Re: This Time Aroundϟ - Novela Colectiva de Harry Potter

por **carstairs.** Vie 21 Jun 2013, 9:29 am

¿es mi turno? kajslka ¡ya me pongo a escribir!

por **tenshittae** Vie 21 Jun 2013, 11:18 am

that bitch. escribió:
¿es mi turno? kajslka ¡ya me pongo a escribir!

Si! Fui una irresponsabe y ni pude subir :c

por **carstairs.** Vie 21 Jun 2013, 11:42 am

Ana G. {♥} escribió:
that bitch. escribió:
¿es mi turno? kajslka ¡ya me pongo a escribir!

Si! Fui una irresponsabe y ni pude subir :c

está bien, nut, diosa del cielo(?

por **carstairs.** Vie 21 Jun 2013, 1:29 pm

This Time Aroundϟ - Novela Colectiva de Harry Potter - Página 20 Oe4oBau

Capitulo Veinte

Lisset O. Trevian
Escrito Por: that bitch.

[size=15]

“¡Pertenezco a Slytherin!” gritó Lisset en su fuero interior. “¡Yo lo sé, Lorrie lo sabe, las gemelas también, todo el maldito mundo lo sabe!” lloriqueó más bien triste mientras observaba la mesa de las serpientes. Desde que había leído el primer libro de la maravillosa saga donde se encontraba en ese momento, había sabido que su lugar era entre las ambiciosas serpientes. Recordó, con rencor, lo que el Sombrero Seleccionador le había dicho.

“¡Oh, qué mente más decidida! Un verdadero Slytherin sabe que lo es…” le comentó esperanzándola. “Tienes la astucia, el ingenio, sin duda la ambición, la determinación y la inteligencia que Salazar pedía en los miembros de su casa. Serías muy grande, te sentirías aceptada como siempre has querido y tus compañeros de casa mirarían hacia ti con respeto. Verdaderos amigos encontrarás allí…”
“¡Lo sabía!” pensó eufórica.
“Sin embargo…”
“Sin embargo, ¿qué?” espetó la ojiazul asustada y molesta.
“Tu sangre no me lo permite… Tu lugar no es ahí…”
“¿¡Cómo que no!? ¡Acaba de decir que tengo todas las cualidades necesarias! ¡¿Qué importa mi sangre?! ¡Todo el mundo pensará que soy mestiza!” gritó en su fuero interno, desesperada.
“Ravenclaw podría ser un buen lugar para ti… Aspiras demasiado para un Hufflepuff y no tienes la nobleza para ser un Gryffindor.” Lisset se sintió ofendida por ello y bajó la mirada, avergonzada. “Sí, Ravenclaw, estarás bien allí.” Sentenció el Sombrero.
“¡NO!” – “¡RAVENCLAW!” fueron los gritos que se escucharon.

Luego de la amigable cena en el Gran Comedor, la profesora McGonagall las llevó a su habitación temporal donde se encontraron con que Dumbledore las esperaba en su oficina. Decidieron que debían ir de inmediato, pero Kate insistió en que antes debían ir a la biblioteca. Lisset la acompañó, pero la rubia prontamente se olvidó que había venido con ella luego de haberse encontrado con uno de los gemelos Weasley y se alejó de la biblioteca sin pensar en Lisset. A pesar de lo que se decía a sí misma, a la joven Trevian sí le importaba y dolía que se haya olvidado de ella. ¿Quién no sentiría lo mismo? Sabía que no había sido apropósito, pero no puedo evitar sentirse herida. Con pasos lentos por el peso de los libros que llevaba en los brazos, empezó a caminar en dirección hacia donde ella creía estaba la oficina del director.

Luego de unos extenuantes minutos, comprendió que se había perdido. Resignada, colocó los libros en el piso y se sentó allí en posición fetal con la cabeza apoyada en sus rodillas. Se sentía frustrada. A pesar de que no se lo mostraba a sus amiga, se sentía infeliz. Es cierto, estaba en el castillo de su sueños junto a sus personajes ficticios favoritos pero ese sentimiento de desconformidad no salía de su pecho. Se sentía deprimida, pero no iba a llorar. Lisset Trevian era conocida por no llorar, a pesar de que lo hacía frecuentemente desde la encarcelación de su padre. Lo extrañaba a horrores. Extrañaba levantarse a la mañana y encontrárselo en su sillón con una taza de café negro, mirando las noticias. Él le diría "¡Buenos días, campeona!" y ella respondería "¿Qué tienen de buenos?" como lo hacían desde que Lisset tenía once años. Él le recomendaría algunos torneos que había escuchado de sus compañeros de trabajo y la joven ojiazul competiría sólo para ver el orgullo en sus ojos. Eso era algo que nadie sabía. La razón de su obsesión con ganar era su padre. No lo culpaba, se lo agradecía. Pero todo era más difícil desde que su madre no le permitía verlo. Continuamente le decía a su hija que debía dejar esa adicción porque terminaría como su padre. Lisset le respondía siempre de la misma forma: "Como un ganador, ¿quieres decir?". Puede ser que Alexie Trevian estuviera en la cárcel, pero él siempre había sido un ganador. Nunca se rendía y, menos que menos, aceptaba un no como respuesta. Estaba orgullosa de él y, al mismo tiempo, molesta. ¿Por qué lo había hecho? La había abandonado con una madre que no la comprendía y parecía no querer hacerlo. "Mi padre estaría decepcionado de verme ahora. Venga, Lisset, levántate." se dijo. Pero antes de que pudiera hacerlo, una voz masculina se oyó:

