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This Time Aroundϟ - Novela Colectiva de Harry Potter
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Re: This Time Aroundϟ - Novela Colectiva de Harry Potter
por wade wilson. Lun 10 Jun 2013, 3:13 pm
Capitulo IX
Hogwarts. Iban directo a Hogwarts.
Aquello no era posible.
En sus sueños más locos, desesperados, anhelantes y fantastícos que solía tener de antaño, sí, pero había crecido, y con toda la pena que ello implicaba, ese sueño había quedado sólo cómo eso: un sueño. No podía ser posible de ninguna manera.
Pero por más real que todo aquello le pareciera…Agnes no se dejaría ilusionar por otra estúpida broma que su mente le jugaba, sabiendo que en aquel momento sólo ella podría salir perdiendo. No podía creer cómo Lorrie o Rose podían creer esto con tanta facilidad, cómo si se tratara más bien de un helado de chocolate –fresa para Lorraine- lleno de nueces, galletas y otras glotonerías, que de una escuela para magos.
Hogwarts, para ser más específicos.
Sin embargo, allí estaban, subiendo a un bote sólo por que un completo desconocido se los había indicado. Agnes echó una ojeada a aquel lago, que casi desbordaba, con cierta desconfianza. En el aire se podía oler un deje a lluvía, el típico olor de la tierra mojada que tanto le recordaba a los días tormentosos sentada en el hall de su casa. El cielo estaba de aquel color morado intenso, y pequeñas gotitas caían. Se notaba a millas que había diluviado recientemente y que probablemente el clima retomara lo que había dejado entre esos espesos nubarrones.
El bote era más grande de lo acostumbrado, todas cupieron en el fácilmente. Este floto hasta aproximarse a su destino. Las chicas no paraban de parlotear con excitación pero algo las silenció, las dejó mudas de asombro, de emoción y devoción: el castillo.
Sí, ahí estaba, justo en frente de ellas. Con el fuego de las velas relampaguéando en cada ventana, iluminandolo todo con su esplendor. Sus proporciones eran inmensas y cada detalle, cada magnífica forma exquisitamente labrada, quedaron en su mente, por siempre. Si esto era sólo una ilusión, pensó, quería que se quedara en su retina. Inmortalizó la imagen del castillo en su mente y sabía que no se iría de allí. Nunca.
Entonces, sacudió la cabeza. Probablemente, esto fuera una broma, una muy, muy buena. Cómo aquella vez que Samantha Parkinson –sí, como la del libro- había enviado una carta a Lorraine, idéntica a la que Harry había recibido a los once años. Cuándo Lorrie la vió en su casillero, sus ojos se abrieron como platos, y le preguntó a Samantha, quién estaba a dos casilleros de distancia mascando chicle ruidosamente, quién se lo había dejado ahí. Ella le contento que un pajarraco extraño “¿Un buho, tal vez?”. Lorrie dio tales saltitos de alegría que toda la escuela se percató de ello “¡Soy mágica! ¡Soy mágica!”. Al final de todo, los compañeros del séptimo grado la esperaban en el gimnasio, se rieron de ella, y Lorraine por poco no tuvo que llevar una bolsa de papel en la cabeza por el resto del año escolar.
“Son idiotas, Lorrie, eso es lo que son” había dicho Agnes. Pero ¿qué demonios se supone que debía decir después de todo esto? Miró a Lorrie, sus ojos cálidos brillaban a la luz del castillo. Estuvo segura que estaba a punto de llorar de la emoción. Nunca había tenido esa mirada, probablemente desde que sus padres murieron. Desearía poder creer en todo aquello al igual que su amiga.
Y entonces su mano, la mano de Lorrie, agarró fuertemente la de Agnes.
Si aquel gesto no se hubiera producido, probablemente Agnes Kenneth seguiría sin creer en todo aquello. Agnes Kenneth seguiría pensando que estaba loca y desconfiaría de todo lo que ve o siente. Agnes Kenneth seguiría, en el presente, sin reconocer que estaba formando parte de algo extraordinariamente mágico junto con sus mejores amigas.
—Lor…—empezó, resignándose.
—¿No lo ves, Ness? —respondió la aludida con la vista totalmente perdida en el castillo. —Nunca más vamos a tener que sentirnos rechazadas, nunca más vamos a volver a sentirnos solas y nunca más vamos a sentir cómo que no pertenecemos —hizo una pausa—. Este es nuestro hogar.
Y Agnes no pudo decir nada. No pudo rebatir.
Tanteó con su mano, y creyó encontrar la de Rose. La tomó. No supo si todas habían echo lo mismo, formando un gran círculo que jamás iba a separarse.
Suspiró. Casa. Estaban en casa.
—¿En que tanto piensas Lucy? —Mags tenía una sonrisa divertida.
—E-n n-nada — respondía la blonda con el rostro a lo rojo-Weasley.
La respuesta era sencilla y comprendía de dos palabras: Neville Longbottom.
—¡Oh, vamos Lucy! —exclamó Scarlett, quién un inesperado viaje a través del tiempo y la fantasía la había puesto más conversadora que de costumbre —¡Si no fuera nada no te estarías sonrojando!
—¿Pensando otra vez en tu Neville? —inquirió Lissy con una mueca pícara.
—¡Ya déjenme! — Lucy se tapó la cara con las manos.
Agnes rió, y luego se golpeó mentalmente. Era cierto ¡conocerían a todos sus personajes favoritos! Ron, Hermione, Fred y George, Luna Lovegood ¡hasta conocer a Argus Filch parecía una propuesta tan agradable!
Y Harry. Agnes sacudió el brazo de Lorrrie.
—¡Lor! ¡Veremos a Harry! —Lorrie negó con la cabeza, y rió. Agnes estaba como una niña pequeña que visita por primera vez la tienda de Zonko’s y se ha ganado una buena dosis de azúcar en la sangre. Hace mucho que no veía a su amiga actuar de aquella manera tan peculiar. Y luego se sonrojó, claro, conocería al amor de su infancia dentro de unos minutos.
—No creí que fuera tan grande…—Rosie murmuró, totalmente ida en sus reflexiones.
—¿Qué cosa? —Lorraine se había despistado. Mala idea, Rose la golpeó en la cabeza.
—¿Pues de que más? ¡Del castillo tonta! —Lorrie se frotaba la zona afectada con fuerza.
Conforme las bromas seguían, más se acercaban a aquella puerta. Aquella puerta que daría paso a un montón de cosas que vendrían luego. Cosas que nadie, ni siquiera ellas mismas, podrían haber creído que se encontrarían en otras situaciones.
—¡Bienvenidas a Hogwarts chicas! —exclamó Hagrid, visiblemente contento. A las cálidas luces del castillo de Hogwarts, no parecía tan aterrador cómo hace unos minutos en el bosque. Dirigió su gran mano hasta la enorme puerta de roble, en dónde se podía ver el emblema y la frase de Hogwarts: “Draco Dormiens Nunquam Titillandus”
La puerta se abrió, y un resplandor dorado las envolvió.
Quedándose pasmadas del asombro y la belleza, las cuatro entraron a pies torpes, girando sus cabezas de un lado al otro. Fijándose hasta en el más minímo de los detalles.
Velas flotaban en el techo, colgadas a intervalos regulares en las paredes, parecían pocas para poder emitir aquella luz resplandeciente que te hacía sentir calor con solo mirarla. Las paredes estaban hechas de piedra antigua, pero aún así, seguía siendo enormemente acogedor. Los retratos, todos magníficamente pintados, parecían felices de verlas ahí, cómo si estuvieran esperando por ellas. Los fantasmas revoloteaban de un lado a otro con algarabía.
Afuera el temporal volvía retomar su anterior fuerza, Agnes se quedó observando los relámpagos por los grandes ventanales. Lorrie se acerco a la enorme puerta de oro que daba comienzo al Gran Comedor y escuchó las voces, risas y gritos que los demás estudiantes soltaban.
—¿Crees que este ahí? —inquirió, mordiéndose el labio inferior.
—¿Harry? Sí, ya lo creo —Agnes parecía muy convencida de ello.
Lorrie iba a agregar algo más pero entonces paró en secó, su mandíbula parecía a punto de salirse de lugar. Lisset, quién iba détras de ellas chocó contra Lorraine, pero la chica no se inmutó.
—Lorrie ¿qué…? —empezó a decir Mags pero se detuvo al ver la punta de una capa de colores llamativos. Siguió subiendo la vista hasta que se encontro con la señora Jibbs con la mirada clavada en ella atentamente.
Todas hicieron silencio, se podía sentir el ruido de un alfiler al caer…
— Oh, queridas, ¡qué susto me habían dado! ¿Cómo se les ocurre desaparecer de esa forma? —su voz era melodiosa y preocupada. A Agnes le causó dolor de cabeza.
¿Qué hacia ella aquí? ¿No le bastaba con darles un susto de muerte hace un momento – o dentro de diecinueve años-?
— ¡Ha sido mi culpa!—Lisset asumió la responsabilidad —.Ese bosque me ha dado curiosidad y no pude evitar querer recorrerlo. Lo lamento mucho, no era nuestra intención preocuparla, se lo aseguro. —le otorgó a la señora Jibbs una sonrisa bastante convincente e inocente.
La vieja fingió que regañaba a Liss, para luego lanzarle indirectas a Hagrid. ¿Era idea de Agnes o le estaba coqueteando? De todas maneras, se entretuvo acariciando una de las paredes, sorprendiéndose por su rugosidad, tratando de convencerse de que era real. Sin embargo su cavidad bucal casi cae al completo por el suelo, cuándo se enteró que la señora Jibbs era su “directora”
— ¡¿Qué diablos?! — Kate se salió de sus estribos. Había intentado parecer calma desde que habían llegado y además Hagrid se había largado.
— Kate, por favor, te pido que te calmes… —rogó Jibbs.
—¿¡Qué me calme!? — preguntó, entre sarcástica y furiosa. Agnes estaba a punto de acudir para que no se desatara la bestia de su amiga— ¿¡Cómo voy a calmarme!? ¿¡Qué está sucediendo!? ¡Quiero que me explique todo en este mismo instante, Señora Jibbs! —exigió, totalmente indignada.
La tensión se cortaba con navaja. Lisset pasaba una mano por su cabello castaño mientras la señora Jibbs suspiraba.
— Como ya se habrán dado cuenta, están en Hogwarts. Un lugar que hasta hace menos de una hora creían era ficticio… — hizo una pausa, tratando de elegir las palabras correctas — No sabría explicarles por qué están aquí ahora, porque sinceramente no lo sé.
Agnes empezó a mover el pie con impaciencia, ¿a dónde quería llegar ésta señora?
— Y el por qué el mundo mágico y las aventuras de Harry Potter están plasmadas en papel… Bueno, no me corresponde responder eso.
Las quejas de las chicas se hicieron oír, pero ella las acalló con un ademán.
— Lo lamento, pero así es como debe ser. — respondió, cortante – Ahora, seguramente se están preguntando como es que comenzarán en Hogwarts. Bueno, confío que hayan leído bien esos libros suyos y sepan lo necesario para entrar al año que les corresponde por su edad. No entrarán como alumnas de Hogwarts, claro, son de Estados Unidos. Uno se daría cuenta de inmediato.
— Entonces, ¿cómo…? — empezó Rosie.
— Les doy la bienvenida al Instituto de Brujas de Salem. — les dedicó una enorme sonrisa.
Ellas, sin poder evitarlo, empezaron a cuchichear con emoción, incluso Agnes, que repelía aquellas cosas adolescentes.
— ¡Silencio! – exclamó su nueva directora. — Como nuevas discípulas mías, espero respeto.
