una camiseta sin mangas negra y sandalias de cuña.

Se inclina sobre la mesa.

—Los vi una vez. Ese guitarrista, joder está como para hacerle un favor.

Los trozos de sándwich casi se disuelven en mi boca al pensar en sexo con Zayn. Trago y alejo mi plato de nuevo.

—Ah, ¿un favor?

Asiente mientras se pinta los labios y echa hacia atrás sus rizos rubios.

—Vamos, tienes que admitir que es más que sexy.

Y es un imbécil total, cosa que es mejor que no olvide.

Me encojo de hombros.

—Es guapo, pero también lo es el cantante, Harry.

Sonríe. La curva de sus labios brillantes parece taimada.

—Es difícil darse cuenta de nada, incluso de la música, con la cara del guitarrista. Él es como imágenes sudorosas de sexo caliente. ¿Cuál es su nombre?

Puedo entender por qué ver a Zayn hace que no se dé cuenta de Harry. Harry es como el sol. Un día en la playa con el viento capturando tu risa y con arena entre los dedos de los pies. Zayn es la oscuridad. La sensación de flotar entre el mundo de los sueños y la realidad, dándole un encanto misterioso.

—Zayn —le respondo, con la esperanza de poner fin a la conversación. Visiones de Zayn y sexo caliente son las últimas cosas que tengo en mi cabeza.

— ¿Estudia aquí? —pregunta con entusiasmo en su tono.

—Creo que sí —Busco mi mochila. Para ser honesta, no sé mucho acerca de Zayn a excepción de que es un idiota machista. Y sí, que es sexy.

Ella agarra su propia mochila, de algún diseñador importante y se la pone al hombro.

—Me tienes que presentar.

Aparte de los ensayos, como si hubiera, algo aparte, pero estoy de acuerdo en presentarla cuando nos deshacemos de nuestras bandejas de comida. Me sigue por la puerta lateral a pesar de que su próxima clase está en camino contrario.

—La semana pasa deprisa. Quiero postular para Gamma Pi Omega —dice ella tan pronto como salimos—. ¿Te interesa?

¿Una hermandad? No. Especialmente aquí. Echo un vistazo a las líneas elegantes de la fuente en el centro del área común exterior. Esta universidad fue construida en los años setenta. Cada edificio y cada material de construcción apestan a modernidad. No hay hiedra cubriendo la arquitectura aquí. De hecho, la universidad sólo ganó el estatus de universidad hace unos ocho años. Las fraternidades y hermandades ni siquiera tienen casas. Pero no me habría unido a una hermandad en Virginia tampoco. Estar en la parte superior de la escala social no es lo mío.

—Estoy demasiado ocupada con la banda —le digo con mucho tacto.

—Oh sí, puedo ver eso —Sus labios brillantes se ciñen juntos con desaprobación—. Sólo pensé que estaría bien intentar entrar con alguien que conocía.

—Estoy segura de que serás aceptada. O como lo llamen.

—Siempre y cuando mi promedio sea de ocho puntos o más en el semestre. Es posible que necesite un poco de ayuda en filosofía.

En realidad, debería haberlo visto venir.

Kendra se asegura de obtener mi correo electrónico antes de que nos separemos. Entre mis apuntes de filosofía y mi conexión con Zayn, supongo que va a estar enviándome muchos correos electrónicos.

Cálculo está en otro edificio a través del campus. Ya que llego pronto y esperar la clase va a ser difícil, me siento en la parte delantera en una mesa de la esquina. La habitación es mucho más pequeña que el auditorio de filosofía 101. Y en vez de pupitres atornillados al suelo, esta aula tiene mesas.

Otros estudiantes entran mientras saco mi nuevo portátil, una calculadora y mi espeso libro de cálculo. Esperando al inicio de la clase, ausentemente tamborileo mis lápices y echo un borrador sobre mi libro. Estoy pillando un nuevo ritmo cuando alguien se deja caer a mi lado. Horror instantáneo y enojo fluyen a través de mí al ver a mi compañero de mesa.

Oh... maldición, no.

—Qué casualidad encontrarte aquí, _____ —dice Zayn echándose hacia atrás con un brazo alrededor de su silla—. Pensé que eras una estudiante de primer año.

Esto no puede estar pasando. Miro alrededor de la habitación buscando otro asiento. El aula está casi llena.

—Lo soy.

—Entonces, ¿qué estás haciendo en mi clase?

—No sabía que eras dueño de la clase —le espeto mientras alguien toma el último asiento. Trato de abrir mi cuaderno. Por lo general, soy una buena persona. Vale dice a menudo que demasiado agradable, pero alrededor de Zayn me convierto en súper perra con un característico desagrado—. Tomé Cálculo I y II en el instituto.

Él deja escapar un silbido mientras toma un archivador de su mochila.

—Demasiado inteligente para tu propio bien, ¿no es así?

Ignoro su pregunta estúpida de listilla. Era trabajo duro más que otra cosa. Tuve que hacer cálculo II en un curso en línea, que arruiné. Saqué una B en él.

— ¿No eres un senior? ¿No deberías dominar esta clase?

—Soy joven y esta clase no encajaba en mi agenda hasta este semestre.

— ¿Eh? —Como que asumí que Zayn era mayor que yo.

—Tengo veintiún años —dice entendiendo mi confusión—. Yo... ah... perdí un semestre en el instituto y me gradué tarde. No es que sea realmente de tu incumbencia —añade en un tono sarcástico.

— ¿Por qué estás sentado aquí? —pregunto con los dientes apretados. Tratar con él en los ensayos es una cosa. En la clase, es intolerable.

—Me parece que me gusta molestarte —dice en un tono dulcemente enfermizo antes de que sus labios carnosos se tuerzan en una sonrisa burlona. Porque él se burla de mí. Con mis propias palabras.

Mi réplica enojada muere cuando el profesor que se está quedando calvo entra por la puerta. Da la bienvenida a todos, se presenta como el Prof. Hill y reparte programas de estudios. Zayn al instante se pone serio y atento cuando el profesor lee sobre el programa semestral.

Con su perfil vuelto, estudio a mi compañero de banda. Extrañamente, nunca he estado tan cerca de él antes. Todos los comentarios de Kendra me hacen evaluarlo.

Pelo largo oscuro que cae sobre su frente, mientras que pelo más corto y espeso cubre la parte posterior de su cuello. Cejas arqueadas y pestañas tupidas. Y el corte oblicuo de la mandíbula y los pómulos son un contraste severo con el ángulo de la nariz recta. De acuerdo, todo en conjunto forma un cuadro apetecible. Pero no es perfecto. Esa nariz recta es un poco demasiado larga. Un poco de barba de hace unos días cubre su mandíbula. Y esas orejas llenas de aros de plata sobresalen un poco demasiado. Bueno, podría estar desesperada por encontrar fallos. Él está cerca de lo perfecto. Sin embargo, Kendra tiene razón en una cosa. Él emana sexo. No estoy segura de sí es su barba descuidada o sus labios carnosos o su oscura mirada, probablemente una combinación de los tres, pero nunca he conocido a nadie tan caliente. Imágenes sudorosas caen por mi mente mientras lo miro fijamente. No debería haber comido con Kendra. ¿Cómo diablos se supone que voy a pasar esta clase con él sentado a mi lado?

