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La Furia Del Deseo (Joe Jonas & Tu) TERMINADA
O W N :: Archivos :: Novelas Terminadas
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Página 8 de 9. • 1, 2, 3, 4, 5, 6, 7, 8, 9
Re: La Furia Del Deseo (Joe Jonas & Tu) TERMINADA
ay dioossss , tienes que seguirla en serio !
quiero que las cosas se aclaren
SÍGUELA!!!!
quiero que las cosas se aclaren
SÍGUELA!!!!
fernanda
Re: La Furia Del Deseo (Joe Jonas & Tu) TERMINADA
Oh hahaha En tu cara Joe!
Lo siento tanta humillacion no es aceptable en mi mundo xD
Sigueeee!
Lo siento tanta humillacion no es aceptable en mi mundo xD
Sigueeee!
Bianca
Re: La Furia Del Deseo (Joe Jonas & Tu) TERMINADA
magic directioner forever escribió:omg QUEFUERTE osea me encanto wou
siguelaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa
beijos mua xox
Esto... esta para mooriirsee... )? Hahahahah xD*
Osea, me muero! :D
Enseguida la sigo!!
xx
:happuy: :bye:
Yesie
Re: La Furia Del Deseo (Joe Jonas & Tu) TERMINADA
yei lo espero
posdata ya comente en la nove de zayn me encanto tu nove con zyn
bejios mua xox
posdata ya comente en la nove de zayn me encanto tu nove con zyn
bejios mua xox
||Hazzy||
Re: La Furia Del Deseo (Joe Jonas & Tu) TERMINADA
No preocupeishon, fernada... Que ya sigo con la noveee!fernanda escribió:ay dioossss , tienes que seguirla en serio !
quiero que las cosas se aclaren
SÍGUELA!!!!
No qeda nada para qe todo se aclare ya lo veras!! :D
xx
:happuy: :bye:
Yesie
Re: La Furia Del Deseo (Joe Jonas & Tu) TERMINADA
SI YA SÍGUELAAAAAAAAAAAAAAA!Yesie escribió:No preocupeishon, fernada... Que ya sigo con la noveee!fernanda escribió:ay dioossss , tienes que seguirla en serio !
quiero que las cosas se aclaren
SÍGUELA!!!!
No qeda nada para qe todo se aclare ya lo veras!! :D
xx
:happuy: :bye:
fernanda
Re: La Furia Del Deseo (Joe Jonas & Tu) TERMINADA
Siiiii...!! En tu carita Joe! (Baile ridículamente improvisado).... :maloso:Bianca escribió:Oh hahaha En tu cara Joe!
Lo siento tanta humillacion no es aceptable en mi mundo xD
Sigueeee!
Y en el mundo de quien es aceptable, chica, dime! ... :gasp: ...
Enseguiidaaa laaa siiigoooo!! :D :corre:
xx
:happuy: :bye:
Yesie
Re: La Furia Del Deseo (Joe Jonas & Tu) TERMINADA
Enserio?... Genial, Gracias por pasarte, eh? :Dmagic directioner forever escribió:yei lo espero
posdata ya comente en la nove de zayn me encanto tu nove con zyn
bejios mua xox
Creo que luego subire cap... ;)
xx
:happuy: :bye:
Yesie
Re: La Furia Del Deseo (Joe Jonas & Tu) TERMINADA
fernanda escribió:SI YA SÍGUELAAAAAAAAAAAAAAA!Yesie escribió:No preocupeishon, fernada... Que ya sigo con la noveee!fernanda escribió:ay dioossss , tienes que seguirla en serio !
quiero que las cosas se aclaren
SÍGUELA!!!!
No qeda nada para qe todo se aclare ya lo veras!! :D
xx
:happuy: :bye:
Ooooooooooookeeeeeeiiiii..... Hahahaha xD*:xd:
Yesie
Re: La Furia Del Deseo (Joe Jonas & Tu) TERMINADA
Bueno, chicas, como les dije anteriormente, este es ultimo caps de la nove... :( Asique... para decirles, habia pensado en subirles solo la mitad del capitulo.. :imdead: Pero lo he pensado y no las hare esperar hasta el dia de mañana para saber todo lo que sucede. :roll: :aah:
...Tambien agradecerle por haberse tomado el tiempo de leer esta nove, son unos amores! :aah: :corre: ..Me ha fascinado tenerlas como lectoras! ^^ ...Me han encantado cada uno de sus coments! me han divertido muchísimo... :ilusion: ... no se que mas decirles!... sin palabras...
Solo GRACIAS. :hug: :love:
En fin... les dejo su cap!
Corrió torpemente por la playa en dirección al mar y finalmente cayó de rodillas en el agua mientras lloraba a lágrima viva.