Un “lo siento” colectivo se oyó y ninguna volvió a hablar.
- Bien. – dijo visiblemente satisfecha por el respeto que imponía – Ahora, es tiempo de cambiar esas ropas muggles que llevan puestas. – movió su elegante varita y las ropas húmedas de las chicas se transformaron en una cálida túnica, sin emblema, de Hogwarts. Agnes sonrió. – Dirán que son mestizas. Lamentablemente, la política del Instituto no permite admitir a nacidos de muggles. No pregunten por qué, es una vieja tradición que no se puede cambiar. Vamos, hay que entrar. No querrán llegar tarde a su Selección, ¿o sí?
Todas se miraron entre sí, sonrientes.
Daba pasos seguros, sentía cómo los demás estudiantes cuchicheaban a su alrededor. Si esto era un sueño, la sensación de incomodidad era bastante real.
Iban en fila india hasta un taburete, precedidas por la señora –perdón, Directora- Jibbs. En taburete en el que se hallaba su destino en alguna de las cuatro grandes casas. Cuando se detuvieron, todas lo miraron, con cierto odio, respeto, desconfianza y nerviosismo.
Lo admitía, estaba nerviosa. Ella era muy cambiante, el sombrero no se decidiría en que casa ponerla y tendrían que enviarla de vuelta a casa…en el siglo XXI. Ese era su mayor miedo.
Lorraine siempre había dicho que ella sería una Gryffindor, pero dudaba. Dudaba de que sus capacidades para hacer el bien le fallaran ahora. Pero Ravenclaw era un opción bastante buena, y realmente no le desagradaba aquella casa.
Aunque también era trabajadora, y fiel aunque no lo pareciera, podría ser una Hufflepuff y para estar en Slytherin astucia no le faltaba.
Sí, definitivamente, el sombrero se encontraría con un dilema bastante difícil con el cuál lidiar.
Luego de la presentación de Dumbledore, la directora Jibbs fue a sentarse a la derecha de la gran mesa de profesores, acompañada con dos perros galgos de lustroso pelaje gris en cada lado, por qué aún en el mundo mágico esa mujer no dejaba su afición por los perros. McGonagall entro en escena, cogió el sombrero mágico entre sus largas manos y leyó la lista:
—Fairey, Rose.
La pelirroja, según el punto de vista de Agnes, parecía a punto de vomitar babosas. Le dio un empujoncito y de su parte recibió una mirada asesina. Avanzó a torpes pasos el trecho que le faltaba recorrer para llegar al taburete y se sentó. Minerva le colocó el sombrero y Rose parecía nerviosa en la presencia de aquel objeto en su mente.
Tras una larga espera que se les hizo eterna a todas, el sombrero finalmente anunció:
—¡HUFFLEPUFF!
La mesa de los tejones estalló en aplausos. Rosie fue saltando hacia allí.
—Holmes, Lorraine.
El Gran Comedor volvió a quedar en silencio nuevamente. Agnes le dirigió una mirada de apoyo a su amiga, quién, tambaleante, fue a encontrar su casa en el taburete.
—¡GRYFFINDOR! —exclamó al cabo de unos segundos. Las chicas lanzaron gritos de emoción y palmearon a Lorrie en la espalda, quién, muy sonrojada fue a sentarse con los leones.
—Kenneth, Agnes.
Su corazón se detuvo. En realidad, todo parecio detenerse.
Ya no escuchaba las voces de nadie, su miedo podría consumarse en cualquier momento y ella no podría evitarlo. Alguien la empujó y se tambaleó, trato de caminar de manera segura hasta el taburete. Antes de subir la pequeña escalinata volvió a tambalearse, McGonagall la sostuvó por el brazo y le dio unas palmadas en el hombro. Un par de risitas resonaron por el comedor.
“Mmmh, interesante” murmuró el sombrero dentro de su cabeza.
“Apuesto a que le dice eso a la mayoría de los estudiantes” pensó la chica de ojos cambiantes, para sí, olvidándose por completo de que el sombrero podía escuchar sus pensamientos.
“A decir verdad lo hago ya que todos son interesantes a su manera. No olvides que puedo escuchar cada cosa que piensas”
“No lo haré”.
“Perfecto. A ver, que tenemos aquí” sonaba meditabundo y reflexivo “¡Una obra de arte! Y a decir verdad, una bastante compleja…” Agnes maldijo por lo bajo.
“Tienes toda la fidelidad del mundo para ser una Hufflepuff, y tampoco eres holgazana así que, sí, podrías serlo. Pero…no, no, no. Tu lugar definitivamente no esta allí. ¿Qué te parece Slytherin? Creo que tienes la astucia suficiente pero…”
Agnes se impacientaba y se ponía cada vez más nerviosa. El sombrero no sabía dónde dejarla, musitaba alternativa y ocasionalmente un “tal vez”, “no lo sé” y “puede ser” y jamás lograba decidirse. El silencio del Gran Comedor empezó a volverse incomódo y Agnes empezó a enfadarse con aquel viejo objeto inanimado.
“Si, Ravenclaw sería tu casa ideal. Pero no, no lo sé. Díficil, bastante díficil. Eres toda una leona, y si bien no lo demuestras tu capacidad de hacer el bien puede aflorar hasta en los momentos más oscuros. Sí, sí, eres toda una…”
—¡RAVENCLAW!
“¿Qué?” quiso reprochar la nueva proclamada Ravenclaw pero McGonagall le quitó el sombrero antes de que pudiera pronunciar palabra.
Con los aplausos de las águilas resonando en sus oídos y vagamente aturullada, se dirigió hacia la mesa azul y bronce, la primera a la derecha, quedando así entre Hufflepuffs y Slytherins. Se desplazó entre un chico, a metros de ella una rubia parloteaba alegremente con sus amigas.
El chico le extendió la mano antes de que Agnes se recuperara.
—Terry Boot, futuro prefecto de la casa de Ravenclaw —tenía los ojos muy azules. Esbozó una sonrisa —¿y tu eres?
Agnes lo miró como sin comprender. “¡GRYFFINDOR!” volvió a exclamar el sombrero anunciando que Scarlett era una nueva leona.
—Agnes Kenneth —dijo, estrechándole la mano a medida que la casa escarlata aplaudía —Un placer.
El volvió a sonreír y se giró.
—¡Trevian, Lisset!
—¡RAVENCLAW!
Lissy se acercó a la mesa de las águilas deseando que fuera la mesa de las serpientes. Tenía el rostro completamente transformado en una mueca enfurruñada. Se esforzaba por no hacer un puchero, pero su labio inferior sobresalía notoriamente. Agnes habría reído en situaciones normales pero por respeto a su amiga, no lo hizo.
—Estoy en Ravenclaw, ¿puedes creerlo? —dijo enojadísima, sentándose al lado de Agnes mientras cruzaba los brazos.
—Sí —respondió Mags con voz monocorde, mientras examinaba una copa de bronce —.Yo también estoy aquí.
—Sí, pero tú encajas. Yo…—suspiró, mirando a la mesa esmeralda dónde una morena de cabello hasta los hombros le susurraba algo a una rubia. Ambas reían de manera bastante audible.
Agnes exhaló.
—Dijo que me enviaría a Gryffindor.
—¿El sombrero te dijo eso? ¡¿Y luego te envió aquí?! —Lisset chillaba y toda la mesa empezó a percatarse de ello —¡Deberíamos quejarnos con Dumb…! ¡¿Viste a Dumbledore?! —el tono de su amiga cambió totalmente, hablaba tan apresuradamente y con tanta algarabía que Agnes se preguntó por qué no le faltaba el aire —Es más viejo en persona ¡y no pensé que su barba fuera tan larga!
Ness rió. Terry Boot, que, al igual que toda la mesa de Ravenclaw había escuchado a Lisset, sonrió:
—Actualmente, nadie sabe que edad tiene —le confesó a Lisset por entre medio de Mags. La chica pusó los ojos cómo platos.
—¿Enserio? ¿Y nadie le ha preguntado por la longitud de su barba?
El azulino negó divertido.
La cena transcurrió sin muchos actos dignos de mención. A Mags le extraño que Terry hablará más con ellas que con el resto de los integrantes de su propia casa, a la que pertenecía –si no le fallaban las cuentas- hace más de tres años. Era un chico simpático, bastante conversador pero aún así, muy bueno escuchando. Las demás chicas no hablaron con ellas. Marietta Edgecombe parecía muy ofendida acerca de las queja de Lisset sobre Ravenclaw al principio así que se dedicó a ignorarla ofensivamente. No es que a ella le importara, tampoco.
En un momento dado Agnes sintió el codo de Lisset clavarse en sus costillas.
—¿Crees que deberíamos ir con ella? —preguntó, haciendo referencia a Rose que se encontraba solitaria, y apenas le dirigía la palabra a un chico de cabello castaño rizado y ojos grises cerca de ella. Lucy y Kate habían quedado en Gryffindor por lo que ella era la única Hufflepuff.
—Sí, deberíamos.
Ambas se levantaron, se disculparon con Terry y se dirigieron hacia la mesa de Hufflepuff.
—Hola, somos Agnes Kenneth y Lisset Trevian. —empezó Agnes, sentándose entre Rose y aquel chico castaño. — Nos han pedido que nos integremos con los estudiantes de Hogwarts así que…¡Papas fritas! — exclamó antes de terminar, lanzándose sobre una bandeja llenas de aquel manjar que tanto amaba.
—¿Hicieron esto por mí? —les preguntó Rosie, mirándolas con ojos solemnes.
—Sí, Rose, ¿por quién más? —obvió Lisset, comiendo una papa frita.
—Además —agregó Agnes tomando un poco de jugo de calabaza haciendo una mueca extraña —Nadie en Ravenclaw nos habla excepto Terry.
—¿Terry Boot? —inquirió Rosie.
—Ajá —dijo tomando otro sorbo —Es raro conocer personajes que no aparecen mucho en los li…
Se vió interrumpida por el codo de Lissy otra vez.
—Alguien nos está escuchando —susurró.
Y efectivamente, era así. Un chico de cabello rubio rizado las miraba con curiosidad.
—¿Ustedes realmente son de Salem? —preguntó.
Las chicas se miraron entre sí.
—Ajam —dijo Lisset.
—Eso está en norteámerica, ¿cierto?
—Sí —Agnes no sabía a dónde quería llegar el con aquellas preguntas tan idiotas, pero se contuvo a decirle algo.
—Vaya, realmente no veo la necesidad de que gente de otros continentes asista a torneos que son tan sólo para colegios de Europa —dijo él despectivamente.
Las tres se miraron entre sí, sin saber que decir. Sin saber si ignorarlo o enviarlo a la mierda.
—Perdona, ¿tú eres? —inquirió Lisset.
—Zacharias Smith —respondió el chico con suficiencia.
—Bueno, Zacharias, tal vez lo hagan con la intención de que las personas transferidas tenga el placer de encontrarse con gente divertida, inteligente y obviamente, tú no entras en esa lista —le espetó Agnes. El aludido abrió los ojos, desconcertado por la burla. Ness oyó una siseante risa al lado de Rose. Era de aquel chico al que vió hablando junto a ella desde la mesa de Ravenclaw. Al que había confundido con Cedric Diggory.
—¿De que te ríes, Jackwell? —inquirío Zacharias, furioso.
—De tu cara de idiota —respondió el, sin contener la mueca burlona de su rostro. Luego se enserió.—En realidad siempre la tuviste pero sólo buscaba una oportunidad para reírme de ella.
Smith observó por unos tensos segundos al moreno, y luego se fue, en busca de compañía más apropiada.