- ¿Qué estás haciendo? - preguntó.

- Pues, oliendo mandarinas. ¿No es un poco obvio? - respondió sarcástica sin levantar la cabeza de sus rodillas.

- Ya sabía yo que, ustedes, los americanos estaban locos... - comentó la voz.

- Nah, no todos los americanos. Sólo yo. - respondió con una mueca que asemejaba una sonrisa.

- Ah, es bueno saberlo.

Ambos se permanecieron en silencio, cada uno muy metido en sus propias cavilaciones. Luego de lo que parecieron minutos, Lisset habló:

- ¿Sigues ahí? - Por alguna razón, su voz sonó vulnerable. Y, por primera vez, el corazón del joven en frente de ella se encogió. Parecía frágil y, por alguna incomprensible razón, quiso protegerla.

- Sí. - contestó él simplemente.

Finalmente, Lisset levantó la cabeza y miró al rostro del chico. Definitivamente, no esperaba que fuera él. Lo identificó inmediatamente por su uniforme de Slytherin.

- Blaise Zabini. - se presentó el moreno estirando su mano sin dejar de observar sus intensos ojos azules.

La joven Trevian se contuvo de decir "Lo sé" y dijo su nombre mientras tomaba su mano. Blaise jaló y ayudó a que se levantara. Él era sólo unos centímetros más alto que ella, cosa que le gustó. A pesar de que ella no era de baja estatura, todos los chicos en Belton eran mucho más altos que ella. Lisset disfrutaba cuando los chicos tenían una estatura parecida a la suya, le desagradaba tener que estirar el cuello para verles el rostro.

- Asumo que estás perdida. - dijo el Slytherin mientras tomaba los libros que la ojiazul había dejado en el piso. Lisset no pudo evitar sorprenderse por dicha acción. Nunca había esperado que el mejor amigo de Draco Malfoy fuera caballeroso.
- Sí, estaba buscando el camino hacia la oficina de Dumbledore. - admitió ella observando a sus zapatos avergonzada.

- Vamos, te muestro el camino.

Lisset abrió los ojos como platos, no se le había ocurrido que el ofrecería algo así. Le sonrío agradecida y ofreció ella llevar los libros. Blaise se negó y le dijo que no pesaban. Ella elevó una ceja con suspicacia, sabía que pensaban bastante y el joven Slytherin no parecía exactamente dotado con mucha fuerza. Pero lo dejó estar ya que sus brazos le dolían. Se mantuvieron en silencio durante el camino, pero ninguno parecía incómodo. A Lisset se le formuló una duda y se la planteó a su acompañante:

- ¿Qué hacías tu en los pasillos? Pensé que había toque de queda...

Blaise sonrió sabiendo que a él poco y nada le importaba el estúpido toque de queda. Lo peor que podía sucederle era ser encontrado por Mcgonagall la cual lo mandaría con Snape, que sólo le daría una advertencia y un pequeño castigo. "Los Slytherin se cuidan entre sí" pensó con sorna.

- ¿Vas a responderme? - interrumpió sus pensamientos la bella castaña.

- Es de mala educación interrumpir así a alguien. - le comentó Blaise.

Lisset rodó sus ojos y lo miró con una mueca sarcástica en su rostro. Al moreno le recordó a sí mismo y un poco también a Daphne Greengrass.

- Me gustan mis preguntas respondidas, Blaise. - le explicó ella con un leve encogimiento de hombros.

Antes de que Blaise pudiera responder a su pregunta, los jóvenes hechiceros llegaron a la gárgola que funcionaba como puerta para la oficina de Dumbledore.

- Ya llegamos. - le anunció el Slytherin. - ¿Sabes la contraseña?
- ¡Maldita sea! Me había olvidado de la contraseña... No, no la sé.