Él mira hacia mí y esos ojos oscuros, que son de color marrón casi negro, se clavan en los míos. Me niego a mirar hacia otro lado. Como si no romper nuestras miradas significara que no lo estaba mirando. Él arquea una ceja y luego me sonríe. Esa sonrisa dice que está adivinando mis pensamientos pervertidos. Le frunzo un ceño y luego trato de prestar atención al profesor. La concentración con Zayn a mi lado es más difícil que tratar con Kendra.

Mierda. Voy a suspender ambas clases. Si estuviera donde debería estar, en Virginia…

Después de pasarnos el programa de estudios, el profesor hace su labor. Presto mucha atención. No sólo por mi nombre, sino por el de Zayn también. No hay manera de que le pregunte su apellido, por lo que ésta es mi única oportunidad de conocerlo. Casi no me entero porque el profesor dice:

—Zayn Romeo Malik —Había estado esperando Zayn Algo.

Una vez que finalmente caigo en que Zayn tiene dos nombres y Malik es su apellido, me inclino hacia él y le susurro:

—Romeo ¿Eh?

Sus párpados bajan, pero no me mira.

—Zayn funciona bien.

—Entonces, ¿dónde está tu Julieta? —le pregunto y el nombre de nuestra banda finalmente tiene sentido. Si es que su nombre le da cualquier tipo de sentido.

Sus ojos se oscurecen mientras se inclina más cerca de mí.

— ¿Quieres hacer una prueba para el papel?

—No —dije más fuerte que un susurro.

—Probablemente sea lo mejor —Él asiente—. No estoy seguro de que pases más allá de la primera ronda.

Bueno, nunca esperé que el Sr. Caliente se sintiera atraído por mi escaso atractivo, pero su proclamación flagrante no sólo es desagradable, sino que me molesta. Intento mantener mi ira bajo control, me encojo de hombros.

—No soy del tipo harem de todos modos.

Sus ojos oscuros ruedan un poco antes de reírse. Alto.

Como estamos en la primera fila, el profesor le echa una larga mirada.

Zayn se aclara la garganta y se reacomoda en su asiento.

Tomo notas vigorosas una vez que comienza la clase, anotando todo lo que el profesor dice o hace en la pizarra. Cada ejemplo de la pizarra está perfectamente copiado en mi cuaderno. Sin embargo, no toda la información entra en mi cerebro. De hecho, muy poca lo hace. Entre la irradiación sexy de la persona a mi lado y la rabia dentro de mí, el profesor bien podría estar enseñando algún cursillo de cestería submarina.

Después de dos horas de clase, el Prof. Hill anuncia un descanso de quince minutos que tanto necesitamos.

No me sorprende el círculo de chicas alrededor de Zayn, tan pronto como él da unos pasos hacia el pasillo. Al pasar junto a ellos hacia la entrada, pongo los ojos en blanco. En el exterior, me siento en un banco a escuchar mi iPod y marco el ritmo en mi rodilla. Cuando regreso a clase unos minutos antes, estoy sorprendida de ver a Zayn hablando con una sola chica al final del pasillo. Están muy juntos hablando en voz baja.

Haciendo una pausa, me apoyo en la pared frente a la puerta de la clase con otros estudiantes. Aunque justifico mi espera en el pasillo saco ventaja al máximo de mi descanso, la curiosidad me hace observarlos desde el rabillo del ojo. Desde la parte de atrás, la chica es alta y delgada, con el pelo liso, castaño claro. Se vuelve un poco y le sonríe. Estoy viendo a una de las muñecas Barbie de Jamie. Bueno, más o menos. A Jamie le gusta cortarles el cabello y luego colorear las mechas con tinte. Él sonríe, pero no tanto. Por último, le da un empujón juguetón en el pecho antes de retirarse.

Es obvio que se conocen. Preguntarme cuánto se conocerán hace que mi curiosidad se dispare mientras voy a mi asiento.

Zayn se mueve de manera desenfadada hacia mí, con una sonrisa maliciosa, pero la chica que se sienta a la mesa a la derecha de nosotros lo detiene con preguntas sobre la banda. Garabateo en mi bloc de notas mientras lo escucho responder a sus preguntas. Aunque su pregunta inicial era sobre Luminescent Juliet, la mayoría de sus preguntas después son de él, no de la banda.

— ¿Disfrutaste mirándome? —pregunta Zayn sentándose a mi lado.

Sigo haciendo garabatos en la portada de mi cuaderno. No estoy del todo segura de por qué estaba mirándolo tanto con la chica fuera y luego dentro del aula, pero mis mejillas se calientan.

— ¿No te crees mucho?

—Interesante, pensé que estabas buscando maneras de meterte bajo mi piel. Nunca consideré que podrías estar por mí. Qué... mona.

Mis ojos se estrechan mientras garabateo. Me niego a mirarlo.

—Sí, has sido un idiota durante las últimas dos semanas y ahora lo estás siendo en clase también, me he encaprichado contigo. Soy una masoquista en secreto.

Se inclina lo suficiente hacia mí para captar el olor de su champú, olor silvestre.

—Si vistes a juego con el papel y llevas un látigo, sin duda pasarás la primera ronda —Las palabras son bajas y cerca de mi oreja.

Mi cabeza se mueve bruscamente y casi chocan nuestras barbillas. Me recuesto, no demasiado, negándome a retroceder ante su expresión engreída.

—Ya es oficial. Eres un cerdo machista.

Él sólo sonríe.

Idiota.

El profesor comienza la clase de nuevo. Tomo de nuevo notas incomprensibles. Sexo gotea de mi compañero de mesa todo el tiempo. Ugh. Kendra debería haber mantenido la boca cerrada. Ya admití internamente que es sexy, pero ahora mi cerebro gira con imágenes no deseadas. Si estuviera en Virginia, no tendría que tratar con él o las fotos sudorosas de desnudos en mi cabeza.

por **Isabela85** Dom 22 Sep 2013, 5:49 pm

Capítulo 6

Cada jueves por la noche, Jamie y yo nos reunimos con mi padre para cenar a las 5:30 pm. Los sábados mi padre viene a casa a las seis mientras mi madre trabaja y cuida de Jamie. Esa es toda su interacción, porque hasta que el divorcio finalice, mi madre no dejará a mi hermana ir a su apartamento. La novia está allí. Mi madre afirma que dejar entrar nuevas personas a la vida de Jamie durante la conmoción del divorcio podría ser perjudicial, sobre todo si la relación de mi padre no va a durar. Mi madre está cuidando de su hija, pero estoy consciente de que hay un poco de pesar atado a sus demandas.