—Es un completo idiota —dijo el tal Jackwell, tapándose la boca ante un bostezo.
—Sí, eso parece —murmuró Agnes, jugando con el tenedor y con la vista clavada en su plato.
—¿Es que acaso no los presente? —indagó Rose para luego estamparse la palma de su mano en la frente —¡Que torpe soy! —hizo una pausa y se giró hacia el chico —Caleb, ellas son Lisset Trevian y Agnes Kenneth. Chicas, el es Caleb Jackwell.
El les sonrió y ambas le estrecharon la mano.
El chico tenía un rostro huraño, bastante raro. Podría parecer hosco o despectivo pero en realidad parecía bastante bromista y sarcástico.
—Se los veía muy conversadores desde allá —señaló Lisset.
—Oh, no hablabámos de mucho, es sólo que todos estaban tan preocupados por lo del Torneo que no me prestaron mucha atención —Rose tenía una sonrisa que no le llegó a los ojos.
En aquel momento Agnes y Lisset fueron conscientes del barullo terrible que en la casa de Hufflepuff se gestaba. Hannah Abott –o eso es lo que supuso Ness por su cabello rubio rojizo y sus coloradas mejillas— charlaba alegremente con el que debía ser Ernie Macmillan. Más allá, a lo lejos, se divisaba un pequeño gran grupo reunido en el centro, cuchicheando de manera más bien concentrada. Luego estaba aquel otro grupo al otro lado de la gran mesa, que hablaban de forma audible, y audible se refiere a que daban gritos que podían escucharse por todo el Gran comedor:
—¡Terminarás poniendo tu nombre en aquel Cáliz, y lo sabes!
—¡Ya cállate, Summerby!
—Aunque lo hiciera, igualmente no saldría elegido.
—¿Ah, sí? ¿Cuánto quieres apostar?
Entonces, del ruidoso segundo tumulto, salió una figura, alta, atlética y completamente sonriente. Détras de él muchas burlas y propuesta de apuestas seguían volando en el aire.
No hacía falta preguntar quién era, su sonrisa hablaba por él: Cedric Diggory.
Se acerco hacia dónde estaban los cuatro, su cabello castaño dorado estaba estratégicamente desordenado, tenía una sonrisa que podía hacer perder la conciencia a cualquiera. Por lo menos logró aquel efecto con Liss.
—Tú debes ser Rose Fairey, ¿verdad? —dijo —Yo soy Cedric Diggory, prefecto de la casa.
—Ahm —Rose vaciló y luego le estrechó la mano —Hola, un gusto en conocerte, Cedric.
—Lo mismo digo —Agnes no sabía que los prefectos tuvieran que presentarse formalmente ante los nuevos, pero probablemente Cedric lo hacía por que estaba en su naturaleza —Disculpen, ¿ustedes son…?
—Agnes Kenneth —se apresuró a decir Ness. Lisset no reaccionaba así que tuvo que darle un codazo.
—A-ah, sí. L-lisset Trevian —logro farfullar de manera entrecortada. Agnes nunca había visto de aquella manera a Lisset, ni siquiera cuádo Eric le hacía preguntas sobre biología, la materia que el menos entendía.
—Un gusto —respondió él —Me parece excelente la idea de traer a alumnos de otros continentes para socializar. Espero que disfruten de su estancia aquí.
—Muchas gracias, Cedric —dijo amablemente Rose, ya que Lisset estaba roja y parecía incapaz de decir algo coherente.
—De nada. Nos vemos —dijo él, y luego volvió con aquel grupo ruidoso del que había salido.
Lisset se quedó mirádolo mientras se iba y Agnes la codeó.
—Recuerda que el muere en la última prueba —susurra Mags en su oído, Lisset se sobresalta.
—Sí, lo sé. No hace falta que me lo recuerdes. —Lissy suspiró.
Cuándo las tres volvieron a sentarse, Agnes, de reojo, pudo notar un movimiento dorado desde la mesa de Gryffindor. Al levantar la cabeza vió a Kate, haciéndoles señas de manera impaciente, lo cuál significaba que debía llevar un rato haciendo eso.
—Creo que quiere que vayamos —dijo Rose, y las demás asintieron.
Se dirigieron a la primera mesa a la izquierda, dónde los Gryffindors charlaban de manera animada, algunos se lanzaban comidas entre si y los otros apostaban sobre quiénes serían los ganadores en el Torneo. Rose, Agnes y Lisset se quedaron paradas frente a ellos sin saber muy bien que hacer, observándolo todo.
Agnes sintió que algo tironeaba de la manga de su túnica. Era Lorraine.
Mags tomó asiento junto a su mejor amiga, quién estaba bastante feliz a juzgar por la expresión de su cara.
—¿Y cómo va todo, Lor?
—Oh, bien —respondió ella con felicidad. Agnes estaba segura de que su amiga no tenía fé en quedar en la casa de los leones, pero ella realmente pertenecía allí.
“No cómo tú” musitó una vocecita molesta en la mente de la Ravenclaw. La maldijó en su fuero interno. Agnes quizó cambiar de posición para contarle a Lorrie sus nuevas sospechas sobre porque habían entrado en su libro favorito, cuándo su pie chocó contra alguien que se sentaba frente a ella.
—Oh, lo siento —dijó restándole importancia, pero cuándo levantó la vista para ver quien era estuvo completamente segura de que había dejado de respirar.
Harry Potter.
Bajó la vista rápidamente de los ojos esmeraldas del chico, con la sangre arrebolada en su rostro, destiñendo sus pecas en el puente de su nariz. A su lado, Lorrie rió.
¿Es que acaso ella no estaba sorprendida? No, seguramente lo habría estado y ya habría hablado con él. Recordó su expresión de felicidad al sentarse en la mesa de Gryffindor.
—No es nada —respondió él. Mags se maldijo por ser tan torpe.
—¿Qué pasa, Nessie? ¿Por qué tan colorada?—empezó Lucy, de manera burlona al igual que Agnes cuándo le había hecho burla con Neville.
—Oh, cállate —pidió Agnes, sin recuperarse todavía. Además era Lorrie la que tenía un fetiche con Harry más grande que el universo —Y hablando de sonrojarse, ahí está Neville. —dijo señalando a un chico que estaba sentado un poco aislado y no hablaba con mucha gente. —¿Por qué no vas y dejas que te cuente las propiedades del Mimbulus Mimbletonia? —sugirió, pícara.
—Cállate —respondió la rubia, Agnes había conseguido que volviera a sonrojarse. —Además el todavía no tiene una.
Agnes sonrió con suficiencia.
Se dedicó a observar a los Gryffindors, que eran más alegres y divertidos que cualquiera de otra casa. Y luego sintió un extraño vacío en el estómago, a ella le hubiera gustado quedar allí…
—Vaya, vaya ¿quiénes son estás bellas señoritas? —Agnes vió a George y a Fred acercarse a ellas. Una sonrisa se dibujo en su rostro. Ellos eran de sus personajes favoritos.
—Ellas son Rose, Lisset y Agnes —les dijo Scar, que ya se había presentado con ellos.
—Un placer conocerlas —exclamó George —¡Y bienvenidas a Hogwarts!
—Sí, es una lástima que no quedarán en Gryffindor. Pero bueno, cualquier cosa es mejor que Slytherin —el que hablaba tenía una cicatriz en la barbilla, Agnes supuso que debía ser Fred. Lisset lo miró ofendida y Rose se puso del color de su cabello cuándo este le guiñó el ojo.
El resto de la cena fue mucho más feliz de lo que Agnes jamás hubiera podido soñar. Cómo cuándo era pequeña y pensaba que a los once su carta llegaría y se iría lejos, lejos en un tren escarlata que la llevaría a vivir aventuras mágicas.
La comida era estupenda en aquella mesa, y más de una vez Agnes tuvo que levantarse para ir al otro extremo a comer pollo con salsa y papas. Pero es que realmente eran deliciosos.
En un momento dado entre todo el gentío y las voces que se escuchaban por todo el salón, la voz de la profesora McGonagall pronunció un nombre, lo suficientemente alto cómo para que las mesas de Gryffindor y Hufflepuff lograran escuchar. Ambas casas se quedaron en silencio. La profesora de Transformaciones se encontraba al otro lado de la mesa de profesores, en la entrada del gran Comedor.
—¿Ha dicho…? —empezó Lucy.
—¿Potter? —terminó Scarlett por ella, al tiempo que un chico pasaba por entre la mesas y se dirigía hacia la profesora McGonagall con determinación.
Había algo, pensó Agnes, en la silueta de ese chico que le recordaba a algo, no podía saber a qué, pero era cómo una sensación de Deja Vú, como si ya estuviera familiarizada con aquella silueta de alguna manera. Tal vez si viera su rostro…
Pero el no se volteó en ningún momento. La profesora McGonagall parecía regañarlo por algo y luego lo envió fuera del Gran comedor. Ella se quedó allí hasta que los platos y copas se esfumaron y hasta que Dumbledore terminó de dar sus últimas advertencias.
—Muy bien, escúchenme todos —dijo, mientras las filas de las cuatro casas se apresuraban para salir de ahí —Las actividades con motivos del Torneo y las etapas de integración para los estudiantes transferidos se encontrará en sus respectivas salas comunes mañana después de clases, a las que deberán asistir obligatoriamente. Sin más preámbulos dejo que los prefectos los guíen hacia las salas de su casa.
Dicho y echo, todos fueron alejándose, las chicas estaban a punto de despedirse cuándo McGonagall se acercó hacia ellas.
—Ustedes vengan conmigo —ordenó, y las chicas solo atinaron a seguirla.
Las guío por un pasillo del cuál ella nunca habían leído o visto en las películas y recorrieron otro con muchas puertas, las cuáles tenían placas con nombres.
—Por está noche se quedarán aquí—dijo abriendo con magia la puerta número diecisiete, la que tenía una placa dorada que rezaba “Salem” —Mañana se les asignaran sus habitaciones en las salas comunes, la idea es que estén dispersas, así pueden entablar amistades con gente de este y de otros colegios.
Se oyeron murmullos de aprobación entre el pequeño grupo y entraron a la habitación.
Era enorme. Había una mesa de roble con velas y siete sillas. Una chimenea al costado, una estantería llena de libros que llegaban hasta el techo y siete camas con dosel, más allá, ubicadas en forma semicircular.
—Creo que no es necesario decirles que cuiden todo esto, ¿no es así? —indagó la mujer y las chicas asintieron de forma instantánea. —Traten de no salir, esté pasillo está prohibido para cualquier estudiante. Buenas noches —dijo enigmáticamente, cerrando la puerta tras ellas antes de que ninguna pudiera hacerles preguntas.
—Creo que ella lo sabe —dijo Lorrie cuándo se quedaron solas.
—Sí—acotó Kate.
—¡Esto es genial! —gritó Rosie, saltando en una de las camas.
—Rose, para ya. Despertarás a todo el mundo —pidió Scarlett.
—¡No me importa! ¡Estoy en Hogwarts! ¡No puedo creerlo! —siguió saltando.
—Rose…—empezó Lucy.
—¡¿Qué?! ¿Acaso no están emocionadas? ¡Yo sí!
—Todas estamos emocionadas, Rosie, pero…
—¡Ahora mis deseos se están volviendo realidad! ¿Cierto? ¡QUIERO CHOCOLATE CALIENTE! —gritó la pelirroja en voz alta.
—¡Rose! —Lorrie había perdido los estribos —Lo siento, pero no creo que eso suce…
Paf, el sonido de un chasquido resonó en la habitación. Una figura pequeña apareció y se desvaneció, dejando en la mesa siete largos vasos de plata con humeante chocolate caliente dentro.