Ya no le importaba si Joe la veía o no; apenas conseguía mantener la lógica de sus pensamientos. La ira que la había impulsado momentos antes se había evaporado completamente, dejándola convertida en la sombra de la mujer que se había defendido apasionadamente, que le había plantado cara a Joe y reprochado sus terribles actos. No quedaba más que una desgraciada indefensa que lloraba en la desventurada soledad de la playa.
Se sentía horriblemente devastada. Como si hubiera perdido a alguien profundamente importante para ella. Y sin embargo sabía que sufría por algo que nunca había existido, que no había sido real. Todo había sido mentira.
Joe vio a *__ tambaleándose por la playa, presa de una vorágine de emociones desenfrenadas. Cuando ella se desplomó en el agua se dio cuenta de que estaba llorando. De pronto, la furia que lo había poseído momentos antes se desvaneció y algo dentro de él se contrajo causándole dolor.
*__ le había dicho que no tenía corazón, pero estaba equivocada. Sintió cómo se partía en dos al verla sollozar.
En aquel momento supo con absoluta certeza que todo lo que ella le había dicho era verdad. Que él había tomado su confianza y los más recónditos secretos de su alma y los había utilizado en su contra de la manera más ruin. La había manipulado y había abusado de su confianza. Sus palabras finales, «te has convertido en el hombre que detestas», resonaban dolorosamente en su cabeza.
La idea de haberse convertido en un monstruo como Vasile le resultaba odiosa, pero la verdad que encerraba su acusación le estaba lacerando el alma. Tenía razón al decirle que sus ansias de venganza le habían cegado la razón.
Desde el principio una voz en su interior, que había hecho todo lo posible por acallar, le había dicho que *__ era inocente. Su corazón había sabido la verdad, pero su mente, llena de odio y de ansias de vengara su familia, había primado sobre aquél. Había estado tan consumido por la furia desde que su madre los traicionó que había interpretado las palabras y acciones de *__ desde un prisma distorsionado.
Cuando le contó que Vasile y Francesca la estaban chantajeando para que contrajera matrimonio, él la había creído. De hecho, había sentido incluso sentimientos protectores. Pero los había eliminado brutalmente al no cuadrarle con las ideas preconcebidas que tenía sobre ella y se había centrado en la fría satisfacción que le producía saber que Vasile estaba lo suficientemente desesperado como para recurrir a semejante argucia.
Nada parecía tener sentido, pero él había seguido adelante con su plan, demasiado arrogante como para volver a valorar la situación. Demasiado asustado para exponer la grieta que se le había abierto en el corazón.
De pronto lo entendió todo y fue como si hubiera recibido un certero golpe en pleno pecho. Su corazón empezó a palpitar y sus ojos se agrandaron mientras observaba a *__ en la playa.
Había tenido demasiado miedo de abrirle su corazón por una sencilla razón.
Estaba enamorado de ella.
Lo había estado desde aquel verano en que se conocieron. Pero era la hija del socio de su enemigo. Había vivido en la casa que debía haberle pertenecido. Y a él le había resultado imposible aceptar estos sentimientos, pero a pesar de negarlos constantemente, éstos eran reales.
Por eso había pasado tanto tiempo con ella y le había confiado a Bianca a pesar de que algo en el fondo de su mente le decía que debía mantener a su hermana alejada de cualquiera que estuviera remotamente conectado con Vasile.
Cuando Bianca estuvo en peligro tuvo que echarle la culpa a alguien. No podía admitir que su amor por *__ le hubiera hecho descuidar la seguridad de su hermana. Que la hubiera dejado ir sola a una fiesta mientras él pasaba un dichoso fin de semana con su amante.
Había reaccionado instintivamente aferrándose a viejos prejuicios y malas interpretaciones. Cuando aquella noche su amigo lo llamó desde Turín para contarle lo que había ocurrido le resultó fácil echarle la culpa a *__. Él había bajado la guardia y no podía admitirlo. Así que cerró su corazón y se fue.
Ahora la miraba a través del Joe formado por las palmeras cimbreantes que rodeaban la villa, y se maldijo a sí mismo.
Ella había sido abierta y sincera con él todo el tiempo, le había confiado preciados recuerdos y secretos que significaban mucho para ella. La joven que le había hablado con tan sincera emoción de la pérdida de su madre, de su amada abuela que le enseñó a hacer pasteles y del dolor que le provocaba la enfermedad de su padre no podía ser culpable de las cosas de las que Joe la acusaba.
De pronto Joe sintió que se le humedecían los ojos.
Parpadeó sorprendido y se tocó la cara con las manos. La tenía llena de lágrimas.
Él nunca lloraba. Ni siquiera lo hizo la noche en que su padre murió y descubrió lo que Vasile le había hecho a la familia. Aquella noche él había construido barricadas en torno a su corazón y se había llenado la cabeza de planes de venganza.
Pero, de alguna manera, *__ había penetrado el hielo que rodeaba su corazón. Había derrumbado sus defensas, dejándolo expuesto y vulnerable. Podía sentir el dolor de ella como si fuera suyo.
