Re: Alternos. [Harry Styles, Niall Horan & tú]

por **Letswalkinthesun** Vie 27 Sep 2013, 10:20 pm

Capitulo 19.

Todo le sabia insípido, sin sabor alguno. Alejó el plato de ella con un suave movimiento y plantó la vista al vacío sin decir nada. La habían confinado junto con ______. en una misma carpa, manteniendolas con cuidados innecesarios nuevamente. Ambas les habían dicho que no hacía falta, que estaban bien y que todo lo que querían era hablar, aclarar que rayos había pasado. Sin embargo, por más que gritaron, patalearon y chillaron, les dijeron que al menos que descansaran, no harían nada al respecto. Así que allí estaban, tratando de masticar lo que era su almuerzo, aunque no tenían absolutamente nada de hambre. Lo cierto es que sí estaban, más que golpeadas, cansadas. La visión que tuvieron el día anterior, como todas las demás, les había dolido, así como dejado un leve moretón en sus muñecas, de resto, no tenían ningún daño físico. Sin embargo, tuvieron que llevarlas casi cargadas de regreso al refugio pues era como sí alguien les hubiera absorbido repentimanete toda la energía, dejándolas con un vacío extraño por dentro y los huesos molidos del cansancio. Todos discutieron sobre lo que les había pasado, sin embargo no sabían de que se trataba en realidad. Solo ellas lo sabían, y aún no hablaban completamente de ello, era confuso, pero bastante claro a la vez. Harry había dicho el día anterior que era mejor dejarlas en carpas separadas, Niall decía lo mismo y agregaba que no deberían participar en nada por unos días, la única que las apoyó fue Chayene, diciendo que no eran inválidas y que solo necesitaban un poco de descanso.
______. terminó por empujar su plato medio vacío al costado de la mesa junto con un resoplido. Miró distraidamente su pulsera naranja, la cual no se había quitado por costumbre, pero que ahora la encontraba... Extraña. María levantó la mirada hacia su amiga, ella también llevaba minutos examinando la pulsera.

- ¿Donde crees que esté la otra? -Preguntó ______., sentándose sobre sus piernas en la silla. Su tono era serio, algo que había adquirido ese mismo día.
- No lo sé. -María se llevó las manos a la cara, cubriéndola unos segundos.- Pero ellas aún no la encuentran.
- Aún. -Repitió ______. con poco ánimo.

Lo cierto es que tanto María como _______. se habían resignado a la idea de que era muy probable que nunca regresaran a su casa, que como Harry, se quedarían en ese mundo y terminarían por adaptarse a el. Era una idea que se había metido lenta, pero irreversiblemente, en sus mentes. Hasta llegaron a aceptar su destino pues habían hecho amistades allí. _______. tenía a Harry, María a Niall. Conversaban con los gemelos Daniel y Marcus diariamente, ayudaban a Chayenen en las tareas que hacia solitaria e incluso ayudaban discretamente Tyron, el cual aunque decía que se encontraba bien, a veces le dolía el día entero la cabeza o se enfermaba del estomago. Además, estaba Jack, el cual ambas querían como si fuera uno de sus hermanos. ______. extrañaba a su hermana menor, no lo decía muy a menudo, igual que María que se guardaba el hecho de que también extrañaba a su hermano menor, pero lo hacia. Le parecían años desde la última vez que habló con ella, o que discutió por cosas tontas. Sin embargo, ambas habían aprendido a guardarse eso y enfocarse en tratar de hacer la estadía de Jack un poco mejor. El chico era un encanto con todo el mundo, y aunque no podía salir en las excursiones, siempre alguien le traía algo del exterior, una flor que raras veces se encontraban, peluches quemados hasta la mitad, pequeñas cosas que él apreciaba, pues nunca había visto algo más allá de la horrible fortaleza de Merlius. Al final, se habían acostumbrado a la idea de vivir allí. Hasta que se dieron cuenta que la vida de sus padres estaba en peligro. Ellas, sus alter-egos, hablaron sobre matarlos, sobre hacerlo realmente enserio y eso era algo que _______. y María no podían permitirse. Una cosa era lidiar con ellas mismas, otras soportar que le hicieran daño a su familia. Quedarse allí sin hacer nada no era una opción.

- No entiendo para que quieren una pulsera. -Dijo María con un grito de frustración- No entiendo nada, en absoluto.
- Yo... -______. suspiró, tenía una teoría pero no la había comentado aún con nadie.- ¿Qué tal si la necesitan para quedarse allá?
- ¿Quedarse? ¿Cómo? -María se sentó en la cama, abrazando sus rodillas pero con la mirada completamente enfocada en su amiga. La pelinegra asintió.
- Tu lo viste, ellas dijeron que el tiempo era limitado. Pero, ¿Limitado para qué? -______. esperó, rogando que su amiga captara la idea. María asintió.
- Ellas tienen menos de un mes allá, lo mismo que nosotras aquí. Quizás... ¿Crees que tengan un tiempo límite antes de regresar? -Un brillo invadió los ojos de ambas.
- No, creo que es algo más. ¿Para qué quieren regresar? Eso solo significaría que nosotras regresaríamos y dudo que nos dejen regresar así como así. -_______. frunció el ceño- Creo... Creo que el tiempo límite es para cerrar el portal que nos trajo aquí, pero que necesitan...
- Necesitan algo para quedarse allá definitivamente. -Terminó María, la cual se levantó de la cama- ¿Para que quieren hacer eso?

Ambas sabían la respuesta, pero ninguna se atrevió a decirlo en voz alta pues en ese instante entró Chayene con otras dos mujeres que recogieron los platos semi-vacios de la carpa y salieron en el mismo silencio en el que entraron.

- ¿Cómo se encuentran? -Preguntó la mujer, sonriendo levemente. Chayene era dulce, más tosca con los gestos.
- Bien, en serio. -Contestó _______., devolviendole la sonrisa.- ¿Ya podemos salir de aquí?
- Oh, sí, claro. Dijimos que solo tenían que descansar un día y luego podríamos hablar, ya están todos reunidos en la carpa central.
- Vamos, entonces, mientras más rápido hablemos, mejor. -Apresuró María, jalando a su amiga con un brazo y a Chayene con el otro.

Cuando entraron a la carpa no se encontraban los gemelos, solamente estaban Harry, Niall y Chayene la cual se sentó sobre una mesa y mordisqueó distraídamente su almuerzo, el cual apenas estaba tocado. Los chicos enseguida les cayeron encima, preguntándoles que tal se sentían como estaban, si habían comido, que aquello y que lo otro. María y _______. se los sacudieron con rapidez diciéndoles que estaban bien, que ya no estaban cansadas y que por el amor a dios, dejaran de tratarlas comos bebés. Los chicos no se quejaron y por el contrario se sentaron nuevamente, dispuestos a escucharlas.

- ¿Qué les pasó el otro día? -Preguntó Niall, paseando la mirada de una a la otra.- No es la primera vez que pasa, ¿Cierto?
- Les sucedió también el día en que fuimos a buscar a la hija de Tyron. -Siguió Harry, acordándose del incidente- ¿Saben de que se trata o...?

Ambas se miraron sin saber muy bien como explicarles de que iba todo aquello, era algo que ellas apenas comenzaban a entender. ¿Cómo les explicarían que podían ver lo que sucedía de regreso en su mundo? Era frustrante no saber como expresarlo y les tomó un par de minutos hasta que por fin, María tomó la palabra.

- Nos ha sucedido unas... Cuatro veces. -Dijo, con la voz temblorosa. Carraspeó la garganta- Es como vernos a nosotras, lucimos exactamente iguales, pero hay algo...
- Algo que nos dice que no somos nosotras. -Continúo ______.- Cuando llegamos aquí, Harry no explicó que nuestros Alte-egos habían abierto algo... Una cosa que nos trajo aquí y a ellas allá.
- Un portal. -Murmuró Harry antes de girarse hacia Niall- Igual al que me trajo aquí.
- ¿Tu también puedes ver lo que hace tu... Tu otro yo? -Preguntó el rubio, haciendo su mejor esfuerzo por comprender todo. Harry negó con la cabeza.
- Nunca.

La mirada de ambos expresaba confusión, especialmente la de Harry, pues el castaño jamás había tenido ese tipo de visiones, aunque muchas veces deseó saber que hacia su "otro yo" de regreso en su mundo real. María soltó un suspiro, ______. también, pues tenían la leve esperanza de que Harry las entendería. La pelinegra continúo.

- Ellas están buscando algo... Al principio no sabíamos que era, pero ahora sí. -_______. mostró la pulsera naranja en su muñeca.- Quieren ésto.
- Ya tienen una, pero les falta la mía. La gemela de la que yo tengo. -Explicó María, mostrando la suya.

Procedieron a explicarles su pequeña teoría sobre porqué podrían necesitar la pulsera, sobre lo que habían dicho de matar a sus padres lo más pronto que pudieran. Les hablaron que quizás necesitaban las pulseras para cerrar el portal definitivamente, dejándolas en sus mundos equivocados. Les contaron detalladamente cada una de las visiones, pues Niall insistió en que era relevante saber todo lo que ellas habían visto. Repasaron sus visiones una y otra vez, luego escucharon la historia de como Harry había termino allí, hicieron conjeturas de porque Harry nunca había tenido ese tipo de visiones. Luego de quince minutos de debatirse no habían llegado a nada.

