Conectarse
Últimos temas
miembros del staff
Beta readers
|
|
|
|
Equipo de Baneo
|
|
Equipo de Ayuda
|
|
Equipo de Limpieza
|
|
|
|
Equipo de Eventos
|
|
|
Equipo de Tutoriales
|
|
Equipo de Diseño
|
|
créditos.
Skin hecho por Hardrock de Captain Knows Best. Personalización del skin por Insxne.
Gráficos por y codes hechos por Kaffei e Insxne.
Gráficos por y codes hechos por Kaffei e Insxne.
Tenias Que Ser Tu (Adaptación Joe y Tu TERMINADA)
O W N :: Archivos :: Novelas Terminadas
Página 7 de 7. • Comparte
Página 7 de 7. • 1, 2, 3, 4, 5, 6, 7
Re: Tenias Que Ser Tu (Adaptación Joe y Tu TERMINADA)
CAPÍTULO 24
Parte 1
Mientras el juego estaba detenido Joe llamó a Jim Biederot. Esperó que el quarterback no advirtiese el temblor en su voz.
—Vamos a hacer cambios para la siguiente jugada, Jim.
Cuando terminó de darle las instrucciones, los ojos de Biederot se habían entrecerrado indignados por encima de las manchas negras antirreflectantes de sus pómulos.
—¡Esas son una mierda de jugadas! Perderé cada balón que toque.
—¡Haz lo que he dicho o te mando al banquillo! —le aseguró Joe .
Biederot le echó una mirada que era pura furia y se echó encima de Charlie Cray, uno de los asistentes. En unos segundos, había agarrado el auricular de Charlie y gritaba algo en él.
Joe supo que Jim hablaba con Gary Hewitt, el desagradable entrenador de los quarterbacks, que se sentaba con Tully en el palco de entrenadores en lo alto del domo. Antes de que Hewitt comenzara a ponerlo a parir, también, intentó tragarse su miedo para poder pensar fríamente.
Hardesty había dicho que vigilaba por televisión, lo cual quería decir que podría ver cualquier movimiento inusual en el campo o en cualquier parte del estadio que estuviera dentro del alcance de la cámara. Como consecuencia, Joe no se podía arriesgar a avisar a la policía. Una vez que supieran que ______había sido secuestrada, acordonaría toda la zona, incluyendo el campo, para hacer preguntas. Aún peor, podrían incluso suspender el partido, una circunstancia que podría perfectamente hacer que Hardesty perdiera el control.
Él brevemente pensó si usar o no su auricular para contactar con Ron, pero temía que Hardesty pudiera intuirlo si prestaba atención. Aunque Joe no conocía todos los recovecos del sistema interno de comunicaciones, sabía que Hardesty sólo podía haber contactado con él desde dentro del estadio. Lo que quería decir que, incluso ahora, podía oír a escondidas las conversaciones entre el campo y el palco de entrenadores. Eso también implicaba que ______estaba retenida en algún sitio cercano.
Se golpeó la frente con la manga intentando discurrir qué hacer para comunicárselo a Ron. Sabía que no podría aclarar nada por el auricular así que agarró su portapapeles y garabateó una nota rápida, escribiéndola lo suficientemente en clave para que no tuviera sentido para ninguna otra persona que la leyera.
«Hablé con el jugador que debatíamos en descanso. Tu valoración negativa de la situación era correcta. Es urgente que no hagas nada más sobre el asunto. Te lo explicaré después del partido.»
Le pasó la nota a uno de los hombres del equipo y se dijo a sí mismo que ______saldría de esto ilesa. Cualquier otra cosa era inconcebible.
Por primera vez, consideró como afectarían sus propias acciones sobre la propiedad de los Stars una vez que todo hubiera acabado y ______estuviera a salvo. Aunque no había ningún precedente, suponía que la NFL anularía el partido a no ser que los Stars conquistasen, a su pesar, el campeonato, lo cual iba a intentar impedir. Una vez que la NFL se enterase de que había tirado la toalla, asegurando la pérdida de los Stars, programarían un nuevo partido y ella tendría todavía posibilidades de conservar el equipo.
Y luego un pensamiento desagradable lo golpeó. ¿Qué ocurriría si la policía no creía que había sido secuestrada? Si Hardesty se escapase, no habría ninguna prueba tangible aparte de su testimonio. Joe era el único que podría avalar la historia, y su relación personal haría que se tuvieran reticencias sobre su testimonio. Incluso podrían decir que ella se había inventado el secuestro simplemente porque habían perdido y no quería perder los Stars.
Entonces la NFL no dejaría que el partido se volviera a jugar.
Se obligó a encarar el doloroso hecho de que si no notificaba nada a la policía, podría costar que ______perdiera los Stars. Bueno, no podía hacer ninguna otra cosa. No pondría en peligro su vida, por nada en el mundo.
La voz de Gary Hewitt sonó a través de su auricular.
—¿Joe , qué demonios pasa? ¿Por qué le has dicho a Jim que no haga pases largos? Ese no es nuestro plan. Él nunca ha tenido una racha de pases como esta.
—Solo hago algunos cambios —le espetó Joe —. Nosotros llevamos la ventaja, así que haremos una jugada inteligente.
—¡Estamos sólo en el tercer cuarto! Es demasiado pronto para ponerse conservadores.
Joe no podía estar más de acuerdo, así que simplemente se quitó su auricular y clavó los ojos en el campo. No importaba lo que tuviera que hacer, iba a salvar a _____.
Mediado el último cuarto los Sabers habían anotado puntos en su primera aproximación mientras el juego conservador de los Stars no había movido demasiado la pelota, reduciendo su ventaja a siete puntos. El abucheo de los hinchas era tan fuerte que las ofensas estaban haciendo pasar un mal rato a
Biederot. Los asistentes de Joe estaban furiosos, los jugadores lívidos, y, en el minuto dos del último cuarto, los Sabers habían empatado a diecisiete; el locutor de la televisión empezó a perder la paciencia.
«—¿Os podéis creer lo que estáis viendo? —Gritaba prácticamente a las cámaras—. Durante toda la temporada, Joe Jonas ha sido uno de los entrenadores más agresivos de la NFL, y es terrible ver como está replegando el juego. ¡Éste no es el tipo de fútbol que los aficionados quieren ver!»
______trató de ignorar la valoración comprensiblemente ruda del comentarista sobre Joe , igual que había tratado de ignorar las puyas de los hinchas. No quería pensar lo que esta humillación tan pública estaría haciendoen el orgullo de Joe , también supo que nunca lo había querido más.
Sus muñecas, en carne viva por su lucha por liberarse de las cuerdas, sangraban. Ignora el dolor, se dijo a sí misma. Sigue intentándolo. Todo lo que había oído que decían los jugadores, se lo repitió a sí misma, pero comenzaba a pensar que los nudos nunca se aflojarían.
Hardesty había atado sus muñecas con un nudo en ocho, luego había asegurado los extremos al poste vertical del respaldo de la silla. Aunque sus dedos estaban pegajosos de sangre intentó aflojar el apretado nudo doble que la mantenía atada a la silla, sin rendirse. Olvida el dolor. Sigue intentándolo.
Hardesty tenía los ojos clavados en la pantalla, tomó una calada de su cigarrillo, y tosió. El aire era tan espeso por el humo que ella apenas podía respirar. Algunas veces creía que la había olvidado, pero en cualquier momento la volvería a mirar con los ojos tan vacíos de cualquier tipo de arrepentimiento que no dudaba que la mataría.
A los cinco minutos del cuarto tiempo, los Sabers se pusieron por delante.
En el banquillo las emociones de los jugadores y los asistentes reflejaban desde furia a desaliento. Mientras, la afición había comenzado a insultar a Joe , que estaba solo, aislado de los jugadores y entrenadores. Sólo su férrea disciplina controlaba la rebelión que se estaba manifestando en el banquillo.
Sabers 24, Stars 17.
Cuando los Sabers hicieron el saque, Biederot tiró su casco contra el banquillo, golpeándolo con tal fuerza que la reja se soltó. Joe sabía que era sólo cuestión de tiempo que Jim ignorase la amenaza de sentarlo y comenzara
a realizar sus propias jugadas. Quedando menos de diez minutos y con los aficionados cada vez más encrespados, ya no podía mantenerlo en el terreno de juego.
Toda su vida Joe había sido un jugador de equipo y decidió que seguir adelante él solo era demasiado arriesgado. Rezando por no cometer un error fatal, llamó a Jim y Bobby Tom poco antes de que la ofensiva volviera al campo.
La cara de Jim estaba roja de furia, Bobby Tom estaba totalmente rígido.
Los dos comenzaron a insultarlo.
—¡Siéntame, gilipollas! No me saques, porque no quiero ser parte de eso.
—¡No hemos trabajado tan malditamente duro para joderla de esta manera!
Los enfocaba una cámara. Joe los cogió por los hombros y agachó la cabeza. Su voz era baja y ronca.
—¡Callaros y escuchad! ______ha sido secuestrada. El hombre que la tiene está chiflado. Dice que va a matarla si ganamos este partido. —Sintió en los brazos como se tensaban, pero no levantó la vista porque estaba seguro de que la cámara le seguía enfocando—. Vigila la televisión. No puedo dejar que el equipo sume puntos porque ha amenazado con hacerle daño si obtenemos más puntos. —Contuvo la respiración y levantó la cabeza—. Creo que lo hará.
Biederot juró por lo bajo, mientras Bobby Tom parecía que fuera a asesinar a alguien.
Joe dejó que cada uno mostrara sus emociones mientras que les explicaba las siguientes jugadas.
—Que parezca real. Por favor. La vida de ______depende de eso.
Veía que le querían hacer un montón de preguntas, pero no había tiempo, y para su alivio, ni siquiera discutieron.
En el segundo sótano debajo del domo, ______oyó la alegría del gentío.
Sus dedos ensangrentados seguían todavía en el nudo, y sus ojos fijos en la televisión. Ella dejó de respirar cuando Jim lanzó un pase largo sobre el centro a Bobby Tom. Bobby Tom extendió su cuerpo esbelto, el sutil perfil que había sido fotografiado tantas veces, con su peso oscilando sólo en la punta de sus pies. ¿Cuántas veces esa temporada lo había visto detener con fuerza la pelota en el aire, exactamente en esa postura, desafiando la gravedad sin esfuerzo alguno, como un bailarín de ballet?
Pero esta vez no fue así. La gente gimió cuando la pelota se escapó de sus dedos. Bobby Tom cayó en el suelo y ella recordó respirar.
Era el primer pase largo que Biederot tiraba en la segunda mitad y ella se preguntó si el control que Joe mantenía sobre el hombre se habría roto. Se negó a pensar lo que significaba. No ahora. No cuando el nudo que la ataba a la silla finalmente había cedido.
Se había excitado totalmente cuando el nudo se soltó, pero en ese momento el pequeño triunfo se había evaporado al percatarse que no valía de nada. Aunque ya no estaba atada a la silla, sus muñecas seguían atadas la una a la otra por un nudo en forma de ocho que no podría desatar. Estaba libre de la silla, pero eso no era suficiente cuando Hardesty tenía una pistola y ella no podía usar los brazos.
La cámara tomó un plano de cerca de Bobby Tom. Ahora mismo no sentía dolor y pasaron varios segundos antes de que se diera cuenta de que había algo que no estaba bien. Cuando Bobby Tom perdía, lo abandonaba su acostumbrado buen humor. Se golpeaba la cara y se maldecía a sí mismo. Pero ahora, en la pequeña pantalla de la tele, ella pudo ver que su expresión estaba desprovista de cualquier emoción.
Lo sabía. Toda su intuición le decía que Joe le había dicho lo que sucedía.
Sabía cuanto significaba ese partido para Bobby Tom, y sólo podía imaginar lo que le había costado perder deliberadamente la pelota. Su cólera ardió mientras clavaba los ojos en la espalda de Hardesty. No podía robarles su día.
Los Stars sacaron la pelota y los Sabers comenzaron su siguiente jugada, mientras el reloj del marcador continuaba avanzando. 7:14, 7:13, 7:12…
Los Sabers comenzaron una serie de jugadas. Mientras, ella pensó en la forma en que sus hombres habían vuelto de los partidos: sucios, cojos, ensangrentados. En su mente los veía en el avión de regreso, en la carretera, con sus rodillas envueltas en hielo, los hombros vendados, mientras tomaban calmantes para no sentir el dolor y poder dormir. Todos esos hombres se habían desvivido por los Stars. 6:21, 6:20, 6:19…
Con tan poco tiempo disponible, sabía que no podría desatar el último nudo antes de que se acabase el tiempo. Se estaba aflojando, pero no lo suficientemente rápido. Tenía la horrible sensación de estar decepcionando al equipo, de que de alguna manera no se estaba esforzando lo suficiente. 5:43, 5:42, 5:41…
Portland acumuló otro gol de campo. Sabers 27, Stars 17. Había tomado una decisión. Podía jugar a lo seguro y quedarse donde estaba, esperando que la dejase ir al final del partido. O podía jugarse el todo por el todo, e intentar recuperar la libertad.
La cara de Joe apareció en la pantalla, y tomó una decisión. No iba a perder los Stars sin pelear. Iba a jugársela. Sólo tenía una oportunidad, e iba a agarrarla ahora mismo. 5:07, 5:06, 5:05…
Hardesty se encorvó hacia adelante, atacado por otra acometida de tos.
Ella plantó sus pies y se impulsó contra el suelo. La silla salió volando.
Él se giró torpemente cuando oyó las ruedas. Con una exclamación ruda, levantó el puño para golpearla. Ella levantó las piernas y golpeó duramente con el tacón en su ingle.
Él dio un grito de dolor y se dobló adelante. Ella se levantó, sacando los brazos de detrás de la silla, con las muñecas todavía atadas. Corrió hacia la puerta. Cogiendo la manilla de espaldas, la abrió y salió rápidamente al vestíbulo.
Corrió torpemente con dirección al ascensor tirando de las muñecas atadas.
Pero aunque las cuerdas estaban cada vez más sueltas, aún no podía liberarse.
Oyó un gemido detrás de ella y giró la cabeza para ver a Hardesty tambaleándose al atravesar la puerta.
Ella se movió hacia una puerta metálica que ponía "Escaleras" y tropezó, apenas recuperó el equilibrio antes de seguir. Otra vez perdió unos segundos preciosos al girarse para abrir la manilla de la puerta. Un trozo de cuerda se deslizó sobre sus dedos haciéndole al proceso incluso más difícil. Hardesty, todavía encorvado, se movía hacia ella.