No podía soportar la idea de que *__ sufriera, pero él tenía la culpa de su aflicción. Deseó salir corriendo hacia la playa, estrecharla entre sus brazos, decirle que lo sentía y rogarle que le perdonara. Pero esto no borraría el dolor causado. Y sabía que ella no le creería. Le había dicho demasiadas mentiras.
Se frotó la frente con la palma de la mano y apartó la vista de la playa. Tenía que encontrar una manera de demostrarle que la amaba.
A la mañana siguiente *__ se encontraba en la playa hundiendo sus pies en la suave arena y dejando que el agua transparente le acariciara suavemente los pies. No podía moverse, no tenía energía. Había pasado la noche en vela, sola en una magnífica cama con dosel, pensando en Joe y en el tiempo que habían pasado juntos. Le resultaba difícil creer que carecía de sentido, pero tenía que aceptarlo. Aquella noche tendría que reunirse con Francesca y Vasile para casarse. Era extraño pensar que en aquel momento estarían en algún punto por encima del atlántico completamente ajenos a la trampa que Joe les tenía preparada. Aunque no pensaba detener a Joe, no tenía ninguna intención de estar presente cuando éste los desafiara. Lo único que quería era volar a casa junto a su padre.
Un ruido detrás de ella la sacó de su ensimismamiento y se giró para ver a Joe acercándose hacia ella. Su aspecto era lamentable; unos oscuros círculos rodeaban sus atormentados ojos y su mandíbula estaba cubierta de una sombra negra pues no se había afeitado.
–Tienes un aspecto horrible. ¿Qué ha ocurrido? ¿Ha salido algo mal en tu plan?
–Todo ha salido mal en mi plan –dijo Joe–. Te he hecho mucho daño.
*__ lo miró con el ceño fruncido. Parecía sincero, pero tenía que andarse con cuidado.
–Lo siento –dijo–. Lamento todo lo que ha ocurrido. Me he equivocado; todo ha sido culpa mía.
–Tú no tienes la culpa de que Primo y Francesca trataran de chantajearme –replicó *__ tratando de controlar sus emociones.
–Sí, fue culpa mía. Podría haber destruido a Vasile hace años, y eso hubiera impedido que él te hiciera daño. Pero eso no era suficiente para mí. Quería acosarle y hacerle sufrir. Lo presioné intencionadamente esperando que se viera forzado a tomar medidas desesperadas. Eso fue lo que le llevó a la malversación de fondos y finalmente al chantaje.
*__ miró a Joe, confundida.
–Me sacaría el corazón para dártelo –dijo Joe tomándola de las manos de pronto y apretándolas contra su pecho–, si eso te hiciera sentir un poco mejor.
–No quiero que lo hagas –repuso *__–. Tu sufrimiento no mejoraría las cosas.
–Lamento todo lo que hice. Sé que te cuesta creerme después de todo el daño que te he hecho.
–Quiero creerte –musitó *___ al tiempo que liberaba una mano para acariciarle el rostro con la palma. Tenía la piel cálida y la barbilla áspera.
–Quería hacer algo para probarte que soy sincero–explicó Joe–. Al principio no se me ocurría nada. Nada me parece suficiente para compensarte por lo que hice.
–No tienes que hacer nada. Te creo.
Y era verdad. Algo en su interior le decía que no estaba fingiendo. Pero ella no quería una disculpa ni verle sufrir. Sólo deseaba que la amara, igual que ella lo amaba a él.
–Ven conmigo –y, tomándola de la mano, la llevó hasta la casa.
Una vez dentro encendió su ordenador portátil y abrió el sitio web de un canal de noticias. *__ miró la pantalla, confusa al principio, pero pronto se dio cuenta de lo que estaba viendo.
–Es el vídeo de la detención de Primo Vasile y Francesca Hazelton en el aeropuerto de Turín –explicó Joe para asegurarse de que ella lo entendía.
–Pero... –balbuceó *__ dubitativa.
–La policía ha recibido pruebas irrefutables contra ellos y la prensa lo ha descubierto. Dudo mucho que aparezca en los canales internacionales de noticias, pero quería que tú vieras las pruebas de lo que ha ocurrido.
–Yo pensaba que querías estar allí para decirle que has sido tú el artífice de su destrucción.
–Sí, quería humillarle de la misma manera en que él humilló a mi padre. Pensaba que lo más importante era estar allí en persona para ser testigo de su caída. Pero descubrí que estaba equivocado.
– ¿Cómo? ¿Qué te hizo cambiar de opinión?
–Tú.
– ¿Yo? ¿Quieres decir que has renunciado a ello por mí? Llevas años esperando este momento.
–comparado con lo que siento por ti, carece totalmente de sentido.
Ella lo miró sin atreverse a respirar ni a albergar esperanzas.