- Lo que no entendemos es para qué quieren quedarse allá. -Dijo María, encogiéndose de hombros.
- Pensamos que quizás quieren cerrar el portal y que para eso necesitan encontrar nuestras dos pulseras... -_____. iba a proseguir pero Niall la detuvo. El rubo había estado increiblemente callado hasta ese momento, solo escuchando, pero ahora tenía algo que decir.
- No es así. -El rubio tenía una expresión seria, como sí estuviera haciendo esfuerzos exorbitantes para expresar lo que sentía- Sí necesitan la pulsera, pero no para cerrar el portal, no definitivamente. Piénselo ¿Por qué Harry nunca tuvo esas visiones? ¿Por qué no se debilitó? -Todos se callaron; no sabían la respuesta.- Porque no son lo mismo. El alter-ego de Harry, es como yo, como Chayenne, como Daniel, un humano. Pero ¿Los de ustedes? No.
- ¿Qué quieres decir? -Preguntó lentamente _______.

Niall se levantó de su asiento, la mirada azul cielo le brillaba como agua cristalina bajo el sol.

- Hace años, cuando ya Merlius se había apoderado de todo, los niños empezaron a desaparecer. -Empezó, hablando lentamente- Todo niño recién nacido era matriculado en La fortaleza y era llevado allí, se lo quitaban a las madres, incluso a los bebés que ya habían cumplido hasta los dos años. Los niños desaparecieron, y las mujeres ya no querían tener más. Yo tenía unos... Siete años cuando eso pasó, creo. Allí fue cuando todo empezó a decaer. Ya esto estaba hecho un desastre, bombardeaban a todas horas, corrían a las personas de sus hogares, algunos huían al campo, pero la mayoría nos quedamos. Algunos se ofrecían a trabajar para Merlius antes de cumplir la edad obligatoria a los quince. Empezaron a correr rumores de que Merlius tenía un portal abierto, el único portal libre de éste lugar, en su fortaleza, y que de allí sacaba lo necesario para hacer experimentos a los niños. Todos sabíamos que él buscaba crear super humanos, niños con poderes psíquicos o físicos, pero ninguno sobrevivió. Solo se supieron de dos sobrevivientes, se murmuraba que habían dos más, pero nunca se supo de verdad y ellas se volvieron las más conocidas, unas niñas de dos años que Merlius presentó al mundo como sus hijas. Nadie las veía porque no salían de la fortaleza, pero se empezó a correr el rumor que tenían poderes, que movían cosas, que eran más fuertes e inteligentes, decían que había algo en ellas que no era completamente humano. Que no se alimentaban de comida, ni siquiera de sangre. -Niall hizo una pausa y continúo.- Las hijas de Merlius crecieron, pero se decía que eran tan peligrosas que incluso él las encerró, alejándolas de su poder. Hasta que desaparecieron unos dos años atrás. Todo el mundo lo supo pues la ira de Merlius se hizo aún peor: Había perdido a sus dos hijas, a sus dos superhumanas, a sus creaciones perfectas. -Fijó la mirada en ellas, con una expresión profunda en sus ojos- Yo las vi una sola vez porque ya había empezado a trabajar para Merlius. A veces llevaban el cabello rojo, otras negro, de colores, pues según su padre, podían cambiar su aspecto. Pasé dos minutos con ellas, solo dos, y sentí que toda mi energía, toda mi voluntad, era chupada por algo en la habitación, pero en cuando salí de allí, todo regresó a mi. Yo creo; no, yo sé para que necesitan encontrar esas pulseras. Ellas necesitan alimentarse de los sentimientos, de la energía de alguien... Y como cambiaron lugares con ustedes, es su energía la que quieren.
- ¿Pero, para qué? -Preguntó María, aún encajando todas las piezas del rompecabezas.
- Para vengarse de su padre y de todos los que las llamaron monstruos. -Dijo Harry con voz lenta y seria.- No se quieren quedar allá, quieren ser las únicas dueñas del portal, ¿No lo entienden? Sí ellas tienen el poder y no Merlius, terminaremos mucho peor. Ellas tienen más poder que ustedes, que nosotros, y si ellas no quieren, ustedes no regresan, al menos que encontremos esa condenada pulsera y se la quitemos. -Harry observó que ______. hizo ahínco en quitarse la pulsera pero negó con la cabeza- La pulsera es solo algo físico, si te la quitas o no, igual te chuparan la energía con cada visión que tengas. Es solo un símbolo, uno que casualemente ellas saben que representa su amistad, y eso incluye miles de emociones de las que se pueden alimentar. Sin la pulsera, su fuente de energía se agotará, ellas no pueden tomar la energía de allá, pues saben que alteraría el tiempo y el espacio y las mandarían de regreso aquí sin obtener lo que buscan.

Ahora todo cuadraba, todo tenía sentido. Ellas tenían tiempo limitado para abastecerse con la energía de _______. y María, para hacerse con el portal y con ambas dimensiones. Solo necesitaban la pulsera, solo eso para lograr lo que necesitaban. La idea las aterró incluso más de lo que pensaban, al punto en que casi se derrumban al suelo al llorar. Se encontraban ante un abismo que no sabían como enfrentar. Ninguno había hablado, todos se sentían inmensamente derrotados hasta que Chayene habló.

- Bueno, es obvio lo que tenemos que hacer. -Dijo, con un tono limpio y claro.- Hay que ir a la fortaleza y encontrar ese portal mientras esté abierto.

por Invitado Sáb 28 Sep 2013, 12:47 pm

Ame el capítulo
ahora entiendo todo
con más claridad
Pero las dudas siguen aunque se que pronto se solucionarán
Siguela cuando puedas linda
Te amo a ti y a tu novela
Besos y brazos apachurrables

por Invitado Sáb 28 Sep 2013, 1:32 pm

Nia! e vuelto, me estoy poniendo al dia! seguiré cuando vuelva, gracias por escribir así! leer está siendo mi terapia :) love you!

por **isabellita102** Sáb 28 Sep 2013, 9:43 pm

HOLIS AMO CADA DIA MAS TU NOVE
ES TAN INTRIGANTE ME TIENE ATRAPADA
JEJEJEJ SIGUELA PRONTO PLEASE
ME ENCANTA
:aah:

por **LilyStyles** Dom 29 Sep 2013, 9:27 am

hola
entonces las otras no son humanas
uuuuhhh
cada dia tu nove me gusta mas
siguela pronto please

:bye:

por **Letswalkinthesun** Dom 29 Sep 2013, 7:35 pm

¡Hoolis María! Ajahsjsh, que bueno que te halla gustado el capítulo Alternos. [Harry Styles, Niall Horan & tú] - Página 6 1857533193

Ohoh, si, ya verás que pronto se aclararan tus dudas!
Muchas gracias por leer, en serio, es muy genial que te guste tanto la novela :D!
Dentro de unos minutitos subo el siguiente capítulo n_n.
Love you too!
Besooos.
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Roooooooooci<3. Aw, que bueno que estás de regreso. ¡Me alegra mucho que te guste la novela! En serio, love you, gracias por leer :D
------------------.
¡Hoooolis Isabelita! Omg, muchas muchas gracias<3. Que genial que te guste tanto la novela, de verdad, me alegra un montón :D.
Dentro de unos minutitos la sigo!
---------------.
Hooola Lily!
ajshsj exacto, ya luego sabrás más sobre ellas! Omg, que bueno que te guste la novela, muchísimas gracias por leer<3.
La seguiré dentro de unos minutos :D
Besooos.

por **Letswalkinthesun** Dom 29 Sep 2013, 9:19 pm

Capitulo 20.

You're a little late, i'm alredy torn. Esas mismas palabras se repetían una y otra vez en la mente de María, la cual las tarareó distraídamente. No, no lo hizo por distracción, lo hizo a propósito. Su mente era un remolino de ideas, de tragedias y de nervios en ese momento, un remolino en el cual no quería entrar. Estaban a punto de salir en lo que probablemente será la excursión más grande que halla tenido desde que llegaron a ese lugar, estaban arriesgando sus propias vidas y la de los demás por intentar vencer algo que no sabían si podía ser vencido. Era probable que no encontraran el portal, así como que los emboscaran dentro de la fortaleza. Había tanto que podía salir mal, tanto que planear y por lo que preocuparse. Y ella estaba allí, sentada en uno de los escalones camino a la salida murmurando una vieja canción. ________. abrió la puerta que daba hacia ese oscuro pasillo y entró con calma. Los demás aún seguían hablando en la carpa roja, terminando de empacar, pero ella notó la falta de su mejor amiga en el lugar y había salido a buscarla. La pelinegra no había dicho nada, pero se encontraba incluso aún más nerviosa que María, pero así era como ellas funcionaban. Cuando una de las dos estaba débil, nerviosa o triste, la otra colocaba su mejor expresión y la ayudaba. Era su manera de apoyarse una a la otra, de mantenerse unidas pasara lo que pasara. Más de una vez María estuvo allí para calmarla, para ser su roca cuando ella había perdido la razón y la esperanza, ahora era el turno de ______. de ser la roca de su amiga. Subió hasta el escalón donde estaba sentada y se deslizó al lado de María. Reconoció la canción que estaba cantando y la abrazó.

- Vamos a salir bien. -Dijo, logrando que María dejara de murmurar.- Todos vamos a entrar y salir de allí vivos.
- Es solo que... -María suspiró y recostó la cabeza en el hombro de _______.- Estamos arriesgando vidas, ______., vidas de verdad. ¿Por qué quieren hacer ésto por nosotras?
- No es solo por nosotras. Ellos también tienen mucho que perder sino lo hacen. -La pelinegra negó con la cabeza- Vale, tenemos mucho peso en nuestros hombros, ¿Pero, y qué? Hemos pasado por tanto que ésto debería ser fácil.
- Demasiado para una vida entera, diría yo. -María se pasó las manos por el rostro y sonrió.- Solo quería intentar recordar las canciones, ¿Sabes? Para sentir algo real en todo esto.
- María, todo va a estar bien. -Le aseguró nuevamente ________., esta vez con una sonrisa.

