Conectarse
Últimos temas
miembros del staff
Beta readers
|
|
|
|
Equipo de Baneo
|
|
Equipo de Ayuda
|
|
Equipo de Limpieza
|
|
|
|
Equipo de Eventos
|
|
|
Equipo de Tutoriales
|
|
Equipo de Diseño
|
|
créditos.
Skin hecho por Hardrock de Captain Knows Best. Personalización del skin por Insxne.
Gráficos por y codes hechos por Kaffei e Insxne.
Gráficos por y codes hechos por Kaffei e Insxne.
La Furia Del Deseo (Joe Jonas & Tu) TERMINADA
O W N :: Archivos :: Novelas Terminadas
Página 1 de 9. • Comparte
Página 1 de 9. • 1, 2, 3, 4, 5, 6, 7, 8, 9
La Furia Del Deseo (Joe Jonas & Tu) TERMINADA
Nombre: La Furia Del Deseo.
Autor: Natalie Rivers.
Adaptación: Si.
Genero: De Todo.
Advertencias: No.
Otras Paginas: No Lo se.
Pero Joe no está preparado para lidiar con el efecto poderoso que *__(TN) sigue teniendo sobre él. Una noche no será suficiente para satisfacer al italiano. ¿Cuántas harán falta para poner punto final a su obsesión? Sobre todo ahora que sospecha que *__ es inocente…
Autor: Natalie Rivers.
Adaptación: Si.
Genero: De Todo.
Advertencias: No.
Otras Paginas: No Lo se.
Argumento:
Ha llegado la hora del desquite: el magnate italiano Joe Jonas quiere castigar a *__(TN) por su traición de cuatro años atrás. Se acostará con ella una vez más y luego la abandonará sin contemplaciones al igual que hizo ella con él.Pero Joe no está preparado para lidiar con el efecto poderoso que *__(TN) sigue teniendo sobre él. Una noche no será suficiente para satisfacer al italiano. ¿Cuántas harán falta para poner punto final a su obsesión? Sobre todo ahora que sospecha que *__ es inocente…
Última edición por Yesie el Miér 14 Ago 2013, 6:41 pm, editado 3 veces
Yesie
Re: La Furia Del Deseo (Joe Jonas & Tu) TERMINADA
¡¡Hola, Hola!! ¿Como Estan?
Ahorita me presento, mi nombre es Jessica.
:love: :love: ¡¡Soy Jonatica, Directioner & Lovatica!! :love: :love:
Con respecto a la nove... Esta es la segunda nove que adapto... Recientemente he subido; El Millonario y Ella & esta adaptada con el guapo de Nicholas Jonas!... :love: Hehhehehehe XD*... & tube unas hermosas y simpaticas lectoras... :aah: :(L): :corre:
Espero que esta con Joe :love: sea igual!
Espero sus apariciones. :D
xx
:happuy: :bye:
Ahorita me presento, mi nombre es Jessica.
:love: :love: ¡¡Soy Jonatica, Directioner & Lovatica!! :love: :love:
Con respecto a la nove... Esta es la segunda nove que adapto... Recientemente he subido; El Millonario y Ella & esta adaptada con el guapo de Nicholas Jonas!... :love: Hehhehehehe XD*... & tube unas hermosas y simpaticas lectoras... :aah: :(L): :corre:
Espero que esta con Joe :love: sea igual!
Espero sus apariciones. :D
xx
:happuy: :bye:
Yesie
Re: La Furia Del Deseo (Joe Jonas & Tu) TERMINADA
Me gusto mucho el comienzo
tienes que seguirla por favor
tienes que seguirla por favor
fernanda
Re: La Furia Del Deseo (Joe Jonas & Tu) TERMINADA
fernanda escribió:Me gusto mucho el comienzo
tienes que seguirla por favor
¡Hola, Fernanda!
Me da gusto tenerte como primera lectora! :D ¡¡BIENVENIDA!! :corre:
Claro que la seguire...! Subire cap mañana... Todavia estaras aqui verdad? Hahahaha xD*
Bueno, mañana nos leemos (?) que hay cap! :aah: :D
xx
:happuy: :bye:
Yesie
Re: La Furia Del Deseo (Joe Jonas & Tu) TERMINADA
Prólogo
Joe Jonas estaba de pie junto a la ventana abierta de la casa de campo observando la noche tranquila y despejada. La luna llena estaba suspendida en el negro cielo y el mar se extendía en la oscuridad, iluminado únicamente por el reflejo plateado y ondulado de la luz de la luna.Había vivido y trabajado demasiados años en grandes ciudades, donde el cielo nocturno desprendía un resplandor nebuloso y ambarino y las estrellas eran prácticamente invisibles.
Había trabajado tan duramente para construir su empresa desde cero y convertirla en la compañía internacional que era hoy que casi había olvidado lo que era detenerse unos instantes para celebrar lo que había conseguido y apreciar los placeres sencillos de la vida.
A lo largo de la remota costa galesa no había farolas que llenaran el cielo de luz artificial. Y en la escarpada bahía en la que estaba anidada la casa de campo no podía verse ninguna otra vivienda.
Admirar la inmaculada belleza de las estrellas titilando en el negro cielo le procuraba una sensación de bienestar. La apacible soledad le alejó por unos momentos de su ajetreada vida laboral.
Se alegraba de que *__ lo hubiera llevado hasta allí.
Para él había significado mucho que ella le pidiera que la acompañara a ese hermoso lugar donde se había criado su madre. Joe sabía que la madre de *__ había muerto cuando ésta no tenía más que cinco años, y que aquel lugar y todos los recuerdos que evocaba ocupaban un lugar especial en su corazón.
Se apartó de la ventana para verla dormir. Sus miembros largos y desnudos yacían enredados en las sábanas tras horas de amor apasionado, y su cabello estaba desparramado formando bellas olas sobre la almohada. La oscuridad no dejaba apreciar su espléndido color cobrizo, pero incluso a la luz de la luna su pelo se veía lustroso y su piel, perfecta, reflejaba una perlada luminosidad.