–Conseguí lo que quería. Te engañé, hice que me quisieras y luego te rompí el corazón. Pero también rompí el mío. Cuando Bianca me contó por primera vez que os habíais hecho amigas, desconfié –continuó–. Pero cuanto te conocí me quedé deslumbrado.
–Yo también quedé deslumbrada por ti –recordó *___.
–Eras bella, encantadora y estabas llena de vida. Me enamoré de ti inmediatamente.
*__ dio un grito ahogado y se cubrió la boca con la mano. Había dicho que se enamoró, pero había utilizado el tiempo pasado, refiriéndose a algo que había ocurrido hacía cuatro años.
Joe miró su rostro atónito. Estaba tan pálida y parecía tan vulnerable que deseó envolverla en un abrazo y protegerla del resto del mundo.
–Sigo sin poder creerme que pensaras que yo sabía lo que Primo le había hecho a tu familia –dijo ella–. Que creyeras que yo te estaba ocultando algo.
–Eso es porque tienes un corazón bueno y puro. Ahora sé que nunca serías capaz de engañar así pero, como dijiste anoche, te juzgué según mis despreciables principios.
–Primo había aniquilado a tu familia –intervino *__ deseando aliviar su dolor–. No me extraña que fueras cauteloso.
–No fue una cuestión de cautela; estaba obsesionado. Quise concederte el beneficio de la duda, pero mi odio por tu familia era demasiado intenso.
Él, que había estado caminando de un lado a otro de la habitación, se detuvo y la miró a los ojos.
–Estaba enamorado de ti; por eso me dolió tanto pensar que me habías traicionado.
–Y quisiste devolverme el golpe –continuó *__ en voz baja.
–Estoy muy avergonzado –añadió él poniéndose de rodillas frente a ella y tomando su mano entre las suyas–. ¿Cómo he podido lastimar a la persona a la que amo?
*__ percibió en sus ojos un velo de culpa y de dolor. Pero debajo de su aflicción descubrió un brillo, una luz cálida e intensa que resplandecía solamente para ella. Era amor. Él la amaba.
–No puedo perdonarme el haberte hecho tanto daño.
–Debes perdonarte a ti mismo –dijo *___ apretándole la mano–, porque yo ya te he perdonado.
– ¿Por qué? –preguntó–. ¿Cómo puedes perdonarme después de todas las cosas horribles que he dicho y hecho?
–Porque te amo.
Ella sonrió y sintió que sus palabras centelleaban en el aire como si se trataran de un conjuro. Se sintió bien al decirlo, pues era una verdad salida de lo más profundo de su ser.
–Pero te rompí el corazón.
*___ alzó la mano y le acarició las líneas que le arrugaban la frente.
–Ya no está roto. Mira cómo late –y tomando una de sus manos, se la llevó al pecho izquierdo–. Mi felicidad y mi amor por ti crecen con cada uno de sus latidos.
– ¿Quieres estar conmigo a pesar de todo? –su voz sonaba incrédula y alegre al mismo tiempo.
–Por supuesto. Te amo.
–Y yo te amo a ti –replicó él solemne mirándola profundamente a los ojos.
–Siempre te he querido –añadió ella–. Pensé que éramos almas gemelas; nunca había conocido a nadie que me comprendiera como tú.
–Y mira cómo me porté... –dijo él con remordimientos.
–Shh –lo mandó callar ella colocando el dedo índice sobre sus labios–. No tenemos por qué volver a pensar en ello nunca más. Primo y Francesca irán a la cárcel y saldrán de nuestras vidas para siempre. ¿Sabe Primo que tú eres el responsable de su detención?
–No, no lo creo. Y no me importa.
– ¿Qué ocurrirá con el dinero robado? –preguntó–. ¿Perderá la gente sus pensiones?
Él le rodeó la cara con las manos y se inclinó para besarle los labios con ternura infinita.
–Eres una persona maravillosa –murmuró–. Con todo lo que te está ocurriendo sigues pensando en los demás. No te preocupes, todo saldrá bien. Cuando confisquen los bienes de Vasile habrá suficiente dinero.
–Me alegro. No quería ni pensar en el sufrimiento de esa gente.
–Eres un ángel –repitió Joe besándola de nuevo–.Tu bondad me ha librado de una obsesión que estaba destruyendo mi alma. Te quiero más de lo que puedes imaginar.
*__ lo abrazó con fuerza y las lágrimas inundaron sus ojos. Se quedaron en silencio unos instantes y *__ supo que él sentía lo mismo que ella.
–Una cosa más: me encantaría que vinieras a Turín a pasar unas Navidades de verdad conmigo. Así estarías cerca de tu padre y verías a alguien que ha echado de menos tu amistad durante los últimos cuatro años.
– ¿Bianca? –preguntó *__–. ¿Pero no piensa cosas terribles de mí?