Desafortunadamente, la novia está sentada frente a mí en este momento. Con su cabello oscuro, tan liso y brillante, llevando un blazer negro; es atractiva en una manera moderna y fácil que encuentro molesta. A mi madre le va mejor ese estilo de madre de cárdigan y cuello alto. Antes he visto a la novia de lejos, pero nunca la había conocido hasta hoy. Y bueno, no es su culpa, pero estoy echando humos por el hecho de que mi padre la haya traído. Ni siquiera estoy segura de lo que acabo de ordenar. Sólo señalé el menú.

— ¿Podemos ir a verlos hacer la pasta? —Me pregunta Jamie mientras gira la cola de caballo que le hice en el cabello esta mañana para la escuela. Mi hermana cree que ver fideos salir de una máquina es una de las cosas más emocionantes del mundo.

Sonrío dulcemente al otro lado de la mesa.

— ¿Podrías llevarla al vestíbulo? —Le pregunto a la Señorita Novia Roba Maridos—. Necesito hablarle a mi padre por un minuto —Aunque en realidad no la quiero cerca de mi hermana, la importancia de hablar con mi padre tiene más peso que mi disgusto hacia ella.

—Claro —Se desliza fuera de su puesto y se pone de pie en sus zapatos de tacón—. Vamos, Jamie —Le tiende una mano que es diez años más joven que la de mi madre. Mientras la novia está vestida de un negro sombrío, mi hermana está linda y femenina hoy, combinando su camisa rosada con sus tenis del mismo color.

Probablemente pensando en su unión, el idiota de mi padre las mira partir con una mirada anhelante en su rostro antes de aflojar su corbata alrededor de su cuello. Pienso en él saliendo con alguien tan joven. Mi madre solía decirle que se volvía más guapo cada año. Mientras su cabello es sal y pimienta* en la edad de cuarenta y siete años, él es delgado y está en forma, ya que corre cada mañana.

Tan pronto como los oídos de mi hermana están lo suficientemente lejos para no oírnos, chasqueo:

— ¿Cómo pudiste?

Mi padre se inclina hacia atrás contra el respaldo.

—_____, es sólo una cena. Pude haber traído a un socio. ¿Cuál sería la diferencia?

— ¿Entonces asumes que no se lo voy a contar a mamá?

—Sí. Estoy asumiendo que vas a actuar como un adulto. Sara es parte de mi vida. Tu madre quiera o no, va a formar parte de la de Jamie y de la tuya.

La amargura me tiene agarrando la mesa que está entre nosotros. He intentado, de alguna manera con éxito, de mantenerme fuera de los dimes y diretes** de mis padres. Mi granito de arena*** no cambiaría nada. Como sea, internamente siempre he estado de parte de mi madre. Mi padre nos dejó sólo unos días después de Año Nuevo y comenzó a salir con su novia en Enero. Obviamente, esa conexión comenzó mucho antes de su partida.

—Se dice que a las personas les toma un año llegar a un acuerdo con el divorcio. Esas personas incluyen los niños —digo sonando como un folleto sobre los efectos del divorcio.

—Nos vamos a casar, _____ —Alcanza su bebida—. Con suerte, el divorcio va a terminar en Febrero, así que planeamos casarnos en Marzo.

Quedo boquiabierta.

Pone su copa en la mesa con un ruido sordo después de tomar un largo trago.

—Me gustaría que tú y Jamie lleguéis a conocerla antes de la boda.

El asombro me comprime en el vinilo que llevo.

— ¿Estás tratando de destruir a mi madre? Después de veintiún años de matrimonio, ¿es que no significa nada para ti?

Su mandíbula se tensa.

—_____, sé que esto no es fácil para nadie. Pero Sara y yo estamos enamorados.

Reacciono de inmediato, apoyándome sobre la mesa.

— ¿Qué significa eso? ¿Que porque estés enamorado puedes pisotear a los demás? ¿Siquiera amaste a mamá?

—Tu madre y yo... —Suspira—. Las cosas nunca estuvieron bien después de que Maggie abortase. Se volvió severamente depresiva —Mis dientes se aprietan. Por supuesto que estaba deprimida. Había llevado un bebé durante casi siete meses—. Después del nacimiento de Jamie, pensábamos que las cosas mejorarían, pero nunca fue así. Sé que parece repentino para vosotras, pero durante los últimos diez años hemos tratado de hacerlo funcionar.

— ¿Me estás diciendo que la mitad de mi niñez fue una mentira?

—No existe el matrimonio perfecto, _____. El nuestro sólo se deterioró lentamente con el tiempo.

—Para ti —dije tercamente.

Un músculo se tensó en su mejilla.

—Tal vez tu madre no es tan pragmática como yo.

—O tal vez tiene que ver con la manera como lo llevaste tú —escupo.

—No...

—Y tal vez no deberías ser tan egoísta y esperar al menos un año después del divorcio para casarte con tu novia.

Pone los codos sobre la mesa y se inclina.

— ¿Y qué hay de Sara? Tal vez ella quiere una familia. Te guste o no, ella es parte de esto también.

Mi estómago se retuerce ante el pensamiento de mi padre teniendo otra familia. ¿Hermanastros? Nunca algo tan ridículo me había ocurrido. Un hombre de cuarenta y siete años de edad no debería estar empezando una segunda familia.

—No puedes estar hablando en serio —siseo.

—Me voy a casar, _____, te guste o no —Abro la boca para hablar pero él me corta enseguida—. Tu auto está a mi nombre. Todavía pago el seguro y pongo dinero en tu cuenta para gasolina.

— ¿Me estás amenazando financieramente? —pregunto con un tono lleno de repulsión. Sí, él paga mi seguro. Sí, conduzco el viejo sedan de la familia. Pero, ¿quién cuida de Jamie cuatro veces a la semana? ¿Quién cuida la casa y el jardín? ¿Quién cocina la cena para su familia abandonada?

—Tienes casi diecinueve años. Casi una adulta —Me levanta una ceja gris—. Si vas a ser irrespetuosa, ¿por qué debería continuar apoyándote?

Obscenidades intentan salir por mi garganta, pero afortunadamente la novia y Jamie vuelven y se deslizan en el puesto antes de que yo caiga en una torrencial tormenta de irrespeto contra mi padre. Cuando noto el diamante en el dedo anular de la novia, casi me caigo.

Nuestra comida llega. Ellos hablan. Yo como. Mejor dicho, empujo los canelones en mi plato. Parece que a Jamie le gusta la novia, lo cual me molesta más.

Por encima de las terribles noticias matrimoniales de mi padre y amenazas estúpidas, tengo ensayo de la banda esta noche y esta es la noche que Vale no puede hacer de niñera. Iba a pedirle a mi padre que llevase a Jamie al cine, al centro comercial o algo, pero de ninguna manera voy a dejar que mi hermana vaya a ningún lado con las dos personas sentadas frente a mí.