María sonrió, su amiga tenía razón. En pocos minutos saldrían a la excursión más importante hasta el momento y no valía la pena cruzar la puerta hacia el sol sin un poco de esperanza, después de todo, dependían de ella. Abrazó a su mejor amiga, agradeciéndole por no dejarla sola.
La puerta se abrió nuevamente y Niall entró de primero, seguido por Harry, los gemelos, Chayene y Tyron. Todos, incluidas ellas, llevaban bolso más ligeros que los que solían llevar cargados con armas de las cuales ni María ni ________. tenían la más mínima idea de que poseían, hasta que Daniel explicó divertidamente que Niall las había traficado alrededor de los años, solo que nunca habían tenido tiempo para usarla. Solo el bolso de Chayene llevaba los pocos cuidados médicos que pensaron que podían necesitar, y Marcus llevaba diez barras energéticas entre sus armas.

- Bien, ¿Estamos listos? -Preguntó Harry mientras empezaban a subir en paso rítmico las escaleras.
- Sí. -Respondieron todos al unísono.
- ¿Armas, barras, vendas y cuidados intensivos? -Esta vez fue Niall, que ladeó levemente la cabeza para mirar a su grupo mientras subían las escaleras.
- Tenemos todo, ahora suban, hace calor aquí. -Murmuró Daniel, apresurándolos.

Niall abrió la cerradura de hierro de la puerta que daba a la calle y esperó a que todos salieran a la luz del sol que apenas empezaba a ponerse en el cielo. Salieron uno por uno como pequeñas hormigas, respirando aire fresco, libre de humo o destrucción. Las chicas iban a salir cuando el rubio las detuvo levemente por el brazo.

- Esperen un segundo, por favor. -Les pidió, cerrando la puerta detrás de ellas nuevamente.

El aire les pegó levemente en las mejillas, refrescandolas un par de segundos. Los demás ya habían cruzado el callejón y se encontraban por la fuente, dedicándose a hablar distraidamente mientras los esperaban. Niall les hizo señas para que se acercaran un poco más a él.

- ¿Pasa algo? -Preguntó _______., acercándose lentamente.
- No más malas noticias, por favor... -Pidió María. Niall negó con la cabeza.
- No son malas noticias, cálmense Quería darles ésto. -Hurgó en su bolso hasta que sacó dos collares de cadena delgada y plateada con un dije en forma ovalada, de un color rubí oscuro en el centro y repleto de pequeños filamentos plateados que le pasaban por arriba, envolviéndolo hasta solo dejar el centro descubierto.- Los rescate hace unos años de la fortaleza de Merlius y pensé que es mejor si lo tienen ustedes. Como un recordatorio de éste lugar.
- Niall, no nos vamos a morir, ni ustedes tampoco. -Respondió _______. lentamente pero nuevamente Niall negó con la cabeza.
- Ya sé, considérenlo como... Como un amuleto, para la suerte, por así decirlo. -Dijo con una de esas sonrisas livianas y miradas profundas. Se los colocó rápidamente a ambas con cuidado.- Listo, es mejor que sigamos.
- Gracias, Niall. -Dijeron las dos, acariciando levemente el collar ahora bajo sus camisas.

El rubio sonrió y no agregó nada más. ________. dio media vuelta, ya saliendo del callejón para reunirse con los demás, sin mencionar nada del amuleto. _______. estaba haciendo lo mismo cuando Niall la jaló nuevamente del brazo y sin decir más, la besó. Fue un beso lento, cuidadoso, lleno de sentimientos que ninguno de los dos se atrevía a decir. Cuando se alejó, Niall sonrió.

- No podía dejarte ir sin hacerlo. -Fue todo lo que dijo antes de reanudar la caminata.

María tampoco dijo nada, se limitó a estirar la mano y estrechar la de Niall junto con la suya, caminando junto con el resto del grupo que también se había puesto en marcha. No había nada que agregar, aún quedaba mucho camino por delante de ellos.

________. observó la pared que se erguía ante ella, insegura de si misma. Todos ya habían pasado sin ningún problema de la misma forma y se encontraban ahora dentro de los pasillos de la fortaleza, pero ella aún se encontraba en tierra fija. Harry la miró desde arriba, era la cuarta vez que le pedía que por favor subiera. La pelinegra le tenía terror a las alturas, uno profundo, y la idea de tener que subir por una pared de tanta altura ayudaba solo por unos guantes especiales, no le gustaba. Sin embargo, no podía pasar más tiempo allí, pues entre más pasara a vista descubierta, más ponía en riesgo toda la expedición. Se armó de valor y empezó a subir. El guante hacia un pequeño vibramiento bajo su mano en cada paso que daba. Cada vez se encontraba más y más cerca del borde de la pared. Harry la miraba con la mano extendida, esperando para que estuviera lo suficientemente cerca y ayudarla. Ya estaba tan cerca, tan cerca... Pero su guante derecho resbaló por la pared. Soltó un grito, aferrándose nuevamente.

- ______... -Harry extendió lo más que pudo su brazo- Agárrate de mi, vamos, ya estás cerca.

La pelinegra hizo un último esfuerzo, estiró la mano sin atreverse a mirar abajo y entonces las manos de Harry la sujetaron, jalándola hacia adelante. Se ayudó con las piernas, subiendo el pequeño muro de la pared y cayó nuevamente en tierra fija. Su rostro estaba pálido, pero ella estaba bien. Todos las demás la miraron, sin reprocharle el miedo, pues no era fácil.

- ¿Estás bien? -Preguntó Chayene, adelantandose a los demás.
- Sí, si. -Respondió _______., apoyándose en Harry.
- Vale, hay que seguir, no podemos quedarnos aquí, pueden vernos. -Respondió Niall, deslizándose por una puerta lateral.

_______. asintió y se despegó del agarre de Harry antes de devolverle los guantes para que el castaño los guardara en el bolso.

- ¿Segura que estás bien? -Preguntó él, acariciando levemente su mejilla.
- Harry, acabo de escalar una pared por primera vez en mi vida, estoy muerta de miedo, pero estoy bien. Sigamos. -Le aseguró la pelinegra con una sonrisa.

Se adentraron por un pasillo angosto, color durazno que ellas nunca habían visto, pero por la facilidad con la que el resto del grupo recorrió el sitio, se dieron cuenta que ellos sí habían estado allí antes. María y _______. se mantenían juntas, pegadas a los pasos de Niall y Harry. Atravesaron el pasillo para desembocar en la familiar rotonda color blanco, doblaron en el primer pasillo a la izquierda, caminando silenciosamente hasta que se toparon con una puerta bastante sencilla color negro. Se detuvieron ante ella, pero antes de que _______. tuviera tiempo de preguntar, Tyron sacó un pequeño aparato redondo como un balón, abrió la puerta y lo tiró. Un suave pito resonó en los oídos de todos por tres segundos antes de que el hombre calvo abriera la puerta.

- Vamos, solo duran cuatro minutos. -Apresuró, saliendo él primero.
- ¿Qué dura cuatro minutos? -Preguntó María al rubio, pues aparte de _______. y ella, todos parecían saber de que hablaba Tyron.
- Cortinas de invisibilidad. No duran mucho y solo cubren un par de metros, pero sirven. -Respondió Niall, caminando a paso rápido.

Salieron a lo que parecía una biblioteca, amplía y repleta de libros del piso hasta el techo. ¿En ese lugar apreciaban la lectura? se preguntó la castaña mientras corrían por la habitación completamente vacía un desperdicio de las cortinas de invisibilidad. Ella no se pudo imaginar a Merlius leyendo, a nadie de allí, en realidad. Se detuvieron nuevamente ante la doble puerta de la biblioteca. La tensión del grupo se podía palpar en el aire; nunca habían sido tan cuidadosos estando allí, pero ahora había demasiado en juego. Cada uno en ese grupo estaba arriesgando algo, todos tenían miedo de lo desconocido, más no lo decían. Harry sacó un par de bombas de gas del bolso y se las pasó a los gemelos antes de hablar.

- Cuando salgamos allá, estaremos en el patio central. Las bombas causaran distracción, pero no podemos confiarnos. Tenemos que mantenernos juntos. -Allí estaba otra vez: Su voz ronca y profunda que le otorgaba un tono serio, como si tuviera más años de los que en realidad poseía.- Tenemos una idea de donde está el portal, así que no se despeguen de Niall y de mi, ¿Entendido?

Todos asintieron con la cabeza, incapaces de hablar, la tensión era demasiada. Niall alzó la mano derecha en modo de seña, en ese preciso momento los gemelos abrieron las puertas de la biblioteca y activaron las bombas, que esparcieron el gas sin el más mínimo ruido. El corazón les bombeaba a ambas en el pecho al punto que creyeron que se saldría de su cuerpo. Respiraron profundo y salieron disparadas de la habitación, preparadas para batallar con el ejercito de personas que seguramente les esperaba detrás de esas puertas. Cuando salieron lo primero que les asestó fue el olor a gas, seguido de tos. Ellas no estaban acostumbradas a guiarse a través del humo. Una mano atajó la de _______. entre la confusión, la chica apenas lo veía pero reconoció a Harry.

- Agarra a María, vamos. -Murmuró.

________. hizo caso y estiró la mano para coger la mano de su amiga que estaba justo a su lado. Ambas se dejaron guiar por Harry a través de la confusión, podían escuchar las voces de Niall, Tyron, Chayene y los gemelos, más no las podían ubicar. Había algo que se sentía fuera de lugar en todo aquello, algo que se sentía extraño, diferente. No lo pudieron notar hasta que se resguardaron en las barandas del segundo piso y echaron un vistazo hacia abajo: No había nadie. Ni una sola alma vagaba por el patio central, nadie, absolutamente nadie. María miró a su alrededor; estaban todos menos Niall.