—Perra —dijo jadeando.
El terror la atravesó como un relámpago al ver que buscaba la pistola de su cadera. La puerta de la escalera se abrió. Se lanzó hacia adentro, gritando y encorvando los hombros cuando virutas de hormigón saltaron de la pared delante de ella, salpicándola de escombros.
Dio un grito sofocado. Antes de que le pudiera disparar otra vez, empezó a subir trabajosamente las escaleras, tirando frenéticamente de las cuerdas, tan enmarañadas que hacían sus movimientos torpes. Estaba llegando al descansillo cuando finalmente uno de los nudos se soltó. Se libró del resto oyendo la horrible respiración dificultosa que venía de debajo, el sonido aumentaba en la escalera vacía.
—¡Puta!
Ella giró y lo vio al pie del hueco de la escalera, con la cara púrpura y sin aliento como si lo estuvieran estrangulando. Petrificada, clavó los ojos en la pistola que apuntada directamente a ella.
—No… —él se apoyó en la pared, agarrándose el pecho— no voy a dejar…
La pistola se movió, liberándola de su momentánea parálisis. Atravesó el descansillo, girando hacia el tramo siguiente de escaleras. Sonó otro disparo, dando en la pared detrás de ella. No se atrevió a detenerse para ver si la seguía y subió rápidamente las escaleras restantes. Cuando alcanzó la puerta, oyó un grito de dolor casi inhumano. Abrió la puerta a la vez que un ruido sordo, de un gran peso golpeando el suelo, hacía eco en el hueco de la escalera.
Salió precipitadamente al vestíbulo, tratando desesperadamente de orientarse. Oyó el ruido de la gente y se dio cuenta de que había salido en el extremo más alejado del pasillo que daba al vestuario de los Stars. Sin perder tiempo, se dirigió al túnel que comunicaba con el campo, sacándose la chaqueta azul con lentejuelas al mismo tiempo que las cuerdas ensangrentadas.
Un guarda de seguridad vigilaba la salida del túnel. Se giró cuando oyó el estrépito de sus zapatos. Mientras corría hacia él, miró boquiabierto sus arrugadas medias de red rotas y sus muñecas ensangrentadas.
—¡Hay un guarda al pie de las escaleras del fondo del vestuario! —Intentó controlar su respiración—. Creo que está teniendo un ataque al corazón. Ten cuidado. Está loco y tiene una pistola.
El hombre clavó los ojos en ella como si hubiera perdido el juicio. Antes de que la pudiera detener, corrió por delante de él hacia el campo. El guarda situado en la valla la reconoció y abrió la portilla. La ofensiva de los Sabers estaba en el campo. Miró el marcador. 2:58…
Y luego, todo lo que vio fue la cabeza de Joe .
Los problemas entre ellos se evaporaron mientras corría hacia el banquillo.
Los jugadores bloqueaban su camino, y ella tiró de sus camisetas para apartarlos.
—¡Dejadme pasar! ¡Dejadme pasar!
Uno por uno se hicieron a un lado, claramente asombrados de verla. Bobby Tom y Jim Biederot la divisaron y se acercaron hacia ella.
—¡Joe !
Parte 1
Mientras el juego estaba detenido Joe llamó a Jim Biederot. Esperó que el quarterback no advirtiese el temblor en su voz.
—Vamos a hacer cambios para la siguiente jugada, Jim.
Cuando terminó de darle las instrucciones, los ojos de Biederot se habían entrecerrado indignados por encima de las manchas negras antirreflectantes de sus pómulos.
—¡Esas son una mierda de jugadas! Perderé cada balón que toque.
—¡Haz lo que he dicho o te mando al banquillo! —le aseguró Joe .
Biederot le echó una mirada que era pura furia y se echó encima de Charlie Cray, uno de los asistentes. En unos segundos, había agarrado el auricular de Charlie y gritaba algo en él.
Joe supo que Jim hablaba con Gary Hewitt, el desagradable entrenador de los quarterbacks, que se sentaba con Tully en el palco de entrenadores en lo alto del domo. Antes de que Hewitt comenzara a ponerlo a parir, también, intentó tragarse su miedo para poder pensar fríamente.
Hardesty había dicho que vigilaba por televisión, lo cual quería decir que podría ver cualquier movimiento inusual en el campo o en cualquier parte del estadio que estuviera dentro del alcance de la cámara. Como consecuencia, Joe no se podía arriesgar a avisar a la policía. Una vez que supieran que ______había sido secuestrada, acordonaría toda la zona, incluyendo el campo, para hacer preguntas. Aún peor, podrían incluso suspender el partido, una circunstancia que podría perfectamente hacer que Hardesty perdiera el control.
Él brevemente pensó si usar o no su auricular para contactar con Ron, pero temía que Hardesty pudiera intuirlo si prestaba atención. Aunque Joe no conocía todos los recovecos del sistema interno de comunicaciones, sabía que Hardesty sólo podía haber contactado con él desde dentro del estadio. Lo que quería decir que, incluso ahora, podía oír a escondidas las conversaciones entre el campo y el palco de entrenadores. Eso también implicaba que ______estaba retenida en algún sitio cercano.
Se golpeó la frente con la manga intentando discurrir qué hacer para comunicárselo a Ron. Sabía que no podría aclarar nada por el auricular así que agarró su portapapeles y garabateó una nota rápida, escribiéndola lo suficientemente en clave para que no tuviera sentido para ninguna otra persona que la leyera.
«Hablé con el jugador que debatíamos en descanso. Tu valoración negativa de la situación era correcta. Es urgente que no hagas nada más sobre el asunto. Te lo explicaré después del partido.»
Le pasó la nota a uno de los hombres del equipo y se dijo a sí mismo que ______saldría de esto ilesa. Cualquier otra cosa era inconcebible.
Por primera vez, consideró como afectarían sus propias acciones sobre la propiedad de los Stars una vez que todo hubiera acabado y ______estuviera a salvo. Aunque no había ningún precedente, suponía que la NFL anularía el partido a no ser que los Stars conquistasen, a su pesar, el campeonato, lo cual iba a intentar impedir. Una vez que la NFL se enterase de que había tirado la toalla, asegurando la pérdida de los Stars, programarían un nuevo partido y ella tendría todavía posibilidades de conservar el equipo.
Y luego un pensamiento desagradable lo golpeó. ¿Qué ocurriría si la policía no creía que había sido secuestrada? Si Hardesty se escapase, no habría ninguna prueba tangible aparte de su testimonio. Joe era el único que podría avalar la historia, y su relación personal haría que se tuvieran reticencias sobre su testimonio. Incluso podrían decir que ella se había inventado el secuestro simplemente porque habían perdido y no quería perder los Stars.
Entonces la NFL no dejaría que el partido se volviera a jugar.
Se obligó a encarar el doloroso hecho de que si no notificaba nada a la policía, podría costar que ______perdiera los Stars. Bueno, no podía hacer ninguna otra cosa. No pondría en peligro su vida, por nada en el mundo.
La voz de Gary Hewitt sonó a través de su auricular.
—¿Joe , qué demonios pasa? ¿Por qué le has dicho a Jim que no haga pases largos? Ese no es nuestro plan. Él nunca ha tenido una racha de pases como esta.
—Solo hago algunos cambios —le espetó Joe —. Nosotros llevamos la ventaja, así que haremos una jugada inteligente.
—¡Estamos sólo en el tercer cuarto! Es demasiado pronto para ponerse conservadores.
Joe no podía estar más de acuerdo, así que simplemente se quitó su auricular y clavó los ojos en el campo. No importaba lo que tuviera que hacer, iba a salvar a _____.
Mediado el último cuarto los Sabers habían anotado puntos en su primera aproximación mientras el juego conservador de los Stars no había movido demasiado la pelota, reduciendo su ventaja a siete puntos. El abucheo de los hinchas era tan fuerte que las ofensas estaban haciendo pasar un mal rato a
Biederot. Los asistentes de Joe estaban furiosos, los jugadores lívidos, y, en el minuto dos del último cuarto, los Sabers habían empatado a diecisiete; el locutor de la televisión empezó a perder la paciencia.
«—¿Os podéis creer lo que estáis viendo? —Gritaba prácticamente a las cámaras—. Durante toda la temporada, Joe Jonas ha sido uno de los entrenadores más agresivos de la NFL, y es terrible ver como está replegando el juego. ¡Éste no es el tipo de fútbol que los aficionados quieren ver!»
______trató de ignorar la valoración comprensiblemente ruda del comentarista sobre Joe , igual que había tratado de ignorar las puyas de los hinchas. No quería pensar lo que esta humillación tan pública estaría haciendoen el orgullo de Joe , también supo que nunca lo había querido más.
Sus muñecas, en carne viva por su lucha por liberarse de las cuerdas, sangraban. Ignora el dolor, se dijo a sí misma. Sigue intentándolo. Todo lo que había oído que decían los jugadores, se lo repitió a sí misma, pero comenzaba a pensar que los nudos nunca se aflojarían.
Hardesty había atado sus muñecas con un nudo en ocho, luego había asegurado los extremos al poste vertical del respaldo de la silla. Aunque sus dedos estaban pegajosos de sangre intentó aflojar el apretado nudo doble que la mantenía atada a la silla, sin rendirse. Olvida el dolor. Sigue intentándolo.
Hardesty tenía los ojos clavados en la pantalla, tomó una calada de su cigarrillo, y tosió. El aire era tan espeso por el humo que ella apenas podía respirar. Algunas veces creía que la había olvidado, pero en cualquier momento la volvería a mirar con los ojos tan vacíos de cualquier tipo de arrepentimiento que no dudaba que la mataría.
A los cinco minutos del cuarto tiempo, los Sabers se pusieron por delante.
En el banquillo las emociones de los jugadores y los asistentes reflejaban desde furia a desaliento. Mientras, la afición había comenzado a insultar a Joe , que estaba solo, aislado de los jugadores y entrenadores. Sólo su férrea disciplina controlaba la rebelión que se estaba manifestando en el banquillo.
Sabers 24, Stars 17.
Cuando los Sabers hicieron el saque, Biederot tiró su casco contra el banquillo, golpeándolo con tal fuerza que la reja se soltó. Joe sabía que era sólo cuestión de tiempo que Jim ignorase la amenaza de sentarlo y comenzara
a realizar sus propias jugadas. Quedando menos de diez minutos y con los aficionados cada vez más encrespados, ya no podía mantenerlo en el terreno de juego.
Toda su vida Joe había sido un jugador de equipo y decidió que seguir adelante él solo era demasiado arriesgado. Rezando por no cometer un error fatal, llamó a Jim y Bobby Tom poco antes de que la ofensiva volviera al campo.
La cara de Jim estaba roja de furia, Bobby Tom estaba totalmente rígido.
Los dos comenzaron a insultarlo.
—¡Siéntame, gilipollas! No me saques, porque no quiero ser parte de eso.
—¡No hemos trabajado tan malditamente duro para joderla de esta manera!
Los enfocaba una cámara. Joe los cogió por los hombros y agachó la cabeza. Su voz era baja y ronca.
—¡Callaros y escuchad! ______ha sido secuestrada. El hombre que la tiene está chiflado. Dice que va a matarla si ganamos este partido. —Sintió en los brazos como se tensaban, pero no levantó la vista porque estaba seguro de que la cámara le seguía enfocando—. Vigila la televisión. No puedo dejar que el equipo sume puntos porque ha amenazado con hacerle daño si obtenemos más puntos. —Contuvo la respiración y levantó la cabeza—. Creo que lo hará.
Biederot juró por lo bajo, mientras Bobby Tom parecía que fuera a asesinar a alguien.
Joe dejó que cada uno mostrara sus emociones mientras que les explicaba las siguientes jugadas.
—Que parezca real. Por favor. La vida de ______depende de eso.
Veía que le querían hacer un montón de preguntas, pero no había tiempo, y para su alivio, ni siquiera discutieron.
En el segundo sótano debajo del domo, ______oyó la alegría del gentío.
Sus dedos ensangrentados seguían todavía en el nudo, y sus ojos fijos en la televisión. Ella dejó de respirar cuando Jim lanzó un pase largo sobre el centro a Bobby Tom. Bobby Tom extendió su cuerpo esbelto, el sutil perfil que había sido fotografiado tantas veces, con su peso oscilando sólo en la punta de sus pies. ¿Cuántas veces esa temporada lo había visto detener con fuerza la pelota en el aire, exactamente en esa postura, desafiando la gravedad sin esfuerzo alguno, como un bailarín de ballet?
Pero esta vez no fue así. La gente gimió cuando la pelota se escapó de sus dedos. Bobby Tom cayó en el suelo y ella recordó respirar.
Era el primer pase largo que Biederot tiraba en la segunda mitad y ella se preguntó si el control que Joe mantenía sobre el hombre se habría roto. Se negó a pensar lo que significaba. No ahora. No cuando el nudo que la ataba a la silla finalmente había cedido.
Se había excitado totalmente cuando el nudo se soltó, pero en ese momento el pequeño triunfo se había evaporado al percatarse que no valía de nada. Aunque ya no estaba atada a la silla, sus muñecas seguían atadas la una a la otra por un nudo en forma de ocho que no podría desatar. Estaba libre de la silla, pero eso no era suficiente cuando Hardesty tenía una pistola y ella no podía usar los brazos.
La cámara tomó un plano de cerca de Bobby Tom. Ahora mismo no sentía dolor y pasaron varios segundos antes de que se diera cuenta de que había algo que no estaba bien. Cuando Bobby Tom perdía, lo abandonaba su acostumbrado buen humor. Se golpeaba la cara y se maldecía a sí mismo. Pero ahora, en la pequeña pantalla de la tele, ella pudo ver que su expresión estaba desprovista de cualquier emoción.
Lo sabía. Toda su intuición le decía que Joe le había dicho lo que sucedía.
Sabía cuanto significaba ese partido para Bobby Tom, y sólo podía imaginar lo que le había costado perder deliberadamente la pelota. Su cólera ardió mientras clavaba los ojos en la espalda de Hardesty. No podía robarles su día.