Al mirar a *__ lo invadió una inusual sensación de calidez. Habían pasado un buen día. El lugar era impresionante y a Joe le había conmovido que ella deseara compartirlo con él y que le hubiera hecho partícipe de algo que para ella era tan personal y preciado.
Y, aunque la apenaba haber perdido a su madre siendo tan pequeña, era maravilloso comprobar la alegría que era capaz de extraer de sus recuerdos.
Joe no había visto a su propia madre en ocho años y su corazón se llenaba de ira y amargura siempre que pensaba en ella. Era una Jezabel traidora que había permitido que Primo Vasile, un hombre corrupto y despreciable de la peor calaña, la utilizara en contra de su propia familia.
Después, una vez consumada su traición, cuando la familia había sido destrozada completamente y tanto el padre de Joe como su abuelo habían muerto, había desaparecido abandonando a su hija de once años, Bianca, la hermana de Joe.
Sintió que se le agarrotaba el pecho, pero sacudió la cabeza con firmeza para aclarar la mente. No estaba dispuesto a pensar en su madre y en lo que ésta había hecho hacía ocho años. No permitiría que estropeara su día perfecto con *__.
La terrible traición de su madre había hecho que le resultara muy difícil fiarse por completo de la gente. Y cuando su hermana le presentó a su nueva amiga *__ desconfió de ella en un principio. Su familia tenía relaciones con Primo Vasile, ya que su padre era uno de sus socios, y eso había bastado para que Joe recelara. Pero por consideración a su hermana se había molestado en conocerla mejor. Y ahora se alegraba de haberlo hecho, pues habían llegado a ser mucho más que amigos y entre ellos se había establecido un vínculo que superaba las relaciones triviales que solía mantener con las mujeres.
Mirándola dormir se dijo que los momentos que pasaba junto a ella eran realmente especiales.
El sonido del teléfono móvil vibrando súbitamente en la mesita de noche interrumpió sus pensamientos. Cruzó la habitación a grandes zancadas y tomó el aparato rápidamente para que el ruido no la despertarla.
–Ciao, Ricardo –dijo Joe saliendo de la pequeña habitación y bajando la angosta escalera que conducía al cuarto de estar en la planta baja–. ¿Va todo bien?
Era muy tarde, una hora poco habitual para recibir una llamada, y se había preocupado al ver el nombre de su amigo en la pantalla del teléfono.
–Sí, todo bien, por lo menos ahora –fue la respuesta de Ricardo–. Pero quería que supieras que hace una hora me he encontrado con Bianca en una fiesta aquí en Turín y no parecía estar bien...
–¿Qué ha ocurrido? ¿Le ha pasado algo? –lo interrumpió Joe, alarmado por su hermana, de diecinueve años.
–Siento tener que decírtelo pero... estaba con Primo Vasile –continuó Ricardo.
–¡Vasile! –exclamó Joe, indignado–. ¿Qué estaba haciendo con mi hermana?
–Parecía muy confundida. Creo que él le ha drogado la bebida con algo peor que el alcohol. Ricardo se detuvo un instante. Era obvio que no le apetecía decir lo que sabía que iba a afligir a su amigo–. Cuando los vi, él le estaba haciendo preguntas sobre tu empresa y trataba de convencerla para que se fuera con él.
Joe soltó un taco al tiempo que cerraba los puños.
–No pasa nada –lo tranquilizó Ricardo–. Llegué a tiempo.
–Sólo por poco –intervino Joe–. Ese malnacido me las va a pagar. Bianca es territorio prohibido. Ha hecho mal en tratar de valerse de ella para llegar a mí.
–Me sorprendió verla en una fiesta organizada por una de las agencias de relaciones públicas de Vasile–dijo Ricardo–. Sé lo que opinas de él.
–¿Me estás diciendo que Vasile no era un mero invitado, que era el organizador de la fiesta? –preguntó Joe mientras subía de dos en dos las escaleras de la habitación.
–Pensé que lo sabías. Se trata de un acto publicitario de un restaurante nuevo que él patrocina –explicó Ricardo–. Vi a *__ hablando con él la semana pasada en la boda de los Miretti.
–¿Cómo? –Joe se detuvo bruscamente ante la puerta del dormitorio. Se le heló la sangre y sintió un dolor conocido en el estómago: la punzada cruel de la traición. Sus sospechas de que *__ podría estar de alguna manera relacionada con el hombre que había destrozado a su familia se confirmaban.
–Vi a *__ hablando con Primo Vasile –dijo Ricardo–. Oí cómo él le decía la hora y el lugar de la fiesta de esta noche.
Durante unos instantes Joe se quedó sin habla. No podía respirar. La devastadora certeza de lo que estaba ocurriendo le dejó sin aliento.
*__, su hermosa amante, le había traicionado. Y su perfidia había puesto a Bianca en peligro. Igual que su madre los había traicionado a ambos ocho años atrás.
Abrió la puerta del dormitorio y se la quedó mirando. Seguía durmiendo, con un gesto de paz angelical dibujado en el rostro. ¿Acaso no le preocupaba su «amiga», por llamarla de alguna manera, la chica a laque aquella noche había mandado directamente a la boca del lobo?
–Joe, ¿sigues ahí? –preguntó Ricardo.
–Sí, sigo aquí –respondió Joe–. Voy para allá en este momento. A cuidar de mi hermana.
–¿Qué me dices de Vasile? –quiso saber Ricardo.
–Ya me ocuparé de él –dijo Joe categóricamente–. Gracias, Ricardo. Te has portado como un buen amigo. Te llamaré cuando sepa mi hora de regreso a Turín.
Cerró el teléfono con un chasquido. Su terrible venganza no caería solamente sobre Vasile. *__ también pagaría por lo que había hecho, pero no todavía. En ese momento su principal prioridad era Bianca. Tenía que asegurarse de que no había sufrido ningún daño. Estiró el brazo para alcanzar su ropa y se vistió. Metió la cartera y el móvil en el bolsillo, agarró su bolsa de viaje y salió de la habitación en silencio sin echar una mirada atrás.