Una vez que Jamie termina de comer, uso mis deberes como una excusa para irnos temprano. Mi padre parece escéptico pero no argumenta nada. Le da un abrazo a mi hermana. No dice nada cuando salgo de su abrazo. Jamie le dice a la novia adiós mientras la arrastro de la mano lejos.

Después de un viaje a casa a por las cosas de Jamie, logro llegar al ensayo sólo unos pocos minutos tarde. Tan pronto como subimos, Harry pregunta mientras mira a mi hermana:

— ¿Qué pasó?

—Mi niñera falló.

Él nos mira mientras sus cejas bajan. En una profunda discusión detrás de él, Zayn y Louis se apoyan sobre una hoja de música.

—Mi madre trabaja de noche.

Harry cruza sus tatuados brazos mientras sus labios se tuercen.

—Vale pero, ¿de verdad crees que una niña pertenece a este lugar?

Jamie se acerca a mí y pongo un brazo alrededor de su hombro.

—Bueno, no voy a dejarla sola en casa —Su expresión se mantiene irritada—. Tiene su Nintendo DS, sus libros y sus deberes. Se va a quedar quieta y ocupada por el próximo par de horas.

— ¿Qué hay de ti? ¿Vas a estar practicando o cuidando de ella?

Mis ojos se estrechan. Si alguien iba a ser un cabrón sobre esto, esperaba que fuese Zayn. Qué equivocada estaba.

—Puedo hacer ambas cosas. Pero si es un gran problema, tal vez deberíamos saltarnos el ensayo esta noche.

En eso, Zayn viene y le da a Jamie una sonrisa rápida.

—La niña va a estar bien, Harry. Deja de actuar como un imbécil. _____ ya llegó tarde así que empecemos de una vez. Sólo tenemos dos ensayos más antes del fin de semana —Vuelve su atención hacia mí—. ¿Buscaste la música?

—Sí —digo tocándome la sien—. La tengo.

— ¿Qué hay de la regla? —pregunta Harry en voz alta—. Tú regla. Nadie tiene permitido vernos ensayar.

Zayn frunce el ceño.

—Esa fue creada para las chicas que solías traer, quienes sólo querían se... ocuparse de algo. No para las de diez años de edad.

—Tiene ocho —digo.

—Como sea —dice Zayn, mirando a Harry.

Harry le da una mirada indignada, pero va hacia su micrófono. Antes de que se lo pueda agradecer a Zayn, se vuelve para hablar con Louis. Jamie tiene una expresión de preocupación mientras trato de acomodarla en las escaleras frente a nosotros. Es la primera vez que he querido golpear a Harry con mi baqueta. Suelo querer golpear a Zayn. Me agacho enfrente de Jamie para decirle que todo está bien, pero sigue mirando a hurtadillas a Harry. Si no se siente cómoda pronto, voy a tener que irme.

—Ey, eso luce genial —dice Zayn, sentándose a dos sillas de Jamie y señalando el Nintendo DS—. ¿Qué juegos tienes?

Jamie parpadea hacia él.

—Bob Esponja y Vistiendo a Barbie.

—Uh, Bob Esponja suena bien. Puede que Barbie sea un poco femenino para mí —Ladea su barbilla como si estuviese pensando con concentración—. ¿O crees que me gustaría?

Mi hermana suelta una risita.

—Creo que es demasiado femenino.

Zayn asiente mientras lo observo con una expresión confusa.

—Puede que tengas razón pero, ¿podría comprobar el de Bob Esponja durante nuestro descanso?

Ella asiente.

—Te va a gustar. A todos los niños les gusta.

—Genial —dice Zayn con una sonrisa cuando se va.

¿Quién iba a pensar que estaría agradecida con Zayn dos veces en una noche? Yo, nunca. Le recuerdo a mi hermana hacer sus deberes primero y me aseguro de que esté consciente de que la música estará muy alta, como cuando me escuchó practicar con mi tambor en mi cuarto todo el año pasado, antes de moverme hacia mi batería.

Entre las canciones, mantengo un ojo sobre Jamie. Principalmente hace sus deberes, pero de vez en cuando la atrapo mirando a Zayn. Obviamente, las mujeres de todas las edades terminan sintiéndose atraídas por él.

En el descanso, reviso sus deberes mientras Jamie le muestra a Zayn cómo funciona el DS. Sus bromas juguetonas le tienen riendo sobre marcha. Hasta ha mantenido su canalla al mínimo y gritó sólo cuando Louis y Harry dijeron palabrotas. Todo su comportamiento, un cien por ciento diferente esta tarde, me tiene considerando tan sólo por dos segundos, traer a Jamie a todos nuestros ensayos. Si sólo Zayn fuese así todo el tiempo.

Espera un minuto. Borra eso.

Si Zayn fuese así todo el tiempo, estaría obsesionada con él.

Enamorada de nuestro guitarrista, Jamie pasa el resto del ensayo jugando con su DS y observando a Zayn.

Una vez terminado el ensayo, me inclino para guardar las cosas de Jamie, cuando Harry se acerca y pone su mano en la parte baja de mi espalda.

—Ey, _____ —Me incorporo, pero no quita su mano, sólo la desliza hacia un lado—. Quería disculparme por lo que pasó hace un rato. No sé por qué actué como un imbécil. Tal vez se me está pegando de Zayn —dice con una sonrisa—. Pero está bien si traes a tu hermana.

Sosteniendo su bolso y sentándose en la silla, Jamie nos mira.

No estoy segura de si está siendo sincero o sólo trata de mantener su máscara de líder. Incluso he notado cómo a Harry le gusta actuar como el líder de la banda, pero es obvio desde el comienzo que Zayn dirige el espectáculo.

—Bueno, gracias. No lo voy a hacer un hábito, pero puede que necesite traerla de nuevo.

Asiente.

—Deberías salir con nosotros alguna vez después del ensayo —Mira a Jamie—. Obviamente no hoy, en otro momento.

Me uní a la banda para tocar. No para salir o, por la obvia invitación en los ojos verdes de Harry, liarme con alguien. Liarme con un miembro de la banda crearía definitivamente una hostilidad entre todos los egos de la habitación y podría probablemente, sacarme de la banda. No, no estoy interesada. Siempre me voy justo después del ensayo. De hecho, la actitud usual de Zayn prácticamente me hace salir corriendo hacia la puerta. Y el hecho de que Vale es niñera gratis.

No quiero causar ninguna incomodidad entre nosotros entonces digo:

—Sí, en otra ocasión.

Finalmente quita su mano de la parte baja de mi espalda, pero no se aleja. Sobre su hombro, Zayn y Louis nos observan. Louis se ve enojado. Zayn disgustado. Genial. Justo cuando pensaba que él debía alejarse. Louis podría estar celoso. A él le gusta coquetear. No digo que sea recíproco.