- ¿Donde están...? -Empezó pero la aparición del rubio sano y salvo la hizo repetir la pregunta- ¿Donde están todos?
- ¿Se fueron, estamos solos? -Preguntó Chayene.

Niall tomó una bocanada de aire, recuperando la respiración antes de responder a los dos preguntas y a los ojos expectativos de todos. Negó con la cabeza.

- Me acerqué hasta el salón principal, están todos allí. Absolutamente todos, incluso Merlius. Están teniendo algún tipo de reunión, no sé cuando durará, pero nos da tiempo, es mejor que nos movamos rápido. Tenemos algo de ventaja. -Dijo, sonriendo de medio lado.
- ¿Pero hacia donde? No tenemos idea de donde está el portal. Podría estar en cualquier habitación. -Dijo Daniel, cansado.
- Nosotros tenemos una idea. -Esta vez fue Harry el que habló.- Pensamos que el portal está en la habitación de Merlius.
- ¿Hacia donde queda? -Preguntó María con el corazón subiéndole por la garganta.
- Vamos. -Se limitó a decir el castaño.

Pensaron que tendrían que recorrer otra serie de pasillos y pasadizos lejanos y complicados, sin embargo, la habitación solo se encontraba a tres puertas de donde estaban. Se diferenciaba a leguas del resto. La puerta era doble, hecha con madera de caoba oscurecida y dos largas manillas color morado chillón como varias de las habitaciones. Niall se acercó y jaló ambas puertas, María y _______. pensaron que podría estar cerrada, pero fue obvio que Merlius confiaba ciegamente en sus empleados, pues no mantenía las puertas de su habitación con llave. Les dio señal de que entraran y todos obedecieron.
_______. y María sintieron que el aire les fue succionado de los pulmones cuando le dieron el primer vistazo a la habitación. Era gigante, descomunal de hecho, un poco más grande que la biblioteca. Las paredes eran de un color mostaza con salpicaduras de color azul oscuro y morado junto a la cama, que era redonda y en donde fácilmente podrían caber diez personas. Además de eso, contenía varios muebles hermosos, un escritorio sin nada arriba o en los cajones, un aparato que reproducía una imagen cambiante de lo que es y era ese mundo, vacilando entre edificios futuristas de color plateado y blanco, casas exorbitantes y la destrucción que era todo en esos días, así como un cuadro gigante con una cabaña pintada en el. Todos se quedaron paralizados sin saber que hacer menos Harry y Niall.

- ¿Qué esperan? Hay que buscar el portal. -Los apresuró Harry.- Tiene que estar aquí, griten si lo ven.

Todos se pusieron a merodear la habitación, revisando en todos los lugares posibles, incluso debajo de la cama. Los gemelos se acercaron al baño, recorriendolo de punta a punta, mientras ellas se adentraron en el closet, desordenandolo completamente, era gigante, pero no había ningún portal allí. Los chicos movieron todo el lugar, incluso la cama, con la esperanza de encontrar algo allí, más no había absolutamente nada. En menos de quince minutos, todo estaba registrado y no había ningún portal. El alma se les cayó al suelo.

- Quizás no esté aquí, quizás nos equivocamos. -Murmuró Niall, dejando de merodear la cama.
- ¿En donde más puede estar? -Preguntó Harry, igual de desilusionado.

_______. alzó un grito cuando sin querer, tumbó por completo el gran cuadro colgado desde la pared hasta el piso. El cuadro hizo un estruendo que los sobresaltó a todos, sin embargo, no fue eso lo que hizo que todos miraran con ojos desorbitados a la pelinegra. _______. no entendía porque todos la miraban, ellos también habían hecho desastres en el lugar, hasta que se giró. Una puerta circular, pequeña, apenas un poco más alta que ella se fundía con la pared, irradiando un suave brillo azulado. El portal.
Todos se acercaron lentamente, observándolo sin atrever a tocarlo.

- ¿Este es? -Preguntó María, situándose junto a su amiga.
- En vivo y directo. -Murmuró Niall en tono bajo.
- Es hora de... -Pero Harry no pudo terminar su frase.

Un grito desgarró el aire de repente, tanto que se les hizo difícil reconocer de donde salía. El grito estaba cargado de dolor, uno que penetró en la memoria de las chicas profundamente. Se giraron en seco, todos con la adrenalina disparada por sus venas como un caballo de carreras. Apenas pudieron comprender lo que acaba de pasar antes de que la guerra se desatara en esa misma habitación. Unos hombres de Merlius, vestidos con ese mañoso uniforme azul claro habían entrado en la habitación, apenas eran tres, pero la maldad en sus rostro brillaba, uno bajaba una ballesta, sonriendo de medio lado. María miró a un costado de la cama movida y lo vio: Habían disparado a Tyron. La conmoción duró apenas tres segundos, pero a ellas les pareció una eternidad hasta que Marcus soltó un rugido, lanzándose hacia adelante.

- Bastardos. -Gritó, abalanzándose sobre uno de los hombres.

Todo sucedió rápido y paralizado por el tiempo a la vez. Marcus derribó a uno de los hombres con un golpe limpio en la mandíbula y se encontraba sobre él, pegandole encolerizado. Su gemelo, Daniel, salió disparado con arma en mano cuando se percató que el otro hombre pretendía derribar a su hermano y pronto ambos forcejaban, gritando y asestándose golpes. Niall salió disparado al otro hombre, el mismo que había derribado a Tyron cuando éste se preparaba para apuntarla a Chayene, el rubio corrió, pero para cuando alcanzó al hombre la flecha ya había salido disparada. La mujer se movió pero terminó hiriéndole en la pierna. Harry soltó una maldición, sacó rápidamente un arma de su bolso y le disparó al hombre directamente en la rodilla. No hubo gritos, solo una redención silenciosa. El alboroto, los gritos, los golpes, la sangre que manaba de Tyron y Chayene, todo era demasiado. María salió corriendo hacia Tyron mientras _______. ayudó a Cheyene, sacándola la flecha semi incrustada.

- Tyron... Por favor, no te mueras, no te mueras. -Murmuró María, intentando acomodarlo lo mejor que podía. La flecha estaba demasiado incrustada en su pecho.- Por favor, por favor. ¡Niall, Harry! Alguien...

El hombre cabeceó levemente, dando señales de que aún le quedaba un hilo de vida entre las manos. María no sabía que hacer, el hombre perdía demasiada sangre, estaba pálido y el brillo de sus ojos desaparecía lentamente. Miró hacia un lado, pero _______. estaba ocupada intentando retener la herida de Chayene. La pelinegra se rasgó la manga de su camisa e hizo el mejor torniquete de pudo, evitando que la sangre siguiera manando de la herida de la mujer la cual sonrió.

- Yo estoy bien, ve con Tyron, no dejes que se muera. -Dijo Chayene, dándole un empujón a _______.

_______. aterrizó en el suelo a paso rápido junto a María la cual lo único que había logrado hacer por Tyron era acomodarlo sobre sus piernas. No tenía caso, la flecha le había dado directamente en el corazón y se estaba muriendo, allí en sus brazos. María empezó a llorar, sintiendo como la vida de alguien más se le escapaba entre las manos. _______. también lo pudo sentir: La impotencia, el dolor, la injusticia. Atrapó la mano de su amiga y en la otra la de Tyron, el cual murmuraba una y otra vez el nombre de Lily; su hija.

- Ve con ella, Tyron. No sufras más... -Murmuró la pelinegra, seguida de María.

Los ojos de Tyron se cerraron lentamente y dejó de respirar. La castaña sintió como su peso se relajaba sobre sus piernas, el cuerpo sin vida de un hombre valiente. Pero no tuvieron tiempo de llorar, de reaccionar, de hacer algo pues los gemelos habían logrado golpear hasta el desmayo a uno de los hombres, pero el otro había logrado escapar, gritando que había intrusos en el lugar. Ambas miraron rápidamente el panorama. Había sangre en el suelo, los gemelos igualo que Harry y Niall lucían cortes y moretones en los brazos, pero se encontraban vivos. Niall se apresuró a presionar varios puntos de la puerta antes de abrir el portal. Un brillo azul invadió rápidamente la habitación, un destello rápido y lleno de hermosura.

- ¡Vamos, entren, ya! -Gritaba, manteniendo la puerta abierta.

Pero ellas fueron incapaces de moverse, estaban en shock. No pudieron producir movimiento hasta que escucharon el sonido de gritos y pasos a los lejos: Venían por ellos. _______. se levantó y tuvo que jalar fuertemente a su amiga del brazo para que dejara a Tyron y se levantara. Las piernas les temblaban, los músculos les dolían y sentían que en cualquier momento se derrumbarían a llorar.

- Ya está programado para su dimensión, su mundo, pero tienen que pensar en ello. El portal las enviará directamente allí. -Dijo Niall, mirándolas detenidamente- Solo tienen veinticuatro horas exactas, cuando se cumplan la energía del portal las jalará de regreso. Y por nada del mundo dejen verse por alguien conocido, no pueden cambiar el tiempo o el espacio, ¿Entendido?

________. iba a responder pero Harry se había levantando ante el aproximamiento del peligro inminente.

- Huyan, nosotros haremos lo mismo. Y cuídense, por favor. -Les pidió mirándolas detenidamente- Y _____....
- ¿Qué? -Preguntó con voz temblorosa la pelinegra.