Yesie
Re: La Furia Del Deseo (Joe Jonas & Tu) TERMINADA
oliguis me recuerdas jejeje mmme facino el capitulo y la sipnosis porfaaaaaaa siiguelaaaaaaaaaaaa Ncesito mmas beijos xx
||Hazzy||
Re: La Furia Del Deseo (Joe Jonas & Tu) TERMINADA
cielooooossss..... Ya quiero saber que es lo que trama ese primo!!!!!!..... Y que es lo que la rayis tiene que ver en esto!!!!!
...... Perdón soy nueva lectoooraaa!!!!
...... Perdón soy nueva lectoooraaa!!!!
chelis
Re: La Furia Del Deseo (Joe Jonas & Tu) TERMINADA
Gosh los italianos son tan duros de entendedera!!
me sacan de quicio!!
aunque son igualmente muy ahskahska
siguelaaaaa
pd: new reader
me sacan de quicio!!
aunque son igualmente muy ahskahska
siguelaaaaa
pd: new reader
NaTnAt
Re: La Furia Del Deseo (Joe Jonas & Tu) TERMINADA
magic directioner forever escribió:oliguis me recuerdas jejeje mmme facino el capitulo y la sipnosis porfaaaaaaa siiguelaaaaaaaaaaaa Ncesito mmas beijos xx
¡¡Hoolaaaa!! Claro que te recuerdo!! :aah:
Como olvidar a una compañera directioner :love: Hehehehe xD* :P
Enseguida la sigoo!
xx
:happuy::bye:
Yesie
Re: La Furia Del Deseo (Joe Jonas & Tu) TERMINADA
chelis escribió:cielooooossss..... Ya quiero saber que es lo que trama ese primo!!!!!!..... Y que es lo que la rayis tiene que ver en esto!!!!!
...... Perdón soy nueva lectoooraaa!!!!
Oooh... Esto se pondra jugoso, creeme, Chelis! :jojojo: ;)
¡¡BIENVENIDA CHICA!! :hug:
Enseguida la siigoo...! :D
xx
:happuy: :bye:
Yesie
Re: La Furia Del Deseo (Joe Jonas & Tu) TERMINADA
NaTnAt escribió:Gosh los italianos son tan duros de entendedera!!
me sacan de quicio!!
aunque son igualmente muy ahskahska
siguelaaaaa
pd: new reader
Hoolaa, Bienvenida Natnat!!! :hug:
*Hhaahaha xD*... Si, son un tanto duros, pero... aun así, a mi me encantan los italianos.... :aah: :xd: ...
Enseguida la Sigoo!...
xx
:happuy: :bye:
Yesie
Re: La Furia Del Deseo (Joe Jonas & Tu) TERMINADA
yei espeo ah porcierto me llamo kreysi pero dime ysi creo que no t dije mi nombre jjejej
||Hazzy||
Re: La Furia Del Deseo (Joe Jonas & Tu) TERMINADA
magic directioner forever escribió:yei espeo ah porcierto me llamo kreysi pero dime ysi creo que no t dije mi nombre jjejej
Ahorita subo el cap... estoi teniendo unos problemas con el estupido internet! :wut:
Liindoo nombre!! ...Te dire Ysi, esta bien verdad? :D Hahahah xD
Ahorita si subo!
xx
:happuy: :bye:
Yesie
Re: La Furia Del Deseo (Joe Jonas & Tu) TERMINADA
Capítulo 1
Cuatro años después
–¡Casarme contigo! –*__ Hazelton contuvo el aliento, demasiado asombrada para disimular su horror ante la escandalosa proposición que acababa de recibir. Depositó la taza sobre el plato con estrépito–. ¿De verdad me estás pidiendo que me case contigo?
De pronto estaba temblando como una hoja y su corazón latía a mil por hora, pero mantuvo la cabeza alta y se forzó a mirar la cara del hombre de cincuenta años que acababa de proponerle matrimonio desde el otro lado de la mesa elegantemente dispuesta del hotel Ritz.
Su nombre era Primo Vasile y era el primo de su madrastra y el socio de su padre. Pero, a pesar de la relación familiar que los unía, el hombre siempre le había puesto la piel de gallina. Ni en un millón de años consideraría la posibilidad de casarse con él.
–No te lo estoy pidiendo –dijo Vasile con calma mientras su terso rostro italiano adoptaba una expresión asquerosamente condescendiente–. Te lo estoy diciendo. A no ser que prefieras ver cómo someten a tu padre a una investigación criminal y lo mandan a la cárcel por apropiarse indebidamente del fondo de pensiones de la empresa, si es que vive lo suficiente.
*__ lo miró horrorizada. No daba crédito a lo que estaba oyendo y durante unos instantes se quedó sin palabras. No podía creer que Vasile estuviera diciendo que su padre había robado dinero de la empresa de ambos y que esperara que Dulce se casara con él como manera de pagar la deuda.
De pronto le vino a la cabeza una dolorosa imagen de su padre gravemente enfermo en el hospital que desplazó cualquier otro pensamiento. Sintió que la pena le agarrotaba la garganta. Estaba muy débil y sufría terriblemente. No podía soportar la idea de que se viera sometido a una investigación criminal o, peor aún, que fuera enviado a la cárcel.
Pero ¿por qué la amenazaba Vasile con esa posibilidad? Nunca le había gustado ese hombre, pero no podía creerse que la estuviera chantajeando con el matrimonio.
–No entiendo por qué estás diciendo esas cosas tan horribles –dijo *__ con sus ojos color castaño dorado abiertos como platos mientras lo miraba, confusa–. ¿Por qué quieres herir a mi padre?
–No quiero herirlo –replicó Vasile–. Pero si no aceptas mi proposición, me veré obligado a ello. Se llevó muchísimo dinero y hay que reponerlo.
–No creo que mi padre hiciera nada semejante.