Pero quién sabe cuál es el problema del gilipollas.

*Salt and pepper hair: cabello de sal y pimienta, expresión que se refiere a un cabello color negro con la presencia de las canas, es decir, un cabello a medio encanecer.

**Dimes y diretes: son comentarios, réplicas y cotilleos entre dos o más personas dentro de una conversación intrascendente.

***My two cents: expresión de mucho uso cuyo significado se puede plantear como mi granito de arena, es decir: la pequeña ayuda que puede aportar una persona.

por **ᴍᴀʀ.** Lun 23 Sep 2013, 9:01 pm

Nueva lectora!
Hola!
Adoré esta novela!
Seguila! :)
:bye:

por **Isabela85** Mar 24 Sep 2013, 8:06 pm

Mar_love1D escribió:Nueva lectora!
Hola!
Adoré esta novela!
Seguila! :)
:bye:

aaaaaaahhhh!!! que emoción!!!! mi primer comentario!!!

gracias por comentar!!!

besos!!!!
In the Band Zayn Malik y Tu Adaptación Reemplazovp

por **Isabela85** Sáb 28 Sep 2013, 11:15 pm

Capítulo 7

Después de cuatro años de tocar en la banda del instituto, me gusta ver el fútbol. Los fans, el entusiasmo de la multitud y por supuesto la banda son nostálgicos para mí. Yo sólo podría entender los conceptos básicos del juego, como lo que es un primer intento o el propósito de una bandera lanzada, pero por lo general disfruto observando este deporte. No tanto en la actualidad.

La nostalgia me hace sentir enferma y con ganas de ser algo más que un espectador que cruje entre los aficionados en las gradas de acero. Quiero estar en el extremo de las gradas con la banda cada vez que tocan algo.

Sin embargo, estoy aquí para Niall, así que lo soporto.

—Vi en Facebook que Aarón viene esta noche —dice Vale despreocupadamente.

Sentada entre nosotros, Jamie dice en un gemido:

—Quiero ver a Aaron.

Por supuesto, ella quiere ver a Aaron. Entre casi un año de películas en el sofá, viajes al parque y un sin número de comidas más en nuestra casa con él, ha crecido para cuidar de él. Pero con la noticia de Vale, ignoro incluso a Jamie. Yo ya estoy nerviosa por la actuación de esta noche en el U-Palooza. Aaron en la multitud es la última cosa que necesito.

— ¿Por qué está en casa?

Vale se encoge de hombros.

— ¿Nostalgia?

Mis ojos se estrechan en su perfil.

—Es la primera semana de clases para mí. La segunda para él.

—Oh no, no me mires. Tal vez es lo que está haciendo tu nueva amiga Kendra. Ella ha estado publicando durante toda la semana en Facebook sobre Luminescent Juliet y tú —Rueda los ojos—. ¿Por qué invitar a ese imbécil?

Cierto. Desde que Aaron rompió conmigo porque no podía tener relaciones de larga distancia, Vale, que una vez le gustaba, no ha sido demasiado indulgente. Y me he quedado fuera de Facebook. Después de todas las preguntas y comentarios acerca de Aaron y yo de todos nuestros amigos, no podía tomar un refrito de nuestra ruptura cada vez que me conectara.

—Pero puedes apostar a que va a estar babeando un charco esta noche —dice con una sonrisa antes de volver al juego.

Si bien la línea del equipo de fútbol del halcón para un gol de campo, retengo un gemido ante la idea de convertirme en Barbie, la muñeca de Vale en unas pocas horas. Pero eso es exactamente por lo que pensaba que iba a invitarlo. Su idea de restregar mi nuevo look caliente —sus palabras no las mías— en su cara.

— ¿Crees que querrá que volvamos? —Una mirada de furia se ajusta a la mía. Me río—. Es broma.

Vale no se ríe.

—Será mejor que lo sea.

Sintiendo la animosidad en el aire, Jamie se ve entre nosotros.

—Me gusta Aaron.

—A nosotros también —le digo con una sonrisa y enderezo uno de los broches en su cabello brillante. Vale deja escapar un bufido. La ignoro—. Él no es mi novio.

Jamie me frunce el ceño.

El pateador hace el gol de campo y animamos con el resto de la multitud.

Con una mirada en el marcador —estamos todavía abajo por cuatro— y el tiempo, me dirijo a Jamie.

—Es casi medio tiempo. ¿Todavía quieres un perrito caliente? —Ella asiente vigorosamente—. Vale, ¿vienes?

—No, pero voy a tomar un rollo de pedos dulces.

Como era de esperar, Jamie se ríe.

—Ahora vuelvo con los pedos —le digo a los efectos de agregar más risas.

Tomadas de la mano, nos dirigimos a través de la multitud reunida en las gradas, después, a la mesa de entrada. A la espera de dos perritos calientes —al menos yo no tengo que hacer el almuerzo de hoy— un Sprite, palomitas de maíz y un rollo de Sweet Tarts, me doy cuenta de alguien de pie en medio de un grupo de chicas. Por desgracia, también lo hace Jamie. Su mano tira de la mía antes de que ella se precipite hasta el final de la línea de soporte de la concesión.

— ¡Zayn! —grita y hace olas.

Él le sonríe y devuelve el saludo, de pie en el círculo de sus adoradoras. Retrocedo, casi golpeo la caja de servilletas sobre el mostrador abajo. Su sonrisa cálida y abierta compite con el brillo del sol de la tarde. Nunca lo había visto sonreír así. Tan sorprendida por el resplandor de la misma, parpadeo antes de girarme hacia el mostrador.

Zayn ya está hablando con Jamie en el momento en que recojo nuestra comida. Ella le está pidiendo que se siente con nosotros cuando llego a ellos. Genial.

Desliza las manos en los bolsillos, mirando de mí a ella, probablemente para decidir si puede contener su polla interna en toda la mitad de un partido de fútbol, antes de él estar de acuerdo. Durante las dos últimas prácticas, fue tan implacable como siempre. Tanto así, que Harry no tuvo oportunidad de ofrecer su invitación nuevamente porque yo tuve altamente que salir de allí más rápido que nunca. Pero en su mejor comportamiento en torno a Jamie, él ayuda a transportar la comida a nuestros asientos. Una vez más, considero llevar a Jamie a todas nuestras prácticas. Pero no, Harry tenía razón. Ella no pertenece allí.

Los ojos de Vale casi estallan fuera de su cabeza mientras nos sentamos. Cuando yo los presento y revelo que es el guitarrista, su boca atrapa moscas mientras lo mira. Ella me empuja con fuerza con el codo cuando mi hermana y Zayn empiezan a hablar de Nintendo.

Le doy una mirada y desenvuelvo mi perrito.

Ella articula:

—Carajo —Zapatea su pie de tacón alto después articula—: ¿Por qué no me lo dijiste?