- Entonces, dudo que puedas entrar. - le avisó.

- Ya lo sé, joder, ya lo sé... - masculló molesta.

- ¡Lissy! - se escuchó la voz de una de sus queridas amigas.

Era Rose, la reciente Hufflepuff, que se encontraba caminando hacia el par. Una mirada de interrogación apareció en su rostro cuando esta notó a Blaise. Ella no pudo reconocerlo, pero supo que debería hacerlo.

- ¡Hola! ¿Y tú, quién eres? - preguntó cortesmente la pelirroja.

- Se llama Blaise Zabini, me ayudó a encontrar la oficina de Dumbledore. Pero resulta que ninguno de los dos sabe la contraseña, ¿tú sí? - se apresuró a explicar la castaña.

- ¡Oh, sí! De hecho, te estaba buscando. Kate también, se sentía tan mal de haberse olvidado de tí...

Una risa ahogada se oyó a su lado. Lisset giró la cabeza y se encontró con Blaise que intentaba no reír, sin éxito.

- ¿Se olvidó de ti? ¡Menudas amigas tienes! - comentó entre leves risas.

- Nadie te preguntó, Zabini. - espetó la castaña enojada. - Ahora vete, no tienes nada que hacer aquí. - le dijo enojada mientras tomaba los libros y volteaba la cara para no verlo.

- ¿Así como me agradeces que te haya traído aquí y llevado esos estúpido libros? - preguntó el moreno ofendido y, aunque no quisiera admitirlo, dolido.- Nunca te pedí que lo hicieras. De todos modos, gracias. Ahora, vete. - dijo con voz monótona y fría.
- A la mierda. - murmuró el Slytherin y giró para irse.

Blaise Zabini, el orgulloso Slytherin, nunca supo que la ojiazul lo había mirado con pena mientras él se alejaba. Ambos anhelaban la amistad del otro, pero parecía que no la tendrían.

- ¿Estás bien, Lissy? - preguntó Rosie vacilante.

- ¡Pues claro! ¿Cómo no iba estarlo? - preguntó con una sonrisa falsa en su rostro.

- Sé que no ha sido una noche fácil para ti... Sé que creías que Slytherin era el lugar donde perteneces. - le dijo amablemente.

- No, Rose, yo pertenezco a Slytherin. Estoy segura de eso. - afirmó Lisset confiada. - Nadie va a convencerme de lo contrario. Menos que menos, un estúpido sombrero.

- Oh, bien, entonces. - sonrío comprensiva. Ella sabía que la castaña no se sentía tan segura como decía estarlo, pero no iba a presionarla. Presionar a Lisset siempre terminaba mal. - La contraseña es: Cucurucho de cucarachas.

- ¡Claro! Joder, ¿cómo pude olvidarlo? - se regaño a sí misma.

La castaña le dijo la contraseña a la gárgola y esta las dejó entrar. La oficina del presunto director de aquel maravilloso colegio era más maravillosa de lo que ella se había imaginado. La sala era circular con enormes ventanas que permitían ver el cielo nublado y lluvioso. Las paredes estaban decoradas con los retratos de directores anteriores. Lisset reconoció el de Phineas Nigellus Black y el de Armando Dippet. Ambos la miraban con curiosidad y la castaña de pronto se sintió extremadamente cohibida. También notó al raído Sombrero Seleccionador y no puedo evitar observarlo con rencor. Observó con intenso interés al Pensador y tuvo que contenerse para no acercarse demasiado. Fawkes, el fénix del director, era magnífico. Sus plumas eran de un precioso hermoso color carmesí, su cola era dorada al igual que sus garras y pico, sus ojos de un color negro vacío que mostraban astucia e inteligencia casi humana.

- Es hermoso... - dijo la castaña sin aliento.

- Lo es, señorita Trevian. - dijo una voz a su lado.

Asustada, giró precipitadamente sobre sus talones y se encontró cara a cara con el profesor Albus Dumbledore. Le sonrió sin poder evitarlo. Su cara era amable y curiosa. Le dolía saber que en sólo dos años, perdería su vida.

- Me alegro de que haya encontrado el camino, señorita Trevian. - le dijo él.

- De hecho, tuve ayuda. - admitió un tanto avergonzada.
- ¿De quién? Si se puede saber. - preguntó mientras se acomodaba sus anteojos de media luna.

- De Blaise Zabini. - contestó un tanto cohibida recordando como se había reído de ella hace menos de diez minutos.

- Oh, bien. Qué suerte... - comenzó a decir, pero fue interrumpido por las cinco jóvenes norteamericanas que acababan de entrar en la habitación.