Pero Harry no le respondió, no con palabras. La tomó del rostro suavemente y la besó de lleno en los labios. El mundo desapareció para ellos dos en ese preciso instante. Solo podían sentirse uno al otro, el amor de ellos hablando en ese silencioso beso. _______. sintió como Harry le sonrío sobre sus labios antes de despegarla de él y antes de que pudiera decir nada, la empujó junto con María hacia el portal.
Un peso les aplastó el pecho, quitándoles la respiración y anudándoles la visión. Se sentía como si cayeran, con el vacío apoderándose de sus estómagos. Algo las sacudió en ese torbellino de oscuridad y pronto sintieron un peso bajo ellas, dejándolas respirar. Apenas tuvieron tiempo de asimilarlo: Estaban en su mundo.

por **isabellita102** Dom 29 Sep 2013, 10:39 pm

omg regresarona su mundo
:gasp:
y Harry y la rayis Niall y Maria ahhhhh el amor
siguela pronto please

por Invitado Lun 30 Sep 2013, 7:42 pm

Ya regresaron a su mundo Alternos. [Harry Styles, Niall Horan & tú] - Página 6 1857533193

Pero que pasara con niall y harry?
Tyron murió noooo pobre
Siguela cuando puedas linda
Amo tu novela
Besos y abrazos
TQM

por **Letswalkinthesun** Mar 01 Oct 2013, 6:39 pm

¡Holis Chicas! El capítulo de hoy lo voy a dividir en dos partes porque es un tanto largo, so, hoy subiré la primera parte y luego mañana la segunda.
Muchas gracias por leer.
----------------------.
Hooolis Isabelita!
ajshsjsh ohoh, veo que el cap te gustó! Omg, que bueno que así fue :D.
Muchas gracias por leer, en serio!
Dentro de unos minutitos subo el siguiente capítulo.
----------------.
JAJAJA, SI YA REGRESARON :D.
Ahhh, no te puedo deecir, pero don't worry ya lo leerás!
Aw, MUCHAS GRACIAS MARIA Alternos. [Harry Styles, Niall Horan & tú] - Página 6 1857533193

de verdad es muy genial que te guste la novela, gracias por leer<3.
Dentro de unos minutos subiré el cap.
Beeesos y abrazos apurruchables, love you<3.

por **Letswalkinthesun** Mar 01 Oct 2013, 8:58 pm

Capitulo 21.

El ruido las aturdió, desubicándolas de inmediato. Había demasiado ruido, demasiada bulla entrando a sus oídos, desconcertándolas. Voces, música, bocinas, pasos, motores, todo se unía en un solo sonido. Les costaba respirar, así como levantarse del suelo, sus pulmones chillaban por el maltrato sufrido debido la falta momentánea de suministro de aire, sus huesos les dolían como la primera vez que traspasaron la barrera entre los dos mundos. Viajar por un portal no era fácil, ni siquiera para lo más experimentados en el asunto, una falla o sobre carga de energía en el mismo y podría haberlas matado con la cantidad de presión; con todo, habían logrado aterrizar con suavidad de alguna manera. María se incorporó lentamente, sacudiéndose la tierra del pantalón y la camisa con las manos. Tosió un par de veces y tomó largas bocanadas de aire hasta recuperar su respiración normal. ________. se colocó de pie con calma, intentando no marearse en el intento, sentía que una parte de ella aún no se acostumbraba a la oscuridad que las embargaba. Tosió espasmódicamente para luego hacer lo mismo que María y respirar con largas bocanadas. Ambas se tenían un aspecto pésimo. Sus cabellos estaban alborotados, las ropas sucias y llenas de sangre que no eran suyas, los rostros sucios y con leves moretones, definitivamente no inspiraba confianza alguna. Las chicas tomaron un segundo para comprender todo lo que había sucedió en menos de diez minutos. Habían sido empujadas al portal, succionadas por el mismo en un torbellino de peso invisible y habían caído sobre tierra húmeda sin hacerse mucho daño, en resumen: Estaban de regreso en su mundo.

- ¿Estás bien? -Preguntó María, caminando dos pasos hasta detenerse junto a su amiga.
- Sí, no tengo nada roto. ¿Y tú? -_______. giró el rostro, mirando a su amiga. La castaña asintió.

No pudieron evitar sonreír. Ambas sabían perfectamente que su estadía allí era limitada, que solamente tenían veinticuatro horas para lograr su objetivo antes de que fueran arrastradas de regreso a un mundo al que no pertenecían, pero estar allí, en un ambiente que conocían, que les era familiar; eso se sentía agradable. Echaron un rápido vistazo a donde habían caído. Al principio se les hizo bastante difícil reconocerlo hasta que, después de un par de minutos, se percataron que habían aterrizado al pie de la montaña que bordeaba el instituto, lo suficientemente arriba para poder observar el techo del mismo. Estaba oscuro, pero los faroles de las calles iluminaban lo suficiente para ver la calle. El ruido las había aturdido en un principio, pues tenían bastante tiempo sin escuchar el motor de un auto, música o el rugido de una moto; pero sus oídos se acostumbraron rápidamente, atrapando todos los sonidos como algo secundario, sin molestarles.

- Necesitamos ver la hora. -Soltó María de repente, cayendo en cuenta de que cada segundo que pasaban quietas, era un segundo perdido.- ¿Cuanto tiempo dijo Niall que tenemos?
- Veinticuatro horas, ni más ni menos. -_______. asintió con la cabeza- Hay que bajar.
- Bajemos.

Caminaron con paso rápido y seguro por el pequeño sendero que las dejaba a la orilla de la calle, justo en la esquina del Instituto. Los autos pasaban sin siquiera detenerse a preguntar por su extraña apariencia, la gente caminaba rápido, tal como ambas estaban acostumbradas a ver. Absolutamente nada había cambiando allí. María tomó la delantera, estaban tan cerca de su casa que podía sentirla bajo la piel. Su pequeño edificio color rojo ladrillo con balcones azul oscuro la esperaba justo detrás del gran árbol que rodeaba la esquina. Unos cuantos pasos y estarían de regreso en un ambiente familiar, vería su hermano, a su mamá, a su papá, le pediría un aventón y dejarían a _______. en su casa. Solo unos pasos más... Pero ______. la detuvo, jalándola tan repentinamente y con tanta fuerza que estuvo a punto de caer sobre su trasero en el frío cemento de la calle. María se detuvo, mirándola con ojos desorbitados.

- ¡¿Por qué me detienes?! -Gritó, soltándose de su agarre- ¿No ves que estamos cerca? Podemos llegar a mi casa.

_______. la miró, pensó en pegarle una cachetada para hacer que se calmase, pero sabía que eso solo lograría que su amiga se negara a la situación. Se limitó a mirarla aún agarrándola del brazo sin decir nada. María se calmó poco a poco hasta que lo comprendió.

- No podemos interrumpir las vidas de nadie aquí que nos conozca, o nos jalan de regreso por alterar el orden. -______. habló con calma y señaló su edificio- Además, ¿Qué pretendes hacer? Es muy probable que tu familia esté allí, compartiendo con la que crees que eres tú. Para ellos todo está bien, igual que mi familia debe estar hablando con la que creen que es su hija. -La pelinegra suspiró lentamente y ladeó la cabeza- Busquemos un lugar donde ver la hora y luego vemos como hacer, pero entrar a tu casa, ahorita, está fuera de límites.

De repente, el ligero alivio que ambas habían sentido por estar de regreso había desaparecido por completo. Ahora las embargaba un sentimiento de soledad que nunca antes habían sentido, uno tan profundo que les dolía dentro del alma. Estaban allí, de regreso en su mundo, en su país, en su calle que tanto conocían, estaban rodeadas de personas normales con vidas normales, conocían todo el entorno, y sin embargo, el hecho de que no podían hablar con nadie, el hecho de tener de regreso a sus familias tan cerca pero tener que evitarlas, les dolía. María lo comprendió mientras doblaban la esquina de regreso, esta vez cruzando en dirección contraria a su casa y siguiendo por la estación de policía, que le había gritado a su amiga. Se sintió incluso peor. Estiró un brazo y la abrazó.

- No quería gritarte, es solo que...
- Es difícil. -Terminó _______, sonriéndole.- Lo sé, yo hubiera corrido también.
- Gracias por detenerme. -Dijo María, reanudando el paso. ______. se encogió de hombros con una sonrisa.
- Para eso estoy, tonta. -La pelinegra se quitó un mechón pegostoso del rostro y suspiró.- Mierda, tengo hambre.

María sabia que no tenía de que estarse riendo, de que estaban en una situación difícil y limitada, sin embargo, soltó una carcajada. ______. la miró extrañada por uno segundo pero luego se unió, riéndose a la risa de su amiga. Comprendió lo fuera de contexto que había sonado su "Tengo hambre" como sino hubiera algo más importante de lo que ocuparse. Dudaron un par de segundos riendo antes de que la castaña asintiera con la cabeza.

- Yo también, pero no tenemos nada de dinero. -Dijo, encogiéndose de hombros.- Hay que aguantar un poco.
- Solo veinticuatro horas. -______. asintió y palmeó las manos en un aplauso ruidoso.- ¡Bueno, vamos! Mientras más rápido preguntemos la hora y tengamos un plan, más rápido podemos hacerle la vida imposible a esas impostoras.
- Bien, hagámoslo. -María echó un rápido vistazo y comprobó que la estación de comida rápida seguía allí, tan llena como siempre.- Creo que no hay nadie que nos conozca... Vamos allá, de seguro alguien nos dice la hora.
- María, lucimos como dos locas desquiciadas, ¿Quién nos querrá dar la hora?
- Yo, sino les molesta.

