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El despertar de Eros (Larry Stylinson) HOT │TERMINADA│
O W N :: Archivos :: Novelas Abandonadas
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Página 8 de 11. • 1, 2, 3 ... 7, 8, 9, 10, 11
Re: El despertar de Eros (Larry Stylinson) HOT │TERMINADA│
No pasa nada baby!! Lo bueno es que te guste y la leas...stylinsonfannymayne escribió:Nia te quiere pedir disculpas por que no comento hace tiempo.....
la culpa no fue de Nia fue del internet que se fue de su casa.... pero cuando volvio lo pago caro.......
Nia esta triste por que como no leyo, pues se atraso en tu bonita novela....
pero cuando leyo lo que sucedio..... OMG!!!!
hary y louis hicieron larrycitos.....
Nia cree que fueron muy ..... mmmm.... Nia no sabe como decirlo..... bueeno ellos tenian hambre hehhehe....
Nia sigue insistiendo en que tu deberias de casarte con Nia... y si no al menos complacela y sube otro capitulo por que Nia a vuelto!!!!
Nia te extraño....
TU notaste la ausencia de Nia???
Besos y abrazos de Nia!!!!!aprendí que, sí, en la mayoría de los casos la gente son idiotas egoístas, pero no todo el mundo. Que hay algunos seres raros que ayudan a los demás y no abusan de ellos. Personas que en realidad no quieren nada de ti.
Como no se va a notar tu ausencia con tus super largos comentarios!?
Me encantan!!!!!!
Besos Nia!!
Última edición por noeliab el Mar 20 Ago 2013, 8:03 am, editado 1 vez
noeliab
Re: El despertar de Eros (Larry Stylinson) HOT │TERMINADA│
No mueras!!!! jejeje!!!Love4Larry escribió:ayy estoy muriendo dd feeelss!!!!
pobre harry, le ha tocado una vida dificil
yo se que lou lo va a ayudar *----*
siguela pronto pleaseee
besos xxx
love ya
Mas tarde subo capi y vas a ver que todo no es tan malo como parece.
Besos!!!
Última edición por noeliab el Mar 20 Ago 2013, 8:12 am, editado 2 veces
noeliab
Re: El despertar de Eros (Larry Stylinson) HOT │TERMINADA│
Jajajajaja ''It is what it is''BooBearAndCupCake escribió:'El despertar de Eros'
El nombre me llamo mucho la atencion, pense sobre algo mitologico y me encuentro con esto y es como AAAAAHHHHH, y aqui estamos. DIOS, SIGUELA
La sigo mas tarde!!!
Besos!!!
noeliab
Re: El despertar de Eros (Larry Stylinson) HOT │TERMINADA│
Yo tambien voy el 4! Que sacaste!?LarryFuck's escribió:noeliab escribió:Con Louis cualquiera se sentiria sumisa jajajaja!!!LarryFuck's escribió:Morí y ahora estoy en el cielo?akdhsjkfhsjsgfajsgflkjagsjasdjkagsdjasasajsgdjasasdfgjkghjkaskjdksajnfjhasklfhaksldhQue capítulo tan hermoso :(L):Me dejaste sin palabras, simplemente... fue muy muy muy hermoso.Tengo un puto ataque de feels.Me hiciste olvidar todo el enojo porque me suspendieron en twitter ((forros)).¿Tienes cloro? Lo necesito mucho...Ver un cap así es como si me sedaran, por eso estoy así :3Me siento sumisa(?Akshdkfhskdlhsklame el cap!!!Hay tengo miedo me has dejado muy sedada o.o¿Qué me has hecho? D:Ya bueno, no sabía que también sos de Arshentina *-* <3Te invito a comer un asado(?Ya me tengo que ir :(Te amo kshdfklshf *-*PD: Norman es mío.PD 2: seguila pronto porque shoro.xx.
Si, soy de Buenos Aires!! Vas al show el año que viene?
Euuu yo miro The Walking Dead pero no por Norman (solamente) me cabe la serie, obviamente... una de las 100 que miro! jajajaja!
Besos Stefi!!No, yo domino a todos, ke.Shoro pijas multicolores, yo también <3Si voy, pero el 4 :CYo también, i'm Walker *-*Te loveo Noe xx. :hug:
noeliab
Re: El despertar de Eros (Larry Stylinson) HOT │TERMINADA│
Novelas tengo esta sola adaptacion y los otros 2 son OS pero con Marcel...BooBearAndCupCake escribió:Noe, podrias pasarme el link de todas tus noves?
Cuando termine esta si me convence alguna la subo. Y si tengo tiempo jaja!
Besos Noe!
noeliab
Re: El despertar de Eros (Larry Stylinson) HOT │TERMINADA│
Bienvenida!!! Y que bueno que te guste la nove!!Luudmeleta escribió:Hola! me presento, ah. Bueno nada, esta todo muy bueno (: Amo larry, larry forever <3 ggg
Bueno, se podrían pasar por mi novela? Subo siempre que ustedes me lo pidan, me encanta hacer esto, no quiero dejarlo. Por favor (: Un saludo !
https://onlywn.activoforo.com/t57875-cyberbully-niall-horan-y-___?highlight=Cyberbully
Mas tarde subo capi nuevo.
Besos!!!
noeliab
Re: El despertar de Eros (Larry Stylinson) HOT │TERMINADA│
OMG PASAME LOS OS CON MARCEL
BooBearAndCupCake
Re: El despertar de Eros (Larry Stylinson) HOT │TERMINADA│
Podre Hazza ;( Pero Louis Esta Allí Para Ayudarte ;C
@Daniela1D
Re: El despertar de Eros (Larry Stylinson) HOT │TERMINADA│
Fijate que abajo donde esta la foto de mi avatar dice ''mis novelas'' pica ahi y te deriva...BooBearAndCupCake escribió:OMG PASAME LOS OS CON MARCEL
Sino pica donde dice ''read all about it'' en novelas que leo y ahi tengo una lista de novelas que lei completas y otras en proceso...
noeliab
Re: El despertar de Eros (Larry Stylinson) HOT │TERMINADA│
Capítulo seis
Earl estaba de vuelta, llamando a su puerta. Harry retiró la almohada sobre su cabeza.
—Estoy bien, Earl, ¡vete! —Gritó.
—Estoy seguro de que lo estás —dijo Earl, con evidente sarcasmo—, pero Louis no lo está.
Louis. Una ola de miseria se elevó en el pecho de Harry. —Lo siento —dijo, casi para sí mismo.
—Harold Edward Styles —Gruñó Earl— Déjame entrar en este mismo momento.
Harry tiró la almohada en el suelo y fulminó con la mirada el lugar de donde provenía el sonido de la voz de Earl. Sabía lo testarudo que podía ser el hombre cuando estaba en una misión. El hombre se quedaría allí gritando toda la noche si era necesario. Suspirando, Harry se levantó, pisando fuerte hacia la puerta y la abrió.
—¿Qué? —Ladró.
Earl arqueó una ceja elegantemente. —Tienes compañía por el amor de Dios, puedes al menos ponerte algo de ropa.
—No te pedí que vinieras —espetó Harry, cerrando la puerta y volviéndose de nuevo a la cama—. Si te molesta verme desnudo, no mires.
—Dios mío, no estamos de mal humor —comentó Earl sarcásticamente, tomando asiento en una de las sillas de plástico tambaleante de la pequeña cocina de Harry—. Está bien, quédate ahí desnudo y de mal humor si es necesario, pero —señaló severamente con el dedo a Harry—, maldita sea vas a escucharme.
—Lo que sea —murmuró Harry. Sabía que estaba actuando como un niño, pero no podía parar. Esto le ayudaba a saber que Earl entendía el por qué estaba de tan mal humor, y que no iba dirigido contra él.
—Louis vino a hablar conmigo esta noche —dijo Earl—. Me dijo lo que pasó.
—Bueno, eso es jodidamente genial —se quejó Harry, ruborizándose a su pesar.
Earl se inclinó hacia delante, los codos apoyados en las rodillas, su expresión seria. —Hijo, sé lo difícil que es para ti aceptar lo que él te quiere dar. Pero ¿no crees que ya es hora de probar?
—¿Qué pasa si sucede otra vez? —Preguntó Harry, los ojos fijos en el techo—. No lo podría manejar, Earl. No podría.