- ¡Lissy! - gritaron en unísono y se abalanzaron para abrazar a la recién nombrada como si hace años que no la hubieran visto.

- ¡Estábamos tan preocupadas!

- ¡Oh, Liss, perdóname! Soy tan idiota, ¿¡cómo pude haberme olvidado de ti!?

Las cinco jóvenes estuvieron gritando cosas por el estilo hasta que la castaña las calló de un grito. Las seis giraron y se encontraron con que Dumbledore tenía una mueca divertida en su rostro, al igual que Rosie.

- Bueno, ahora que están todas aquí. Podemos continuar con los asuntos a resolver. - dijo él.

Las siete asintieron y esperaron a que les explique.

- Muy bien. Adhara - la Directora Jibbs - me ha explicado su situación y el hecho que no tienen varitas. Así que, me parece que es hora que las reciban.

Murmullos de excitación se escucharon entre las muchachas. ¡Varitas! No podían creerlo, era algo que se les había pasado por alto en medio de toda la conmoción de la Selección y el hecho de que estaban en el mundo de su saga favorita.

...

Ya en sus camas, las siete chicas intentaban dormir. Pero sin éxito. La emoción que sentían era mucho mayor que su cansancio. Habían decidido que lo mejor para ellas sería no hablar porque, si lo hacían, estarían horas y horas hablando. Algo que no era recomendable, siendo que al día siguiente tendrían su primer día de clases.

Luego de un par de horas, comenzaron a caer dormidas. Sólo Lisset todavía se mantenía despierta. Pensando en que era una Ravenclaw. No una Slytherin. Seguía molesta por ello, a pesar de que sabía que era estúpido y hasta egoísta. Debería estar disfrutando de estar donde estaba. "Slytherin o no, sigue siendo tu, Lisset." se dijo y, con ese pensamiento en la mente, se arrojó a los brazos de Morfeo.

Bueno, chicas, espero que les haya gustado :3

Es bastante largo, a mi parecer...

¡Tu turno, May! (:

por **chicamati** Vie 21 Jun 2013, 8:32 pm

Me encanto!! Siganla! :D

por **TheGirlImpossible** Vie 21 Jun 2013, 10:28 pm

¡No! yo tenia que ser la 27(? T.T cuantas no han subido cap? :O
Me gusto muchisimo el tuyoooooo<3 jajaja Blaise y Lissy tienen un caracter bastante parecido xD si lo intentan, seguro se van a llevar bien :D
Solo deben dejar de pelearse asi de agresivamente e.e que par mas loco! Primero conversan bien y luego ZAS! :xjaja y Rosie ahi metida en medio de ambos :POMG realmente ame tu cap<3 me encanta Lisset:D y ame que Dumbledore les dijera que iban a obtener las varitas, yo tampoco podria dormir si fuera ella!:D Me alegro mucho leer tu capi<3 haber si me inspiro para escribir el mio!

¿Cuanto tiempo me queda? D:

PD: Cuando Pola me responda el MP subire mi cap(? o mejor dicho, lo seguire escribiendo xD
quiero agregar lo que ella me dijo porque tengo 0 ideas y no quiero aburrirlas.

por **wade wilson.** Dom 23 Jun 2013, 8:10 pm

May no me aparece tu msj ._________. es cómo si me hubiera llegado pero no me sale D:
Ya comento los caps.

por **DarkHorse** Dom 23 Jun 2013, 8:20 pm

Hace mucho que no me paso, en verdad lo siento, la escuela me tiene hasta el cuello. Ahora mismo comento los cap's.

por **TheGirlImpossible** Lun 24 Jun 2013, 11:36 pm

¡Holaaaaaaaaaa! ¿Como estan?
Mil perdones por tardar tanto, ando seca de imaginacion, no se que escribi u.u
perdon, no sabia que hacer, Pola me inspiro mucho :D pero me quedo cortito el cap asi que
a la proxima espero escribir mas, puse a los gemelos para que se vayan conociendo(?
Sobretodo Fred y Rose, no escribi mucho con las demas chicas, perdon, en el proximo seguro me salen mas dialogos :D
En fin, me voy porque me mata el dolor de cabeza >.< espero les guste :)
Besos!!