Los Stars sacaron la pelota y los Sabers comenzaron su siguiente jugada, mientras el reloj del marcador continuaba avanzando. 7:14, 7:13, 7:12…
Los Sabers comenzaron una serie de jugadas. Mientras, ella pensó en la forma en que sus hombres habían vuelto de los partidos: sucios, cojos, ensangrentados. En su mente los veía en el avión de regreso, en la carretera, con sus rodillas envueltas en hielo, los hombros vendados, mientras tomaban calmantes para no sentir el dolor y poder dormir. Todos esos hombres se habían desvivido por los Stars. 6:21, 6:20, 6:19…
Con tan poco tiempo disponible, sabía que no podría desatar el último nudo antes de que se acabase el tiempo. Se estaba aflojando, pero no lo suficientemente rápido. Tenía la horrible sensación de estar decepcionando al equipo, de que de alguna manera no se estaba esforzando lo suficiente. 5:43, 5:42, 5:41…
Portland acumuló otro gol de campo. Sabers 27, Stars 17. Había tomado una decisión. Podía jugar a lo seguro y quedarse donde estaba, esperando que la dejase ir al final del partido. O podía jugarse el todo por el todo, e intentar recuperar la libertad.
La cara de Joe apareció en la pantalla, y tomó una decisión. No iba a perder los Stars sin pelear. Iba a jugársela. Sólo tenía una oportunidad, e iba a agarrarla ahora mismo. 5:07, 5:06, 5:05…
Hardesty se encorvó hacia adelante, atacado por otra acometida de tos.
Ella plantó sus pies y se impulsó contra el suelo. La silla salió volando.
Él se giró torpemente cuando oyó las ruedas. Con una exclamación ruda, levantó el puño para golpearla. Ella levantó las piernas y golpeó duramente con el tacón en su ingle.
Él dio un grito de dolor y se dobló adelante. Ella se levantó, sacando los brazos de detrás de la silla, con las muñecas todavía atadas. Corrió hacia la puerta. Cogiendo la manilla de espaldas, la abrió y salió rápidamente al vestíbulo.
Corrió torpemente con dirección al ascensor tirando de las muñecas atadas.
Pero aunque las cuerdas estaban cada vez más sueltas, aún no podía liberarse.
Oyó un gemido detrás de ella y giró la cabeza para ver a Hardesty tambaleándose al atravesar la puerta.
Ella se movió hacia una puerta metálica que ponía "Escaleras" y tropezó, apenas recuperó el equilibrio antes de seguir. Otra vez perdió unos segundos preciosos al girarse para abrir la manilla de la puerta. Un trozo de cuerda se deslizó sobre sus dedos haciéndole al proceso incluso más difícil. Hardesty, todavía encorvado, se movía hacia ella.
—Perra —dijo jadeando.
El terror la atravesó como un relámpago al ver que buscaba la pistola de su cadera. La puerta de la escalera se abrió. Se lanzó hacia adentro, gritando y encorvando los hombros cuando virutas de hormigón saltaron de la pared delante de ella, salpicándola de escombros.
Dio un grito sofocado. Antes de que le pudiera disparar otra vez, empezó a subir trabajosamente las escaleras, tirando frenéticamente de las cuerdas, tan enmarañadas que hacían sus movimientos torpes. Estaba llegando al descansillo cuando finalmente uno de los nudos se soltó. Se libró del resto oyendo la horrible respiración dificultosa que venía de debajo, el sonido aumentaba en la escalera vacía.
—¡Puta!
Ella giró y lo vio al pie del hueco de la escalera, con la cara púrpura y sin aliento como si lo estuvieran estrangulando. Petrificada, clavó los ojos en la pistola que apuntada directamente a ella.
—No… —él se apoyó en la pared, agarrándose el pecho— no voy a dejar…
La pistola se movió, liberándola de su momentánea parálisis. Atravesó el descansillo, girando hacia el tramo siguiente de escaleras. Sonó otro disparo, dando en la pared detrás de ella. No se atrevió a detenerse para ver si la seguía y subió rápidamente las escaleras restantes. Cuando alcanzó la puerta, oyó un grito de dolor casi inhumano. Abrió la puerta a la vez que un ruido sordo, de un gran peso golpeando el suelo, hacía eco en el hueco de la escalera.
Salió precipitadamente al vestíbulo, tratando desesperadamente de orientarse. Oyó el ruido de la gente y se dio cuenta de que había salido en el extremo más alejado del pasillo que daba al vestuario de los Stars. Sin perder tiempo, se dirigió al túnel que comunicaba con el campo, sacándose la chaqueta azul con lentejuelas al mismo tiempo que las cuerdas ensangrentadas.
Un guarda de seguridad vigilaba la salida del túnel. Se giró cuando oyó el estrépito de sus zapatos. Mientras corría hacia él, miró boquiabierto sus arrugadas medias de red rotas y sus muñecas ensangrentadas.
—¡Hay un guarda al pie de las escaleras del fondo del vestuario! —Intentó controlar su respiración—. Creo que está teniendo un ataque al corazón. Ten cuidado. Está loco y tiene una pistola.
El hombre clavó los ojos en ella como si hubiera perdido el juicio. Antes de que la pudiera detener, corrió por delante de él hacia el campo. El guarda situado en la valla la reconoció y abrió la portilla. La ofensiva de los Sabers estaba en el campo. Miró el marcador. 2:58…
Y luego, todo lo que vio fue la cabeza de Joe .
Los problemas entre ellos se evaporaron mientras corría hacia el banquillo.
Los jugadores bloqueaban su camino, y ella tiró de sus camisetas para apartarlos.
—¡Dejadme pasar! ¡Dejadme pasar!
Uno por uno se hicieron a un lado, claramente asombrados de verla. Bobby Tom y Jim Biederot la divisaron y se acercaron hacia ella.
—¡Joe !
D.A. Torrez.
Re: Tenias Que Ser Tu (Adaptación Joe y Tu TERMINADA)
Parte 2:
Él se giró rápidamente cuando la oyó decir su nombre. Su cara mostraba unas profundas emociones que ella nunca visto y se lanzó a sus brazos.
—¡_____! ¡Gracias a Dios! Oh, gracias a Dios, _____… —Repetidas vecesmasculló su nombre mientras la sostenía apretada contra su pecho.
La cámara los enfocó; en el palco, Ron giró sobre sus pies y corrió a la puerta. Entretanto en la cabina de emisión, los comentaristas intentaban explicarse los unos a los otros, por qué la dueña de los Stars abrazaba al
entrenador que llevaba dos cuartos conteniendo el juego y llevando a su equipo al desastre.
Ella envolvió sus brazos alrededor de su cuello y lo besó con fuerza. Él devolvió el beso y la abrazó tan fuerte que apenas podía respirar.
—¿Podéis ganar todavía? —murmuró.
—Mientras tú estés a salvo, es igual. El resultado no tiene importancia. — Su voz estaba ronca por la emoción, y ella se echó hacia atrás lo justo para ver que sus ojos se llenaban de lágrimas—. Pensaba que te había perdido —dijo él— Te quiero tanto. Oh, Dios mío, cómo te amo.
Ella guardó las palabras como un tesoro para recordarlas más tarde. Por ahora, sólo podía pensar en él y lo que había hecho por ella.
—Quiero que ganes. Has trabajado tan duro…
—No es importante.
—Sí. Sí, lo es. —Se dio cuenta de que estaba llorando.
Él la abrazó con fuerza.
—No llores, cariño. Alegrémonos de que estás viva.
Ella se percató de que él pensaba que ella quería que ganase por ella.
—No lo entiendes. ¡No quiero que ganes por mí! ¡Quiero que lo hagas por ti!
—Nos llevan diez puntos, cariño. Quedan menos de tres minutos…
—Entonces es mejor que te pongas a ello.
Él le retiró el pelo de la cara, con los ojos tan llenos de amor que todas las dudas que había tenido sobre sus sentimientos se evaporaron.
—Tendríamos que puntuar en dos jugadas para ganar y ahora mismo los hombres me odian.
—Les hablaré.
—_____…
Ella ahuecó la mano en su mejilla.
—Te amo, entrenador. Ahora pon manos a la obra. Es una orden.
Dejar sus brazos requirió toda su fuerza de voluntad, pero mientras se apartaba a un lado vio que él aun estaba deslumbrado por su declaración.
Apenas había dado dos pasos cuando Bobby Tom y Jim se acercaron a su lado.
—¿Estás bien? —La cara de Bobby Tom estaba pálida de preocupación—. Joder, _____, nos tenías muy asustados.
—Estoy bien. —Agarró sus brazos—. Quiero ganar este partido. Quiero que Joe lo gane.
—Si tuviéramos más tiempo…
______se dirigió a Jim.
—No me preocupa eso. No dejaré que le ocurra. Ni a ninguno de vosotros.
Se dio media vuelta y se dirigió hacia Darnell. De alguna manera tenía que restaurar la fe de los jugadores en su entrenador, pero tenía muy poco tiempo.
Él se alarmó al ver las condiciones en las que estaba, y dio un paso adelante.
—_____, ¿que te ocurrió?
Tan rápido como pudo, se lo explicó. Tratando de recobrar el aliento al final, dijo—: Joe sólo trataba de salvarme. Diles a los demás defensas que vamos a ganar este partido…
Antes de que le pudiera preguntar nada más, los jugadores que no estaban en el campo la rodearon, y repitió su historia. Mientras la bombardeaban a preguntas, los Sabers sacaron la pelota.
Joe recuperó su auricular y comenzó a gritar instrucciones. Jim lo golpeó en el hombro y saltó al campo con la ofensiva.
La pausa de dos minutos terminó.
Joe se encorvó hacia delante con las manos apoyadas en los muslos. Los Stars jugaban sin desorden. ______se clavó completamente las uñas en las palmas mientras la acción comenzaba a desarrollarse.
Jim pasó el balón entre sus muslos y comenzó la conexión. En la siguiente jugada perdió el balón a un paso del screen. Y luego en la siguiente, no completó el pase. Uno de los asistentes llegó a su lado y comenzó a envolver sus muñecas en gasa. La historia de lo que había sucedido se había propagado por el equipo, y
Webster Greer se puso a su lado como si fuera un guardaespaldas.
Jim conectó por primera vez desde la línea de treinta y ocho yardas, y el domo reverberó de alegría.
La defensa de los Sabers intentó repeler el avance en desorden. Con la boca seca, ______miró como se movía su equipo para llegar a las diecisiete. 1:10…
Biederot conectó con Collier Davis. ______gritó cuando Davis regateó.
Los aficionados perdieron el control.
En el banquillo de Joe se amontonaba el resto del equipo y el coordinador de equipos especiales.
Los Stars puntuaron. Sabers 27, Stars 24. 0:58…
El kicker de los Stars se adelantó, la afición anticipó la jugada del onside kick , sabiendo que los Stars tenían que volver a tener la posesión de la pelota.
La jugada onside kick era una maniobra que Joe había obligado a los jugadores a practicar centenares de veces durante la temporada, hasta que la pudieron realizar con los ojos cerrados. Pero esto no era un entrenamiento, y el otro equipo sabía lo que podía significar esa jugada.
______recorrió con la mirada a Joe ; le pareció feroz y maravilloso.
La pelota giró alocadamente cuando salió disparada del lateral del pie del kicker. Apenas atravesó las diez yardas requeridas antes de que golpear las manos de un halfback de los Sabers. Trató de sujetarla, pero no pudo. Elvis Crenshaw lo arrolló.
La pelota rodó sin dueño, y veintidós hombres fueron a por ella. Los cascos chocaron y los gritos de los hombres eran audibles en los banquillos incluso sobre los gritos de los hinchas.
Sonó un pitido y los árbitros empezaron a retirar a los jugadores del montón humano. ______clavó los dedos en el brazo de Webster.
Uno por uno, llegaron hasta la parte más baja de la pirámide, hasta que sólo hubo dos jugadores sobre el terreno, uno de jersey azul cielo y otro de color carmesí
Joe dio un grito de júbilo.
Retiraron al jugador de los Sabers, dejando sólo a Darnell Pruitt agarrando el balón.
El ruido de la afición fue ensordecedor. Darnell se levantó de un salto y levantó los brazos al aire. Los Stars habían recobrado la pelota en la línea de cuarenta y ocho yardas. 0:44…
Joe dio una palmada en la espalda a Biederot para que corriese al campo.
En el primer juego, Jim completó un pase sobre la línea de cuarenta y dos yardas. 0:38…
La defensa de los Sabers, anticipando que el ataque continuaría, se colocó para proteger la posición. En vez de eso, fueron arrollados en una de las jugadas más dulces que Joe había visto nunca. Sobre la línea veintidós. 0:25…
Los Stars no completaron los dos pases siguientes y ______trató de prepararse para la derrota. 0:14…
Biederot pidió una pausa y habló con Joe al borde del campo. Mantuvieron un diálogo furioso. Jim volvió a entrar corriendo.
La atmósfera en el domo era electrizante. Cuando los equipos se situaron, ______miró al marcador. Era el tercer tiro y estaban a veintidós yardas todavía.
Jim hizo otro pase incompleto. 0:08…
Joe hizo señales como loco para que los jugadores volvieran a formar a toda prisa. Pero en vez de un gol de campo que les proporcionaría un empate y una muerte súbita, los Stars iban a intentar un touchdown . Cuatro pases y aun estaban a veintidós yardas.
Jim se salió de la formación y buscó su blanco favorito, el mejor receptor de _____, el pies ligeros de ocho millones de dólares, de Telarosa, Texas.
Bobby Tom dio un quiebro en la línea de ocho yardas para perder a su marcador. La pelota se dirigía vertiginosamente hacia él. Dio un salto y la arrancó con fuerza del aire, con un gesto tan gracioso que fue casi femenino.
Los defensores se abalanzaron sobre él.
Se dio la vuelta hacia la línea de gol. Tropezó. Mientras se recuperaba miró hacia un lado. Se giró hacia el otro lado.
Pero Brewer Gates, uno de los defensas estrella de los Sabers, se dirigía hacia él.
Bobby Tom sabía que lo iban a golpear, pero dejó su cuerpo sin protección alargando la pelota delante de él y dirigiéndose a la línea de gol.
Con dientes al descubierto y el rugido de una trituradora de huesos, Gates se abalanzó para intentar detenerle en la línea de dos yardas.
Y fue directamente lanzado al aire por Darnell Pruitt.
Bobby Tom cayó en la tierra con dureza, con cada músculo de su cuerpo de corredor extendido. Su cabeza sonaba y él trató de despejarse. 0:01…
A través de la rejilla del casco, siguió la línea de sus brazos hasta sus manos. Acunaban a la pelota directamente encima de la línea de gol.