Esa voz; _______. la reconoció en el instante en que golpeó sus tímpanos. La sangre se le congeló en las venas una fracción de segundo, dejándola completamente pálida y lívida del susto. Estaba de espalda, pero por la expresión en el rostro de María, supo exactamente a quien vería cuando se volteara. Se giró de un solo movimiento, haciendo su mejor esfuerzo para que su corazón no latiera tan endemoniadamente rápido. Les tomó una fracción de segundo esperar a que sus ojos se acostumbraran a la mortecina luz del farol antes de confirmar sus sospechas.
Allí estaba, Harry Styles, mirándolas a ambas con una media sonrisa clavada en sus labios. Los mismos cabellos castaños siempre alborotados, los ojos verdes brillando detrás de sus pestañas, y el tatuaje de dos pájaros levemente visibles bajo el cuello en V de su camisa. Era exactamente igual al Harry Styles que ellas conocían, sin embargo, _______. cayó de regreso en la realidad. No; ese no era su Harry, no la miraba de la misma manera. Ambas se quedaron calladas sin saber que hacer, atrapadas en la sorpresa hasta que _______. negó con la cabeza.

- Déjanos en paz, vete. -Le soltó _______., retrocediendo unos pasos.- Déjanos solas.
- Esperen, puedo darles la hora... -Dijo Harry, extendiendo el brazo para mirar su reloj. María soltó un grito ahogado, negando con la cabeza.
- ¡Vete! Si seguimos hablando contigo, vamos a alterar el orden y... ¡Solo vete! -Le pidió, retrocediendo con ________.
- Yo las puedo ayudar. -Dijo Harry con cuidado de no espantarlas.- Las hijas de Merlius me han tratado como un cómplice desde que llegaron, y sé que quieren algo de ustedes. No van alterar nada conmigo, yo no soy de éste mundo. Yo sé que ustedes son las verdaderas ________. y María, pude sentir el cambio de energía cuando cayeron por el portal.

Ambas se quedaron quietas, sin retroceder ni un paso más mientras repasaban mentalmente lo que el castaño había dicho. En realidad, no tenían ningún motivo para no creerle. Él no era como sus alter-egos, no era un experimento de Merlius y por la manera en que hablaba parecía guardarles cierto odio también. Además, había estado allí sin hacer ningún estrago, sin intentar matar a nadie, y ahora les ofrecía su ayuda. ¿Qué tenían que perder? No podían regresarlas antes de las veinticuatro horas pues en realidad no estaban alterando el orden de ese mundo, pues el Harry con el que hablaban, pertenecía al otro. Sin embargo, había una razón para sospechar, una que María notó.

- ¿Cómo llegaste aquí? -Preguntó con cautela.- Sabemos que llevas más tiempo aquí que ellas, si estás aquí es porque quieres algo, ¿No es cierto?
- Caí aquí por error. No sé si conocen a Niall, quizás si, el rescata a todo mundo, pero yo trabajaba para Merlius también, como él, y un día sin querer husmeé en su habitación y entré en el portal solo por curiosidad. Para mi mala suerte, el portal jaló a mi alter-ego para allá y a mi me mandó aquí. Ya hubiera regresado si supiera como hacerlo.

Eso fue suficiente para que ambas le creyeran. Además del leve tono de honestidad que se filtraba por la voz del castaño, no había manera que él supiera de Niall sino estaba diciendo la verdad, así como que tampoco había necesidad de inventar eso. ______. y María bajaron la guardia, ya sabían que podían confiar en él. La pelinegra sonrió levemente.

- ¿Nos vas a ayudar? -Preguntó con voz más suave.- Sólo tenemos veinticuatro horas, y necesitamos entrar a la casa de ella. -Señaló a María- Para recuperar una cosa, pero no tenemos llave, dinero y no podemos dejar que nadie, nadie nos vea.
- A todo esto, ¿Qué hora es? -Preguntó María, sonriendo levemente. El castaño miró su reloj.
- Las ocho y diez exactamente. -Les dijo antes de asentir con la cabeza.- Vale, es complicado, pero podemos hacerlo. Lo primero: Tienen que comer.
- ¡No tenemos tiempo de hacer eso! -Gritó _______.- ¿Qué parte de tiempo limitado no entiendes?
- Cálmate. Mira, las entiendo, pero no pueden entrar ahorita, y lo saben. Además las escuché decir que tienen hambre así que coman primero, ya planearíamos algo.
- Pero no tenemos dinero... -Comenzó a decir María pero el castaño negó con la cabeza.
- Yo sí. No entiendo este mundo, pero al parecer es costumbre que los adultos den dinero a sus hijos, así que tengo. Vamos, las invito.

A pesar de todas las miradas furtivas, las exclamaciones de asco y los dedos que las señalaba sin disimulación alguna, lograron conseguir una mesa en el puesto de comida rápida. Ellas esperaron con paciencia mientras Harry pedía tres hamburguesas grandes y bebidas individuales para cada uno. Cuando regresó, por más que intentaron retenerse y conservar algo de modales, fue inútil. Se abalanzaron sobre sus comidas sin preámbulo alguno, engullendolas de bocado en bocado, apenas deteniéndose para saborear el dulce sabor de una coca-cola fría en sus labios. Comieron rápido, manchándose levemente las camisas, pero no les importó en lo más mínimo; eran la comida más deliciosa que habían probado en lo que parecía siglos. Cuando terminaron se limpiaron lo mejor que pudieron con las servilletas y terminaron sus refrescos con calma, bajo la mirada divertida de Harry, el cual había terminado incluso antes que ellas. _______. tragó el último poco de su bebida y alzó la mirada.

- ¿Qué te divierte tanto? -Preguntó, alejando la lata vacía de coca-cola.

Harry negó levemente la cabeza, sonriente.

- Nada. Es que cuando llegué, la primera vez que comí aquí tenía la misma expresión que ustedes, eso es todo. -Dijo, encogiéndose de hombros.
- ¿Qué tipo de expresión? -Preguntó María, que también había terminado su bebida.
- Esa de "Esto sabe a cielo" -Comentó con una sonrisa. Le dio un suave golpecito a la mesa.- Bueno, pregunten.

Aquello las tomó completamente por sorpresa, lo directo y nada enfadado del tono del castaño. ______. se preguntó como era que se parecía tanto, de hecho, era exactamente igual a Harry, y sin embargo tan diferente. Sonaban iguales, se veían iguales, pero por dentro, si bien ambos era buenos, eran diferentes. Harry, el que ella conocía, el que ella besó, tenía un aura tranquila y divertida a su alrededor, era una persona llena de luz. El que tenía al frente irradiaba un aura de fortaleza que obviamente se había forjado por la dura vida que le había tocado vivir con tan solo dieciocho años. María también se percató de una cosa que ______. no; a éste Harry le faltaba el brillo en los ojos cuando veía a su mejor amiga. Ella fue la primera en formular una pregunta.

- ¿Qué sabes de ellas? -Preguntó la castaña, luego suspiró.- Digo, ¿Sabes algo sobre sus planes, sobre si... Han matado a alguien?
- No, no, no han matado a nadie. -Respondió el chico al instante.- ¿Por qué lo preguntan?
- Porqué... -________. no supo como explicarle lo de sus visiones no aún, así que fue por lo fácil:- Nos dijeron que eran violentas.

El castaño asintió con la cabeza, creyéndolas sin preguntar más.

- Si son violentas, de hecho, cada vez que hablan conmigo suelen pelear entre sí. Pero no han matado a nadie, nosotros no podemos matar. -Explicó Harry.- Verás, no sé en éste mundo, pero en el mío, si matas, una cicatriz te aparece en el sitio exacto en el cual heriste a la otra persona a muerte. Técnicamente, sí podemos matar, pero cargamos con esa cicatriz, la cual, cada vez que olvidas que mataste a alguien, duele. No les he visto ninguna cicatriz y tampoco ese dolor. -Ladea la cabeza.- Deben pensar que soy su cómplice o algo, desde que se dieron cuenta que no soy de aquí, me dejan andar con ellas y no se preocupan de controlar sus conversaciones. De lo que he escuchado, les puedo decir que está buscando algo, y están desesperadas por encontrarlo. -Soltó un suspiro- Creo que es una pulsera o algo así.
- Esta en mi casa. -Dijo María.- Por eso necesitamos entrar. Pero no sabemos como.
- Mañana, a esos de las... Seis si no me equivoco, hay un acto en el Instituto. Estamos todos invitados y estoy seguro que ustedes, bueno, ellas, irán con sus familias. -Comentó Harry- Ese sería un buen momento para entrar.
- ¿Un acto? -Preguntó _______. y repentinamente se acordó de acto familiar que todos los años hace su Instituto- Vale, es buena idea, entonces nos vemos mañana, a las cinco.

________. se levantó de la silla seguida de María, pues ambas habían dando la pequeña reunión por terminada. Sin embargo Harry se levantó también, sorprendido.

- ¿A donde van?
- A buscar un lugar donde pasar la noche. -Respondió María- ¿Recuerdas? No tenemos casa.
- Si, sí, por eso me imaginé que se quedarían conmigo. -Dijo Harry con naturalidad, alcanzándolas.
- No podemos, tus papás si nos conocían... -Comenzó _______., pero el castaño negó con la cabeza.
- Ellos salieron a una fiesta, dijeron que no regresarían hasta tarde. Podemos entrar y en la mañana les dejaré mis llaves escondidas para que puedan salir, no habrá problema.

Por más que rechistaron, pusieron todos los peros que se les ocurrieron y argumentaron que no se sentirían cómodas, ese Harry las terminó convenciendo. A la media hora de caminar tranquilamente por las calles que conocían tan bien llegaron a la casa del castaño, que se ubicaba al menos tres manzanas más allá de la de María. ______. ya había estado allí antes, una vez, pues sus papás fueron invitados por los del Harry original a cenar. Cuando entraron no tuvo problema en reconocer los muebles color melocotón, los cuadros de frutas en la pared, la cocina empotrada color negro y los ventanales que daban hacia la calle. Como él chico había dicho, no había nadie más que ellos en la casa. Las guió hacia dos de los cuatro baños que había en la casa, les trajo ropa deportiva, pues era la única que pensó que les quedaría bien sin hacerlas parecer hombres y las dejó a solas para que se arreglaran. Cada una en el baño individual se lavó el rostro, se peinaron los cabellos e hicieron su mejor esfuerzo por lavarse los brazos y las piernas sin empapar su ropa interior, pues de esa no tenían más. La ropa de Harry les quedaba inmensa, los pantalones deportivos les arrastraban por el suelo y las camisas eran largas, pero eran cómodas y estaban limpias. Cuando entraron en la habitación del chico, él les había organizado su cama grande lo mejor que pudo y colocado una inflable en el suelo.