Al principio ninguna los tomó, por desconfianza, pero luego Agnes agarró el suyo y le dio un largo trago. Era chocolate puro, tal cómo le gustaba. Sabía a todas las cosas buenas, a las galletas de chocolate que su mamá preparaba, a las tardes con Lorrie degustando las que su mamá solía hacer y a confites navideños. Sabía a todas aquellas cosas que tanto amaba.
Supuso que lo mismo había sucedido con las demás por que todas miraron el vaso con extrañeza.
Rose, quién tenía unos graciosos bigotes de crema en el labio superior señaló la bandeja en la que habían estado segundos antes los vasos de chocolate humeante.
—¡Miren! —dijo con su dedo índice, extrañamente tembloroso —¡Hay una nota!
Y era verdad. Todas juntaron sus cabezas para poder leer aquellas letras largas y torcidas.
Aquello no era posible.
En sus sueños más locos, desesperados, anhelantes y fantastícos que solía tener de antaño, sí, pero había crecido, y con toda la pena que ello implicaba, ese sueño había quedado sólo cómo eso: un sueño. No podía ser posible de ninguna manera.
Pero por más real que todo aquello le pareciera…Agnes no se dejaría ilusionar por otra estúpida broma que su mente le jugaba, sabiendo que en aquel momento sólo ella podría salir perdiendo. No podía creer cómo Lorrie o Rose podían creer esto con tanta facilidad, cómo si se tratara más bien de un helado de chocolate –fresa para Lorraine- lleno de nueces, galletas y otras glotonerías, que de una escuela para magos.
Hogwarts, para ser más específicos.
Sin embargo, allí estaban, subiendo a un bote sólo por que un completo desconocido se los había indicado. Agnes echó una ojeada a aquel lago, que casi desbordaba, con cierta desconfianza. En el aire se podía oler un deje a lluvía, el típico olor de la tierra mojada que tanto le recordaba a los días tormentosos sentada en el hall de su casa. El cielo estaba de aquel color morado intenso, y pequeñas gotitas caían. Se notaba a millas que había diluviado recientemente y que probablemente el clima retomara lo que había dejado entre esos espesos nubarrones.
El bote era más grande de lo acostumbrado, todas cupieron en el fácilmente. Este floto hasta aproximarse a su destino. Las chicas no paraban de parlotear con excitación pero algo las silenció, las dejó mudas de asombro, de emoción y devoción: el castillo.
Sí, ahí estaba, justo en frente de ellas. Con el fuego de las velas relampaguéando en cada ventana, iluminandolo todo con su esplendor. Sus proporciones eran inmensas y cada detalle, cada magnífica forma exquisitamente labrada, quedaron en su mente, por siempre. Si esto era sólo una ilusión, pensó, quería que se quedara en su retina. Inmortalizó la imagen del castillo en su mente y sabía que no se iría de allí. Nunca.
Entonces, sacudió la cabeza. Probablemente, esto fuera una broma, una muy, muy buena. Cómo aquella vez que Samantha Parkinson –sí, como la del libro- había enviado una carta a Lorraine, idéntica a la que Harry había recibido a los once años. Cuándo Lorrie la vió en su casillero, sus ojos se abrieron como platos, y le preguntó a Samantha, quién estaba a dos casilleros de distancia mascando chicle ruidosamente, quién se lo había dejado ahí. Ella le contento que un pajarraco extraño “¿Un buho, tal vez?”. Lorrie dio tales saltitos de alegría que toda la escuela se percató de ello “¡Soy mágica! ¡Soy mágica!”. Al final de todo, los compañeros del séptimo grado la esperaban en el gimnasio, se rieron de ella, y Lorraine por poco no tuvo que llevar una bolsa de papel en la cabeza por el resto del año escolar.
“Son idiotas, Lorrie, eso es lo que son” había dicho Agnes. Pero ¿qué demonios se supone que debía decir después de todo esto? Miró a Lorrie, sus ojos cálidos brillaban a la luz del castillo. Estuvo segura que estaba a punto de llorar de la emoción. Nunca había tenido esa mirada, probablemente desde que sus padres murieron. Desearía poder creer en todo aquello al igual que su amiga.
Y entonces su mano, la mano de Lorrie, agarró fuertemente la de Agnes.
Si aquel gesto no se hubiera producido, probablemente Agnes Kenneth seguiría sin creer en todo aquello. Agnes Kenneth seguiría pensando que estaba loca y desconfiaría de todo lo que ve o siente. Agnes Kenneth seguiría, en el presente, sin reconocer que estaba formando parte de algo extraordinariamente mágico junto con sus mejores amigas.
—Lor…—empezó, resignándose.
—¿No lo ves, Ness? —respondió la aludida con la vista totalmente perdida en el castillo. —Nunca más vamos a tener que sentirnos rechazadas, nunca más vamos a volver a sentirnos solas y nunca más vamos a sentir cómo que no pertenecemos —hizo una pausa—. Este es nuestro hogar.
Y Agnes no pudo decir nada. No pudo rebatir.
Tanteó con su mano, y creyó encontrar la de Rose. La tomó. No supo si todas habían echo lo mismo, formando un gran círculo que jamás iba a separarse.
Suspiró. Casa. Estaban en casa.
***
—¿En que tanto piensas Lucy? —Mags tenía una sonrisa divertida.
—E-n n-nada — respondía la blonda con el rostro a lo rojo-Weasley.
La respuesta era sencilla y comprendía de dos palabras: Neville Longbottom.
—¡Oh, vamos Lucy! —exclamó Scarlett, quién un inesperado viaje a través del tiempo y la fantasía la había puesto más conversadora que de costumbre —¡Si no fuera nada no te estarías sonrojando!
—¿Pensando otra vez en tu Neville? —inquirió Lissy con una mueca pícara.
—¡Ya déjenme! — Lucy se tapó la cara con las manos.
Agnes rió, y luego se golpeó mentalmente. Era cierto ¡conocerían a todos sus personajes favoritos! Ron, Hermione, Fred y George, Luna Lovegood ¡hasta conocer a Argus Filch parecía una propuesta tan agradable!
Y Harry. Agnes sacudió el brazo de Lorrrie.
—¡Lor! ¡Veremos a Harry! —Lorrie negó con la cabeza, y rió. Agnes estaba como una niña pequeña que visita por primera vez la tienda de Zonko’s y se ha ganado una buena dosis de azúcar en la sangre. Hace mucho que no veía a su amiga actuar de aquella manera tan peculiar. Y luego se sonrojó, claro, conocería al amor de su infancia dentro de unos minutos.
—No creí que fuera tan grande…—Rosie murmuró, totalmente ida en sus reflexiones.
—¿Qué cosa? —Lorraine se había despistado. Mala idea, Rose la golpeó en la cabeza.
—¿Pues de que más? ¡Del castillo tonta! —Lorrie se frotaba la zona afectada con fuerza.
Conforme las bromas seguían, más se acercaban a aquella puerta. Aquella puerta que daría paso a un montón de cosas que vendrían luego. Cosas que nadie, ni siquiera ellas mismas, podrían haber creído que se encontrarían en otras situaciones.
—¡Bienvenidas a Hogwarts chicas! —exclamó Hagrid, visiblemente contento. A las cálidas luces del castillo de Hogwarts, no parecía tan aterrador cómo hace unos minutos en el bosque. Dirigió su gran mano hasta la enorme puerta de roble, en dónde se podía ver el emblema y la frase de Hogwarts: “Draco Dormiens Nunquam Titillandus”
La puerta se abrió, y un resplandor dorado las envolvió.
Quedándose pasmadas del asombro y la belleza, las cuatro entraron a pies torpes, girando sus cabezas de un lado al otro. Fijándose hasta en el más minímo de los detalles.
Velas flotaban en el techo, colgadas a intervalos regulares en las paredes, parecían pocas para poder emitir aquella luz resplandeciente que te hacía sentir calor con solo mirarla. Las paredes estaban hechas de piedra antigua, pero aún así, seguía siendo enormemente acogedor. Los retratos, todos magníficamente pintados, parecían felices de verlas ahí, cómo si estuvieran esperando por ellas. Los fantasmas revoloteaban de un lado a otro con algarabía.
Afuera el temporal volvía retomar su anterior fuerza, Agnes se quedó observando los relámpagos por los grandes ventanales. Lorrie se acerco a la enorme puerta de oro que daba comienzo al Gran Comedor y escuchó las voces, risas y gritos que los demás estudiantes soltaban.
—¿Crees que este ahí? —inquirió, mordiéndose el labio inferior.
—¿Harry? Sí, ya lo creo —Agnes parecía muy convencida de ello.
Lorrie iba a agregar algo más pero entonces paró en secó, su mandíbula parecía a punto de salirse de lugar. Lisset, quién iba détras de ellas chocó contra Lorraine, pero la chica no se inmutó.
—Lorrie ¿qué…? —empezó a decir Mags pero se detuvo al ver la punta de una capa de colores llamativos. Siguió subiendo la vista hasta que se encontro con la señora Jibbs con la mirada clavada en ella atentamente.
Todas hicieron silencio, se podía sentir el ruido de un alfiler al caer…
— Oh, queridas, ¡qué susto me habían dado! ¿Cómo se les ocurre desaparecer de esa forma? —su voz era melodiosa y preocupada. A Agnes le causó dolor de cabeza.
¿Qué hacia ella aquí? ¿No le bastaba con darles un susto de muerte hace un momento – o dentro de diecinueve años-?
— ¡Ha sido mi culpa!—Lisset asumió la responsabilidad —.Ese bosque me ha dado curiosidad y no pude evitar querer recorrerlo. Lo lamento mucho, no era nuestra intención preocuparla, se lo aseguro. —le otorgó a la señora Jibbs una sonrisa bastante convincente e inocente.
La vieja fingió que regañaba a Liss, para luego lanzarle indirectas a Hagrid. ¿Era idea de Agnes o le estaba coqueteando? De todas maneras, se entretuvo acariciando una de las paredes, sorprendiéndose por su rugosidad, tratando de convencerse de que era real. Sin embargo su cavidad bucal casi cae al completo por el suelo, cuándo se enteró que la señora Jibbs era su “directora”
— ¡¿Qué diablos?! — Kate se salió de sus estribos. Había intentado parecer calma desde que habían llegado y además Hagrid se había largado.
— Kate, por favor, te pido que te calmes… —rogó Jibbs.
—¿¡Qué me calme!? — preguntó, entre sarcástica y furiosa. Agnes estaba a punto de acudir para que no se desatara la bestia de su amiga— ¿¡Cómo voy a calmarme!? ¿¡Qué está sucediendo!? ¡Quiero que me explique todo en este mismo instante, Señora Jibbs! —exigió, totalmente indignada.
La tensión se cortaba con navaja. Lisset pasaba una mano por su cabello castaño mientras la señora Jibbs suspiraba.
— Como ya se habrán dado cuenta, están en Hogwarts. Un lugar que hasta hace menos de una hora creían era ficticio… — hizo una pausa, tratando de elegir las palabras correctas — No sabría explicarles por qué están aquí ahora, porque sinceramente no lo sé.
Agnes empezó a mover el pie con impaciencia, ¿a dónde quería llegar ésta señora?
— Y el por qué el mundo mágico y las aventuras de Harry Potter están plasmadas en papel… Bueno, no me corresponde responder eso.
Las quejas de las chicas se hicieron oír, pero ella las acalló con un ademán.
— Lo lamento, pero así es como debe ser. — respondió, cortante – Ahora, seguramente se están preguntando como es que comenzarán en Hogwarts. Bueno, confío que hayan leído bien esos libros suyos y sepan lo necesario para entrar al año que les corresponde por su edad. No entrarán como alumnas de Hogwarts, claro, son de Estados Unidos. Uno se daría cuenta de inmediato.