*__ se apartó el pelo de su pálido rostro con un gesto brusco antes de mirar suplicante a su madrastra, que estaba sentada con ellos a la mesa.
Nunca se habían llevado bien. Francesca no era el tipo de mujer que dejaba que sus responsabilidades maternales se interpusieran en su estilo de vida de derroche y desenfreno. Pero tenía que saber la verdad acerca del dinero y ni siquiera ella aprobaría lo que estaba haciendo su primo.
–Me temo que es verdad, querida. Tu boda con Primo es la única manera de sacarnos a todos de este terrible lío –dijo Francesca–. Cuando te cases tendrás acceso al fideicomiso. Necesitamos ese dinero para devolver lo que tu padre tomó del fondo de pensiones de la empresa.
*__ se mordió el labio tratando de asimilar lo que le acababa de decir. El negocio familiar debía de estar pasando por un momento terrible para que las cosas se hubiesen puesto así de feas y fuera preciso recurrir al chantaje.
–Tiene que haber otra manera –dijo *__–. Puedo ayudar a pagar la deuda.
–¡No seas tonta! –resopló Vasile–. Dejando aparte el fideicomiso, ¿de dónde ibas a sacar el dinero?
–Venderé mi piso y mi coche –replicó ella–. Y podría obtener un crédito del banco. Haré lo que haga falta y trabajaré todo lo que pueda para pagar la deuda.
–No seas ingenua –el menosprecio con que Vasile pronunció estas palabras le puso los nervios de punta–. Estamos hablando de un fondo de pensiones. Ni siquiera yo tengo esa cantidad de dinero. Son las contribuciones que cientos de trabajadores han estado pagando durante años y, si no se recupera ese dinero, todos ellos perderán sus pensiones.
–¿Cuánto tardarán en descubrir la falta del dinero? –preguntó *__. Le ponía enferma pensar que todos esos leales empleados perdieran unos ingresos con los que contaban para su jubilación. Estaba convencida de que su padre nunca habría querido que gente inocente sufriera. Tenían que encontrar la manera de arreglar las cosas.
–¿Qué hizo mi padre con el dinero? Seguro que podemos recuperarlo en parte.
–El dinero ha desaparecido –dijo Francesca. Trata de entenderlo, querida. Ésta es la única manera. Tienes que casarte con Primo.
Si no estamos casados antes de Navidad –dijo Vasile–, me veré obligado a informar a la policía.
–¡Navidad! –exclamó ahogadamente *__–. Estamos a mediados de diciembre. ¿Por qué tiene que ser tan precipitado? ¿Por qué tanta prisa en ir a la policía? ¿Acaso no tienes lealtad hacia mi padre después de tanto tiempo?
–El desfalco es un delito grave –dijo Vasile–. Si no me ando con ojo, yo mismo me veré implicado. No estoy dispuesto a sacrificarme para salvar a tu padre.
–Querrás decir que no te quedaré nada si se hunde la empresa de mi padre –contraatacó *__–. Simplemente estás tratando de salvar tu propio pellejo.
–Algo que no sería necesario si tu padre no hubiera robado el dinero –replicó él, sarcástico.
–Sigo sin creer que hiciera una cosa así –insistió *__.
Se cubrió la cara con las manos durante unos segundos y dejó que su largo cabello cayera sobre sus ojos. Los cerró un instante tratando de asimilar el hecho de que su padre podría haber tomado un dinero que no era suyo.
–Es un trago muy amargo –la voz autosuficiente de Vasile, afectada de un fuerte acento, le taladró los oídos–. Tu padre no es, al fin y al cabo, el hombre perfecto que creías.
–Quiero pruebas, ver las cifras por mí misma –dijo *__ con firmeza. No podía soportar que Primo Vasile se recreara en el error de su padre.
–No –se negó Vasile tajantemente–. No hay tiempo para ello.
–Entonces no acepto, no si no me demostráis que es absolutamente necesario –replicó *__, invadida por una ola de desesperación al darse cuenta de que era realmente posible que tuviera que casarse con Vasile para librar a su padre de la cárcel.
–No tientes a la suerte –dijo Vasile mientras sacaba un fajo de documentos de su maletín–. Aquí esté la prueba de que tu padre ordenó la transferencia del dinero a varias cuentas privadas.
*__ tomó los papeles en sus manos, descorazonada. Ahí, ante sus propios ojos, tenía los documentos que demostraban que su padre había transferido dinero de la empresa a sus propias cuentas. Las cifras eran gigantescas y había varias órdenes de transferencias, todas ellas con la firma características de su padre al pie.
–Me estás pidiendo demasiado –protestó *__.
–No, tu padre robó demasiado –dijo Vasile–. Y ahora vas a tener que renunciar al dinero que él te dejó en fideicomiso, si quieres librarlo de la cárcel.
–¡El dinero me da igual! –*__ aporreó la mesa con fuerza mientras clavaba la mirada en el odioso rostro de Vasile.
Era verdad que no le importaba el dinero. En su fuero interno siempre había relacionado la fortuna familiar con pérdidas personales, primero la muerte de su madre cuando ella no contaba más que cinco años de edad y luego la de su abuela.
Nunca había aguardado con ilusión el día de su treinta cumpleaños, fecha en la cual recibiría el dinero del fideicomiso. Le parecía tan lejano que raramente pensaba en él. Su padre había imaginado que para entonces ella ya habría encontrado una manera de ganarse la vida. Sólo recibiría el dinero antes de lo previsto si se casaba. Era la manera en que su padre había previsto proveer para sus nietos
*__ Baja la voz –siseó Francesca–. No olvides dónde estamos.
miró furiosa a su madrastra, que parecía desenvuelta y segura de sí. La invadió una corriente súbita de furia irracional. En aquel momento odió el elegante estilo italiano de su madrastra. A un discutiendo algo tan importante, Francesca parecía recién sacada del último número del Vogue.