Acercándose a la cama de Harry, Earl se sentó en el borde y tomó la mano de Harry en las suyas. —Louis no es Nick. La mayoría de los hombres no son como él, gracias a Dios.
—Lo sé —susurró Harry—. Es duro, ¿sabes?
Difícil no ver la cara de Nick cuando había sostenido a Harry cerca y le había dicho que lo amaría siempre, que se ocuparía de él y no le haría daño. Difícil no ver el desprecio pasar por ese mismo rostro unas pocas semanas más tarde, cuando había dejado a Harry desnudo en una esquina de la calle, confundido, llorando y demasiado débil para caminar. Tan jodidamente difícil era creer en el amor de nuevo después de eso.
—Han pasado tres años, hijo —dijo Earl con suavidad—. Déjalo ir. Deja que Louis te de la clase de amor que te mereces. Y déjate dárselo a cambio.
Harry no se molestó en decirle a Earl que no amaba a Louis. Earl siempre podía oler una mentira a una milla de distancia.
Harry entrelazó los dedos con los de Earl. —Fui terrible con él. No me querrá más.
Earl se rió entre dientes. —Estás terriblemente equivocado acerca de eso. Está fuera de sí de preocupación, y sin duda todavía te quiere.
—¿Y ahora qué? —Preguntó Harry al encontrarse con la mirada de Earl—. Nunca he hecho esto antes. No sé qué hacer.
Earl sonrió, se inclinó y plantó un beso en la frente de Harry. —Le dije a Louis, que te reunirías con él en el Café Noctem a la 1 de la noche. Ve y dile toda la historia, desde el principio. Lo entenderá. Y lo que es más, creo que puede ayudarte a dejar ir el pasado.
Miedo frío batía en las entrañas de Harry. Tener su primera relación romántica verdadera a la edad de veintiun años y medio, era una cosa. Decirle a Louis la sórdida historia de su vida, que nunca había dicho a nadie excepto a Earl, era otra cosa completamente distinta.
Louis te ama, una pequeña voz esperanzada le susurró en su cabeza. Estás a salvo con él.
En el fondo, sabía que era verdad.
—Está bien —dijo Harry, su voz un poco vacilante—. Voy a ir. Se lo diré.
Earl sonrió. —Estás haciendo lo correcto, hijo.
—Lo sé. —Movido por una oleada repentina de afecto por el primer ser humano que alguna vez se preocupó por él, Harry se incorporó y echó los brazos alrededor del cuello de Earl—. Gracias por ser tan bueno conmigo, Earl. Te quiero.
—Yo también te quiero, hijo —respondió Earl con voz ahogada, masajeando la espalda de Harry. Sus ojos brillaban húmedos cuando se apartó—. Ahora ve a asearte y por el amor de Dios, ponte la ropa.
Harry se echó a reír. —Sí, sí. Vete antes de que alguien te eche de menos.
—Sí, lo sé, el lugar está en peligro de desmoronarse si me voy durante cinco minutos. —Earl dio unas palmaditas en la rodilla de Harry, se levantó y se dirigió hacia la puerta. Se volvió y le dio una amplia sonrisa a Harry—. Buena suerte. Voy a esperar por todos los detalles en la mañana, por supuesto.
—Por supuesto —coincidió Harry—. Adiós.
Earl le sopló un beso y atravesó campantemente por la puerta.
Harry se quedó ahí por un tiempo más largo, tratando de calmar sus nervios lo suficiente para cumplir con lo que le había prometido a Earl que haría. Nunca se había desnudado así mismo de la forma en que estaba a punto de hacer esta noche, y lo aterrorizaba.
—Louis te ama —repitió en voz alta—. Ahora estás a salvo con él. No te hará daño al igual que Nick lo hizo.
Harry lo repetiría, una y otra vez hasta que se lo creyera con la suficiente fuerza como para superar el miedo que ardió a través de su mente y que sacudió todo su cuerpo. Se arrastró fuera de la cama hacía la ducha, con la esperanza de que podría mantenerse calmado el tiempo suficiente para pedirle disculpas a Louis, y hacerle entender.
Se negó a considerar lo que podría suceder si el no lo entendía después de todo. Un obstáculo a la vez.
Harry entró en el Café Noctem a la una y cinco minutos. El lugar estaba lleno con la gente habitual, apiñados alrededor de las mesitas redondas solos o en grupos, hablando, leyendo o escribiendo sobre cafés con leche y expressos dobles. Una melodía de Billie Holliday sonaba de fondo. Algo más ruidoso y pesado golpeó a través del piso del sótano, salpicado por estallidos de risa.
Un grupo de niños en edad universitaria vestidos con togas subieron corriendo las escaleras del sótano, abriéndose paso a través de la habitación y desaparecieron a través de la puerta en la noche. Ah, sí, era la fiesta de graduación de los universitarios. Me había olvidado. Harry sonrió, pensando que eso explicaba la multitud de juerguistas disfrazados en las calles.
Caminando un poco más en la habitación, Harry escaneó los rostros que lo rodeaban. Louis no estaba por ningún lado. El estómago de Harry cayó en sus pies.
Una mano en el hombro lo hizo saltar. Se dio la vuelta, sorprendido, y se encontró cara a cara con Louis, que evidentemente había estado sentado en una mesa en la esquina cerca de la puerta.
—Mierda, me has asustado —dijo Harry débilmente. Miró a los ojos de Louis—. Um. Hola.
Louis se le quedó mirando fijamente, preocupación escrita por todo su rostro. —¿Estás bien?
—Lo estoy ahora. —Harry retorció sus manos, deseando que su corazón se relejara y dejara de galopar como un pura sangre—. Yo, eh, voy a ir a por un café, ¿quieres algo?
—Ya tengo el mío.
—Ok Um, ya vuelvo entonces.
Harry se volvió y se dirigio hacia el mostrador para pedir su orden. Un par de minutos más tarde, echó a andar de vuelta a la mesa llevando una taza enorme de café. Hizo todo el camino, sin tirarse el café encima, a pesar de sus manos temblorosas.
Puso la taza sobre la mesa, evitando los ojos de Louis. Ahora que estaba realmente aquí, no tenía idea de cómo empezar. Louis lo salvó hablando primero.
—Lo siento, Harry. —Louis estiró una mano a través de la mesa, se mordió los labios y tiró de ella hacia atrás—. No fue mi intención molestarte como lo hice.
Sorprendido, Harry miró a Louis. Sus oscuros ojos estaban dolorosamente tristes. Harry tomó la mano de Louis en la suya. —Los dos sabemos que soy yo el que debería pedir disculpas aquí, no tú.
—No me pidas perdón —dijo Louis, entrelazó los dedos con los de Harry—. Sólo dime que no lo he jodido todo.
Harry bajó la mirada a la mesa. —Tú no lo has jodido. Sólo espero que yo no lo haya hecho.
La silla de Louis raspó a través del suelo mientras se acercaba. —Estoy aquí, ¿no? —Louis le dio un suave beso a Harry en la frente—. Y aún así... Bueno, tú sabes.
Mató a Harry escuchar la vacilación en la voz de Louis. Metió una mano alrededor de la parte posterior del cuello de Louis, lo atrajo hacia sí y lo besó en los labios. Louis hizo un sonido suave, desesperado en la parte posterior de la garganta. Harry luchó contra el impulso de abrir la boca y tomar el beso más profundo. Esto tendría que esperar. Ellos tenían una conversación pendiente.
—Earl dijo que debería contarte acerca de mi pasado —dijo Harry, una vez que se separaron—. Yo quiero. Quiero que entiendas por qué reaccioné como lo hice.
—Me gustaría eso. —Louis levantó la mano de Harry y besó los nudillos—. Pero no a menos que estés listo para decirme.
Harry soltó una risa hueca. —Louis, si espero hasta que esté listo, nunca va a suceder. Tengo que hacer esto ahora, antes de que pierda los nervios.
Louis sonrió tranquilizadoramente. —Dime.
Aquí va. Harry respiró hondo.
—Yo crecí en Holmes Chapel. Mis padres me echaron cuando tenía quince años. No pregunté por qué. Era un niño salvaje, siempre en problemas, y nunca me quisieron para empezar. Estaba lo suficientemente feliz por marcharme. Me sentí más seguro en la calle de lo que jamás me sentí en casa.