— Entonces, ¿cómo…? — empezó Rosie.
— Les doy la bienvenida al Instituto de Brujas de Salem. — les dedicó una enorme sonrisa.
Ellas, sin poder evitarlo, empezaron a cuchichear con emoción, incluso Agnes, que repelía aquellas cosas adolescentes.
— ¡Silencio! – exclamó su nueva directora. — Como nuevas discípulas mías, espero respeto.
Un “lo siento” colectivo se oyó y ninguna volvió a hablar.
- Bien. – dijo visiblemente satisfecha por el respeto que imponía – Ahora, es tiempo de cambiar esas ropas muggles que llevan puestas. – movió su elegante varita y las ropas húmedas de las chicas se transformaron en una cálida túnica, sin emblema, de Hogwarts. Agnes sonrió. – Dirán que son mestizas. Lamentablemente, la política del Instituto no permite admitir a nacidos de muggles. No pregunten por qué, es una vieja tradición que no se puede cambiar. Vamos, hay que entrar. No querrán llegar tarde a su Selección, ¿o sí?
Todas se miraron entre sí, sonrientes.
***
Daba pasos seguros, sentía cómo los demás estudiantes cuchicheaban a su alrededor. Si esto era un sueño, la sensación de incomodidad era bastante real.
Iban en fila india hasta un taburete, precedidas por la señora –perdón, Directora- Jibbs. En taburete en el que se hallaba su destino en alguna de las cuatro grandes casas. Cuando se detuvieron, todas lo miraron, con cierto odio, respeto, desconfianza y nerviosismo.
Lo admitía, estaba nerviosa. Ella era muy cambiante, el sombrero no se decidiría en que casa ponerla y tendrían que enviarla de vuelta a casa…en el siglo XXI. Ese era su mayor miedo.
Lorraine siempre había dicho que ella sería una Gryffindor, pero dudaba. Dudaba de que sus capacidades para hacer el bien le fallaran ahora. Pero Ravenclaw era un opción bastante buena, y realmente no le desagradaba aquella casa.
Aunque también era trabajadora, y fiel aunque no lo pareciera, podría ser una Hufflepuff y para estar en Slytherin astucia no le faltaba.
Sí, definitivamente, el sombrero se encontraría con un dilema bastante difícil con el cuál lidiar.
Luego de la presentación de Dumbledore, la directora Jibbs fue a sentarse a la derecha de la gran mesa de profesores, acompañada con dos perros galgos de lustroso pelaje gris en cada lado, por qué aún en el mundo mágico esa mujer no dejaba su afición por los perros. McGonagall entro en escena, cogió el sombrero mágico entre sus largas manos y leyó la lista:
—Fairey, Rose.
La pelirroja, según el punto de vista de Agnes, parecía a punto de vomitar babosas. Le dio un empujoncito y de su parte recibió una mirada asesina. Avanzó a torpes pasos el trecho que le faltaba recorrer para llegar al taburete y se sentó. Minerva le colocó el sombrero y Rose parecía nerviosa en la presencia de aquel objeto en su mente.
Tras una larga espera que se les hizo eterna a todas, el sombrero finalmente anunció:
—¡HUFFLEPUFF!
La mesa de los tejones estalló en aplausos. Rosie fue saltando hacia allí.
—Holmes, Lorraine.
El Gran Comedor volvió a quedar en silencio nuevamente. Agnes le dirigió una mirada de apoyo a su amiga, quién, tambaleante, fue a encontrar su casa en el taburete.
—¡GRYFFINDOR! —exclamó al cabo de unos segundos. Las chicas lanzaron gritos de emoción y palmearon a Lorrie en la espalda, quién, muy sonrojada fue a sentarse con los leones.
—Kenneth, Agnes.
Su corazón se detuvo. En realidad, todo parecio detenerse.
Ya no escuchaba las voces de nadie, su miedo podría consumarse en cualquier momento y ella no podría evitarlo. Alguien la empujó y se tambaleó, trato de caminar de manera segura hasta el taburete. Antes de subir la pequeña escalinata volvió a tambalearse, McGonagall la sostuvó por el brazo y le dio unas palmadas en el hombro. Un par de risitas resonaron por el comedor.
“Mmmh, interesante” murmuró el sombrero dentro de su cabeza.
“Apuesto a que le dice eso a la mayoría de los estudiantes” pensó la chica de ojos cambiantes, para sí, olvidándose por completo de que el sombrero podía escuchar sus pensamientos.
“A decir verdad lo hago ya que todos son interesantes a su manera. No olvides que puedo escuchar cada cosa que piensas”
“No lo haré”.
“Perfecto. A ver, que tenemos aquí” sonaba meditabundo y reflexivo “¡Una obra de arte! Y a decir verdad, una bastante compleja…” Agnes maldijo por lo bajo.
“Tienes toda la fidelidad del mundo para ser una Hufflepuff, y tampoco eres holgazana así que, sí, podrías serlo. Pero…no, no, no. Tu lugar definitivamente no esta allí. ¿Qué te parece Slytherin? Creo que tienes la astucia suficiente pero…”
Agnes se impacientaba y se ponía cada vez más nerviosa. El sombrero no sabía dónde dejarla, musitaba alternativa y ocasionalmente un “tal vez”, “no lo sé” y “puede ser” y jamás lograba decidirse. El silencio del Gran Comedor empezó a volverse incomódo y Agnes empezó a enfadarse con aquel viejo objeto inanimado.
“Si, Ravenclaw sería tu casa ideal. Pero no, no lo sé. Díficil, bastante díficil. Eres toda una leona, y si bien no lo demuestras tu capacidad de hacer el bien puede aflorar hasta en los momentos más oscuros. Sí, sí, eres toda una…”
—¡RAVENCLAW!
“¿Qué?” quiso reprochar la nueva proclamada Ravenclaw pero McGonagall le quitó el sombrero antes de que pudiera pronunciar palabra.
Con los aplausos de las águilas resonando en sus oídos y vagamente aturullada, se dirigió hacia la mesa azul y bronce, la primera a la derecha, quedando así entre Hufflepuffs y Slytherins. Se desplazó entre un chico, a metros de ella una rubia parloteaba alegremente con sus amigas.
El chico le extendió la mano antes de que Agnes se recuperara.
—Terry Boot, futuro prefecto de la casa de Ravenclaw —tenía los ojos muy azules. Esbozó una sonrisa —¿y tu eres?
Agnes lo miró como sin comprender. “¡GRYFFINDOR!” volvió a exclamar el sombrero anunciando que Scarlett era una nueva leona.
—Agnes Kenneth —dijo, estrechándole la mano a medida que la casa escarlata aplaudía —Un placer.
El volvió a sonreír y se giró.
—¡Trevian, Lisset!
—¡RAVENCLAW!
Lissy se acercó a la mesa de las águilas deseando que fuera la mesa de las serpientes. Tenía el rostro completamente transformado en una mueca enfurruñada. Se esforzaba por no hacer un puchero, pero su labio inferior sobresalía notoriamente. Agnes habría reído en situaciones normales pero por respeto a su amiga, no lo hizo.
—Estoy en Ravenclaw, ¿puedes creerlo? —dijo enojadísima, sentándose al lado de Agnes mientras cruzaba los brazos.
—Sí —respondió Mags con voz monocorde, mientras examinaba una copa de bronce —.Yo también estoy aquí.
—Sí, pero tú encajas. Yo…—suspiró, mirando a la mesa esmeralda dónde una morena de cabello hasta los hombros le susurraba algo a una rubia. Ambas reían de manera bastante audible.
Agnes exhaló.
—Dijo que me enviaría a Gryffindor.
—¿El sombrero te dijo eso? ¡¿Y luego te envió aquí?! —Lisset chillaba y toda la mesa empezó a percatarse de ello —¡Deberíamos quejarnos con Dumb…! ¡¿Viste a Dumbledore?! —el tono de su amiga cambió totalmente, hablaba tan apresuradamente y con tanta algarabía que Agnes se preguntó por qué no le faltaba el aire —Es más viejo en persona ¡y no pensé que su barba fuera tan larga!
Ness rió. Terry Boot, que, al igual que toda la mesa de Ravenclaw había escuchado a Lisset, sonrió:
—Actualmente, nadie sabe que edad tiene —le confesó a Lisset por entre medio de Mags. La chica pusó los ojos cómo platos.
—¿Enserio? ¿Y nadie le ha preguntado por la longitud de su barba?
El azulino negó divertido.
La cena transcurrió sin muchos actos dignos de mención. A Mags le extraño que Terry hablará más con ellas que con el resto de los integrantes de su propia casa, a la que pertenecía –si no le fallaban las cuentas- hace más de tres años. Era un chico simpático, bastante conversador pero aún así, muy bueno escuchando. Las demás chicas no hablaron con ellas. Marietta Edgecombe parecía muy ofendida acerca de las queja de Lisset sobre Ravenclaw al principio así que se dedicó a ignorarla ofensivamente. No es que a ella le importara, tampoco.
En un momento dado Agnes sintió el codo de Lisset clavarse en sus costillas.
—¿Crees que deberíamos ir con ella? —preguntó, haciendo referencia a Rose que se encontraba solitaria, y apenas le dirigía la palabra a un chico de cabello castaño rizado y ojos grises cerca de ella. Lucy y Kate habían quedado en Gryffindor por lo que ella era la única Hufflepuff.
—Sí, deberíamos.
Ambas se levantaron, se disculparon con Terry y se dirigieron hacia la mesa de Hufflepuff.
—Hola, somos Agnes Kenneth y Lisset Trevian. —empezó Agnes, sentándose entre Rose y aquel chico castaño. — Nos han pedido que nos integremos con los estudiantes de Hogwarts así que…¡Papas fritas! — exclamó antes de terminar, lanzándose sobre una bandeja llenas de aquel manjar que tanto amaba.
—¿Hicieron esto por mí? —les preguntó Rosie, mirándolas con ojos solemnes.
—Sí, Rose, ¿por quién más? —obvió Lisset, comiendo una papa frita.
—Además —agregó Agnes tomando un poco de jugo de calabaza haciendo una mueca extraña —Nadie en Ravenclaw nos habla excepto Terry.
—¿Terry Boot? —inquirió Rosie.
—Ajá —dijo tomando otro sorbo —Es raro conocer personajes que no aparecen mucho en los li…
Se vió interrumpida por el codo de Lissy otra vez.
—Alguien nos está escuchando —susurró.
Y efectivamente, era así. Un chico de cabello rubio rizado las miraba con curiosidad.
—¿Ustedes realmente son de Salem? —preguntó.
Las chicas se miraron entre sí.
—Ajam —dijo Lisset.
—Eso está en norteámerica, ¿cierto?
—Sí —Agnes no sabía a dónde quería llegar el con aquellas preguntas tan idiotas, pero se contuvo a decirle algo.
—Vaya, realmente no veo la necesidad de que gente de otros continentes asista a torneos que son tan sólo para colegios de Europa —dijo él despectivamente.
Las tres se miraron entre sí, sin saber que decir. Sin saber si ignorarlo o enviarlo a la mierda.
—Perdona, ¿tú eres? —inquirió Lisset.
—Zacharias Smith —respondió el chico con suficiencia.
—Bueno, Zacharias, tal vez lo hagan con la intención de que las personas transferidas tenga el placer de encontrarse con gente divertida, inteligente y obviamente, tú no entras en esa lista —le espetó Agnes. El aludido abrió los ojos, desconcertado por la burla. Ness oyó una siseante risa al lado de Rose. Era de aquel chico al que vió hablando junto a ella desde la mesa de Ravenclaw. Al que había confundido con Cedric Diggory.