–Traernos aquí ha sido muy típico de ti –exclamó *__ iracunda mirando en derredor del lujoso salón en colores crema y dorado. Sabía que Francesca se sentía como en casa rodeada del sofisticado esplendor del hotel Ritz. El tintineo de las cucharas de plata contra la porcelana fina y el suave rumor de las conversaciones la reconfortaban–. Nadie más que tú sería capaz de chantajear a su hijastra durante una merienda en el Ritz.
Posó los ojos sobre el mantel blanco, deseando por enésima vez que su padre nunca se hubiera casado con Francesca. Pero no había sido culpa suya. Se había quedado destrozado tras la muerte de la madre verdadera de *__ y había resultado ser una presa fácil para la italiana, que no buscaba en los hombres más que el dinero.
Aunque sólo tenía siete años *__ nunca se había dejado engañar por Francesca. Instintivamente había sido capaz de ver a través del falso encanto y las dos caras de esa mujer. Pero su padre estaba cegado por el dolor y había caído en sus redes, abrumado por el deseo de tener una compañera y de darle una madrea su hija. Y con Francesca vino el primo de ésta, Primo Vasile, un hombre de negocios sin escrúpulos dispuesto a utilizar al máximo al padre de *__ y a su dinero.
–¿Chantajear? –repitió Francesca adoptando una expresión de casi genuina estupefacción–. No, no, nada de eso. No es más que una solución que se le ha ocurrido a Primo para proteger la salud de tu padre.
–Es chantaje –dijo *__ con frialdad–. Y no trates de convencerme de lo contrario.
–No... –protestó Francesca.
Vasile levantó una mano para hacerla callar. –*__ comprende la situación –dijo mirándola fijamente con sus astutos ojos negros.
*__ se estremeció. El sonido de su nombre en boca de él y la manera en que la sonreía le dieron arcadas.
–Yo me encargaré del papeleo –continuó Vasile–. Tú no tendrás que hacer nada más que venir al Caribe para la celebración y firmar los documentos que librarán a tu padre de la cárcel y le permitirán terminar sus días apaciblemente en el hospital.
*__ miró a Vasile asqueada, sin acabar de creerse la situación en la que se encontraba.
–Una cosa más –añadió Vasile–. No creo que sea necesario decirlo, pero dado que tu padre está demasiado enfermo como para hablar me gustaría que quedara absolutamente claro. Nunca hablarás de este acuerdo con tu padre ni con ninguna otra persona. Si lo haces, cortaré por lo sano y acudiré a la policía inmediatamente.
Dentro de *__ se encendió un chispazo de cólera ante el frío desprecio que Vasile mostraba hacia su progenitor y la nueva condición añadida al chantaje, cómo si éste no fuera lo suficientemente odioso.
De pronto no pudo pensar más que en el sufrimiento de su padre. Su cólera se evaporó y sus ojos se llenaron de lágrimas al imaginárselo, con su rostro color gris pálido apoyado en las sábanas blancas y almidonadas del hospital, recuperando a ratos la consciencia y sumido en terribles dolores y una lastimosa fragilidad cuando despertaba.
–Todo saldrá bien, querida –intervino Francesca acariciándole la mano en un gesto que sorprendió a *__–. No tienes por qué angustiarte.
–Mi padre está muriendo –se detuvo. La tristeza le oprimía la garganta y hablar le costaba un gran esfuerzo–. ¿Cómo puedes decir que todo saldrá bien?
–Quiero decir que podemos hacer que esté cómodo y contento –replicó Francesca–. Evitarle preocupaciones.
*__ se mordió suavemente el labio trémulo, abrumada por un aluvión de emociones encontradas. Había pasado la mayor parte de su vida añorando una madre cariñosa que la cuidara y la reconfortara cuando estaba triste. Ahora, por primera vez desde que podía recordar, Francesca estaba tratando de ofrecerle consuelo. Pero el haberse aliado con un hombre al que *___ despreciaba con el fin de chantajearla para que contrajera matrimonio hacía que el gesto careciera de significado.
–No lo quieres –lloró *__–. Nunca lo has querido. Lo único que te interesa es su dinero.
Francesca retiró la mano fríamente, pero no respondió al vehemente comentario de *__.
–Esto te animará –dijo sacando un catálogo de trajes de novia de su bolso de diseño–. Es sólo para inspirarte, claro.
–No pienso elegir mi vestido de novia en Harrods.
Lo único que *__ deseaba era salir de allí y quedarse sola.
–Te servirá de inspiración –repitió su madrastra–. Por supuesto, te harán un modelo a medida, querida, pero ¿qué te parece algo así?
*__ miró a la delgada novia cubierta de invernales pieles que adornaba la portada del catálogo.
–No es lo que se dice apropiado para el Caribe, ¿no crees?
Recogió su bolso y se puso en pie sin pensar en lo que estaba haciendo. No podía soportar la idea de volar hasta el trópico para presentarse como la novia trofeo del ruin y despreciable Primo Vasile.
Pero la idea de que su padre terminara sus días en la cárcel era más de lo que podía soportar. Haría lo que estuviera en su mano para ahorrarle el dolor en los últimos meses que le quedaban de vida.
–¿Adónde vas? –preguntó Francesca–. Tenemos que hacer planes.
–No me necesitas a mí para hacer ningún plan –dijo *__ mientras se giraba para salir–. Sólo para llevarlos a cabo.
Yesie
Re: La Furia Del Deseo (Joe Jonas & Tu) TERMINADA
Continuacion
Dicen que la venganza es un plato que sabe mejor frío. Y mientras Joe Jonas esperaba fuera del hotel Ritz a que *__ Hazelton apareciera, su corazón estaba tan duro y gélido como el acero.Mantenía la vista fija en la puerta, ignorando el gentío que se agolpaba en el elegante distrito del West End londinense haciendo sus compras de Navidad. Ni siquiera admiró las luces navideñas que refulgían por todas partes porque en cualquier momento *__ podría salir del hotel.