Los brazos del árbitro subieron rápidamente al aire, Joe do señal del gol.
Los gritos de los aficionados hacían temblar las paredes curvas del estadio. ______reía y lloraba. Webster la abrazó, luego Elvis Crenshaw. El pandemónium se desató en el campo y en las gradas como si se hubiera dado un disparo de salida.
Intentó acercarse a Joe , pero no pudo a través del mar de jerséis azules que la rodeaban. Se subió al banquillo y le divisó abriéndose camino entre los hombres para alcanzarla. Su cara estaba surcada por una amplia y enorme sonrisa; tenía los ojos medio cerrados. Ella levantó un brazo al aire y se rió.
Detrás de él, ella vio a varios de los jugadores subiendo un enorme envase de plástico verde a gran altura. Se rió más cuando lo vaciaron sobre su cabeza.
Una ducha de hielo y Gatorade se derramaron sobre él. Encorvó los hombros y gritó como si hubiera recibido el bautismo de la victoria.
Parte de la afición lo abucheó. No conocían el drama que había tenido lugar detrás de los banquillos, y todavía querían la sangre de Joe por haber llegado a un final de partido tan desesperado.
Él negó con la cabeza, esparciendo gotitas en todas partes aclarándose los ojos lo suficiente para poder ver a ______otra vez.
Bobby Tom rodeó con el brazo los hombros de Joe y presionó contra su pecho la pelota del partido.
—Es para ti, compañero.
Se abrazaron. Joe agarró firmemente la pelota contra su pecho y otra vez giró en dirección hacia _____.
Se pasó por la cara el puño seco de su camisa y vio que ella estaba todavíade pie en el banco. Parecía una diosa alzándose sobre un mar de jerséis azules que no paraban quietos, con su cabello rubio brillando intensamente bajo las luces. Era la criatura más bella que había visto nunca y la quería con todo su corazón. La fuerza de sus sentimientos ya no le asustaba. Haber estado tan cerca de perderla hacía que no quisiera volver a correr el riesgo.
Los hombres se preparaban para subirlo en hombros, pero no quería ir a ninguna parte sin ella. Se giró hacia ella mientras los jugadores lo levantaban por los pies y comenzaban a subirle. Ella se reía. Él se rió. Y luego todo su ser puso en alerta cuando algo en las gradas detrás de ella reclamó su atención.
En un mar de hinchas desatados. Ray Hardesty se mantenía en una quietud extraña. Cada músculo de su cuerpo estaba rígido de odio mientras miraba a Joe desde la primera fila. Joe vio, con el reflejo de la luz, que llevaba una pistola en la mano antes de que levantase el brazo.
Todo ocurrió en cuestión de segundos, pero cada fragmento de tiempo se convirtió en un fotograma, una imagen de horror que recordaría siempre. Joe , oscilando a gran altura sobre los hombros de los jugadores, habría sido un blanco manifiesto, pero Hardesty, con el pensamiento de un loco, había encontrado la mejor manera de destruir al hombre que odiaba. Los flashes lo cegaban, lo acosaban con preguntas y Joe veía con impotente horror como Hardesty levantaba el brazo para que la pistola apuntara directamente detrás
de la cabeza de _____.
Una masa de guardas de seguridad se dirigían hacia Hardesty.
La mayoría pistola en mano, pero no podían usar sus armas en medio de tal multitud.
En primer plano, _____, ignorante del peligro que corría, todavía se reía.
Joe no tenía ningún arma, nada para defender a la mujer que amaba con todo su corazón. Nada excepto la pelota del partido que acunada contra su pecho.
Él formaba parte de un exclusivo club de quarterbacks geniales, pero mientras cerraba la mano sobre el balón, reconoció que ya no estaba en la plenitud de la vida. Instintivamente, las puntas de sus dedos se colocaron
correctamente sobre algo que le era más familiar que los contornos de su cara.
Los nombres de los inmortales pasaron como un relámpago por su mente:
Bart Starr, Len Dawson, Namath y Montana, el gran Johnny U. Él mismo.
Ninguno de ellos se había jugado nunca tanto.
Echó hacia atrás el brazo y lanzó la pelota. Lanzó por encima de las cabezas de la gente, bajo y duro, una espiral feroz, tan perfectamente ejecutada como cualquier pelota en la historia del fútbol profesional.
En la primera fila de las gradas, Hardesty se retorció lateralmente cuando la pelota lo golpeó ruidosamente en el hombro. La fuerza lo tumbó en los asientos y la pistola voló de su mano.
_____, que finalmente se había percatado de que algo andaba mal, se giró justo a tiempo de ver a un montón de guardas de seguridad convergiendo detrás de ella en las gradas. Antes de que pudiera ver que sucedía, Bobby Tom y Webster la cogieron y ella, también, fue llevada al túnel de vestuarios.
chicas, solo falta queda un capitulo mas y el epilogo para que la novela termine no se, me siento emocionada y a la vez un poco triste porque realmente disfrute releyendo la historia al momento de subirla.
cuéntenme:
¿ustedes como se sienten porque ya llegue el final?
¿que les pareció la novela?
¿les gustaría que subiera otra? y si es así ¿con quien les gustaría que fuera?
Please dejen su comentario. me pasare por aquí mañana para ver sus respuestas y subir el ultimo capitulo. mil besos :bye:
D.A. Torrez.
Re: Tenias Que Ser Tu (Adaptación Joe y Tu TERMINADA)
Pero dios mio!! este capitulo me ha hecho quedarme sin uñas,sin dedos,sin manos!!!!!
que como me siento al saber que se va a terminar!? es un sentimeinto agridulce, me encanta la historia y quiero saber como termine, pero...eso significa no tener mas caps!!!
La novela me E N C A N T O!!!
y que si me gustaría que subieras otra!??! eso NI se pregunta OBVIO que si!!! Y pues.. con rayis y joe, no??!? ;·)
que como me siento al saber que se va a terminar!? es un sentimeinto agridulce, me encanta la historia y quiero saber como termine, pero...eso significa no tener mas caps!!!
La novela me E N C A N T O!!!
y que si me gustaría que subieras otra!??! eso NI se pregunta OBVIO que si!!! Y pues.. con rayis y joe, no??!? ;·)
helado00
Re: Tenias Que Ser Tu (Adaptación Joe y Tu TERMINADA)
CAPÍTULO 25
Parte 1:
Ron encontró a ______justo junto a la puerta del vestuario y después de asegurarse de que estaba ilesa, la condujo hacia la pequeña plataforma que se había colocado para las cámaras de televisión.
—He hablado con la policía —le dijo sobre el pandemónium que los rodeaba—. Hablarán contigo tan pronto como la ceremonia termine. Nunca he estado tan asustado en mi vida.
—¿Está bien Molly? —Los jugadores vaciaban botellas de champán, y ______evadió una ducha fría.
—Estaba muy preocupada, pero ahora está bien.
Cuando llegaron a la plataforma, ______vio a Joe entrevistado por O.J.
Simpson. Se había puesto una gorra de la SuperBowl sobre su mojado cabello y cuando Ron la ayudó a subir al lado de él, lo oyó evadir las preguntas de O.J sobre la segunda mitad diciendo que ofrecería una rueda de prensa tan pronto como el caos se hubiera calmado. No la miró, pero cuando se acercó, apoyó su mano suavemente sobre su cintura.
Ella evadió una ducha de champán sólo para empaparse por otra. Su pelo chorreaba sobre sus ojos y se lo apartaba de las mejillas con suavidad mientras el presidente de la NFL les entregaba el trofeo de campeones de la AFC. Estaba situado en medio de Joe y ______y comenzó a hablar.
—En nombre de la…
—Excúseme un minuto. —______se dirigió a un lado del podio donde agarró la mano de Ron y lo arrastró al lado de Joe y ella misma.
Joe le dirigió a ella una amplia sonrisa de aprobación, le arrebató una botella de espumoso champán a Collier Davis y la vació sobre la cabeza de Ron.
Mientras el presidente farfullaba, ______se rió y se volvió al oficial de la NFL.
—Ahora puede continuar.
Él sonrió.
—En nombre de la NFL, es para mi un gran placer entregar el trofeo de campeón de la copa AFC a la propietaria del equipo ______Somerville, al entrenador Joe Jonas y a todo el equipo de los Stars.
Los jugadores vitorearon como locos y soltaron otra rociada de champán.
______trató de hacer un discurso corto, pero sonaba tan ahogada que Ron tuvo que asumir el control. O.J., que seguía intentando obtener respuesta a sus preguntas sobre el extraño progreso del juego, empezó a entrevistar a Jim Biederot, mientras ______le pasaba el trofeo a Ron. Joe la agarró de la mano, la sacó de la plataforma, y la condujo tras un grupo de jugadores para ocultarse de los medios de comunicación.
—Venga, ven. Sólo tenemos unos minutos.
La llevó cerca de las duchas, directo al fondo del vestuario, atravesaron una sala de entrenamiento y un vestíbulo. Lo siguiente que ella supo fue que la había metido en un pequeño almacén, sólo un poco más grande que un armario. Incluso antes de que la puerta se cerrara tras ellos, la rodeó con sus
brazos y comenzó a besarla.
Se aferraron ferozmente el uno al otro; con los cuerpos húmedos y pegajosos de Gatorade y champán. Saboreando cada uno la boca del otro.
—No sabía si volveríamos a estar así otra vez —murmuró él roncamente.
—Estaba tan asustada.
—Te amo tanto. Oh, Dios mío, te amo.
—Temía que no lo hicieras y no lo podía soportar. —Ella tembló en sus brazos—. Oh, Joe , ha sido un día terrible.
—Y que lo digas.
—No sólo por el secuestro, sino… —Con un estremecimiento, le contó sobre su encuentro con Reed.
Ella podía sentir cómo sus músculos se ponían tensos mientras hablaba, y esperaba su explosión de furia. Cuando sólo le ofreció consuelo, todavía lo amó más por entender tan claramente lo que necesitaba de él.
—Lo siento —dijo, su voz estaba ronca por la emoción—. Lo siento tanto, nena.
Simplemente habérselo contado todo, hacía en cierta forma que fuera más tolerable. Ella profundizó sus caricias por el cuello mojado de su camisa.
—Desearía que pudiéramos quedarnos aquí dentro para siempre — murmuró ella.
—Yo también. Todo lo que quiero hacer es llevarte a casa y hacer el amor contigo hasta que no nos podamos mover.
—La policía me está esperando…
—Yo también tengo que hablar con ellos. Y con la prensa.
—… y necesito ver a Molly.
Él ahuecó su cara con las manos y tiernamente acarició sus mejillas.
—¿Estarás bien?
—Estaré bien. Sólo quiero acabar de una vez con todo esto. Podemos encontrarnos en la fiesta de la victoria de Ron esta noche.
—No pienses que vas a estar demasiado tiempo allí. —Él le dio un último beso; cuando se detuvo, salieron al vestíbulo.
Dentro del armario todo estaba silencioso, entonces hubo un susurro en la esquina más lejana y oscura.
—¿Darnell? —La voz de la mujer era suave y femenina, pero claramente afligida—. ¿Has oído lo que dijo? ¿Sobre ese tal Reed Chandler?
—Lo oí.
Charmaine Dodd, que creía firmemente en el juego limpio, estaba indignada.
—¡Es una rata! No debería poder escaparse de pagar por algo así.
—Oh, no lo hará, nena. Conozco al entrenador y te puedo prometer que Chandler pagará lo que hizo.
—Me alegro. —Detuvo la mano errante de Darnell, que había comenzado a acariciar su pecho sobre su blanca blusa de manera deliciosa, aunque altamente impropia—. No puedes hacer eso. Aún no estamos casados.
—Pero lo estaremos y entonces te tocaré en lugares que ni te imaginas.
—No he dicho que me casaré contigo. —Las palabras sonaron ligeramente amortiguadas porque estaba besándolo mientras hablaba. Abrazar a un jugador de fútbol que era el más grande de su equipo era muy parecido a intentar abrazar a un tanque blindado. Pero aún no estaba preparada para dejarlo
marchar. Tampoco era que estuviese dispuesta a dejarle saber cómo había crecido su amor por él. Darnell estaba demasiado seguro de sí mismo para hacerlo.
—Charmaine, cariño, acabo de salir del campo. No he pasado por la ducha, pero has entrado sin vacilar en este armario conmigo. Si eso no es una señal de que estás lista para el matrimonio, no sé lo que es.
—A lo mejor sólo siento lástima por ti.
Él se rió y le metió la mano bajo la falda. Su caricia fue tan exquisita que, durante un largo momento, Señorita Charmaine Dodd olvidó sus principios. Fue por eso que pasó la punta de su lengua sobre el diamante de su diente delantero y se dijo a sí misma que Darnell Pruitt iba a ser un marido estupendo.
*****
Dieron las ocho antes de que Joe hubiera acabado con la policía, el comisario de la NFL y la prensa. La rueda de prensa larga y dramática había sido especialmente difícil para _____, pero la había manejado como un
soldado de caballería y la estaban poniendo de heroína en las noticias de la noche. A él no le gustaba nada que la prensa lo tratara de convertir en un héroe, pero sabía que historias como ésta morían de muerte natural después de unas semanas. Después sus vidas volverían a la normalidad.
Ray Hardesty había sufrido un ataque al corazón y estaba en el hospital bajo custodia policial. Mientras miraba alrededor en el vestuario de
entrenadores dónde finalmente había podido darse una ducha y ponerse ropa limpia, supo que no lamentaría si Hardesty no se recuperaba.
Todos los demás habían salido hacía mucho tiempo con destino a la fiesta de celebración. Mientras se ponía en silencio la cazadora, estaba rendido hasta los huesos y sólo podía pensar en estar con _____. Pero tenía que hacer algo primero.
Salió al pasillo y comenzó a dirigirse hacia la salida pero se paró en seco cuando vio a Jim, Darnell, Webster y Bobby Tom apoyados contra una de las paredes. Todos llevaban ropas de calle.
Él lo miró con ansiedad.
—Os creía en la fiesta a estas horas.
—Preferimos esperarte —dijo Jim.
—Tengo algo que hacer antes. Os encontraré allí.
Bobby Tom apartó su larguirucho cuerpo de la pared.
—A nosotros también nos importa _____.