—Mierda. ¿Qué hiciste?
Harry se encogió de hombros. —Traté de conseguir un trabajo regular, pero me di cuenta bastante rápido que nadie contrata a un sin hogar que deja el instituto. Vivía en un edificio abandonado y ellos no me dejaron volver a la escuela, no es que yo lo intentara realmente.
—Mierda, Harry —dijo Louis, las cejas fruncidas juntas—. Por favor, dime que no tenías qué…
—Nunca me prostituí —interrumpió con vehemencia Harry—. Ni una sola vez. Me enteré sobre los Peep Shows por una chica que conocí que trabajaba en uno. Me dijo que había una gran demanda de muchachos. Así que fui al lugar donde trabajaba y hablé con el dueño, Ray. Me contrató en el acto.
Louis frunció el ceño, su expresión estridente. —¿Contrató a un chico de quince años?
—Le dije que tenía dieciocho años.
—No hay manera de que te creyera —declaró Louis con un gesto de impaciencia—. Apenas aparentas tener dieciocho ahora, sólo puedo imaginar lo joven que debías de parecer entonces.
Harry sonrió. —A los habituales de ahí les gustaban los jóvenes, y Ray no estaba dispuesto a hacer preguntas que le costaran dinero. No había ni un artista, intérprete o ejecutante con más de diecinueve años. La mayoría tenían diecisiete o dieciocho años. Un par de ellos eran incluso más jóvenes que yo.
Louis gruñó, los ojos oscurecidos por la ira. —Esos malditos pervertidos que fueron ahí no pusieron las manos sobre ti, ¿verdad? Dime que no lo hicieron.
—Los clientes debían permanecer en sus cabinas y no podían tocar a los artistas, pero nunca prestaron atención a las reglas. Las cabinas no tienen cristal en el frente, así que no había nada que les impidiera hacer lo que quisieran. —Harry miro fijamente a la mesa—. Sabía que había cosas peores que podría haber hecho para sobrevivir, pero odiaba cuando me tocaban. Les decía que no debían, pero nunca me hacían caso.
Louis ahuecó la mejilla de Harry con su gran mano. Harry alzó los ojos de mala gana a la cara de Louis, con miedo de ver repugnancia allí. Inclinándose hacia delante, Louis le dio un beso, ligero y rápido, y el miedo en su interior disminuyó un poco.
—Lo siento —dijo Louis en voz baja—. Los golpearía y los dejaría sangrando por hacerte eso, si pudiera. ¿Cuánto tiempo trabajaste allí?
—Tres años, cinco meses y dieciséis días —respondió Harry. Sonrió tristemente con la conclusión de que todavía lo recordaba—. Me marché y fui a trabajar en un club de strip-tease gay no mucho después de cumplir los dieciocho años. Había estado trabajando fuera y practicando mi actuación, y por supuesto en ese momento ya era legal. Me contrataron de inmediato. Era mi trabajo legítimo.
—Espero que haya sido mejor que el del Peep Shows. —Louis parecía que con mucho gusto asesinaría a toda la gente que había usado y abusado de Harry durante toda su vida, si le dieran una oportunidad. Esto calentó a Harry hasta los dedos del pie.
Harry tomó un sorbo de su café. Estaba caliente y casi letalmente fuerte, tal y como a él le gustaba. —El club de strip-tease era mucho mejor que el Peep Shows. —Acarició el dorso de la mano de Louis con el pulgar—. De hecho, me gustó, cuando la gente era buena y me daba consejos en lugar de intentar meterme mano. Por lo menos la seguridad era mejor. Cualquier persona que aparecía en el escenario, o trataba de agarrarme era echada. Y todo lo que tenía que hacer era quitarme la ropa.
Louis le dio una mirada de perplejidad. —¿No es eso lo que hiciste en el Peep Shows?
—Um, no exactamente. —El calor se elevó en las mejillas de Harry. Louis, claramente no tenía experiencia en esos lugares, y Harry deseó no tener que explicarle—. Me hacía pajas, en su mayoría. A veces tenía que usar juguetes en mí mismo.
La mano de Louis apretó alrededor de él. —Nunca tuviste que... ya sabes. ¿Tener relaciones sexuales?
Harry no pudo evitar sonreír debido al tono medio enojado de la voz de Louis. —No, no lo hice.
—Bien.
Había algo maravillosamente emocionante acerca de la posesión de Louis. En un impulso, Harry dejó su café, enganchó su mano alrededor del cuello de Louis y lo atrajo hacia sí para darle un beso. La boca de Louis se abrió bajo la suya, era cálida y sabía a café expresso. Se sintió increíble. No sólo por el calor sedoso de la boca de Louis, sino por el conocimiento de que era amado. Preocuparse por un amante, y ver devuelto el sentimiento, era algo que nunca había experimentado antes. Esto lo hizo sentir ligero y vertiginoso.
—Te amo —le susurró Louis, girando un mechón de pelo de Harry alrededor de su dedo.
Harry se tensó, a pesar de que trató de luchar contra ello. —Louis.
Louis le cortó antes de que pudiera llegar más lejos. —No tienes que decirme por qué eso te asusta tanto —dijo, su aliento cálido sobre la mejilla de Harry—. Pero me gustaría escucharlo, cuando estés listo.
Una bola de terror se formó en las entrañas de Harry. Se tragó la bilis que le subía por la garganta y se encontró con los ojos de Louis. Esto iba a ser duro.
—Conocí a Nick hace un poco más de tres años, en el club donde trabajaba —empezó a decir, manteniendo la voz con deliberada calma—. Era mucho mayor que yo, alrededor de unos treinta años, realmente estaba en forma y era hermoso, me trató como si fuera especial. Como si fuera algo más que un bailarín de strip-tease. Me embaucó.
Los ojos de Louis nunca dejaron la cara de Harry. —¿Qué pasó?
Aquí vamos. Harry tomó un par de respiraciones profundas. —Habíamos estado saliendo por cerca de seis meses cuando me dijo que me amaba. Nadie me lo había dicho antes, ni siquiera mis padres.
Louis hizo un sonido suave, sorprendido. —Dios, Harry.
Harry siguió adelante, con ganas de terminar su historia y nunca tener que pensar en ello otra vez. —Era tan feliz. Estaba locamente enamorado de él. Hubiera hecho cualquier cosa por él. Así que cuando me pidió que viviera con él, le dije que sí. Lo celebramos con una botella de vino en su casa. Me fui a dormir a su cama. Me desperté a la mañana siguiente en una jaula, con un collar alrededor del cuello encadenado a la pared.
—Oh, Dios mío —exclamó Louis, los ojos muy abiertos.
—Pasaron varios días antes de que lo volviera a ver —añadió Harry—. Cuando por fin apareció le grité, le llamé las peores cosas que se me ocurrieron. Le dije que me dejara ir o lo mataría. Lo quise decir en serio, también. Pero sólo se rió de mí y me dijo que me acostumbrara a ser su esclavo.
Louis, maldijo en voz baja. Harry se mecía en su asiento, los ojos fijos en la pared del fondo. —No sé cuánto tiempo me mantuvo allí. Varias semanas, creo. Me drogó para mantenerme débil, quería que fuera sumiso y yo hubiera preferido morir que someterme a él después de lo que me había hecho. Finalmente me dijo que no valía la pena. Me llenó de estupefacientes y me llevó todo el camino hasta Weston para tirarme en una esquina de la calle.
—Ese pedazo de mierda —gruñó Louis, los ojos brillantes. Deslizó un brazo protector sobre los hombros de Harry.
—Me había prometido que cuidaría de mí. Que nunca dejaría que nada me hiciera daño otra vez. Y luego... me hizo eso. —Harry cerró los ojos y se apoyó en los brazos de Louis—. Cuando me tenía en esa jaula, me decía que el amor no era más que la esclavitud y que debería estar contento de haber tenido a alguien como él dispuesto a cuidar de mí. Cuando me echó me dijo que nadie más me amaría y yo le creí.
—Su versión enferma del amor era la única que habías conocido. No es de extrañar que entraras en pánico cuando te dije que te amaba. —Louis besó su cabello.— Sobre eso era tu pesadilla el otro día, ¿no? Prometió que nunca te haría daño, y te dañó de la peor manera que podrías haber imaginado.