Habían pasado más de cuatro años desde que la había visto por última vez, pero recordaba su cara perfectamente. Piel clara de porcelana cubierta de pecas. Una estructura ósea fina y facciones delicadas enmarcadas por un cabello de color cobre intenso que le caía por los hombros. Unos ojos grandes que le daban una apariencia de inocencia angelical. Pero Joe sabía que *__ lo era todo menos inocente. Lo había traicionado y había cometido el error imperdonable de conspirar para hacer daño a su hermana.
Y ahora, por increíble que pareciera, planeaba casarse con Primo Vasile, el hombre que había destrozado la familia de Joe hacía ya doce años. Se le hizo un nudo en el estómago al pensar en *__ y Vasile juntos. Su inminente boda le provocaba repulsión y no hacía sino demostrar lo bajo que ella estaba dispuesta a caer. La única razón por la que podría querer casarse con un hombre como Vasile era acceder al fideicomiso antes de lo previsto.
*__ se aseguraría de que la boda no tuviera lugar. Sus ojos captaron movimiento en la entrada del hotel.
Era *__.
Lo invadió una repentina oleada de emoción y su corazón empezó a latirle con fuerza. Aunque la había estado esperando, verla en carne y hueso tuvo en él el mismo efecto que un puñetazo en el estómago.
Se puso en marcha y empezó a seguirla por Picadilly. Ella caminaba con rapidez, abriéndose paso con determinación entre la multitud de gente que hacía sus compras abarrotando la calle londinense.
Tenía todo el aspecto de una sofisticada chica de ciudad. Vestía un elegante abrigo de ante color chocolate sobre unos pantalones hechos a medida y calzaba unas botas de tacón alto. Pero a él le asaltó de pronto una imagen de ella con la camiseta vieja y los vaqueros gastados que había llevado el último día que pasaron juntos de excursión por la ruta costera de Pembrokeshire.
La recordó tumbada sobre la hierba primaveral en lo alto del acantilado, el aroma del tomillo silvestre mezclándose con el de la brisa marina mientras él se inclinaba para besarla. Había sido un día increíble para ambos, había pensado él, hasta que descubrió que todo era una cortina de humo. Ella lo había estado engañando de la peor manera y por las peores razones.
–*__.
Su voz se le atragantó y lo invadió una extraña sensación, una mezcla del sentimiento de traición que experimentó al descubrir lo que ella había hecho y el recuerdo de la fogosa pasión que ambos habían compartido.
–*__, ¿eres tú? –preguntó tocándole el hombro con la mano. Sintió cómo ella daba un respingo al sentir el contacto, como si la hubiera sacudido una descarga eléctrica.
–Joe.
Ella pronunció silenciosamente su nombre con los labios cuando se giró para mirarlo. Un gesto de profundo asombro se pintó en su delicado rostro.
Estaba aún más guapa de lo que él recordaba. A la luz vacía e incolora de aquella tarde de invierno su piel resplandecía con una palidez casi etérea, pero había algo dolorosamente frágil en su persona que era nuevo para él. Sus ojos la recorrieron tratando de detectar hasta el más mínimo cambio producido en su apariencia.
Tenía unas manchas oscuras bajo los ojos, y sus pómulos parecían más pronunciados que nunca. Pero puede que ella se sintiera vulnerable al sospechar lo que él le tenía preparado.
A pesar de su acicalamiento londinense tenía un aspecto ligeramente alborotado.
Cuando ella elevó la mirada él la miró a los ojos.
–Joe –*__ repitió su nombre, esta vez en alto, como si no pudiera creer lo que estaba viendo. El corazón le latía aceleradamente y le resultaba imposible pensar con claridad.
Era él de verdad: Joe Jonas.
Había ocupado sus pensamientos durante cuatro largos años y ahora estaba allí de verdad, como si hubiera salido de sus sueños para ir a parar a esa acera londinense junto a ella, con la diferencia de que el hombre de carne y hueso era más real que el de sus recuerdos.
–Pensé que eras tú –dijo. Su voz le provocó unas deliciosas cosquillas en la espina dorsal–. Te he visto pasar y...
*__ abrió los labios e intentó de nuevo hablar, pero no podía dejar de pensar en lo mucho que le había echado de menos. Le hizo un daño terrible cuando la dejó hacía ya cuatro años, pero no había dejado de pensar en él ni un solo día. Y ahora estaba allí, como caído de las nubes, en el que le parecía el peor día de su vida.
–¿Estás bien? Parece que has visto un fantasma.
Sus oscuros ojos brillaron con curiosidad mientras miraba su sorprendido rostro.
–¿Te pillo en mal momento? Parecía que ibas con prisa.
De pronto *__ se vio invadida por una ola de cólera que ahogó la sorpresa de volver a verlo. Respiró hondo y encontró por fin su voz.
–¿Mal momento? –inquirió, incrédula. Le había roto el corazón al abandonarla, pero ella nunca había descubierto por qué terminó la relación tan repentinamente. Ni siquiera había tenido la decencia de decirle que se iba.
–¿Cuándo es un buen momento para encontrarse con un antiguo amante, un hombre que te dejó sin molestarse siquiera en decirte que todo había terminado?
–Hombre, cuando lo dices así... –Joe se interrumpió y esbozó una sonrisa que le quitó la respiración y acentuó el dolor que le había llenado el corazón desde el día en que desapareció de su vida.
–¿Cómo lo dirías tú? –le desafió–. Teniendo en cuenta que desapareciste de mi vida hace cuatro años sin ni siquiera decirme adónde ibas.
–Yo diría que es maravilloso volver a verte, a pesar de todo –dijo Joe sosteniéndole la mirada–. Y que es una oportunidad fantástica de arreglar las cosas entre nosotros.
*__ tomó aliento y trató de hablar. Deseó decirle que no era tan ingenua como para caer rendida a sus encantos por segunda vez. Pero se quedó paralizada por su penetrante mirada. Una energía ardiente y sensual fluía entre ambos, como había ocurrido siempre. Ella la sintió en cada célula de su cuerpo. Cada centímetro de su piel ardía en deseos de estar cerca de él. Era un sentimiento que no era posible ignorar.
–Entonces te diré que llegas cuatro años tarde.