—¿De que te ríes, Jackwell? —inquirío Zacharias, furioso.
—De tu cara de idiota —respondió el, sin contener la mueca burlona de su rostro. Luego se enserió.—En realidad siempre la tuviste pero sólo buscaba una oportunidad para reírme de ella.
Smith observó por unos tensos segundos al moreno, y luego se fue, en busca de compañía más apropiada.
—Es un completo idiota —dijo el tal Jackwell, tapándose la boca ante un bostezo.
—Sí, eso parece —murmuró Agnes, jugando con el tenedor y con la vista clavada en su plato.
—¿Es que acaso no los presente? —indagó Rose para luego estamparse la palma de su mano en la frente —¡Que torpe soy! —hizo una pausa y se giró hacia el chico —Caleb, ellas son Lisset Trevian y Agnes Kenneth. Chicas, el es Caleb Jackwell.
El les sonrió y ambas le estrecharon la mano.
El chico tenía un rostro huraño, bastante raro. Podría parecer hosco o despectivo pero en realidad parecía bastante bromista y sarcástico.
—Se los veía muy conversadores desde allá —señaló Lisset.
—Oh, no hablabámos de mucho, es sólo que todos estaban tan preocupados por lo del Torneo que no me prestaron mucha atención —Rose tenía una sonrisa que no le llegó a los ojos.
En aquel momento Agnes y Lisset fueron conscientes del barullo terrible que en la casa de Hufflepuff se gestaba. Hannah Abott –o eso es lo que supuso Ness por su cabello rubio rojizo y sus coloradas mejillas— charlaba alegremente con el que debía ser Ernie Macmillan. Más allá, a lo lejos, se divisaba un pequeño gran grupo reunido en el centro, cuchicheando de manera más bien concentrada. Luego estaba aquel otro grupo al otro lado de la gran mesa, que hablaban de forma audible, y audible se refiere a que daban gritos que podían escucharse por todo el Gran comedor:
—¡Terminarás poniendo tu nombre en aquel Cáliz, y lo sabes!
—¡Ya cállate, Summerby!
—Aunque lo hiciera, igualmente no saldría elegido.
—¿Ah, sí? ¿Cuánto quieres apostar?
Entonces, del ruidoso segundo tumulto, salió una figura, alta, atlética y completamente sonriente. Détras de él muchas burlas y propuesta de apuestas seguían volando en el aire.
No hacía falta preguntar quién era, su sonrisa hablaba por él: Cedric Diggory.
Se acerco hacia dónde estaban los cuatro, su cabello castaño dorado estaba estratégicamente desordenado, tenía una sonrisa que podía hacer perder la conciencia a cualquiera. Por lo menos logró aquel efecto con Liss.
—Tú debes ser Rose Fairey, ¿verdad? —dijo —Yo soy Cedric Diggory, prefecto de la casa.
—Ahm —Rose vaciló y luego le estrechó la mano —Hola, un gusto en conocerte, Cedric.
—Lo mismo digo —Agnes no sabía que los prefectos tuvieran que presentarse formalmente ante los nuevos, pero probablemente Cedric lo hacía por que estaba en su naturaleza —Disculpen, ¿ustedes son…?
—Agnes Kenneth —se apresuró a decir Ness. Lisset no reaccionaba así que tuvo que darle un codazo.
—A-ah, sí. L-lisset Trevian —logro farfullar de manera entrecortada. Agnes nunca había visto de aquella manera a Lisset, ni siquiera cuádo Eric le hacía preguntas sobre biología, la materia que el menos entendía.
—Un gusto —respondió él —Me parece excelente la idea de traer a alumnos de otros continentes para socializar. Espero que disfruten de su estancia aquí.
—Muchas gracias, Cedric —dijo amablemente Rose, ya que Lisset estaba roja y parecía incapaz de decir algo coherente.
—De nada. Nos vemos —dijo él, y luego volvió con aquel grupo ruidoso del que había salido.
Lisset se quedó mirádolo mientras se iba y Agnes la codeó.
—Recuerda que el muere en la última prueba —susurra Mags en su oído, Lisset se sobresalta.
—Sí, lo sé. No hace falta que me lo recuerdes. —Lissy suspiró.
Cuándo las tres volvieron a sentarse, Agnes, de reojo, pudo notar un movimiento dorado desde la mesa de Gryffindor. Al levantar la cabeza vió a Kate, haciéndoles señas de manera impaciente, lo cuál significaba que debía llevar un rato haciendo eso.
—Creo que quiere que vayamos —dijo Rose, y las demás asintieron.
Se dirigieron a la primera mesa a la izquierda, dónde los Gryffindors charlaban de manera animada, algunos se lanzaban comidas entre si y los otros apostaban sobre quiénes serían los ganadores en el Torneo. Rose, Agnes y Lisset se quedaron paradas frente a ellos sin saber muy bien que hacer, observándolo todo.
Agnes sintió que algo tironeaba de la manga de su túnica. Era Lorraine.
Mags tomó asiento junto a su mejor amiga, quién estaba bastante feliz a juzgar por la expresión de su cara.
—¿Y cómo va todo, Lor?
—Oh, bien —respondió ella con felicidad. Agnes estaba segura de que su amiga no tenía fé en quedar en la casa de los leones, pero ella realmente pertenecía allí.
“No cómo tú” musitó una vocecita molesta en la mente de la Ravenclaw. La maldijó en su fuero interno. Agnes quizó cambiar de posición para contarle a Lorrie sus nuevas sospechas sobre porque habían entrado en su libro favorito, cuándo su pie chocó contra alguien que se sentaba frente a ella.
—Oh, lo siento —dijó restándole importancia, pero cuándo levantó la vista para ver quien era estuvo completamente segura de que había dejado de respirar.
Harry Potter.
Bajó la vista rápidamente de los ojos esmeraldas del chico, con la sangre arrebolada en su rostro, destiñendo sus pecas en el puente de su nariz. A su lado, Lorrie rió.
¿Es que acaso ella no estaba sorprendida? No, seguramente lo habría estado y ya habría hablado con él. Recordó su expresión de felicidad al sentarse en la mesa de Gryffindor.
—No es nada —respondió él. Mags se maldijo por ser tan torpe.
—¿Qué pasa, Nessie? ¿Por qué tan colorada?—empezó Lucy, de manera burlona al igual que Agnes cuándo le había hecho burla con Neville.
—Oh, cállate —pidió Agnes, sin recuperarse todavía. Además era Lorrie la que tenía un fetiche con Harry más grande que el universo —Y hablando de sonrojarse, ahí está Neville. —dijo señalando a un chico que estaba sentado un poco aislado y no hablaba con mucha gente. —¿Por qué no vas y dejas que te cuente las propiedades del Mimbulus Mimbletonia? —sugirió, pícara.
—Cállate —respondió la rubia, Agnes había conseguido que volviera a sonrojarse. —Además el todavía no tiene una.
Agnes sonrió con suficiencia.
Se dedicó a observar a los Gryffindors, que eran más alegres y divertidos que cualquiera de otra casa. Y luego sintió un extraño vacío en el estómago, a ella le hubiera gustado quedar allí…
—Vaya, vaya ¿quiénes son estás bellas señoritas? —Agnes vió a George y a Fred acercarse a ellas. Una sonrisa se dibujo en su rostro. Ellos eran de sus personajes favoritos.
—Ellas son Rose, Lisset y Agnes —les dijo Scar, que ya se había presentado con ellos.
—Un placer conocerlas —exclamó George —¡Y bienvenidas a Hogwarts!
—Sí, es una lástima que no quedarán en Gryffindor. Pero bueno, cualquier cosa es mejor que Slytherin —el que hablaba tenía una cicatriz en la barbilla, Agnes supuso que debía ser Fred. Lisset lo miró ofendida y Rose se puso del color de su cabello cuándo este le guiñó el ojo.
El resto de la cena fue mucho más feliz de lo que Agnes jamás hubiera podido soñar. Cómo cuándo era pequeña y pensaba que a los once su carta llegaría y se iría lejos, lejos en un tren escarlata que la llevaría a vivir aventuras mágicas.
La comida era estupenda en aquella mesa, y más de una vez Agnes tuvo que levantarse para ir al otro extremo a comer pollo con salsa y papas. Pero es que realmente eran deliciosos.
En un momento dado entre todo el gentío y las voces que se escuchaban por todo el salón, la voz de la profesora McGonagall pronunció un nombre, lo suficientemente alto cómo para que las mesas de Gryffindor y Hufflepuff lograran escuchar. Ambas casas se quedaron en silencio. La profesora de Transformaciones se encontraba al otro lado de la mesa de profesores, en la entrada del gran Comedor.
—¿Ha dicho…? —empezó Lucy.
—¿Potter? —terminó Scarlett por ella, al tiempo que un chico pasaba por entre la mesas y se dirigía hacia la profesora McGonagall con determinación.
Había algo, pensó Agnes, en la silueta de ese chico que le recordaba a algo, no podía saber a qué, pero era cómo una sensación de Deja Vú, como si ya estuviera familiarizada con aquella silueta de alguna manera. Tal vez si viera su rostro…
Pero el no se volteó en ningún momento. La profesora McGonagall parecía regañarlo por algo y luego lo envió fuera del Gran comedor. Ella se quedó allí hasta que los platos y copas se esfumaron y hasta que Dumbledore terminó de dar sus últimas advertencias.
—Muy bien, escúchenme todos —dijo, mientras las filas de las cuatro casas se apresuraban para salir de ahí —Las actividades con motivos del Torneo y las etapas de integración para los estudiantes transferidos se encontrará en sus respectivas salas comunes mañana después de clases, a las que deberán asistir obligatoriamente. Sin más preámbulos dejo que los prefectos los guíen hacia las salas de su casa.
Dicho y echo, todos fueron alejándose, las chicas estaban a punto de despedirse cuándo McGonagall se acercó hacia ellas.
—Ustedes vengan conmigo —ordenó, y las chicas solo atinaron a seguirla.
Las guío por un pasillo del cuál ella nunca habían leído o visto en las películas y recorrieron otro con muchas puertas, las cuáles tenían placas con nombres.
—Por está noche se quedarán aquí—dijo abriendo con magia la puerta número diecisiete, la que tenía una placa dorada que rezaba “Salem” —Mañana se les asignaran sus habitaciones en las salas comunes, la idea es que estén dispersas, así pueden entablar amistades con gente de este y de otros colegios.
Se oyeron murmullos de aprobación entre el pequeño grupo y entraron a la habitación.
Era enorme. Había una mesa de roble con velas y siete sillas. Una chimenea al costado, una estantería llena de libros que llegaban hasta el techo y siete camas con dosel, más allá, ubicadas en forma semicircular.
—Creo que no es necesario decirles que cuiden todo esto, ¿no es así? —indagó la mujer y las chicas asintieron de forma instantánea. —Traten de no salir, esté pasillo está prohibido para cualquier estudiante. Buenas noches —dijo enigmáticamente, cerrando la puerta tras ellas antes de que ninguna pudiera hacerles preguntas.
—Creo que ella lo sabe —dijo Lorrie cuándo se quedaron solas.
—Sí—acotó Kate.
—¡Esto es genial! —gritó Rosie, saltando en una de las camas.
—Rose, para ya. Despertarás a todo el mundo —pidió Scarlett.
—¡No me importa! ¡Estoy en Hogwarts! ¡No puedo creerlo! —siguió saltando.
—Rose…—empezó Lucy.