—Lo siento, estoy muy jodido —dijo Harry.
—En realidad, creo que estás mucho menos jodido que la mayoría de la gente después de pasar por eso. —Louis levantó la cara de Harry y besó sus labios—. Entonces, ¿qué pasa ahora?
—Yo... me gustaría probar —dijo Harry, con el corazón agitándose locamente—. Nosotros, quiero decir. Estar juntos. Si todavía quieres.
La sonrisa de Louis desvaneció el último rastro del miedo de Harry. —Tú sabes que si.
Harry se echó a reír de pura felicidad, y Louis se rió con él. Cuando se dieron un beso, este rápidamente se intensificó y se calentaron. El deseo como la lava corría por las venas de Harry, dulce y picante. Interrumpió el beso y sonrió cuando vio su necesidad reflejada en los ojos de Louis.
—Ven conmigo a casa —le susurró Harry, pasando una mano por el muslo de Louis—. Te necesito ahora mismo.
Louis se puso de pie, tirando de Harry con él, su expresión hambrienta. —Vamos.
El Café Noctem estaba a sólo un par de cuadras de la Gruta de Londres. Harry imaginó que era una buena cosa, porque si hubieran tenido que ir más lejos puede que hubieran terminado dando un espectáculo en medio de la calle. Se tropezaron en las escaleras del apartamento de Harry, con sus bocas cerradas juntas. En el segundo que Louis pateó la puerta detrás de ellos, Harry cayó de rodillas, sus manos trabajaron abriendo los pantalones de Louis.
—Oh, mierda. —Gimió Louis cuando Harry tiró de los pantalones hacía abajo y puso una mano alrededor de su pene.
Harry pasó su lengua sobre la cabeza del pene de Louis. El sabor del pre-semen envió un estremecimiento de placer a través de él. —Folla mi boca, Louis.
Louis, parpadeó hacia él, con una pregunta en sus ojos. Harry tenía un brillo de lujuria a través de él, mostrándole a Louis, que estaba bien. Louis, gruñó, enterró las dos manos en el pelo de Harry y empujó su pene en la parte de atrás de la garganta de Harry. Relajó sus músculos y dejó a Louis hacer todo el camino, tarareando felizmente cuando Louis golpeó en él. Le encantaba la sensación de Louis en la boca, el olor y el sabor de la necesidad de su amante, los gemidos y jadeos le hablaban del placer de Louis más elocuentemente que las palabras podrían haber hecho alguna vez. Era un sentimiento poderoso saber que podía hacer que Louis se perdiera de esa manera.
En cuestión de minutos, el cuerpo de Louis comenzó a temblar, sus embestidas perdieron el ritmo. Sonriendo para sus adentros, Harry deslizó su boca por el pene de Louis hasta que su barbilla golpeó en las pelotas, y tragó. Louis silbó, su pene latía y se vino en una inundación salada, amarga en la garganta de Harry. Harry clavó las dos manos en el culo de Louis y lo mantuvo en su lugar para no perderse ninguna gota.
Se vio obligado a abandonar cuando las rodillas de Louis se doblaron y se deslizó hasta el suelo sin gracia. —Oh, hombre —suspiró Louis—. Eso fue increíble.
Harry sonrió, sintiéndose ligero, libre y más feliz de lo que nunca podía recordar. Se subió a horcajadas sobre el regazo de Louis. —Vamos a ir a la cama —murmuró, frotando la mejilla contra la de Louis—. Quiero que me folles tan pronto como te recuperes de nuevo.
Louis, se echó a reír, con los brazos subiendo para mantener a Harry cerca. —Infierno, sigue estando dura.
—Hmm. —Harry molió su culo de forma experimental contra el regazo de Louis, sacándole un gemido. Louis de hecho seguía estando duro, su erección incansable embestía contra las bolas de Harry—. Oh sí, eso es lo que quiero. —Harry saltó de arriba hacia abajo un par de veces, riéndose cuando los ojos de Louis se cruzaron. —¿Puedes levantarte?
Louis le dio una sonrisa maliciosa. —¿Para entrar en ese pequeño culo caliente? Mierda, si.
Harry chilló por la sorpresa, cuando Louis se elevó en sus pies, los fuertes brazos apretando a Harry cerca de su cuerpo. Sonriendo, Harry colocó sus piernas alrededor de la cintura de Louis.
—Cavernícola —bromeó, mordiendo el labio inferior de Louis.
—Uf —gruñó Louis. Se arrastró por la habitación con los pantalones en los tobillos, mientras Harry se aferraba a él como un mono—. Yo follar a Harry en el colchón.
Harry se echó a reír cuando Louis lo arrojó sobre la cama y comenzó a desnudarse. Se quito su propia ropa, echándola en un montón desordenado en el suelo, y extendió las piernas ampliamente. —Ven, muchacho grande.
Louis se arrastró lentamente entre sus piernas. Se inclinó hacía abajo y besó los labios de Harry. —¿Dónde está el lubricante?
—Uhhh... —Harry arrugó la cara, pensativo—. Oh, sí. Aquí. —Escarbó bajo el montón de almohadas, sacó el pequeño tubo y se lo entregó a Louis—. Date prisa.
Louis cubrió sus dedos con lubricante y empujó dos en el culo de Harry. Harry gimió, sintiendo como su cuerpo se abría inmediatamente. —Louis, por favor, no puedo esperar —le rogó, tirando de sus piernas hacía el pecho—. Hay condones en el cajón, solamente hazlo.
Louis sacudió la cabeza, añadiendo un tercer y un cuarto dedo, al mismo tiempo. Harry jadeó, temblando por el placer que le provocaba. —Te quiero sin nada entre nosotros, Harry —susurró Louis—. ¿Está bien?
Harry parpadeó. —Yo... yo puedo mostrarte mis resultados de la prueba. Eres el único con el que he estado desde mi última prueba.
—¿Estás limpio? —Louis torció la muñeca, deslizando sus dedos más profundamente en el cuerpo de Harry, el pulgar acariciando el anillo de músculo estirado.
—Uh... Sí. Mierda, Louis... —Harry se empujó hacia arriba en los codos, tratando de ver entre sus piernas. Louis, prácticamente tenía toda la mano dentro de su pequeño culo y Harry tenía muchas ganas de ver eso.
—Está bien. Sin nada entonces. —Louis tiró de uno de los anillos de los pezones de Harry con los dientes—. ¿Listo?
En respuesta, Harry tomó el pene de Louis y lo atrajo hacia él. Louis sonrió. Sacando sus dedos fuera del agujero de Harrry, puso su pene sobre el agujero de Harry y se empujó hacia dentro.
—Oooooooh —respiró Harry mientras Louis le llenaba—. Sí, eso es todo. Dios.
Louis estudió la cara de Harry con una franqueza desconcertante. —No cierres tus ojos —dijo Louis con una voz áspera llena de lujuria, cuando los párpados de Harry se agitaron—. Mírame.
Harry se mordió el labio y luchó contra el impulso de cerrar los ojos con todo lo que tenía. Si Louis quería esa intimidad, Harry estaba decidido a dársela.
Le sorprendió más que nada descubrir lo bien que se sentía al mirar a los ojos de Louis mientras hacían el amor. Fue increíblemente intenso, haciendo que se sintiera desnudo, crudo y vulnerable. Pero, al mismo tiempo, sintió un sentimiento de plenitud y paz como nunca había conocido. Ahuecó la cara de Louis en sus manos, jadeando a través de los labios entreabiertos mientras Louis lo follaba profunda y lentamente.
—Se siente tan bien —le susurró Louis—. Tan caliente. Así, se siente la vida follar tu interior.
—Te quiero dentro de mí para siempre. —Harry corrió ambos pulgares sobre los labios suaves de Louis—. Tan bueno, Lou.
―Sí. Bueno. —Los ojos de Louis se desenfocaron por un segundo—. Cerca. Ah, Dios...
—Mierda, sí. —Harry se retorció hasta que pudo poner las piernas sobre los hombros de Louis. El nuevo ángulo envió el siguiente golpe de Louis a su próstata y gritó—. Dios, ahora, ahora, duro, bebé, ¡me vengo!
Gruñendo, Louis apoyó las manos sobre el colchón a los lados de Harry y lo aporreó con golpes cortos y agudos. El mundo de Harry se contrajo hasta que todo lo que podía ver era la cara de Louis sobre él, todo lo que podía sentir era el pene de Louis llenándolo.