This Time Aroundϟ - Novela Colectiva de Harry Potter - Página 20 8IPro86

Capitulo: 21

Rose Fairey
Escrito Por: May

La muchacha pelirroja había dejado de saltar sobre su cama y sonreír hacia rato, se supone que ella estaría llamando a su madre para avisarle que estaba por irse a dormir, solía hacerlo más que nada para asegurarse de que sus padres estaban bien mientras ella dormía en casa de sus amigas. ¿Cómo les llamaba ahora? ¿Cómo simplemente sucedían las cosas? No sabía que responderse, tal vez sus padres eran avisados de lo ocurrido o simplemente creían que su hija desaparecido “¿Y si me olvidan?” aquella era una pregunta bastante insistente en su interior pero no sabía a quién hacérsela, quizá sus amigas tampoco tuvieran una respuesta.
Pensó en que Hogwarts le recordaba a su mamá potterhead, toda su esencia e incluso la personalidad extrovertida de Rose era heredada de su madre, de su papá en cambio tenía ese carácter serio que montaba a la hora de tomar decisiones difícileso su pasión por la curiosidad y lo desconocido. Donde sea que estuvieran sus padres ahora, ella tenía algo de cada uno, al menos eso la alentaba a sonreír un poco.
Las chicas comenzaron a irse de apoco al encuentro con Albus Dumbledore, hasta saber que iba a conocerlo en persona parecía irreal, ¡el mejor mago de la historia! Gritaría Rose, pero iba callada, tratando de recordar lo que los libros decían sobre cómo llegar a dicho lugar.
Mientras caminaba, recordaba lo vivido en la selección de las casas, fue muy emocionante ver donde sus mejores amigas quedaban, aunque le entristecía tener que dormir de ahora en adelante con desconocidos, no es que le cueste socializar, pero prefería estar con sus amigas, como esta noche que compartirían juntas antes de ir cada quien por su camino, que emocionante seria ir a clases, hacer magia y ver en persona lo que ocurrirá de ahora en adelante en Hogwarts.
El cáliz de fuego.
Recordó su libro, aquel viejo libro que las traslado al mundo mágico, a un lugar de ficción no tan ficticio, la ventaja de ellas era que saben que ocurrirá, la desventaja es que no pueden decirlo ni impedirlo, tendrán que presenciar como ocurre todo casi al final del año escolar, la desgracia y Voldemort volviendo a renacer, pero ellas en sí, también van a modificar la verdadera historia. Su presencia en sí, está modificando las cosas, en los libros no se hablaba del Instituto para Brujas de Salem, no se hablaba de seis chicas visitantes, no aparecía NADA.
Casi tropezó con una de esas estatuas chirriantes y se obligo a bajar de su nube, dándose cuenta de que se hallaban en un pasillo desierto, junto a ella estaba Agnes pero Lucy y Lorrie habían doblado en un recodo y las habían perdido de vista. ¡Genial! Pensó Rose quien se giro para mirar a Agnes, ambas con elocuencia, era evidente que no sabían dónde estaban.
“¿Por qué seré tan despistada a veces?” quiso chillar la pelirroja, mientras seguian caminando con sigilo, acompañadas solo por el sonido seco de sus pasos al andar por el suelo de piedra y por el reflejo de sus propias siluetas en la ornamentada pared.
— Rose, quédate aquí –le susurró Mags, acercándose hacia el marco de la pared. Había escuchado ruidos y aunque fuera bastante probable de que no fuera nada tenía que asegurarse, no podían arriesgarse a que Filch las descubriera merodeando por ahí.
— Agnes –la llamó la pelirroja.
— Shhhhhhhh –la señora Norris estaba paseándose ufana por aquel lugar. –Debemos movernos. –le dijo, llevando a Rose hasta la otra punta del pasillo, observaron hacia ambos lados y continuaron caminando.
— Agnes… –volvió a repetir su amiga, pero la chica creyó haber visto al celador subir por las escaleras que llevaban al piso superior.
— Uff, nos hemos librado de él por poco. –dijo la chica de ojos grises suspirando–. ¿Qué pasa, Rosie?
Sabia, aunque no comprendía bien cómo, que quería hablar de ello con Agnes, con su amiga de ojos grises que le daban seguridad, Rose volvía a inundarse de una tristeza muy pesada y quería liberar el peso, necesitaba hablarlo con alguien, no importaba si no obtuviera buenas respuestas, pero quería escuchar las palabras de aliento de su amiga. Las necesitaba. Se armo de valor y le pregunto algo cabizbaja:
— ¿Crees que volveremos a verlos?
— ¿A quiénes? –inquirió Agnes en respuesta, pero el golpe de Rose no llegó, no estaba de ánimos si quiera para hacerlo.
— A nuestros padres. –respondió.
Agnes se quedó pensante. No quería mentirle a Rose, pero tampoco podía decirle que no lo sabía.
— No lo sé. –respondió con sinceridad.
— ¿Y si pasan los años y ellos se olvidan de nosotras? –Rose bajó la mirada, sus ojos estaban vidriosos, aquel era su peor temor, ser olvidada por quienes ama.
A Mags se le formó un nudo en la garganta. Podía aguantar ver a las demás con lágrimas en los ojos, pero Rose era otro caso, era la que se mostraba optimista la mayoría de las veces. Si Rose no estaba hablando, riéndose o pensando en hacer cosas divertidas es porque algo no iba bien.
— Rose, ellos no se olvidarán de nosotras. Y nosotras no los olvidaremos. Encontraremos una manera de volver a verlos, aquí o en dónde sea.
— ¿Me lo prometes?
— Te lo prometo.