—Idiota —articulo de vuelta y tomo un bocado. No he compartido la actitud de Zayn conmigo a nadie.

Espero que si lo ignoro siendo un idiota, vaya a renunciar.

Ella gira para mirar a Zayn conversando con Jamie, quien está riendo y empezando a molestar a la gente detrás de nosotros.

—Has perdido la cabeza —dice en voz alta y Zayn mira para arriba.

Le doy una débil sonrisa de labios cerrados masticando y espero que Jamie atraiga su atención nuevamente antes de que golpee el talón de Vale.

—Estás loca —dice en voz baja.

Haciendo caso omiso de ella, termino mi posición de concesión al almuerzo.

La primera mitad termina y los jugadores abandonan el campo.

Muevo la mano de Jamie del perrito caliente.

—La banda está por llegar.

Mira a Zayn.

— ¿Te gusta ver a la banda?

Sonríe a ella.

—Me encanta ver a la banda. Es la mejor parte del juego.

Me quedo mirando las ligeras arrugas en la comisura de sus ojos. ¿Quién es este alter Zayn en torno a mi hermana?

Vale me empuja de nuevo. Me niego a mirar en su dirección. Puedo imaginar la expresión —una que transmite que estoy loca otra vez— en su cara.

Un silbato suena después del ritmo de un tambor. Resuena la voz del locutor con la presentación de la banda mientras forman una línea en el otro lado del campo. Mi respiración entrecortada al ver el blanco y rojo de los uniformes con bordes de latón brillante. Otro golpe de silbato y comienzan marchando a través del campo con la línea de percusión que lleva y golpea a un redoble de tambor. La sección de viento sigue en V. Una vez más el silbato y los ejercicios de la línea de percusión a un ritmo rápido hasta que la banda se encuentra en frente de la audiencia de casa.

Tranquila durante unos segundos, la banda está de pie, colorida y brillante en el sol de la tarde, mientras que la anticipación se cuelga en las gradas.

De repente, el rugido de los tambores hasta que toda la banda se rompe en música a todo volumen y mi pecho se aprieta en un nudo.

Vale, Zayn, Jamie y mi nerviosismo sobre la actuación de esta noche se olvidan mientras deseo y el arrepentimiento remolinean dentro de mí. Niall está en la segunda línea de los tambores. Yo solía estar en la línea por delante de él. En el centro. La líder. Me agacho con las manos pulverizando los lados de mi cara. No pensaba que verlo iba a ser tan difícil. Mis ojos y oídos permanecen clavados en la escena y la melodía, pero mi cuerpo se congela mientras quieren tocar.

Resuena música mientras marchan y la formación cambia en una H visible por los Hawks. Banderas de colores brillantes vuelan detrás de ellos. Cuernos explotan a medida que cambian la formación de nuevo y la línea de tambores vuelve al frente.

No puedo dejar de imaginar estar ahí con ellos tocando y marchando. Mis dedos se clavan en la piel por encima de mis sienes. Son buenos. La banda de música en que debería haber estado hubiera sido mejor. En otro ámbito, en otro Estado, debería estar tocando y marchando en este momento también.

En cambio, estoy en las gradas acurrucada como una demente.

Al final de la actuación, por fin noto mi respiración pesada, la mano de Vale frotando mi espalda, Jamie se acurruca junto a mí y el público anima. Después de dos claras y otro redoble de tambores, la banda marcha de regreso a su lugar en las gradas de la extrema izquierda.

Poco a poco me incorporo.

— ¿Estás bien? —pregunta Vale amablemente.

Trago en el aire y asiento.

La mano de Jamie se estrecha alrededor de mi brazo.

—Niall es bueno, ¿eh?

Sus ojos me cuestionan. A pesar de que no entiende mi reacción, ella sabe que algo está pasando.

—Niall estuvo genial —le digo lo más cálidamente posible. Por encima de su cabeza, Zayn me mira fijamente. Las llamativas líneas de su rostro parecen confundidas.

Vale deja escapar una risa y se inclina sobre mí.

—Ella no es un bicho raro. Sólo un friki de la banda. Se suponía que tenía que ir a Virginia. Con becas y todo.

Sus oscuros agujeros fijan su mirada en la mía. Su boca cuelga ligeramente abierta antes de que pregunte:

— ¿Entonces por qué no estás ahí?

—Tiene que ver…

—Me necesitan en casa —le digo cortando a Vale. Yo nunca, nunca quiero que Jamie se sienta responsable o culpable por mi decisión.

Zayn sigue pareciendo confuso, pero mi tono o su teléfono, que se esfuerza por salir de su bolsillo, ayudan a cambiar de tema.

Doy a Vale una mirada mientras lee un texto.

—Soy una imbécil. Lo olvidé. Lo siento —dice humilde luego mira a Jamie, que nos está mirando—. ¿Quieres algunas Sweet Tarts?

Vale sigue repartiendo Sweet Tarts sobre mi regazo mientras empieza la segunda mitad. Mensajes de texto ocupan a Zayn hasta que se para y saluda a alguien en el pasillo. La chica del pasillo saluda de vuelta. En cuestión de segundos, se baraja su camino hacia él. Vestida con un polo blanco y una falda pantalón azul marino, luce tenis de muy buen gusto. Ella debe ser quien le mandaba textos, me doy cuenta mientras él empuja su teléfono al bolsillo.

Después de que ella le dé un abrazo, él nos presenta a April. A pesar de que explica que soy la nueva baterista, él no le da un título, pero tiene que ser su novia. Aunque Zayn está más allá de caliente, no puedo entender por qué alguien sale con él. Las chicas le siguen como el flautista de Hamelín. Y la constricción de la sonrisa de April, mientras que nos ofrece a Vale y a mí un rápido saludo expresa los celos que debe albergar todo el maldito tiempo.

La tarde se vuelve más incómoda. Vemos el juego en su mayor parte. Vale y yo charlamos de vez en cuando por nuestra parte. Zayn y April conversan entre ellos. Jamie, sentada en el medio, es la única que habla con ambas partes.

Los Hawks acaban perdiendo por dos puntos. Arrastrando los pies hacia fuera, Zayn me cuestiona sobre la fecha y lugar para el concierto de esta noche como si yo fuera un tonta que no puede recordar la más simple de las direcciones. Su novia me mira con una expresión caída mientras le respondo en tono firme. Resisto a rodar mis ojos al ver su expresión.

Incluso si él me encontrara atractiva o si estuviera en la carrera por un novio, él sería la última persona a la que me enganchara. Incluso empapado con atractivo sexual, los idiotas machistas no me atraen.

por **isabellita102** Dom 29 Sep 2013, 12:05 am

nueva lectora
me encanta
siguela pronto

:corre:

por **ᴍᴀʀ.** Dom 29 Sep 2013, 12:09 am

Me encanta! In the Band Zayn Malik y Tu Adaptación 1857533193

¿April será su novia? :scratch:
Seguilaaaa! :)

por **Isabela85** Dom 29 Sep 2013, 5:35 pm

Capítulo 8

Después de encontrarme con Niall en su dormitorio, alabando apropiadamente su interpretación y despidiéndome de Jamie, ya que Niall la iba a llevar a casa, sobreviví a dos horas a la ayuda de Vale. Afortunadamente el compañero de cuarto de Niall se fue a su casa a pasar el fin de semana, ya que Vale hizo que me probara cuatro diferentes atuendos, discutiendo durante todo ese tiempo.