–No –respondió él–. Lo creas o no, nunca la puse en tu contra.
–Yo también la he echado de menos. Sería maravilloso retomar nuestra amistad.
Una sonrisa de felicidad iluminó el rostro de Joe, que se puso en pie entusiasmado.
– ¡Te amo tanto! –exclamó abrazándola con tanta fuerza que la levantó del suelo.
*__ rió y se aferró a él, jadeando de felicidad mientras él le daba vueltas y más vueltas riendo también. Finalmente cayeron rendidos en el sofá. *__ resplandecía de felicidad. Alzó la mano y acarició el oscuro cabello de Joe con los dedos. Estaba tieso a causa de la sal del baño del día anterior. Joe había estado demasiado agitado como para pensar en lavárselo.
–Deberías ducharte y afeitarte –sugirió ella pasándole la mano por la áspera barbilla.
–Ven conmigo. Te necesito junto a mí.
Ella supo que él estaba pensando en algo más que una ducha: la necesitaba durante el resto de su vida.
–Nunca dejaré de amarte –dijo ella–. Y estaré contigo para siempre.
FIN
...Tambien agradecerle por haberse tomado el tiempo de leer esta nove, son unos amores! :aah: :corre: ..Me ha fascinado tenerlas como lectoras! ^^ ...Me han encantado cada uno de sus coments! me han divertido muchísimo... :ilusion: ... no se que mas decirles!... sin palabras...
Solo GRACIAS. :hug: :love:
En fin... les dejo su cap!
xx
:happuy:
Capitulo 12
*__ atravesó corriendo el porche y caminó tambaleante sobre la arena tratado de contener un torrente de lágrimas. No estaba dispuesta a llorar delante de Joe. No lloraría hasta no estar fuera de su vista.Corrió torpemente por la playa en dirección al mar y finalmente cayó de rodillas en el agua mientras lloraba a lágrima viva.
Ya no le importaba si Joe la veía o no; apenas conseguía mantener la lógica de sus pensamientos. La ira que la había impulsado momentos antes se había evaporado completamente, dejándola convertida en la sombra de la mujer que se había defendido apasionadamente, que le había plantado cara a Joe y reprochado sus terribles actos. No quedaba más que una desgraciada indefensa que lloraba en la desventurada soledad de la playa.
Se sentía horriblemente devastada. Como si hubiera perdido a alguien profundamente importante para ella. Y sin embargo sabía que sufría por algo que nunca había existido, que no había sido real. Todo había sido mentira.
Joe vio a *__ tambaleándose por la playa, presa de una vorágine de emociones desenfrenadas. Cuando ella se desplomó en el agua se dio cuenta de que estaba llorando. De pronto, la furia que lo había poseído momentos antes se desvaneció y algo dentro de él se contrajo causándole dolor.
*__ le había dicho que no tenía corazón, pero estaba equivocada. Sintió cómo se partía en dos al verla sollozar.
En aquel momento supo con absoluta certeza que todo lo que ella le había dicho era verdad. Que él había tomado su confianza y los más recónditos secretos de su alma y los había utilizado en su contra de la manera más ruin. La había manipulado y había abusado de su confianza. Sus palabras finales, «te has convertido en el hombre que detestas», resonaban dolorosamente en su cabeza.
La idea de haberse convertido en un monstruo como Vasile le resultaba odiosa, pero la verdad que encerraba su acusación le estaba lacerando el alma. Tenía razón al decirle que sus ansias de venganza le habían cegado la razón.
Desde el principio una voz en su interior, que había hecho todo lo posible por acallar, le había dicho que *__ era inocente. Su corazón había sabido la verdad, pero su mente, llena de odio y de ansias de vengara su familia, había primado sobre aquél. Había estado tan consumido por la furia desde que su madre los traicionó que había interpretado las palabras y acciones de *__ desde un prisma distorsionado.
Cuando le contó que Vasile y Francesca la estaban chantajeando para que contrajera matrimonio, él la había creído. De hecho, había sentido incluso sentimientos protectores. Pero los había eliminado brutalmente al no cuadrarle con las ideas preconcebidas que tenía sobre ella y se había centrado en la fría satisfacción que le producía saber que Vasile estaba lo suficientemente desesperado como para recurrir a semejante argucia.
Nada parecía tener sentido, pero él había seguido adelante con su plan, demasiado arrogante como para volver a valorar la situación. Demasiado asustado para exponer la grieta que se le había abierto en el corazón.
De pronto lo entendió todo y fue como si hubiera recibido un certero golpe en pleno pecho. Su corazón empezó a palpitar y sus ojos se agrandaron mientras observaba a *__ en la playa.
Había tenido demasiado miedo de abrirle su corazón por una sencilla razón.
Estaba enamorado de ella.
Lo había estado desde aquel verano en que se conocieron. Pero era la hija del socio de su enemigo. Había vivido en la casa que debía haberle pertenecido. Y a él le había resultado imposible aceptar estos sentimientos, pero a pesar de negarlos constantemente, éstos eran reales.