Harry llegó con los ojos bien abiertos y enganchados en Louis, viendo como Louis era atravesado por el orgasmo. Fue la mejor cosa que jamás había sentido.
Louis se retiró, se dio la vuelta y cruzó a Harry contra su pecho antes de recuperarse lo suficiente para moverse por su cuenta. Harry pasó su brazo por el pecho de Louis y se quedaron abrazados cómodamente. El latido del corazón de Louis sonó bajo la oreja Harry, fuerte, rápido y constante. Él suspiró perfectamente feliz.
—Wow —murmuró Harry cuando pudo hablar de nuevo—. Eso fue increíble. Nunca he mantenido mis ojos abiertos durante el sexo antes.
La mano de Louis acarició el pelo sudoroso de Harry. —¿Fue bueno?
—Increíble. Siempre pensé que sería demasiado, ¿sabes? Tal vez con otra persona, lo hubiera sido. —Harry alzó la cabeza lo suficiente como para ver el rostro de Louis—. Contigo fue perfecto. Me alegro de haberlo hecho de esa manera.
Louis sonrió, su mano deslizándose por la mejilla de Harry. —Yo también. Ven aquí.
Harry se movió para encontrarse con el beso de Louis, abriendo la boca a la lengua de Louis. Había algo maravillosamente diferente, pensó, al besar a alguien que realmente te conocía y te amaba de todos modos. Sabía que nunca sería capaz de vivir sin esa sensación, ahora que la había probado. Con un poco de suerte, nunca tendría que hacerlo.
Ahora bien, si tan sólo pudiera tener el coraje suficiente para decirle a Louis cómo se sentía. Louis le ayudó a superar el pasado que había arrastrado durante tanto tiempo, y Harry quería que supiera eso.
Mañana, Harry pensó mientras se acurrucaba de nuevo en los brazos de Louis. Mañana, voy a decirle que lo amo. Es el Día de San Valentín, después de todo.
Con su mente arreglada, Harry cerró los ojos y se durmió.
Earl estaba de vuelta, llamando a su puerta. Harry retiró la almohada sobre su cabeza.
—Estoy bien, Earl, ¡vete! —Gritó.
—Estoy seguro de que lo estás —dijo Earl, con evidente sarcasmo—, pero Louis no lo está.
Louis. Una ola de miseria se elevó en el pecho de Harry. —Lo siento —dijo, casi para sí mismo.
—Harold Edward Styles —Gruñó Earl— Déjame entrar en este mismo momento.
Harry tiró la almohada en el suelo y fulminó con la mirada el lugar de donde provenía el sonido de la voz de Earl. Sabía lo testarudo que podía ser el hombre cuando estaba en una misión. El hombre se quedaría allí gritando toda la noche si era necesario. Suspirando, Harry se levantó, pisando fuerte hacia la puerta y la abrió.
—¿Qué? —Ladró.
Earl arqueó una ceja elegantemente. —Tienes compañía por el amor de Dios, puedes al menos ponerte algo de ropa.
—No te pedí que vinieras —espetó Harry, cerrando la puerta y volviéndose de nuevo a la cama—. Si te molesta verme desnudo, no mires.
—Dios mío, no estamos de mal humor —comentó Earl sarcásticamente, tomando asiento en una de las sillas de plástico tambaleante de la pequeña cocina de Harry—. Está bien, quédate ahí desnudo y de mal humor si es necesario, pero —señaló severamente con el dedo a Harry—, maldita sea vas a escucharme.
—Lo que sea —murmuró Harry. Sabía que estaba actuando como un niño, pero no podía parar. Esto le ayudaba a saber que Earl entendía el por qué estaba de tan mal humor, y que no iba dirigido contra él.
—Louis vino a hablar conmigo esta noche —dijo Earl—. Me dijo lo que pasó.
—Bueno, eso es jodidamente genial —se quejó Harry, ruborizándose a su pesar.
Earl se inclinó hacia delante, los codos apoyados en las rodillas, su expresión seria. —Hijo, sé lo difícil que es para ti aceptar lo que él te quiere dar. Pero ¿no crees que ya es hora de probar?
—¿Qué pasa si sucede otra vez? —Preguntó Harry, los ojos fijos en el techo—. No lo podría manejar, Earl. No podría.
Acercándose a la cama de Harry, Earl se sentó en el borde y tomó la mano de Harry en las suyas. —Louis no es Nick. La mayoría de los hombres no son como él, gracias a Dios.
—Lo sé —susurró Harry—. Es duro, ¿sabes?
Difícil no ver la cara de Nick cuando había sostenido a Harry cerca y le había dicho que lo amaría siempre, que se ocuparía de él y no le haría daño. Difícil no ver el desprecio pasar por ese mismo rostro unas pocas semanas más tarde, cuando había dejado a Harry desnudo en una esquina de la calle, confundido, llorando y demasiado débil para caminar. Tan jodidamente difícil era creer en el amor de nuevo después de eso.
—Han pasado tres años, hijo —dijo Earl con suavidad—. Déjalo ir. Deja que Louis te de la clase de amor que te mereces. Y déjate dárselo a cambio.
Harry no se molestó en decirle a Earl que no amaba a Louis. Earl siempre podía oler una mentira a una milla de distancia.
Harry entrelazó los dedos con los de Earl. —Fui terrible con él. No me querrá más.
Earl se rió entre dientes. —Estás terriblemente equivocado acerca de eso. Está fuera de sí de preocupación, y sin duda todavía te quiere.
—¿Y ahora qué? —Preguntó Harry al encontrarse con la mirada de Earl—. Nunca he hecho esto antes. No sé qué hacer.
Earl sonrió, se inclinó y plantó un beso en la frente de Harry. —Le dije a Louis, que te reunirías con él en el Café Noctem a la 1 de la noche. Ve y dile toda la historia, desde el principio. Lo entenderá. Y lo que es más, creo que puede ayudarte a dejar ir el pasado.
Miedo frío batía en las entrañas de Harry. Tener su primera relación romántica verdadera a la edad de veintiun años y medio, era una cosa. Decirle a Louis la sórdida historia de su vida, que nunca había dicho a nadie excepto a Earl, era otra cosa completamente distinta.
Louis te ama, una pequeña voz esperanzada le susurró en su cabeza. Estás a salvo con él.
En el fondo, sabía que era verdad.
—Está bien —dijo Harry, su voz un poco vacilante—. Voy a ir. Se lo diré.
Earl sonrió. —Estás haciendo lo correcto, hijo.
—Lo sé. —Movido por una oleada repentina de afecto por el primer ser humano que alguna vez se preocupó por él, Harry se incorporó y echó los brazos alrededor del cuello de Earl—. Gracias por ser tan bueno conmigo, Earl. Te quiero.
—Yo también te quiero, hijo —respondió Earl con voz ahogada, masajeando la espalda de Harry. Sus ojos brillaban húmedos cuando se apartó—. Ahora ve a asearte y por el amor de Dios, ponte la ropa.
Harry se echó a reír. —Sí, sí. Vete antes de que alguien te eche de menos.
—Sí, lo sé, el lugar está en peligro de desmoronarse si me voy durante cinco minutos. —Earl dio unas palmaditas en la rodilla de Harry, se levantó y se dirigió hacia la puerta. Se volvió y le dio una amplia sonrisa a Harry—. Buena suerte. Voy a esperar por todos los detalles en la mañana, por supuesto.
—Por supuesto —coincidió Harry—. Adiós.
Earl le sopló un beso y atravesó campantemente por la puerta.
Harry se quedó ahí por un tiempo más largo, tratando de calmar sus nervios lo suficiente para cumplir con lo que le había prometido a Earl que haría. Nunca se había desnudado así mismo de la forma en que estaba a punto de hacer esta noche, y lo aterrorizaba.
—Louis te ama —repitió en voz alta—. Ahora estás a salvo con él. No te hará daño al igual que Nick lo hizo.
Harry lo repetiría, una y otra vez hasta que se lo creyera con la suficiente fuerza como para superar el miedo que ardió a través de su mente y que sacudió todo su cuerpo. Se arrastró fuera de la cama hacía la ducha, con la esperanza de que podría mantenerse calmado el tiempo suficiente para pedirle disculpas a Louis, y hacerle entender.