Al regresar Niall y al observar el atuendo que llevaba puesto, sus cejas se alzaron hasta casi rozarle la entrada de su cabello al mirarme metida en un topo rojo ajustado con tirantes estrechos que se complementa con mis tatuajes de los brazos, una falda negra acampanada —me puse debajo unos pantalones cortos— y botas de combate hasta las rodillas.

Vale delineó pesadamente mis ojos y dividió mi cabello, dejando el largo rubio de abajo suelto y el marrón en una alta y estirada cola de caballo. El largo silbido de Niall dejó a Vale, de algún modo sonriendo y frunciendo el ceño al mismo tiempo.

Ahora me encuentro detrás del escenario en un pequeño cuarto con piso de cementado con Niall y Vale mientras lucho por no vomitar. El U-Palooza, siempre se celebra anualmente en el parque del centro de la ciudad, en el anfiteatro al aire libre situado a lo largo del río, después de la primera semana de clases.

Las nueve fraternidades y hermandades de nuestra universidad lo organizan y reparten las ganancias después de donar un porcentaje a la caridad. Todo el mundo está invitado y las entradas son baratas. Cinco dólares o algo así. Los grupos locales siempre tocan y en estos dos últimos años, Luminescent Juliet es la más aclamada y la última banda en actuar.

Aunque anteriormente había oído hablar sobre el concierto, nunca había asistido. Pero las habladurías de los estudiantes que trabajaban en el concierto me revolvían las tripas. Último recuento, más de mil entradas han sido vendidas. Más de mil personas, incluyendo a Aaron y otros chicos del instituto, estarán viéndome. La música de la actual banda suena a mí alrededor. Estoy en tal punto de nerviosismo que apenas los escucho.

Harry aparece de repente, como de la nada y pone un brazo tatuado alrededor de mis hombros.

—_____, estás un poco pálida —Lo miro fijamente y me tambaleo. Su boca se transforma en una fina línea—. No me digas que tienes miedo.

Mis ojos se agrandan. No soy capaz de contestar ya que estoy aterrorizada.

Sus dedos se ciñen en mis hombros.

—Eres una formidable baterista. Estarás bien. Sólo haz lo tuyo.

¿Lo mío? ¿Qué significa eso?

Apoyado contra la pared en el otro extremo del cuarto, Zayn nos observa frunciendo los labios. Su mirada contraída hace que mi estómago se contraiga aún más. Nunca antes tuve problemas estomacales hasta el abandono de mi padre. Ahora mismo siento como si mi estómago se contrajera de tal modo como si quisiera derrumbarse por dentro.

—Puedes hacerlo —me dice Harry. Al no responderle, él añade—: _____, tienes menos de veinte minutos para calmarte —Me encojo. Veinte minutos no es tiempo suficiente. Voy a vomitar. La ausencia de música —significa que el otro grupo ha acabado— junto a los gritos y silbidos de la multitud provoca que el temor recorra mi espina dorsal—. _____... —dice Harry mientras me observa con los ojos bien abiertos. Probablemente he cambiado de pálido al verde.

El otro grupo entra en el cuarto. Apenas los noto. Un estudiante nos comunica que el escenario estará listo en quince minutos.

Aún con la ayuda de Harry, me tambaleo.

Después de ver durante varios largos minutos cómo me tambaleo entre los brazos de Harry, Zayn se aparta de la pared. Sus ojos me abrasan, pero le habla a Harry.

—Odio decirlo, pero te lo dije —Su expresión arde con desdén.

Me estremezco de nuevo. Esta vez enfadada al fijarme en su arrogante mirada. Ahora mismo lo último que necesito es a Zayn siendo un idiota.

—No estás ayudando —dice Harry apretando los dientes.

Zayn se encoge de hombros.

—No estoy seguro de que se le pueda ayudar. Ya te comenté que tenerla era una pésima idea.

Me desprendo de los brazos de Harry y voy dando tumbos hacía Zayn.

—Eres un estúpido —le espeto.

Su sonrisa es cortante.

—No debiste unirte a los mejores si no sabes manejar la presión.

Agarro mis baquetas enganchadas en la parte de atrás del cinturón y lo empujo del pecho donde tiene una espiral de metal que es el símbolo de la banda sujeta a una cuerda de cuero, que siempre descansa sobre su pecho.

—Que te jodan.

Louis entra.

— ¿Listos? —Se calla y recoge su maletín del bajo que está apoyado contra la pared—. ¿Qué está pasando? —pregunta observando las baquetas en el pecho de Zayn.

Las cejas de Zayn se arquean, mientras baja la vista, mirándome.

—No estoy muy seguro. Sobre ambos asuntos. ¿Por qué no le dices, _____, si estamos listos? —dice en tono desafiante.

Mis ojos se entrecierran mientras bajo las baquetas.

—Estoy lista.

Zayn sonríe. Aunque su sonrisa no contiene la brillantez de antes, por una vez es auténtica.

—Bien. Vamos.

Harry me mira sorprendido, pero me giro y me dirijo a la entrada del escenario.

Salgo a la luz moribunda que da la entrada a la noche y las luces del escenario se encienden. La multitud se vuelve loca. Con los otros tres a mis espaldas y las palabras de Zayn sonando en mis oídos, me dirijo a mi lugar. Los gritos, aplausos y silbidos se vuelven más ruidosos. El enfado ha reemplazado mis nervios.

No deberías haberte unido a los mejores.

Harry se dirige al micrófono en el centro del escenario, pero me mira a mí. Louis permanece en la parte posterior. Zayn camina hasta el borde del escenario, levanta su guitarra y arranca con un riff*. Seis segundos más tarde, Harry empieza a dar vueltas, mientras que Louis y yo empezamos a tocar Check Yes Juliet de We The Kings.

La canción es demasiado pop, comparado con la mayoría de nuestro material, pero Harry convenció a los otros dos de tocar la canción, por el juego que daba la canción sobre el nombre de la banda. Extrañamente, él piensa que es más que cool. A pesar de sus costosas ropas y tatuajes, a veces Harry puede ser un tonto.

Mi enfado se esfuma mientras toco. Entro en la zona. La música y el tamborileo de la batería llenan mi cabeza y me conduce a una gratificante máquina punzante. Imbéciles y más de mil personas mirando, apenas agudizan mi consciencia. Necesito esto. Niall tenía razón. No puedo ser feliz a menos que tocar sea parte de mi vida. Y aquí sobre el escenario, es aún mucho mejor que en los ensayos.