Por eso había pasado tanto tiempo con ella y le había confiado a Bianca a pesar de que algo en el fondo de su mente le decía que debía mantener a su hermana alejada de cualquiera que estuviera remotamente conectado con Vasile.
Cuando Bianca estuvo en peligro tuvo que echarle la culpa a alguien. No podía admitir que su amor por *__ le hubiera hecho descuidar la seguridad de su hermana. Que la hubiera dejado ir sola a una fiesta mientras él pasaba un dichoso fin de semana con su amante.
Había reaccionado instintivamente aferrándose a viejos prejuicios y malas interpretaciones. Cuando aquella noche su amigo lo llamó desde Turín para contarle lo que había ocurrido le resultó fácil echarle la culpa a *__. Él había bajado la guardia y no podía admitirlo. Así que cerró su corazón y se fue.
Ahora la miraba a través del Joe formado por las palmeras cimbreantes que rodeaban la villa, y se maldijo a sí mismo.
Ella había sido abierta y sincera con él todo el tiempo, le había confiado preciados recuerdos y secretos que significaban mucho para ella. La joven que le había hablado con tan sincera emoción de la pérdida de su madre, de su amada abuela que le enseñó a hacer pasteles y del dolor que le provocaba la enfermedad de su padre no podía ser culpable de las cosas de las que Joe la acusaba.
De pronto Joe sintió que se le humedecían los ojos.
Parpadeó sorprendido y se tocó la cara con las manos. La tenía llena de lágrimas.
Él nunca lloraba. Ni siquiera lo hizo la noche en que su padre murió y descubrió lo que Vasile le había hecho a la familia. Aquella noche él había construido barricadas en torno a su corazón y se había llenado la cabeza de planes de venganza.
Pero, de alguna manera, *__ había penetrado el hielo que rodeaba su corazón. Había derrumbado sus defensas, dejándolo expuesto y vulnerable. Podía sentir el dolor de ella como si fuera suyo.
No podía soportar la idea de que *__ sufriera, pero él tenía la culpa de su aflicción. Deseó salir corriendo hacia la playa, estrecharla entre sus brazos, decirle que lo sentía y rogarle que le perdonara. Pero esto no borraría el dolor causado. Y sabía que ella no le creería. Le había dicho demasiadas mentiras.
Se frotó la frente con la palma de la mano y apartó la vista de la playa. Tenía que encontrar una manera de demostrarle que la amaba.
A la mañana siguiente *__ se encontraba en la playa hundiendo sus pies en la suave arena y dejando que el agua transparente le acariciara suavemente los pies. No podía moverse, no tenía energía. Había pasado la noche en vela, sola en una magnífica cama con dosel, pensando en Joe y en el tiempo que habían pasado juntos. Le resultaba difícil creer que carecía de sentido, pero tenía que aceptarlo. Aquella noche tendría que reunirse con Francesca y Vasile para casarse. Era extraño pensar que en aquel momento estarían en algún punto por encima del atlántico completamente ajenos a la trampa que Joe les tenía preparada. Aunque no pensaba detener a Joe, no tenía ninguna intención de estar presente cuando éste los desafiara. Lo único que quería era volar a casa junto a su padre.
Un ruido detrás de ella la sacó de su ensimismamiento y se giró para ver a Joe acercándose hacia ella. Su aspecto era lamentable; unos oscuros círculos rodeaban sus atormentados ojos y su mandíbula estaba cubierta de una sombra negra pues no se había afeitado.
–Tienes un aspecto horrible. ¿Qué ha ocurrido? ¿Ha salido algo mal en tu plan?
–Todo ha salido mal en mi plan –dijo Joe–. Te he hecho mucho daño.
*__ lo miró con el ceño fruncido. Parecía sincero, pero tenía que andarse con cuidado.
–Lo siento –dijo–. Lamento todo lo que ha ocurrido. Me he equivocado; todo ha sido culpa mía.
–Tú no tienes la culpa de que Primo y Francesca trataran de chantajearme –replicó *__ tratando de controlar sus emociones.
–Sí, fue culpa mía. Podría haber destruido a Vasile hace años, y eso hubiera impedido que él te hiciera daño. Pero eso no era suficiente para mí. Quería acosarle y hacerle sufrir. Lo presioné intencionadamente esperando que se viera forzado a tomar medidas desesperadas. Eso fue lo que le llevó a la malversación de fondos y finalmente al chantaje.
*__ miró a Joe, confundida.
–Me sacaría el corazón para dártelo –dijo Joe tomándola de las manos de pronto y apretándolas contra su pecho–, si eso te hiciera sentir un poco mejor.
–No quiero que lo hagas –repuso *__–. Tu sufrimiento no mejoraría las cosas.