—¿De que coño estás hablando?
Darnell dio un paso adelante.
—Mi novia y yo estábamos dentro del armario en que os metisteis ______y tú después del partido. No teníamos intención de oír lo que te contó sobre Reed
Chandler, pero lo hicimos. Se lo dije a mis compañeros de equipo aquí presentes.
Pasaron unos segundos largos y tensos mientras Joe los estudiaba.
—Puedo ocuparme de Reed yo solo.
—Lo sabemos. Sólo vamos para dar apoyo moral.
Joe comenzó a discutir, pero se calló cuándo se dio cuenta de que, en sus mentes, ______había sido hoy su compañera de equipo.
Veinte minutos más tarde, se detuvieron delante del camino de acceso a la casa de dos plantas de Reed. Joe se alegró al ver que las luces estaban encendidas. Reed estaba en casa, no tendría que posponer nada.
Después de salir del coche, se metió los guantes en el bolsillo y miró a los hombres que habían venido con él.
—Reed es mío. No quiero que le toque nadie más.
Bobby Tom inclinó la cabeza.
—Asegúrate de que lo rematas bien.
Reed abrió la puerta él mismo. Cuando vio a Joe , se quedó perplejo, y luego sus ojos se abrieron con alarma cuando observó la pandilla que había detrás de él. Inmediatamente trató de cerrar la puerta de golpe, pero no fue lo suficientemente rápido y Joe empujó con el hombro, lanzándolo hacia atrás.
El hombre chocó violentamente contra la pared del vestíbulo. Reed reculó por el pasillo hasta la sala de estar. Joe podía oler su miedo.
—¿Qué queréis? ¡Fuera de aquí!
Joe avanzó.
—Creo que sabes lo que quiero. Si crees en algo, te sugiero que comiences a rezar.
—¡No sé de qué hablas! ¿Te mintió ______sobre mí? Seguro que te contó alguna mentira…
Joe le dio el primer puñetazo, un golpe duro sobre la mandíbula y Reed voló contra el sofá. Aulló de dolor y se puso de pie, jadeando con recelo.
—Vete de aquí, Jonas . Voy a llamar a la policía. Voy a…
Webster serenamente arrancó el teléfono de la pared.
—Lástima, Chandler. El teléfono no funciona.
—¡Si me tocas, haré que te arresten!
—¿Y como pretendes conseguir eso? —Bobby Tom se puso un palillo de dientes en la esquina de su boca—.Ahora mismo el entrenador está tomando una copa con nosotros cuatro en mi apartamento. Si alguien dice otra cosa está mintiendo. ¿No es cierto?
—Eso mismo, Bobby Tom. —Darnell se limpió los zapatos en una de las adamascadas sillas blancas.
—¡Vosotros estáis chiflados! Sois unos jodidos psicópatas.
—No somos psicópatas —dijo Joe —. Lo único que pasa es que creemos que un cabrón como tú, tiene que recibir algún tipo de castigo por una violación.
—¿Es eso lo que te ha dicho? ¡No la violé! Miente. Ella quería. Ella…
El siguiente golpe de Joe rompió la nariz de Reed, que comenzó a gemir echándose para atrás e intentando contener la sangre que caía por su cara—. No fue culpa mía —sollozó— estaba borracho. No significó nada.
Joe dejó caer su cazadora sobre el respaldo del sofá.
—Cuando termine contigo esta noche, vas a estar realmente mal.
Reed trató de escapar.
—¡No! ¡Aléjate! ¡No me hagas daño!
Joe se acercó a él de modo amenazador.
—Estarás realmente mal, pero a menos que no calcule bien, estarás todavía vivo. Si quieres seguir viviendo, no volverás a acercarte a ______en tu vida. Si la amenazas de cualquier manera, será mejor que te prepares para pasar el resto de tu vida en una silla de ruedas.
—¡No!
Fue la última palabra que Reed pronunció antes de que Joe terminara con él.
*****
______no llegó a la fiesta por la victoria hasta las nueve. Su dura experiencia, junto con la larga rueda de prensa, la había agotado. Cuando ella finalmente llegó a casa, Molly la había cuidado como una gallina a sus pollitos y había insistido en que se echara a dormir un rato. Había estado tan exhausta que inmediatamente se había quedado dormida.
Varias horas más tarde, cuando se despertó y se espabiló, estaba ansiosa por ver a Joe . Se duchó y charló con Molly mientras se vestía. Su hermana estaba aún algo inquieta por los acontecimientos de la tarde, pero se le había pasado cuándo ______sugirió una fiesta de pijamas de última hora. Peg aceptó quedarse a cuidar de Molly y sus amigas, y cuando ______salía, comenzaban a llegar las chicas.
El restaurante que Ron había reservado para esa noche tenía un interior acogedor y rústico; su decoración era a base de paredes enladrilladas y lámparas que en realidad eran cazuelas de cobre colgando del techo. Cuando entró, su pelo estaba todavía un poco húmedo por la ducha y se rizaba sobre su cabeza. La temperatura había descendido firmemente durante toda la tarde, lo que había hecho que se pusiera un jersey holgado de color fucsia que hacia juego con una falda de lana suave y fluida. Con excepción de la abertura de la falda que llegaba por la mitad del muslo, su atavío era conservador pero el efecto se rompía por los pendientes de plata que colgaban de sus orejas.
Se acababa de sacar el abrigo cuando oyó que un grupo entraba en el restaurante justo detrás de ella. Se giró para ver entrar a Joe , delante de Jim, Darnell, Webster y Bobby Tom. En cuanto lo vio, todo en ella, se volvió cálido y suave.
—Creía que era la última en llegar. —Su voz sonó jadeante.
La expresión de Joe era tan tierna que ella sintió un vuelco en el corazón.
—No pudimos escaparnos antes.
Se quedaron en medio de la entrada mirándose el uno al otro mientras el resto de los hombres comenzaban a buscar a sus esposas y novias.
Bobby Tom tosió.
—Deberíais respirar o algo así, para que nadie cuelgue un abrigo encima de uno de vosotros.
Joe no apartó los ojos de _____.
—¿No tienes alguna jugada que repasar, Denton?
—Seguro, entrenador. —Riéndose entre dientes, los dejó solos.
______podría haberlo mirado para siempre, pero tenían cosas que hacer.
Joe la tomó del brazo y la acompañó a la puerta.
—Media hora. Luego eres toda mía.
Se encontraron con Ron justo al otro lado de la puerta. Para sorpresa de _____, lo acompañaba Sharon Anderson y los saludó a ambos con una sonrisa acogedora.
Joe ni siquiera trato de disimular el evidente placer que sintió al ver a Sharon, atrayéndola inmediatamente a sus brazos para darle un abrazo de oso.
—Hola, cariño. ¿Cómo te trata Ron? ¿Se ha declarado ya?
______intentó sentir algo de celos, pero su afecto por Sharon era tan fraternal y honesto que era imposible. Se percató que él trataba a Sharon exactamente igual que a Molly y se preguntó cómo diablos se podía haber imaginado él que podrían haber sido un matrimonio feliz. Joe podía ser uno de los hombres más inteligentes que conocía, pero era definitivamente estúpido sobre algunas cosas.
Ella se apiadó de Sharon, cuyo rubor se había extendido desde su pelo rojo a cada una de sus pecas.
—No le dejes meterse contigo, Sharon. Su idea de buenos modales es mortificar a todas las personas que le gustan.
—No la estaba mortificando —protestó Joe —. Este es mi primer intento de casamentero y quiero saber que tal se me da.
—Pues te quedas con las ganas —dijo Ron suavemente—. ¿Por qué no te ocupas de tu propia vida amorosa y le consigues a ______una bebida? — Sharon y él se sonrieron tímidamente y se marcharon.
______se rió tontamente mientras Joe conseguía una cerveza para él y un vaso de vino para ella de un camarero que pasaba, pero su sonrisa se desvaneció como ella vio sus nudillos llenos de arañazos y magulladuras.
—¿Qué te pasó en la mano?
—Bueno…, esto…, —se tomó un sorbo de cerveza—. Me alegro de que Ron consiguiera mantener en secreto el lugar de la fiesta ante la prensa.
—¿Joe ? ¿Qué te sucedió en la mano?
Él vaciló, y por un momento ella pensó que no le iba a contestar, pero entonces apartó con suavidad un rizo de su mejilla.
—Fui a ver a Reed. Nosotros dos necesitábamos dejar claras unas cuantas cosas por lo que te hizo.
Sus ojos le recorrieron, pero aparte de las manos, no parecía tener ningún tipo de daño.
—¿Qué hiciste?
—Digamos que practiqué un poco de justicia fronteriza. No te molestará otra vez, cariño.
______quiso preguntarle, pero al mismo tiempo, la expresión reservada de su cara le dijo que no conseguiría nada más. Decidió que de todas maneras, no estaba tan ansiosa por saber los detalles.
Darnell se acercó y les presentó a su nueva novia. A ______le gustó enseguida Charmaine Dodd y los felicitó. Otros jugadores se acercaron con sus esposas y Joe y ella se separaron. Se movió de un grupo a otro, saludando a todo el mundo y divisando ocasionalmente a Joe mientras hacía lo mismo.
Ella conversaba con Bobby Tom y un par de espectaculares pelirrojas que colgaban de sus brazos cuando oyó que alguien gritaba.
—¡Silencio, chicos! ¡Silencio!
Todos se quedaron sorprendidos al ver que la dominante voz provenía de Ron y se quedaron en silencio. Estaba de pie en un extremo de la habitación con un teléfono en la mano y con la otra mano tapando la boquilla.
—¡_____! —Le tendió el teléfono—. ¡_____, es para ti!
Ella lo miró preguntando quien era sin palabras.
—¡Es el presidente! —Dijo las palabras con un grito que se debía haber oído hasta en el aparcamiento.
Ella había hablado con el presidente de la NFL algunas horas antes y no entendía por qué Ron estaba tan agitado.
—Creía que ya nos habíamos dicho todo.
—¡El Presidente! ¡De los Estados Unidos! Llama para felicitarte.
Ella tragó saliva. Pasó la mano por el cuello de su jersey. Los jugadores se rieron y se callaron cuando se acercó para coger el teléfono.
La voz de una mujer dijo—: Señorita Somerville, ahora se pone el presidente.
Justo entonces alguien la golpeó ligeramente en el hombro. Vio a Joe de pie su lado, una sonrisa del tamaño de una cancha de fútbol extendiéndose por toda su cara.
—Ahora, _____.
Ella lo miró sin entender nada.
—¿Qué?
—Ahora.
El significado penetró lentamente en su cerebro y clavó los ojos en él con incredulidad. ¡Acababa de decir ahora! Puso la mano sobre el receptor.
—¡Joe , es el Presidente! No puedo…
Él cruzó los brazos sobre su pecho con una expresión insoportablemente arrogante. Ella se dio cuenta de que él había estado esperando un momento así. ¡Qué rata! La había hecho caer en una trampa, y ahora se iba a pasar el resto de sus vidas metiéndose con ella despiadadamente porque no se había atrevido a aceptar su desafío. ¡Deportista arrogante e irritante! Definitivamente, alguien tenía que pararle los pies.
La voz del Presidente surgió del teléfono.
—Felicidades, Señorita Somerville. Fue un partido asombroso…
—Perdone un momento, señor —tragó saliva— tengo a la Señorita Somerville aquí mismo. —Le dio el teléfono a una asombrada Sharon Anderson.
Joe no aguantó la carcajada. Ella lo agarró y lo arrastró entre la gente. En cuanto llegaron a la puerta, le dijo:
—Será mejor que valga la pena, semental.
Parte 1:
Ron encontró a ______justo junto a la puerta del vestuario y después de asegurarse de que estaba ilesa, la condujo hacia la pequeña plataforma que se había colocado para las cámaras de televisión.
—He hablado con la policía —le dijo sobre el pandemónium que los rodeaba—. Hablarán contigo tan pronto como la ceremonia termine. Nunca he estado tan asustado en mi vida.
—¿Está bien Molly? —Los jugadores vaciaban botellas de champán, y ______evadió una ducha fría.
—Estaba muy preocupada, pero ahora está bien.
Cuando llegaron a la plataforma, ______vio a Joe entrevistado por O.J.
Simpson. Se había puesto una gorra de la SuperBowl sobre su mojado cabello y cuando Ron la ayudó a subir al lado de él, lo oyó evadir las preguntas de O.J sobre la segunda mitad diciendo que ofrecería una rueda de prensa tan pronto como el caos se hubiera calmado. No la miró, pero cuando se acercó, apoyó su mano suavemente sobre su cintura.
Ella evadió una ducha de champán sólo para empaparse por otra. Su pelo chorreaba sobre sus ojos y se lo apartaba de las mejillas con suavidad mientras el presidente de la NFL les entregaba el trofeo de campeones de la AFC. Estaba situado en medio de Joe y ______y comenzó a hablar.
—En nombre de la…
—Excúseme un minuto. —______se dirigió a un lado del podio donde agarró la mano de Ron y lo arrastró al lado de Joe y ella misma.
Joe le dirigió a ella una amplia sonrisa de aprobación, le arrebató una botella de espumoso champán a Collier Davis y la vació sobre la cabeza de Ron.
Mientras el presidente farfullaba, ______se rió y se volvió al oficial de la NFL.
—Ahora puede continuar.
Él sonrió.
—En nombre de la NFL, es para mi un gran placer entregar el trofeo de campeón de la copa AFC a la propietaria del equipo ______Somerville, al entrenador Joe Jonas y a todo el equipo de los Stars.
Los jugadores vitorearon como locos y soltaron otra rociada de champán.
______trató de hacer un discurso corto, pero sonaba tan ahogada que Ron tuvo que asumir el control. O.J., que seguía intentando obtener respuesta a sus preguntas sobre el extraño progreso del juego, empezó a entrevistar a Jim Biederot, mientras ______le pasaba el trofeo a Ron. Joe la agarró de la mano, la sacó de la plataforma, y la condujo tras un grupo de jugadores para ocultarse de los medios de comunicación.
—Venga, ven. Sólo tenemos unos minutos.
La llevó cerca de las duchas, directo al fondo del vestuario, atravesaron una sala de entrenamiento y un vestíbulo. Lo siguiente que ella supo fue que la había metido en un pequeño almacén, sólo un poco más grande que un armario. Incluso antes de que la puerta se cerrara tras ellos, la rodeó con sus
brazos y comenzó a besarla.