Su voz sonó tranquila, pero su cuerpo y su mente eran un remolino de sentimientos encontrados. Retrocedió bruscamente para poner entre ellos algo de distancia que la ayudara a tranquilizarse. Al hacerlo sintió que alguien se tropezaba pesadamente contra su espalda.
–¡Perdone! –gruñó un hombre rechoncho envuelto en un abrigo oscuro mientras extendía las manos tratando de recuperar el equilibrio.
–No, lo siento, la culpa es mía –boqueó *__. Los brazos de Joe la rodearon y, apartándola de la corriente de peatones, la situaron a la entrada de una tienda.
Ella lo miró pensando que seguía siendo el hombre más guapo que había visto en su vida. Desde el momento en que se conocieron, la atracción que sintió por él superó todo lo que había experimentado con anterioridad. Cuando él fijó sus impenetrables ojos oscuros en ella sintió que era la única mujer en el mundo. Se sintió bella y especial.
Pero había sido una tonta al pensarlo, pues las cosas entre ellos no habían sido lo que parecían. Él no era su alma gemela. De hecho, le había demostrado lo poco que le importaba al abandonarla tan despiadadamente.
–Pareces fuera de lugar aquí en este bullicio –le dijo atrayéndola hacia sí para dejar pasar a un grupo de gente que quería entrar a la tienda junto a la cual habían encontrado abrigo–. Me gustaría hablar contigo en algún lugar más tranquilo... Más privado.
*__ lo miró con el corazón palpitándole sin ton ni son. La sujetaba con tanta fuerza que no podía pensar con claridad. Atrapada entre sus brazos, sintió una sobrecarga de los sentidos. El calor masculino traspasaba su abrigo de invierno y las piernas de ambos se rozaban. Entre ellos había habido siempre una química increíble, pero ella sabía ahora que su relación se había limitado a eso. Si hubiera sabido que su romance significaba tan poco para él, nunca se habría involucrado tanto, ni le habría contado sus secretos. Y nunca se hubiera enamorado de él.
–Perdona –dijo Joe–. Te he incomodado apareciendo así tan de repente.
Se apartó hacia un lado interrumpiendo el contacto entre ellos para dejar pasar a otro grupo de viandantes. Al soltarla, *__ sintió como si la rechazara.
–No tienes que disculparte por aparecer repentinamente –dijo *__. Perder el contacto físico con él le aguijoneó, haciendo que su voz sonara más aguda delo normal–, sino más bien por abandonarme en mitad de la noche sin molestarte en explicarme el porqué. Ni siquiera tuviste la decencia de decirme a la cara que lo nuestro había terminado.
–Te debo una explicación –concedió Joe–. Vayamos a hablar a algún sitio.
La manera en que la miró sugirió que quería hacer algo más que hablar.
Durante una milésima de segundo *__ se preguntó por qué la habría llamado al verla pasar por la calle. Podría haberla ignorado y ella no hubiera sabido nunca que habían pasado tan cerca el uno del otro. Pero al ver cómo la desnudaba con su ardiente mirada obtuvo una respuesta que hizo que se estremecieran los pedazos de su quebrantado corazón. Seguía siendo una cuestión de sexo.
–Es demasiado tarde para eso –replicó con firmeza cruzándose de brazos.
De pronto cayó en la cuenta de la horrible verdad que encerraban sus palabras. Faltaban apenas unos días para que tuviera que casarse con Primo Vasile.
Se apoyó contra el escaparate de la tienda sin prestar atención a la muchedumbre que caminaba a su alrededor. Aunque fuera tan tonta como para escuchar la explicación de Joe, ésta no serviría de nada. Porque aunque sus sueños más descabellados se hicieran realidad y Joe hubiera estado verdaderamente enamorado de ella, ya no podría volver a estar con él nunca más. Ahora estaba comprometida con Vasile, y si no se casaba con él, éste denunciaría el delito de su padre a la policía.
–Vayámonos de aquí –dijo Joe acercándose a ella de manera que sus anchos hombros la protegieran de la multitud que se agolpaba ante la puerta de la tienda. Y, pasándole el brazo por la cintura, la guió hacia la calle.
*__ se estremeció y respiró temblorosa. Durante unos instantes el placer de estar tan cerca de él borró cualquier otra sensación.
Pero ya no estaba enamorada de él. Era imposible. Ninguna mujer que se respetara a sí misma podría jamás amar a un hombre que la había abandonado sin contemplaciones.
–Déjame –se detuvo de pronto, soltándose antes de que él pudiera reaccionar. Mirándole directamente a los ojos, añadió–: No quiero oír lo que me quieres decir, no va a cambiar nada.
Era la pura verdad y, cuanto antes lo aceptara, mejor. Lo que dijera no podría cambiar el hecho de que la había dejado de mala manera hacía cuatro años. Ni tampoco el hecho de que tenía que casarse con Primo Vasile.
–Entonces no hablemos del pasado –propuso Nick.
Miró el rostro falsamente inocente de *__. No le sorprendió que no quisiera hablar de la noche en que él la abandonó en Gales; su reticencia a abordar el tema era otra prueba de su culpabilidad. Era obvio que él había descubierto que estaba confabulada con Primo Vasile, que le había tendido una cruel trampa a Bianca y que había sacado a Joe del país con la clara intención de dejar a su hermana sola y vulnerable.
Se le heló la sangre en las venas al recordar la llamada de teléfono que Ricardo le hizo aquella noche en Gales. Había sido una afortunada casualidad que el amigo de Joe se hubiera encontrado con Vasile y Bianca antes de que algo horrible ocurriera.
–No vamos a hablar de nada –replicó *__ apartándose de él.
–Espera.
Estaba furioso. No había terminado con ella todavía, ¿cómo se atrevía a irse de allí? La agarró por el brazo y le dio la vuelta para que se quedaran cara a cara. La miró y sintió algo extraño en el pecho. De pronto, fue como si la estuviera viendo por primera vez.