- Yo dormiré allí. -Señaló el colchón inflable.- Nadie entra aquí nunca así que dudo que noten las dos camas. Me aseguraré de dejarles algo de comer mañana y mis llaves bajo mi almohada. Luego nos veremos a las cinco, como dijimos, ¿Cierto?
- Cierto. -Respondieron las dos.
- Bueno, que duerman bien, yo estaré justo en el pasillo si necesitan algo, no tengo sueño aún. -Les sonrió a ambas y salió de la habitación sin decir nada.

Ambas chicas se metieron en la cama, agradecidas de tener un lugar confortable donde dormir y al instante María cayó en un sueño profundo, envuelta en sábanas cómodas y un aire acondicionado que refrescaba todo. _______., por otro lado, seguía despierta. Se encontraba en la habitación de Harry, en la cama de él y con a ropa de él, solo hasta ese momento se percató de que no solamente ellas corrían peligro, ellos también. Cerró los ojos y se concentró solamente en el olor de la ropa de Harry, su Harry. Al día siguiente lo volvería a ver, lo abrazaría y todo estaría listo. Todo dependía del mañana.

por Invitado Miér 02 Oct 2013, 3:30 pm

se encontraron con Harry, bueno con el Harry no original, las va ayudar que bueno
me encanto
síguela cuando puedas linda
besos

por **ᴍᴀʀ.** Jue 03 Oct 2013, 7:29 pm

Nueva lectora!
Adoré esta novela! Me encanta! Alternos. [Harry Styles, Niall Horan & tú] - Página 6 1857533193

Es tan diferente a las demás!
Me quedé en el cap. 6, mañana la sigo leyendo. :)
:bye:

por **Letswalkinthesun** Jue 03 Oct 2013, 8:09 pm

¡Holis María! ajshsjh, sí, ya están con Harry *-*, bueno, con su alter-ego.
Que bueno que te halla gustado <3, muuuchísimas gracias por leer, en serio, eres genial :D!
Dentro de unos minutos subo el siguiente capítulo n_n. Besooos.
-----------------.
¡BIENVENIDA!
Omgomg, ajhsjs, ay muchas gracias, Que bueno que te halla gustado Alternos. [Harry Styles, Niall Horan & tú] - Página 6 1857533193

Gracias por leer, espero te siga gustandoo!
Bye, besitos<3.

por **Letswalkinthesun** Jue 03 Oct 2013, 8:37 pm

Capitulo 22.

María se reclinó levemente sobre la mesa de la cocina. Harry no exageró cuando dijo que les dejaría suficiente comida para las dos. _______. aún no se despertaba, la pelinegra había pasado la mayor parte de la noche en vela, pensando en un millón de cosas distintas que no le había dicho a su amiga. Ella, por el otro lado, se despertó con el ruido del castaño al salir de la casa, sin embargo, volvió a dormirse antes de levantarse de la cama. Eran alrededor de las nueve cuando salió de la habitación y entró en la cocina. Harry les había dejado una bandeja de waffles con un tarro de chocolate derretido a un costado para que desayunaran. Masticó otro pedazo de su desayuno, tragó jugo y dejó el plato vacío a un costado de ella. Tendría un día agitado por delante, eso lo supo desde el momento en que abrió los ojos, y por más que lo intentaba, terminaba siempre regresando al mismo tema. ¿Cómo rayos entrarían a su casa? No tenían llaves y no se podían dejar ver por nadie. Vale, sus papás no estarían, pero eso no hacía la cosa más fácil. El sonido de pasos la distrajo de sus pensamientos.
_______. entró en la cocina con paso lento y distraído, aún tratando de asimilar todo lo que había pasado el día anterior, por no mencionar lo que tenían por delante. La pelinegra pasó de largo hasta sentarse en el banquillo frente a María, se restregó el rostro con las manos antes de hundir la cara entre sus brazos.

- Buenos días. -Saludó la castaña con un tono sarcástico, sorbiendo el último trago de jugo en su vaso.- ¿Dormiste mal?
- No tienes ni idea. -Dijo, soltando un largo suspiro al tiempo que levantó la cabeza nuevamente. Tenía los ojos hinchados por la falta de sueño.- Cuando me dormí, todo lo que tuve fue pesadilla tras pesadilla.
- ¿Qué soñaste? -Preguntó María, pesándole el plato con waffles y el tarro de chocolate.

_______. se encogió de hombros antes de servirse dos waffles y chorrear de chocolate todo el plato. Lo cierto es que no sabía como explicarlo, como ponerlo en las palabras. Se levantó de un saltito del banquillo y caminó hasta la nevera para sacar el jugo.

- Con Harry. -Empezó a decir, pero María alzó las cejas. La pelinegra negó con la cabeza- ¡No es de eso, por Dios! -Dijo antes de servirse jugo en un vaso y regresar a la mesa. Miró a su hermana.- Soñé que lo cazaban, que lo buscaban y cuando estaba a punto de salvarlo; todo se repetía. Sé que no tiene sentido, pero me atormentó toda la noche. -Comentó _______. antes de encogerse de hombros. Probó un bocado de la comida y tragó.- ¿Los hiciste tú?
- No. -María negó con la cabeza- Harry los dejó hechos, ya estaban cuando me levanté.

María se levantó de la mesa, recogió su plato y de dispuso a lavarlos tranquilamente, dándole un tiempo de paz a su amiga. ______. por otro lado, comió el resto del desayuno en el plato sin dejar uno hasta que estuvo completamente llena. No se arrepintió, después de todo, ¿Cuándo volvería a comer de esa manera? No tenían control de nada, ni siquiera sabían aún con certeza como rayos sacarían la pulsera de la casa de María, así que, si las probabilidades era que moriría atacada por su propio alter-ego, o que regresaría a ese otro mundo donde la comida es deshidratada y sin sabor, prefería hacerlo con el estomago lleno. Levantó el resto de las cosas en la mesa y fregó su parte, dejando todo impecable. María soltó un suspiro, sentándose sobre la barra de la cocina.

- Apenas son las diez. ¿Qué haremos hasta las cinco? -Preguntó, meneando los pies sobre el piso sin tocarlo. ________. ladeó la cabeza.
- Bañarnos, cambiarnos a nuestra ropa y... Esperar. -Dijo la pelinegra, encogiéndose de hombros.- No hay más que hacer.

Volvieron a bañarse, disfrutando del agua corriente y caliente que salía de los baños individuales, alargando sus baños tanto como pudieron, pues tampoco sabían cuando tendrían ese lujo de regreso. No lo dijeron, pero al colocarse de regreso su antigua ropa, la que les dieron en el refugio, todo se sintió mil veces más real. La ropa seguía sucia, llena de tierra, sudor y sangre, recordándoles todo por lo que pasaron y lo que les quedaba por delante. Era casi un símbolo, uno que representaba que estaban listas para lo que vinieran. De vuelta en ese extraño mundo, habían pasado y hecho cosas por las cuales pensaron nunca tendrían que pasar en la vida. Antes de todo el tiempo que habían pasado allá, nunca habían literalmente corrido por salvar su pellejo, como tampoco habían experimentado el cansancio extremo de primera mano. Pero no todo era malo: Habían conocido a Niall, a Jack y a los gemelos. Los conocían tan bien y se habían acostumbrado tanto a su presencia que no les cabía duda que arriesgarían su propia vida por ellos. Ese pensamiento era algo que jamás pensaron que estarían dispuesta a hacer, pero definitivamente ese lugar las había cambiado.
_______. terminó de colocarse las botas, pateó suavemente contra el suelo para terminar de calzarlas y se levantó con calma de la cama, ya con las llaves en las manos.

- ¿Lista? -Preguntó, mirando a María. La castaña asintió, levantándose también.
- Supongo que es ahora. -Murmuró mientras salían del cuarto de Harry.
- Vamos a patear los traseros de esas tipas. -Dijo ______., sonriendo levemente.

El sol empezó a caer, desapareciendo gradualmente del cielo hasta quedar completamente oscuro, sumidas en las sombras, apenas iluminadas por los faroles de las calles. Hacia unas dos horas que habían pasado las cinco de la tarde y ellas seguían allí, escondidas lo mejor que podían entre la montaña. Antes de que dieran las cinco María y _______. se encontraban allí, tal como había dicho Harry que harían, pero los minutos pasaron rápidos e imperceptibles sin rastro del castaño. Al principio sencillamente creyeron que ocurrió algún retraso, ahora empezaban a considerar que habían sido muy abiertas de información y que era bastante probable que Harry las hubiera engañado como un par de niñas. _______. se levantó del montículo de tierra donde estaba sentada, se sacudió con energías el pantalón antes de soltar un bufido.

- No debimos confiar en él. -Dijo, frunciendo el ceño.- ¡Bien podría estar contándoles todo a esas dos!
- ______... -Comenzó María, intentando calmarla, pero la pelinegra negó con la cabeza.
- ¡No tenemos certeza de que si quiera sea bueno! -Gritó, desesperada.- Le creímos, dejamos que jugara con nosotras y mira ahora... Brilla por su ausencia y nosotras estamos a dos horas de ser arrastradas de regreso.
- _______., basta. -María se levantó y la tomó por los hombros.- No podemos hacer nada, ni siquiera insultarlo servirá de algo. -La castaña se volvió a sentar sin muchos ánimos.- Solo nos queda esperar.