Se aferraron ferozmente el uno al otro; con los cuerpos húmedos y pegajosos de Gatorade y champán. Saboreando cada uno la boca del otro.
—No sabía si volveríamos a estar así otra vez —murmuró él roncamente.
—Estaba tan asustada.
—Te amo tanto. Oh, Dios mío, te amo.
—Temía que no lo hicieras y no lo podía soportar. —Ella tembló en sus brazos—. Oh, Joe , ha sido un día terrible.
—Y que lo digas.
—No sólo por el secuestro, sino… —Con un estremecimiento, le contó sobre su encuentro con Reed.
Ella podía sentir cómo sus músculos se ponían tensos mientras hablaba, y esperaba su explosión de furia. Cuando sólo le ofreció consuelo, todavía lo amó más por entender tan claramente lo que necesitaba de él.
—Lo siento —dijo, su voz estaba ronca por la emoción—. Lo siento tanto, nena.
Simplemente habérselo contado todo, hacía en cierta forma que fuera más tolerable. Ella profundizó sus caricias por el cuello mojado de su camisa.
—Desearía que pudiéramos quedarnos aquí dentro para siempre — murmuró ella.
—Yo también. Todo lo que quiero hacer es llevarte a casa y hacer el amor contigo hasta que no nos podamos mover.
—La policía me está esperando…
—Yo también tengo que hablar con ellos. Y con la prensa.
—… y necesito ver a Molly.
Él ahuecó su cara con las manos y tiernamente acarició sus mejillas.
—¿Estarás bien?
—Estaré bien. Sólo quiero acabar de una vez con todo esto. Podemos encontrarnos en la fiesta de la victoria de Ron esta noche.
—No pienses que vas a estar demasiado tiempo allí. —Él le dio un último beso; cuando se detuvo, salieron al vestíbulo.
Dentro del armario todo estaba silencioso, entonces hubo un susurro en la esquina más lejana y oscura.
—¿Darnell? —La voz de la mujer era suave y femenina, pero claramente afligida—. ¿Has oído lo que dijo? ¿Sobre ese tal Reed Chandler?
—Lo oí.
Charmaine Dodd, que creía firmemente en el juego limpio, estaba indignada.
—¡Es una rata! No debería poder escaparse de pagar por algo así.
—Oh, no lo hará, nena. Conozco al entrenador y te puedo prometer que Chandler pagará lo que hizo.
—Me alegro. —Detuvo la mano errante de Darnell, que había comenzado a acariciar su pecho sobre su blanca blusa de manera deliciosa, aunque altamente impropia—. No puedes hacer eso. Aún no estamos casados.
—Pero lo estaremos y entonces te tocaré en lugares que ni te imaginas.
—No he dicho que me casaré contigo. —Las palabras sonaron ligeramente amortiguadas porque estaba besándolo mientras hablaba. Abrazar a un jugador de fútbol que era el más grande de su equipo era muy parecido a intentar abrazar a un tanque blindado. Pero aún no estaba preparada para dejarlo
marchar. Tampoco era que estuviese dispuesta a dejarle saber cómo había crecido su amor por él. Darnell estaba demasiado seguro de sí mismo para hacerlo.
—Charmaine, cariño, acabo de salir del campo. No he pasado por la ducha, pero has entrado sin vacilar en este armario conmigo. Si eso no es una señal de que estás lista para el matrimonio, no sé lo que es.
—A lo mejor sólo siento lástima por ti.
Él se rió y le metió la mano bajo la falda. Su caricia fue tan exquisita que, durante un largo momento, Señorita Charmaine Dodd olvidó sus principios. Fue por eso que pasó la punta de su lengua sobre el diamante de su diente delantero y se dijo a sí misma que Darnell Pruitt iba a ser un marido estupendo.
*****
Dieron las ocho antes de que Joe hubiera acabado con la policía, el comisario de la NFL y la prensa. La rueda de prensa larga y dramática había sido especialmente difícil para _____, pero la había manejado como un
soldado de caballería y la estaban poniendo de heroína en las noticias de la noche. A él no le gustaba nada que la prensa lo tratara de convertir en un héroe, pero sabía que historias como ésta morían de muerte natural después de unas semanas. Después sus vidas volverían a la normalidad.
Ray Hardesty había sufrido un ataque al corazón y estaba en el hospital bajo custodia policial. Mientras miraba alrededor en el vestuario de
entrenadores dónde finalmente había podido darse una ducha y ponerse ropa limpia, supo que no lamentaría si Hardesty no se recuperaba.
Todos los demás habían salido hacía mucho tiempo con destino a la fiesta de celebración. Mientras se ponía en silencio la cazadora, estaba rendido hasta los huesos y sólo podía pensar en estar con _____. Pero tenía que hacer algo primero.
Salió al pasillo y comenzó a dirigirse hacia la salida pero se paró en seco cuando vio a Jim, Darnell, Webster y Bobby Tom apoyados contra una de las paredes. Todos llevaban ropas de calle.
Él lo miró con ansiedad.
—Os creía en la fiesta a estas horas.
—Preferimos esperarte —dijo Jim.
—Tengo algo que hacer antes. Os encontraré allí.
Bobby Tom apartó su larguirucho cuerpo de la pared.
—A nosotros también nos importa _____.
—¿De que coño estás hablando?
Darnell dio un paso adelante.
—Mi novia y yo estábamos dentro del armario en que os metisteis ______y tú después del partido. No teníamos intención de oír lo que te contó sobre Reed
Chandler, pero lo hicimos. Se lo dije a mis compañeros de equipo aquí presentes.
Pasaron unos segundos largos y tensos mientras Joe los estudiaba.
—Puedo ocuparme de Reed yo solo.
—Lo sabemos. Sólo vamos para dar apoyo moral.
Joe comenzó a discutir, pero se calló cuándo se dio cuenta de que, en sus mentes, ______había sido hoy su compañera de equipo.
Veinte minutos más tarde, se detuvieron delante del camino de acceso a la casa de dos plantas de Reed. Joe se alegró al ver que las luces estaban encendidas. Reed estaba en casa, no tendría que posponer nada.
Después de salir del coche, se metió los guantes en el bolsillo y miró a los hombres que habían venido con él.
—Reed es mío. No quiero que le toque nadie más.
Bobby Tom inclinó la cabeza.
—Asegúrate de que lo rematas bien.
Reed abrió la puerta él mismo. Cuando vio a Joe , se quedó perplejo, y luego sus ojos se abrieron con alarma cuando observó la pandilla que había detrás de él. Inmediatamente trató de cerrar la puerta de golpe, pero no fue lo suficientemente rápido y Joe empujó con el hombro, lanzándolo hacia atrás.
El hombre chocó violentamente contra la pared del vestíbulo. Reed reculó por el pasillo hasta la sala de estar. Joe podía oler su miedo.
—¿Qué queréis? ¡Fuera de aquí!
Joe avanzó.
—Creo que sabes lo que quiero. Si crees en algo, te sugiero que comiences a rezar.
—¡No sé de qué hablas! ¿Te mintió ______sobre mí? Seguro que te contó alguna mentira…
Joe le dio el primer puñetazo, un golpe duro sobre la mandíbula y Reed voló contra el sofá. Aulló de dolor y se puso de pie, jadeando con recelo.
—Vete de aquí, Jonas . Voy a llamar a la policía. Voy a…
Webster serenamente arrancó el teléfono de la pared.
—Lástima, Chandler. El teléfono no funciona.
—¡Si me tocas, haré que te arresten!
—¿Y como pretendes conseguir eso? —Bobby Tom se puso un palillo de dientes en la esquina de su boca—.Ahora mismo el entrenador está tomando una copa con nosotros cuatro en mi apartamento. Si alguien dice otra cosa está mintiendo. ¿No es cierto?
—Eso mismo, Bobby Tom. —Darnell se limpió los zapatos en una de las adamascadas sillas blancas.
—¡Vosotros estáis chiflados! Sois unos jodidos psicópatas.
—No somos psicópatas —dijo Joe —. Lo único que pasa es que creemos que un cabrón como tú, tiene que recibir algún tipo de castigo por una violación.
—¿Es eso lo que te ha dicho? ¡No la violé! Miente. Ella quería. Ella…
El siguiente golpe de Joe rompió la nariz de Reed, que comenzó a gemir echándose para atrás e intentando contener la sangre que caía por su cara—. No fue culpa mía —sollozó— estaba borracho. No significó nada.
Joe dejó caer su cazadora sobre el respaldo del sofá.
—Cuando termine contigo esta noche, vas a estar realmente mal.
Reed trató de escapar.
—¡No! ¡Aléjate! ¡No me hagas daño!
Joe se acercó a él de modo amenazador.
—Estarás realmente mal, pero a menos que no calcule bien, estarás todavía vivo. Si quieres seguir viviendo, no volverás a acercarte a ______en tu vida. Si la amenazas de cualquier manera, será mejor que te prepares para pasar el resto de tu vida en una silla de ruedas.
—¡No!
Fue la última palabra que Reed pronunció antes de que Joe terminara con él.
*****
______no llegó a la fiesta por la victoria hasta las nueve. Su dura experiencia, junto con la larga rueda de prensa, la había agotado. Cuando ella finalmente llegó a casa, Molly la había cuidado como una gallina a sus pollitos y había insistido en que se echara a dormir un rato. Había estado tan exhausta que inmediatamente se había quedado dormida.
Varias horas más tarde, cuando se despertó y se espabiló, estaba ansiosa por ver a Joe . Se duchó y charló con Molly mientras se vestía. Su hermana estaba aún algo inquieta por los acontecimientos de la tarde, pero se le había pasado cuándo ______sugirió una fiesta de pijamas de última hora. Peg aceptó quedarse a cuidar de Molly y sus amigas, y cuando ______salía, comenzaban a llegar las chicas.
El restaurante que Ron había reservado para esa noche tenía un interior acogedor y rústico; su decoración era a base de paredes enladrilladas y lámparas que en realidad eran cazuelas de cobre colgando del techo. Cuando entró, su pelo estaba todavía un poco húmedo por la ducha y se rizaba sobre su cabeza. La temperatura había descendido firmemente durante toda la tarde, lo que había hecho que se pusiera un jersey holgado de color fucsia que hacia juego con una falda de lana suave y fluida. Con excepción de la abertura de la falda que llegaba por la mitad del muslo, su atavío era conservador pero el efecto se rompía por los pendientes de plata que colgaban de sus orejas.
Se acababa de sacar el abrigo cuando oyó que un grupo entraba en el restaurante justo detrás de ella. Se giró para ver entrar a Joe , delante de Jim, Darnell, Webster y Bobby Tom. En cuanto lo vio, todo en ella, se volvió cálido y suave.
—Creía que era la última en llegar. —Su voz sonó jadeante.
La expresión de Joe era tan tierna que ella sintió un vuelco en el corazón.
—No pudimos escaparnos antes.
Se quedaron en medio de la entrada mirándose el uno al otro mientras el resto de los hombres comenzaban a buscar a sus esposas y novias.
Bobby Tom tosió.
—Deberíais respirar o algo así, para que nadie cuelgue un abrigo encima de uno de vosotros.
Joe no apartó los ojos de _____.
—¿No tienes alguna jugada que repasar, Denton?
—Seguro, entrenador. —Riéndose entre dientes, los dejó solos.
______podría haberlo mirado para siempre, pero tenían cosas que hacer.
Joe la tomó del brazo y la acompañó a la puerta.
—Media hora. Luego eres toda mía.
Se encontraron con Ron justo al otro lado de la puerta. Para sorpresa de _____, lo acompañaba Sharon Anderson y los saludó a ambos con una sonrisa acogedora.
Joe ni siquiera trato de disimular el evidente placer que sintió al ver a Sharon, atrayéndola inmediatamente a sus brazos para darle un abrazo de oso.
—Hola, cariño. ¿Cómo te trata Ron? ¿Se ha declarado ya?
______intentó sentir algo de celos, pero su afecto por Sharon era tan fraternal y honesto que era imposible. Se percató que él trataba a Sharon exactamente igual que a Molly y se preguntó cómo diablos se podía haber imaginado él que podrían haber sido un matrimonio feliz. Joe podía ser uno de los hombres más inteligentes que conocía, pero era definitivamente estúpido sobre algunas cosas.
Ella se apiadó de Sharon, cuyo rubor se había extendido desde su pelo rojo a cada una de sus pecas.
—No le dejes meterse contigo, Sharon. Su idea de buenos modales es mortificar a todas las personas que le gustan.
—No la estaba mortificando —protestó Joe —. Este es mi primer intento de casamentero y quiero saber que tal se me da.
—Pues te quedas con las ganas —dijo Ron suavemente—. ¿Por qué no te ocupas de tu propia vida amorosa y le consigues a ______una bebida? — Sharon y él se sonrieron tímidamente y se marcharon.
______se rió tontamente mientras Joe conseguía una cerveza para él y un vaso de vino para ella de un camarero que pasaba, pero su sonrisa se desvaneció como ella vio sus nudillos llenos de arañazos y magulladuras.
—¿Qué te pasó en la mano?
—Bueno…, esto…, —se tomó un sorbo de cerveza—. Me alegro de que Ron consiguiera mantener en secreto el lugar de la fiesta ante la prensa.
—¿Joe ? ¿Qué te sucedió en la mano?
Él vaciló, y por un momento ella pensó que no le iba a contestar, pero entonces apartó con suavidad un rizo de su mejilla.
—Fui a ver a Reed. Nosotros dos necesitábamos dejar claras unas cuantas cosas por lo que te hizo.
Sus ojos le recorrieron, pero aparte de las manos, no parecía tener ningún tipo de daño.
—¿Qué hiciste?
—Digamos que practiqué un poco de justicia fronteriza. No te molestará otra vez, cariño.
______quiso preguntarle, pero al mismo tiempo, la expresión reservada de su cara le dijo que no conseguiría nada más. Decidió que de todas maneras, no estaba tan ansiosa por saber los detalles.
Darnell se acercó y les presentó a su nueva novia. A ______le gustó enseguida Charmaine Dodd y los felicitó. Otros jugadores se acercaron con sus esposas y Joe y ella se separaron. Se movió de un grupo a otro, saludando a todo el mundo y divisando ocasionalmente a Joe mientras hacía lo mismo.
Ella conversaba con Bobby Tom y un par de espectaculares pelirrojas que colgaban de sus brazos cuando oyó que alguien gritaba.