Se negó a considerar lo que podría suceder si el no lo entendía después de todo. Un obstáculo a la vez.
Harry entró en el Café Noctem a la una y cinco minutos. El lugar estaba lleno con la gente habitual, apiñados alrededor de las mesitas redondas solos o en grupos, hablando, leyendo o escribiendo sobre cafés con leche y expressos dobles. Una melodía de Billie Holliday sonaba de fondo. Algo más ruidoso y pesado golpeó a través del piso del sótano, salpicado por estallidos de risa.
Un grupo de niños en edad universitaria vestidos con togas subieron corriendo las escaleras del sótano, abriéndose paso a través de la habitación y desaparecieron a través de la puerta en la noche. Ah, sí, era la fiesta de graduación de los universitarios. Me había olvidado. Harry sonrió, pensando que eso explicaba la multitud de juerguistas disfrazados en las calles.
Caminando un poco más en la habitación, Harry escaneó los rostros que lo rodeaban. Louis no estaba por ningún lado. El estómago de Harry cayó en sus pies.
Una mano en el hombro lo hizo saltar. Se dio la vuelta, sorprendido, y se encontró cara a cara con Louis, que evidentemente había estado sentado en una mesa en la esquina cerca de la puerta.
—Mierda, me has asustado —dijo Harry débilmente. Miró a los ojos de Louis—. Um. Hola.
Louis se le quedó mirando fijamente, preocupación escrita por todo su rostro. —¿Estás bien?
—Lo estoy ahora. —Harry retorció sus manos, deseando que su corazón se relejara y dejara de galopar como un pura sangre—. Yo, eh, voy a ir a por un café, ¿quieres algo?
—Ya tengo el mío.
—Ok Um, ya vuelvo entonces.
Harry se volvió y se dirigio hacia el mostrador para pedir su orden. Un par de minutos más tarde, echó a andar de vuelta a la mesa llevando una taza enorme de café. Hizo todo el camino, sin tirarse el café encima, a pesar de sus manos temblorosas.
Puso la taza sobre la mesa, evitando los ojos de Louis. Ahora que estaba realmente aquí, no tenía idea de cómo empezar. Louis lo salvó hablando primero.
—Lo siento, Harry. —Louis estiró una mano a través de la mesa, se mordió los labios y tiró de ella hacia atrás—. No fue mi intención molestarte como lo hice.
Sorprendido, Harry miró a Louis. Sus oscuros ojos estaban dolorosamente tristes. Harry tomó la mano de Louis en la suya. —Los dos sabemos que soy yo el que debería pedir disculpas aquí, no tú.
—No me pidas perdón —dijo Louis, entrelazó los dedos con los de Harry—. Sólo dime que no lo he jodido todo.
Harry bajó la mirada a la mesa. —Tú no lo has jodido. Sólo espero que yo no lo haya hecho.
La silla de Louis raspó a través del suelo mientras se acercaba. —Estoy aquí, ¿no? —Louis le dio un suave beso a Harry en la frente—. Y aún así... Bueno, tú sabes.
Mató a Harry escuchar la vacilación en la voz de Louis. Metió una mano alrededor de la parte posterior del cuello de Louis, lo atrajo hacia sí y lo besó en los labios. Louis hizo un sonido suave, desesperado en la parte posterior de la garganta. Harry luchó contra el impulso de abrir la boca y tomar el beso más profundo. Esto tendría que esperar. Ellos tenían una conversación pendiente.
—Earl dijo que debería contarte acerca de mi pasado —dijo Harry, una vez que se separaron—. Yo quiero. Quiero que entiendas por qué reaccioné como lo hice.
—Me gustaría eso. —Louis levantó la mano de Harry y besó los nudillos—. Pero no a menos que estés listo para decirme.
Harry soltó una risa hueca. —Louis, si espero hasta que esté listo, nunca va a suceder. Tengo que hacer esto ahora, antes de que pierda los nervios.
Louis sonrió tranquilizadoramente. —Dime.
Aquí va. Harry respiró hondo.
—Yo crecí en Holmes Chapel. Mis padres me echaron cuando tenía quince años. No pregunté por qué. Era un niño salvaje, siempre en problemas, y nunca me quisieron para empezar. Estaba lo suficientemente feliz por marcharme. Me sentí más seguro en la calle de lo que jamás me sentí en casa.
—Mierda. ¿Qué hiciste?
Harry se encogió de hombros. —Traté de conseguir un trabajo regular, pero me di cuenta bastante rápido que nadie contrata a un sin hogar que deja el instituto. Vivía en un edificio abandonado y ellos no me dejaron volver a la escuela, no es que yo lo intentara realmente.
—Mierda, Harry —dijo Louis, las cejas fruncidas juntas—. Por favor, dime que no tenías qué…
—Nunca me prostituí —interrumpió con vehemencia Harry—. Ni una sola vez. Me enteré sobre los Peep Shows por una chica que conocí que trabajaba en uno. Me dijo que había una gran demanda de muchachos. Así que fui al lugar donde trabajaba y hablé con el dueño, Ray. Me contrató en el acto.
Louis frunció el ceño, su expresión estridente. —¿Contrató a un chico de quince años?
—Le dije que tenía dieciocho años.
—No hay manera de que te creyera —declaró Louis con un gesto de impaciencia—. Apenas aparentas tener dieciocho ahora, sólo puedo imaginar lo joven que debías de parecer entonces.
Harry sonrió. —A los habituales de ahí les gustaban los jóvenes, y Ray no estaba dispuesto a hacer preguntas que le costaran dinero. No había ni un artista, intérprete o ejecutante con más de diecinueve años. La mayoría tenían diecisiete o dieciocho años. Un par de ellos eran incluso más jóvenes que yo.
Louis gruñó, los ojos oscurecidos por la ira. —Esos malditos pervertidos que fueron ahí no pusieron las manos sobre ti, ¿verdad? Dime que no lo hicieron.
—Los clientes debían permanecer en sus cabinas y no podían tocar a los artistas, pero nunca prestaron atención a las reglas. Las cabinas no tienen cristal en el frente, así que no había nada que les impidiera hacer lo que quisieran. —Harry miro fijamente a la mesa—. Sabía que había cosas peores que podría haber hecho para sobrevivir, pero odiaba cuando me tocaban. Les decía que no debían, pero nunca me hacían caso.
Louis ahuecó la mejilla de Harry con su gran mano. Harry alzó los ojos de mala gana a la cara de Louis, con miedo de ver repugnancia allí. Inclinándose hacia delante, Louis le dio un beso, ligero y rápido, y el miedo en su interior disminuyó un poco.
—Lo siento —dijo Louis en voz baja—. Los golpearía y los dejaría sangrando por hacerte eso, si pudiera. ¿Cuánto tiempo trabajaste allí?
—Tres años, cinco meses y dieciséis días —respondió Harry. Sonrió tristemente con la conclusión de que todavía lo recordaba—. Me marché y fui a trabajar en un club de strip-tease gay no mucho después de cumplir los dieciocho años. Había estado trabajando fuera y practicando mi actuación, y por supuesto en ese momento ya era legal. Me contrataron de inmediato. Era mi trabajo legítimo.
—Espero que haya sido mejor que el del Peep Shows. —Louis parecía que con mucho gusto asesinaría a toda la gente que había usado y abusado de Harry durante toda su vida, si le dieran una oportunidad. Esto calentó a Harry hasta los dedos del pie.
Harry tomó un sorbo de su café. Estaba caliente y casi letalmente fuerte, tal y como a él le gustaba. —El club de strip-tease era mucho mejor que el Peep Shows. —Acarició el dorso de la mano de Louis con el pulgar—. De hecho, me gustó, cuando la gente era buena y me daba consejos en lugar de intentar meterme mano. Por lo menos la seguridad era mejor. Cualquier persona que aparecía en el escenario, o trataba de agarrarme era echada. Y todo lo que tenía que hacer era quitarme la ropa.
Louis le dio una mirada de perplejidad. —¿No es eso lo que hiciste en el Peep Shows?
—Um, no exactamente. —El calor se elevó en las mejillas de Harry. Louis, claramente no tenía experiencia en esos lugares, y Harry deseó no tener que explicarle—. Me hacía pajas, en su mayoría. A veces tenía que usar juguetes en mí mismo.