_______. quería con todas sus ansias encontrar un argumento que indicara lo contrario, que sí podían hacer algo al respecto, pero no pudo y terminó por sentarse con estruendo sobre la tierra, con el alma a cien metros bajo ella. Todas sus energías, su fe, su esperanza y sus fuerzas se escapaban lentamente de su cuerpo, abandonándola. María sentía exactamente lo mismo, incapaz de hacer un último esfuerzo, pues no había nada que hacer. Ambas se hundieron lentamente en su desespero hasta que una figura alta apareció ante ellas.

- ¿Qué rayos hacen aquí sentadas? -Harry las jaló del brazo sin molestarse en modales y les clavó la mirada.- Las busqué por quince minutos en el puesto de hamburguesas, pensé que estarían allí.
- ¡LLEVAS UNA HORA DE RETRASO! -Rugió ______., abalanzándose sobre él.- ¡¿Qué hiciste el resto del tiempo, ah?!
- Ella tiene razón. -Dijo María, sin detener el tren de gritos y alaridos que era su amiga.
- Salimos tarde de mi casa y luego me entretuve buscando maneras de obtener esto. -Sacó algo de su bolsillo y lo balanceó frente a las caras de ellas: Las llaves.
- ¿Cómo las conseguiste? -Gritó María al reconocer su descolorido llavero y juego de llaves, Harry se las aventó y ella las atrapó en el aire.
- Me costó conseguirlas, pero ellas están ocupadas interpretando el papel de "hijas perfectas" y me lo dieron cuando les dije que yo registraría la casa por ellas solo para asegurarme de que revisaron cada rincón. -Se encogió de hombros.- Hasta aquí puedo ayudarlas.

_______. había dejado de gritar e impulsivamente abrazó al castaño. Era completamente diferente al toque de Harry. Se sentía más frío, más lejano e impersonal, sin embargo, esa fue su manera de agradecerle por todo lo que había hecho por ellas. Cuando se alejó María hizo lo mismo, agradeciéndole por todo. Ya habían empezado a bajar hacia la calle cuando _______. se giró.

- ¿Qué harás tú? -Preguntó, mirando al castaño que se había sentado en la tierra.
- No puedo regresar al Instituto aún, además, me gusta estar aquí. -Levantó la mano en forma de despedida y sonrió.- ¡Buena suerte!

Le devolvieron la señal antes de bajar completamente, pisando el cemento compactado de la calle. María esta vez caminó rápidamente hasta su casa sin que ______. la detuviera de un brusco jalón. La llave tembló entre sus dedos mientras encontró la correcta y la introdujo en la cerradura de la puerta principal de su edificio. Se aseguró de que no hubiera nadie y esperó a que _______. pasara, cerró la puerta y luego abrió la segunda, que abría el pasó hacia el área central del edificio. El simple hecho de estar allí le causó piel de gallina por todo el cuerpo. Las mismas paredes con ladrillos azules, piso de mármol blanco y techo altísimo.

- María, vamos. -La apresuró ______., haciéndole señas desde el tercer escalón de la escalera.

María asintió y terminaron de subir los escalones lo más rápido que movieron. Esta vez las manos no le temblaron cuando abrió la puerta que daba hacia el pasillo de su apartamento y luego la principal, una puerta grande de madera con varias cerraduras de cual solo funcionaba la tercera. Escuchó el familiar "Clack" de la puerta al quitar el seguro y con un movimiento lento la abrió. El olor de su casa le pegó directamente en la nariz cuando entraron. Se encontraba en su casa. Con la sala amplía llena del juego de muebles artesanal de su mamá, su computadora y su laptop descansando sobre la mesa alta que nunca usaban para comer, el sillón gris frente a un pequeño televisor cerca de su balcón. Todo seguía intacto. _______. también sintió ese olor suave y dulzón así como la sensación de que las cosas irían bien por una vez en la vida. Sin querer, ambas soltaron unas lágrimas.

- No lloremos, no... -_______. tomó una larga bocanada de aire.- Hay que buscar, ¿Donde primero?
- Tú busca en el cuarto de mis papás, yo busco en el mío. -Dijo María, recuperando la compostura.- Esa pulsera tiene que estar en algún lado, tenemos... -Miró la hora en la pantalla encendida de su computadora.- Treinta minutos.

Sin decir más irrumpieron en el pequeño pasillo que separaba las habitaciones. _______. entró directamente en el cuarto de los papás de su mejor amiga. Ella conocía ese sitio de vista, pero nunca había entrado así como así. Empezó a registrar lo más rápido y cuidadosamente que pudo, tratando de no mover las cosas de su lugar y luego cambiarlas de sitio, pues eso indicaría que alguien estuvo allí. Revisó todos y cada uno de los cajones de la cómoda del cuarto, revisó los muebles del televisor, las repisas e incluso las mesas de noche antes de adentrarse en el armario. Busco y rebuscó mientras por el otro lado María hurgaba en su cuarto. La castaña conocía su habitación de cabo a rabo y no le fue difícil, también hizo su mejor esfuerzo para no desordenar nada. Revisó debajo de las camas, las sábanas, las almohadas, las repisas y los muebles. Volteó su closet al revés y lo colocó nuevamente como estaba, igual con sus pequeñas cajas de pertenencias: Nada. No había rastro de la pulsera.
_______. entró en la habitación con las manos vacías, ella tampoco había conseguido nada. Les quedaban diez minutos.

- ¿Nada? -______. sonó desilusionada y soltó una maldición.- Mierda María, ¿En donde más buscamos?
- Yo, no sé, no sé... -Se pasó las manos por la cabeza, apretándola levemente, intentando exprimir sus pensamientos de manera inútil- Yo solo guardo mis cosas aquí y... ¡EN EL BAÑO!

_______. no tuvo tiempo de preguntar pues su amiga salió disparada al baño que separaba ambas habitaciones. Del apuro le costó abrir la puerta pero al final lo consiguió. Buscó desesperadamente con la mirada hasta que lo encontró: Su pequeño cofre de joyería de Hello Kitty. Era tan común y ordinario que junto con su otro cofre morado no llama la atención en lo absoluto. La castaña abrió con manos temblorosas el cofre: Seguían todas sus pertenencias allí adentro.

- No puedo creer que no lo hallan revisado... -Murmuró.

Dejó el cofre sobre la repisa del baño y con cuidado destapó el segundo compartimiento "secreto" de su cofre, en el cual mantenía guardada solo dos cosas: Un collar de plata y la pulsera naranja. Atajó la pulsera entre sus dejos y la deslizó por su mano derecha, colocándosela. El alivió que sintieron fue infinito.

- ¡La encontramos! -Gritó María, abalanzándose sobre su amiga en un abrazo efusivo.- ¡Aún nos queda tiempo! ¿Verdad?
- Unos... Cinco minutos. -Respondió _______. con una sonrisa.

Estefania salió disparada hacia su habitación con ______. pisándole los talones, agarró uno de los grandes y espaciosos bolsos deportivos que guardaba en su repisa y se lo pasó a su amiga.

- Ábrelo, tenemos que guardar ropa. A ti te queda mi ropa. También medicamentos. No se darán cuenta que hace falta. -Dijo María.
- ¿Segura? -Preguntó ______., abriendo el bolso.
- Nunca revisan mi closet y tampoco la despensa del baño. -La castaña abrió su closet de par en par y empezó a meter ropa.

No se fijó en que metía, se limitaba a agarrar lo que estaba más cerca a su alcance y meterlo en el bolso mientras ______. lo mantenía abierto. No metió mucha ropa para que no se notara el espacio restante en su closet. Apresuraron el paso, corriendo nuevamente hacia su baño para sacar la mayor cantidad de medicamentos que consiguieron: Medicamento para la fiebre, la gripe, alcohol, vendas e hilo sanitario. Estaban tan ocupadas metiendo todo lo que podían en el bolso color blanco con rayas azules que se encontraban ajenas a todo lo demás. Solo pensaban en que en cualquier momento sentirían el jalón que las devolvería a un mundo en el que no pertenecían y que les quedaba como mucho un minuto. No se dieron cuenta de nada hasta que, tan rápido e instantáneo como bajas el interruptor de la luz, sus energías cayeron por el suelo. Una debilidad las invadió, como sí hubieran estado corriendo por horas sin descanso alguno. Se sentían agotadas, tristes, irritadas y enojadas la una con la otra sin saber por qué. Hasta que giraron la cabeza.
Paradas en el filo del marco de la puerta abierta del baño, mirándolas con curiosidad y malicia pura en sus ojos, estaban ellas. Llevaban el uniforme deportivo de su colegio: Un pantalón azul con camisa blanca grabada con el logo del instituto. Era como verse en un espejo completo. El mismo cabello largo y negro de ______., el cabello natural castaño intenso corto de Estefania. La misma estatura de ambas. El mismo arco de cejas con ojos castaños oscuros esperando abajo. Eran idénticas hasta en la más mínima manera. Todo igual excepto por ese brillo intenso lleno de algo tan oscuro, tan profundo que María y _______. sintieron su alma crujir. Una de ellas, el alter-ego de _______. levantó la mano antes de cerrarla lentamente en puño y la pelinegra soltó un grito de dolor. El alter-ego de María la miró directamente a los ojos y giró su mano hacia la izquierda, la castaña sintió como sus rodillas atentaban con doblarse.
Las habrían matado, estaban seguras, habrían absorbido hasta el último ápice de sus sentimientos humanos tan preciados para ellas si el portal no las hubiera jalado. La vista de ellas despareció ante sus ojos, haciéndose un borrón negruzco mientras la fuerza del portal las jalaba de regreso. Su tiempo en ese mundo había terminado.

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