—¡Silencio, chicos! ¡Silencio!
Todos se quedaron sorprendidos al ver que la dominante voz provenía de Ron y se quedaron en silencio. Estaba de pie en un extremo de la habitación con un teléfono en la mano y con la otra mano tapando la boquilla.
—¡_____! —Le tendió el teléfono—. ¡_____, es para ti!
Ella lo miró preguntando quien era sin palabras.
—¡Es el presidente! —Dijo las palabras con un grito que se debía haber oído hasta en el aparcamiento.
Ella había hablado con el presidente de la NFL algunas horas antes y no entendía por qué Ron estaba tan agitado.
—Creía que ya nos habíamos dicho todo.
—¡El Presidente! ¡De los Estados Unidos! Llama para felicitarte.
Ella tragó saliva. Pasó la mano por el cuello de su jersey. Los jugadores se rieron y se callaron cuando se acercó para coger el teléfono.
La voz de una mujer dijo—: Señorita Somerville, ahora se pone el presidente.
Justo entonces alguien la golpeó ligeramente en el hombro. Vio a Joe de pie su lado, una sonrisa del tamaño de una cancha de fútbol extendiéndose por toda su cara.
—Ahora, _____.
Ella lo miró sin entender nada.
—¿Qué?
—Ahora.
El significado penetró lentamente en su cerebro y clavó los ojos en él con incredulidad. ¡Acababa de decir ahora! Puso la mano sobre el receptor.
—¡Joe , es el Presidente! No puedo…
Él cruzó los brazos sobre su pecho con una expresión insoportablemente arrogante. Ella se dio cuenta de que él había estado esperando un momento así. ¡Qué rata! La había hecho caer en una trampa, y ahora se iba a pasar el resto de sus vidas metiéndose con ella despiadadamente porque no se había atrevido a aceptar su desafío. ¡Deportista arrogante e irritante! Definitivamente, alguien tenía que pararle los pies.
La voz del Presidente surgió del teléfono.
—Felicidades, Señorita Somerville. Fue un partido asombroso…
—Perdone un momento, señor —tragó saliva— tengo a la Señorita Somerville aquí mismo. —Le dio el teléfono a una asombrada Sharon Anderson.
Joe no aguantó la carcajada. Ella lo agarró y lo arrastró entre la gente. En cuanto llegaron a la puerta, le dijo:
—Será mejor que valga la pena, semental.
D.A. Torrez.
Re: Tenias Que Ser Tu (Adaptación Joe y Tu TERMINADA)
Parte 2:
Al fondo, Sharon Anderson, después de la sorpresa inicial, se había puesto rápidamente a la altura de las circunstancias. Para asombro de Ron, ella decía— : Ahora estoy muy bien, Sr. Presidente. Sí, realmente emocionante. De paso, señor, le diré que los Stars comparten su preocupación sobre la financiación
adecuada para las guarderías…
—¿Semental? —Joe cogió una curva de la autopista—. ¡Me has llamado semental!
______todavía trataba de normalizar su respiración.
—Este juego lo podemos jugar los dos, entrenador. No te sorprendas si te pierdes los minutos finales de la Superbowl.
—No podrías…
—Podría.
Él la miró y sonrió.
—Hablando de la Superbowl. ¿Te casarás conmigo en cuanto puedas?
—¿En San Valentín?
—Falta demasiado tiempo.
—¿El día de la Marmota ?
—De acuerdo. —El Ferrari cogió el scalextrix encima de Tollway—. Sabes que necesitamos hablar sobre algunas cosas antes de casarnos.
—No me voy a deshacer de Pooh.
—Ves, ya quieres discutir. El matrimonio significa llegar a acuerdos.
—No he dicho que no llegaría a un acuerdo. Te prometo quitarle el lazo si la sacas tú.
—Eres todo corazón.
La sonrisa de ______se esfumó.
—También quiero tener niños. Siempre quise. Sólo necesitaba saber que me amabas.
—Espero que lo tengas claro a estas alturas. Nunca amé a nadie en mi vida de la forma que te amo a ti. Quiero tener niños, pero no tanto como te quiero a ti.
—Me alegro. —Se cogió el labio entre los dientes y enseguida lo soltó—. No quiero que Molly se vaya a ningún sitio. Quiero que se quede con nosotros.
Él la miró.
—Por supuesto que va a quedarse con nosotros. ¿Dónde iría si no?
—Pensé que a lo mejor querrías tener más privacidad.
—Una vez que cerremos la puerta del dormitorio, tendremos un montón de privacidad. Realmente, cuando mencioné que había cosas que necesitábamos hablar me refería a los Stars.
—Sé que no te casarás conmigo por los Stars. Nunca debería haberlo dicho.
Estaba muy enfadada.
—Me alegro que te dieras cuenta. Pero a pesar de todo, todavía tenemos un problema. Históricamente siempre han sido las mujeres las que se han casado con el jefe. En cuanto tenían el anillo en el dedo, dejaron sus trabajos y se quedaron en casa. Ninguno de nosotros quiere que tú hagas eso, pero tengo que decirte que no estoy demasiado cómodo con la idea de pasarme el resto de mi vida durmiendo con alguien que me pueda despedir si no echo a lavar la ropa interior.
Ella reprimió una sonrisa.
—Entiendo tu problema, pero no pienso dejar el equipo sólo para que tú puedas ser un dejado.
—La verdad es que no esperaba que lo hicieras.
—Es un nuevo orden mundial. Y los hombres vais a tener que aprender a manejarlo.
—Estás disfrutando, ¿verdad?
—Estoy ligeramente divertida.
A pesar de su guasa, ella ya había estado pensando como podría compaginar las enormes demandas de ser la propietaria de los Stars con el matrimonio y los niños que esperaba tener.
—De hecho, ya tengo algunas ideas sobre este tema. No lo tengo completamente pensado, pero cuando lo tenga, serás el primero con el que hablaré sobre ello.
—Entonces será mejor que sepas que no planeo entrenar a los Stars el resto de mi vida.
—¡Joe , no puedes entrenar otro equipo! Sería una situación imposible.
—Y no lo voy a hacer. Pero ya sabes como es esta vida durante la temporada. Quiero estar cerca para ti y para nuestros hijos; ya llevo mucho tiempo acariciando esta idea. Decidí hace mucho que el día que me despierte y
no sepa donde está mi esposa y lo que les gusta a mis hijos, será el día que deje de entrenar a un equipo profesional. Buscaré una universidad de tercera división cerca de aquí y será donde desarrolle el resto de mi carrera como entrenador.
—¿Tercera división? No sé lo que es eso.
—Son universidades pequeñas. No ofrecen becas deportivas, y los equipos profesionales nunca se fijan en ellas. Los chicos no son los mejores, ni los más rápidos, ni hay ningún tipo de comisión sobre la mesa. Sólo juegan al fútbol por una razón, porque les gusta jugar. Así que mientras tú sigues viajando y tratando con todos los equipos profesionales, yo voy a encontrar un trabajo en un pequeño campus universitario y a recordar por qué empecé a jugar
—Suena genial.
Él cambió de marcha.
—Esa bufanda que llevas al cuello bajo el abrigo ¿Podrías vendarte los ojos con ella?
—¿Qué?
—Ahora.
—Oh, por el amor de Dios. —Sacó la bufanda por el cuello del abrigo y la ató alrededor de sus ojos—. ¡Esto es ridículo! No planearás algo raro, ¿no?
Hubo un silencio largo.
—¿Joe ?
—Bueno, supongo que todo depende de lo conservadora que sea tu manera de verlo.
—Dijiste que pasabas de todo eso. Que querías una maravillosa y corriente vida sexual.
—Ajá.
—No suenas demasiado convencido.
—Mira, es así. Después de ver como ha sido mi vida, probablemente sería más conveniente que vaya dejando eso gradualmente. Así no será un impacto demasiado grande. Y lo que vamos a hacer, es algo en lo que llevo pensando mucho tiempo.
—Me estás poniendo nerviosa.
—Va a ser genial, cariño. Realmente genial. —Luego comenzó la más sucia y dulce conversación que había oído en su vida hasta que estuvo tan caliente que tuvo que desabotonarse el abrigo. Pero él aún no le había dicho dónde la llevaba.
Cuando finalmente detuvo el coche, se dio cuenta de que su monólogo la había distraído tanto que se había olvidado de fijarse por donde habían ido.
¿Crujían las ruedas sobre la grava? Escuchó con atención, pero aunque no se oían ruidos de tráfico, no estaba segura de si habría conducido hacia su casa.
—Vas a tener que esperar aquí durante un par de minutos mientras preparo algunas cosas. Vengo enseguida, así que no te pongas nerviosa. —Sus labios rozaron los de ella—. Prométeme que no lo estropearás echando un vistazo a escondidas. Eso sería una señal de que no confías en mí. ¿Te imaginas que tipo de matrimonio tendríamos entonces?
—Te estás pasando un montón. Lo sabes, ¿no?
—Lo sé, querida. —Le mordió el labio inferior—. Mientras esperas, por qué no recuerdas todas esas cosas que te dije que te iba a hacer. Así no te aburrirás. —Su risa ahogada fue definitivamente diabólica cuando le metió la mano bajo el vestido y le apretó el muslo; luego abrió la puerta.
Fue una autentica faena que se lo dijera, porque una vez que le había insinuado la idea, no podía pensar nada más. Cuando él regresó al coche, ella se estremecía de anticipación sexual.
Ella sintió una corriente de aire frío cuando él abrió la puerta.
—Ya está todo listo. Ahora, te voy a llevar —metió la mano bajo sus rodillas para inmediatamente detenerse—. _____, cariño, todavía llevas puesta la ropa interior. Recuerdo claramente que te dije como quería que estuvieras cuando regresase.
—No lo hiciste.
—Estoy seguro que lo hice. Supongo que tendré que hacerlo yo mismo. —
Deslizando sus manos bajo el vestido, le sacó los pantys y las bragas.
—Me voy a congelar. Ni siquiera estamos a cero grados.
—No creo que tengas que preocuparte demasiado sobre congelarte. ¿De dónde has sacado estas bragas?
—Las compré.
—Si no son más que dos tiras y trozo de seda. ¿Has dejado esa ropa interior tan espantosa sólo por mí?
—Sólo por ti.
—Eres tan dulce, cariño, no sabes como me gusta. Ahora desliza otra vez los pies en los zapatos. Me encantan tus piernas con tacones. —En cuanto hizo lo que le dijo, la cogió bajo las rodillas y la sacó del coche. Su falda se levantó y el aire frío rozó su trasero desnudo, que estaba al descubierto para que todo el mundo lo viera.
—Por favor, dime que no hay nadie por ahí.
—Sólo una docena de personas, amorcito. Pero están demasiado ocupadas ajustando los carburadores de sus motocicletas para mirarte.
Ella enterró la cara en su cuello y se rió. Él era escandaloso e imposible, y estaba pasándolo como nunca en su vida. ¿Pero dónde la estaba llevando?
Él cambió su peso en los brazos y abrió algún tipo de puerta. Ella sintió que el aire era más caliente en su trasero cuando entraron.
—¿Tienes la venda de los ojos bien apretada?
—Ajá.
—Bien. No prestes atención si oyes ruidos extraños.
—¿Qué tipo de ruidos?
—Risas de borrachos. Vasos rompiendo. Altavoces. Ese tipo de cosas.
—Ni siquiera les dedicaré un pensamiento.
—Y si alguien llamado Bubba te pregunta que haces aquí, le dices que estás conmigo.
—Eso haré.
Él empezó a besarla, y cuando dejó de caminar, ella se percató que él otra vez la había distraído hasta tal punto que no tenía la menor idea de lo que habían hecho. ¿Habían recorrido una distancia larga o corta? El no tenía la respiración alterada, pero estaba en muy buena forma física, así que no significaba nada. No podía estar segura de si habían subido escaleras o si estaban al mismo nivel.
—Ahora voy a ponerte de pie. No quiero que estés cerca de la barra. Por si acaso hay una pelea…
—¿No puedo quitarme la venda de los ojos aún?
—Me temo que no, cariño. Todavía tienes puesta la ropa.
—¿Tengo que quitarme la ropa?
—Lo siento, querida. Pensaba que te imaginarías lo que iba a pasar. —Él le quitó el abrigo—. Sin embargo, no te preocupes. Te ayudaré.
—Que caballeroso eres. —Él le quitó los pendientes, le pasó el jersey por la cabeza y lo dejó caer. —_____, cariño, no quiero que te avergüences pero, ¿sabes que puedo ver todo a través de esta tela?
—¿Puedes?
—Me temo que sí. Eso significa que vas a tener que estar así quieta un momento.
A través de la delgada seda del encaje de su sujetador, ella sintió su boca sobre el pezón. La succión húmeda y caliente envió riadas de excitación que recorrieron su cuerpo. Su sensual tortura continuó cuando movió su boca al otro pecho, mientras el pezón que él había abandonado se endureció como un guijarro bajo el lugar húmedo y moderadamente frío que él había dejado en la seda. Sus rodillas se debilitaron y lo deseó con tal ansia dentro de ella que tuvo que aferrarse a sus hombros.
—Por favor… Me estás volviendo loca.
—Shhh. Acabamos de empezar, y, francamente, esperaba un poco más de resistencia por tu parte. Tal vez podrías recitar algunos promedios de bateo o algo…
Ella se rió y luego se quedó sin aliento cuando él suavemente la pellizcó con sus dientes. Un momento más tarde, le quitó el sujetador y ella se quedó desnuda de la cintura para arriba.
—Eres una mujer muy hermosa, cariño. ¿No es cierto, chicos?
Él definitivamente necesitaba que lo pusieran en su lugar. Ella comenzó a levantar sus brazos para quitarse la venda de los ojos, pero él atrapó sus muñecas y las mantuvo a los lados.
—Todavía no, cariño. Estoy realmente hambriento…
Soltándola, ahuecó sus pechos en las palmas de sus manos. Otra vez, él comenzó a deleitarse en sus pezones, pero esta vez, ni siquiera la fina barrera de seda la protegía. Él succionó hasta que ella emitió suaves y entrecortados gemidos.
Ella extendió la mano, desesperada por tocarle. En algún momento él se había sacado su propio abrigo, y ella metió sus manos bajo su suéter, deslizándolas a través del vello de su pecho para acariciar sus tetillas.