La mano de Louis apretó alrededor de él. —Nunca tuviste que... ya sabes. ¿Tener relaciones sexuales?
Harry no pudo evitar sonreír debido al tono medio enojado de la voz de Louis. —No, no lo hice.
—Bien.
Había algo maravillosamente emocionante acerca de la posesión de Louis. En un impulso, Harry dejó su café, enganchó su mano alrededor del cuello de Louis y lo atrajo hacia sí para darle un beso. La boca de Louis se abrió bajo la suya, era cálida y sabía a café expresso. Se sintió increíble. No sólo por el calor sedoso de la boca de Louis, sino por el conocimiento de que era amado. Preocuparse por un amante, y ver devuelto el sentimiento, era algo que nunca había experimentado antes. Esto lo hizo sentir ligero y vertiginoso.
—Te amo —le susurró Louis, girando un mechón de pelo de Harry alrededor de su dedo.
Harry se tensó, a pesar de que trató de luchar contra ello. —Louis.
Louis le cortó antes de que pudiera llegar más lejos. —No tienes que decirme por qué eso te asusta tanto —dijo, su aliento cálido sobre la mejilla de Harry—. Pero me gustaría escucharlo, cuando estés listo.
Una bola de terror se formó en las entrañas de Harry. Se tragó la bilis que le subía por la garganta y se encontró con los ojos de Louis. Esto iba a ser duro.
—Conocí a Nick hace un poco más de tres años, en el club donde trabajaba —empezó a decir, manteniendo la voz con deliberada calma—. Era mucho mayor que yo, alrededor de unos treinta años, realmente estaba en forma y era hermoso, me trató como si fuera especial. Como si fuera algo más que un bailarín de strip-tease. Me embaucó.
Los ojos de Louis nunca dejaron la cara de Harry. —¿Qué pasó?
Aquí vamos. Harry tomó un par de respiraciones profundas. —Habíamos estado saliendo por cerca de seis meses cuando me dijo que me amaba. Nadie me lo había dicho antes, ni siquiera mis padres.
Louis hizo un sonido suave, sorprendido. —Dios, Harry.
Harry siguió adelante, con ganas de terminar su historia y nunca tener que pensar en ello otra vez. —Era tan feliz. Estaba locamente enamorado de él. Hubiera hecho cualquier cosa por él. Así que cuando me pidió que viviera con él, le dije que sí. Lo celebramos con una botella de vino en su casa. Me fui a dormir a su cama. Me desperté a la mañana siguiente en una jaula, con un collar alrededor del cuello encadenado a la pared.
—Oh, Dios mío —exclamó Louis, los ojos muy abiertos.
—Pasaron varios días antes de que lo volviera a ver —añadió Harry—. Cuando por fin apareció le grité, le llamé las peores cosas que se me ocurrieron. Le dije que me dejara ir o lo mataría. Lo quise decir en serio, también. Pero sólo se rió de mí y me dijo que me acostumbrara a ser su esclavo.
Louis, maldijo en voz baja. Harry se mecía en su asiento, los ojos fijos en la pared del fondo. —No sé cuánto tiempo me mantuvo allí. Varias semanas, creo. Me drogó para mantenerme débil, quería que fuera sumiso y yo hubiera preferido morir que someterme a él después de lo que me había hecho. Finalmente me dijo que no valía la pena. Me llenó de estupefacientes y me llevó todo el camino hasta Weston para tirarme en una esquina de la calle.
—Ese pedazo de mierda —gruñó Louis, los ojos brillantes. Deslizó un brazo protector sobre los hombros de Harry.
—Me había prometido que cuidaría de mí. Que nunca dejaría que nada me hiciera daño otra vez. Y luego... me hizo eso. —Harry cerró los ojos y se apoyó en los brazos de Louis—. Cuando me tenía en esa jaula, me decía que el amor no era más que la esclavitud y que debería estar contento de haber tenido a alguien como él dispuesto a cuidar de mí. Cuando me echó me dijo que nadie más me amaría y yo le creí.
—Su versión enferma del amor era la única que habías conocido. No es de extrañar que entraras en pánico cuando te dije que te amaba. —Louis besó su cabello.— Sobre eso era tu pesadilla el otro día, ¿no? Prometió que nunca te haría daño, y te dañó de la peor manera que podrías haber imaginado.
—Lo siento, estoy muy jodido —dijo Harry.
—En realidad, creo que estás mucho menos jodido que la mayoría de la gente después de pasar por eso. —Louis levantó la cara de Harry y besó sus labios—. Entonces, ¿qué pasa ahora?
—Yo... me gustaría probar —dijo Harry, con el corazón agitándose locamente—. Nosotros, quiero decir. Estar juntos. Si todavía quieres.
La sonrisa de Louis desvaneció el último rastro del miedo de Harry. —Tú sabes que si.
Harry se echó a reír de pura felicidad, y Louis se rió con él. Cuando se dieron un beso, este rápidamente se intensificó y se calentaron. El deseo como la lava corría por las venas de Harry, dulce y picante. Interrumpió el beso y sonrió cuando vio su necesidad reflejada en los ojos de Louis.
—Ven conmigo a casa —le susurró Harry, pasando una mano por el muslo de Louis—. Te necesito ahora mismo.
Louis se puso de pie, tirando de Harry con él, su expresión hambrienta. —Vamos.
El Café Noctem estaba a sólo un par de cuadras de la Gruta de Londres. Harry imaginó que era una buena cosa, porque si hubieran tenido que ir más lejos puede que hubieran terminado dando un espectáculo en medio de la calle. Se tropezaron en las escaleras del apartamento de Harry, con sus bocas cerradas juntas. En el segundo que Louis pateó la puerta detrás de ellos, Harry cayó de rodillas, sus manos trabajaron abriendo los pantalones de Louis.
—Oh, mierda. —Gimió Louis cuando Harry tiró de los pantalones hacía abajo y puso una mano alrededor de su pene.
Harry pasó su lengua sobre la cabeza del pene de Louis. El sabor del pre-semen envió un estremecimiento de placer a través de él. —Folla mi boca, Louis.
Louis, parpadeó hacia él, con una pregunta en sus ojos. Harry tenía un brillo de lujuria a través de él, mostrándole a Louis, que estaba bien. Louis, gruñó, enterró las dos manos en el pelo de Harry y empujó su pene en la parte de atrás de la garganta de Harry. Relajó sus músculos y dejó a Louis hacer todo el camino, tarareando felizmente cuando Louis golpeó en él. Le encantaba la sensación de Louis en la boca, el olor y el sabor de la necesidad de su amante, los gemidos y jadeos le hablaban del placer de Louis más elocuentemente que las palabras podrían haber hecho alguna vez. Era un sentimiento poderoso saber que podía hacer que Louis se perdiera de esa manera.
En cuestión de minutos, el cuerpo de Louis comenzó a temblar, sus embestidas perdieron el ritmo. Sonriendo para sus adentros, Harry deslizó su boca por el pene de Louis hasta que su barbilla golpeó en las pelotas, y tragó. Louis silbó, su pene latía y se vino en una inundación salada, amarga en la garganta de Harry. Harry clavó las dos manos en el culo de Louis y lo mantuvo en su lugar para no perderse ninguna gota.
Se vio obligado a abandonar cuando las rodillas de Louis se doblaron y se deslizó hasta el suelo sin gracia. —Oh, hombre —suspiró Louis—. Eso fue increíble.
Harry sonrió, sintiéndose ligero, libre y más feliz de lo que nunca podía recordar. Se subió a horcajadas sobre el regazo de Louis. —Vamos a ir a la cama —murmuró, frotando la mejilla contra la de Louis—. Quiero que me folles tan pronto como te recuperes de nuevo.
Louis, se echó a reír, con los brazos subiendo para mantener a Harry cerca. —Infierno, sigue estando dura.
—Hmm. —Harry molió su culo de forma experimental contra el regazo de Louis, sacándole un gemido. Louis de hecho seguía estando duro, su erección incansable embestía contra las bolas de Harry—. Oh sí, eso es lo que quiero. —Harry saltó de arriba hacia abajo un par de veces, riéndose cuando los ojos de Louis se cruzaron. —¿Puedes levantarte?
Louis le dio una sonrisa maliciosa. —¿Para entrar en ese pequeño culo caliente? Mierda, si.