–Lamento todo lo que hice. Sé que te cuesta creerme después de todo el daño que te he hecho.
–Quiero creerte –musitó *___ al tiempo que liberaba una mano para acariciarle el rostro con la palma. Tenía la piel cálida y la barbilla áspera.
–Quería hacer algo para probarte que soy sincero–explicó Joe–. Al principio no se me ocurría nada. Nada me parece suficiente para compensarte por lo que hice.
–No tienes que hacer nada. Te creo.
Y era verdad. Algo en su interior le decía que no estaba fingiendo. Pero ella no quería una disculpa ni verle sufrir. Sólo deseaba que la amara, igual que ella lo amaba a él.
–Ven conmigo –y, tomándola de la mano, la llevó hasta la casa.
Una vez dentro encendió su ordenador portátil y abrió el sitio web de un canal de noticias. *__ miró la pantalla, confusa al principio, pero pronto se dio cuenta de lo que estaba viendo.
–Es el vídeo de la detención de Primo Vasile y Francesca Hazelton en el aeropuerto de Turín –explicó Joe para asegurarse de que ella lo entendía.
–Pero... –balbuceó *__ dubitativa.
–La policía ha recibido pruebas irrefutables contra ellos y la prensa lo ha descubierto. Dudo mucho que aparezca en los canales internacionales de noticias, pero quería que tú vieras las pruebas de lo que ha ocurrido.
–Yo pensaba que querías estar allí para decirle que has sido tú el artífice de su destrucción.
–Sí, quería humillarle de la misma manera en que él humilló a mi padre. Pensaba que lo más importante era estar allí en persona para ser testigo de su caída. Pero descubrí que estaba equivocado.
– ¿Cómo? ¿Qué te hizo cambiar de opinión?
–Tú.
– ¿Yo? ¿Quieres decir que has renunciado a ello por mí? Llevas años esperando este momento.
–comparado con lo que siento por ti, carece totalmente de sentido.
Ella lo miró sin atreverse a respirar ni a albergar esperanzas.
–Conseguí lo que quería. Te engañé, hice que me quisieras y luego te rompí el corazón. Pero también rompí el mío. Cuando Bianca me contó por primera vez que os habíais hecho amigas, desconfié –continuó–. Pero cuanto te conocí me quedé deslumbrado.
–Yo también quedé deslumbrada por ti –recordó *___.
–Eras bella, encantadora y estabas llena de vida. Me enamoré de ti inmediatamente.
*__ dio un grito ahogado y se cubrió la boca con la mano. Había dicho que se enamoró, pero había utilizado el tiempo pasado, refiriéndose a algo que había ocurrido hacía cuatro años.
Joe miró su rostro atónito. Estaba tan pálida y parecía tan vulnerable que deseó envolverla en un abrazo y protegerla del resto del mundo.
–Sigo sin poder creerme que pensaras que yo sabía lo que Primo le había hecho a tu familia –dijo ella–. Que creyeras que yo te estaba ocultando algo.
–Eso es porque tienes un corazón bueno y puro. Ahora sé que nunca serías capaz de engañar así pero, como dijiste anoche, te juzgué según mis despreciables principios.
–Primo había aniquilado a tu familia –intervino *__ deseando aliviar su dolor–. No me extraña que fueras cauteloso.
–No fue una cuestión de cautela; estaba obsesionado. Quise concederte el beneficio de la duda, pero mi odio por tu familia era demasiado intenso.
Él, que había estado caminando de un lado a otro de la habitación, se detuvo y la miró a los ojos.
–Estaba enamorado de ti; por eso me dolió tanto pensar que me habías traicionado.
–Y quisiste devolverme el golpe –continuó *__ en voz baja.
–Estoy muy avergonzado –añadió él poniéndose de rodillas frente a ella y tomando su mano entre las suyas–. ¿Cómo he podido lastimar a la persona a la que amo?
*__ percibió en sus ojos un velo de culpa y de dolor. Pero debajo de su aflicción descubrió un brillo, una luz cálida e intensa que resplandecía solamente para ella. Era amor. Él la amaba.
–No puedo perdonarme el haberte hecho tanto daño.
–Debes perdonarte a ti mismo –dijo *___ apretándole la mano–, porque yo ya te he perdonado.
– ¿Por qué? –preguntó–. ¿Cómo puedes perdonarme después de todas las cosas horribles que he dicho y hecho?
–Porque te amo.
Ella sonrió y sintió que sus palabras centelleaban en el aire como si se trataran de un conjuro. Se sintió bien al decirlo, pues era una verdad salida de lo más profundo de su ser.
–Pero te rompí el corazón.
*___ alzó la mano y le acarició las líneas que le arrugaban la frente.
–Ya no está roto. Mira cómo late –y tomando una de sus manos, se la llevó al pecho izquierdo–. Mi felicidad y mi amor por ti crecen con cada uno de sus latidos.