Rose asintió y con la manga de la túnica atrapó una lágrima traicionera. Respirando un poco mejor ahora que había hablado con ella sobre sus sentimientos con respecto a sus padres, pudo pensar sobre Hogwarts y su mamá y lo loca que estaría por estar allí con ella. ¡A su madre le hubiera encantado llevarla al andén 9 ¾ si la situación hubiera sido otra.
— A mamá le encantaría todo esto, tu sabes –dijo luego. –Ella probablemente se habría puesto a gritar.
Agnes le sonrió. Su mamá era tan fan cómo su hija. Entonces escucharon otro ruido, muy cerca de ellas.
— ¿Qué ha sido eso? –Rose preguntó.
— No lo sé pero será mejor que nos vayamos. –le respondió Mags y acto seguido ambas se escabulleron por otro pasillo.
— ¿Eres, Lisset?
— ¿Qué? ¡No! Somos Agnes y Rose. –hablo la castaña.
— ¿Kate? –hablo esta vez Rose, la rubia se hallaba oculta detrás de una armadura–. ¿Qué haces ahí, Kate?
— Procurando que ese gato pulguiento no me encuentre, ¿recuerdan que es una chismosa? Si nos ve le contara a Filch.
— Cierto, ¿Por qué buscabas a Lissy, no está contigo?
— Oh claro, a eso venia –murmuro para sí. –es que salí de la biblioteca y no estaba entonces me vine caminando sola pero temo que se haya perdido por mi culpa o peor, que la hayan atrapado caminando en los pasillos a esta hora. ¿Qué si la atrapo Snape? –se veía horrorizada por la simple idea, además de que no dejaba de hablar y apenas tenía aire, Rose poso su mano en el hombro de su amiga obligándola a respirar.
— Bien, cálmate no debe estar muy lejos, ¿nos separamos y la buscamos? Iré por allá, nos encontraremos en el despacho del director y si ninguna llega con ella, entonces avisamos que no la encontramos.
Las demás asintieron y sin esperar a que alguien le diera mas instrucciones, Rose tomo un pasillo desierto y se esfumo lejos, las demás la observaron irse, entendían sin siquiera preguntarle, que la pelirroja quería estar sola. Ella necesitaba un momento para pensar y no llorar, cuando se recompusiera volvería a ser la misma de antes.
Se cruzo a varios fantasmas y tuvo que quedarse en las penumbras para que no la vieran, por lo demás, todo estuvo tranquilo, para cuando se había dado por vencida y caminaba al despacho de Dumbledore escucho dos voces que venían desde el pasillo al que ella debía llegar, reconocía a una de las voces por eso se acerco sonriente.
— ¡Lissy!
Rose camino hasta donde oía las voces y vio a su mejor amiga acompañada de alguien más, ¿un chico? Vaya, una mirada de interrogación apareció en su rostro cuando notó a Blaise. Ella no pudo reconocerlo, pero supo que debería hacerlo, el era alguien que se nombraba en los libros, o eso era de lo que estaba muy segura.
— ¡Hola! ¿Y tú, quién eres? –preguntó cortésmente una vez frente a ambos.
— Se llama Blaise Zabini, me ayudó a encontrar la oficina de Dumbledore. Pero resulta que ninguno de los dos sabe la contraseña, ¿tú sí? –se apresuró a explicar la castaña.
— ¡Oh, sí! De hecho, te estaba buscando. Kate también, se sentía tan mal de haberse olvidado de ti...
Una risa ahogada se oyó a su lado. Lisset giró la cabeza y se encontró con Blaise que intentaba no reír, sin éxito. Rose previno problemas antes de que su amiga hablara, sabía que Lisset odiaba que se rieran de ella, si ese chico intentaba ser amable, hasta aquí había llegado de perfecto; él lo acababa de arruinar.
— ¿Se olvidó de ti? ¡Menudas amigas tienes! –comentó entre leves risas.
— Nadie te preguntó, Zabini. –espetó la castaña enojada. –Ahora vete, no tienes nada que hacer aquí. –le dijo enojada mientras tomaba los libros y volteaba la cara para no verlo.
— ¿Así como me agradeces que te haya traído aquí y llevado esos estúpido libros? –preguntó el moreno ofendido, Rose que estudiaba muy de cerca la discusión, noto algo mas en el rostro de Zabini.
— Nunca te pedí que lo hicieras. De todos modos, gracias. Ahora, vete. –ella dijo con voz monótona y fría.
— A la mierda. –murmuró el Slytherin y giró para irse. Rose se escandalizo por el vocabulario del chico y abriendo los ojos de par en par lo vio irse.
— ¿Estás bien, Lissy? –preguntó vacilante, mostrando toda su atención en su amiga.
— ¡Pues claro! ¿Cómo no iba estarlo? –preguntó con una sonrisa falsa en su rostro.
— Sé que no ha sido una noche fácil para ti... Sé que creías que Slytherin era el lugar donde perteneces. –le dijo amablemente.
— No, Rose, yo pertenezco a Slytherin. Estoy segura de eso. –afirmó Lisset confiada. –Nadie va a convencerme de lo contrario. Menos que menos, un estúpido sombrero.
— Oh, bien, entonces. –sonrío comprensiva. Ella sabía que la castaña no se sentía tan segura como decía estarlo, pero no iba a presionarla. Presionar a Lisset siempre terminaba mal. –La contraseña es: Cucurucho de cucarachas.
— ¡Claro! Joder, ¿cómo pude olvidarlo? –se regaño a sí misma.
La oficina del director era tan increíble que ni siquiera la de las películas era tan magnífica como la que las muchachas observaban, era un privilegio poder conocerla y observar el Pensadero o al fénix, aquella oficina circular con los retratos de los demás directores. ¡Era como estar en el parque temático de Hogwarts! Pero sabían que era real. Para cuando las demás llegaron y Kate se disculpo con Lissy por olvidarla, el director pidió la atención de las chicas para hablarles de algo sumamente importante, iban a obtener sus propias varitas. ¡Podrían hacer magia verdadera! Ya no era como cuando jugaban con sus varitas compradas o hechas a manos, esto era real.