Harry chilló por la sorpresa, cuando Louis se elevó en sus pies, los fuertes brazos apretando a Harry cerca de su cuerpo. Sonriendo, Harry colocó sus piernas alrededor de la cintura de Louis.
—Cavernícola —bromeó, mordiendo el labio inferior de Louis.
—Uf —gruñó Louis. Se arrastró por la habitación con los pantalones en los tobillos, mientras Harry se aferraba a él como un mono—. Yo follar a Harry en el colchón.
Harry se echó a reír cuando Louis lo arrojó sobre la cama y comenzó a desnudarse. Se quito su propia ropa, echándola en un montón desordenado en el suelo, y extendió las piernas ampliamente. —Ven, muchacho grande.
Louis se arrastró lentamente entre sus piernas. Se inclinó hacía abajo y besó los labios de Harry. —¿Dónde está el lubricante?
—Uhhh... —Harry arrugó la cara, pensativo—. Oh, sí. Aquí. —Escarbó bajo el montón de almohadas, sacó el pequeño tubo y se lo entregó a Louis—. Date prisa.
Louis cubrió sus dedos con lubricante y empujó dos en el culo de Harry. Harry gimió, sintiendo como su cuerpo se abría inmediatamente. —Louis, por favor, no puedo esperar —le rogó, tirando de sus piernas hacía el pecho—. Hay condones en el cajón, solamente hazlo.
Louis sacudió la cabeza, añadiendo un tercer y un cuarto dedo, al mismo tiempo. Harry jadeó, temblando por el placer que le provocaba. —Te quiero sin nada entre nosotros, Harry —susurró Louis—. ¿Está bien?
Harry parpadeó. —Yo... yo puedo mostrarte mis resultados de la prueba. Eres el único con el que he estado desde mi última prueba.
—¿Estás limpio? —Louis torció la muñeca, deslizando sus dedos más profundamente en el cuerpo de Harry, el pulgar acariciando el anillo de músculo estirado.
—Uh... Sí. Mierda, Louis... —Harry se empujó hacia arriba en los codos, tratando de ver entre sus piernas. Louis, prácticamente tenía toda la mano dentro de su pequeño culo y Harry tenía muchas ganas de ver eso.
—Está bien. Sin nada entonces. —Louis tiró de uno de los anillos de los pezones de Harry con los dientes—. ¿Listo?
En respuesta, Harry tomó el pene de Louis y lo atrajo hacia él. Louis sonrió. Sacando sus dedos fuera del agujero de Harrry, puso su pene sobre el agujero de Harry y se empujó hacia dentro.
—Oooooooh —respiró Harry mientras Louis le llenaba—. Sí, eso es todo. Dios.
Louis estudió la cara de Harry con una franqueza desconcertante. —No cierres tus ojos —dijo Louis con una voz áspera llena de lujuria, cuando los párpados de Harry se agitaron—. Mírame.
Harry se mordió el labio y luchó contra el impulso de cerrar los ojos con todo lo que tenía. Si Louis quería esa intimidad, Harry estaba decidido a dársela.
Le sorprendió más que nada descubrir lo bien que se sentía al mirar a los ojos de Louis mientras hacían el amor. Fue increíblemente intenso, haciendo que se sintiera desnudo, crudo y vulnerable. Pero, al mismo tiempo, sintió un sentimiento de plenitud y paz como nunca había conocido. Ahuecó la cara de Louis en sus manos, jadeando a través de los labios entreabiertos mientras Louis lo follaba profunda y lentamente.
—Se siente tan bien —le susurró Louis—. Tan caliente. Así, se siente la vida follar tu interior.
—Te quiero dentro de mí para siempre. —Harry corrió ambos pulgares sobre los labios suaves de Louis—. Tan bueno, Lou.
―Sí. Bueno. —Los ojos de Louis se desenfocaron por un segundo—. Cerca. Ah, Dios...
—Mierda, sí. —Harry se retorció hasta que pudo poner las piernas sobre los hombros de Louis. El nuevo ángulo envió el siguiente golpe de Louis a su próstata y gritó—. Dios, ahora, ahora, duro, bebé, ¡me vengo!
Gruñendo, Louis apoyó las manos sobre el colchón a los lados de Harry y lo aporreó con golpes cortos y agudos. El mundo de Harry se contrajo hasta que todo lo que podía ver era la cara de Louis sobre él, todo lo que podía sentir era el pene de Louis llenándolo.
Harry llegó con los ojos bien abiertos y enganchados en Louis, viendo como Louis era atravesado por el orgasmo. Fue la mejor cosa que jamás había sentido.
Louis se retiró, se dio la vuelta y cruzó a Harry contra su pecho antes de recuperarse lo suficiente para moverse por su cuenta. Harry pasó su brazo por el pecho de Louis y se quedaron abrazados cómodamente. El latido del corazón de Louis sonó bajo la oreja Harry, fuerte, rápido y constante. Él suspiró perfectamente feliz.
—Wow —murmuró Harry cuando pudo hablar de nuevo—. Eso fue increíble. Nunca he mantenido mis ojos abiertos durante el sexo antes.
La mano de Louis acarició el pelo sudoroso de Harry. —¿Fue bueno?
—Increíble. Siempre pensé que sería demasiado, ¿sabes? Tal vez con otra persona, lo hubiera sido. —Harry alzó la cabeza lo suficiente como para ver el rostro de Louis—. Contigo fue perfecto. Me alegro de haberlo hecho de esa manera.
Louis sonrió, su mano deslizándose por la mejilla de Harry. —Yo también. Ven aquí.
Harry se movió para encontrarse con el beso de Louis, abriendo la boca a la lengua de Louis. Había algo maravillosamente diferente, pensó, al besar a alguien que realmente te conocía y te amaba de todos modos. Sabía que nunca sería capaz de vivir sin esa sensación, ahora que la había probado. Con un poco de suerte, nunca tendría que hacerlo.
Ahora bien, si tan sólo pudiera tener el coraje suficiente para decirle a Louis cómo se sentía. Louis le ayudó a superar el pasado que había arrastrado durante tanto tiempo, y Harry quería que supiera eso.
Mañana, Harry pensó mientras se acurrucaba de nuevo en los brazos de Louis. Mañana, voy a decirle que lo amo. Es el Día de San Valentín, después de todo.
Con su mente arreglada, Harry cerró los ojos y se durmió.
Última edición por noeliab el Mar 20 Ago 2013, 11:20 am, editado 1 vez
noeliab
Re: El despertar de Eros (Larry Stylinson) HOT │TERMINADA│
Louis siempre va a estar para ayudar a Harold, no tengas dudas de eso.@Daniela1D escribió:Podre Hazza ;( Pero Louis Esta Allí Para Ayudarte ;C
Espero que te guste el capi.
Besos!
noeliab
Re: El despertar de Eros (Larry Stylinson) HOT │TERMINADA│
En simples palabras... Ame el capítulo!!!
Dios por fin son pareja y fue todo muy triste lo de Harry... Asqueroso Nick...
Bueno pero están juntos y eso es genial.
Nada más que decir estoy muerta de feels.
Kdbwlxbalxblszlsbzlsnzlskkdwojsoqhdowhd, ves :3
Síguela pronto <333
Dios por fin son pareja y fue todo muy triste lo de Harry... Asqueroso Nick...
Bueno pero están juntos y eso es genial.
Nada más que decir estoy muerta de feels.
Kdbwlxbalxblszlsbzlsnzlskkdwojsoqhdowhd, ves :3
Síguela pronto <333
LidiaStyles
Re: El despertar de Eros (Larry Stylinson) HOT │TERMINADA│
nia ha vuelto y harry con lou tambien
nia quiere saber como le dira sus sentimientos a lou....
sera en el escenario
con un sexy baile
en una cena romantica
se disfrazara de cupido
comprara rosas
necesito saber
sube cspitulo siiip
por cierto que paso con zayn
vuelve a asalir????
bien nia te espera
besos
nia quiere saber como le dira sus sentimientos a lou....
sera en el escenario
con un sexy baile
en una cena romantica
se disfrazara de cupido
comprara rosas
necesito saber
sube cspitulo siiip
por cierto que paso con zayn
vuelve a asalir????
bien nia te espera
besos
stylinsonfannymayne
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