– ¿Quieres estar conmigo a pesar de todo? –su voz sonaba incrédula y alegre al mismo tiempo.
–Por supuesto. Te amo.
–Y yo te amo a ti –replicó él solemne mirándola profundamente a los ojos.
–Siempre te he querido –añadió ella–. Pensé que éramos almas gemelas; nunca había conocido a nadie que me comprendiera como tú.
–Y mira cómo me porté... –dijo él con remordimientos.
–Shh –lo mandó callar ella colocando el dedo índice sobre sus labios–. No tenemos por qué volver a pensar en ello nunca más. Primo y Francesca irán a la cárcel y saldrán de nuestras vidas para siempre. ¿Sabe Primo que tú eres el responsable de su detención?
–No, no lo creo. Y no me importa.
– ¿Qué ocurrirá con el dinero robado? –preguntó–. ¿Perderá la gente sus pensiones?
Él le rodeó la cara con las manos y se inclinó para besarle los labios con ternura infinita.
–Eres una persona maravillosa –murmuró–. Con todo lo que te está ocurriendo sigues pensando en los demás. No te preocupes, todo saldrá bien. Cuando confisquen los bienes de Vasile habrá suficiente dinero.
–Me alegro. No quería ni pensar en el sufrimiento de esa gente.
–Eres un ángel –repitió Joe besándola de nuevo–.Tu bondad me ha librado de una obsesión que estaba destruyendo mi alma. Te quiero más de lo que puedes imaginar.
*__ lo abrazó con fuerza y las lágrimas inundaron sus ojos. Se quedaron en silencio unos instantes y *__ supo que él sentía lo mismo que ella.
–Una cosa más: me encantaría que vinieras a Turín a pasar unas Navidades de verdad conmigo. Así estarías cerca de tu padre y verías a alguien que ha echado de menos tu amistad durante los últimos cuatro años.
– ¿Bianca? –preguntó *__–. ¿Pero no piensa cosas terribles de mí?
–No –respondió él–. Lo creas o no, nunca la puse en tu contra.
–Yo también la he echado de menos. Sería maravilloso retomar nuestra amistad.
Una sonrisa de felicidad iluminó el rostro de Joe, que se puso en pie entusiasmado.
– ¡Te amo tanto! –exclamó abrazándola con tanta fuerza que la levantó del suelo.
*__ rió y se aferró a él, jadeando de felicidad mientras él le daba vueltas y más vueltas riendo también. Finalmente cayeron rendidos en el sofá. *__ resplandecía de felicidad. Alzó la mano y acarició el oscuro cabello de Joe con los dedos. Estaba tieso a causa de la sal del baño del día anterior. Joe había estado demasiado agitado como para pensar en lavárselo.
–Deberías ducharte y afeitarte –sugirió ella pasándole la mano por la áspera barbilla.
–Ven conmigo. Te necesito junto a mí.
Ella supo que él estaba pensando en algo más que una ducha: la necesitaba durante el resto de su vida.
–Nunca dejaré de amarte –dijo ella–. Y estaré contigo para siempre.
FIN
:bye:
Yesie
Re: La Furia Del Deseo (Joe Jonas & Tu) TERMINADA
awwww que lindo joe supo laa verdadle pidio perdon a tn,rayis lo perdono awwwwwwwwwww me encanto
este es el ultimo capitulo pero subiras el epilogo no porfa subelooooo me encanto la nove la ame
beijos mua xox
este es el ultimo capitulo pero subiras el epilogo no porfa subelooooo me encanto la nove la ame
beijos mua xox
||Hazzy||
Re: La Furia Del Deseo (Joe Jonas & Tu) TERMINADA
awww se acabo :/
estuvo genial!!!
por favor dime que vas a subir otra como esta
take care
estuvo genial!!!
por favor dime que vas a subir otra como esta
take care
NaTnAt
Re: La Furia Del Deseo (Joe Jonas & Tu) TERMINADA
DIOS ENSERIO TERMINO!!!
gracias por compartirla , fue una nove genial
gracias por compartirla , fue una nove genial
fernanda
Re: La Furia Del Deseo (Joe Jonas & Tu) TERMINADA
Hahahhah xD*... Si, por fin todo se arreglo!! :ilusion: :canto: :corre: .. Ya era hora!, ¿verda? :Dmagic directioner forever escribió:awwww que lindo joe supo laa verdadle pidio perdon a tn,rayis lo perdono awwwwwwwwwww me encanto
este es el ultimo capitulo pero subiras el epilogo no porfa subelooooo me encanto la nove la ame
beijos mua xox
Se acabo. No hay mas... :wut: :lloro: no hai epilogo, lo siento. Eso es todo! XD*...
Graciias por leer la nove!! ^^ :hug:
Te lo agradezco muchooo! ...Espero encontrarnos... nuevamente, no? :D
xx
:happuy: :bye:
Yesie
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