* * *

Despertó un poco más temprano que las demás, apenas pudo conciliar el sueño pero deseaba que las demás hubiesen dormido bien, era consciente de que era su última “pijamada” juntas antes de irse a dormir con los de sus casas. Se preguntaba si dormiría con Hanna Abott que estaba en su año y si podría hacerse amigos para ir a desayunar y a las clases. Puso su túnica en una mochila para quedar solo con la camisa y la corbata, una falda y las medias hasta las rodillas, peino su cabello a ambos lados de su cara y sin despertar a nadie más, se desapareció de la habitación. Observo el cuadro de las cocinas y supo que por allí debía ir a su sala común, pero Cedric no le dio la contraseña así que no la sabia, de todos modos no deseaba ir a desayunar todavía tampoco.
Escondió su mochila detrás de una estatua que sabia recordaría y se escapo hacia los jardines, admirando el paisaje, el cielo difuminado peleando por no estar nublado y el verde de los árboles y el césped, no se veían muchos alumnos yendo a desayunar, era muy temprano para ello.
Se sentó en un banco vacio de piernas cruzadas y se cubrió con la falda, pensó en la mejor forma de decirse que la tristeza debía quedarse atrás y debía hacer de cuenta que había hecho esto cada año.
— Soy una bruja, voy al colegio de Salem en estados unidos y estoy acostumbrada a dejar a mis padres cada tanto para irme a estudiar, ellos saben que estoy bien y sé que ellos están a salvo tambien. No tengo por qué preocuparme.
Pero a medida que hablaba su voz se quebrara, si tan solo no fuera tan apegada a ambos, si tan solo… agh, se puso de pie rápidamente y salió corriendo hacia los bordes del colegio, admirando el lago y el muelle con los botes en los que llegaron, observando las montañas a lo lejos y la infinidad de arboles creciendo y creciendo. Saco su varita del bolsillo de su falda y la sostuvo entre sus manos, la admiro calladamente y sin pensárselo dos veces apunto al cielo claro, cerró los ojos sintiendo el latido fuerte de su corazón y dejo escapar una chispa roja del palo de madera, alzo su vista al cielo y lanzo dos más. Tres en total, tres chispas rojas esfumándose en el aire.
Por sus padres, por su familia y por todo lo que dejaba atrás, por llenarse de pensamientos positivos y comenzar a disfrutar del lugar en donde se encuentra. Todo está bien, no hay de qué preocuparse, la Rose de siempre está de vuelta y ella estara bien.
— Te digo George que vi algo rojo desvanecerse en el cielo, era un hechizo.
— O uno de nuestros productos estallar, hermano. –el pelirrojo sonrió.
— ¡Hola! –la sonrisa de Rose se asomo y ella entro al patio en donde estuvo sentada antes, mirando a ambos gemelos. La primera noche se ruborizo demasiado con sus presencias, pero ahora podía controlarlo.
— ¿Fuiste tú la de las luces rojas? –pregunto un gemelo.
— Aja.
— ¿Tú eras, Rose? –pregunto otro.
— Sip, o hasta donde recuerdo aun soy Rose. –se rio. –mis amigas tambien son gemelas y se cual es cual, ¿Cuál es cual de ustedes dos?
— Soy Fred.
— Y yo George, el más apuesto claro.
— Seguro que eso se lo dicen a todas. –los chicos se miraron entre sí, enarcando cejas.
— Vaya, chica inteligente, ¿no eras Hufflepuff? –pregunto Fred elocuentemente.
— ¿Y eso qué? ¿o acaso eres tonto solo por ser Gryffindor? Claro que tienen que tener mente para poder hacer todos esos chascos.
— ¿Qué? ¿Cómo sabes que hacemos esas cosas?
Bien, ella no podía decir “internet” como solía decir Timmy Turner para salir de los aprietos porque los magos no saben que es el internet, por lo tanto mordió sus labios mirando al suelo y luego tomo una idea.
— Oí a esa chica sentada junto a Harry Potter quedarse sobre ello, no se mucho en realidad.
— Ah, Hermione –dijo George. –apenas estamos comenzando, no llevamos mucho, nuestra querida madre nos los confisco.
— Ya veo, ¿saben qué? Me gustaría seguir hablando con ustedes y que me contaran de sus grandiosos planes futuros pero debo ir a ver si mis amigas despertaron.
— ¡Ah claro, las estadounidenses! –Fred sonrió.
— Soy escocesa. –se defendió la pelirroja. –y si, ellas, así que adiós chicos fue un gusto conocer a otros gemelos.
— Cuando gustes. –y ella estaba segura, de que fue Fred quien le guiño el ojo.
— ¡Y saluda a Kate de mi parte! –agrego el otro gemelo, Rosie sonrió. ¡Acaba de platicar con los gemelos! Y acababa de casi meter la pata con ellos, sería interesante ver cómo le va en su primera semana como bruja, a ella y a las demás. De eso estaba más que segura.