—¡¿Qué?! ¿Acaso no están emocionadas? ¡Yo sí!
—Todas estamos emocionadas, Rosie, pero…
—¡Ahora mis deseos se están volviendo realidad! ¿Cierto? ¡QUIERO CHOCOLATE CALIENTE! —gritó la pelirroja en voz alta.
—¡Rose! —Lorrie había perdido los estribos —Lo siento, pero no creo que eso suce…
Paf, el sonido de un chasquido resonó en la habitación. Una figura pequeña apareció y se desvaneció, dejando en la mesa siete largos vasos de plata con humeante chocolate caliente dentro.
Al principio ninguna los tomó, por desconfianza, pero luego Agnes agarró el suyo y le dio un largo trago. Era chocolate puro, tal cómo le gustaba. Sabía a todas las cosas buenas, a las galletas de chocolate que su mamá preparaba, a las tardes con Lorrie degustando las que su mamá solía hacer y a confites navideños. Sabía a todas aquellas cosas que tanto amaba.
Supuso que lo mismo había sucedido con las demás por que todas miraron el vaso con extrañeza.
Rose, quién tenía unos graciosos bigotes de crema en el labio superior señaló la bandeja en la que habían estado segundos antes los vasos de chocolate humeante.
—¡Miren! —dijo con su dedo índice, extrañamente tembloroso —¡Hay una nota!
Y era verdad. Todas juntaron sus cabezas para poder leer aquellas letras largas y torcidas.
A.D
Sigue: Nina
Última edición por Polly † el Lun 10 Jun 2013, 6:41 pm, editado 2 veces
wade wilson.
Re: This Time Aroundϟ - Novela Colectiva de Harry Potter
por wade wilson. Lun 10 Jun 2013, 3:18 pm
SIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIII! AL FIN LO SUBÍ :DDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDD
wade wilson.
Re: This Time Aroundϟ - Novela Colectiva de Harry Potter
por tenshittae Lun 10 Jun 2013, 3:32 pm
MALDITA SEA
TU CAPITULO FUE TAN AKSJAKJKASAJSKASJKAS
OSEA
ME ENCANTO!
kajskasj esta largisimo<3 dios mio.
osea ame todo de tu capitulo:3
diablos, lucy molesto a agnes con harry y mags se la regreso(? re apliquete, ah.
AKSJASKAJSKAS ese zacharias smith no me da buena espina._.
ah.
sjakjsaksjask pobre Mags:c ya le dieron los feelings por no estar en gryffindor:ccc pero esta en Ravenclaw! como dijeron George y Fred, todo mejor que estar en slytherin(? ah no xd. slytherin es genial igual.
KAJSKASKAS
conocieron a los hermanos weasley!
osea
akjsaksa
no puedo xd!
JAJAJAJA Rosie toda imperactiva xD!
pobresilla dejenla ser feliz!
oh deos, quien sera el de la nota D:?
trato de pensar pero mi mente no funciona muy bien en estos momentos(?
ah.
me encanto el capitulo polly<3
escribes hermoso, enserio:3
Besos xx
TU CAPITULO FUE TAN AKSJAKJKASAJSKASJKAS
OSEA
ME ENCANTO!
kajskasj esta largisimo<3 dios mio.
osea ame todo de tu capitulo:3
diablos, lucy molesto a agnes con harry y mags se la regreso(? re apliquete, ah.
AKSJASKAJSKAS ese zacharias smith no me da buena espina._.
ah.
sjakjsaksjask pobre Mags:c ya le dieron los feelings por no estar en gryffindor:ccc pero esta en Ravenclaw! como dijeron George y Fred, todo mejor que estar en slytherin(? ah no xd. slytherin es genial igual.
KAJSKASKAS
conocieron a los hermanos weasley!
osea
akjsaksa
no puedo xd!
JAJAJAJA Rosie toda imperactiva xD!
pobresilla dejenla ser feliz!
oh deos, quien sera el de la nota D:?
trato de pensar pero mi mente no funciona muy bien en estos momentos(?
ah.
me encanto el capitulo polly<3
escribes hermoso, enserio:3
Besos xx
tenshittae
Re: This Time Aroundϟ - Novela Colectiva de Harry Potter
por wade wilson. Lun 10 Jun 2013, 4:13 pm
PinkGoingOnBlack escribió:Polly † escribió:PinkGoingOnBlack escribió::esperando cap:once paginas, estoy ansiosa*-*
Ya lo terminé :D Esta medio desprolijo pero después lo corrigo :B¡Yeah! Tus capitulos siempre quedan P E R F E C T O S La espera ha valido la pena c: Gracias x tomarte el tiempo Pola, apreciamos eso, aunque hayas terminado tarde, no importa. Pregunta Preguntosa ¿Ves Anime?
Aww, muchas gracias Annie. Ahí subí capítulototote (?) Espero que grites como fangirl xDDD
Respuesta: Sí, si veo. Mi favorito es Kimi Ni Todoke, super recomendable xD {es romántico-comedia}.
wade wilson.
Re: This Time Aroundϟ - Novela Colectiva de Harry Potter
por TheGirlImpossible Lun 10 Jun 2013, 5:25 pm
Oh dios, hay capitulo!*-* tengo gripe u.u pero lo leere y me pasare para comentar seguramente en la noche, asi no me descubren e.e jaja
TheGirlImpossible
Re: This Time Aroundϟ - Novela Colectiva de Harry Potter
por carstairs. Lun 10 Jun 2013, 5:53 pm
TU CAP ES LA PERFECCIÓN, DIOS MIOOOOO.
Oh my Voldy, Pola, OH. MY. VOLDY.
Lo amé, es tan perfecto y laaaaargo -como me gustan e.e-
Adoro a Agnes, es tan alkdajs.
YO QUERÍA SABER MÁS DE ROBERT/WILLIAM. Más te vale que haya más de él en el próximo, eh ¬¬
Me mató Liss, toda rojita frente a Cedric <3.
Siento que Lor y Ness son así las re BFF(?
Creo que eso es todo, no soy muy buena comentando.
Besos xx
Oh my Voldy, Pola, OH. MY. VOLDY.
Lo amé, es tan perfecto y laaaaargo -como me gustan e.e-
Adoro a Agnes, es tan alkdajs.
YO QUERÍA SABER MÁS DE ROBERT/WILLIAM. Más te vale que haya más de él en el próximo, eh ¬¬
Me mató Liss, toda rojita frente a Cedric <3.
Creo que eso es todo, no soy muy buena comentando.
Besos xx
carstairs.
Re: This Time Aroundϟ - Novela Colectiva de Harry Potter
por TheGirlImpossible Mar 11 Jun 2013, 8:29 pm
Me gusto muchisimo el cap! :D ¿que querra Dumbledore?
Estoy intrigada u.u que lindas Agnes y Lisset yendo con Rose porque esta sola en la otra casa! Es genial tener chicas en diferentes casas, y amo como escribes<33
Te salen perfectos y largos, solo escribi una vez un cap largo para esta novela y no creo que vuelva a hacer nunca mas xD
OMG y conocieron a Cedric y a los gemelos!*-* omg y Harry con Lorrie! :twisted:
que genial! enserio no se que mas decir, disfrute mucho leyendolo :D
Y quiero saber mas del otro Potter u.u
Estoy intrigada u.u que lindas Agnes y Lisset yendo con Rose porque esta sola en la otra casa! Es genial tener chicas en diferentes casas, y amo como escribes<33
Te salen perfectos y largos, solo escribi una vez un cap largo para esta novela y no creo que vuelva a hacer nunca mas xD
OMG y conocieron a Cedric y a los gemelos!*-* omg y Harry con Lorrie! :twisted:
que genial! enserio no se que mas decir, disfrute mucho leyendolo :D
Y quiero saber mas del otro Potter u.u
TheGirlImpossible
Re: This Time Aroundϟ - Novela Colectiva de Harry Potter
por carstairs. Vie 14 Jun 2013, 7:45 pm
CHICAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAS
Ya pasó el plazo de Nina, MINNIE ES TU TURNO *-* ASKDJASLKDJASLKDJAS(?
Ya pasó el plazo de Nina, MINNIE ES TU TURNO *-* ASKDJASLKDJASLKDJAS(?
carstairs.
Re: This Time Aroundϟ - Novela Colectiva de Harry Potter
por Invitado Vie 14 Jun 2013, 8:14 pm
afsdf ME ENCANTO EL CAP, simplemente perfecto, cuando conocieron a los Weasley definitivamente Kate deberia haber estado alli xd ¡Me toca! ahora mismo me pongo a escribir por que ando re inspirada<3
Invitado
Invitado
Re: This Time Aroundϟ - Novela Colectiva de Harry Potter
por Invitado Vie 14 Jun 2013, 9:35 pm
Kate Williams
Escrito Por: Connie
Kate no podía creerlo. Estaba a un solo segundo de cumplir uno de sus mas grandes sueños, y ahora nadie la despertaría; lo había intentado, y vaya que dolió. Debía admitirlo, por primera vez se le cruzo en la mente a la rubia, en que casa iría. Si bien era un poco, bastante, astuta, le gustaba ser silenciosa y conseguir lo que quería, eso le daba bastantes puntos a Slytherin. Pero por otro lado, estaba la idea de que era bastante leal y valiente como para ir a Gryffindor, Revenclaw y Hufflepuff eran casa que ya estaban descartadas, Kate no tenia ninguna posibilidad de ir en alguna de ellas y eso todo el mundo que la conocía, debía saberlo.
- ¡Williams, Kate! - Grito el sombrero.
Era hora; en este momento sabría a que casa pertenecería. Camino hasta el taburete para ponerse el sombrero, quien de inmediato vago por los pensamientos de nuestra rubia.
"No creo que pertenezcas a Hufflepuff" Comento.
"¿Algo que no sepa?" pregunto aborrecida, se sentía incomoda, todos mirándola, incluso... ellos.
"Slytherin seria un buen partido para ti" Dijo ofendido.
"Perfecto. Entonces, grítalo" Pidió casi rogando.
- ¡GRYFFIINDOR! - Grito. Sin duda el sombrero era la persona - mas bien, cosa - mas bipolar que conocía, y se conocía a ella misma.
Camino con la cabeza gacha, después de todo seria igual que en la escuela. Nadie tenia por que tomarla en cuenta, no era nadie fuera de lo común y mucho menos alguien interesante como para pasar un momento grato. Kate era insegura, pero no insegura de si misma, insegura de las personas, insegura de que le arrebaten la cosa mas importante en su vida, la cual en este momento era Lucy.
- ¡Vaya, rubiecita! al parecer el sombrero quiere que sigamos juntas - Bromeo Lucy. Kate soltó una carcajada.
- Tu, sin duda vas a ser imposible, Lu - Critico Kate
- Tu seras la imposible - Kate la miro con una ceja arriba - Hermana, te conozco desde que nos conocimos.
- Ahora me arrepiento de haberte dejado salir primero - Pensó en voz alta.
- No importa, de todas formas, sigo siendo mas joven que tu - Soltó un !Ja!
- ¡Jo! por un minuto - Recordó.
- Y cuarenta y ocho segundos. - ¿Has visto a alguno? - pregunto después de un rato.
- Nop, pero creo que Harry anda dando vueltas por allí - Comento sin importancia. Después de reflexionar unos segundos, agrego; - Y creo que Neville esta al otro lado de la mesa, comiendo - Recibió un golpe por parte de Lucy.
- ¡Los gemelos! - Chillo.
- ¿Donde? - Giro su cabeza, Fred y George hablaban con Agnes, Liss y Rosie, la ultima sonrojada como un tomate.
***
Izquierda, derecha, sigue al frente y no pierdas la vista de los pasillos.