Él gimió. Ella sintió su roce en la cintura, y luego la caricia suave de la lana cuando su falda cayó. Él habló con voz ronca.
—No quiero asustarte, cielo, así que mejor te voy a explicar lo que vamos a hacer.
Ella no estaba ni remotamente asustada y él lo sabía, pero decidió que sería una maleducada si lo interrumpía.
—He hecho una cama para nosotros con nuestros abrigos, y voy a acostarte en ella. Así. Ahora inclínate. Bien; Realmente bien. Querida, no recuerdo haberte dicho que podías cerrar las piernas. Ajá, ahora sube esa
rodilla para que pueda disfrutar de la vista. —Sus dedos encontraron la piel sensible del interior de su muslo.
—¿No puedo quitarme la venda de los ojos aún?
—Oh, creo que no. No tendría ningún sentido que te enfadases antes de que hubiese acabado contigo.
Ella iba definitivamente a hacer que pagara por eso. Pero no hasta que hubiera gozado cada segundo de esa seducción exquisita y excitante.
Ella oyó el susurro de las ropas de Joe mientras se las sacaba, y su corazón se infló de amor. Seis meses antes, no hubiera podido imaginar que confiaría en cualquier hombre lo suficiente como para dejar que le hiciera esto y mucho menos uno con la fuerza física de Joe . Pero ahora estaba allí, desnuda y accesible para él. Aunque no tenía ni idea de a donde la había llevado, nunca se había sentido más segura y se dio cuenta de que, junto con su amor, él había dado la posibilidad de vivir sin temor.
Él se bajó al lado de ella en la cama de abrigos y la atrajo entre sus brazos.
—Voy a volver a besarte. Si te aburres, le puedo pedir a la banda musical que toque algo…
—Definitivamente, no me estoy aburriendo.
Ella aspiró su perfume limpio y tocó su hombro con la punta de la lengua.
Se le tensaron los músculos y ella sintió su deseo pulsando duramente contra su muslo. Su boca se cerró sobre la de ella. Sus lenguas se unieron y todo lo demás abandonó su mente hasta que sólo percibió las sensaciones. El sonido de sus gemidos, la humedad de su piel mientras la apretaba contra él para
darle placer. Su boca viajó desde sus pechos hasta su cintura. Él besó el interior de sus muslos, luego la abrió para saborearla más profundamente.
Ella no tenía ni idea de cuándo perdió la venda de los ojos. No sabía si se había soltado o la había quitado uno de los dos. Oyó el rugido de su sangre, el éxtasis que la unía a este hombre que tanto amaba, la pasión de sus palabras de amor cuando entró profundamente en su cuerpo.
—Toda mi vida…
—Lo sé, cariño…
—Para siempre…
—Oh, sí. Para siempre.
Se juraron su amor con palabras y cuerpos, luego lloraron juntos cuando su amor fluyó caliente y exquisito de un corazón a otro.
Cuando había terminado, la sostuvo contra él como si nunca pudiera dejarla ir. Su voz era ronca de la emoción.
—Eres el sol y la luna para mí. Te quiero tanto. He estado sólo sin ti durante toda mi vida.
Las lágrimas se escaparon por las esquinas de sus ojos.
—Eres el hombre más maravilloso del mundo entero.
Ella lo sentía sonreír contra su frente.
—¿No estás enfadada?
—¿Por qué iba a estar enfadada?
—Quise que olvidaras los malos recuerdos, cielo. Quise que tuvieras uno realmente bueno.
No tenía ni idea de qué estaba hablando, y estaba demasiada somnolienta para preguntarle. Suspirando con satisfacción, presionó la mejilla contra su cuello y abrió los ojos. Sintió el lento latido de su corazón, las estrellas brillaban intermitentemente en el cielo encima de ella, el enrejado de acero flotaba en
las alturas.
Levantó la cabeza rápidamente.
—¿Pasa algo, cariño?
—¡Oh, Dios mío!
Estaban totalmente desnudos sobre la línea de cincuenta yardas en el mismísimo centro del Midwest Sports Dome.
D.A. Torrez.
Re: Tenias Que Ser Tu (Adaptación Joe y Tu TERMINADA)
EPÍLOGO
Joe caminaba por la tranquila senda, aspirando el fragante aire de la tarde de finales de mayo. Sintió el aroma de la tierra rica y húmeda, con un débil indicio de lilas de los arbustos que ______y él habían plantado no mucho después de casarse. La satisfacción recorría cada célula de su cuerpo, aunque ahora mismo su esposa estaba bastante enfadada, y se lo iba a hacer saber en cuanto estuvieran a solas.
Desde luego, le molestaban las cosas más extrañas. Sólo porque él había preguntado algunas cosas perfectamente inocentes sobre el conjunto de hormonas rugientes que iba a llevar a Molly a su baile de graduación del instituto, no era para acusarle de ser excesivamente protector. Había sido extraño comenzar su matrimonio ejerciendo de padre de una adolescente, pero sabía que había hecho un trabajo mejor del que habría hecho Bert Somerville.
______y él se habían regocijado en secreto cuando Molly había decidido a ir a Northwestern en lugar de a una a una de esas universidades privadas. No querían que estuviera demasiado lejos de casa.
Habían ocurrido muchas cosas en esos tres años. Ray Hardesty había sufrido un ataque al corazón mortal antes de que se celebrara el juicio. Reed Chandler se había dado por aludido y había dejado la zona y lo último que habían oído de él era que vendía condominios baratos cercanos a un campo de golf de Florida. Había habido bodas: Ron y Sharon, Darnell y Charmaine. Se sorprendería si Valerie y Jason Keane se casaran en algún momento, pero ciertamente eran una pareja interesante. Había habido un entierro cuando su
amigo Tully Archer había muerto de neumonía. Los Stars habían perdido sus dos primeras Superbowls, y no se habían clasificado el tercer año. Sin embargo este año, finalmente habían ganado y el trofeo Lombardi decoraba el vestíbulo del Stars Complex como prueba de que eran los mejores y él se había
convertido en un hombre casero.
Sonrió al recordar la mirada que ______le había enviado sobre la mesa del comedor esa noche, cuando había sometido a Molly a un tercer grado sobre su vida amorosa. Aunque trataba de mantenerlo en secreto, tener a su esposa enfadada era algo que siempre disfrutaba. Él era una persona competitiva por naturaleza, y el puro desafío de ver cuánto tiempo le llevaba, desde que ella comenzaba a quejarse, hasta que la tenía totalmente desnuda bajo su cuerpo, era una satisfacción para su alma de deportista. Hasta ahora, su record eran
ocho minutos, y eso había sido tras un enfado serio, la misma noche que Ron y él le habían tomado repetidamente el pelo por haber tenido que firmar el nuevo contrato de Bobby Tom, por diez millones de dólares.
______adoraba a Bobby Tom, Viktor y él eran los padrinos de las gemelas pero era realmente tacaña cuando tenía que firmar contratos de grandes sumas de dinero. Lo mejor que había hecho nunca fue dejar todo en manos de sus abogados y los de ella justo inmediatamente después de casarse. Esa había sido una batalla y media ganada. ¡Joder, como le gustaba estar casado con
_____!
Poco antes de que sus hijas gemelas nacieran, ______y Ron habían llegado a un acuerdo para reorganizar los Stars. Desafortunadamente, ese contrato había puesto fin a varios conflictos divertidos. Ron era ahora el presidente de los Stars y se encargaba de todas las operaciones diarias, mientras ______estaba realmente encantada en su nuevo puesto como Directora Económica.
Según ese contrato, sólo Ron tenía autoridad para todo lo relacionado con los empleados. Ceder esa responsabilidad había sido una sabia jugada por parte de _____. Le encantaba trabajar con números, pero no tenía estómago para contratar y echar a jugadores y demás empleados. Sin embargo, todavía le gustaba meter las narices en los entrenamientos de Joe , especialmente cuando alguno de los jugadores corría a ella para quejarse. En esas ocasiones él se deleitaba en recordarle que sólo tenía que rendir cuentas ante Ron.
______era tan alegre que a todo el mundo, excepto los agentes deportivos, le encantaba trabajar con ella. Sólo andaba de mal humor cuando se estaban negociando nuevos contratos. A esas alturas, todo el mundo sabía lo
lista que era, así que ya no podía lograr nada con sus espectaculares tramas de rubia tonta, y para vergüenza de Joe , rápidamente había obtenido la reputación de ser una de las directoras económicas más astutas de la NFL, lo cual no quería decir que no pensara exprimirla bien cuando su contrato expirara esa temporada. La señora ______Somerville Jonas iba a pagarle un dineral para poder regalarle ese collar de diamantes que tenía intención de ponerle alrededor de su bello cuello, cuando naciera su próximo bebé.
Aunque no habían hablado demasiado sobre eso, los dos sabían que sería su último contrato con los Stars. Las niñas se hacían mayores y él comenzaba a resentirse de las brutales semanas de siete días de trabajo durante la temporada. Él ya le había echado el ojo a una pequeña universidad de tercera división allí mismo en DuPage County.
Sonrió al recordar la manera en que le había mirado ______cuando la había besado poco antes de salir de casa para su salida nocturna. Ella estaba sentada en mitad de la sala de estar, con las piernas cruzadas, con una de sus viejas sudaderas tensa contra su gran barriga redonda, mientras jugaba a hacer pasteles con las niñas, que intentaban agarrar sus pulseras, pendientes colgantes y horquillas del pelo. Esa noche iba a subir esa sudadera bien arriba, hasta su barbilla para murmurar montones de cosas eróticas sobre su barriga.
No le importaba cuanto se riera de él. Adoraba a sus hijas y tenía la esperanza de que viniera otra.
Se detuvo y contemplo la granja. Las gemelas tenían ahora dos años y medio, los traviesos querubines diminutos de pelo rubio que le iban a dar casi tantos problemas como su madre. Cuando pensaba en ellas, podía sentir que su garganta se cerraba y se alegraba de que no hubiera nadie por allí para
presenciar las lágrimas que se formaban en sus ojos. Siempre había amado ese lugar, pero hasta que ______se había instalado con sus gafas de sol de diamantes falsos y sus pendientes de gitana, no se había dado cuenta de que echaba algo en falta.
Otra vez respiró profunda y felizmente. Tenía todo lo que había soñado.
Una esposa que amaba con todo su corazón. Unas hermosas hijas. Una casa en el campo. Y un perro.
Silbó suavemente.
—Venga, Pooh. Vamos a casa.
Girls, lamento decir que esta historia ha terminado y que fue un gran gusto tenerlas como lectoras. Muchas gracias!!!
Hace algunos días pregunte si querían otra adaptación y con quien la querían. solo una de ustedes contesto a mis Preguntas. hahaha pero bueno basándome en esa respuesta hice otra adaptación (para quienes quieran leerla) la sinopsis y el link están aquí abajo. por ahora me despido y espero leernos pronto. mis bendiciones y besos y abrazos para Tod@s.
Sinopsis
Para salvar su casa, la impulsiva propietaria de una librería, _____ McKenzie, lanza un hechizo de amor. Pero nunca pensaba conjurar al hermano mayor de su mejor amiga, hombre poderoso que una vez le rompió el corazón.El multimillonario Joseph Ryan no cree en el matrimonio, pero con el fin de heredar la empresa de su tío, necesita una esposa y una rápido.
Cuando descubre que la amiga de infancia de su hermana se encuentra en una situación financiera desesperada, le ofrece a _____ una propuesta audaz.
Un matrimonio de conveniencia pero con ciertas reglas:
*Evitar que se enreden.
*Mantener las cosas como negocios.
*No enamorarse.
El acuerdo es sólo por un año, por lo que las reglas no debería ser tan difícil de seguir, ¿verdad?
Excepto que el destino tiene una manera de alterar los planes mejor trazados…
D.A. Torrez.
Re: Tenias Que Ser Tu (Adaptación Joe y Tu TERMINADA)
NO PUEDO CREERLO!!!
No puedo en verdad que no!! me ha encantado la historia!! muchísimas gracias pr subrla y compartirla con nosotras!!!
Ya mismo me paso por la nueva adaptaci´n!! un beso!
No puedo en verdad que no!! me ha encantado la historia!! muchísimas gracias pr subrla y compartirla con nosotras!!!
Ya mismo me paso por la nueva adaptaci´n!! un beso!
helado00
Re: Tenias Que Ser Tu (Adaptación Joe y Tu TERMINADA)
hola me he leido la historia en dos dias, no podia dejar de leer!
Me ha encantado!! He llorado y reido como nunca!
Gracias por compartirla con nosotras!
Me ha encantado!! He llorado y reido como nunca!
Gracias por compartirla con nosotras!
aranzhitha
Página 7 de 7. • 1, 2, 3, 4, 5, 6, 7
Temas similares
» ¿Te acuerdas de mí? Joe y Tu Adaptación TERMINADA
» La Ley Del Lobo (Nick y tu) [ADAPTACIÓN] HOT!!
» ¡Ladrón! |HarryStyles&Tu| Adaptación *HOT* (TERMINADA)
» Remy - NicholasJ&TU (Adaptación) - TERMiNADA!!
» Solo los miercoles (Joe y Tu) [Adaptación Terminada]
» La Ley Del Lobo (Nick y tu) [ADAPTACIÓN] HOT!!
» ¡Ladrón! |HarryStyles&Tu| Adaptación *HOT* (TERMINADA)
» Remy - NicholasJ&TU (Adaptación) - TERMiNADA!!
» Solo los miercoles (Joe y Tu) [Adaptación Terminada]
O W N :: Archivos :: Novelas Terminadas
Página 7 de 7.
Permisos de este foro:
No puedes responder a temas en este foro.
Miér 20 Nov 2024, 12:51 am por SweetLove22
» My dearest
Lun 11 Nov 2024, 7:37 pm por lovesick
» Sayonara, friday night
Lun 11 Nov 2024, 12:38 am por lovesick
» in the heart of the circle
Dom 10 Nov 2024, 7:56 pm por hange.
» air nation
Miér 06 Nov 2024, 10:08 am por hange.
» life is a box of chocolates
Mar 05 Nov 2024, 2:54 pm por 14th moon
» —Hot clown shit
Lun 04 Nov 2024, 9:10 pm por Jigsaw
» outoflove.
Lun 04 Nov 2024, 11:42 am por indigo.
» witches of own
Dom 03 Nov 2024, 9:16 pm por hange.