Recordó la tarde en que Bianca los presentó. La deseó desde el momento en que la vio en aquella boda de alta sociedad en Turín. Iba vestida con sencillez y el largo cabello le caía en naturales ondas por los hombros. Su pálida piel inglesa refulgía bajo el sol del Piamonte. Tenía una belleza única, muy diferente a la de las sofisticadas mujeres italianas que él conocía. Había tomado su delgada mano entre las suyas y sentido una corriente de placer al imaginarse cómo sería conocerla mejor.
Entonces Bianca le dijo su nombre: *__ Hazelton.
Supo inmediatamente de quién se trataba. Y también que ocho años antes la familia de ella había destruido a los Jonas.
Pero, a medida que hablaba con ella, se quedó rendido ante su franqueza y su discreto encanto. Decidió no juzgarla por un pasado familiar sobre el que ella no tenía control alguno y tomarse el tiempo para conocerla mejor.
No tardaron mucho en terminar en la cama, donde él descubrió alborozado que ella era virgen. Con el paso de los días Joe bajó la guardia, distraído por el extraordinario placer de estar junto a ella, ya fuera haciendo el amor o simplemente pasando el tiempo juntos.
Fue su hermana la que pagó el pato.
Mirándola ahora en esa bulliciosa calle londinense supo que nunca volvería a dejarse engañar por su belleza o su encanto.
Su rostro delicado brillaba como el de un ángel en la oscuridad y su precioso pelo rojizo recogía los reflejos multicolores de las luces de Navidad. Parecía un ángel, pero era puro veneno. Y pagaría por lo que había hecho.
Alzó la mano y le acarició la mejilla. Estaba dispuesto a saborear su delicioso cuerpo una vez más. Pero esta vez, él pondría las condiciones. Sabía qué tipo de mujer era y de lo que era capaz. Iba a disfrutar vengándose de ella. Dejó que sus dedos recorrieran su cuello y deslizó las manos bajo su cabello. Éste era pesado y estaba frío, en contraste con su ardiente piel. Sintió que ella se estremecía y una oleada de deseo recorrió su cuerpo.
–He estado deseando hacer esto desde que te vi–murmuró echado la cabeza hacia un lado e inclinándose hacia ella.
*__ estaba casi hipnotizada por la intensidad de su mirada. Iba a besarla, de eso estaba segura.
Su sensual tono de voz había despertado sus sentidos y la parte del cuello que él acababa de tocar palpitaba. Pero sabía que no debía dejar que él la besara.
De pronto sintió que él tiraba suavemente de su largo pelo y lo sacaba de debajo del cuello del abrigo. No era lo que estaba esperando, pero le resultó intensamente erótico. Era como si la estuviera desvistiendo con la mirada, despojándola poco a poco de una ropa sexy y ajustada.
No supo qué decir. No podía hacer más que mirarlo.
–La química que hay entre nosotros sigue siendo tan intensa como siempre –dijo Joe lentamente con una voz acariciadora.
*__ advirtió el ardiente deseo en sus ojos y notó que se le tensaban los músculos del estómago. De pronto empezó a formarse en su interior una burbuja de pánico. Todo parecía irreal. No acababa de creerse que estuviera ahí junto a Joe. Había pensado en él muchas veces a lo largo de los últimos cuatro años, deseando desesperadamente que las cosas hubieran sido diferentes y que pudieran estar juntos.
Pero él la había dejado y le había destrozado el corazón. Sería una locura volver con él. Además, ahora tenía otras cosas en las que pensar, como su boda con Primo Vasile. Esto tampoco parecía real, era más bien una terrible pesadilla, pero sabía que tenía que llevarla a cabo. No podía permitir que Vasile mostrara a la policía la información que incriminaba a su padre. Nunca se perdonaría que su padre tuviera que sufrir la humillación de someterse a una investigación criminal e ir a la cárcel. No si había algo, cualquier cosa, que ella pudiera hacer para evitarlo.
–Te equivocas. No hay nada entre nosotros –le espetó *__ apartándose de él–. No quiero volver a verte nunca más.
Y sin darle la oportunidad de contestar se giró y salió huyendo.
Joe la miró impasible mientras desaparecía entre la multitud. Una sonrisa se dibujó lentamente en su frío rostro. Había sido una despedida muy dramática; no esperaba que saliera corriendo despavorida tan pronto. Pero no importaba. Podía correr todo lo que quisiera, pero no esconderse de él.
Yesie
Página 1 de 9. • 1, 2, 3, 4, 5, 6, 7, 8, 9
Temas similares
» Un día fuiste mi deseo... Joe y Tu. [TERMINADA]
» " TODO POR UN DESEO " (joe y tu)" [TERMINADA]
» DESEO SEXUAL TERMINADA
» "Dominada por el deseo" (Joe y tu) Terminada
» "Deseo": "Un Matrimonio Por Obligación" (Joe&Tú) [TERMINADA]
» " TODO POR UN DESEO " (joe y tu)" [TERMINADA]
» DESEO SEXUAL TERMINADA
» "Dominada por el deseo" (Joe y tu) Terminada
» "Deseo": "Un Matrimonio Por Obligación" (Joe&Tú) [TERMINADA]
O W N :: Archivos :: Novelas Terminadas
Página 1 de 9.
Permisos de este foro:
No puedes responder a temas en este foro.
Miér 20 Nov 2024, 12:51 am por SweetLove22
» My dearest
Lun 11 Nov 2024, 7:37 pm por lovesick
» Sayonara, friday night
Lun 11 Nov 2024, 12:38 am por lovesick
» in the heart of the circle
Dom 10 Nov 2024, 7:56 pm por hange.
» air nation
Miér 06 Nov 2024, 10:08 am por hange.
» life is a box of chocolates
Mar 05 Nov 2024, 2:54 pm por 14th moon
» —Hot clown shit
Lun 04 Nov 2024, 9:10 pm por Jigsaw
» outoflove.
Lun 04 Nov 2024, 11:42 am por indigo.
» witches of own
Dom 03 Nov 2024, 9:16 pm por hange.