Kate y Liss estaban demasiado perdidas como para poder entablar una conversación "normal" entre ambas.
- ¿Segura que era por aquí? - Pregunto Kate por décima vez.
- Bueno, casi - Confeso. Kate la miro, asesinándola.
- ¿Casi? - Liss asintió - Dame eso.
- Es difícil de leerlo, hay miles de pasillos que se mueven o paredes que cambian de lugar - Dijo señalando uno.
- ¿No tienen mapas normales?
- Estamos en Hogwarts, una escuela de magia y hechicería la que se supone, debería estar pasmada en las letras de un libro. No, no hay mapas normales, Liss - Dijo Kate irónicamente.
- Amo tu ironía, te sale perfecta - Bromeo Liss.
- Y yo amo que ames mi ironía - Rieron.
- ¡Y... voila! la biblioteca a sus ordenes, señorita - Señalo Kate la puerta que llevaba a la biblioteca.
- Bien, tenemos treinta minutos para ir y volver, iré por los libros que me pidió Scar y tu ve por los que pienses que le gusten a Lorrie y los tuyos - Ordeno Liss - Nos juntamos aquí en cinco minutos.
Kate suspiro, camino por entre los pasillos, preguntándole a cada estudiante en donde estaba la sección de los libros que, según Kate, le gustarían a Lorrie. Tomo unos cuantos para ella. Seguramente tubo que haber demorado mas de cinco minutos, ya que Liss se había ido.
Tomo los libros y salio de la biblioteca. Unos cuantos pasos y estaría cerca de la habitación donde se quedaban. Kate no tenia mala memoria, pero si pésima orientación y era demasiado torpe para caminar. Choco con una pared movediza uno de los libros salio disparado y comenzó a elevarse en el aire. "Peeves" pensó la rubia.
- ¡Ya déjalo! - Exclamo, se escucho la risa burlona de el - ¡No es gracioso!
- Si, es gracioso molestar a la niñita nueva de Estados Unidos - Comento.
- ¿Me dijiste niñita? - Desafió mientras intentaba agarrarlo - Esta me las pagaras, poltergeist de...
- Ah, ah - Negó - No se como lo harán en El Internado de Brujas de Salem, pero en Hogwarts no se dicen garabatos.
- Ya deja, Peeves - Pidió una voz masculina. Un profesor no era, Filch tampoco y mucho menos era otro fantasma. Era un chico.
- ¿O que? - Desafió nuevamente. El chico quedo pensando, Kate aun estaba de espaldas a el.
- O le diré al Barón Sanguinario que rompiste un farol del pasillo de la sala de Transformaciones - Sonrió Kate victoriosa.
- No lo hice yo - Bajo de la altura, quedando a la misma que Kate.
- Pues alguien tuvo que haberlo hecho - Sonrió cinicamente - Me pregunto... ¿quien habrá sido?
- Tu o Fred Weasley - Señalo mirando al chico de atrás.
- Respuesta errónea Peeves - El chico se acerco - Me pregunto a quien le creerán al fantasma que siempre rompe las reglas, o a la chica nueva que apenas mataría una mosca.
- Me esta chantajeando - Se defendió.
- Nadie puede probarlo - Esta vez fue Kate.
- Ahí tienes - Lanzo el libro.
Kate sonrió victoriosa. Siempre ganaba y esta, no seria una excepción. El chico misterioso recogió el libro antes de que cayera al suelo, lo sacudió y se lo entrego a Kate.
- Ahora tendremos que tener cuidad, Peeves si se vengara - Kate lo reconoció; George Weasley.
- No me asusta el - Dijo con sinceridad - Le costara trabajo atormentarme.
- No lo creo - Ahora George comenzó a desafiarla.
- Tengo una hermana gemela, ¿enserio quieres apostar?
- ¿Gemela? - Kate asintió - Me encantaría decir lo mismo, pero me llevo de maravilla con el mio.
- ¿También tienes un gemelo? - Fingió no saberlo - Guau, ¿Se llevan bien? ¿Eso es posible?
- Si; y no es tan imposible. Somos idénticos de varias formas - Sonrió - George Weasley.
- Kate - Se presento igual que el.
- ¿Solo Kate? - Pregunto el.
- Por ahora, si - Rieron - Tengo que irme, Dumbledore debe estar esperándome.
- Al parecer ahora los gemelos Weasley no serán los únicos problemáticos.
- No es eso, y tampoco se lo que es. Pero cuando lo sepa, y si tengo la suerte de hablar contigo de nuevo, entonces te diré - Cualquiera que viera esa escena desde afuera, pensaría que están ligando, George sonreía coqueto al igual que ella y no paraban de reir.
- Claro que hablaremos de nuevo. Entonces la dejo, hermosa señorita - Kate se sonrojo, levemente, pero lo hizo.
- Hasta pronto, pelirrojo - Se giro hacia la dirección en la que debía ir... ahora esperemos que no se encuentre con Peeves.
en realidad me cuesta mucho poner varios personajes en un solo capitulo, por eso no siempre aparecerán mas de dos chicas o mas de dos chicos en los míos. No se como quedo, pero así quería que fuera la relación de Kate y George<3 ahora, están obligados de amar al nuevo George, uno mas caballeroso que travieso:'3 Kate lo cambiara, estoy segura. Te espero, geme.
Invitado
Invitado
Re: This Time Aroundϟ - Novela Colectiva de Harry Potter
por tenshittae Vie 14 Jun 2013, 9:53 pm
ME ENCANTO AKSJAKSAS
JAJAJA LA PELEA ENTRE LUCY Y KATE XD!
Mori xd.
"- ¡Vaya, rubiecita! al parecer el sombrero quiere que sigamos juntas - Bromeo Lucy. Kate soltó una carcajada.
- Tu, sin duda vas a ser imposible, Lu - Critico Kate
- Tu seras la imposible - Kate la miro con una ceja arriba - Hermana, te conozco desde que nos conocimos.
- Ahora me arrepiento de haberte dejado salir primero - Pensó en voz alta.
- No importa, de todas formas, sigo siendo mas joven que tu - Soltó un !Ja!
- ¡Jo! por un minuto - Recordó.
- Y cuarenta y ocho segundos. - ¿Has visto a alguno? - pregunto después de un rato.
- Nop, pero creo que Harry anda dando vueltas por allí - Comento sin importancia. Después de reflexionar unos segundos, agrego; - Y creo que Neville esta al otro lado de la mesa, comiendo - Recibió un golpe por parte de Lucy.
- ¡Los gemelos! - Chillo.
- ¿Donde? - Giro su cabeza, Fred y George hablaban con Agnes, Liss y Rosie, la ultima sonrojada como un tomate."
Ame eso c:
Mugre Peeves D: me caes mal._.
awwww pero George defendio a Kate<3
ah re, se aman(?
yo lo imploro._______________.
desde ahora e.e.e.e.e.
shit, sigo yo._.
mañana me pongo a escribir, tengo que escribir para 3 NC'S y me da una flojera xd.
Ame el cap<3
aksjaksjaksa simplemente me encanta como escribes gemela e.e
JAJAJA LA PELEA ENTRE LUCY Y KATE XD!
Mori xd.
"- ¡Vaya, rubiecita! al parecer el sombrero quiere que sigamos juntas - Bromeo Lucy. Kate soltó una carcajada.
- Tu, sin duda vas a ser imposible, Lu - Critico Kate
- Tu seras la imposible - Kate la miro con una ceja arriba - Hermana, te conozco desde que nos conocimos.
- Ahora me arrepiento de haberte dejado salir primero - Pensó en voz alta.
- No importa, de todas formas, sigo siendo mas joven que tu - Soltó un !Ja!
- ¡Jo! por un minuto - Recordó.
- Y cuarenta y ocho segundos. - ¿Has visto a alguno? - pregunto después de un rato.
- Nop, pero creo que Harry anda dando vueltas por allí - Comento sin importancia. Después de reflexionar unos segundos, agrego; - Y creo que Neville esta al otro lado de la mesa, comiendo - Recibió un golpe por parte de Lucy.
- ¡Los gemelos! - Chillo.
- ¿Donde? - Giro su cabeza, Fred y George hablaban con Agnes, Liss y Rosie, la ultima sonrojada como un tomate."
Ame eso c:
Mugre Peeves D: me caes mal._.
awwww pero George defendio a Kate<3
ah re, se aman(?
yo lo imploro._______________.
desde ahora e.e.e.e.e.
shit, sigo yo._.
mañana me pongo a escribir, tengo que escribir para 3 NC'S y me da una flojera xd.
Ame el cap<3
aksjaksjaksa simplemente me encanta como escribes gemela e.e
tenshittae
Re: This Time Aroundϟ - Novela Colectiva de Harry Potter
por carstairs. Lun 17 Jun 2013, 2:51 pm
Awwwww, me encantan Kate&George <3
En los libros, él siempre es el más dulce y caballeroso. Mientras que Fred es el travieso 1313 (?
¡Pusiste a Liss! *baile de cinco segundos*
Me encanta como pelean las gemelas alksd.
NUT, PONETE A ESCRIBIR O HAY TABLA, EH. (?
BESOS, GENTE BONITA(? ah.
En los libros, él siempre es el más dulce y caballeroso. Mientras que Fred es el travieso 1313 (?
¡Pusiste a Liss! *baile de cinco segundos*
Me encanta como pelean las gemelas alksd.
NUT, PONETE A ESCRIBIR O HAY TABLA, EH. (?
BESOS, GENTE BONITA(? ah.
carstairs.
Re: This Time Aroundϟ - Novela Colectiva de Harry Potter
por carstairs. Mar 18 Jun 2013, 6:49 pm
NUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUT, HOY ES EL ÚLTIMO DÍA PARA SUBIR AKSJDLKSAJDS.
carstairs.
Re: This Time Aroundϟ - Novela Colectiva de Harry Potter
por tenshittae Mar 18 Jun 2013, 8:39 pm
hey babes!
asdfg
no me maten, les juro que se los subo mañana enserio, se que hoy es mi ultimo dia pero simplemente no puedo D:
mañana cuando llegue de mi escuela se los publico, espero entiendan<3
no quiero defraudarlas<3
asdfg
no me maten, les juro que se los subo mañana enserio, se que hoy es mi ultimo dia pero simplemente no puedo D:
mañana cuando llegue de mi escuela se los publico, espero entiendan<3
no quiero defraudarlas<3
tenshittae
Re: This Time Aroundϟ - Novela Colectiva de Harry Potter
por TheGirlImpossible Miér 19 Jun 2013, 1:37 am
tygfhgsfdbjdsfbdsf pense que habia comentado el capitulo, perdon.
Me gusto muchisimo, sobretodo porque le pones humor al escribir y eso es muy genial! es comico :D
dios ese Peeves es un pesado¬¬ yo me perderia y si me cruzara con el seguro me muero xq me haria la vida imposible
por eso me gusta el caracter de Kate, ella no se deja pisotear por nadie y se sabe defender :D
OMG me gusto su primero encuentro con George*-* el es mas lindo<3 ya deseo q se vuelvan a cruzar!*-* dfbhdfbdf
ame el capi :D espero la continuen prontito!!
Me gusto muchisimo, sobretodo porque le pones humor al escribir y eso es muy genial! es comico :D
dios ese Peeves es un pesado¬¬ yo me perderia y si me cruzara con el seguro me muero xq me haria la vida imposible
por eso me gusta el caracter de Kate, ella no se deja pisotear por nadie y se sabe defender :D
OMG me gusto su primero encuentro con George*-* el es mas lindo<3 ya deseo q se vuelvan a cruzar!*-* dfbhdfbdf
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