por **chicamati** Mar 25 Jun 2013, 7:02 pm

Lo ame!!! por favor siganla, esta demasiado buena la nove :D

por **TheGirlImpossible** Mar 25 Jun 2013, 7:25 pm

chicamati escribió:Lo ame!!! por favor siganla, esta demasiado buena la nove :D

Holaa!! :D Gracias!! es lindo tener una lectora<3 asi que no se quien sigue ahora :Ppero quien siga espero lo haga pronto! :D
Besos!!

por Invitado Dom 07 Jul 2013, 7:56 pm

¡me encantaron los capitulos! Rose es tan tierna y linda. Lissy por otro lado tan... no sé, las amo a las dos<3 perdón por no haber comentado antes, había perdido el link de la novela.
morí de ternura con Rose, ¡y cuando George le manda saludos a Kate! ohquehermoso<3

por **TheGirlImpossible** Sáb 13 Jul 2013, 2:21 am

¡Boo! escribió:¡me encantaron los capitulos! Rose es tan tierna y linda. Lissy por otro lado tan... no sé, las amo a las dos<3 perdón por no haber comentado antes, había perdido el link de la novela.
morí de ternura con Rose, ¡y cuando George le manda saludos a Kate! ohquehermoso<3

Graciias! :D Me alegra que te gustara, sabes donde estan las demas? se desaparecieron mal :/

por Invitado Sáb 13 Jul 2013, 10:50 am

TheGirlImpossible escribió:
¡Boo! escribió:¡me encantaron los capitulos! Rose es tan tierna y linda. Lissy por otro lado tan... no sé, las amo a las dos<3 perdón por no haber comentado antes, había perdido el link de la novela.
morí de ternura con Rose, ¡y cuando George le manda saludos a Kate! ohquehermoso<3

Graciias! :D Me alegra que te gustara, sabes donde estan las demas? se desaparecieron mal :/

no lo sé. Pero creo que deberíamos enviarles un mp por que si se conectan :stalker: xd

por Invitado Dom 03 Nov 2013, 8:11 am

¿están seguras que la fic colectiva seguirá? porque tengo muchas ideas y perspectativas de que podemos sacarla adelante :c

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