Una extraña dicotomía de energía, mezclada con excitación y serenidad, fusionada con placer que fluye a través de mí. Con cada baquetazo y cada rotación del equipo, toda mi ansiedad se dispersa en el aire nocturno. Mientras toco me convierto en pura energía. Yendo por la segunda canción ya me encuentro calurosa y sudorosa, sintiéndome en la cima del mundo.

Durante casi cuarenta minutos somos cuatro personas en sintonía. El ritmo agotador de Zayn en los ensayos ha dado sus frutos. No es preciso comunicarnos con asentimientos o miradas. Rodamos diez canciones como patinadores profesionales usando una media rampa. Seis covers y cuatro originales. Desde el rock clásico al punk, del alternativo al blues folclórico; quienquiera escriba las originales tienen una debilidad por estas mezclas.

Estoy inmersa en mi burbuja tamboreando en mi lugar, Harry, Zayn y Louis se mueven por todo el escenario, comparten micrófonos e interactúan con la multitud que está situada cerca del escenario. De hecho practican esa mierda en los ensayos. Por suerte, al ser una chica me descartaron como cantante de acompañamiento. Aunque puedo seguir una melodía, mi voz no es muy buena.

El latido de mi corazón, la adrenalina en mis venas y la euforia de estar tocando para una multitud disminuye al apartarme de la batería, pero la multitud salvaje y vociferante mantiene la bomba de mi corazón acelerada, mientras que Louis, Harry y yo nos movemos a un lado del borde del escenario.

Un estudiante trae un taburete y baja el micrófono mientras Zayn cambia de guitarra. Al no haber tenido suficiente tiempo para ensayar, él finaliza nuestra actuación con dos solos acústicos. Nunca antes lo había visto tocar. De hecho ni siguiera sé lo que tocará.

Las luces del suelo se atenúan. La multitud baja la voz a un murmullo. Louis echa el brazo alrededor de mis hombros y se apoya en mí. Harry mira, pero ignoro a ambos cuando los dedos de Zayn raspan las primeras notas. Cuando empieza a cantar Oh, dear mother, I love you… reconozco Remember everything de Five Finger Death Punch. Desde luego toca maravilloso, sus largos dedos se mueven sobre el instrumento en un elegante baile, pero su voz me tiene apretando la mandíbula, para no quedarme boquiabierta, por la sorpresa. Suena grave y áspera, su canto me tiene conmocionada. Obviamente, no tiene el alcance de Harry, pero la emoción entretejida en la voz lleva la canción a un nivel distinto.

Él desde luego es magnético, ahí sentado en medio de un pequeño haz de luz, en el oscuro escenario. Su perfil, sombreado en esculpidas líneas, mientras se inclina hacia el micrófono. Su cuerpo tenso, sobre su desnudo antebrazo descansa su guitarra hasta su duro pecho que se asoma por la abertura de su camisa. Se le ve oscuro y sexy, pero su música sobrepasa su atractivo.

Su voz fluye en la noche, por encima de la audiencia y nos atrae a él integrándonos en la canción. La multitud está cautivada por él. Yo me siento cautivada. Obviamente esta canción tiene un significado especial para él y es imposible no estar conmovida por la emoción que emana, aun cuando está ahí sentado en casi totalmente quietud, los ojos entornados y golpeando con el pie suavemente el suelo.

Mientras canta sobre el arrepentimiento y culpabilidad, un dolor descarnado fluye de él y no soy capaz de apartar la vista. Es como si pudiéramos ver un trozo de su alma. Su belleza me obliga a apretar con fuerza las baquetas entre mis brazos cruzados, restringiendo mi cuerpo en una ceñida línea. Cuando sostiene la última nota y rasga por última vez, dejo escapar mi aliento y mis hombros se relajan. Su actuación me deja exhausta.

Un asombrado y a continuación un lento y estruendoso aplauso retumba por el anfiteatro.

Louis me aprieta los hombros mientras que otro estudiante le entrega un guitarra acústica. Se sitúa al lado de Zayn, quien golpea con el pie cuatro veces y comienzan a tocar un rápido blues que intenta borrar la descarnada emoción de la última canción, pero nada lo conseguirá jamás. Por lo menos en mi mente.

— ¿Cuál es ésta? —pregunto, aún desconcertada por la actuación de Zayn.

Harry se inclina cerca de mí.

—Gold on the Ceiling de The Black Keys —me dice al oído, sus labios acariciando mi lóbulo antes de volver a encararse al escenario.

Wow. Me siento estúpida. Aunque acústica suene algo distinta, la canción está en mi iPod. La melodía es muy pegadiza y con ritmo, ahora sé porqué Zayn la eligió, pero aún exhausta de la emoción con su anterior actuación no puedo recordar la canción.

Acaban la canción y la multitud se vuelve loca otra vez. Harry me arrastra al frente del escenario y todos en línea, hacemos una reverencia varias veces. Mi euforia musical se convierte en asombro mientras miro a Zayn, los gritos, los aplausos y silbidos, aunque algo embarazosos bombean un nervioso entusiasmo por mis venas. Estoy en tal aturdimiento de excitación que Harry me tiene que arrastrar fuera del escenario.

De vuelta en la habitación con suelo de cemento, respiro profundamente mientras Louis me da un puñetazo.

—Pateaste culos, _____.

Harry me da un abrazo. Una vez más, sus labios rozan mi lóbulo mientras me dice:

—Sabía que eras capaz de hacerlo.

Una nueva euforia me golpea mientras recibo sus felicitaciones. Realidad. Acabo de actuar ante mil personas. Sobre un escenario. Con una banda de rock. Yo.

Metiendo su guitarra acústica en el maletín, Zayn sonríe. Recuerdo cómo antes de actuar me tocaba las narices. Su sonrisita me hace pensar si lo habrá hecho a propósito, pero no tengo tiempo para meditar sobre ello, ya que Niall y Vale entran corriendo por la puerta. Por supuesto, los estudiantes haciendo guardia, no serían capaces de impedirles el paso.

Vale me envuelve en un abrazo.

— ¡Eres increíble! —Da un paso atrás para dejar que se acerque Niall mientras sus ojos deambulan sobre Harry.

— ¡Has estado jodidamente impresionante! —Niall me abochorna antes de levantarme y darme volteretas. Cuando me vuelve a bajar, estoy asombrada por las miradas entrecerradas de los tres miembros de la banda. Cada uno vestido con vaqueros rasgados y diferentes tipos de camisas negras, se les ve como duros roqueros y enfadados con el ceño fruncido.

Vale rompe el silencio.

—Entonces, ¿quién está preparado para la fiesta?

*Riff: Es la introducción de guitarra, se le puede llamar como una frase musical, distinguible y que se puede repetir a lo largo de la pieza.

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In the Band Zayn Malik y Tu Adaptación